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• Sussana Mejia Rivera

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FUNCIONES MOTRICES UNIVERSIDAD EAFIT PROGRAMA DE PSICOLOGÍA ASIGNATURA: NEUROPSICOLOGÍA DOCENTE: GLORIA CECILIA HENAO LÓPEZ

La corteza frontal es la responsable de la ejecución y planificación del movimiento, es más, pacientes con lesiones en la corteza motora son capaces de concebir movimientos aunque no puedan realizarlos. La corteza motora secundaria recibe los imputs de las áreas asociativas, que son las encargadas de percibir el espacio, la información ambiental auditiva, visual y táctil adquirida previamente y memorizada a lo largo del tiempo y elabora los planes motrices que después enviará a la corteza frontal motora primaria para que puedan ser ejecutados. El cote prefrontal podría dividirse en tres zonas, lógica, anatómica y funcionalmente bien diferenciadas y divididas: El área motora primaria se sitúa en la circumboloción frontal ascendente recibe aferencias principalmente del tálamo y cerebelo, mientras que sus eferencias van al tronco del encéfalo y a la médula espinal, está compuesta fundamentalmente por células piramidales. Su actividad fundamental se asocia con la conducta motora. Ésta se divide en el área motora y en el área motora secundaria, el área motora está relacionada con la musculatura voluntaria y con proyecciones cortico, subcortico, mecen-cefálico espinales que se implican los movimientos de cualquier conducta humana. El área motora secundaria está relacionada con la organización y secuenciación de las conductas motrices, sus conexiones más importantes son relacionadas con el sistema extra piramidal, recibir información del núcleo dorso-medial del tálamo y proyecta sus fibras hacia áreas límbicas neocorticales y subcorticales estriadas, también tiene que ver con el tono de la postura, como movimientos finos de los dedos. Las paraxias están íntimamente relacionadas con esta área, puesto que se dedica a la programación y secuenciación de los movimientos implicados en las funciones motrices, esta área tiene una relación directa con las diferentes funciones viso-motoras. El sistema motor es uno de los sistemas que más ha evolucionado con el ser humano de tal forma que podríamos decir que gran parte de la actividad de nuestro cerebro está dirigida a desarrollar y potenciar el sistema motor, esta evolución del sistema motor ha hecho que pueda dividirse en diferentes

subsistemas perfectamente organizados que pueden controlar de forma diferencial los movimientos de nuestro cuerpo. El sistema motor consta básicamente de dos tipos estructuras diferenciadas, la sustancia gris que integran los núcleos y estructuras implicadas en el sistema motor, tales como la corteza, los ganglios basales, el cerebelo, el tálamo, el tronco del encéfalo y la medula espinal y la sustancia blanca que integra los sistemas de conexión entre estos núcleos y estructuras tales como el sistema cortico-espinal, el sistema cortico-bulbar, el sistema cortico-rublar , corticoestriados, nigriestrados, rubro-espinal. Existen tres grandes subsistemas motores los cuales tiene una organización jerárquica y paralelas y permitan llevar a cabo un control sobre los movimientos, el primero es el que se dedica al control de movimientos del cuerpo, como el otro al control de movimiento de extremidades y por último al control a movimientos independientes de nuestros dedos. La corteza parietal tiene gran responsabilidad en las funciones motoras. Dada las características de este lóbulo podríamos considerar la corteza parietal como el centro de asociación motor. Como función central la corteza parietal establece un direccionamiento de la atención hacia un objeto determinado y precisa que se haga focalización para ese estímulo para llevar a cabo un movimiento. Existe conexión de los ganglios de la base con las áreas frontales, parietales, occipitales y temporales, hacen que estos núcleos o ganglios de la base que sean un elemento prescindible en cualquier tipo de movimiento voluntario. El cerebelo es uno de los elementos imprescindibles dentro del sistema motor si queremos llevar a cabo movimientos armoniosos, precisos y bien adaptados a la dinámica ambiental, lo que vendría a demostrar la importancia del mismo en todo tipo de habilidades motrices, incluyendo los aspectos memorísticos de tales habilidades. Cabe decir que el cerebelo participa en la trayectoria, precisión y adecuación de un movimiento al estímulo deseado, debido de otras razones a sus conexiones con la corteza frontal y las parietales posteriores y occipitales anteriores, también tiene enorme importancia en el control, adecuación, direccionalidad, ajuste y fijación de la mirada, adaptando las señales vestibulares, oculomotoras y visuales al objeto en cuestión. Por último, diferentes autores han considerado importancia a la acción cerebelosa en la integración de diferencias y secuencias sucesivas de los movimientos, de tal forma que es capaz de desarrollar patrones motores anteriores al siguiente movimiento lo que facilitaría enormemente la autometización y velocidad de movimientos complejos que exijan una secuencia fija y determinada.

A raíz de diferentes estudios neuropsicológicos clínicos sobre apráxias y práxias se sugiere procesos memorísticos de la conducta motora podría subdividirse en dos: concepto de la acción e imágenes quinésicas de la acción. Aquí se adjudica la conducta motora, modularidad. Este enfoque entiende la conducta motriz como una conducta compleja que comprende diferentes tipos de movimientos y de acciones específicas y concretas que participan en mayor o menor grado de una conducta motora compleja, tales como movimientos repetitivos, unimanuales o bimanuales, movimientos de imitación y secuencias de acción mediante la posición de las manos y ha contribuido a establecer las bases anatómicas de la conducta motriz. Liberar la conducta motriz tiende a producir el máximo efecto en el menor tiempo posible, este proceso exige una serie de procesos de preparación, programación, anticipación, control, etc., que van a estar en constante dinámica y modificación con el medio ambiente. Los estudios neuropsicológicos mediantes test construccionales demuestran que tanto los errores como los déficit en la resolución de este tipo de pruebas están asociados de forma diferencial con base a la asimetría de la lesión, si hubiese disociación de movimientos, uno estaría determinado en parte por el hemisferio derecho y relacionado con relaciones espaciales y el otro por el hemisferio izquierdo y vinculado la organización de las acciones necesarias para llevar a cabo las ejecución de la tarea. El proceso psicomotor involucra aspectos como la percepción visual, auditiva y táctil, el conocimiento del esquema corporal: estructura corporal, postura y equilibrio, respiración y relajación, lateralización de las funciones, el cuerpo y movimiento: coordinación dinámica, coordinación perceptiva, organización espacial y estructuración espacio temporal, el ritmo y expresión corporal.

Preguntas que apoyan el aprendizaje: 1. ¿Qué influencia tiene el movimiento sobre la atención y la memoria? 2. ¿Qué son las práxias? 3. ¿Qué influencia tiene el lenguaje sobre el desarrollo del movimiento? 4. ¿Cuál es la representación cortical de la organización del movimiento? 5. ¿Cuál es la influencia de la cultura en la organización del movimiento y en la representación motora?