Estudio de Los Salmos

Estudio Bíblico: Salmos. Elaborado por: Luis Briceño Brock Salmo 22. Este salmo resulta interesante analizarlo, pues

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Estudio Bíblico: Salmos.

Elaborado por: Luis Briceño Brock

Salmo 22. Este salmo resulta interesante analizarlo, pues los detalles con que nos describe la pasión de Jesucristo son asombrosos. En palabras del Dr. J. Vernon McGee, “Este Salmo pone una radiografía sobre la cruz de Cristo, de manera que no estamos leyendo los evangelios ahora, donde usted tiene los hechos históricos presentados en cuanto a la crucifixión, sino que aquí en este Salmo uno penetra a las mismas tinieblas y usted queda allí colgado de esa cruz, junto con Él, por decirlo así. Usted puede observar las cosas como Él las observaba; usted puede sentir lo que Él sentía allí.” El primer versículo leemos: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?” Aquí podemos observar la exclamación de dolor del Señor Jesús, el sufrimiento humano del Señor Jesucristo. Lo vemos colgado allí como un hombre, Él cargó con nuestros pecados en Su cuerpo en la cruz, para que nosotros, muertos por nuestros pecados, pudiésemos vivir bajo justificación. Y es importante resaltar el hecho que sea el sufrimiento humano, pues no se puede negar la divinidad de Jesús, no obstante, Ël aprendió a depender y descansar en Dios cuando anduvo en este mundo. Él dijo: “Siempre hago las cosas que le agradan a Él”. Y en esa hora tan desesperada y desesperanzada, vemos por su clamor como fue abandonado, no tenía marcha atrás ni podía buscar ayuda. Pero ¿Por qué desamparó Dios a Cristo? “Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo.” (v.2) Un punto importante sobre este versículo es que tal como dice Juan 16:32 “He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo” Es decir, Dios estaba con Cristo reconciliando al mundo a Sí mismo. Pero ese ¿por qué? no es un por qué de impaciencia, no es un por qué de desesperación; tampoco es un por qué de dudas. Lo que vemos es el lamento humano de un intenso sufrimiento, agravado por la angustia de Su vida inocente y santa, Él estaba completamente solo con los pecados del mundo, Él fue hecho pecado por nosotros, Él era santo, inocente, puro, limpio, separado del pecado. “Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.” (v.3) En este canto de alabanza, encontramos la razón de ese ¿Por qué? Él era Santo; Y cuando Cristo fue hecho pecado, tenía allí que producirse una separación entre el Padre y el Hijo.

“En ti esperaron nuestros padres; Esperaron, y tú los libraste.” (v.4)

Y ellos eran pecadores, pero ellos se habían refugiado en la misericordia de Dios, no obstante, la muerte de Jesús es diferente, como vemos cuando dice: “Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía.” (vv. 6-8) ¿Qué hicieron estos hombres? Vemos las burlas de sus enemigos, vemos una multitud endurecida que se mantienen al pie de la cruz. No tendrían que haberse quedado, tendrían que haber abandonado el lugar, pero ellos se quedaron allí; lo ridiculizaron, y luego se sentaron y se pusieron a mirar cómo moría. “Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. (vv. 9-10) Qué gran palabra apreciamos aquí, en medio aún de todo oprobio y castigo, vemos como reafirma su confianza en Dios, nada como la alabanza en la dificultad. “He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.” (vv. 14-18). Observamos en estos versículos el cuadro de la crucifixión y es descrito mucho antes de que llegara a ser una forma de ajusticiamiento público. Leemos sobres sus huesos descoyuntados, las palpitaciones de su corazón, su sed extrema y sus manos heridas, todos los padecimientos del Señor Jesús en la cruz. ¿Quiénes son los perros que habla el versículo? Esos son los gentiles quienes se acercan para perforar las manos y los pies. Muchos concuerdan que esta fue la parte más humillante de Su sufrimiento. Él fue crucificado desnudo, en una condición como de animal. Tan exacto es el relato, que describe cuando apostaron por sus ropas. “Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme. Libra de la espada mi alma, Del poder del perro mi vida. Sálvame de la boca del león, líbrame de los cuernos de los búfalos.”(Vv.19-21) Esta es la descripción cuando Él dice: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Seguidamente, nos describen varios animales, el perro representando a los gentiles, el león a los romanos y nos habla del búfalo, el Dr. J. Vernon McGee hace referencia a que en algunas traducciones se dice en lugar de búfalo, unicornio, siendo el unicornio un cuadro profético de la cruz romana.

“Anunciaré tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré. Los que teméis a Jehová, alabadle; Glorificadle, descendencia toda de Jacob, Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel. Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó a él, le oyó.” (vv. 22-24) Tenemos ahora un cambio radical en este Salmo. Teníamos los sufrimientos de Cristo, ahora tenemos la gloria que debe seguir. No existe nombre más sagrado que este, tal como señaló Pedro el día en que él estaba pronunciando un discurso dijo: porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. De ti será mi alabanza en la gran congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen. Comerán los humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre (v. 25-26) Estas palabras hacen memoria cuando el ladrón le dijo “Señor, acuérdate de mí cuando vinieres en tu reino”. A lo que Cristo responde “mis votos pagaré delante de los que le temen. Comerán los humildes y serán saciados”. Es la esperanza para toda la humanidad. Vendrán, y anunciarán su justicia; A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto. (v.31) Esa es la razón por la cual nosotros conocemos de Él, sus últimas palabras fueron “Consumado es”, dando cabida a que todos anuncien sus actos; lo que Él inició nosotros tenemos que anunciarlo para que todo aquel que en él cree no se pierda sino tenga vida eterna. Salmo 23 En el Salmo 23, tenemos al Gran Pastor. “Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará” (vv.1-2) En el primer versículo observamos una declaración y una deducción: “Jehová es mi pastor”; pero entendamos lo siguiente, una cosa es decir “Jehová es un pastor”, pero es muy diferente decir “Jehová es mi pastor”. Y por la autoridad de Su redención, Su muerte, y resurrección, nosotros podemos decir eso. Por fe confiamos en Él , que Él es mi pastor. ¡Qué maravilloso es esto! Es muy fácil para una persona el decir: “Jehová será un pastor”, pero David no dijo eso, él dijo: Jehová es mi pastor. Continuando con el versículo 1, no dice: “nada me ha faltado” sino: “nada me faltará”. ¿Y qué es lo que quiere decir eso? Esto es seguridad. La oveja es un animal pequeño y muy tonto y seguridad, por tanto Él provee cosas para que no falta nada, Él protege. Si una oveja puede decir: nada me faltará; si una oveja puede decir: “nunca pereceré”; es porque tiene un pastor maravilloso. “En lugares de delicados pastos me hará descansar” (v. 2a)

Una reafirmación de seguridad. Se dice que las ovejas cuando tienen hambre no se acuestan a descansar, por lo que se refiere también a que Él es nuestra suficiencia. Y luego tenemos satisfacción. “Junto a aguas de reposo me pastoreará” (v. 2b) A las ovejas no les gusta beber agua estancada, o que es demasiado agitada. No les gusta beber en el mismo lugar que usan los cerdos. Sobre esto, vemos que la humanidad necesita hoy descansar, no tanto de la actividad física o mental, sino que necesita un descanso del alma. Cuando muchos destacan la necesidad de huir ante el problema, vemos como David se daba cuenta que eso no resuelve sus problemas, el descanso en el Señor, que hay que esperar pacientemente en Él. “Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre” (v.3) David entendía por experiencia lo que eso significaba. Él había pecado, él era esa oveja perdida que se había apartado del redil; no obstante nosotros debemos seguirle. En la biblia hemos leído “Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:27). De esa forma usted puede saber de quién son las ovejas. En aquellos días los pastores nunca empujaban a sus ovejas; las ovejas seguían a los pastores. De vez en cuando uno puede ver a un pastor delante de sus ovejas, pero eso no es muy corriente ahora. Pero, en aquel día, él conocía a sus ovejas. Él había estado con ellas de día y de noche y las ovejas le seguían. “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno” (v. 4a) Esto es una referencia al valor y consuelo. La muerte es la prueba suprema de la vida, la humanidad en su totalidad está hoy bajo sombra de muerte. No obstante el salmista no nos quiere decir que esperará hasta que llegue a su lecho de muerte; él hacía referencia que aunque ande por ese lugar, no temerá mal alguno, tendremos el consuelo y el valor necesario, pues estaremos seguros que Él está con nosotros siempre, aun en el momento de la muerte. “Tu vara y tu cayado me infundirán aliento” (v. 4b) Aquí se mencionan dos cosas la vara que es para la defensa y el cayado para la dirección, que simbolizan la reprensión suave y el reproche severo. Esta es la forma como trabaja Dios, Él tiene una vara para nuestra defensa, pero también tiene el cayado para nuestra dirección, nuestra guía, porque las ovejas siempre están tratando de irse por el mal camino. “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores” (v. 5a) Esta aseveración denota felicidad, fruto, y abundancia y todo esto está sustentado por el gozo. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores. ¿Y cuál es

esa mesa hoy? Estudiosos creen que es la mesa del Señor, lo que da a entender que el Señor trae promesas tanto físicas como espirituales a su pueblo, en contraposición de lo que opinen y hagan los angustiadores. “Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando” (Sal. 23:5b) Este aceite habla del Espíritu Santo. Y nosotros necesitamos ese ungimiento del Espíritu Santo en el día de hoy. No podemos enfrentar la vida solos y eso es gozo. Necesitamos ser sostenidos, soportados con gozo hoy. Necesitamos que nuestra copa esté rebosando. “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días” (v. 6) Jehová reafirma sus promesas, Él prepara un lugar para nosotros y cuando lo haga, volverá y nos llevará. Pero esto sucede si se está seguro que Jehová es nuestro pastor. Si usted puede decir eso, entonces puede decir el resto del Salmo, porque Él es el Pastor, Él entregó Su vida por las ovejas, y Él es su Salvador, y entonces, usted puede recitar este Salmo.

Salmo 24. La tradición señala que este Salmo debería ser como un himno. Los versículos 1 y 2 son interpretados por un coro, luego tenemos un solista, viene otro solista que contesta en el versículo 4; y nuevamente tenemos al coro en el versículo 5, y cuando llega al versículo 7, allí ya han llegado a Sion; en lo que todos se unen para cantar el último versículo; todo esto va junto formando un himno. La tradición dice que este Salmo fue compuesto cuando el arca fue llevada desde Quiriat-Jearim hasta el monte Sion, y allí era donde David había preparado el tabernáculo, y luego se preparó para edificar el templo donde fue colocada el arca. Se cantaba de una manera antifonal. Analicemos: “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. Porque él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos” (vv. 1-2) El salmista aquí nos habla del Creador, nos indica que esta tierra le pertenece a Él. Hay tantas personas que quieren tratar a esta tierra, como si fuera propiedad de ellos; pero pertenece solamente a Dios. Él la fundó sobre los mares, allí la estableció, haciendo alución al tercer día cuando Él separó las aguas, e hizo que las aguas se juntasen en un lugar y se descubrió lo seco, la tierra, lo que para el Doctor J. Vernon Mcgee es una alución a la vida que salía de la muerte. “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?” (v.3) ¿Quién lo va a hacer? Es la pregunta que hace el solista.

“El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño” (v. 4) Esta aclaración nos daría entender que estariamos fuera, pero nosotros estaramos, porque estamos en Cristo. Él se ha comprometido a presentarme ante el trono de Su ministerio actual. “El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación. Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob” (vv. 5-6) Ya este punto ellos entraban a Jerusalén según la tradición. Entiendiendo según el punto anteriuor que entraremos en Su Nombre, surgen aquí dos cuadros; uno es un cuadro de cuando Él regresó al cielo (Él Recibirá bendición de Jehová…), y el otro cuadro de cuando Cristo regresa nuevamente a la tierra (Tal es la generación de los que le buscan…). “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria” (v. 7) Aquí empieza a surgir una duda ¿Quién es Él?, veamos el siguiente versículo. “ ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla. Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria. (vv. 8-9) He aquí la respuesta, es Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderosos en batatta. “¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria.”(v.10) Nuevamente la pregunta, ¿Quién es Él? El Señor Jesucristo y lo confirma la segunda parte: el Rey de reyes, el Señor de señores.

Salmo 100 Este es el coro de Aleluya aquí al final. Es un final glorioso de un racimo precioso de Salmos. “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría. Venid ante su presencia con regocijo.” (vv. 1-2) En esta primera parte vemos una afirmación que se menciona constantemente en la palabra, Dios no quiere que usted llegue ante Él a adorarle con una cara larga, usted adora a Dios cuando en usted tiene regocijo y disposición para servir, cuando reconoce Su amor ilimitado y la salvación de la que ahora disfruta. “Reconoced que Jehová es Dios;” (v. 3a)

Interesante, por más obvio que pueda parecer esta afirmación, hay muchas personas que no saben eso, inclusive, muchos creyentes que no lo saben, que se están comportando como si Dios no existiera, no afirman saber que el Señor es Dios. Peor aún, terminan actuando como si fueran dioses en sus vidas. Y eso es lo que se nos dice aquí: Él es Dios. “El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;” (v. 3b) Ese es nuestro Dios, el Creador. Debemos adorarle porque Él es el Creador, Él hizo este universo. Pero, notemos ahora que no sólo le adoramos a Él como el Creador, sino que, tal como dice a continuación. “Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.” (v. 3c) Ahora, ¿cómo llegó usted a ser una oveja? Bueno, cuando usted fue redimido. Y aquí tenemos un caso donde el Pastor muere por Sus ovejas; las ovejas no morían por Su Pastor, pero el Pastor murió por Sus ovejas y nosotros somos ovejas de Su prado. Hagamos una pausa aquí, amigo oyente. ¿De qué ovejas está Él hablando aquí? Las ovejas de las cuales se está refiriendo aquí, son las ovejas de Israel. Él es también Su Pastor, y recuerde que Él les dijo algo a ellas desde Su punto de vista. Él dijo: tengo otras ovejas que no son de este redil. “Ellas no pertenecen a este redil”. Usted, amigo oyente, y yo también, pertenecemos a ese redil si estamos en Su Iglesia. Escuche ahora, lo que dice la primera parte del versículo 4: “Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre” (vv 100:v4a) Así es como Él quiere que usted llegue a Su presencia, entrando con alabanza y con gratitud en el corazón. Si se va a la Iglesia a adorar, hay que tener seguridad de que se va a ese lugar con acción de gracias y con alabanzas. No se es de mucha ayuda a la casa de Dios, si no se contribuye con una actitud de gratitud y júbilo. “Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones.” (v. 5) A Dios no se le agota la misericordia por más que algunos lleguen a pensar que el Señor se le ha acabado para ellos, Su misericordia es para siempre. Es lo mismo que la harina que se encontraba en la tinaja de la viuda de Sarepta, donde estuvo el profeta Elías, esa harina nunca escaseó. De igual manera es lo eterno del Señor, que nunca se contradice, lo que dijo una vez que haría lo terminará haciendo.

Salmo 117 Este salmo por muy pequeño que parezca, tiene mucha importancia, este salmo está dentro del grupo de los Salmos Alel, Y éstos eran entonados en las tres grandes fiestas que se celebraban: la fiesta de la Pascua; la fiesta de Pentecostés, y la fiesta de los Tabernáculos. “Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle. Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, Y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya.”

Primeramente observamos una declaración profética, mira hacia el futuro, cuando todas las naciones, razas, tribus y lenguas de todos los continentes, de cada nación, se unirán en alabanza a Jehová y le adorarán como Señor. No obstante ¿Dónde está en el día de hoy, la nación o las naciones que cantan alabanzas a Jehová? ¿Dónde están esas naciones que adoran y le alaban a Él en sumisión a Jehová? Esta respuesta es encontrada en el mensaje de los profetas. . Zacarías dijo en el capítulo 2:11 “Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo.” Y luego allá en el capítulo 14:16 Zacarías hace esta declaración “Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos” Evidentemente la adoración de todas las naciones está estrechamente relacionada con el retorno de Israel a Dios, entonces surge otra pregunta: ¿Cuándo se cumplirá todo esto? Y justamente este pequeño salmo da la respuesta a estas interrogantes: “Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia” (v. 2a) Cuando el salmista habla de nosotros se trata del pueblo de Israel. Cuando Dios es bondadoso hacia Israel y hablando sobre el futuro, Él será bondadoso para con todas las naciones de la tierra, dando cumplimiento a lo dicho en Miqueas 7:20 e Isaías 54:78. Por tanto, podemos ver que esto tiene referencia a aquel día que se acerca, a ese día en que todas las naciones van a alabar al Señor. Por consiguiente, ¿Existe alguna referencia en el Nuevo Testamento sobre esto? Pues la hayamos en el libro de Hechos 15, cuando Jacobo hace mención que Dios está tomando un pueblo para Sí de entre los gentiles en la Iglesia. Por ente, esto representa una Iglesia formada por toda clase de gente, razas, tribus y lenguas que han sido unidas en un sólo cuerpo, y después Jacobo sigue diciendo: Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré, ¿después de qué? Después de que se lleve a la Iglesia de este mundo. Por consiguiente tenemos un Salmo que tiene su mirada puesta en el futuro, cuando toda criatura en este mundo rendirá adoración a Dios, cuando sea restaurado el Tabernáculo de David