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Gary D. FENSTERMACHER Y SOLTIS “Tres enfoques de la enseñanza” ENFOQUE EJECUTIVO ENFOQUE TERAPEUTA ENFOQUE LIBERADOR

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Gary D. FENSTERMACHER Y SOLTIS “Tres enfoques de la enseñanza”

ENFOQUE EJECUTIVO

ENFOQUE TERAPEUTA

ENFOQUE LIBERADOR

Enfoque orientado a la educación primaria.

Enfoque orientado a la educación secundaria.

Enfoque orientado a la educación superior.

El enfoque del ejecutivo, el docente procura transmitir los elementos básicos de su materia y la habilidad para manejarlos de la manera más eficiente posible.

El enfoque del terapeuta el docente trata de fortalecer la personalidad de sus alumnos haciéndolos participar de experiencias significativas que se conectan con sus propias vidas.

El enfoque del liberador el docente se propone hacer que sus estudiantes piensen como historiadores y lleguen a comprender las maneras en que tratamos de dar sentido al pasado.

Docente como un ejecutor, como una persona encargada de producir ciertos aprendizajes y que utiliza para ello las mejores habilidades y técnicas disponibles. Los materiales curriculares, cuidadosamente elaborados, son de gran importancia. La investigación sobre los efectos de la enseñanza también tiene un papel importante porque le dan al docente las técnicas y conocimientos necesarios para manejar la clase y facilitar el aprendizaje. Docente ejecutor: Maneja y gobierna la clase, el contenido, el tiempo y la evaluación. Es el encargado de producir aprendizajes, utiliza para ello las mejores técnicas. Importancia del material curricular Esta cuidadosamente elaborado, y las investigaciones sobre los efectos de la enseñanza. Posee una secuencia lógica que permite que los alumnos puedan desarrollar pautas y estrategias útiles para manejarlos. No es un enfoque positivista. La enseñanza es progresiva. Cada nuevo aprendizaje se construye sobre el anterior y conduce al siguiente. - Logros de aprendizaje: poder hacer.

Docente como una persona empática encargada de ayudar a cada uno de sus alumnos en su crecimiento personal y a alcanzar un elevado nivel de comprensión y aceptación de sí. Se espera que los estudiantes desarrollen su propio ser como personas auténticas mediante experiencias educativas que tengan una importante significación personal. Docente empático: Ayudar a cada individuo en su crecimiento personal y alcanzar un elevado nivel de autoafirmación, comprensión y aceptación. En la base de esta perspectiva están la psicología humanista y la filosofía existencial: su objetivo es que los estudiantes desarrollen su propio ser como personas auténticas, desarrollar el yo. Material curricular prescripto: el docente tiene en cuenta los intereses de los estudiantes. - Logros de aprendizaje: dialogo genuino en el aula.

Docente como liberador de la mente del individuo y promotor de seres humanos morales, racionales, entendidos e íntegros. La idea clásica de educación liberal respalda la principal versión contemporánea de este enfoque y es la única en la que se insiste en este libro. Docente liberador: Promueve seres humanos morales, racionales, entendidos e íntegros. La idea clásica de educación liberal respalda la principal versión contemporánea de este enfoque. Alumnos como investigadores: se utilizan materiales primarios y fuentes secundarias. - Logros de aprendizaje construir sus propias ideas del mundo.

La visión que cada uno tiene de su labor y su objetivo de docente determina en gran medida el modo en que estructura su enseñanza.

Éstos son concepciones de la enseñanza. Son ideas sobre lo que es y debería ser enseñar. Como tales son susceptibles de evaluación y critica, se las puede adaptar, rechazar, modificar. Es evidente que se puede enseñar sin pensar en el enfoque que se aplica. Pero saber sobre diferentes enfoques docentes dará al futuro profesional el poder de elegir maneras de enseñar con las que alcanzaría los propósitos más altos de la más noble de las profesiones, que ayuda a los individuos a convertirse en personas cabales. Por otra parte, comprender las diversas concepciones ofrece una variedad de maneras de reflexionar sobre lo que se hace y sobre la relación entre lo que se procura como docente y lo que en efecto se logra con los alumnos. No se invita al lector a elegir una de las tres posturas mencionadas sino a que se reflexione seriamente sobre las virtudes y defectos de estos enfoques. Perfil A: Ejecutor

Perfil B: Terapeuta

Perfil C: Liberador

Jim ha enseñado durante los últimos doce años en distintos grados inferiores en la Bryant Elementary School. Se muestra firme y tiene buen dominio de la clase, pero también es muy querido por todos sus alumnos. Cree que una buena manera de contribuir a la educación de los estudiantes es brindarle habilidades básicas que les sean útiles durante toda la vida así como también un conocimiento de la disciplina específica que le permita progresar con éxito por su escolaridad y eventualmente llegar a ser ciudadanos bien informados en una sociedad democrática. Jim ha experimentado con gran cantidad de materiales educativos. Identifica los materiales más efectivos por ciertas características comunes: todos ellos son materiales muy organizados y sistemáticos y los niños pueden seguirlos con facilidad. Al tener una secuencia lógica, los alumnos desarrollan rápidamente estrategias y pautas para manejarlos y, al ser progresivos, los alumnos necesitan de aprendizajes previos para resolver las secuencias de actividades. Realiza una gran cantidad de evaluaciones que le permiten conocer el desempeño de cada alumno, los aspectos en los que cada uno de ellos necesita ayuda y también, el momento en que cada uno está preparado para seguir avanzando. Docente que dirige, conduce y enseña con entusiasmo, maneja la clase y evalúa con equidad. El uso de los materiales tienen sentido y las tareas que propone son todas realizables por sus alumnos.

Nancy enseña ingles a adolescentes de una escuela secundaria. Considera que la educación puede dar especialmente a los jóvenes una perspectiva sobre ellos mismos, sobre quienes son, y sobre quiénes y qué llegarían a ser. Ha comprobado que escribir un periódico con los alumnos, ofrece un canal real que da salida a los sentimientos y hace crecer y desarrollar perspectivas personales y puede resultar un medio que alienta la capacidad de cada estudiante de comunicarse y de escribir con eficacia. Son los propios estudiantes los que eligen los libros de esta manera, las discusiones que se generan en el aula son diálogos genuinos de personas que comparten experiencias de lectura. Más que dirigir la clase, Nancy la sigue con todos los demás. Comparte sus perspectivas y valores con sus estudiantes. Se preocupa por ellos, tanto como por la materia que dicta. Respeta a cada uno de sus alumnos y lo demuestra en sus interacciones genuinas con cada estudiante.

Roberto enseña historia y estudios sociales en una escuela superior. En la escuela abundan las tensiones étnicas y racionales. Roberto comprende y respeta las diferencias culturales y trata de conducir a sus alumnos a seguir su ejemplo. Cree que la mejor manera de aprender historia es aprender a ser un historiador, de modo que esa es la forma en la que enfoca todas sus clases. Las teorías y los métodos de las ciencias sociales son maneras que hemos desarrollado para comprender el mundo social, y las habilidades y las técnicas del historiador nos ayudan a comprender nuestro pasado colectivo y a darle sentido. Roberto trata a los alumnos como personas capaces de pensar y de formar opiniones. Todas las ideas que se proponen tienen que estar respaldadas por datos, ya que como historiadores, los alumnos no pueden limitarse a contar relatos interesantes. Para cada afirmación deben suministrar pruebas e interpretaciones. Los alumnos aprenden que no hay una sola historia verdadera. En muchas de sus clases imita al historiador buscando materiales primarios y fuentes secundarias para fundamentar las distintas hipótesis que tienen lugar en las discusiones que se generan en las clases y les pide a sus alumnos que hagan lo mismo. La historia cobra vida y aunque quizás ninguno de sus alumnos llegue a ser un historiador considera que sus estudiantes adquieren con sus clases una apreciación del pasado, de las diferencias de interpretación y de las perspectivas culturales y, especialmente, un método para elaborar y sustentar sus afirmaciones sobre los acontecimientos humanos.

Educar personas Al presentar los distintos perfiles de los docentes, tratamos de hacer ver que el modo de concebir la enseñanza determina la dirección, el tono y el estilo del docente. Pero hay algo más que también ejerce una gran influencia en la manera de enseñar: lo que el docente desea que sus estudiantes lleguen eventualmente a ser. ¿Qué tipo de persona es buena, feliz, plena y productiva, y como puede la actividad docente ayudar a los estudiantes en el proceso de llegar a ser personas educadas? Imaginemos que al convertirse en personas educadas los individuos recibieran una tarjeta P.E. (Persona Educada) ¿Cuáles serian los requerimientos? ¿Qué es una persona educada? Una persona educada es alguien que ha aprendido lo básico: leer, escribir, ciertas nociones de aritmética… No, uno necesita más que eso. Debe ser bachiller… no, graduarse en la universidad. Uno podría decir que una persona educada es simplemente alguien que ha completado los cursos establecidos por una institución educativa, se trate del nivel que se trate. De modo que todos podrían recibir su tarjeta en el momento de su graduación. Pero conocemos a muchas personas con diplomas que no son realmente educadas y a algunas otras que nunca recibieron un diploma y se las arreglaron para educar a sí mismas. De modo que una persona educada requiere algo más que cumplir los ciclos correspondientes en una institución educativa y graduarse. La definición comienza siendo mínimamente descriptiva y pasa a ser cada vez más prescriptiva; pasa de decirnos que es una persona educada en un sentido corriente, a decirnos como deberíamos ser para que nos consideren personas plenamente educadas en un sentido ideal. Cuando una definición como esta varía de este modo, los filósofos dicen que su carácter se vuelve más normativo. Normativo significa evaluativo, que especifica normas, características o niveles deseables. Educar es una actividad normativa dirigida a ayudar a los individuos a desarrollarse hace una imagen de lo que significa ser un ser humano acabado y pleno. Volviendo a lo de la tarjeta P.E., lo que una sociedad define como persona educada también influye mucho en lo que los docentes hacen en sus clases. Si la sociedad estipulara que pueden extenderse la tarjeta a quienes saben leer, escribir y hacer cuentas, este criterio ejercería cierta influencia en la concepción del docente. Si la sociedad diera prioridad al bienestar emocional, a la salud mental y a la felicidad por encima de la lectura, la escritura y el cálculo, es probable que enfoque pedagógico fuera otro. La visión que se tenga de la enseñanza y la concepción de lo que es una persona educada son dos puntos de vista estrechamente unidos entre sí. Una fórmula útil Al enseñar nosotros mismos estos enfoques comprobamos que una formula breve puede ser de gran utilidad. El enunciado sería: D 𝜑 E x y. El símbolo situado entre las letras D y E es la letra griega fi y designa una acción (enseñar). La fórmula se lee del modo siguiente: el docente (D) enseña al estudiante (E) cierto contenido (x) a fin de alcanzar cierto propósito (y). Es importante destacar, por una parte, que x puede tener múltiples significaciones y, por otra, que dicho propósito es diferente para cada enfoque. El propósito del enfoque ejecutivo tiene que ver con la adquisición del estudiante de un conocimiento específico, el terapeuta busca una persona auténtica en su ser, busca que se conozca él mismo y el enfoque libertador se concentra en incentivar al estudiante a que libere su mente. Podemos advertir que un cambio en y alterará dramáticamente 𝜑 y x. Cuando el docente encara la enseñanza (𝜑) con el propósito de preparar a sus alumnos para que estos aprendan algo en particular (y = propósito del ejecutivo), el modo que tiene el docente de abordar al alumno y el contenido es muy diferente de cuando aquel se pro pone liberar la mente del estudiante (y = propósito del liberador) o desarrollar el yo (y = propósito del terapeuta). Evidentemente, así es la intención de los autores, ofrecen alternativas pero crean problemas que difícilmente tendrán una solución clara marcando, sin ningún tipo de en cubrimiento, la dimensión ética y moral de la enseñanza, así pues ellos mismos interrogan al lector “¿Qué profesor de literatura preferiría usted tener? ¿Tiene usted ya una predisposición hacia uno de estos enfoques?