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• Marione Navarro Matla

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Ensayo “Fascismo, ¿manteniendo o perdiendo el equilibrio?” Marione Navarro

Marzo 2017

“Fascismo, ¿manteniendo o perdiendo el equilibrio?” El ser humano a lo largo de la historia ha vivido situaciones graves a manos de diversos autores, cada situación o momento llamado de formas distintas. Podría llamarse totalitarismo, socialismo, fascismo o nazismo, todas con consecuencias graves para la sociedad. Desafortunadamente, la constante de violencia y abuso por parte de las minorías con poder sigue presente hasta los últimos días. Una idea errónea que han tenido algunas personas que forman parte del pueblo es que se puede alcanzar la perfección, ya sea como sociedad o individuo, desde lo que nos ha brindado la naturaleza a nuestra forma de ser hasta quitarle a alguien su oportunidad de expresar lo que desea, no permitiendo que se salga de la norma. Esto lleva a preguntarme ¿qué está pasando por la cabeza de políticos o funcionarios que no nos permiten expresarnos? ¿acaso es su temor de perder el control (que tal vez ni siquiera tenga) sobre lo que ocurre con su alrededor? ¿qué pasaría si las instituciones y escuelas promovieran la libertad de expresión? Después de reflexionar un momento, es triste saber que muchas escuelas promueven el que un alumno no hable de sus emociones o simplemente de algo que le genere inquietud, como si fuera un robot que acude a clases, hace como si atendiera al maestro y resolviera diversos tipos de problemáticas que le plantean. ¿Se parece en algo al fascismo? Claro que sí. Un ejemplo es el típico profesor que excluye a un alumno solo porque da su punto de vista, sabiendo que tiene fundamentos. Puede excluirlo desde sacarlo del salón, hasta no dándole la palabra cuando la pide, todo ello lo perciben el resto del grupo, los cuales notan lo que les puede pasar si se atreven a “hablar de más”. Desenvolverse en un ambiente restrictivo e inclusive violento, genera miedo, ansiedad, y la poca capacidad de escucha atenta hacia alguien más. Seguir estereotipos, físicos, de comportamientos y de estilos de vida es como vivir sin un propósito, tratando de encajar para no ser señalado ni excluido, tratando de ir

conforme a la corriente, dejando de lado tus propios sueños y deseos por alcanzar. Para finalizar, considero que la realidad incómoda para muchos sedientos de poder, es que el pueblo comienza a prestar más atención, a hablar, buscar justicia, equidad y el trato amable, sin recurrir al uso de armas o conductas violentas. Eso genera miedo en ellos, lo que provoca más represión y medidas disfrazadas de reformas o reglas institucionales para seguir manteniendo el control, aunque cada vez sea más difícil que sean creíbles cada una de las palabras expresadas. ¿Y qué podemos hacer los psicólogos? Brindar atención justa, honrada y ética a todo aquel que se acerque buscando apoyo, seguir la línea de anteponer las necesidades del paciente por hablar y no las de la sociedad por callar, ser aquel que pueda mostrarle algunas herramientas para salir adelante y no para quedarse estancado en el mismo lugar.