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JESÚS GARCÍA RODRÍGUEZ HISTORIA CONTEMPORÁNEA

EUROPA CONTRA EUROPA. “Europa contra Europa” es un libro escrito por Julián Casanova, publicado por la editorial Crítica en el año 2011. “Julián Casanova ha escrito una brillante síntesis política e ideológica sobre quienes desencadenaron la crisis europea del siglo XX, así como de su repercusión en los países más pequeños... Esta es una obra de lectura absolutamente recomendable.” -

Ángel Viñas

EL AUTOR. Julián Casanovas Ruiz, nacido en Valdealgorfa, Teruel, el año 1956. Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza. De Casanovas podemos destacar sus funciones como profesor, además de reconocido historiador, con un amplio bagaje a sus espaldas a lo largo y ancho de toda la geografía internacional. Así mismo, es miembro del consejo de redacción de revistas como Historia Social y Jerónimo Zurita, consejo asesor de Studia Histórica, Historia del presente, Historiar y The International Journal of Iberian Studies. Paralelamente, desde el 2008, ha colaborado como miembro del grupo de expertos encargado de búsqueda de fosas comunes y la identificación de las victimas en el sumario contra los crímenes del franquismo promovidos por el juez Baltasar Garzón. También, podemos encontrar ensayos de Casanova en medios generalistas como El País, además de tener la oportunidad de escucharlo en muchas de las tertulias de Onda Cero. Entre sus obras más destacadas se encuentran: La historia social y los historiadores (Ed. Crítica 91), El pasado oculto. Fascismo y violencia en Aragón, 1936-1939 (Mira Editores 92), Anarquismo y violencia política en la España del siglo XX (Institución Fernando el Católico 07), República y guerra civil (Ed. Crítica/Marcial Pons, 07) o el que aquí nos ocupa, Europa contra Europa.

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EL LIBRO. Si tuviéramos que escoger un solo hecho que marcó el devenir del mundo en la historia contemporánea, sin lugar a dudas, todos apuntaríamos hacía el punto de inflexión que supusieron las dos grandes guerras que acontecieron a Europa –aunque, realmente, acabaron teniendo una magnitud mundial-, en la horquilla de años que va desde el 1914 al 1945. La primera, una guerra que marcó el destino del continente de un modo inesperado, trágico y para el cual nadie estaba preparado. Después del conflicto, nada volvería a ser igual. Casanovas no vacila al trazar la Primera Guerra Mundial como la línea divisoria de la historia europea del siglo XX. Un trágico hecho precedido por un largo tiempo donde la política y la diplomacia entroncaban, mayoritariamente, en la resolución de problemas entre las distintas naciones. En el libro, se hace buena cuenta de como la guerra acabó siendo el resultado de una concatenación de disputas imperiales, ésta, una guerra que no dejaba de ser un garante para la supervivencia de los imperios, en especial, para los intereses alemanes y austrohúngaros. Un conflicto que se presumía de corta duración, paradójicamente, acabó derivando en una batalla sostenida durante varios años y que terminó en la estrepitosa derrota y subsiguiente desaparición o reducción de los instigadores, mientras los países ganadores se repartían ávidamente todo el pastel sobrante. Justo esta resolución de los hechos supondría años más tarde la aparición del comunismo y el fascismo, los cuales se presentaron en alternativas en un clima de carestía, desasosiego, hambruna y penuria económica. El primero, como el cambio revolucionario más abrupto y amenazante en la historia del siglo XX. El segundo, antagónico del anterior, como un carácter eminentemente nacionalista, totalitario y represor, compartiendo con el nuevo movimiento soviético la idealización de la violencia como protesta social frente a la degradada sociedad burguesa. Ambas ideologías no tardaron en hacerse ampliamente populares, fagocitando la desesperación del pueblo y trabajando, por parte de sus líderes, como cajas de resonancia hacía rupturas radicales con el pasado. Unas rupturas que acabarían resultando el corolario a una etapa de terror que llevaría al jingoísmo entre estados y en la explosión de la Segunda Guerra Mundial. Estas guerras se saldaron con millones de muertos, con un continente destruido, con un reordenamiento geográfico, en la eclosión de la Revolución Rusa, en los problemas de adaptación de millones de ex combatientes y, sobre todo, en la cultura de la violencia que se instauró en muchas sociedades en aquel periodo convulso. Muy acertadamente, Casanovas personifica estas nuevas ideologías en sus principales ideólogos: Stalin (en una versión bastarda del comunismo), Hitler y Mussolini (para el

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totalitarismo fascista). Estos personajes, que no dejan de ser producto de los efectos de la Primera Guerra Mundial, aparecieron en escena prácticamente desde la nada y por el camino se ocuparon de dejar fuera de juego al viejo orden monárquico e imperial, en socavar la democracia, e instaurar nuevos imperios del terror. Los tres, personajes hábiles, maniqueos y eminentemente carismáticos, fueron los auténticos vehículos para que sus propuestas calaran hondo en la sociedad de la época, siempre apuntalando su discurso en el culto al líder. El balance final: la extensión de sus tentáculos supondría un empobrecimiento de la democracia en todo el continente, reduciendo la libertad política a unos pocos países como Reino Unido, Suiza y algunos países nórdicos. Especialmente interesante es el capítulo que dedica el autor para la guerra española, presentándola como un ensayo de la guerra internacional en nuestra tierra. En un clima en el que las democracias europeas trataban de apaciguar a Hitler sin interferir en sus, pese a los tratados de no intervención, descaradas ayudas a los sublevados contra el gobierno de la Segunda República Española. Un capítulo donde se resalta los primeros movimientos que confrontaban las distintas ideologías que amenazaban Europa, con los españoles como invitados de excepción sobre su propio suelo. Aquí se enfatiza en la ya sempiterna lucha entre el comunismo y los fascistas, en la ayuda de cientos de miles de voluntarios foráneos en la confrontación sobre nuestro territorio y en los más que obvios paralelismos entre la dictadura de Franco y las foráneas, en sus vínculos, acuerdos y desacuerdos derivados. Casanovas, como se puede recoger en varias entrevistas, ironiza sobre este periodo al catalogarlo otros historiadores como periodo de entreguerras, cuando perfectamente la Guerra Civil española se podría considerar como un puente entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Si bien la violencia no fue un hecho aislado en Europa antes y después de este periodo que comprende los años 1914 al 1945, los hechos acontecidos en aquella época convierten estos 30 años en un cambio respecto a otros tiempos, especialmente en el impacto sobre la población civil, hasta entonces, ajena de forma directa en las confrontaciones entre países. El total de muertos ocasionados por estos dos conflictos bélicos, sumado a las revoluciones y contra-revoluciones y a las diferentes manifestaciones de terror estatal, afectó a más de ochenta millones de almas. Los que lograron sobrevivir, cayeron en diferentes pozos económicos, políticos y de seguridad, en un encadenado de infortunios.

CONCLUSIONES En este ensayo, el autor escudriña todos los acontecimientos que acabaron propiciando estas guerras que sacudieron a todo el mundo, mediante un análisis pormenorizado de las distintas etapas y a través de una narración ágil y amena para el lector. Estudia fenómenos antagónicos como la revolución rusa, el surgimiento de los fascismos, el debilitamiento democrático y la preponderancia del autoritarismo. Una mirada a un pasado aún reciente y que, en palabras del propio autor, trata de enriquecer nuestro conocimiento a través de la comparación, del

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análisis de las similitudes y en las diferencias entre los diferentes fenómenos y acontecimientos históricos, elevando el relato a caballo entre la narración histórica y el ensayo. Un libro recomendable tanto para neófitos como para los apasionados de la Historia contemporánea, con un planteamiento bien definido y estructurado: Los capítulos que dan nombre a las distintas ideologías, comienzan con la presentación de su máximo impulsor, seguido de su vida hasta alcanzar el poder y terminando en la hora de su muerte. Al seguir el mismo esquema para todos ellos, se enfatiza la comparación, resaltando los puntos en común y las diferencias. En mi opinión, logra su objetivo con creces, enseñando y entreteniendo por igual. Sin caer en la redundancia, sin escasez de detalles pero tomando la síntesis por bandera, se desprende de todo lo que no es importante para el núcleo de lo narrado.