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Universidad San Carlos de Guatemala Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales Derecho Internacional Público lI Lic. William Vanegas

Golpe de Estado en Honduras (2009) “Perspectiva Internacional”

José Antonio Franco Galindo

201211557

Sección: G Jornada Vespertina

Guatemala, 19 de agosto de 2016

INTRODUCCION Desde 1982 Honduras ha sido una «democracia electoral», cuyo régimen político celebra elecciones generales cada cuatro años según una dinámica que ha servido, principalmente, para garantizar la alternabilidad en el gobierno de los partidos Liberal y Nacional, las dos formaciones políticas históricas en las que ha encarnado el bipartidismo gobernante; ambas adherentes ideológicas del neoliberalismo y, por añadidura, con pocas diferencias entre sí en cuanto a la administración del Estado, la visión sobre la globalización y la estructura del poder a escala internacional y, especialmente, respecto a su obsesivo reconocimiento de Estados Unidos como único líder mundial y como principal, y casi único, «aliado» de Honduras en la escena mundial. La estabilidad política alcanzada por el régimen bipartidista desde 1982, la «aceptación» que conquistó respecto de su peculiar forma de administrar el Estado, de aprovechar su hegemonía política para beneficio propio y de su clientela, fue rota por el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, provocando una crisis no sólo en el reino de su propia estabilidad, sino también en el régimen bipartidista, en la ilusión de los valores de la democracia tal y como se presentaba hasta antes de esa fecha y, más allá, abriendo en la sociedad una crisis de legitimidad que dejó al descubierto que la La crisis de las “democracias” representativas en Centroamérica marca el final de un escenario en donde las fuerzas de derecha empezaron a perder el control y la hegemonía de nuevos procesos políticos protagonizados por sectores sociales movilizados en demanda de ampliación de su base de derechos y de participación política. El golpe militar en Honduras, que supuso la expulsión ilegal del Presidente Manuel Zelaya, la aplicación de medidas de suspensión de libertades y la persecución y asesinato de líderes sociales, es el corolario de un esfuerzo mayor por provocar una nueva correlación de fuerzas en América Latina. Surge, no como un simple problema jurídico (como lo han querido presentar algunos medios y los sectores golpistas) sobre el tema de reelección presidencial o de establecimiento de la cuarta urna en las próximas elecciones para decidir la convocatoria a un proceso

de Constituyente. Tiene como telón de fondo el reciente triunfo electoral de una fuerza política (el Frente Farabundo Martí, que ganó recientemente las elecciones en El Salvador) que convoca sectores de izquierda y con una sensibilidad marcadamente diferente que los grupos oligárquico- empresariales del entorno salvadoreño. GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS 1. SITUACIÓN LEGAL Y POLÍTICA PRECEDENTE AL GOLPE MILITAR 

El día de su toma de posesión, enero 27 de 2006, el presidente José Manuel Zelaya Rosales propone y logra la aprobación de la Ley de Participación Ciudadana, ley 3-2006, que detalla fielmente el Título I, Capítulo I, artículo 2 de la Constitución de Honduras: «La soberanía corresponde al pueblo del cual emanan todos los poderes del Estado que se ejercen por representación...», y el artículo 5: «El gobierno debe sustentarse en el principio de la democracia participativa del cual se deriva la integración nacional, que implica participación de todos los sectores políticos en la administración pública a fin de asegurar y fortalecer el progreso de Honduras basado en la estabilidad política y en la conciliación nacional». La ley 3-2006 y ambos artículos de la Constitución de la República garantizan una mayor participación democrática de los



hondureños Según lo manda la Constitución, se reserva al presidente el derecho de vetar cualquier ley que considere inconveniente para la nación o para su proyecto de gobierno. No existe un mínimo ni un máximo en el número de vetos que le autoriza la ley. Este derecho forma parte de su potestad como



Presidente. La demora en presentar el presupuesto al Congreso es algo frecuente en las democracias. El presidente Zelaya no quería que el Congreso bloqueara las asignaciones hechas por la planeación ejecutiva y ese era el motivo de su negativa. En los mismos Estados Unidos se ha llegado a la parálisis temporal del gobierno, porque el presupuesto no ha sido presentado a

tiempo. Lo que no se debe hacer es convertir el forcejeo político normal de toda democracia en un acto criminal del Presidente. 2. ACONTECIMIENTOS El golpe de Estado en Honduras en 2009 ocurrió el 28 de junio de ese año tras varios meses de crisis política entre los poderes de la República, en el cual se enfrentaron el presidente Manuel Zelaya con el Congreso Nacional, el Tribunal Supremo Electoral de Honduras y la Corte Suprema de Justicia, sobre la legalidad de una Cuarta Urna, para votar un referéndum y cambiar la constitución por medio de una Asamblea Constituyente. Los opositores a Zelaya afirmaban que buscaba con esta modificación a la constitución su reelección, aunque Zelaya lo negó. Debido a que en la Constitución de la República de Honduras se encuentra detallada la prohibición sobre una Cuarta Urna, la Corte Suprema de Justicia y el Tribunal Superior Electoral calificaron este acto por parte de Manuel Zelaya como ilegal, con base en una ley aprobada posteriormente a la realización de la convocatoria (cinco días antes de la celebración de la consulta) expresamente para prohibirla. A pesar de las decisiones y ordenanzas por parte de la Corte Suprema de Justicia y del Tribunal Supremo Electoral, Zelaya actuó en desacato al mandato del Poder Judicial, manteniendo la consulta para junio y ordenó al Ejército distribuir papeletas de votación de forma ilegal. Después de que el jefe del Ejército, Romeo Vásquez Velásquez, se negase a obedecer esta orden, Zelaya lo destituyó de su cargo, lo que provocó la renuncia de los jefes de la Armada y la Fuerza Aérea. En las semanas posteriores al 28 de junio, el Congreso decretó un estado de sitio, suspendiendo garantías de los ciudadanos contenidas en 8 artículos de la constitución, hubo movilizaciones en apoyo de ambos sectores, una de las cuales desembocó

en

el

asesinato

de

un

manifestante

opositor

a

la

sucesión, la OEA suspendió a Honduras como miembro de la organización hasta que el país "restaure el gobierno democrático" (el de Manuel Zelaya), El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Venezuela, anunciaron sanciones económicas

para

Honduras

a

causa

de

la

Sucesión

Política,

el BID y

el Banco

Mundial anunciaron la suspensión de la ayuda financiera que otorgaban a Honduras y se produjo una retirada en bloque de todos los embajadores de la Unión Europea de Honduras. 3. AGENTES DEL GOLPE MILITAR 1. Los republicanos de Estados Unidos, principalmente los del Pentágono, junto a las diez familias que controlan la economía de Honduras, instigaron el golpe militar para proteger sus intereses de los proyectos económico-políticos del entonces presidente José Manuel Zelaya Rosales, con el artilugio de que estaban defendiendo a Honduras del chavismo y el comunismo. 2. La jerarquía militar, íntimamente ligada al Pentágono y a la política antiinsurgente estadounidense en América Latina, vio con pánico el inminente rompimiento

de

sus

lazos

económicos

e

ideológicos

con

el

ejército

estadounidense y la subordinación de su poder a los intereses nacionales de Honduras. El presidente Zelaya ya había manifestado su intención de no prorrogar el contrato del uso militar de la base de Palmerola (Soto Cano) por parte de los Estados Unidos. Para ese entonces ya contaba con la promesa de inversión de la compañía petrolera venezolana PDVSA que la convertiría en un importante aeropuerto internacional, civil y comercial, para el beneficio económico de Honduras, y económico y social de todos los hondureños. 3. Las familias que controlan la economía hondureña, con su voracidad por mayores ganancias, vieron con desesperación el fin de los privilegios de los que gozan gracias a la inequidad en la distribución del ingreso. Sobre todo, cuando el Presidente dio cumplimiento a su proyecto de aumento del salario mínimo, que lo reconocieron como el primer paso en el tránsito hacia una economía mejor controlada por el Estado y más centrada en las necesidades de los trabajadores y consumidores, y sintieron la amenaza a su poder monopólico. 4. LA CUARTA URNA

El gobierno de facto justificó públicamente su actuación sobre la base de que el Presidente Zelaya había violentado la Constitución, a través del proceso que se conoció como “la cuarta urna”. Este proceso se inició en noviembre de 2008 cuando el Presidente Zelaya hizo pública su intención de convocar a un referéndum con el objetivo de consultar a la ciudadanía acerca de la eventual colocación de una cuarta urna junto a las tres destinadas a las elecciones presidenciales, legislativas y municipales, en los comicios programados para el 29 de noviembre de 2009. En la cuarta urna, la población hondureña se pronunciaría sobre la conveniencia de la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente para reformar la Constitución. El 23 de marzo, el Poder Ejecutivo, mediante el Decreto Ejecutivo PCM 05‐2009, convocó a una consulta popular en lugar de un referéndum para que la ciudadanía votara si estaba de acuerdo con la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente55. No obstante, el Fiscal General solicitó a las autoridades judiciales que suspendieran la consulta, alegando que el objetivo del Presidente Zelaya era llamar a una Asamblea Constituyente que modificaría los artículos inmutables de la Constitución.

El 27

de mayo, el Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo ordenó suspender la consulta y el 29 de mayo dictó una resolución en la que precisó que su decisión anterior incluía cualquier otro acto administrativo de carácter general o particular que se hubiere emitido o se emitiere y que conllevare el mismo fin que el acto administrativo que había sido suspendido. El 24 de junio, el Congreso Nacional aprobó la “Ley Especial que Regula el Referéndum y el Plebiscito”, en virtud de la cual se prohibió que dichos mecanismos fueran utilizados 180 días antes o después de elecciones generales. 5. REACCIÓN INTERNACIONAL Ante

la

destitución

se

pronunciaron

en

contra

el

secretario

de

la ONU, el ALBA, el Mercosur, la OEA, la Unión Europea, los Estados Unidos y todas las naciones latinoamericanas y España: ONU

En la sesión del 30 de junio y con la presencia del Presidente Zelaya, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó por consenso la Resolución 63/301 “La situación en Honduras, quebrantamiento de la democracia”, en la cual condenó el golpe de Estado, exigió la restitución inmediata e incondicional en el poder del gobierno legítimo, e hizo un llamado a todos los

Estados del mundo a no

reconocer otro gobierno en Honduras que no sea el del Presidente José Manuel Zelaya. El Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon "expresa su firme apoyo a las instituciones democráticas del país y condena la detención del Presidente constitucional de la República", dijo un portavoz de la ONU en un comunicado.

"Se

insta

a

la

reincorporación

de

los

representantes

democráticamente elegidos del país y el pleno respeto de los derechos humanos, incluidas las garantías para la seguridad del Presidente Zelaya, los miembros de su familia y su gobierno. Se pide a todos los hondureños, participar pacíficamente y en el espíritu de la reconciliación, para resolver sus diferencias OEA La Organización de Estados Americanos (OEA) tuvo un rol protagónico en el conflicto.

La Asamblea

General

de

la

Organización

de

Estados

Americanos convocó una sesión extraordinaria para el martes 30 de junio que dio como resultado reafirmar su demanda de que Zelaya fuera restituido en su cargo. El mismo día Zelaya anunció que regresaría a Honduras el jueves de esa misma semana, acompañado del representante de la OEA, mientras Micheletti afirmaba que Zelaya tenía orden de captura y sería arrestado si reingresase a Honduras. Finalmente el representante de la OEA viajó en solitario, retrasando Zelaya su regreso para facilitar las gestiones políticas. El 1

de

julio,

la

Asamblea

General

de

la Organización

de

Estados

Americanos aprobó una resolución en la que establecía un ultimátum de 72 horas al gobierno interino de Honduras para la restitución en su puesto a Manuel Zelaya, amenazando con la expulsión de Honduras de la organización de no cumplirse

dicho requisito: "no será a Honduras que estaremos suspendiendo, sino a los usurpadores", declaró el presidente de la OEA José Miguel Insulza. Salida / expulsión de la OEA El 3 de julio, el secretario de la OEA José Miguel Insulza, viajó a Honduras para tratar de la crisis desatada con las diferentes instituciones hondureñas (a excepción de los miembros del gobierno interino, al que la OEA no reconocía) y del ultimátum de la Organización al gobierno de Micheletti para restituir a Zelaya en su puesto. Tras diferentes reuniones Insulza declaró: "mi conclusión es que la ruptura del orden constitucional persiste y que los que hicieron esto no tienen por el momento ninguna intención de revertir la situación". La expulsión, que tuvo carácter inmediato, fue avalada de manera unánime por 33 de los 34 países representados en la OEA, pues la delegación de Honduras se abstuvo de votar. Con esta resolución, Honduras se convirtió en el segundo país (después de Cuba en 1962) al que le es aplicado un artículo de la OEA referente a la ruptura del orden constitucional. Lo que implica sanciones económicas y que Honduras no recibirá ningún apoyo de esta organización. Unión Europea El 24 de julio de 2009, la Unión Europea hizo un llamado a las partes para alcanzar una rápida solución a la crisis y abstenerse de acciones que puedan degenerar en mayores tensiones y violencia. Expresó que mientras no se encuentre una solución negociada y pacífica, esa organización continuaría con la restricción de los contactos políticos con los representantes del gobierno de facto y la suspensión de la cooperación bilateral para el desarrollo con las instituciones gubernamentales, con excepción de la ayuda humanitaria y de urgencia. Por último, la UE reiteró “la importancia de la democracia, el respeto de los derechos humanos y el Estado de Derecho en Honduras”, así como su disposición a “contribuir a la restauración del orden constitucional y de un proceso democrático” Otras organizaciones intergubernamentales

El 29 de julio, el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) realizó una declaración sobre “medidas políticas inmediatas a ser tomadas ante la situación en Honduras”. En igual fecha, el Consejo Presidencial Extraordinario de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), condenó el golpe de Estado en Honduras. Posteriormente, en el marco de su VII Cumbre, reiteró su condena Sociedad civil internacional. Una

Misión

Internacional de Derechos Humanos, compuesta por 15

organizaciones de derechos humanos de varios países del mundo159 se desplazó a Honduras desde el 14 hasta el 24 de julio con el fin de verificar la situación de derechos humanos tras el golpe de Estado. De acuerdo al informe preliminar de esta Misión Internacional, publicado el 23 de julio, la delegación pudo identificar la existencia de graves violaciones de derechos humanos cometidas con posterioridad al golpe de Estado y la desprotección en que se encontraron las personas afectadas, entre otras circunstancias, por la inacción del Comisionado Nacional de Derechos Humanos. Según este informe, se habrían cometido un importante número de ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, amenazas y restricciones indebidas a la libertad de expresión y de circulación, que afectaron especialmente a dirigentes políticos y sindicales, defensoras y defensores de derechos humanos, líderes sociales, periodistas y ciudadanos extranjeros MERCOSUR El Mercosur declaró en la Cumbre de Asunción del 27 de julio que no reconocerá a ningún gobierno que surja de elecciones convocadas por los golpistas. El documento que suscribieron los presidentes reunidos en la Cumbre de Asunción expresó su rechazo a cualquier medida unilateral que adopte el gobierno de facto y exigieron la inmediata restitución de Zelaya, según una propuesta de Cristina Fernández de Kirchner. El Presidente de Paraguay y actual presidente pro tempore del Mercosur, Fernando Lugo, condenó el golpe y dijo que ningún Estado

miembro del Mercosur reconocerá un gobierno de Honduras que no sea el de Manuel Zelaya. Lugo también pidió que los que están detrás del golpe sean castigado con penas de prisión. La Asociación de Estados del Caribe condenó el golpe de Estado en una declaración conjunta y pidió que Zeyala sea restituido. Además, dijeron que "queremos destacar nuestra condena del brutal trato que dio el personal militar hondureño a la Canciller del Ministerio de Relaciones Exteriores, Patricia Rodas, así como a los Embajadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Esta situación es una grave violación del derecho internacional, y la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. ALBA Entrada la noche del 28 de junio los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA), que reúne a los líderes de las naciones que se encuentran en el proceso del denominado socialismo del siglo XXI, se reunieron de manera extraordinaria en Managua, Nicaragua, con el objeto de repudiar el Estado perpetrado contra el presidente constitucional Manuel Zelaya.. En la reunión también se encontraban el mismo presidente de Venezuela acompañado por el canciller Nicolás Maduro; el presidente de Ecuador Rafael Correa junto a su canciller y el canciller de Cuba. Influencia de Estados Unidos en el golpe de estado La exsecretaria del Departamento de Estado del gobierno de los Estados Unidos, Hillary Clinton, reveló que influyó en Honduras para impedir que Manuel Zelaya regresara a la presidencia, luego del derrocamiento en junio de 2009. Hillary admitió que “en los días siguientes del golpe hablé con mis homólogos de todo el hemisferio, incluida la secretaria Patricia Espinosa en México con el objetivo de organizar "rápidamente" unas elecciones que tuvieran como resultado hacer irrelevante la cuestión de Zelaya", de acuerdo con las confesiones plasmadas en su libro Decisiones Difíciles.

CONCLUSION Cuando al Presidente Manuel Zelaya, se le ocurrió convocar a una consulta el 28 de junio (no se trataba de una ocurrencia del presidente en sí misma, sino de una demanda creciente de sectores sociales que vienen luchando por mayores espacios de participación política), para saber si el pueblo hondureño quería establecer una Asamblea Constituyente y modificar algunos aspectos de la Constitución que resultó de la reforma de 1982, olvidó algunas lecciones que no deben pasarse por alto. En primer lugar, que las democracias centroamericanas no suponen la participación efectiva de la población (es decir, se dicen democracias, pero nadie debe tomarse esto en serio), en segundo lugar ningún proceso en la región que suponga un enfrentamiento con las élites de poder, así sea resultado de un fraccionamiento del poder local (como es el caso de Manuel Zelaya) puede llevarse a cabo sin una intensa preparación, fortalecimiento y movilización de los sectores populares, tercero que la cúpula militar (días antes del Golpe, el Presidente Zelaya destituyó al Jefe del Estado Mayor Conjunto y aceptó la renuncia del Ministro de Defensa, lo que era una señal clara de que preparaban un Golpe de Estado) históricamente ha tenido más poder que el presidente en cualquier país de la región (exceptuando el caso de Costa Rica) y que sus alianzas alcanzan desde los grupos empresariales hasta la jerarquía de la Iglesia Católica, como lo demostró el Cardenal Rodríguez. En Centroamérica, la política huele a pólvora e incienso

BIBLIOGRAFIAS

Comisión interamericana de derechos humanos (2009) Honduras: derechos humanos y golpe de estado. http://lib.ohchr.org/HRBodies/UPR/Documents/Session9/HN/IACHR_InterAmericanCommissionofHumanRights%20_8SP.pdf

Joaquin A. Mejia. R. et al. (2010) El golpe de estado en Honduras desde una perspectiva de los Derechos Humanos . http://www.cedoh.org/documentacion/articulos/files/Libro%20Golpe %20DDHH.pdf