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NTREVISTA DE DAVID DEANGELO A DAVID X, UN CLASICO DE ANGELO: DavidX es inusual en el sentido de que no sólo es muy bueno

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NTREVISTA DE DAVID DEANGELO A DAVID X, UN CLASICO DE ANGELO: DavidX es inusual en el sentido de que no sólo es muy bueno con las mujeres sino que también da cursos él mismo. Y uno de los aspectos que más respeto de él es que muchas de las cosas que sabe las aprendió por su cuenta en lugar de copiar a otras personas o imitar lo que otras personas hacen. Él investigó por su cuenta, probó cosas por su cuenta y de esa forma pudo darse cuenta de qué cosas funcionan. ¡Así que bienvenido, David! DAVIDX: Gracias DE ANGELO: Para empezar, ¿podrías decirme cuáles pensás que son los problemas principales que le ocurren a los hombres que están adentrándose en el mundo de obtener éxito con las mujeres? DAVIDX: Probablemente el problema principal es algún tipo de miedo. Pienso que están asustados con respecto a lo que las mujeres están pensando o lo que las mujeres están supuestamente pensando que ellos piensan. Es como un círculo vicioso. Ellos siempre están preocupados sobre lo que ellas pueden llegar a percibir que están pensando pero no es así. DE ANGELO: ¿Y qué le recomendarías a los hombres para que superen ese temor? DAVIDX: Pienso que, básicamente, no las tenés que escuchar. Y no quiero decir que tenés que ser irrespetuoso. Me refiero a que estás en una misión. Cuando estás en una misión o cuando estás haciendo un trabajo, tenés que fijarte la forma de hacerlo de la mejor manera posible. No podés pensar en lo que el resto de las personas a tu alrededor están pensando mientras estás intentando hacer tu trabajo. Entonces si tu trabajo es levantarte alguna mujer o sea lo que sea que quieras hacer con ella: ya se acostarte, tener una cita o lo que sea que decidas, ésa es tu misión y tenés que seguirla y planearla. DE ANGELO: Interesante. ¿Y ves que en general los hombres no saben lo que realmente quieren? DAVIDX: Hay un gran problema. Salen para impresionar a sus amigos o para demostrar que pueden hacer algo y cuando se encuentran con la mujer, fracasan. ¡Fracasan por el stress que se ponen a ellos mismos! ¡Yo no sé si podría manejar el

stress que ellos se autogeneran! Yo salgo con una actitud mucho más relajada. Tomo las cosas como vienen, de forma natural. DE ANGELO: Es interesante que mencionás eso porque me hace pensar que la mayoría de los tipos con los que hablo o con los que suelo tratar, no tienen realmente un objetivo en particular. Simplemente quieren ser más exitosos; no tienen en mente nada específico, ningún resultado en particular. DAVIDX: Es cierto. ¿Quieren ser más exitosos en qué? ¿Qué es levantar mujeres? Pienso que tenés que definir qué es levantar mujeres. Qué es lo que querés. Qué es lo que querés con tal mujer. ¿Querés una compañera? ¿una amiga? ¿una novia? Sea lo que sea. Cuando dos hombres se conocen... te doy un ejemplo: o sea, nosotros nos conocimos en Nueva York y hubo química entre dos hombres que se conocieron; me caíste bien y decidí hacerme amigo tuyo. Nunca pensé en lo que vos estabas pensando y no creo que vos hayas pensado en lo que yo estaba pensando cuando nos conocimos. Simplemente nos conocimos y empezamos a hablar. Decidimos que nos caíamos bien, es muy simple. ¿Por qué si los hombres pueden hacer eso entre ellos naturalmente, cuando toca el turno con una mujer, de repente se vuelven tontos? DE ANGELO: Muchos hombres están constantemente intenando complacer a la mujer y meterse en su cabeza para anticipar lo que ella va a querer. DAVIDX: Sabés, la gente me conoce y ve cómo me acerco a las mujeres y piensan “¡Oh! Este tipo es muy afortunado, es un tipo muy suelto...”. Pero tengo que decirte un secreto y vas a ser el primer tipo en saberlo porque de todas las personas que me entrevistaron, nunca me hicieron esta pregunta... yo era un chico muy tímido en mi etapa de crecimiento. Pero no era más tímido con un tipo que lo que era con una mujer. Entonces no me afectaba, cuando veía lo que quería iba tras ello. Tal vez no me gustaba ir atrás de mujeres en grupo. Si una mujer estaba sola, iba tras ella. Pero si estaba con una amiga o con tres amigas o sentada en un grupo yo me sentía petrificado de ir a hablarles. Entonces me dije a mí mismo: “primero tengo que conquistar aquello a lo que le temo para que el resto venga naturalmente. Ése era mi mayor temor. Es lo que suelo preguntarle a la mayoría de los tipos: “¿cuál es tu mayor temor? ¡Vayamos tras eso!”. Porque el resto vendrá fácilmente. Es realmente una rutina muy simple. DE ANGELO: ¿Qué le recomendarías a un tipo para que supere sus temores?

DAVIDX: Bueno... pienso que ellos nunca hablaron realmente con su padre o su madre sobre conocer a una persona del sexo opuesto y cómo deberían comportarse. Tienen una concepción de, por ejemplo... una madre le diría a su hijo “sé bueno con las chicas con quienes salís”. Y el padre le dirá a su hija “no escuches lo que este guacho quiera decirte; ¡sólo quiere llevarte a la cama! ¡Y entonces las mujeres tienen mejor actitud! La madre no le va a decir a su hijo “la mayor parte de las mujeres van a ir viciosamente atrás tuyo buscando satisfacer sus propias necesidades y probablemente acuchillarán a sus propias amigas si les gusta un flaco”. ¡No le van a decir eso a sus hijos! Y no le van a decir a un hijo “sos tan bueno como esta mujer”. Le van a decir... vas a escuchar historias que se te graban en la mente... de que las mujeres son dulces y todas lindas y los hombres no. Si un hombre juega con muñecas es considerado no muy masculino. Si una mujer juega con autitos ella no es muy femenina. Pero no funciona realmente de esa manera. DE ANGELO: Y... ¿qué más hacés para ayudar a los hombres a superar sus temores? ¿Y de qué aconsejás deberían hablar con sus padres? DAVIDX: Te contaré una historia graciosa. Un día llamé a mi padre y le dije “sabés, tengo que estar realmente enojado con vos” y él me dijo “¿por qué?”. Y le dije “porque no me violaste ni me jodiste la vida y no puedo ir a Oprah (programa yanqui de TV) para hablar de lo que mi padre me hizo”. Y él empezó a reír. Es decir... ¡tenés que superarlo! Superar tus problemas de cuando fuiste criado. Si mirás a tu alrededor, todos tienen problemas similares. ¡Tenés que ser un hombre! Eso es lo que es ser un hombre: superar esos problemas. Aprendé de vos mismo y admití que tenés ciertos problemas. La mayoría de los tipos vienen a mis grupos y quieren un parche. Pienso... lo que me gusta hacer es dejar que cuenten sus historias de sus desastres y analizarlos. Porque eso es a lo que realmente le tienen miedo. Contame qué fue lo qué fue lo que te asustó más que salir con una mujer. Todos están anticipando qué van a decir, qué va a decir ella. ¿De qué tenés miedo? Si todos tuvieran ese tipo de miedo no habría bomberos, no habría policías, no habría rescatistas... Tenés que darte cuenta. Los hombres y las mujeres son como cualquier otro bien. Es una cuestión de oferta y demanda. ¡Lo maravilloso es que hay menor oferta de hombres y hay mayor demanda ya que hay más mujeres! Pero ellos ven todo al revés. Ellos piensan que le tienen que rogar a una mujer... ¡NO! Ellas te dicen “te voy a dar algo”. ¿Qué pensás que me estás dando!? Yo les digo “Si pensás que me estás dando algo, andá a buscar un pepino y dejame solo!”

DE ANGELO: ¿Hubo alguna persona, cuando eras jóven, que haya influenciado en vos en este tipo de cosas de alguna forma en particular? DAVIDX: Bueno... ¡hubo tantas personas! He ganado mucha experiencia porque las mujeres me han ayudado a través del proceso. Yo no escuchaba las boludeces y no escuchando las boludeces ellas se te acercan más. Pienso que las boludeces que te dicen es tu primera prueba. Si las escuchás y te afectan, ellas saben que se desprenden de vos fácilmente. DE ANGELO: ¿Cuáles son algunas boludeces típicas que las mujeres les dicen a los hombres? DAVIDX: Mmm... te digo las cosas que yo generalmente encuentro. Una vez fui a buscar a una mujer a su casa y ella me dijo: “si tenés intenciones de besarme hoy, vas a tener que afeitarte esos bigotes”. La mayoría de los tipos empezarían a preocuparse por algo como eso. Entonces yo le dije “no te preocupes por eso. Te garantizo que no voy a darte un beso esta noche”. Y entonces ella estuvo toda la noche preocupándose sobre si yo quería besarla o no. Y al final de la noche ella quería que yo la besara y le dije “no... vos estabas preocupada por eso... quedate con eso”. Si ellas piensan que te están haciendo un regalo, no lo tomes. Porque luego les vas a deber algo. Si una mujer me dice “mirá lo que te estoy dando”, yo les digo en seguida “¿es un regalo? ¿Y quién dijo que lo quiero?”. Las pongo a la defensiva. DE ANGELO: Mientras que la mayoría de los tipos se pondrían a pensar la forma o la maniobra de obtener eso de ella. DAVIDX: Exactamente. Yo no estoy muy interesado en la seducción. La palabra “seducción” no simpatiza mucho con mi alma. Yo no quiero seducirlas. Yo quiero hacerles el amor, quiero tenerlas, quiero que sean mías. MI mujer. Quiero tratarlas como MI mujer, quiero tratarlas bien, de la forma correcta. No quiero tener que seducirlas. No quiero hacer ningún truco para seducirlas. Seducción es como engañarlas para algo. Un tipo me dijo: “puedo conocer muchas mujeres pero no puedo obtener una segunda cita con ellas”. “Bueno... seguramente consigas mucho sexo de una noche porque hay muchas mujeres calientes ahí afuera y muchos hombres no creen eso tampoco”, le dije. ¿ La idea es que vuelvan? ¿Que te persigan? DE ANGELO: Seducción implica que ella tiene algo que necesitás y vos necesitás hacer cosas proactivamente, maniobrar, hacer algún truco y lograr que ella te dé

eso que necesitás. Y es, en mi opinión, una forma más femenina de lograr las cosas. DAVIDX: Tengo que decirte algo ahora que dijiste eso y lo dijiste tan bien... ¡y por eso pienso que sos un excelente maestro! Porque realmente entendés y enseñás esto... lo que tenemos que hacer es hacerle entender a estos tipos qué es lo que tienen que aprender. Yo no quiero que aprendan una serie de sketchs o acciones o planes. Si ellos pueden decir lo que piensan... están un paso adelante en este juego. DE ANGELO: Una de las cosas que noto, pensando en mi propia experiencia y en la de muchos otros tipos, es que cuando están en presencia de una mujer, por ejemplo en una cafetería tomando algo, si están atraídos por esa mujer, en su mente están tratando de encontrar algo para decir que las impresione. Están tratando de maniobrar como para gustarle a la mujer. Mientras que vos decís que simplemente digan lo que piensan. DAVIDX: Yo simplemente escucho lo que ella dice. Imaginate por un segundo que sos una mujer. Estás sentada y alguien está atraído a vos. Y te miran y te dicen exactamente lo que vos acabás de decir: “no quiero hacer maniobras, no quiero juegos, estoy tratando de pensar en cosas para decir que te impresionen... etc.”. Y exactamente lo que vos acabás de decir. Decile eso a una mujer y te vas a encontrar con que esa mujer va a estar atraída a vos porque la honestidad le va a llamar la atención. Ahí tenés tu propia rutina. Lo que me acabás de decir sería perfecto para impresionar a una mujer. DE ANGELO: Porque es tan honesto. Son las cosas tal cual son. DAVIDX: ¡Son las cosas tal cual son! Y, creelo o no, ¡las cosas tal cual son no son realmente honestas porque ellas no te creen! Pero están tan impresionadas, tan shockeadas porque nadie va a venir a ellas honestamente. Pero está bueno porque tenés el control. Cuando tenés la honestidad, VOS sabés qué es lo próximo que vas a decir... ellas no. DE ANGELO: Una de las cosas que mencionabas antes, como por ejemplo una mujer que te dice “si me querés besar hoy tenés que afeitarte el bigote”, ésas son, habitualmente, las cosas que hacen las mujeres para ponerte a prueba para darse cuenta dónde están los límites. ¿Qué pensás sobre eso y cómo lidiás con eso?

DAVIDX: Hay una sola forma en la que me gusta lidiar con eso y es una forma muy simple. Y es como lidiás con los chicos: LO IGNORÁS. Otra situación vino a mi mente ahora que decís esto. Salí una vez con una mujer y la llevé a cenar. Y ella pidió su comida y prácticamente no comió nada. Y ella me dijo que le estuvo molestando toda la noche que yo no hiciera ningún comentario sobre que ella no había comido nada de su comida. Entonces me dijo, me comentó, la próxima vez que me llamó: “¿sabés qué me gustó de vos? No comí nada. Había comido antes de salir sólo para pedir algo y no comer nada para poder ver cómo reaccionabas a eso: a que no comiera nada de nada”. Entonces yo le dije:“yo ya me había resignado a pagarte la cena. Podrías habérsela tirado a la mujer de la mesa de al lado o lo que fuera. No me importaba lo que hicieras con tu plato, es tu problema”. Tenés que aprender a lidiar con esas cosas. Y la mayoría de los tipos habrían llamado a algún amigo y le habrían dicho: “¡Hey! ¡Salí con esta perra, pidió un plato caro y no probó un solo bocado!” ¡Ella es la que pierde! Yo estaba resignado a pagar desde antes de invitarla a salir. Entonces… ella está haciendo pruebas y si te molestó eso, entonces ella ganó. A mí no me molestó. DE ANGELO: Eso es muy interesante porque me trae a la mente muchas cosas. Por ejemplo una vez un tipo me preguntó cuántas veces debería llamar a una mujer antes de invitarla a salir. Y yo hace poco respondí a esa pregunta y le dije que hubo una vez que conocí una mujer a la cual cada vez que la llamaba, ella estaba ocupada. Pero yo podía darme cuenta que ella estaba realmente ocupada porque podía darme cuenta que ella estaba contenta de escucharme. Pero siempre estaba fuera de la ciudad, o se estaba por ir al día siguiente por temas de trabajo. Pero la seguí llamando cada una o dos semanas por un período de dos meses y ella estaba siempre ocupada. Y finalmente cuando decidimos encontrarnos ella me comentó que le había llamado mucho la atención, que le había fascinado el hecho de que ella estuviera siempre ocupada no me hubiese molestado. Mientras que la mayoría de los tipos abandonarían en seguida o serían demasiado insistentes. De alguna forma les molestaría. Y yo noté que de alguna manera muy sutil este tipo de mujeres están siempre atentas a este tipo de cosas para ver si pueden desestabilizarte emocionalmente de alguna forma. DAVIDX: Yo tuve casos similares como esos. Una vez estaba interesado en una mujer y cada vez que la llamaba ella estaba realmente ocupada. Y recuerdo, hace no mucho tiempo, tal vez hace 10 años, Clifford (un amigo) me dijo “estoy llamando a esta mina y está siempre ocupada, legítimamente ocupada”. Y lo mismo me pasaba a mí.

Entonces fue como... seguí llamándola persistentemente porque yo soy implacable. Y ella respondió bien pero yo podía darme cuenta que ella siempre tenía un poco más de poder que yo no podía recuperar. Y la próxima vez que la llamé decidí darle una serie de reglas que me había puesto a mí mismo. Y uso esa misma regla siempre. Como por ejemplo, si tengo tres citas con una chica, si no duermo con ella en la tercera, se terminó. Porque entre ser implacable o perder mi tiempo, tengo que decidir entre ésas dos cosas. A algunas les gusta probarte y hacerte perder el tiempo yendo muy lejos con eso. Si obtenés algo en la primera o segunda cita, podés dejarlas jugar su jueguito por un rato. Pero yo les doy las reglas. Ellas tienen que conocer mis reglas y se las menciono al principio. Les digo que me gusta el béisbol: tres strikes. Les doy a todas suficiente cuerda como para que se ahorquen. Y me di cuenta que después de que estuvieran ocupadas dos veces yo les decí a “bueno, sólo te llamaré una vez más”. Y nunca estaban ocupadas una tercera vez si querían verme. DE ANGELO: ¿Pero no te parece que eso de poner reglas o ser controlador puede ahuyentar a las mujeres atractivas? DAVIDX: Asusta a las mujeres manipuladoras. Las que se asustan son las que saben que tienen que manipularte. Me puse esas reglas a mí mismo no con el propósito de controlar a las mujeres... pero resultó que eso también sirvió para controlarlas mejor DE ANGELO: Supongo que lo que ocurre es que en realidad es algo atractivo que seas fuerte desde un principio. DAVIDX: Pienso que sí. Y no sólo eso, tenés que darte cuenta de algo. Cuando empezás a ver que vos sos en realidad el bien deseado, tenés más mujeres atrás tuyo de lo que las mujeres tienen hombres atrás de ellas. Cuando te das cuenta de que lo que tenés para ofrecer es más importante que lo que ellas tienen para dar, te das cuenta que no querés desperdiciar más tu precioso tiempo. He visto tantos tipos... estaba hablando con uno en el seminario de Montreal y el tipo me decía que salió con tal mina hace un tiempo y la estaba pasando bien pero después dejaron de verse, pero luego salió dos veces más con ella y tuvo una segunda cita fantástica. Y yo le pregunté qué hizo de fantástico en la segunda cita. Y él me decía que fue para acá y para allá y a tal lugar... entonces le pregunté: - ¿Te acostaste con ella? - ¡No! - El año pasado, cuando saliste todo ese tiempo con ella, ¿te acostaste? - ¡No! - ¿Estuviste saliendo un año y medio y no te acostaste con ella todavía? ¿Vos pensás cada día que pasa que ella te va a dejar que te acuestes con ella? - Sí -

¿Ves? Ahí... “te va a dejar acostarte con ella”. Dijiste que SI en seguida. Tu respuesta fue “¡ SI!, ella me VA A DEJAR dormir con ella”, le dije. “Sabés... no tenemos mil años por delante. No tenemos cien. Muchos de nosotros tendremos suerte si llegamos a los setenta y en buen estado y la mayoría de los tipos no habrá empezado a coger a los veinte todavía; al menos el tipo promedio. Algunos tuvimos un poco más de suerte, como yo que empecé un poco antes y algunos siguen cogiendo un poco más allá de los setenta. ¡Pero no tenemos tanto tiempo! ¿Y perdiste un año y medio de tu vida? ¿Para qué perdés tu tiempo? ¿La necesitás como una amiga? ¿Le pagás las cosas? (el tipo dijo que sí). Pues pienso que esa mujer te está usando”. DE ANGELO: Las mujeres, pienso yo, pueden leer a los hombres un 100% mejor de lo que los hombres pueden leer a las mujeres. DAVIDX: Estoy de acuerdo con vos en un 100%. No un 90, no un 99. Un 100%. Y pienso... te digo, esta mujer que le estaba haciendo eso al flaco ése sabía EXACTAMENTE lo que hacía desde el principio. DE ANGELO: Y ella seguramente pensaba lo mismo. Que si se acostaban... ella lo estaba dejando acostarse. DAVIDX: ¡Ella está esperando a darle ese regalo! Ese fabuloso regalo. Y tengo que decirte algo... si pensás que es tan gran regalo... hay una razón por la cual los hombres son siempre acusados, después de que están satisfechos sexualmente, de darse vuelta y echarse a dormir... ¡la razón es que no las quieren escuchar hablar más! ¡Porque estuvieron atrás de ellas por tantos años! La realidad es... en la comunidad animal el macho es el más hermoso de la especie. El león es un ejemplo perfecto, el pavo real... son mucho más vistosos que el ejemplar femenino de la especie. Lo mismo ocurre con los hombres y las mujeres. Clifford me mandó un mail con estas fotos de mujeres antes y después de maquillarse. No sé si te lo mandó. ¡Y es tan cierto! Los hombres no se la pasan arreglándose cuatro o cinco horas antes de salir para verse aceptables. No conozco muchos tipos que se pongan maquillaje. O delineador... ¡o que vayan a la peluquería a pasar 20 horas ahí adentro! No conozco a ningún tipo que haga eso. Ellas tienen que hacer un montón de cosas para lucir hermosas. ¿Para qué lo hacen? DE ANGELO: Como dijiste vos... para verse presentables. Para llegar al punto en el cual pueden salir a la calle.

DAVIDX: Exactamente. Habría muchas menos mujeres en el mercado si las vieras ANTES de ponerse maquillaje. ¡Muchas mujeres no quieren que los hombres se queden a dormir porque no quieren que las vean como se ven a la mañana! DE ANGELO: Bueno, mencionaste otras cosas que me trajeron algunos asuntos a la mente. Una es que hablaste sobre pagar o no pagar. Es un gran tema de conversación entre los hombres. ¿Quién paga? ¿Debería pagar yo, debería pagar ella? Y generalmente yo le recomiendo a los hombres que al principio no organicen ninguna salida donde haya que pagar algo. Que se junten a tomar algo o vayan a algún lugar donde no haya que lidiar con el asunto de quién paga. Pero si sí querés ir a un lugar donde hace falta pagar, hay una forma de pagar que no sugiere que ella te domina o que estás tratando de comprar su aprobación, mientras que, por otro lado, hay una forma de pagar que sugiere que ella sí te domina y que sí estás tratando de comprar su aprobación. DAVIDX: Yo suelo hacerlo en forma de chiste. Cuando las invito a cenar les digo “te llevo a cenar pero después te vas a tener que acostar conmigo”. Y les da a ellas la elección. Yo les doy ese tipo de elecciones. Yo nunca les digo realmente si las puedo invitar a cenar. Yo les doy la elección: “te invito a cenar pero te vas a tener que acostar conmigo... así que si salimos, tenés la elección al final de la noche... pero yo también la tengo” DE ANGELO: Otra cosa que noté que es muy importante hacer y que mencionaste antes, es que es importante hacerles notar en un principio, tan pronto las conocés, que no ves lo que ellas tienen como un premio. DAVIDX: 100% de acuerdo. Por eso digo que tenés que hablar con ellas. Muchos tipos me dicen que paso mucho tiempo hablando con ellas al principio. Y cuando empiezo a hablar con ellas, si veo que se ponen ansiosas les digo lo que ellas suelen decir: “me gusta que nos comuniquemos. Me gusta que sepas exactamente sobre lo que estoy pensando.” Ellas siempre traen el tema ese de la comunicación, de que nunca decís lo que realmente pensás, que nunca decís lo que sentís... todo ese tipo de cosas, o todo lo que está por encima de esas cosas. Entonces les digo “Comuniquémonos. Quiero que sepas que no quiero ser uno de esos tipos que vas a usar. No quiero comprarte comida por el simple hecho de hacerlo. Vos vas a querer pasar tiempo conmigo, vas a querer conocerme”. Eso es lo importante. ¿Quién paga por la comida? Mostrame cuán bien cocinás. Cosas como esas las traigo a colación todo el tiempo.

DE ANGELO: Yo me di cuenta que cuando una mujer prueba a un hombre, la mayoría de ellos suelen hacer de todo para superar esas pruebas e impresionarlas más aún. DAVIDX: ¿Ves? Tal vez ésa es mi agresividad o por qué soy implacable. Yo estoy sobre ellas todo el tiempo. Ellas no están atacándome, se están defendiendo. DE ANGELO: Dar vuelta la tortilla y ser vos el que las prueba a ellas... en realidad muchos tipos tienen miedo de hacer eso porque piensan que de esa forma no las van a atraer. DAVIDX: Eso, exactamente. Muchos tipos piensan “¿qué van a pensar ellas si hago eso?”. A mí me gusta averiguarlo. Averiguaré cuanto antes qué es lo que piensan porque las mujeres abren su boca en seguida. Yo les hago muchas preguntas. DE ANGELOS: ¿Como qué? DAVIDX: Hago una investigación de campo. Tenés que conocer el terreno. Siempre, en la armada, hay tipos que salen a recorrer el terreno y a investigarlo, que toman notas, marcan puntos estratégicos. Tenemos suerte que muchos tipos ya han recorrido el terreno por nosotros. Ahora sólo tenemos que descifrar la logística. Somos todos lo mismo. Las mujeres son todas iguales y los hombres somos todos iguales. Digamos que ésa es una buena respuesta. Pero... hay diferentes áreas. Tenés que encontrar el área que querés. Tenés que fijarte si querés estar con esa persona. ¿Qué hace? ¿Con quién vive? ¿Vive sola? ¿Está casada? ¿Tuvo hijos? ¿Le gustan los chicos? Tal vez sos un tipo que en algún momento quiere tener hijos y tal vez la viste y te gustó y te parece una mujer muy potable para tener como esposa. Te cuento. Una vez salí con una mujer por seis meses... eran los días previos a que empezara a ser común el uso del preservativo... y le dije “quiero que quedes embarazada”. Y ella me dijo “¡ah, no! me hice la operación para no poder quedar embarazada”. Y le dije “¿en serio? ¿No querés tener hijos nunca?”. Y ella dijo “¡no! ¡soy una chica fiestera! ¡Yo quiero tener fiesta!”. Entonces me dije a mí mismo “bueno, ésta es una chica con la cual no puedo tener una relación seria. Si ella prefiere operarse para no quedar embarazada y asegurarse que no va a poder tener pibes y estar de fiesta siempre, entonces no sé si me conviene”.

El 80% del tiempo que miro a una mujer, miro lo que me calienta de ella. Y le voy a hacer saber de inmediato qué es lo que me calienta de ella. Tal vez sea la figura de su vestido. Recuerdo una vez una mujer que tenía una figura fantástica. Llevaba un vestido negro y le dije “vos no sos 90-60-90 pero me gusta más cómo te ves así”. Y ella dijo “¿cómo sabés que no soy 90-60-90?”. Y le dije “soy muy bueno con los números... con las figuras. ¿Puedo trabajar con tu figura?” Y eso fue el comienzo de una relación muy buena. Porque ella supo exactamente qué era lo que me interesaba, lo que me gustaba de ella. Ella tenía ese vestido negro y se debe haber preparado bastante para que los tipos la miraran y yo fui el único tipo que hizo un comentario sobre eso que tantas horas le debe haber tomado. DE ANGELO: ¿Tenés algún otro ejemplo? DAVIDX: Me gusta la voz de las mujeres. Una vez estaba escuchando a unas mujeres... ellas estaban dándome la espalda y su voz era muy exótica. Entonces la miré y ella tenía una cara muy atractiva pero no alcanzaba a ver su cuerpo. Y yo soy un tipo más de cuerpos que de caras. Entonces le dije “tenés una cara preciosa y me encanta tu voz”. Y ella se paró frente a mí a propósito. ¿Qué me estaba diciendo? DE ANGELO: Era una invitación. DAVIDX: Exacto. Yo no necesito que me den un garrotazo en la cabeza para entender que es una invitación. Muchos tipos, si ella se paraba así, no se darían cuenta. Se preguntarían por qué se está parando. Pero se paró para mostrarme su cuerpo. DE ANGELO: Tu forma de abordar es sutil y con mucha clase pero es muy directa al mismo tiempo. DAVIDX: Muy directa. Como cuando las mujeres van a estos negocios de ropa donde salen algunas modelos con vestidos para que vea la compradora [supongo que habrán lugares en yanquilandia o en otro lugar donde hay tiendas donde suelen hacer cosas así] y ella aprueba alguno y lo compra. Yo siento que hacen lo mismo para mí y me siento tan honrado. A veces le digo a los tipos que al ir a un boliche, tenés muchas opciones y es muy difícil elegir. Entonces miro alrededor y decido empezar por lo más alto, con la mujer más hermosa. Y después, si ella no me da bola, voy a la siguiente mujer más hermosa y le digo “sabés, primero fui a la mujer más hermosa del boliche y vos sos la segunda mujer más hermosa del boliche”.

DE ANGELO: Sos muy directo. Empezás hablando con una mujer sobre lo que te calienta de ella... ¿no te pasa que algunas mujeres se ofenden por eso? DAVIDX: No, nunca me pasa eso. Me di cuenta que mientras más directo soy, más interesadas están y más se quedan dando vueltas para obtener cumplidos, halagos, etc. Yo pienso que un tipo compra un cuadro para que la gente lo mire. Nadie compra un cuadro para ponerlo en el armario. Las mujeres pasan horas maquillándose... si mirás las fotos del antes y después de las mujeres antes de maquillarse, ¡te das cuenta que esas mujeres hicieron una obra de arte con ellas mismas! Y eso es lo que digo. Esas mujeres salen y saben que tienen las puntas del pelo florecidas. ¡Saben eso! ¡Yo no sé qué es eso! ¡Nunca me importó! Tiene las puntas florecidas, ¿¡eso hace que coja mejor o peor!? ¡No! ¿A quién le importa? ¿Las puntas florecidas me van a molestar mientras dormimos, mientras hacemos el amor? ¡No! No sé ni qué es eso. Una vez salí con una mujer que se tatuó una línea alrededor de los ojos como simulando maquillaje de delineado, para no tener que maquillarse todas las mañanas los ojos. Después de un tiempo de salir con ella la miré y le dije “sabés, no parece que tengas delineador puesto pero esa línea negra es perfecta”. Y ella dijo “sí y sonrió. Después de salir con ella por un tiempo le pregunté por qué hizo eso y ella dijo que de esta forma se ahorraba tanto tiempo todas las mañanas antes de ir al trabajo. DE ANGELO: ¿Cuál es la diferencia entre tu forma de abordar a las mujeres con halagos o cumplidos; y la de otros tipos que se acercan a una mujer atractiva y dicen cosas como “¡wow, sos muy hermosa!” o “wow, seguramente no tengo chance con una mujer como vos”. DAVIDX: Si dijeran eso seguramente tendrían más éxito pero generalmente lo que pretenden hacer es fingir que no notaron cuán atractiva ella es. O cuán bien se ven sus tetas o sus cuerpos. Se acercaron a ellas porque las van a ayudar a jugar a deletrear palabras. DE ANGELO: Intentan fingir que sólo quieren ser amigos, ¿no? DAVIDX: ¡Si! O sea... ¡VAMOS! ¡Una mujer atractiva recibe 20 cumplidos de tipos y cuando se da vuelta los tipos fingen no haberla visto! ¿Qué pasa con eso? Relacionalo como cuando vas a un museo o vas a un show o a un recital. Ves actores. ¡Ellos quieren que los veas! Ponen cosas en un museo para que las mires. Ponen cuadros en las paredes para que los admires...

DE ANGELO: ¿Cuán importante pensás que son el lenguaje corporal, tono de voz, contacto visual y ese tipo de cosas cuando hablás por primera vez con una mujer? DAVIDX: Muy importantes. Porque el lenguaje corporal me ayuda a hacer mi trabajo más fácil. Me hace saber si voy a ser exitoso y si no estoy perdiendo mi tiempo. Porque, por ejemplo, estuve una vez hablando 2 horas y media con una mujer en una cafetería y luego hice que anotara mi número y me llame al día siguiente sólo por el hecho de que estuve hablando tanto tiempo con ella. Un tipo me dijo que cómo pude estar tanto tiempo con ella, ¡que él se hubiese ido antes! Y yo le dije que sabía que ella estaba interesada pero que sólo necesitaba tener más confianza conmigo. Eso es el lenguaje corporal que tenés que sentir. Pero pienso que viene con el fluir de la conversación. Lo que tenés que preguntarte cuando hablás con alguien es cuán cómodo te sentís. ¿Te sentís cómodo o incómodo? Si te sentís incómodo, terminá la conversación y andá a otra parte. Si te sentís cómodo, seguí. Es muy simple. Porque mientras más cómodo te sentís, más te relajás y así vas a tener un mejor momento. Y eso ni siquiera necesita una serie de reglas. DE ANGELO: Yo le recomiendo a los hombres que si se sienten nerviosos alrededor de las mujeres, que practiquen reírse de eso y que jodan con la mujer de cosas que generalmente no joderían y que, literalmente, finjan que están hablando con un amigo o un familiar, simplemente para superar ese estado de conciencia propia y darte cuenta que estás lidiando con otra persona. Y una vez que alcanzás ese nivel donde podés hacer ese tipo de cosas, todo empieza a importar cada vez menos porque una vez que te sentís cómodo en una situación, tu lenguaje corporal expresa eso y si estás nervioso, tu lenguaje corporal también expresa eso; y si una mujer nota que ella te está poniendo nervioso y que estás un poco duro, se va a sentir menos atraída a vos. DAVIDX: Es cierto. DE ANGELO: ¿Y de qué cosas hablás? ¿Qué hacés en una cita? ¿A qué lugares vas? ¿Cuál es tu proceso? DAVIDX: Le hago preguntas. Cuáles son sus hobbies, qué hace en sus vacaciones... trato de averiguar de todo. Empiezo por preguntarle de cuánta gente se compone su familia, cuán bien se lleva con sus hermanos, con sus padres. Eso me dice mucho sobre si es familiera o no. DE ANGELO: ¡Ésas son las preguntas que suelen hacer la mayoría de las mujeres!

DAVIDX: Exacto. Le pregunto si le gusta hablar de su trabajo, si le gusta su trabajo, cuál es su comida preferida. Después de que ella me pregunta por qué le hago todas esas preguntas, le respondo “si espero tener algún tipo de relación con vos tengo que conocerte”. Generalmente no me preguntan por qué hago estas preguntas porque pienso que ellas también quieren conversar. Si son muy hermosas y me pongo nervioso, generalmente les digo “ayudame a calmarme. Dame un abrazo o un beso”. Es decir, ponerse nervioso no es algo malo siempre y cuando tengas el control de eso y puedas decirle a ella que te ponés nervioso. Si por alguna razón una mujer me intimida demasiado, cosa que me ponga realmente nervioso, le diré algo como “estoy tan intimidado, me hacés poner tan nervioso...”. ¡Simplemente se lo diré porque ella no me creerá una vez que se lo diga! Y mostrar vulnerabilidad no es algo malo. Les digo a las mujeres, en un pricipio: “Las mujeres son más fuertes que los hombres. Emocionalmente mucho más fuertes”. ¡Les diré que sé lo que ellas saben! Porque todas las mujeres saben que los hombres tenemos un ego mucho más frágil que ellas. No recuerdo bien quién me dijo esto, creo que fue Clifford, que me dijo que incluso las mujeres feas pueden levatarse a cualquier hombre. Pero los hombres feos no piensan que ellos puedan levantarse a cualquier mujer que quieran. Y las mujeres no se impresionan tanto con la apariencia como lo hacemos los hombres. Yo pienso que eso es porque la mayoría de los hombres son más apuestos que las mujeres. Pero ellas no se fijan tanto en eso. DE ANGELO: ¿Y qué hacés después? Salís, conocés a una chica. ¿Y qué hacés para volver a verla? ¿Le pedís el teléfono? DAVIDX: Bueno, yo le hago muchas preguntas, como decía. Y pongo toda la carne al asador. Y le hago preguntas como “¿sos espontánea? Te gusta seguir a tu intuición? Tenés pálpito? Tenés un buen presentimiento sobre nosotros?” Si ella dice que no entonces le digo “bueno, debés tener razón, ¡mejor me voy!”. Y veo qué pasa después de eso. Yo les digo “escuchame, si no te sentís cómoda conmigo, me enorgullezco de ser un caballero y desapareceré de tu vista inmediatamente”. No quiero seducirlas. No quiero presionarlas. DE ANGELO: ¿Y qué hacés para llevar las cosas a un plano más físico, más sexual?

DAVIDX: Ahí es donde entra en juego el lenguaje corporal. Yo soy un tipo muy físico cuando se trata de estar con una mujer. A mí me gusta tocarlas pero generalmente las toco de tal manera que ellas no sienten que estoy siendo irrespetuoso. Trato de tocarlas y agarrarlas como si yo fuera un caballero y hacerlas sentir como una princesa. La forma en que tomo su mano, en que estrecho su mano cuando la conozco por primera vez. No le doy la mano como le doy la mano a un hombre y las agarro del brazo. Las miro a la cara y pongo mi mano en su pera. Generalmente, al principio de una conversación les digo “me gustaría ver tu perfil” y tomo su pera con mi mano y giro su cabeza. Una vez que empecé a tocar su cuerpo con mi mano en su cara, o mi mano en su antebrazo, o tomar su cintura en lugar de su mano... sabés, tal vez las toque algunas veces antes de empezar a hablar sobre el tema físico con ellas. Se los mencionaré y les diré “sabés, me gusta cómo se siente tu piel”. Quiero que ellas sepan que yo sé que ellas saben que las toqué. Quiero que se sientan cómodas con mis manos encima de ellas. DE ANGELO: ¿Y qué tipo de lenguaje observás mientras avanzás a besarlas o hacer algo? DAVIDX: Yo nunca les pido un beso. Yo nunca les pido nada. O les doy un beso... depende del lenguaje corporal. Les miro los labios y les digo “sabés, tengo que decirte algo... esos son los labios más increíbles que vi. Si pudieras besar tan bien como tus labios dicen que besás, estaría realmente impresionado”. Es un desafío. Dales un pequeño desafío. Vas a ver que enseguida te dicen “¡oh! No, no beso en la primera cita”. Y les digo “¿¡con que tenés una serie de reglas!?” Y espero a que la primera regla salga de sus bocas, el primer juego. En cuanto obtengo eso les digo “¡ok! ¿Puedo tener todas las reglas al mismo tiempo así no tengo que andar adivinando?” DE ANGELO: O sea que siempre buscás la primera regla de ellas DAVIDX: La primera regla. “¿Cuál es tu primera regla? ¡Pero pensé que eras espontánea!” Traeré a colación el tema de la espontaneidad. Le pregunto si tiene una serie de reglas cuando conoce a un tipo, cuántas veces sale con él antes de acostarse, antes de besarlo, antes de presentárselo a sus padres, antes de cocinarle algo. “¿Cuáles son tus reglas?” “¡Oh, no tengo reglas!” “¿Sos espontánea?” “Sí” Entonces tal vez le digo “¿tengo algo en mi ojo? Ves alguna basurita?” y entonces ella se acerca y ahí le doy un beso bien rápido y veo cómo reacciona. ¡No les pido nada!

DE ANGELO: ¿Cuán importante pensás que es el tema de la caballerosidad, de ser encantador, etc.? DAVIDX: Es muy importante para mí. Veo a las mujeres que acaban de terminar con tipos y me dicen que tal tipo les hizo todas tales cosas... cuando ellas dejan de estar conmigo sólo pueden decir que soy un caballero. Algunas mujeres vienen y me dicen que escucharon muchas cosas de mí. Ahora, una vez que se te acusa de algo es difícil. Tenés que empezar a negar cosas y defenderte. Entonces cuando me dicen eso les digo “¿¡Si!? ¡Todo lo que escuchaste probablemente sea cierto!”. Eso extingue cualquier tipo de ataque que ella fuera a hacerme. DE ANGELO: No se demuestra ninguna inseguridad. DAVIDX: Es cierto. ¿Pensás que soy una mala persona? ¡Probablemente sea cierto! Probablemente no haya sido tan bueno con todas las mujeres. Si van a tener una relación conmigo, quiero que piensen de mí como un caballero, independiente, fuerte, con gran sentido del humor, y que sé a dónde voy. La fuerza no significa cuántos kilos podés levantar. Significa no permitir que ella te intimide porque, a fin de cuentas, una mujer quiere un hombre para que le muestre el camino. Para sentirse segura con él. Todas dicen que quieren sentirse seguras con un hombre. Quieren la fuerza. DE ANGELO: ¿Qué hay de la apariencia? Muchos hombres se preocupan mucho y piensan que no son muy apuestos... ¿podrías describirte a vos mismo? DAVIDX: Bueno, mido [5’8’ no sé cuánto es], tengo sobrepeso hoy en día y la mayoría de mi vida fui grandote. Pero nunca pensé realmente que la apariencia tuviera algún tipo de importancia porque... cuando empiezo a hablar con ellas, si están interesadas, están interesadas y si no lo están, no lo están. Averiguo eso bien rápido. Una vez conocí a una mujer y estuvimos hablando por un tiempo y ella me dijo “quisiera que seamos amigos”. Y yo le dije “¿qué tipo de amigos querés que seamos? ¿Te acostás con tus amigos?” Y ella dijo que no. Entonces le dije que no estaba interesado, que no necesitaba más amigas mujeres. Y ella me dijo “bueno... es que no me calentás”. Y le dije “bueno, eso está bien. Entonces será mejor que busques un tipo que te caliente si eso es más importante para vos. ¡Andá a buscarlo!” Y terminé la relación ahí mismo. Ella quería aún salir de vez en cuando a algún lado cuando ninguno de los dos tuviera nada que hacer. Pero eso a mí no me preocupó. No pienso tan adelante en el tiempo.

No pienso que la apariencia sea tan importante para las mujeres como los hombres piensan que es. Tal vez a las más jóvenes sí les interese. Las mujeres... sus opciones más altas son los rockstars y las estrellas de cine. El resto somos todos iguales. Y las minas que van atrás de las estrellas de rock no van a ir atrás de tipos como vos y yo. DE ANGELO: La razón por la cual te pregunté eso es porque la mayoría de los tipos son promedio en cuanto a apariencia. Y quería que te describieras porque quería que los tipos se dieran cuenta que no sos un tipo de 1,90 con músculos por todas partes. Si alguien te viera ahora no diría “ese tipo de parece a Brad Pitt”. O sea, es posible ser un tipo común, promedio, e ir afuera y tener un éxito por sobre la norma con las mujeres. DAVIDX: Lo gracioso es que los tipos realmente apuestos, ¡la mayoría son gay! ¡Eso es lo gracioso! Y si les preguntas a las mujeres, muchas de ellas no están atrás de estos chicos lindos porque piensan que son gay. Acá hay un ejemplo perfecto: Rod Hudson, en mi generación, yo pensé que se levantaría a cualquier mujer que se le pusiera cerca. Cuando me enteré que era gay, fue como una traición! Todos miramos a Paul Newman, Rod Hudson, Gary Grant... miramos a estos tipos que son modelos, que Hollywood pone a la vista de todos. Pero ésa no es la realidad. Ésa es la realidad en las películas. Y las mujeres no quieren esos tipos. No quieren un tipo lindo porque ellas se quieren sentir seguras en la relación. DE ANGELO: ¿Qué es lo que hace que las mujeres sientan esa emoción fuerte, esa atracción que sienten hacia un hombre? ¿Qué desencadena eso? DAVIDX: Sólo puedo repetir lo que escuché y realmente creo esto: cuando leés la revista Cosmo y leés todas estas encuestas que les hacen a las mujeres... lo primero que dicen ellas es que es importante el sentido del humor... sentido del humor. Yo le pregunto a los tipos qué les gusta en una mujer. A muchos les gustan las tetas grandes, a mí por ejemplo me gustan las de pelo rubio. Pero las mujeres siempre dicen “sentido del humor”. Es algo bueno para tu repertorio cuando conocés a una mujer, preguntarle: “¿Qué tipo de hombre buscás?” Si ella dice que tiene que medir 1,90 o más... o lo que sea... no creo que encuentres una mujer que vaya a decirte algo como eso. Te van a decir “quiero un hombre que sepa comunicarse, que tenga buen sentido del humor, que sea fuerte, que me haga sentir segura...” DE ANGELO: Las mujeres describen cualidades.

DAVIDX: Exacto. Porque tu envolotorio es irrelevante. Muchas mujeres se dan cuenta de eso porque cuando se maquillan frente al espejo, antes de salir, ¡saben que su look es toda una mentira! Suponete que conocés una mina que es fantástica en la cama pero que no es tan sobresaliente físicamente y conocés otra que es hermosísima pero que no es tan buena en la cama. O sea que disfrutás más con la primera que con la segunda... ¿por qué querrías estar con la segunda? ¿Sólo porque es linda? Yo salí con una mujer increíblemente atractiva. Era una de esas que son realmente hermosas. Y salí con ella... y te diré algo... me hizo sentir increíblemente bien cuando mis amigos la vieron y quedaban con la boca abierta. Pero lo gracioso es que su hermana me empezó a buscar, y después me enteré que su hermana solía buscar a los tipos con los que su hermana salía, porque había una cuestión de celos ahí. Y cuando dormí con su hermana, le dije a la otra que se mezclara un poco con su hermana porque su hermana era mucho mejor en la cama. ¡Y disfrutaba mucho más estar con su hermana! Porque luego de poner celosos a todos mis amigos, la realidad aún seguía ahí. Yo no me sentía tan bien con ella como me sentía con la otra que no era tan atractiva. Las apariencias son engañosas. Son buenas a corto plazo. Son buenas si querés impresionar a las personas, si querés mostrarte y tener una modelo al lado tuyo para abrazar por la cintura. Depende lo que busques. Está bueno salir con estas rubias, tenerlas para una noche... mi objetivo era buscar algo estable, tener mi harem... DE ANGELO: ¿Estable con cuántas mujeres? DAVIDX: Bueno, la realidad es que tenía cuatro y siempre estaba a la caza de una más. Hubo tiempos en que tuve cinco, pero por lo general eran cuatro. DE ANGELO: Cuatro que veías regularmente DAVIDX: Sí, regularmente. DE ANGELO: O sea que podías ver a estas mujeres sólo una o dos veces por semana. DAVIDX: En una buena relación sólo podés ver a una mujer una o dos veces por semana. DE ANGELO: ¿Y ellas estaban satisfechas con eso? DAVIDX: No sé si estaban satisfechas porque... ellas siempre quieren más. Pero después de que ves a alguien por un período de, digamos, 6 meses... bueno, vas a ver que la mayoría de las relaciones terminan antes de ese tiempo. Pero a mí me

gusta la calidad, no la cantidad. Entonces si nos vemos me gusta hacer algo realmente bueno. Y yo tenía muchas relaciones y tenía mucho con qué comparar. Entonces no tenía por qué soportar cosas. Y eso me hacía más fuerte con las que estaba. DE ANGELO: Es interesante cómo lográs una perspectiva diferente cuando salís con muchas mujeres que cuando salís con una sola. Muchos tipos vienen y me dicen: “Oh, no sé qué hacer con esta mujer. No sé qué siente por mí”, etc. Y mi consejo es que vayan inmediatamente a conocer otras mujeres. Que salgan y obtengan más citas y ahí vean cómo se sienten sobre ella. Porque eso te da una nueva perspectiva. Te hace menos necesitado, les demuestra a ellas que sos deseado... DAVIDX: Exacto. Porque muchas mujeres los amenazan con que los van a dejar y lo que hacen es manipular al hombre. Ellos se sienten culpables y les agarra temor. DE ANGELO: ¿Hay otras cosas que consideres que son importantes cuando estás solo con una mujer, cuando llega un momento más físico? DAVIDX: A mí me gusta empezar con los juegos más estúpidos primero, como “luz roja, luz verde”. O les digo “poné tu mano en mi pecho un segundo”. Y ninguna mujer te va a decir que no, entonces cuando lo hacen les digo “ahora es mi turno”. Juego los juegos más infantiles, como cuando eras chico y jugabas a la botellita. Si trato de besarla y ella me esquiva, le digo que juguemos a la botellita. Trataré de minimizar su temor. No le diré que es estúpida o que no le gusto. Veré si puedo hacer cosas tontas para que me bese. O le diré “mirá mi ojo”, cualquier cosa tonta para besarla. O algo como “¡mirá el cohete que pasa por la ventana!” y si ella mira, le digo “¡te hice mirar!”. DE ANGELO: O sea que jugás y hacés las cosas divertidas. DAVIDX: Quieren sentido del humor y quieren divertirse. Pero quieren ser tomadas. Definitivamente pienso que toda mujer quiere ser tomada. Se remite al cavernícola. Nunca verías un cavernícola suplicar. DE ANGELO: ¿Cuál es la diferencia entre que sea tomada y forzarla a eso?

DAVIDX: Hay una gran diferencia. Me he dado cuenta que es una buena situación si la estás ayudando a ponerse su abrigo. Como por ejemplo, si saliste con ella y la vas a llevar a su casa, y terminaron de cenar en un restaurante, ayudala a ponerse su abrigo. Estás detrás de ella y luego, poné sus manos en sus hombros, traela hacia vos y dale un beso en el cuello. A las mujeres les encanta que las besen y las agarren por detrás. En todas las novelas románticas, los tipos siempre las agarran por detrás. DE ANGELO: Muchas gracias por tu tiempo. Ha sido una gran conversación