Ensayo Sobre Martin Fierro

Recepción del Martín Fierro a través del tiempo En el presente texto se intentarán exponer las recepciones que ha recib

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Recepción del Martín Fierro a través del tiempo

En el presente texto se intentarán exponer las recepciones que ha recibido el poema El Martín Fierro de José Hernández. En principio, para desarrollar ampliamente la recepción, debemos antes tener en cuenta la intencionalidad del autor para con sus lectores. Ésta varía en sus dos poemas, La Ida y La Vuelta. Gracias a la misma Hernandez logra su objetivo al intentar, en La Ida (publicado en 1872) representar la vida del gaucho, sus alegrías y tristezas, el sometimiento y abuso de la ley, sus hazañas y travesías, generadas por un contexto de conformación nacional, donde los intelectuales no hacían participar al gaucho de su proyecto de sociedad.. En el poema de La Vuelta, (publicado en el año 1879), la intencionalidad cambia, a una intencionalidad pedagógica, que propone que los gauchos participen de la política. En segundo lugar se explicarán las distintas lecturas que ha tenido el libro a lo largo de la historia, desde su publicación, hasta su actualidad. Se explicitará el tipo de lectura que generó el poema, por quién era leído y con qué objetivo. Según el contexto, el público varía, y también su utilidad. De ser un poema que representa la vida del gaucho en su total realidad, a erigirse como poema nacional entre los intelectuales. En tercer lugar se mostrarán las críticas recibidas por intelectuales y letrados. De ella podemos resaltar dos posturas: una define al Martín Fierro como poema nacional y es presentada principalmente porLugones y Rojas; y otra intenta reducirlo a un simple libro que cuenta las hazañas de un gaucho que obra en virtud del bien sino en sí mismo, con costumbres que no son argentinas, presentada por Oyuela y Unamuno.

Intencionalidad del poema

La intencionalidad del Martín Fierro cambia en los dos poemas. En La Ida, la intención es representar la vida del gaucho en todo aspecto posible. Tiene en cuenta el lenguaje, clasificado como mimético, en el que se puede observar los modismos y estructura de la época.. “ (Hernández José, canto IX, 264, ida del Martin Fierro). Algunos críticos, como Lugones, expresan que no sólo es una imitación, sino que es la creación de un lenguaje representativo que contiene las bases para “un futuro idioma de los argentinos”, que deja la “artificiosa superestructura humanista” del habla de lado e identifica patrióticamente al argentino. En contraposición se expresa que el lenguaje podría ser descalificador, puesto que “implicaba la falta de conocimiento de los cánones del arte o simple desinterés por su aplicación”, según comentaba Miguel Cané. La mímesis del lenguaje se introdujo voluntariamente al igual que un tono de denuncia sobre las injusticias a las que era sometido el gaucho. Se puede asociar ésto a la corriente literaria que sustituye al romanticismo, el realismo, que intenta

reflejar la vida cotidiana del hombre lo más acertada posible, haciendo énfasis en la descripción y no en los sentimientos. Ésto hizo que los gauchos se sintieranrepresentados en la obra de manera total, por lo que fue ampliamente recibido por los sectores rurales, que hacían propios la realidad que reflejaba, los abusos a los que eran sometidos, recordando tambíen los tiempos de una felicidad que no se volvería a recuperar. En La Vuelta, la intención cambia a la acción de impartir conocimientos morales y éticos en las personas, es decir, toma una intención pedagógica. En el poema Hernandez intenta hacer surgir en los gauchos valores que considera positivos para la sociedad, como lo expresa en el prólogo de su libro, comunicándoles que deben ser “caritativos con el huérfano y con el desvalido; fieles a la amistad; gratos a los favores recibidos; enemigos de la holgazanería y del vicio; conformes con los cambios de fortuna; amantes de la verdad, tolerantes, justos y prudentes siempre” (Hernández José, Prólogo de La Vuelta de Martín Fierro). Hernández intenta que el texto sea didáctico, que sea un gran espacio de conocimiento para la vida, desde cómo comportarse hasta cómo realizar algunas tareas especiales. Quiere comunicar también, que hay que convertirse al bien y enmendar los errores. En el poema se puede observar al viejo Vizcacha, como un ejemplo de esta situación, quien al principio era un personaje ladrón, salvaje y haragán que lo perjudicaba al Hijo segundo de Martin Fierro. “Me llevo consigo un viejo, que pronto mostró la hilacha, dejaba ver por la facha, era medio cimarrón, muy renegao, muy ladrón, y le llamaban Vizcacha (Hernández José, cantoXIV, 731, la vuelta del Martin Fierro) Pero luego comienza a ver sus errores, y se da cuenta que podía hacer el bien, dándole consejos al hijo de Fierro con su sabiduría y astucia.” (Hernández José, canto XV, 757, la vuelta del Martin Fierro) De todas maneras, la intencionalidad de denuncia no se vio completamente eliminada. Se pueden observar fragmentos relatando algunos sufrimientos que padecían en la vida cotidiana y con las autoridades (como el fraude). El autor busca también que el gaucho se incorpore a la política, que busque la libertad política y la igualdad ante la ley. Que defienda sus derechos frente al fraude y al sistema que los quiere marginar: “Mande el que mande / yo he de votar por quien quiera. / En las carpetas de juego / y en la mesa electoral...” (Hernández José, canto XXIV, 926 y 927, la Vuelta de Martín Fierro). Lecturas a través del tiempo Por lo que se ha hablado de la intencionalidad, se puede decir que el público principal al que refiere el poema es al gaucho, al trabajador rural. Claramente tuvo mucho éxito entre ellos, ya que la versión de 1894 ha llegado a vender sesenta y cuatro mil ejemplares. El poema generó una forma de leerlo muy particular: los gauchos se reunían en pequeños grupos mientras una persona recitaba en voz alta. Éste interés que recibe el libro se debe como se ha dicho, a la mímesis que presenta con los trabajadores rurales. En ella se puede observar no sólo la forma de hablar, sino

también lo que les había y estaba pasando alos gauchos. Desde los tiempos felices, de paz y tranquilidad, dónde las personas se levantaban, trabajaban, se divertían, y luego dedicaban un rato a sus familias. Ese tiempo que terminó abruptamente para muchos al ser llamados a las levas, para ampliar la frontera en diversas campañas por el desierto. En el Martín Fierro, los gauchos vieron reflejados su vida, sus recuerdos, sus sufrimientos. Por ello, en la etapa de su publicación, sus mayores adquisidores fueron personas de campo. Pero ésto cambió radicalmente cuando el gaucho se iba extinguiendo, al ritmo en que se iba conformando el Estado Nacional de la Argentina. Las élites gobernantes comenzaron a ver con buenos ojos al poema, ya que podrían utilizarlo a su favor, para contribuir a su lema “orden y progreso”. Por aquellos momentos, se necesitaba constituir un modelo de ciudadano como símbolo nacional. La mayor parte de la población era producto de la inmigración de países europeos.. “Era un gringo tan bozal que nada se le entendía [..] pues lo único que decía es que era pa-po-litano”. (Hernández José, canto V, 142, ida del Martin Fierro), países donde habían triunfado las masas en diversas revoluciones, que ahora intentaban la igualdad política y la eliminación de las clases sociales. Se produjo entonces una amenaza a la “esencia nacional” por los ideales extranjeros que cargaban, como el socialismo y el anarquismo, además de que realizaron reclamos sociales para beneficio de la población. Frente a ésto, los mandatariosordenaron de lectura obligatoria el Martín Fierro, así también como su identificación como Libro Nacional, para erigir al gaucho como el ciudadano argentino, como símbolo que nos identifica como país. A ésto se le agrega un beneficio excepcional: los gauchos ya no existían, y la intencionalidad de denuncia no tenía ningún valor. Dejando de lado la línea temporal, el poema ha recibido muchas críticas de intelectuales y letrados. En varios casos, la postura tomada respecto del poema depende también de las necesidades políticas del momento y los ideales internalizados de cada uno. Las evaluaciones que se dieron sobre el Martín Fierro son muy variadas y tratan diversos temas, como el uso del lenguaje, el género al que pertenece, o si debería ser o no un poema nacional. Leopoldo Lugones, criticó de manera muy positiva el libro. Por su inclinación política socialista y su interés en el gaucho, reclama para el libro el título de poema nacional argentino. Argumenta que detalla nuestro origen, nuestra historia, la raíz del pueblo, es “como la Ilíada es a los griegos”. Incluso comenta que Hernández ha elaborado las bases para un idioma nacional. Opina además, que el libro nada tiene que ver con la poesía gauchesca, sino que pertenece a la poesía payadoresca, por el léxico utilizado en los versos y califica al autor de “el primero de los payadores”, frase utilizada para nombrarlo como el más destacado de los payadores. Ricardo Rojas, dió otra de las críticas positivas al Martín Fierro: “unverdadero

poema espontáneo, cortado de la masa de la vida real”. Además reclamó para el Martín Fierro el título de Libro Nacional. Argumenta para ello que expresa la historia de nuestro país. Desde las fundación de ciudades desde fortines hasta la expansión al desierto, la lucha con el indio, las nuevas injusticias derivadas de la organización social e incluso “el heroísmo del gaucho que tiene todo el pueblo argentino”. Rojas se encontraba convencido de que el Martín Fierro nos identificaba como símbolo y merecía el título nacional. En contraposición a Lugones, opina que el poema sí pertenece a la poesía gauchesca, y que no se debe realizar distinción alguna entre la poesía payadoresca y la gauchesca, sin importar si el léxico utilizado es culto o de imitación popular. Rojas también utiliza antonomásticamente el término de “el último payador”. Calixto Oyuela, dió una crítica negativa al Martín Fierro. Argumenta que los sucesos del Martín Fierro no tienen ninguna relación con la nación ni con ninguna raza, y que tampoco describe nuestros orígenes. Para él es, sin más, la historia de la vida de un gaucho “en el último tercio del siglo XVIII”. Remarca incluso, que Fierro no representa ningún valor argentino, sino que representa a un personaje malo, agresivo, impulsivo y peleador con la policía, el cual no concuerda con los valores de las personas argentinas. Miguel de Unamuno, criticó de manera positiva al Martín Fierro. De todos modos no pide el título de Poema Nacional porque los hechosacontecidos en el Martín Fierro, no son más que sucesos accionados de manera inconsciente procedentes de la sangre española y sus costumbres. Comenta que el libro funde el género épico y el lírico para construir un poema en el cuál se expresa el espíritu de la madre España. Esta crítica fue tomada por varios letrados españoles que se interesaron en el poema. Unamuno incluso ha dicho que el Martín Fierro hace referencia al Cantar de Mío Cid. Se debe mencionar que las críticas de Lugones, Rojas, Oyuela y Unamuno fueron las más destacadas, no por casualidad, sino que se utilizaron de base para otras críticas. Ezequiel Martinez Estrada, para realizar su crítica, decide realizar un estudio exhaustivo del poema y del contexto. En dos tomos de 393 y 520 páginas, Martínez Estrada deseaba dejar esclarecido todo cuanto había estudiado del Martín Fierro. No califica al libro en el género épico ni como epopeya nacional. Lo ubica en el género picaresco, porque a lo largo de la trama las desdichas que sufren los personajes no causan grandes impresiones. Asimismo los versos se encuentran en un tono jocoso, tragicómico. También cuenta en su segundo tomo (página 146), que "Todo en el Poema está elaborado con suma conciencia artística, con el propósito de extraer mucho provecho de poco", por lo que no es de ninguna manera producto de la espontaneidad, como se decia en algunas críticas, como la de Rojas. Para Martínez Estrada, el contenido del libro no es lo más importante. Luego de realizar un estudiopsicoanalítico, llegó a la conclusión de que en el Martín Fierro, se encuentran ocultos, ausentes, valores mucho más negativos que sí involucran a la sociedad argentina. En el primer tomo (página 30)

comenta que "Lo feo que pinta encubre lo más feo que calla”, pero asume de todas maneras, que eso “aludido, evitado, es lo sublime” (que lo expresa en su segundo tomo en la página 184) Jorge Luis Borges, también publicó un libro sobre el Martín Fierro, pero mucho más sintético que el de Martínez Estrada. Para Borges, el poema no debería ser poema nacional. Piensa que hacerlo, sería “revivir antiguas supersticiones”, ya que ésto nació en un principio con la religión, donde se veían reflejados su historia, sus leyes, sus personajes, en un libro canónico (como por ejemplo La Biblia, La Torá, entre otros). Al principio una costumbre de los grupos religiosos, que luego fue pasando a la sociedad nacionalista que tuvo la necesidad de poseer un libro que abarque su pasado. Tampoco lo clasifica dentro del género épico. Es para él, al descontar “el accidente del verso”, parte del género de las novelas, pues ese es el placer que produce, “el placer de oír que a tal hombre le acontecieron tales cosas”. Comenta que no podría ni debería intentar leerse al Martín Fierro como un poema épico, porque no comprime ni siquiera de manera simbólica, la historia del pueblo argentino, “con sus generaciones, sus destierros, sus agonías” en ese “cuchillero de mil ochocientos setenta”. El género épico vive de superfección, mientras que el libro analizado es imperfecto y complejo, y como ejemplo explica la ambigüedad del final de la obra, en la que muchos califican a Fierro como un hombre justo, y otros, como un “siciliano vengativo”. Argumenta también que el poema es totalmente ficcional, pues es una payada ajena totalmente a los temas tratados tradicionalmente por los verdaderos payadores. Por último nos dice que Martín Fierro es uno de esos personajes que jamás se olvidarán. Un personaje que hace único su entonación, los versos, el recuerdo de felicidades pérdidas, el coraje de las personas que sabe que se ha nacido para sufrir.

Integración

En resumen a todo lo que se ha expresado, la mímesis del texto y el tono de denuncia hicieron que el texto se vuelva muy popular entre los gauchos, pero a su vez se convirtió luego en una herramienta de los intelectuales para intentar mitigar los ideales extranjeros quienes junto a los letrados, lo criticaron de manera muy positiva. La intencionalidad de José Hernández de imitar al gaucho, para que se lo identifique en su léxico y vivencias, para que observe en otra perspectiva los abusos a los que eran sometidos, lo hicieron tan popular entre la población rural y los federales. En su segundo poema, La Vuelta, la intención cambia por la necesidad de enseñar a los gauchos como deben comportarse y proporcionarle algunos instructivos sobre algunas tareas a realizar de la vida cotidiana. Ésto a su vez generó un tipo de lector: principalmente gauchos ypersonas del campo, que se reunían alrededor de una persona que leía en voz alta.

Más tarde, con la llegada de la escuela y la conformación del Estado Argentino, los mandatarios de la época colocaron al Martín Fierro como libro de lectura obligatoria, en un afán de convertirlo en el Poema Nacional que constituyera al gaucho como Símbolo Argentino. Deseaban ésto para contrarrestar la gran inmigración que había en el territorio argentino, que traía ideas extranjeras políticas socialistas y anarquistas, y que además exponían sus problemas sociales para que les realicen mejoras. Luego se ha dejado de lado la historiografía y se han expuesto varias críticas recibidas por el Martín Fierro. Las posturas tomadas por los letrados e intelectuales que conformaban la crítica especializada, se vieron también influidas por el contexto y los ideales políticos de los mismos. En general, se han debatido muchas cosas, como el género del libro, nombrado por Lugones y Rojas como de la poesía payadoresca y gauchesca; otros como Unamuno lo nombraron epopeya española; otros como Oyuela y Borges, lo ubican inclinado al género de la novela y otros como Martínez Estrada lo ubican en el género picaresco, por sus versos jocosos. Otro gran debate del que se ha hablado en la crítica, es si se debería clasificar el Martín Fierro como Poema Nacional. Críticos como Lugones y Rojas, confiaban plenamente en que sí lo sea, pues contaba la historia del pueblo argentino en todo aspecto, incluido el lenguaje. Unamuno indicaque no debería serlo porque cuenta la historia de la madre España entremezclada en los versos de Fierro. Oyuela dice que tampoco debería serlo, pues es el poema cuenta la historia de un gaucho de manera individual, al que incluso califica de malo y agresivo. Borges no deseó involucrarse en el tema, pues para él la necesidad de tener un libro nacional, es una mera superstición de origen religioso y además, lo clasifica dentro del género novelesco. En general, las críticas al poema fueron muy positivas, por los encantos literarios que ofrece. Aún hoy, en los inicios del siglo XXl, se siguen debatiendo estos temas del legendario poema El Martín Fierro.

Bibliografía utilizada: ● Martin Fierro “La Ida y la Vuelta” http://electroneubio.secyt.gov.ar/Jose_Hernandez_Martin_Fierro_Ida_y_vuelta.pdf ● Borges, Jorge Luis: “Martin Fierro y los críticos” junto al apartado “Juicio General”. ● Dorra, Raul: “El libro y el rancho”. ● “El heroe epico nacional” ● Schultz, Margarita, “Identidad Nacional en un ensayo de Borges” ● Ludmer, Josefina, “El Género Gauchesco”, apartado “Quién Educa” ● Rodriguez Monegal, Emir, “El Martín Fierro en Borges y Martínez Estrada” en Revista Iberoamericana, v. 40, nº 87-88, abril-setiembre 1974, p. 287-302. Disponible para su lectura en http://to.ly/eKCH (enlace acortado).

● Algunas referencias históricas extraídas de “Atlas Histórico Argentino”, de Lobato Suriano, Capítulo V: “De la república escindida a la unidad de la Nación”.