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• Hector Eduardo

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Es muy bien sabido que, al momento de hablar de arte, se viene a la mente el concepto preconcebido que tenemos de este, creaciones del ser humano para ser disfrutadas de manera visual o auditiva, sin embargo, se habla de otro tipo de arte, este es llamado el “arte de vivir” el cual complejidad excede de una simple definición. Este se puede sentir, es algo que sin duda puede hacer nuestra vida más prospera y a pesar de la edad, este no deja de perder importancia, ahora, ¿Cuál podría ser el perfecto “arte de vivir”? evidentemente, la filosofía. La filosofía se puede definir de múltiples maneras, una forma de vivir, un continuo estudio, una búsqueda de las respuestas de todo lo desconocido… a pesar de ello, y del amor a la filosofía, para primer obtener las respuestas de todo, debo obtener mis propias respuestas, debo de conocerme a mí mismo y mejorar como persona, pues la filosofía, está ligada a mi alma y espíritu mismo. En palabras del filósofo Sócrates mismo, “Amamos lo quenas falta, pero en alguna medida conocemos y poseemos. No podemos amar aquello de lo que nada sabemos. El filósofo debe tener la sabiduría necesaria para comprender que el saber es algo valioso y a la vez algo que falta” teniendo muchas interpretaciones, la más objetiva sería qué el don de la sabiduría es algo valioso dentro de cada persona, pues amamos aquello de lo que carecemos, pero a la vez conocemos, no obstante, se es imposible amar lo que desconocemos, es por esto que, el filósofo tiene entendido qué el saber es algo que es necesario pero que falta, pues aún no se tienen las respuestas de todo, pero es consciente de su propia sabiduría. Afirmando que, la ignorancia y la sabiduría, van de la mano, pues en toda nuestra vida, estamos en la búsqueda de lo desconocido, en todo momento. Se dice que, para comenzar nuestro viaje filosófico, y lograr ser ilustrados, el primer paso que se debe tomar es el conocimiento propio, este es uno de los pensamientos más importantes en el campo filosófico, como bien dijo el mismo Sócrates: “Solo una vida examinada merece ser vivida” frase la cual nos relata este pensamiento de una excelente manera. Se es creído que la vida es un propósito lleno de razones, lo cual suele ser un pensamiento erróneo por nuestra parte. El solo hecho del existencialismo, es la respuesta más simple para comprender este pensamiento, lo cual es realmente irónico. Según el método socrático, que no es más que la indagación o búsqueda de nuevas ideas, se envuelve qué, dentro de la interrogación irónica, lo que realmente importa es la pregunta y no la respuesta en sí, pudiendo observar, que nunca hubo una respuesta, pues al final todo nos señala a un vacío, por esto se realiza la pregunta ¿Por qué es necesario señalar un vacío? El señalamiento del vacío es de suma relevancia, pues es la demostración en vivo de que la ignorancia reside hasta en los que dicen ser sabios, por ende, es imposible que los sabios estén presentes en nuestro plano existencial. Los únicos que poseen el don de la sabiduría máxima son los dioses, el que es sabio no tiene la necesidad de filosofar, y el que es ignorante abstiene a practicar la filosofía, pues el que usa la filosofía, está privilegiado con el don de reconocer que, a pesar de saber muchas cosas, no sabe nada, convirtiéndolo en un ignorante, el cual quiere saber, a la vez sabiendo qué, nunca llegará a saber, implicando que la sabiduría no tiene límite, haciendo que se acabe el temor de saberlo todo, creando así la posibilidad de que el estudio y la sabiduría nunca se acabe. Esto señoras y señores, es llamado, el arte de vivir.