Ensayo Sobre Valores

ensayo sobre valores. Uno de los caminos para encontrar el sentido de nuestra vida es a través de los valores. una clas

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ensayo sobre valores.

Uno de los caminos para encontrar el sentido de nuestra vida es a través de los valores. una clasificación de valores: valores de creación, de experiencia y de actitud. Nosotros nos centramos en este ensayo en los de actitud porque son los que nos ponen en relación con el tema que nos ocupa: situaciones límite. Éstas situaciones son ineluctables y ante las cuales el ser humano tiene que tomar una actitud vital. Las situaciones límite son: muerte, culpa, azar, enfermedad y/o sufrimiento, historicidad y lo relativo de lo fáctico Estas situaciones ponen al hombre frente a sus límites existenciales y le hacen tomar una posición, que puede ser no sana como el misticismo, escapismo, excentricidad, etc., o una posición sana de aceptación que le hace crecer, madurar y enriquecerse. INTRODUCCIÓN SOBRE EL SENTIDO DE LA VIDA 1) Hacer consciente y provocar la pregunta sobre el sentido de la vida y,

2) Proponer caminos y formas de realizar ese sentido.

Ante la pregunta ¿cómo lograr encontrar el sentido de la vida? (refiriéndose a la vida concreta de una persona, como pueda ser el sentido de mi propia vida, o el de una persona en un proceso terapéutico), caben tres CAMINOS:

a) Los VALORES DE CREACIÓN: que son lo que aportamos como hombres al mundo, ya sea nuestro trabajo o cualquier otra obra (ya sea material o no).

b) Los VALORES DE EXPERIENCIA: que son lo que el mundo, la vida nos aporta a nosotros. Vivenciar una experiencia, tener un encuentro con alguien, el amor...

c) Los VALORES DE ACTITUD: que es la postura que el hombre adopta ante un destino que no se puede cambiar. Serían valores como la actitud ante lo que vamos a llamar situaciones límite: ante el sufrimiento, ante la muerte, etc.el primer camino que se debe seguir es el de la realización de valores de creación y de vivencia y sólo cuando esto es imposible, cuando este destino es inevitable, entonces es cuando el camino del hombre para realizar su sentido es la actitud que toma ante su destino. El sufrimiento no hay que buscarlo gratuitamente, eso podría llamarse

masoquismo, solamente cuando la causa de ese sufrimiento no puede eliminarse o evitarse, entonces el hombre debe descubrir que la vida le plantea una respuesta diferente a los valores de creación y de experiencia.La CONCIENCIA es una capacidad que nos permite descubrir el sentido único escondido en cada situación. El hombre debe ser fiel a su conciencia a pesar de que cabe la posibilidad de que ésta lo desvíe. Pero la posibilidad de error no exime de la necesidad de intentar. No siempre las situaciones se presentan con claridad. La responsabilidad nos hace ser constructores de nuestro propio futuro, pero también nos pone en estado de permanente conflicto de valores, de búsqueda angustiosa. "La conciencia será buena en la medida en que el hombre, olvidándose de sí, comience a actuar por amor a una causa o a alguien" La conciencia nos hace pensar en una trascendencia; la conciencia es algo más que mi yo, detrás de ella hay una instancia no humana si bien personal. Pero quedémonos con la idea de que es la conciencia la que nos permite descubrir qué valores estamos llamados a vivir ante cada situación de nuestra vida. El sentido de su vida la persona lo tiene que encontrar en el mundo, por ello decimos que es fundamentalmente un ser-en-el-mundo."El hombre tiene su existencia por ser-en-el-mundo, y el mundo existe porque hay un ser para descubrirlo" SITUACIONES LÍMITE "Son situaciones de las que no podemos salir y que no podemos alterar" Estas situaciones son: muerte, culpa, azar, enfermedad y/o sufrimiento, y se complementan con dos más generales: historicidad y lo relativo de lo fáctico. 1) MUERTE: "Pero si el hombre es verdaderamente un espíritu encarnado, es preciso reconocer que la necesidad de morir pertenece inseparablemente a su ser-en-el -mundo, y se confirma así que la muerte humana se encuentra implícita en la existencia; no es un añadido al desarrollo de esta, más bien le pertenece. Siendo la muerte necesaria y esencial, el hombre puede experimentarla La muerte es una realidad que forma parte de la misma naturaleza del hombre, es un límite que nos impone la misma existencia y ante el cual debemos responder. Es la manifestación más clara de nuestra finitud, se trata de la finitud de nuestras dimensiones física y psicológica (aunque no la espiritual). Pero es ese mismo fin el que nos hace mirar la vida de otra manera, el que hace que la vida cobre valor. Porque, ¿qué nos importaría nada de lo que hiciéramos en esta vida si fuéramos inmortales? Siempre lo podríamos hacer luego. La muerte es lo que da valor a la vida; es la que añade un elemento fundamental a nuestro existir como es la responsabilidad. Nos hace enfrentarnos a nosotros mismos, mirarnos cara a cara y pedirnos cuenta de nuestra propia vida.Ante la muerte, situación límite, la vida nos interroga y nosotros tenemos que encontrar el camino del sentido. En nuestra actitud ante ella es donde vamos a encontrar el sentido de nuestra vida; es una de las claves irrevocables por la que todo ser humano va a pasar y responder 2) CULPA: aparece siempre frente a lo elegido y lo no elegido si lo deseo. Alude a la trasgresión en el valor jerarquizado por uno. La culpa entendida como la conciencia que tenemos de haber obrado incongruentemente con nuestra libertad. Nos enfrenta con la finitud del ser humano, en

concreto con la falibilidad de nuestras acciones y decisiones. Ante la libertad de elegir varias opciones, escogemos una descartando las otras, he ahí la culpa existencial. El hombre no realiza todas sus potencialidades, la elección de una de ellas implica renuncia del resto. Pero también puede haber mérito si lo elegido libremente es el sentido. La inautenticidad nos crea sentimientos de culpa. También podemos hablar de una culpa neurótica o patológica que obliga desesperadamente a la persona a buscar si ha violado la ley. Busca aplacar la imposición interna (el Super-Yo) que le provoca ansiedad por la obligatoriedad de la ley. Es un falso sentido de culpa en donde la persona no se orienta al ofendido sino hacia él. La culpa le oprime. 3) AZAR: se nos impone, nos viene de fuera y es alógico. La psicología existencial reconoce que el hombre es "arrojado" a la vida y la manera en que se encuentra a sí mismo en el mundo constituye su destino. Pero Frankl llamará destino a algo que no es exactamente lo mismo que el azar ni lo mismo a lo que por destino nos hemos referido antes. Este destino tiene algo de azar, pero es la base del futuro en el que yo aún tengo algo que ver. Yo soy el que le doy forma al destino o el que soporta cuando no puedo cambiarlo, convirtiéndolo así en algo mío, en "mí" destino. 4) ENFERMEDAD Y/O SUFRIMIENTO: la persona que tiene una enfermedad no es su enfermedad. Debe aceptarla como un hecho real, pero no debe rendirse a ella. Debe contar con ella para poder hacer rendir al máximo su parte sana. No negarla, porque ello impediría desarrollar la propia personalidad en toda su capacidad. 5) HISTORICIDAD: el ser humano existe como ser histórico, como ser que "deviene" (no que "es"). La persona se encuentra en un presente que está entre un pasado que le influye pero no determina y un futuro por realizar. El hombre es responsable de ese futuro en el que él puede intervenir. Es responsable con respecto a su propia historia y con respecto a la historia de la humanidad. 6) LO RELATIVO DE LO FÁCTICO: ver el paso del tiempo en las cosas; y el ver eso nos recuerda nuestro propio paso del tiempo. tener presente nuestra temporalidad nos reta a asumir la transitoriedad de las circunstancias y posibilidades. Tenemos que vivir el presente pero desde el pasado y hacia el futuro. Sin embargo ese pasado no elegido por nosotros nos determina en cierta forma porque nos pone el marco donde se mueve nuestra existencia (facticidad). Es ante estas situaciones ante las que debemos escoger el tercer camino de realización de sentido: los valores de actitud. Los valores actitudinales son superiores en rango ético a los valores creativos y vivenciales por las siguientes razones: Para realizar los valores de creación necesito un talento que posea y utilizarlo; para realizar los valores de experiencia necesito también algo que ya poseo: los órganos de los sentidos. Para realizar los valores de actitud necesito la capacidad de sufrimiento. Y esta capacidad no me es dada, no la poseo de antemano sino que tengo que adquirirla y formarla por mí mismo. Hay distintas maneras de adquirirla: una de ellas es a través de modelos. Además, una vez desplegada tu existencia posible ante una situación límite, cuando te venga otra situación vas a poder usar eso que ya se ha hecho acto, es decir, sufriendo uno mismo. Vamos

educándonos, autoeducándonos, formándonos a través de nuestras decisiones.El enfrentarnos a estas situaciones límite nos conduce a un crecimiento, una maduración y un enriquecimiento personal. Ahora vamos a hablar de las distintas posturas que se pueden adoptar ante estas situaciones y de cuál es la que nos conduce a convertir el "fracaso en éxito".Podemos encontrar sentido en las situaciones límite cuando éstas no son un fin donde se acaba todo sino que las convertimos en una finalidad, en un medio, en un camino. Ante ellas podemos adoptar distintas posturas, tomar distintas actitudes: a) Extremas NO SANAS, que de forma dosificada son normales y esperables. - Misticismo: se coloca el poder al otro, generalmente a un Dios. Pero no todo está en Dios, algo tengo que hacer yo con mi realidad. - Positivismo práctico: no se habla de ello, se sigue viviendo como si nada hubiera ocurrido; es un tipo de negación. b) NO AVERGONZARSE de lo que le pasa. Siempre ver la particularidad del límite en ese ser humano.El carácter de lo ineludible lleva a la aceptación (no resignación). No luchar contra lo ineludible sino enfrentarse a ello.Captando el sentido de los límites llegamos a ser nosotros mismos.Si damos ese salto cualitativo en el que la situación límite la convertimos en finalidad, si adoptamos la actitud b), entonces podremos desplegar nuestra existencia posible, desplegar las capacidades, fundamentalmente espirituales, que si no hubiera estado en el límite no sabía probablemente que me constituían. Nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, a conocer de qué somos capaces. Ante las situaciones límite tenemos la oportunidad de aceptar esa potencialidad vital que se nos ofrece y convertir esa potencialidad en acto, llevar esa posibilidad al campo de la existencia haciéndolo vida en nosotros mismos. Las situaciones límite nos dan la oportunidad de ser más auténticos, de crecer. Ver la situación límite como una misión que realizar. solamente se puede dar un sentido al sufrimiento si se sufre por algo o alguien, si se tiene una "causa" por la que padecer, convirtiéndose, así, el sufrimiento en sacrificio. Todo ello requiere una gran fortaleza de espíritu. Como conclusión, insistir en que la vida siempre tiene un sentido y que el hombre, a pesar de cualquier cosa, incluso a pesar de las situaciones límite, es libre. Lo espiritual nunca enferma y es precisamente gracias a ello que podemos hacer la afirmación anterior. El ser humano, por su dimensión espiritual, puede adoptar una u otra actitud ante lo que le viene y no puede cambiar. Así pues, también en esas situaciones difíciles puede encontrar su sentido, puede madurar y llegar a ser más sí mismo. Y más bonito aún es saber que este hombre verá potenciado ya que las situaciones límite le dan oportunidad de desplegar su existencia posible, de ser lo que de otro modo quizás nunca hubiera sido. Un mismo hecho se puede convertir en nuestra condena o en nuestra salvación, depende de nosotros mismos, seres libres y responsables.

-------------------------------------------------------------------------------------------El valor se puede definir como todo objeto en cuanto que guarda relaciones de adecuación con otro objeto. Esto significa que cualquier objeto puede ser valioso, todo depende de su armonización con otras cosas. Esta armonía o integración con otras cosas no depende de un sujeto que lo capte o no; el sujeto no crea dicha armonía, sino que se da antes de que una persona la descubra y la observe. Aquí está la base de la objetividad de los valores. Además, un valor tiende siempre hacia dos polos, dado que la adecuación o armonía entre dos cosas puede tener muchos grados o gamas entre los dos polos que suelen considerarse; he aquí la base de la bipolaridad. En tercer lugar los valores son preferibles, es decir, muestran un cierto atractivo a las facultades humanas. En cuarto lugar, los valores son trascendentes, es decir, los objetos valiosos no agotan el concepto o esencia del valor que entrañan, de aquí la diferencia entre valor y bien que proponen muchos autores. En quinto lugar, los valores son jerarquizables, es decir, todos ellos guardan entre si un cierto orden en relación con las preferencias y características del ser humano.

Se entiende por valor moral todo aquello que lleve al hombre a defender y crecer en su dignidad de persona. El valor moral conduce al bien moral. Recordemos que bien es aquello que mejora, perfecciona, completa. El valor moral perfecciona al hombre en cuanto a ser hombre, en su voluntad, en su libertad, en su razón. Depende exclusivamente de la elección libre, el sujeto decide alcanzar dichos valores y esto sólo será posible basándose en esfuerzo y perseverancia. El hombre actúa como sujeto activo y no pasivo ante los valores morales, ya que se obtienen basándose en mérito. Conciencia moral Todo ser humano tiene conciencia de que hay algo que está bien o mal moralmente hablando, pues posee lo que llamamos sentido moral, por otro lado también existe la conciencia moral, que es la valoración sobre la moralidad de un acto concreto. Si tomamos el término bueno, bien, en el sentido práctico, es aquello que mueve a la voluntad por medio de las representaciones de la razón, no a partir de causas subjetivas sino de modo objetivo, por razones válidas para todo ser racional como tal. Para que un acto sea bueno deben ser buenos los tres factores fundamentales que los motivan, esos tres factores son: 1) Objeto- contenido (lo que se hace, la materia del acto) 2) Circunstancias- (factores o aspectos que determinan y precisan el objeto, el quien, el cuándo, el cómo, etc.).

3) Fin- (Intención o motivo del acto, aquello para lo que se hace). Basta con que uno de esos factores sea malo, para que todo el acto sea malo, ya que para los moralistas el fin bueno no justifica los medios malos.

Valores morales y relaciones humanas Existen dos tipos de actos, los Actos humanos y los Actos del hombre, ambos son ejecutados por el hombre pero poseen ciertas diferencias: Los Actos Humano: son ejecutados consciente y libremente, es decir, en un nivel racional. Son originados en la parte típicamente humana del hombre, es decir, en sus facultades específicas, como son la inteligencia y la voluntad. Estos son el objeto material de la Ética y son los que pueden ser juzgados como buenos o malos desde el punto de vista de la Moral. Los Actos del Hombre: carecen de conciencia o de libertad o de ambas cosas, un ejemplo claro es por ejemplo la digestión, la respiración, etc. Los actos del hombre sólo pertenecen al hombre porque él los ha ejecutado, pero no son propiamente humanos porque su origen no está en el hombre en cuanto a hombre, sino en cuanto a animal. Estos actos carecen de moral (son amorales) por lo tanto no pueden juzgarse desde el punto de vista moral como buenos o malos, si pueden juzgarse como buenos o malos pero desde otro punto de vista, como por ejemplo el fisiológico. Los actos, ya sean humanos o del hombre, tiene un cierto valor ontológico independiente del valor moral. El valor ontológico o metafísico de la conducta humana se refiere al hecho real, a la existencia, a la objetividad del acto. En cambio el valor moral depende de ciertas condiciones subjetivas y propias de la persona que ejecuta dicho acto, como la intención, la libertad, el grado conciencia, etc. El valor moral se encuentra solo en los actos humanos y el valor ontológico se encuentra en ambos. Por todo lo visto anteriormente podemos concluir con 4 puntos importantes que nos deja este ensayo: * Los valores son un conjunto de creencias que nos dictan la forma de conducta más aceptada socialmente. * Los valores determinan las normas morales, es decir que los valores establecen un modelo de conducta aceptable en una sociedad y para garantizar que este modelo sea observado por los miembros de esa sociedad se emiten las normas que regulan la actuación del individuo dentro de la sociedad. * La relación entre ética y los valores es que la primera es el estudio de los actos humanos o costumbres y los valores son en sí esos actos o costumbres preferidos o aceptados por una sociedad.

* Solo el ser humano tiene conciencia moral porque solo él tiene capacidad o conciencia de sí mismo, de valorizarse y poder juzgar su conducta.

Bibliografía

GUTIERREZ Sáenz Raúl, Introducción a la Ética, La objetividad de los valores, sexta edición, Estado de México, ESFINGE, 2004

http://www.monografias.com/trabajos15/valores-humanos/valores-humanos.shtml