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LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II Capítulo 1 : Un Beso tan esperado Habían pasado mas de seis meses del regreso de Hitomi Kanza

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LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II Capítulo 1 : Un Beso tan esperado Habían pasado mas de seis meses del regreso de Hitomi Kanzaki a la tierra, la luna de las ilusiones, esa luna azul que podía obserbarse desde cualquier parte de Gaea. Pero para ella el tiempo parecía haberse detenido aquel día de su regreso, aunque quería ser fuerte, se lo había prometido a Van, no podía evitar pensar que su vida ya no tenia sentido. La verdad es que lo extrañaba y lo extrañaba horrores, su vida parecía monótona y aburrida, tampoco podía evitar sentir esa opresión el pecho, solo al recordarlo algo punzaba su corazón, ¿Era tan grande ese sentimiento, que no le permitía vivir tranquila? Su amiga Yukari y su propia madre estaban muy preocupadas por su salud y su estado de animo, algo había sucedido con Hitomi, algo que ni ellas podían imaginar..... --Buenos días Señora Kanzaki-- saludo Yukari al mismo tiempo que le abrían la puerta --Buenos días Yukari, ¿Qué te trae por aquí?--Vengo en busca de Hitomi para que me acompañe de compras por ahí, es que la vi bastante deprimida y quería levantarle un poco él animo--No sé que sucede con mi hija, trato y trato de entenderla o de que me cuente que le pasa y no consigo arrancarle una sola palabra, lo único que me dice es que no le pasa nada, pero ya no usa las cartas de tarot, siempre esta adentro de su habitación y tiene esa expresión triste en el rostro. Tu no sabes que le pasa ,no?--La verdad que no, tampoco a mí ha querido decirmelo, pero no se preocupe -agrego sonriente tratando de suavizar la preocupación de la madre de su amiga - ya se le pasara, estoy segura de ello!!!!!La verdad es que Yukari también estaba muy preocupada por Hitomi, desde aquella noche donde desapareció en esa extraña luz, no solo estuvo perdida por un tiempo si no que regreso mas extraña que nunca, sus ojos verdes siempre estaban tristes y llenos de lagrimas, pero. ¿Qué le habría pasado? ¿Qué cosa o a quien había dejado para que estuviera así de triste? --¿Por qué no vas a despertarla, Yukari? ,creo que le daría mucho gusto que la despertaras tuLe pidió la mama de Hitomi < --Gracias, me parece una buena ideaMientras caminaba hacia la habitación, Yukari pensaba y pensaba tratando de entender que le había pasado a su amiga, para colmo ella no quería hablar del tema y con bronca le veía que la pena la consumía cada vez mas y más... Cuando entro a la habitación enseguida se dio cuenta que su amiga estaba teniendo un mal sueño, gemía y gemía, su cuerpo estaba lleno de sudor, penso en despertarla rápido, pero entre sueños escucho un gemido que la helo de la cabeza a los pies “-- Por favor... no te vallas, no me dejes... --“ Pero¿ de quien estaría hablando? Una mala sensación le recorrió el cuerpo, deseando que lo que ella pensaba no devia ser realidad. ¿Estaría Hitomi hablando de Susumu Amano? ¿Esta depresión tendría algo que ver con que él y ella estaban saliendo?...No, no podía ser, ella misma le había dicho lo contenta que estaba con su noviazgo con Susumu, pero... ¿ si le había mentido? Hacia cinco meses que ella y él estaban de novios, casi el mismo tiempo de la depresión de Hitomi... ¿es que acaso que tendría ella que sacrificarse para que su

amiga volviera a ser feliz? Yukari se llevo las manos al rostro y penso que tendría que hacer ella para ayudarla... pero en ese momento otra vez Hitomi murmuro entre sueños y esta vez llamado desesperada a alguien -“ ¡Van!, ¡Van!, No te vallas Van!!!!!!-“ Pero. ¿¿Quién era ese Van... ?? Seria tal vez el causante de todo el sufrimiento de Hitomi Otra vez se movió en el mal sueño y un grito desesperado de dolor y sufrimiento salió de sus labios, un grito que hizo a Yukari estremecerse sin poder moverse “-¡¡¡¡Vannnnn!!!!-" Y en ese momento Hitomi despertó, pronto se dio cuenta de su realidad y se tranquilizo dándose cuenta de un par de ojos grandes que la miraban sin entender que había pasado... --Pero. Yukari ¿que haces tu aquí? Su amiga sonríe amablemente tratando de que se olvidara de todo, que no sospechara que ella la había oído y le respondió --Te vine a buscar para que me acompañes de compras, tengo que comprar cosas para una Fiesta y me encantaría que me acompañaras--No tengo ganas de salir Yukari, preferiría seguir durmiendo-dijo Hitomi cubriéndose nuevamente con las sabanas... --¿Pero hasta cuando vas a seguir así? Te destruyes a ti misma y a la gente que te quiere, ¿es que acaso no te das cuenta? --Perdóname Yukari, no me hagas caso, espérame que té acompaño-repitió al tiempo que se levantaba y comenzaba a vestirse, pensando también, si dormida habría cometido una indiscreción difícil de reparar con un “no sé de que me estas hablando”... Se vistió, desayuno y pronto salieron hacia un centro de compras en la cuidad... *********************************** Mientras tanto, en Gaea, un planeta suspendido entre la tierra y el cielo, lentamente la gente esta reconstruyendo todo lo que fue devastado en la guerra contra Zaibach. Una ciudad empieza a levantarse de las ruinas lentamente, una nueva Fanelia, parece querer albergar a quienes estén felices de empezar una nueva vida, un nuevo castillo se levanta fiel, donde un monarca muy joven se ha ganado el respeto de su pueblo a base de sacrificios y valentía. Recostado en el balcón, una figura masculina tiene sus ojos color rubí perdidos en el horizonte, observando la luna azul que se ve suspendida en el cielo... con una mirada vaga y llena de tristeza a la vez... --¡Majestad!-Llamo Merle al tiempo que se le acercaba para darle un abrazo.--Merle!!!!!.-grito sorprendido -No sabia que estabas aquí.--¡Otra vez estas triste! ¡Que puedo hacer para que se vaya esa tristeza! Ya no puedo verte así, Van---....¿Piensas en ella? ¿Verdad?Una mirada aun más triste lleno los ojos de Van, sostuvo el colgante que Hitomi le había dado el día que se fue y no pudo decir nada por unos minutos, tomo fuerzas y continuo. --Pasa que sentí que me llamaba, pero claro solo era un sueño, solo eso--Pero Van, si la extrañas tanto porque no vas a buscarla, seguro le daría mucho gusto volver a verte..., ella también te quiere mucho --No me parece buena idea, solo abriría la herida aun mas-y sonriendo la miro y le dijo -ya no te preocupes mas por mí, Merle, estaré bien--Como quieras, pero conmigo no intentes disimular Van, que te conozco y te conozco bien para saber que te haces el fuerte, pero que en el fondo estas sufriendo mucho-contesto Merle a tiempo que se acurrucaba en los fuertes brazos de Van Van se quedo pensativo unos momentos, esta claro que la extrañaba un montón, no tenia paz

desde el día en que se separaron, solo podía recordar ese tierno y ultimo abrazo, sus ojos verdes llenos de lagrimas de amor diciéndole que no lo olvidaría nunca... Pero... ¿Cómo podría él traerla de vuelta a este mundo? ¿Dejaría todas sus cosas ella por venir con él y amarse para siempre? ¿Compensaria él con su gran amor todo lo demas? No hacia mas que preguntárselo una y otra y otra vez. --Bueno Merle, mejor dejemos este tema y vamos que debo cambiarme de ropa para recibir a Allen que viene de visita-dijo Van incorporándose y cambiando un poco su cara de tristeza y así evitar preocupar mas a Merle. Merle a su vez penso que seria mejor dejar de torturar a Van con el recuerdo de Hitomi, en realidad ella también la extrañaba un poco, ya que se habían llegado a convertirse en muy buenas amigas... El caballero celeste de Asturia, Allen Schezar había llegado de visita para ver a su amigo el rey de Fanelia. Junto con él viajaba su hermana Celena, una mujer joven y muy bonita con aspecto algo delicado, que daba la sensación de romperse en cualquier momento. --¡Van! ¡Cómo estas tanto tiempo!-grito alegremente Allen al tiempo de que lo abrazaba para saludarlo amistosamente --Bienvenidos a Fannelia, que alegría verte Allen-contesto Van contestando el abrazo de su amigo La verdad es que Allen seguía siendo el mismo, no había cambiado nada, solo se lo veía mas relajado y tranquilo. --Déjame presentarte formalmente a mi hermana Celena, él es Van Salzar de Fanel el Rey de Fanelia, Celena levanto la vista y haciendo una reverencia saludo a Van, quien contesta con un amable saludo, luego del formalismo se dirigió nuevamente a Allen... --Pónganse cómodos como si estuvieran en su casa, ya envío quien los ayude a instalarsereplico Van dando a la vez ordenes a sus sirvientes para que los ayudaran. Allen había notado algo extraño en la mirada de su amigo, definitivamente no era el mismo, por lo que después de instalarse e instalar a su hermana decidio ir en busca de Van para charlar un poco del tiempo que hacia que no se veían. Pero cuando entro en una habitación, lo encontró otra vez mirando hacia la luna de las ilusiones, pero esta vez se le escapo de sus labios una palabra... -“Hitomi...”- casi en un susurro creyendo que nadie podía oírlo -- ¿La extrañas, no?-pregunto Allen mirándolo a los ojos --Allen, no sabia que estabas alli, por lo visto hoy todo el mundo esta dispuesto a sorprenderme cuando estoy ocupado en mis pensamientos-contesto Van --¿La amas todavía?--Si quieres la verdad solo te diré que siempre la amare, pero ella eligió volver a su mundo, debo respetar su decisión. no puedo volver a entrometerme en su vida y alterarla--Pero que tontería más grande estas diciendo Van, si fuera tu iría a buscarla lo mas pronto que pudiera, ¿cómo sabes que no te espera?--Y tu Allen ¿ todavía sientes algo por ella? -Pregunto Van un poco receloso recordando el día que los había visto besándose en el puente, sabiendo que ella había sido importante para Allen como lo era para él. --No lo sé, creí amarla y a veces aun lo creo, pero ella solo tiene en su corazón el inmenso amor que siente por ti-respondió resignado. --Desearía tanto volver a verla, aunque sea solo una vez más. -murmuro Van --¿Porque no intentas ir con Escaflowne?--Escaflowne esta descansando y no quisiera hacerlo funcionar si no fuera absolutamente por algo absolutamente necesario--En tu lugar no lo pensaría, creo que Hitomi se alegraría muchisimo si pudiera volver a verte-

--No lo sé, tal vezVan se quedo pensativo, las ultimas palabras de Allen le habían hecho pensar mil cosas y realmente no sabia que hacer... pronto recordó él ultimo día en el bosque... Que ganas de haberla besado tiernamente!!!! Se moría de ganas de volver a verla, ¿Tendría ella las mismas ganas de verlo a el?.. .Cuándo de repente una brisa lleva a sus oídos la voz de Hitomi llamándolo desde lejos, un susurro en el viento que decía ¡“Vannnnnnnn!” En la tierra, mientras tanto, ambas amigas habían terminado las compras y se sentaron a almorzar en un restaurante. Yukari estaba esperando el momento indicado para preguntarle a Hitomi quien era ese Van que había mencionado entre sueños, pero a la vez no deseaba herirla, por lo que no se animaba a preguntarle... --Hitomi, --Dijo de repente como para comenzar una conversación- ¿De verdad que ya no te interesa Susumu Amano?--¡Que no!, Te lo dije mil veces Yukari, si de verdad que estoy muy contenta con tu relación con él, te lo dije unos montones de veces, ¿porque siempre insistes con lo mismo?-respondió en forma de reto Hitomi, tratando de entender a que venia esa inseguridad --Es que quiero saber quien es el que te causa ese dolor, estas muy triste eso se ve a leguas--No estoy triste, no se porque insistes en ello--Entonces... no te molestara que te pregunte... ¿quien es Van?- Ante el nombre de su querido ruijin Hitomi se quedo petrificada, ¿Qué sabia Yukari de Van? Y si no sabia nada... ¿cómo explicarle que van era un descendiente del pueblo del dragón blanco, de planeta Gaea, un mundo suspendido entre la tierra y el cielo, que descendía de la gente de Atlantis y que en su espalda crecían unas hermosas alas blancas? --¿Van? No sé de que me hablas, ¿de donde sacaste eso?--Entonces es verdad!!!!, Te escuche llamarlo mientras dormías, y ahora recuerdo una historia que me contó Amano que tu le dijiste, es claro, el penso que era un sueño pero ahora creo que ese Van tiene algo que ver ¿verdad? Como ese robot. Escaflowne del cual me hablo Amano y ese extraño planeta Gaea. Hitomi enmudeció sin saber que decirle, los ojos de su amiga la miraban fijamente pero con ternura tratando de que abriera su corazón de una vez por todas, y dejara escapar todo su sufrimiento... --Vamos Hitomi, sincérate de una vez, no puedes seguir llevando esa carga tu sola, ¿Es ese amor es tan grande que té esta consumiendo lentamente? ¿Lo amas todavía?--Mas que nunca-respondió Hitomi al tiempo que por sus ojos verde esmeralda caían copiosas lagrimas-pero pertenecemos a mundos diferentes y no puedo hacer nada para remediar esta situación, entiéndeme, no es fácil seguir adelante sin él--Pero, no entiendo si le amas no tendría que haber ningún problema --Es que tu no entiendes, no es tan sencillo-lloriqueo Hitomi --No sé que es, pero lo que sí se es que te quiero mucho, tanto yo como tu familia estamos muy preocupados por ti, preferiría que tuvieras que irte a verte tan y tan triste, es que creo que estas realmente enamorada y esto que te pasa es que no puedes vivir sin el, tienes que tomar una decisión de una vez por todas ---Yukari!!, Gracias-Hitomi abrazo a su amiga como si hubiera dado en la pena de su corazón y la estuviera alentando a buscar su felicidad... Ya no pudo decir mas nada y su amiga prefirió no hurgar mas en el asunto. Luego se fueron y Yukari emprendió el regreso a su casa, dejando a Hitomi en un parque pensativa... “Es verdad, no puedo engañarme mas, no puedo vivir sin él, ¿Qué es lo que debo hacer?... no hago otra cosa que recordar su voz, su piel, todo, no puedo vivir así, si tan solo pudiera verlo una vez mas” En ese momento la brisa de viento llevo a sus oídos un susurro que la llamaba -“Hitomiiii”-y un aroma familiar la estremeció de la cabeza a los pies, ese aroma era el que sentía cuando

viajaba tomada de la cintura de Van sobre Escaflowne, su piel, su pelo todo le recordaba a su amado ruijin. Es Van!!! Penso de pronto y la visión de un par de alas llego a su mente. ¡Otra vez una visión! , No había vuelto a tener una desde que había dejado Gaea, ¿Seria verdad, o solo se trataría de otro sueño? Corrió como loca hasta la orilla de un lago que estaba en un rincón solitario del parque, en ese momento una cálida luz la envolvió, dentro de ella estaba Van con sus alas extendidas le ofrecía su mano,

”-Hitomi-“ la llamo .Hitomi se detuvo a mirarlo creyendo que desaparecería en ese instante, cuando una de las plumas blancas rozo su rostro demostrándole que era verdad y que su Van estaba allí. Se abalanzo hacia sus brazos y se sostuvieron en un abrazo eterno, pronto de ambas mejillas corrían lagrimas, solo que esta vez eran de felicidad. En ese momento comenzaron a separarse para quedar sus bocas muy cerca una de otra, sus corazones latían como loco, sus miradas parecían recorrer cada facción del otro como si no se hubieras visto en años. Van tomo con dulzura a Hitomi de la nuca, la atrajo hacia sí y sus bocas al fin se unieron en ese tan ansiado beso que los hizo estremecer a ambos, probocandoles un sin numero de sentimientos a flor de piel, sus labios no podían parar de besarse. Cuando por fin se separaron, Van aun abrazándola le susurro al oído. --Hitomi, mi querida Hitomi, Sentí que me llamabas, deseaba tanto verte, perdóname no quería cambiar tu vida otra vez, es que no podía dejar de pensar en ti... tenia que verte aunque fuera esta la ultima vez --¡¡¡Van!!! ,no puedo seguir sin ti, mi vida ya no tiene sentido si no estas, llévame contigo a Gaea no quiero que nos separemos mas--Pero Hitomi, ¿y tu vida en la tierra? ¿Tus amigos?, ¿ Tu familia? --Mi vida no es nada sin ti, solo quiero estar contigo, ya lo decidí, llévame a Fanelia-Hitomi hablaba con seguridad y Van la miraba incrédulo creyendo que se despertaría y Merle le estaría trayendo su desayuno... --Esta bien, si eso deseas, ven conmigo, mi corazón es tuyo también. Abrazados muy fuertemente son absorbidos por la luz nuevamente, sin percatarse que eran vistos por Yukari, que había seguido a Hitomi sin que ella se diera cuenta. Con lagrimas en los ojos susurro”-Que seas feliz querida Hitomi-“ mientras observaba a su amiga abrazada a ese extraño ser con alas, que parecía quererla un montón...

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II Capítulo 2 : Los celos y el amor de Van

Van no podía creer lo que le estaba pasando, volvía a Gaea abrazado de Hitomi, una vez mas, ¿estaría soñando? Si así era no quería despertar... La luz los dejo en el bosque lindero a Fanelia, donde descansaba dormido Escaflowne, una vez que llegaron él desplegó sus alas para liberar a hitomi, a quien tenia protegida entre sus brazos, y tomándola de la mano la acerco hacia un tronco viejo para que se sentara, el se sentó a su lado y comenzó a mirarla de tal manera que hizo ruborizar a la pobre Hitomi que no entendía porque la miraba así... --¡Que! ¿Porque me miras así? Me pones un poco incomoda-dijo Hitomi tratando de entender que pasaba por la mente del su amado ruijin. --No me hagas caso, es que aun no entiendo porque has querido regresar conmigo... aunque eso sea lo que yo he querido siempre -contesto Van sonriente --La verdad es que no hacia otra cosa que pensar en ti, estaba muy triste me alegra que hayas venido por mí, esta vez... ,siempre estaremos juntos... Van sonrío complacido, ellos tenían una unión muy fuerte y eso los llevo a que sus corazones sintieran lo mismo y desearan ver al otro con intensidad, casi al unísono, esto había provocado el gran deseo de reunirse y que apareciera esa extraña luz una vez mas... Por otro lado, Hitomi lo miraba, advirtiendo que Van parecía aun más guapo que antes, su rostro ya no se veía enojado como antes, si no mas bien sereno y relajado, la paz en Gaea era un hecho y se reflejaba en sus habitantes. Pronto empezó a recorrerlo con la mirada, hacia tanto que no se veían!!!!! Al ver su torso desudo, los colores se subieron a su rostro, pero... ¿qué le estaba pasando? Había visto a Van montones de veces sin camisa, pero esta era la primera vez que sentía ruborizarse al verlo y mucho más al recordar ese beso tan apasionado que se habían dado al reencontrarse... --Esta vez... ¿Te vas a quedar en Fanelia, conmigo? Supongo... -pregunto Van observando el rubor de Hitomi, preguntándose que era lo que lo había causado. --Si, por supuesto, a menos que sea molestia, --dijo ella bromeando, pero Van la miro serio y se le acerco, como si se ofendiera ante tal respuesta. --No digas tonterías ¿cómo puedo demostrarte que eres lo más importante de mi vida?--Ya me lo demostraste, viniendo por mi una vez mas-y diciendo esto se acerco a abrazarlo. Abrazo que Van le devolvió, pronto podían sentir como los corazones empezaban a latir fuertemente y casi al unísono una vez mas, ¿era tan fuerte eso que los unía?... Pronto esta cercanía se volvió un imán peligroso, no podían dejar de mirarse y abrazarse, como deseando que el tiempo que habían estado separados desapareciera, para recordar solo estos instantes, pero al también le estaban sucediendo cosas, cuanto mas la abrazaba mas le costaba pensar, y lo controlaban sus instintos, Pronto se estaban besando una y otra vez casi perdidos en sus deseos, casi sin pensar, cuando una figura femenina llego a interrumpir una casi incomoda escena. --¡Uy!, ¡Perdón majestad!, No era mi intención incomodarlo-replico la joven mujer. --Celena, por favor, discúlpanos a nosotros -replico Van un poco avergonzado-Por cierto Hitomi, ella es Celena, la hermana de Allen, vinieron de visita hace poco. Hitomi miro a la muchacha sorprendida por el cambio que se había operado en ella, lejos de ser lo que era, ahora era una mujer muy bonita, de buenos modales y agradable, una mujer en la que Van podría fijarse si quisiera. Pero... ¿a qué venían esos celos ahora? Si el mismo le acababa de decir lo mucho que la quería y lo que la había extrañado... -- ¿Allen esta en el palacio? Me encantaría saludarlo, --dijo Hitomi sin percatarse lo que este comentario había lastimado a Van quien la miro con tristeza. --Bueno, entonces pongámonos en camino -agrego Van para cortar la tensa situación. Caminaron hasta el palacio donde Merle los esperaba contenta al grito de ¡Majestad! .

Se abalanzo sobre Van, pero al ver a Hitomi se echo en brazos de esta, quien estaba muy feliz de verle realmente aunque intentaba en vano liberarse. --Merle que alegría verte otra vez!!!!-Balbuceo Hitomi mientras respondía con cariño a ese abrazo tan especial de la mujer gata. --Hitomiiiii!!!!!, Que suerte que estas de nuevo aquí!!!!!,Bienvenida!--¡Ya Merle! ,que no la dejas respirar, entremos al palacio- dijo sonriendo y tomándola de la mano para conducirla a su palacio... Con asombro, Hitomi observaba todo lo que había cambiado Van, si bien seguía en el fondo siendo el mismo, la verdad es que se había convertido en todo un soberano, ya no vestía como siempre, . si no con ropa mas adecuada al deber de rey, pero esta claro que él era Van y ni toda la riqueza o él titulo del mundo podían evitar que fuera quien era... Creía realmente estar soñando, la tomo de la mano para acompañarla hasta las habitaciones que había ordenado que le prepararan, por supuesto muy cerca de las suyas, al sentir el contacto con la piel tibia de la mano de Van, se dio cuenta que no soñaba y realmente estaba allí, con él, en Fanelia, otra vez en Gaea... Una vez en su habitación, se recostó en la cama pensativa pero muy feliz a la vez, pronto inspecciono su nueva situación, era feliz por sobre todas las cosas, sentía la felicidad absoluta, pero también sentía miedo y no sabia porque, el encuentro con Celena en los jardines la había dejado un poco inquieta, pero también, la catarata de sentimientos que había sentido al besar a Van, por poco y habrían perdido el control de sus cuerpos, de solo pensarlo un escalofrío corrió por todo su cuerpo y sintió un calor pronunciado que inundaba sus mejillas y las encendía como fuego.

“¿Pero como puedo estar pensando en eso ahora?” Se pregunto para sí y sonrío satisfecha... “Mama, yukari, ya no se preocupen mas por mí, aquí seré muy feliz junto a Van.”. Reviso la habitación y se dispuso a cambiarse para bajar a cenar. Habría pasado una hora cuando alguien llamo a la puerta, se apresuro a salir y en el pasillo un Van muy asombrado la observaba... --¿Y ese vestido?-Pregunto intrigado ante una Hitomi completamente distinta. --¿No esperaras que por siempre utilice el uniforme de la escuela verdad? Me dijeron que lo que había allí era todo para mí, por lo cual decidí usarlo, ¡qué! ¿No te gusta?-Contesto Hitomi medio malhumorada por la observación brusca de el. Él le observaba y estaba claro que le gustaba, se veía bellísima con ese vestido blanco con ese corsé negro, tan parecido a los que usaba Millerna que no podía creer que fuera Hitomi la que estaba delante de el, estaba tan bonita, su belleza no tenia igual. --Pero claro que té queda bien, té queda fantastico, estas increíble, pareces una verdadera princesa..., mi princesa -afirmo Van sonriedole. --Tu tampoco te ves mal, es mas, pareces un verdadero Rey, jajajajaja- se burlo ella de el para cortar la situación. --¡No te burles! ,-río Van y siguió-Vamos que nos esperan -y ofreció su brazo a Hitomi para acompañarla al comedor. Al entrar un Allen muy asombrado y feliz sé acerco a saludarla, cosa que a Van le genero cierto resquemor, los celos empezaban a invadirlo de nuevo, como hace ya algún tiempo atrás pero como en ese momento trato de disimularlo. --¡¡¡¡¡ Hitomi!!!!! -saludo Allen mientras se aceraba a besarle la mano --Allen, ¿cómo has estado?-Pregunto ella. Muy feliz de ver a sus viejos amigos. --Bien, estabamos de visita por aquí y vinimos para charlar un poco con Van de cómo están las cosas por Asturia--Cuenta Allen, ¿cómo esta Millerna? ,¿La has visto? Y¿ a Driden?...-Pregunto Van tratando de olvidarse de sus celos infundados.

--Si, bueno lo ultimo que supe es que estaban reconstruyendo todo Asturia, ya sabes, con eso de la guerra quedo todo destruido por todos los lados --Si lo sé -afirmo Van-Pero todo parece querer arreglarse lentamente--Si, y eso era lo que quería contarte, parece que se han vuelto a unir con Driden y se están dando una nueva oportunidad, ¡todo parece marchar sobre ruedas esta vez!--Que alegría-- respondió Hitomi recordando a su amiga y todo su sufrimiento-Millerna merece ser felizLa cara de Allen ya no era la misma, cuantas cosas habían pasado, pero el aun vagaba sin rumbo, sin un gran amor que le correspondiera, había perdido a Marlene, a Milerna y desde luego a Hitomi, pero. ¿ Seria tal vez porque estaba buscando el verdadero amor o es que su corazón todavía no se recuperaba del rechazo de Hitomi...? Van no podía dejar de estar preocupado ante la presencia de Allen junto a su amada. En esa cena Celena no los acompañaba aun no se terminaba de recuperar totalmente y devia descansar... La cena transcurrió con tranquilidad y luego todos se retiraron a dormir. Esa noche, Hitomi miraba por la ventana hacia la tierra, donde alguna vez fue su hogar, se sentía tan a gusto en Gaia que ya no quería regresar, pronto al asomarse al balcón vio la figura de Van que estaba en el otro balcón observando también hacia el planeta azul, en ese momento extendió sus alas como desperezándose, una lluvia de plumas blancas volaron por doquier, era tan impresionante verle que Hitomi perpleja solo podía observarlo, la luz de la luna reflejaba el blanco de las alas otorgándole al rostro de Van una sensualidad imposible de resistir, “uauuuuuu” se dijo para si, en ese momento El giro su cabeza para encontrar sus ojos con los de ella, quien se sorprendió y sonrojo --Té hacia dormida, ¿qué haces despierta todavia?- pregunto Van sin entender que pasaba --N ...nada solo miraba las estrellas-contesto perpleja todavía --¿No puedes dormir?--Creo que no, son muchas emociones para un solo día, .....¿y tu que haces?-dijo tranquilizandose poco a poco para no quedar mal --Admiro la noche --¿Quieres que valla a hacerte un poco de compania?--Mejor no Van, ¿qué pensarían todos si te vieran entrar en mi habitación a media noche?--No tendrían porque verme-río y en ese instante se elevo para llegar luego al balcón de su amada Hitomi. --Eso no se vale; Van, yo no puedo hacer eso. -Ríe ella El la abrazo y le sonrío feliz --¿De verdad me veía bien con ese vestido?< --Te veías increíble, hasta Allen lo noto-- ¿Allen? ¿A que viene eso ahora? Yo volví por ti, no por Allen--¿En serio? Es que no puedo evitar sentirme celoso cuando el se te acerca. --No tienes porque, escucha a tu corazón, él sabe que solo te amo a ti -y dividendo esto acerco su mano al pecho de el, casi tocando su corazón, pero la sorprendió lo acelerado que estaba. y de golpe se ruborizo. Van la miro profundamente, sus ojos rojos parecían mas encendidos de lo de costumbre sus corazones latían muy fuertemente uno contra otro, La espalda de Van ya no ostentaba las alas si no una piel cálida que se estremecía ante el contacto de las caricias de Hitomi, pronto no pudieron resistir darse un beso lleno de amor, las manos de hitomi acariciaban a Van con suavidad y Van por su parte había empezado a acariciarle el cuello y la espalda de, Hitomi podía sentir el calor de sus manos aunque ella estaba vestida, pronto El sentía que estaba perdiendo el control y se detuvo ante un suspiro ahogado de Hitomi...

--Vannnnnnn;Vannnnnnnn!-susurro-Esto no esta bien, no debemos seguir---Lo siento, no quiero incomodarte pero... no puedo evitarlo... En ese momento ninguno de los dos parecía tratar de oponer resistencia, se estaban dejando llevar por lo que sentían, aunque sabían que no estaba bien... cuando unos golpes en la puerta los devolvió a la realidad... --¡Hitomi! ¿Duermes? Soy yo Allen, ¡ me gustaría hablar contigo!- “Allen” pensaron los dos “¿qué hacia Allen allí?” --Van, vete por favor, puede haber problemas por mi culpa-replico muy bajito Hitomi --Ve a ver que quiere y luego hablamos-respondió el un poco enojado --Voy Allen!!!!! -grito Hitomi arreglándose para recibirlo Ella salió de la habitación y con Allen fueron caminando hacia el Jardín, mientras Van celoso los miraba desde el balcón con la sensación de que Allen aun estaba interesado en ella y mucho mas de lo que el mismo creía --Te preguntaras de que quería hablarte ¿verdad?--Buena la verdad es que me tiene un poco intrigada, pero tus razones tendrás-contesto ella mirando los ojos azules que alguna vez la volvieron loca... --Quería saber si esta vez vas a quedarte definitivamente en Gaea--Yo creo que si, pero todavía no sé que puede pasar, tu sabes como es esto. ,¿Pero porque me lo preguntas?-se preguntaba cuál es el interés de Allen porque ella se quede --Es que me dolería perderte de nuevo-respondió sinceramente --¡Allen! ,tu sabes que yo......--Solo quieres a Van, ¿verdad? Lo sé--Si, lo lamento, no sé que decirte. --No lo sientas, la verdad es que él sufrió mucho por tu partida y merece tu amor, pero en mi corazón no mando y a el aun le importas... --Esta conversación ya no tiene sentido, es mejor que me valla a dormir. ,no quiero lastimarte mas ,tu sabes que me pasa con Van y eso no lo puedo cambiar...---Gracias Hitomi igual, me escuchaste y eso es lo que me importa. Allen se alejo dejándola perpleja, pensativa y sin entender lo que había pasado, emprendió su regreso a la habitación cuando al entrar en ella la figura de Van se recortaba en la obcuridad, y serio la interrogaba. --¿Que es lo que te dijo Allen?--No importa Van, no es nada importante --Debe serlo, ¿por algo te vino a buscar a estas horas?, No me mientas, ¿el te sigue gustando?, contéstame por favor-- ¿Porque crees que te engañaría?, ¿Que té pasa Van? No me crees, ¿Porque no oyes mi corazón? no entiendo tus dudas--Me parece que no es momento para discutir este asunto, mañana hablaremos con mas tranquilidad-respondió Van tratando de calmarse, sus celos lo comían por dentro y temía perder a su amada por un momento de rabia --Mejor así, mañana hablaremos de esto, que descanses, MajestadVan se alejo esta vez por la puerta, disgustado, celoso y con resentimiento Hitomi se durmió al instante, había sido un día difícil y lleno de novedades, tenia que poner orden en sus pensamientos, no sabia como pensar acerca del cambio de sentimientos que experimentaba Van, por otro lado Allen que insistía en no haberla olvidado, realmente no sabia que iba a hacer con su vida de ahí en adelante.

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II

Capítulo 3 : El Robo del corazón de Dragón Un Nuevo día nace en Gaea, después de una noche un poco complicada, Hitomi no había podido descansar con tranquilidad, todo debido a esa extraña actitud que tenia Van para con ella, no entendía bien que le pasaba, antes de irse la había tratado con sequedad y frialdad... Realmente, no podía entender nada, ¿Acaso ya no estaba contento con su regreso? ¿Se habría apresurado al pedirle que la trajera con él a Gaea?...No, eso no era, estaba segura de su decisión, pero... ¿ Cómo enfrentar este súbito cambio de actitud de Van? Pronto llego su respuesta cuando alguien golpeo la puerta de su dormitorio. --¿Quién es?-Pregunto Hitomi medio dormida, medio despierta. --Soy yo, Merle, ¿Me dejas entrar?--Si, pasa -contesto Hitomi terminando de vestirse --Buen día, ¿cómo estas Hitomi?-Pregunto la mujer-gata mientras se sentaba en la cama. -- Bien Merle gracias , ¿por qué me preguntas? ¿Me veo mal? --¿Sucedió algo entre tu y Van?--¿Porque me lo preguntas?-dijo un poco enojada y haciendose un poco la tonta para cambiar de tema-- ¿Sucedió algo que desconozco?--Es que Van salió a la mañana muy temprano, parecía un poco disgustado, perdona que me entrometa pero como ayer estaba tan contento, no entendí que le pudo haber pasado para que estuviera tan enojado, estoy un poco preocupada--Yo tampoco sé que le sucede, en realidad. …No sé bien que lo enojo Merle, es mas, me gustaría saberlo para poder arreglarlo--Mira... yo sé lo mucho que El te ama, y puede que este celoso de Allen, ¿no te diste cuenta de cómo lo miro cuando te beso la mano?--¡¡¡¡Pero que tontería más grande!!!! Si yo solo lo quiero a Él, porque tendría que pensar que todavía me interesa Allen... --Entonces dicelo, no lo dejes pensar cualquier cosa, tanto tiempo separados para que se enojen por tonterías!!!! A veces no los entiendo!!!!-Recrimino Merle. --Gracias Merle, creo que has descubierto que es lo que le pasa a Van--Es que no quiero verle sufrir mas, porque son tan complicados!!!!!!!--¿Sabes donde puede estar El ahora?--Cuando se enoja así, generalmente va donde quedo dormido Escaflowne, en aquel bosque, donde esta enterrado Folken, tú lo conoces-Y Merle señalo hacia un bosque que estaba a unos kilómetros de la nueva Fanelia. Hitomi emprendió la marcha, esta vez vestida con un sencillo vestido color lila con encajes en blanco, que era parte de su nuevo guardarropa. , Quería abituarse a la ropa que se usaba allí, en realidad al no usar el uniforme se la veía cada vez más bonita... Llego hasta el bosque y una figura masculina se veía apoyada en el tronco de un árbol. Van estaba vestido sencillo también, con una camisa roja y unos pantalones claritos que le recordaba al antiguo Van, antes de ser el Rey Van Fanel con la ciudad a su cargo. Junto a el descansaba la enorme figura de un gran Guymelef, Escaflowne, Su color era más opaco y se lo veía literalmente descansando... Hitomi se acerco lentamente y vio que Van estaba profundamente dormido, así que se sentó si hacer el menor ruido a su lado, de repente podía sentir todo el aroma de su pelo y de su piel, La embriagaban las sensaciones... ¿Es que acaso estaba tan enamorada que no podía pensar en otra cosa que no fuera estar con el? Pronto la discusión de la noche anterior se le había olvidado, con una pequeña flor blanca que acababa de cortar del prado, comenzó a acariciar el rostro de Él, que al sentir el roce de los pétalos en su rostro, se despertó.

--¡¡¡Hitomi!!! ,Pero. ¿Cómo me encontraste...?--Merle me dijo que podrías estar aquí-y ella le sonrío mirando a los ojos color rubi de su amado --¡¡Esa Merle!!, ¿A veces me pregunto porque no se meterá en sus asuntos?-Contesto Van un poco seco y brusco... esquibandole la mirada. --¿Todavía estas enojado Van?-Pregunta ella casi en un suspiro. --.........-Y sin contestar miro al horizonte... --¿Es que acaso ya no confías en mi? -Inquirió ella --Yo solo te amo a ti, No se porque dudas tanto de mí, yo alguna vez creí amar a Allen, pero él mi corazón siempre supo que solo te amaba a ti -y diciéndole esto una lagrima escapo de sus ojos verdes recordando un poco todo lo que había pasado en la guerra contra Zaibach, algo que le parecía tan lejano ahora pero que no se podía olvidar. Van al ver las lagrimas se conmovió, tomo su rostro, con la palma de su mano las seco, un silencio los invadió dejando oír solamente el ruido de los pájaros y de la naturaleza que los rodeaba, El no podía resistir a una mujer llorando mucho menos a su amada Hitomi y abrazándola con cariño agrego. --Perdóname... , debí confiar mas en ti..., es que no sé que me pasa..., los celos me ciegan y no escucho lo que dice mi corazón, es que cuando estoy contigo siento que el resto de mundo no existe... nunca me había sentido así, es algo nuevo para mi y no se como controlarlo... -dijo sincerándose y también agrego-- ,tampoco esta bien que cuando te bese pierda así mi control, no es bueno, en realidad con esto te confieso que no se como disculparme contigo por hacerte pasar por esa situación--Tampoco es tan malo Van, esto que nos ocurre se llama pasión y nos pasa a los dos, simplemente es que nos amamos tanto, que queremos pertenecer uno al otro, es normal, es lo mismo que sintió tu mama cuando se enamoro de tu papa-Hitomi se sonrojo pensando que ella tampoco evitaba esas situaciones y se dejaba desfallecer cuando estaba con él entregándose a sus instintos de mujer enamorada también sin pensar nada mas... --Perdóname Hitomi, ahora me doy cuenta que tienes razón y sé que me quieres como yo a ti, ya no volveré a desconfiar de ti-agrego Van aceptando su error. Hitomi se sintió feliz nuevamente y al observar el lugar se dio cuenta lo hermoso que era. Casi sin querer cambio de tema, para evitar también que esta situación se pusiera mas complicada y difícil de manejar para los dos. --Es increíble como se recupero Gaea después de la guerra, mira si hay hasta un campo lleno de flores silvestres-y diciendo esto salió corriendo hacia el campo y se recostó entre las flores silvestres, que destilaban bellos aromas a quien quisiera sentirlos... mezclados con el olor a las hiervas de la pradera. La escena no podía ser más bonita, Van la observaba desde lejos mientras Hitomi descansaba entre las flores, simplemente le seguía pareciendo un sueño que ella estuviera allí con Él, entonces la siguió y se recostó a su lado, Ella se ubico sobre su pecho y podía oír su corazón latir mas y más fuerte. Los cabellos de ella rozaban su cara, desprendiendo todo el aroma de las flores, El la abrazo y observándola le dice galantemente... --Te ves muy bonita con ese vestido--Gracias --dijo ella ruborizándose ante el cumplido. --Es que cada vez que te veo así vestida me vuelves loco, es que te ves muy bienVan la beso en los labios y con un movimiento rápido ella termina debajo de Él, apoyada sobre las flores, Van la besaba con ternura, sus labios se unían con pasión y amor reprimido por el tiempo de separación, pronto empezaron a desearse una vez mas... Las manos de Hitomi pasaron por debajo de la camisa de Van acariciándole la espalda pronto aparecieron sus alas que destrozaron su camisa, añadiendo a la escena una hermosa lluvia de plumas blancas que se mezclaban con las florcitas rosadas, El mientras tanto la acariciaba por arriba del vestido cada vez mas fuerte, ella sabia que esta vez no podría detenerle, pero de pronto se detuvo y tomando aire la miro a los ojos.

--¿Esto es la pasión?-Pregunto entrecortado tratando de razonar y calmarse pero sin conseguirlo--¿ Es el no desear determe?--Si, creo que es esto, ¿lo habías sentido antes alguna vez?--Nunca, solo cuando estoy contigo--Vannnnn-Gimió ella al momento que él volvía a besarla una y otra vez, Ninguno podía pensar, sus instintos actuaban por ellos, sus caricias se tornaron mas atrevidas, más fuertes, Las manos de Van recorrían su cuerpo como reconociéndolo lentamente, mientras que ella acariciaba su espalda esta vez sin las alas recoriendola con sus dedos, pronto ambos se perdieron en sus instintos y sus deseos, con la seguridad de que nadie los interrumpiría siguieron sus deseos reprimidos durante tanto tiempo, pronto estaban desnudos y haciendo el amor sobre el prado de flores. Una catarata de sensaciones los invadía, pero por sobre todo esa sensación de compartir esa primera vez con el otro, se estaban aislando del mundo, como si solo existieran ellos dos, sin pensar, sin dudar... y aquel colgante que alguna vez le diera ella golpeaba contra un cuerpo y contra el otro, una y otra vez... Quedaron extenuados y muy felices, uno al lado del otro, casi sin poder hablar... Abrazados y felices estaban en otro mundo, solo las flores eran testigo de su amor apasionado... pronto se quedaron dormidos. Un rato después una voz los despertó sobresaltándolos. --¡¡¡Hitomi!!! ¡¡¡Van!!!-Gritaba Allen buscándolos. --Es Allen-y de un salto Hitomi se incorporo terminando de vestirse --Ven, escondámonos en el Guymelef-La llamo Van mientras abría la cabina de Escaflowne para poder ingresar a esconderse. Una vez adentro, Allen no pudo verlos y se fue por otro lado, Hitomi intrigada por esta acción pregunto --¿Porque nos escondimos? ¿Es que acaso pasa algo?--No... Pasa que no querría hablar con nadie todavía, Solo quiero estar contigo-sonrío Van y de pronto agrego-No quería obligarte a hacer nada, espero no estés enojada--No lo estoy Van, no tendría porque estar enojada, yo también deseaba hacerlo, solo que nunca creí sentir tantas cosas así, no podría imaginarlo-su cara estaba roja de vergüenza recordando lo que había sucedido hace un rato atrás en el campo de flores... --¿No vas a volver a irte, verdad? Ahora ya no podría perderte otra vez, menos que antes, quiero que estés conmigo para siempre... -Suplico Él y sus ojos se llenaron de tristeza. --Si cuando me fui solo sufrí extrañándote, claro que no voy a volver a irme, Vine para quedarme, para siempre, contigo-Y ella se acurruco nuevamente en sus brazos, sintiéndose segura y protegida por primera vez en su vida, esa sensación de bienestar nunca la había tenido y solo la sentía cuando estaba en brazos de Van. --Té Amo Hitomi-dijo Van sinceramente sosteniéndola fuertemente en sus brazos. --Yo también te amo Van-En ese momento ambos se sentían felices pero... de pronto una nueva visión llega a Hitomi; una figura extraña en una noche, Escaflowne y un robo... --¡AHHHHHH!-Grita ella asustada. --¿Que Pasa? ¿Que te sucede?-Pregunto El preocupado --¿Otra vez?, Una visión!!!!!; no tenia una desde la guerra de Zaibach---¿Pero... ,que viste Hitomi?--Aun no lo sé, no se veía del todo claro, Escaflowne...--Volvamos al palacio así descansas y vemos de que se trata esta nueva visiónCuando bajaban de la cabina del escaflowne una figura los aguardaba en tierra con un rostro seco, un poco enojado y presintiendo que esta vez no podría recuperar a Hitomi por mucho que Él quisiera, algo había cambiado entre ella y Van, lo presentía, no sabia bien que pero se lo imaginaba...

--Conque, ¿estaban allí?, buenos días, llevo horas buscándolos... -les recrimino Allen Con una sonrisa de felicidad y placer Van no pudo evitar el sarcasmo --Lo sabemos, te habíamos oido, jejejeje--Bueno eso no importa ahora, ha pasado algo y quiero que me escuches tranquilo-A Allen se lo notaba un poco extraño... --Vengo de tu palacio, Hubo un robo anoche y están todos buscándote--Pero...,¿qué robo?-Pregunto Hitomi recordando su extraña visión de hace un instante --El energist, el corazón del dragón, fue robado de tu palacio, Van--Pero ¿cómo pudo pasar sin que me diera cuenta?-Sé pregunto Van enojado --Es que parece que tienes otras cosas en mente... pero es comprensible-continuo Allen mirándola a ella, con una mezcla de sentimientos que ni él terminaba de comprender. --Volvamos, a ver que podemos hacer --dijo Van y ofreciéndole la mano a Hitomi se pusieron en camino Al llegar al palacio sus dudas se confirmaron, el energist había desaparecido de su habitación, Nadie había visto ni oído nada, no sabia por donde empezar a buscar, su felicidad se torno en preocupación... pero. ¿ para que querría alguien el corazón de Escaflowne? Solo él podía encenderlo porque su sangre real estaba en el energist, el Dragón blanco solo le obedecía a el....¿qué estaba pasando? ¿Es que acaso habría problemas una vez mas?....

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II Capítulo 4 : El extraño secuestro Esa noche Van no podía dormir... toda su felicidad se veía empañada por el robo del corazón del dragón, pero su gran intriga era... ¿Para qué querría alguien el energist? Solo podía atormentarse y no dejaba de pensar en ello, si al fin y al cabo los únicos que podrían pilotar a Escaflowne eran él o Folken, todo era tan extraño... Por otro lado no dejaba de pensar en Hitomi, por fin sabia seguro que ella lo amaba y que solo quería quedarse con él, planeaba hacerla su esposa y ser felices para siempre, seria al fin su reina... pero si ella decidía irse, tampoco podría, porque habiendo perdido el energist no había forma de regresarla a su mundo. En ese momento Hitomi entraba en la habitación para hablar con Van... --¡Hola! ¿Que té pasa? ¿Todavía estas preocupado?--Inquirió ella. --Estoy muy preocupado, no sé que hacer con lo del robo... ---¿Nadie sabe nada?---No,... es extraño. ¿Qué fue lo que vistes en esa visión? ¿Algo que pueda ayudarnos?---Mmmmm, no se Van, tan solo vi una figura en las sombras, el energist y la figura de Escaflowne, nada que nos pueda ayudar---Es que no puedo ni pensar para que quieren esa piedra, no pueden utilizar a Escaflowne, y no tiene valor comercial...y... sabes que es lo peor?...---¿..?---Que si quisieras regresar a tu hogar no puedo enviarte, sin el enrgist no se puede abrir el camino a la luna de las ilusiones-dijo el preocupado --Si es por eso, ni te preocupes que no me interesa regresar, estoy muy bien aquí contigo ¿porque habría de querer regresar? O es que... ¿Tu quieres que yo regrese?--pregunto ella asombrada. Van la miro a los ojos y le recrimino. --¿Cómo puedes creer que querría que te fueras? ¡¡¡No seas tonta!!!--le recrimino Van al momento que la abrazaba con ternura... Pronto comenzó a besarla, sus labios saboreaban los de ella para luego besar su cuello y dejarse arrastrar por el momento cuando en eso, entro Merle que venia a buscar algo con apuro. --Majestad... --de pronto se queda cortada al sorprenderlos besándose con tanta pasión y dulzura. --¡¡¡¡Merle!!!!! --dijo Van un tanto alterado por la sorpresa--¿Necesitas algo?---Si venia a buscar ese paquete que llego hoy de Astoria, una parte viene dirigido a Allen Shezar y quería llevarselo para que lo abriera-Hitomi se había puesto tan roja que no podía decir nada, Van le alcanzo a Merle el paquete, esta se lo agradeció y salió sigilosamente la habitación sin decir nada que pudiera incomodarlos, pero una vez afuera, se dio cuenta que esta vez no habría vuelta atrás y que esos dos se amaban de verdad, lo cual la convenció de buscar el amor en otro lado, ya era hora de enamorarse y dejar de estar a la sombra de Van, tenia que tomar una decisión devia hacerlo Ya. Mientras en la habitación Hitomi se recuperaba, rompió ese embarazoso silencio que había dejado la salida de Merle... --Me dio tanta vergüenza que no pude decirle nada---Es culpa mía --siguió diciendo Van--Debí cerrar la puerta con llave, no me di cuenta... perdóname ---Es que no esta bien que venga a visitarte a tu habitacion, puede malinterpretarse, no quiero que piensen mal de nosotros --

--Por otro lado no pensarían tan mal... si no la verdad, que te amo y que no puedo vivir sin ti, esa es la única verdad--dijo él mirándola con todo el amor del mundo... --Si Van lo sé, pero no queda bien que nos encuentren así... --Esta bien, vamos a tratar de que no se preste a malas interpretaciones cuando estemos juntos, para evitarte problemas o malos entendidos-dijo Van decidido --Yo también te amo, y a veces me cuesta no estar en tus brazos, pero debemos controlar esto antes de tener problemas que no podamos evitar--Que te parece si vamos a dormir, mañana tengo una junta del consejo y quiero estar fresco, es muy importante para Fanelia y Gaia en general--Que descanses Amor -Dijo ella besándolo en la frente y alejándose lentamente por el pasillo. Esa noche la mente de Van no podía descansar, por otro lado Hitomi había decidido dar un paseo por el jardín a la luz de la luna de las ilusiones, miraba la tierra con alegría y un poco de nostalgia, pensando en su familia y en Yukari, de pronto el recuerdo del robo solo la llevo a pensar que aunque quisiera no podría regresar jamas y se entristeció... ¿Es que el amor de Van no le alcanzaría para ser feliz? De pronto el recuerdo de su mañana en la pradera le despejo las dudas... se sentía tan relajada cuando él la abrazaba!!!!!!...si era la mejor y más importante decisión que había tomado en toda su vida, Van estaba solo y la necesitaba como ella lo necesitaba a el. de pronto unos pasos atrás de ella la hicieron voltearse... --¿Quién es? -pregunto un poco asustada... --Hola soy yo, Celena-contesto a medida que se le acercaba y dejaba que la viera --¿Tampoco podías dormir?--Aja... ,pasa que no hago mas que pensar en ese robo, ¿Es que tal vez algún general de Zaibach estará haciendo esto?-se pregunto Celena --¿Por qué dices eso? Es que acaso... ¿has visto algo?--No pero... ¿Me parece que seria lo más lógico, no?, Allen me contó que ellos también reconstruyen su reino, como todos los demás, seria una posibilidad--Tal vez. bueno pero no te preocupes, tu no perteneces mas a esa gente--Es que hay cosas que no son tan fáciles de olvidar... Sorprendida por esta respuesta Hitomi la miro a los ojos y encontró un dejo de tristeza en su mirada, como si en su corazón hubiera un gran dolor que estaba reprimiendo, sin dejar que nadie lo vea... --Es que no puedo olvidar toda la gente que murió por mi culpa-continuo diciendo Celena --Pero tu no eras consiente de lo que hacias, no te tortures mas... -la conforto --Eres muy buena, no me extraña que Van se halla enamorado de ti, lo mismo que mi hermano parece que tienes muchas cualidades, hubieras sido mi cuñada--Pero... yo ya hable con Allen, es imposible lo nuestro, yo amo a Van con todo mi corazón y no voy a dejar de amarlo--Él lo sabe, no te preocupes tanto... pero parece que a los hermanos Schezar, nos gustan los amores imposibles--¿Es que acaso tu también estas enamorada?-pregunto Hitomi temiendo saber la respuesta a su pregunta... Celena se puso roja, miro a la luna de las ilusiones, y lentamente agrego sinceramente --Pense que no volverías, que tendría alguna oportunidad, hasta que lo vi mirando tu planeta con la necesidad de volver a encontrarte, ¿Es tan grande ese afecto que los une?... así debe ser, por favor no lo vuelvas a dejar, no lo hagas sufrir mas, no soportaría verlo sufrir otra vezAl terminar de decir esto sendas lagrimas recorrieron las mejillas de Celena quien descubría así sus sentimientos, por otro lado Hitomi la miraba con cariño, pero con miedo, esa bella mujer estaba enamorada profundamente de Van... ella había aprendido a confiar en Merle pero...

Celena era una completa extraña para Hitomi, los demás la conocían bien pero ella no había tenido tiempo para tratarla... ¿qué hacer? ¿Qué decir? No podía encontrar las palabras para acercarse a ella y no lastimarla... Pero la joven dama entendió este silencio y agrego... --No te preocupes que sé muy bien cual es tu relación con Van, no era mi intención torturarte con esto, perdoname por favor--Lo único que te puedo decir es que lo amo profundamente y solo quiero hacerlo feliz, no volveré a irme o a hacerlo sufrir mas--Lo sé, es tarde... mejor vayámonos a dormir--Tienes razónAsí se retiraron a dormir a sus habitaciones, pero esa noche seria aun más larga y tortuosa que la anterior aunque nadie lo sabia todavía... **************** A la mañana siguiente el consejo se reunió, Hitomi esperaba afuera para no molestar a las decisiones del consejo. Adentro Allen, Van y el resto de consejeros de Fanelia se hallaban hablando del robo del palacio y como había pasado. --Majestad, es importante que usted entienda que no puede dejar Fanelia sola-le recrimino a Van un consejero. --Pero es que no entiendes que si no voy en busca del energist podríamos tener problemas Fanelia, no quiero que se destruya la ciudad nuevamente por no poder protejerla bien--Estoy de acuerdo contigo Van, y estoy dispuesto a acompañarte con mi Sherezade-afirmo Allen apoyando a su amigo... --Te lo agradezca Allen pero debes de cuidar a Celena... aparte preferiría que protejas a Hitomi y a Fanelia con el Sherezade, no sé a que tipo de fuerzas debo enfrentarme, no puedo utilizar a Escaflowne sin el energistEn ese momento un grito de terror de Hitomi llego a la sala de Juntas alertando a los concurrentes y asustando a mas de uno... --¿Qué fue eso?-preguntó un consejero asustado --¿Es Hitomi?...., Hitomiiiii!!!!!-Grito Van, se levanto corriendo y abrió la puerta del salón... Ella yacía en el piso desmayada, Van la tomo en sus brazos y la recostó en un sillón, Allen había salido en busca de una jarra con agua y un paño frío para reamnimarla, ambos intentaban despertarla... en ese momento recupero el conocimiento, con terror en la mirada, tomo las manos de Allen y mirándolo a los ojos le balbucea --¡¡¡¡Los vi!!!! Los vi!!! Tienen a Celena, tienen a tu hermana, los mismos que tiene el corazón del dragon... Allen la tienen... Allen salió corriendo en busca de Celena por todo el castillo, mientras Van trataba de tranquilizar a Hitomi quien seguía muy asustada... --¿Que paso amor?, ¿Que vistes?-Pregunto con suavidad mirándola a los ojos. --La tienen Van, esos horribles hombres la tienen... ¿por qué? ¿Por qué tengo que tener otra vez esas horribles visiones-dijo sollozando --No te preocupes... yo te protegeré, las visiones no son tan malas, me alertan de lo que esta pasando... no te preocupes mas por favor... Van abrazo a Hitomi sin demostrarle lo preocupado que estaba, en ese momento, llego Allen corriendo muy alterado y gritando --No esta!!!!!!, Celena no esta... !!!!!!!,Otra vez no dios! Porque???Diciendo esto dejo caer sus rodilla en el suelo casi implorando.. Hitomi corrió a abrazarlo y Van lo conforto diciéndole.

--No te preocupes, hallare a tu hermana y a mi energist--Es que ahora no vas a negarte a que té acompañe-dijo Allen recuperando sus fuerzas... --¿Cómo? ,¿Cómo es eso que te vas? -pregunto Hitomi a Van muy sorprendida --Perdóname lo decidimos recién, debo ir tras el energist, temo que si no lo hago algo grave va a pasar-contesto Van --Yo voy contigo-dijo levantándose --No, no quiero que te pase nada malo tu té quedas aquí--Ni loca, yo quiero ir contigo--Es que será muy duro, Hay que ir a caballo, no es bueno para ti--No me importa, aparte te puedo ayudar con mis visiones---No quiero que lo hagas, no quiero exponerte entiéndelo--No me importa, yo voy y no podrás impedírmelo-dijo decidida. Entonces él comprendió que dijera lo que dijera no iba a cambiar de parecer, aparte sabia que ella tenia razón y que sus visiones los podrían ayudar como lo habían hecho antes... Desprendiéndose su camisa, tomo el collar y suavemente se lo ofreció... --Es, mejor que tú lo tengas, te va a servir para ayudarnos--Gracias Van sabia que me entenderías-y se acerco par abrazarlo En ese momento cuando ella tomo el collar una luz brillo con fuerza y ambos se vieron envuelta en ella, a lo lejos en el horizonte otra luz parecía brillar con la misma fuerza--¿Que es eso?-Pregunto Allen --Es... El energist!!!! Nos esta mostrando el camino a seguir-replico Van --Pero Majestad. ¿Es que nos va a dejar otra vez?-Pregunto el consejero general --Si... debo hacerlo por favor ¿podrías ocuparte del reino en mi ausencia?--Seria un honor majestad, téngalo por seguro-afirmo el consejero general. --Que preparen todo, mañana mismo partimos a buscar a Celena y al energist-ordeno Van a sus Generales, quienes de inmediato empezaron a preparar todo para la partida... Hitomi mientras tanto, se había ido a sentar al Jardín, al mismo lugar que había estado hablando con Celena la noche anterior, en ese momento Allen se acerco y sin mas se sentó a su lado mirando hacia los bosques de Fanelia. --Hola Allen, ¿seguís preocupado por Celena?--Si, bastante, es que no puedo creer que otra vez la secuestraran en mis narices-replico Allen con impotencia y con furia... --No te preocupes, esta vez la encontraremos.---Ojalá... Van esta muy preocupado también--¿Sabias que ella esta enamorada de Él, no?-pregunto Hitomi --Si... Bah, lo suponía... pero el solo tiene ojos para ti... pobre hermana, solo le queda sufrir como a mí-dijo mirándola a los ojos --¿Porque sigues torturándote con eso?-Le recrimino. --No me hagas caso, sé que es así y ya me estoy acostumbrando a aceptarlo... pero ella me preocupa bastante--Sé que la encontraremos, ya no te preocupes mas-- Y diciendo esto ella se retiro hacia el lago que estaba cercano al bosque, donde estaba Escaflowne Las ideas de Hitomi le daban mil vueltas, ¿otra vez? ,¿Otra guerra? Es que acaso nunca mas podrían estar en paz, por otro lado, la preocupación por que le pasara algo grave a Van la tenia muy mal... pronto llego hasta escaflowne y encontró a Van muy triste apoyado en él.

--¿Van?,... No sabia que estabas aquí-dijo ella acercándose lentamente. --Cuando estoy mal siempre vengo por aquí-le confeso --Como lamento no poder ayudarte, me siento tan inútil sin saber que hacer--¿Pero que dices?, si tu compania lo es todo para mí... claro que me ayudas, es que estoy tan furioso que me gustaría gritar--¡Hacelo!...Así descargas tus frustraciones, es lo mejor, yo para relajarme corro lo mas fuerte que puedoEn ese momento el se levanto y desde el fondo de su garganta soltó un grito de bronca y frustración, de pronto sus alas salieron liberadas destrozando su ropa, con todas las veces que lo había visto, aun esta escena la sorprendía y la atraía profundamente como una abeja al polen, cada vez que le veía así sentía que sus fuerzas le fallaban y sus piernas flaqueaban como nunca, sus ojos verdes solo podían observar esa escena, El cuerpo de Van le parecía tan atractivo, se había vuelto un hombre tan atractivo, se quedo pensativa hasta que una pluma rozo su rostro y la trajo de nuevo a la realidad... --Si sigues así no hay camisa que te dure!!!!-Bromea ella Él la miro y le tendió la mano... ella se incorporo y se abrazaron por un rato sintiendo cada uno el latir del corazón del otro, las plumas los cubrían a los dos, ella podía sentir que sus alas rodeaban su cuerpo y se sentía poco mas en el cielo. Cuando se sintió un poco más tranquila le pregunto... --¿Estas mejor?--Ahora me siento estupendamente-dijo el casi en un susurro. --¡EL grito te sirvió, eh!--Si pero estar contigo me reconforta aun más--Pero... Van... --¡Shhhh! por favor no digas nada masEn ese momento le cerro la boca con un dulce beso lleno de amor, las alas iban desapareciendo de la misma forma repentina que habían aparecido, y el cabello de ambos se mezclaba con la brisa del viento, sus corazones latían al unísono una vez mas, sus cuerpos podían sentir el calor del otro, una caricia suave en el rostro fue suficiente para estremecer a Hitomi, quien sabia que ya no podría, ni quería negarse, Pronto estaban haciendo el amor una vez mas, con la misma pasión de antes, los problemas habían pasado a un tercer plano, solo pensaban en ese amor tan grande que los unía, una y otra vez, Van sentía que su cuerpo desfallecía cuando estaba con ella, ¿Porque no podía resistirse a ese sentimiento? La amaba tanto que perdía la razón a su lado y ella le correspondía con todo su corazón, agotados ambos, recostados en las hiervas solo podían descansar uno sobre el otro... --¿Porque será que no puedo evitar que esto pase?-Dijo Hitomi en un susurro. --Por el mismo motivo que yo tampoco puedo evitarlo... lo siento... no quiero que te sientas mal... es que no se como detenerme, cuando te acaricio y te beso me olvido del mundo, solo pienso en nosotros dos --No te preocupes Van, yo siento lo mismo cuando estoy contigo--Descansemos un rato que debemos regresar y preparar el viaje, preferiria que te quedaras pero... como no puedo convencerte, prométeme que me vas a dejar cuidarte--Si, lo que tu quieras, es que no quiero separarme de tiLuego ambos se quedaron abrazados muy juntos, sin darse cuenta de que Allen, alertado por el grito de Van, observaba toda la escena... silenciosamente se dio media vuelta y se alejo lentamente, con la mirada perdida y el sentimiento de que por fin se volvía a estar muy solo, esta vez sabia que había perdido a Hitomi para siempre y ya no le quedaba ninguna esperanza de revertir esta situación. por primera vez tuvo la certeza de que ellos jamas se volverían a separar por nada.....

Y resignadamente decidió que era hora de olvidarse de Hitomi y salir adelante una vez mas..... Continuará...

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II Capítulo 5 : Reencuentro en el Palacio Amanece en nuevo día en Fanelia, muy temprano un grupo de varias personas estaban preparadas para un viaje y a caballo partieron Van, Hitomi, Merle y Allen. Hitomi viajaba medio dormida, iba junto a Van en el caballo, se sostenía de la cintura para no caerse porque el sueño la ganaba y él trataba de despertarla bromeando para que no se cayera al suelo... --Me hubieras hecho caso y te hubieras quedado, no se porque insististe en venir, no estaría tan cansada-repitió el medio en forma de burla --Mmmmm, no importa, es que quiero ir contigo... ¿no entiendes? nada me va a detener--lo que no entiendo es porque vienes tu Merle?????-pregunto Van a la mujer gata... --Ya te lo dije majestad, debo llegar a Astoria para poder estudiar en esa academia-contesto Merle y enojada dijo-¿Es que acaso té molesta mi presencia?--¿Pero que dices Merle? Simplemente es que puede ser muy peligroso y no me gustaría exponerte sin necesidad en el medio de una batallaAllen viajaba con la vista perdida en el horizonte, cabizbajo, pensativo y por sobre todo muy preocupado, Hitomi no podía dejar de compadecerse de el, era increíble que el destino se confabulara en hacerlo infeliz una vez mas... Merle en cambio, estaba muy contenta y se la notaba muy animada, viajaba cantando muy feliz... --¿Allen, donde nos espera el Crusade?-pregunto Van --En Astoria, esta en el palacio de Millerna, solo son dos días a caballo-contesto él --¿Dos días? Pero... --Pregunto Merle-¿Donde vamos a dormir?’--En una posada si encontramos alguna por el camino, sino, al aire libre-contesto Van Hitomi se encontraba asombrosamente callada, entre el sueño y sus pensamientos casi se podía decir que estaba en otro mundo, la aterraba la idea de una nueva guerra, no quería que nadie mas saliera lastimado, tampoco quería regresar y dejar a su amado, en eso el recuerdo de Folken diciéndole que si ella se quedaba con Van el no se sentiría tan solo la reconforto, y lleno su corazón de renovada esperanza, mientras tanto seguían camino a Astoria... ************************* En otro lado, un lugar sombrío, en un lugar aun más lejano, la sombra de un hombre que de espalda miraba al horizonte se visualizaba de lejos. en ese instante un soldado entra a la habitación y se acerca a ese extraño hombre --General Sergei, ya esta todo dispuesto como lo ordeno... --¿El energist esta a buen resguardo?-pregunto con voz grave este misterioso general --Si señor, ahora si no es mucha molestia la pregunta... ¿para qué quiere esa piedra? no tiene ningún valor y sin su Guymelef es inútil tenerla aquí--¡¡¡¡¡Tonto!!!!! , ¿Es que no te das cuenta que sin esta piedra el Guymelef de hispano no puede funcionar?-grito el general...--Ahora entiendo general... ¿y con la chica?-pregunto el soldado --Dilandau, dirás, mmmmm, me ordenaron devolverla para estudios, eso es todo lo que sé, en una semana la llevaremos devuelta a los laboratorios de Zaibach... --Entiendo... pero creo que ya no podrá volver a ser Dilandau... --¿Es increíble no? Pensar que de guerrero tan audaz y valiente se haya convertido ahora una mujer de una belleza extraordinariaEl soldado enmudeció de pronto, el general parecía muy malo a veces y otras sin embargo parecía tener sentimientos, era un hombre robusto de rasgos duros, carácter inflexible, pero un buen general en batalla, había sido parte de la guerra y había estado curiosamente bajo el

mando de Dilandau, por esto mismo quería terminar con sus ordenes y tomar el resto de los reinos de Gaia, empezando claro por el del Dragón Blanco, la creciente Fanelia, que sin Escaflowne quedaba poco mas y al descubierto total. Lo que este general ignoraba es que Hitomi había vuelto a Gaia y con ella el poder de ver mas allá de las cosas.... --Quiero que tu te hagas cargo de cuidar de la prisionera hasta que vengan a buscarla de los laboratorios de Zaibach, oistes Julius--dijo el general --Si general así lo haré-En un obscuro calabozo, Celena se acurrucaba en un rincón, llorando y llamando a Allen, rogando que vinieran a liberarla pronto. como podría volver a estar tranquila si estaba muerta de miedo...Una vez mas la joven se sentía abandonada, pero esta vez sabia que su hermano vendría en su ayuda....Esta vez tenia un vestigio de esperanzas... De pronto se abrió el calabozo y un joven vestido de soldado, de aspecto amable y rostro sereno, se acerco a Celena y con voz suave le dijo: --Por favor debes comer, no tengas miedo-le dijo el amablemente Ella lo miro, pero el miedo que sentía era tan grande que no podía decir una sola palabra, él le ofreció su mano para que se incorporara, ella volvió a mirarlo desde la obscuridad y observo sus ojos detenidamente, no parecían tan crueles, ni tan malvados, así que tendió su mano y tomándose de la de el se levanto. Cuando se acerco hacia la luz el se quedo estupefacto observándola, era tan bonita, que no podía creer que ese rostro alguna vez hubiera sido el del esquizofrénico y alterado Dilandau... algo sin embargo le llamo la atención, sus ojos azules estaban hinchados de tanto llorar, así que saco un pañuelo y se lo ofreció gentilmente. --Gracias -balbucea ella Y dejándola en la mesa se acerco a la puerta y antes de irse le dijo --Soy Julius, cuando necesites algo llámame por favor que vendré enseguida, nos vemos luego, que descansesCuando por fin salió por la puerta, dio un suspiro muy grande y penso para sí-- “No puedo creer que sea Dilandau... pero parece tan frágil, lo único que provoca es cuidar de ella... es tan bonita...”-- y así se retiro hacia el palacio. *************************** El grupo llegaba de noche a un pueblo. allí entraron a una posada para poder dormir... En una habitación estaban Hitomi y Merle y en a otra dormirían Van y Allen, cuando habían pasado un par de horas, Hitomi se levanto porque tenia sed y lo encontró a Van sentado mirando por la ventana, apoyado en su espada, contemplando la noche. --¿Qué haces Van? Pense que dormías-Dijo ella acercándose. --Estoy vigilando no te preocupes, nos cambiamos con Allen dentro de un rato--¿Estas muy preocupado, no? Se te nota en la cara--La verdad que si, es que no sé quien es este enemigo nuevo, ni tampoco se porque nos ataco, no entiendo, yo ya creía que la guerra habría terminado con el final de Domkirk, pero parece que me equivoque, lamentablemente--Me da pena que hayan raptado nuevamente a Celena-Dijo Hitomi pensativa --Para colmo de males, en Fanelia, no sé que decirle, como le explico a el que la hayan raptado en mi palacio, y frente a mis narices... ???--Pero mi amor, no fue tu culpa-dijo ella tratando de reconfortarlo. --Lo sé, pero sucedió en Fanelia y tengo que hacerme responsableHitomi lo miro pensando en lo que había cambiado él, realmente se había vuelto mucho más responsable y maduro... ella admiraba sus nuevas cualidades, él la mira extrañado y le pregunto.

--Por cierto... ¿qué haces tu levantada? --Uy, cierto iba en busca de un vaso con agua Diciendo esto vio una jarra sobre la mesa así que se sirvió el agua y acercándose nuevamente a Él le pregunto: --¿Quieres que me quede a hacerte compania?--No, mejor no, me distraerías y no podre vigilar, vete a dormir que un día de estos vas a caerte del caballo dormida -bromea él poniendo a Hitomi morada de vergüenza y rabia... --Ja ja ja, muy gracioso, bueno, mejor me acuesto-y diciendo esto beso su mejilla con ternura y se alejo hacia la habitación para seguir durmiendo... A la mañana siguiente ambas se habían despertado temprano. Merle daba vueltas y vueltas por allí hasta que Hitomi, viendo su extraña conducta, le pregunto --¿Pero que es lo que té pasa Merle?--Llamame tonta, pero estoy bien preocupada--¿? ¿Por Van?--Si, no sé, me huele extraño esto que esta sucediendo, prométeme que lo cuidaras una vez que me quede en Astoria-rogó Merle --Pero más bien que si, lo que no entiendo es porque vienes con nosotros y porque vienes hasta Astoria para estudiar, si en Fanelia también puedes hacerlo--Es que me quiero alejar un poco de Van, ¿entiendes?-De pronto los ojos de la mujer-gata se llenaron de lagrimas, y no pudo contenerlas mucho tiempo más. Hitomi la miro sorprendida, de pronto se dio cuenta de lo que pasaba en realidad, pronto se sintió llena de culpas y la abrazo tiernamente, tratando de confortarla a la vez --Perdóname Merle, no me acordaba que estabas tan enamorada de Van, lo siento, nunca fue mi intención volver para herirte.--No te preocupes Hitomi, que sé que se quieren mucho, esa no es su culpa y como eso lo comprendí hace mucho, es mejor alejarme un tiempo de una vez por todas, debo olvidarme de esto y quererle como a un hermanoHitomi aun más sorprendida, entendió la sinceridad de esas palabras, y en ese momento entro Allen que al mirar la escena sonrío como lo hacia antes... -- ¿Quién diría que ustedes dos llegarían un día a llevarse bien? vamos que debemos ponernos en marcha, así llegaremos a Astoria antes del atardecer... --Vamos enseguida-- siguió Hitomi-Allen... me encanta volver a ver tu sonrisa una vez masAllen agradeció el halago con una nueva sonrisa y abandono la habitación. Pronto estaban de nuevo en camino, cabalgando durante todo el día, cuando estaba por llegar la noche entraban a Astoria. En el hall del palacio una figura femenina estaba esperándolos de manera un tanto impaciente para poder darles la bienvenida, cuando bajaron de los caballos una Millerna muy sonriente los saludaba... --Pero valla que mal aspecto traen mis invitados, jajajajaja--dijo riendo --Princesa Millerna!!!! ¡Que alegría verte! ...o reina, perdón majestad... -dijo Hitomi haciendo una reverencia y llena de confusión con respecto a su amiga. --Déjate de tonterías Hitomi, que para ti sigo siendo Millerna y nada mas-y diciendo esto ambas amigas se abrazaron en señal de verdadero afecto, luego Allen se acerco a Millerna y la saludo haciendo una reverencia... --Majestad-dijo besándole la mano demostrándole respeto. --Caballero celeste, bienvenido a palacio, por cierto Driden los espera despues de comer que les tiene novedades importantes... --Buenas noches Millerna, gracias por hospedarnos nuevamente en tu palacio-dijo Van

saludándola respetuosamente. --Pero miren que cambiado esta el rey de Fanelia!!!!! Ni parece que seas tu, ¿cómo estas Van?...y Merle que tal tanto tiempo sin vernos, ¿vienes a estudiar aquí, no?--Muy bien, Gracias y si vengo a dejarla bajo tu cuidado- dijo Van. Terminando los saludos, el grupo fue instalado en las habitaciones de huéspedes, una vez bañados y cambiados bajaron a cenar, Millerna le había prestado varios vestidos a Hitomi que se veía muy bonita con un vestido color gris perlado casi blanco, mientras que Allen lucia su uniforme de caballero celeste y Van por supuesto hacia honor a su titulo como Rey de Fanelia luciendo muy elegante ropa de Driden, así que bajaron a cenar... Allí encontraron a un Driden muy feliz que los saludaba con mucho cariño y a Eries que también les daba la bienvenida. --¡¡¡Pero... valla Van Fanel!!! ¡Quién te viera y quien te ve! Si que has cambiado muchobromeo Driden burlándose un poco de el... --Lo mismo digo -dijo Van sonriendo y respondiendo la broma --Por cierto... Hitomi, que tu también te ves muy bien-continuo Driden-Parece que has vuelto para convertirte en la nueva reina de Fanelia, ¿o me equivoco? jejejejeHitomi se puso mas que morada, y bajo la vista para que no vieran su cara enrojecida de vergüenza, cosa que Millerna si noto y salió en defensa de su amiga --Pero bueno Driden basta ya que la avergüenzas, déjala en paz, lo bueno es que regreso y esta aquí de nuevo con nosotros y eso me da mucha alegría--Gracias Millerna pero Driden tiene razón, la verdad es que volví para quedarme con Van-y diciendo esto le sonrío amablemente. --Pero bueno, que linda noticia, entonces mejor brindemos-y Driden alzo su copa-Por la felicidad de Fanelia y de AstoriaLa cena transcurrió con tranquilidad, estaban todos muy felices por el reencuentro. Al final de la cena Driden junto a Van y a Allen se retiraron hacia la biblioteca, Merle y Eries se fueron a dormir y Millerna e Hitomi se juntaron en la habitación de la reina para charlar un ratito como viejas amigas... --Hitomi, no sabes que gusto que me da que hayas vuelto, es que ya extrañaba, tu compania, es muy grato tenerte de nuevo conmigo y justo ahora--Gracias Millerna, está muy feliz de estar de vuelta-dijo Hitomi sonriendo --Solo espero esta vez decidas quedarte--Si esa es mi decisión final, Volví porque amo a Van y ya no sé vivir sin él... por cierto... ¿cómo es que han vuelto a estar juntos tu y Driden?...claro si no te parece una indiscreción mi pregunta--Para nada, para eso eres mi amiga, pregunta lo que quieras... bueno que sé yo... después de la guerra nos habíamos separado, en ese tiempo la pase muy mal y tuve mucho tiempo para pensar, mi padre murió y quedamos solas con Eries, hasta que comprendí que ese sentimiento tan especial había nacido en mi, me había enamorado lentamente de el, comprendí que lo de Allen no podía ser, por lo menos por respeto a Driden y por el cariño que le guardo al recuerdo de Marlene, lo pense bien y creo que fue la mejor decisión que tome en mi vida, fui a buscarlo y le confesé todo lo que sentía por el así que decidimos volver a estar juntos darnos otra oportunidad e intentar ser felices... --¡¡¡¡Valla que historia!!!! pero me alegro, porque se te ve muy feliz...--Y tu no té quedas atrás, vas a quedarte con Van esta vez, ¿verdad?--Si -Admitió ella con vergüenza, sintiendo que sus mejillas sé enrojecían-Es que no podía vivir sin el allá en la tierra, un lazo muy fuerte me unía a Gaia--Ojalá sean muy felices, como nosotros lo somos-dijo Millerna tendiéndole la mano en forma amistosa para que ella se acercara...

Pero cuando Hitomi se acerco, y la tomo por la mano un extraño escalofrío le corrió por el cuerpo --¿Té pasa algo Hitomi?--No sé que fue, un sentimiento extraño, perdóname, pasa que desde que he regresado he vuelto a tener algunas visiones y me tiene bastante preocupada--No es nada grave, jajaja, solo que me parece que no puedo engañarte para nada, jejejeje, --río Millerna casi como un chico que esta haciendo una travesura --¿....?-Hitomi la miro intrigada ante la respuesta --Te cuento un secreto... pero no digas nada... -río Millerna --Dime, yo no voy a decir nada--Parece que voy a tener un bebe-le dijo muy alegre... --¿¿¿Que??? ¡Que buena noticia! No sabes cuanto me alegro por los dos-Dijo Hitomi con la picardía reflejada en el rostro... Las dos amigas se abrazaron con cariño, estaban muy felices, y era cierto, el semblante de Millerna había cambiado, pero ella lo adjudicaba a su amor por Driden, no podía explicar la felicidad que sentía, ¡¡¡¡¡era tan bueno ver a sus amigos por fin felices!!!!! Pero claro que solo faltaba que Allen encontrara la felicidad y la tranquilidad que había perdido y eso la preocupaba mucho--Hitomi, quiero pedirte el favor de que no digas nada de lo que te conté del bebe, porque aun no se lo digo a Driden ¿me entiendes?--Confía en mi, no se lo diré a nade, ni siquiera a Van--A ti también te cambio un poco el semblante, es que acaso tu y Van... --Porque me preguntas esas cosas Millerna que haces que me muera de vergüenza-dijo Hitomi poniéndose roja una vez mas... --Es que espero que no te vuelvas a ir, creo que Van no soportaría que partieras una vez mas si su relación llega a esos extremos, después de intimar con alguien es muy difícil poder olvidarle, recuerda lo de mi hermana Marlene--Por cierto ¿tu sobrino aun no sabe que es hijo de Allen?--No, aun no nos animamos a decirdselo, no sabemos como lo puede tomar... --Allen esta tan triste que no se como alegrarle --Habrá que esperar... Mientras ellas seguían charlando, en la biblioteca los hombres hablaban de un asunto importante para la paz de Gaia --¿Qué es lo que sabes del robo, Driden?-Pregunto Van --Del robo específicamente, no se nada, pero si de quien puede haberlo causado--¿Y quien? -pregunto Allen --El General Gustav Sergei. de Zaibach-continuo Driden --Otra vez Zaibach, no puede ser verdad... ¿Pero queien es ese hombre?-pregunto Van exaltado-no entiendo nada de esto--Espera te explico, Rey de Fanelia eres muy impaciente... -dijo Driden --Perdona, es que no entiendo nada ¿qué tiene que ver con el robo del corazón de Dragón, con el secuestro de Celena y con este general Sergei?--Te explico, parece que un grupo que quedo de las tropas de Zaibach, se unieron bajo este general para terminar de conquistar lo que perdieron de Gaia, todavía no son muchos pero él numero de soldados nuevos va en ascenso día con día, se rumorea por allí, que robaron la piedra para impedir que Tu te subas a Escaflowne y los venza... y en cuanto a Celena me temo

que es aun mas grave. -Diciendo esto miro a Allen, este se había puesto pálido. --¿Qué quieren hacerle a mi hermana? Dilo estoy preparado para lo que sea-dijo Allen --Volver a tener a Dilandau entre su tropa-dijo secamente Driden y se llevo la copa de vino a la boca, mientras un Allen furioso se paraba y daba un golpe de puño en la mesa --Eso sobre mi cadáver... o.... ¿Es que nunca la van a dejar en Paz?-Grito Allen enfurecido --Cálmate Allen, la encontraremos antes de que le hagan algo malo-lo calmo Van --Es que no puedo creer que vuelvan a hacerle daño a Celena, es como una pesadilla que no tiene fin, interminable y tortuosa... --No te preocupes Allen la encontraremos-Afirmo Driden --¿Llego el Crusade con mis hombres?-Pregunto Allen --Si esta en palacio hace dos días, tu gente esta descansando en el pueblo --Partimos mañana mismo, ¡debemos encontrarla!-Dijo Allen mientras los demás daban su confirmación con la cabeza --Driden, ¿Puede Hitomi quedarse en el palacio? Ella quiere venir pero me parece muy peligroso que venga con nosotros--dijo Van --Por supuesto Van, se quedara con Millerna, yo voy con ustedes, a ver si puedo ayudarAl decir esto ultimo se abrió la puerta y ambas entraron -- ¿Y que te hace creer que voy a quedarme aquí mientras tú si te vas? -pregunto Millerna muy enojada a Driden --Lo siento corazón, es que lo decía por tu bien--Nada, voy con ustedes, pueden necesitar un medico tal vez, --afirmo segura Millerna --Lo mismo digo, no pienso quedarme aquí, ya te lo había dicho Van, ¿porque insistes en alejarme de ti? -dijo Hitomi enojada tanto como su amiga --Esta bien si eso quieren, pero estén consientes del peligro al cual nos enfrentaremos allí cuando lleguemos -dijo Van calmándolas --Por eso mismo necesitaran a una doctora-dijo Millerna cuando Allen la interrumpió --Mejor que nos vallamos a dormir porque salimos mañana mismo -termino Allen -Me retiro, buenas noches a todos, Damas-hizo una reverencia para saludar a Millerna y a Hitomi y salió por la puerta camino a sus dormitorios Cuando estaba en la entrada de su habitación, una figura femenina salió del pasillo... --¿Allen? ¿Estas bien?-- ¡Princesa Eries! Me asustaste... si estoy bien, gracias--Me gustaría acompañarlos pero mi deber esta aquí, en palacio, si Millerna quiere ir no puedo dejar Astoria desamparada sin un gobernante--Esta bien no te preocupes, tienes razón, aparte tu nos puedes informar si hay alguna novedad de importancia por aquí--Mis hermanas hicieron bien en fijarse en ti-dijo tímidamente mostrando una sonrisa llena de picardía que asombro a Allen --¿..?..¿Por qué lo dices?-Pregunto el intrigado. --Parece que tienes en vilo a las mujeres de Astoria, por favor cuídate y regresa con bienTerminando de decir esto Eries se acerco a Allen apoyando su boca muy cerca de la de el, lo beso tiernamente y se alejo corriendo por el pasillo...El se acerco la mano al rostro tomándose el lugar donde lo había besado y la miraba alejarse extrañado...¿pero que le pasaba ahora a Eries? La verdad es que nunca se habia fijado bien en ella, pero a pesar de no ser tan bonita como Marlene o como Millerna, igual tenia una belleza muy particular Cada vez entendia menos lo que pasaba, pero la verdad es que la preocupacion por Celena iba en aumento y un

terrible interrogante lo torturaba, ¿Lograria rescatarla antes que la gente de Zaibach volviera a tratar convertirla en loco Dilandau? Continuará...

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II Capítulo 6 : Una Promesa y un ramo de flores El nuevo día traía las expectativas del próximo enfrentamiento con su nuevo enemigo, todos estaban preparándose para viajar dentro del Crusade... Van corría de un lado a otro, cada vez mas preocupado, pero esa mañana, Allen no estaba con sus hombres, había desaparecido misteriosamente sin decir nada a nadie... --¿Han visto a Allen?-pregunto Van curioso a la tripulación del Crusade --No majestad, esta mañana vino un momento y desapareció enseguida, no tenemos idea de donde pudo haber ido, nadie lo vio partir-contesto uno de los hombres --¿Pero... ¿Donde se habrá metido justo ahora?Allen había ido al lugar donde estaba enterrada su Madre, estaba parado frente a su tumba con su mente volando por allí, en sus manos tenia un ramo de no me olvides, lo deposito suavemente sobre la lapida y mirando hacia el cielo dijo para sí --“ Te prometo volver a encontrar a Celena y esta vez no abandonarla jamas, quien haya sido el que la secuestro se las vera conmigo, como que me llamo Allen Shezard”-Terminando de decir esto, no se había dado cuenta que alguien se le acercaba por detrás, muy lentamente y casi sin hacer ruidos. --Parece que me empeño en cruzarme contigo donde quiera que voy--Princesa Eries... ¿qué viniste a hacer aquí?-Pregunto Allen, viendo sus manos observo que portaba tres ramos de flores blancas. --Vine a traerle estas flores a Marlene y a mi padre... y esta es... bueno... para tu mama-y bajo la mirada un poco avergonzada. --Así que... ¿Eras tu quien le traía las flores?-dijo el amablemente y tomando las no me olvides dijo-Yo traía este ramo, pero veo que ya tiene bastantes flores --Perdóname, no debí hacerlo sin avisarte antes--No tengo porque perdonarte... al contrario, te lo agradezco, no sabia que te ocupabas de esos detalles-Diciendo esto Allen coloco sus no me olvides en un recipiente de agua, después tomo unas tres flores del ramo azulado y caballerosamente tendió su mano con cariño y respeto se las ofreció. --Toma, para mi ángel guardián-y diciendo esto le sonrío con dulzura. Pero ella sintió que su rostro se incendiaba, bajo la mirada, tímidamente extendió su mano, al tocar las manos de Allen su corazón comenzó a palpitar muy fuerte, tomo las flores y él la miro sorprendido... --Princesa; ¿Té pasa algo? Hoy estas muy rara-pregunto Allen preocupado --Allen... yo... -y diciendo esto lo miro a los ojos... allí se le notaba la verdad, su rostro ya no mentía, casi no podía seguir-yo. estoy ....yo-en ese instante se acerco de pronto y en un impulso incontrolable, lo beso tiernamente en los labios, El al principio se vio sorprendió por el beso, pero pronto contesto el beso con mucha pasión , al terminar el beso ella aun con la vista baja ,le susurro --“Perdóname”-- y de pronto salió corriendo alejándose del lugar, cuando el consiguió reaccionar le grito desesperado. --¡¡¡¡Princesa Eries... !!!!-Vio como se alejaba sin poder retenerla, cada vez entendía menos, se llevo la mano a los labios y se quedo más pensativo... ¿qué estaba pasando? ¿Es que acaso su destino era enamorar a las princesas de Astoria, las tres Hermanas? Pero... ¿porque este beso lo había hecho estremecer así? Según dicen la tercera es la vencida pero... el no podía entender nada o es que. ¿Acaso este beso realmente lo había impactado....? Lleno de dudas y de pensamientos regreso donde estaba el Crusade. Allí todos lo esperaban impacientes para partir --Al fin llegas Allen, Esta todo listo ¿Qué te parece si partimos?-Pregunto Van

--Sí, ¿Ya esta todo?-inquirió el --Si claro solo faltabas tu --Vamosnos Una vez mas el Crusade partió, con un destino incierto, preparándose a todo lo que podía suceder... Allen estaba con la mirada perdida en el palacio de Astoria, mirando como Eries los saludaba desde la torre y preguntándose porque no había ido a despedirlos... Millerna se acerco tranquilamente y lo tomo por la espalda --Majestad, ¿cómo estas?-pregunto el cortésmente --Mejor que tu seguro--Bromeo ella-Eries me pidió que te diera esto, dice que tu sabes que es... -dijo Millerna poniendo en su mano un medallón y una carta. --¿...? Gracias-Allen tomo ambas cosas y disculpándose dijo-Perdóname, voy a ver si ya esta todo en orden para el camino a seguirDiciéndole esto se retiro hacia su despacho dentro de la nave, Millerna tampoco entendía nada y se quedo mirándolo extrañada --Pero... ¿en qué andarán estos dos?-Se pregunto, y fue en busca de Driden Cuando Allen estuvo a solas abrió la carta, decía tan solo pocas palabras --“Este medallón es a cambio de los no me olvides, por favor regresa con bien y cuídate”-- el medallón tenia las iniciales de ella formando una flor, lo sostuvo con fuerza en su mano y se lo coloco escondiéndolo bajo su camisa, cercano a su corazón... Aun si entender bien lo que pasaba sentía que algo estaba naciendo entre los dos, guardo la carta y se volvió hacia la sala de mandos..... ************************ Entre tanto, en el calabozo de la nueva fortaleza, Celena había creado un lazo de unión con el soldado Julius, quien la acompañaba siempre y velaba por su seguridad... Ese día otro soldado había entrado para llevarla hasta donde estaba el general Sergei, sorpresivamente ante la belleza de la prisionera trato de atacarla, Celena muy asustada se puso a pedir ayuda a gritos, entre forcejea el soldado le rasgo la ropa y la lastimo, sendas lagrimas de miedo y dolor salían de sus ojos, se sentía perdida completamente, no sabia que hacer, estaba entregada a lo que pudiera pasarle cuando de repente una sombra le saco al atacante de encima, cuando por fin pudo verlo, Julius le daba un tremendo golpe en la cara al otro soldado quien se trataba en vano de defenderse de los golpes enfurecidos de Julius, semi tirado en el piso, derrotado al fin, el soldado le dijo --Pero bueno, si cuando vuelva a ser Dilandau, no recordara nada de esto, ¿por qué la defiendes así?--¡¡No te atrevas a tocarla de nuevo o té las veras conmigo!!-le grito enojado --Pero Señor... --Que no hay peros... No te acerques mas a ella solo yo puedo venir a verla ¿Me oistes?--Si señor-dijo pero seguía enojado con su jefe, y se retiro de muy mala gana... Cuando el se retiro, Julius se dio vuelta para ver a Celena que lloraba muy acurrucada en un rincón, con la ropa desgarrada, rota y con un corte en la espalda de la cual brotaba una buena cantidad de sangre... el se le acerco y gentilmente le tendió la mano... --¿Estas bien?-Pregunto amablemente tratando de ayudarla. Celena lo miro con los ojos llorosos... de inmediato lo abrazo fuertemente y en sus ojos las lagrimas volvieron a correr una vez mas, Él la abrazaba hasta que empezó a sentir que su corazón latía con fuerza, por lo que decidió apartarse para darse cuenta que su mano estaba mojada y ensangrentada... --¡Estas herida!-Grito sorprendido y viendo de donde brotaba la sangre le dijo-Date vuelta y no te muevasLe termino de rasgar el vestido y localizo la herida, rompiendo una parte de su camisa detuvo la sangre, Celena lo miraba a los ojos y muy suavemente le susurro

--¿Por qué me ayudas? Mas vale déjame morir-le dijo esperando la respuesta... Medio descolocado ante las preguntas, su cara empezó a ponerse roja y le contesto --Se me ordeno protejerte y eso hago-- contesto medio a secas. --Así que solo son ordenes, déjame en paz, ya no me importa nada de mi-dijo ella poniéndose de espaldas... --¿Qué quieres que haga? Soy un soldado debo seguir ordenes, entiendeme, tú eras mi superior ¿Cómo demonios quieres que me comporte? --Y entonces... ¿Por qué te enojas?Julius la miro y no podía negarse a sí mismo la atracción que sentía por ella, pero eso le causaría la muerte, así que quito de su mente las ideas raras y le ofreció su abrigo gentilmente... --Póntelo, mientras te trato de conseguirte algo de ropa para que te cambiesCelena lo acepto de buena gana y el se dio la vuelta mientras el se alejaba en busca de otra ropa para que se cambie... Su cabeza trabajaba a mil, ¿qué hacer?... Realmente se sentía atraído por ella pero no podía... ella era... no definitivamente tenia que olvidarse de esa idea. Tomo una camisa y un pantalón y se la llevo hasta la celda, una vez dentro se la extendió. --Póntela, por favor... -le pidió suavemente --¿Para que?... ¿Da lo mismo no?...al fin y al cabo... igual me quieren volver hombre una vez mas... ¿De qué sirve que me cuides?... --¿Pero que estas diciendo?-Pregunto enojado-¿Porque quieres morirte así?-le dijo enojándose... Celena rompió en llanto, muy compungida, con un llanto desesperado, el se acerco y la abrazo tiernamente tratando de consolarla, pronto ella empezó a sentirse un poco mejor y dejo de llorar, cuando se calmo le dijo... --Por favor cámbiate, es que estas mojada y llena de sangre, ¡por favor!... te vas a enfermardijo el preocupado. Ella toma la ropa y empieza a cambiarse, cuando iba a sacarse la ropa, el penso en irse y ella lo detuvo. --No te vallas por favor, Espérame que no quiero estar sola de nuevo--Esta bien, me doy vuelta así te cambias, luego charlamos... Celena se quito el vestido lentamente... su imagen podía verse reflejada en el espejo que estaba delante de Julius, El no podía evitar mirar su reflejo, al ver su cuerpo se dio cuenta que era toda una mujer, no podía dejar que la volvieran a convertir en Dilandau, ya no era el tipo medio loco que dirigía el escudaron, si no una bella mujer muy indefensa... --Ya esta, gracias, me siento mejor con esta ropa seca y limpia-dijo agradeciéndole, al tiempo que el se daba vuelta. --Me alegro que estés mejor, y yo mejor me voy, si necesitas algo llámame--¿Puedo preguntarte algo?-Inquirió ella acecandose -¿Cuando es que van a venir por mí?--.........--Contéstame por favor, Ya soy adulta, dime lo que sea--En dos días, creo -asintió él --Así que me quedan solo dos días para seguir siendo simplemente Celena... Una vez mas su cara se lleno de tristeza, se acerco a los barrotes y golpeo sus manos contra ellos, una vez mas las lagrimas caían por sus mejillas... --”Allen...”-- murmuro El ya no podía mas, su corazón se destrozaba con cada lagrima que caía de los ojos de Celena... --Por favor ya no llores, ojalá tu hermano viniera a rescatarte, no puedo verte sufrir así-y

diciendo esto el se acerco y la tomo por la cara, mirándola a los ojos no pudo evitar besarla con mucha pasión, pasión que estaba contenida desde hacia días, desde que la había visto por primera vez, pero de pronto algo en su cabeza, evito que se siguieran besando, el se aparto diciéndole... --Esto no esta bien, si nos descubren nos matan a los dos, por favor perdóname... rápidamente salió de allí dejando a Celena más confusa y desamparada que antes... ************************* En ese momento Hitomi estaba parada en los balcones del Crusade, el viento agitaba sus cabellos y la brisa llegaba a su rostro despejándolo... una persona se acerco por detrás y observándola solo llego a decirle en tono burlón... --Si no entras, té enfermaras-dijo Allen ofreciéndole su mano para que salga de allí --¡¡Allen!! Que buen susto me has dado, ¿porque no vienes tu aquí así disfrutas del viento conmigo?--Todo bien, pero no quiero tener problemas con Van--Y... ¿Por qué habrias de tenerlos? ¿Acaso no somos buenos amigos?--Si, claro, pero tu y Van son algo mas...-Dijo el insinuando la situacion y haciendo que ella se ponga poco mas que morada. --Es que acaso... -murmuro ella --Los vi, si , lo siento, no era mi intencion, pero me asuste cuando Van grito y fui a ver que pasaba, para mi desgracia lo que vi fue justamente lo que no devia haber visto..Hitomi no sabia que responder, bajo la mirada y sentía que los calores le afloraban irremediablemente, entonces Allen tomo su rostro y lo giro para que ella lo mirara a los ojos... --Esta bien, esta afectándome menos de lo que crees, ya me estoy reponiendo-sonrío él En ese momento Van se acercaba y vio como él la tomaba por el rostro, sus celos lo cegaron y salió irremediablemente esa bronca que uno tiene adentro, pero decidió reprimirla por el momento, pero... Que cuernos hacia Hitomi con Allen???? ¿De que podían estar hablando con tanta familiaridad? ¿Y porque el rostro de ella estaba tan rojo... que estaba pasando que él era él ultimo en enterarse?... Haciendo un ruido sobresalto a los dos que lo miraron con extrañeza... --¡¡Van!! --dijo Hitomi media rara. --Allen, te buscan tus hombres que quieren arreglar algo del Sherezade-dijo el secamente --Gracias, voy ya mismo-dijo Allen alejándose de la escena y dejándolos solos. --¿Té pasa algo? ¿Por qué me miras así, Van?-Pregunta ella --¿De verdad no te interesa mas Allen?- --¿Pero como me puedes preguntar algo así después de lo que hay entre los dos? Una pregunta como esa, no merece ninguna respuesta, oyes... -y diciendo esto ella lo dejo solo porque salió corriendo hacia las habitaciones...... Allí se encontró con Millerna, que al verla llorando, la consoló tratando de saber que había pasado entre los dos, cuando Hitomi le contó ella sonrío --Mira no sabia que Van podía ser tan celoso... -Bromeó Millerna pero cuando Hitomi rompió en llanto no sabia como consolarla...... --Como puede creer eso de mí, yo lo amo y se lo demostré muchisimas veces--Pero... Hitomi es que tu y Van... --Si... Por favor no me digas nada, hoy no podría soportarlo--Pero si me parece bárbaro, lo único que debes tener cuidado, nada mas-Río Millerna al tiempo que le acariciaba la cabeza... De pronto una visión la nubló, ”Una batalla, Van, una herida, Sherezade... la pelea que comenzaba...” --¡¡Se acercan!! Están por atacar... Van... -

Hitomi salió corriendo de repente, encontrando a Van y a Allen por el camino y a los gritos de, ¡NOS ATACAN!... les advirtió, de inmediato Allen se subió al Sherezade y salió a combatir, cuando el primer Guymelef enemigo intentaba que no se acercaran mas a Zaibach, Van salió a pelear armado con su espada, y allí encontró algunos soldados que le salieron al paso... Y así comenzó una nueva batalla, Se notaba que él había mejorado mucho con la espada, su contrincante no odia creer que con tan solo una espada pudiera haberle hecho tanto daño... pero en ese momento Hitomi llego corriendo y al grito de --“¡Cuidado Van, Atrás!”-- un Guymelef casi lo mata sorprendiéndolo por la espalda con sus armas, en cambio solo le hirió el brazo y en ese momento el Sherzade se deshacía de los últimos de los Guymelefs enemigos... derrotando también al que había herido a Van... tirado en el suelo Van se repetía una y otra vez. “--Debo recuperar a Escaflowne, Debo recuperar a Escaflowne--” En ese momento Hitomi llego a su lado para tratar de llevarlo con Millerna para que lo cure. El sin embargo seguía aun enojado y la aparto con su brazo sano... --Déjame, estoy bien, puedo solo--Pero Van estas herido, déjate de tonterías, déjame ayudarte--Ve a ayudar a Allen que también esta herido-Grito él levantándose... --Pero... yo quisiera saber... ¿Porque no confías en mi?-Se enoja ella -¿Hasta cuando vas a darte cuenta que te amo solo a ti?Van la miro a los ojos y se dio cuenta de la sinceridad que había en ellos, pero sus celos lo cegaban y se fue sin decir mas nada... Allen no tenia nada de importancia, solo un rasguño... pero la cortada ce Van si era profunda, aunque lo que mas le dolía era el orgullo de haber sido derrotado y de no poder usar su Guymelef, lleno de frustración y de dolor Se recostó contra una ventana, Hitomi regreso por detrás y le dijo --Dejémonos de tonterías Van, estas herido déjame ayudarte por favor, dejemos los celos y la pelea para otro momento... --Perdóname... es que también no hago mas que pensar es que no tengo a Escaflowne y me siento... como impotente por no hacer nada--Té entiendo Van, pero es que no se como ayudarte-Y mientras decía esto Hitomi le vendaba el Brazo que tenia un corte bastante importante... --¿Te duele mucho?-Le pregunto ella mientras terminaba el vendaje. --Mas o menos, gracias... -y le tomo la mano y la beso --Por favor Van no discutamos mas, tus celos me están volviendo loca, no sé que hacer... no se como hacerte entender que te quiero solo a ti--Perdóname Hitomi, me avergüenzo de mi conducta, no sé que esta pasando por mi cabeza... --Esta bien... -dijo ella sonriendo-Vamos te llevo a tu habitación, debes descansarOfreciéndose para acompañarlo hasta la habitación, sosteniéndolo caminaron lentamente hacia allí, entraron y el se acostó en la cama bastante adolorido... --Por favor, no te vallas -dijo sosteniéndole la mano --Pero Van alguien puede entrar y esto no se vería bien--Solo quédate hasta que me duerma, por favor -dijo él suplicando... --Esta bien, me quedo contigo aquí-dijo acurrucándose a su lado por encima de las sabanas... Pronto Van se durmió profundamente, el cansancio de la batalla y un medicamento que le había dado Millerna para el dolor lo habían dejado sumamente cansado y agobiado... Van estaba perdido en un profundo sueño, cuando visualizaba a su hermano Folken, recostado mirando el cielo a orillas de un acantilado de Fanelia, él lo llamaba para que se acercara lentamente, cuando por fin estuvo a su lado él le dijo suavemente --Volvemos a vernos, hermano-

--Folken, ¿has visto como se reconstruyo Fanelia?--Si, pero veo también que hay problemas nuevamente, debes recuperar el corazón del Dragón lo antes posible--¿Cómo? ¿Que dices?--Recupera el corazón del dragón, el nuevo comandante de Zaibach tiene un nuevo y poderoso Guymelef dorado, debes despertar a Escaflowne... --Pero... ¿cómo sabes?...--No importa como lo sé, Hitomi y tu forman una fuerza muy especial, con ella Escaflowne explota mas sus poderes, escúchala, y escucha tu corazón, no la pierdasUna niebla espesa cubrió el lugar y empezó a desaparecer, Van corrió para intentar atrapar a su hermano gritando su nombre --“Folkennnn”-- En ese momento despertó y encontró a Hitomi muy dormida a su lado, paro al mirar por la ventana vio una luz rosada en la lejanía y el colgante de Hitomi que brillaba una vez mas sin que ella lo supiera, el la miro y acaricio su rostro, pronto volvió a dormirse profundamente el también... ************************ Por fin en el palacio el general Sergei se estaba entrevistando con su subordinado Julius, solos en una habitación, el se disponía a darle nuevas ordenes --Mañana por la noche llegan a buscar a Dilandau, por favor prepárala para que se la lleven sin problemas-dijo el general con voz ronca y decidida... --Mañana, ¿Tan rápido?-pregunto el soldado --Si... No entiendo tu actitud... ¿pero que demonios té pasa? Oí que hubo problemas contigo y otro soldado ¿Es eso verdad?--Si señor, lo siento, intentaba cumplir sus ordenes y él quería lastimarla--¿Cómo? Tenia entendido otra cosa, pero... en fin tienes razón, ya no veo la hora que se la lleven, así como mujer solo puede traernos muchos problemas... -dijo con resquemor por lo que había sucedido. --Si general, esta herida, tiene un corte en la espalda producto de lo que paso--Pero ya esta bien... ¿verdad?--Si señor, ya me ocupe de vendarla y cuidarla--Demasiadas atenciones para una prisionera, ¿No será que te interesas en ella?... Olvídate, ya no volverás a verla así, volverá a ser Dilandau y no hay vuelta atrás--Si señor, con su permiso voy a preparar todo para la llegada de los del laboratorio--Ve y espero no haya contratiempos, porque si no podría ser muy peligroso para tu vida--Si señor, con su permiso-y diciendo esto se retiro con rapidez Una vez fuera de la habitación solo lo embargaban los sentimientos encontrados, ¿Qué hacer? ¿Seguir ordenes o ayudarla? Su cabeza trabajaba a mil tratando de razonar acerca de la situación... En ese momento la imagen de ese beso robado cruza su mente, había tomado una decisión definitiva y no había vuelta atrás..... Continuará...

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II Capítulo 7 : Escape hacia la libertad Esa misma noche, todo se perfilaba para convertirse en obscura y eterna, por un lado Van comenzaba a tener fiebre causada por la profunda herida. Más allá, lejos del Crusade, Julius había tomado una decisión que seria decisiva... Una noche obscura llena de pensamientos y de sentimientos que afloraban para cambiar el destino... Una sombra, la silueta de un hombre, se acercaba hacia las celdas, cuando fue interceptada por el soldado que estaba de guardia... --¡Señor! ¿Qué hace a estas horas por aquí?-Pregunto el soldado asombrado --Se me ordeno trasladar a la prisionera-contesto Julius, tratando de disimular... --Pero usted no me trae las ordenes firmadas, por favor, espere que lo confirme con el General-Repitió el soldado sin entender porque trasladaban a la prisionera a esas horas --¡¡Soldado!! Soy su comandante, obedézcame por favor-Dijo levantando el tono de voz --Perdón señor es que esto me suena irregular, no me parece hora para trasladar una prisionera, disculpemeCuando termino de decir esto Julius, no tuvo mas remedio que darle un buen golpe en la cabeza para dejarlo inconsciente, sabia que tenia poco tiempo y ya no había vuelta atrás... Se apresuro, llego a la celda donde estaba Celena, quien dormía profundamente, entro allí y la despertó, ella sobresaltada no entendía nada de lo que pasaba... --¿Qué pasa Julius? ¿Ya vinieron por mí?-Pregunto ella aun adormilada --¡Vístete!... que no tenemos tiempo -Le dijo presuroso --¿De que hablas? ¿Por qué dices que no tenemos tiempo?, no te entiendo--Vamos a huir de aquí, no puedo permitir que te regresen a los laboratorios-Dijo él Celena lo miro con sus ojos azules muy grandes, llenos de sorpresa y alegría, mientras se vestia... el se sonrojo levemente, al tiempo que le extendía una capa para cubrirla totalmente y poder salir sin ser vistos...Sabia que si los descubriasn seria su fin y probablemente el de ella tambien... --Apúrate que deje un caballo no muy lejos de aquí -dijo el suavemente --Esta bien... pero ¿donde iremos?--No lo sé, pero sí lejos de aquí, seguro--Podemos ir a Astoria o a Fanelia, allí hay gente que me conoce y que cuidara de mí --¿Fanelia? ¿Conoces al rey Van Fanel?-Pregunto intrigado --Si, El y mi hermano son buenos amigos-Y diciendo esto un leve rubor cubrió sus mejillas, rubor el cual él entendió y se lleno de dolor su corazón. Pero no importaba ya era tarde para volver atrás.... Julius se asomo al pasillo, viendo que nadie se acercaba decidió salir, mirando a ambos lados. Salieron a toda prisa, con ella envuelta en la capa, pronto tomaron la calle si ser vistos y corrieron hacia el lugar donde estaba el caballo esperándolos --Sube rápido-dijo él ofreciéndole la mano para subirla al caballo-sujétate fuerte que debemos huir a toda prisaCelena lo obedeció, se tomo de su cintura mientras salían a toda prisa internándose en el bosque cercano y huyendo lo más rápido posible del reino de Zaibach...

Van cada vez se ponía peor, la fiebre le había subido y sudaba. Hitomi se había despertado y estaba preocupada por él. Le ponía paños fríos en la frente... solo podía cuidarle porque el

remedio de Millerna devia hacerle efecto pronto. --Hitomi... -dijo en un susurro --No te muevas Van, tienes mucha fiebre -Le dijo con preocupación --Siempre vas a estar conmigo... ¿No vas a volver a irte?¿ Nunca mas?-Le dijo suplicante --Pero Van, ya te dije que me voy a quedar contigo, vine para quedarme para siempre en Gaia, no te dejare, ¿Por qué me preguntas eso?--Tengo miedo, por primera vez en la vida tengo miedo, no soportaría perderte una vez mas... no esta vez... me moriría sin ti... Hitomi sintió que su corazón daba un vuelco, realmente amaba a ese hombre, sus ojos reflejaban todo el amor que sentía y que no quería evitar. Muy suavemente lo acaricio en el pecho y se apoyo sobre él escuchando su corazón, mientras él pasaba su mano entre los cabellos de ella muy suavemente, por un instante ambos se quedaron sin palabras, hasta que una lagrima corrió de su mejilla y cayo sobre la afiebrada piel de Van... --¿Por qué lloras?-Pregunto él mientras ella se incorporaba y se enjuagaba la cara --No me hagas caso, es de felicidad... te amo, nunca te dejare -Diciendo esto acerco su cara a la de el, podia ver sus labios rojos por la fievre y lo beso muy tiernamente en los labios, él respondió a su beso con la misma pasión de siempre, pero de repente una extraña visión nubló la vista de ella...Se quedo como en un transe, el se preocupo un poco... --¿Qué pasa Hitomi? ¿Una visión?-Pregunta él --Si, pero de lo mas extraña... -Dijo ella preocupada aun mas que el --¿... ?--Vi a Celena como si fuera huyendo, con un hombre que la protege... ¿Extraño verdad?--De verdad que si, ¿será malo?--No necesariamente, no vi sangre ni nada, tan solo un caballo corriendo por un bosque--Me estoy sintiendo mejor, ¿Sabes?... También soñé raro hace rato... soñé con Folken-- ¿Sí? ¿Es que acaso te perturbo ese sueño?--No, es como si mi hermano intentara aviasrme algo también --Será mejor que descanses, mañana estarás mejor-Dijo cambiándole la venda y el paño de la frente... --Gracias por cuidarme... -Dijo él mirándola a los ojos --Y lo voy a hacer siempre -Ríe ella, pero él la miro seriamente y le dijo --Cuando esto termine... ¿Te gustaría ser mi esposa?Hitomi se quedo petrificada cayo la fuente del agua de sus manos, sus ojos estaban fijos en la imagen de Van, quien parecía esperar una respuesta. Ella aun no podía creer que fuera verdad, su corazon no paraba de latir a toda velocidad ¿Realmente le pedía matrimonio? ¿O estaba soñando?.. --Pero............ --¿Porque dudas? Es que... ¿No me amas?--Té Amo muchisimo Van... pero no imagine nunca que me pidieras ser tu esposa--¿Y?... ¿Que me contestas, dime?--Hablaremos mañana cuando estés bien, duérmete ya --Esta bien pero mira que no me olvido- --Yo tampoco-se acerco a besarle la frente y termino de arroparlo, y comprobó que la fiebre descendia lentamente. Se quedo a su lado y pronto ambos se quedaron dormidos... A la mañana siguiente, él despertó primero, no tenia fiebre y se sentía muy bien por lo que se entro a dar un baño. Hitomi en cambio dormía profundamente en el sillon, la cargo en brazoscomo pudo, la subió a la cama y la cubrió con la sabana.

Luego del baño, volvió a la habitación y ella seguía profundamente dormida, así que muy suavemente empezó a acariciarla en el rostro, sus manos recorrían cada centímetro de su cara como si quisieran grabarla para siempre, ella se despertó sobresaltada --¡¡¡Van!!! Pero que... -Dijo confundida-Me quede dormida, ¿Cómo estas? Perdóname-Y diciendo esto puso su mano en la frente de el para ver la fiebre --Estoy bien, no pasa nada, Ves me siento bien, no importa si estas dormida, estuviste toda la noche cuidándome --Debo estar hecha un espanto -Dijo incoporandose y comprobando lo revuelto de sus cabellos en un espejo pequeño de la habitacion. --Así me gustas-dijo él y se sentó a su lado abrazándola --Mmmmm ¡Qué bien hueles!-dijo ella apoyando su cara en el pecho de el. --Me di un baño, es que pase una noche bastante mala-Rió él Él la miro tiernamente y la tomo de la nuca atrayaendola hacia sí, la beso con mucha dulzura y pasión, los labios de Hitomi parecían pedir mas y más, el acariciaba su rostro con los labios, cubriéndolo de muchos besitos aquí y allá. Hitomi se sentía desfallecer cuando él la acariciaba de esa manera... sus piernas comenzaban a temblar. Ella estaba perdiendo el sentido lentamente, cuando él con su mano desprendió su camisa, dejando descubierto su torso, para besar lentamente sus hombros, su piel se estremecia bajo los labios de Van. Ella sentía que su cuerpo respondía a las caricias que él le daba y que no podría detenerlo pero también ella estaba ávida de deseo por él, ya hacia varios días desde el ultimo encuentro intimo y ambos sentían que el deseo se apoderaba de los dos... --No... Van... Alguien puede venir... -Dijo entre suspiros de pasion ahogados --No te preocupes nadie vendrá... es demasiado tarde ya no... -Diciendo esto sintió que su sangre fluía con mas fuerza, cada vez que ella acariciaba su espalda su deseo era incontrolable, sentía como su parte de dragón fluía sobre él, ¿Cómo podía ella hacer que su interior se encendiera así? Cada vez era más difícil resistirse y en un susurro ahogado por la pasión le dijo suavemente --Sé mía... -Diciendo esto y aun sin respuesta, sintió que el cuerpo de ella le respondía, pronto se vieron amándose entre las sabanas de la cama revuelta... Dos corazones latían muy fuerte, casi al compas,con una sincronia perfecta, dejando atras toda esa noche tan llena de problemas y de proposiciones extrañas. Una vez mas ella se convertía en arcilla en manos de aquel ruijin quien cada vez le demostraba lo muy enamorado que estaba de ella... Con las ultimas fuerzas que le quedaban el se acurruco desnudo a su lado, ella boca abajo trataba de recuperar la respiración que había perdido un momento antes, cuando recordó algo de pronto se dio vuelta y lo miro a los ojos... --Si tu propuesta sigue en pie, si, acepto--¿Vas a ser mi esposa?-pregunto el sorprendido y feliz --Si... creo que ya mi cuerpo decidió por mí, ¿No crees? --Si lo se, pero te aseguro que no te arrepentiras , al fin estaremos juntos para siempreDiceiendo esto la abrazo con fuerza , de pronto comenzo a reir y ella lo miro sin entender entonces el le dijo--A propósito... ¿Te das cuenta que es la primera ves que hacemos el amor en una cama?--Tienes razón no me había dado cuenta -río Hitomi En ese momento la puerta se abrió y ambos se asustaron, Hitomi huyo bajo las sabanas y Van aun cubriéndose saludo a alguien, que los miraba divertida... --¡Millerna! ...-Dijo enrojecido de vergüenza -Perdona por favor --No importa... Yo ya lo sabia pero mejor que se vistan por si viene alguien mas, quería saber como sigues de la herida--dijo ella muy divertida con la situación de su amiga --Mejor, gracias-dijo él recuperando el aliento

--Bajen a desayunar si no si van a venir a buscarlos -Dijo ella sonriendo-Buenos dias amiga-y se fue saludando a Hitomi quien la miraba ,tapada por la sabana --Buenos dias -Saludo ella nerviosa con su mano extendida Millerna se alejaba de la habitación riendo y muy contenta, pero dentro de ella una Hitomi muy nerviosa salía de entre las sabanas para vestirse e irse... --Esto va a lograr hacerme perder la cordura--Es que no entiendo porque no decimos la verdad de una vez por todas, al fin y al cabo vas a ser mi esposa--Tienes razón, pero creo que seria conveniente hacerlo luego de recuperar el energist---Esta bien pero... ¿Sabes que? No me importa lo que opinen los demás solo sé que te amo y eso es todo para mi...-Dijo él Hitomi le sonrío dulcemente, y le envío un dulce beso con la mano mientras se levantaba de la cama, su figura podía verse a través de la escasa luz que entraba en la habitación, el no podía dejar de mirarla y ella vistiéndose lo advirtió... se sonrojo como una nena, ¿Como podía él hacerla sentir así?... no podía entenderlo...

Muy lejos de allí, un caballo cansado llegaba a una posada en el camino. Una sencilla casa con gente muy amable que los recibió con gentileza, diciendo que eran una pareja de recién casados consiguieron una habitación. Una vez allí se desplomaron en la cama, habían cabalgado toda la noche y el cansancio los había vencido, ni siquiera se dieron cuenta que estaban los dos en la misma cama, simplemente dormían..... Cuando por fin Celena despertó se encontró sola en la habitación, de pronto el miedo invadió su cuerpo, empezó a buscar a Julius con la mirada y cuando no lo encontró empezó a llamarlo con miedo y desesperacion..... --¿Julius? ,¡Julius! ,¿Estas allí?Su miedo le gano y sus lagrimas aparecieron... era de noche y solo la chimenea del cuarto encendida alumbraba en ese momento, la sombra de un hombre vestido humildemente termino de asustarla temiendo lo peor, cuando la sombra se le acerco --Celena... ¿Te despertaste?-Dijo muy suavemente Celena reconoció su voz y corrió a abrazarlo aun muy asustada, el no entendía nada, dejo el paquete que traía en sus manos y la abrazo tratando de calmarla --Que sucede... ¿Te paso algo?-pregunto intrigado --Desperté y no te encontré, me asuste muchisimo, creí que me habías dejado sola tu también, no me vuelvas a hacer esto , tengo muchisimo miedo de estar sola --Porque te dejaría, solo fui a conseguir algo de ropa y a darme un baño--Perdóname-dijo ella enjuagándose las lagrimas con la mano --No tengo nada que perdonarte, toma-le dijo ofreciéndole el paquete-date un baño y cámbiate, ponte esa ropa que espero te quede, no se si sera tu talla pero es lo que mejor pude conseguir dadas las cirscunstancias--Gracias- Dijo Tomando el paquete entre sus manos aun temblorosas En realidad Celena no entendía porque estaba ayudándola a escapar, pero lo cierto era que con él a su lado se sentía segura. Se dio un baño y se cambio, tenia un sencillo vestido, de corte rural color gris con una camisa blanca pero le sentaba muy bien, su pelo una vez limpio lucia muy bonito, con un pañuelo se recogió el pelo en forma de vincha, así se lo quito de la cara cambiando lo bastante su aspecto para no se reconocida. Una vez que termino regreso a la habitación donde el la esperaba un poco impaciente. Ella entra suavemente al cuarto, él estaba alimentando el fuego, así que dándole la espalda comenzó a decirle

--Conseguí unos caballos nuevos, el otro estaba agotado, ¿Sabes montar sola no?-Al terminar de decir esto se dio vuelta para ver su respuesta y se quedo frío, una bellísima mujer estaba tras suyo contenplandolo sin hablar --Si, sé montar sola... ¿Por qué me miras así?-Pregunto ruborizandose un poco --Es que no puedo creer que seas la misma persona, te ves increiblemente bella--¿Puedo preguntarte algo?-Pregunta ella acercándose y cambiando de tema --Si, lo que quieras--¿Porque me ayudaste?Julius la miro fijamente sin respuesta, Sus ojos color almendra reflejaban una repuesta que no quería dar, bajo la vista, tomo un poco de aire y esquivando los ojos azules e inquisidores que lo miraban, contesto --No quería que te sucediera nada malo, ya no podía dejar que te hicieran algo malo--Pero te arriesgaste demasiado, cuando te descubran tu también serás un fugitivo y no podrás volver a la milicia de Zaibach--Lo sé... lo pense bien antes de hacer nada, no te preocupes--Gracias, de verdad gracias... haré que mi hermano o Van te ayuden--¿Porque siempre hablas de Van Fanel? ¿Es que acaso existe algo entre ustedes?--No, el solo tiene ojos para Hitomi Kanzaki-Dijo Celena con voz un poco triste --¿Y eso té afecta?--Ya no, reconozco que al principio me sentí atraída por el, pero creo que una relación con él es imposible, aunque le cobre mucho aprecio, es una gran persona, Hitomi es muy dulce y la mujer ideal para él, no me atreveria a tratar de separalos, aparte seria imposible La bella Celena camino lentamente por la habitación y se acerco a su lado, cuando a través de la camisa de el vio un corte muy grande y un poco profundo. --¿Que te paso?-Dijo ella descubriendo lentamente la herida del hombro. --Me la hizo el primer de los soldados cuando se defendió, no importa, no es nada grave¿Todo este sufrimiento por mí? Perdoname por favor -dijo ella acariciando la herida suavemente como trtando de curarla, al contacto de la piel de ella, el cuerpo de Julius se estremeció, una corriente eléctrica lo corrió. --No hagas eso por favor-dijo apartándose Celena lo miro sin entender nada, el se acerco tomo su mano y se la llevo a sus labios dándole un suave beso sincero. Ella respondió con una caricia en su cara y él la atrajo hacia sí con su mano y empezó a besarla en los labios con un profundo sentimiento...Ella podia sentir que su cuerpo vivraba cuando el la besaba. Mientras que el cada vez sentia mas y mas cosas por ella , entonce sintio que una lagrima solitaria corria por sus mejillas. Al terminar el beso la abrazo y le dijo en voz muy bajita y temblorosa. --¿No te das cuneta que lo estoy haciendo todo por ti? No se como, ni donde... pero lentamente me enamore de ti--No sé que decirte, estoy confundida-Respondio Celena --No digas nada... no hace falta... te llevare con tu hermano eso es todo lo que me importa, lo demas es solo mio , no te preocupes...--Gracias-asintió Celena Pero se sentia cada vez más segura en aquellos brazos que la habían protegido desde el principio, cuando en aquella celda solo podía pensar en escapar, estaba lentamente sintiendo algo por su guardián, sus besos cada vez mas apasionados encendían su cuerpo y daban calor a su corazón...

--Debemos irnos, es peligroso seguir quedándonos aquí-dijo él sin ninguna gana de liberarse de los brazos de ella. Pero ella solo lo abrazaba mas y más, solo había silencio, lo único que se oía era el crepitar de los troncos en la chimenea, el se sentía tan feliz que no podía creerlo, de pronto sus brazos lo soltaron y con una sonrisa en el rostro le dijo. --Tienes razón, vamonos antes de que nos encuentren-Su sonrisa iluminaba su cara --Celena, ¡¡qué bonita sonrisa tienes!!, no dejes de sonreír nuncaCelena le contesto sonriendo otra vez. Juntaron sus cosas y se fueron rápidamente de allí... Con nuevos aires y nuevas esperanzas partian hacia Frei dejando por fin el reino de Zaibach

Muy lejos de allí el Crusade llegaba a los limites del territorio de Zaibach, La nave detuvo su marcha, dentro de ella todos discutían que es lo que iba a pasar una vez llegaran allí y como recuperarian el Energist y librarian a Celena de los calabozos... --Creo que lo más lógico seria que me presentara como el Rey de Astoria y fuera hablar con el General Sergei, personalmente-Dijo Driden con tono seguro --Yo iré contigo -siguió Van --No, mejor tu deberías tratar de encontrar de incógnito el corazón del Dragón-dijo Driden de nuevo-Si no podrían sospechar y todos estaríamos en peligro- --Iré contigo, Driden-continuo Millerna --Preferiría te quedaras, podría ser muy peligroso para ti -Dijo el a su esposa --Debo ir... ningún viaje real puede estar completo sin la Reina --Esta bien, pero Allen y Van me parece que tendrían que entrar al palacio de incógnito en busca del energist y de Celena... Una vez tengamos ambos, devemos huir lo más rápido de allí sin que nos vean... --Yo ire también, con mis poderes podré ayudar-dijo Hitomi --Esta bien, mejor que comencemos a preparar todo, hoy es el día... Nada nos debe salir maldijo Allen tratando de mantener la calma Así mientras Celena y Julius huían cada vez mas lejos y se acercaban a la tierra de Freid, los demás planeaban como entrar al castillo de Zaibach y huir lo más rápido posible de allí con Celena y el energist... Continuará...

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II Capítulo 8 : La trampa del General En el palacio la noticia del escape de Celena ayudada por Julius había corrido como reguero de pólvora, el General estaba mas que disgustado, el que su soldado favorito lo haya traicionado lo ponía de muy mal humor y cuando de los laboratorios supieran que una vez mas había perdido a Dilandau, se le cargaría con toda la responsabilidad del asunto... Infructuosamente habían tratado de ubicarlos en las cercanías, pero el sabia que si lograban llegar a Fanelia o a Astoria estarían perdidos, ya no podrían recuperarla, debían encontrarlos y debian hacerlo ahora... Para colmo de males una comitiva de Astoria venia a verle, Él por su parte, se imaginaba que sucedía algo malo pero no le quedaba otra que recibirlos Un grupo de soldados acompañaba al Rey Driden y a Millerna al palacio. Camuflada como visita real, detrás de ellos Hitomi, Van, Allen estaban disfrazados de soldados de Astoria, así poder después buscar libremente cada uno sus cosas... --Bienvenidos a mi fortaleza-los recibió Sergei inclinándose al saludar a Millerna --A usted, debemos agradecerle que nos haya recibido, hemos venido en esta época de Paz para conocer al nuevo comandante de Zaibach... y ofrecerle nuestros saludos cordiales... -Continuo Driden... --Bienvenidos, espero que se sientan cómodos aquí, estoy a vuestra disposición para lo que necesiten-repitió Sergei con tono duro pero amable. --Disculpe General, ¿Seria tan amable de poder albergarnos en alguna habitación?, Es que no me siento muy bien -dijo Millerna amablemente. --Si su majestad... Espero no sea nada grave ¿Quisiera ver a un medico? -Ofreció sincero --No general, es muy amable pero es solo mi embarazo, Usted entenderá -dijo ella Sonriendole y mirando a Driden que se había quedado petrificado, pero pensando que solo se trataba de una charada el disimulo su asombro diciendo... --Gracias general, es usted muy amable pero no necesitamos nada en especial, solo descansar... Luego de esto, amablemente se despidieron y ambos fueron guiados a una habitación bastante elegante. Mientras Van, Allen e Hitomi con parte de la tripulación del Crusade estaban en las habitaciones designadas a los soldados... Una vez solos y ubicados en la habitación, Driden se sentó en un sillón mientras que Millerna se paseaba pensando de un lado al otro. Pronto él recordando lo sucedido dijo entre risas... --Por cierto amor, tu intervención fue justo en el momento indicado, tu pequeña charada fue genial... Creo que el general te creyó eso del embarazo Millerna sin embargo, lo miro seria y con la mirada decidida, contesto --No fue charada Driden, estoy embarazada en verdad-dijo de pronto con voz firme. Driden dejo el vaso de agua que estaba tomando, se paro de repente y aun muy asombrado se acerco a ella, Millerna se sonrojo levemente, y él la miro a los ojos y la abrazo --Perdóname, no sabia como decírtelo, tal vez esta no fue la mejor manera pero surgió, y nada mas, en realidad si vamos a tener un bebe--Nunca me lo hubiera imaginado, no sabes lo feliz que me haces... al fin un bebe nuestro, un pedacito tuyo y mío... gracias amor... gracias por hacerme tan feliz... Un abrazo interminable los unió, ambos lloraban, pero no de tristeza si no de verdadera felicidad... pero de pronto un pensamiento triste corrió por la cabeza de Driden --Pero no debias haber venido, tienes que cuidarte y descansar, si lo hubiera sabido antes no te hubiera dejado venir, corres peligro tú y él bebe --No te preocupes, no me va a pasar nada, tan solo estoy embarazada, no estoy enferma, sé cuidarme a parte temo que si hubiera venido solo el General sospecharía -Dijo ella muy

alegremente --Espero que todo salga bien - dijo él mientras miraba hacia las ventanas y esperando que todo su plan resultara a la perfección... Mientras llegaba la noche al palacio, los nervios de todos iban en aumento, Van sabia que solo tendrían una oportunidad y no podía equibocarse, Hitomi mientras esperaba que nadie los descubriera... Allen sin embargo trato de mezclarse con los guerreros de Zaibach para averiguar donde podían estar los calabozos... Celena tendría que estar por ahí... Pero entonces una conversación lo distrajo de sus pensamientos... --¿Y todavía sigue disgustado?-le contaba un soldado al otro --Y si, que Julius lo traicionara fue terrible para el General--Encima, la visita real, el general debe estar que muerde--Ella escapo también, una lastima me hubiera dado gusto conocer al famoso DilandauAl escuchar esta ultima palabra Allen la sangre se le helo, pero la curiosidad por aquella conversación aumento... no entendía bien de que hablaban pero parecía que había habido una huida... dispuesto a averiguar mas de ese tema se acerco disimuladamente a los soldados para tratar de entender que pasaba sin levantar sospechas... --Perdón, ¿Dilandau? ¿Lo conocen?, oí cosas muy interesantes sobre él Los soldados lo miraron extrañados pero pensando que solo se trataba de alguien mas interesado en aquel guerrero conocido por todos en Gaia, le contestaron sin sospechar nada --No, creíamos que él regresaría pero... lamentablemente ella escapo-dijo uno de los soldados dejando a Allen muy sorprendido preguntándose que fue de su hermana --¿Ella?-dijo tratando de disimular la reacción ante su respuesta anterior --Si, bueno es una larga historia, pero Dilandau es una mujer... y como toda mujer sabe manipular a un hombre con sus encantos, así que logro escapar con el comandante JuliusLa furia por semejante descripción de su hermana hizo hervir la sangre de Allen, pero se contuvo, sabia que si explotaba todo se echaría a perder, aguantándose la furia dentro de sí, disimulo al máximo, y contesto --Que bárbaro me imagino el disgusto del General... --Si eso y más... esta furioso realmente, tanto por el cómo por ella, el comandante Julius no debia haber escapado con ella, nadie sabe porque lo hizo aunque nos lo imaginamos, ella es realmente muy bonita y a cualquier hombre le gustaría Así que Julius, ¿Quien seria este extraño que se había llevado a su hermana del palacio? ¿Debí buscarlos por el resto de Gaia? ¿Que intenciones tendría para ayudarla? O es que... ¿realmente ella lo había enredado?...la cabeza de Allen era un verdadero lío. No, no podía ser así, Celena era una chica muy retraída y tímida, él lo sabia mas que nadie, había estado atraída por Van pero sabia que jamas podría decírselo, ¿Cómo iba a conquistar a un hombre para poder huir? Por un lado se tranquilizo, pero por el otro le preocupaba que su hermana estuviera con ese desconocido sin saber cuales eran sus planes reales..... Aun más preocupado se alejo rápidamente, despidiéndose de los soldados con la excusa de ir a ver su caballo... Entro en el lugar donde estaba la tripulación del Crusade, Van e Hitomi alojados como huéspedes... Con cara de verdadera preocupación se acerco a ellos --Tengo noticias importantes -Dijo Allen acercándose al grupo --¿Paso algo?-Pregunto Van preocupado --Parece que Celena ya no esta en el palacio... -Dijo presuroso Un “--Queeeee--” generalizado hizo eco en la habitación así que el de dispuso a explicar --Aparentemente un comandante la ayudo a escapar anoche y eso tiene de pésimo humor al

General así que imagínense--Pero Allen ¿ Cómo averiguaste eso? -Pregunto Hitomi --Es que escuche a dos soldados charlando, aun no lo puedo creer, o sea que solo nos detiene aquí el corazón del dragón, Celena no esta acá y lo peor de todo es que no sé por donde estaDijo Allen preocupado Hitomi y Van se miraron a los ojos y ambos dijeron al unísono --¡¡¡¡¡¡La visión!!!!!!--¿Que visión? ¿De que hablan?-Pregunto Allen preocupado aun más --Veras Allen, ayer tuve una visión de Celena con un hombre huyendo rápidamente a caballo, pero no te preocupes, ella parecía estar muy bien, no vi sangre ni nada parecido, pero como no entendí de que se trataba la visión me pareció oportuno no decirte nada, perdóname, no creí que fuera tan importante-Dijo Hitomi --Esta bien Hitomi si me dice que ella esta bien solo me queda buscarla por Gaia --Y te ayudaremos todos-continuo Van En ese momento la puerta se abrió y entro Driden muy serio --Tengo novedades-Dijo al acercarse al grupo --Nosotros también-Dijo Allen --Escuchen claramente, sospecho que el corazón del Dragón esta en la habitación del General, es la que más fuertemente custodiada esta, tiene dos guardias constantes, esta noche mientras cenemos deben buscarlos, luego subiremos con rapidez al Crusade y huiremos de aquí lo más rápido que podamos, ya tendría que estar Celena dentro de la nave, es increíble pero no pude averiguar nada de ella, como si se la hubiera tragado la tierra--Bueno esa es nuestra novedad, Celena huyo de aquí así que solo tenemos que buscar el Energist e irnos-Dijo Allen nuevamente --¿Huyo?, Ya la encontraremos no te preocupes, me alegro entonces... pero... Allen debo pedirte un favor... -dijo Driden mirándolo a los ojos -Debes cuidar de Millerna para que nada le pase, No importa lo que a mí me pase, cuida de ella, debes prometerlo por favor--¿Pero que dices? Sabes que cuidaría de ella aunque no me lo pidieras, soy un caballero celeste, es mi deber cuidar de la reina y del rey--No entiendes Allen, Millerna esta embarazada, no quiero que nada le pase ni a ella ni al bebe, por favor debes prometérmelo-rogó Driden --Claro que si-dijo Allen impactado por la noticia --Al fin te lo confeso-Dijo alegre Hitomi --¿Tú lo sabias?-Pregunto Driden --Digamos que lo... Adivine -río ella con una mirada cómplice. --Bueno debo irme si no sospecharan de mí, hasta la noche, cuídense por favor.-Diciendo esto se despidió del grupo dejándolos a todos con sus pensamientos Allen pensaba en Millerna, sabia que esta vez seria feliz para siempre, un bebe llenaría todo ese amor tan grande que ella tenia, de pronto la cara de Eries paso por su mente, él miro al cielo y penso... “Cuando vuelva hablare contigo”. Y la noche llego más rápido de lo que creían, una noche serena llena de estrellas y con la gran luna de las ilusiones suspendida el cielo, iluminando los destinos de los guerreros Mientras en el comedor Millerna y Driden se disponían a cenar con el General, Allen disfrazado, los acompañaba haciendo guardia en el comedor, como un protector de la familia real... En los pasillos largos y sombríos del palacio, dos figuras se acercaban lentamente escondiéndose de los guardias, Hitomi tenia su pendiente en la mano e iba marcándole el camino a Van lentamente, cuando al fin estuvieron cerca de la habitación del General... En el comedor la cena había terminado, el General sin embargo no parecía el de la mañana, estaba serio y más bien con cara de disgusto, la llegada de un mensajero a la tarde con la

noticia de que los prisioneros posiblemente habrían abandonado ya el reino de Zaibach y estuviesen camino a Frei lo había disgustado aun más, pero la sospecha creciente de que esta visita era una trampa no lo dejaba tranquilo, el muy frontal y decidido opto por confrontar la situación Al final de la cena, cansado de tanta hipocresía se paseaba por la habitación -- ¿Que es lo que buscan aquí Majestad? No creo que sea solo una visita de cortesía... -insinúa él mirándolos de manera fría y agresiva... --Perdón, ¿cómo dice?-pregunto Driden --Creo que sé que buscan pero ella ya no esta aquí, huyo, así que pueden irse por donde vinieron antes de que me arrepienta-dijo el hombre cada vez mas disgustado --No sé que cree usted que estamos buscando-Dijo Millerna muy suavemente --Ustedes lo saben Madame, hay solo dos cosas importantes aquí y si una ya no esta... Deben buscar la otra, ¿verdad?El general sabia que esa era la razón, así que sus sospechas eran verdaderas, pero lo que ellos no sabían que antes de llegar a su habitación, una barricada de soldados esperaba a Van y a Hitomi... El General saco una espada y amenazo con ella a Millerna --Si te hiciera daño quien podría evitarlo al fin y al cabo estas en mi palacio-dijo el sarcásticamente, Driden tomo una espada y se enfrento a el, Allen corrió en ayuda de Millerna y la aparto de allí, --No me hagas reír, Eres el Rey pero sé que no eres espadachín, tan solo eres un buen comerciante, ¿Cómo podrías enfrentarte a mí? Jajajajajaja... -Rió el general --Si amenaza a mi esposa y a mi futuro hijo, no me importa que solo sea un comerciante, me enfrento a ti-Dijo Driden amenazándolo enfurecido... Millerna sumamente asustada le grito --No Driden no... Por favor... Ante sus ojos ambos comenzaron a luchar, pero el hábil general no solo le saco la espada de la mano rápidamente si no que también le hirió el brazo, al caer Driden al piso, Millerna se asusto y dio un grito de terror... Allen la contenía, ella quería escaparse para ir junto a Driden, este desde el piso grito --Llévatela Allen recuerda tu promesa El general abrió sus ojos fríos y crueles para mirar detenidamente al caballero que sostenía a la Reina y pronto lo reconoció --Allen Shezard, El mejor espadachín de Gaia... esto se pone cada vez más interesante, contigo si valdría la pena luchar... ¿qué esperas? Ven aquí caballero celeste... Allen aparto a Millerna del lugar y ayudo a Driden a que se acerara donde ella estaba y serio se dio vuelta mientras les decía. --Corran al Crusade, yo me ocupo aquí... -Dijo tomando su espada En ese momento dos soldados les cortaron el camino, ya no pudieron salir de allí y se quedaron mirando como el general y Allen peleaban. Verdaderos expertos espadachines, Allen demostraba seguir siendo el mejor, su habilidad impedía al General acercarse mucho a el pero... en un momento de la lucha el general reconoció... --Eres muy bueno Shezard, y no era mentira... pero claro por eso tu hermana es tan buena como tu... Un verdadero demonio cuando es Dilandau... pero un ángel como Celena --¿Sabias que ella era mi hermana... ? ¿cómo no pensaste que vendría por ella?--Estas equivocado, yo sabia que vendrías pero no pense que ella usara sus encantos para llevarse a mi mejor soldado, es solo una cualquiera-

Esta frase enfureció a Allen quien perdió parte de su concentración y el general aprovecho esto y le hizo un corte profundo en el abdomen enganchando el medallón de Eries con la espada, este voló por el aire hasta terminar a unos pasos de Millerna quien se agacha a recojerlo Allen cayo al piso ensangrentado, retorciéndose del dolor, el general rió, dándose felicitaciones a sí mismo, en ese momento un hilo de sangre cubrió su rostro. Llevándose la mano a la cara comprobó que aun cuando había herido a Allen en su desconcentracion, este había podido herirlo en el rostro causándole un gran corte en el rostro, enfurecido, de muy mal humor ordeno a los soldados a los gritos... --Lleven al calabozo a los tres, tengo que ir a ver que sucede con el resto y el Energist-dijo dando una mirada despectiva a los tres con una risa sarcástica... Allen en el piso perdía mucha sangre, pronto solo dijo muy suavemente “-Eries--” y se desmayo Millerna y Driden fueron en su ayuda y ella paro la hemorragia con un vendaje provisorio utilizando la tela de su vestido, Driden lo incorpora y lo ayudaron entre los dos a levantarse mientras que los soldados se disponían a llevarlos al calabozo cuando Driden en un arranque de valentía y furia, mato a uno de ellos con la espada y cuando se disponía a enfrentarse al segundo, uno de los hombres del Crusade se le adelanto dejándolos libres para correr hacia la nave --¿Esta bien el jefe?-Pregunto refiriéndose a Allen quien estaba en estado de semi inconsciencia... --Perdió mucha sangre debemos llevarlo cuanto antes al Crusade ¿Y el resto de los hombres?Pregunto Millerna --Dos nos esperan aquí, los demás fueron a preparar el Crusade para depegar cuanto antes --Vamonos ya-Grito Driden, y sosteniendo a Allen por un lado, lo llevaron hasta la nave Curiosamente ningún soldado les salió al cruce lo que los hizo sospechar que todos estarían esperando de barricada a Van y Hitomi........... Entre tanto ambos estaban escondidos... de pronto Hitomi hizo pendular el colgante concentrándose y de repente dijo,”-Allá-“ y señalo una de las habitaciones, es ese momento cuando intentaban entrar, varios soldados le salieron al paso... Van saco su espada y comenzó a luchar con ellos, ella rápidamente entro a la habitación y tomo el corazón del Dragón. De una vitrina, un soldado la agarra por detrás y la sostuvo firmemente, pero ella pudo esconder el corazón del dragón entre su ropa, en ese instante cuando Van vio a Hitomi bajo la espada del soldado y el General que se acercaba lentamente, Van se sintió indefenso, y atrapado --Pero bueno, bueno, bueno, si es el rey Van Slanzar de Fanel en persona... Primero lucho y derroto a Shezard y ahora me toca nada menos ni nada mas que el Rey de Fanelia... Debe ser mi día de suerte -se burlo el general mirándolo--Pero parece que tu punto débil es esta chica verdad, ¿Que pasaría si de repente yo le hiciera algo malo?-Dijo señalando a Hitomi --Ella no tiene nada que ver, déjela en paz-Grito Van --La verdad es que no me interesa, ni siquiera sé quien es. -Dijo en forma fría y despectiva -Arrójenla por la ventana-Grito el general a sus soldados --¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOO!!!!!!!!!!!-Van lucho por safarse con todas sus fuerzas, en ese momento un soldado acerco a Hitomi a la ventana, estaba bastante alto, el castillo estaba rodeado por un gran precipicio, el miedo la invadió y comenzó a temblar como una hoja... el soldado siguiendo las ordenes le dio un empujón, ella empezaba a caer al vacío gritando desesperada -¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡“VANNNNNNNNNNN!!!!!!!!!!!!!--” Van se desespero ella estaba en peligro de verdad, con toda su furia sus alas destrozaron su camisa ante la mirada incrédula de los soldados y del propio General, viéndose libre de ataduras corrió y dio un salto por la ventana tras ella, sus alas desplegadas con furia desprendieron plumas blancas como lluvia, a toda velocidad volo tras de ella llamandola, cuando por fin la alcanzo la tomo firmenmente de la mano y abrazándola comenzaron a subir... Hitomi lloraba asustada esta vez habia estado muy cerca de morir... De pronto la piedra que Hitomi guardaba en su ropa y su colgante brillaron a la vez un halo de

luz rosada los rodeo y se vieron transportados inmediatamente a las bodegas del Crusade el cual ya había despegado y estaba camino a Astoria... Los soldados y el general presenciaron toda la escena y no podan creerlo el general miraba como el Crusade se empezaba a alejar y sosteniendo en la mano una de las plumas de Van murmuro entre dientes. --¡¡¡¡Es un dragón blanco!!!! ¿Cómo iba a saber que Él pertenecía a esa tribu? Lo subestime demasiado, fue un gran error... -Muy disgustado ante su equivocación y dándose cuenta que se habían llevado también el Energist. La situación no podía ser peor penso, cuando un guardia llega corriendo para avisar que los prisioneros también se habían escapado, enfurecido arrojo la pluma al piso, mirando a sus guardias les dijo fríamente -- ¿Qué están esperando? Vallan por ellos de una vez... -Ordeno a sus tropas Los soldados fueron tras ellos en los Guymelefs, Van e Hitomi salieron de la luz --¿Como?-Se pregunta él. En ese momento ella saco de entre sus ropas el Energist y sin palabras se lo coloca en las manos a el, sus alas desaparecían lentamente, y el corazón de Van calmaba su angustia, un abrazo eterno, el temor a perderla por una separación que los distanciaría para siempre... cuando al fin abrieron los ojos estaba en las bodegas del Crusade mirando a Escaflowne Van quedo helado frente a su Guymelef... ¿Qué hacia allí si él lo había dejado en Fanelia? Un Allen muy herido y tambaleándose sostenidose de Driden y Millerna lo miraba, cuando ambos lo vieron corrieron a su lado --¡¡¡¡¡¡Allen!!!!!-Grito Van ayudándolo a sentarse --¿Qué te sucedió?--Peleo con el general... esta muy herido pero quería venir, sabia que habían vuelto a la naveSiguió Millerna muy preocupada por la cantidad de sangre que él había perdido --No te preocupes Allen, pero dime ¿Cómo es que Escaflowne esta aquí?--Yo... hice... que... lo subieran... allí en Fanelia... Sabia que... podías necesitarlo... y no me... equiboque... por favor... cuida de... todos, Van... busca a Celena... sí me... pasa... algo--No digas tonterías no va a pasarte nada, llévalo Driden debe descansar, ¿lo curaras Millerna?--Por lo menos lo intentare VanEn ese momento uno de los guardias del Crusade grito de pronto -Ahí vienen los Guymelefs, nos atacan---Debo subir a Escaflowne por favor pónganse a salvoVan trepo hasta el pecho de Escaflowne, introdujo su mano en el cristal y allí con el Energist una luz rosada lo envolvió, de pronto el color de Escaflowne torna a su plateado original, Van se bajo y lo contemplo desde el suelo. Hitomi miraba fijamente a su Ruijin, en sus ojos había cierto brillo de satisfacción que no veía desde hace mucho tiempo, su corazón dio un vuelco, ¿Es que ella no alcanzaba a llenar su corazón para evitar que él admirara así su Guymelef? De pronto El se dio la vuelta, se acerco a ella y la abrazo tiernamente, le dio un beso en los labios y le susurro al oído...”-Ya Vuelvo, no te preocupes por mí-“ Trepo una vez mas a Escaflowne y se sentó en él por fin. Las bodegas del Crusade se abrieron y un Escaflowne en su forma dragón salió por los cielos Hitomi se había quedado si habla, la mirada de Van la había dejado sin pensamientos... Pero un grito de dolor de Allen la devolvió a la realidad, se apresuro a ayudar a Millerna, era verdad, estaba muy preocupada por Allen... era mejor olvidarse de la batalla y ayudar a su amiga a curar al caballero celeste, su querido Allen la necesitaba ahora... Continuará...

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II

Capítulo 9 : La Confesión del Joven Rey Chid Celena y Julius habían por fin llegado a Frei, cansados de la cabalgata y de tanto andar, se volvieron a hospedar en una hostería, diciendo ser recién casados de nuevo nadie se percato de ellos y no sospechaban tampoco Una vez dentro de la habitación ella se dejo caer pesadamente sobre la cama, El dejo las cosas a un lado y se sentó en unos de los sillones preguntándose a donde irían esta vez, ella sin embargo parecía mas calmada y relajada. --Te veo muy serena hoy ¿Qué té pasa?-Pregunto él mirándola extrañado --Estoy más tranquila... deberíamos ir a palacio a ver al Rey Chid, él nos ayudara para seguir hasta Astoria, estoy segura... -Dijo ella sonriendo --¿Pero que dices? ¿El cansancio esta afectándote? ¿ Cómo sabes que él nos ayudara?--Por dos cosas... primero porque conoce a mi hermano... y segundo... -empezó a decir y de golpe sé cayo, no sabia si develarle ese secreto tan importante, temía que si decía algo mas pudiera traer problemas... --¿Que pasa Celena? dime, confía en mi... -Lo miro a los ojos y supo que ni diría nada --Pero no debes jamas mencionar lo que voy a decirte, El Rey Chid es en realidad mi sobrino... hijo de mi hermano AllenJulius miro seriamente a Celena y comprobó que no mentía, simplemente era la verdad --Pero... ¿Cómo puede ser?, no entiendo... no puedo creerlo, en realidad --Mira yo no sé mucho, pero lo poco que sé mi hermano y la princesa Marlene estuvieron enamorados antes de que ella se casara, se caso ya embarazada de Allen o algo así, en realidad no sé mucho... perdona pero sé que es así, el rey es mi sobrino--Nunca me lo hubiera imaginado... -Dijo pensativo y enseguida agrego--Si quieres descansamos un rato y vamos a ver si el rey nos recibe luego Julius se acomodo en el sillón, se veía profundamente cansado, sus ojos denotaban el cansancio de una larga cabalgata casi sin descanso, apoyando su cabeza en el se quedo profundamente dormido. Celena se dio cuenta y trato en vano de despertarlo para que usara la cama, así que aprovecho que el sillón era largo y trato de acomodarlo para que estuviera cómodo, lo tapo con una manta mientras pensaba que era lo que estaba sintiendo por ese hombre que había dejado todo solo por ayudarla... Los besos que él le había robado aun ardían en sus labios, un leve escalofrío corrió por su cuerpo al recordarlos, esos labios le estaban robando lentamente el corazón... Se acomodo en el piso sentándose a su lado y con su mano comenzó a acariciar el pelo de su salvador, era tan suave su piel penso, el cabello castaño casi dorado se escurría entre sus dedos, poco a poco el sueño la fue ganando, pronto se quedo dormida, sentada allí, con la cara apoyada en el sillón y con los brazos abrazándolo por encima a el..... ********************** Van había salido con Escaflowne para detener a tres Guymelefs que el general había enviado para detenerles. Era increíble ver de nuevo a Escaflowne luchar, la verdad es que Van no había perdido nada de su habilidad, al contrario parecía mas dispuesto que antes a luchar. Muy rápido pudo detectar y destruir a los Guymelefs, su espada iba de aquí para allá destruyendo todo lo que se encontraba a su alcance, apenas si podían acercarese a el. La mente de Van se encontraba en otra dimensión, su cabeza divagaba por otro lado, Hitomi definitivamente no podía comunicarse con él, aunque trataba su mente no podía conectarse con el rey dragón... Estaba mas preocupada que nunca, no por que le sucediera algo si no por esta súbita desconexión que sufría ahora con Van, la batalla acabo y luego en el modo Dragón, Escaflowne se dispuso a volver a la nave. Van cerro un momento los ojos para sentir como el viento golpeaba furioso su rostro, sintió otra vez esa sensación de poder que solo sentía cuando viajaba en Escaflowne, pero algo lo preocupaba enormemente, esa mirada triste de Hitomi y la gran herida de Allen, así que volvió de inmediato al Crusade para conocer cuales eran las novedades

Al llegar a la nave, bajo finalmente del Escaflowne saludado por toda la tripulación del Crusade que vitoreaba su gran victoria, mientras que el solo preguntaba por la salud de su amigo. Corriendo se dirigió hacia donde estaba Millerna cuidando de Allen... Al llegar encontró a Hitomi afuera de la habitación, sentada en el piso con la cabeza entre las rodillas, con los ojos enrojecidos de tanto llorar. Ella le echo una mirada muy triste y un poco llena de recriminaciones que el no entendió, pero se acerco a su lado y se agacho junto a ella... muy suavemente le pregunto -- ¿Cómo esta Allen?--Muy mal, perdió mucha sangre va a ver que hacerle una transfusión pero no sabemos quien tiene su misma sangre, esta muy grave Van... --Pero... ¿Tan mal esta?--Debemos llevarlo a Astoria cuanto antes... el Crusade no es lo suficientemente rápido, no sé que le pasara si no llegamos allí--No llores mas, no le pasara nada, no te preocupes, ya vuelvoVan se levanto presuroso y más que preocupado que antes, entro con suavidad en la habitación donde Millerna, Driden y algunos ayudantes estaban intentando curar de Allen --¿Cómo esta Allen, Millerna?--Horrible Van. Perdió mucha sangre y sé esta debilitando, esta muy grave me temo--¿Que podemos hacer?--Estamos tratando de ir a Astoria lo más rápido posible... pero... no sé si llegaremos a tiempo de salvarle la vida --Frei esta mas cerca, ¿Porque mejor no vamos allí?--Tienes razón, no lo había pensado... quizás... -dijo ella recuperando algo de optimismo --Pero igual seria lento, tardaríamos cuando mucho hasta mañana en llegar-contesto Driden El desasosiego los ganaba nuevamente ¿Qué se podía hacer? Van comenzó a dar vueltas a la habitación y pronto una imagen vino a su cabeza --¡¡Millerna!!-Grito preocupado-Puede viajar bien arropado, es decir ¿Se lo puede mover?--No seria conveniente pero... bueno, de ser necesario sí --¡Prepáralo! Lo llevaremos en Escaflowne, en modo Dragón llegaremos enseguida, unas dos horas o un poco mas--Tienes razón, no lo había pensado -Dijo Driden viendo un hilo de esperanza --Bueno mejor démonos prisa, no tenemos mucho tiempo-Les dijo Van --Pero... ¿Quien ira contigo?-Pregunto Driden --Por supuesto iré yo-Dijo Millerna afirmando su postura como doctora --¿Estas loca? ¿Te olvidas de tu embarazo? -le recrimino Driden enojándose cada vez mas --Claro que no, pero si no hay un medico, la única capaz de hacer la transfusión soy yo, no te olvides de eso... no te preocupes, confío en Van, él me protegerá... --Por supuesto... no te preocupes Driden nada le pasara, lamentablemente solo puedo llevar dos personas, Millerna y Allen, si llevo mas seria peligroso, prepárense para irnos enseguida, cuanto antes mejor, permiso... ya regresoVan se marcho, aun le quedaba hablar con Hitomi mientras preparaban a Allen, quien hacia rato había perdido la conciencia de lo que le estaba pasando... Van se acerco a Hitomi, la abrazo cariñosamente y la llevo hacia un de los ventanales, allí la brisa despejaba un poco sus ideas, el silencio fue repentinamente roto por unas palabras --Té Amo ¿Sabias?-dijo el casi en un susurro, ella, aun paralizada de miedo no le contestaba, él sin embargo entendió su silencio, casi lógico, sabia que estaba muy asustada todavía entonces siguió -Debo irme, Voy a llevar a Allen y a Millerna hasta el castillo de Frei para que

lo curen, es importante que te quedes aquí, seria muy peligroso que vinieras conmigo--Pero yo si quiero ir contigo Van -rogó ella --Lo siento amor solo podemos viajar tres personas, Millerna sabe medicina y viajara con él, yo me limitare a darle máxima velocidad a Escaflowne para que llegue cuanto antes... --Esta bien -Asintió ella-Pero... quiero que luego de esto, tu y yo hablemos seriamente--No me asustes ¿Pasa algo grave?-Pregunto el intrigado... --Espero que no... en realidad no lo sé, lo hablaremos después --Hablaremos luego en Frei Van la beso dulcemente en los labios, y se alejo con rapidez. El estado anímico de Hitomi lo confundía un poco, pero lo adjudico al problema de Allen y también a que se había sentido muy cerca de la muerte al caer por aquel precipicio, pero igual estaba visiblemente preocupado por ella. Pronto llego donde Escaflowne y sacándolo por las bodegas lo transformo en dragón, se acerco con Escaflowne lentamente y ayudo a Millerna a subir, Luego con la ayuda de Driden subieron la camilla y la aseguraron... Partieron enseguida que estuvieron asegurados, antes de salir Driden les grito --Cuídense, llegaremos mañana por la tarde, Van, cuida de mi esposa por favor--No te preocupes, y tu cuida de Hitomi que esta un poco rara--Lo haré no te preocupes... Escaflowne abrió sus alas y remonto vuelo, rápidamente adquirió velocidad y desaprecio en la lejanía, la tripulación entera del Crusade lo miraba alejarse en el horizonte. Driden noto sin embargo que Hitomi no estaba allí, y buscándola con la vista la localizo en la misma ventana donde Van la había dejado, su cara denotaba un gran sufrimiento y unas grandes lagrimas de amargura que surcaban su bello rostro... ************************ Julius despertó de repente encontrando el rostro dormido de Celena muy cerca del suyo, a tan solo pocos centímetros. Su aroma era exquisito e invadía su cuerpo y su alma, la mano de ella lo rodeaba cariñosamente, él la miraba confundido... ¿Qué estaría haciendo ella en el piso? ¿Por qué no habría usado la cama? Suavemente movió su brazo para dejarla libre, seguía aun muy dormida... se levanto y tomándola suavemente la alzo entre sus brazos para llevarla hasta la cama, para que siguiera durmiendo mas cómoda allí..... La apoyo y suavemente la acomodo, cuando estaba por retirase una mano pequeña lo asió del brazo. Él la miro de repente y ella aun con los ojos cerrados le dijo entre sueños --No te vallas, no me dejes sola, ven aquí conmigo-y de un pequeño tirón hizo que el se recostara a su lado, Tumbado boca arriba muy cerca de ella, sintió que su corazón latía con velocidad, ella se acurruco lentamente junto a el, lo que lo obligo a pasar su brazo por encima de ella y abrazarla para que se pusiera mas cómoda. Ella acepto este gesto y apoyo su cabeza en el pecho de el quien comenzaba a ponerse nervioso... Suavemente ella paso una de sus manos por dentro de la camisa de el, apoyando su mano en el pecho, haciendo pequeñas caricias sobre él, Julius comenzaba a ponerse mas que nervioso, su corazón no dejaba de latir con fuerza. El placer de la situación los invadía a ambos, ella sin embargo parecía seguir inmóvil. Julius trataba de calmarse pero su cercanía y las caricias se estaban convirtiéndose en una tentación muy grande, luego de unos minutos él la detuvo poniendo su mano sobre la de ella, su mente le decía que se calmara pero su corazón parecía no obedecerle... en un suspiro ahogado le dijo --No me hagas esto Celena, no puedo mas conmigo-

--Perdóname, no creí incomodarte -se excuso ella dejando sus caricias --No me incomodas y ese es el problema -confeso Celena lo miro con la suplica en sus ojos y la cercanía pudo con ellos, un beso muy apasionado los encendió a los dos, haciendo entender a Celena que eran esos sentimientos que estaba empezando a experimentar. Julius sentía que su conciencia se iba perdiendo lentamente en un mar de pasión sin fin, cuando descubrió uno de los hombros de ella y comenzó a besarlo con toda la pasión contenida, un quejido de placer salió de boca de ella y este devolvió a Julius a la realidad y se detuvo de repente --Esto no esta bien... no debo... no debemos... mejor vamonos ya al castillo, si seguimos no respondo de mí, perdóname... esto no esta bien - dijo perturbado --¿No te gusto? --Pregunta ella un poco descolocada por la situación --No es eso, me encantas... tú lo sabes, es que no me parece bien, no quiero que estés conmigo por agradecimiento, no podría soportarlo, perdóname, se vería como que me estoy aprovechando de ti y no es esa mi intenciónCelena lo miro profundamente y vio en sus ojos a un hombre muy enamorado que encendía en ella las mas atrevidas pasiones, pero temía que él tuviera razón, quizás solo le tenia agradecimiento por lo que había hecho, no podía equibocarse una vez más. Ella se levanto y suavemente lo abrazo por detrás. Julius se sorprendió primero y luego cerro sus ojos tratando de calmar su corazón... --Perdóname Julius, no era mi intención torturarte así --Esta bien, no pasa nada te entiendo per es mejor que nos vallamos de aquí, no sé si podría detenerme si otra vez pasara lo mismo, cuanto antes te reúnas con tu hermano mejor... Ambos salieron rumbo al castillo de Frei, cada uno perdido en sus propios pensamientos, ella lo admiraba cada vez mas, y empezaba a lamentar que se hubiera detenido, se sentía tan bien en sus brazos, sus labios realmente sabían encontrar en ella todo lo que estaba oculto en su corazón Cuando llegaron al castillo se presentaron ante el guardia quien comunico a los consejeros de Chid quienes eran. El joven Rey los recibiría con gusto, entraron al palacio y fueron conducidos hasta un recibidor donde el Rey los esperaba en su trono --Majestad, gracias por recibirnos-dijo Celena mirando a su sobrino al cual era la primera vez que veía, se parecía tanto a Allen que negar la verdad seria tonto --¿Así que tú eres la hermana del caballero Allen Shezard... ? -dijo alegremente Chid --Si... disculpe que nos presentemos así pero, hemos venido a pedirle un gran favor--Habla, si es para la hermana de Allen ningún favor té negare-repitió el pequeño Rey En ese momento un figura masculina entro corriendo como un torbellino como poseído --¡¡¡Chid!!! -Gritaba mientras corría Cuando llego hasta donde se encontraban Celena y Julius se quedo muy sorprendido --¿¿¿¿¿Celena??????-grito --¡¡¡¡¡¡¡¡Van!!!!!!!! ¡Que alegría verte!...-Grito ella echándose a sus brazos --Nunca imaginé que... te encontrarías aquí... -dijo él abrazándola con afecto La cara de Julius sé haba transformado, así que ese era el tal Van Fanel... un repentino arranque de celos lo invadió... por ese extraño al cual había oído nombrar varias veces --Van Fanel ¿Qué haces por aquí? No imagine que te vería por estos lugares... ¿Es que a todos les dio por pasar por mi reino hoy?-pregunto Chid bastante desconcertado --Perdón majestad... es Allen... esta gravemente herido, lo trajimos para aquí por que no llegábamos a Astoria, por favor ayúdenos, debemos curarlo-grito Van Chid de inmediato se paro y ordeno a su gente que los ayudaran, la preocupación se veía en el rostro del joven Rey, Celena se había quedado helada con la noticia y con lagrimas en el rostro tomo a Van de la ropa y lo empezó a sacudir gritando

--¿Que le paso a Allen? Por favor Van Dime... ¿Cómo esta mi hermano? ¿Esta grave?--No te puedo mentir, muy grave... hay que hacerle una transfusión urgente, pero en este momento, no hay tiempo que perder... Al oír esto Celena sé desmayo en brazos de Van quien la sostenía con fuerza, Julius se acerco a ellos con un poco de reserva, pero Van solo se limito a preguntarle --¿Tú eres quien la rescato?--Sí -Admitió Julius --¿Te puedes quedar con ella? Debo ayudar a Millerna con Allen... por favor cuídala-pidió Van suavemente, de tan buenas maneras que el mismo entendió porque Celena estaba interesada en él. Julius la tomo en sus brazos y la llevo afuera para que tomara aire... Lo más curioso fue la gran preocupación de Chid quien corrió hasta donde estaba Allen y los guío hasta la habitación que había sido de sus padres ubicándolos allí... Millerna preparaba todo para la transfusión, hasta que llego un punto que faltaba quien donara la sangre --Allen tiene un tipo muy raro de Sangre es Ab- ¿Quien tiene aquí esa sangre?-Pregunto preocupada Millerna hacia el grupo --¿AB-? Yo la tengo-dijo Chid suavemente pero con decisión --Pero tú eres muy chico y hay que ponerle bastante sangre, seria peligroso para ti sobrinodijo ella seriamente --No importa, solo hazlo-ordeno Chid ofreciéndole el brazo Era una situación un poco incomoda para Millerna ya que sabia que unía a Allen con Chid, en ese instante Van tuvo una idea para salir de esa incomoda situación --¡Celena! por ahí ella tiene su sangre, iré a buscarla, espera Millerna-Grito él alejándose Van localizo a Celena y a Julius en el Jardín, ella había recuperado el sentido y lloraba sobre el pecho de Julius, estaba muy preocupada por su hermano. Van no hubiera querido molestarla pero ella era la única con posibilidades de tener la misma sangre que él, aparte claro de su propio hijo... --Celena... ¿Qué tipo de sangre tienes?-Pregunto Van acercándose lentamente --¿Por que?... Es para Allen ¿No?-Pregunto medio aturdida --Si, debemos hcerle una transfusión y el único que tiene su sangre es Chid, te imaginaras que situación... el se ofreció, pero solo es un niño y aparte... tu sabes--Si, es su hijo, no cabe duda... se parece tanto a Él... --Por eso te lo pregunto, no queremos que sea él quien la done, podría ponerse en peligro, es muy chico aun--Si por supuesto, yo tengo AB +... --¡¡¡¡Uy no!!!! Tu hermano es AB- ¿Ahora que vamos a hacer?..-Se decía Van lamentándose --Yo soy AB -, cuenta conmigo- Dijo Julius sereno --¿Estarías dispuesto a hacerlo?-Pregunto Van mirándolo a los ojos --Por supuesto -contesto Julius --Bueno té esperamos allí-Dijo Van señalando el lugar y adelantándose hacia allí Celena se quedo con él y lo abrazo de repente, las lagrimas corrían por sus mejillas, el solo se quedo esperando, cuando ella se aparto un poco, él le dijo --Mejor me doy prisa, permiso--Espera... Gracias, me salvaste a mí y ahora le vas a salvar la vida de mi hermano--No tienes nada que agradecerme-

Julius había cambiado un poco su actitud y se comportaba un poco más frío que cuando estaban solos. Escapando de la mirada de Celena, parecía que haber entendido la admiración que tenia ella por el joven rey de Fanelia, que podía darle el que tan solo era un simple soldado... Llego hasta la habitación y se presento ante Millerna --Yo soy Ab-... le voy a donar mi sangre-dijo Julius presuroso cuando entrando a la habitación real, Millerna se dio vuelta y lo miro sorprendido --No sé quien eres pero Gracias de verdad- dijo ella amablemente --Es mi salvador-Dijo Celena entrando en la habitación-Allen..... ¿porque estas así?...--¡Celena! ¡Que suerte que estas bien! Fuimos a Zaibach a buscarte, allí supimos que un comandante te había ayudado a escapar-Dijo Millerna --Fue él quien me ayudo, Julius -dijo ella señalando a su salvador --Me alegra que estén bien pero... mejor démonos prisa, no podemos perder mas tiempo-Dijo Millerna colocando todo lo necesario para la transfusión... Allen seguía inconsciente, no había recobrado los sentidos después de la charla con Van donde le había pedido su ayuda para encontrar a Celena. Luego de la transfusión parecía que se estaba recuperando, pero no despertaba. Millerna se había retirado a descansar, ya era de noche y al otro día llegaría de una vez el Crusade con Driden, Hitomi y los demás. Van descansaba en una habitación cercana, la verdad es que estaba agotado y dormía profundamente... Julius se recuperaba de la transfusión recostado en una de las habitaciones de huéspedes cuando un sonido en la puerta lo despabilo de su sueño... --Julius, hola... ¿Puedo pasar?-- pregunto Celena --Pasa.- Dijo incorporándose un poco para recibirla Ella entro lentamente en la habitaron asombrando a su salvador, tenia un vestido rosa pálido muy elegante, lleno de encajes y moños que hacían resplandecer su belleza. Asombrado la admiraba mientras ella se le acercaba --Luces muy bonita.- se limito a decir --Ah ¿esto? Me lo dio el rey Chid, aparentemente le pertenecía a su madre la reina Marlene--Té queda muy bien-Celena se empezó a sonrojar --Quería agradecerte sinceramente lo que has hecho por mí y por mi hermano, no me alcanzaría la vida para poder pagarte-dijo sinceramente --No me debes nada, por favor solo sé feliz... el Rey Fanel me parece un hombre increíble, ahora entiendo porque lo admiras tanto--¿Por qué me dices eso?... Van esta comprometido, ya te lo había dicho--Lo sé... pero eso no evita que te guste--Si, lo admito, él me gusta pero... yo té qui... -Celena no pudo seguir porque él la detuvo tapándole la boca con la mano --No lo digas... yo no tengo esperanzas contigo, no puedo ofrecerte nada, solo soy un simple soldado que siente algo por ti, no te sientas obligada conmigo --No se porque me dices eso, no estoy obligada a nada solo, siento nada mas --Mejor dejemos esto por la paz, no es momento ni lugar para hablarlo--No sé que pasa contigo, desde que llegamos al palacio no haces otra cosa que evadirmeJulius la miraba con todo el amor puesto en sus ojos, los celos lo envenenaban lentamente, pero creía sinceramente que ella sentía agradecimiento por él y no amor verdadero Celena en cambio, no entendía este cambio de actitud y realmente se estaba enamorando de

el, sus besos la habían convencido, dependía de el, pero no de su cuidado si no dependía de su amor y su pasión, por fin se estaba enamorado realmente de el --Mejor te dejo descansar, mañana hablamos con tranquilidad de esto-Dijo ella acercándose lentamente al sillón donde estaba sentado. Se acerco para darle un beso en la frente, pero cuando estuvo cerca de el su aroma la embriago, su corazón comenzó a latir con locura y no pudo resistir la tentación de robarle un beso de los labios, beso que el también anhelaba y que respondió con la pasión que sentía por ella, cuando el beso se estaba tornando algo mas efusivo ella se contuvo y con una sonrisa llena de picardía le dijo --Mañana hablamos... descansa por favor pero... ese beso me demostró que solo te haces el duro, pero no lo eresDiciendo esto ella se fue dejando a Julius muy confundido, pero con la certeza de que algo devia hacer y hacerlo ya antes de que su corazón sufriera aun más... Mientras tanto una silueta de un niño entraba en la habitación real, allí donde Allen descansaba tratando de pasar bien la noche, aun inconsciente parecía estar soñando... Chid se acerco a la cama lentamente, paso su mano pequeña por el rostro un poco afiebrado de Allen apartando algunos cabellos que lo cubrían ligeramente, lo acaricio con suavidad recorriendo sus facciones y de pronto rompió en llanto --Porque... ¿porque no despiertas?....porque... no quiero perderte... Despierta de una vez papaLas ultimas palabras sonaron como una suplica ahogada, un gran secreto que no podía ser oído, una gran piedra que tapaba su corazón... Chid enjuago sus lagrimas y volvio a poner su mano en el pecho de Allen y suavemente en la oscuridad de la silenciosa noche confeso --Lo sabia, mi madre me lo confeso antes de morir, sé que tú eres mi padre... no me dejes tu también... ya no quiero estar solo... Y una vez mas rompió a llorar solo encontrado sosiego en una mano que apretaba la suya con amor, aun inconsciente, la sangre compartida de los dos los unía, en soledad por primera vez Chid sintió que por fin era feliz... Continuará...

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II Capítulo 10 : Hitomi se Entristece

Un nuevo día llegaba a Gaia, el Crusade surcaba los cielos cada vez mas cerca del reino de Frei, Hitomi deambulaba como una sonámbula por los pasillos, sin percatarse que alguien se acercaba lentamente hacia ella... Sumida en sus propios pensamientos, visiblemente angustiada, su cara lucia triste y un poco pálida, era la primera vez desde que había vuelto a Gaia que realmente se sentía deprimida... --Buenos días Hitomi, que temprano té levantas-Saludo una voz masculina al tiempo que se iba acercando hacia la luz. --Buenos días Driden, no, no me levanto temprano, es que no dormí bien-confeso ella --No te preocupes por Van, seguro que esta bien-dijo tratando de levantar su animo --Sé que él esta bien, en realidad lo único que me preocupa es la salud de Allen--¿Eso es lo único que te preocupa querida amiga?-Los ojos de Driden descubrieron una sombra en los de ella, mas allá de la verdad él había descubierto algo que le causaba mas preocupación que la salud de Allen, sin poder resistir ese problema que la agobiaba rompió a llorar desconsoladamente, él la entendió y le ofreció su regazo para consolarla, ella lloro por un rato largo y se fue calmando gradualmente... --Gracias Driden, me hacia falta llorar, ya estoy un poco mejor... --No hay porque... pero me gustaría darte un consejo... Habla con Van acerca de tus sentimientos, el te ama y te entenderá... estoy seguro de eso--¿Realmente me ama? ¿O su amor por la batalla y Escaflowne es aun más grande que el que siente por mí?-dijo ella con bronca contenida --Yo creo que realmente te ama, pero quizás en este momento necesite proteger Gaia, él nació en un planeta muy conflictivo, entiéndelo... no lo juzgues, tu harías lo mismo por defender tu planeta si estuviera en tus manos ¿Verdad?--Quizás si, pero tienes razón, debo hablar con el de esto --Ya casi llegamos, tranquilízate y bajemos a desayunar-ofreciéndole el brazo la acompaño a desayunar... El Crusade por fin entraba en el reino de Frei era cuestión de un poco de tiempo y estarían en el castillo con los demás... ********************* Millerna se había despertado muy temprano esa mañana, una vez vestida se dirigió hasta la habitación donde estaba Allen, entro y se quedo muy sorprendida por la escena. Chid estaba dormido al lado de Allen, con su cara apoyada en la cama, su pequeña mano sobre el pecho de Allen quien parecía dormir profundamente, como custodiado por el calor de su hijo, la escena la enterneció, pero de pronto algo la lleno de curiosidad, ¿Sabría Chid que Allen era su propio padre? O simplemente... Estaba junto a un guerrero que admiraba, la duda no tenía respuesta, ya que buscar una generaría problemas y malos entendidos. Se acerco hacia ellos y con mucha suavidad despertó al joven Rey --¡Chid!, Chid, despiertaEl se despertó con pereza y reconoció de repente donde estaba, ante la cara de asombro de su tía, no sabia como excusar su presencia allí, pero trato de no levantar sospechas... --Anoche me quede muy preocupado, así que vine a ver como seguía... se ve que me quede dormido aquí... es que ayer fue un día muy movido --No te preocupes, esta bien... a ver déjame ver como sigue... -Pidió ella comenzando a revisar a Allen y comprobando con alegría que estaba mejorando Millerna le quito los vendajes dejando la enorme herida al descubierto, pero con placer vio que esta estaba mejorando lentamente, al ver la herida Chid se asombro ¿Cómo alguien podría haber herido así a su padre, siendo él, el mejor espadachín de Gaia? Tenia que ser muy bueno para haber lastimado así a Allen... penso en silencio --¿Esta mejor? -pregunto el impaciente Rey

--Si sobrino, no te preocupes se recuperara pronto... -Dijo ella contenta --Pero... ¿Por qué no despierta?--Ya lo hará, no te preocupes... por ahora creo que lo mejor es que descanse --Y yo voy a hacer lo mismo, mejor me voy a descansar, si no este día se me va a hacer muy largo... no dormí del todo bien anoche--Lo sé... ve y que descanses, no te preocupes por él... yo lo cuidareChid se retiro de la habitación saludándola con la mano en alto, Millerna penso que para tener 12 años era un chico demasiado maduro, por otro lado él haber pasado la noche al lado de Allen demostraba el enorme y buen corazón que poseía, era un gran rey y se convertiría en un gran hombre, no había duda que su hermana había sabido criar muy bien a su hijo... tocando su vientre deseo que su propio hijo tuviera esas virtudes también... De pronto un bulto en su bolsillo llama su atención, metió su mano y de el saco el medallón que Allen había perdido cuando se enfrento al General... lo tomo entre sus dedos y lo reconoció, era el medallón de Eries, lo miro con cara de extrañada y trato de reparar en vano la cadena que se había roto al filo de la espada.

“-¿Pero que se traerán estos dos? Esto esta bien raro... Será posible que Eries se haya... -” penso Millerna no dando crédito a lo que le decía su imaginación En ese momento Allen abría lentamente sus ojos --¿Qué paso?-Pregunto con una voz débil --¡¡¡¡Allen!!!! Que suerte que te despertaste, no te preocupes estas bien--Tuve un sueño muy extraño... -Replico él -Chid me llamaba papa llorando --¿Un sueño?-Millerna se pregunto si era solo un sueño o seria la verdad de lo que paso... --¿Dónde estamos? ¿Qué paso?--Demasiadas preguntas, cálmate que te voy a contar todo despacio--Lo ultimo que recuerdo fue la pelea con el General--Te distrajiste y te hirió, escapamos y vinimos a Frei porque tu herida estaba muy mal, te hicimos una transfusión de sangre, ya estas mejor así que lo importante es que te vas a recuperar--Entonces... ¿Estamos en Frei?--Si... y Chid paso toda la noche a tu lado, se quedo dormido aquí contigo--¿Enserio? ¿Y los demás? ¿Dónde están?--Enserio no recuerdas nada... El Crusade aun no llego, la mayoría viene allí--¿Entonces como llegue aquí?--Te trajimos con Van en Escaflowne, era mucho más rápido que el Crusade--¡Ahhhh! ¿Van esta bien?--Si no te preocupes, otra cosa, cuando llegamos tuvimos la excelente novedad de que Celena también estaba aquí, ella esta bien --¿¿¿¿¿Celena?????--Si iré a buscarla si me prometes quedarte tranquilo--Esta bien... gracias Millerna eres mi sol. -de pronto como recordando algo llevo su mano al pecho...-Uy , no vistes....-Dijo pero se detuvo de pronto como si admitiera algo --Buscas esto-Dijo mostrándole el medallón y acercándoselo --Si -confeso él bajando la mirada --No es de mi incumbencia... pero este medallón te salvo la vida, si en vez de cortar la cadena hubiera seguido cortando tu cuerpo ahora no contarías el cuento... toma y guardalo-diciendo

esto ella se lo dio en la mano. Allen tomo el medallón y observo la marca que tenia del espadazo, pronto se lo llevo cerca del corazón... Ni siquiera noto que Millerna había salido. Se quedo pensativo, su imagen evocaba la joven de las “No me olvides” desde su corazón salió un fuerte “Gracias Eries” De pronto la puerta se abrió y una figura femenina corrió a abrazarlo... --¡¡Allen!! Allen ¡¡¡Que alegría verte!!! Que suerte que estas mejor-Dijo ella echándose a sus brazos y abrazándolo con cariño --Celena, ¿estas bien?... ¿Te paso algo? ¿Cómo huiste? ¿En dónde estabas?--Alguien me ayudo a huir, luego te lo presento, él fue quien me salvo la vida--¿Pero como? No entiendo... Acaso... ¿Te pidió algo a cambio?-Ella se puso roja --Nada, que crees... ¿Cómo me preguntas algo así? ¿Realmente me crees capaz de algo así? Te desconozco Allen... --No sé que no, pero no entiendo como y porque te ayudo--Me ayudo y nada mas, que importa porque, aparte tu también le debes la vida, su sangre corre ahora por tus venas, es una gran persona en realidad--Confío en ti, si tú lo dices debe ser así, no me importa en realidad, lo bueno es que tú estas bien, si el te cuido bien se lo agradeceré siempreAllen estaba muy contento, tal vez algo celoso por esa otra persona que había ayudado a su hermana, pero era un hombre muy agradecido y estaba bastante feliz de verla bien a ella... El Crusade había arribado, la gente bajo de Él con apuro para saber de la salud de su comandante Allen, tranquilizo a todos el echo que el se estuviera recuperando... Hitomi bajo en busca de Van quien la esperaba contento. Cuando se encontraron en uno de los jardines el la abrazo con mucho cariño y ella le devolvió el saludo efusivamente pero cuando el la beso noto algo diferente... igual estaba muy feliz de volver a verla. Caminaron por el palacio, silenciosos de la mano, hasta un jardín lejano, allí lejos de todos se sentaron a hablar --¿Que té pasa Hitomi? Té noto rara y no sé que te sucede... --No se Van... no sé que me pasa en realidad... hay algo que esta molestándome y no sé que hacer, me tortura así que mejor que te lo diga--Dime, lo solucionaremos--¿Qué es lo que te sucede cuando te subes a Escaflowne? ¿Por qué aparece ese brillo intenso en tus ojos? Es como si disfrutaras de la lucha ¿tanto re gusta tener que pelear?Van la escuchaba mirándola a los ojos pero no sabia que contestar... era una pregunta que no esperaba y que lo descoloco a la hora de responderle... --¿Realmente crees que peleo por gusto? Parece que todavía no me conoces... --Es que no te entiendo... te vi, estas como poseído por Escaflowne, ni siquiera estando conmigo consigo que tengas ese brillo en los ojos... --No entiendo realmente que es lo que me cuestionas, solo quiero defender mi mundo de locos como el General, nada más ¿Qué te gustaría que hiciera? ¿Que deje que otro loco destruya Fanelia y los demás territorios de Gaia... ?--No se Van, sé que tienes razón pero estoy muy aturdida, no sé que me pasa, desde la batalla en el castillo no me siento bien, siento un nudo en él estomago, me pongo mal por cualquier cosa... no sé... a veces hasta cuestiono si hice bien en decidir quedarme aquí, o si nunca debería haber vuelto la primera vez fue muy difícil pero ahora lo es aun mas-Hitomi hablaba sin pensar y esto ultimo hirió profundamente a Van --Era eso-Dijo casi en un suspiro-Era eso, ¿Quieres irte? ¿Verdad?-Van sentía que su corazón se desgarraba por dentro diciendo esto y temiendo que la respuesta fuera afirmativa, sus ojos se llenaron de lagrimas que peleaban por salir pero que él retenía

--No Van, perdóname, no era mi intención preocuparte así, en realidad deseo quedarme contigo... pero no me gustan las batallas y las guerras--Pero Gaia es así, no puedo prometerte que nada va a pasar porque no lo sé --Esta bien, no pretendo eso, pero quería decirte que me pasa cuando te vas a pelear--Te prometo que cuando todo termine haré que seas muy feliz, por favor saca ya esa tristeza de tus ojos, me hace daño verte así tan triste y yo sin poder hacer nada--Esta bien, lo intentareVan la abrazo con mucho amor, ella sonrío complacida él la miro a los ojos y acerco su boca a la de ella, esta vez si su beso le supo a los de siempre, donde ella le respondía con todo el corazón... En ese momento Julius caminaba cerca de ahí cuando vio a la pareja, reconoció a Van y pronto imagino quien serie ella “-Debe ser Hitomi, la chica de la que me hablo Celena, por cierto que si se los ve muy enamorados, tiene razón debe ser difícil separar esta pareja, pero igual no importa, que le podría yo ofrecer a Celena... no es mejor seguir adelante con mis planes, debo olvidarla... --” Se había quedado como hipnotizado observando como se besaban, en ese momento una Celena muy feliz corrió tras de el y de un salto llego rápidamente a sus brazos, riendo como una niña había dejado atrás las tristezas de los días cautiva en Zaibach... --Parece que estas muy feliz esta mañana-dijo el cuándo se libero de los brazos que lo aprisionaban de manera grata. --¡¡Estoy muy feliz!! mi hermano despertó, esta mejor y quiere conocerte--¿A mí?...No se porque... --¿Te parece poco haber salvado a su hermanita y a el mismo?--Eso no fue nadaCelena entonces vio a Hitomi y a Van besándose apasionadamente a orillas de una fuente, tomando a Julius del brazo le dijo muy alegremente --¿Te das cuenta de cómo se aman? Como veras... Van solo tiene ojos para ella-repitió esta vez sin ningún rencor como si su encantamiento por el joven Rey formara ya parte de su pasado --Tienes razón, parece que se quieren mucho--Bueno, es así pero... ven a conocer a mi hermano--Esta bien vamos... Celena lo tomo de la mano y lo condujo corriendo hasta donde estaba Allen, Julius estaba muy feliz por compartir con ella esos momentos y un poco avergonzado por conocer al famoso espadachín celeste de Astoria. Al entrar a la habitación Allen estaba despierto, obserbaba al extraño con impaciencia pero reconocía que ese mismo extraño había hecho por ellos mas que nadie --Hola, me llamo Julius... -Se presento ofreciéndole la mano --¿Que tal? Muchas gracias por todo lo que has hecho por mi hermana y por mí, no me va a alcanzar la vida para agradecerte lo que has hecho... -dijo estrechándola con amabilidad --No tiene nada que agradecer, fue un honor haberlos ayudado-Julius observaba a Celena con una mirada llena de cariño y Allen se percato de ello --Espero que pueda trabajar con nosotros, tengo entendido que trunco su carrera en Zaibach por proteger a Celena, desde ya serás bienvenido en Astoria, será un placer muy grande recomendarlo con el rey Driden... --Muchas gracias señor Shezard, pero aun no decido que hacer con mi vida... Debo reflexionar mucho para tomar una decisión -Afirmo Julius --Pero... ¿No ibas a quedarte con nosotros?-Pregunto Celena un poco decepcionada --No lo sé Celena, perdóname pero aun no puedo afirmar nada, tengo que rever mi situación

actual Ella bajo la vista con tristeza y Allen entendió esto así que para evitarle un sufrimiento mas siguió hablando con suavidad --No importa que decisión tome, siempre será bienvenido en la casa Shezard y en Astoria también, por favor píenselo, una persona como usted seria muy útil aquí mas ahora que estoy herido--Esta bien lo pensare, le agradezco su propuesta-Dijo Julius En ese momento la puerta se abrió y el joven Rey entro --Caballero Shezard, ¡Qué suerte que té estas recuperando... ! Estaba muy preocupado cuando te trajeron así de herido... -Dijo Chid con alegría --Majestad, lamento causarle tantas molestias-dijo Allen mirando a su hijo con ternura --Esta bien, no te preocupes, me alegra contar con tanta gente en el palacio--Igualmente pronto nos iremos, no quisiéramos poner a su reino en peligro--Como quieran pero aquí pueden quedarse el tiempo que sea necesario... me da mucho gusto contar con su compania-Allen recordó su sueño y no podía evitar ver a Chid con cariño, después de todo él era su hijo, el único testigo de su relación apasionada con Marlene, sintió algo muy especial cuando el se acerco a darle la mano ¿Se atrevería algún día a decirle la verdad? Julius había dejado la habitación, estaba asomado en uno de los balcones cuando Celena que lo había seguido por detrás le pregunto con la voz llena de tristeza --¿Porque no quieres aceptar la propuesta de Allen?--No es eso, Simplemente quiero alejarme un tiempo--¿Alejarte? ¿Alejarte de mi no?--A decir verdad... si, no soy digno de ti debo irme, alejarme y olvidarte--¿Porque dices tantas tonterías? Claro que eres digno de mí, si no has hecho otra cosa que cuidarme y mimarme, por favor ya no digas esas estupideces que haces que me enoje... --¿Pero que futuro crees que puedo darte siendo un simple soldado?--No me importa... solo me importa tu cariño, tu amor-Diciendo esto Celena paso su mano por la cara de el, quien cerro los ojos y luego la tomo con su propia mano para depositar en ella un beso --Déjame pensarlo Celena, en este momento no se me ocurre que decirte --Esta bien pero no quiero que pienses así, al fin y al cabo mi hermano también es un soldado, eso no es ninguna vergüenza, estoy orgullosa de el y de ti tambiénElla le dio un suave beso en la mejilla, le sonrío picara y se alejo dejándolo cada vez mas confundido y sin saber que hacer... Mientras tanto Hitomi pasaba por un estado de confusión y desazón, en realidad ni ella misma sabia que le pasaba con exactitud... pero la verdad es que necesitaba un buen consejo, empezaba a pasar por su cabeza la idea de regresar de volver a su mundo, furiosa con ella misma por no comprenderse, ahora era ella la que sentía que algo le pasaba, algo mas allá de su comprensión... Caminaba pensando tranquilamente, pensando y razonando que hacer cuando una extraña visión le llego --Es Yukari-se dijo mientras veía a Yukari un poco triste vestida de novia... de pronto todos sus recuerdos se agolparon en su cabeza, se desmayo y cayo al suelo, Driden pasaba por allí cuando la encontró, la alzo en brazos y la llevo hasta su habitación. Corrió en busca de ayuda, Millerna la reviso y no le encontró nada, justificando el desmayo con la visión descrita por ella... pero Van que recién se había enterado corrió hasta donde ella estaba muy preocupado...

--Hitomi, Hitomi, ¿Estas bien?--Si Van no fue nada, solo tuve una visión... y me desmaye-dijo ella restándole importancia a lo sucedido. --No te preocupes la revise y esta perfectamente bien, los dejo solos perdónenme debo ir a ver como sigue Allen-Dijo Millerna, excusándose así para dejarlos solos --Gracias Millerna-Repitieron casi al unísono --Si me necesitan estoy por aquí cerca, Hitomi si te sientes mal me llamas-ordeno Millerna medio en broma medio en serio, la había visto estar en transe pero nunca desmayarse con una visión, sencillamente estaba preocupada por su amiga... Una vez solos el se acerco suavemente donde ella estaba recostada y tomo su mano suavemente, deposito en ella un tierno beso --¿Qué vistes esta vez que te perturbo tanto?-Pregunto él con suavidad --Nada importante, no te preocupes mas por mí--¿Porque no me lo dices? Eso si que me preocupa ves--No quiero que te enfades, ni que lo tomes para el lado que no es--Si no me lo dices, si lo tomare y me enfadare también--Solo vi mi mundo, la luna fantasma, mi luna de las ilusiones y a mi amiga Yukari un poco triste vestida de novia eso es todo, ¿ves? No era para tantoVan se quedo pensativo, la sonrisa se había borrado de su rostro, sentía que ella sufría pero si dejaba que se fuera, el seria quien sufriera ¿Seria capaz de aguantarse todo el amor que sentía para dejarla volver a su tierra? La duda lo estaba matando pero para él verla así lo ponía peor... ¿Es que acaso solo estarían destinados a vivir separados uno del otro a pesar del gran amor que sentían ambos? Un extraño silencio incomodo reinaba en el cuarto, silencio que ella rompió con una afirmación --¡Ves! ¡¡Sabia que no debia decirte nada!! Sabia que te ibas a poner así... debí haberme callado la boca, No pasa nada Van... No voy a irme, te prometí estar siempre a tu lado, Igual no podría irme te amo demasiado para eso--No quiero tu sacrificio, te amo pero no puedo verte así... dime una cosa pero contéstame la verdad, mira que es muy importante tu respuesta... --Esta bien... Nunca ha habido secretos entre nosotros... ¿Qué quieres saber?--Realmente, en tu corazón, ¿Deseas volver a ver a los tuyos? Solo dime la verdad no me engañes, no soportaría una mentiraUn silencio aun más incomodo que el anterior los unió, Hitomi bajo la vista, y sabia que no tenia salida, no podía mentirle y mucho menos a el que la conocía como la palma de su mano, lleno sus pulmones de aire y armándose de valor contesto --Si... pero también decidí quedarme contigo y eso, es lo que voy a hacerVan se quedo pensativo, solo había escuchado él si, lo demás no le importaba, su corazón sangraba por el miedo de perderla una vez mas, pero también sabia que ella no era completamente feliz, ¿Seria capaz de dejarla ir?... Su cabeza estaba mareada de ideas y no podía pensar con claridad..... Continuará...

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II

Capítulo 11 : La Luna Fantasma Van se paseaba de un lado para el otro cabizbajo y pensativo... Tenia que tomar una decisión que definitivamente podría cambiar su vida, ella ya se sentía un poco mejor pero seguía con esa tristeza que la invadía. Él solo la miraba a los ojos y supo por fin que decisión tomar, no había otra, la quería tanto que solo deseaba que ella fuera feliz... aunque sea lejos de él. --Te voy a enviar de regreso a tu mundo-- Decía con apuro y decisión. --¿Te has vuelto loco? Te dije que no me iría de aquí, no puedo dejarte-- Repetía enojada --Vamos Hitomi, deseas ver a tu familia y a tus amigos... No seas cabeza dura--- Definitivamente te has vuelto loco... ¿Cómo puedes creer que querría dejarte? No... Esa es mi decisión, te amo y no me iré a ningún lado que no estés tu-- Ella cada vez se sentía mas enojada y desconcertada ¿Cómo Van podría decirle una cosa así? ¿Es que acaso el no la amaba mas que quería dejarla ir nuevamente? --¿Te crees que para mí es una decisión fácil? Me cuesta mucho tomarla... pero no puedo ver esa tristeza que tienes desde que empezó este problema con el General... Me duele pero... debes irte, luego te iré a buscar cuando toda esta locura termine--- No puedo irme Van, entiéndelo... No quiero dejarte aquí a que batalles, no podría estar allí pensando que estas enfrentándote a los enemigos y quedarme así como si nada... ¿Qué clase de persona crees que soy? No, definitivamente no, No podría vivir así tranquila como si nada... Van se daba cuenta lo que le costaría convencerla, pero por otro lado estaba contento por aquellas palabras, ella lo quería de verdad pero para él, ya era una decisión tomada... Después de lo que le había costado decidirse no podía echarse atrás. --Esta bien-- Decía con aceptación --Haremos esto... te envío de vuelta y mañana al medio día te busco para traerte de vuelta a Gaea, visita a tus amigos y a tu familia, eso te hará sentir mejor, ¿Estas de acuerdo?--Preguntaba anhelante esperando su respuesta Hitomi lo meditaba `pensándolo bien por un minuto y reconoció el gran deseo que tenia de ver a los suyos, no sabia porque anímicamente se sentía tan caída pero quizás esto le devolvería las ganas de seguir con su nueva vida en Gaea, por otro lado temía perder a Van, el miedo a una nueva separación la torturaba, esta vez le costaría aun mas separarse de El... Esta era la razón por la cual evitaba que tomara esta decisión tan difícil y dura a la vez Pronto había tomado su decisión y tomando una bocanada de aire le contestaba serenamente --Esta bien Van... Pero con una condición, y quiero que me prometas que la vas a cumplir, si no definitivamente no me iré ---Siempre cumplo mis promesas, lo sabes... Dime... ¿Cual es tu propuesta? ---Pasado mañana vienes por mí, sin excusas ni nada... Si no, no me iré, ya te lo dije... Si me lo prometes que vendrás lo haré---Esta bien, te buscare en el parque donde nos encontramos la otra vez... Te lo prometo---¿Realmente crees que debo irme?---Creo que si, él haber estado tan cerca de la muerte té afecto un poco, creo que cuando caíste por aquel balcón algo se modifico en ti... No es fácil para mí dejarte ir... pero tampoco es fácil verte así de triste, mi corazón se desgarra sabiendo que no puedo volver a hacer brillar tus ojos como antes. Ve, sé que te pondrás bien de nuevo y volveras renovada a mi lado-Van decía esto convencido, pero sabia que esta separación también podría causar que ella ya no quisiera regresar a Gaea, nunca mas... pero confiaba de corazón en ella y sobre todo en el amor que se profesaban mutuamente... Hitomi se había levantado de la cama y se fundía con él en un tierno abrazo, él sostenía su cuerpo como si fuera un cristal a punto de romperse, cuando de repente sentía que unas lagrimas caían en su pecho, mojándolo... Casi en un susurro se escuchaba un “-Gracias Van-” que lo hizo saber que estaba en lo correcto y que probablemente esta era la única solución posible... Pasando sus dedos por entre los cabellos de ella, la tomaba suavemente por la cara y la beso profundamente en los labios, Hitomi se sentía estremecer lentamente en sus brazos,

estaba muy enamorada, no imaginaba una vida sin él y se odiaba a sí misma por no poder entender lo que le estaba pasando... ¿Serian las famosas hormonas femeninas a las causantes de tanto revuelo en su cabeza?... En ese momento sus pensamientos se disipaban lentamente... las caricias de los labios de su rujin la hacían olvidarse de todo lo demás, la atracción que sentía por él era lo más grande que le pasaba en ese momento. Van por su lado también se estaba perdiendo en sus deseos y en sus caricias, cuando sintió que ella pasaba su mano por dentro de la camisa, su cuerpo tembló... Su corazón latía con fuerza, sentía un ligero temblor en sus labios, ella en un arranque de locura provocada por la misma situación, le quitaba la camisa. Viéndose liberado de ella, en un súbito arranque, sus alas salieron furiosas dejando una lluvia de plumas blancas volaban por la habitación. Un espectáculo único y hermoso que solo disfrutaban los ojos esmeraldas de su querida Hitomi. Un quejido de placer escapaba de los labios de ella una vez que él la liberaba de la camisa, besándola y besándola con pasión. El Ruijin era muy apasionado y fogoso, su piel ardía cuando él la acariciaba, no lograba entender porque le pasaba eso cuando estaban juntos... De pronto el se detuvo un momento solo para mirarla a los ojos, ella se reflejaba en aquellos ojos color rubí que estaba mas que encendidos que nunca. En una otra oleada de pasión y deseo brotaba de sus labios un suave y apasionado

“-- Te amo Hitomi Vuelve a mi pronto--” Una lagrima solitaria rodaba por la mejilla de Van, realmente tenia miedo de perderla y temía que aquel encuentro fuera él ultimo, ella no lo comprendió en ese momento, pero si sintió que este encuentro era distinto a los demás, mucho más apasionado que los anteriores. Con su mano, Hitomi aparto la lagrima y mirándolo aun con mas amor le contesto de la misma forma, en un susurro, apasionado e intimo

“-- Yo también te amo y nunca te dejare solo otra vez--” Van comprendía la sinceridad de aquellas palabras y su significado. Su corazón encontraba así un poco de sosiego por la pena de tener que separarse. Continuo besándola y sus manos acariciaban su cuerpo como si quisiera grabarse cada centímetro de su amada, su piel se tensaba con cada caricia que compartían, realmente se sentían aislados del mundo, Van continuaba acariciándola con ternura hasta que ambos gobernados por la pasión, el deseo y un profundo amor, se fundieron en uno. El roce de las alas en su cuerpo provocaba en ella una extraña sensación, aun más placentera, indescriptible... era un espectáculo tan agradable que le parecía irreal por momentos. La noche había caído ya, cuando el brillo de aquella luna fantasma penetraba insolente en la habitación, por algún motivo ajeno a ellos nadie había venido a interrumpirlos, aun seguían juntos, abrazados en la cama durmiendo plácidamente, juntos, apenas tapados con una suave sabana que los cubría ligeramente... Driden era el había ordenado que no los molestaran, el Rey de Astoria sabia que ella no se encontraba bien y penso que debían estar solos lejos de todos, solo así arreglarían lo que pasaba en sus corazones Esa misma noche una figura masculina abandonaba misteriosamente el castillo casi como un fantasma, caminando sin hacer ruido, pero se topo cara a cara con Driden que había salido a tomar aire --¿Te vas como un fantasma? O es que... ¿Simplemente huyes?-- Preguntaba Driden --Perdón Majestad, no quería preocuparlos, pero... No me veo con fuerzas para despedirme de nadie--Decía Julius un poco avergonzado --Sobre todo de ella... ¿No? No quieres despedirte de Celena... ¿Verdad?---Sobre todo de ella, tiene razón... Todos fueron muy buenos conmigo, lamento irme así pero creo que es lo mejor para todos, espero sepa comprenderme---¿Estas consciente que si alguna tropa de Zaibach te atrapa, te van a matar por lo que has hecho, no?--Decía Driden acercándose hacia él, tratando de que recapacitara

La luna llena iluminaba el rostro de aquel gentil Rey quien había logrado ganarse la voluntad de su pueblo con mucho sacrificio y un gran reinado, Julius admiraba eso y se sentía muy a gusto charlando con él... --Si lo sé-- Admitía-- Por eso debo irme, Celena estará bien entre ustedes, yo ya no soy necesario---No se porque piensas eso... Yo creo que le importas, pero bueno, es tu decisión, pero por lo menos déjame proponerte algo... --Solo soy su salvador, ella solo siente agradecimiento por mí, pero... gracias igual, Majestad---Espera, no seas tonto. Ve hasta Astoria, te daré algo para que le lleves a un amigo, el te dará trabajo decente, así no vagaras por Gaea sin rumbo fijo---Gracias Majestad... Es usted muy generoso---Deja de decirme majestad... Me haces sentir un viejo, mis amigos me llaman Driden, toma llévale este reloj a mi amigo. Él sabrá de que se trata y te ayudara sin problemas-Diciendo esto Driden le extendía un reloj y le indicaba la dirección donde debía ir, Julius agradeció al rey que se ocupara de Él, realmente estaba seguro de no encajar en ese circulo donde Celena era amiga de dos reyes y tía de otro. Era increíble, pero sentía que él, un simple soldado, no podía ofrecerle nada a una mujer como ella. Bajo la luz de una luna llena, él miraba hacia la habitación donde estaba dormida ella y se fue alejando despidiéndose

“--Adiós Celena, Ojalá que seas muy feliz... --” En ese momento Celena se despertaba de repente, estaba todo sudada, había tenido una pesadilla. Tomando un sorbo de agua del vaso que estaba cerca de su cama y volvía a apoyar su cabeza en la almohada para susurrar tiernamente entre sueños...

“-Julius... te necesito... --” Así se volvía a dormir sin sospechar nada de lo que estaba pasando afuera de palacio. v Comenzaba a amanecer sobre Frei, cuando un rayo de la luz del sol despertaba a Hitomi. Se había dado cuenta que aun dormía junto a Van, así que se acurrucaba aun más a su lado, sabia el sacrificio que era para el dejarla partir pero era por su bien y se sentía muy agradecida. El encuentro de la noche la había dejado sin fuerzas, de las veces que habían hecho el amor nunca sé había sentido tan llena, ni tan floja. En ese momento una mano fuerte acariciaba su espalda suavemente, Él la miraba por entre su cabello revuelto y le preguntaba. --¿Que haces despierta ya? ¿Estas bien, mi reina?---Si... pensaba nada mas-- Decía sonriendo al escuchar la palabra reina --Cuando esto termine nos casaremos, te lo prometo-- Afirmaba él --Esta bien, esperemos solo que sea pronto, no sea cosa que te arrepientas y no quieras casarte-- Bromeaba ella muy alegremente Van la miraba desperezándose un poco y le sonreía, pero también se daba cuenta con placer, que la tristeza en sus ojos había desaparecido... Una duda lo invadía ¿Seria por la vuelta inminente a su planeta o por lo sucedido en la noche? No podía comprenderlo, pero decidió no pensar mas nada en ese momento, la había sentido suya mas que nunca aquella vez y no quería olvidar aquella sensación tan agradable que lo llenaba de placer... --Luego tomare el Energist y te enviare de regreso a tu casa-- Decía él --No hablemos de eso ahora, quiero disfrutar de tu compania, en este momento es lo único que me importa, solo estar contigo-- Decía ella acariciándolo suavemente en el pecho, haciendo pequeños círculos con su mano Él solo sonría de placer ante aquella respuesta, y la compensaba con un tierno beso, abrazados compartiendo aquella cama podían sentir el calor del otro, se acariciaban suavemente tratando de hacer que aquel momento fuera eterno... El sol ya mostraba sus primeros rayos llenando el

cielo de muchos colores que se iban degradando entre sí, entrando algunos en aquella habitación... --¡Que espectáculo más bonito!-- Decía el suavemente --Los amaneceres siempre son muy bonitos, es como que nace un nuevo día--Contestaba ella --Pero el placer de verlo contigo es aun mayor para mí, no es el mismo amanecer que cualquier otro---Tienes razón, así es mucho más bonito... ¿Vendrás por mí, verdad?-- Preguntaba ella cambiando de tema, como con tono de voz que denotaba un poco de miedo --Claro que si, ya no podría alejarme de ti, hasta mañana al medio día será una tortura para mí, todo un día completo sin ti, no quiero ni pensarlo-Su frase no tuvo mas respuesta que un tierno beso, eso fue suficiente... La noche terminaba de desaparecer lentamente y la hora de la nueva separación se acercaba *****************

En Zaibach las cosas se estaban poniendo bastante complicadas. Los del laboratorio habían hecho bastante lío cuando se enteraron del escape de Celena... viendo así que su nuevo experimento naufragaba... El General estaba visiblemente furioso, él echo que se escaparan sus prisioneros delante de sus narices lo había puesto de un humor de perros. Estaba decidido a vencer esta vez, Van Fanel se había burlado de el llevándose el Energist de su propia habitación, sabia que debería enfrentarse con el famoso Guymelef de Hispano, Escaflowne, no seria un hueso sencillo de roer, así que sus ingenieros trabajaban afanosamente en un extraño Guymelef dorado. Fénix, como él le llamaba se veía amenazador, el mismo lo comandaría y se vengaría de los reyes de Astoria y de Fanelia, quienes se habían burlado de el en su propio castillo Se encontraba sumido en sus pensamientos cuando un soldado ingreso a los talleres de ensamblaje apurado con un mensaje. --General, discúlpeme le traigo información para usted---Mejor que sea importante, si no té las veras conmigo por interrumpirme---Si señor, una patrulla descubrió al comandante Julius Hinara que se dirige hacia Astoria---¿Solo?---Si señor, parece que patrio desde el castillo de Frei, solo---Debí suponerlo ¿Así qué se ocultan en Frei?. Bueno ya no importa, Ya mañana los atacaremos, una vez terminen de reparar estos Guymelefs... ---Como ordene señor... -- Decía alejándose --Espera... -- Gritaba el general --Si Hinara esta solo, que lo atrapen... pero no le hagan daño, yo mismo me ocupare de el una vez que este aquí, Lo quiero vivo ¿Esta Claro?---Si mi general, como ordene, ya mismo salgo en persona para atraparlo---Ten cuidado, Julius es muy astuto no se va a dejar atrapar así no mas---Sí señor-El soldado se alejaba en busca de su Guymelef, lo que el General no se había dado cuenta que este era el mismo soldado que había querido violar a Celena y que Julius había golpeado aquella vez. Con sonrisa burlona y muy disgustado se decía a si mismo con furia --Voy por ti comandante... Esta vez me las pagaras. -*******************

Esa mañana Celena había empezado a buscar a Julius por todo el palacio, la sorprendió el hecho que la habitación que ocupaba no presentara el desorden típico de haber dormido allí Sintiendo un presentimiento muy malo empezaba a asustarse... visiblemente perturbada busco sin descanso por aquí y por allá, hasta que por ultimo se sentada al lado de la fuente y comenzaba a llorar. En ese momento Millerna y Driden paseaban por allí, tomados del brazo cuando la encontraron y enseguida asistieron en su ayuda, Millerna no entendía nada pero Driden si, imaginaba él porque estaba en esa condición --¡Se fue! Se fue... Me dejo sola otra vez-- Lloriqueaba Celena --¿Quién se fue?... ¿Allen?-- Preguntaba Millerna angustiada por la salud de su paciente --No, Julius... el se fue... Julius, se fue Millerna-Millerna la abrazaba conteniéndola, Driden en cambio llevaba su mano a la cabellera de ella en un gesto totalmente paternal y con voz amable le decía v --No te preocupes por él, estará bien, solo necesita tiempo para pensar---¿Tu sabes algo de Él? ¿Dónde fue?... Dime Driden es muy importante para mi---Se iba anoche como un fantasma, lo encontré y le ofrecí que fuera a Astoria a casa de un amigo a trabajar, no te preocupes niña, estará bien... Dale tiempo, tiene que aprender a saber que siente en realidad por ti... No debe ser fácil para el saber que eres una Shezard y que tu posición es mas alta que la de El -Las palabras de Driden le sonaban con sentido y sabia que era verdad, a pesar del dolor que tenía en su corazón, se sentía reconfortada, solo se lamentaba que no se hubiera despedido de ella, aunque estaba segura que si lo hubiera hecho ella no lo hubiera dejado ir... De pronto una luz rosada los asombraba, un extraño halo de luz que salía desde los jardines del palacio. Celena no entendía bien que pasaba, pero Millerna y Driden sí... --¡Hitomi! -- Se decían al unísono mirándose a los ojos Ambos salieron rápidamente hacia el lugar desde donde provenía la extraña luz, Celena los seguía sin entender nada pero al llegar vieron a Van que con la mano en alto sostenía el Energist abriendo la puerta entre los mundos, Hitomi que era absorbida por la luz y solo le gritaba una y otra vez -“Te amo”- y por ultimo -“Te espero”-... Pronto desapareció, el había bajado el brazo y contemplaba la luna fantasma con ternura, suavemente murmuro -“Te amo, solo vuelve pronto a mi lado”--Pero Van... ¿Porque?...-- Empezaba a decir Millerna cuando Driden la detenía haciéndole señas para que no le preguntara nada más. Van se daba vuelta para verlos y con un esbozo de sonrisa un poco forzada les confirmaba --Debía ver a su familia, mañana debo ir por ella, no se preocupen ella volverá---Es una buena decisión Van, era lo mejor para ella-- Afirmaba Driden apoyando a su amigo --Sí lo se-- Decía este un poco triste Celena se hizo eco a la pena que sentía Van en ese momento, si bien ella hubiera podido aprovechar esa oportunidad antes, esta vez se sentía igual que él. Misteriosamente en su corazón solo parecía haber lugar para Julius, así que se hacia eco a su dolor y lo entendía *****************

Julius mientras tanto, caminaba por los caminos de Frei, ya casi llegaba a Astoria, lo distanciaban de allí apenas unos cuantos kilómetros. Podía divisar un campamento no muy lejos de allí, decidió acercarse lentamente para comprar algo de comida para seguir el viaje cuando un Guymelef tomo forma delante de sus ojos.

Saliendo de la nada, la siniestra figura había aparecida, sabia que no podía escapar, no tenia lugar donde esconderse... Desde adentro de la nave una voz familiar le decía un poco burlonamente --Al fin te encuentro Hinara---¿Tu? ¿Qué haces aquí?---¿Tu que crees? Vengo por ti comandante... El General me ordeno venir a buscarte y llevarte de vuelta---Primero muerto que regresar contigo---Que lastima no poder complacerte, pero mis ordenes fueron claras, Vivo y sin rasguños, yo cumplo mis ordenes no como tu, que en una misión importante huiste con esa perra-Julius enfureció, pero nada podía hacer, con solo una espada no podía enfrentarse al Guymelef, un golpe en la cabeza lo dejaba inconsciente y en el suelo. El Guymelef lo tomaba en sus manos y desaparecía de la misma forma misteriosa, un hombre del campamento había presenciado toda la escena y se había acercado a ver el equipaje que había quedado allí, encontrando el reloj de Driden dentro de un bolsillo... Asustado había decidido cabalgar hasta el palacio de Frei para comunicar al Rey lo que había visto... ****************

La luz que la envolvía había desaparecido lentamente, ella abría los ojos y reconocía el parque. Era primavera, los cerezos estaban en flor y cuando el viento soplaba arrastraba los pétalos rosados cayendo como lluvia, una lluvia cálida, rosada y perfumada a la vez... Ella cerraba los ojos nuevamente y aquel olor familiar la invadía, por fin estaba en casa, su casa, su mundo tan distinto al de Gaea... --Estoy al fin en casa... -- Se dijo a si misma empezando la marcha Primero se había sentido feliz, pero pronto se dio cuenta que su Van no estaba allí y sentía una opresión muy grande en el pecho. ¿Realmente estaba en su casa? Su vida en Gaea la había cambiado, supo enseguida que no se volvería a acostumbrar a estar de nuevo allí, pero su deseo de ver a sus seres queridos le llegaba de repente. Sonrío... en su mente evocaba la imagen de su familia y de su amiga Yukari... ¡¡¡Qué sorpresa se llevarían!!! Comenzando a correr con velocidad camino hacia su casa, al grito de “-Mamá, soy yo, Volví...-" Continuará...

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II Capítulo 12 : Quiero regresar contigo

Al fin había regresado, un aire familiar llego a su corazón, estaba de nuevo en su casa, observo largamente aquella habitación. Todo seguía igual, sus cosas, sus recuerdos, pero algo había cambiado, ella no era la misma. La que se había ido a Gaea era solo una adolescente y la que había regresado, una mujer... Le sorprendió gratamente que su madre la saludara como siempre, como si solo hubiera ido un momento, esas palabras de bienvenida que le decía le demostraban que sabia que era una visita corta momentánea, que pronto volvería a irse, definitivamente su madre sabia mas de lo que ella creía, pero discretamente nunca había dicho una palabra, así que Hitomi no se sorprendió cuando solo le alegro que fuera feliz... Se recostó sobre la cama que la había visto crecer, donde ya hacia un tiempo que nadie utilizaba, estaba muy cómoda compartiendo con aquella almohada que la había sentido llorar y reír al mismo tiempo. Miro hacia la ventana y observo las ramas de aquel árbol donde de chica tantas veces había trepado, el cielo se veía visiblemente diferente, no pudo evitar sin embargo sentir nostalgias por el cielo de su querida Gaea. Un recuerdo llega hasta su mente de repente, la noche tan especial que había pasado con Van... sintió que su cara se encendía de tan solo recordar lo pasado, todavía podía sentir el sabor de sus besos y se sentía tan bien recordarlo. A pesar del sacrificio de Van en dejarla volver aun no se sentía del todo bien, es mas empezaba a sentirse peor, su corazón parecía anhelar los besos y mimos de su Ruijin, lo empezaba a extrañar cada vez mas, no podía dejar de pensar en él. Suspiro largamente cuando con la mirada descubrió un extraño sobre que estaba sobre el escritorio junto con su mazo de cartas de tarot, hace rato ya en desuso... --¿Y esto?-dijo abriendo el sobre, sorprendida descubrió que era una invitación para la boda inminente de su amiga Yukari y Susumu Amano Hitomi se sintió muy contenta por sus amigos, sonrío y tomo el teléfono para llamarla --¿Yukari?--Si... pero... ¿Quién habla?--Ya no reconoces mi voz... ¡Qué bárbaro amiga!- Río Hitomi muy animada --¿...? ¿Hitomi? ¿Eres tu? No, no puede ser... -dijo emocionada --Si amiga soy yo, he vuelto, me gustaría que nos encontráramos a hablar un poquito si puedes y no estas muy ocupada... --Estas de broma, ¿Cómo no voy a tener tiempo para ti? Seguro ¿Estas en tu casa?... Voy para allá volando espérame... --¡No! Espera... tengo muchas ganas de ver la ciudad, nos encontramos en el parque del lago en 15 minutos, no me falles--¿Estas loca? Ya salgo para allí... --Nos vemosHitomi se dispuso a cambiarse y a prepararse para reencontrarse con su amiga después de bastante tiempo sin verse. *************** Un Guymelef entraba triunfante en Zaibach, Julius aun inconsciente fue llevado rápidamente a una celda. Cuando por fin empezó a recuperar la conciencia se dio cuenta enseguida donde estaba y lo que le esperaba. Imagino que si no lo habían matado en el momento se debía a que el General realmente tendría una muy buena razón, querría vivo por algún motivo. Estaba imaginando que podía pasarle cuando sintió que la celda se abría. Ante sus ojos la figura del general que le echo una mirada penetrante y fría que asustaría a cualquiera. --De verdad que no puedo creer que me hayas traicionado-dijo por fin rompiendo el silencio incomodo que reinaba --.....- Julius bajo la mirada sin poder decir una palabra, se sentía un poco culpable

--Eras mi oficial al mando, mi único oficial de confianza, hubiera dado cualquier cosa por ti... me traicionaste, te la llevaste de aquí... ¿Y de que te sirvió? Si ahora andas solo --Evite que la lastimaran otra vez, fe suficiente para míCon furia en la mirada el general le dio una bofetada con tanta violencia que le partió el labio inferior ocasionando así que le saliera sangre. Parecía un poco sacado de juicio estaba realmente furioso con él. --¿Cómo te atreves?... En unos días los atacaremos y veras como tu dulce damisela va a morir en el combate-Dijo riendo a carcajadas --Ellos no se dejaran vencer... el Guymelef de Hispano los protege y es increíble fuerte e invencible-dijo Julius con furia limpiándose con la palma el labio. --No te preocupes, mi “Fénix” se enfrentara a el sin el menor problema... --Lo dudo Van Slanzar de Fanel no es tan tonto como cree, Shezard tampoco--Como... ¿Shezard vive aun?...Mmmmm... mejor así mas para divertirme... pero tu, no te creas que la vas a sacar tan barata--Máteme de una vez, no me importa ya... -lo desafío --¿Matarte? Nooo... eso seria muy sencillo, quiero que sufras hasta que supliques por tu muerte, vas a aprender a que no debe burlarse del General Sergei Diciendo esto le dio una orden a uno de los guardias, quienes toma a Julius a la fuerza y lo esposo a la pared, rompiendole con furia la camisa que llevaba puesta le propino varios latigazos en la espalda... Julius se mordía los labios para no gritar de dolor cada vez que la tienta de cuero lastimaba su piel y darle el gusto al General de verlo sufrir, pero cada latigazo le ardía como si lo estuvieran quemando con fuego, sentía como la sangre le brotaba de alguna de las heridas abiertas por los latigazos, hasta que de pronto el silbido del látigo ceso... El general satisfecho se retiro dejando las ordenes a sus soldados de cuidar que no se escapara, cuando por fin lo soltaron su cuerpo cayo pesadamente en el suelo de la celda... En la oscuridad, lastimado y ensangrentado, el solo pensaba en Celena, rogando que la protegieran del General y que estuviera bien... ************** Hitomi había llegado al parque cuando diviso la figura de su amiga que se acercaba a su encuentro, repentinamente cuando la vio y corrió hasta ella, se abrazaron con mucho cariño, llorando de felicidad. Al fin se veían una vez más ambas estaban realmente contentas. Yukari se libero del abrazo y entre lagrimas solo llego a decirle --¡Cómo me has hecho falta amiga!--Tú a mí también no sabes cuanto ¡Qué alegría volver a verte una vez mas! --Pe, pero... ¿Cómo?... No es que me queje de que estés aquí, nada que ver pero simplemente no entiendo que paso ¿Porque volviste? ¿Cómo? ¿Te pelaste con él? No entiendo... repetía ella enjuagando sus lagrimas --No te preocupes por eso, estoy muy bien, es solo una visita. Te extrañaba... quería ver a mi familia, a mi amiga, eso es todo... --¿Volverás a irte?- Pregunto aun sabiendo cual seria su respuesta. --Si... lo lamento, me da mucha pena no estar en el día de tu boda pero Van vendrá por mi mañana mismo, perdóname --Esta bien no importa, me conformo que hoy estas aquí conmigo, te veo muy feliz--Tengo tantas cosas que contarte que no sé por donde empezar--¿Que te parece si empiezas desde el principio? Tan solo sé que existe un chico llamado Van y que un robot gigante en forma de Dragón te llevo con él, nada mas, deberías decirme la

verdad de una vez, al fin y al cabo soy tu amiga y te comprenderé --Tienes razón, es hora de contártelo todo. Vamos a caminar, es una historia muuuuy larga-río Hitomi tomándola del brazo y emprendiendo la marcha. --Vamos -dijo Yukari disfrutando mas que nunca de la compania de aquella querida amiga a la que penso no volvería a ver nunca más. El día pasaba y pasaba, ambas no paraban de conversar de cuchichear y de contarse todas las cosas que les habían sucedido mientras estaban separadas. Paseaban disfrutando de todo lo que las rodeaba, realmente Hitomi se sentía muy bien y estaba muy feliz... Por fin el atardecer llegaba y se llegaron hasta el mismo lugar desde donde habían partido, a orillas del lago, ambas se sentaron en el césped contemplando el lago y disfrutando los maravillas colores de ese atardecer --Ay... amiga que historia tan fascinante la tuya -dijo Yukari después de que Hitomi le contara los pormenores de sus dos viajes a Gaea --¿ Ya ves porque no puedo quedarme aquí?--Bueno, te entiendo, pero no sé la razón que te trajo de vuelta. Entiendo que estés preocupada por la reacción de tu Van pero... creo que debe ser difícil estar en un lugar donde hay guerras así porque si, tal vez tu también sentirías la necesidad de proteger tu planeta si de la tierra se tratara--Tal vez... pero eso es lo que más me preocupa, tengo miedo que un día le pase algo malo, es que Van es un personaje muy místico, pertenece al pueblo del dios dragón, tiene alas en la espalda--¿Alas? Me estas cargando ¿Es eso verdad?-Pregunto Yukari con curiosidad --Si, no te miento, alas blancas que le aparecen a veces--¿Cómo un ángel?... Es increíble--Si como un ángel, mi ángel... -dijo mirando el cielo con ternura --¿Lo extrañas?-pregunto divertida al ver la cara de enamorada perdida de su amiga --¡Muchisimo!, mas de lo que me imaginaba, extraño su cara, sus besos, sus caricias... --¡Hitomi! ¿No me digas que tu y el ya... ? La cara de Hitomi se enrojeció en un instante, no supo contestar nada pero su amiga entendió su silencio y río copiosamente --Pero mujer... esta bien... solo preguntaba... no es para que te pongas así-río Yukari --Oye... ¿Tu y Amano? nunca... tu sabes... --Todavía no, en realidad casi, una vez, pero no paso nada... pero cuéntame... ¿Cómo se siente estar con la persona que amas?--Increíble... -Dijo ella en un suspiro --Lastima te vallas mañana, me gustaría que estuvieras en mi boda... --Lo siento, pero debo volver, se lo prometí a Van... De pronto Hitomi se empezó a sentir mal y se desmayo de la nada. Yukari muy asustada trataba de que recobrara el sentido, pero solo lo recupero cuando un pañuelo mojado le cubrió el rostro devolviéndola a la realidad --¿Dónde estoy? ¿Qué paso?--Hitomi, amiga ¿Estas bien?-pregunto Yukari preocupada --Perdoname, no quise asustarte, es que no dormí bien, estoy muy cansada del viaje y no consigo conciliar el sueño, me parece tan ruidosa la ciudad, me cuesta horrores volver a acostumbrarme a estar aquí, Gaea es un lugar muy pacifico... --Tal vez deberías ver a un medico para saber que estas bien-

--No hace falta, me queda un día solo y quiero disfrutarlo al máximo --Esta bien, pero no me parece bien que no vallas a ver que té pasa--Deja de retarme y vamonos a mi casa, me gustaría que te quedaras hoy allí a dormir--Me encantaría, pero mañana tengo que terminar los últimos detalles de mi boda, pero... ¿Porque no té quedas tú en mi casa?--Porque no quiero estar lejos de mi madre esta noche, bueno entonces mejor nos vamos, creo que ambas tenemos cosas que hacer mañana--Aunque parezca mentira en unos meses han cambiado mucho las cosas, pero quiero que sepas que mi cariño por ti sigue siendo el mismo-Dijo Yukari abrazándola nuevamente --Lo mismo digo y te deseo que seas muy feliz con Amano... --Gracias, tu también debes ser feliz, pero creo que eso esta demás, en tus ojos se refleja el gran amor que estas viviendo, espero que consigas toda tu felicidad con tu hombre dragón, espero te haga muy feliz y regresa a verme cuando quieras siempre pensare en tiLas amigas se despidieron con un abrazo lleno de grandes sentimientos. Hitomi regresaba a su casa pensativa, caminando lentamente cuando una mágica pluma blanca se poso en sus manos, ella miro hacia todos lados y no pudo ver nada, por lo que comprendió lo mucho que extrañaba a Van y los deseos que tenia por volver pronto a su lado Esa era su ultima noche sobre la tierra y deseaba pasarla con su familia ************************ Un nuevo día nacía en Gaea, el día que Hitomi regresaría por fin a reunirse con Van... Un extraño personaje había pedido hablar con el rey de Frei, los consejeros lo habían atendido y como consideraron de importancia lo que tenia que decirle al rey de inmediato se lo comunicaron, quien debido al carácter de la entrevista decidió reunir a Driden Millerna y Van Fanel. En una Habitación muy amplia el rey estaba sentado en su trono, lo recibió muy gentil, junto a el, los reyes de Astoria y el rey de Fanelia parecían serenos e interesados en lo que tenia que contar --Buen hombre ¿Qué te trae a mi palacio?-Pregunto Chid --Majestad, es un honor conocerlo -dijo el hombre humilde haciendo una reverencia, continuo diciendo-Vivo casi en él limite con Astoria, somos una tribu nómade y estabamos en un campamento allí, ayer mismo he visto una extraña nave que capturaba a un viajero, lo más curioso es que la nave apareció y desapareció de la nada, como si se la hubiera tragado el desierto o se hubiera vuelto invisible--¿Invisible?... Guymelefs de Zaibach-Dijo Van enseguida relacionando los hechos --No lo sé señor... solo vi lo que les conté, luego me acerque y levante esto del pisoDiciendo esto extendió el brazo y les acerco un extraño objeto dorado que Driden reconoció de inmediato --¡Mi reloj! Mmm... me temo que al que atraparon fue a Julius-Dijo este lamentándose --Gracias buen hombre, ve que mis hombres te recompensaran con dinero y comida por la información que nos has dado-dijo Chid temiendo lo que podría suceder en el reino de mediar una batalla que se sentía inminente. --Gracias majestad es usted muy generoso-y haciendo una reverencia el hombre salió de allí, una vez que se fue, la discusión entre ellos empezó... --¿Qué será de ese pobre muchacho? Si todavía esta vivo la debe estar pasando muy mal -Dijo Driden preocupado y un poco culpable por no haberlo retenido --Creo que seria mejor que Celena no se enterara, esto podría ponerla peor-Admitió Millerna pensando en la reacción de la joven Shezard --Creo que seria bueno intentar ir por él en Escaflowne-dijo Van

--Pero Van tu tienes que ir por Hitomi ¿Verdad?-pregunto Chid --Si bueno, pero eso es en un rato, cuando vuelva iremos por él--Me parece buena idea-Dijo una voz fuera del grupo Todos se dieron vuelta para encontrarse a Allen, quien sosteniéndose aun del pecho caminaba muy lentamente hacia ellos --Pero Allen... ¿Qué locura estas haciendo? Todavía no estas en condiciones de pararte y mucho menos de batallar, vamos, debes descansar por favor, tu herida aun no cerro y puede volver a abrirse-Lo regaño Millerna muy enojada... --Ese hombre salvo mi vida y la de mi hermana, debo ir en su ayuda-grito Allen --Pero no estas bien, si te subes al Sherezade no podrás controlarle... -Dijo ella Un súbito hilo de sangre traspaso el vendaje asustando a todos, Allen seguía sin prestarle importancia alguna a su salud, Chid lo miraba muy preocupado, Lo conocía bien y sabia que no podrían detenerle tan fácilmente --Debes descansar caballero, ¿Mira como estas? ¿Realmente te crees en condiciones de pelear? -Le dijo Chid ayudándolo para que se sentara en un sillón disimulando así su gran preocupación --No te preocupes Allen, tratare de ayudar a Julius, yo mismo-Dijo Van decidido --Gracias Van... Si pudiera iría yo también, espero que Celena no se entere... A propósito... ¿Alguien ha visto a Celena?-pregunto Allen percatándose que ella no estaba por allí --Debe seguir dormida, no te preocupes por ella estará bien -Dijo Millerna Pero lo que todos ignoraban era que Celena si había escuchado todo. Escondida tras las cortinas había escuchado todo reprimiéndose al saber del destino del hombre que la había salvado, del hombre del cual estaba enamorada. Logro escapar corriendo para que no la escucharan llorar y se refugio en los jardines sola con su pena. Indignada y visiblemente dolida había tomado la decisión de ir a ayudar a su amado, no sabia que hacer cuando una súbita idea llega a su cabeza... Corrió hacia un lugar en el castillo sabiendo que no había tiempo para sentimentalismos cuando la vida de Julius corría peligro En ese momento un soldado entro corriendo en la habitación donde estaban reunidos Asustado y con gran nerviosismo solo llego a balbucear --Majestad... son Guymelefs nos atacan, parecen ser de Zaibach Pronto el revuelo generalizado llego a palacio, todos corrían de aquí para allá, los soldados subieron a los Guymelefs para defender el reino y Van por supuesto los ayudaba con Escaflowne, la nueva batalla había comenzado... ******************* Hitomi había pasado un día muy especial pero ya deseaba volver junto a Van, se había despedido de todos una vez más. Su madre le había regalado un anillo que le pertenecía a modo de recuerdo. Cuando ella lo miraba sentía la cálida presencia de su mama mimándola y hablándole tiernamente... Esa mañana con un pequeño bolso y la felicidad reflejada en el rostro se puso en camino al parque, donde se reunirían otra vez, ajena a los problemas en Gaea ella estaba muy feliz, había recuperado su sonrisa, pero no se la había devuelto el fugaz viaje si no el deseo de reencontrarse con Van y de abrazarlo muy fuerte. Se sentó a orillas del lago, sobre el césped recién cortado a esperar... Los cerezos seguían perdiendo los bellos pétalos rosados que caían como lluvia tapizando lentamente todos los caminos. Se sentía tan feliz que todo lo más simple le parecía maravilloso. Al otro día se casaba su amiga Yukari con Amano, ¡Cuanto habían cambiado las cosas en tan solo dos años, Cuando vio por primera vez a Van! Suspiro profundamente y miro el cielo, la vista de una pareja riendo la distrajo un instante de sus pensamientos y se imagino riendo y charlando con Van, de nuevo el recuerdo de la noche

anterior a la partida la hizo sonrojarse como loca de la cabeza a los pies... --”Pero que cosas piensas Hitomi”- Se dijo a sí misma mientras miraba el pequeño reloj de su brazo, casi medio día penso... --“Van ven pronto que me muero de ganas de verte”Así se sentó a esperar con impaciencia ******************* La batalla había comenzado, los de Zaibach no estaban dispuestos a perder esta vez y peleaban con una furia denodada, Escaflowne peleaba con fuerza derribando con la espada a los enemigos que se le cruzaban. Van sin embargo estaba muy preocupado, no conseguía concentrarse del todo porque tenia que ir en busca de Hitomi, se lo había prometido, pero la batalla no le dejaba tiempo, no podía ir por ella y dejar que Frei corriera peligro Se resigno y suavemente se dijo a sí mismo --“Sé que tu me entenderías, espérame Hitomi, en cuanto pueda iré por ti”Millerna y Chid se refugiaban en el palacio con Allen, cuando en un ataque de espontaneidad el caballero celeste se puso de pie y sin mas les dijo a ambos --Lo siento devo ir por Sherezade, no puedo dejar que Van pelee solo--¡ALLEN noooo! Por favor no puedes ir todavía, no estas bien -Grito Millerna pero su embarazo de casi cinco meses le jugo una mala pasada y una punzada de dolor la hizo doblarse de dolor... --¿Millerna estas bien?-Le pregunto Chid yendo en su ayuda --Si... solo devo descansar, Por favor ve y deténlo, no puede ir, la herida se abrirá, corre peligro-le dijo asustada --No te preocupes iré por él, no lo dejare subir a Sherezade-Aunque mi vida dependa de ello, penso el joven Rey cuando corría tras él Chid salió en busca de Allen para tratar de convencerlo que corría peligro si se subía al Guymelef e insistía en luchar, era todo por él todo y debia jugarse para evitar que algo malo le sucediera a su verdadero padre... *********************** Ya habían pasado mas de seis hora del medio día, Hitomi se empezó a preocupar pero ahora la tristeza la venia ganando lentamente ¿Qué habría pasado? Van le había prometido estar allí, el siempre cumplía sus promesas... La extraña sensación de no tener ni siquiera una visión de el y de donde estaba la atormentaba. Mil cosas pasaban por su cabeza, lamentablemente todas malas, llego a pensar que él le había mentido para que volviera y que ya no vendría por ella, si bien su corazón sabia que esto no era verdad su cabeza atormentada por la duda, si lo pensaba... Una copiosa lluvia comenzó a caer lentamente, refugiada bajo un árbol con la esperanza de volver a verlo, espero y espero, para que casi ocho horas después del medio día, se diera por vencida Emprendió el regreso a su casa, como un fantasma mojada de la cabeza a los pies, con la cara cubierta de lagrimas pregunatndose una y otra vez --¿Dónde estas Van? ¿Porque no vienes por mí?Deambulando como un alma en pena consiguió llegar hasta su casa como una hora después, su madre había oído un ruido raro afuera y abrió la puerta Su hija empapada, con la vista perdida en el infinito y sin brillo, una mirada profundamente ganada por la tristeza estaba parada allí. --¡Hitomi! ¿Estas bien?-Pregunto sorprendida la señora Kanzaki ayudándola a entrar a la casa, comprobando que estaba helada, tiritando como una hoja y que unas líneas de fiebre causada por el mismo frío empezaban a aparecer.

--Mami... no vino a buscarme... Van no vino; mami. - Dijo Hitomi mientras se desvanecía perdiendo el sentido y caía desplomada al piso --¡Hitomi! ¡Hitomi!-En vano trataba de llamarla, pero su hija no despertaba Continuará...

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II

Capítulo 13 : Revelaciones La batalla continuo en Frei extendiéndose por casi todo el día, al único que no se lo veía era al general, por lo que Van supuso que se estaba guardando para el final y que cuando él llegara a la batalla las cosas se iban a poner peor Chid había salido corriendo tras Allen para detenerlo, recién lo había alcanzado cuando estaba por llegar a los talleres... No sabia que decirle para detenerlo, pero debia intentar todo porque su vida corría peligro si se subía al Sherezade. --¡Por favor Allen!... recapacita, es muy peligroso, tu salud esta en riego, detente, hazme caso por favor-le rogaba Chid sosteniéndolo del brazo a modo de palanca para que no se fuera. --No importa majestad, no puedo dejar que su reino corra peligro, es mi deber de caballero celeste defender Gaea-dijo Allen tratando de liberarse de los brazos de que lo aprisionaban. --No seas cabeza dura, todavía no estas bien, ven conmigo por favor, no puedo permitir que te expongas a una nueva batalla sin estar recuperado totalmente-rogó nuevamente. --Majestad, Chid, entiéndelo, es mi deber, tu padre murió en batalla y así quiero morir yo si es que es mi destino hacerlo, soy un caballero celeste y debo defender a mi planeta, no importan ni mis heridas, ni mi propia vida-Allen le dijo esto muy amablemente pero la cara de Chid había cambiado de expresión y los ojos se le llenaron de lagrimas Sin saber porque Chid lo abrazo muy fuerte, como queriendo retenerlo, llorando desconsolado, asiéndose del cuerpo de su padre. Allen se quedo paralizado un momento sin entender bien que sucedía pero en un gesto de cariño extendió su mano y comenzó a acariciar la cabeza de Chid con ternura. Nunca había experimentado el sentimiento que le llego en ese momento, pero le produjo sosiego a su alma, el joven rey también se sintió reconfortado y muy a gusto. --Debo ir, entiéndelo por favor... No me pasara nada... Ya no te preocupes por mí, al fin y al cabo solo soy un espadachín que tiene que defender tu reino-Dijo él tratando de convencerlo de que tenia que hacerlo para ayudarle a proteger su reino. --¡Nooooo! ¡No te dejare ir! Tu mismo lo has dicho... no permitiré que mi verdadero padre muera en una batalla y me deje solo una vez mas -Grito Chid con la furia y el miedo reflejados en sus sinceros ojos azules. Allen sintió que su cuerpo se helaba ante lo que acababa de escuchar, pero pronto le resto importancia pensando que seria un error lo dicho por el joven Rey de Frei. Sin pensar ni meditar, concluyo que lo que había escuchado no era así, pero Chid ya había comenzado a hablar y no iba a detenerse, era el momento de la verdad, no podía negar que temía por la vida de Allen y si es que esa era la única forma de retenerlo a su lado y evitar que se muriera en la batalla, estaba dispuesto a confesarle todo, tomo una bocanada de aire y de un tirón confeso el resto --¡Sí!... no te asombres, lo sé todo... Mi madre me lo confeso en su lecho de muerte cuando era muy pequeño aun, aparte... es muy obvio nuestro parecido físico, hasta tenemos la misma sangre, por eso quería ser yo el donante cuando te hicieron la transfusión, no puedes engañarme, sencillamente hay cosas que no se pueden negar--Yo... Majestad... yo... -Allen no podía ni balbucear una sola palabra, no salía nada de su boca... solo lo miraba a los ojos sin expresión alguna. --Perdí a mi padre adoptivo en una batalla y no quiero perder a mi verdadero padre en otra, por favor... desiste de esa idea loca de luchar en tu estado... todavía no estas bien, quédate conmigo te lo suplico, te lo ruego, no me dejes solo en el mundo una vez masEn un nuevo abrazo volvió a detener a Allen, esta vez las piernas de este le flaquearon y la mirada de su hijo lleno su corazón de una ternura infinita. Allen se agacho hasta la altura del joven Rey para abrazarlo y dejando así que su angustia y sus lagrimas salieran, compartiendo con Chid su confesión --Perdóname, yo amaba a tu mama, la amaba de verdad, hijo-Repitió sin poder creer lo que le estaba pasando, se sentía tan feliz... --Deseaba tanto decírtelo papa, pero no podía hacerlo, si alguien supiera la verdad, dejaría de ser el Rey y este reino quedaría en manos de valla saber quien... por eso me puse tan feliz cuando te conocí, sabia que eras mi padre, la piel no miente... ella siempre me hablo de ti y

tus hazañas pero recién cuando estaba a punto de morir me lo confeso por fin, primero me enfurecí por la mentira pero cuando te conocí, supe que eras un gran hombre y me enorgullecí de ser tu hijo--Lamento no haberte dicho nada antes, yo lo imaginaba pero... Marlene nunca me lo confeso abiertamente--No te preocupes por eso ahora, lo importante es que estés bien... Esta vez por favor no vallas, no me hagas sufrir mas, me estoy muriendo de preocupación por tu salud, recupérate primero, no expongas tu vida sin necesidad, Van esta bien... deja que el se ocupe esta vezPidió Chid a manera de suplica --Esta bien, lo haré por ti, pero le pediré a uno de mis hombres que utilice al Sherezade para pelear, no puedo dejar que destruyan tu reino, hijo, Van necesitará algo de ayuda tambiénAllen se puso de pie y empezó a caminar rumbo a los talleres, una mano más pequeña que la suya se tomo de ella y por primera vez ambos sintieron ese lazo tan especial que los unía, el lazo de la sangre. Era verdad innegable, Chid era el vivo retrato de Allen... Al llegar al taller los ojos de Allen se llenaron de asombro una vez mas, se acerco hacia uno de sus hombres que yacía en el piso, golpeado e inconsciente para interrogarlo --¿Pero que te ha pasado? ¿Dónde esta mi Sherezade?-Inquirió Allen preocupado --¡Jefe!... fue ella... su hermana... se lo llevo... Celena se subió y sé lo llevo-dijo entrecortado tratando de recuperar la conciencia. --¿Cómo?... ¿Celena se llevo el Sherezade? ¿Para que se lo llevaría?-Asombrado por la locura de su hermana no podía dar crédito a lo que escuchaba --Si, vestida de hombre, me dio un golpe con aquel palo y se fue arriba del SherezadeAllen seguía sin creer lo que escuchaba, recordando su etapa como Dilandau se pregunto si ella estaría bien... su cabeza giro hasta dar con un pequeño papel que estaba en el suelo, Chid lo vio también y lo levanto, Pronto lo leyó voz alta --“Allen perdóname, pero no puedo dejar que maten a Julius, entiéndeme por favor, estaré bien no te preocupes por mí: Celena”-termino de leer Chid --Definitivamente se ha vuelto loca... -rezongó Allen --No hay nada que hacer ahora, cuando Van regrese veremos que hacer... --Mejor volvamos con Millerna que debe estar muy preocupada por nosotros--Bueno, vamos-Dijo Chid otra vez tomando su mano Allen no pudo evitar sonreír ante aquel gesto tan natural del joven, pero la verdad es que estaba muy preocupado por Celena, esta hermana y sus locuras le estaban causando muchos dolores de cabeza... ¿Sabría ella manejarse con el Sherezade? Bueno por lo pronto se lo había llevado lo que quería decir que por lo menos sabia manejarlo... Imagino que en su mente quedaría la habilidad que había conseguido cuando la habían convertido en Dilandau y quizás esa era la razón por la cual la gente de Zaibach la quería recuperar a toda costa, realmente había sido un excelente guerrero. Millerna se tranquilizo cuando vio de regreso a Chid con Allen, le llamo la atención la familiaridad que ahora se profesaban, pero no dijo nada, había aprendido a respetar su intimidad y aunque imaginaba que algo importante había pasado entre ellos, no pregunto solo miro a su sobrino con cariño y se alegro por los dos Cuando la tarde llego a su fin, la batalla concluía obligada por la oscuridad de la noche, habían quedado solo dos Guymelefs enemigos que se habían retirado hacia Zaibach por ordenes del General... Van había regresado al castillo un poco preocupado por el echo de haber dejado su promesa de lado y no haber ido en busca de Hitomi. Quería regresar por ella pero ya era muy tarde por lo que supuso que ya habría vuelto a su casa y era mejor dejarlo para el otro día Espero que ella lo entendiera y que no se hubiera enojado por no haber cumplido con su

promesa... Estaba muy preocupado en realidad, a la vez que se sentía muy triste por lo mucho que la extrañaba... Echo una mirada hacia la luna de las ilusiones y como queriendo que llegaran a ella sus palabras murmuro hacia el cielo --“Perdóname Hitomi, no olvides lo mucho que te amo”-******************** La verdad es que la señora Kanzaki estaba muy preocupada, Hitomi estaba un poco afiebrada por el enfriamiento que le había causado la lluvia y por sobre todo tenia una tristeza infinita... Perturbada por la salud de su hija decidió llamar a un medico. Una vez que él medico la reviso y hablo con la madre de Hitomi se retiro dejándole una receta para su hija. Cuando la joven tomo el medicamento la fiebre comenzó a ceder. En su cama Hitomi no hacia otra cosa que llorar, como si el dolor no cesara con cada llanto, Se le volvía cada vez más difícil pensar. Realmente se sentía abatida, nunca pensaría que Van la abandonaría así sin mas, sin motivo, sin cumplir su promesa... En ese momento una persona golpea a su puerta distrayéndola de sus tristes pensamientos --¿Puedo pasar?--¿Yukari?...¿Qué haces a esta hora aquí?--Solo vine a verte amiga... Tu mama me llamo y me dijo que estabas bastante triste--Mi mama no debió molestarte, al fin y al cabo mañana te casas, debes estar ocupada, lo siento no debió incomodarte--Nunca tanto como para no ver a mi mejor amiga cuando me necesita--Yukari... yo... Hitomi se echo a sus brazos y lloro hasta que las lagrimas le ardían en los ojos, su amiga la consoló hasta donde pudo, realmente Hitomi estaba muy triste, ella no le pregunto nada pero podía entender porque se encontraba de esa forma. Una vez que se calmo un poquitito aun entre lagrimas le confeso su dolor --¡Me lo prometio! Me dijo que vendría por mí... lo espere y lo espere... casi 10 horas deseando que llegara... ¿Porque?... ¿Qué demonios puede ser tan importante para que no cumpliera su palabra y viniera a buscarme?--No lo sé Hitomi, pero no lo juzgues así... tal vez tuvo algún inconveniente. Ten Fe, si lo quieres de verdad, ten la seguridad que vendrá, él vendrá por ti --No creo que venga, por eso quería que yo regresara... para olvidarse de mí, por eso-Dijo con enojo, con una mirada llena de reproches y lagrimas --Habla tu corazón herido, no tu mente, piénsalo no creo que sea tan así lo que sientes--No sé si regresare con él --No digas mas tonterías... si té estas muriendo por él, tranquilízate y descansa, mañana ven a mi boda, hablaremos, mañana veras todo con otros ojos --Lo dudo, no creo cambiar de opinión--Confía en mi, veras que sí. Descansa que estas muy agotadaYukari beso suavemente a su amiga en la frente, la fiebre había cedido y ella estaba un poco mejor. Se fue de la habitación lentamente dejándola descansar, el sueño repararía un poco el corazón de su amiga. Bajo las escaleras y se despidió de la señora Kanzaki con cariño. Un taxi estaba esperándola, era muy tarde y a esa hora no podía llamar a su novio Susumu Amano para que viniera por ella, menos en vísperas de su casamiento... Mientras tanto Hitomi seguía en la cama mirando por la ventana, la lluvia había parado y una luna llena alumbraba la noche, extrañas nubes tormentosas tapaban de a ratos la luz, todo estaba extraño como el animo de Hitomi de ese momento... Su mama se acerco a la cama silenciosa y apoyo su mano cálida en la frente de ella... --¿Ya estas bien hija? Debes cuidarte mucho cuando regreses allá... -

--No creo que regrese mama... el no vino por mí --Pero hija, debes volver con él... -Su madre trataba de hacerla entrar en razón --Van no me quiere, él me prometio venir y me engaño... ---- ¿Realmente te engaño? ¿Y si le sucedió algo? ¿No te pusiste a pensar eso?--No lo sé... Esta tan lejos y... ¡Ay mama! ¿Porque tengo que amarlo tanto?--Acabas de contestarte, primero me dices que no vas a volver con él y ahora que lo mucho que lo amas, vamos hija... se sincera contigo, ¿Realmente lo quieres?Hitomi bajo la mirada y enjuago un poco las lagrimas en su rostro, lloraba con gran amargura y su cabeza era un enredo de sentimientos encontrados, se sentía fatal... como mentirle a su madre que la conocía como nadie en el mundo. --Si mama, tienes toda la razón, lo adoro-afirmo --Me quedo más tranquila entoncesSu madre le sonrío extrañamente y ella no entendió el porque de esa reacción, pero la conforto arropándola una vez mas como cuando era tan solo su niñita --Toma, léelo después y duérmeteLa señora Kanzaki sonrío y le extendió un papel doblado, beso a su hija en la frente y abandono la habitación dejándola sola y pensativa. Ella tomo el papel pero le resto importancia y lo guardo en el bolsillo de su pijama. Pronto logro conciliar un poco el sueño Yukari estaba en el taxi que la llevaba de regreso a su casa, cuando al pasar por el parque una extraña luz rosada llamo su atención. Pidiéndole al taxista que se detuviera un momento, se bajo e ingreso a aquel parque en busca de la extraña fuente de luz... Al llegar hasta ella vio un joven de cabello negro, delgado pero atlético, vestido quizás un poco extraño, muy guapo y de buena presencia, que sostenía una piedra grande en una mano, muy parecida curiosamente a la que tenia Hitomi en el collar. Lo reconoció enseguida y se alegro por su amiga, el sin embargo la vio y parecía estar buscando algo porque no paraba de observar a su alrededor... Ella se acerco lentamente, un tanto temerosa de equibocarse pero cuando se encontró frente a frente con el joven extraño, sus dudas se disiparon... --Perdona... ¿Tu eres Van Fanel?-Pregunto Yukari un poco asustada --Si... ¿Cómo lo sabes?...¿Quién eres tu?-Contesto el intrigado por la chica que lo interrogaba como si conociera algo de el. --Mi nombre es Yukari... Soy la mejor amiga de Hitomi-Se presento --¿Hitomi? ¿ Dónde esta ella? ¿Sabes donde esta mi querida Hitomi?--Te estuvo esperando todo el día... cuando creyó que la habias abandonado se enfermo, una lluvia la tomo por sorpresa. Se enfrío y esta enferma por tu culpa-le recrimino ella --Es que... Hubo una batalla, no pude venir como le prometí, iba a venir mañana pero no se porque mi corazón me decía que devia ser hoy... ¿Ella esta bien? ¿Sabes donde la puedo encontrar?... Necesito encontrarla y contarle lo que paso, por favor dímelo... --Si sé donde esta, Ella esta en su casa... pero dime... ¿Tu la quieres de verdad?--Claro que si... la adoro, la amo, ella es todo para mi-El rey de Fanelia miro a Yukari a los ojos y ella entendió muy bien la fascinación de su amiga por aquel extraño de otro mundo, pero la entendió aun más cuando de pronto se quito la camisa y un par de alas blancas salieron de su espalda. Yukari se quedo sin respiración, las plumas volaban por todos lados en forma de lluvia, como una escena casi mágica, aun no podía creer lo que veía cuando el muy amablemente le ofreció la mano para que lo guiara. --Solo dime donde esta, guiame hasta ella, por favor-Le pidió él tomándola por la cintura y levantándola por el aire en un súbito arranque. Yukari lo guiaba muy asustada pero extrañamente se sentía muy segura con él, la sostenía con firmeza abrazándola, ella penso que era un espectáculo único, que no podría compartir con

nadie porque estaba claro que nadie le creería, ni siquiera Amano, quien pensaría que era producto de los sueños extraños que tiene una novia antes de una boda. Lo llevo hasta la casa de su amiga y allí descendieron. Una vez en tierra las alas de Van desaparecieron tan rápido como habían aparecido, Yukari no podía dejar de mirar ese extraño personaje que había cautivado a Hitomi tanto como para hacerla abandonar este mundo dejando a todos sus seres queridos. A la llegada él volvió a colocarse la camisa para estar presentable, sabia muy bien que llegado a la casa de Hitomi e invariablemente se encontraría con alguno de su familia. --¿Es aquí?-Pregunta él a Yukari que aun seguía hipnotizada mirándolo --¡Uy perdón! Si, espérame aquí, voy a buscar a la madre de Hitomi-dijo ella regresando de su hipnosis e ingresando al hall de entrada de la casa Yukari avanzo hacia la puerta y golpeo muy suavemente ya que era muy tarde, el hermano de Hitomi estaba durmiendo hacia rato ya. En cambio la madre de Hitomi estaba en vela preocupada por la salud de su hija . Cuando la señora Kanzaki abrió la puerta se encontró a Yukari y a este extraño que vestía ropas muy raras --¿Yukari? ¿Te sucedió algo malo? ¿Estas bien?-Pregunto curiosa --Si no se preocupe por mí, iba hacia mi casa cuando me encontré con él y pense que seria bueno traerlo, él es Van Fanel y viene por Hitomi--¿Van Eh? Ya entiendo... pasen-Ofreció abriendo la puerta del todo para dejarlos entrar Los llevo hacia la cocina donde les sirvió un té a ambos, Yukari se dormía sentada entre su cansancio y por el estrés de su boda, por lo que la señora Kanzaki le ofecio el sillón y la arropo para que durmiera un rato... Van miraba todo con extrañeza mientras estaba solo en la cocina, su corazón no podía dejar de pensar en ella estaba preocupado por su salud, pero adivino que su madre querría hablar con él y así era... Cuando ella volvió a ingresar a la cocina se sentó frente a Él y sirviéndole una nueva taza de te comenzó a hablarle pausadamente --¿Así que tú eres Van?-dijo curiosa --Sí señora-Contesto él con bastante nerviosismo --Voy a ser franca contigo... me duele mucho que te lleves a mi hija de nuevo de mi lado... pero entiendo que ella lo decidió así, no me importa de donde vienes, sé muy bien que no perteneces a este mundo... Nunca puede evitar que Hitomi haya heredado los mismos poderes de sentir y presentir cosas de mi madre pero espero sinceramente que la hagas feliz y no la hagas sufrir mas-Dijo ella sin pausa --Sé que debe ser difícil para usted desprenderse de su hija, pero le aseguro que la cuidare siempre, la amo mucho y no dejaría que nada malo le sucediera--No voy a juzgar la razón por la cual no viniste mas temprano por ella... Pero por favor ya no la hagas sufrir, se enfermo por esperarte y no hizo otra cosa que llorar desde que llego, cuídala por favor, no la dejes sola, debes cuidarla es lo único que te pido--Si señora se lo prometo, no fue mi intención hacerla sufrir, le aseguro que no he podido venir antes, pero como ve, se lo prometí y siempre cumplo mis promesasLa señora Kanzaki vio la sinceridad reflejada en los ojos del Ruijin, quien hablaba amablemente y con respeto con ella, supo que su hija había hecho una buena elección, era un buen hombre que parecía adorarla por sobre todo, así que se sintió complacida y su miedo empezaba a desaparecer lentamente, Hitomi seria feliz con él... --Vamos te diré donde esta ella, pero por favor no la asustes... Todavía no esta bien, prométeme que la cuidaras muy bien de ahora en mas-dijo ella sosteniedose de el --Siempre lo he hecho y siempre lo haré, sé lo aseguro-Afirmo él nuevamente. --Eso basta para mí-

Lo acompaño hasta la habitación de su hija y al abrir la puerta vieron que estaba dormida, ambos entraron suavemente y ella se aleja en silencio dejándolos solos Una vez allí, él sintió que en toda aquella habitación podía sentirse el aroma del perfume de Hitomi, ese aroma a flores silvestres que tanto recordaba cuando estaban separados... Se acerco a la cama lentamente y se arrodillo a su lado, suavemente llevo su mano a la cara de ella y le hizo una caricia, ella se estremeció y entre sueños lo llamo --“Vannnn”Él sonríe complacido y suavemente le susurro al oído --Estoy aquí, despiértate por favor... Hitomi abrió los ojos un poco asustada y se quedo viéndolo como si se tratara de un sueño, pensando que no seria verdad le dio un pellizco en el rostro al cual él respondió gritando --¡¡AYY!! eso dueleHitomi despertó de repente asustada que su sueño hablara y lo miro a los ojos --¿Van? ¿Eres tu?-Pregunto --Si, soy yo y vine por ti... De inmediato se echo a sus brazos a llorar desesperada, él la sostuvo por un rato largo hasta que sus lagrimas se calmaban lentamente y llego la hora de las recriminaciones. --¿Por qué no viniste antes por mí? Creí que no volverías, me dolió tanto... - --Perdóname amor, quería venir antes pero en Gaea hay muchos problemas, no pude te lo juro, con Allen enfermo es imposible no ayudar... pero solo podía pensar en ti... --No vuelvas a hacerme esto, no quiero separarme de ti nunca mas... -decía entre sollozos ahogados por la angustia que había pasado. --Perdóname, me ha costado mucho separarme de ti esta vez, créeme que no fue fácil dejarte volver aquí, temí siempre que no quisieras volver conmigo--Tonto-Dijo ella comenzando a sentirse un poco mejor El tomo su rostro y enjuago las lagrimas de ella, con sus labios beso con cariño cada uno de sus ojos y por ultimo la beso con todo el amor en los labios, ella disfruto de ese beso mas que nunca ya que había pensado nunca mas poder saborear su boca, una vez que terminaron de besarse, ella vio que el también tenia lagrimas en los ojos --¿ Porque lloras?-Pregunto suavemente rozando con su mano el rostro de Van --Es que me dio mucho miedo perderte, te amo con toda el alma no podría resistir una separación mas, es terrible para mi-Dijo Van con firmeza --No te preocupes no quiero volver a sepárame de ti... nunca mas--Mejor nos apuramos, prepárate que nos vamos enseguida, en Gaea todo se complico y debemos regresar cuanto antes... --Esta bien, me cambio y nos vamos ¿Van?-pregunto intrigada como si algo no le cerraba --¿Sí?--¿Cómo me encontraste? Tu no sabias donde yo vivía--Es cierto... pero me encontró tu amiga Yukari, ella me trajo hasta aquí--¿Yukari? Pobre... con su boda mañana y preocupándose aun por mi-Dijo ella pensando en su amiga con mucho cariño y agradecimiento --Te espero abajo, cámbiate que nos vamos enseguida-Van salió de la habitación, ella comenzó a cambiarse y a armar de nuevo el pequeño bolso, una vez que se cambio bajo las escaleras y vio a Yukari plácidamente dormida en el sillón. Se acerco a ella y la abrazo diciéndole un -“Gracias”- al oído Se despidió de su mama una vez mas con un fuerte abrazo, ella se alegro de ver la felicidad en

el rostro de su hija de nuevo, aunque estaba un poco demacrado por haber llorado tanto. --Debes cuidarte hijita, que seas muy feliz, es un buen hombre y te quiere, en sus manos tienen la clave de la felicidad, que sean felices y armen una linda familia-le aconseja ella --Gracias mama, nunca té olvidare-dijo abrazándola cada vez mas fuerte --¿Vamos Hitomi?-Pregunto Van guiándola al patio Todos se encaminaron hacia el patio y una Yukari semidormida se les unió, una vez allí solo les quedaba despedirse por ultima vez --Gracias Yukari, lamento no estar en tu boda y que te hayas tomado estas molestias por mí, te lo agradeceré toda mi vida... me has devuelto la felicidad --Tenias razón en una cosa... tu “ángel” es único, cuídate... el mejor regalo para mí es saber que serás feliz.-Dijo Yukari abrazándola --Lo haré, que seas feliz tu también con Amano -Le deseo Hitomi --Mejor que la cuides, si no té las veras conmigo-Dijo Yukari amenazante a Van en forma de broma, dándole un pequeño golpecito en el hombro --No te preocupes lo haré... Adiós y gracias-Dijo el muy alegremente tomándola de la mano a modo de agradecimiento. --Que sean muy felices hijos-Se despidió la señora Kanzaki abrazándolos a los dos --No se preocupe por ella señora, la cuidare bien, es mi tesoro más preciado-dijo él --Adiós mama, té quiero mucho... -Dijo Hitomi despidiéndose por fin Una vez en un rincón del jardín Van tomo el energist que guardaba en su bolsillo, el colgante de Hitomi también empezó a brillar y la puerta entre los dos mundos se abrió una vez mas... Una columna de Luz rosada apareció, cuando Van de pronto desplegó sus alas y con ellas protegió a Hitomi a la vez que la abrazaba con fuerza. Yukari y la señora Kanzaki miraban maravilladas la escena que estaba pasando, era un espectáculo único, lentamente la luz se fue llevando los cuerpos de Hitomi y de Van desapareciendo en ese instante, luego la luz fue desapareciendo lentamente dejando a las dos mujeres mirando hacia el cielo con asombro. La señora Kanzaki dejo escapar unas lagrimas y Yukari le dijo amablemente --Ella estará bien, no se preocupe, aparte, bueno... me tiene a mí. Seré su hija adoptiva ¿Qué le parece?-dijo bromeando --Bien, pero siéndolo deberías irte a dormir si mañana pretendes casarte-Río ella --¡Uy sí!... ya me había olvidado, tiene razón vayamos a dormir--VamosYukari entro en la casa una vez mas y la señora Kanzaki la siguió, pero antes de entrar miro hacia el cielo y murmuro con placer --Espero que sean felices cuando se den cuentaRío entre sí con picardía e ingreso por fin en su casa, su hija sé había ido una vez mas Continuará segun los deseos de la Autora ^^

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II

Capítulo 14: La Batalla Final De nuevo en Gaea... una vez mas y esta vez, seria para siempre... La luz se había desvanecido de golpe, tan mágicamente como había aparecido y al abrir los ojos Hitomi se había dado cuenta que había regresado a su querida Gaea, de donde realmente sentía que nunca había debido irse. Demasiadas eran las cosas que la ataban hoy a Gaea y muy pocas las que la unían en realidad a la luna fantasma, su querido planeta tierra... Las alas de Van se iban extendiendo lentamente dejándolo distinguir donde se encontraban. Era un bosque un poco lejano, así que tomándola suavemente entre sus brazos el Ryujin levanto vuelo alejándose rumbo hacia Freid, con sus corazones muy juntos y latiendo casi al unísono. Sabiendo fehacientemente que solo juntos podían sentirse completamente felices... Nunca mas solos. Cuando llegaron hasta el palacio ya casi había amanecido. El sol mostraba sus primeros rayos bañando el rostro de ambos, que en mucho tiempo, al fin parecían estar serenos y felices. Al llegar los había sorprendido ver la gallarda figura de Allen quien estaba despierto, apoyado en uno de los balcones mientras el viento revolvía sus cabellos Sus ojos azules tenían poco brillo, tal vez estaba un poco taciturno, con la mirada perdida en el cielo azul. Ambos se acercaron lentamente para no sobresaltarlo... -- ¿Allen? -- Llamaba Hitomi con suavidad. -- ¿¡Hitomi!?... ¡Que alegría que hayas regresado de nuevo! -- Saludaba él sonriendo amablemente. -- ¿Té ha pasado algo Allen? -- Preguntaba Van extrañado al ver el rostro de preocupación que tenia su amigo, era mas que evidente que algo no andaba bien. -- No me tomen por exagerado... Pero estoy muy preocupado por Celena. No se como estará y mucho menos si será capaz de controlar al Scherezade... --- No te preocupes por ella... Sé que estará bien, es mucho mas fuerte de lo que tu crees... Confía en sus habilidades... Evidentemente, Julius debe ser muy importante para ella como para haber tomado semejante determinación y arriesgarse a entrar al palacio de Zaibach -Continuaba Van tratando de tranquilizarlo -- Para colmo... ¡Esta maldita herida que me mantiene prácticamente inmóvil!... ¡Demonios!... Millerna dice que es peligroso que me este exponiendo, que podría ser grave para mi salud... ¡¡Maldita sea!!... Justo en este momento... -- Decía enojado... pero tomando aire dio un gran suspiro y siguió hablando -- Igual le prometí a mi hijo que no expondría mi vida de no ser necesario - Decía con naturalidad y sorprendió a los dos, quienes lo miraban extrañados por lo que acababa de decir, ellos conocían el secreto sobre Chid, pero ignoraban lo que había pasado. -- Allen... ¿Tu hijo?... ¿No me digas que... ? ¿No me digas que por fin te has armado de valor y le has confesado la verdad? -- Preguntaba ella sorprendida gustosamente ante aquella noticia. -- ¡UPS!.... ¡Jajaja! ¡Sin querer me he descubierto!... Deberé tener mas cuidado con lo que digo... No, yo no le he dicho nada... Nunca me hubiera atrevido, Pero ha sido él, quien en el afán de retenerme a su lado, me lo ha confesado -- Reía Allen -- Me da mucho gusto por ti... Espero que esta vez logres ser completamente feliz, solo hace falta que Celena regrese con bien -- Exponía Van Alejada momentáneamente de esta conversación, Hitomi había entrado en una especie de transe, con los ojos fijos, vacíos, en el cielo y el corazón latiéndole muy fuerte... Una nueva visión llegaba hasta ella sobresaltándola. Muchos Guymelefs se acercaban lentamente hacia Freid... Al frente, un extraño Guymelef dorado, imponente, bien armado... dentro de el, la figura de un sicótico General envuelto en deseos de venganza. Se lo visualizaba más cruel que nunca, pero lo más extraño fue la aparición de un pequeño niño con alas, un Ryujin... que corría por una de las praderas de Fanelia...

El niño solo sonreía con felicidad, pero al darse vuelta, algo la había sobresaltado aun más... Sus ojos alegres y juguetones eran tan verdes como las esmeraldas. Al principio no había entendido lo que significaba, por lo que estaba bastante confundida, pero lo que sí era cierto era que el peligro ya estaba en camino. -- ¡Hitomi! ¡¡Hitomi!!.... -- Llamaba Van tratando de despertarla Hitomi había regresado del transe temblando como una hoja, pálida y muy asustada... solo lograba balbucear incoherencias -- ¿Estas bien mi amor? -- Preguntaba Van tratando que ella se recuperase -- ¡¡¡¡OH VAN...!!!! Vienen en camino... vienen hacia acá... Un Guymelef dorado, Van... Un niño con alas... Vienen... Muchos Guymelefs... ¡Están en camino! -- Exclamaba ella, aun temblando de terror A Van solo se le vino a la mente aquel sueño donde Folken le advertía de ese Guymelef, sabia que esta seria la batalla final y debía estar preparado... -- Allen... Por favor, cuida de Hitomi mientras voy a preparar a Escaflowne entretanto le aviso a los demás, nunca me imagine que atacarían tan temprano, pero... ¿Cómo ves?... Me he equivocado una vez mas --- Esta bien maestro Van... pero cuídate tu también... Ah... ¿Van?...Si ves a Celena por ahí, por favor... Protégela y tráela de regreso --- Lo haré Allen, no dudes de ello y... Gracias... Te dejo a cargo mi tesoro mas preciado -Expresaba acercándose a ella y rodeándola con sus brazos con infinita ternura Mientras la abrazaba sosteniéndola muy cerca de su corazón, en un susurro, le murmuraba al oído suavemente -- “Vete con Allen... Preparare a Escaflowne y antes de irme a la batalla, vendré a verte... Te lo prometo” -- Le expresaba con cariño -- “Esta bien” -- Repetía ella de la misma forma que él, respondiéndole el abrazo. Van había salido corriendo para preparar todo y ella se había quedado mirándolo hasta que se alejo tras el camino desapareciendo tras una puerta. Una gran batalla estaba por comenzar y su mente parecía querer detenerse en el momento, en donde vio aquel Guymelef dorado y su tripulante, quien demostraba estar muy furioso... Pero su mayor preocupación recaía en la vista de aquel pequeño niño con alas ¿Qué querría decir eso?... ¿Seria tal vez la figura de Van cuando era niño?... No definitivamente no era él... La verdad es que ella no entendía nada, se parecía a Van y tal vez podía ser él o tal vez seria Folken???... Pero tenia ojos verdes, enormes ojos verdes que resplandecían como esmeraldas... y eso la confundía... «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«» Celena estaba esperando el momento adecuado para entrar al castillo a rescatar a Julius... Su Julius, Aquel hombre al que amaba... Había dejado al Scherezade escondido en un granero, en las afueras de la ciudad, por eso había demorado tanto en llegar hasta el palacio. Vestida de hombre no parecía despertar ninguna sospecha. Estaba armada únicamente con la espada que le había robado a Allen y llevaba puesta una especie de vincha en la frente, como la que había usado en la época cuando era Dilandau Abatou. Pasaba fácilmente desapercibida ante la gente, nadie parecía sospechar de aquel que parecía un joven común y silvestre... Solo sus ojos azules la diferenciaban del que algún día fuera Dilandau... aquellos ojos llenos de vida... pero que hoy parecían estar mas resueltos que nunca a recuperar lo que era suyo Había llegado hasta el palacio y se colaba dentro de el de manera sigilosa, casi como una sombra... Sombra de la noche obscura que la rodeaba.

Escondida en un rincón, esperando la inminente salida de los soldados, estaba segura que en algún momento partirían y tendría oportunidad de buscarlo, pero no sabia cuando lo harían, solo le restaba esperar. Tampoco entendía de donde le salía esa extraña fuerza que la había llevado nada menos que a robarse el propio Guymelef de su hermano para cometer semejante locura. El amor había golpeado a la puerta de su corazón con la fuerza de un verdadero bólido... Julius se había convertido en lo más importante para Celena, realmente se había enamorado de Él y si él la había protegido cuando más lo necesitaba, seria ahora ella quien lo ayudaría a salir de allí, estaba decidida y convencida de ello. Espero y espero por casi toda noche completa, escondida, con frío y hambre. Pero cuando lo primeros rayos de sol anunciaban el amanecer, por fin pudo ver que los soldados se empezaban a movilizar para empezar la batalla. Le había llamado la atención un extraño Guymelef distinto de los demás. Dorado y de aspecto más robusto que los otros, supo sin duda que se trataría de un Guymelef especial, posiblemente seria propiedad del General Sergei... Escabulléndose lentamente por los pasillos del calabozo, luego de haber golpeado al soldado vigía, había llegado irónicamente a la misma celda donde ella misma había estado prisionera. Rompiendo la cerradura con un golpe de espada e ingreso dentro del calabozo, estaba oscuro y húmedo, el olor que emanaba de el le recordaba las noches de insomnio que había permanecido allí... Con horror reflejado en sus ojos, la figura de Julius se desdibujaba frente suyo. Él estaba atado con grilletes a la pared, visiblemente golpeado, lleno de cortes y heridas... latigazos aquí y allá, mostrando rastros de sangre seca en algunos lados y heridas aun abiertas en otros, su aspecto verdaderamente la había aterrado hasta el punto de creerle muerto. Se le fue acercando lentamente y en ese momento, una voz temblorosa y entrecortada surgía de aquellos sus labios quebrados por la sequedad de su boca -- ¿Quién eres?... ¿Qué quieres?... -- Musitaba disgustado -- ¿Por qué no me matas de una vez?... Ya no... ya no vale la pena vivir así... nadie me espera... mátame de una vez... te lo suplico... -- Rogaba Julius sin reconocer quien era el extraño que se le acercaba lentamente -- ¿Cómo dices una cosa así Julius? Yo sí té necesito -- Pronunciaba ella con lagrimas de amargura en los ojos Julius había abierto los ojos levantando a la vez suavemente la cabeza para reconocer en aquel muchacho, a la bella Celena quien lo miraba incrédula -- ¿Celena? ¿Es que acaso estoy soñando... o eres tu realmente? ¿Celena?... ¿Mi Celena? -Preguntaba el visiblemente emocionado con sendas lagrimas en los ojos. Realmente creía que no volvería a verla nunca mas -- Cálmate mi amor, si soy yo... y he venido a ayudarte --- ¡Estas loca!... Si te encuentran aquí, será tu fin, déjame y huye lo más rápido que puedas, si te encuentran aquí... -- Repetía él tratando de levantar la cara lo cual le era muy difícil, debido a la cantidad de golpes que le habían dado, estaba muy adolorido Celena lo había liberado de los grilletes con otro golpe de espada. Había encontrado unas llaves en manos del soldado vigía, se las había sacado al tiempo que lo golpeaba para dejarlo inconsciente. Si bien había tenido que probarlas todas hasta dar con la correcta, la verdad es que había podido encontrarla mas pronto de lo que creía Al liberarse, el cuerpo de Julius había caído pesadamente en el piso, desplomándose como un saco de patatas, apenas podía moverse. Ella lo tomo entre sus brazos apoyándolo sentado contra la pared y en un impulso de ternura, llevaba su mano a aquel rostro lastimado, acariciándolo suavemente. ¡Cuánto lo había extrañado! Él había levantado su brazo adolorido tomando la mano de Celena entre las suyas. Se la llevaba hasta sus labios para besarla. La joven había acercado su cara suavemente hasta la de el, para besarlo con ternura y pasión en los labios. Labios suaves acariciaban los de el, devolviéndoles la vida y el calor. El aroma a los cabellos de Celena le recordaba el de la hierva y con él, el deseo estar afuera con ella una vez mas, las lagrimas habían brotado de sus ojos bañándole el rostro lastimado. Ella se había

conmovido, su corazón latía con la fuerza del amor recién descubierto, cuando en un susurro le expresaba al oído -- “Te amo Julius, ya no podría vivir sin ti” -Él había sentido que su corazón daba un vuelco y que una extraña energía lo invadía de nuevo. Las piernas aun le flaqueaban, pero la confesión de Celena le había dado las fuerzas para salir adelante una vez más. Ahora si estaba seguro, ella lo amaba y no era gratitud. Se había expuesto al peligro solo por él, evidentemente lo amaba tanto como él a ella, decidiendo así que por fin era hora de luchar por su amor y dejar los sacrificios de lado. -- Gracias Celena... -- Le señalaba casi en un suspiro -- Vamos, debemos irnos antes de que nos descubran... Te ayudare, apóyate en mi a ver si puedes caminar... --- Lo intentare -Recargado sobre el cuerpo de Celena, con pasos muy lentos se alejaban por el pasillo hasta que un soldado les bloqueaba la salida saliéndoles al cruce -- ¡¡¡Pero que escena mas conmovedora!!! -- Se burlaba el soldado -- ¡Tu!... -- Le indicaba Julius reconociéndolo y señalándolo con odio Celena había levantado la mirada quedando frente a frente con aquel soldado, quien al principio se había asustado al verla tan parecida a Dilandau, pero al mirarla fijamente enseguida había reconocido de quien era aquel rostro de rasgos suaves y ojos azules. -- ¡Pero miren quien ha vuelto! La misma perra que me araño todo el rostro cuando quise tomarla por la fuerza ¡¡¡Jajajaja!!! Pero... Parece que has venido por mas... O es que acaso... ¿Te has quedado con las ganas? ¿No? -- Se burlaba él mirándola con cierto aire de superioridad -- ¿Cómo te atreves a decirle una cosa así? -- Gritaba Julius enfurecido tratándose de ponerse en pie, pero fue en vano, ya que las piernas no le respondían bien después de haber estado atado tanto tiempo con los grilletes. -- ¡Tu cállate... Comandante Hinara!... ¡¡¡Jajajajaja!!!... Apenas si puedes moverte, no vas a querer asustarme con esa pose de superioridad, que por otro lado te queda bastante mal --- El no podrá hacer nada pero yo si puedo -- Lo retaba Celena sacando su espada y amenazándolo -- No Celena, déjame a mí -- Julius intentaba ponerse nuevamente de pie, pero estaba tan débil que de inmediato caía al piso una vez más. -- ¿Así que tu te crees que me das miedo? ¡Ja!... No me hagas reír... No solo te venceré, si no que además abusare de ti delante de este idiota... Y luego, los matare a ambos -- Reía el soldado burlándose de la actitud desafiante de Celena. -- Atrévete a tocarme, si es que eres tan hombre como dices -- Gritaba Celena atacándolo mientras en sus ojos se visualizaba un ligero tono rojizo como recuerdo de un pasado que parecía volver Julius no podía creer lo que veía, ella no solo estaba atacando al soldado si no que su dominio de la espada era formidable, tan buena espadachín como su hermano Allen... Pero una duda lo atormentaba, no entendía porque cuando había estado prisionera no había hecho lo mismo ¿O es que ahora con el deseo de ayudarle a el, había renacido en ella la habilidad que tenia cuando era Dilandau? El soldado en cambio estaba aun más asombrado que Julius. Celena era muy ágil y fuerte no había podido acertarle ningún golpe y en cambio ella ya le había rasgado varias veces la ropa... Era asombrosa la transformación que había tenido En un súbito movimiento, había dado un golpe de espada al brazo del soldado, este al ver la sangre que brotaba de la herida, había entrado en una especie de estado de shock y mirándola fijamente le decía asustado. -- Tú... Tu... Tu eres... Dilandau... -- Al escuchar este nombre, Celena enfureció aun más -- ¡Mi nombre es CELENA! -- Gritaba enceguecida por el odio y la venganza.

-- Pero... Dilandau... --- Te lo repito, mi nombre es Celena, ¡CE - LE - NA!... No lo olvides -- Gritaba nuevamente y dándole un golpe de furia final le asestaba al corazón enterrando su espada en él El soldado había caído al suelo, agonizante, sobre un gran charco formado por su propia sangre, balbuceando sus ultima palabras de odio -- ¡CE - LE - NA!... Mal... maldita... seas Ce - le - na... -- Gemía habiendo dado su ultimo suspiro, suspiro de muerte, mientras fallecía por fin... Celena había regresado a ayudar a Julius, él la miraba a los ojos y de manera serena le preguntaba -- ¿Eres mi Celena o... Te has vuelto otra persona? --- No Julius... Soy tu Celena, quien quiere evitar que te pase algo. Te amo tanto que no puedo dejar que te lastimen... -Los ojos de el se llenaron de lagrimas una vez mas pero esta vez de agradecimiento y de amor. Ella había vuelto a ponerlo de pie tomándolo por la cintura y por el hombro, con un poco de esfuerzo lograban salir del palacio. Una vez fuera, habían conseguido un caballo para poder llegar hasta el Scherezade «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«» En Freid todo estaba preparado para la batalla... Van simplemente había dejado preparado a Escaflowne y se había dirigido a la habitación donde estaba descansando Hitomi. Abriendo la puerta y comprobó que ella dormía plácidamente. Estaría agotada pensó, había sido una noche larga y por mucho difícil. Acercándose lentamente y miraba su rostro adormilado, le daba mucha pena despertarla... Sonrió con placer al ver la cara de su amada, serena y sin rasgos de tristeza, se fue acercando lentamente y con suavidad dándole un pequeño beso en la frente, con la intención de que siguiera durmiendo pero fue infructuoso porque en cuanto ella había sentido los labios tibios de Van se había despertado sonriendo tranquilamente -- No quería despertarte -- Explicaba Van suavemente -- No importa, ven siéntate un momento conmigo -- Decía sentándose en la cama y con la mano dando un golpecito en la cama a su lado. -- Esta bien... Pero me debo ir ¿Lo sabes no? --- Si... por eso... Quiero tenerte un momentito para mi sola antes de que te vayas, aparte... quiero preguntarte algo que... bueno algo --- Dime...--- ¿Recuerdas si Folken de chico tenia ojos verdes? --- ¿...? ¿Qué pregunta más extraña mi amor? Siendo yo mas chico que el difícilmente pude haberlo visto cuando era niño... Pero que yo sepa, Folken tenia los ojos parecidos a los míos, color rubí... ¿Por qué la pregunta? -- Declaraba divertido con la pregunta -- No te rías... es en serio... En la visón.. también vi un niño... Un niño con alas... --- ¿Seria yo? ¿No te habrás confundido? --- No... Se que no eras tu, ese niño tenia los ojos verdes, pelo negro y una piel muy blanca --- Definitivamente no era yo, no te preocupes no debe ser nada grave --- Lo sé, no me pareció algo malo si no mas bien algo raro, por eso te pregunto... --- No te preocupes mas, todo va a salir bien --- Confío en ti, solo quiero que te cuides mucho --

-- Lo haré -En un abrazo espontáneo, se cobijaban acaramelados por un momento. Van la miraba a los ojos para besarla profundamente en los labios... Compartiendo el sentimiento de amor que brotaba con cada beso, cada caricia. Luego sonriéndole se ponía de pie para irse. -- Debo irme, descansa, espero que esto termine pronto así podremos regresar cuanto antes a Fanelia para preparar nuestra boda -Hitomi le había sonreído al escuchar esa frase y parándose de golpe de la cama se echaba de nuevo a sus brazos y le decía suavemente -- Vete de una vez sino... -- Decía riendo con picardía -- Nos vemos -- Sonreía besándola en la frente entretanto se dirigía a la puerta, alejándose en busca de Escaflowne. Una vez allí se subió en él partiendo en el modo Dragón para enfrentar a los Guymelefs enemigos... En medio de la provincia de Freid, en un bosque frondoso, se encontraron con muchos Guymelefs enemigos que estaban guarecidos allí. De inmediato se había desatado una batalla infernal, una lucha donde nadie sabia que ocurriría. El rumor de una nueva guerra corría al tiempo que se extendía el nauseabundo olor de la sangre por todo el bosque. Para Van era en extremo especial, ya que lo ponía frente a frente con el Guymelef dorado del general Sergei. Después de la impresión inicial de verle Van comenzaba a pelear con él sin preocupación, Escaflowne había movido la gran espada con fuerza, para encontrarse frente a frente con un oponente que lo equiparaba en fuerza y habilidad. -- ¿Así que este es el gran Guymelef de Hispano? ¿Escaflowne? ¿El mismo que nos había derrotado en el pasado? -- Preguntaba el general en forma de burla. -- No se porque se ríe así... ¿Qué es lo que le resulta gracioso? Mi Escaflowne es un gran Guymelef, General --- No, si no me río... Me da gusto que después se diga que mi Fénix fue quien derroto al famoso Escaflowne de Hispano... y con suma facilidad --- No se crea que me dejare derrotar tan fácilmente... Soy descendiente del los Ryujins y debo proteger el legado de Atlantis... No me rindo con facilidad. Tampoco puedo permitir que destruyan Gaea una vez mas -- Gritaba Van furioso, dando un golpe con mucha fuerza que había marcado la armadura dorada del Fénix en un costado En ese momento en el palacio todos estaban sumamente preocupados, pero Hitomi era la mas angustiada. Iba de un lado al otro con visible nerviosismo, Allen la miraba y si bien la entendía, temía que enfermara de tanta preocupación. Le había prometido a Van que la protegería y como buen caballero quería cumplir con su promesa. Millerna los acompañaba, preocupada también, ya que Driden había insistido en ir a ayudarles, aunque el no sabia manejar bien un Guymelef, era comerciante y no un soldado... La situación se volvía mas y más tensa a cada momento. -- Cálmate Hitomi, te vas a enfermar de tanta preocupación. Van me dijo que habías estado enferma, vas a recaer si no te cuidas bien --- Estoy bien Allen, gracias... No te preocupes. Fue tan solo un enfriamiento, mi mama debe haber asustado a Van, te lo juro, solo fue un enfriamiento, nada grave -- Repetía Hitomi llevándose la mano al bolsillo, recordando aquel papel que su madre le había dado cuando estaba en cama. Tomando el papel con curiosidad y lo desdoblaba para leerlo. Sus ojos se habían abierto muy grandes, sorprendidos y una lagrima solitaria había bajado presurosa por su mejilla. De pronto una visión llegaba hasta ella, transportándola nada mas y nada menos que a los bosques de Fanelia donde una figura masculina la miraba sonriente -- ¿Folken? ¿Eres tu? -- Preguntaba temerosa -- Te dije que si te quedabas con el no volvería a sentirse solo... -- Le susurraba suavemente mientras una sonrisa coronaba su rostro.

--Pero... -- Balbuceaba pensativa -- En tus manos tienes la llave de la felicidad para los dos, cuídate y espero que ambos sean muy felices, sé que lo serán... -El viento había comenzado a soplar con violencia, meciendo los árboles y haciendo caer miles de hojas al tiempo que la regresaban a la realidad... Con una voz muy tenue, melindrosa, mirando hacia el exterior y llevándose la mano al corazón solo había podido murmurar suavemente -- ¡Oh!... Vannnn... -Pero de inmediato cuando una lagrima había caído sobre el colgante, este había comenzado a brillar con fuerza, de inmediato una columna de luz la había envuelto arremolinándose sobre ella. Ante los ojos incrédulos de todos Hitomi había desaparecido una vez mas -- ¡¡¡Hitomi!!! ¡¡¡¡ Hitomi!!!!... -- Gritaba Allen tratando de detenerla en vano Al verla desaparecer así de pronto, una mala sensación le recorrió el cuerpo. Millerna y Chid se miraban sin entender. Allen golpeo con su puño cerrado el piso tratando de entender pero una gran duda lo embargaba -- “Demonios...¿Hacia donde se habrá ido esta vez? ” -- Se preguntaba sin conocer cual era la respuesta Continuara...

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II

Capítulo 15: La Explosión del Energist

Celena y Julius habían llegado con el Scherezade muy cerca del lugar donde Van y el General Sergei estaban peleando. Allí se bajaron y Celena había apoyado a Julius sobre el tronco de un árbol, dejándolo a buen resguardo de la batalla que estaba pasando varios metros delante El aun se encontraba muy débil y no podía moverse con facilidad. Sus piernas habían perdido fuerzas, pero en su corazón, una pequeña luz de esperanza lo alentaba a seguir adelante. Celena sin embargo estaba muy seria y aunque no quería dejarlo solo, sentía que debía hacer algo para ayudar a Van. -- Julius... Necesito que te quedes aquí un momento -- Decía ella mirándolo a los ojos. -- ¿Qué?... ¿Qué dices?... ¿Por qué tengo que quedarme?... ¿Y tú a donde te vas? --- Lo siento... no quisiera dejarte solo pero debo ir en ayuda de a Van, entiéndeme por favor... --- ¿Estas loca?... No tienes experiencia en batallas... ¿Cómo vas a hacer una cosa así?... No puedo permitirte que vallas y expongas tu vida de esa manera -- Le recriminaba él enojándose con Celena -- Mírame... ¿Crees que te engañaría?... No me iría si no fuera necesario, entiéndelo amor... por favor. Allen nunca me perdonaría si dejara que le pasara algo malo a Van pudiéndolo ayudar, Escaflowne es muy poderoso pero lo que tu no sabes es que Van y Escaflowne están conectados, si algo le pasa a ese Guymelef, será Van quien sufra las consecuencias --- ¿Co... Como es eso?... No puedo creerlo... -- Exponía tratando de entender lo que ella le estaba diciendo -- Soy de nuevo yo... Recupere mi habilidad, pero en el fondo sigo siendo la Celena que tu amas y de la cual te has enamorado, por favor dame la oportunidad de ayudar... Debes dejarme ir -- Rogaba ella tratando de que el entrara en razón -- Entiéndeme tú a mí... No quiero que te pase nada malo, tengo miedo... Esta vez no podré ayudarte y eso me tortura... Apenas si puedo moverme del piso... Mírame me maldigo por no poder ir yo mismo a ayudarte -Celena no podía evitar sonreír ante esta frase, porque le demostraba lo mucho que él la amaba, pero en su corazón sabia que debía ayudar a Escaflowne, si no, nunca se lo perdonaría a ella misma... Misteriosamente no sentía nada de miedo... Al contrario, un extraño valor había nacido en ella desde el momento que se había atrevido a robarle su Guymelef a Allen... -- No te preocupes por mí amor... Si te dejo aquí para que estés lejos del campo de batalla... No me gustaría que te pasara nada malo, te prometo que cuando pueda regresare por ti y volveremos a Freid ¿Estas de acuerdo? - Replicaba, mientras Julius tomaba un profundo suspiro para por fin acceder -- Esta bien... No me gusta que vallas... pero si realmente sientes que debes ir no te detendré... Si tu crees que serás útil a Van, ve... Te esperare aquí pacientemente... Cuídate mucho por favor -- Señalaba resignado maldiciendo su estado físico que le impedía poder ir el mismo a ayudarle... Celena fue acercando sus labios a los suyos para besarlo con amor. Los labios de ambos resistían tener que separarse una vez mas... Habían pasado tantas cosas juntos que realmente deseaban estar juntos, solos y tranquilos de una vez... Pero la preocupación de Celena solo venia en aumento desde que había podido ver el temible y frío rostro del general, allá cuando estaba escondida en el castillo esperando para salvar a su amado. «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«» En el campo de batalla poco a poco los Guymelefs enemigos iban siendo derrotados uno a uno pero la lucha entre Escaflowne y el Fénix seguía convirtiéndose en una verdadera batalla a muerte. Van era un espadachín realmente muy hábil y eso estaba molestando al general hasta el punto de ponerlo muy nervioso. Aunque trataba, no podía asestarle casi ningún golpe con la espada y el único que había podido darle, apenas había impactado en él, haciéndole apenas un rasguño. Estaba cada vez mas furioso ¿Como aquel joven de apenas 17 o 18 años iba a poder

con alguien como el que tenia mucha experiencia?... Era totalmente inadmisible... En valle donde se realizaba la batalla solo se escuchaban los golpes metálicos de las espadas al chocar. Una lluvia de chispas provenientes de la gresca había iluminado por momentos ambas armaduras. Un rumor frío helaba sus almas, rumor de muerte, ese que se podía sentir en la piel, que helaba a todos por igual. Aquel frío que traía la muerte de tantos, la de aquellos quienes no habían podido salir victoriosos de la batalla... El olor a sangre inundaba el ambiente, mientras el general se reía sarcásticamente a medida que luchaba y eso hacia que Van se enfureciera mucho mas, golpeándolo con mas y más fuerza... En ese momento cuando todo era tenso y difícil, el energist de Escaflowne había comenzado a brillar con una fuerza increíble, el Fénix se echaba hacia atrás sin llegar a entender, una luz rosada apareció de repente y dentro de ella, una confundida Hitomi, que quedaba así en el medio de ambos Guymelefs... Al verla Van visiblemente asombrado se había quedado desconcertado -- ¿¿¿HITOMI???... -- Gritaba Van asombrado desde la cabina Hitomi reacciono algo aturdida y al verse en el medio de los Guymelefs corriendo peligro, había decidido correr a refugiarse en un bosque cercano. El general, sin embargo, al verla recordó quien era y supo que ella seria su carta de triunfo... Si una vez Van Fanel había saltado por la ventana para salvarla, también correría el riesgo por protegerla y seguramente el se desconcentraría. Van no podía entender nada, estaba visiblemente alterado y confundido. Su cabeza no podía deducir porque Hitomi había aparecido ahí de repente. Estaba muy preocupado también, si ella estaba cerca, podría salir herida en la batalla y eso lo asustaba -- Esa mujer... es ella... -- Especulaba el general -- Ella será mi salvación, él tratara de defenderla y sé desconcertara lo suficiente para que lo pueda golpear con la espada -La montaña dorada que era el fénix se movió en dirección donde estaba Hitomi. Pero Van le leyó las intenciones al general por lo que fue rápidamente tras él... Pero el sin embargo se dio vuelta y levanto su espada en alto, al bajarla con la rapidez que lo caracterizaba, le asestaba haciéndole un corte grande al brazo de Escaflowne, provocando de esta manera, que Van lo sufriera también Gracias a esa química que lo unía con su Guymelef sentía un dolor muy grande en el brazo, el cual había comenzado a sangrar... Era verdad... el miedo a que atrapara a Hitomi lo estaba desconcentrando. Van debía cuidarse si no quería salir mal herido, una distracción mas podría costarle la vida. De nuevo se desataba un combate a muerte entre los dos Guymelefs. Hitomi estaba aterrada, se había escondido tras unos árboles cercanos mientras que sentía que el miedo le había helado la sangre. Irónico destino que primero le daba la mayor felicidad y ahora la tenia exponiendo no solo su vida sino también la de su amado. En su cuello el colgante brillaba con fuerza, como tratando de infundirle valor y coraje. Solo podía pensar fuertemente en Van, sintiéndose conectados, como si entre ellos existiera un lazo invisible que los conectaba mas allá de los sentidos, haciéndolos uno solo. Incluso cuando estaban separados se sentían juntos. El brazo de Van iba perdiendo fuerza lentamente, aletargándose por momentos, producto del corte que le había hecho el general. Sangraba profusamente y le dolía cantidad. En eso, cuando el general estaba por darle un golpe de espada por la espalda, Hitomi presintiendo le grito -- ¡¡¡¡¡¡¡ TEN CUIDADO VAN !!!!!!! -El colgante brillo con una fuerza única y en ese momento el corazón de Escaflowne brillaba con la misma intensidad también. Van recupero de pronto sus fuerzas y de un golpe seco destruyo la cabina donde estaba alojado el general, dejándolo así muy mal herido con el Guymelef prácticamente destruido. Aquel Guymelef dorado que parecía tan impresionante se desplomaba lentamente hasta yacer en a la tierra, derrotado, como una tremenda montaña de hojalata inservible. Por fin se acabarían los problemas pensaba Van, entretanto el Fénix se derrumbaba lentamente, vencido...

Alojado dentro de la cabina de Escaflowne Van respiraba agitado, recuperándose del gran esfuerzo que acababa de hacer. había entrado en una especie de estado de Shock, cuando al levantar su mano se la vio completamente ensangrentada... Mirando alrededor y las paredes de la cabina parecían sangrar también, un miedo frío se metió en su corazón cuando había podido ver el rostro de Hitomi, sangrando, y su cuerpo desmayado y sin vida... Intento gritar pero ninguna palabra parecía escapar de sus labios... Las lagrimas comenzaban a resbalar de sus ojos casi sin pedir permiso, cuando un pequeño niño alado le extendía la mano sin decirle una sola palabra. Parecía querer rescatarlo por lo cual se había asido de ella con fuerza, podía sentir el viento que golpeaba su rostro, como si el niño lo guiara muy lejos de allí... No pudo ver su rostro pero si el brillo de sus ojos... Verdes... Tan verdes como las esmeraldas... En ese momento se vio de regreso en la cabina, solo tenia el brazo herido y desde el bosque Hitomi lo miraba intrigada llamándolo insistentemente para que saliera. De pronto y sin saber porque, el energist de Escaflowne, estallaba en miles de pedazos volando así los fragmentos por todas partes Él fue de golpe expulsado de la cabina, cayendo a la tierra, confundido y asustado, sin llegar a comprender bien que era lo que estaba pasando... Al darse vuelta pudo ver como Escaflowne, ahora sin el energist se desplomaba lentamente de la misma forma que el Fénix del general... Con el brazo herido y sangrando, solo atinaba a correr en busca de Hitomi. Una vez que había llegado hasta ella se había quedado parado mirándola con extrañeza Se lo veía sencillamente feliz, corriendo rápido para refugiarse en los brazos de su amada, creyendo que todo lo malo por fin había terminado para los dos. -- ¡¡¡Vannn!!!... Mi Van ¿Estas bien? -- Preguntaba ella al mismo tiempo que le llenaba de besos la cara casi sin dejarlo respirar y mucho menos responder... Como deseaba por fin ser feliz con él... -- Si mi amor -- Decía contestando a aquellos besos -- Estoy bien pero... no entiendo... ¿Tu aquí?... ¿Escaflowne?... no entiendo -- Balbuceaba confundido aun -- El energist exploto... no sé que sucedió --- Yo solo sé que pensé en ti, el colgante brillo y me trajo hasta tu lado --- Bueno no importa lo que haya pasado, lo bueno es que estas bien y a mí lado -Solo había atinado a abrazarla con toda fuerza que su corazón le permitía, dejando de prestarle atención a la montaña de ruinas color doradas. Creyéndolo derrotado y muerto no le importo el General, lo sentía vencido al fin. Pero en ese momento una figura siniestra emergía desde la cabina dorada del fénix, un General muy mal herido, pero no muerto, escapaba de su supuesta tumba para tomar revancha. No estaba muerto ni mucho menos, las heridas aun no lo vencían, su sed de venganza era imparable. Salió de los escombros con la espada en la mano, caminando silenciosamente hasta acercarse lo suficiente para atacarlos, pero una vez mas el don de Hitomi presentía su presencia Con ambas manos dio un empujón derribando a Van hacia un costado, salvándole así la vida... pero quedando ella en el camino de la espada. -- ¡¡¡¡¡¡¡¡Cuidado Van!!!!!!!!! -- Gritaba al tiempo que la espada del general perforaba su estomago en un corte limpio, quizás letal. -- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ HITOMI !!!!!!!!!!!!! -- Gritaba Van desesperado al ver que aquella espada la hería En ese momento Van había corrido hasta su lado, cayendo en la tierra sobre sus rodillas, con lagrimas de furia reflejadas en sus ojos color rubí. Su rabia seguía creciendo a medida que el general reía, burlándose así de la situación y creyendo por fin que había derrotado al joven Rey de Fanelia y a la chica de la luna fantasma... -- Te lo advertí, Van Fanel, yo no me doy por vencido tan fácilmente -- Reía complacido por su hazaña -- ¡¡Maldito!!¡¡ Maldito y mil veces maldito!! Me las pagaras... Te juro que me las pagaras Van lucho con su espada hasta que en un golpe derribo al general hasta dejarlo semi inconsciente, enseguida volteo para ver a Hitomi quien seguía tirada en el piso. Rompiendo su camisa la vendo tratando de detener la sangre que brotaba de ella. El miedo se reflejaba en su rostro confundido, no podía perderla una vez mas. Estaba tan preocupado por ella que no se había dado cuenta que el general se había levantado, tomando la espada de Van que yacía en

el piso abandonada. Se fue acercando lentamente a la pareja y cuando el general se preparaba para terminar con la vida de Van, una nueva espada se interponía en su camino. Levanto la mirada para encontrarse frente a frente, con aquel extraño que la empuñaba y lo miraba desafiante. -- No tan rápido general... primero deberá pelear conmigo -- Le gritaba aquel joven al cual reconoció de inmediato asombrándose y temiéndole un poco -- ¡¡¡Dilandau!!!... -- Expresaba reconociendo aquella voz y aquella forma de empuñar la espada, era indudable, esa mirada fría y desafiante no podía ser otra que la suya... -- ¿Otra vez?... Mi nombre es Celena Schezard, no Dilandau... que no se le olvide, Celena... --- ¡¡¡Jajajajajajaja!!!... ¿Y crees que podrás derrotarme tan fácilmente, Celena Schezard? Decía el despectivamente, burlándose de ella y de su nueva postura de batalla -- Vera que si... Me va a pagar caro el haberme dejado encerrada en ese calabozo y también lo haré pagar por como ha torturado a Julius... No lo perdonare... -- Le gritaba desafiante -- Sigo pensando que te deberían haber llevado los del laboratorio de Zaibach... Lamento también que hayas engañado a Julius volviéndolo en mi contra... Mi mejor soldado... Irónico... Eso no solo te lo perdonare sino que te derrotare y luego seguiré con tu querido hermanito... Aunque si el no fue capaz de derrotarme... ¿Que te hace creer que tu si lo harás? --- Yo lo odio aun más que él... Así que las razones me sobran para querer matarlo -Terminando de decir esto se dio la vuelta y se dirigió hacia Van -- ¿Van?... Lleva a Hitomi a Freid cuanto antes, Millerna debe verla rápido para poder curarla, es mejor que te vallas... rápido -- Gritaba ella dándole una orden Van asintió, le daba pena dejar a Celena sola... pero Hitomi estaba perdiendo mucha sangre y temía perderla, también el estaba herido y su brazo aun no le respondía completamente. Extendió sus alas y tomándola entre sus brazos levantaba vuelo en dirección al palacio de Freid, poco después desaparecía así de la vista de ambos y del peligro. Hitomi se había desmayado, pero al sentir el viento frío en sus mejillas estaba reaccionando. Se la veía muy pálida y desmejorada, toda su ropa estaba bañada en sangre. Él la había vendado con los jirones de la tela de su camisa para tratar de detener la sangre pero esta continuaba aun escapando de su cuerpo... Con apenas fuerza y un hilo en la voz lo llamo de una manera muy suave, casi susurrando. -- ¡Vannn! - Gemía apenas -- No hables Hitomi, has perdido mucha sangre, te estoy llevando con Millerna para que te cure, te pondrá bien... -- Susurraba sintiendo que la garganta se le hacia un nudo -- ........... -- Ella apenas podía articular los labios... -- Cálmate por favor amor, falta poco -- Indicaba tratando de reconfortarla, pero ella lo interrumpió con sus lagrimas -- No... no es eso Van... él bebe... Es él bebe... -- Gemía sollozando desesperada Van no comprendía lo que ella le quería decir y pensaba que estaría muy confundida y delirando por la herida -- Cálmate amor, no te esfuerces mas, en realidad no entiendo lo que quieres decirme... --- Van... óyeme por favor... No dejes... No dejes que nuestro bebe muera, te lo suplico... -Rogaba gimoteando Él sintió que su corazón se le detenía, un frío le recorrió el cuerpo dejándolo inmóvil, mientras que sus alas parecían detener su vuelo. Pero no llegaba a comprender del todo lo que ella quería decirle, mirándola por un instante sus ojos le devolvieron dolor y pena mientras que el viento revolvía sus cabellos alborotándolos, no quería perderla la amaba demasiado para eso... Intrigado le pregunto por lo que acababa de oír -- ¿Qué dices Hitomi? No entiendo bien que quieres decirme... --- Estoy... estoy esperando un bebe... tuyo... nuestro... No dejes que se muera... -- Imploraba sollozando

El rey de Fanelia se había quedado sin habla, sentía un nudo el estomago y un enorme peso en el corazón, no solo su amada estaba en peligro sino su futuro hijo también. Batiendo sus alas con mucha mas fuerza apresuraba así la marcha, mientras a lo lejos divisaba la silueta del nuevo castillo de Freid. Ella se había desmayado de nuevo por lo que debía llevarla lo mas rápidamente posible para poder salvarles la vida a ambos. «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«» Entretanto Celena y el General seguían luchando mas y más. Sergei estaba admirado de verdad por la habilidad de su contrincante. Era buena, realmente muy buena, debía reconocerlo tan buena como su hermano, pero él sentía que no podía perder y mucho menos con una mujer, por mas que fuera una excelente espadachín. Pero todos estos pensamientos solo lo desconcentraban cada vez mas, hasta que ella obtuvo el control de la pelea y de un golpe certero perforo su corazón dándole así una muerte instantánea. -- Eso fue por mí, por Julius y por haber herido a Allen... ¿A qué nunca creyó que esta chica vulnerable podría derrotarle? -- Decía Celena con los ojos fríos llenos de rencor, observando también como un charco de sangre salía debajo de la figura inconsciente del general. -- ¡¡¡ M-a-l-d-i-t-a !!! - Expiro por ultima vez y murió al instante Celena se fue corriendo en dirección de Julius, ya quería volver al palacio cuanto antes para que él pudiera ser curado también. Satisfecha por haber llevado a cabo su venganza, sonrío complacida... La batalla al fin había terminado... «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«» Van había llegado al palacio cargando a Hitomi entre sus brazos y llevándola con Millerna, se sentía muy preocupado y agobiado, las palabras de ella solo resonaban en sus oídos una y otra vez mientras que su corazón latía con fuerza... -- “Un bebe”-- Pensaba... ¿Cómo podía ser tan feliz y estar tan triste a la vez?... Realmente estaba preocupadísimo y también asustado. Hitomi había perdido mucha sangre en el camino... Esta vez tenia mucho miedo de perderla sin remedio y eso lo torturaba. Sentado en aquellos largos y solitarios pasillos, afuera de la habitación donde estaban curando a su amada se llevaba las manos a la cabeza Cabizbajo, deprimido y pensativo sentía que las lagrimas escapaban de sus ojos sin remedio, tratando de así de menguar su pena y su dolor. Se sentía culpable, ella le había salvado la vida arriesgando la suya propia. Por otro lado Celena también había regresado al palacio y estaba muy preocupada por la salud de Julius, si bien ellos habían regresado con la buena noticia del final del general y por consiguiente de la guerra, la verdad es que el aun estaba muy débil por todo lo que él había vivido encerrado en los calabozos de Zaibach, las torturas habían dejado su cuerpo mal trecho. Lleno de golpes internos y cortes, aunque lo peor eran los golpes en las piernas, apenas podía mantenerse en pie, sus piernas no podían soportar su peso... A pesar de la felicidad que les daba el final de la guerra en el palacio, no podían ponerse todos felices hasta que tanto Julius e Hitomi mejoraran, cosa que por el momento sé veía bien lejana... Allen estaba todavía enojado con su hermana por el robo del Scherezade, no por el Guymelef si no por el riesgo que había corrido y encima sin decirle una sola palabra. Caminaba en su búsqueda cuando la había encontrado deambulando en el pasillo caminando a buscar agua. La tomo con fuerza del brazo sentándola de un tirón en el sillón -- ¡Ay! Hermano me lastimas... me haces daño... ¿Pero que te pasa?... -- Rezongaba ella masajeándose el brazo -- Debería darte una paliza por lo que has hecho... Como si fueras una niñita inconsciente... Porque eso es lo que me parece... ¿Cómo te atreves a irte sola a combatir?... Te robas mi Guymelef, te vas sin decir nada, exponiendo tu vida... ¿Tu crees que a mi no me importa nada

lo que te pase? -- Le apuntaba con un tono de voz un tanto alterado, estaba muy enojado por la actitud de su hermana -- Perdóname Allen... no quería preocuparte, enserio... Pero era algo que debía hacer y hacerlo por mi misma... No debí robar el Scherezade pero... ¿Tu me entiendes?--- Estas loca hermana... de verdad que si... Y aun estoy muy enojado contigo como para proseguir con esta conversación - Gruñía enojado -- Allen... Te guste o no soy una Schezard... Ser espadachín es algo que llevamos ambos en la sangre, algún día también fui un loco espadachín llamado Dilandau... --- ¿A que viene eso ahora? --- A que recupere mi pasado, por fin me cure... por fin lo acepte, soy Celena Schezard pero soy una espadachín... Como tú y puedo defenderme sola, sin tu ayuda --- Van me dijo que tu derrotaste al general... pero es que no quiero que te expongas. No soportaría perder a mi hermanita una vez mas, mucho menos en una batalla --- Esta bien... no te preocupes, solo lo hice porque fue necesario, pero de ahora en mas volveré a ser la misma Celena de antes, te lo prometo... -- Explicaba dándole un beso cómplice en la mejilla y calmando un poco la ira de Allen Ante aquel gesto inocente, el no pudo hacer otra cosa que sonreír, su enojo se iba diluyendo lentamente, sonriendo esta vez y en un tono mas calmado le preguntaba -- ¿De verdad lo quieres? --- Si, mucho... -- Afirmaba -- ¿Espero no tengas objeción porque solo por el hecho de que el solo es un simple soldado? -- Explicaba ella sonrojándose levemente ante la afirmación de sus verdaderos sentimientos. -- No hermana... Para nada, Julius es un gran hombre, si se quieren esta bien para mí... Solo deseo que tu seas completamente feliz --- Lo soy... gracias Allen... -- Celena se había abalanzado sobre su hermano para estrecharlo un abrazo efusivo -- En cuanto estemos seguros de que Hitomi estará bien, partiremos rumbo a Asturia así que prepárate y prepáralo para viajar en las camas del Crusade --- Esta bien eso haré... ¿Y tu?... ¿A donde ibas?... --- Tengo que hablar con Chid para luego partir, en Asturia hay alguien que me esta esperando Diciendo esto Allen tomaba el medallón de Eries con su mano y sonreía con cierto placer. Celena comprendió muy bien lo que significaba esa sonrisa y se encamino de nuevo hacia la habitación de Julius. «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«» Van seguía esperando alguna noticia de la salud de su Hitomi. Sé había mantenido sentado en la misma posición por mas de dos horas cuando Driden, viendo lo apesadumbrado que estaba se le había unido a la espera de noticias Casi sin hablar, compartiendo el silencio, Driden vio caer unas lagrimas al piso y en un gesto paternal llevo su mano al hombro del Ryujin tratando de darle así un poco de consuelo -- No entiendo... -- Balbuceaba Van -- ¿Que cosa Majestad? -- Preguntaba curioso el Rey de Asturia, siendo que esa era la primera frase que Van decía después de casi tres horas -- Porque... ¿Porque tuvo que aparecerse Hitomi allá, en el medio de la batalla?... Yo la creía a salvo aquí... Estaba seguro que estaba bien y ahora... sin embargo -- No pudo seguir hablando, el dolor lo frenaba

-- No lo se Van... simplemente desapareció misteriosamente como las otras veces, no pudimos hacer nada solo paso ahí delante de nuestros ojos, igual que las veces anteriores... -- Le explicaba el Rey de Asturia -- Ahora ni siquiera puedo enviarla de regreso ¿Sabes?... El energist exploto en mil pedazos --- Que raro... ¿No? ¿Que habrá pasado? -- Se preguntaba Driden -- ¿Sabes que es lo peor?... Ella arriesgo su vida por mí, me salvo la vida y ahora ambos están en peligro... --- ¿Ambos? -- Driden no entendía que le quería decir Van -- Ella... ella esta esperando un hijo mío... -- Decía él con lagrimas en los ojos Driden no supo que contestarle, era muy difícil darle una respuesta sin brindarle falsas expectativas Él había visto a Hitomi y comprendía perfectamente lo mal herida que estaba, realmente estaba muy mal. Van había empezado a llorar con mas fuerza, sin consuelo, nadie lo había visto llorar nunca así que Driden se sorprendió viendo a aquel Joven tan fuerte que se derrumbaba a medida que pasaba el tiempo y no se tenían novedades de ella... En ese mismo momento había salido Millerna de la habitación, con visible cara de preocupación. -- La herida es profunda, pero por suerte no ha cortado ningún órgano vital, el problema es que ha perdido muchísima sangre. Ella estará bien cuando le hagamos una transfusión y recupere un poco sus fuerzas --- Toma la mía, yo le daré de mi sangre -- Suplicaba Van ofreciéndose y extendiendo su brazo -- Pero tú estas herido también, no es conveniente -- Decía ella -- No importa Millerna te lo suplico, dale de mi sangre -- Rogaba Van -- Amor... -- Interrumpía Driden -- Creo que debes saber que Hitomi esta esperando un bebe... -La cara de Millerna se tenso nuevamente, aun más preocupada que antes, sabia que ella se podría salvar pero no sabia a ciencia cierta que es lo que podría pasarle al bebe. Tomando una bocanada de aire, pensando también en su propio bebe, mirando a Van a los ojos y le explicaba sinceramente -- Debes entender que es muy probable que él bebe no sobreviva... Ella predio mucha sangre, habrá que esperar... No puedo decirte mas nada, lo lamento Van... Pero realmente solo resta esperar a ver que es lo que pasa... No quisiera ser tan dura pero no deseo crearte falsas expectativas -Van asintió con la cabeza, de algún modo sabia que todo dependería del destino que tenían marcado. Aquel destino que parecía querer jugarles una mala pasada una vez mas, pero en su corazón hubiera deseado oír respuestas algo más alentadoras. Millerna lo llevo hacia la habitación donde le hicieron la transfusión a Hitomi. La sangre de Ryujin corría por las venas de ella con fuerza y vigor. Ahora solo restaba sentarse a esperar... «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«» Celena mientras tanto esperaba que Julius despertara, ya se lo veía mejor pero aun estaba bastante débil. Él estaba abriendo lentamente los ojos, tomando conciencia de que estaba en una de las habitaciones del palacio de Freid, cuando girando el rostro se encontraba con una cara muy alegre que lo miraba juguetona -- Al fin despiertas... ¿Ya te sientes mejor?... -- Preguntaba ella con una bella sonrisa en los labios -- Sí, gracias... pero... ¿Qué paso?... Solo se que me dormí... Te habías ido y me quede dormido por el cansancio que traía, no recuerdo mas nada... solo que desperté aquí --- La batalla termino, estamos aquí juntos... Vencimos al general... --- Menos mal -- Suspiraba aliviado y sonriendo continuaba -- Así nos dejara en paz de una vez

por todas --- Ahora volveremos a Asturia y estaremos juntos para siempre -- Decía ella acariciándolo con suavidad -- ¿No te importara casarte con un simple soldado? -- Le cuestionaba el ante su gesto amable Celena se enojo un poco al oír esto, pero decidió demostrarle lo mucho que lo amaba con un apasionado beso. Acercándose a sus labios lo besaba con una pasión descontrolada, tan efusivamente que casi sin poder respirar él intentaba recuperar el aliento, ella bromeando le continuaba diciendo -- ¿Responde eso tu tonta pregunta? O... ¿Necesitas un beso algo mas intenso para darte cuenta de lo mucho que te amo?--- No... ¡¡¡jajajaja!!!... Tienes razón... te amo, eso es lo único que me importa, voy a hacerte muy feliz, ya lo veras, aunque no me importaría que me besaras otra vez de esa manera -Celena sonrío complacida, al fin había encontrado la felicidad, lo increíble es que estaba en manos de aquel quien alguna vez había sido su carcelero y que ahora representaba su primer y único amor «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«» Chid y Allen se habían reunido en la biblioteca del palacio, lejos de las miradas curiosas de algunos que no entendían la afinidad del Joven Rey con el Primer caballero de Asturia Allen debía regresar a Asturia, pero esta vez no quería dejar a su hijo solo, se debatía entre lo que realmente sentía por él y lo que debía hacer Sabia que de quedarse podría meter a su hijo en problemas, la gente empezaría sospechar y comentar la extraña relación entre ellos, mas que se veía a lo lejos, el parecido físico entre ambos. -- Hijo, siento decirte esto... pero debemos volver a Asturia -- Decía Allen mirando al pequeño Rey con toda la ternura en el corazón -- Me gustaría que te quedaras un tiempo conmigo -- Rogaba Chid sin ocultar que sus ojos se llenaban de lagrimas por la partida de aquel padre al que acababa de recuperar. -- Me encantaría quedarme contigo hijito... Pero eso te puede traer problemas, con el tiempo sospecharan que no eres el verdadero heredero del Rey... Entiéndelo es mejor así. Igualmente esto no significa que no vamos a volver a vernos, es una partida, pero no definitiva --- Es que acabo de recuperarte y... ¿Es que ya debo perderte una vez mas?... Me rehúso a dejarte ir otra vez, quisiera que te quedes conmigo para siempre -- Decía él corriendo a refugiarse en los brazos protectores de su verdadero padre -- Esta vez no me perderás, solo me iré a Asturia, pero volveré a verte pronto... Por otro lado me encantaría que me visitaras en Palas también... Ahora que te tengo tampoco quiero perderte - Suspiraba Allen sonriendo -- Oh Papa... -Un Chid muy emocionado se refugiaba en aquellos los brazos paternales que lo envolvían con ternura, en ambos se veía la felicidad reflejada en el rostro. Allen no podía de dejar de sentirse muy emocionado mientras abrazaba a aquel pequeño. Sus manos lo rodeaban con una ternura tan grande que había llegado a su corazón. En aquellos ojos veía reflejada la mirada de esa hermosa Dama quien había sido su gran amor, Marlene. -- ¿Cuándo té iras? -- Preguntaba Chid enjuagándose las lagrimas con la mano -- Ni bien Hitomi pueda viajar en el Crusade, los llevare hasta Fanelia y luego volveré con Millerna y Driden a Asturia. Allí tengo que ver a alguien, una persona que me esta esperando --- Te voy a extrañar, me acostumbre a tu compania... Me gusta de verdad estar contigo --- Yo también te extrañare y espero volver muy pronto para estar contigo una vez mas --

Expresaba abrazándolo otra vez, mientras entre los dos se imponía aquel sentimiento tan especial que era saberse padre e hijo Mientras la noche llegaba a Freid, Van se recuperaba de la transfusión sentado en un sillón. Con el brazo ya vendado por el corte se había hecho en la batalla, sé había acomodado en el sillón al lado de la cabecera de la cama, donde se reponía Hitomi. Respiraba algo entrecortado mientas su mirada se posaba en aquel frágil cuerpo que yacía inconsciente... Se puso a observarla detenidamente, estaba muy pálida y sus labios parecían secos y sin color. quería Ver sus ojos verdes, quería verla sonreír otra vez... y en ese momento lo supo, aquel niño alado, el mismo que Hitomi había visto en sus sueños, Aquel de los ojos verdes era su propio hijo... El que lo había rescatado de la cabina de Escaflowne era el... Su hijo Ella aun no había despertado En aquella habitación donde reinaba el silencio y la oscuridad, solo se escuchaban caer las lagrimas de Van, quien sosteniendo el colgante de ella, seguía muy angustiado esperando que Hitomi despertara. Continuara....

LA VISIÓN DE ESCAFLOWNE II

Capítulo 16: Alas de la Esperanza Van aun no podía recuperarse del shock sufrido por lo que Hitomi le había confesado. Ya habían pasado horas desde que habían llegado al castillo y algunas mas desde que Millerna le

había hecho la transfusión pero ella aun no se había recuperado. Había sido una noche larga y difícil, de esas que uno no quiere recordar jamás... En aquel sueño profundo ella se veía en una pradera, era un llano con algunos árboles distribuidos sin mucho sentido, el viento acariciaba los pastizales cercanos haciéndolos ondear alegremente, el aroma de las pequeñas flores blancas le recordó aquel bosque cercano a Fanelia. Lo había sentido en la piel, estaba en Fanelia. Hitomi apresuro la marcha empujada por un sentido que ni ella conocía, dejándose llevar hasta dos figuras que la miraban a lo lejos. La figura atlética de Folken podía reconocerse, su cabello también flotaba en el viento mientras que un par de alas, protegían a la otra figura con cariño... Ella se fue acercando lentamente, pero cuando se encontraba a tan solo dos metros de ambos se detuvo, La pequeña figura que se liberaba de los brazos protectores de Folken le sonrió Otra vez el... el pequeño Ryujin de ojos verdes.... -- “¿Folken?” - Murmuraba sorprendida acercándose -- “Te dije que si te quedabas a su lado no volvería a estar solo... Vuelve con el Hitomi... - Le decía él mientras la miraba con esos ojos color rubí que ella tanto admiraba en Van, los hermanos se parecían bastante aunque a veces no lo pareciera -- “Pero yo... Yo...”--- Debes ser fuerte... Solo tu puedes hacerlo... - Le decía el pequeño niño Ella dirigió su vista al chico, sus pequeños ojos verdes le recordaron los suyos pero el brillo que tenían era el mismo que el que tenia Van, lo supo entonces... La piel del niño era blanca y resplandecía con un halo mágico. Con la mano extendida lo acaricio para poder sentir su piel... Unas lagrimas corrieron por su rostro atormentado, no pudo reprimir sentir un escalofrió cuando trato de volver a hablar -- “¿Tu?... ¿Tu eres...? - Gimió mientras su mano apenas tocaba el rostro -- “Regresa a el... Papa te necesita... No te preocupes mas por mí... Yo estaré bien con el Tío Folken... Debes ser fuerte, mamita... Las palabras de niño azotaron su corazón como un golpe cuando en ese mismo momento la sensación de que estaba cayendo por un precipicio la estaba asaltando de repente... Vacío total e impensadamente la oscuridad eterna... Hitomi todavía no había abierto los ojos, cuando el sol de la mañana comenzaba a entrar indiscretamente por la ventana. Van dormitaba apoyado en un costado de la cama, aun sentado en aquel sillón, en ese instante una vocecita suave, sutil, casi imperceptible, se escuchaba retumbar en aquella habitación -- ¿Vannn?... -- La voz tenue de Hitomi sonaba suave y desganada, pero él la había oído al instante despertándose enseguida. Mirándola a los ojos con ternura le sonreía por fin -- Aquí estoy mi amor... Al fin te despiertas, que alegría... -- Decía emocionado con lagrimas en los ojos, tratando de no transmitirle su miedo a ella... -- ¿Qué ha pasado?... ¿Y él bebe?... ¿Esta bien él bebe?... -- Van se helo al oírla ¿Qué contestarle? Seria mejor decirle la verdad... Definitivamente ella soportaría mejor una dura verdad que una cruel mentira. -- No lo sabemos aun, has perdido mucha sangre y tal vez... -- Ella le había tapado de inmediato la boca con la mano para no permitirle que continuara hablando. -- Esta bien... Prefiero que no me digas nada --- Pero Hitomi... Yo no sabia que esperaras un hijo mío... ¿Porque no me lo has dicho antes? ¿Porque me has ocultado algo tan importante para los dos? -- El no tenia intenciones de hacerlo pero involuntariamente la estaba recriminado, para él había sido un mal momento pesar en resignarse a perderlos a lo dos... v -- Porque no lo sabia Van... Me entere al leer la nota que él doctor le había dado a mi mama cuando me enferme allá, cuando lo leí solo me emocione y pensé en ti, así fui a dar en el medio de la batalla -Ahora si todo se estaba aclarando en la mente de Van, el hecho de que ellos pensaran uno en el otro los había expuesto a ambos... El energist solo concedió el deseo que ambos tenían de

estar juntos. ¿Hasta tal punto era fuerte esa unión que tenían? Todas estas cosas no evitaban que se sintiera aun más deprimido y desconsolado que antes al saberse el también culpable de lo sucedido, rompiendo en llantos en ese momento solo balbuceaba "perdón" mientras besaba con ternura su mano --Ya no llores Van... me pondré bien... estaremos bien, sé que el también estará bien -- Decía ella extendiendo su mano para acariciarlo --No sé que habría pasado conmigo si a ti te pasara algo ¿Lo entiendes?... solo sé que te amo... ---Sé que me amas, de eso estoy segura... ¡¡Oh Van!!... ¿Porque tenia que pasar esto justo ahora?-Hitomi se llevo la mano al rostro muy compungida, el sabia bien que estaba muy deprimida así que trato con todas sus fuerzas de reponerse y sentándose a orillas de la cama la abrazaba con cariño. En un angustioso silencio, ninguno de los dos podía hablar, solo se quedaron así escuchando sus corazones latir, abrazándose y llorando hasta que ambos se quedaron sin lagrimas que derramar Una vez mas calmados ella volvió a hablar... -- ¿Van?... ¿Se termino la batalla? ¿Que sucedió? -- Preguntaba ella recordando la cara vengativa del General -- Si al fin termino todo, la paz volvió a Gaea una vez mas y esta vez creo que para siempre --- Quiero volver a casa... -- Van se desalentó al oírla pero la entendió a la perfección -- Lo siento aun no puedo enviarte, el energist exploto, deberé conseguir uno nuevo --- No... no entiendes... Quiero que volvamos a Fanelia... ese es mi único hogar... Junto a ti --- ¿Enserio?... Pensé que querrías volver con los tuyos -- Expresaba un poco aliviado -- Van... Tú eres mi mundo... entiéndelo, solo quiero estar junto a ti -Van la abrazo con fuerza evitando tocarle las heridas, pero la verdad es que su respuesta lo reconfortaba y llevaba sosiego a su corazón, se la escuchaba muy decidida y sabia que ambos serian felices en Fanelia -- Allen quiere partir mañana mismo, si te sientes fuerte como para viajar, nos iremos cuanto antes, él nos llevara a Fanelia y luego viajaran hacia Asturia --- Esta bien viajaremos... Ya quiero volver allí... a nuestro hogar...¿Van? ¿Puedo preguntarte algo? --- Dime - Asentía reflejándose en los ojos verdes de ella -- ¿Te va a dar gusto ser padre? -- Preguntaba ella mirándolo inquisidoramente a los ojos -- No creo que debamos hablar de eso ahora -- Contestaba el fríamente evitando su mirada -- Contéstame por favor, no quiero que me evadas... -- Van tomaba una bocanada de aire, suspirando largamente para balbucear su respuesta -- Tu sabes que yo estoy solo en el mundo, mis padres murieron y mi hermano también... No hay nada que pudiera hacerme más feliz en el mundo que saber que un niño, producto de este amor tan grande que nos tenemos, viniera a este mundo para alegrarnos la vida -Al terminar de decir esto los ojos irritados de Van se enrojecieron nuevamente con nuevas lagrimas cubriéndolos. Hitomi supo que hablaba con el corazón y decía la verdad, pasando el revés de su mano entre los ojos de el, recogiendo en ellas sus amargas lagrimas y le dijo seriamente -- Este bebe se salvara, Van... ya lo veras, será fuerte y se salvara... Lo sé... lo he visto y Folken lo esta cuidando... Se salvara Van -- Decía ella convencida Van le sonrió complacido, si ella era fuerte él debía serlo también y con un suave “Te Amo” cerraba la conversación sellándola con un dulce beso en los labios...

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Pasaron varios días desde que el Crusade había dejado Freid, primero partió rumbo a Fanelia para dejar a Hitomi, quien aun no se recuperaba, y a Van, a quienes el pueblo los esperaba con cariño y esperanza Ellos estaban realmente muy felices de regresar a su amada Fanelia. Un Escaflowne aun sin vida volvía a descansar en el bosque cercano, donde estaban enterrados los padres y el hermano de Van, el gran Guymelef de Hispano parecía custodiar las almas de quienes reposaban allí... Su dueño debería buscar luego, un nuevo energist con el cual poder volver a controlarle en el caso de necesitarlo, pero la verdad es que Van deseaba no tener que utilizarlo nunca mas... Hitomi seguía en franca recuperación, la sangre del Ryujin corría ahora también por sus venas y le daba fuerza para seguir adelante y enfrentar lo que fuera. Mientras que Van organizaba todo para la boda la cual se llevaría a cabo en muy poco tiempo En Asturia una figura masculina, gallarda y elegante caminaba rumbo al cementerio con su cabello al viento. Hacia minutos que habían llegado y tanto Millerna como Driden se alegraban de por fin estar en su palacio, en su casa ya que se estaba empezando a sentir algo mal del embarazo. A Millerna se le acercaba al pronto nacimiento de su bebe y se encontraba algo emocionada por eso... Cuando Allen había llegado caminando hasta el cementerio cuando la vio... Eries estaba vestida completamente de blanco y se mezclaba entre las flores del prado lindante, observando el cielo azul mientras su mirad se perdía en el firmamento. Se había acercado a ella, lentamente... sorprendiéndola al arrojándole una pequeña flor azulada en el vestido. Una "No me olvides" la cual ella reconoció de inmediato --¡¡¡Allen!!! Has regresado por fin... -- Expresaba ella echándose a sus brazos sin ninguna inhibición Allen le había sonreído complacido abrazándola también, con ganas... con necesidad... Estaba tan feliz de verla una vez mas que sin pensarlo dos veces la había atraído hacia sí besándola con pasión y ternura. Sus labios palpitaban con el beso Ella estaba sintiendo que sus mejillas se enrojecían de una forma violenta, realmente lo había extrañado y al parecer él a ella también. Cuando en esa locura de pasión ella comenzó a acariciarlo por encima de la camisa, tratando de llegar hasta su piel y dando sin querer con los vendajes que aun la herida hecha por el general... -- ¿Pe... pero que fue lo que te paso?-- Decía recuperando poco a poco el aliento perdido en el beso -- No te preocupes ya estoy bien, no fue nada - Mentía el para ocultarle lo sucedido -- ¿Que no me preocupe?...pero si estas todo vendado --- Por cierto... Debo agradecerte... tu medallón fue el que me ha salvado la vida... -Allen había sacado el medallón del bolsillo y se lo extendía para mostrarle el corte que tenia, producto de aquella pelea con el general, aquella donde la espada de el se había enganchado en el medallón, desviando el curso del golpe, salvándole así la vida. -- Si no lo hubiera tenido puesto y la espada no se hubiera enganchado en él, en este momento no estaría aquí de nuevo contigo, o si, pero estarías trayéndome flores a mi también -- Seguía diciendo él tratando de descomprimir la situación pero en cambio ella se asustaba al saberlo. Eries no pudo reprimir una lagrima que luchaba por salir -- ¡¡¡¡Ey Ey!!!! He vuelto para que estemos juntos, no me paso nada grave así que no llores por mí por favor -Allen la abrazaba nuevamente, y una nueva seguidilla de besos comenzaba entre ellos. Besos apasionados, deseados en todos los meses que había durado la lucha contra Sergei... En esa marejada de besos de pasión terminaron ambos arriba de las pequeñas flores blancas que se extendían por toda la colina, Allen acariciaba la cabellera sedosa de Eries con ternura y si bien siempre había sido un caballero, esta vez había terminado perdiendo la compostura mientras

ambos yacían entre las flores. El se había apoyado sobre su codo mientras acariciaba con la mano libre su rostro, mirándola con ternura cuando una frase escapaba de sus labios -- Me estoy enamorando perdidamente de ti, Eries --- ¿Es cierto? ¿Puedo creerte Caballero Schezard? --- Has entrado a mi corazón casi sin permiso y te has adueñado de el, estoy seguro de eso -Confesaba -- ¿Realmente debo creerte? -Allen la había vuelto besar para que ella comprendiera así la respuesta. Estaba muy feliz, por primera vez en la vida podía sentir sin preocupaciones, así que con la cara muy cerca de la de el, le murmuraba cariñosamente un “Té Amo” al oído que estremeció al Primer Caballero hasta los huesos, quien encontraba la felicidad nuevamente... Allen por fin había encontrado el amor... La tercera princesa había sido realmente la vencida Muy lejos de allí, ajenos a este nuevo comienzo, una pareja se deslizaba lentamente por los largos jardines del castillo de Asturia. Julius volvía caminar, pero lentamente, aun no se había recuperado totalmente. Apoyado del brazo de Celena daba pequeños pasos por aquel jardín, sus piernas empezaban a reponerse recuperando la agilidad que tenían antes de los grilletes del castillo... -- ¿Así que Driden te propuso eso? -- Preguntaba ella con curiosidad -- Si, ¿Qué te parece?... ¿Debería aceptar?... --- Claro que sí... --- ¿No te importara vivir tan lejos de Palas? Veras muy poco a Allen... --- Esta bien... No importa... Mi hermano creo que ya tiene a quien cuidar, no tendrá que hacerse cargo de mí por siempre, aparte... Con sus constantes viajes a Freid tampoco lo vería tan seguido, no te preocupes mas por eso --- Eso es verdad... ¿No te importara entonces ser la esposa de un simple caballero de Asturia? --- Bromeas... Sabes que no... estoy orgullosa de ti -- Le decía sonriendo, el se detenía en ese momento para tomar el rostro de su amada entre sus manos y la besaba tan dulcemente que ambos sentían un gran calor en los corazones. Pero en ese momento un grito proveniente del palacio los asustaba sobresaltándolos -- ¡¡¡Celena!!! -- Gritaba una voz alterada Ella se había dado la vuelta para encontrarse a un Driden de color morado, sumamente agitado, que trataba en vano de llamarla, porque parecía haberse quedado sin voz, se veía claramente que no daba mas de correr... -- ¿Qué pasa Majestad? --- A... Ayúdame por favor... No encuentro a Eries... Y... y Millerna esta a punto de dar a luz, parece ser que el viaje la afecto y él bebe se ha adelantado un poco -- Explicaba él agotándose de nuevo el aire que tenia en los pulmones -- Esta bien vamos, espera... ¿Julius puedes seguir solo? -- Preguntaba Celena dejándolo solo -- Si vete con él, es más importante, yo seguiré solo caminando hasta la habitación Ella había salido corriendo con Driden dejando a Julius caminar lentamente, mientras miraba su cabello que se agitaba con el viento mientras le sacaba varios metros en la carrera a Driden, era evidente que este ultimo hacia mucho que no hacia ningún tipo de ejercicio. sonrió... Esta vez sin apoyo caminando lentamente llego hasta la habitación, con una sonrisa en los labios y la fuerza del amor en su corazón... «»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»«»

Habían pasado algo mas de tres años ya desde el final de aquella espantosa batalla contra Sergei, toda Gaea se encontraba en un periodo de paz y prosperidad. Los reinos económicamente habían mejorado notablemente Fanelia había crecido, era la primera vez desde la reconstrucción que se veía una ciudad muy prospera y con futuro, Van Slanzar de Fanel se había convertido en el gran Rey que la gente necesitaba en aquel reino... En un caballo blanco, una persona se acercaba lentamente hasta el castillo de Fanelia. Un joven de largos cabellos rubios, muy sonriente se había anunciado en la entrada. Una vez dentro, una bella jovencita de pasos muy felinos lo recibía con los brazos abiertos en forma de bienvenida -- ¡¿¡¡Allen!!?!... ¿Qué raro tenerte por aquí? Bienvenido a Fanelia... --- ¡¡¡Merle!!! ¡Que gusto verte de nuevo!... ¿Pero... en donde están ellos? Este Van no cambiara jamás... Nunca esta en el palacio cuando lo necesitan -v -- ¿Tu que crees?... Pueden pasar mil años pero ellos no van a cambiar... Nunca... Realmente pensé que madurarían pero ves... me he equivocado... Se fueron esta mañana muy temprano hasta los precipicios, allá donde se puede ver el mar... -- Hay cosas que definitivamente nunca cambiarían pensaba Merle mientras una sonrisa picara se dibujaba en su rostro, la pareja real era una de ellas... --Mmmm... ¿Me acompañas? Tengo algo para entregarles y me encantaría verlos... -Merle había asentido, partiendo con Allen al galope. Una vez que cruzaron buena parte del reino, bajaron del caballo para charlar animadamente -- ¿Es urgente tu entrega?... ¿Puedo preguntar de que se trata?... ¿Algo Grave?... -Preguntaba Merle algo alarmada por la misión de Allen, sin embargo el se echaba a reír al ver la arruga de preocupación en la cara de la joven mujer-gata -- No te preocupes Merle que no es nada grave, simplemente la invitación a mi boda... Yo solo quería dársela personalmente y de paso hacerles una visita a mis amigos --- ¿Te casas al fin?... Cuéntame un poco como anda todo por allá. Hace un año que volví de Asturia y no me entero de nada... Van tampoco esta muy al tanto de los temas del reino vecino... --- Es cierto, no nos vemos muy seguido... Pero sé que entre todos nos tenemos mucho afecto --- Eso si es verdad - Bromeaba Merle divertida. -- Luego de que te convertiste en doctora no supimos nada de ti tampoco... Ahora hay que tenerte respeto... Por ahí se dice que hay un joven muy interesado en ti -- Reía Allen de manera cómplice Merle se había puesto morada, si era verdad, había un joven de Fanelia que se decía muy enamorado de ella y que misteriosamente siempre se lastimaba para que la doctora Merle lo atendiera... pero también era muy tímido y no se atrevía acercársele... -- ¡Que cosas dices caballero celeste!... Jejejejeje... Me gustaría saber quien te fue con el chisme -- Millerna me contó, es que Hitomi le escribió contándole -- Grrrrrrrrrrrrr... Esas dos chismosas me las van a pagar --- Ellas te quieren mucho y se preocupan por ti --- Pero cuéntame de todos, dime como están los demás -- Rogaba Merle llena de esa curiosidad típicamente femenina que hacia reír nuevamente a Allen -- Bueno empiezo por contarte de Millerna y Driden, ellos están muy bien y son muy felices, la pequeña Marlene se ha convertido en una pequeña muy bonita pero bastante revoltosa, no sabes las cosas que ha hecho en el palacio, tiene un espíritu libre y lleno de alegría... --- Como todos los niños... -- Agregaba Merle... -- Lo que pasa que Driden la consiente mucho por tanto es una niña muy mimada --

-- Eso es cierto... Espero que este nuevo niño que esperan sea mucho más tranquilo ---¿Millerna esta embarazada de nuevo?-Preguntaba curiosa mientras los ojitos se le llenaban de brillo -- Si bueno... Esa era la otra sorpresa que tenia... Como te estaba contando por Asturia todo funciona a la perfección, a veces es increíble que hasta hace solo unos años atrás aquí había una guerra... resulta un poco difícil de creer ---- Menos mal que el General Sergei no implico a mas regiones... Hubiera sido devastador volver a recomenzar cuando recién volvíamos a empezar... ¡Qué suerte que Gaea ha recuperado su esplendor!... --- Si es una suerte realmente... Lastima que ha muerto mucha gente entre las dos guerras... En fin, bueno lo mismo pasa en Freid... Chid se ha convertido en un excelente Rey -- Decía él con un dejo de orgullo en su voz, al fin y al cabo hablaba nada menos que de su propio hijo -Yo voy a visitarle una vez al mes, mas o menos... Me alegra mucho estar con él, a pesar de que nadie puede saber nuestro secreto... Aunque debo reconocer que cada día que pasa nuestro parecido se hace evidente, eso no podremos evitarlo nunca, en su reino ya hay sospechas pero... El esta haciendo tan buen reinado que a nadie parece importarle en realidad --- Que suerte... Me alegra mucho que tu vida se haya arreglado así, realmente estoy muy feliz por ti Allen --- Hablando de mi vida... Mi hermana Celena y Julius después de que se casaron, se fueron a vivir a una región en las afueras de Asturia, donde Julius es el jefe de la delegación del ejercito que esta allá, por lo que me cuenta Celena por carta, son muy felices juntos, dice que nos extraña, pero que la esta pasando muy bien... Creo que tienen intenciones de hacerme Tío pronto Jejejejeje... --- Celena ya se merecía ser feliz de una vez por todas, al fin y al cabo ella le salvo la vida a Van así que estoy muy agradecida con ella... -- Decía Merle con una sonrisa de placer en los labios -- Pensé que nunca te recobrarías de tu amor por Van, pero parece que me no fue así... Pienso que estas contenta con ellos ¿No es verdad? ¿O quizás me equivoco?... --- Es verdad... Cuando los veas, comprenderás porque soy feliz al verles juntos... -Allen sonreía nuevamente, Merle realmente había madurado y se la veía muy feliz. Era una persona muy distinta ahora... Ya se estaban acercando hasta los acantilados, lo suficiente para poder ver aquella escena. Merle muy contenta le decía señalándolos... -- Mira allí están... ¿Ves lo que te decía?... ¿Te parece que ambos soberanos de Fanelia estén en esas fachas, descansando, en vez de estar cumpliendo sus obligaciones en palacio?... Aunque no discuto que se lo merecen, podrían por lo menos comportarse como lo que son... -Rezongaba Merle suspirando Allen se había quedado impactado mirando aquella mágica escena. Se los veía muy felices, Van vestía tan sencillamente como siempre... de lejos nadie podría creer que aquel Joven era el Rey de Fanelia. Ni hablar de la reina, que a pesar de ser muy hermosa, vestía tan sencillamente como el rey... Allen los miraba divertido mientras caminaba lentamente para acercárseles... Hitomi tenia el pelo algo mas largo que de costumbre, ondeaba brillando al viento... sus ojos verdes tenían ese brillo especial que le daba ser una mujer enamorada... A orillas del acantilado, un pequeño niño de piel muy blanca, pelo negro y unos hermosos ojos verdes contemplaba el mar anonadado, casi hipnotizado con el brillo de las olas... Cuando en ese preciso instante desaparecía de la vista de ambos soberanos. -- ¿¡¿¡Van!?!?... ¿¿¿Dónde esta él???? -- Preguntaba Hitomi visiblemente asustada al no verle -- Pensé que estaba contigo, estaba mirando el mar y... ¡¡¡¡Oh No!!!!... -- El rostro de Van estaba trocando a preocupación, cuando en ese mismo instante con la velocidad de un rayo se quitaba la camisa y extendiendo sus alas, había desaparecido volando por el precipicio, arrojándose al vacío

Imprevistamente un pequeño niño con las tiernas alas extendidas parecía querer volar, pero sus alas aun débiles no le respondían, en ese momento un par de potentes brazos lo abrazaban con fuerza, salvándolo del peligro. Al mismo tiempo, un nuevo par de alas más grandes y más corpulentas lo protegían, envolviéndolo y con fuerza, comenzando a levantar vuelo en camino del Hitomi quien estaba absolutamente aterrada. -- ¡¡¡¡Vannnnn!!!! -- Gritaba Hitomi pero al ver que lo había podido atrapar en la caída, suspiraba aliviada. Van se había acercado hasta donde estaba ella, entregándole al pequeño que tenia en sus brazos para unirse a ellos en un abrazo. Ella aun asustada por lo que había pasado solo lo abrazaba apretándolo contra su pecho -- ¡Pequeño Folken!... ¿Como te atreves a darnos un susto así -- Le gritaba ella aun muy asustada -- Pero mami... Yo... Yo quedia volar mami... como papá... volar como papa -- Se excusaba el pequeño niño Sus ojitos parecían sinceros y habían llenado a la madre y al padre de una infinita ternura, sin poder resistir esa mirada y cambiando el tono de voz Hitomi le decía suavemente -- Hijito... Escúchame... Algún día volaras como tu papa, pero aun tus alas son débiles... No vuelvas a hacer esa tontería hasta que tus alas crezcan y sean más fuertes --- Edsta bien mamita... te lo prdometo... -- Decía el pequeño, sonriendo aun... Le dándole un sonoro beso a su mama y marchándose a jugar otra vez. Van sonreía una vez mas entre tanto abrazaba a Hitomi con verdadera ternura mientras le robaba un apasionado beso, envolviéndola aun con sus alas, lejos habían quedado las tristezas y las batallas... Ambos por fin habían encontrado la verdadera felicidad que creyeron se había perdido en aquella batalla, no solo eran muy felices y se amaban, si no que también el pequeño Folken los llenaba de felicidad...

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FIN »»»»»»»»»»»»»»»»

Notas de la Autora: Bueno se termino, si estas leyendo esto y llegaste hasta aquí, quiere decir que lo has leído completo, así que, Muchas Gracias ^_^ Quisiera tambien agradece a Monica que me dio la oportunidad de publicar mi fic en esta pagina que me parece maravillosa... Es mi primer Fan Fic y en cierta forma estoy orgullosa de el. Me ha costado mucho escribirlo y lo he arreglado tantas veces que ya perdí la cuenta. Espero no haber decepcionado a nadie con el final Igualmente... sugerencias, criticas, tomatazos y demás, serán bien recibidos, podes escribirme un mail a [email protected] Con gusto te lo contestare... Gracias una vez mas