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Módulo 3: Instituciones educativas formación del sujeto. Actividad 2. Formación y socialización. Solanlly Sotelo Morales

La escuela es una institución educativa con una misión y responsabilidad social con una cultura organizacional que conlleva valores, normas y roles que fundamentan la filosofía de la organización en relación con sus dos grandes tareas, una es la formación del educando, referida a la configuración de los elementos pedagógicos, metodológicos y estructurales propicios para la orientación de los procesos de enseñanza y aprendizaje, orientados a la reflexión crítica para desarrollar la mente concomitante con el talento como una herramienta superior para explicar, ejemplificar, aplicar y justificar lo aprendido con el objetivo que sea un conocimiento aplicado, es decir, con la intención de hacer que lo aprendido sea significativo y transformador del actuar humano a través del cual se enriquezca la vida de los educandos, se les ayude a comprender el mundo y a desenvolverse en él, ya que la mejor forma de preparar al niño para la vida es formar y desarrollar sus inteligencias. La segunda tarea primordial de la escuela es complementar el proceso de socialización que los sujetos traen de sus familias, ayuda a complementar el proceso de construcción de la identidad individual como el proceso a través del cual los sujetos, se hacen individuos únicos. Cuando ante una misma situación hay diferentes opiniones o enfoques, debidos tanto a los diversos niveles de desarrollo de los individuos que interactúan como a los diferentes modos de ver un fenómeno o una tarea, se producen interacciones y regulaciones sociales que favorecen la coordinación de las diferentes perspectivas y su integración en esquemas más generales, para que al término del proceso escolar se materialice la inserción de los sujetos en formación en un campo profesional específico y se defina la inclusión de los educandos a la sociedad. Esta construcción de la identidad de los sujetos como individuos y de la escuela como comunidad convoca y genera adhesión en el grupo creando una identidad colectiva, que es el estado de

conciencia implícitamente, consensuada y compartida de unos individuos que reconocen y expresan su pertenencia a una categoría de personas, a una comunidad que los acoge. Concluyendo, la responsabilidad, el deber, presuponen el reconocimiento intersubjetivo de principios, normas, prácticas, marcos pedagógicos, educativos, didácticos, ideológicos y sociales comunes, que fijan para una comunidad, en este caso la escuela, un modo convincente, argumentado y obligado para vivir conjuntamente un proceso de formación que, entre otras cosas, no podría estar alejado de la vivencia de la equidad, la diferencia, la inclusión, la justicia, la dignidad, es decir, alejado de un modo de vida que dice cómo se vive allí y qué se espera de quienes quieran habitar ese mismo espacio; una escuela que se configura como instrumento para conseguir una población plural y multicultural que conviva en paz dentro de la sociedad, como instrumento de desarrollo personal, donde el criterio es la adaptación del proceso enseñanza y aprendizaje a las habilidades y ambiciones de cada alumno; como instrumento que garantiza en cada alumno un nivel mínimo de logros que le permita situarse dentro de la sociedad como trabajador a cualquier nivel para mejorar su vida, la de su familia, comunidad y país.

Bibliografía: “La escuela un escenario de formación y socialización para la construcción de identidad moral”. Autor: Echavarría Grajales, C. (2003).

en: Revista Latinoamericana de Ciencias

Sociales, Niñez y Juventud, Julio – Diciembre, Vol. 1, No 002, Universidad de Manizales, Colombia 2003.