Ensayo Mujeres de Ojos Grandes

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA COMFACAUCA. ENSAYO COMPARACIÓN CONTEXTO LITERARIO ENTRE LOS LIBROS “LA DIVINA COMEDIA” Y “A L

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CORPORACIÓN UNIVERSITARIA COMFACAUCA.

ENSAYO COMPARACIÓN CONTEXTO LITERARIO ENTRE LOS LIBROS “LA DIVINA COMEDIA” Y “A LA DIESTRA DE DIOS PADRE”.

ANA MARÍA MOSTACILLA MUÑOZ

En la obra Mujeres de ojos grandes, Ángeles Mastretta nos muestra a través de sus personajes femeninos, cómo la sociedad y las normas de género crean estereotipos en los que la mujer queda en situación de desventaja frente al hombre, haciéndola sumisa y totalmente dependiente a él. Se puede apreciar la ruptura de la mujer tradicional mexicana del siglo XX, convirtiéndose en una mujer trabajadora y con ideas propias, siendo esto un gran avance ya que en esa época los roles que ejercía cada género eran muy distintivos poniendo así al hombre un paso más adelante de la mujer, ya que ella sólo podía moverse en el ámbito doméstico, en donde labores como: cocinar, poner la mesa, limpiar, cuidar a los hijos y atender al marido, eran las únicas actividades en las que la mujer mexicana podía opinar y ejercer. “…Salió de un rincón la tía Chila. -Usted se larga de aquí -le dijo al hombre, acercándose a él como si toda su vida se la hubiera pasado desarmando vaqueros en las cantinas-. Usted no asusta a nadie con sus gritos. Cobarde, hijo de la chingada. Ya estamos hartas. Ya no tenemos miedo. Deme la pistola si es tan hombre. Valiente hombre valiente. Si tiene algo que arreglar con su señora diríjase a mí, que soy su representante. ¿Está usted celoso? ¿De quién está celoso? ¿De los tres niños que Consuelo se pasa contemplando? ¿De las veinte cazuelas entre las que vive? ¿De sus agujas de tejer, de su bata de casa? Esta pobre Consuelito que no ve más allá de sus narices, que se dedica a consecuentar sus necedades, a ésta le viene usted a hacer un escándalo aquí, donde todas vamos a chillar como ratones asustados. Ni lo sueñe, berrinches a otra parte. Hilo de aquí: hilo, hilo, hilo -dijo la tía Chila”

En la anterior cita se puede apreciar un claro ejemplo de liberación femenina, en el que la tía Chila actúa con autoridad e imponencia frente al esposo de Consuelito el cual entra al salón de belleza a insultar e intimidar a las mujeres presentes en éste. A través de la lectura, nos damos cuenta que esta clase de comportamientos (tales como el de la tía Chila) eran inusuales en esta época, pues nadie se imaginaba que

una mujer fuese capaz de salir a ejercer otro tipo de labores distintas a las domésticas y mucho menos que llegasen a tener tanto éxito como el que tuvo la tía Chila actuando como una mujer autónoma, fuerte, poderosa y razonable, la cual rompió todos los estereotipos que se tenían sobre la típica mujer en ese entonces, convirtiéndose en una mujer independiente, con principios propios, sin miedo a salir de las obligaciones que tenían las mujeres en esa época para así llegar a ejercer un trabajo en el ámbito público y convertirse en una mujer emprendedora y de ojos grandes. “La tía Chila estuvo casada con un señor al que abandonó, para escándalo de toda la ciudad, tras siete años de vida en común. Sin darle explicaciones a nadie. Un día como cualquier otro, la tía Chila levantó a sus cuatro hijos y se los llevó a vivir en la casa que con tan buen tino le había heredado su abuela. Era una mujer trabajadora que llevaba suficientes años zurciendo calcetines y guisando fabada, de modo que poner una fábrica de ropa y venderla en grandes cantidades, no le costó más esfuerzo que el que había hecho siempre. Llegó a ser proveedora de las dos tiendas más importantes del país. No se dejaba regatear, y viajaba una vez al año a Roma y París para buscar ideas y librarse de la rutina.”

La tía Cristina aunque no era muy atractiva físicamente, era muy interesante, lastimosamente en esa época a los hombres no les interesaba más que un buen físico en una mujer. A los veintiún años sin tener ni una propuesta por parte de un hombre, Cristina ya desesperada decide inventar un matrimonio con el señor Arqueros, hombre el cual vivía en el extranjero y por ese motivo mandó a su amigo Emilio Suárez para efectuar la boda. Después de haber pasado cierto tiempo casada con el señor Arqueros, se fue a vivir con él a Valladolid enviándole cartas a su familia todo el tiempo, hasta que llegó una carta la cual decía que el señor Arqueros había muerto regresando así a Puebla con su familia. En el caso de la tía Cristina se ven muy marcadas las normas de estereotipo y la presión que generaba la sociedad antes este tipo de situaciones ya que para esa época el matrimonio era de mucha importancia, evitando la vergüenza de su familia y ser objeto de burla por parte de los habitantes de Puebla. “Cuando salió de la angustia propia de las sorpresas, la tía Cristina miró su anillo y empezó a llorar por sus hermanas, por su madre, por sus amigas, por su barrio, por la catedral, por el zócalo, por los volcanes, por el cielo, por el mole, por las chalupas, por el himno nacional, por la carretera a México, por Cholula, por Coetzálan, por los aromados huesos de su papá, por las cazuelas, por los chocolates rasposos, por la música, por el olor de las tortillas, por el río San Francisco, por el rancho de su amiga Elena y los potreros de su tío Abelardo, por la luna de octubre y la de marzo, por el sol de febrero, por su arrogante soltería…”