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NÚMERO 32 - AÑO 2007

The UFO Report and Research Magazine

EXAMEN CRÍTICO DE LA HIPÓTESIS ET-SIDA · LEYENDAS DE HOMBRES LAGARTOS · OTRA VEZ EN LOS ORÍGENES

Editado por el

Instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos

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Editorial

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esde que comenzamos a estudiar la fenomenología ovni nos hemos visto colmados de sorpresas, unas por la propia manifestación y otra por la ingerencia continua de elementos extraños a la misma. Entiéndase por ello militares y los mal llamados científicos. Algunos estados han visto, en esas presencias foráneas, una tapadera para ocultar sus propias elucubraciones, y aunque digan que el tiempo no existe, este lleva al final las cosas al lugar que le corresponden. Las complejas maniobras políticas de EUA, no deja descanso a la ingente cantidad de insensatez que lleva, a veces, al mundo a límites insostenibles. Explosiones nucleares en la atmósfera, subterráneas y en el mismo espacio sideral, por no decir de aquella que quisieron explotar en la Luna. No solamente han acelerado un cambio climático sino que no satisfechos con estas pruebas están matando los cetáceos de todo el mundo. No es el cambio climático, sino una serie de pruebas militares submarinas que tienen por finalidad atacar a todo aquello que se mueve por debajo de la superficie marina. En el contexto general algo parece que va cambiando, algunos países están facilitando los datos sobre materia reservada sobre los no identificados y otras naciones anuncian que lo harán en breve. Algo extraño se está cociendo que no tratamos de llegar a la raíz de la cuestión. Por otra parte el Dr. Steven Creer, el 27 de febrero del presente año (2007), le confesó a nuestro enviado a Lauglin, Nevada, Andreas L. Kalcher que la inteligencia de EUA estaban buscando el medio idóneo para dar a conocer a sus ciudadanos la verdadera realidad de los ovnis. El Disclosure Projet, que lidera Steven Creer, es quizás el hombre mejor informado del mundo, en lo que se refiere a estas cuestiones. Si llegara esa situación tendrían que contestar a muchas preguntas, no solamente la componente espacial sino todas aquellas que está implicada la voluntad humana. Experimentos inconfesables con humanos y con el ganado. En otro estado de situaciones tendríamos que preguntar sobre la conducta tan hostil que se ha mantenido con los visitantes. En este extraño binomio entre los celeste y lo terrenal nos hemos visto desorientado, sin saber qué camino tomar al encontrarnos la química humana con otra de origen desconocido. Ello ha hecho que quizás en algunas ocasiones hayamos valorado erróneamente, pero es un peligro que no podemos soslayar hasta que no finalice ese plan de ocultación. Algunos gobiernos se han preocupado del cambio climático y también solapadamente por el incremento de la población humana. Las pandemias que surgen con cierta periodicidad hacen pensar que entre estos dos problemas algo está en juego.

staff

S U M A R I O

Director Ramón Navia-Osorio Miembro de honor Salvador Freixedo Colaboradores Juan Carlos Álvarez David Álvarez Planas Jaume Ametller Viñamata Magdalena del Amo Jordi Ardanuy Patricio M. Arias Peña Eugenio Bahamonde Roderick Bowen Olga Canals Anglès Rafael Casares Francisco Casasola Luis Castro Pimentel Eduardo Castropol Elisabeth Catalan Marga Coll Ignacio Darnaude Juan Díaz Montes Mario Fernández Salas Manuel Figueroa Raúl Gajardo Leopold J.M. García Bautista José González Fernández Carlos González-Cutre Carlos Gutiérrez Tutor Mari Carmen Masi José M. Moya Osvaldo Muray Quiroz Raúl Núñez Gálvez José J. Rayo Navas C. Pascual Sumalla Maika Taboada J.M. Trallero Donado J. Ignacio Valdés Mellado Alberto Valles González • • • Espacio Compartido es una publicación del Instituto de Investigación y Estudios Exobiológicos (I.I.E.E.) Provençals, 5 - baix 7.4 08019 Barcelona Tel. 933 078 044 - [email protected] El I.I.E.E. se encuentra registrado con el número 2228 de Sociedades de Barcelona. El I.I.E.E. no se hace responsable del contenido, opiniones o ideas expresadas por sus autores. Todos los artículos de Espacio Compartido están amparados bajo el Copyright, no permitiéndose la reproducción total o parcial por cualquier medio o procedimiento, sin autorización por escrito de la dirección. Depósito legal: 18104/1982

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Examen crítico de la hipótesis ET-SIDA

José J. Rayo Navas

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Leyendas de hombres lagartos

Raúl Núñez Gálvez

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Otra vez en los orígenes

Ramón Navia-Osorio

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Examen crítico de la hipótesis ET-SIDA José J. Rayo Navas El Sida no es una enfermedad nueva causada por un maléfico virus, originado por humanos o extrat e rre s t res; más bien obedece a determinantes tóxicos, genéticos, estresantes y condicionamiento mental del Zeitgeist, teniendo como coadyuvantes las modalidades electromagnéticas y como nexo, el flujo informativo cuántico epigenético. Todo ello, conducen a pat ogénesis con la ex p resión consecuente de procesos víricos.

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entro de la comunidad de personas interesadas en la amplia fenomenología Ovni (FOVNI) se ha establecido como un hecho fuertemente arraigado, aceptar el concepto oficial de lo que es el SIDA, si bien distanciándose de la etiología aceptada, se decantan por planteamientos antropogénicos. Los mismos, se sustentan en consideraciones iatrogénicas popularizadas por estudiosos como el Dr. Alan R. Cantwell, el Dr. Robert Strecker, el Dr. Leonard G. Horowitz o Robert E. Lee. Todas ellas, en mayor o menor medida, giran en torno a actitudes tremendistas rayando en delirios de conspiraciones maquiavélicas. Podríamos incluir como una variante dentro de las mismas, las propuestas que atribuyen la génesis del VIH/SIDA, no ya a agentes humanos, sino a inteligencias alienígenas. Han sido diversos los autores que han planteado tal aproximación, aunque quien de un modo más específico lo ha expuesto, es el Dr. Phillip S. Duke. Su tesis se ha recogido en forma de libro1, habiendo presentado síntesis previas2 y otras posteriores con fines promocionales3. Por ser el suyo el trabajo más representativo, partiremos del mismo en este ensayo. Premisa base Duke nos indica que la hipótesis de la conexión ET-SIDA es un concepto científico unificador nuevo, que explica diversos fenómenos relativos al VIH/SIDA y ufología, mutuamente relacionados. Como señalé al comienzo, todas estas evaluaciones divergentes del consenso oficial, toman como fundamento el binomio VIH/SIDA, coincidiendo con la misma ortodoxia. Es ahí, precisamente, donde yerran. Recuerdo el énfasis que un profesor en la Facultad ponía en advertir, que para resolver correctamente los problemas en la asignatura de Dirección Financiera, era fundamental saberlos plantear adecuadamente. Si no se hacia, se corría el riesgo –bastante frecuente– de desarrollar el ejercicio, culminando en una solución que, aunque creíble, era errónea. Algo similar, observo en temas diversos, siendo el caso que nos ocupa uno de ellos. Se plantean mal, porque se parten de premisas cuestionables. La hipótesis de Duke, aparentemente, es convincente o por lo menos atractiva; pues su lógica parte de aceptar acríticamente premisas apoyadas en modelos teóricos ad hoc sobre los que se ajustan forzadamente los datos reales, creando aparentes evidencias.

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Puntualizaciones Duke arranca de una premisa que, por influencia social, hoy es algo axiomático. Nos dice que el Sida es una enfermedad nueva, enteramente diferente; nada remotamente conocido con anterioridad a 1979. La realidad es bien diferente, pues el Sida propiamente dicho ni es una enfermedad, ni es nuevo. Lo que sí es nuevo, son esas siglas asignadas por los CDC de Atlanta a un grupo de 32 enfermedades y estados físicos conocidos. La definición inicial abarcaba a 12 patologías en 1983. Una revisión de 1985 introdujo 7 enfermedades más. Otra posterior revisión en 1987 lo aumentó en 8, pasando en 1993 a incluirse 4 enfermedades más una condición celular como marcador que, para nada, es enfermedad4. Se requiere que para catalogarse como Sida, se presenten alguno de los 32 estados físicos y dar positivo en unas pruebas de anticuerpos. Así, se da la paradoja que un paciente con septicemia por Salmonella, si da positivo en las test, pasa a ser enfermo de Sida, y si no, es un caso de de salmonelosis y punto. A lo que hay que añadir, que la decisión ultima de dictaminar si la persona es seropositiva o no, se verá influida por prejuicios y consideraciones que tienen que ver más aspectos psico-sociales que con criterios científicos objetivos. No es de extrañar que la expansión del Sida, coincidiese con las sucesivas modificaciones de definición, manteniéndose a partir de ahí reiteradas campañas de “concienciación”, sirviéndose de proyecciones estadísticas, de por sí cuestionables. Las siglas SIDA, por tanto, no se refieren a una enfermedad, sino a un síndrome, un conjunto de síntomas. Complicando las cosas, los criterios clínicos aplicables a Occidente y a África son diferentes, no requiriendo en éste último, pruebas de laboratorio5. Y dentro de Occidente, también existen diferencias de país a país. Todo lo cual, ha llevado a que el profesor de Ciencias políticas, George Kent, considere como una imposibilidad una definición técnica; “no existiendo unos indicadores simples, explícitos, consistentes y ampliamente aceptados para el Sida”6. No deja de maravillarse como ante tal panorama, los miles de sanitarios y “expertos” actúen sin el rigor requerido. VIH, centro de todo Como consecuencia, la ciencia ortodoxa simplifica todo el enredo, hablando de infección por VIH, el retrovirus oficialmente responsable del síndrome. Duke, siguiendo la línea oficial, centra su análisis en él, repitiendo los mismos argumentos de la ortodoxia. Dado su comportamiento anómalo, considera que “el origen del VIH y sus resultantes pandemias, evidentemente, no pueden haber ocurrido de forma natural”, siguiendo al Dr. Mirko Grmek7. Para Duke, ese virus nuevo es de origen artificial. Se alinea, en principio, con las teorías conspiracionistas popularizadas por autores como los mencionados al principio. Lo que hace que sea diferente su propuesta, es un concepto conspiracional, pero no humano. Las razones que le llevan a distanciarse de planteamientos antropogénicos, son los siguientes: • Todos los intentos para reproducir el supuesto “accidente” que originó elVIH, han fallado

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• La ciencia, en el periodo que se supone se realizaron trabajos biomédicos (entre 1930 y 1950), era incapaz de hacerlo, pues el conocimiento necesario requerido no se tenía • La requerida inoculación mediante vacunas no es válida, ya que programas de vacunación en África y América para el periodo referido, no existían • No hay constancia de programa alguno de investigación biomédica relativa al VIH Antes de rebatir los argumentos de Duke, es necesario replantearse las premisas oficiales. De su aceptación bona fide o su cuestionamiento, dependerá la factibilidad de los puntales básicos de la hipótesis ET-SIDA. Ni necesario, ni suficiente Es algo axiomático que si el VIH es la causa del Sida, ese agente viral tiene que estar presente, al menos, en todos los infectados. Siendo obvio, Duke parte del mismo, para sus razonamientos. Sin embargo, era de sobra conocida la existencia de cuantiosos casos de Sida sin presencia de VIH8. Casos que habían sido estudiados durante años9. Naturalmente, esa realidad hacía añicos la relación sacrosanta de VIH = SIDA, por lo que se hizo necesario buscar una salida. La misma, la proporcionaron los Drs. Anthony Fauci del National Institutes of Health (NIH) y James Curran de los Centres for Disease Control (CDC). Acuñaron el término “linfocitopenia idiomática CD4”, indicando que todos estos casos de Sida sin VIH representaban una enfermedad totalmente diferente. Prueba clara de lo que Harvey Bialy, ex-editor del Nature Biotechnology Journal, consideraba que “el Sida es la primera enfermedad de consenso, en una época en la que la ciencia se ha degenerado a ser consenso”. Tal y como acertadamente constata el Dr. Roberto A. Giraldo-Molina, el VIH no es ni necesario, ni suficiente, ni siempre antecede al desarrollo del síndrome. Algo que es probado por miles de casos de Sida que son VIH negativos y toda una gran cantidad de personas absolutamente sanas, que no desarrollan Sida a pesar de ser VIH +10. Los tests Adicionalmente a lo mencionado, otro de los puntales asumidos, lógicamente por Duke, es el que solamente a través de pruebas de laboratorio se revela la existencia de infección por VIH. Las pruebas o tests –como bien indica- solamente detectan anticuerpos, no el virus en sí. Y es aquí, donde radica el gran talón de Aquiles. Lo advierte muy bien la biofísica Dra. Eleni Papadopulos-Eleopulos, “lo único que se tiene para probar que el Sida sea causado por el VIH son los anticuerpos. Si las pruebas que detectan estos anticuerpos, son inespecíficas, entonces no hay ningún argumento”11. Añadir la observación del Dr. Valendar F. Turner que “el único modo de probar que los anticuerpos son una reacción a algo llamado VIH, lo primero que hay que probar es que se tiene el virus”12. Y que “sin saber la sensitividad y especificidad de los tests de anticuerpos, es imposible usarlo para probar infección por VIH”13. Desgraciadamente esas particularidades no se conocen objetivamente, ya que los expertos para determinarlas, se sirven de otros tests igual de indeterminados como herramienta probatoria. Es un círculo vicioso. “Este es el problema con la supuesta ciencia del Sida”14. ¿Sólo la del Sida? El problema apuntado, me recuerda el caso de la geocronometría. Un asunto, en el que la tendenciosidad y conjeturas ad hoc, son cosa corriente. Los métodos de datación

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al uso se han establecido como piedra angular de la supuesta validez de la columna geológica. Y todo ello, para defender dogmáticamente la idea de la evolución darwinista. Debido a la importancia de las pruebas o tests que determinan el status de infección o no, conviene ver con más detalle las razones de esa falta de especificidad. La ortodoxia suele diferenciar entre métodos indirectos y directos. Los primeros, detectan en la sangre los anticuerpos sintetizados por exposición al agente infeccioso. Los segundos, supuestamente detectan directamente el virus o alguna de sus proteinas. En la confusión a la que tanto ha contribuido esa llamada “ciencia del Sida”, catalogan a los métodos indirectos como “de criba”, siendo el test par excellence el ubicuo ELISA (Enzyme-Linked Immuno-Absorbent Assay). Debido a que de por sí es inespecífico, algo reconocido por uno de sus fabricantes15, se requiere de métodos directos llamados “de confirmación”, como el Western Blot16. Este último, se supone utiliza unas 10 proteinas consideradas constitutivas del VIH. Aislamiento Para saber que, efectivamente, pertenecen a ese retrovirus, es imprescindible extraerlas o bien de una partícula vírica (algo impracticable dado el diminuto tamaño) o bien, de material que consista en partículas virales puras. Para demostrar la existencia de un nuevo retrovirus y sus características, se requiere llevar a cabo un aislamiento o purificación en cultivo celular, siguiendo las indicaciones presentadas por Sinoussi y Chermann en el Simposium Pasteur en 197217. Con anterioridad, hasta la década de los ’50, muchos retrovirólogos se daban por satisfechos si detectaban en el cultivo partículas con apariencia retroviral. Sin embargo, para investigadores más rigurosos, era engañoso; pues las células bajo ciertas condiciones, generan partículas con esa apariencia. Con ello, llamaban la atención a no ser precipitados, evadiendo procesos tediosos por pura comodidad18. El aislar o purificar es imperativo para: 1.Probar que esas partículas retrovirales son infecciosas. El hallar elementos con esa apariencia no prueba nada. La razón, es que partículas con las características morfológicas de retrovirus se encuentran en diversos tejidos de peces y reptiles19, así como en insectos y mamíferos20. Una vez detectadas, hay que determinar si son exógenas para ser infecciosas. Los retrovirus son, en este particular, problemáticos por su misma condición de transformación informativa celular, que es lo que les otorga el nombre21. Se sabe que retrovirus endógenos están presentes en todos los humanos22, siendo bioquímica y morfológicamente indistinguibles de los exógenos. 2.Consecuencia de lo anterior, determinar que los efectos producidos son de las partículas y no de contaminantes o estimulantes químicos en el cultivo. 3.Caracterizar las proteínas y el genoma, tan imprescindibles ambos en las pruebas de infección. Lamentablemente, se han impuesto como criterios para “aislar” o “purificar”, el detectar la enzima transcriptasa inversa, detectar reactividad anticuerpo/antígeno23 y detectar partículas con forma retroviral. Para ilustrar lo inadecuado de ese proceder, nos serviremos de los siguientes símiles:

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• Para el caso de la enzima: es como si por detectar enzimas hepáticas en el plasma de un enfermo de ictericia, fuese prueba de haber aislado el hígado. • Para el caso anticuerpos/antígeno: es como si por darse una reactividad de anticuerpos a la proteína ?HCG, fuese prueba de haber aislado la placenta humana. • Para el caso de partículas: es como si por detectar una forma de pez en el océano, fuese prueba de poseer un auténtico pez. Creando confusión Considerando el papel tan importante que se atribuye a la transcriptasa inversa, no deja de ser curioso que la misma no sea específica de los retrovirus; estando presente en todas las células, al igual que en bacterias y virus24. Algunos de esos gérmenes, como la Escherischia Coli, son empleados en la fabricación de los tests. Eso, es importante puesto que un porcentaje considerable de seropositivos, están infectados por gérmenes diversos. El distinguirlos del VIH, es pura especulación apoyada por el consenso que denunciaba Harvey Bialy. Como consenso fue, definir morfológicamente al VIH. La familia Retroviridae, se divide en Lentivirinae, Spumavirinae y

Oncovirinae; estando ésta última, diferenciada en partículas tipo B, C y D. El VIH, de modo arbitrario, se ha catalogado como tipo C, D y lentivirus. Esas diferencias taxonómicas es, volviendo al símil, como describir una nueva especie de mamífero como un humano, un gorila y un orangután25. Se parecerán, pero no son lo mismo.

Pruebas de poca prueba Hecho un repaso somero de los problemas de la razón principal de la inespecificidad de las pruebas de infección, veamos –también someramente- de un modo más inmediato, lo poco fiables que son esos tests para –no lo perdamos de vista- la detección de infección por VIH. Así tenemos, que las pruebas serológicas mediante los tests, generan reacciones cruzadas (falsos positivos) en por lo menos 70 condiciones clínicas documentadas en la literatura científica26.

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A lo que, siendo ilustrativo, hay que mencionar dos de los casos para mí favoritos, por lo de forteanos tienen: En un estudio, el 13% de indios amazónicos que no tenían enfermedad ni contacto externo a su tribu, daban positivo en el Western Blot27. En otro, el 50% de las muestras de sangre de perros saludables dio positivo a los tests28. Esas situaciones no deben sorprender en unas pruebas tan “solventes” que los mismos grupos de pacientes pueden ser positivos en un laboratorio, pero negativos en otro con una técnica diferente; o aún dentro del mismo, usando la misma muestra con diferentes técnicas29. Otro de los procedimientos en el estudio del VIH, es el uso de la técnica del PCR, que replica una pequeña secuencia de ADN en el orden de millones de copias. Se ha impuesto para la cuantificación o carga viral. Hecho curioso, donde los haya, ya que su inventor, Kary Bank Mullis –al que le concedieron por ello el Nobel en 1993- afirma categóricamente que no sirve a tal fin. Al amplificar una copia de ADN, puede ser tanto viral como no. ¿Cómo decidir qué parte es del VIH o de contaminantes, si no se tiene una evidencia de que los iniciadores o “primers” sea material genético solamente del VIH? Al igual que con los tests, la “carga viral” es lo mismo de inespecífica, llegando a advertirlo fabricantes como Roche. Tanto es así, que en la literatura médica se dan niveles cuantitativos en seronegativos30. Se podría tratar con más profundidad el uso de la PCR, pero no es el lugar. Con lo indicado es suficiente para hacerse una idea, siendo determinante –a mi juicio- la valoración que hace el propio Mullis: “el PCR cuantitativo, es una gilipollez”31. La “transmisión” sexual del VIH Retomando a Phillip S. Duke, encuentra una clave de su argumentación, en el hecho de corresponder las zonas en el cuerpo del ganado mutilado a aquellas que, en humanos, se identifica con la transmisión del VIH. En esencia, las áreas son la genital, la anal y la bucal. Sin embargo, un análisis más minucioso deja en mal lugar presupuestos firmemente arraigados. Trabajos evaluando la incidencia de carcinomas anal32 y cervical33, demostraron que la causa no se debía al acto sexual en sí, sino a su abuso. Lo mismo se deduce del –hasta ahora- mejor diseñado estudio sobre la transmisión sexual del VIH34. La conclusión de esa iniciativa, liderada por Nancy Padian de la Universidad de California, señala que es la frecuencia el factor de riesgo y no la promiscuidad. Acertadamente, el equipo de Eleni Papadopulos apostilla que “el SIDA y un test de anticuerpos positivo, lo mismo que el embarazo, se pueden adquirir sexualmente, pero no transmitir”35. En esa misma línea detractora, tenemos unas pruebas demoledoras y, consiguientemente, forteanas in extremis. Son otras de mis favoritas. Se refiere a la constatación del fallecimiento de varias decenas de actores porno, pero ninguna actriz; lo paradigmático lo representa una notable figura femenina como Ginger Lynn, quien practicó relaciones sexuales sin protección con cientos de hombres. Algunos de ellos fallecieron de Sida, estando ella inmune al síndrome y a eso que se llama VIH. Su caso no es único36.

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Transmisión madre-hijo Dentro del tema de la transmisión vía genital, Duke llama la atención del hallazgo del National Institute of Discovery Science (NIDS) de Las Vegas, quienes localizaron en el cuerpo mutilado de una vaca preñada, un misterioso gel azul pálido. Con la referencia aportada por el ya fallecido ex-oficial del Pentágono, Philip J. Corso37, considera que el gel, por su contenido en formaldehído, servía como agente biocida y conservante. Su finalidad no era otra que la posible protección de la ternera frente a infecciones en su paso por el conducto vaginal. Un reforzamiento de la conexión ET-VIH, la encuentra en que un gel similar fue aplicado a una abducida para tratar su infección vaginal. Se presupone que la transmisión madre-hijo, solamente sería la provocada horizontalmente. Tanto ésta, como la parental o vertical, son cuestionables por las limitaciones tanto en la definición de Sida, como la inespecificidad de los tests. Las conclusiones entorno a transmisión madre-hijo, se basan en datos epidemiológicos sesgados y carentes de un proceso de doble ciego controlado. Los tests de anticuerpos en recién nacidos, son inespecíficos debido a la incorporación de anticuerpos maternos vía placenta. Los mismos, decrecen con el parto hasta quedar exentos a partir de 9 meses. Si la criatura resulta seropositiva a partir de ese período, continuaría siéndolo, salvo tratamiento según la oficialidad. No obstante, la realidad se obstina en contradecir el razonamiento teórico. Así, infantes sin tratamiento alguno seroconvierten en negativos con el paso del tiempo38. Para los “Duke”, sería prueba de lo enigmático del VIH. Para otros, evidencia de aberración científica. Transmisión láctea El que a las vacas se las extirpe las ubres, como que a las mujeres abducidas lactantes se les examine la leche, es motivo de sospecha como vector de transmisión del VIH. Dejando a un lado que para probar la infección en la leche, se utilizan las mismas pruebas que conel plasma, convendría indicar que la presencia de partículas retrovirales es común en la leche39, algo que en sí, induciría a error. Pero, aunque se tenga constancia de ADN VIH-1 en células de leche materna, “no indica necesariamente la presencia de virus infecciosos, replicándose activamente”40. No solamente eso, sino que su presencia misma “no significa necesariamente que amamantar sea una ruta de transmisión”41. Como es norma en todo lo concerniente al VIH-Sida, el caso de la lactoinfección se apoya en estudios tendenciosos42. Transmisión sanguínea Otro de los elementos transmisores del VIH y obsesivamente incautado por las entidades parapetadas tras el FOVNI, es la sangre. Como era de esperar, A Duke no se le escapa dicha asociación. Lo que hay que determinar con seriedad, y no ampararse en ideas morbosas populacheras, es si de partida, es aceptable el status del VIH en la sangre. No deja de ser sospechoso que el VIH no se observa directamente en plasma. Su presencia se deduce de los resultados de técnicas indirectas y no específicas, aplicadas a cultivos in Vitro. Cultivos, que para facilitar la visualización de partículas VIH, suelen contenesr agentes estresantes. Adicionalmente, se requiere diluir la sangre, variando la concentración dependiendo del tipo de test a utilizar. Lo curioso es, que si no se diluye, la muestra sanguínea es reactiva; esto es, que ha estado expuesta a antígenos VIH. Con ello, todo el mundo es seropositivo43. La razón

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de esa reactividad, se encuentra en que los tests indican presencia de anticuerpos. Algo normal, ya que es un hecho biológico que la sangre de cualquier individuo contiene una multiplicidad de anticuerpos, antígenos y agentes infecciosos, por muy sano que se esté44. Por eso, las transfusiones comportan un alto riesgo, no estando garantizada la eliminación total de elementos que supongan inmunosupresión en el receptor45. No es extraño, pues, el resultado con unos ratones libres de VIH, a los que se inyectó linfocitos de otros ratones igualmente libres del virus. Dieron positivo a las pruebas de anticuerpos VIH46. Como tampoco es extraño, que cuantas más transfusiones reciba una persona, mayor es la posibilidad de ser VIH+47. Todo esto, sirve para ilustrar que achacar al VIH lo que es una respuesta genérica, da pábulo a enturbiar, crear confusión y generar conclusiones erróneas. No quiero terminar este asunto de la sangre, sin mencionar dos reveladoras evidencias de que no es el VIH el agente infeccioso en el fluido rojo. Como no podía ser menos, ambos son forteanos. Uno, es la demostración que, entre otros sitios, hizo en España frente a las cámaras de TVE el Dr. Robert E. Willner, inyectándose sangre de un seropositivo48. Hasta su extraña muerte en su coche, siempre daba negativo en las pruebas. La otra evidencia, es la sentencia exculpatoria del facultativo Günter Ekkert el 24 de febrero de 1997, en el que fue un juicio espectacular por contaminación masiva de sangre. Testificó a favor del galeno, el beligerante doctor en virología, Stefan Lanka, quien denunció la inexistencia del VIH, emplazando a que cualquier científico demostrase lo contrario bajo juramento. Su desafío no fue atendido49. Después de aquello, ya se cuidan muy mucho las autoridades científicas y las otras (tanto da) de impedir nuevas osadías provenientes de “Lankas”. En todo este tremendista asunto sanguinoliento, no deja de ser llamativo que no exista epidemia de Sida o de seropositividad en personal médico y científico por infección accidental. Lo señaló el pionero disidente Dr. Peter Duesberg50 y lo siguieron confirmando los CDC51.

Los tests no prueban, pero no son inútiles Más arriba, traté de pasada la razón de la reactividad de las pruebas. Este es un tema importante y conviene hacer unas aclaraciones. Que los anticuerpos reaccionen con unas proteínas no probadas del VIH y que por tal motivo, no implique especificidad, no quiere decir que los tests sean inútiles. En personas pertenecientes a grupos de riesgo, predicen una propensión a determinadas enfermedades que componen el síndrome52. Y en términos generales, la seropositividad actúa como un marcador de inmunodeficiencia53. El que una prueba no específica sea un predictor, no es nuevo en los estudios clínicos, como lo demuestra la ESR o nivel de sedimentación de eritrocitos54. Los dos “enigmas” de Duke Es en esa razón de la reactividad, donde se explican dos “enigmas” para Duke. Uno, ya se ha mencionado al principio, cuando considera al Sida como algo nuevo y enteramente diferente a lo conocido antes de 1979. La respuesta a ese desconcierto, nos la proporciona un reputado especialista como el médico colombiano Roberto A. Giraldo-Molina55. Nos dice: “La circunstancia realmente nueva que rodea a todos los grupos de personas que con mayor frecuencia desarrollan el Sida, es su exposición exagerada en las últimas décadas a una variedad de agentes estre-

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santes para el sistema inmunológico, los cuales pueden tener origen químico, físico, biológico, mental o nutricional. Coincidencialmente, el Sida aparece en distintos y distantes grupos de personas en la segunda mitad del s. XX, en un momento cuando el sistema inmunológico de los humanos ya está saturado y se ha deteriorado severamente, debido a exposiciones involuntarias y, a veces, voluntarias de agentes estresantes inmunológicos”56. Añadir que, pese a las visiones catastrofistas iniciales, el Sida en países occidentales no se ha extendido fuera de los originales grupos de riesgo57. Se aducen casos anecdóticos, que no resisten el más mínimo análisis crítico. Por lo tanto, no hay tal pandemia58, siendo todo fruto de ideologías socializantes propugnando una igualdad identitaria con los grupos de riesgo. No es casual que las campañas institucionales, como las de ciertos colectivos subsidiados, incidan en palabras como “solidaridad” o de que “el Sida nos afecta a todos”. Aparte del miedo inducido, lo que se persigue es despertar impulsos nobles para un fin de manipulación innoble. Se apela a la misericordia y compasión que facilite un tránsito igualitario. Detrás no hay más que el fin homogeneizador de la población, no para una fraternización como pregonan los intoxicadores, sino una uniformidad que iguale desde lo inferior y decadente. Una reducción a la condición de hombre-masa. Como denuncia el Dr. Giraldo, todas las campañas y programas de prevención lo único que hacen es promover la promiscuidad y estilos de vida tóxicos y embrutecedores. La imperante ideología progresista y lo políticamente correcto, tiene como meta “machacar cualquier atisbo de dignidad moral o altura de miras que no sea, como ellos, modernizante” en palabras del genial Martín Lozano. En este caso, quizás, convendría recordar con todas las debidas matizaciones la consideración de Aristóteles, diciendo que la compasión es un estado enfermizo y nocivo. El otro “enigma”, se refiere al caso de un abducido, portador de un implante, que como consecuencia, daba positivo en los tests hasta su extirpación, quedando desde ese momento seronegativo. El sistema inmunológico tiene como fin adicional, la eliminación de elementos exógenos. En esa tarea participan células B asociadas a tejido linfático, produciendo anticuerpos humorales59. El stress ocasionado desplaza el metabolismo celular a un catabolismo60. El desplazamiento catabólico, estimula células inflamatorias como linfocitos, que emigran en grandes cantidades a espacios no vasculares como los nódulos linfáticos, asociándose a procesos de mitosis61. Agentes mitógenos, como radiación, facilitan la expresión de retrovirus en cultivos ausentes de virus62. Se requiere, por tanto, una estimulación celular. Luc Montagnier constató que para lograr la manifestación del VIH in Vitro se requería estimular las células T463. De la misma opinión era Robert Gallo64. El stress oxidativo está implicado en la estimulación de células T65. No resulta extraño, que ante un cuerpo externo, las células blancas al combatirlo, producen radicales libres. Un exceso de los mismos, genera stress oxidativo. Como el VIH no se ha “aislado” in vivo, sino sólo in vitro y para lograrlo se requiere someter a stress oxidativo el cultivo celular, se desprende que la oxidación es un prerrequisito para la expresión de cualquier retrovirus, incluyendo al VIH66. El problema con éste, que tanto desconcierto causa alimentando nociones enigmáticas, es que los datos genéticos in vitro no se correlacionan in vivo67; que mientras los genomas de los más variables retrovirus no difieren en más de un 1%, en el VIH varían hasta en un 40%68; que mediante estudios de hibridación, se ha sido incapaz de probar la existencia del genoma VIH en linfocitos frescos de pacientes con Sida69 y que con la técnica más usada del PCR, no se ha obtenido la secuencia completa del genoma VIH en linfocitos frescos de sidosos.

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Explicando los “enigmas” Tras esta aparente -pero necesaria- digresión, se entiende mejor la razón de esa seroconversión tras la retirada del implante. Duke, acertadamente comenta que “las circunstancias indican que el implante causó un test VIH+ sin que ningún virus estuviese presente”. En donde no parece acertar, es en la conclusión de que fruto de lo anterior, existía una “clara conexión” entre ETs y el VIH.

El seguir la línea oficial, lleva a otorgar a un agente viral cuestionable, particularidades que alimentan la confusión entre reacciones biológicas y su vínculo con los tests. Del uso de éstos, como herramienta investigadora en abducidos, le reporta a Duke un número “anormalmente bajo” de seropositividad. Si tenemos en cuenta ciertos trabajos, en los que se constataba cómo los implantes extraídos se encontraban recubiertos por una membrana oscura muy resistente, gracias a la cual, se daba una ausencia de respuesta inflamatoria70, lo que indica que no hay reacción inmunológica. Consiguientemente, no hay ni anticuerpos humorales ni stress oxidativo. Como tampoco hay reactividad en las pruebas. Pero eso no tiene por qué llevar a la errónea conclusión de Duke, de que “la abdución puede indicar contra infección VIH”. No contra infección, sino contra seropositividad, sabiendo lo que ello representa. Para que esto se entienda, se han desarrollado todas las cuestiones previas, que parecían fuera de lugar. Las pruebas en animales En ello, puede posiblemente encontrarse el rechazo del ya mencionado NIDS a realizar test VIH al ganado mutilado. Al igual que en los humanos, niveles de actividad de anticuerpos, pueden verse activados en animales por otras razones diferentes a la invasión de gérmenes. El Institute for Animal Health, señala que una de ellas, es el stress desencadenando una respuesta inmune. La situación a la que se enfrentan los animales víctimas de mutilaciones, no son nada reconfortantes71 y, que duda cabe, que el miedo experimentado incide en el organismo. A esto hay que añadir, que ya se utilizan en animales los mismos tests que con el VIH. Así, en el caso de la –en su día- famosa fiebre aftosa (en inglés Foot and Mouth Disease) se evaluaba la posible presencia del virus picornaviridae, en base al ya visto ELISA en conjunción con

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pruebas confirmatorias, basadas en la PCR. “Como resultado, la posibilidad de que el test ELISA detecte anticuerpos a condiciones diferentes a aquella por la que el animal es analizado, y que de un diagnóstico falso, es muy real” nos indica Steven Ransom72. Otro tanto se podría decir de la –no tan lejana- alarma de la gripe aviar. La técnica utilizada para detectar y aislar la temida variante H5N1, es la PCR; incurriéndose en los mismos problemas que con el VIH. Las exploraciones Las entidades que introducen los implantes, se supone, tienen cuidado en no ocasionar procesos patológicos que arruinen sus trabajos de control-investigación. Por tal motivo, se requiere aislar la toxicidad de metales empleados como aluminio, cobre, níquel o plomo, para que no produzcan inmunoreactividad. El que en exámenes físicos, se interesen por el estado de los nódulos linfáticos, así como otras zonas sensibles (tiroides), obedecería a un reconocimiento del estado inmunológico del sujeto y seguimiento posterior del efecto del implante.

Avitaminosis A Duke, resalta la deficiencia en abducidos de vitamina A, achacándola a la acción bioquímica del implante. La vitamina A como antioxidante lipofílico, juega un papel importante en el stress oxidativo. Deficiencia de retinol y su precursor (?-caroteno) se constata en la sangre de pacientes seropositivos73, siendo menos susceptibles que otros antioxidantes, a verse reducido en plasma. No obstante, siendo ello indicativo, no es enteramente concluyente, pues niveles normales de vitamina A y su precursor se dan también en seropositivos74. Y es que, unos niveles altos, no necesariamente están asociados con ausencia de riesgo de diagnóstico de Sida75. La reducción de retinol en abducidos puede deberse al efecto de ciertos implantes, lo que acarrearía un tests VIH+, que –repito- no tiene nada que ver con el VIH como tal. Encefalopatías Complementando las referencias a las zoonosis de fiebre aftosa y gripe aviar, es inexcusable no hablar del llamado “mal de las vacas locas” o encefalopatía espongiforme bovina. Para ciertos estudiosos, como el Dr. Robert M. Wood, no hay duda del vínculo entre las mutilaciones de ganado tanto doméstico como salvaje y las encefalopatías, que toman como único agente causal un tipo anómalo de proteína deformada conocida como prión. Tal y como la Dra. Patricia A. Doyle expresó en el programa de Jeff Rense, la enfermedad de debilitamiento crónico (siglas en inglés, CWD) en ciervos y alces, empezó a aparecer por la misma época que las mutilaciones se hacían frecuentes. La CWD es una patología relacionada con la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (nvCJ); un raro síndrome de trastorno cerebral con ataxia progresiva y descerebración, teniendo al prión como su causante. No deja de ser una tentación, el asociar la encefalopatía y demencia con el VIH, teniendo en cuenta que en 1987 fue incluida en el síndrome. El problema, es que se tiene constancia de casos de Sida por demencia y retardo mental en ausencia de VIH76. Otra de las razones para establecer la asociación, parte de que –en un primer momento- se consideró como causante de enfermedades neurológicas (Alzheimer o Creutzfedt-Jakob) a un virus lento aconvencional, puesto

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que las patologías se considera surgen tras un largo periodo de latencia. En ello, se equiparaban a las enfermedades por VIH, asimismo catalogado como lentivirus. Otro problema degenerativo animal, incidiendo principalmente en cierto ganado ovino y caprino, es el llamado scrapie. Aún considerándose una encefalopatía transmisible, muchas especies, entre ellas algunas razas de ovejas, no se ven nunca afectadas. Parece ser transmisible sólo en ganado ovino susceptible, pero no atraviesa la barrera interespecies, no dándose entre ovejas y vacas, ni a humanos. Igualmente, se ha identificado la causa del scrapie con un lentivirus77. Con todas estas identificaciones, es lógico auspiciar conclusiones alarmistas haciendo un totum revolotum con meras conjeturas. Como muy acertadamente reconocía el virólogo Clarence Joseph Gibbs, (colaborador del que fue premio Nobel, Carleton Gajdusek, por proponer que la encefalopatía del kuru se causaba por un virus “lento”) “los determinantes tóxicos o genéticos, incluso el trauma, conducen a la misma patogénesis” de las enfermedades degenerativas78. Esta apreciación es de suma importancia para esclarecer todo este embrollo. En buena medida, parten de factores estresantes de tipo tóxico-psicosomático. En esa línea y volviendo a la Dra. Patricia A. Doyle, se pregunta por la posible relación entre la actividad de chemtrails (estelas químicas) dispersadas en el cielo por medios aéreos y aparición de encefalopatías. La conexión, en modo alguno es ociosa, teniendo en cuenta que más que infección propiamente dicha, habría que hablar de intoxicación. Para el Profesor emérito en Salud Pública y Epidemiología, Gordon T. Stewart, “los estudios bioquímicos indican que no hay duda del papel de las proteínas priónicas, modificadas de diversas formas, en la patogénesis de estos trastornos, pero la evidencia epidemiológica según la cual se trata de un proceso infeccioso sigue siendo poco convincente”79.

El papel del manganeso Indudablemente, hay una conexión causal en transmisiones y expresiones de priones, posiblemente mediadas por interacciones genéticas como en el estudio sobre terneros cuyas madres tenían encefalopatía, no afectándose por transmisión vertical80. Otra de la mediación, es debida a las formulaciones lipofílicas de organofosforados como agente desparasitario. Estos insecticidas ejercen sus efectos tóxicos deformando molecularmente varias proteínas nerviosas. En el caso del prión, se produce una unión con el mineral cobre en cerebros sanos, pero en presencia de organofosforados, la proteína priónica se sirve de manganeso con lo que se deforma, no siendo degradable, presentando la misma apariencia crucial para encefalopatías espongiformes transmisibles (EET). Algo que el Dr. David Brown, experto bioquímico de la Universidad de Cambridge, demostró en estudios de laboratorio81. Como el infatigable investigador Mark Purdey ha evidenciado, en diferentes lugares del planeta donde hay una alta incidencia de EET, se dan unos niveles anormalmente altos de manganeso y carencia de co-factores antioxidantes como cobre, selenio y zinc82 [como comentario, decir que un producto que se ha popularizado en la dieta como la soja, bioacumula altos niveles de manganeso. Ver sección de salud en www.navax.info]. A ello hay que añadir que el manganeso en suspensión aérea, así como otros metales como aluminio y plata, pueden ser absorbidos directamente al cerebro por inhalación. La invasión de metales alteran los intercambios electromagnéticos cerebrales, dando lugar a neurodegeneración espongiforme mediada por radicales libres83. Coincidentemente, las áreas donde se manifiesta la EET son las mismas en las que se elabora el enlace normal cobre-proteína priónica; siendo también, en buena medida, los mismos tejidos extraídos en las mutilaciones,

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no sólo de animales, sino de humanos como los casos en Brasil en 1988. Adicionalmente, el manganeso absorbe energía sonora y almacena energía eléctrica. Frente a exposiciones de intensidades de infrasonidos, su estructura atómica se transforma de una modalidad magnética temporal (paramagnética) a otra permanente (ferrimagnética). Teniendo presente lo anterior, es significativo que las concentraciones de EET se correlacionen con epicentros de infrasonido84. Las fuentes de los mismos son, entre otros, explosiones militares, vuelos supersónicos o actividad tectónica. Un hecho que resulta enigmático, es la indestructibilidad del prión mediante esterilizaciones a altas temperaturas. La razón estaría en que los metales ferrimagnéticos son estables hasta su respectivo “punto curie”, que en el manganeso sería de 550°C. El especioso CCR5 Más arriba se mencionó el papel que juega la genética, añadiendo que la susceptibilidad vendría dada por la expresión de una proteína priónica defectiva que solamente se puede unir a dos o tres, en lugar de cinco átomos de cobre. En ese determinante genético, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob se prodiga más en judíos ashkenazi, el mismo grupo étnico que presenta otra peculiaridad genética como es la mutación cromosómica llamada delta-CCR5. Se considera que el silenciado factor genético CCR5 proporciona resistencia viral frente a un poxavirus causante de la viruela y ante el agente vírico de la mixomatosis. Mencionarlo, obedece a que el gen en cuestión se ha asociado a la investigación VIH/Sida, tan pronto como la entidad británica Human Genome Sciences anunció su descubrimiento y el papel que jugaba en la inmunidad ante el VIH, no pudiendo éste entrar en la célula en ausencia del CCR5. Teniendo presente la afirmación vista al principio de Harvey Bialy, no resulta extraño que el CCR5 se rodee de intereses que distan de la supuesta ética científica. Así, cuando al jefe de investigación de la Human Genome Sciences, se le requirió una prueba más sólida que un dibujo, dijo que “no hay nada más representativo que una fotografía real del CCR5. Lo hemos tenido en una probeta, pero no podemos mirarlo”85. A lo que Ransom y Day, comentan que estamos ante otro artefacto virtual. No deja de ser curioso como ese mismo gen tan sospechoso, haya sido uno de los centros de atención en el análisis bioquímico de una porción de cabello que se halló en el cuerpo de un abducido, tras su experiencia con unas enigmáticas entidades de apariencia femenina, que se me antojan como súcubos. El cabello –cuya pertenencia le corresponde a una de las entidades- se sometió a un análisis mitocondrial y nuclear de su ADN. Se deduce que el hallazgo del gen CCR5 no fue casual, sino deliverado, utilizando un test ex profeso. Aunque parezca una tontería, no lo es, ya que al igual que en los test de anticuerpos, la prueba genética viene confeccionada por los laboratorios que bajo licencia la comercializan. Si el test toma como referente (sus iniciadores o primers) algo ficticio, es algo que producirá conclusiones disparatadas, tenidas por asombrosas en base a la buena fe de los investigadores. En efecto, al aceptar la realidad del gen surgen dilemas como los reflejados en el siguiente párrafo: «Tanto el reciente origen del gen como el hecho de que ambas copias genéticas deben estar ausentes para conferir resistencia viral en humanos, indica una “mutación reproductora” más que una selección natural. “¿Podría esa doble ausencia” se pregunta, “haber sido inducida por ingeniería genética germinal como un modo de crear una completa especie alienígena viralmente resistente?” Alternativamente, si delta CCR5 surgió en la Tierra solo recientemente por

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mutación aleatoria, ¿por qué ese valioso fenotipo no apareció primero en monos, o en países primitivos como India o China donde abunda la viruela?. ¿Cómo se pudo lograr la resistencia al VIH por selección natural hace 5000 años, si el VIH apareció en el hombre sólo tan recientemente como 1955?»86. Lamentablemente se parten –como decía al principio- de premisas cuestionables. Las preguntas que se debieran hacer son “¿qué realidad tienen el CCR5 y el VIH?” y empezar la casa por los cimientos y no por el tejado. Los resultados siguen desconcertando en la secuenciación del CCR5, resultándoles “ambiguos”, habiendo utilizado como técnica de clonación la PCR. Me asombra que Bill Chalker de por buenas unas metodologías que son cuestionadas por su inventor, máxime cuando conoce el pensamiento de Mullis. La peor epidemia: los ViH La razón de que se acepten esas premisas vistas hasta ahora, nos la da el Dr. Roberto A. Giraldo-Molina, cuando nos dice que «prácticamente, el mundo entero, se acostumbró a creer todo lo que nos dicen los llamados “hombres de ciencia”. En la actualidad, la capacidad crítica y de cuestionamiento de las personas es prácticamente nula. No se piden las pruebas necesarias para las afirmaciones, aparentemente, científicas»87. Cuando así se procede, se elude la responsabilidad de analizar la realidad en la que nos hallamos. Con nuestra responsabilidad, cedemos nuestra autoridad a terceros para dictar lo que tenemos que pensar y cómo. Con ello se les proporciona la facultad de controlar nuestras acciones, tal ycomo denuncia en su genial tratado Peter Bros88. De tal forma, continúa el Dr. Giraldo “la peor epidemia que sufre el mundo contemporáneo, es una epidemia de crisis en el método científico”. Al ejercitar la capacidad crítica –en este caso con el VIH- se tiene el convencimiento de estar luchando contra fantasmas, “dado que estos supuestos gérmenes retrovirales exógenos, definitivamente pertenecen a la nueva familia de los ViH: los virus de la imaginación humana”89.

Interconexión Y no anda muy descaminado el Dr. Fidias León, puesto que los pensamientos –la energía de la mente- ejerce una influencia directa en cómo el cerebro controla la fisiología del cuerpo. Que ello es así, se da por obvio en el estamento médico cuando se habla del efecto placebo o nocebo. No son en sí los mecanismos genéticos los que todo lo provocan. La epigenética, el estudio de los procesos moleculares por los que “algo” externo controla la actividad genética, es un hecho incuestionable como ha demostrado el biólogo celular Bruce Lipton90. Ese “algo” externo al propio gen, se halla no solo dentro del cuerpo (la influencia de las creencias) sino también del entorno. Éste, no es algo aislado, formamos parte de él. Todos los seres vivos somos un conglomerado de energía en un campo que lo interconecta todo. Como dice McTaggart, “no somos una reacción química, sino una carga energética”91. Una perspectiva cuántica revela que el universo se estructura en una complejidad de intercomunicación entre las partes físicas y sus campos energéticos. El flujo informativo es, pues, holístico. Son llamativos los resultados del estudio de la psiquiatra Elisabeth Targ, al verse que las intenciones (pensamientos) pueden sanar enfermedades. La acción no es solo individual sino colectiva, surgiendo una fuerza que normaliza o estabiliza las fluctuaciones en la memoria colec-

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tiva, inserta en ese universo cuántico antes mencionado. McTaggart habla que “ciertas epidemias pueden cebarse en sociedades como una manifestación física de un tipo de histeria energética”. No es extraño que en los trabajos de Targ, se indique que esa reacción química conocida como VIH, se alimente del miedo. Se manifiesta con más intensidad en personas con ansiedad, stress y malas vibraciones emocionales. Quizás, ahora se entienda mejor todo lo que se dijo sobre el mito del VIH. Energía positiva Aunque, a más de uno, pueda parecerle que me aparto del tema al tratar la epigenética y el flujo informativo cuántico, no lo es. Trato de integrar los resultados de ciertas investigaciones con la casuística anómala, considerando que se explican mutuamente. Así, al hablar unas líneas más arriba de ciertas epidemias, encuentro no tan absurdo el caso de “la dama de la viruela”. Este ser, un tanto enigmático, que para Richard Thompson guarda un paralelismo entre una diosa védica y los seres tipo “nórdico” del FOVNI, aparecía cuando se daba una epidemia de viruela. Su sola presencia (la paz transmitida y su energía) sanaba a la gente92.

Esa sutil transmisión de energía en forma de amor y compasión, se produce ante la presencia de otros seres igualmente enigmáticos. Por citar dos casos dispares, tenemos el acontecido a la Sra. Sylvia Pigeon, quien mientras cortaba rosas en su jardín vió una figura verdosa con apariencia vaporosa, que le infundió el sentimiento aludido93. El otro, lo narró Ramón Navia-Osorio al referirse a un individuo chileno con un carácter depravado, quien tras un encuentro con un “chupacabras”, experimentó un cambio radical positivo94. Es innegable la componente energética positiva. Como lo es en el caso de una extraña señora que dijo llamarse Sarana, al aparecer ante el lecho de un enfermo terminal (no estaba delirando) que tras tomarle su mano, sintió un flujo de energía vital que lo sanó95.

Ovnis y cambios sociales Pero, lamentablemente, no es todo tan positivo. En efecto, hay una conexión FOVNI-SIDA, si bien hay que enmarcarla en un contexto más amplio y no tan simplista como el del VIH. El

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FOVNI, explícita o sutilmente, influye en los humanos. No creo decir nada nuevo, hay están trabajos excelentes como los de S. Freixedo96 o los de Andreas Faber-Kaiser97, por mencionar alguno. John Keel nos comenta que la llegada de lo que es el FOVNI, trae grandes cambios en un corto periodo de tiempo. La mayoría de esas transformaciones dejan que desear. Refiriéndose a una contemporánea, dice que “da la impresión como si la llegada de la gran oleada ovni de 19648 estuviese inexorablemente vinculada a los muchos cambios del periodo”98. Pero, esa sería el climax de algo que venía unas décadas atrás. ¿En qué se materializó ese cambio desde la segunda mitad de los ’40? Remito a lo que nos decía el Dr. Roberto Giraldo más arriba. Ya nos advierte Keel que “cuando llegan los platillos volantes, traen consigo extrañas fuerzas invisibles”99. Porque en el fondo, todo se reduce a energías y sus fuerzas inherentes. Por eso, hablé antes del universo cuántico. Incidencia genética Es un hecho, que el factor genético predispone pero no es decisivo, a tenor de la epigenética. Los genes serían un MODEM canalizando información. ¿Quizás sea esa la intención de las manipulaciones médicas en abducidos? Si fuera así, estarían continuamente “predisponiendo” a ciertos grupos de humanos. Es algo que, siguiendo una lógica convencional, resulta extraño que tras tanto tiempo no nos conozcan; teniendo que hacer siempre las mismas pruebas. Lo cierto es que esa manipulación por parte de las entidades ovni, tiene su contrapartida en lo que antiguamente hacían las hadas. Y si nos retrotraemos en el tiempo, todo apunta a que distintos genotipos se correlacionan con áreas geográficas en las que hubo una influencia de determinadas deidades. Ovnis y epidemias Para ir concretando la epigenética con relación a esas “extrañas fuerzas invisibles”, nos vamos a valer del encomiable trabajo del estudioso William Bramley100. Para él, hay clara evidencia de la conexión FOVNI y el desencadenamiento de plagas y enfermedades. Nos narra cómo la conocida plaga de Justiniano que azotó el Imperio Romano Oriental en el s. VI, se vio acompañada por la frecuente presencia de inusuales fenómenos aéreos. Lo mismo que con la acontecida en el medioevo, en donde se observaban extrañas luces en el cielo, que se consideraban cometas o signos divinos de malos presagios. No solo luces, también neblinas malolientes; algunas asociadas a fenómenos luminosos. En esta última categoría habría que situar la presencia en 1849, de una bola roja asociada a extraños rayos, su actividad coincidió con una epidemia de cólera en la ciudad del Sena101. Más cercano en el tiempo, tenemos los casos en Youngstown (Ohio) en 1967, los de New York en 1968 o los de 1975 nuevamente en Ohio102. En ellas se constataba la presencia de luces y objetos aéreos extraños. No era raro que en algunas circunstancias, junto a problemas de salud, se dieran casos de muertes de animales. Electromagnetismo patológico Mientras es evidente la presencia de un agente químico tóxico (Keel habla de ácido hidrofluórico), es pertinente hablarde la acción de energías electromagnéticas luminosas y sónicas. Para

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estas últimas, es conocido que el efecto de ultrasonidos en células, es la de producir anormalidades103, así como reducir su división e incrementar apoptosis (muerte programada o suicidio celular)104. No es descabellado, que ante esos efectos, un test de VIH diese positivo contribuyendo a asociar la acción ovni con la diseminación de agentes virales. En cuanto al uso combinado del espectro electromagnético, no deja de llamar la atención cómo proyectos de emisión de ondas pulsantes tales como el americano HAARP o su equivalente europeo EISCAT, tienen conexiones con los Laboratorios Cold Spring Harbor, encargado del Proyecto Genoma Humano, y con la Hughes Corporation, avanzadilla en la investigación con enfermedades priónicas. Llamar la atención obedece a la relación entre esas actividades asociadas y el trabajo ya mencionado de Mark Purdey, al que le han querido eliminar así como su reveladora línea de investigación. El interés en el uso psicotrónico de generadores electromagnéticos, no escapa a grupos de poder. Su motivo, lo indica el investigador Timothy L. Thomas: “El cuerpo es capaz no solo de ser engañado, manipulado o desinformado, sino también anulado o destrozado, al igual que otro sistema de procesamiento de datos. Los datos que el cuerpo recibe de fuentes externas (electromagnéticas, vórtices u ondas de energía acústica) o que crea a través de su propio estímulo eléctrico o químico, puede ser manipulado o cambiado al igual que la información en cualquier hardware”105. Las implicaciones con lo visto de la epigenética son elocuentes. Para reforzarlo, añadimos las declaraciones del capitán de la USAF, Paul Tyler, de que los campos electromagnéticos inducen la transcripción celular; el proceso básico para la expresión genética106. Resulta significativo que testigos ovni, expuestos a microondas, desarrollasen infecciones con toda la sintomatología de enfermedades venéreas107. El proceso vírico es una consecuencia, no la causa. Se ha favorecido un terreno que propicia la expresión de partículas virales. Como datos que refuerzan este planteamiento tenemos que108: • Las microondas han causado stress “subliminal”, haciendo que las adrenales excreten más cortisona y adrenalina. Recuérdese lo que líneas más arriba decíamos de la importancia del stress. • Las microondas disminuyen el número de células NK (Natural Killer), favoreciendo la reactivación de infecciones virales. • Las microondas se ha demostrado que causan daño oxidativo. Reitero lo mismo que con el stress. • Las microondas causan un bajo índice de la relación celular TCD4/TCD8. • Los campos electromagnéticos pueden provocar la inflamación de los nódulos linfáticos. • La exposición a campos electromagnéticos se ha demostrado que incrementa la formación de virus, bacterias y levaduras en sangre. • Lo último, considero, es concluyente de que la expresión viral, es consecuencia más que causa. La importancia que tienen los campos electromagnéticos sobre los organismos, es mayor que la que el establishment le otorga y por ende, el grueso de la población. El biofísico alemán FritzAlbert Popp ha constatado que los trabajos del científico ruso Alexander Gurwitsch y otros, estaban en lo cierto; un campo electromagnético es responsable en la formación y mantenimiento estructural del cuerpo. Se produce una coordinación y comunicación celular (gestaltbildung)

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gracias a unas emisiones débiles de luz. Son de baja intensidad porque la gestaltbildung ocurre a un nivel cuántico, produciéndose una coherencia en la que ondas o partículas subatómicas no solamente cooperan reconociéndose, sino que están muy vinculadas mediante bandas de campos electromagnéticos comunes. La clave, pues, se encuentra en una intensidad baja y muy coherente. Popp comprobó que una buena salud se corresponde con un estado de perfecta comunicación subatómica. Mediante el uso de emisiones de biofotones, pudo medir la calidad de los alimentos. Los más saludables tenían la menor coherencia y mayor intensidad de luz109. Huelga decir que absorbemos la emisión de los alimentos que ingerimos. ¿Es de extrañar que el Sida aparezca en un momento en el que el sistema inmunológico esté saturado, como nos decía el Dr. Roberto Giraldo? ¿Es de extrañar que a consecuencia del cambio de hábitos alimenticios por un incremento de productos procesados, se haya dado una escalada en las enfermedades degenerativas?110.

Vista la importancia del stress, añadiremos que Popp examinó que en un estado estresante, el nivel de emisiones de biofotones se disparaba, provocando la ruptura tanto de la coherencia como de la intensidad. ¿Cómo encajar todo lo mencionado con el Fovni? Como es bien sabido, la actividad ovni se halla asociada a emisiones electromagnéticas, reaccionando el organismo humano (o de modo más amplio todo ente biológico) de modo similar que en afecciones alérgicas. Siguiendo al investigador Albert Budden111, bajo ciertas condiciones se desarrolla una “memoria” de “agresiones” de naturaleza electromagnética. De modo que, ante una presencia ovni, dependiendo de las características de cada sujeto, se quedaría “marcado” electromagnéticamente, actuando ese marcaje como un alergeno, para que en un momento ulterior y ante unas circunstancias favorables electromagnéticas, se desencadenen procesos patológicos. Tales circunstancias comprenderían los efectos resumidos por Paul Doyon vistos poco antes, añadiéndose todas aquellas anomalías energéticas del medio ambiente. Aunque, por ser tema clave, se va a desarrollar a continuación el aspecto concreto de la teluroepidemiología y geopatología, señalar que entre esas anomalías tendríamos112: • Las geopáticas por variación de gradiente térmico. • Presencia de aguas o cavernas subterráneas • Por naturaleza geológica, con emisiones de radiaciones no corpusculares de origen rocosomineral

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• Por patrones reticulados de redes de energía como la red Hartmann o la cuadrícula de Curry • Por radiaciones corpusculares, como las dimanadas de equipos médicos • Campos electromagnéticos por aparatos eléctricos • Campos magnéticos por transformadores, líneas de alta tensión, repetidores y demás • Las radiaciones verticales conocidas como ondas Schuman. Relacionar todo lo anterior con las constataciones vistas por el biofísico Popp. Y es que una disrupción de la gestaltbildung, provoca que la capa protectora celular (el citoplasma) tenga un defectuoso intercambio de carga positiva eléctrica en la parte interior y carga negativa en la superficie externa. Ello hace que sea vulnerable a los efectos de diversas formas de energía vibratoria. Estando en esa situación, el aparato de Golgi celular se altera, no produciéndose las enzimas necesarias para el citoplasma. En lugar de formarse esas capas protectoras, se crean cristales que uniéndose a proteínas dan lugar a formas geométricas características de virus. La neuroteluroepidemiología, el estrés geopático y la orthotenia: donde confluyen los ovnis y el Sida. Es este le último epígrafe, el más atrevido por la hipótesis que contempla y el que, en cierto sentido, sirve como corolario a lo hasta aquí dicho. El tema es más profundo y amplio de lo que se va a tratar, requiriendo por sí solo no ya un artículo en sí mismo, sino una tesis digna de un libro. Comencemos por partes. El estrés geopático, atendiendo a la definición de Anthony Scott-Morley113, es una anomalía geomagnética localizada, que altera los mecanismos homeostáticos de determinados pacientes sensibles. La neuroteluroepidemiología, es una propuesta muy bien fundamentada por el ya citado Dr. Fidias E. León-Sarmiento114. Toma como base las correlaciones entre la distribución de entidades víricas y aspectos teluropatológicos como por ejemplo, lugares con actividad volcánica y especial magnetismo terrestre. A los trabajos de Fidias E. León, evidenciando la influencia de factores ecológicos, telurológicos y climatológicos en la aparición de metabolitos tóxicos, hay que añadir necesariamente lo recabado por Mark Purdey en la modificación de las proteínas priónicas y los epicentros de infrasonido, como la originada por actividad tectónica. Como orthotenia, voy a considerar la relación del Fovni y las líneas de energía telúrica. Es un tratamiento más amplio del que en su momento aplicó Aimé Michel con sus líneas rectas tipo BAVIC. Autores como Thomas Bearden115, vieron cómo la actividad ovni guardaba relación con la emisión de ondas escalares fruto de actividad sísmica y otras manifestaciones telúricas. En ello coincide con John Keel116, quien muestra como el Fovni se incrementa en áreas dealta actividad tectónica, especialmente regiones montañosas a las que llama “áreas ventana”. La va l i d ez de la asociación del Fovni con líneas de fuerza, ha sido comprobada por distintos estudiosos, como el matemático Ro b e rt Forrest117, que ya consideraba que el 90% de los avistamientos ocurren en la proximidad de líneas ley. Pa ra el caso que nos ocupa, entre los trabajos que con tratamiento matemático se han dedicado a mostrar el vínculo del Fovni con un entramado de redes energéticas telúricas, se encuentren los del capitán de aviación Bruce L. Cathie. En toda su serie de libros sobre armónicos, quizás destacar su primer trabajo Harmonic 33, complementado con otros posteriores.

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Alineaciones en Francia en los años 70

Y el enlace entre la neuroteluroepidemiología, el estrés geopático y la orthotenia, lo tenemos en lo que líneas más arriba se apuntó acerca de la epigenética. No voy a repetir lo dicho, meramente recalcar queen la influencia del entorno tiene mucho que ver el Fovni. La manera de hacerlo, es mediante condicionamiento mental. Por ser representativo de lo que de forma insistente han venido contando los contactados –aunque en muchos temas son propensos a mentir, en este, empero, son sinceros- voy a reproducir lo que un ser le dijo al contactado costarricense Enrique Castillo Rincón: “Intervenimos sutilmente implantando ideas o inspiración en la mente de algunas personas, colocadas en ciertas posiciones”118. Sin ánimo de entrar en pormenores, estoy firmemente convencido que esas inspiraciones son lo que fundamentan lo que nuestro apreciado Rafael Casares suele mencionar del Zeitgeist. Y es en ese sentir ideológico donde, por un lado se ha inoculado un cientifismo (repito que no voy a entrar en detalles, si bien el tema es de una tremenda profundidad con datos y referencias) que con el andar del tiempo ha fraguado en lo que es la predominante teoría microbiana en medicina, que la lúcida Dra. Ghislaine Saint Pierre Lanctôt119 señala ha generado los siguientes sentimientos: • De impotencia frente a las fuerzas externas • De dependencia frente a las autoridades exteriores • De victimización frente a las personas y acontecimientos ajenos a nosotros. Con esos sentimientos, se ha contribuido a inocular la otra parte, esto es, una mentalidad y estilo de vida. Hay una serie de acontecimientos en los dos últimos siglos, que se ajustan estrictamente a las necesidades y exigencias de un sistema de Poder diseñado para el dominio de una minoritaria oligarquía. Se ha inculcado al ciudadano que es incapaz de discernir lo adecuado, por lo que esa “elite” se arroga el derecho de decidir lo que se debe o no hacer. La defenestración del Antiguo Régimen “no supuso únicamente –como comenta Lozano- la conquista del poder político por la burguesía, sino también la implantación de unos fundamentos ideológicos imprescindibles para la consecución de tal dominio y necesarios para su mantenimiento posterior”. Esos

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fundamentos, básicamente, son la contaminación de una mentalidad decadente. “Y el vehículo a través del cual se ha operado esa contaminación han sido las corrientes y agrupaciones de izquierda, cuya ideología se reducen en lo esencial a reivindicar para toda la población la abundancia material y la miseria moral que antaño solo pertenecieron a los encumbrados. No en vano los más destacados teóricos del hedonismo (quintaesencia de la mentalidad burguesa) son “intelectuales” de izquierda, entre los que sobresalen los integrantes de la Escuela de Frankfurt” (al atino de Martín Lozano, se haría necesario tratar la “implantación de ideas o inspiración” que nos hablaba Enrique Castillo; algo igualmente de calado y con datos). Y continúo con Lozano: “El pueblo, esa masa hoy invertebrada a la que los demagogos halagan con palabras y desprecian con hechos, es un mero comparsa que se mueve al son que marca una minoritaria clase política, subordinada a su vez a las oligarquías económicas (…) La población está inerme, y no solo carece de auténticos mecanismos sociales para impedir los abusos de Poder, sino que le falta además la necesaria convicción psicológica y moral para hacerlo. Porque en la actualidad, la mayor parte de la ciudadanía estima más el bienestar material que la libertad, conformándose tan solo con un simulacro de esta última; y está más dispuesta a correr riesgos por sus pequeñas comodidades que por su dignidad, olvidando que quien renuncia a lo realmente importante sólo disfrutará de lo superfluo, que tanto se valora hoy, mientras así lo quieran los dueños de la situación”. Pido disculpas por lo extenso de las citas, pero considero que reflejan a la perfección el Zeitgeist del momento. Se ha creado un hombre-masa que rehuye de su propia soberanía y responsabilidad, que solo busca el “aquí y ahora” condicionado por un materialismo cientifista superfluo. El mismo, contribuye a reforzar la Weltanschauung o visión del mundo, cuya epistemología no solo se aplica para –como intuyó Charles Fort– alienarnos de una evidencia metafísica, sino para crear dependencia. No se estimula el tomar responsabilidad por el modo de vivir, siendo más cómodo echar culpas externas. Volviendo a citar a Ghislaine Lanctôt: “Tomar la decisión de vivir como soberanos libres sin permitir que nos invada el miedo ni que nadie controle nuestra vida. Es una decisión inexcusable. Si no la tomamos, optamos por el status quo, la sumisión y la esclavitud”. El aceptar la versión oficial VIH = Sida, es optar por los sentimientos señalados por Ghislaine. No es sorprendente en esa línea de pensamiento, lo que Phillip Duke propone: “Nuevas infecciones pueden muy bien reducirse mediante la cuarentena social de los infectados. Un posible método de cuarentena podría ser la obligatoriedad de las pruebas VIH junto al tatuaje de esos resultados visibles por lector ultravioleta”. Se parece tanto a un mundo orwelliano, que asusta. Con los debidos respetos para Duke y afines, enfocan rematadamente mal tanto el Fovni como el asunto VIH/Sida. Referencias 1. 2. 3. 4.

The AIDS-ET Connection. 1999. Is There An AIDS-ET Connection? MUFON 1998. [Flying Saucer Review vol. 45/2 La condición celular, es cuando el nivel de células TCD4 es inferior a 200 por microlitro. Las células T son linfocitos que juegan un papel importante en el sistema inmunitario del organismo. Las células T junto a las B, son los dos mayores tipos de linfocitos (células blancas). Las T, se clasifican en CD4 y CD8 5. Organización Mundial de la Salud 1985. Definición de Bangui para el Sida en África, confirmado en 1999. 6. George Kent. “What is AIDS?” Continuum. Vol.5 nº 6 7. The History of AIDS. 1990 8. Biotechnology 11:955-56. 1993 9. The Lancet 340:273-4. 1992 10. Investigación y Educación en Enfermería (Universidad de Antioquia. Colombia) 14:55-74. 1996.

11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21.

22.

Eleopulos interviewed. Continuum. Vol.5 nº 1 Valendar F. Turner interviewed. Continuum. Vol.5 nº 2 Ibid. Ibid. Abbott laboratories 66-8805/R5 January 1997 Douglas Lake. The Biology Project. University of Arizona School of Medicine Spectra 1973;4:237-243 Annals of the New York Academy of Sciences. 1957;69:530-44 Grafe. A History of Experimental Virology. 1991 Animal Virus and Structure. Elsevier. Oxford. 1987 El proceso “normal” de transmisión de información celular parte del ADN, para trasformarse luego en ARN y proteínas. En los retrovirus se parte a la inversa, del ARN al ADN Proceedings of the National Academy of Sciences of the United Status of America. 1996;93:5177-184

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23. Los anticuerpos son proteínas fabricadas por los linfocitos para neutralizar una proteína extraña o antígeno. 24. Scientific American. 1987;257:48-54 25. Between the lines. Continuum Vol.5. nº2 26. Whose antibodies are they anyway? Continuum. Vol.4. nº3 27. The Lancet, 1985;ii:1098-1100 28. Cancer Research, 1990;50:5628-30 29. Epidemiología del SIDA basada en la evidencia. Helman Alfonso, Fidias E. León-Sarmiento et al. 2001 30. Annals of Internal Medicine, 1999;130:37-39 31. From Hype to Hesitation. Continuum. Vol.4 nº.5 32. New England Journal of Medicine, 1987;317:973-7 33. The Lancet, 1987;ii:60-2 34. American Journal of Epidemiology, 1997;146:350-7 35. Looking back on the Oxidative Stress theory of Aids. Continuum. Vol.5.nº.5 36. Información de [email protected] en newsgroup misc.health.aids. Diciembre 2000.Por lo incómodo de la situación, en un listado posterior actualizado a 2006, en un cómputo de 97 víctimas por Sida, han incluido tres casos femeninos. Lo curioso, es que sus fechas de fallecimiento se remotan a 1993 y 1999, no habiendo aparecido previamente. Aún así, deja en muy mal lugar la transmisión heterosexual. 37. Corso en su libro “The Day After Roswell”, narra como vió el cuerpo de un EBE en un contenedor lleno de “un líquido espeso azul claro, tan denso como una solución gelatinosa de fuel diesel” 38. The Lancet, 1988;ii:1039-43 39. The Lancet, 1987;ii:401 40. Pediatrics, 1996;98:438-44 41. The Lancet, 1992;340:585-8 42. American Journal of Obstetrics & Gynecology, 1995;173:4837 43. Everybody Reacts Positive. Continuum Vol.5. nº5 44. Journal of the American Medical Association, 1986;256:22423 45. British Medical Journal, 2005;330:104-5 46. Science, 1991;253:1138-40 47. Science, 1994;266:1642-49 48. Robert E. Willner. Deadly Deception. 1994 49. News Roundup. Continuum. Vol.4 nº.5 50. The Scientist, March 20,1995 51. HIV/AIDS Surveillance Report, Centers for Disease Control and Prevention, 1999 52. Bio/Technology, 1993;11:696-707 53. Medical Hypothesis, 1998;25:151-162 54. Walter J.B. et al. General Pathology. 1970 55. Especialista en Medicina Tropical y Enfermedades Tropicales por la Universidad de Antioquia. Ha venido desarrollando sus trabajos en la sección de inmunología clínica del Departamento de Microbiología del Hospital Universitario de New York 56. Roberto A. Giraldo. AIDS and Stressors. Fundación Arte y Ciencia. 1998 57. Durban Declaration Rebuttal. Health Education AIDS Liaison. Toronto, July 26. 2000 58. Con respecto al Sida en África y países subdesarrollados, es mucha la exageración difundida. Como dicen los investigadores Steven Ransom y Phillip Day, “la situación tiene más que ver con la percepción que con la realidad” 59. Perteneciente a fluidos extracorporales 60. Reacciones químicas intracelulares por las que moléculas complejas se descomponen en otras simples 61. Proliferación celular por división 62. Virology, 1971;46:920-38 63. Immunology, 1986;319:10-11 64. Science, 1986;231:850-3 65. Immunology, 1988;63:431-7 66. The Lancet, 1991;11:1013 67. Cell, 1989;58:901-10 68. Nature Medicine, 1996;2:753-59 69. Journal of Virological Methods, 1991,31:273-84

70. Dr. Roger K. Leir. The Aliens and the Scalpel. 1998 71. Como exhaustivamente recoge la investigadora Linda Moulton Howe en sus trabajos An Alien Harvest y Glimpses of Other Realities, “muertes inusuales de animales han estado asociadas con criaturas tipo Bigfoot, haces de luz, discos ovni y extraños seres, al menos desde los años ‘60”. Ilustrativo es el testimonio del asistente médico Timothy J. Fint, quien observó como una vaca era elevada en un haz de luz, viendo al pobre animal en un estado de terror. 72. Steven Ransom. Plague, Pestilente and the Pursuit of Power. 2001 73. Archive of Internal Medicine, 1993;153:2149-59 74. European Journal of Dermatology, 1994;4:148-53 75. AIDS, 1997;11:613-20 76. Biotechnology, 1993;11:955-56 77. A.S. Evans. Viral Infections of Humans, Epidemiology and Control. 1989 78. Ibidem. 79. Revista de Medicinas Complementarias. Medicina Holística. Nº63 80. Ibidem. 81. EMBO Journal, 2000;19(6):1180-6 82. Medical Hypotheses, 2000;54(2):278-306 83. Ibidem. 84. Cattle Practice, 2002;10(4):311-325 85. Steven Ransom & Phillip Day. World Without AIDS. 2000 86. Bill Chalker. Hair of the Alien. 2005 87. Dissenting View. Continuum. Vol. 5. nº 3 88. Peter Bros. At the Gates of the Citadel. The Subjugation of Modern Science. 1994 89. Fidias E. León-sarmiento. ViH & los virus de la imaginación humana. 2001 90. Bruce Lipton. Biology of Belief. 2005 91. Lynne McTaggart. The Field. 2003 92. Richard L. Thompson. Alien Identities: Ancient Insights into Modern UFO Phenomena. 1993 93. Janet Bord. Fairies. 1997 94. Comunicación personal 95. Op. cit. (86) 96. Salvador Freixedo. ¡Defendámonos de los dioses! 1984 97. Andreas Faber-Kaiser. Las nubes del engaño. 1984 98. John A. Keel. Disneyland of the Gods. 1995 99. El enigma de las extrañas criaturas. 1987 100. William Bramley. The Gods of Eden: A New Look at Human History. 1989 101. Ramón Navia y Juan Díaz. ¿Procesos naturales o manifestaciones incontroladas? 2004 102. John A. Keel. The Cosmic Question. 1978 103. Radiology, 1979. 13(1):177-184 104. New Scientist. 12 June 1999 105. Parameters. US Army war College Quarterly. 1998 106. Nick Begich & Kenneth Burke. Report on non-lethal weapons systems. World Foundation for Natural Sciences. 1998 107. Op. cit. (102) 108. Paul Doyon, Associate Professor Kyushu University, EClub Bulletin, 27 July 2006. Credence Publications 109. Journal of Photochemistry and Photobiology, 1997;40:187-9 110. El Surgeon General’s Report on Nutrition and Health en 1988, concluyó que 15 de cada 21 fallecimiento en los EEUU se debía a la nutrición. En 1900, sólo 1 de cada 30 personas moría por cáncer. Actualmente, estamos entorno a las 10 personas. 111. Albert Budden. Allergies and Aliens. The Visitation Experience: An Environmental Health Issue. 1994 112. Journal of Alternative Medicine, August 1985 113. Ibidem 114. Op.cit.(89) 115. Thomas Bearden & George Yao. Pulsor, Miracle of Micro-crystals. 1986 116. John A. Keel. UFOS: Operation Trojan Horse. 1970 117. The News, nº13 December 1975 118. Enrique Castillo Rincón. OVNI, Gran Alborada Humana. 1995. 119. Ghislaine S. P. Lanctôt. La Mafia Médica. 2002.

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Leyendas de hombres lagartos Raúl Núñez Gálvez Las leyendas de hombres lagartos o con características reptilianas en los Estados Unidos comenzaron hace bastantes años at r á s. Es así como en los años 50 ya se daban testimonios sobre extraños re l atos que de alguna forma arraigaban en la población, y luego se extendían rápidamente a otros estados del país.

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n esta breve recopilación sobre estos sorprendes relatos presentaremos los más comunes y que están más a mano de los lectores. Sin embargo, este primer aperitivo a esta temática, que a simple vista resulta bastante incomprensible, nos llevará adentrarnos en una zona muy frágil del entendimiento humano, más aún, cuando mencionemos nuevas teorías que han surgido en estos últimos tiempos referente a este supuesto mundo reptiliano. Pero vamos poco a poco, y comencemos por los más simples y característicos.

La rana de Loveland

En mayo de 1955, un hombre reportó un supuesto avistamiento extraño mientras guiaba hacia su casa a las 3:30 en Loveand, Ohio, noreste de Cincinnati. En su reporte alegó haber visto tres criaturas en forma de reptil o anfibios que habrían estado paradas al lado de la carretera, y se acercó para verlas desde su auto por tres minutos. Una de las criaturas de forma de rana cargaba algún tipo de barra o cinta sobre su cabeza, y chispas salían del artefacto. Se dice que el conductor notificó a la policía de Loveland sobre lo que vio, aunque la policía no halló ninguna evidencia de las criaturas. La historia hubiese pasado desapercibida, pero sucedió que luego de casi veinte años, en marzo de 1972, se conoció la historia de un supuesto anónimo oficial de la policía de Loveland que guiaba su automóvil en la carretera Riverside a eso de la 1:00, viajando lentamente debido

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al hielo que habría habido en la carretera. Se dice que este anónimo oficial de la policía supuestamente también habría visto un animal parado al lado de la carretera, el cuál pensó al principio que se trataba de un perro; pero cuando los faros del auto habrían enfocado al animal, este se habría levantado de una pose agachada, dejando ver que tenía tres o cuatro pies de estatura con una piel de cuero y una cara parecida a un lagarto o una rana. La bestia habría mirado al oficial por un momento antes de brincar sobre la verja de seguridad y dirigirse hacia el río Little Miami que estaba abajo. El oficial habría vuelto a la escena con otro policía varias horas después, y se dice que estos habrían encontrado unas marcas de arañazos en el terraplén donde algo aparentemente se deslizó hacia el río. Dos semanas después, se dice que otro policía no identificado de Loveland también hab r í a r ep o rtado un supuesto encuentro parecido. Testimonios de la época mencionan que en la misma carretera, otro oficial habría visto un animal en el medio del pavimento, el cuál pensó que estaba muerto o se moría por haber sido arrollado por un auto. Se habría bajado de su auto para sacar el animal de la carretera, sin embargo se dice que de repente el animal brincó hacia arriba y el oficial vio que era una ex t raña criatura en fo rma de rana. Se dice que el extraño ser comenzó a escapar, cojeando como si estuviera herido, y se dirigió hacia la valla de seguridad hacia el río. El oficial habría disparado al monstruo mientras se escapaba, pero aparentemente no lo hab r í a herido. Ninguno de los oficiales habría reportado a la horrible criatura, pero la supuesta info rmación de su avistamiento se filtró a la prensa o esta la creo, y fue así como comenzó la moderna leyenda de la rana de Loveland y pronto se propagó lejos y ampliamente; y comenzaron a aparecer otros rep o rtes de supuestos avistamientos de esta criatura. Así, un granjero de Loveland también reclamó haber visto una criatura parecida a una rana en marzo de 1972. Los investigadores partidarios y fanáticos de los fenómenos paranormales comenzaron a especular numerosas hipótesis sobre la conexión de los supuestos avistamientos de 1955, y de la posibilidad de hipotética raza secreta de hombres lagarto habitando los ríos de Ohio. Los escépticos han sugerido que si los supuestos oficiales realmente vieron algo y no inventaron la historia, lo que sucedió fue que solo pudieron haberse confundido y realmente solo haber visto otro animal, como un lagarto monitor del Nilo o una gran iguana, que pueden tener hasta seis pies de largo. Pero de ser así, estos reptiles tuvieron que haberse escapado de un zoológico o de otra manera ser llevados allí, dado que no son nativos de la zona; hecho que en todo caso no sería improbable.

El hombre lagarto del Pantano de Scape Ore

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El más célebre sucesor de la rana de Loveland en años recientes fue la locura del Hombre Lagarto que se propagó en Bishopville, South Carolina, en 1988. Las descripciones nos hablan de un hombre lagarto de 2,10m de altura con una escamosa piel verde. Según los testigos, a diferencia de otras criaturas Bigfoot, el Hombre Lagarto tenía sólo tres dedos en cada pie, así como largos brazos parecidos a un simio, que acababa en tres dedos provistos de unas garras de 10 cm. Sólo el segundo Bigfoot tenía tres dedos en cada mano, y el primero en tener también tres dedos en cada pié, el Hombre Lagarto, es el más insólito Bigfoot de que se haya informado nunca. Los primeros informes mencionan a Chris Davis, de diecisiete años, quien fue el primero en encontrar al Hombre Lagarto hacia las dos de la tarde del 29 de junio. De camino a su casa, el adolescente se detuvo cerca de las aguas salobres de la Marisma Scape Ore, en las afueras de Bishopville, para cambiar un neumático pinchado. Cuando estaba metiendo de nuevo el gato en el maletero del coche, entrevió algo que corría por el campo hacia él. Tras meterse de un salto en su “Toyota Celica” de 1976, se vio enseguida enzarzado en una especie de lucha cuerpo a cuerpo con la criatura reptiliana, al intentar cerrar la puerta. Luego, el Hombre Lagarto saltó al techo del vehículo, donde dejó unos arañazos en la pintura, como prueba del ataque. Histérico, Davis regresó a su casa y contó únicamente su experiencia a sus padres y a algunos amigos íntimos. Sin embargo, los agentes de la Policía local le interrogaron, después de que los vecinos afirmaran que el muchacho debía saber algo acerca de las extrañas marcas de mordiscos y arañazos que se encontraban también en otro coche. Davis no se quedó solo en su relato. Muy pronto, otros informes inundaron la oficina del sheriff. Los adolescentes Rodney Nolfe y Shane Dyokes, por ejemplo, se hallaban conduciendo cerca de los pantanos con sus novias, cuando el Hombre Lagarto cruzó a la carrera por delante de su coche. El obrero de la construcción George Holloman también alegó que el Hombre Lagarto había saltado encima de él, cuando estaba sacando agua de un pozo artesano. Al investigar la zona en torno del pantano, el policía montado del Estado, Mike Hodge y el ayudante del sheriff de Lee Country Wayne Atkinson, encontraron tres destrozados bidones de fibra de 150 litros. Algunos árboles estaban desgajados 2,5m por encima del suelo. Y además, según Hodge, había “pisadas humanoides”, unas impresiones de 35 por 17,5 cm. en la dura arcilla roja. Tras conseguir las huellas durante unos 400m, los agentes volvieron hacia atrás y encontraron nuevas huellas impresas en las rodadas de los neumáticos de su coche. Según los biólogos del servicio de vida salvaje del Estado, las pisadas no concordaban con ninguna especie animal conocida. Un hombre reporto haber visto supuestamente una bestia reptil de siete pies de ojos rojizos y apéndices de tres dedos persiguió su auto a través de una carretera rural a 40 millas por hora. Un gran número de otros avistamientos le siguieron, y los oficiales de policía descubrieron huellas de tres tobillos. Asi pasaron varios años y la leyenda perduro en la zona. Explicación de lo acontecido El episodio del Hombre-Laga rto de Carolina del Sur (EE.UU.), enigma que provenía del mes de Julio de 1988, fue aclarado a finales de los años 90, luego que muchos de sus protagonistas, casi a once años de los hechos han declarado su participación en un montaje. Las propias autoridades del Condado de Lee promocionaron este fraude con el fin de aumentar el turismo en la zona.

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A pesar de haber muchos indicios al principio de las investigaciones que los testigos actuaron en complicidad con las autoridades, la historia montada fue imparable y muchas personas acudieron de todas partes del país al Pantano de Scape Ore donde supuestamente habitaba este increíble espécimen, que era descrito como un humanoide de piel verde, costrosa, ojos rojizos y largos brazos terminados en tres largas pezuñas. A pesar que un militar de la Fuerza Aérea de Shaw declaró haber herido con disparo de revólver a este supuesto ser, y tener “muestras de su sangre y de su piel”, luego desmintió la noticia, reconociendo que había fabricado el incidente para mantener la leyenda del Hombre-Lagarto viva. Pese a todo la leyenda continuó y el episodio sirvió para aumentar la venta de camisetas, gorras, incluso la grabación de discos en referencia a este ser imaginario. La recompensa de 1 millón de dólares por la captura de la criatura viva fue el inicio de la desaparición de esta leyenda, hasta que en Febrero de este año el jubilado Sheriff del Condado de Lee, Lison Truesdale y otros protagonistas de esta historia han reconocido el montaje. Sin embargo algunas personas insisten en continuar observando a esta criatura en la zona; sí hay algo real en las declaraciones de estos testigos los hechos demuestran todo lo contrario, además a estas alturas es imposible desenredar toda una maraña informativa que ha rodeado los sucesos durante estos años. La única evidencia de peso que el hombre lagarto dejó atrás en este caso fue gruesas cuentas de banco de los vendedores locales de pegatinas de autos y camisetas alusivas a la bestia. Incluso ahora último la Lotería Educacional del Sur de Carolina (SCEL) lanzará un boleto de 1 U$ en septiembre basado en esta antigua leyenda acerca de la criatura de siete pies del pantano. “Durante el verano de 1988, muchos ciudadanos reportaron una extraña criatura cerca del pantano de Scape ore, esto sucedió cuando un hombre joven de 17 años afirmaba que un reptil humanoide había atajado su carro cuándo viajaba a 40 millas por hora en la carretera Bishopvelle, SC. El programa Today Show filmó un reportaje cerca del pantano con la esperanza de dar con la criatura. La criatura fue bautizada con el nombre de “Hombre Lagarto” dijo Tra Robertson, administradoe de Relaciones Públicas de SCEL De esta forma tan comercial y mundana termino esta historia. Pero las historias de hombre lagartos se habían expandido por otros lugares de los Estados Unidos, recordamos entre otras, El hombre lagarto de Waine y el G ran lagarto de Milton, en Kentucky, todas ellas con su aura de encanto y fascinación para muchos adeptos seguidores de estas historias, aunque casi siempre con resultados negativos en sus conclusiones. Pero, ¿cuál es la razón esencial de esta idea tan arraigada en los humanos, por decir algo?. Los Reptiles Humanoides presuntamente son seres inteligentes, que pertenecen al mundo de lo Sobrenatural, son una raza altamente evolucionada, de la familia Reptiliabípeda, como los trodontes y los laelonosauros, sus características son de forma Humanoide o antropomorfa. En la Mitología mundial, la cultura popular, al igual que en la Pseudociencia y las Ciencias ocultas ,como en la Religión se hablan en sus textos de la llamada simiente de la serpiente, o dioses serpientes, etc. Estos personajes o seres son también populares en las famosas teorías conspirativas. El más notable expositor de este fenómeno es David Icke, un investigador británico de lo para n o rmal en las altas esferas de este planeta, la Ciencia ficción esta plagada de relatos sobre estos rep t i l e s. David Icke es un ex jugador de football americano quien se ha convertido en un “investigador a tiempo completo sobre quien está dominando al mundo”: los reptiles. Sostiene que el

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mundo está dominado por un grupo llamado “La Elite”: una raza de reptiles humanoides, conocida desde tiempos ancestrales como una Hermandad Babilónica, de la cual desciende mucha gente prominente, incluyendo a George W. Bush, la Reina Elizabeth II, y Kris Kristofferson. Lleva escritos más de quince libros sobre el tema.

David Icke

Presentamos un fragmento de su teoría: “…de modo que comencé a rastrear hacia atrás en el tiempo en lo que llamamos historia. Lo hice en el supuesto de que, por alguna razón, la genética y el linaje eran de vital importancia para estos manipuladores, los Illuminati o iluminados iluminados en el conocimiento que el público nunca ve. Seguí el rastro confortablemente hasta el tiempo de las Cruzadas en el Medio Oriente, siglos 12 y 13, ese tipo de período y de ahí seguí mucho más hacia atrás hasta adentrarme en el mundo antiguo y la prehistoria. Allí y por todo el planeta, se encuentran leyendas antiguas y relatos de “dioses” provenientes de otro mundo los cuales se entrecruzaron con la humanidad para crear una red híbrida de linajes. El Antiguo Testamento, por ejemplo, habla sobre los ‘Hijos de Dios’ los cuales se entrecruzaron con las hijas de los hombres para crear una raza híbrida, los Nefilim. Antes de ser traducido al inglés, ese pasaje decía ‘hijos de los dioses’ en plural. Pero los relatos que aparecen en la Biblia son algunos de muchos que describen los mismo…” Aunque nos resulte difícil de entender este peculiar personaje tiene miles de seguidores en Norteamérica y Gran Bretaña, y no han sido pocos los investigadores de temas ufológicos que se han detenido en algún momento de sus brillantes interlocuciones en vivo para prestarle atención. Sus planteamientos a cerca de la similitud de sus reptilianos humanoides inmersos y camuflados en nuestra sociedad y los famosos grises que nos resultan tan familiares en las investigaciones de los Ovnis tienen una gran similitud. La palabra Reptoide(s), se compuso para definir a los seres con características morfológicas humanas o humanoides de origen reptil. Esta es la forma más popular de llamar a estos seres crípticos, aunque algunos escritores se refieren también a estos mismos seres como dinosauroi des (de dinosaurio y humanoide), al igual que los hombres lagartos. De acuerdo con los exponentes y seguidores de estas creencias ideológicas, el origen de los reptiles humanoides no es de otro planeta al igual que los seres llamados los grises, sino más bien su origen se remonta en el pasado, en el gran cataclismo que destruyó o cambió completamen-

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te la Tierra. Según algunos teoristas, fue un meteorito que cayó en la península de Yucatán, México, que acabó con la vida de los dinosaurios, al estar la tierra sufriendo severos cambios climáticos producto de este meteorito, o del Diluvio universal ,los pocos dinosaurios que quedaron con vida se escondieron dentro de las grandes cavernas, y posteriormente su evolución lógica, los llevó a caminar en dos pies, y ser muy similares al humano, estas personas creen que los reptiles humanoides son descendientes directos que evolucionaron de la Leaellynasaura, que vivieron hace millones de años en el mítico continente de Gondwana, para ser mas precisos en la Antártica, lugar que según estos exponentes, esta protegida por todos los países del mundo, ya que ahí es la base de operaciones y hábitat subterráneo de esta raza terrestre, pero al igual que otros crípticos, nadie ha proveído pruebas contundentes de que los reptiles humanoides cohabiten con nosotros este planeta.

Dibujo realizado por el testigo del ser que lo visitaba en las noches

Aunque esta primera introducción de este tema pueda resultar demasiado increíble, donde se une la fantasía, el elemento ufológico y criptozoologico, además de recientes teorías conspirativas mundiales, no podemos dejar de decir que sólo hemos enunciado este planteamiento, y aún hay mucho más que decir al respecto de estos reptiles humanoides que perduran en la psiquis de muchas personas. Seguiremos conversando este tema… BESTIARIO –de lo cotidiano y extraordinario–. Bibliografía

www.lafleurs.com/magazine/traslations (Carolina del Sur - USA) Reptiles humanoides – wikipedia.org Reporte Ovni Nº 56 – México Archivos IIEE de Chile The biggest secret – Autor: David Icke The reptilian Agend – Autor: David Icke Tales from the time loop – Autor: David Icke The Mammoth Encyclopedia of the Unsolved – Colin Wilson & Damon Wilson.

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Otra vez en los orígenes Ramón Navia-Osorio Si analizamos el fenómeno desde nuestros orígenes, veremos que permanecemos estancandos con un puñado de interrogantes, que quizás antes no teníamos. Hemos elucubrado cientos de hipótesis y la hemos aplicado a diestro y siniestro, pero en un fondo no nos ha llevado a ningún puerto.

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n principio nuestra mente era como una pizarra en blanco, no había en ella ningún ga rabato, con el tra n s c u rso del tiempo fuimos poniendo en ella, fo rmulas y pensamientos abstractos creyendo que ello nos llevaría a desentra ñ a r, en parte, el problema. Seguimos escribiendo y llenamos la pizarra y otras más y el problema se va dive rsificando en progresión geométrica. En ese proceso algunos alumnos que comenzaron fueron abandonando las clases, pues el profesorado en lugar de atender al alumnado se dedicó a otros menesteres. Con el tiempo, algunos alumnos se conv i rtieron en maestros y llegó tanto su osadía que ya juzgaban y determinaban los orígenes del problema; sin embargo, la cuestión seguía sin resolve rs e. La natura l eza consta de muchas partes y el conjunto de ellas forma el todo, la nat u ra l eza. Pa ra llegar al origen de la misma hay que seguir las sendas adecuadas y aunque en principio pensemos que todas nos llevan a ella, existen en el trazado escollos que nos puede desviar del trayecto trazado. No olvidemos que algo esta compuesto de todo, y pudiera suceder que confundamos el todo por el algo y creyendo que lo conseguimos estemos más confundido que al principio. El unive rso de por si, es inmenso, y dicen que están en completa expansión y aunque solo sea en apariencia, los demás repetimos lo que nos han enseñado, ya que opinar lo contrario a lo establecido podemos ser tachado de ignorantes. Con nuestro problema hacemos lo mismo, repetimos sin más. Con frecuencia vemos que para demostrar algo ponemos a forma de avanzadilla una serie de nombres y de personajes más o menos famosos y con ese parapeto humano tratamos de demostrar algo que solamente nosotros imaginamos. El hombre en su caminar por el mundo se ha preguntado infinidad de veces qué hace aquí, pero no obtiene respuesta, seguramente porque no se ha fo rmulado bien la pregunta. En este devenir que desconocemos todo, surgen multitud de hechos que nos hace sumergirnos en un mar de incongruencias que nos hace perder el norte. Los que están fuera de la nave, las arp ías, lo tienen todo claro, nada es nada, son todo imaginaciones y malas interpretaciones. Muchos de los que van en la nave piensan que llevan un rumbo verdadero, pero nada es real en este mundo que vivimos. Ni siquiera nosotros mismos, somos una ilusión. El mundo con sus infinitas corp o raciones se comporta siguiendo patrones diferentes, y a la vez diferentes dentro de su gru p o, por ello cuando el investigador quiere relacionar un hecho con otro, nunca lo podrá logra r, pues sin saberlo esta mezclando diferentes corp o raciones en un solo comportamiento. Aristóteles, a pesar de los años tra n s c u rridos tenía la mente muy clara y para sus problemas tenía una formula mag i s t ral, sep a rar y agrupar. Cuando hayamos logrado diferenciar las distintas

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causas que intervienen en el problema despejaremos cada uno de ellos, y seguro que iremos teniendo resultados. Son verdades sep a ra d a s, aquí no se trata de buscar una verdad única, pues son diferentes verdades, pero al final todas ellas te llevarán a la verdad única. No podemos introducir una parte del todo en un todo diferente. Es como un puzzle, cada uno tiene sus piez a s, y pudiera darse el caso de que tengamos alguna de otro entretenimiento, y que ambas dispongan de un azul cielo pero al final nos sobra ran algunas y no hagamos lo del científico que para adecuar los hechos a su teoría limara la prueba para que mejor se ajustase a su planteamiento. (Glozel. Huellas imposibles). Nosotros, aunque le pese a algunos, somos seres biológicos muy primitivos que tenemos sensaciones muy arcaicas y debemos de bajar de los falsos pedestales que algunos iniciados han trat ado de ponernos. Ni somos dioses ni semidioses, estamos más cerca de las bestias que de lo subl ime. Lo biológico, no quiere decir superior, sino inferior, no son vibraciones ni cuerpos traslucidos, sino cuerpos corpóreos con revestimiento de animal. En fechas ve n i d e ras muy cercanas, las computadoras lleva ran partes biológicas, igual que los componentes humanos. Cambiaremos de piez a s como cualquier maquina. Existen ciento de casos, dentro del FOVNI en que se rep o rtan seres etéreos que no guarda ninguna relación con el bípedo humano. Admitiendo que algunos sean proye cciones, otros son reales, que traspasan los espacios solidos vetados a los seres humanos y se manifiestan ante ellos… En el devenir del hombre, este se ha visto mezclado, en ocasiones, con otras presencias e inmediatamente ha tratado de buscar un nexo con esa aparente realidad. Al no encontrarle relación con su mundo corpóreo ha echado mano de los espíritus y otros seres de otras realidades. Acudimos al folclore, como si fuera una panacea en donde encontrar la solución a una parte del problema. Vallée y otros folcloristas han relacionado las hadas y los gnomos con el mundo que estudiamos. Nosotros presentamos un cuerpo dimensional y nos cuesta imaginar cuando nos e n c o n t ramos con cuerpos adimensionales, intentando buscar explicación a un hecho fortuito. Aunque hay que confesar que en los miles de casos de que disponemos existen muchos con la intención deliberada de hacerse notar, como aquellos que encienden la luz. En las proximidades del hombre. Hablamos de Magonia, y eso ya fue escrito hace décadas y siguiendo esos planteamientos estamos en las mismas. Debemos de romper con todo lo que nos liga con las tradiciones, con los refritos y con la misma ciencia que es como una rémora que nos absorbe las fuerzas. En definitiva nos encontramos con muchas incógnitas, tratemos ahora las más significativas, siguiendo un orden aleatorio: A.- Los V&D, entidades que por lo general despiertan al sujeto con el claro propósito de hacerse notar. No tenemos lazo de unión con los de afuera, pero en la amplia casuística que disponemos sólo recuerdo uno que podría tener relación con los agentes externos. El suceso de Pobla de Montornés (E.C. nº 7); en ese incidente el ser portaba un atuendo propio a la ocupación del momento, se observó un disco en las inmediaciones, pero el grueso de los rep o rtes de V&D es ajeno a esa concomitancia. B.- A través de las diferentes partes del mundo, unas luces de pequeño tamaño y de diferentes coloridos parecen a veces buscar la proximidades humanas en las áreas rústicas de poca densi-

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dad de población. Estas esferas de luz pueden llevar o no vida, pudiendo contener seres de pequeño tamaño hasta personas de una complexión media. Esas luces reciben diferentes nombres pero todas parecen corresponder al mismo principio. C.- En las observaciones de luces lejanas, parece existir una cierta comunicación con el sujeto que las divisa, llegando a interpretar el pensamiento del testigo. D.- Existen comunicaciones espirituales o místicas que siguen patrones muy diferentes a la problemática de los no identificados. Algunos le llaman comunicaciones con los espíritus de los muertos finalizando, en ocasiones, con rezos, misas y alguna que otra dadiva. E.- H e rramientas compuestas posiblemente de remaches y tornillos, que dejan sus reales en los campos. Análisis posteriores denotan la intervención de un calor excesivo o bien dejan marcas de agentes químicos. Distorsionan el medio a través de campos magnéticos mientras duran su presencia. F.- Seres venidos de Dios saben qué lugares se alimentan del flujo vital animal que causan miles de muert e s. Mutilaciones siguiendo los ciclos de los no identificados como si conv i v i e ran el uno para el otro. G.- “Y el cielo se abrió” Cuando esto sucede entra por el las más ex t rañas criat u ras y también objeto físico de considerable tamaño. Hasta ahora se ignora si se vuelve abrir una vez que el fo ra stero ha cumplido su misión. H.- En la dinámica de lo imposible, una mano mágica dibuja y traza curvas, elipse y parábolas de una tranquila belleza. El artista es fiel a la cita y su sala de exposición la extiende cada día más por el orbe terrestre. I.- C i e rtos procesos meteorológicos con cierto matiz ex t raño se producen por el orbe, aunque quieren explicarlo, escapa a la comprensión lógica de mentes ra c i o n a l e s. Se presenta en fo rm a ígnea, de precipitaciones de cosas, de anfibios, reptiles y de carne. Con cielo despejado y nubl ado, antes y después de las tormentas se ven caer cuerpos que allí no existen. J.- En ocasiones confluyen fenómenos parapsicológicos durante las representaciones externas de los no identificados, en otra s, en cambio, no parece existir relación alguna: ruidos de cadenas,

Ejemplos de orígenes de la vida en la Tierra

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movimientos de objetos y ruidos sin explicación. Postergeist y sensación de frío o calor. Síntomas de presencias. K.- En algunos casos el fenómeno se presenta de forma agresiva y en otras producen con su conducta un grave peligro al testigo o testigos. Salvador Freixedo, en sus libros deja bien claro la voluntad de algunos de ellos (Su libro Defendámonos de los dioses, por ejemplo). L.- E n o rmes imágenes en los cielos que representan secuencias absurdas y fuera de época e incluso objetos, palabras y signos representativos religiosos. M.- Apariciones Marianas, una ex t raña simbiosis metamórfica entre dos conductas aparentemente muy diferentes. Estos son algunos, no todos, del amplio abanico fenomenológico que se presenta en nuestro entorno. Quizás haya muchos más pero nuestras facultades no nos permite divisar ni oír lo que se mueve en otra longitud de onda. Es un hecho real que apunté en su momento, al salir las cámara s digitales. Desde entonces se reg i s t ran muchas panorámicas en que aparecen objetos, y en el momento de tomar la instantánea no vieron nada. Dado de que disponemos de miles y miles de casos es difícil hacerse a la idea de que todo tiene su mismo origen. Dentro de los incidentes observaremos conductas dispares, e incluso el hombre sufre diferentes secuelas ante lo que parece un mismo fenómeno. Cada incidente lleva grabado su huella dactilar, solamente hace falta fijarse con bastante atención los surcos que siguen. Hombres eminentes han elab o rado múltiples hipótesis considerando casi siempre, como si todas las situaciones se deban a una misma causa. No disponemos ni de los medios ni de la info rmación ni del conocimiento suficiente para atrevernos a formular un patrón de conducta que ab a rque la amplia fenomenología ovni. Si esto fuera poco en el contexto general del FOVNI, debemos tener presente el vector humano, introducido por potencias terrestres y por falsos investigadores ovni que tratan de distra e r n u e s t ra atención en montajes ad hoc. Ensayos y pruebas militares son achacados con asiduidad al FOVNI. En ese revoltijo internacional e irracional todo se amasa en un mismo cuenco, por ello lo más conveniente es analizar cada caso por separado y agrupar como hacia Aristóteles. Podemos analizar los círculos en los campos de trigo y ver fecha, forma, periodicidad y su extensión en el mundo con su hora de formación. Una vez tengamos los máximos neurálgicos y sabiendo que se presentan en los dos hemisferios, pero siempre con más incidencias en el H.N. podemos después comparar con la periodicidad ovni. Al igual que hacemos con los círculos podemos realizarlo con el IEA y así interpolamos entre todos los grupos podamos empezar a agrupar por cualidades, conductas, etc. Lo que quede fuera o no se adapte al sistema comprenderemos que queda fuera del contexto que estamos estudiando, pero que puede ser útil para otro estudio. El problema insalvable es que los pocos investigadores que quedan siempre se han preocupado por los humanoides e incidentes de fuerte impacto en la sociedad. Algunos de estos investigadores se llamaban especialistas en observaciones cercanas. Las luces han sido siempre arrojadas a la papelera. Nosotros siempre hemos prestado atención a esas luces, que detrás de ellas hubo voluntades que las encendieron. Una luz lejana, pero controlada y estudiada, puede dar más datos que un encuentro cercano. Es como alguien que quiere distraer al respetable para cometer una fechoría en el otro extremo.

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Cuando estudiamos el IEA, no nos encontramos con manifestaciones cercanas, sino lejanas, cuando estudiamos el entorno lejano nos dimos cuenta que había estado operando nuestro amigo. J.A. Hynek, J. Vallée, trataron de buscar en el folklore y la ciencia e incluso en algunas para c i e ncias, una parte de explicación del FOVNIJ. No tuvieron en cuenta la voluntad que existe en parte del fenómeno. Analizar un material que viene con otros parámetros, conciencia y tiempo y a la vez modificad, con el propósito de no ser comprendido, es una inútil operación querer descifrar algo que ya viene codificado usando para descifrarla otra plantilla de descodificación que nada tiene que ver con la primera.

J.A. Hynek

Uno de los objetivos de un determinado ente en juego, es el de hacerse notar, existiendo otros que parecen que mutan de tiempo en tiempo. Los mismos u otros se presentan siguiendo costumbres locales y hasta algunos rememoran antiguos mitos o leyendas, generando estos fenómenos y con el tiempo topónimos muy significativos. S abemos que están pero ignoramos todos los demás parámetros por los que se mueven. Su origen, desplazamiento, tecnología, voluntad, motivos y finalidad, con todo este cúmulo de incógnita tratar de formar algo coherente es una misión casi imposible, Con todo y con eso son muchos los que suben al estrado para pregonar esto y aquello, por ese motivo surgen movimientos enfrentados que tratan de desprestigiar más la causa de nuestro estudio Si nosotros no somos capaces de organizar un mundo justo, ni siquiera disponemos de la voluntad de mantener una tierra limpia, el tratar de descifrar o dar explicación a fenómenos irracionales es algo que escapa a la razón. Disponemos de material suficiente para empezar un estudio serio y metódico. Cosa que no hemos hecho, pues cada uno va por caminos diferentes. Puede ser que no lleguemos pues lo que están al otro lado no desean que lo hagamos, pero habremos logrado algo import a n t e, el saber lo que no es. Ya por si es algo. Se pierde demasiado tiempo con los contactados y abducidos, cuando los primeros son relatos originados en la mente del testigo existiendo la creencia entre los investigadores que los ET les

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han abandonado. La abducción es algo similar, pero en estos sucesos interviene con frecuencia la mano humana. ¿Por qué el 90% de las abducciones se producen en tierra de los EUA? En España solamente existen dos casos que puedan resistir una investigación profunda. De las múltiples incógnitas que suscita el fenómeno, podemos sospechar que algo vamos observando. Da la impresión de que estamos siendo guiados, desconocemos la natura l eza y el origen de nuestro pastor, pero fijémonos en el rebaño. Así como Moisés dirigió durante cuarenta años al supuesto pueblo elegido, con la intención, si el saberlo, de depurar una raza que estaba contagiada física y espiritualmente por la convivencia con otras civilizaciones. El hombre manada, parece que esta siendo dirigido con parsimonia y dolor, en un valle de continua lágrima, sin que nuestro pastor haga algo por evitarlo y nos lleve a pastos frescos (entiéndase otros estados de conciencia). Puede ser que el pastor siga las ordenes de un jerarca y sabiendo nuevos horizontes no pueda. En este mar de dudas se podría pensar que el rebaño no esta adecuado al nuevo pasto, aunque ex i stan especimenes que sean acto para los nuevos prados. En todo los largos procesos del pastoreo, se recorren campos, praderas, valles, vaguadas y cien mil sitios diferentes. Surgen inconvenientes como el lobo, el oso y otros depredadores, pero acechan otros enemigos de apariencia benigna pero son mort a l e s, con esplendida apariencia verde y apetitosa, pero el pastor retiene al rebaño. El vigilante otea el horizonte y ve a que altura esta el sol, y piensa todavía es temprano y se dice, aguardaremos algo más. El ganado esta algo intranquilo y a la vez descontento, pues no comprende como no le da rienda suelta. En un momento dado el hombre avisa a su perro negro y con ademán tranquilo y sereno deja que el ganado deje su redil y vaya a pastar. Las ovejas no podían comprender que la actitud del pastor no era ni mas ni menos, que una medida de prudencia. La noche con bastante relente había dejado la hierba muy húmeda y con las primeras necesidades se habrían saciado demasiado y el agua acumulada en las plantes habría sido mortal para ellas. El Pastor espero que el sol eva p o rase parte de la humedad para dejarla salir. En estas cuestiones no podemos cantar victoria si creemos que hemos deducido algo. En la G ranja Humana, de Salvador, veremos a la presión que está sometida la raza humana, es en realidad una granja en la que estamos todos revueltos y eso daña la convivencia, el espíritu y hasta el mismo planeta. El hombre esta rodeado de miles de incógnitas, es una maquina muy compleja, que vino al mundo sin instrucciones concretas, aunque a través de su dilatada vida, los mismos hombres fueron componiendo, a su entender y saber, lo que mejor creyeron. Con el tiempo fo rmaron mil y una a d o raciones que no sumieron en muchas confusiones, creyendo que ahora que disponemos de una panorámica global mejor fundada rehagamos la historia con los conocimientos actuales y arr o j emos fuera del sistema lo que no encaje, y así obtendremos nuestra realidad. Aunque de las pitonisas de la antigua Grecia, decían que adivinaban por los aflujos volcánicos de la zona, debemos de admitir que sea la causa que sea, algo fuera de lo normal debía suceder para que acudieran gobernantes y gente de pro a su consulta. Puede que estemos equivocado, que será lo más seg u r o, pero cuando se llegaba a Delfos entre guijarros y piedras y un camino empinado se e n c o n t raba el templo de Apolo, y en el frontispicio había unas letras esculpidas que decía: HOMBRE, CONÓCETE A TI MISMO Y CONOCERÁS EL UNIVERSO Y A LOS DIOSES.