Fortaleciendo Familias en La Fe

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Fortaleciendo familias en la fe Recursos de fe para la familia

“La influencia más importante en la vida religiosa y espiritual de los adolescentes son sus padres.” From Soul Searching, The Religious and Spiritual Lives of America’s Teenagers

Estimados padres de familia, Gracias por aferrarse al don de la fe. Su compromiso con sus hijos da testimonio de que ustedes consideran que nuestra fe católica es un don precioso que debemos transmitir intencionalmente a la siguiente generación. Dicha tarea no es ni sencilla ni fácil, especialmente cuando tomamos en consideración todo el estrés, las ocupaciones y las exigencias de nuestra vida. Los materiales en este folleto de recursos están diseñados para ayudarles y apoyarles en este regalo tan importante que es el transmitirle la fe a nuestros jóvenes. Ustedes no están solos. En toda la nación, los padres de familia están luchando para fortalecer a sus familias y a sus hijos a través de la fe. NFCYM se une a ustedes y a todos los padres de familia como compañeros en la formación de los niños en la fe, construyendo familias sólidas en la fe católica. Sus compañeros en la fe Federación nacional para la pastoral juvenil católica (NFCYM— por sus siglas en inglés) www.nfcym.org Fortaleciendo familias en la fe Recursos de fe para la familia Editor de desarrollo—Michael Theisen Coordinadora de publicación— Kathleen Carver Trazado y diseño gráfico—Ruby Mikell La Federación nacional para la pastoral juvenil católica (NFCYM—por sus siglas en inglés), Inc. Washington, D.C. 20017 © 2010 por La Federación nacional para la pastoral juvenil católica (NFCYM), Inc. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este recurso puede ser reproducido ni transmitido por ningún medio, ni electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabaciones o por ningún sistema de almacenamiento o recuperación de información, sin el permiso previo, por escrito, del autor. Reconocimientos • Agradecemos el apoyo financiero proporcionado por Our Sunday Visitor para el desarrollo de este recurso. • Muchas de las ideas y recursos desarrollados por Sean Reynolds, D. Min, Arquidiócesis de Cincinnati, contribuyeron decisivamente a la creación de este recurso. Le agradecemos todas sus contribuciones. • Equipo de Desarrollo ◊ Michelle Fischer, Diócesis de Orlando ◊ Dennis Kurtz, Saint Mary’s Press ◊ Elaine Menardi, Diócesis de Cheyenne ◊ Greg “Dobie” Moser, Diócesis de Cleveland ◊ Sean Reynolds, Arquidiócesis de Cincinnati ◊ Matthew Schwartz, Diócesis de Rockford ◊ Michael Theisen, NFCYM • “Viviendo la fe dentro de la familia” por Greg “Dobie” and Lisa Moser, Cleveland. Usado con permiso. Para más información sobre el programa “Fortaleciendo familias en la fe” póngase en contacto con la Federación nacional para la pastoral juvenil católica (NFCYM) al teléfono 202-636-3825. NFCYM, 415 Michigan Ave, NE, Suite 40, Washington, DC 20017; www.nfcym.org; [email protected]

Índice Título Página Fortaleciendo familias en la fe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Inventario de fe para la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 Desarrollando un plan de fe para la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 Sugerencias para vivir la fe en familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 Oraciones de fe para la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 Recursos en línea, impresos y en los medios de comunicación . . . . . . . . . . . . . . . . 16

Fortaleciendo familias en la fe Por Michael Theisen, NFCYM Llegando allá desde aquí

Imagínense pasar una hora hablando cara a cara con un adolescente de lo que ella cree acerca de Dios, la fe y la religión y lo que eso representa en su vida y, luego, tener una conversación similar con los padres de ella. Las conversaciones probablemente darían como resultado algunas sorprendentes ideas, historias, desafíos y reflexiones. Ahora, multipliquen las dos conversaciones por más de 3,300 y obtendrán una visión de lo que el Dr. Christian Smith y sus colegas encontraron en su innovador estudio de investigación sobre la juventud y la religión en los Estados Unidos. Este estudio nacional sobre los jóvenes y la religión (NSYR), realizado del 2001 al 2005, ha hecho posible que los líderes de la Iglesia y los padres de familia echen una mirada profunda y llena de retos a lo que creen los adolescentes de hoy y cómo actúan ellos a la luz de esas creencias. De la cantidad de datos recopilados y analizados en este importante estudio, cinco de los hallazgos son cruciales para que los padres comprendan lo que se necesita para construir familias sólidas hoy y en los años venideros.

1. Los padres cuentan

Quizás el hallazgo más saltante de la investigación NSYR implica el rol de los padres de familia. Smith encontró que la única influencia más importante en la vida religiosa y espiritual de los adolescentes es la de sus padres. En el análisis de las respuestas al estudio, los investigadores encontraron numerosos “reflejos” entre padres y adolescentes mostrando un reflejo claro y preciso entre lo que los padres hicieron y creían y lo que hacen y creen sus hijos adolescentes. Con esta perspectiva, el papel y la fe de los padres (especialmente para las familias anglosajonas¹) se convirtieron en un factor importantísimo en la mayoría de los resultados estudiados, así como el punto fundamental de referencia para cambiar el statu quo.

2. ¡Lo que sea!

Pese a lo que podemos pensar, la investigación encontró que la fe de la mayoría de los adolescentes es muy convencional y, lamentablemente, relativamente inofensiva. Esta generación de jóvenes no pretende “agitar las aguas” así como lo hicieron otros en generaciones anteriores; más bien quieren estar de acuerdo para poder llevarse bien. ¡Lo que sea o whatever! es parte de su vocabulario y es un principio primordial de su sistema de creencias. Cualquier cosa que uno elija creer (o no creer) está bien con la mayoría de los adolescentes. Mientras que un gran porcentaje de adolescentes profesan su fe en Dios (84 por ciento de la juventud católica) y algunos realmente vienen a la Iglesia, hay muy poca evidencia de que la fe es más profunda que eso para la mayoría de los adolescentes.

3. El poder de la fe

El otro lado de la moneda de la creencia nos muestra que “la fe religiosa y la práctica ejercen influencias importantes, positivas, directas e indirectas en la vida de los adolescentes, ayudando a formar adolescentes saludables, más comprometidos que viven vidas más constructivas y prometedoras” (Soul Searching, 263). Los adolescentes que practican y desarrollan su fe más allá de un nivel superficial parecen ser más felices y saludables

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que aquellos que no lo hacen. Y ¿qué padre o madre no desea ese resultado para sus hijos? Smith encontró que este mismo “éxito” se extiende también a las comunidades de fe. Parece ser más probable que las parroquias que “priorizan el ministerio a los jóvenes y apoyan a sus padres, que invierten en líderes capacitados y calificados de los grupos juveniles y que hacen un esfuerzo serio para acoger y enseñar a los adolescentes, atraigan a jóvenes a su vida religiosa y fomenten la madurez espiritual y religiosa en sus miembros jóvenes” (Soul Searching, 261-262). La conclusión es que la fe funciona y, mientras más recursos ponga la Iglesia para que los jóvenes practiquen su fe, más llenas de fe estarán nuestras iglesias.

4. ¡Estamos en quinto lugar!

Uno de los descubrimientos más sorprendentes de la investigación del NSYR es el lugar donde los adolescentes católicos se encuentran entre las denominaciones cristianas en cuanto a vivir y practicar su fe. Cuando se analizaron los comportamientos religiosos específicos como son leer las Escrituras o rezar a solas, asistir a los viajes de misión, retiros, grupo de jóvenes o servicios religiosos, la clasificación apareció así: 1. Mormones 2. Protestantes conservadores 3. Protestantes de raza negra 4. Protestantes tradicionales 5. Católicos 6. Judíos 7. No-Religiosos Tristemente, en esta lista los católicos aparecen en una posición algo baja en comparación con las otras confesiones cristianas.

5. La fe como una lengua extranjera

El NSYR encontró que la gran mayoría de los adolescentes “... increíblemente, tiene dificultad en expresar su fe, sus creencias y prácticas religiosas y su significado o el lugar que éstas tienen en su vida” (Soul Searching, 131). La mayoría no sólo tiene dificultad al hablar de su fe o utilizar el lenguaje de la fe, sino que los investigadores encontraron que muchas de las creencias que recordaron los adolescentes fueron “desde la perspectiva oficial de sus propias tradiciones religiosas, al menos, de hecho, erróneas” (Soul Searching, 262). Durante las entrevistas del NSYR, los investigadores encontraron,

con frecuencia, a jóvenes que mencionaron que su conversación de una hora con los investigadores acerca de sus creencias, había sido la primera vez en que algún adulto había abordado ese tema con ellos. ¿La solución? Los padres deben entablar diálogos periódicos y valiosos con sus adolescentes que incorporen aspectos de lo que ellos creen y por qué. ¿Alguno de nosotros podría aprender a hablar un nuevo idioma tomando una clase de una o dos horas un par de veces al mes? Sin duda, la clase va a ayudar, pero no va a lograr que nosotros hablemos y comprendamos el idioma. Con nuestra fe católica pasa lo mismo. Si las conversaciones sobre la fe no ocurren en el hogar o los adolescentes no participan en ellas en la Iglesia, aprender a hablar el idioma de la fe y el desarrollo de una fe más profunda seguirá siendo una batalla sin fin.

Una ruta nueva hacia un viejo destino

Albert Einstein dijo que “ningún problema puede ser resuelto desde el mismo nivel de conciencia que lo creó.” Si queremos avanzar en la fe, tenemos que empezar a pensar, a actuar y a creer en forma diferente. Pero cambiar sólo por el hecho de cambiar es algo temerario. Afortunadamente, nuestra Iglesia nos sirve de guía en esa dirección. En el documento de 1997, Renovemos la visión: Fundamentos para el ministerio con jóvenes católicos, los obispos de los Estados Unidos afirman que “todo el ministerio con adolescentes debe ser dirigido hacia la presentación de la Buena Nueva de Jesucristo a los jóvenes y de invitarlos y retarlos a ser sus discípulos.” En otras palabras, se trata de un discipulado, de tratar de seguir los pasos de Jesucristo y de amar a Dios y al prójimo con el corazón, el alma y la mente. El discipulado significa conocer nuestra fe (mente), creer nuestra fe (corazón) y vivir nuestra fe (manos) en este mundo.

El aprendiz

Juntos, padres, catequistas, líderes de la pastoral juvenil, sacerdotes y obispos, van en una jornada con nuestros jóvenes a lo largo del camino del discipulado. Este “acompañamiento” es conocido como un aprendizaje y hoy es uno de los principales cambios necesarios en la formación de la fe. Los discípulos aprendices necesitan un enfoque activo y práctico de la vida, apoyado por oportunidades concretas para practicar el discipulado en la Iglesia, en la casa, en la escuela y en la comunidad. Esto significa que la persona joven es vista como un participante activo en todo el sistema, alguien que se espera que ponga su fe en acción, transmitiéndosela a los demás. Como padres, ¿de qué manera cambiarían las interacciones, las invitaciones y el compromiso con nuestros niños y adolescentes si creyéramos que nuestro papel colectivo fuera ayudar a los aprendices a ser discípulos de Jesucristo?

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Practicando la fe en nuestro hogar

La investigación del NSYR identificó a los padres como los más influyentes maestros de la fe para sus niños y adolescentes; más influyentes que cualquier obispo o sacerdote o ministro juvenil y más duradero que cualquier programa de formación en la fe. El Directorio nacional para la catequesis también identifica este hecho fundamental, diciendo que “los padres son los agentes que más influyen en la catequesis de sus hijos”. (NDC 258). Hay muchas acciones—desde simples a profundas—que los padres pueden hacer para crear familias y jóvenes católicos sólidos. Aquí damos algunas sugerencias: • Hagan que los tiempos de las comidas sean sagrados e inviten a sus niños y adolescentes (como aprendices) para que dirijan la oración. Utilicen la conversación durante la cena para hablar acerca de los eventos y situaciones diarias y procuren aplicar los valores y las creencias católicas tales como el carácter sagrado de toda vida, la opción preferencial por los pobres y marginados, el trato respetuoso y digno hacia los demás y la creencia encarnada en un Dios que nos acompaña a lo largo de nuestra vida. • Lean y hablen de las Escrituras, en familia, e inviten a cada miembro a compartir lo que Dios les dice a ellos a través de la lectura de las Escrituras. • Oren juntos fuera de los tiempos de las comidas y utilicen bendiciones simples en la noche para conmemorar los días y los eventos especiales de la vida de los miembros de la familia. • Muestren arte religioso en la casa y asegúrense que cada persona tenga su propia Biblia (apropiada para su edad). • Es de esperar que cada persona participe activamente en algún tipo de ministerio parroquial o de servicio a la comunidad. Busquen oportunidades para servir juntos, en familia. • Hagan que la Misa, la pastoral juvenil y toda actividad de la Iglesia sean una prioridad en su familia y asegúrense de estar a día con su propia fe. Hay muchas otras sugerencias en el artículo, “Sugerencias para vivir la fe en familia” que se encuentra más adelante en este folleto. La idea es hacer algo y comenzar ahora. No se necesita ser un estudioso de la Biblia para iniciar la lectura de las Escrituras y compartir lo que ello significa en su vida. No es necesario haberse graduado en teología para hablar acerca de algún dilema moral con sus hijos utilizando valores católicos como el respeto a la vida y a la dignidad de cada ser humano. No es necesario ser un ministro eclesial laico para iniciar una oración con y para 6

su familia. La fe es un caminar diario con Dios que cada día nos acercará un poco más al gran misterio que es Dios. La fe es un caminar para toda la vida en el que los padres, los niños y los adolescentes, caminan lado a lado.

Los siguientes pasos en la fe familiar

Tomando en cuenta todo lo que se ha escrito hasta ahora, ¿cuáles son los pasos que su familia debe tomar en su jornada de fe? En este folleto encontrarán varias herramientas que le ayudarán a determinar el siguiente paso de su familia en la fe. Inventario de fe para la familia • Al final de este artículo hay un breve inventario para identificar las diversas maneras en las que uno puede practicar la fe en el hogar. Esto no es una prueba, es más bien una evaluación personal para ayudarles a definir la manera en la que viven su fe y en qué áreas les gustaría crecer. • Para utilizar mejor el inventario, hagan una copia para cada adulto de la casa y para cualquier otro miembro de la familia que ustedes consideren apropiado. Tomen tiempo, en forma individual evaluando cada calificación. Luego revisen todas las calificaciones y marquen las que les gustaría cambiar en el año que viene. Alienten a cada persona a ser honesta y a no marcarlas como ellas piensan que los demás creen que contestarían. Luego, compartan los resultados entre ustedes. Luego que los padres hayan completado estos pasos, reúnanse como familia para hablar sobre el cambio que desean ver en el año que viene y utilicen la siguiente página del inventario para crear las dos etapas de sus planes de fe, tanto individual como familiar. No sientan que tienen que hacer todo a la vez. Es posible que la mayoría de las cosas que desean cambiar, sucederán si comienzan con sólo un par de acciones en forma regular: comiendo juntos, participando en la Misa o pasando unos minutos leyendo las Escrituras y compartiendo la fe en familia. Ideas para compartir la fe Una de las mejores maneras para crecer en la fe y utilizar el lenguaje de la fe en el hogar es compartiendo la fe. Hay muchas maneras de compartir la fe con los demás. En este folleto hay varios formatos que se detallan en la sección Sugerencias para vivir la fe en familia (página 12). Experimenten cada uno de éstos y asegúrense de que los adolescentes aprendan a liderar en aquellos momentos en los que comparten la fe. Recursos Hay muchos recursos tanto en versión impresa como en línea para que les ayuden, como padres de familia, a compartir y a transmitirles la fe a sus niños y

adolescentes. La página 16 enumera algunos de los recursos disponibles para padres y familias católicas. Ya que se crean nuevos recursos en forma regular, les recomendamos conectarse con algún recurso en línea o blog que les pondrá al día acerca de los recursos más recientes. Además, la Federación nacional para la pastoral juvenil católica (NFCYM) ha desarrollado un extenso sitio web específicamente para los padres de familia llamado Developing Strong Catholic Families (Formando familias católicas sólidas) (www.nfcym.org/family) donde los padres pueden tener acceso a recursos para “compartir, celebrar y vivir su fe en el hogar y en el mundo.” (RTV 12).

Un estilo de vida que es integral

El historiador de la iglesia, R. Scott Appleby, de la Universidad de Notre Dame, lo resume así: “el reto de la educación y la formación católica en nuestra era de los medios de comunicación y del ciberespacio, no es otra cosa que esto: los católicos mayores deben ser restaurados a y los católicos más jóvenes introducidos a un entendimiento del catolicismo como un estilo de vida integral.” Este estilo de vida católico puede expresarse por medio de cuatro áreas: familia y comunidad; oración y culto; formación; y, justicia y servicio. Ayudando a desarrollar y a apoyar este estilo de vida católico desafía a la Iglesia a responder a una de sus más importantes preguntas: ¿qué está haciendo ella para ayudar a formar, apoyar y nutrir a los padres de familia en estas áreas de fe para que estén mejor equipados para transmitir la fe a sus hijos? De hecho, el lograr este estilo de vida integral no recae

sobre los hombros de los padres o del líder, requiere la colaboración activa de las familias con los líderes de la comunidad de fe. ¡Esto se logra con trabajo, compromiso y fe! Mientras seguimos adelante en este caminar compartido, deseamos que su familia experimente lo profundo y lo amplio de este estilo de vida integral, ya que juntos, trabajamos para lograr familias católicas sólidas que puedan sustentar a la próxima generación de discípulos lleno de fe.

Nota al pie

En ciertas medidas dentro del NSYR, hay diferencias entre los adolescentes hispanos y sus contrapartes blancos. Generalmente, es más probable que los hispanos adolescentes y sus padres consideren su fe “extremadamente importante” o “muy importante”. Sin embargo, es menos probable que los adolescentes hispanos católicos, comparados con los adolescentes blancos, asistan a la Misa el domingo o participen en las actividades de la pastoral juvenil a pesar del gran compromiso de sus padres. Mientras que los adolescentes hispanos informan más actividades religiosas que sus pares blancos como la oración personal o la lectura a solas de las Escrituras, los adolescentes blancos informan con más frecuencia que “rezan juntos a la hora de la comida”. 1

Consulte Caminos de esperanza y de fe entre los adolescentes hispanos: reflexiones y estrategias pastorales inspiradas en el Estudio nacional sobre los jóvenes y la religión; Ken Johnson-Mondragón, Instituto Fe y Vida; St. Mary’s Press, 2008.

Family Support is just a click away Visit NFCYM’s Family web resource area today! www.nfcym.org/family

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Inventario de fe para la familia Tómense un momento para considerar cada una de las acciones y de las actitudes que se enumeran a continuación y marque con un círculo el número que mejor describa la manera en que usted vive hoy esa área de fe en familia. Cuando haya terminado, note si está satisfecho con la calificación o si a usted, o a su familia, le gustaría comenzar a elaborar y desarrollar un plan de fe para la familia en el año que viene.

Familia y comunidad ¿Cuánto reconoce nuestra familia lo sagrado que es comer juntos, en familia, y descubrir a Dios en los momentos ordinarios de la vida familiar y parroquial? 1. Comer juntos es una prioridad en nuestro calendario familiar. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 2. Ser católico es una parte importante de nuestra identidad familiar. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 3. Participamos en eventos sociales y eventos de la comunidad en nuestra parroquia (aparte de la Misa). Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 4. En nuestro hogar se puede encontrar arte religioso, imágenes y Biblias. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar

Oración y culto ¿Reconoce nuestra familia y encarna la centralidad de la oración en la vida católica, tanto en forma individual como colectiva? 1. Asistimos a la Misa juntos todos los domingos. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 2. Rezo por mi cuenta (aparte de la Misa). Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 3. Rezamos juntos en familia (aparte de la Misa). Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 4. Los miembros de mi familia se turnan para dirigir las oraciones. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar

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5. Nosotros celebramos los tiempos del año litúrgico (i.e, Adviento, Cuaresma) con oraciones especiales, acciones, y rituales en el hogar. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 6. Las ocasiones especiales de la familia son celebradas con oraciones y/o bendiciones. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar

Formación ¿Cuán importante es aprender y crecer en la fe en nuestra vida personal y familiar? 1. Leo las Escrituras por mi cuenta. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 2. Leemos las Escrituras juntos, en familia. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 3. Le damos un gran valor al hecho de aprender más sobre nuestra fe católica Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 4. Participo en oportunidades de formación en la fe (i.e., clases, lecturas espirituales, y dirección spiritual). Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 5. [PADRE/MADRE SOLAMENTE] Me aseguro que mis niños/adolescentes participen en oportunidades de formación en la fe (i.e., pastoral juvenil, educación religiosa, retiros, viajes misioneros, etc.). Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar

Justicia y servicio Como individuos y como familia ¿buscamos oportunidades para hacer obras de caridad en nuestro vecindario, iglesia, o en otras organizaciones? 1. Discutimos los eventos actuales a la luz de los valores y las creencias de la fe católica. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 2. [PADRE/MADRE SOLAMENTE] Soy modelo de discipulado (siguiendo a Jesús) para mis niños y/o adolescentes. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 3. En nuestra familia hablamos acerca de la moral y cómo juzgar entre lo bueno y lo malo. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 9

4. Yo participo en justicia y servicio regular en la parroquia y en la comunidad en general. Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar 5. [PADRE/MADRE SOLAMENTE] Esperamos que los miembros de nuestra familia participen en los ministerios o servicios de la parroquia, además de la Misa y la educación religiosa (lector, ujier, catequista, coro, clases sobre la Biblia durante las vacaciones, etc.). Nunca Muy Poco Un poco Con frecuencia Siempre 1 2 3 4 5  Está bien  Cambiar

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Desarrollando un plan de fe para la familia Después que cada adulto haya completado su inventario de fe para la familia, utilicen esta hoja de trabajo para indicar qué pasos desean tomar el próximo año, como individuos y como familia. Para ayudarles con este proceso, lean las numerosas sugerencias que se encuentran en el artículo, “Sugerencias para vivir la fe en familia” que encontrarán en la siguiente página. Asegúrense que toda la familia esté presente y puedan dialogar mientras revisan las secciones C y D antes de firmar el Pacto en la parte inferior. A. Utilizando los cuatro temas del inventario de fe y su calificación para cada declaración, indiquen el nivel general de satisfacción para cada una de ellas en lo que respecta a su vida de fe. Familia y comunidad Oración y culto Formación Justicia y servicio



Nada satisfecho Algo 1 2 1 2 1 2 1 2

satisfecho Muy satisfecho 3 4 5 3 4 5 3 4 5 3 4 5

B. En forma individual reflexionen sobre cada una de sus calificaciones en el inventario y seleccionen las dos cosas que harán para crecer en la fe en el próximo año. 1.

Fecha de inicio:

2.

Fecha de inicio:

C. Compartan las calificaciones de sus inventarios con los otros miembros de su familia y seleccionen las dos cosas que harán como familia para crecer en la fe en el próximo año. 1.

Fecha de inicio:

2.

Fecha de inicio:

D. Consideren sus respuestas a las preguntas de arriba y hagan una lista de los recursos, apoyo o ayuda que necesitarán de su comunidad parroquial para lograr sus metas y crecer en la fe, ya sea en forma individual o como familia. 1. 2.

Pacto Familiar La familia ____________________________ se compromete a tomar los pasos delineados arriba con el propósito de crecer en nuestra fe católica en el año próximo. Firmado por todos los miembros de la familia:

Sugerencias para vivir la fe en familia Incluye las contribuciones de Greg “Dobie” y de Lisa Moser, Cleveland, y de Michael Theisen, Rochester, New York El aprender a amar y a criar a hijos y a adolescentes como personas de fe y seguidores de Jesús es una tarea difícil y para toda la vida. Reconociendo que la vida de los demás es un regalo y no una posesión, tenemos la responsabilidad de criar a nuestros hijos a imagen y semejanza de Dios, no a la nuestra. Al reflexionar acerca de su familia y de cómo ésta pudiese crecer más fuerte en las áreas específicas que se ilustran en el inventario de fe familiar, tomen en cuenta algunas de las siguientes sugerencias. Recuerden también, que no están solos. El párroco de su iglesia, el director o directora de educación religiosa y los líderes de la pastoral juvenil son un gran apoyo y tienen muchos recursos disponibles para el continuo caminar de su familia en la fe.

Familia y comunidad

Reconozcan lo sagrado de una comida en familia y aprendan a descubrir a Dios en los eventos ordinarios, como cuando comparten su auto con otros (car pool), cuando hacen las compras del mercado y cuando ayudan con las tareas escolares, la manera en que Dios está presente y vigente. Estamos nadando en un océano lleno de la gracia de Dios, así que busquen la manera de celebrar y de abrazar los dones de la vida y de la gracia que se encuentran presentes en la vida familiar y parroquial, así como en la vida de la comunidad más amplia. • La hora de la comida debe ser sagrada—Establezcan días de la semana que sean para las “comidas familiares” y pídanles a todos que acomoden sus horarios alrededor de este tiempo sagrado. Utilicen la comida para rezar juntos y compartir sus alegrías y esperanzas, así como sus decepciones y dolores. Ayuden a revivir la conexión entre la mesa de la casa y la mesa del Señor celebrando juntos la Eucaristía todas las semanas. • Compartan sus momentos de encuentro—Los “momentos de encuentro” son una manera simple y significativa de enfocarse en las experiencias más importantes en esas noches de comida familiar o cualquier otro día cuando la familia se reúna. Inviten a cada uno a que comparta un momento de su pasado reciente (día, semana, o mes) cuando se toparon o se cruzaron con Dios en su vida, en otras palabras, ¿donde vieron recientemente alguna evidencia de la presencia de Dios en su vida o en el mundo? • Elijan sabiamente—Los dos mejores recuerdos de sus hijos y de sus adolescentes incluyen cuánto amor recibieron en casa y cuánto tiempo pasaron juntos, en familia. Cuando piensen en alguna actividad o en algún cambio en el horario o calendario, pregúntense,” ¿al hacer esta actividad o al encender esta pantalla, estaré fortaleciendo o debilitando nuestra vida familiar?” • Llenen su casa con imágenes de fe—Vayan a una 12

tienda de artefactos religiosos e inviten a cada miembro de la familia para que seleccione un artículo de fe que ellos quisieran ver expuestos en la casa. También, asegúrense de tener una Biblia para la familia y que sea apropiada para los jóvenes tanto en casa como en el dormitorio de cada persona (para ver una lista de las Biblias que se recomiendan, visiten el sitio web Strong Catholic Family que mencionamos en este folleto. • Modelen el amor y el perdón de Dios—El amor conyugal es recíproco, el amor de los padres es intergeneracional; el amor es transmitido y sirve de modelo para las futuras generaciones. En nuestros hogares, el amor hacia los demás debe imitar el amor de Dios hacia toda persona, de toda edad, raza y cultura. Asegúrense que aquellos momentos de perdón y reconciliación familiar puedan ser vistos por toda la familia. No “escondan” las disculpas, que los miembros de la familia que hayan sido testigos de algún conflicto familiar, sepan que el conflicto ha sido resuelto. Hagan el compromiso de participar, como familia, en el sacramento de la reconciliación; especialmente durante la Cuaresma. • Pónganse en contacto con otros padres de familia— Busquen a otros adultos y a padres de familia quienes comparten su compromiso de ser buenos padres católicos. Aprendan de sus historias, de sus estrategias y de sus experiencias. Pídanle a su parroquia que comience a reunir a grupos de familias católicas sólidas (en persona o por Internet) donde los padres se junten regularmente para compartir, orar y apoyarse unos a otros durante este caminar juntos.

Oración y culto

La oración y el culto en familia son fundamentales para construir una familia católica sólida. Tengan en cuenta que el objetivo de la oración individual, en familia, o en comunidad y el compartir de la fe es hacer “la conexión con Dios”. Cuando compartimos la fe con otros, estamos intentando responder a estas preguntas: “¿dónde está Dios en todo esto?” y “¿qué me está diciendo Dios hoy?”” • Recen por su cuenta—Es muy difícil rezar en voz alta, incluso con los miembros de la familia, si uno no se toma el tiempo para desarrollar su propia vida de oración. Tomen unos minutos durante el día o la noche para silenciar todas “las voces” de afuera y activar la conexión con Dios. Busquen un lugar tranquilo y sin interrupciones y lean las Escrituras y compartan sus preocupaciones, esperanzas y temores con Dios. Permanezcan en silencio y abiertos a la respuesta que Dios les da. Si les es útil, usen un diario para escribir sus reflexiones durante su tiempo de oración. • Oren juntos—Piensen en todos los momentos familiares sagrados en los que se puede integrar la oración: en los

cumpleaños, aniversarios, momentos de crisis, viajes, fiestas religiosas y cívicas, accidente en su coche, triunfos, fiesta de promoción, noviazgo, Confirmación y otras ocasiones grandes y pequeñas. Utilicen oraciones tradicionales como el Rosario o el Padre Nuestro o las oraciones impresas y otras ideas encontradas en este folleto e inviten a los diferentes miembros de la familia para dirigir la oración. • Imiten los tiempos litúrgicos—En su hogar, muestren los colores y los símbolos de cada tiempo litúrgico. Las coronas y las velas de Adviento, el nacimiento, las cenizas, las palmas, el calendario de Cuaresma, los árboles con los huevos de Pascua y cosas similares; relacionen la vida y los tiempos de la iglesia con la vida familiar diaria. • Que la oración en familia se convierta en ritual—Con regularidad, hagan la señal de la Cruz en la frente de cada miembro de la familia mientras dicen: Dios te bendiga y permanezca contigo. Hacer esto como un ritual cada noche antes de acostarse y cada mañana antes de salir de la casa o salir de viaje. • Sean creativos con la oración familiar—Para captar la mente de los jóvenes y de las personas mayores por igual, utilicen objetos o imágenes para ayudar a los miembros de la familia a conectar la vida con la fe. Aquí les damos unas cuantas ideas para compartir la fe por medio de objetos y de imágenes: ◊ Oraciones con algo de sus bolsillos—Invite a todos a que saquen algún objeto de su bolsillo o de su cartera y lo coloquen en el centro de la mesa. A continuación, inviten a cada persona a pensar sobre su relación con Dios en este preciso momento y que elija el objeto que mejor la describa. Que cada persona (de menor a mayor) comparta su reflexión. ◊ Oraciones con algo del periódico—Distribuyan algunas secciones de un periódico (o de varios periódicos) a cada persona de su familia y denles tiempo para encontrar algún titular o anuncio que mejor describa su vida en estos momentos. Después de que cada una haya compartido su reflexión, concluyan con una oración compartida, pidiéndole a Dios que esté presente con cada uno en su caminar de vida y de fe. ◊ Oraciones con algo de la naturaleza—Inviten a cada persona para que traiga algún objeto de afuera que mejor describa a su familia en estos momentos. Inviten a cada una de ellas para que compartan (de menor a mayor) y concluyan uniendo sus manos y diciendo el Padre Nuestro, seguido por una señal de paz. ◊ Oraciones con alguna foto o cuadro—Usen un viejo álbum de fotos o cuadros colgados en casa e inviten a cada persona a pensar en la imagen que mejor refleje su fe en esos momentos (o que defina a la familia, el hogar o la vida en estos momentos). Inviten a cada persona para que comparta y, luego, que cada una ofrezca una oración con su intención personal.

◊ Oraciones con algo de comer—Inviten a cada persona a seleccionar algún alimento que tengan en casa (en el armario o en el refrigerador) que mejor simbolice la semana pasada para cada una de ellas. Inviten a cada una a compartir (de menor a mayor) y concluyan con una oración espontánea o tradicional. ◊ Oren antes de las comidas cuando coman fuera de casa—Cuando coman fuera de casa, como familia, tómense su tiempo para hacer una pausa, hacer la Señal de la Cruz y ofrecer una oración por la comida que van a consumir. Esto es un testimonio público de la fe de su familia y, a ella, le dice mucho sobre la manera de vivir su fe católica. ◊ Aprovechen los tiempos litúrgicos—Utilicen los tiempos litúrgicos de Adviento y de Cuaresma para crecer más profundamente en la fe y para iniciar una práctica de fe en familia como la Lectio Divina (descrita en la sección de “Formación”) o para rezar el Rosario. Realicen labores de servicio y de sacrificio juntos, en familia, y apóyense los unos a los otros en estos esfuerzos para que puedan continuarlos después de que termine el tiempo litúrgico. ◊ Oren con la música—Los jóvenes encuentran gran significado en su música. Inviten a sus niños y adolescentes a tocar alguna canción que tenga un significado especial para ellos y que tenga un mensaje de fe y que compartan por qué. Esto también puede hacerse con películas.

Formación

• Los documentos de la iglesia dicen claramente que los padres son los principales catequistas o maestros de la fe para sus hijos. Busquen la manera de transmitirles una fe viva y activa a sus niños y adolescentes y asóciense con la parroquia (y la escuela católica, si fuese pertinente) para apoyar ese caminar de fe a lo largo de toda la vida y que sirve de modelo a todas las generaciones dentro de la familia. • Esperen transmitir la fe—La evangelización significa compartir la Buena Nueva de nuestra fe con los demás. A fin de cumplir con esta expectativa debemos primero nombrar y reclamar la fe para nosotros. Nadie se gradúa de “formación en la fe,” éste es un caminar para toda la vida. Por lo tanto, asegúrense que cada miembro de su familia crezca en su propia fe. Los padres de familia que participan en el estudio de la Biblia para adultos, en retiros, en programas de formación para adultos o que prestan servicios como catequistas y padrinos, transmiten esta fe actualizada y revivificada a sus amigos y a otros miembros de la familia. • Den su apoyo a los retiros y a la pastoral juvenil— Es de esperar que sus hijos adolescentes participen regularmente en las actividades de formación en la fe y de la pastoral juvenil en la parroquia, especialmente en los retiros y viajes de misión que, como es sabido, dan muchos frutos en el crecimiento de los jóvenes en

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la fe. Apoyen continuamente a éstos y otros esfuerzos con su tiempo, sus oraciones y quizás, con sus dones de liderazgo. • Cuentos en familia—No fue coincidencia que Jesús utilizara cuentos para comunicar unas grandes verdades y una profunda sabiduría. A menudo, a través de nuestras historias familiares, podemos sacar a la luz la gran sabiduría, los valores y su significado. Recuerden algunos importantes acontecimientos e historias familiares (o vean vídeos que grabaron en esos momentos especiales) y pídanles a cada miembro de su familia que reflexionen sobre lo que eso les enseñó acerca del amor de Dios, del perdón de Dios y del significado del sufrimiento y de la gracia. • Leyendo y orando con las Escrituras en casa—Para leer y compartir las Escrituras juntos, en familia, utilicen una simple adaptación de los tres pasos de una antigua oración monástica llamada Lectio Divina (lectura divina) que supone leer tres veces una lectura breve de las Escrituras (preferiblemente alguna sección de una de las lecturas del domingo próximo). Se recomienda que cada miembro de la familia tenga una Biblia (apropiada para su edad) y que use la misma traducción católica como la Nueva Biblia Americana (NAB) que se utiliza en la Misa o la nueva versión estándar revisada (NRSV). Los tres pasos son como sigue: ◊ Proclamar la lectura y, luego, hacer una pausa. Después de un momento de reflexión en silencio, invitar a cada persona a que comparta alguna palabra que le haya “hablado” a ella (no compartan nada más en este momento). ◊ Proclamar la lectura por segunda vez y, luego, hacer una pausa. Después de un momento de reflexión en silencio, invitar a cada persona a que comparta alguna frase que le “hable” a ella (no compartan nada más en este momento). No es necesario que la frase incluya la palabra que usó en el primer paso. ◊ Proclamar la lectura por tercera vez y, luego, hacer una pausa. Después de un momento de reflexión en silencio, invitar a cada persona a que comparta lo que Dios les está diciendo a ellos en esta lectura. Pueden elegir terminar con una oración espontánea, una oración compartida en familia, una oración personal con alguna intención especial o con un Ave María, el Gloria, o el Padre Nuestro.

Justicia y servicio

Hay muchas necesidades tanto dentro de la parroquia como en la comunidad en general y nuestra fe nos exige que demos de comer al hambriento, dar refugio y vestir al que no tiene hogar, visitar a los enfermos y a los que están en prisión y cuidar a los marginados. Busquen las oportunidades para realizar estas obras de misericordia tanto individualmente, como en familia, en su vecindario, iglesia u otra organización. Estas acciones de gran generosidad muestran una fe viva en acción y son un elemento esencial del discipulado.

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• Hagan el ministerio juntos—Es de esperar que cada persona de la familia participe en algún ministerio en la parroquia con el objetivo más grande de servir junto a otro miembro de la familia. Quizás madre e hija puedan servir como lectoras, o padre e hijo puedan servir como catequistas y ayudantes o toda la familia pueda servir periódicamente como ministros de hospitalidad. Reflexionen acerca de los dones que tiene cada miembro y ayúdenle a discernir acerca del mejor lugar en donde utilizar esos dones para la vida y la misión de la comunidad parroquial. • Salgan fuera de la parroquia para servir—Busquen maneras de participar juntos, en familia, en el servicio comunitario, quizás trabajando juntos en un refugio para personas sin hogar, pasando la mañana de un sábado repartiendo Meals on Wheels (Comidas sobre ruedas), o “adoptando” a una familia que esté pasando necesidades e invitándola durante los días festivos. • Abracen el sufrimiento, las pérdidas y la muerte— Así como Jesús experimentó la vida, la muerte y la resurrección, así también lo hacen los padres y los niños. Cuando negamos el dolor, las luchas, la decepción y las pérdidas, privamos a nuestros niños y adolescentes de lecciones esenciales acerca del amor, del sufrimiento y del significado de la vida y de la muerte. Visiten la tumba de algún familiar o asistan juntos a un funeral, en familia, y permitan que estos momentos susciten conversaciones sobre la vida, la muerte, la resurrección y la vida eterna: la base misma de nuestra fe católica. • Enseñen la diferencia entre los deseos y las necesidades—Tengan cuidado de no darles muchas cosas materiales a sus hijos. Éstas pueden acabar con la iniciativa y crear expectativas que conducen al egoísmo. Trabajen juntos, en familia, para discernir si algo es un “deseo” o una “necesidad” y, al conseguirlo, qué diferencia haría en la persona y en la vida de la familia. Antes de conseguir o de comprar algún artículo, hagan que los miembros de la familia se fijen bien dentro de la casa para ver si pueden retornar o intercambiar alguna cosa (es decir que pueda ser donado) para así poder mantener las cosas materiales a un mínimo. • Utilicen un lente católico en sus conversaciones en familia— Cuando conversen sobre algún acontecimiento actual y alguna decisión difícil, tengan presente incorporar la perspectiva de nuestra fe y nuestros valores católicos en la discusión. Para tratar a los demás como queremos ser tratados, para perdonar generosamente, para defender la santidad de la vida desde el vientre hasta la tumba, para tomar en cuenta la atención especial que estamos llamados a mostrar hacia los pobres, los marginados y los oprimidos y para tratar a todos nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo con respeto y dignidad, son éstos los lentes importantes que debemos utilizar y nombrar cuando tengamos conversaciones en familia o nos pongamos a resolver problemas familiares.

Oraciones de fe para la familia Una oración para los padres de familia Dios de toda creación, tu aliento dio vida a toda la humanidad. Sopla en nosotros tu aliento de amor y guíanos, para que podamos ser padres sabios y compasivos. Llénanos de tu fuerza y de tu valor para poder proclamar tu presencia por medio de nuestras palabras y de nuestras acciones. Ilumínanos con palabras llenas de verdad y de consuelo cuando sea necesario usarlas y danos paciencia y humildad mientras dirigimos a nuestra familia en nuestro caminar. Ayúdanos a transmitir a nuestros hijos una fe que es importante, contigo como centro y cimiento de nuestra familia. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Una oración para niños y adolescentes Dios de los jóvenes, tú esperanza y tu promesa abundan en la iglesia joven y mediante ella. Bendice y conserva cerca a nuestros hijos. Dales ojos que vean tu presencia cada día, oídos que escuchen tus palabras de vida eterna, labios que hablen tu verdad, y manos que ayuden a todo aquel que lo necesite. Que cada paso que den los acerque más a ti y te conozcan cada vez más. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Una oración para la familia Señor de la vida, Bendice y protege a nuestra familia. Mantennos cerca, conectados y protegidos de todo mal. Llénanos de amor y paciencia en nuestro trato mutuo. Ayúdanos a resolver todo lo que nos separa y a celebrar todo lo que nos une como familia, en donde vives y reinas por lo siglos de los siglos. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Recursos en línea Fortaleciendo familias en la fe

http://www.nfcym.org/family/index.htm El sitio web de la NFCYM para los padres de familia católicos tiene recursos y sugerencias que cubren las siguientes áreas: • Entendiendo la cultura juvenil—Las tendencias actuales en la cultura de los jóvenes, incluyendo los temas “candentes” que afectan hoy en día a los adolescentes así como enlaces a críticas de películas y música. • Nuestra fe católica—Información sobre la fe católica, incluyendo todo, desde las enseñanzas de la iglesia a los recursos espirituales. • El cuidado de los hijos y la vida familiar—Estímulo para los padres sobre cómo desarrollar una cultura católica en su familia. Recursos para el matrimonio y apoyo para padres/madres sin pareja y familias combinadas. • Realidad y dones multiculturales—Información sobre diferentes perspectivas y asuntos culturales. • Recursos e investigación—Investigaciones sobre las actitudes, los hábitos y las necesidades de los adolescentes. Además, el sitio web de la NFCYM para los padres de familia ofrece numerosos enlaces a otros sitios web que incluyen familia y matrimonio, blogs para padres de familia, música católica y cristiana y otros recursos.

Recursos impresos y en los medios de comunicación 52 Maneras sencillas para hablar con sus hijos acerca de la fe por Jim Campbell; Loyola Press, 2007 Trayendo el Evangelio a casa: un diario semanal para padres católicos (año de Mateo y año de Lucas) por Judith Dunlap; St. Anthony Messenger Press, 2006 Bendiciones y oraciones para el hogar católico, edición revisada; USCCB, 2007 La fe católica y la Biblia familiar, Harper Catholic Bibles, 2010 La Biblia católica para las relaciones familiares, Saint Mary’s Press, 2010 Tradiciones católicas en el hogar y en el salón de clase por Ann Ball; Our Sunday Visitor, 2005 Celebrando la fe: actividades para todo el año para las familias católicas por Mary Cronk Farrell; St. Anthony Messenger Press, 2005 Guía cristiana de supervivencia para criar a sus hijos de la A la Z por David M. Thomas; Twenty-Third Publications, 2007 Sólo noches en familia: sesenta actividades para mantener junta a su familia en un mundo en declive, Susan Vogt, redactora; Brethren Press, 1994 Nutriendo el crecimiento espiritual del adolescente de hoy en su hogar, en la escuela y en la parroquia por Michael Carotta; Harcourt Religion Publishers, 2007 Una guía para la oración para los padres de familia por Kathy Hendricks; Twenty-Third Publications, 2004 Caminos de esperanza y de fe entre los adolescentes hispanos: reflexiones y estrategias pastorales inspiradas en el Estudio nacional sobre los jóvenes y la religión, Ken JohnsonMondragón, redactor; Saint Mary’s Press, 2008 Orando con sus hijos por Pat Fosarelli; Resource Publications, 2003 Criando adolescentes felices, saludables y santos: un manual básico para los padres de familia por el Dr. Robert McCarty; NFCYM, 2009 Criando niños llenos de fe: ocasiones cotidianas para nutrir la espiritualidad en el hogar por Tom McGrath; Loyola Press, 2000 Examen de conciencia: una película sobre los adolescentes y Dios, Revelation Studios, 2007 (DVD: 79 minutos) Su familia católica: maneras sencillas para compartir la fe en el hogar porJim Merhaut; St. Anthony Messenger Press, 2006