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Hermenéutica literaria Maestra: María Cristina Sánchez Presentado Por: Jonathan Arias López

La elaboración de las cosas.

La tarea celeste de Adán designada por Dios, de darles nombre a los animales nos remonta a otra más humana, el ejercicio de la construcción de las palabras y su significado con la cosa que representan, si en la palabra está el artificio o “Si (como afirma el griego en el Cratilo) el nombre es arquetipo de la cosa en las letras de 'rosa' está la rosa y todo el Nilo en la palabra 'Nilo'” 1. Aunque desde una perspectiva de una lectura de Nietzsche, en su escrito “Sobre la verdad y mentira en su sentido extramoral”2, este trabajo es una construcción simbólica, (por parte del intelecto humano: “cuán sombrío y caduco, cuán estéril y arbitrario es el estado en el que se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza”3.) la cual es una “mentira” construida por las convenciones del lenguaje y productos del conocimiento, del sentido moral de la “verdad”, y sus designaciones de las cosas, y de sus realidades, las cuales son exaltaciones que el intelecto humano, subjetivado por el estimulo y forma del poder legislativo del lenguaje, impuesto por una memoria abusada institucional que ha implementado su hacer en nombrar la cosa.

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“Este oficio de construcción de sentido, La “cosa en sí”4 produce la construcción de la “Verdad”, (esta como un concepto) por lo tanto “¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes”5; una ilusión usada, como marco primordial, de búsqueda conceptual y de modelo moral, de intuición del comportamiento.

Las metáforas que son el recurso del nombrar la cosa, que en sí mismas se convierten en un espejo que no reflejan el rostro verdadero de la cosa, son estas “las verdades, son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal”6.

Porque la metáfora colectiva de esa imagen de la cosa (o los conceptos de verdad y ella misma) esta impuesta por una clasificación, del arquetipo “cierto que una hoja no es igual a otra, también es cierto que el concepto hoja se ha formado al abandonar de manera arbitraria esas diferencias individuales” 7, por lo tanto la interpretación de los individuos pone a salvo esa clasificación. Pero sólo la expresión artística (o creación “perdón por ser atrevido con este término), derrite con su fuego creador los residuos de esa mal utilizada metáfora, de designaciones totalitarias e impositivas, es por eso que el poeta surge en la individualidad de su soledad.

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Entonces como lo sugería Borges, existen dos tipos de poetas los Platónicos y los Aristotélicos, el uno racional el otro intuitivo, los cuales en un momento determinado, “caminan juntos; el uno angustiado ante la intuición, el otro mofándose de la abstracción; es tan irracional el último como poco artístico el primero. Mientras que el hombre guiado por conceptos y abstracciones solamente conjura la desgracia mediante ellas, sin extraer de las abstracciones mismas algún tipo de felicidad.”8 Sin embargo cual, el platónico o aristotélico logra ser poeta, para “Ver en el día o en el año un símbolo, de los días del hombre y de sus años, convertir el ultraje de los años en una música, un rumor y un símbolo”9; sin terminar convirtiéndose en el creador de un Golem moral, como lo hace el hombre conceptual.

Esta moral que no tiene, brillo en sus ojos, y casi lo expresivo de ellos es menos que la de un perro o de la cosa, no obstante, el doble juego del poeta también está en la mentira, de no esperar la inmortalidad pero si anhelarla, porque “Desde que conozco mejor el cuerpo, - dijo Zaratustra a uno de sus discípulos - el espíritu no es ya para mí más que un modo de expresarse; y todo lo „imperecedero‟ - es también sólo un símbolo”10

Pero esta, alegoría no muere, solo en la metáfora sino en la mentira misma como valor de que a aférrese, como el trueque o una yuxtaposición de valores, “¿Qué los poetas mienten demasiado? - Mas también Zaratustra es un poeta11”.Que en su medida retorica, se convierte en el cartógrafo que su dibuja su mapa del mismo tamaño que del área que dibuja.

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11. Referencias Bibliográficas 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11.

Borges, Jorge Luis, El Golem, Obras Completas. Nietzsche: Sobre Verdad Y Mentira En Sentido Extramoral. Tecnos, Madrid. Nietzsche: Sobre Verdad Y Mentira En Sentido Extramoral. Tecnos, Madrid. Nietzsche: Sobre Verdad Y Mentira En Sentido Extramoral. Tecnos, Madrid Ibis. Ibis. Ibis. Ibis. Borges, Jorge Luis, Arte Poetica, Obras Completas. Friedrich Nietzsche así Habló Zaratustra (1883-1885) Friedrich Nietzsche así Habló Zaratustra (1883-1885)

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