Ensayo La Felicidad

INTRODUCCION Aristóteles, en el libro la Ética a Nicómaco, se refiere a la felicidad como un cúmulo de bienes. “Bien es

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INTRODUCCION Aristóteles, en el libro la Ética a Nicómaco, se refiere a la felicidad como un cúmulo de bienes. “Bien es aquello a que todas las cosas tienden. Es decir, todas las ciencias, artes, estudios, trabajo, etc., tienden a un bien determinado; más aún, todo ser humano en su actuar tiende a un bien determinado. Sin embargo, no todos los bienes son iguales. Los bienes pueden decirse de dos modos: unos por sí mismos y otros por éstos. Es decir, hay bienes que por sí solos son suficientes, no necesitan de nada más para constituirse como tales; mientras que otros existen en base a estos otros. Dentro del marco de esta reflexión, en muchas ocasiones buscamos placeres, dinero, confort, salud, conocimientos, entre otros bienes, y ciertamente nos agradan en sí mismos; sin embargo, el fin último de buscar todos estos bienes es porque queremos ser felices: buscamos tener y ser muchas cosas con la única finalidad de alcanzar la felicidad. Los bienes nos sirven de medios para conseguir la felicidad tan anhelada. La felicidad se considera como algo que posee perfección, en general consideramos perfecto lo que se elige siempre por sí mismo y nunca por otra cosa.

“Si existe, pues, algún fin de nuestros actos que queramos por él mismo y los demás por él, y no elegimos todo por otra cosa -pues así se seguirá hasta el infinito, de suerte que el deseo sería vacío y vano – es evidente que ese fin será lo bueno y mejor.” Con respecto a esto, Aristóteles se plantea la posibilidad de un bien por el cual todos los demás alcancen su sentido. Efectivamente, este bien por el cual elegimos todas las cosas es la felicidad: ya que es quien da sentido a todo cuanto hacemos. “La felicidad es fin y completamente perfecta en todos los sentidos. Y si esto es así, llamaremos venturosos entre los vivos a aquellos que poseen y poseerán lo que hemos dicho, es decir, venturosos en cuanto hombres.” Para Aristóteles la felicidad no abarca sólo un área de la persona; sino habla en cuanto al hombre en todos los sentidos, es decir, en cuerpo y alma. La filosofía de Aristóteles es, pues, unitotal. Por esta razón se habla de un cúmulo de bienes, ya que se trata de tener todos los bienes que necesitamos a nivel material y espiritual. Cuanto mayor sea el número de bienes que nos rodeen, mayor será nuestra felicidad. En efecto, un hombre puede tener una buena familia, riquezas, conocimientos, pero si le falta la salud, su felicidad se verá entorpecida y así con todos los demás bienes. Esto hace pensar en un estado donde no haya contingencias. Aristóteles explica, que hay males que acaban con la felicidad como puede ser el caso de la demencia, hay otros males, que tal vez no deben ser considerados tales debido a que constituyen un bien para la persona y lejos de anular la felicidad, la fortalecen, es la metafísica del mal. También encontramos bienes que en ciertas personas pueden constituirse en males y que lejos de ayudarles a ser más felices pueden acabar con su felicidad. La felicidad no consiste solamente en tener; sino en interiorizar lo que se tiene, ya que “la felicidad es una actividad del alma según la virtud perfecta”. En este sentido, la felicidad es axiológica: podemos tener todas las riquezas materiales deseadas por un ser humano y no ser felices. Por esta razón, debemos valernos

de esos medios y utilizarlos en su debida dimensión, es decir, en forma adecuada, como mediación, para llegar a la verdadera felicidad y no como un espejismo de felicidad que consiste en alegrías pasajeras. Allí radica la equivocación de mucha gente. Tomando en consideración todos estos factores, es de suma importancia recalcar que “llamamos virtud humana no a la del cuerpo, sino a la del alma”. Esta afirmación es clave ya que nuestra corporeidad es compartida con casi todo el resto de los seres que nos rodean; mientras que el espíritu nos distingue como seres humanos. Y aunque es cierto que otros seres, como los animales y las plantas también poseen alma porque tienen vida, solamente el ser humano es de naturaleza racional porque tiene espíritu. Dicha racionalidad nos lleva a reflexionar sobre nuestros actos y a mejorar cada día como personas, cosa que un animal o una planta no puede hacer. Para obtener la felicidad es necesaria la virtud, que etimológicamente significa fuerza, la cual sólo se adquiere en un trabajo de propósito diario, en el cual uno va moldeándose a sí mismo a través de la práctica para lograr el hábito. Para Aristóteles una de las virtudes más importantes para ser felices es la sabiduría. Es decir aquel que cultiva la sabiduría tendrá las armas necesarias para enfrentarse en primer lugar a sí mismo, el sujeto de la felicidad; y luego sabrá usar mejor el cúmulo de bienes que le rodean, y que son para la felicidad y no para la desventura. Aristóteles menciona que el mejor modo para alcanzar la felicidad es la vida virtuosa, ya que “obrar bien y vivir bien es lo mismo que ser feliz”. Más aún, una vida limpia, justa, moderada, en la cual se obre el bien y por consiguiente se viva bien, es el código para ser feliz. Finalmente, “la felicidad es cosa perfecta y digna de ser honrada.”Es así también por ser principio, ya que todos hacemos por ella todas las demás cosas, y el principio y la causa de los bienes lo consideramos algo sagrado y divino. En este sentido, por el hecho de ser principio, Aristóteles atribuye la plenitud de ese bien al “Ente de los entes”

En efecto, el hombre salió feliz de las manos de Dios quien lo lleno de un cúmulo de bienes según las Sagradas Escrituras. Por tanto, el designio de Dios es que el hombre sea feliz. Por eso, el ser humano nace con el ansia de la felicidad, y a medida que crece esa ansia se desarrolla y busca la felicidad hasta encontrarla si es virtuoso, o perderla si no lo es. Aristóteles pensaba: “si alguna otra cosa es un don de los dioses a los hombres, es razonable que también lo sea la felicidad, y más cuanto que es la mejor de las cosas”. Así pues es evidente que la felicidad también es considerada por Aristóteles como un don divino, ya sea un regalo de los dioses o una consecuencia del esfuerzo personal. Por lo tanto, si es un don divino debe ser perfecto y para la máxima felicidad humana.

CONCLUSION En lo personal y en relación al análisis de la “ética a Nicómaco” considero que la felicidad es uno de los bienes más perfectos que podemos encontrar “si no es el más perfecto” y difícil

de describir ya que para todos los seres humanos la

felicidad es subjetiva; como se ha dicho anteriormente. Siempre y sin excepción, la buscamos por sí misma y todas las demás cosas por ella. Además, por el sólo hecho de ser el fin de nuestros actos, ya merece ser perfecta, pues la humanidad, tiende a la perfección en todo cuanto se propone. Las maravillas hechas por los seres humanos nos dan testimonio de esto: las grandes edificaciones construidas a lo largo de la historia, la gran tecnología a nivel de computadoras, teléfonos y autos, incluso nuestra

ropa; son realidades

sobrecogedoras y muestran las inmensas capacidades y el inmenso poder que tenemos como seres humanos. Es evidente, entonces, cómo nuestro mundo en evolución está siempre en un constante perfeccionarse. Por ejemplo, una computadora que sale al mercado hoy mañana ya está superada por otra, y en un mes es chatarra. Lo mismo sucede con todas las cosas que usamos, porque estas cosas no son un fin en sí mismas; sino muchas veces sustitutos de la felicidad: no llenan el ansia de felicidad del hombre.

VALORES E IDENTIDAD

“Ensay o Ética a

Nicómaco” Profesor: Luis Manuel Martínez Hernández Alumna: Leslie Zuhey Obregon Ramirez Grado: 4° Grupo: D Semiescolarizado

Fecha de entrega: 18/ Marzo/2016