Final Efecto Mariposa

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EFECTO MARIPOSA

El objetivo de este trabajo final es poder dar cuenta y problematizar los contenidos de la materia Institución y Sociedad a través del análisis de la película “El Efecto Mariposa” (2004). “El Efecto Mariposa” (The butterfly effect en la versión original) es una película escrita y dirigida por Eric Bress. El título de la película es una referencia al llamado efecto mariposa, que consiste en una idea en la que cualquier tipo de variación puede acabar generando un gran efecto (teoría del caos). Es a partir de esto que podemos analizar los contenidos de la materia a través de como en el personaje de Evan Trebond coexisten varios mundos posibles.

Para Deleuze el mundo es virtual, una multiplicidad de relaciones y de acontecimientos que se expresan en agenciamientos colectivos de enunciación (en las almas) que crean lo posible. Lo posible no existe desde el comienzo, no está ya dado, sino que hace falta crearlo. Estas nuevas posibilidades son bien reales, pero, al no existir por fuera de lo que las expresan deben luego cumplirse o afectarse en agenciamientos maquínicos (en los cuerpos). Este mundo virtual se expresa claramente en los diferentes estadios que tiene que atravesar Evan en cada mundo posible, afectándose con los otros cuerpos.

Lazzarato plantea que hay una infinidad de mundos posibles, ya idealmente determinados. Y entre esta infinidad, opera una selección que hace pasar a la existencia solamente a uno de ellos, al mejor. Pero en el Film de Bress esto no se ve reflejado debido a que el protagonista cada vez que decide devenir a su pasado en su mente de adulto, para arreglar sus errores y mejorar el presente de todos, produce varios mundos posibles, donde solamente él sabe que preexisten esos mundos.

Cuando hablamos de devenir nos referimos al acto a través del cual algo o alguien, incesantemente se vuelve otro, sin dejar de ser lo que es. Ese volverse otro, es producto de las rupturas con las líneas duras del ser, produciéndose así lo que conocemos como líneas de fuga. La experimentación se fuga a partir de los puntos de inmanencia y consistencia del poder de organización y crea uno nuevo más acorde a los deseos del sujeto. Todos esas salidas o modificaciones son líneas de fuga, en donde para Deleuze y Guattari, pues, la salida no está tanto en un cambio de situación o en la abolición de toda situación como

en la vacilación, el enloquecimiento, la desorganización de una situación cualquiera. Lo que no significa que todas las situaciones sean equivalentes; pero su valor respectivo radica en el grado de desorganización que soportan sin estallar, no en la cualidad intrínseca del orden que testimonian.

Las fugas producen por un lado aspecto territoriales o reterritorializados que estabilizan, y por el otro puntas de desterritorialización que lo arrastran. En Efecto Mariposa, el territorio es relativo a un espacio vivido, es sinónimo de apropiación, de subjetivación encerrada en sí misma. Este territorio se desterritorializa, esto es un abrirse y emprender una huida e incluso desmoronarse y destruirse. Es así como Evan rompe con el territorio huyendo del espaciotiempo del presente, y emprendiendo una desterritorialización. La manera en que se da este suceso es deviniendo. Este devenir, es un devenir lectura, ya que el actor, a través de sus diarios íntimos, reterritorializa otra manera de vivir y de sentir.

Esa huida de Evan por los diferentes mundos, es trazar una línea de fuga, varias líneas, es decir toda una cartografía porque para trazar una línea sobre el plano de inmanencia da otro punto de vista sobre el conjunto de una situación, un criterio inmanente que permite analizar los agenciamientos según sus 2 polos, desterritorialización y estratificación. No hay un mundo de las formas fijas

y uno del devenir, sino diferentes estados de la línea,

diferentes tipos de líneas, cuyo entrelazamiento constituye el mapa reacondicionado de una vida. Todo devenir forma un bloque en otras palabras el encuentro o la relación de 2 términos heterogéneos que se desterritorializan mutuamente, uno no abandona lo que se es para devenir otra cosa sino que otra manera de vivir y de sentir asedia o se envuelve en la nuestra y la hace fugar.

Es decir, volviendo a lo que plantea Lazzarato, todos los mundos incomponibles pueden pasar a la existencia al mismo tiempo. Los mundos divergentes, los mundos que se bifurcan no están solo presentes en el entendimiento de Dios, sino que todos buscan actualizarse al mismo tiempo. El regreso es precisamente el ser del devenir, lo uno de los múltiple, un devenir producto de un azar, una tirada de dados. Hay por tanto que evitar hacer del eterno retorno un retorno de lo mismo. Lo que regresa no es lo mismo, porque el regresar es la forma original de lo mismo. Va en esto la esencia del Eterno Retorno.

Todos estos mundo posibles que él modifica o huye, los realiza a partir de que el cuerpo

transita de un estado a otro, y ese tránsito se verifica por la acción, que produce a causa de la lectura de Evan de sus diarios íntimos . El cuerpo se define por una relación de fuerzas que mandan y obedecen y que lo constituyen, es decir, por fuerzas dominantes y fuerzas dominadas. Es así como un cuerpo puede componerse, hacer parte de otros cuerpos, descomponerse, cambiar de naturaleza y todas estas posibilidades dependen de sus potencias, es decir de su grado de acción. Los afectos son pues las fuerzas de un cuerpo, las capacidades que tiene un cuerpo para entrar en acción. Los afectos alteran al cuerpo, las capacidades que tiene un estado a otro distinto, lo ponen en posibilidad de acción y de transformación. Los afectos determinan la composición de lentitud y velocidad de un cuerpo, lo componen con otros cuerpos. Las fuerzas reactivas tienen siempre el papel de limitar la acción. La dividen, la atrasan o la impiden en función de otra acción de la cual padecemos el efecto. Pero, inversamente, las fuerzas activas hacen explotar la reacción: la precipitan en un instante preciso, en un momento favorable, en una dirección determinada, para una tarea de adaptación rápida y precisa. El resentimiento designa un tipo en el que las fuerzas reactivas prevalecen sobre las activas. Y la palabra resentimiento da una indicación rigurosa: la reacción deja de ser activada para convertirse en algo sentido. Las fuerzas

reactivas

prevalecen

sobre las fuerzas activas

porque se escapan a su acción.

En lugar de la unidad de una vida activa y de un pensamiento afirmativo, se ve como el pensamiento se otorga la tarea de juzgar la vida, de oponerle pretendidos valores superiores, de medirla con esos valores y de limitarla, condenarla. Es una película en la cual en cada mundo posible se desprecia la vida, cesa de ser activa, se reduce a sus formas débiles y enfermizas. Se asiste por todas partes al triunfo de la reacción sobre la vida activa y de la negación sobre el pensamiento afirmativo. Este desprecio por la vida se ve en la película en el transitar de los diferentes personajes. Por ejemplo, Tommy es maltratado por su padre durante toda su infancia a raíz de que Evan le dice al padre que lo discipline. Esto lleva a que Tommy es llevado a la cárcel y pretende matar a Evan, debido a que él es el culpable de todo lo que ha pasado. Otro ejemplo es el del personaje Lenny que al matar a Tommy por imposición de Evan, este es llevado a un hospital psiquiátrico. A su vez, Kayleigh es una drogadicta que vive de la prostitución. El personaje principal también transita por este estado después de que la explosión de la dinamita le amputaron las manos y lo haya dejado

parapléjico, y al mismo tiempo que su madre por su condición, contrae cáncer de pulmón, lo que lleva a Evan a tomar la decisión de suicidarse pero no lo consigue. Personajes: Una vez realizado el repaso de la película en relación a los autores de la cátedra, describiremos a los diferentes personajes del film, tomando como referencia a los conceptos que emplea por Deleuze en el libro “Nietzsche”. Evan Treborn: Es el personaje principal en el cual atraviesa diferentes estados y coexisten en diferentes mundos posibles. Es el personaje que carga con todos sus recuerdos de cada mundo, carga con esos valores que acumula. Se personifica en la figura del Asno o camello que son los personajes que Nietzsche dice que carga con el peso de los valores llamados “superiores a la vida”. El psiquiatra es el que dice que ha creado en su mente y ha cargado con todas esas fantasías que su mente ha creado, como los universos alternativos de

universidades, cárceles, discapacidad, etc., a

causa de haber matado a Kayleigh con la dinamita. Evan sostiene que “si tiene el don de producir cicatrices, también tiene el poder para curarlas”, es por esto que posee la figura del León, que es el que destruye con todos los valores establecidos, divinos y humanos, que componen precisamente el nihilismo. Este quiebre se produce cuando el personaje principal quema y destruye todos sus diarios íntimos, fotos y recuerdos que le producían esas cargas de valores que había acumulado en los diferentes mundos. Evan plantea que no necesita de esos objetos para recordar su vida.

Tommy Miller: Es el personaje donde se caracteriza por ser un espíritu de venganza o del resentimiento hacia Evan a raíz que, este último, está enamorado de su hermana Kayleigh. Podemos ver como Tommy se caracteriza como la Araña o la tarántula. El resentimiento que él muestra es claro ya que exhibe un repetitivo odio tras concretarse una relación entre ellos. El hombre del resentimiento experimenta cualquier ser y cualquier objeto como una ofensa en medida exactamente proporcional al efecto que padece. El hombre del resentimiento es en sí mismo un ser doloroso: la esclerosis o el endurecimiento de su conciencia, la rapidez con la que cualquier excitación se fija y se congela en él, el peso de las huellas que le invaden son otros tantos crueles sufrimientos. El hombre del resentimiento tiene que hacer del dolor una cosa mediocre, tiene que recriminar y distribuir los errores: su tendencia a despreciar las causas, a hacer de la desgracia la culpa de alguien.

A tal punto que aclara Tommy en la película que: “habiendo tantas mujeres, justo se viene a fijar en su hermana”. Este poder es de veneno. Su voluntad es una voluntad de castigar y de juzgar. Su arma es el hilo, el hilo de la moral. Su predicación es la igualdad.

Lenny Kagan: este personaje siempre ha sido utilizado como el mono, demonio o bufón. El bufón desprecia, pero su desprecio procede del resentimiento. Para Nietzsche este personaje es el espíritu de la pesadez, en el cual él pretende superar, dejar atrás, es decir que carguen con él o bien saltar por encima. Lenny toma esta caracterización en su infancia tanto cuando introduce explosivo en el buzón de la señora boswell, como cuando mata a Tommy en el desarmadero produciendo ese resentimiento hacia Tommy por obligarlo constantemente y por recibir amenazas de él; como de Evan cuando en el hospital psiquiátrico le dice que el debería estar en su lugar porque él sabía que iba a matarlo a Tommy con el elemento cortante.

FUERZAS ACTIVAS Y REACTIVAS: Una fuerza activa, distinta y delegada debe apoyar la conciencia y reconstruir en cada instante su frescura, su fluidez, su elemento químico móvil y ligero. Esta facultad activa supraconsciente es la facultad del olvido. El error de la filosofía consistió en tratar el olvido como una determinación negativa, sin descubrir su carácter activo y positivo. Nietzsche define la facultad del olvido como una facultad de entorpecimiento, un aparato de amortiguamiento. Al mismo tiempo que la reacción se convierte en algo activado al tomar por objeto la excitación en la conciencia, la reacción a las trazas permanece en el inconsciente como algo insensible.

Finalmente vemos de qué forma las fuerzas reactivas prevalecen sobre las fuerzas activas: cuando la traza ocupa el lugar de la excitación en el aparato reactivo, la propia reacción ocupa el lugar de la acción, la reacción prevalece sobre la acción.

Todo sucede entre fuerzas reactivas: unas impiden a las otras ser activadas, unas destruyen a las otras. El resentimiento es una reacción que simultáneamente se convierte en sensible y deja de ser activada.

El hombre del resentimiento experimenta cualquier ser y cualquier objeto como una ofensa en medida exactamente proporcional al efecto que padece. El hombre del resentimiento es en sí mismo un ser doloroso: la esclerosis o el endurecimiento de su conciencia, la rapidez con la que cualquier excitación se fija y se congela en él, el peso de las huellas que le invaden son otros tantos crueles sufrimientos. Y más profundamente la memoria de las huellas es odiosa en sí misma por ella misma. Por eso la venganza del resentimiento incluso cuando se lleva a cabo, no deja de ser menos espiritual, imaginaria y simbólica en su principio. Esta relación esencial entre la venganza y la memoria de las huellas no deja de parecerse al complejo freudiano sádico-anal. El propio Nietzsche presenta la memoria como una digestión que nunca termina y el tipo de resentimiento como un tipo anal. Esta memoria intestinal y venenosa es la que Nietzsche llama la araña, la tarántula, el espíritu de la venganza.

El resentimiento es el triunfo del débil como tal, la sublevación de los esclavos y su victoria en tanto que esclavos. Y es en su victoria donde los esclavos forman un tipo. El tipo del señor (tipo activo) vendrá definido por la facultad de olvidar, así como por el poder de activar las

reacciones. El tipo del esclavo (tipo reactivo) vendrá definido por la prodigiosa memoria, por el poder del resentimiento. Los tumiantes de la memoria suelen disfrazar este odio con una sutil operación, que consiste en reprochar a sí mismo todo lo que de hecho reprochan al ser del que fingen apreciar el recuerdo. Pero el hombre del resentimiento tiene que hacer del dolor una cosa mediocre, tiene que recriminar y distribuir los errores: su tendencia a despreciar las causas, a hacer de la desgracia la culpa de alguien.

Las fuerzas no son separables del elemento diferencial del que deriva su cualidad. Pero las fuerzas reactivas ofrecen una imagen invertida de este elemento: la diferencia de las fuerzas, vista desde el lado de la reacción, se convierte en oposición de las fuerzas reactivas y las fuerzas activas. Al dejar de ser activadas, las fuerzas reactivas proyectan la imagen invertida. Y esta proyección reactiva es lo que Nietzsche llama una ficción: ficción de un mundo suprasensible en oposición a este mundo, ficción de un Dios en contradicción con la vida. Niezchte distingue esta ficción del poder activo del sueño, e incluso de la imagen positiva de dioses que afirman y glorifican la vida: “Mientras el mundo de los sueños refleja la realidad, el mundo de las ficciones no hace más que falsearla, despreciarla y negarla. La ficción es quien preside toda la evolución del resentimiento, es decir, la operaciones por la que, simultáneamente, la fuerza activa se separa de lo que puede (falsificación), acusada y tratada como culpable (depreciación), invertido de los valores correspondientes (negación).

En lugar de la unidad de una vida activa y de un pensamiento afirmativo, se ve como el pensamiento se otorga la tarea de juzgar la vida, de oponerle pretendidos valores superiores, de medirla con esos valores y de limitarla, condenarla. Es un film en el que la vida se desprecia, cesa de ser activa, se reduce a sus formas débiles y enfermizas, (únicas compatibles con los llamados valores superiores). Se asiste por todas partes al triunfo de la reacción sobre la vida activa y de la negación sobre el pensamiento afirmativo. Las fuerzas reactivas triunfan, ya que, es el mismo resentimiento de sus protagonistas el que se vuelve creador y alumbra valores: estamos ante la moral de los esclavos, esa misma moral que dice No a un “otro”, a un no-uno-mismo. LINEAS DE FUGA/ RUPTURA:

Huir no es para nada renunciar a las acciones; nada más activo que una fuga. Es lo contrario de lo imaginario. De igual modo es hacer huir, no por fuerza a los otros, sino hacer huir algo. Huir es trazar una línea, varias líneas, toda una cartografía. Este concepto define la orientación práctica de la filosofía de Deleuze. Primero se observa una doble igualdad: línea = fuga, huir= hacer huir. Lo que define una situación es cierta distribución de los posibles, el recorte espacio-temporal de la existencia.

Huir se entiende en los dos sentidos de la palabra: perder su hermeticidad o su cierre; esquivar, escaparse. Si huir es hacer huir, es porque la fuga no consiste en salir de la situación para ir a otra parte, cambiar la vida, evadirse por el sueño o incluso transformar la situación.

Tal vez haya que comprender que la denegación como el punto de partida de una operación que no consiste en negar, ni siquiera en destruir, sino realmente en impugnar la legitimidad de lo que es, en afectar lo que es con una suerte de suspensión, de neutralización propias para abrirnos, más allá de lo dado, un nuevo horizonte no dado. Porque no se trata de huir fuera- de sino de hacer huir; realmente hay algo de lo que uno huye, y que se confunde con el hacer huir: el reino absoluto del sí y el no, de la alternativa como ley de lo posible, la elección como seudolibertad del deseo sometido a los recortes preestablecidos, la línea de fuga está ubicada bajo el signo de lo indiscernible y de la disyunción inclusiva. Es mediante un libre uso del órgano como se lo desterritorializa, como se deja de vivirlo en cuanto originariamente consagrado a la función que le atribuye el organismo, para agenciarlo de otro modo sobre el cuerpo sin órganos o sobre el plano de inmanencia, en función de los encuentros con otros objetos parciales, a su vez retenidos o desviados. Lo cual implica que la línea de fuga siempre es transversal, y las cosas pierden su rostro, dejan de ser pre identificado por esquemas estereotipados, y adquieren la consistencia de una vida o una obra, vale decir, de una unidad no orgánica, precisamente relacionadas de una manera transversal

La línea de fuga es un signo que envuelve el tiempo, el elemento de base de una semiótica de la duración, de una clínica de la existencia. Un agenciamiento o una situación cualquiera, pues, se analizan mediante una diferenciación del concepto de línea, en el lado opuesto del sistema de puntos y de posiciones que caracteriza los pensamientos de tipo estructuralista. Se distinguen tres tipos, que definen otras tantas relaciones con el espacio y el tiempo: fuera de las líneas de fuga, que remiten a Aion y al espacio liso, líneas de segmetaridad dura y, entre esos 2 polos, un tipo de línea de naturaleza ambigua, llamada de segmentaridad flexible.

RIZOMA: Los sistemas en rizomas pueden derivar hasta el infinito y establecer conexiones transversales sin que puedan ser centrados o clausurados. En el rizoma cualquier punto puede conectarse con cualquier otro. Siendo que cada uno de sus trazos no remite necesariamente a trazos de la misma naturaleza, ya que ponen en juego regímenes de signo muy diferentes y hasta estados de no-signo. Según aclara Deleuze en Mil Mesetas, “el libro” no tiene objeto ni sujeto, siendo que está hecho de materias diversamente formadas, de fechas y de velocidades muy diferentes. En un libro, hay líneas de articulación o de segmentaridad estratos, territorialidades; pero también líneas de fuga, movimientos de desterritorialización y de desestatificación. Como podemos apreciar, en el comienzo de la película el psiquiatra le aconsejara a la mamá de Evan, que tome la medida de hacerle escribir a su hijo lo que él realiza en su vida diaria. El motivo era tratar que a través de este mecanismo Evan pueda recuperar esos momentos de olvido. Pero Nietzsche define la facultad del olvido como una facultad de entorpecimiento, un aparato de amortiguamiento. Al mismo tiempo que la reacción se convierte en algo activado al tomar por objeto la excitación en la conciencia, la reacción a las trazas permanece en el inconsciente como algo insensible. Evan comienza a escribir su vida, y es de esta forma donde comienza a producir el devenir.

Es así como a través de este devenir escritura, empieza a notar cambios en su vida, modificaciones en el tiempo. Estas serán huidas territoriales del tiempo, produciéndose una desterritorialización, una línea de fuga. Llevándolo al pasado, más precisamente a su niñez, formando así un devenir- niño. Este devenir lectura del cual venimos señalando se concentra en el transcurso de toda la película, ya que es de esta forma que el actor preexiste. ACCIÓN: Nina Cabra plantea que la posibilidad de acción de un cuerpo depende de la comunicación de los movimientos, de las alteraciones que una relación de movimientos ejerce sobre otro. Es así como un cuerpo puede componerse, hacer parte de otros cuerpos, descomponerse, cambiar

de naturaleza y todas estas posibilidades dependen de sus potencias, es decir de su grado de acción. El poder de afectar es la posibilidad de acción que tiene un cuerpo, lo que puede hacer. Y si los cuerpos se componen es porque ese encuentro con otros cuerpos puede elevar de manera significativa esta potencia.