Furor Divino y Otros Textos - Ficino (1)

TEXTOSY DOCUMENTOS Marsilio Ficino Clásieogdel Pensamientoy de las Ciencias Cqlcccióndirigida por Antonio Alegre.Gorri

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TEXTOSY DOCUMENTOS

Marsilio Ficino

Clásieogdel Pensamientoy de las Ciencias Cqlcccióndirigida por Antonio Alegre.Gorri

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SOBREE,LFURORDWINO Y OTROSTEXTOS

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Ediciónbilingüe

Sekccí.ónde textos, introducción y notas de Pedro Azara Traducción de Juan Maluquer y Jaime Sain
,Zoroastro, de los a Platón: las Éstos, seafirmaba,haHermesTrismegistoy Orfeo.lT bían inspiradoal proPioPlatón. 3. Ficino y el neoplatonismoflorentino Marsilio Ficino (Figline,Florencia,1433- Careggi, Florencia, 1499) erahijo del médico personal de Cosme de Médicis. Recibió Ia tradicional formación culy su técnicacomposiüva,de Niccoló tural escolástica, Tignosida Foligno,quien le enseñóigualmentela teoríide la medicina,cuyaprácticaadquirió en Bolonia' El estudio de Cicerón le llevó a entusiasmarsecon la filosofta platónica. É'staera mal conocida entonces, si bien a loi tratados disponibles durante la Edad Media se hablan sumado traducóiones de partes del Fedro -Ias referentes, justamente, al tema del luror poético-, 1s el Gorgiai, la Apologfude Sócrates, el Crírealizadaspor el secreta' ión,las Cartasy el-Banquete, (1374-1444)' Bruni Leonardo rio de Florenciá, en el estudio de los se adentró Finalmente, Ficino intérpretes neoplatónicoshelenísticosque determinaron decisivamentesu propia concepcióndel hombre y su lugar en el universo' Déspuésde haberestudiadoel griego en Florenciay de habér exteriorizado su entusiasmopor el platonismo en el Studio de la Universidad de Florencia, lugar de encuentrode humanistas,recibió de Cosmede Médicis, va anciano, un encargofundamental, tanto para L

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17. M. Ficino,TeobglaPlatónica,\ry, 1''''/éasetunbién ibldem' XVII, 1. i¡. I.. S*"i, oleonardus Ma¡asio Sicr:lo' Qualem furorem Poetisad esseoport eat,, en Epistolarum,VI, Basilea,He¡rricusPefi)í1534,páe.237. XXII

su formación como para el pensamiento occidental: traduúr el CorpusPlatonicum. A cambio, le fue concedida la üiia y gnóstica)s6y el hermetismo (u orfismo).s7 EI hermetismo era un extraño compendio de la concepción platónica del alma humana y su relación con el alma del mundo y Dios, la noción judaica de pueblo elegido y la creencia cristiana en la reciente üsita de un Mesías Redentor. Se pensaba que eI hermetismo procedía de Egipto y se confundía a Hermes con Osiris,s8e incluso con Cristo. Se daban, además, influencias de religiones mitrádicas, persas y de la Grecia arcaica. 56. Sobre la gnosis como un conocimieúo de Dios no basado en la razón, sino en un contacto directo provocado por una üsión o una aparición divinas, véase A,J. Festugiére, Heftnétisme et Mystique Pal¿nru, ed' cit , págs.48 y ss. 57. Platón menciona la existencia de dos corientes Doético-religiosas que atribuyen la primacfa profética una a Museo y otra a Orfeo (Platón,1o¿, 536 b). Orfeo aparece como el Profeta fi¡ndador en Proclo, Théologieplatonicienne, l\,/, 38, París, Les Belles Lettres, 1981,pág. 110y nota 3, y pá9. 188. Véase D.P. Walker, The ancient theolog. Studies in Christien Platonism from the llfteenth to the eighteenth century, LoIj.ües, Duckworth, 1972. Walker destaca que Hermes creó el mundo con suYerbo (Poimandrés, I, 6) y que Orfeo lo educó gracias a su canto58. Sobre la asociación entre Hemes y Osiris, véase Plutarco, Isis e Osirk, en Obras Morales, Y, 2, Este sinqetismo procede posiblemente de Herodoto. Hermes era el padrc de Isis (op. cif.,352 a), que era la esposade Osiris, coirfundido con Dionisos (op. cl¡., 356 b). XX)(III

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Defendido por escritores neoplatónicos helenísti cos, el hermetismo se apoyaba en unos textos crlpticos, ucombinandovaguedadcon oscundao>,"' supues-tamente antiquísimos (aunque, en verdad, eran textos apócrifos del iielo tl a.C., a lo más tardar, redactados oor autores desóonocidos,salvo los Oráculos Cald¿os, áe un tal Juliano el Teurgo, autor verdadero o transcriptor), inspirados por un profeta, que a veces.era Hermes Trismegisto, y otras, Orfeo o Zoroastro (tiguras, seguramente,Iegendarias). 59. P\Íarco, De E apud Detphos,25, 407, etr ObrasMorales' Y' La oscr¡¡ídad de los textos era voluntaria Como escribiera Pico, "revela¡ al pueblo llano los misterios más lntimos y los arcaaos de la altfsima óivinidad, latentes debajo de la corteza de la ley y en la tosca unuolt"t" ae Ut put Uras, ¿qué otra cosa hubiera sido sino echar las (P de cosas santas a lds perros y arroja¡ margaritas a los puercos?> ' Mateo' S' segln el Evangelio en 25 iir., op. [inspirado IaMirándola, que no porlas cosas-santas ?, ó]; sin embargo, Mateo pide el respeto pagadebenser echadása los upuercos,-¿los Judlos hostles? ¿los por nvelarn lo sagrado' que debe profanadas; se decir, es nos?- ni no porque sea incomprensible y por tanto pudiera s-ermal interpretado. sino porque el público es indigno o (tonto' lProverbios' 23' 9l). Pico se^aüenemá; al Evangelio en fl eplaplus, Proemiurn, Opeta ómnia (ed. e introd. de Eugenio Garín), Turfn, Bottega d'Erasmo' (sastres'coci1971,pÁg.174,donde escri6e:o¿Hubieransido éstos de sopprcapaces y sirvientas) pastores, criados n"roi,'.inja"-a, E'.Wind' y mosaico?' diüno el conocimiento todb de tar la carga Itts mistá'ios paganos del Renacirui¿nto (trad J' Fernández de CasBarcelona,Barral, 1972,pág'29' n'9' trovJ. " Bavóni, Un buen resumen sobre el tema del uvelo' en la teologla poéti-34 ca órfica, en E. Wind, t"ao ,rt'-l*uttos porque , en op. cü., 60-109. Sobre la cambiante noción del przeama, véase Gératd.Yerbeke, L'évolution de Lt doctrine du pneuma du Stoicisme á.S-Augtlstin, Parls, Biblioth¿que de lTnstitut Supérieur de Philosophie, Université de louvain, Etude Philosophique, 1945. 125. Sobre el orden de las cuatro hipóstasis, véase Plotino, Enéadas,Y,2,1.

var nuestra alma, debía restablecer el primitivo estado de oureza v de armonía entre las distintas facultades *rÍmicas, lirnpia,cl,oel pter''ma o.rremandoescorias.126Tal era la misión de los cuatro furores: se producían en el momento que el alma volvía a atravesar en sentido inverso cada región del cielo y gracias a su fuego purificador restablecían parcelas de la unidad perdida:127 y disonante'El [...] el primer firror modera1odesacorde sus partes en desde cosas moderadas las seeundocónvielte las partes'El por de encima todo en un uritodo. El t"t "ro, de la esenciay por encima que está Uno, al cuarto,conduce de todo.l28

El retorno del alma a Dios que culminabaen la íntima visión de su rostro no se realizabadespuésde la muertedel cuerpo,sino en vida, graciasa un ejercicio de introspección.rzgEl hombre debÍa prepararse cerrando lós ojos del cuerpo, abriendo los del alma y -126. del vehlculo del alma a medida de la ascenL.li*oi"za (volatización de vapores [' "]' El que se entreuna sión consiste en ga a esta inspiración deja de ser ul alma y, regenerado por Dios, se ionvierte en hijo de Dios, un ánge1.Por esto, Platón, en el Timeo llama a los teóiogos' hijos de Dios' (M. Ficino, Teologla Platónira' Pórtito,Deregressua¿i¡z¿¿ VéaseE R Dodds' Xfn, ¿). S" i*pitá "" texto de Porfirio sólo se conoce a través de las (EI ii. i¡t., sai ¡eustfn en ciudad d¿ Dios,x, 9-32 J Bidez ha i¡rentacitas de"as..2'84. do reconstruirlo en J. Bidez, Vie de Porphyre, le phítosophe néotlaton¡cíen, avec les ftagments de traités, Gand/Leipzig, E Van 'Cá"tttem i B.c. T"ubo"i, 1913, apéndice, págs 27-44') Sobre el tema del empaíam ier\lo del pneuma y su posterior limpieza, véase E.R.Dodds,op.ci1.,Pág.318. 122. .Éuesto ql..,e ulm" desciende por los cuaü'o grados-.es "l necesario que por Cuatro ascienda" (M. Fic\no' De Amore,Ylf, 14)' Affiore,vlI,14. D¿ Ficino, 128. M. 129. .¿Qué es este viaje y esta huida? No lo realizaremos con nuestros pies, pues nuestros pasos van de una lierra a otra; no hay ni ninguna nave, sino que hay que cesar de ot" o."pá.u. ü ""oo cambiar esta manera de ver por otra' y los ojos, cerrando mirár v, LViII

contemplando1a imagen de Dios reflejada en ella. Algunos seres dotados contribuían activamente a su liberación: los filósofos. üsionarios v noeias- los

hombresde religión (san Íuan de la Cruz

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despertar esta facultad que todo el mundo posee pero que pocos utilizan, (Plotino, E¿éadns,I,6,8). M. Ficino trata estetema en Comentaio a las En¿adas,V, 8,3, recogiendo a la vez influencias de Proclo. Este escribía: oNo hay que buscar el bien a la manera de un conocimiento, es decir de manera imperfecta, sino que es necesario dejarseir en la luz divina ce¡rando los ojos [...]' (Proclo, TeobEíaPlatónica,I, 25). Para los Padres de la lglesia, el alma también se encontraba intemamente con Dios. Cirilo de Alexandría escribe: (lpara] contemplar lo que sobrepasa nuestro enten¿imiento y es indescriptible [es necesario] que Dios, soberano del mundo, ilumine nuestro espíritu, engendre en nosotros la sabidurla [...] Semejante gracia no puede ser otorgada a todo el mundo [...] La Naturaleza Suprema no podrla ser percibida con los ojos del cuerpo, sino con las miradas todas interiores y secretas del pensamiento [...] que, a través de visiones que sobrepasan la sensibilidad, captan el resplandor de la revelación divina, (Ciri.lo de Alexandría, op. cit., l, 20, 525 c-d, 528 a; véase,igualmente, Eusebio de Cesi4rea, op. cit.,lV, 11, 1). Ficino escribirá: n[Cuando el alma] se recoge en su naturaleza, se une inmediatamente a la divinidad' (M. Ficino, (De Fatidicis et Prophetiso,en ?eol ta Platónica,XIII, ed.cit., pág.206). Segrln Allen: , Musique et poésie au XVI si?cle (Colloques Internationaux du CNRS, Sciences Humaines, V, París, 1953), París, Éd. du CNRS, 1954; Musical Humanism in the 16th and Early 17th Centuies) (ed. de PenelopeGouk), Londres, Variorum Reprints, 1985(***,IV, 3). -, ,junto a quien redactó varios de sus escritos' LnseR. Marcel, óp. cit., págs. 340-346,y M.E' Cosenza,Biografical and Bibtiographical Diitionary of the ltaüan Humnnists and of the World of Classical Scholarship in ltaly 1300-1800,II, Boston, 1

Marsilio Ficino y Juan Cavalcante al poeta Naldo Naldiol saludan. Tus cartas tan exquisitas nos han sido remitidas a la misma hora en que la luna se unía a Marte;if""; re cta. ¿Qui én bgb iqqp-qrei4q cu?ntgp gtrmjtía c*q5rj etu _

rardesde"l*ir-q_slela_erea--de*AGéstasfu i"_

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rrano, no lo están en absoluto. Naturalmente se des_ plazan con un movimiento no inferior al de la l.rná, pero se hacen maravillosamente más llevad".u, po. iá sublime armonía entr.e uranio y Calíope. No reiplan_ por el signo de Marte, sino por él d" V.rrrrr. No $9cen hierven de odio, sino de caridad.fEn to ""ut-p"r.iü C.f. Hall_& Co., i.962, págs. 951-953.La cita de Ficino en Epistola_ ym, 9n Opera Omnia,I, pág.ó62. Reproducida en p.O. ¡