Genealogia de La Moral, Ensayo.

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Facultad de Filosofía y Letras Colegio de filosofía Problemas de ética Jonathan

Views 63 Downloads 5 File size 458KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Facultad de Filosofía y Letras Colegio de filosofía Problemas de ética Jonathan Margarito Flores Reyes

La genealogía de la moral: Tratado primero >, >

Aunque actualmente las principales tesis de la teoría darwiniana sobre la evolución poco a poco han sido redefinidas a medida que la ciencia y los descubrimientos en materia de biología han progresado, hasta el momento el evolucionismo como tal sigue imperando en la mayoría de los postulados que tratan de explicar aquel recorrido paulatino del primer antepasado de lo que actualmente se conoce como ser humano hasta su forma aun cambiante de la que formamos parte. Esto no quiere decir que los postulados sobre la selección natural o mejor dicho sobre la presión selectiva hayan resultado ser falsos, sino que a partir de las nuevas investigaciones, todas estas teorías consideradas desde sus axiomas han sido refutadas, en algunos casos desechadas, mientras que en otros tantos los planteamientos han sido comprobados desde el horizonte de lo experimental, sin embargo, a pesar de que hoy en día se cuenta con elementos tecnológicos que detallan esos procesos evolutivos,

aún siguen existiendo algunas inconsistencias a nivel teórico, como por

ejemplo la explicación sobre cómo operan los factores que intervienen en la evolución de una especie o qué sucede con el déficit en el registro fósil dentro de una línea evolutiva, en ese sentido queda claro que aún falta mucho por descubrir, pero que precisamente son esas interrogantes lo que da sentido a la búsqueda de aquellas respuestas. Desde esta perspectiva no resulta tan extraño creer que todo ese conjunto de condiciones geo-físicas que atravesaron la evolución del ser humano dieron como resultado su compleja estructura cerebral de hoy en día, i.e., aquella lucha por la adaptación al entorno natural al que fueron arrojados como especie contribuyó de manera importante al desarrollo de tan

glorioso sistema nervioso central y es que como características principales se encuentran: Por un lado, que el cerebro humano posee alrededor de 100,000 millones de neuronas, así como la capacidad de tener emociones complejamente elaboradas (neoemociones ) que diferencian al SH del resto de los integrantes del reino animal, la corteza cerebral; la cual ocupa la mayor parte del cerebro humano y supone cerca del 85% del peso total y en ultima instancia la estructura fisiológica que da como resultado la capacidad de análisis en el cerebro y que permite, en consecuencia, emitir juicios de valor que van más allá de las motivaciones particulares ,i.e., normalmente los seres humanos nacemos dotados con las capacidades de establecer relaciones de civilidad entre nuestros semejantes, pues Los humanos empezamos siendo —si es que se puede distinguir un punto de partida— seres interdependientes, unidos y desiguales. Procedemos de un largo linaje de animales jerárquicos para los que la vida en grupo no es una opción, sino una estrategia de supervivencia...1,

Lo cual da paso al establecimiento de niveles de organización política únicos en su género. De modo que al paso del tiempo se deja de responder puramente aquellos instintos primitivos, instintos animales, bestiales, fuerzas que tienen como único objetivo la preservación de la especie, su persistencia en la tierra, que defienden su estar ante cualquier adversidad natural, pulsiones que se encuentran más allá del bien y del mal, precisamente porque en el campo de lo natural solo se hace patente la vida, su majestuosidad, su amorfa belleza, su belleza antisocial, amoral, belleza que se baña de sangre en cada contienda y que con esa misma sangre hace florecer la tierra misma. El ser humano descubre su capacidad creadora, fabrica herramientas que le simplifican sus tareas cotidianas, fabrica ropajes que le protegen de las temibles adversidades climáticas, crea lenguajes cada vez más sofisticados, por lo que la comunicación entre iguales se hace más rica en contenido, cada vez más precisa, captura su realidad en pinturas, se vuelve creativo y con todo ello surge una necesidad por regular las relaciones con sus semejantes. Es de entender que ahora a la comunidad humana no le es suficiente aquella organización animal, pues comienzan a surgir roles, prohibiciones, se comienzan a establecer valores, 1

De Waal Frans, Primates y filósofos: la evolución de la moral del simio al hombre, Espa PDF,2006, pág. 57

valores que a la par llevan consigo casi de manera lógica el nacimiento de una estructura social que aunque, áspera, primitiva y torpe en razonamiento, establece los principios de una moralidad. Rememorando ahora el siglo el siglo XIX, un siglo lleno de primicias, se establece el carácter científico de los estudios sobre la naturaleza humana, siglo en el que grandes figuras como Darwin hacen su aparición de manera transcendente con teorías que buscan dar respuesta a las grandes interrogantes sobre el origen de la especie humana, mientras que Gregor Mendel realiza importantes estudios sobre el funcionamiento de las leyes hereditarias, las grandes revoluciones industriales se desarrollan en Europa y la tecnología es ahora una herramienta fundamental dentro de la idea de progreso que permea el devenir de la humanidad, de modo que también se hacen patentes grandes corrientes filosóficas que pretenden responden a las condiciones políticas de la época. Es precisamente en este siglo donde se hace patente un texto, 1887 para ser más exactos, un texto escrito por la pluma de uno de los grandes pensadores dentro de la tradicional filosófica occidental; la genealogía de la moral (Zur Genealogie der Moral: Eine Streitschrift) será el nombre que le dará a su obra Friedrich Nietzsche, pensador alemán que pondrá en tela de juicio los valores que rigen la ideología de su época y que desatara las más devastadoras críticas a la moral cristiana. Como su nombre lo indica, la genealogía de la moral hace uso de la historia para sospechar de la verdad, es precisamente a partir de este recurso indagatorio, el cual atraviesa la estaticidad temporal de los conceptos, que se muestra cómo la presencia de la actualidad queda determinada bajo la voluntad de los valores. La genealogía pone en entredicho el estatus veritativo de la normatividad humana, la manera en la que se configura el cambio y emergen esas consideraciones que rigen las ideas. Sin embargo no es la genealogía la única que va a trazar el desentrañamiento de los valores morales que tanto le interesan a Nietzsche, es también el uso de la interpretación la que dirigirá el camino de sus investigaciones, pero tampoco se trata de una interpretación arbitraria, el arte de la hermenéutica radica precisamente en establecer los paradigmas pertinentes para la evaluación de la historia y determinar aquella parte oscura que esconde la palabra, haciendo emerger su verdadero significado.

Armado con

los recursos tanto históricos como filológicos que le otorga su razón,

Nietzsche pretende en este libro dar respuesta a uno de los grandes problemas de la moralidad humana: ¿En qué condiciones se inventó el hombre esos juicios de valor que son las palabras bueno y malvado?, ¿y qué valor tienen ellos mismos? ¿Han formado o estimulado hasta ahora el desarrollo histórico? ¿Son un signo de indigencia, de empobrecimiento, de degeneración de la vida? ¿O, por el contrario, en ellos se manifiesta la plenitud, la fuerza, la voluntad?2

siendo así que el primer capítulo de la genealogía de la moral tendrá como objetivo rastrear la aparición de las concepciones de bueno y malo en comparación con bueno y malvado, dejando al descubierto el fenómeno de la transvaloración a favor de una nueva elite; el cristianismo, elite que caracterizara como la clase del resentimiento y la venganza. En primer lugar se puede apreciar que la mayoría de las investigaciones, tanto sobre la moral como del comportamiento humano en general, se encuentran, de entrada, sosegadas bajo el espectro de la psicología evolutiva inglesa, o al menos el circulo intelectual en el que se desarrolla el pensamiento nietzscheano de esta época, ya que es a esta sociedad a la que va dirigido el texto. Es a partir de la publicación de un libro: El origen de los sentimientos morales de Paul Ree que Nietzsche comenzara a clarificar aquellas inquietudes que ya se venían gestando desde su juventud, acusando los planteamientos ingleses de carecer de espíritu histórico y encontrarse adoctrinados bajo los esquemas de la teoría evolutiva, teoría que reduce la complejidad humana a simples categorías que involucran el olvido, habito, la utilidad y el error. La búsqueda del verdadero lugar nativo del concepto bueno, menciona Nietzsche, tiene lugar en la antigua Grecia, aquella cuna de la ascendencia occidental, pues es en esta época en la que el concepto bueno cobra sentido gracias a la elite de los aristócratas, caracterizada a su vez por el conjunto de los hombres nobles, aquellos que sobresalían en casi todos los aspectos de la cultura, deportistas de alto rendimiento que ponían en alto su estirpe, fuertes guerreros que peleaban batallas con gallardía, hombres de posición superior y elevados de sentimientos, son precisamente ellos quienes se adjudicaron el valor de lo bueno y se valoraron así mismos como los buenos, como algo de primer rango y son los que 2

La genealogía de la Moral: un escrito polémico. Trad. Andrés Sánchez Pascual. Alianza editorial. Madrid. 1996, pág. 20

posteriormente defenderán el monopolio del saber y la lengua, nombrando las cosas bajo su voluntad. Como antítesis de esta clase poderosa se encuentran los hombres vulgares: débiles plebeyos que viven bajo la sobra de los mejores y que eran vistos como débiles de espíritu debido a sus características físicas y su impotencia ante los fuertes, por lo que hasta este punto se sitúa el nacimiento de la antítesis de bueno y malo desde su gene. Las condiciones históricas en las que emerge la antítesis de bueno y malo no solo dejan ver su paso a través del tiempo, sino que las pruebas para esclarecer su significado originario son dadas en las palabras mismas también. Para ejemplificar mejor este punto de vista, Nietzsche pregunta: “¿Qué es lo que las designaciones de lo “bueno” acuñadas por las diversas lenguas pretende significar en el aspecto etimológico?3” Y ante esta cuestión, lo primero en decir es que el análisis filológico del que se sirve el autor para apoyar su tesis supone demasiadas derivaciones lingüísticas por lo que la argumentación en términos concretos es calificada de ineficiente o carente de bases, por ejemplo: partiendo del vocablo alemán scheleicht (malo), Nietzsche deriva schlicht (simple) y a su vez schlechtweg (simplemente) y lo mismo para el caso de Gut y otros términos como malus y kakos. Actualmente se sabe que las referencias que se recogieron en la genealogía de la moral dentro del análisis filológico de los términos y la relación que guardan con el significado que adquirieron a través del tiempo son absolutamente cuestionables y tal vez en ese sentido el texto por sí mismo podría carecer de importancia o validez, sin embargo se sabe que no es así y que de hecho el texto ha superado las barreas del tiempo llegando hasta estos días con el valor que siempre ha tenido, pasando a pertenecer al conjunto de las obras clásicas. Las razones que apoyan la vigencia del texto, pese a sus errores, no son otra cosa que el planteamiento al que es sometida toda la prueba histórica y la manera en la que se articulan los datos bajo una interpretación única, dando otro sentido a la versión canónica de los hecho. Por otro lado, al respeto de las palabras aún quedan muchas cosas por decir, ya que el primer problema que sale a la luz cuando se comienza a hacer un análisis filológico es determinar las condiciones que llevan a una palabra a estar ligada a su significado y como esta relación se va modificando en el trascurso del tiempo o el carácter político que esconden los conceptos dentro de los discursos, cuestiones en las que

3

La genealogía de la Moral: un escrito polémico. Trad. Andrés Sánchez Pascual. Alianza editorial. Madrid. 1996, pág. 33

Nietzsche fue pionero y quien se atrevió a dar respuestas, respuestas que aunque no son universales son valiosas por romper el esquema al que estaban condenadas. Siguiendo con el tratamiento sobre la transvalorización de los valores de bueno y malo pronto se llega a la parte medular. Se sabe que en principio el término bueno designaba a la aristocracia y a los nobles de alma y que estos personajes con el tiempo trazaron el rumbo del conocimiento y fueron ellos los que impusieron sus valores ante las culturas, no para demostrar su grandeza sino para compartir con los otros aquella experiencia de ser los mejores, es en ese sentido que la antítesis de los buenos era reflejada por el malo, aquel hombre vulgar, débil, simple, que jamás fue objeto de burla ante los mejores y que hasta cierto punto era indispensable dentro de la sociedad precisamente porque la falta de voluntad en él permitía modelarlo y participar del movimiento de los guerreros. Esta elite superior que en Nietzsche es representada como la bestia rubia, la raza de los conquistadores, celtas y arios, es quien determinara todo el dominio de los valores culturales, las artes darán muestra de que a aquellos hombres se les debe la grandeza de una sociedad, pues las esculturas serán monumentos a su poderío ,los poetas narraran sus historias en los que quedara marcada su valentía y destreza, la conquista epistemológica de todo el saber reducirá a escombros los saberes vulgares para pasar a un adoctrinamiento de las masas y así sucesivamente hasta que los buenos perezcan ante la fuerza de otra clase guerrera, quien a su vez mejorara las condiciones de vida del ser humano, llevándolo siempre a la cúspide de sus virtudes, sin embargo dentro del desarrollo de los hombres dignos y los caballeros, surge a la par otra elite aristócrata pero de gustos muy extraños, un tipo de sujetos en los que lo puro será la descripción perfecta, i.e., la casta sacerdotal, esta será la otra dimensión de los hombres de valor, sin embargo esta elite se encuentra sujeta a otros modelos de vida, tanto sus hábitos como los rituales de su condición en poco se asemejan a las prácticas de los guerreros, sobre todo porque los sacerdotes no poseen las facultades del poder, ni la fuerza física o el espíritu destructivo de lo material, en ellos queda vetado cualquier uso extremo de su cuerpo, es más , su cuerpo es visto como la corrupción de su existencia, algo decadente que solo resguarda al espíritu como morada, el apetito sexual y el gusto por la sangre y la bebida son actitudes insanas para esta clase de aristocracia, preferirán los estados de letargo, la meditación y la construcción de teorías inteligentes, modelos que prometen salvar al hombre de su terrible sufrimiento. Es así como estos dos lados de una misma moneda en muchas ocasiones se verán como antítesis debido

a sus diferencias y es precisamente en momentos de guerra en los que las diferencias se harán más latentes y así el altercado de ambas dimensiones dejara ver la impotencia de la clase sacerdotal, impotencia ante las capacidades fisiológicas superiores de su contraparte, lo que condenara perpetuamente al sacerdote al cultivo de la venganza y los celos, pues en palabras de Nietzsche: Los sacerdotes son, como es sabido, los enemigos más malvados- ¿por qué? Porque son los más impotentes. A causa de esa impotencia el odio crece en ellos hasta convertirse en algo monstruoso y siniestro, en lo más espiritual y lo más venenoso.4

Gracias al estatus que posee la casta sacerdotal es como poco a poco estremecerán al mundo con la introducción de una nueva lógica para el concepto de lo bueno, apoyados en la idea de Dios, son los Judíos quienes esculpen el nuevo rumbo de la historia, pues si bien, habían sido los guerreros la causa de tantas muertes y la destrucción de culturas enteras, en estos padres de la educación, en estos los colonizadores de barbaros, en ellos por más viles que han sido frente a la debilidad humana no cabe tanta maldad, ya que todas estas atrocidades no son comparables en nada con lo que provoco el nuevo giro de valores impuesto por los sacerdotes judíos. La terrible incapacidad de enfrentar la devastadora fuerza de los poderosos se acumuló hasta coronar aquella sed de venganza en la fórmula de Bueno =noble =poderoso =bello =feliz =amado de Dios y de esta manera emerge el nuevo paradigma en donde el débil es ahora el bueno, aquel hombre vulgar es amado por Dios, aquella imperfección humana es digna de respeto y ahora la violencia creadora es relegada al espacio de lo malo, en su lugar aquellas virtudes que exaltaban la virilidad del hombre y su vigor, su fuerza y ambición de poder se sobreponen la misericordia, la esperanza y el dolor , llego el momento en que ahora los nobles son los malvados. Los esclavos asumen las riendas en la construcción de una nueva visión del mundo, trasformando aquel legado de los guerreros en un recuerdo invisible para la razón humana y sobre todo estableciendo su ideología como la única verdad y para quienes estén en desacuerdo el juicio final imputara su castigo. Es así como Nietzsche expone el dominio de la doctrina cristiana ante los valores que se gestaron durante la época griega y de este modo muestra algo que en apariencia parece

4

La genealogía de la Moral: un escrito polémico. Trad. Andrés Sánchez Pascual. Alianza editorial. Madrid. 1996, pág. 39

demasiado obvio, a saber, el hecho mismo de que los valores que se otorgan a las cosas son valores que el ser humano le atribuye a su realidad y nada más, porque no existe una entidad metafísica que regule las relaciones entre iguales y tampoco existe un valor intrínseco en las cosas dignas de aprecio, sino que de acuerdo a cada cultura el enfoque con el que se aproxima el sujeto a las vivencias se da en función del modo en el que el ser humano se ha configurado como tal. En muchas ocasiones sucede que es difícil reconocer esta estructura cultural como una invención social por lo que se tiene la idea de que las cosas han sido así desde siempre, que la realidad siempre ha sido la misma desde su aparición y que en ese sentido es imposible cambiar el rumbo de las cosas, sin embargo Nietzsche apunta precisamente a ello, cuestiona los Dioses a los que debemos adorar, las cosas dignas de amar y pone vital atención en los valores que rigen una cultura para evaluar cuál ha sido el impacto desde su emergencia, ¿Acaso han ayudado al fortalecimiento de la naturaleza humana? ¿Quién está detrás de estas invenciones? ¿Qué sentido tiene seguir perpetuando el estatus quo? Tomar conciencia de que el ser humano pertenece a un constructo social ayuda a generar mecanismos para evaluar su condición en la realidad y en caso de encontrar un sinsentido en la dirección de su existencia poder establecer un nuevo camino de acuerdo a sus convicciones, un camino que reivindique su naturaleza humana y en el mejor de los casos un camino en la que la alteridad sea valorada con la misma dimensión ética con la que se aprecia el propio yo. Nadie ha dicho que el cambio o mejor dicho la transvaloración sea fácil y que romper la regularidad de las cosas pueda darse en poco tiempo, si bien existen fuerzas contrarias a la revolución que pretenden afanosamente la enajenación del sujeto, precisamente por que se han servido de esa vitalidad para alimentar sus riquezas a costas del sufrimiento y el engaño, también existen movimientos que van en contra de esas ideologías retrogradas, a estas alturas de la humanidad la ambición por transformar su entorno en un mundo nuevo parece muy distante e incluso imposible, estar vivo ya es algo y recordar que en cada hombre siempre cabe la posibilidad de ser otro hombre puede ser un comienzo.

Bibliografía



Nietzsche Friedrich. La genealogía de la Moral: un escrito polémico. Trad. Andrés Sánchez Pascual. Alianza editorial. Madrid. 1996



De Waal Frans, Primates y filósofos: la evolución de la moral del simio al hombre, Espa PDF, 2006.



https://evolucionyneurociencias.blogspot.mx