Experimentos Psicologicos

El pequeño Albert: ¿de dónde vienen nuestros miedos? El padre del conductismo, John Watson, provocó una gran controversi

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El pequeño Albert: ¿de dónde vienen nuestros miedos? El padre del conductismo, John Watson, provocó una gran controversia con este experimento ya que no tuvo ningún límite ético. Quería resolver el típico debate de si los miedos son innatos o condicionados

(aprendidos).

Más

concretamente,

su

objetivo

era

comprobar cómo podemos desarrollar miedo a un animal, si ese miedo se extiende a cosas parecidas, y cuánto tiempo duraría ese aprendizaje. Así seleccionó al pequeño Albert, un bebé de ocho meses al que se le colocó en frente una rata blanca para observar su reacción. Al principio no mostraba miedo, pero posteriormente, cuando la aparición de la rata coincidía con un gran ruido que provocaba sobresalto, Albert lloró atemorizado. Tras varias repeticiones, solamente con la aparición de la rata sin el ruido, el bebé comenzaba a alejarse sollozando. Además, este miedo se expandió a más cosas parecidas: un abrigo de piel, un conejo o un perro. ¿Qué demostró esto? Que la mayoría de nuestros miedos son aprendidos, y que tendemos a generalizar éste muy rápidamente a otros estímulos parecidos o relacionados. El experimento con el pequeño Albert (1920)

En 1920 un bebé estadounidense de 9 meses fue utilizado para una serie de controvertidos experimentos. Pasó a la historia de la psicología como "el pequeño Albert" (Little Albert) y durante gran parte del siglo XX su verdadera identidad y destino fueron un misterio. Los experimentos con el pequeño Albert, que fueron parcialmente grabados en video, se convirtieron en una referencia para el estudio del miedo. Los resultados, que fueron publicados en febrero de 1920 en la revista especializada Journal of Experimental Psychology, han sido ampliamente citados en la historia de la literatura de la psicología. Pero la falta de regulación ética de los mismos hoy en día resulta espeluznantemente cruel. El investigador líder, John B. Watson, y su estudiante auxiliar, Rosalie Rayner, expusieron al pequeño Albert a distintos "estímulos" en el hospital universitario Johns Hopkins de Maryland, Estados Unidos.

Watson quería probar qué podía condicionar a un niño a sentir miedo ante un estímulo distintivo que normalmente no le causaría temor, es decir, generarle una fobia a un niño emocionalmente estable. Su propuesta está basada en el condicionamiento clásico, también llamado condicionamiento pavlovjiano, modelo estímulo-respuesta o aprendizaje por asociaciones, demostrado por primera vez por el célebre Iván Pávlov. En este experimento, los investigadores hicieron que Albert tocara un mono, un perro, un conejo y una rata blanca de laboratorio sin que el bebé mostrara indicio alguno de miedo. También lo expusieron a bolas de algodón, abrigos de pelo y máscaras, entre otros objetos. Después el investigador expuso al pequeño a esos mismos animales pero cada vez que Albert tocaba a uno de ellos lo asustaban con el ruido estrepitoso de un martillo golpeando contra una barra de acero. Después de repetir esa asociación entre los dos estímulos, cuando le presentaron a Albert solo la rata se puso muy nervioso, empezó a llorar y trató de irse gateando. El animal, que antes era un "estímulo neutro", se había convertido en uno condicionado. Varios investigadores trataron de determinar la verdadera identidad de Albert, pero no hay estudios concluyentes. Algunos dicen que era el hijo de una nodriza del hospital o de una trabajadora que no sabía que estaban utilizando al bebé para un estudio. Si bien Watson había hablado de qué se podría hacer para retirar el miedo condicional de Albert, al parecer no tuvo tiempo de trabajar en su desensibilización, así que es probable que el bebé mantuviera su miedo a las cosas peludas finalizado el experimento. Hoy este tipo de experimentos que pueden dañar a los sujetos participantes están totalmente prohibidos.

Se le llama reflejo condicionado, a aquellos reflejos relacionados a actividades normales, pero que se activan mediantes estímulos que comúnmente no se asocian con dicha acción. Ivan Pavlov, nacido en 1849, consiguió grandes aportes a la hora de entender cómo funcionan nuestros comportamientos no conscientes antes los estímulos y, su gran logro, fue el demostración de la existencia y funcionamiento de los reflejos condicionados. Su accionar, se relaciona con la modificación de las reacciones del

sistema nervioso, creando nuevas conexiones entre causa y efecto. Pavlov no sólo habló de ellos en teoría, sino que los demostró mediante un experimento.

El experimento del perro de Pavlov

es uno de los experimentos más conocidos en la ciencia del comportamiento. Pavlov, quería demostrar que puede condicionar respuestas entrenando a un ser vivo para que reaccione de forma automática ante un estímulo repetitivo. Pavlov, experimentó con perros. En un principio, hacía sonar una campana antes de alimentarlos, así, los condicionó a relacionar dicho sonido con la acción de comer. Una vez establecido ese patrón, Pavlov se concentró en la segunda parte de experimento. Al hacer sonar la campana, detectó la secreción de saliva y jugos gástricos y, aquí vino la crueldad de su experimento, ya que abrió dos pequeños orificios en la zona abdominal de los canes, para hacer una observación y recolección inmediata de la muestra. Así, pudo demostrar que el sólo sonido de la campana activaba el sistema digestivo de los perros, sin necesidad de presentarles el alimento, sólo bastaba con ese estímulo auditivo con el que entrenó a los perros, aunque faltara el estímulo del alimento. Finalmente y en la última parte del experimento, cortó las conexiones entre el sistema nervioso y gástrico. Al hacer sonar la campana, no se secretaron jugos estomacales, demostrando que dicha acción estaba ligada a lo psicológico controlando lo biológico.

Las Ratas de Skinner La caja de Skinner…

Skinner ideó un mecanismo con la intención de conocer el aprendizaje y las reacciones animales. Se llama la caja de Skinner. Es una simple caja que aísla absolutamente del mundo exterior que tiene una palanca. En la caja, Skinner introducía un animal, normalmente palomas o ratones. Skinner planteó el experimento para que se relacionase el accionamiento de la palanca con la obtención de comida. Así, cada vez que un ratón presionaba la palanca, se le recompensaba con comida. Los ratones asociaron rápidamente la palanca con la comida. Con el paso del tiempo, Skinner fue complicando el experimento, ahora la comida sólo sería suministrada alguna de las veces que se presionaba la palanca y cuando ya lo habían aprendido dejó de suministrarles comida. Esto hizo que los an imales “desaprendieran” lo aprendido, pero el tiempo que esto les llevó fue igual al tiempo que tardaron en aprenderlo. Una cámara de condicionamiento operante (conocida también como caja de Skinner) es un instrumento de laboratorio utilizado en análisis experimental del

comportamiento para estudiar el comportamiento de los animales. Fue creada por Burrhus Frederic Skinner. Estas cajas se caracterizaban por contener algún tipo de mecanismo que garantizaba que el animal adquiría el alimento (estímulo positivo que favorecía el condicionamiento que pretendía lograrse) en el caso de que realizara aquella actividad que el investigador pretendía estimular (por ejemplo, pulsar una palanca).

Partes[editar] Las cajas de Skinner se caracterizan por tener tres componentes básicos: un manipulandum, un estímulo discriminativo y un registro acumulativo. 1. El manipulandum es aquel mecanismo que el animal debe manipular, y que no está en la naturaleza del animal manipularlo (por ejemplo, pulsar una palanca). El animal deberá aprender a llevar a cabo la conducta de presionar la palanca para tener un reforzador satisfactorio (obtener comida o evitar una descarga eléctrica). 2. El estímulo discriminativo es aquel estímulo que señaliza si el manipulandum funciona. Suelen utilizarse un sonido o una luz. En una sesión de aprendizaje, se puede enseñar al animal que pulsar la palanca sólo es efectivo si hay una luz encendida. 3. El registro acumulativo es un aparato que registra las respuestas operantes en función del tiempo de forma acumulativa. Esto es, un gráfico cuyo eje de abscisas refleja el tiempo, y el eje de ordenadas las respuestas emitidas. También se señaliza qué respuestas han sido reforzadas, dato importante en caso de sesiones de razón fija/variable o intervalo fijo/variable.