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• Alejandro Rafael Guevara

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Universidad de los Andes Facultad de Odontología Maestría en Etnología Mención Etnohistoria Cátedra: Actualización Nociologica La sobremodernidad y los no lugares Teoria de Marc Augé Carlos Camacho Kristy Morales La propuesta filosófica que propone Marc Augé en su libro sobre los No Lugares y la Sobremodernidad, nos permite hallar en “lugares” cotidianos de la vida colectiva, espacios antropológicos donde no existe el hecho social, es decir, el exceso de individuos y el exceso de espacios, permite el desarrollo de historias múltiples que se cruzan, Augé nombra tres (3) aspectos de la sobremodernidad y el nacimiento de los no lugares: 1) La sobremodernidad es un exceso de espacios debido al achicamiento del planeta, al acercamiento de las distancias; 2) Un exceso de individuos, los destinos se individualizan, la historia de la sociedad está cada vez más atravesada por la historia de los individuos; 3) Un exceso de historia: la historia se acelera. (Chumpitazi 2010). En el gráfico podemos observar el vínculo de la sobremodernidad en el establecimiento de los no lugares:

Es en este proceso del reconocimiento de la sobremodernidad que nacen los no lugares, además plantea Augé que: “Un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad, ni como relacional, ni como histórico, esto se definirá como un no lugar”(Augé 1992). Ya que si le damos sentido al concepto de lugar podemos encontrar que es un espacio con significaciones en el que los individuos le otorgan un sentido social a interacciones personales. Podemos tomar como un ejemplo práctico de lo planteado por Augé, los espacios del Aula

Magna de la Universidad de los Andes, son espacios donde la historia de los individuos son transitorios y pasajeros, la inmensidad de estos espacios hace que la individualización sea múltiple, y los cruzamientos de historia sean mayor. A diferencia de estos espacios de colectivización, nuestros hogares son espacios sociales donde se hacen actividades de construcción del reconocimiento del individuo como pieza de un entorno colectivo, en definitiva, estos espacios los podemos definir como lugares. Chumpitazi en su artículo “Marc Augé: Una Antropología de la Sobremodernidad”, nos explica como la sobremodernidad y la creación de los no lugares poseen elementos que influyen en el fortalecimiento de la sobremodernidad y la construcción múltiple de los no lugares. La creación de espacios mediáticos y virtuales, crean espacios donde se replica la multiplicación de historias y la creencia de la presencia física en esos espacios. En el siguiente gráfico presentado por Chumpitazi, esquematiza muy detalladamente cómo algunos elementos antropológicos para la construcción y mantenimiento de estos espacios no antropológicos llamados no lugares. En el siguiente gráfico podemos ver la propuesta de Augé representado por Chumpitazi con respecto al nacimiento de la sobremodernidad:

Es así como estos elementos influyen cotidianamente en nuestras vidas, entonces se establece esta dinámica a un acontecimiento de producción material y la necesidad exacerbada de espacios

inertes para la supuesta construcción y socialización de relaciones entre individuos, creado por un sistema económico capitalista que individualiza mas las relaciones, crean espacios imaginarios de percepción de la realidad y aleja la vinculación real de los individuos hacia la construcción de las sociedades. En Venezuela es posible hacer investigaciones sobre antropología de la soledad, ya que las principales ciudades del país poseen una cantidad de espacios de la sobremodernidad, es decir, espacios que podemos considerar como no lugares, como por ejemplo, espacios universitarios, grandes centros comerciales, atracciones turísticas, que el desarrollo industrial fortalecido por el sistema capitalista y sus herramientas de dominación las crea. Sin embargo podemos evaluar algunos aspectos de los llamados no lugares en nuestro país, ya que por las características de nuestra sociedad pluricultural, estos lugares de la sobremodernidad, son ocupados esporádicamente por algún sujeto que tenga la necesidad de utilizarlos, haciendo de estos, lugares antropológicos cotidianos.