Esclavitud Negra

LA LIBERTAD NEGRA EN EL PERÚ ¿Qué es la libertad? Para algunos es un pensar, un sentir, una idea, pero en concreto ¿Qué

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LA LIBERTAD NEGRA EN EL PERÚ ¿Qué es la libertad? Para algunos es un pensar, un sentir, una idea, pero en concreto ¿Qué es?, Para mí la libertad es la capacidad que tienen las personas para decidir hacer o deshacer algo como ideologías, leyes, esquemas, sistemas políticos, etc., pero si miramos hacia atrás, un siglo antes, tal vez en la época colonial del Perú, la ausencia de libertad llega a su máxima expresión. Encontramos a una raza oprimida que luchó por romper las cadenas de la esclavitud, una raza que forma parte de nosotros pero que es ajena a nuestro origen milenario, hablamos de la raza afro o negra del Perú. Esta raza que durante la colonia vivió el infierno en carne propia, considerada una herramienta más de trabajo en aquella sociedad racista, privado de leyes y derechos que lo protejan vivió en condiciones infrahumanas sufriendo constantes abusos, maltratos e injusticias durante casi tres siglos. Siendo explotados en las haciendas de la costa y sierra del Perú por los señores gamonales; durmiendo en los galopes y ranchos; agonizando, llorando y sufriendo sin nada más que él pudiera hacer que pedirle ayuda a Dios para que lo libere de este yugo. Se preguntarán quién fue el que condenó a la raza afro o negra como una herramienta más y no como un ser humano, se van sorprender, después que el fray Bartolomé de las Casas exponga sus ideas; planteando que “los indígenas son seres humanos y no animales” y denunciando la “muerte de millones de indios en la conquista de América” logra vencer al teólogo esclavista Ginés de Sepúlveda en la corte de Valladolid. Logrando poner en libertad a los indios de América. Sin embargo el clero al mando del papa Sixto IV, se ve angustiado al no tener una mano de obra esclava que le genere riqueza, es ahí entonces cuando ve en la raza afro como una nueva salida para este problema, logrando legitimar la esclavitud de este linaje, pero lo más indignante fue el argumento planteado; considerando a los negros descendientes de Lucifer por tener el color de piel oscuro siendo llamados “infieles”. Pero los negros en el Perú eran también llamados “piezas de ébano” fueron máquinas humanas de trabajo, si uno no servía se desechaba o se cambiaba; así de cruel eran las cosas. Como menciona el historiador Frederick Bowser “el esclavo africano no tenía más dignidad que un caballo”, con esta cita no hay nada más que entender, el esclavo

africano es considerado un animal, un objeto sin alma, una propiedad privada. La búsqueda de su libertad se inició con los negros cimarrones, que eran esclavos prófugos que se refugiaban en el monte buscando su libertad; asaltando a los viajeros en los caminos, también raptando a las negras de la ciudad para hacerlas sus mujeres. Si el refugio era pequeño se llamaba “guarique”; si era grande, “palenque”. El primer levantamiento de cimarrones se produjo en Huaura en el año 1545. El auge de estos mismos comenzó en 1631 así como también su castigo, pues las revueltas fueron aplastadas brutalmente por los gobernadores. Siendo azotados, decapitados, quemados y torturados en la plaza de armas de la capital. Según José Antonio del Busto, Túpac Amaru II fue el primero que declaró la libertad de los negros en América, porque no solo logró desestabilizar el orden colonial que oprimía a los indios, sino también a los mestizos, mulatos y negros. Sin embargo los palenques no proliferaron ni crecieron. En el siglo XVIII albergaban una población misérrima. Aún así fue temible el negro “Huracán”, jefe de una caterva de cimarrones. El último cimarrón del que se tiene noticias fue el negro “Zambillo” asesinado en la hacienda Quiroz en 1808 al negarse a rendirse. Los negros lucharon y apoyaron con la instauración de la República. Siendo esto determinante para el libertador José de San Martín, quien los miró con buenos ojos y, ya en el poder, durante el Protectorado (1821-1822), proclamó libres a los hijos de los esclavos nacidos luego de la independencia. Pero aquellos no fueron los únicos hechos, durante la Confederación Perú-Boliviana, el bandolero negro León Escobar con treinta bandidos, tomó en Lima el Palacio de Gobierno lográndose sentar en el sillón presidencial; el general Francisco Vidal logra tomarlo preso fusilándolo al día siguiente. Logra caer la Confederación y los negros volvieron a la casa de sus amos, para 1852 los negros ya no eran “cosas” pero tampoco “personas” legalmente reconocidas; eran esclavos todos los nacidos antes de la independencia; los libertos, solo los manumisos e hijos de la madre liberta. En estas

circunstancias, Echenique ofrece la libertad condicional a los esclavos que se enrolaban en su ejército o matasen Castillistas.

La libertad definitiva de todos los negros y negras se firmó en Huancayo, el 5 de diciembre de 1854, se debió a Ramón Castilla y la gratitud hacia él fue grande por todos los esclavos del Perú. Aquí tenemos un canto que recuerda el emocional momento: Y fueron esclavos los pobres negritos, y fueron esclavos sin su voluntad, hasta que del cielo bajó pá toditos don Ramón Castilla ¡Santa Libertad!”

En conclusión la raza afro es un claro ejemplo de personas que lucharon por su libertad, a pesar que en el trayecto de este proceso hayan sufrido constantes abusos y derrotas. Pero que a través de los años fueron respaldados por personajes como Los Libertadores, esto les dio fuerzas para seguir luchando por sus ideales hasta que al fin lograron romper el yugo que los encadenaba. Esto demuestra que la lucha por nuestros ideales nunca debe acabar por más duro que sea el camino. Así como menciona Simón Bolívar “La esclavitud es hija de tinieblas, un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”. En la actualidad en el Perú la esclavitud no está abolida mientras nosotros tengamos un espíritu de servidumbre. La esclavitud no está abolida, está a la orden del día. En esta ciudad se explota a trabajadores en talleres clandestinos, y si son emigrantes se les priva de la posibilidad de salir de ahí. En esta ciudad hay chicos en situación de calle, desde hace años. Hay muchos y esta ciudad fracasó y sigue fracasando en librarnos de esa esclavitud estructural que es la situación de calle. Papa Francisco