Formacion de Las Naciones Modernas

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Formación de Naciones Modernas

20 de julio de 2011

Índice

Contenido Introducción Factores que influyen en la formación de los Estados Nacionales La formación del Estado Nacional de Francia La formación del Estado Nacional de Inglaterra Creación del Parlamento Conclusión Bibliografía Anexos

Paginas 3 4 7 8 15 21 22 23

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Orígenes de las Naciones

Los Estados Nacionales aparecen en la Edad Media formados por

países que tenían las

condiciones necesarias para realizar esta forma de gobierno, así surgen las primeras naciones europeas.

Después del reparto de Verdún la

debilidad de los sucesores fue notoria, hasta tal punto que Luis V último Monarca Carolingio, falleció sin dejar herederos.

Mencionaremos dos naciones que se convirtieron en grandes potencias: Inglaterra y Francia

Los factores que influyeron en

la formación de los Estados

Nacionales

La crisis que enfrentaban sociedades feudales

La sociedad feudal, durante el siglo XIV sufrió una grave crisis debido a un descenso demográfico generado por el retroceso de la producción agraria (malas cosechas, guerras, mal clima), lo cual produjo una escases y carestía de alimentos, y las consecuentes hambrunas y epidemias por una mal alimentación e higiene de la población, donde cabe destacar la peste negra: una peligrosa infección bacteriana que provocaba dolorosas lesiones de aspecto

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negruzco que exudaba sangre y pus, y que afectó a Europa a partir de 1348.

Esta crisis influyó en la relación entre los señores feudales y los siervos, donde a los primeros les disminuyó la población campesina y les fue más difícil obtener los tributos de sus siervos o retenerlos en sus tierras. También, a consecuencia de las prolongadas guerras por el continente, la población se redujo mucho más.

Estas situaciones ocurridas durante el siglo XIV y XV originaron las reformas ocurridas en la sociedad europea. Se generó un conflicto entre dos fuerzas opuestas (la búsqueda de lo nuevo y reforma de lo viejo) donde la expansión del comercio y del poder económico de los burgueses, junto con las disconformidades de los campesinos con su nivel de vida, eran dos fuerzas sociales que potenciaban la crisis del feudalismo. La aristocracia de los señores, principales beneficiarios del orden feudal, reaccionó para conservar sus privilegios. Este conflicto fue el origen del mundo moderno.

Las nuevas formas de organizar el trabajo rural y urbano

A lo largo del siglo XV la agricultura europea se reconstituyó. Muchas de las tierras abandonadas durante la crisis del siglo XIV fueron puestas otra vez en producción y se incorporaron otras nuevas. Una gran novedad fue que los productos rurales se convirtieron en una 4

atracción para los hombres de negocios, quienes comenzaron a invertir su dinero en la compra de tierras. La comercialización de esos productos tuvo un gran impulso debido al aumento de sus precios. La producción rural comenzó a ser vista como un negocio, como una fuente de enriquecimiento, por parte de algunos comerciantes urbanos y propietarios de tierras.

El país europeo en el que más se notaron estos cambios fue Inglaterra. Muchos propietarios se interesaron por comercializar lo que se producía en sus tierras. Esto los llevó a introducir innovaciones técnicas para aumentar la productividad.

En muchos casos los adelantos técnicos provocaban desocupación, ya que reducían la necesidad de mano de obra. Por lo tanto, gran cantidad de campesinos se vieron obligados a abandonar sus tierras, condenados a refugiarse en los bosques o a emigrar a las ciudades para hallar un modo de subsistencia.

En las ciudades, la mayor parte de la producción artesanal siguió controlada por los gremios. Con su rígida estructura de maestros

oficiales

y

aprendices,

los

gremios fijaban los precios, la cantidad y la calidad de los productos.

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Impacto de los descubrimientos Geográficos

La salida de Europa provocó un gran impacto en la mentalidad de una población que, durante el extenso período feudal, había vivido relativamente aislada e ignorante de lo que ocurría en otras tierras. En apenas cincuenta años, los europeos tuvieron que asimilar la realidad de un mundo distinto: la antigua sospecha de la redondez de la Tierra

Se

descubrieron

nuevas

fuentes

de

riqueza, las rutas comerciales de la Europa medieval eran limitadas y hacia el final del siglo XIV e inicios del siglo XV, se descubrieron nueva zonas (India, África y América) y rutas comerciales, lo que trajo aparejado el ingreso de metales preciosos como: la plata, el oro y las especias.

También a la vez se desarrollaron las finanzas internacionales debido al nuevo comercio y nació una nueva clase social: la burguesía, una nueva clase adinerada, que tenía como profesión la acumulación de la riqueza.

La Formación del Estado Nacional de Francia

La formación del Estado Moderno en Francia fue un proceso muy diferente del que se dio en España. La monarquía no tuvo el problema 6

de tener que unir reinos diferentes con tradiciones políticas y culturales opuestas. Además, como no tuvo la ventaja de ingresos provenientes de un imperio colonial, se vio obligada a llevar adelante la centralización fiscal y administrativa del reino, lo que reforzó la centralización del poder.

La monarquía de los Capeta extendió lentamente su soberanía, durante los siglos XIII y XIV, desde el centro de Francia hasta Flandes y el Mediterráneo.

Orígenes

Francia debe su nombre al pueblo germánico de los francos, quienes durante la decadencia del Imperio Romano de Occidente en el siglo V, invadieron la zona junto a los visigodos, tras el intento fallido de los hunos al mando de Atila.

No se puede hablar de Francia más que a partir del Tratado de Verdún (843), otros que a partir del acceso de Hugo Capeto al poder (987). Francos, burgundios (normandos),

(borgoñones), y

también

vikingos britanos

(bretones), se fundieron con los galos en el crisol que hoy se llama Francia.

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Sobre los territorios que componían la Francia de la Edad Media reinaron las siguientes dinastías:



Los Merovingios, descendientes de Meroveo y Clodoveo.



Los Carolingios, descendientes de Carlos Martel.



Los Capetos, luego los Valois, descendientes de Hugo Capeto.

Dinastía de los Merovingios

En época de los merovingios, desapareció la noción de Estado, o sea el (bien público) heredado de la Roma antigua, una institución desconocida entre los pueblos germanos e impera la confusión entre los bienes del tesoro del estado y los bienes privados del soberano. Esto provocó que a la muerte del Rey, el reino era dividido entre cada uno de sus hijos. No será hasta mucho más tarde cuando se recupere el Derecho Romano y aumente el poder del monarca para que renazca la noción de Estado y la monarquía sea hereditaria.

Aunque se instauró una división política entre el oeste (Neustria) y el este (Austrasia), el nombre de la Galia siguió usándose entre los cristianos hasta la dinastía siguiente de los Carolingios. Al final de la época merovingia, los reyes habían perdido la mayoría de su

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poder, mientras que los mayordomos de palacio, aristócratas francos, dirigían los asuntos del reino.

Dinastía Carolingia

Después de la dinastía Merovingia, le sucedería la Dinastía Carolingia, cuando Carlos Martel, vencedor frente a los árabes, se erigió en dueño del reino de los merovingios; su sucesor Pipino el Breve, obtuvo el consentimiento del Papa para destituir a los merovingios y erigirse en el primer Rey de la dinastía en 751, y conquistó tierras lombardas creando con ellos los Estados de la Iglesia, también conocidos como los Estados Pontificios o Patrimonio de San Pedro, pues se los donó al Papa y se declara al mismo tiempo garante de los mismos. Durante la Edad Media, la primera unión política duradera, se realizó con Carlomagno, quien además conquistó otras tierras formando un Imperio, que luego sus nietos dividieron. En el periodo carolingio se produjo un notable desarrollo de las artes y las letras, que se conoce como el Renacimiento Carolingio

Dinastía de los Capatos

La Dinastía de los Capetos (o Capeta) llegaron a gobernar Francia, lo que se denominó Feudalismo clásico. En todo este periodo el Rey 9

hubo de enfrentarse a los demás nobles de su reino, pero que a veces adquirían demasiado poder como para desafiar abiertamente la autoridad real. En este periodo se produjeron las Cruzadas y la Guerra de los Cien Años. Francia inventó el arte gótico, y hubo tiempo en el que con toda Europa fue víctima de la peste bubónica, epidemia que fue llamada la "Peste negra". También participó del Humanismo que sería precursor del Renacimiento.

Los Valois y la Consolidación del Estado Moderno Francés

A mediados del siglo XIV, la dinastía de los Capetos se extinguió e Inglaterra pretendió el trono de Francia. Pero la mayoría de la nobleza francesa, se opuso a tener un Rey Inglés y apoyó a Felipe de Valois.

La lucha por imponer a la dinastía Valois, de origen francés, y expulsar a los ejércitos ingleses, facilitó el proceso de formación de un Estado moderno. Hacia finales del siglo XV, el poder real estaba fortalecido por un ejército regular y un impuesto directo que no podía ser discutido, pero todavía no se había logrado organizar una administración unificada.

El prestigio de la dinastía de los Valois creció cuando Francisco I, decidió enfrentar a Carlos V y dirigió a la nobleza hacía guerras exteriores, para conquistar Italia. Pero después de la decisiva victoria 10

española de San Quintín (1557), en 1559 se firmó la Paz de CateauCambrésis. Francia debió renunciar a sus pretensiones sobre Italia y desde entonces Felipe II de España, intervino en la política francesa.

Las guerras de religión y el origen del absolutismo

Luego de la muerte de Enrique II de Valois, comenzó un largo conflicto religioso entre los hugonotes (protestantes franceses) y los católicos, dando origen a una guerra civil con la monarquía vacante. Esta lucha desencadenó

conflictos

sociales

más

profundos; y pronto se enfrentaron por el poder, las familias más importantes de la nobleza francesa.

Para sobrevivir los pequeños propietarios rurales sin recursos, se unían a los ejércitos católicos o protestantes. Los impuestos reales que había que pagar para la guerra, llevaron a las ciudades a la miseria. Se originó levantamientos entre los campesinos hambrientos por la devastación del campo de las constantes campañas militares. Hacia 1590, la nobleza se reunificó por el descontento rural y urbano. El hugonote Enrique de Borbón, en 1593, aceptó convertirse al catolicismo y desde entonces fue reconocido por los nobles católicos y protestantes como Enrique IV de Francia, fundador de la dinastía de los Borbones. Enrique IV reconstruyó la ciudad de París y la convirtió en capital permanente del reino y sede de la monarquía. 11

Se tomaron medidas para lograr la recuperación de la agricultura y el comercio de exportación y la monarquía recuperó su prestigio entre la sociedad medio siglo después. En 1598 cuando el Edicto de Nantes garantizó a los hugonotes libertad de conciencia, una limitada libertad de culto, y derechos políticos y militares, se consolidó la paz. Sobre estas bases, y a lo largo de todo el siglo XVII, se consolidó el poder absoluto de la monarquía francesa.

El siglo XVII está marcado por la instauración de la Monarquía absoluta o Absolutismo, que se consolida a través de Luis XIV, el "Rey Sol". El intento de imitación o copia en que se empeñaron los pueblos vecinos y sus gobernantes por la admiración e influjo que Francia producía condujo al advenimiento del llamado Despotismo ilustrado.

La presión que producía el poder de Francia condujo a guerras con todos sus vecinos, los cuales se aliaban entre sí para conseguir enfrentársele y contenerle. Sucedióle Luis XV, y Luis XVI. Desde finales del siglo y durante todo el siguiente el país, fue epicentro de tendencias intelectuales que se conocen bajo el término de la Ilustración, antesala de la Revolución Francesa y la Revolución industrial. Este movimiento de gran influencia en las ciencias y las artes, tuvo como principales representantes intelectuales a los 12

Enciclopedistas Denis Diderot y D'Alembert, así como a los filósofos Jean-Jacques Rousseau y Voltaire. El influjo de los ideales revolucionarios

motivaría

hondas

transformaciones

de

grandes

consecuencias en el mundo entero.

La Formación del Estado Nacional de Inglaterra

En el siglo XV, la nobleza inglesa era menos numerosa que en otros países del continente y estaba unificada; no existían señores con dominios territoriales independientes. Las ciudades, desde su origen, dependieron del Rey, y por esto tuvieron libertades económicas y comerciales.

Sin embargo, la administración y la autoridad real en Inglaterra, fueron mucho

más

fuertes

y

estuvieron

centralizadas mucho antes que en el resto del continente. Además, la lealtad de la nobleza a la monarquía estuvo asegurada durante más de cien años (entre 1339 y 1453 se desarrolló la Guerra de los Cien Años) por las victorias inglesas en los campos de batalla, en territorio francés.

Pero cuando los ingleses fueron expulsados de Francia, los nobles más poderosos comenzaron a luchar entre sí por la sucesión al trono. Entre 1455 y 1485 se desarrolla la Guerra de las Dos Rosas entre la

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Casa de Lancaster (rosa roja) y la Casa de York (rosa blanca), las dos más grandes familias de terratenientes del reino.

Orígenes del Estado de Inglaterra

Los normandos, vikingos asentados en Normandía (Francia) y que habían adoptado el francés como lengua, conquistaron Inglaterra en 1066. Guillermo el Conquistador, que tenía derechos sobre el trono inglés, venció al Rey Sajón Harold en la batalla de Hastings y fue coronado Rey. La dinastía normanda duraría hasta 1189, en que fueron sucedidos por los Plantagenet.

La anarquía de Inglaterra, es un periodo durante el cual tuvo lugar una guerra civil, bajo el inestable reinado del Rey Esteban de Blois (11351154), el sobrino del Rey Enrique I (1100-1135). Enrique nombró a su hija Matilde como su sucesora en el trono, pero a la muerte de Enrique I, Esteban se autoproclama como Rey. Una situación de inseguridad y agitación se prolongó durante el reinado de Esteban. El hijo de Matilde, el que sería más tarde Enrique II, había llegado a Inglaterra con la intención de conquistarla. Entonces Esteban, cansado de luchar, decidió firmar el Tratado de Wallingford en 1153, reconociendo a Enrique como su sucesor en el trono. Esteban murió un año después

y Enrique II asumió el trono,

poniendo fin a dos décadas de anarquía real.

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Durante los últimos años del siglo XII ocupa el trono de Inglaterra Ricardo I Corazón de León. Este es un periodo de inestabilidad política. Ricardo I Corazón de León marcha a combatir en la Tercera Cruzada, y cae prisionero del Duque de Austria en 1192. Pese a esto, el proceso de centralización del poder prosiguió. En 1199 sube al trono Juan Sin Tierra. Juan había usurpado el trono durante el cautiverio de Ricardo I Corazón de León y contaba con la animadversión de la nobleza inglesa. No era un buen guerrero y perdió los dominios franceses de la corona ante Felipe II Augusto. La rebelión de los nobles contra él le obligó a firmar, en 1215, la Carta Magna, para mantenerse en el poder.

El fortalecimiento de la nobleza se produjo durante la ausencia de Ricardo I Corazón de León. Su unión le sirvió para imponer a Juan Sin Tierra la Carta Magna y le obligó a cumplirla, a pesar de sus intentos de derogarla. Pero no sólo la alta nobleza se había independizado, sino también la nobleza media, que se alió con la burguesía urbana y las ciudades. Todos ellos aspiraban a limitar el poder del rey y a tener una mayor representación en el gobierno del reino. La Carta Magna fue condenada, y anulada por el papa Inocencio III, lo que le sirvió a Juan Sin Tierra para que no entrara en vigor.

Creación del Parlamento

En 1216 muere Juan Sin Tierra y sube al trono su hijo Enrique III, menor de

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edad, y se restaura la Carta Magna. El reinado de Enrique III tampoco es brillante. Cae derrotado ante los franceses y se somete al papado. En 1258 estalla la crisis entre Enrique III y la Curia. Los legados pontificios piden dinero y tropas a Enrique III para conquistar Italia. Enrique III convocó una reunión extraordinaria de la Curia, en parlamento (de donde saldría el término parlamento), y solicitó a cada miembro de la Curia un tercio de sus bienes. La nobleza, acaudillada por Simón de Monfort, se rebeló y tomó el poder. Enrique III se sometió a la tutela de una comisión de 24 miembros, 12 elegidos por el Rey y 12 por los nobles. Esta comisión impuso al rey las Provisiones de Oxford, según las cuales los altos funcionarios serían nombrados con el consentimiento del Parlamento, se reunirían tres veces al año, y se creaba un consejo financiero de 24 miembros. También habrá un control ministerial de 15, y una comisión permanente de 12. Nacía, así, el Parlamento.

Enrique III trató de anular los acuerdos con la ayuda del papa y de san Luis, pero no fue capaz de someter a la nobleza, lo que condujo a una guerra civil. En 1264, Simón de Monfort hace prisionero a Enrique III y se entrega el poder a tres electores y nueve consejeros reales. El poder quedó, de hecho, en manos de Monfort, que ejerció una dura dictadura, como senescal de Inglaterra.

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En 1265 reunió a un nuevo parlamento, en el que convocó a la nobleza, al clero y a los condados, Londres y puertos; con lo que el tercer estado entraba en el Parlamento. Pero en 1265, Monfort fue derrotado y muerto por el príncipe heredero Eduardo. Enrique III es restaurado y anula el Parlamento.

Guerra de las Dos Rosas (1455–1487)

La Guerra de las Dos Rosas (1455-1485) fue el conjunto de conflictos intermitentes en la guerra civil que enfrentó a los miembros y partidarios de la Casa de Lancaster contra los de la Casa de York, pretendientes del trono de Inglaterra. Ambas familias reales tenían origen común en la Casa Real de Plantagenet, como descendientes del Rey Eduardo III. El nombre Guerra de las Dos Rosas o Guerra de las Rosas, no fue utilizado en su época, pero procede de los emblemas de ambas casas reales. Por un lado estaba la rosa roja de los Lancaster y por otro la rosa blanca de York, que fueron utilizadas como emblemas por los adherentes de cada una de las facciones.

La guerra se dio principalmente entre los miembros de la aristocracia terrateniente y ejércitos de señores feudales. El apoyo a cada uno de 17

los bandos dependió en gran medida de los matrimonios dinásticos entre la nobleza. El patriarca de la casa de Lancaster, Juan de Gante tuvo como primer título el de Conde de Richmond, el mismo que ostentaría Enrique VII al final de la guerra. El líder de la casa de York fue Edmundo de Langley, que ostentaba el Señorío de Cambridge. Más tarde, durante los reinados de los Tudor y de los Estuardo, Richmondshire

y

Cambridgeshire

se

transformarían

en

focos

principales de recusantes y puritanos, respectivamente. Cabe destacar que la pelea entre las facciones se prolongó más allá de la época de Enrique, ya que los monarcas que le siguieron impulsaron la continuidad de los enfrentamientos.

La Guerra de las Dos Rosas provocó en gran medida la caída de los Plantagenet, ya que produjo un altísimo número de muertos entre la nobleza, además de generar gran descontento social. Este período marcó el declive de la influencia inglesa en el continente europeo, el debilitamiento de los poderes feudales de los nobles y, en contrapartida, el aumento de influencia por parte de los comerciantes, y el crecimiento y fortalecimiento de una monarquía centralizada bajo los Tudor. Esta guerra señala el fin de de la era feudal inglesa y el comienzo del renacimiento.

Los Tudor y la nueva monarquía absoluta

En 1485, Enrique VII, heredero de la Casa de Lancaster y de la Casa de York, resulté vencedor en la Guerra de las Dos Rosas y fundó la dinastía Tudor. Su objetivo más importante fue concentrar y reforzar, 18

nuevamente, el poder de las instituciones centrales de la monarquía, debilitadas por los enfrentamientos entre los nobles. Bajo su administración, los dominios reales se ampliaron y los ingresos de la corona se triplicaron. El Parlamento, que se reunía todos los años, dejó de ser convocado. Finalmente, el poder absoluto del rey se consolidó cuando Inglaterra se enfrentó con la Iglesia Católica de Roma, y Enrique VIII se convirtió en el jefe de la Iglesia inglesa reformada, que se llamó Anglicana.

En 1527, sin heredero varón de ni esposa española Catalina de Aragón, el rey Enrique VIII hizo pública su decisión de divorciarse, pero el papa Clemente VII rechazó su pedido. En 1531 el Parlamento reconoció al Rey como cabeza suprema de la Iglesia de Inglaterra. Cuando se casó con Ana Bolena, Enrique VIII fue excomulgado por el papa. El Rey contrajo matrimonio, sucesivamente, cuatro veces más.

Isabel I y el origen del poder naval inglés

En la primera mitad del siglo, mientras Carlos V y Francisco I luchaban por Italia, los ingleses, protegidos

por

su

situación

insular,

se

mantuvieron a la defensiva. Esta política tuvo una

consecuencia

muy

importante

en

la

sociedad inglesa: una parte de los nobles

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ingleses abandonaron la actividad guerrera y se dedicaron a actividades comerciales mucho antes que en cualquier otra región del continente.

Cuando en la segunda mitad del siglo XVI, Inglaterra participó de las guerras de religión que originaron nuevos conflictos entre los países europeos, la monarquía inglesa impulsó la modernización de la flota real equipándola con barcos de guerra muy superiores a los españoles y portugueses. Después de la destrucción de la Armada Invencible española en 1588, quedaron establecidas las condiciones para el dominio inglés de los mares.

Este

dominio

marítimo

tuvo

una

consecuencia muy importante: la flota se podía usar para la guerra pero también para el comercio. Desde entonces la mayor parte de la flota inglesa estuvo compuesta por barcos mercantes adaptados temporalmente para la batalla mediante cañones y que podían volver al comercio una vez terminada la guerra. En su reinado, Isabel promovió el desarrollo naval y llegó a ser la dueña de la flota más poderosa que Europa haya visto nunca. Además, el costo total de la armada y su mantenimiento era mucho más bajo que el de un ejército permanente. En 1603 Isabel murió sin descendencia y la dinastía Tudor fue reemplazada por la dinastía Estuardo.

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Conclusión

La formación de las naciones modernas que hoy conocemos en Europa, viene como consecuencia de la invasión de los Barbaros al Imperio Romano, debido principalmente al acoso que le tenía los Hunos al mando de Atila. Los pueblos barbaros tratando de escapar de los Hunos, se introdujeron en el territorio del Imperio Romano y se fueron asentando allí, entre esos pueblos encontramos a los Visigodos, que se localizaron en España, los Lombardos en Italia, los Francos que se localizaron en Francia y los Anglos y Sajones en Inglaterra. Así estos pueblos que compartían una misma lengua y costumbres fueron creando sus propias naciones en Europa.

La Nación de Francia tuvo momentos de brillo y de decadencia, tuvieron muchos Reyes y Dinastías entre ellas; la Merovingia, Carolingia y Capetos. Con el interés de expandir su territorio tuvieron muchas guerras con sus vecinos, en especial con Inglaterra, así se fue formando el Estado de Francia

La Nación de Inglaterra, también tuvo muchos reyes y emprendían guerras para lograr extender sus territorios, por ello se enfrentaban con Francia. En la época de Isabel I, tuvieron la supremacía naval, al tener la flota más moderna de barcos de la época, y más recientemente llegaron a dominar a casi todo el mundo, pues su dominio se extendió por Africa, Medio Oriente hasta la India, tuvieron muchas colonias

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Anexos El Derecho: A partir del siglo XV las monarquías de Europa occidental comenzaron a organizar los sistemas de leyes necesarias para el Gobierno de los Estados. De este modo los soberanos pusieron en conocimientos de los habitantes que acciones estaban permitidas y cuales estaban prohibidas en el territorio de cada reino. Además muchos principios del antiguo derecho romano fueron incorporados a esos sistemas de leyes. El Derecho Romano resultó útil porque contenía dos principios que la sociedad de esa época necesitaba: la propiedad privada y la soberanía absoluta de los Príncipes y Reyes. El Ejército. Los Estados modernos, sometidos exclusivamente a las órdenes de la autoridad centralizada del Rey o Príncipe. Ésta fue la primera forma de ejército profesional, el que estuvo compuesto por extranjeros que cobraban por sus servicios, llamados mercenarios. Los reyes necesitaban contar con ejércitos para llevar adelante la expansión territorial de sus dominios y, al mismo tiempo, defender el territorio propio de ataques extranjeros. La Burocracia Administrativa. La burocracia era e! conjunto de administradores que trabajaban bajo las órdenes del rey y que se fueron especializando en la atención de ¡os problemas del gobierno. El número de los administradores fue creciendo a medida que el poder real centralizaba la resolución de todos los asuntos económicos, sociales, judiciales y políticos, con el objetivo de someter al país a una voluntad única. 23

Los cargos de mayor jerarquía y más cercanos al soberano, generalmente estuvieron ocupados por los miembros más poderosos de la nobleza. Pero el sistema que se generalizó para formar parte de la administración fue la venta de cargos, que benefició sobre todo a los burgueses ricos. Consistía en comprar un cargo en la administración Real del Estado y considerar como retribución del trabajo los beneficios que se podían obtener del ejercicio de ese cargo. El Sistema de Impuestos. La organización de un sistema general de impuestos sirvió para integrar la sociedad y el territorio de los nuevos Estados. Se establecieron impuestos regulares y obligatorios. Se generalizó un impuesto que debían pagar todas las personas por ser habitantes del país, y varios impuestos sobre las transacciones comerciales que debían pagar los burgueses y los campesinos. Estos últimos frecuentemente fueron recaudadosa por la fuerza. En cambio los nobles, aunque pertenecían al país, en la práctica no pagaban el impuesto directo. La Diplomacia. Como cada Estado moderno pretendía delimitar su territorio, cada vez fueron mas frecuente los conflictos entre ellos. Por esto y para conseguir ese objetivo, pero evitando las guerras cuando fuera posible, los Reyes y Príncipes nombraron embajadores encargados de mantener las relaciones diplomáticas. Un objetivo no desdeñable fue así la obtención de territorios por medio de alianzas matrimoniales entre Reyes de diferentes países. Las uniones matrimoniales fueron las formas pacíficas de expansión territorial, eran menos costosas que las guerras, pero también más seguras.

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