Examen Mayo Historia 4

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Colegio del Parque Trabajo práctico para mesa examinadora

MAYO 2020 Apellido: BREZZO

1. Leer las siguientes fuentes y resolver las consignas: “Un argumento general de peso para la expansión colonial era la búsqueda de mercados. La convicción de que el problema de la superproducción podría solucionarse a partir de un gran impulso exportador era compartida por muchos. La consecuencia lógica fue el reparto de las zonas no ocupadas del tercer mundo. En cierta forma, esta fue una ampliación del proteccionismo, que fue ganando fuerza a partir de 1879. Desde este prisma, el imperialismo era la consecuencia natural de una economía internacional basada en la rivalidad de varias economías industriales competidoras.” Eric Hobsbawm, La era del Imperio. “La frenética energía de los exploradores, aventureros, soldados, misioneros, comerciantes y administradores extendió de modo tangible la influencia europea y afectó la vida de los no europeos en el mundo entero. Muelles, carretas, plantaciones, vías férreas y minas surgieron en todas partes, a la vez que las mercancías y las monedas occidentales penetraban en las sociedades no europeas. El imperialismo sería el motor que arrastraría el cambio social y económico.” Michael Howard y W. Roger Louis, Historia Oxford del siglo XX. a. Subrayen en el texto de Hobsbawm las razones que señala el autor para el impulso de la expansión colonial europea a fines del siglo XIX. b. ¿Qué regiones o países destaca Hobsbawm en esa expansión? ¿Por qué? c. ¿Qué actores sociales y qué cambios señalan Howard y Roger Louis en este proceso? d. Expliquen con sus palabras la última frase del texto de Howard y Roger Louis. 1. a. Marcada en el texto. 1. b. Las regiones o países que Eric Hobsbawm menciona en primer lugar, son aquellos que poseían la convicción de que el problema de la superproducción podría solucionarse a partir de la exportación. Todos compartían la misma forma de pensar. Pero no olvidemos que también así como necesitaban localizar los productos industriales esas economías, también necesitaban materias primas nativas de esos nuevos mercados que de otro modo debían de comprar a costos más altos, y sin embargo, ahora era una consecuencia natural del intercambio conseguirlas a menores costos. Allí entonces señala el autor nace el IMPERIALISMO, estos países principalmente europeos competían entre sí para abarcar la mayor cantidad de mercados para poder así ubicar sus productos industriales. 1. c. Los actores sociales que mencionan Howard y Roger son actores que participaron del proceso: exploradores, aventureros, soldados, misioneros, comerciantes y administradores. Los cambios que señalan en dicho proceso son nuevas insfraestructuras que aparecían por doquier, señal del cambio de los nuevos límites comerciales, como por ejemplo los muelles para el intercambio marítimo, las carretas para adentrarse en territorio, plantaciones para multiplicar la producción agrícola, vías férreas (Ferrocarril, modo de transporte más beneficioso en relación costo/calidad) para alcanzar zonas bien adentro en los diferentes países y minas, para realizar diferentes expediciones y así obtener metales y minerales preciosos con alto valor o mismo metálico, para transportar en moneda para comercializar. Los productos o mercancías, así como las monedas

de los países de Europa Occidental, penetraban diferentes países y sociedades, principalmente en Asia y África. 1. d. “El imperialismo sería el motor que arrastraría el cambio social y económico”. Yo entiendo que lo que trataron de mostrar los autores Howard y Roger con esta frase es principalmente las dos caras del imperialismo, tanto la formal como informal. Hablamos de imperialismo formal cuando hay un despliegue de actores de la metrópolis que penetran en los espacios económicos, políticos y culturales de la periferia, es decir, que dominan no solamente los mercados sino también las decisiones políticas que se llevaran a cabo en esa nueva colonia. Por otro lado, el control efectivo de la soberanía de la periferia no necesita de un gobernador imperial con todos los signos del imperio formal. Si la articulación de intereses de la periferia puede ser influenciada y la agregación de coaliciones manejada, las decisiones soberanas van a ser controladas. Así, el resultado será un imperialismo informal, donde la ley imperial requiere de una colaboración de la periferia. Aquí existe un cierto tipo de colaboración, entonces el imperialismo no toca de manera directa las decisiones políticas, pero si maneja los mercados de esa nueva colonia. Pero más allá de esto, de si es un imperialismo formal o informal, y que pueda ser una colaboración de la periferia o no, la fuerza imperial arrastra consigo al cambio social y económico de los países no Occidentales: el cambio económico se plasmó en la aparición de nuevos productos industrializados ajenos a las economías locales, y una cierta dependencia y manipulación de estos mercados; el cambio social vino dado principalmente por la cultura y la transformación de costumbres que hasta ese entonces probablemente le eran extrañas, y ahora estaban manejándose con nuevos productos, nuevos hábitos, que no sólo los transformaron socialmente sino culturalmente. En adhesión al aspecto social, tenemos que tener en cuenta que, con la influencia del capitalismo en las diferentes economías no occidentales, van a surgir nuevas diferencias sociales en su interior y la brecha entre los sectores más adinerados y menos adinerados se iba a ir acentuándose cada vez más. 2. Explicar por qué las siguientes afirmaciones son verdaderas: a. Los movimientos ultranacionalistas fascista y nazi tuvieron expresiones parlamentarias y fuerzas de choque violentas que eran utilizadas para imponer el orden pretendido. En 1921 el nazismo crea una fuerza de choque partidaria, un instrumento de terror político, organizado de manera militar conocida como la SA (Tropas de Asalto) que logró el control de las calles, aterrorizando a los opositores y poniendo en escena demostraciones provocativas y extravagantes desfiles militares. Sin embargo para 1933 la SA había dejado de ser útil, se había vuelto demasiado poderosa para el gusto de Hitler. Su desenfrenado alboroto y la  ambición de su conductor eran sentidos como una amenaza para la estabilidad del nuevo gobierno, por lo que sus líderes fueron ejecutados, convirtiéndose así en una organización de masas sin conductor, excluida del juego de poder político. Su lugar fue ocupado por las SS, órgano ejecutivo por excelencia de la ideología nazi y su encarnación simbólica. Las SS edificaron su poder que descansaba en tres pilares: el monopolio de las funciones de policía en el Reich; el monopolio de su Servicio de Seguridad sobre toda la recolección de datos de inteligencia en el Partido Nazi; y el sistema de campos de concentración, que fue tomado de la SA a partir de junio de 1934 y ampliamente expandido durante la guerra. Durante la campaña electoral del ‘33, Hitler llevó adelante medidas con las cuales demuestra que el nazismo tenía el poder de hecho, pero necesitaba legitimarse institucionalmente. Así el 30 de enero de dicho año, Hitler asume como canciller de la mano de Hindenburg, pero su partido seguía representando una minoría en el gobierno, en el cual solo contaba con tres de once ministerios. El partido nazi necesitaba su legitimidad estatal para el enorme desarrollo subterráneo que venía construyendo. Por lo tanto convocó a las elecciones el 5 de marzo, donde el Partido Nazi logra el 44% de los votos, y logra la mayoría parlamentaria

del 66% para votar la Ley Habilitante, la que le otorgaba al canciller Hitler plenos poderes de gobierno sin tener que pasar por el parlamento. Debemos de recordar que estos regímenes fueron esencialmente autoritarios y hostiles a las instituciones políticas liberales: la Democracia, los Parlamentos y el Sistema de Partidos. En el caso italiano, no hubo golpe ni éxitos electorales, los fascistas llegaron al gobierno de la mano de los notables, los militares y la monarquía. Hasta 1925, Mussolini fue solo el primer ministro de una monarquía parlamentaria, la vida pública siguió funcionando bajo una cierta apariencia de normalidad. No obstante, se dio curso a las primeras medidas destinadas a fortalecer al Partido Fascista. Fue creado el Gran Consejo Fascista como órgano consultivo paralelo al parlamento y ya en las elecciones del 6 de abril de 1924, alcanzaron el 64,9 % de los votos válidos, obteniendo 375 parlamentarios, de los cuales 275 inscritos en el Partido Nacional Fascista. En 1924 se dio el abandono del Parlamento por parte de los diputados de la oposición; la ley del 24 de diciembre de 1925 establece que todos los funcionarios públicos que rechazaran la fidelidad al Estado italiano debían ser destituidos. Pronto el título de «presidente del Consejo» cambio a «jefe de gobierno, primer ministro y secretario de Estado»; el «jefe de gobierno» y éste sería nombrado o revocado sólo por él. Los ministros eran responsables sea ante el rey sea ante Mussolini. La ley del 31 de enero de 1926 atribuyó a Mussolini la facultad de dictar normas jurídicas sin aprobación parlamentaria previa. Con la ley del 9 de diciembre de 1928, el Gran Consejo del Fascismo queda reconocido como órgano constitucional supremo del Estado, por encima del parlamento. Así, nombrado presidente del Consejo de Ministros Reales, en oposición al rey, Mussolini logró disolver el parlamento y asumir el mando supremo del Estado itálico. Por otro lado, no debemos dejar de percibir a las fuerzas que sirvieron al régimen. A principios de 1923 todas las asociaciones y unidades paramilitares fueron integradas en una milicia voluntaria encargada de la seguridad nacional, una medida que legalizó a las Camisas Negras. Fundado por Benito Mussolini como fuerza de choque de carácter paramilitar, fue incorporado al Partido Fascista. Los métodos que comúnmente emplearon los camisas negras para eliminar a la oposición política fueron la violencia y el asesinato. Entre las personas que componían dicha fuerza de choque estaban exmilitares retirados, miembros de las fuerzas de asalto, eruditos nacionalistas italianos y noveles terratenientes, pertenecientes a las clases medias bajas del campo y de la ciudad. En su mayoría los Camisas Negras no buscaban reivindicaciones sociales, ya que no provenían de los estratos más pobres. Su objetivo era consolidar al líder que enarbolaba esas ideas nuevas con las que se identificaban y que los congregan: el fascismo. Para 1923 los camisas negras fueron nombrados como milicia oficial del estado por el Gran Consejo Fascista. Se les dio carácter institucional al ser catalogados formalmente como Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional (MVSN). b. Bajo el control de las doctrinas nazi y fascista el individuo quedó bajo total control del Estado. En primer lugar debemos tener en cuenta que ambos Estados, eran absolutos, totalitarios, los individuos y grupos eran relativos y su existencia sólo era real en un marco estatal. El fascismo transformó a la multitud en una fuerza política cohesionada y unida; y el nazismo proporcionó un culto y una religión que ayudarían a alcanzar ese objetivo. En Alemania e Italia el ascenso de estas ideologías y de la democracia de masas estimularon retóricamente el culto al pueblo como religión secular, que proporciona un mecanismo de control ideológico y social sobre las masas. Hay factores que tienen que ver con el éxito, como un dirigente popular o carismático y las fuerzas de choque que ejercían la represión. Los símbolos (que se hablará en la respuesta siguiente), los mitos populares, proporcionan al pueblo su identidad, “un quienes eran”. Se quería establecer un orden moral nuevo e implantar una masa homogénea totalitaria y selectiva de la sociedad, excluyendo a los individuos. Predisponer al individuo para facilitar su pasividad racional a favor de la aceptación incondicional del mensaje, representaba un punto fundamental. La congregación aumentaba de por sí las incapacidades individuales de resistencia ante los mensajes, en cuanto a la veneración al líder con estandartes que despiertan las pasiones, ritmos que evocan estados de trance colectivos, como la cadencia sincrónica de los tambores con los latidos del corazón y el contacto cuerpo a

cuerpo que transporta al ser y lo anula, generaban la disminución de la capacidad de juicio, preparando al cerebro para una captación pasiva y profunda del mensaje. El estado fascista, es el estado Hegeliano: la relación del Estado con el individuo y su libertad nacerá, vivirá y se desarrollará en función, por voluntad y condescendencia de un factor externo y sagrado, que es el Estado. La labor del Estado fascista corporativo consistió en utilizar esta idea de estructura social de unidad y afinidad entre los individuos, que a nivel cultural poseía cierto arraigo, reunidos en las corporaciones, para infiltrarlas con dirigentes adeptos al régimen. El fin último consistía en controlar al colectivo en todos sus estratos, no sólo como estrategia para rastrear cualquier mínimo movimiento en su contra, sino para dirigir en todos sus niveles a la economía: producción, distribución, relación entre las clases sociales y sistema financiero, entre otros. c. El uso de símbolos representativos fue una de las características más presentes en Italia y Alemania bajo los gobiernos de Mussolini y Hitler. En ambos regímenes, las simbologías y grandes festividades ejercieron un rol ideológico muy importante para la educación de las masas. No sólo poseían una simbología de adoctrinamiento, sino también festividades que los hacían sentir como parte un nuevo Estado que buscaba la felicidad de las partes del todo. En la Italia de Mussolini, el emblema original fue el fasces, un símbolo de poder que acompañaban a los magistrados en la antigua Roma: se trata de un haz de varas atadas que sujeta un hacha, y representa el poder sobre la vida y la muerte. El fascismo italiano utilizó el color negro en los uniformes de sus milicias paramilitares, por los soldados de la I Guerra Mundial cuyos uniformes eran negros. El fascismo no era oficialmente racista, aunque daba importancia a la pureza racial, como demuestra el hecho de que Mussolini expresara su preocupación por la extinción de la raza blanca. Otros símbolos utilizados por los fascistas italianos son el águila, la loba capitolina y el acrónimo SPQR, todos relacionados con la historia cultural de la antigua Roma, que los fascistas pretendían resucitar. El régimen nazi llevo adelante una campaña ideológica muy profunda, que abarcaba desde la propaganda, el cine, simbología y festividades. Entre las fiestas que llevaba adelante el nazismo podemos encontrar:  Machtergreifung Celebrada el 30 de Enero, se conmemora el nombramiento de Hitler como canciller en 1933.  Parteigründungsfeier Celebrada el 24 de Febrero, se conmemora la creación del partido NSDAP, en 1920.  Heldengedenktag Celebrada el 16 de Marzo, se conmemora la muerte de los que han fallecido por la causa.  Führergeburtstag Celebrada el 20 de Abril, se conmemora el nacimiento de Hitler en 1889 Con las simbologías utilizadas, y como se mencionó en la respuesta anterior, los diferentes gobiernos fascistas buscaban que el individuo se convirtiera en parte componente de la masa que seguía al líder, desdibujando a la persona. La naturaleza del nazismo tomó el simbolismo de los fascistas italianos, como es el caso de los mítines masivos, el saludo romano con el brazo en alto y el uso del boato. Ambos fascismos se diferenciaban en que el nazismo era oficialmente racista. Su símbolo fue la esvástica, que a principios del siglo XX había experimentado un resurgimiento en occidente. El movimiento nacionalista Völkisch reivindicó la esvástica como símbolo de la raza aria, que consideraban la base de la civilización germánica y creían superior a todas las demás razas. La Alemania nazi adaptó elementos de su herencia étnica para espolear un sentimiento nacionalista por medio del simbolismo, y particularmente varios símbolos germánicos antiguos en las SS, entre ellas el símbolo de la propia organización. La bandera nazi seguía el esquema tricolor negro, blanco y rojo del Imperio alemán. El marrón era el color identificativo del nazismo (y del fascismo en general), ya que era el color utilizado por los paramilitares de las SA. Otros símbolos históricos que ya usaba el ejército alemán en varios grados antes de la llegada de los nazis se siguieron utilizando en uniformes e insignias.

La esvástica era un símbolo popular en el arte antes de que los nazis la adoptaran, y tiene una larga tradición en muchas otras culturas a lo largo de la historia. Y aunque muchos de los símbolos que utilizaron los nazis eran antiguos o de uso común antes del auge de Hitler, la esvástica y otros emblemas se relacionan sobre todo con el nazismo y siguen teniendo un estigma negativo en algunos países occidentales desde el final de la II Guerra Mundial, hasta el punto que está prohibido la exhibición de algunos de ellos. 3. Leer las fuentes que aparecen a continuación y luego, responder: Fuente 1 “La América del Sud depende industrialmente de la Europa, en provecho, no en perjuicio de la libertad. Cuando yo digo que Sud América depende industrialmente de la Europa, no lo señalo como una calamidad que la política económica debe tratar de remediar por leyes protectoras de las industrias nacientes. Al contrario, esa falta que debe al error del sistema colonial español, se torna hoy en provecho de su civilización porque la liga más estrechamente con la Europa industrial, es decir, con Inglaterra, Francia, Alemania, etc., que es lo más civilizado del mundo. Teniendo a la Europa más civilizada por su fabricante universal y favorito, teniendo en ella el taller que la provee de muebles, vestidos, objetos de artes liberales, máquinas de locomoción y de agricultura, ¿qué le importa carecer de esas industrias, si tiene productos de riqueza natural, para comprar a la Europa los productos de su industria?” Juan Bautista Alberdi. Citado en Terán, O. Alberdi Póstumo, Puntosur editores, Buenos Aires, 1988. a) Sinteticen los argumentos de Juan B. Alberdi en defensa del modelo económico implementado en Argentina entre 1880 y 1916. b) Relacionar el interrogante que plantea Alberdi al final de la fuente con la crisis de 1890. 3. Fuente 1. A. El Modelo económico planteado entre esos años se denominaba liberalismo clásico, y se manifestó principalmente con el Modelo Agro –Exportador. Este se basaba en la exportación de productos primarios, materias primas provenientes del agro, a cambio de productos industrializados producidos en el exterior. Alberdi defendía este modelo atendiendo a que la dependencia no era una dependencia negativa, sino positiva, en plena libertad, ya que permitía que América del Sur, y en nuestro caso Argentina, se encontrara ligada de forma estrecha a la Europa industrializada y su civilización, alejándose de aquel pasado inculto y oscuro que tuvo nuestro país al ser colonia de España. En palabras de Alberdi, nosotros somos lo que somos, porque Europa nos proveyó de eso. 3. Fuente 1. B. ¿Qué le importa carecer de esas industrias, si tiene productos de riqueza natural, para comprar a la Europa los productos de su industria? La caída del precio de los productos que se exportaban, el endeudamiento por créditos externos, las emisiones continúas del papel moneda y la pérdida de valor del signo monetario. El país compraba más de lo que vendía y delo que podía pagar; vendía barato y compraba caro. La crisis afecto el crecimiento económico general y la capacidad de consumo. Frente a este panorama, las palabras de Alberdi carecían de sentido: en primer lugar era una política económica deficiente comprar caro y vender barato; en segundo lugar, al producirse una crisis económica de tal magnitud, y carecer de empresas nacionales que produzcan, no había productos manufactureros en capacidad de compra, y no se podía comprar porque no existía el dinero. Ni hablar como esto llevo a una gran crisis financiera tanto de los bancos como de las acciones de la Bolsa.

En una situación así, el modelo económico de Alberdi no era aplicable. La idea de porque tener empresas, si tenemos materia prima que vender para obtener productos manufacturados europeos, carecía de validez, y poco a poco iba a entrar en crisis, para pasar a otro modelo económico conocido como Estado de Bienestar.

Fuente 2 “La Argentina entra de lleno en el mercado mundial ¾con modalidades similares a las contemporáneas¾ en la segunda mitad del siglo XIX. Y lo hace no precisamente a partir de la formación de una economía compleja, en lo fundamental autodeterminada, sino con la modalidad de una especialización extrema convirtiéndose, como por lo general las naciones oprimidas de aquel entonces, en mera exportadora de materias primas y alimentos. (...)La Inglaterra industrial que abre sus mercados a los productos agropecuarios extranjeros, se convirtió en poco tiempo en el polo dominante de una relación que tendría en el otro polo a la economía argentina agroexportadora, subordinada, dominada y especializada en extremo. (...)Debe identificarse pues al elemento interno de la sociedad argentina que hacía posible este tipo de complementación, al otro miembro de la alianza histórica que configura y va afianzando un esquema económico y social de complementariedad subordinada. Se trata de los grandes terratenientes, fundamentalmente de la pampa húmeda, una clase social que se tiene por fundadora el Estado argentino moderno; la clase más poderosa de la sociedad argentina desde sus orígenes ¾aún desde los tiempos coloniales¾; la dueña de la tierra, es decir, del medio de producción histórico fundamental de nuestra economía (principalmente las praderas pampeanas); cuyos privilegios, basados en la propiedad territorial, requerían sin embargo para perpetuarse, y aun afianzarse, que la sociedad no se complejizase descontroladamente encaminándose por la vía de una industrialización precoz. (...)Pero éste no es el único modo desde el cual una nación oprimida puede encontrar su complemento en un centro imperialista: está el otro aspecto, que es el de las inversiones de capital extranjero (...) Entonces, en los años locos de principios de siglo, mientras la Argentina se presentaba como extremadamente próspera, como Meca de inversiones en escala internacional, su economía estaba desnacionalizándose aceleradamente”. Ciafardini, Horacio. Crisis, inflación y desindustrialización en la Argentina dependiente. 1990. c) ¿Qué elementos de los trabajados en clase en relación al modelo agroexportador, permiten apoyar la frase del autor al decir que “la economía argentina agroexportadora es subordinada, dominada y especializada en extremo”? d) ¿Cuáles son los sectores al interior de la sociedad argentina que se benefician de esta relación subordinada? 3. Fuente 2. A. “La economía argentina agroexportadora es subordinada, dominada y especializada en extremo”. Podemos entender que era subordinada, ya que dependía o estaba sometida a la orden / a la voluntad de los

países centrales, desarrollados e industrializados. Si nadie compraba los productos primarios o materia prima, existían muchísimas posibilidades de que Argentina cayera en crisis de sobreproducción. Era dominada, porque los países desarrollados tenían dominio sobre esta economía periférica y dependiente, y se relaciona con lo anteriormente dicho. Además, tenemos que pensar en los precios: la presión de los diferentes países centrales tiraban abajo los precios de los productos primarios, por ello es que se vendía barato, y se compraba barato, en detrimento de la economía nacional. Por último, decimos que además era especializada, porque la economía del incipiente Estado argentino no diversificaba su producción, sino que se concentraba en las actividades agropecuarias. Especializada en productos como cereales y carnes principalmente (teniendo en cuenta sus derivados), esta economía sostenía a las clases políticas terratenientes que lideraban el Estado; el dinero no iba a las arcas nacionales, sino que iba a la mano privada de éstos latifundistas. 3. Fuente 2. B. En palabras de Ciafardini, “(...) Debe identificarse (…) al otro miembro de la alianza histórica que configura y va afianzando un esquema económico y social de complementariedad subordinada. Se trata de los grandes terratenientes (…) se tiene por fundadora el Estado argentino moderno; la clase más poderosa de la sociedad argentina desde sus orígenes (…); la dueña de la tierra, es decir, del medio de producción histórico fundamental de nuestra economía (…)”. En nuestras palabras, los sectores al interior de la sociedad argentina que se beneficiaron de esta relación subordinada era la elite terrateniente, dueña de las grandes porciones de tierra; latifundistas; pero además de eso, era la gran generación del 80, que lideraría el poder político durante más de treinta años, y establecería los cimientos del Estado Argentino Moderno. Esa elite, que viene concentrando en sus manos grandes porciones de tierra desde tiempos coloniales, pondrá todos los recursos que estén a su alcance para poner a producir esas parcelas de tierra, con mano de obra inmigrante barata, y así obtener grandes cantidades de materia prima que pueda exportar y vender, acumulando de esta forma grandes masas de dinero.