Ensayo Sobre La Guerra

Las Guerras (1) Siendo las guerras el resultado de las pasiones e interese de los hombres, se comprende bien que en to

Views 298 Downloads 4 File size 17KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Las Guerras

(1)

Siendo las guerras el resultado de las pasiones e interese de los hombres, se comprende bien que en todo tiempo hayan existido y que no habrá medio fácil de evitar la lucha material entre los pueblos, porque sería preciso para ello que se modificaran las condiciones y maneras de ser de la Humanidad. Al nacer las pasiones con la existencia del hombre, surgió inmediatamente la guerra, y aunque doloroso, lo cierto es que el primer arte que inventaron los hombres fue el de dañarse. Acaso desde el principio del mundo se combinaron y produjeron más medios para destruir la Humanidad que para obtener su bienestar y progreso pacíficos No hemos de hacer apología de la guerra, que en el momento de realizarse ocasiona desdichas. Basta, en efecto, considerar la situación de un país afligido por la lucha material entre dos ejércitos, para advertir cuantos y cuan dolorosos son los estragos que produce semejante estado de cosas. La violencia imponiéndose a la justicia y al derecho; territorios extensos, que se distinguen por su riqueza, desbastados y arruinados; la agricultura, el comercio, la industria completamente paralizados; la masa viril del país entregada en su totalidad a las actividades militares; los recursos del Estado absorbidos por la necesidad de cuidar preferente, sino exclusivamente, de las contingencias de la lucha y de sus innumerables e imperiosas demandas; la sangre derramándose a torrentes por la acción de las terribles maquinas y elementos de guerra, que aumentan de día en día con prodigiosa actividad, y como resultado de tan deplorable situación, el desequilibrio completo por espacio de muchos años en los elementos vitales de un pueblo. Hay un concepto pesimista, fatalista y equivocado propiciado por el Error: “La guerra es un mal necesario e inevitable. Las guerras como ejemplo máximo de voluntad destructiva del hombre para con sus semejantes, constituyen un absurdo tan grande que solo el conocimiento Espiritual puede darnos una alternativa ante el escepticismo que generan. Si además consideramos: los cientos, miles o millones de seres que mueren violentamente en estado de rebeldía, los hogares destruidos, familias disgregadas, huérfanos y viudas desamparadas, territorios devastados, economías derruidas, epidemias; en pocas palabras: enfermedad, muerte, dolor, miseria y hambre; llegaremos a la conclusión que la guerra constituye un poderosísimo estimulo a la rebeldía en todas sus formas. Sabemos que los seres que fomentan o dirigen las guerras, propician las guerras para satisfacer deseos de venganza, revancha, dominio, violencia, destrucción, fines mercantilistas o ideológicos.