Gerchunoff y Llach

Gerchunoff y Llach 1963) CAP. VI: EL IMPULSO DESARROLLISTA (1958- Un gobierno acosado La llegada de Frondizi al poder

Views 106 Downloads 4 File size 163KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Gerchunoff y Llach 1963)

CAP. VI: EL IMPULSO DESARROLLISTA (1958-

Un gobierno acosado La llegada de Frondizi al poder no fue x un proc democrático normal: los comicios fueron convocados x 1gob mil (FA se consideran guardianas d 1 ‘correcto fcionam republicano’ q amenazaba al gob, y al igual q en 1931 con la formula Alvear-Guemes, un partido fue proscripto (el peronismo, cmo condic p/q los d la Rev acepten un gob democrático; ya se lo habia proscripto en las elecc p/Convencion constituyente en 1957, 1asamblea q anula la Constituc Justicialista de 1949 y la reemplazó x la de 1853); en esa vez Peron llamó a voto en blanco y fueron mayoría constituyéndose un aviso p/prox candidatos a presis. El +receptivo a este msj fue Frondizi q c/ la UCRI salió 3° e inició negociaciones secretas entre Frigerio y Peron; Frondizi creó una plataforma aceptable p/peronistas q incluia una amnistía total y CGT unificada, lo q hacia sospechar a los militares quienes veian cmo dber patriótico no permitir al justicialismo. Una vez en l gob Frondizi intentó aprovechar al max su escaso margen d maniobra, presiones q tenia d antes de asumir; su habilidad q lo llevo al poder no alcanzó p/inde- pendizarse d militares y peronistas –antes d asumir ya habia discutido con aquellos los nombramientos mil-. En 1959-60 recrudecieron los planteos mil c/distinto éxito, sus cuestionamientos solian ser x la pol gremial del PE (insuficientem peronista), las activs de Frigerio y 1supuesta infiltración comunista. En 1961 con el cambio d gral Frondizi tuvo mayor autonomía pero ese año se entrevista con el Che, representante d Cuba en el ext, lo cual era demasiado p/el anticomunismo militar, x lo q presiona al presi de q cambie su actitud tolerante hacia ese pais en la Org de E Americanos, y encima en 1962 habia elecc en Capital y 17pcias. Para entonces Frondizi habia prometido levantar la proscripción y aun no lo hacia, y dde las FA esperaban una rectificación teniendo en cuenta q su relacion con peronistas se habia debilitado (Peron tmb creía q no levantaría y dde 1959 era opositor al régimen y habia publicado el pacto denunciándolo x no cumplir, y a esto se suma q en las elecc de Congreso en 1960 los +votos fueron en blanco) además la pol econom social no resp aspiraciones d peronistas. A pesar de eso, Frondizi levanta la proscripción en las elecc d 1962 seguro d su triunfo –no descabellado luego d su triunfo en las adelantadas d SLuis, Catamarca, SFe, Formosa y LRioja- q además se tradujo en negociac con las FA donde se comprometió a no permitir el ascenso peronista al poder. Si bien en orden nac tuvo poca dife- rencia c/el Peronismo en BA ganó Framini, loq desencadenó en su derrocamiento. La estrategia de Frondizi era ganar y recoger los frutos d su plan econom q era el eje d su programa, q encaminaría al pais hacia el progreso. Los problemas de entonces Hacia 1959 la CEPAL pronostica q arg carece de rec p/imxtar bienes d cap, mp y productos intermedios p/su industria, su transxte es precario, déficit d energía eléctrica, producc no crece x falta de inversiones, y la agro declinó x falta d incentivos y rec. La balanza comercial demuestra esto: en 1949-58 hubo déficit y solo en 1953 superavit, habia estrangulamiento (las imxtac suben y agudiza el problema d la balanza, y cmo el acceso al cred era restringido, limitar imxtac era la única forma d evitar caída). El ctrl d cambios, aranceles aduaneros altos y ctrles eran instrum p/evitar el déficit y la depreciación cambiaria. La rev libertadora tuvo ctrl d cambio alto p/ estimular exportac y no imxtac, con 1pol devaluacionista, igual se mantuvo el déficit en parte x precios d exportac lo q a su vez ya venia d la Gran Depresion a laq se resp c/ctrl d imxtac pero era armad doble filo: se aplicaba la ISI p/industrias livianas pero p/equipos e insumos

1

dependia del ext. Aparte era 1probl d largo plazo: según la CEPAL las dificultades p/incorporar bienes imxtados detenían la inversión y el crecim econom, el peronismo lo resuelve estimulando ind básicas y p/eso atrae cap internac, q el gob mil continuó). La propuesta desarrollista Partía de diagnostico a las regiones q todavía no complementan su industrialización. Postulados: -

-

-

-

Pesimismo sobre exportac d productos primarios: la evoluc desfavorable d precios agros/mineros estanca- rían las econom q se dediquen solo a eso, habia q desarr manufacturas hasta ser 1econm industrializada; en arg solo se concentraban en las ramas livianas x eso hay q avanzar a 1 ‘econm industrial integrada’. La EII debía multiplicar la produc d petróleo y gas q permitiría ahorrar divisas p/reinvertirlas (petróleo+ carne= acero+ind qca; cap p/2° x exportac dl 1°). El petróleo además estimula las indust petro/qcas, claves. En 2°lugar la siderurgia era imxt q requería la explotac de carbón y hierro. Planea resolver la provisión d energía eléctrica de BA, impulsar cemento, papel, maq y equipo industrial. Activs agropecuarias no eran prioridad, a lo q suma la perspectiva pobre del sector –Mercado Comun Europeo con pol de proteccionismo agrícolaÉnfasis en construir red d rutas y autopistas, y estimular producc nac d autos y camiones, construir y mo- dernizar aeropuertos; todo p/terminar con el déficit de transxte denunciado x el CEPAL, tmb p/integrar económicamente las distintas regiones del pais y descentralizar las activs económicas, conformando nuevos centros d producc y consumo en el interior y un MI unificado, significando mayor demanda d bienes industriales. La Patagonia tenia lugar privilegiado x sus rec minerales. Todos estos proyectos se conseguirían mediante el aporte del cap extranjero (era obstáculo p/Frondizi q era nacionalista y pugnaba x el autoabastecimiento) lo cual dependia d condic internas q genere el gob, a esto una iniciativa fue la ley d inversiones extranjeras. El clima era favorable al desarrollismo continentalmente, oficializado x EU con la Alianza Para el Progreso, sist de ayuda técnica y financiera a países latinoam p/combatir el subdesarrollo; esta iniciativa de Kennedy se relac con la creciente amenaza comunista. Brasil ya estaba recogiendo frutos de esa política econom q tmb inspiró a Frondizi de realizar un plan similar. 1958: ¿Clima para la inversión? Habia bajas reservas en el BC. Debido a como llego al gob Frondizi debía evitar tomar medidas antipopulares q requería la situac de pagos. Decide revocar los decretos anti CGT dictado x el gob mil, sanciona 1ley q reconoce solo al mayor gremio d cada rama d activ –favorecia al sindicalismo peronista- y decretó aumento de 60% en salarios congelados dde 1956, loq se acompañó con 1imxt expansión monetaria p/q la suba salarial no afecte a las empresas. Pero la suba d salarios e inversión publica creo déficit y fue financiado c/la emisión monetaria. La econom se afectó con estas pol expansivas: la mayor demanda d bienes se tradujo en compras al ext y golpe inflacionario. Como recaudo a esa presión sobre la balanza com 1medida del gob fue aumentar ls ctrles sobre imxtac y sólo se permitia imxtar algunos productos, los necesarios p/el proyecto desarrollista. Igual la balanza d pagos y comercial fueron deficitarias en 1958 y continuó el drenaje d reservas del BC; se intenta paliar esto c/1 cred del FMI, y la inflación

1

comienza a crecer al punto d q a fin d año ya habia erosionado el aumento sala- rial, y se crea un clima d inestabilidad q difícilmente atraiga al cap extranjero; el BC tiene comxtam monetario +restrictivo acercándose a 1pol prudente q cree condic minimas d estabilidad. Ya habia dado 1paso d su plan: La batalla del petróleo Corresponde a medidas+ estructurales p/afrontar soluciones, y parte del plan desarrollista: sustituir imxtac d petróleo x producc propia. En 1958 el gob firma contratos d explotac con empresas petroleras extranjeras, y al igual q con el acuerdo de Peron y la Standard llovieron criticas incluso dde el partido oficial, fue tanto q este tema hizo tambalear al gob, ya q además los militares presionan p/q los revoque. Sin embargo la reacción d EU y Europa fue d aprobación, lo q dde lo politico no favoreció Frondizi ya q afectó la critica nacionalista, pero en gral el empresariado lo recibió bien y permitió q se firme +contratos, al tiempo q despertó interes en sector extr x inversiones en otros rubros; +alla de esto quedo demostrado q este proyecto fue 1exito ya q logró el autoabastecimiento, además d q multiplicó la producc de gas, mientras se fomenta la región patagónica. X otro lado esto le costó el cargo a Frigerio y Frondizi al retractarse de previas declarac pierde credibilidad. Peronistas y mil creían q no podían confiar en conductor flexible, q x cumplir su plan, estaba dispuesto a anular oposicion. El esfuerzo de estabilización Como ocurrió con Peron, Frondizi encaró un esfuerzo d estabilización despues d pol +despreocupadas, y en 1958 anuncia un plan integral de estabilizac. Se insistia en q el ppal probl era exceso d gastos sobre producc nac sobre la producc, lo q condujo tanto a déficits com como a bajo nivel d inversión. Pero hacia 1958 El Pais estaba al borde de cesación d pago. La pobre renovación d cap generó un crecim d la capacidad product nac q no acompaño al d su poblacion y su nivel social en tanto los niveles d consumo superan la producc nac. Mucho del gasto es al sector público cuyo déficit habia crecido mucho, x loq solucionar la econom requería contener l consumo publico y privado; se preveía una baja x eso en el nivel d vida pero se creía q la recup era pronta. El cambio +imxt vino del sector ext, donde el gob termina con la vigencia del sistema de restricc al comercio ext y a las transacciones d divisas, el tipo de cambio se unifica en 1unico mercado en el q fluctuaría de acuerdo con la oferta/demanda d moneda extranjera. La gran depreciación q se produciría seria x la liberación cambiaria y beneficiaria a exportadores –encareciendo cereales, carnes-; p/atenuar ese impopular aumento se impuso re- cargos sobre las exportac d esos productos. En cuanto a las imxtac se abolen todos ls ctrles cuantitativos y sist d permisos (idea era independizar los movim comerciales d la administración) y se establecen recargos a com- pras externas. Se esperaba q la combinación de depósitos previos de esas compras, depreciación cambiaria y alza d tarifas restringiera las imxtac tanto como para contrarrestar la abolición d restricciones y asi protegería la industria nac. Este programa contó con imxt apoyo externo; a fines de 1958 se realizan varios prestamos del extranjero –FMI e instituc privadas-, y ese dinero se usaría como fondo de estabilización q permita cierta intervención del BC en el mercado d cambios, la idea era evitar q varíe mucho los precios del dólar. Otro obj era ga- rantizar q el esfuerzo d estabilizac/contención d gasto no comprometa los objs del plan d desarrollo. La restricc a las imxtac no debía extenderse a rubros cruciales p/industrias q cumplan ISI. Tmb se llevó a cabo 1pol firme d contención monetaria con los bancos, q fcionaria si se elimina 1causa del emisionismo, el déficit fiscal, q tmb era una condic del acuerdo entre arg-FMI, y eliminarlo llevaba tiempo. Se

1

proyectó una reducción del empleo estatal, se suspenderían obras públicas y limitarían subas salariales d estatales, se elevan algunos impuestos, el ctrl tributario, y a inicios de 1949 tmb las tarifas públicas. La orientacion del plan descontentó a los sindicatos, se sentían traicionados x el gob alejarse del modelo ‘nacional y popular’; el ambiente tenso d entonces provo- cado x contratos petroleros y 1 mal pol sindical fue pacifico al lado del d 1959, cuando se multiplican confl lab y + en el sector publico, y excepto los ferrocarriles, el transxte de BA se paralizó. Ese año hubo record d huelga (x devaluación y contención d sueldos) y a eso se suma q habia un clima enrarecido x la posibilidad d un nuevo golpe. Con el tiempo las criticas al programa crecen, ya q encima los resultados econom d ppio d 1959 fueron malos, los ppios industriales incluso, q acordaban con la pol econom gub, veian recesivo el nuevo régimen d imxtac. Estas, el PBI, los salarios reales, en consecuencia el consumo, caen, mientras las exportac apenas suben y la inflación lo hace notoriamente. A esto se suma una prolongada huelga bancaria q afecta la situacion y co- mienza a fcionar un mecanismo propio d periodos d inflación: la gente guarda menos plata p/no cargar con depreciación y con eso acentua el aumento d precios (inflac produce +inflac). Hay dificultades p/mantener la emisión monetaria, crece el déficit, la caída de activ minimiza la recaudación impositiva, la inflación deteriora + al erosionar el valor real d impuestos y tarifas publicas. Encima a ½ d 1959 se suman los rumores de golpe, Frigerio destituido asesora secretamente, pero las FA pedían tmb la renuncia d fcionarios considerados peronistas, 1pol gremial +represiva y la investigac del pacto Frondizi-Peron q recién se hacia publico. El gob busca salidas q contenga la urgencia econom y las presiones pol. Alsogaray es nombrado min d econom y trbjo y lo bueno es q cuenta con simpatía mil y compartía las ideas del plan estabilizador. La tension pol cede y si bien este promete revertir la situacion, no era desarrollista sino liberal –dif interpretac idea-, loq llevó a tension dentro d la ppia administración entre el ministro y Frigerio. El invierno pasó Las turbulencias macroeconóm del 59 fueron cediendo: el dólar retrocedió gracias al mayor influjo d cap, el BC establece 1paridad fija, la inflación cede, los precios d las imxtac y los productos agrícolas estabilizan cuando el dólar alcanza un nuevo equilibrio, y los productos industriales crecieron. Las pol d gob influyeron en este curso favorable; el aumento d encajes –detenido x la huelga bancaria- se aplicó y contuvo la expansión monetaria, entre ½ d 1959 y d 1961 la financiación inflacionaria del déficit se redujo. Esta disminución tuvo 2causas: un cambio en la forma d cubrir desequilibrios y 1reducc del déficit. Las empresas públicas y el gob tomaron pres- tamo del mercado d cred ext/int, la recaudación tributaria se favoreció x la reversión d la inflación d hasta 1959 y x el aumento del nivel d actividad. Hubo 1rebote d producc luego d la baja del 59; entre 1960-1 la econ creció mucho y el ciclo expansivo parecía asociarse a menores aumentos d precios. A dif d países d inflac baja, en arg y otros países d inflac alta esta indicaba algo +q la demanda agregada: los vaivenes d la inflac resultado d interacc entre pol cambiaria, monetaria, salarial, fiscal, eran en sí mismos un factor predeterminante d nivel d demanda a través d varios mecanismos: 1° la caída d inflación se asocia a 1mayor tenencia d dinero x parte d la gente, lo q estimula el consumo; 2° el auge consumidor en tiempos d estabilidad d precios resulta d la suba d salario real q era consec d una baja en la inflación; 3°, el proc se revierte cuando la inflación aumenta. Igual q el 1°gob de Peron, se cumplían las expectativas de Frondizi, y asi como en la posguerra el motor d recuperac fue el consumo, con Frondizi fue la inversión el dinamizante. El boom inversor daba gran respaldo a la estrateg gub respondiendo a la actitud abierta a la inv ext y al clima econm calmado, además la estrategia era bien vista

1

x el FMI. Esa entrada d cap en forma directa y de prestamos publ/priv alejó el fantasma d crisis d balanza d pa- gos. Con sus diferencias, el fracaso d la ley peronista de inv ext demostró q se necesitan medidas +q un trato no desigual respecto a las inversiones. Hubo 1serie d reducc impositivas q alcanzaron a empresas nac y extran- jeras; en 1960 se eliminan algunos recargos a la imxtac d varias maquinarias, y se anuncian facilidades p/financ externa d imxtac d equipo industrial, aparte d q se intentó mantener en línea el déficit fiscal p/evitar rebrote d inflación. En 1960 la recuperac d la economia se trasladó a los salarios industriales q suben. La única sombra a tan buen panorama era q a pesar del alto crecim del 60-1 el empleo no sólo no aumentó sino q disminuyó, y la industria fue el sector q +contribuyó a esa caída destruyendo muchos puestos en ese periodo; y es q en la ind fcionaron mecanismos q llevaron al menor uso de m de o. las nuevas condic d inv estaban generando 1cambio en la estructura d producc industrial: la reducc de costos de equipamiento gracias a las rebajas arancelarias a bienes d inversión y a las facilidades d financiam ext, favorecían activs +intensivas en uso d cap. Luces y sombras de la nueva industria El desarrollo industrial fue como se esperaba: la contribuc d las industrias prioritarias a la inversión global y al crecim del producto manufacturero fue imxt, y la mayoría d las invs fueron d esas activs. En el area energética se destacó el crecim brusco d la producc petrolera, y la creación de SEGBA permitió superar el crónico déficit d energía eléctrica en BA, se consigue financiam p/la usina en Dock Sud y se planea la represa El Chocon. Tmb crecio mucho la siderurgia, con SOMISA la producc se triplica y las imxtac crecen menos q el consumo; la petro qca fue 1d las activs q +recibió inv extranjera, realizando 1gran sustituc d imxtac. El aumento d construccs q acompañó q acompañó al aumento d invs hizo crecer la producc de cemento (rec PP), a la cual tmb ayudó la expansión d caminos y autopistas –donde quintuplicó inv-. Con todo, la activ d mayor crecim y desorden fue la automotriz (80% suba producc manufacturera del 58-61 fue x expansión d esta rama) y se suman 10plantas +, d hecho la fabricación automotriz atrajo a la inv extranjera tanto x las ventajas impositivas cmo x la percepc d q habia 1demanda reprimida; esta industria ilustra el ímpetu progresista d la industrializac desarrollista, y sus falencias tmb. Las fallas d la ISI desarrollista, +nocivas en caso automotriz se resumen en 2: -

-

El problema d la escala insuficiente: la combinación entre 1mercado protegido y los incentivos p/instalac d plantas genera 1producc no apta p/la exportac e incapaz d surtir al MI con productos d buena calidad-precio, osea choca con eficiencia. El sesgo antiexportador ya venia d antes, y el MI era el destino d los prod manufacturados, y Frondizi no cambia eso (de hecho el pesimismo en las posibilidades q podia brindar el com internac era parte del desarrollismo) La falacia del ahorro de divisas: la tibieza exportadora desarrollista pone en riesgo todo el programa; no ayuda a obtener divisas, cuya escasez llega a un punto critico (recordar q 1fundam del programa desarr era combatir el probl estructural d la econm arg en la ultima década). Cada vez q la econom comienza a ex pandirse crecían las imxtac d insumos p/industria y con ella la amenaza d crisis d balanza d pagos -Una estrategia eficaz de ISI demandaría menos insumos-. Algunas d las ramas q +se expandieron –como la auto- motriz- eran intensivas en insumos imxtados, y la mayor ppacion d esas activs hizo q en conjunto crezca la necesidad d imxtac. 2 explicaciones se sugieren p/denotar este mayor dinamismode activs intensivas en insumos imxtados:

1

-

-

Efecto ‘de oferta’: imxt en industria automotriz. Cuando el desarrollismo permite q crezca la oferta domestica al acelerado ritmo q la demanda requería no fue ISI sino q se producen bienes cuya imxtac estaba prohibida, y eran activs q dependían mucho de imxtac d insumos, d modo q no se ahorra divisas. Mecanismo ‘de demanda’: provocado x los cambios en la distribución del ingreso. A pesar d la recuperac d salarios dde 1960 el ingreso industrial como porcentaje del ingreso nac disminuyó, x efecto inmediato del plan de estabilización. Esa redistribución favorable a propietarios y capitalistas reforzó la demanda de bienes +intensivos en insumos imxtados como autos y bienes d consumo durables. Los efectos sobre la balanza de pagos no se reducen al aumento d imxtac d insumos: tmb estaban los costos ‘d una vez’ del proc de instalación d industrias (explica en pag 273). Un diagnóstico para el sector rural Las actividades agropecuarias no liderarían el crecim propuesto x el desarrollismo (recordar lo dicho sobre concentrarse en el sector primario) y antes d ser el sector rural el generador d crecim, era la modernización global del pais la q llegaría a la producc agrop –ya hacia tiempo q las activs agrop dejaron d ser privilegiadas cmo garantes d la ‘relac especial’ con GB-. En cuanto a la mecanización impulsó las activs del Instituto Nac de Tecnologia Agropecuaria, pero quedó muy sujeta a las posibilidades d producc local d maquinarias, ya q el acceso a tecnología extranjera estaba limitado x barreras aduaneras. En este punto los objs d desarr industrial y expansión agrop chocaban, y el gob optó según prioridades: mantuvo tarifas altas a bienes d cap p/el campo p/fomentar su producc domestica, lo q obligó a productores rurales a enfrentar precios mayores. El modesto rango al q queda relegado el campo en el plan d largo plazo desarrollista convive con el interes especial q des- pierta en la coyuntura: en su etapa inicial el plan del gob dependia d la capacidad del sector agrop p/aumentar sus exportac y generar divisas, lo q permitiría financiar la expansión d las imxtac d equipam industrial (recordar frase: petróleo+carne=acero+ind qca). La pol agrop d corto plazo estuvo dominada x 2instrum: el manejo cam- biario –devaluacion- y las retenciones a las exportac, ambas favorecieron al sector. Entre 1958-9 la relacion en- tre precios del sector rural y el conj d precios mayoristas d la econom se movió a favor d los 1°; p/el productor rural la devaluación d Frondizi fue como otras, q luego d un tiempo se trasmite a los costos y mejoró la renta- bilidad solo marginalmente. Y de hecho no se equivocan, ya q la tendencia ascendente del precio relativo d la producc agrop se quiebra en 1960, y hasta 1961 los precios se mueven contra el campo anulando casi todo el beneficio inicial. La carne aumentó +q los cereales y forrajeras en parte x el levantam d ctrles d precios q pesan sobre el mercado d II II. Resultados: la producc agrícola subió apenas y la pecuaria cayó algo debido a particu- laridades del ciclo ganadero q determina un comxtam anormal en la oferta (el precio d la carne sube, retienen +vacas p/el engorde, y envían menos p/el mercado). La incapacidad de aumentar significativam el producto ru- ral impidió q las ventas args aumentaran ya q –con algunas excepciones- la industria solo proveía al MI. Racionalizando el Estado Frondizi hereda un crecim imxt de activs del E, y el desarrollismo era partidario de un sector público no tan incorporado en la producc d bienes; en este sentido tmb se alejó del liberalismo, ppalm x el rol asignado al E en la economia, a lo q el desarrollismo

1

propone un E paternalista en lo económico, orientándolo según sus obj industriales – consolidac industr, fomento d empresariado local dinamico, superar probl d balanza d pagos y equilibrio regional-. Sin embargo en los hechos el manejo del E no fue tan distinto al de un gob liberal: los problemas presupuestarios a largo plazo obligan al gob a una pol fiscal conservadora q contrasta con los ppios desarrollistas (de hecho despues del gran salto de 1958, la inversión publica bajó levemente entre 1959-61 y en 1962 el PBI estaba igual q en 1957). La construcc d una posible represa en Dock Sud y la costosa obra del Chocon enfrentó al min d economia con Frigerio y Frondizi, q temian el fracaso del programa de desarrollo, y el 1° x el plan de estabilización –las obras se hacen igual-. De todos modos se intentó respetar la prudencia fiscal q exige el II II II. Se crea un Comité Ejecutivo x la Racionalizacion, encargado d reducir el empleo público x ½ de retiros voluntarios y despidos. Pero hubo probls p/concretar esas economías: los pagos d indemnizaciones im- pidieron q las reducciones se reflejen enseguida en las cuentas publicas y la caída en el empleo estatal nac era contrapesada con 1expansion del empleo publico pcial. Con Frondizi tmb se inicia el intento d reducir el E em- presario, y se privatizan empresas dependientes d la Direcc Nac d Industrias del E y el sist de transxte colectivo d Capital; los ferrocarriles fueron un probl durante toda la gestión: símbolo del nacionalismo peronista no po- dian ser relegados al modesto lugar tan facilm q les preveía el desarrollismo, y habia q hacer algo xq el empleo excedente en esta area era una causa imxt del déficit fiscal. Pero los planes del gob sobre los trenes fueron resistidos, tanto q las dificultades x implementar la racionalización tendría consecuencias p/el plan de estabilizac. En conjunto las restrictivas pol presupuestarias mejoraron la situac fiscal, y a eso contribuyó tmb el aumento d la activ econom, la caída de la inflación y la imposición de retenciones a las exportaciones. Pero la moderación con q se manejaron las finanzas tuvieron responsabilidad en la reducción del déficit. Fin de un programa, fin de un gobierno En 1961 Alsogaray es reempl x Alemann en min d economia en un momento d distensión pol, y tal vez sea esa percepción optimista d la situación lo q convenció a Frondizi d q la designación d un nuevo min no afectaría tanto. En eso acertó en cuanto el nuevo era tan cauto cmo el anterior, pero los problemas a afrontar fueron creciendo; la herencia recibida no era tan brillante, y ya en 1961 los precios mayoristas comienzan a amenazar con tendencia ascendente. La situac externa era holgada solo xq habia financiam, pero l déficit comercial venia creciendo dde la reactivación, y un aumento d las exportac era una posibilidad remota. Con el tiempo el pano- rama se agravó: si bien la activ econom seguía creciendo, trajo nuevas situaciones; hubo margen p/q los sindi- catos eleven pretensiones (su poder d presión era suficiente grande cmo p/soportar los bajos salarios q siguie- ron a la estabilización, y lo q sucedia en 1961 era un ‘empuje d costos’ donde los empresarios aumentan sus precios como resp a los mayores salarios q debían pagar. La pol monetaria era conservadora y la inmovilidad dl dólar era una barrera cntra la inflación d bienes exportables/imxtables. A fines de 1960 se elaboró un plan ambicioso d reestructuración q incluia el despido de miles d trabajadores y la venta d material y propiedades no necesario p/fcionam d trenes. En su presentación al Congreso de 1961 Frondizi reafirma la necesidad d re- ducir +el déficit fiscal p/garantizar la estabilidad monetaria, enfatizando en los trenes, y luego declara ‘la bata- lla del transxte’ con ese argumento. A eso sucedieron huelgas, algunas largas, q tuvieron apoyo d orgs obreras y d la oposicion; el gob se puso a negociar y cedió bastante: hubo miles d despedidos, se pagaron altísimas in- demnizaciones y se otorgo aumento salarial lo q a corto plazo significó necesidad d mayor financiam dl gob. P/ su financiación recurre al BC –muestra dificultades- loq fue motivo p/q Alemann presente renuncia en 1962 y sea reempl x

1

Benegas; x entonces el frente externo desmejora, empeora la balanza comercial x las cosechas pobres d 1960/1, los intereses se vuelven +altos q la deuda ext, y lo +imxt, el cap ext privado detiene su influjo. A esto se suma q en un sist de cambio fijo como en arg la cantidad d dinero esta determinada x el resultado d la balanza d pagos; cuando esta se hace negativa –como en 1961- las divisas del BC tienen q cubrir la diferencia p/no alterar la tasa de cambio, generando q se los retire de circulación. Igual de antes habían quejas x el bajo nivel d liquidez y crédito; la demanda pierde vigor y muchas empresas tienen probl d ventas. X algunos meses el BC pudo conciliar 2objs en conflicto (mantener cierto nivel d liquidez y evitar la devaluación) pero a fin d año la caída d reservas fue inevitable, todo empeoró dde la renuncia d Alemann. Se toman medidas d emergencia p/detener déficit externo: reimposición d aranceles, eliminación d retenciones y restricc a las imxtac del E. Frondizi insistia con medidas drásticas d recortar el empleo publico, se trata de salvar la economia p/con ella rescatar la política. Pero la derrota electoral fue el golpe a Frondizi y su plan. Marzo: nuevo gob y devaluación. El agitado interregno del partido militar Luego de la caída de Frondizi vino un periodo confuso: no era claro donde estaba el poder dde entonces hasta la eleccion de Illia en 1963. Los golpistas de marzo eligen una salida semiconstitucional, y designan al presi de Camara d senadores Guido (q era quien debía asumir en caso d acefalia, pues el vice habia renunciado apenas entrado el gob ant); el poder no estaba en casa Rosada sino en las FA, pero eso no basta ya q la cúpula militar está en constante cambio, debido al conflicto entre legalistas azules y colorados (tolerancia al peronismo y rol pol de FA: los 1° abogan x retorno a la constitucionalidad con ppacion peronista restringida, los 2° x 1larga dic-tadura como solución al justicialismo como identidad pol d gran parte de la soc). La cambiante composición del gabinete de Guido reflejó esa lucha intramilitar. Habían colorados en la línea oficial, y sobrevino la reacción azul liderada x Ongania; en septiembre las intrigas se convierten en lucha armada, donde los azules tenían ventaja militar y propagandística. La derrota colorada, confirmada x renuncias y retiros d sus partidarios, retornó las esperanzas en salida democrática. La marina antiperonista se subleva en 1963 y a pesar d ser sofocados la conspiración congeló el proyecto democrático de algunos azules. Aunque se llamó a elecciones en 1963 la salida parecía violeta: la Union Popular –q luego puede canalizar al movim peronista- fue proscripto; +tarde un intento d alianzas entre intransigentes y sectores del peronismo –materializado en un Frente Nac y Popular- fue desbaratado x la proscripción. Asi bastó el 25%d los votos de la UCRP p /consagrar a Illia. Si bien se abre el panorama democrático sigue el enigma d la democracia limitada, donde un 19% votó en blanco. Una tarea imposible: la política económica en tiempos de Guido El cuadro económico q heredó Guido era crítico. Buscó apoyo en Pinedo que liberó el tipo de cambio hasta en- contrar un nivel q detuviera el flujo de reservas contra el BC, pero la depreciación generada fue brutal. A los 19 dias Pinedo renuncia en desacuerdo con la intervención federal a varias pcias, lo cual era preludio a la inestabi- lidad del cargo de economia durante Guido. Las prioridades de la pol económica eran las mismas: contener el déficit publico y la emisión monetaria, pero la inflación se mantuvo muy alta luego d la devaluación. Reinaba 1 pesimismo econom-pol y pudo ser causa de restricción monetaria y alta inflación, y como en 1959 la gente se desprendía del dinero deteriorando así el valor del peso. Recesión intensa. Peor fue a ½ de 1963 cuando el valor d la producc industrial cae 17%; igual q en las GM y la Gran depresión vuelve el desempleo,

1

mantenien- dose asi x 3decadas, y figurando como el fracaso del programa desarrollista. Detrás de recesión habia aguda restricción del crédito, la percepción d inestabilidad impidió a muchos renovar los prestamos obtenidos en el ext en 1960-1; la contracc del financiam ext se reflejo en una tensa situacion crediticia interna, y ls dificultades en la cadena d pagos contribuyó a propagar la caída en el nivel de activ. Esta junto con los probls de pago im- pactaron sobre la recaudación: en resp el gob aumentó impuestos, suspendió pago a proveedores y recurrió a atrasos con los empleados públicos, luego tmb pagó sus deudas con proveedores y trabajadores con bonos. En esas condic, la pol monetaria restrictiva acentuó la recesión –pero caso cntrario hubiese sido hiperinflac-. La recesión coincidió casi exactam con el mando de Guido, probl fue el contexto en q asumió; lo único q pudo rescatarse fue el retorno a precios relativos +compatibles con el equilibrio externo. Una tortuga entre muchos Aquiles Ya pasaron 30a d bajo crecim del PB. En los 60’ el crecim arg fue el peor d varios países Latinoam. Otro peor caso fue el de Chile, ninguno d ambos países pudo superar bien el trauma de la Gran depresión, dde 1930 el modelo d econom abierta y producc de bienes primarios habia caído pero hacia aquella década no era claro el rumbo d modelo. El desarrollismo intentó resp a los probls d 1econom semiindustrializada y orientada al MI, intentando torcer el rumbo a un modelo d crecim compatible con el equilibrio ext. Cuando en 1962 el encanto inicial d esa estrategia cedió ante la crisis se cuestionó el programa gub. El desarrollismo parecía no poder cumplir su obj de crecim rápido mantenido en el tiempo. Entonces como explicar el crecim dde 1930-60? El boom d inversiones d 1960-1 tuvo q ver con la recuperac d los prox 10a, la ‘primavera económica’ d los 60.

Gerchunoff y Llach 1973)

CAP. 7: UNA PRIMAVERA ECONÓMICA (1963-

Al igual que Frondizi, Illia accedió a la presidencia por via parcialm democrática, debido al antiperonismo d la mayoría d los militares q querían desaparecer a Peron como factor d poder, pero este seguía influyendo en la pol, al punto q la 2°minoria despues d Illia fueron los votos en blanco. El radicalismo de Illia era la antítesis del de Frondizi: su moderación, espíritu conciliador y su identificación con la tradición yrigoyenista era distinto a la idea d Frondizi d transf rápida, su confrontación e independencia d dogmas ajenos. La posic de Illia era difícil: -

-

El peronismo x ½ d sindicatos: hubo una lucha organizada x la CGT durante 1 ½ año q manifestaba su confl c/el gob; aquel usó la estrategia según la estructura orgánica q habia recuperado, y a veces el gob cedió ante reclamos, de hecho el gob poco podia hacer ya q la lucha era cntra un gob q habia ganado su poder x la marginalidad del peronismo y ejercían su poder ante débiles autoridades. El partido mil: consideraban ilegitima su autoridad. Su posición al ppio no fue tan tensa como la anterior; la facción azul con Ongania habia ganado las luchas d 1962-3 y esta acordaba c/la subordinac mil al poder civil. El margen d maniobra de Illia parecía mayor q el d su predecesor, acechado x varios planteos. Pero luego Ongania cambia su disc constitucional x otro golpista. Si bien a veces gob-FA coincidieron, como con el aborto d la “Operación retorno”, otras el gob actuó independientemente d las II: en 1965 Illia se negó a enviar a Santo Domingo tropas apoyando la intervención Nam, loq

1

despertó descontento en Ongania, x la alineación c/EU x común anticomunismo y los equipos/entrenam Nam q recibían; en las elecc parlam d ese año permitió la ppacion d p peronistas –UP triunfa, aunq se especula un ‘peronismo sin peron’ aceptable pero esa opción falla en 1966 con lo d Mza-. La decisión d los mil tmb se relaciona con otros desarr p/los q la única salida era el golpe d E [indicios d presencia guerrillera q p/algunos mil justifica aplicar la doctrina de seguridad nac de Ongania (FA pueden volver al poder cuando la Constituc esté amenazada); la inteligencia arg c/discurso modernizador/eficientista considera al gob de Illia cmo expresion de vicios de la democracia d partidos: burocracia, parsimonia en decisiones, falta d estrategia eficaz p/desarr econom. Los medios tmb alientan al golpe, el vandorismo q busca su lugar]. Hacia 1966 las tendencias golpistas maduran, y dde las FA denuncian ‘vacio de poder’, y con el relevo del único gral leal al gob es el fin de la UCRP, y los jefes d las 3 fuerzas declaran la Revolucion Argentina. ¿La última recesión? Illia comienza su gestión con una economia estancada en recesión. El repliegue productivo d 1962-3 no fue tan intenso, si bien el ingreso nac cayó x 2 a, y estos cambios sucedieron mientras la gestión pol de Guido cambia d color entre azul y colorado, y cmo en 1930 coincide mal econom-pol; esta recesión golpeó a sect populares, x la caída d salario y desempleo. X otro lado los probls d financiam q golpearon a empresas fue 1d causas d la recesión: la restricc del crédito era x reversión d flujos d cap dde el ext (y si se conseguía era con tasa d interes altísima) –comp c/ola d II d Frondizi-; la pol monetaria tuvo mucho q ver con la escasez crediticia. Factores in- dependientes a esta iliquidez – cmo la caída d demanda x salario- contribuyeron a mala econm durante Guido. La prioridad d la UCRP fue reactivar la econom, y otros (cmo equilibrio fiscal, estab d precios) están subordina- dos a aquel. Esto no era sinónimo d éxito, y preocupaba q hacer con el cepo q hacia 15a trababa el crecim ecnm, y este se bautiza con el stop and go (expansión/recesión) y era la forma d desarr arg dde la depresión. Habia vulnerabilidad ext, y dde los 60 la ISI orientada al MI se habia completado p/mayoría d ramas ind aunq dependia del ext p/provisión insumos e inversión, asi la producc depende d capacidad d imxtar, pero tmb esta limitada x loq el pais pueda exportar y las exportac estaban estancadas. De aca una expansión d corto plazo, ya q termina cuando la nec d divisas es superior a laq se podia obtener x exportac; entonces se recurre a la inflac, q tenia el doble efecto d alentar exportac y disminuir imxtac, particular en arg x econom semiindustrializada. La devaluación disminuye el consumo interno –salario real cae- y esto se traduce en aumento d salarios expor- tables. En menor medida tmb disminuye la demanda d bienes no comerciables protegidos generando recesión. Ese stop contiene demanda x imxtac y revierte el déficit ext. Cuando los salarios reaccionan, resucita el consu- mo, la producc y las imxtac y ahí vuelve a caer otra vez. En 1962, como en 1952 y 1959 –otras recesiones- la escasez d divisas restringió las imxtac, y la activ econm interna cae. Era normal q el obj de Illia choque con este mecanismo pero no, y el crecim sostenido d este periodo fue cmo d los de antes d la depresión. Go and go Illia mantuvo un estilo moderado y gradualista en toda su gestión. Su min d econm Blanco apeló a 1pol econm keynesiana: expansión fiscal a través d mayores compras del E+ estimulo al cred via emisión monetaria era la receta p/econom lejos d pleno empleo, y en 1964 el gasto estatal creció mucho. Las medidas crediticias se re- flejan en el record

1

d aumento anual d base monetaria, y el índice financiero se administró teniendo en cuenta el desempleo, d hecho a la hora d ver a q industrias conceder cred se opta x aquellas +generadoras d empleo; tmb se dio facilidades crediticias p/cancelar deudas con el E, mientras el sector público paga sus deudas. Ade- más d la pol monet y fiscal se aprovechó la capacidad estatal p/orientar precios d la econm según los objs d ex pansión del gob: las tarifas d empresas publicas quedan congeladas –loq en marco d inflación representa un imxt abaratamiento- p/no comprimir ingresos reales; dde el gob se hizo mucho p/beneficiar a los trabjadores: hubo 1ley de salario minimo vital y móvil resistida x empresarios pero anhelada x CGT, y los salarios crecieron en proporción mayor a los precios. El gob sabia q esta estrategia ponía en peligro las cuentas ext con la balanza d pagos, aun +teniendo en cuenta la deuda abultada heredada d la gestión radical previa y la suma alta girada en 1964 al ext cmo renta d cap. Pero actuó independiente del FMI y pactó con países acreedores, y en 1965 consiguio imxt refinanciaciones. De modo q no sólo habia q tapar endeudam pasados sino restringir nuevos p/mantener solo esenciales, y exportar +d loq se imxta, x eso suspende financiam a algunas imxtac y reinstala ctrles cambiarios p/movim financieros; además se premia a industrias q usen pocos insumos imxtados c/mayo- res créditos, y se restringe el uso d componentes extranjeros en la industria automotriz. El arma +potente ctra el déficit ext fue la pol cambiaria –aspecto muy elogiado-, el precio del dólar se establece novedo- samente ni rigida/flexible; durante su gestión se devaluó 9veces pero nunca bruscamente cmo siempre sino suaves q ajus- tan precios d divisas a inflac interna. Esta pol cambiaria q tmb se aplicó en Chile ganó respetabilidad internac como ‘tipo d cambio reptante’, y daba cierta estabilidad al poder d compra d divisas obtenidas x exportadores y respondiendo al viejo reclamo d productores d bienes exportables x cambios bruscos d remunerac. Esta pol cambiaria coincidió con el esperado crecim d exportac, x lo q en este gob se quebró el aislamiento econm arg. Tmb aquello se trató un poco d suerte: en 1964-5 los precios d productos args se mantuvieron altos, pero lo + imxt fue q en esos años arg produció + bienes agrop. Durante la gestión d Illia crecio la ppacion d activs agrop –contra la tendencia d largo plazo de estancam rural-, debido al buen clima y la esperada resp d productores a mejor precio (cereal 60%, ganado 20%). Sin embargo hubo 1excepcion al manejo moderado del presi, quien decidió anular los polémicos contratos petroleros con empresas extranjeras (esto x coherencia ideologica a dif d la UCRI, ya q la UCR se opuso a la idea d Peron d atraer cap internac); pero esto implicaba daño a la credibili- dad arg en su trato con inversores extranjeros, y lo peor fue q esa anulación interrumpió el crecim del sector petrolero arg (el mayor logro d Frondizi), x loq la producc petrolera triplicada antes apenas mantuvo nivel con Illia, perdiendo otra fuente d ahorro d divisas, y en consec, la imxtac d combustible d 1965 duplicó a la d 1963. La apuesta del gob era q 1reactivacion estimulada x pol monetaria y fiscal sumada a un buen manejo d cuentas ext podia librar a la econom del stop and go y lleve a crecim; este modelo fue criticado x quienes sostenían q el impulso al consumo int dado x pol fiscal y crediticia restaría recursos a la inversión e impedirían. crecim rápido. Sin embargo, la recuperac en 1964-5 fue d las mayores del siglo: la ppacion d la inversión en el PB se mantuvo –nivel poco +bajo de su antecesor-, la reactivación llego al empleo y no habia probls en el frente externo, el auge exportador permitió acumular saldos comerciales favorables. Pero en 1966 se sospecha d nueva recesión y nuevo golpe d E –ciclo d crisis ecnm/pol-. De hecho en 1966 se estuvo lejos del boom del bienio anterior, pero no fue verdadera recesión: ni el PBI cayó ni hubo crisis d balanza d pagos; la desaceleración d la demanda interna evitó q aumenten las imxtac , y el superávit com fue mayor a los años previos, y habia esperanza de quebrar el stop and go. La sospecha econm falló pero la política no, y el final d Illia estaba cerca.

1

Fantasía y realidad de una revolución nacional Teniendo en cuenta la sucesión de crisis previa a 1966 la figura de Ongania despertaba gran adhesión; como militar este habia llevado adelante 1 imxt proc de profesionalización y despolitización d las FA. El golpe d 1966 era +ambicioso en sus fines q el resto c/excepc del dl 30, la idea era avanzar en el desarr econom p/ entonces volver a la normalidad instituc sobre bases sólidas (tiempo econom, soc –todos ppan d bienestar- y pol). Sin emnbargo hacia ½ de 1966 la imagen de Ongania modernizador/progresista fue reempl x un presi personalista autoritarista; a esto contribuyó la ‘Noche d los bastones largos’ –represion policial a estud q se oponían a la in- jerencia del gob en la universidad, las censuras y la moralidad, opuesta a la liberación fem, sex de occidente. En 1967-8 tmb la suma del poder público esta en 1persona, se suspendió la activ d ppol y los sindicatos no estaban seguros d retirar su apoyo al gob o no,, igual q a fines del peronismo no es q no habia oposic sino q el sist pol descarta expresar disidencia (la iglesia dividida no podia ser opositora). En esas condic la única forma d rechazo era la protesta popular o oposic armada; el cbazo d 1969 tuvo d ambas: lo q inició como planteo sindi- cal y universitario fue tomando creciente rebeldía hasta convertirse en batalla entre ejercito y activistas q lle- garon a ctrlar el centro d la ciudad. Se habia perdido el orden, hasta entonces lo único q habia salido bien; la revuelta fue vencida pero el gob ya estaba debilitado. Dde entonces entró en decadencia, perdiendo crédito en un clima enrarecido cada vez + x las acciones d orgs como el ERP, Montoneros y FAR. Ya no habia razón de sostener a Ongania, y el asesinato de Aramburu x M en 1970 fue su empuje final. Los mil liderados x Lanusse lo reempl x Levingston, quien convivio con una creciente conflictividad q incluyó duros planteos sindicales y fre- cuentes atentados terroristas. Este se abstenia d convocar elecc optando buscar adhesiones a cierto matiz nac populista, pero las voces favorables a la normalización sonaron +fuerte dde la Hora del Pueblo (doc acordado x representantes d diversos ppol). La incapacidad p/enfrentar este y otros reclamos le restaron apoyo d las FA. Habia q preparar una salida elegante y Lanusse decidió asignarse esa tarea: rehabilita la activ a los ppol, inicia conversaciones c/dirigentes imxt y entabló comunicac con Madrid con el mayor beneficiario d la apertura pol q proponía Lanusse. Y es q x ½ del Gran Acuerdo Nac este pretendía evitar el alto costo q se pagó durante casi 20 a de proscripción; luego la relacion entre Lanusse-Peron entró en presiones y conflictos q definió el futuro pol d ambos, aunq salió victorioso el 2°, contaba con el apoyo sindical y d la juventud peronista. La violencia seguía y aquel aparecia como único capaz d traer paz. P/las elecc de 1973 clausula d residencia impidió su ppacion. Mundo feliz En la relac econom-pol es difícil comprender el buen fcionam econom en el inestable mapa pol de 1963-73. En el contexto internac se habla d ‘años dorados’ dde la 2°GM y 1973, cuando en realidad estaba la amenaza d la Guerra Fria en los 50’-60’ y luego del 63 la aventura de EU en Vietnam, la afirmac del imperialismo soviético en Checoslovaquia tras la efímera Primavera de Praga (1968) y la radicalización del confl árabe-israelí x ½ d las Guerras d los 6dias (1967) y de Yom Kippur (1973); todos se relacionan con el confl global EU-URSS. Pero hubo tmb tendencias +lentas y positivas: hubo 1tasa de crecim d la econom mundial imxt, el PBI creció en 56p, en esa época fue “la edad de oro d la edad de oro”. Por su tamaño d economías, Europa occid, America, Oceania y Japon fueron decisivos en el desempeño global (su producc global alcanza 58% del total en 1973) pero el resto del mundo crece a la par de occid; los países d Europa oriental incluida la URSS y Africa crecieron debajo del promedio mundial, y en

1

AmLat y Asia –sin Japon- se superó levemente la media mundial. Solo se tomo conciencia d ese auge cuando habia acabado. El avance tecnológico no fue solo el descubrim d nuevas técnicas sino tmb la difusión a gran escala –especialm dde EU al resto- de tecnología existente y la introducc d bienes + complejos q no existían al fin d la 2°GM. Esta fiebre tecnológica a su vez se dio x otro factor: a medida q las personas ganan mayor poder adquisitivo y bajan la proporc d su ingreso a consumos básicos, aumenta la dem d bienes de mayor calidad loq incentiva a ampliar la gama d ofertas p/el consumidor. Progresivam productos d mayor valor agregado -+ ingreso p/alguiensustituyen a los +simples. Los recursos destinados a investigac cre- cieron en sector público/privado y dio frutos en varias areas: se avanzó en la biotecnología, cria d ganado y agronomía, ind belica y se realizaba la “rev verde” (cultivos de alto rendim a p. subdesarrollados). Despues de 20a d crisis el com mundial resurgió dde los 50’ y se acentuó en 1963-73; mucho se explica x el comercio d pro- ductos indust entre países desarrollados. En casos la DIT llegó a tal nivel q un mismo bien se producía con componentes d varios países, y detrás d eso estaban las grandes multinac extendidas x aquellos. El financiam ext en ppio se limitaba a ayuda oficial -+Nam- pero en los 60 las inv Nam en el ext se multiplican, especialm en Europa q en algunos casos generó op. La gran expansión d posguerra fue bajo el liderazgo Nam; no solo era guardian mil d occid sino tmb la mayor potencia econm (en 1973 el PBI nam era mayor al d Japon, Alem, Fcia y GB tomados en conjunto). Y si bien las instituc creadas a fin d la 2°GM –ONU, BM- eran multilaterales, el pre- dominio Nam se nota, x ej en el sist monetario internac q pasó a ser el dólar Nam, d acuerdo a lo establecido en 1944 en Bretton Woods, el cual tmb acostumbró a los países desarrollados a coordinar pol econom (según lo aprendido en los 30 la guerra d devaluac y suba d tarifas no conviene a nadie) y Europa eligio los benef d la integración econom con la creación d la Comunidad Economica en 1957. Hasta fines de los 60 nadie cuestiona al E garante de bienestar, la prioridad d objs cmo el pleno empleo y alto crecim y los ½ p/Esos fines. Entre republicanos, demócratas y conservadores, todos acuerdan en un capitalismo basado en la prop priv pero con presencia imxt del E p/corregir desigualdades soc y garantizar pleno empleo. El keynesianismo y E d bienestar tuvo su época de oro. A ½ d los 60 un programa d austeridad d GB p/detener la especulación contra la libra es- terlina provocó creciente desempleo; en EU la desocupac fue +alta q en Europa pero no mayor a 5%. La receta keynesiana p/combatir desempleo se uso cuando era nec (1964 reduce imp p/eso) y esta pol tendría vigencia hasta la inflación d fin d la década. El plano soc reflejo prosperidad y carácter democrático q intentó el E d bie- nestar: la esperanza d vida crecio x mejor alimentac y avances d medicina, tmb x la vocación igualitaria d gobs occidentales (gastos soc). Pero hacia 1970 este desarrollo equitativo se quiebra: en occid brota 1inflacion imxt, en 1971 Nixon abandona la convertabilidad dólar/oro, avanzando a un sist monet +flexible/inestable, pero el golpe +grave es en 1973 cuando la crisis d petróleo activa una recesión q preludia un periodo d estancamiento. La Argentina en carrera El crecim arg se desaceleró en 1930 y durante el decenio 1963-73 y alrededores el pais crecio como nunca. 1 percepcion errónea d lo q sucedia se alimentaba del clima intelectual: algunas tendencias despertaban +pesi- mismo q optimismo xq acentúan 1causa d subdesarrollo: la dependencia fcional d la econmia periférica respecto las necesidades d los polos prod. La influencia ext se manifesta en el progresivo endeudamiento ext y en el creciente peso d las multinac, impul- sadas durante casi toda la década (menos con Illia); es la teoría d la dependencia d intelec latinoam. además habia en ese sentido decepcion respecto al ppio desempeño q se re-fuerza x 1fenomeno

1

q iba contra aquella teoría: el ‘milagro brasileño’ q despierta envidia, q acentua la diferen- cia respecto el estancamiento entre la Depresion y fines del 50, y aunque en los 60 el pais revirtió posiciones siguió cediendo terreno frente brasil, loq hizo no apreciar el crecim ppio, gracias a agro d Illia e ind de Frondizi. La modernización del agro Comparada con el crecim global económico, la performance del sector rural fue pobre, pero tmb es cierto q luego d 30a d estancamiento su rendimiento volvió a dar fruto. Este fue 1 logro +d la agricultura +q ganadería: entre 1960-4 y 1970-4 la producc d los 5ppales cultivos (trigo, maíz, soja, sorgo, girasol) creció mucho; la clave d esto fue tecnológica, la ‘rev mecanica’ x la q tanto abogó Frondizi. En el 60’ llegan beneficios d la rev verde: uso d semillas mejoradas, la producc d sorgo y maíz se basaron +en variedades hibridas p/luego extenderse a otros cultivos; igual en los 70 se descubre q a pesar de eso faltaba p/alcanzar la producc d p avanzados. La pol agraria de Illia no quería repetir las bruscas devaluac como durante Aramburu, Frondizi y Guido, q siempre se- guian de aumento d costos internos q atenuaban el beneficio inicial d la depreciación sobre la rentabilidad ex portadora. Los gobs d esta época en el corto plazo se cuidaron d no castigar mucho al sector agrop, x loq la pol d devaluac moderadas y periodicas durante Illia tuvo efecto estabilizador sobre las gcias; en 1967-70 hubo tmb estabilidad en los precios agrícolas (p315), y a inicios d los 70 empezó aumento sostenido en precios mundiales de alimentos y se introducen impuestos a la exportac q atenúan la suba d precios locales d esos bienes. Sin embargo las fluctuaciones periodicas del precio d la carne fueron excepción decisiva a esa estabilidad. Otro punto imxt d debate rural fue el impuesto a la tierra libre d mejoras: la idea era gravar lotes x su productividad potencial d modo q los tributos dl sector no desalenten la eficiencia (idea ya propuesta en los 10’ x socialistas). El alivio externo La recuperación d la agricultura se reflejó en mayor volumen d exportac, loq permitió cambiar la tendencia es- tructural al déficit comercial: mientras entre 1951-62 las exportac solo superan 3veces las imxtac, en 1963-73 cerro con superávit com –mientras ls imxtac crecen a ritmo +lento-, siendo el ultimo año el máximo punto dde 1951 gracias a un aumento d la demanda mundial d alim generada x la aceleración del crecim previa a crisis d los 70’. Aunque el fenómeno central del com internac fue la recup d las exportac agrop progresivam se fueron perfilando otras tendencias interesantes: de los 60 datan los 1°acercamientos a mercados de p socialistas; lo q en un inicio fue un suceso aislado (cereal a China durante Illia) se convirtió en un obj del 3° gob peronista y era 1buena oportunidad xq la CEA ya habia comenzado con su pol agrícola y ganadera común q p/países exporta- dores d alimentos significa proteccionismo. Otra consec a esta apertura d mercados fue la diversificación d productos vendidos: fue entonces cuando las exportac no tradicionales -+industriales- se instalan definitivam como rubro imxt d ingreso d divisas, duplicándola entre 1962-72. Eso se relac con la evoluc x la q atraviesa la industrializac arg y las ideas/pol asociadas a ella. En busca de una industria madura Con todo, seguía el debate preocupante en torno al modelo d desarrollo debido a la experiencia, a partir de:

1

-

A pesar d la mejora en la balanza d pagos durante los 60, seguía la preocupac x la restricc externa d arg. Aunque la ISI no se habia completado, se hacia evidente q el margen d sustitución era ya muy pequeño, al tiempo q comenzaron a pesar argumentos q cuestionan la eficiencia del sector industrial arg. Ambas preocupaciones convergen en la necesidad d exportar productos industriales p/dejar d depender del agro p/conseguir divisas, y se estimula la competitividad internac d la indust arg. Igual q el impuesto a la tierra, la expansión d exportac manufactureras era una vieja aspiración x lo menos dde el PP; pero esa pretensión solo se concretó durante la 2°GM cuando las dificultades p/el transxte dde Europa abrió mercados en AmLat y EU. En 1964 el Plan Nac d Desarrollo del gob radical criticó la eficiencia/competitividad d la industria arg (p319) x otro lado en 1967 se implementó devaluación, reducc de aranceles y aumento d retenciones a las exportac simultáneamente, cuyo efecto conjunto debía ser la mejora d la competitividad industrial. Este intento fue breve xq la inflación fue deteriorando el beneficio inicial d la devaluación, pero demostró q habia una concien- cia industrial-exportadora en ascenso. Un estimulo distinto se aplico con Lanusse, se favorecía a los exportado-res d productos no tradicionales permitiéndoles vender 1proporcion d divisas en el mercado financiero q regis- tra un precio de dólar sup al tipo d cambio comercial; se alentó la exportac mediantes pol fiscales lo cual afec- tó en su crecim, pero no alcanzó p/revertir la orientacion MI, x lo q el crecim exportador fue acotado. Este se debió mucho al creciente peso d la industria en la economia, y cuando se observa la contribuc d las exportac industriales a la economia en 1963-73 solo fue d 2,9%. Con el tiempo las voces a favor d 1estrategia +indust- exportadora se hicieron predominantes, aunque habia distintas posic sobre si estimular a todas o solo a las naturales (con ventajas comparativas) –no artificiales- osea habia 1version indiscriminada y otra especializada, abogar o no x el protecc d todas. La evoluc industrial q siguió a la recesión de 1962-3 fue alentadora, x loq el ritmo d crecim industrial se aceleró; en parte las inversiones d la época d Frondizi contribuyeron a esa expan- sión xq amplió la capacidad instalada. Ahora tmb la industria generaba empleo, ya q se recuperó las industrias +intensivas en trabajo –años anteriores rezagadas en relac al uso de cap-. Mayor empleo+suba salarial real = ppacion mayor d asalariados en el ingreso nacional. Vivir con inflación A fines d los 60 arg tenia d las mayores inflaciones mundiales, no es q apareció en ese periodo sino q siguió creciendo como hace 20a. Esta era perjudicial debido a l incertidumbre respecto a precios futuros q desalienta planes a largo plazo, la intensificación d pujas distributivas x la necesidad d redefinir los precios continuamnte, el deterioro d ctas públicas, el desaliento al crédito en moneda local y su carácter discriminatorio ctra quienes menos pueden defenderse, y los costos asoc al menor uso de dinero –del q la gente se desprende +rápido cuando los precios aumentan-. Pero era imposible saber su gravedad y se le daba distinta prioridad a pol de estabilizac d precios, lo cual se reflejó en variabilidad d la inflación. Pero +debate hubo respecto a sus causas:

-

Posic monetarista: (rápida expansión d cantidad d dinero la produce) esta se debilita x exp en 1962-3) xq habían otros factores (la incertidumbre pol generó huida de dinero q aceleró precios, y la recesión era parte del stop and go)

1

-

Posic estructural: no era resultado d mala pol monetaria sino un síntoma d defectos arraigados en la org econom; se podia priorizar el equilibrio ext con altos precios p/bienes exportables p/res-tringir demanda interna y vender saldos imxt en el ext, pero en ese caso el salario real seria muy bajo cmo p/ ser aceptado x trabjdres ya q esos productos tenían gran peso en la canasta d consumo, y aparte era probable q ni asi se garantice el equilibrio ext, ya q la demanda d imxtac aumenta con la redistribuc favorable a aquellos, y si el gob cedia ante el reclamo d mejoras salariales los precios industr suben x inflación d costo –salario-; el gob debía expandir la cantidad d dinero, eso compromete el equilibrio ext xq tmb crece la demanda interna. Osea esta inflación era la otra cara monetaria del stop and go. En la medida q arg se liberó d esa traba x mejor producc agraria y exportac industrial, esta posic pierde terreno. En 1963-73 varió el trato de ver la inflación. De todos los gobs dde ½ d siglo Illia fue el único q no aplicó un plan d estabilización maso organico, lo q si hubo fue un intento x mantener bajo ctrl los aumentos d precios luego d la expansión d 1964, la idea era la reducc escalonada d la inflación, p/loq se moderó la expansión d la base monetaria gracias a mejoras en las ctas públicas; la reactivación ayudaba a recomponer ingresos fiscales y el déficit bajó, pero el gob no pudo contener las subas salariales y la inflación d 1965 fue alta. Ya comienza a ceder la inflación cuando el golpe a Illia inicia un ataque +frontal a aquella. Un plan novedoso Durante los 1°meses la Rev Arg no tenia clara la orientacion econom a seguir, debido a q si bien compartían objs difusos –modernizac, eficiencia- habia disenso ideolog entre quienes estaban en el poder y apoyaban; hay 1 tension entre 1tendencia nacionalista – estrategia desarrollista- y otra liberal –menos presencia d E en ecnm y eliminar su mayor consec, la inflación-. Durante el min Salimei se intervinieron los ingenios y hubo enfrentam con obreros del pto d BA q se resistían a racionalización; dde el BC se aboga x combatir inflac a través d pacto soc entre empresarios y trabjdres, reducc del déficit fiscal y ajustes en el tipo d cambio. Pero Ongania quería soluciones +drásticas p/la inflación. Hacia 1966-7 Salimei es reempl x Krieger Vasena; el Plan de Acción Sindical de 1967 fracasa, y ese año se anuncia un Plan d Estabilizacion y Desarrollo, el cual buscaba la paridad del peso, propone una devaluación compensada –xq al mismo tiempo bajan aranceles d imxtac y se establecen impuestos a las exportac tradicionales, amortiguando impacto sobre precios int d valorización del dólar. El eje d este programa era la pol d ingresos: configurar precios y salarios aceptables q no sea modificados x la inflac. Suspendidas las convenciones colectivas d trabjo se concedió una suba salarial ultima x 2años, y tmb se llega a acuerdo con grandes empresas. Con el congelam d tipo d cambio, salarios y acuerdo d precios se pretendía eli- minar inflación. Entre 1967-8 esta bajó, y el gob podia reducir retenciones p/evitar un deterioro excesivo d la rentabilidad exportadora. Al igual q en 1959 la activ económica se vio estimulada x un acceso +fácil al crédito y un clima d confianza p/la inversión; el PB se recupera en 1967 y se consolida en 1968-9. Tmb se elevan las tari- fas p/reducir el desequilibrio d empresas públicas, aumenta el impuesto a las ventas, crean tributos nuevos y comienzan a cobrar impuestos a las exportaciones. Eso permitió mejorar la recaudación, aparte la inversión pública creció: hubo muchas obras q se iniciaron, terminaron e impulsaron a fines d los 60’, como la represa El Chocon, una Central Nuclear, etc. Esto sin embargo no conformó a los críticos nacionalistas, sensibles x el influ- jo de cap extranjero; de hecho una cara visible d estas inversiones fue la compra d empresas args (sector ban- cario,automotor y d cigarrillos eran ls preferidos). Mas alla dl efecto sobre la inversión, el ingreso d fondos

1

dde el exterior era imxt p/alejar los fantasmas d crisis d balanza d pagos; el BC acumuló muchas reservas, y p/com- poner la confianza ext en Arg el gob sanciona una ley de hidrocarburos q revierte la cuestionada pol petrolera d Illia. 1969 cierra con crecim d PB mayor a la tasa d inflación –no sucedia dde 1954-, pero a fin d año ya se va Krieger Vasena debido al Cbazo, q demostró q a veces econom y pol marchan x caminos distintos. El sgte proc d descomposic pol se refleja en la economia: entre el Cbazo y Levingston fue min Pastore, quien tuvo q enfren- tar la fuga d capitales x la desconfianza q generó la salida de Vasena, las renegociaciones salariales y sufrió la ‘inflación vacuna’ –osea del precio d la carne-. A lo 1° respondió con medidas d contracción d imxtac con loq logró un superávit comercial en 1970; los otros 2amenazan la estabilidad d precios: los salarios suben, la infla- ción crece empujada x el precio d la carne –retencion d animales-, al tiempo q crecia la demanda externa. Sin rumbo 1970 marca el paso a la 3°fase en el ciclo d pol económica: despues d 1°etapa d preparativos (1966-7) y 2° de estabilización (1967-70) se ingresa al periodo d declinación q llega hasta 1973. Llerena, min d Levingston se an- ticipa a la devaluación subiendo el dólar y compensando el efecto sobre precios con nuevas retenciones y reducc de aranceles; era plan como el d 1967 q intenta salvar el programa original. Pero el presi no quería pol antiinflacionaria, y al igual q Illia su prioridad era el desarrollo econom y no tanto la estabilidad d precios; busca un crecim basado en el cap nac aunq no rechaza del todo al cap ext –clara inclinación nacionalista-. En 1970 se designa min a Ferrer d orientac nacionalista/desarrollista; este toma medidas favorables a empresas args, con la “ley de compre nacional” se obliga a todas las dependencias estatales a adquirir bienes/Servs a firmas nac, orientó la pol crediticia hacia empresas nac, e hizo la pol d gastos +expansiva. P/1971 se anuncia aumento en inversión pública q formaría parte del Plan de Desarrollo, proyectando p/1971-5 1aceleracion d la activ econom. Pero a fines del 70 vuelve la inflación, se reempl el peso moneda nac x otro q valía +y fue per- diendo posic frente al dólar, se reestablece el ctrl d cambios y las ctas públicas pierden solidez; el déficit del E se duplica entre 1969-71. Con Lanusse la econm sigue deteriorándose pero ocupa un 2°lugar frente al ‘tiempo pol” apurado y sin cumplir los objs planeados. El min d econm es abolido, el gob pierde capacidad p/Ctrlar pre-siones sectoriales y evitar desbordes inflacionarios; pasan 3min x Hacienda, hay un vacio d poder en el manejo econm y sólo se administra a corto plazo. Entre 1970-2 aquella se deteriora y se aleja del crecim y superávit com conseguido; el déficit y la inflación se triplican. Desgastado en su poder pol frente a Peron al fin d su gob Lanusse elige apoyarse en orgs empresarias y la CGT. Campora recibe una econom inflacionaria y en retroceso, excepto x los precios d exportac d bienes arg q sube y toma forma d boom. Se acentua asi la distención d ctas ext q caracterizó el periodo 1963-73. Sin embargo no dio grandes posibilidades d crecim a Peron: la inflación seguía en ascenso como cifra d inestabilidad y preocupación central del debate económico.

Gerchunoff y Llach (1973-1983)

VÉRTIGO ECONÓMICO EN TIEMPOS VIOLENTOS

Retorno y derrumbe del peronismo

1

La gestión del general Lanusse, el último de los presidentes de laRevolución Argentina (1966-1973), consistió esencialmente en recono-cer que un sistema basado en la proscripción del peronismo era inviable. Fue, también, un gesto de resignación de parte de un gobierno crecientemente cuestionado, que veía cómo la situación escapabaa su control. Luego del Cordobazo (1969), la violencia se había extendido hasta hacerse habitual, acabando con la sensación de relativo orden que se había mantenido durante la primera fase del gobierno de Onganía. Los grupos armados que estaban detrás de los frecuentes atentados cuestionaban al "sistema" en un sentido muy profundo y global -en línea con lo que ocurría en otras partes del mundo- que excedía el problema de la proscripción electoral al peronismo. Pero, en el caso de Montoneros y otras agrupaciones menores, la rehabilitación de Perón era por lo menos un objetivo preliminar. La rama juvenil complicaba el orden politico, mientras que los sindicatos hacían lo mismo a nivel económico, desde los 70 la inflación subia; se coincidía en que cierta limitación de las demandas sala-riales de los sindicatos era una condición necesaria para cualquier intento de estabilización. Ese control podía conseguirse por la fuerza, pero tenía más probabilidades de éxito si estaba asentado sobre la colaboración voluntaria de los gremios. Como esto era imposible, moderar la inflación tambien lo era. El problema de fondo era la identidad del peronismo. Mientras estuvo lejos del poder, Perón pudo evitar cualquier pronunciamiento demasiado explícito, prefiriendo en cambio una retórica poco comprometedora, que atrajera tanto al sindicalismo ortodoxo como a la radicalizada juventud peronista. Una vez llegada la hora de gobernar, sin embargo, urgieron las definiciones. Pero con el correr de los acontecimientos fue haciéndose claro que el Perón de 1973 no era tan distinto del de 1946, pensaba en los términos corporativos con que había conquistado al sindicalismo, y su idea de una armonía de clases unificada bajo su liderazgo seguía en pie –expresado en el pacto social-. Pero un cambio en los modos y en el trato a los adversarios, una insistencia en la unidad nacional y un ánimo pacificador eran rasgos nuevos del veterano caudillo, que eran bienvenidos por buena parte de una sociedad harta de conflictos. Más dispuesto al diálogo con otros partidos y consistente en su defensa de la democracia. Ese tono más legalista de su discurso no era del todo compatible con medidas como la amnistía general decretada por Cámpora, en la que se mezclaron presos políticos y comunes. Tampoco podía conciliarse con la violencia, que siguió en aumento y tuvo pico en Ezeiza. Con un presidente débil como Cámpora, la puja por el poder dentro del peronismo en gran medida causante de esa escalada de conflictos armados y atentados- se hacía incontenible-; había mucha expectativa de distintos sectores sobre el líder. La mitad llena de la plaza después de la ruptura con Montoneros, básicamente el ala sindical y política del peronismo, tampoco defendió a Perón como él había esperado, vulnerando muchas veces los compromisos asumidos en el Pacto Social. Si bien el poder formal estaba después en Isabel, en realidad se concentraba en los grupos de influencia sobre la presidenta, especialmente creció el peso politico de Lopez Rega. Desde su puesto de ministro de Bienestar Social, López Rega intentaba crear un poder propio, y aprovechaba su influencia para limitar el peso de los gremialistas y del aparato partidario. Hacia mediados de 1975, en plena crisis económica, él y su grupo cayeron en desgracia, y el gobierno adquirió un tinte más sindical. Pero ni el orden económico ni el político pudieron restablecerse. La violencia creció y en los cuarteles comenzó a conspirarse más abiertamente. El mandato de "aniquilación total' de la guerrilla que el gobierno impartió a las Fuerzas Armadas no sirvió para calmar la creciente exasperación militar. El vacío de poder denunciado por los golpistas existía. En 1976 concluía la experiencia del peronismo, ese extraño caso de un gobierno que cayó casi por las luchas internas. ¿Revolución o reformismo?

1

El programa económico se mantuvo sin mayores alteraciones desde la salida de Lanusse hasta la muerte de Perón. La continuidad en la economia fue mayor que en el ámbito político. Un signo es que Gelbard estuvo bajo 4 presidentes distintos. En su calidad de líder de la CGE (que agrupaba a los empresarios locales) había tenido un papel protagónico sobre el final de la segunda presidencia de Perón. En 1973 las urgencias no eran las mismas que en 1955, pero sí fue la misma la respuesta de Perón: sentar a empresarios y sindicatos en la mesa de negociaciones para acordar políticas. Un paso central de esa estrategia fue la firma de un Acta de Compromiso Nacional en mayo de 1973 entre la CGE, la CGT y el Ministerio de Economía. Los dos componentes principales -que pronto se llamo Pacto Social- eran la puesta en marcha de reformas de fondo y el lanzamiento de un plan concertado de estabilización. Su orientación general descripta como "muy intervencionista, moderadamente nacionalista, y distribucionista": en todos los campos era una variante del primer peronismo. El tono del programa, reformista pero no revolucionario, era acorde a la alianza de clases (industriales nacionales más trabajadores); para quienes esperaban cambios estructurales fue una desilusion. En cuanto al capital extranjero, en funcion de una resolución del Pacto Andino, una ley de inversiones extranjeras dictada en 1973 por el Congreso argentino procuraba limitar el peso del capital externo, que venía en aumento desde hacía 2 décadas. El efecto de la ley sobre la inversión extranjera fue magra en el período. En los hechos el gobierno fue menos duro. No hubo nacionalizaciones como en el primer peronismo. Una diferencia con esa primera época se reflejó en el énfasis puesto en las exportaciones industriales: la industrialización peronista de los años 40 y 50 había estado fuertemente sesgada hacia el mercado interno. El impulso a las exportaciones manufacturadas argentinas había llegado recién a fines de los años 60 y a comienzos de los 70, lo mismo igual que en otros países latinoamericanos. La contribución peronista a ese impulso fue la "Ley de protección al trabajo y la producción nacional". Además de ser "extremadamente proteccionista", en el nombre y en el contenido, introducía una serie de incentivos para la comercialización en el exterior de productos industriales, que se determinarían según las posibilidades de cada actividad. Se anunció además un generoso apoyo crediticio y técnico a las pequeñas y medianas empresas, confiando en su potencial exportador. Una vez más, el peronismo cambiaba su estrategia de impulso a la demanda agregada: si al principio (1946-51) había sido el consumo y después (1952-55) la inversión, ahora parecía llegar el turno de fomentar las exportaciones. El colapso del sistema monetario internacional de Bretton Woods, consumado en 1971, había permitido una mayor soltura en las políticas monetarias de los países desarrollados, generando la expansión que provocó el así llamado "boom de las materias primas", que generó mayores términos de intercambio y superávit comercial – transitorio-. El alto nivel de los precios de exportación era importante también para intentar una repetición de las transferencias intersectoriales de ingresos típicas del primer peronismo. El gobierno justicialista nacionalizó otra vez el comercio exterior (recordar al IAPI). Dos leyes gemelas de 1973ampliaron las facultades de las juntas nacionales de granos y de carnes, que pasaron a monopolizar la exportación de esos bienes. La racionalidad era la misma que antes: centralizar el comercio para tener cierto poder en los mercados internacionales. En la práctica, la ausencia de una estructura administrativa adecuada para esas funciones hizo que la comercialización no fuese muy distinta de la del régimen anterior. Esto generaba recelo en la gente del campo, y la más temida era el proyecto de Ley Agraria, que preveía la expropiación de tierras consideradas "improductivas"; veian q de ahí no faltaba mucho a una reforma agraria. Pero nunca pasó de proyecto. Sí se sancionó, una norma que contaba con mayor consenso político y técnico: la del impuesto a la renta potencial de la tierra. Haciendo

1

suya la vocación "universalista" del peronismo, Gelbard firmó varios acuerdos comerciales con países socialistas, inaugurando un acercamiento que se prolongaría durante el resto del gobierno justicialista. El peronismo de 1973 también rescató de su primera época otros elementos, como el de la organización monetaria. Hubo como en 1946, una virtual monopolización del sistema bancario. Los bancos pasaron a tomar depósitos en nombre del Banco Central, y a conceder crédito de acuerdo con un monto que dependía del valor de lo depositado en ese banco y otros criterios. De este modo, el gobierno controlaba la cantidad de dinero de una manera más directa; ese dominio más estricto de la política monetaria también influía el Banco Central sobre la elección de los destinatarios finales del crédito. Limitaciones al capital extranjero, estatización del comercio exterior, términos de intercambio altos, resistencia del sector rural, centralización de la actividad bancaria: ¿peronismo de la primera o segunda epoca? Los dos coincidieron en esos puntos y se diferenciaron en otros: el peronismo de los 70 incorporó los nuevos datos de la realidad económica, que recomendaban entre otras cosas ese énfasis en la exportación que se intentó dar con los acuerdos comerciales y las medidas de promoción. Fue en otro terreno donde la política económica de 1973 contrastó con la de su 1° presidencia, aunque guardando similitudes; pretendió acabar con la inflación. Pacto social, armonías y discordias El diagnóstico sobre el que se basó la política antiinflacionaria de Gelbard era acorde a una concepción estructural de la inflación: el aumento sostenido de los precios era el síntoma de la incapacidad de la economía para alcanzar un equilibrio mutuamente aceptado entre trabajo y capital. Requería como condición previa una limitación de las demandas sectoriales, y sólo podría tener un éxito duradero si era aceptada por las partes –asociación entre inflación y conflictos de clase, y la armonía que buscaba Peron-. La política redistributiva y estabilizadora se articuló a partir del Pacto Social firmado iniciado el período de Cámpora. Se acordó una configuración de precios y salarios: los sueldos fueron aumentados en un monto fijo, se estableció un congelamiento de precios, y se intentó dar a esa nueva estructura un carácter permanente con la suspensión de convenciones colectivas de trabajo por 2 años, tal como con el Plan Económico de 1952. Pero la realidad era que ni los unos ni los otros estaban conformes con lo que habían conseguido, y eso era especialmente cierto para los gremios. Para muchos gremialistas, el Pacto Social significaba un recorte de poder, porque por un plazo fijo -y prolongadodesaparecía su capacidad negociadora. Por otra parte, la recomposición salarial no estaba a la altura de lo que esperaban de un gobierno identificado con los trabajadores. Llegado Perón a la presidencia, muchos sindicalistas esperaron que el realineamiento político también implicaría una corrección del Pacto Social que beneficiara a los trabajadores, pero Perón ratificó el acuerdo y lo afirmó como la principal arma para el manejo económico de corto plazo. Los empresarios tampoco podían estar del todo satisfechos con un programa que tenía como propósito central reducir la proporción del ingreso nacional recibida por el capital. Aun así, tanto la UIA (que nucleaba a las empresas mayores y muchas multinacionales) como la SR y la Cámara Argentina de Comercio avalaron el Pacto Social. Esa aceptación era en parte una imposición de las circunstancias pero también una reacción de alivio, si se tienen en cuenta los escenarios alternativos que podían haberse esperado de un gobierno rodeado de grupos radicalizados, como era el de Cámpora. La propiedad de las empresas quedaba intacta y las firmas transnacionales conservaban su lugar. En 1973 el PBI creció, el desempleo disminuyó, la balanza comercial mejoró y la inflación disminuyó. Los problemas para el Pacto comenzaron como consecuencia de eventos externos: el aumento de los precios de

1

los insumos provenientes del exterior impactaba en los costos de las empresas, que reclamaron cierta libertad para trasladar esos incrementos a los precios; la resistencia sindical no se hizo esperar. Después de algunas marchas y contramarchas Perón tuvo que laudar, decidiendo la importación a precios subsidiados por el estado de los insumos en cuestión, lo cual era posible gracias a los recursos del gobierno. La trama para un deterioro definitivo del Pacto Social ya era indisimulable a principios de 1974. El Acta de Compromiso Nacional había previsto para junio de ese año una revisión de los salarios que contemplara los aumentos en el costo de vida. Pero todo jugaba a favor de una aceleración de la crisis latente. Al mismo tiempo, comenzó a hacerse evidente el desabastecimiento en ciertos productos. La explicación del gobierno (siendo tan alta la demanda la producción no da abasto) era cada vez menos creíble a medida que se comprobaba que crecía el mercado negro. La mayor presión para una corrección de políticas provenía de los gremios. El conformismo reticente de los primeros tiempos del pacto dejaba paso a un descontento creciente a medida quela inflación -leve, pero inflación al fin- iba erosionando el salario real. Se convocó a una "gran paritaria nacional", que en marzo de 1974 de-terminó un aumento de sueldos, tarifas públicas y combustibles y auto-rizó ciertas revisiones de precios. A partir de entonces, la economía argentina pasó a una etapa de recalentamiento. Hubo crecimiento del PBI y poco desempleo pero empeoraron la inflación y déficit comercial. la muerte de Perón significó la desaparición de un factor equilibrante y coordinador, clave en el esquema acuerdista vigente. Las expectativas cambiaban de signo y se revertía el efecto estabilizador que habían tenido en los primeros meses. Para peor, en julio de1974 la Comunidad Económica Europea impuso una prohibición sobre las compras de carne, complicación que se sumaba a la recesión inter-nacional y al aumento persistente de los precios de importación argentinos. La suba en el valor de los productos extranjeros no alcanzaba para contraer su demanda, en tanto no se encarecían en relación a los precios nacionales porque el precio del dólar estaba fijo a pesar de la renovada inflación. En septiembre de 1974, después de la tregua impuesta por la muerte de Perón, Gelbard fue reemplazado por el economista justicialista Alfredo Gómez Morales. La renuncia fue el resultado de una maniobra sindical. Para entonces, el programa de Peron era cosa del pasado. Llegaba la hora de enfrentar los problemas que se habían acumulado sobre el esquema del Pacto Social. Política económica de un gobierno disgregado El número de ministros ha sido en la Argentina un buen indicador del grado de estabilidad de la economía y de las políticas económicas. En los 20 meses que duró la presidencia de la viuda de Perón, pasaron por el Palacio de Hacienda seis ministros: Gelbard, Gómez Morales, Rodrigo, Bonanni, Cafiero y Mondelli, con una duración promedio de 100 días. Gómez Morales, apoyado por los gremios pero resistido por el grupo íntimo de la presidenta, ensayó una serie de correcciones graduales a lo que quedaba del esquema montado por Gelbard y Perón. Permitió varios ajustes de precios y salarios, al tiempo que intentaba avanzar, salvando resistencias que provenían de todos los frentes, hacia políticas más de fondo, como la reducción del déficit fiscal y la atracción al capital extranjero. El problema más urgente era la delicada situación de las cuentas externas, que no mostró signos de recuperación después de una devaluación moderada. Una estrategia más drástica se aplicó una vez que Rodrigo, apoyado por López Rega, accedió al Ministerio de Economía. Se anunció un paquete de medidas que incluía una devaluación de 100%, incrementos de las tarifas públicas en una proporción similar o mayor y la liberalización de casi todos los precios. Era el Rodrigazo, que ganaba un lugar en la memoria colectiva al lado ele otras conmociones también recordadas con

1

aumentativos. Para los sindicatos, que por ese entonces acababan de negociar en las convenciones colectivas correcciones salariales del38%, el nuevo plan equivalía a una declaración de guerra. Cuando la Presidenta ratificó las limitaciones a las demandas de las organizaciones obre-ras, el país se paralizó. La movilización gremial forzó las renuncias de Lopez Rega y Rodrigo, dando lugar a una nueva etapa de predominio sindical en el gobierno y a la consecuente renegociación de los salarios pactados. A esa altura (mediados de 1975) la economía ya estaba pasando de la expansión a la recesión. La situación de pagos se tornó desesperante, y el nuevo equipo económico tuvo que recurrir a un acuerdo con el FMI, el 1° de un gobierno peronista, y mantener un alto precio del dólar. Se consideraba que en el contexto de semianarquía imperante detener la inflación era imposible, siendo más razonable una política indexatoria para los salarios, el tipo de cambio y la deuda pública, de manera de, al menos, evitar reajustes violentos y desgastantes. Un nuevo cambio de gabinete a principios de 1976 desplazó a Cafiero, que fue sucedido por Mondelli. Para entonces la credibilidad en la política económica era nula. El ministro no tenía un plan, sólo "medidas". El déficit fiscal estaba fuera de control, los precios alcanzaron un ritmo hiperinflacionario. Diez años después. Una nueva solución final En medio de ese descalabro político y económico que era la Argentina de principios de 1976, no fue extraño que el golpe de marzo fuera recibido con alivio por una parte de la sociedad argentina. Hasta el propio gobierno -o lo que quedaba de él- parecía ansioso por librarse de una responsabilidad que ya lo excedía largamente. La reacción de la dirigencia política, que había tolerado intervenciones militares en circunstancias mucho menos graves, fue de resignación antes que de resistencia.

1