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ENSAYO DE EQUIDAD DE GENERO EQUIDAD DE GÉNERO. 1) INTRODUCCIÓN. Esté ensayo dará a conocer un tema que en la actualidad

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ENSAYO DE EQUIDAD DE GENERO EQUIDAD DE GÉNERO. 1) INTRODUCCIÓN. Esté ensayo dará a conocer un tema que en la actualidad es un gran problema, ya que aun no se puede igualar los géneros, Exactamente el tema es Equidad de género y veremos que es y que a pesar de que en la actualidad, ya se le da mayores posibilidades a las mujeres, mas libertad y mas desarrollo, sigue aviando esa opresión, discriminación, y la subestimación asía las mujeres, simplemente porque no son igual que los hombres físicamente ni biológicamente, pero sí lo son como seres humanos, también se podrá a apreciar en este ensayo algunos hechos científicos e históricos en el que la mujer también va incluida sobre este mismo tema, ya que en el tanto como en el presente y pasado se han presentado estos casos, mas sin embargo hubo algún tiempo en ciertos lugares, que continuación se van a dar a conocer, en los cuales no sufrían, estas opresiones o asta de cierta manera racismos, ya que por solo ser mujer, era inferior al hombre. También se verá, como desde un tiempo o desde un cierto año la mujer también a querido buscar la salida de esa opresión por ella misma, y que tiene la necesidad de ser “igual” que el hombre ya que en diferentes lugar y tiempos las mujeres empezaron a darse a conocer parra que el hombre s diera cuenta de que lo que podía hacer. Y que además las mujeres conforme a las pocas oportunidades que se ellas misma se buscaron y que se les dio, han podido lograr grandes cosas, y que han inclusive mujeres quedaran marcadas en la historia, las cueles también podremos conocer y saber un poco sobre ellas y de lo que hicieron para poder dejar su legado antes las demás mujeres y que las tomaran en cuentas, y no solo en la casa. Ya en la actualidad gracias al esfuerzo y la poca compresión que se les a dados a las mujeres en la actualidad hay un numero razonable de mujeres que han podido alcanzar sus sueños y que actualmente trabajan, aportan y contribuyen a situaciones y acontecimientos importantes de la humanidad, ellas, sus nombres, trabajos y aportaciones se les dará a conocer de manera no solo informativa si no filosófica, para que nos denos cuenta de los pensamientos reales para lo cual es esas mujeres, influyeron para lograra lo que ahora tienen y lo que han logrado, ya que, si solo vemos lo que han hecho, sin razones, sería nada mas informativas y no realmente crear una equidad de género como las conocemos, aunque actualmente no en todos los países se han dado para que la equidad de género se pueda aplicar en todo el mundo y sociedad, ya que no todas las religiones ni países lo admiten , por lo tanto también veremos cueles son esos piases y lugares en los que las mujeres aun son oprimidas, y conocer la identidad de género hasta la actualidad. 2) DESARROLLO. La equidad de género, realmente que es, bueno la equidad de género es el conjunto de diferencias sociales entre los sexos que son mujeres y hombres, partiendo de los roles, creencias y valores que a cada uno(a) de los sexos se les asignan. La equidad de género significa que mujeres y hombres, independientemente de sus diferencias biológicas, tienen derecho a acceder con justicia e igualdad al uso, control y beneficio de los mismos bienes y servicios de la 1

sociedad, así como a la toma de decisiones en los ámbitos de la vida social, económica, política, cultural y familiar. Es la aceptación de las diferencias entre hombres y mujeres, y la aceptación también de derechos, buscando el ideal de un equilibrio en el que ninguno de ambos sexos se beneficie de manera injusta en perjuicio del otro. La equidad de género está muy presente en la humanidad desde los inicios de la vida social, económica y política. Desde aquel entonces la mujer no tenía derecho a ser escuchada, ni a opinar, ni mucho menos a ser parte de una familia y sociedad. Esto no lleva a deducir que la mujer también puede pero el hombre, en su ética, criterio, y filosofía “Machista” no la quiere dejar crese en estos aspectos sociales, o generales a los que la mujeres quiere tener un desarrollo y ene esto el hombre es el que toma en cuenta la participación de la mujer más sin embargo el hombre aun no quiere, Tan solo podernos ver el caso de las primeras mujeres que trataron de llevar más adelante sus sueño como La participación de las mujeres en el campo de la medicina ha sido documentada por varias civilizaciones tempranas. Una egipcia, Merit Ptah (2700 a. C.), descrita en una inscripción como "médica principal", es la primera mujer mencionada en la Historia de la ciencia. Que aunque su, objetivo, en cierta manera no fue igualarse a los derechos y posibilidades del hombre también, izo algo, algo lo cual, en sus tiempo para una mujer era muy difícil, y no por la discriminación ni opresión, si no por el tiempo que era, ya que la tecnología de ese tiempo era escasa, mas sin embargo trato de hacer la posibilidad. Más adelante también podemos apreciar a otras mujeres como , María La Judía, se le atribuye la invención de varios instrumentos químicos, desde ahí Asia delante las mujer se le dio de estudias en tiempos medievales de Europa, para poder ejercer un mejor futuro, pero esto no se quedo, ahí si no que se pudo saber más adelante que e mujeres del mundo quisieron darse a conocer de una manera única, no solo para lo que determinaba el hombre que era procrear, lo cual era algo de ciertas manera tonto, ya que podía hacer la mujeres las mismas tareas que el hombre, a pesar de sus verdaderos rasgos físicos inferiores, pero eso no implicaba que no pudiesen realizar tarea matemáticas o ciencias (por ejemplo), o políticas, ya que se creían que eran también inferiores mentalmente. La mujeres, como se decía anteriormente, se creía que solo era para una “tarea” la cual ahora sabemos que no es cierto, y que pueden hacer mucho más que eso, e inclusive se reconoce que en algunos casos las mujeres hacen algunas actividades mejore que los hombres, a pesar de que las subestiman. Ya al pasar de os años las mujeres de buscar un espacios entre la sociedad, historia, política, ciencia, y el mundo, hubo mujeres revolucioncitas, un ejemplo de ellas podría ser Sor Juana Inés de la Cruz, que resalto en la literatura y en la religión, ya que tubo apoyo y oportunidad, aunque también tuvo algunos obstáculos por cuales pasar para poder lograra sus metas. Las mujeres, influenciadas por las acciones que vais hechos las demás mujeres m fueron inspiradas a realizar cosas similares, y más que nada a esto me refiero a poder lograra algo en su vida. Un ejemplo actual, muy controversial podría ser Condoleezza Rice que actualmente que tuvo la oportunidad de desarrollarse escolarmente ya que se graduó como Bachiller cum laude en Ciencias Políticas y Phi Beta Kappa, y que en 1974 y obtuvo el grado de Maestría de la Universidad de Norte Dame en 1975, y estas y otras mas de oportunidades, tuvo, la 2

contradictoria de esto es que a pesar de ser mujer y ser sudafricana, no tuvo ningún problema para meterse a la política ayudando al presidente de los estados unidos de norte América cual se desempeñó como jefa de presupuesto y funcionaria académica. En el ejercicio de sus funciones, Rice fue responsable de un presupuesto anual de mil millones y medio de dólares y del programa académico integrado por 1.400 miembros de la facultad y 14.000 estudiantes. Y que además más que dificultad por la opresión y discriminación fue su esfuerzo el que le dio más posibilidades y el apoyo que tubo. Y de los países que se les a dados actualmente mas oportunidad a las mujeres ha sido, Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca y Finlandia entre los primeros lugares, México por las tima queda en el lugar 52, aunque hay países pero como Corea, Jordania, Pakistán, Turquía y Egipto. Argentina se ubicó en la posición 35, una posición debajo de Suiza. Que son países en los cuales la mujer es aun más oprimida. Actualmente la mujer se le ha dado más oportunidad a desarrollarse, ya tener un mejor futuro y aceptación, para poder tener los mismos derechos comparados con los hombres.

3) CONCLUSIÓN. La mujer puede realizar algunas tareas mejores que los hombres, aunque no seamos iguales, ni psicológicamente, ni biológicamente, somos humanos por lo tanto debemos poner en práctica nuestros valores para poder entender que la mujer es igual, ante la ley, las oportunidades, el estudio, trabajo y socialmente. Ahora con el paso de los años se ha dado una mejor oportunidad, ya que viendo as el pasado nos damos cuenta d que no son el sexo débil, ni diferente y mucho menos inferior si de que es mucho más que eso, y que tienen mucho más que dar al mundo a lo que tiene y pueden lograr si se les apoyo adecuadamente y sin escusas.

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Introducción La Perspectiva de Género es un reciente avance alcanzado en el estudio de las ciencias sociales que, a través de mecanismos científicos y epistemológicos, nos permite reconocer y analizar la desigual e injusta posición de sumisión de la mujer en las distintas sociedades. Partiendo de ese reconocimiento racional y armados de un nuevo fundamento de justicia social, la Perspectiva de Género incide sobre nuestras actitudes y acciones en aras de la transformación de la sociedad y la construcción de estructuras sociales más incluyentes, equitativas, y con un nuevo sentido humanístico. En este ensayo revisaremos brevemente los antecedentes al surgimiento de la Perspectiva de Género, sus rasgos más característicos y su implicancia pedagógica en nuestra universidad.

Rasgos históricos y de interpretación social que preceden al Feminismo moderno El Enfoque de Género actual parte de la negación del uso del análisis tradicional, de corte sexista, para analizar a la sociedad y a su historia. El sexo es una condición biológica, “de orden natural”, que determina que a cada uno de los integrantes de cualquier sociedad humana les correspondan una de dos categorías: la de varón o la de hembra. El sexismo es una categoría que se utilizar para identificar y caracterizar las actitudes que condicionan la desigualdad y la jerarquización de las personas de conformidad a su sexo. Como, desde tiempos ancestrales, los primeros núcleos familiares adquirieron un carácter patriarcal, la figura del padre (varón) adquiere preminencia absoluta, tanto en las decisiones fundamentales como en la propiedad del patrimonio y en la herencia (transmisión entre generaciones de ese patrimonio). Por eso, al negársele el derecho a la propiedad, la mujer queda en una condición de dependencia y de sumisión (laboral, sexual y personal), ya sea del padre, del esposo, o de cualquier otra figura varonil que los suplante. Es necesario aclarar que el carácter patriarcal de las sociedades permaneció casi inalterada a través de los siglos porque, al irse conformando los grupos familiares en sociedades más diversas, grandes y complejas, los hombres, en su calidad de tomadores de decisiones, se fueron apoderando de la política, del orden económico y de todas las formas del ejercicio del poder en los Estados dominantes y dominados. La persistencia del patriarcado a lo largo de la historia de diferentes pueblos contribuyó a una interpretación de la historia que, con bastante frecuencia, estaba sesgada de manifestaciones sexistas (la historia la hacen los “hombres”). Al mismo tiempo también facilitó el surgimiento de fenómenos culturales e ideológicos viciados por ser instrumentos de exclusión hacia la mujer, como lo son el machismo y el androcentrismo. El machismo otorga a la mujer una consideración inferior a la del varón y, por tal “razón”, pretende limitar su actuación al servicio doméstico y sexual de su compañero y, en ocasiones, las somete a condiciones de acoso y maltrato. El androcentrismo pone al “hombre” como centro de todo lo relevante. Por lo tanto, excluye a la mujer de las posiciones de poder y de la toma de decisiones importantes.

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Algunas condiciones que contribuyen al surgimiento del Feminismo moderno Yo creo que, detrás del viejo y conocido cliché que pregona que “detrás de un gran hombre siempre hay una mujer”, se revelan dos cosas: a) a las mujeres siempre se les relegaba a un segundo plano; b) aun así, la mayor parte del tiempo, ellas se las arreglaron para influir lo suficiente para que esta situación no pasara desapercibida. Debido a que la persona humana está sujeta a distintos y variables niveles de influencia personal, no podemos tener una noción muy clara de los niveles que alcanzó esa influencia; es posible que, en la mayor parte de los casos, ese soporte fuera sólo emocional; pero, en otros casos, como el de Solimán el Magnífico, está bien documentada la influencia decisiva que, sobre él ejercía su esposa “favorita”, Roxana. Por otra parte, hubieron mujeres que, independientemente de sus actuaciones, demostraron ser lo suficientemente capaces e inteligentes para sobreponerse a siglos de tradiciones y jerarquías masculinas para llegar a ser gobernantes reales, entre ellas sólo citaré, como ejemplo, a Hatshepsut y a la misma Cleopatra en Egipto, Catalina I y II (la grande) de Rusia; Isabel I y Ana I en Inglaterra, etc., etc. Los anteriores ejemplos son referentes de la antigüedad y sólo ejemplifican el caso de las mujeres pertenecientes a las clases dominantes. Para que surgieran cambios relevantes en la estructura social que permitieran iniciar el proceso de liberar a las amplias mayorías de mujeres de su condición de sumisión, debían alcanzarse determinadas condiciones del desarrollo social que no se presentarían sino a través de una lucha más o menos encubierta de muchas mujeres a lo largo de los dos últimos siglos. A continuación, menciono algunas referencias históricas que creo interesantes y oportunas para ilustrarnos un poco este proceso: La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, documento elaborado por Olympe de Gouges en 1791. Olympe, sin dudas, es una de las primeras y olvidadas luchadoras por la verdadera igualdad de derechos entre hombres y mujeres. La Revolución Industrial del siglo XIX a inicios del siglo XX. Permitió la incorporación de la mujer a la vida laboral (aunque con paga mucho menor a la de los hombres y en condiciones muy deplorables) en las nuevas fábricas. Esta permitió la independencia económica de algunas mujeres e iniciar la lucha por la igualdad de derechos, en esta etapa se destaca la lucha de las sufragistas por la igualdad jurídica y el derecho al voto de las mujeres. Las dos Grandes Guerras Mundiales, las mujeres sustituyeron a los hombres que se encontraban en los frentes de combate en, prácticamente, todas las fábricas y su gran productividad demostró que su labor no era inferior a la de los hombres. Sin embargo, después de las guerras, se despedían a las mujeres, éstas retornaban a los hogares y se retrocedía en muchos aspectos. La introducción, a principios de los sesenta, de métodos prácticos y relativamente seguros de control natal. Esta situación, al igual que la divulgación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, propició y fundamentó, el surgimiento de los movimientos de la liberación femenina por una efectiva igualdad y por el respeto a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. 5

La Tercer Conferencia Mundial sobre la Mujer en Nairobi. Considerada como «el nacimiento del feminismo a escala mundial». (Centro de Información de las Naciones Unidas para Argentina y Uruguay, 2007, p. 3). La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995), en la que se aprobó la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, y “cuyo objetivo era eliminar los obstáculos que dificultaban la participación de la mujer en todos los ámbitos de la vida pública y privada.” (p. 11). La Globalización y las tecnologías de la comunicación y de la información. Con implicancias diversas. En Arana García & Ruiz Almendárez, Rosa Cobo (2005) sostiene que la Globalización, gestada ya desde los años 70 del siglo XX, trajo avances y retrocesos en el proceso de reivindicación de derechos y oportunidades de las mujeres y de sus movimientos. Pero, su carácter predominantemente neoliberal, en buena medida, contribuyó a darle un carácter polivalente. A continuación les presento algunas de las observaciones que, sobre este tema, realiza esta autora en su artículo “Globalización y nuevas servidumbres de las mujeres” (Arana García & Ruiz Almendárez, 2012, pp. 18-34): El avance en los transportes y las comunicaciones favorecen la difusión y el alcance de la lucha feminista. Las tecnologías posibilitan restructurar un nuevo orden social y la labor intelectual de las mujeres y de las nuevas ideas permiten la formulación de proyectos y planes de acción que permiten organizar y dirigir los esfuerzos de las mujeres de una manera más consecuente. Sin embargo, el nuevo orden económico neoliberal empeora la situación de la mujer, entre otras cosas, porque: Aunque aumenta el número de empleos para mujeres, éstos son de orden primario, con poca capacitación y autonomía, principalmente en maquilas. Los recortes en el gasto social conduce a que las mujeres deban asumir, con su “impuesto reproductivo” aquellos espacios que, con anterioridad, asumía el Estado. Menos preparados para los tiempos de crisis y sin experimentar aún cambios importantes con respecto a la hegemonía masculina, muchos hombres aprovechan una “plusvalía de dignidad genérica” que resulta del cuidado y amor que reciben de las mujeres pero que no devuelven a éstas en proporciones equitativas. Los recortes que realizan los empresarios también aumentan el impuesto reproductivo de las mujeres y su trabajo doméstico, no pagado. Las mujeres destinan buena parte de su presupuesto a las compras destinadas al hogar; al aumentar el IVA (al mismo tiempo que disminuyen los impuestos directos sobre la renta de los sectores con mayores ingresos), disminuye su capacidad de compra y el porcentaje de ésta que ellas destinaban a su consumo personal. Las anteriores reflexiones llevaron a Cobo a concluir que “dos sistemas hegemónicos -patriarcado y capitalismo neoliberal- han pactado nuevos y más amplios espacios de trabajo

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para las mujeres, que se concretan en la renovación de la subordinación a los varones y en nuevos ámbitos de explotación económica y doméstica.” (p. 34).

Carácter de la actual Perspectiva de Género La moderna noción de Género es producto de una larga y latente discusión académica que surge a partir de la segunda mitad del siglo XX, producto de la inconformidad de los movimientos intelectuales feministas con las interpretaciones sociales excluyentes que no daban respuestas a la realidad y al sentir colectivo de lo femenino ni a sus luchas y demandas por la adquisición de derechos. La moderna interpretación del término “Género”, sin embargo, adquiere ya una amplia difusión y aceptación académica hacia finales de la década de los ochenta (coincidiendo con los procesos históricos que ahora conocemos como la Globalización). Por aquella época, una de sus pioneras en América Latina, Teresita de Barbieri, ya categorizaba al género como “…los conjuntos de prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a partir de la diferencia sexual anátomo-fisiológica y que dan sentido a la satisfacción de los impulsos sexuales, a la reproducción de las especie humana y en general al relacionamiento entre las personas.” (De Barbieri, 1990, p.5). De acuerdo al “Glosario básico de conceptos para trabajo de género” (materiales del curso), el género se “refiere al conjunto de roles y relaciones socialmente construidos, rasgos personales, actitudes, comportamientos, valores, poder relativo e influencia que la sociedad atribuye a los dos sexos de forma diferente. Mientras que el sexo biológico está determinado por características genéticas y anatómicas, el género es una identidad adquirida que se aprende, cambia con el tiempo y varía mucho dentro y entre culturas. El género es relacional y se refiere no solamente a las mujeres o los hombres sino a la relación que existe entre ambos.” (s.f., p. 1) [1] Como podemos ver, Género es una categoría social y cultural que define o delimita los roles, identidades y valores que, tanto a hombres como mujeres, se les ha ido asignando en una determina sociedad. Es una categoría histórica y de construcción social y, por ende, cambiante y sujeta a ser transformada en el tiempo. Comprendida de esa manera, la categoría de Género da origen a un nuevo paradigma en las ciencias sociales: el Paradigma de Género. Para la Msc. Ligia Arana, este “paradigma marca un enfoque y una perspectiva, las cuales nos permiten no sólo identificar y explicar esa desigualdad, sino plantearnos estrategias para el cambio.”[2] El Enfoque de Género que surge a partir de la categoría de Género, se constituye, entonces, en una nueva metodología y en una nueva forma de concepción social que rebate el carácter determinista y androcéntrico del enfoque sexista tradicional. Al analizar las relaciones de poder que se han establecido entre los géneros desde inicios de la era patriarcal, el Enfoque de Género desenmascara el carácter excluyente del rol asignado socialmente a la mujer y crea, así, el marco teórico y el fundamento para el campo de acción de la Perspectiva de Género.

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La Perspectiva de Género, emplea el fundamento científico y metodológico del origen y las condiciones de la desigualdad socialmente construida entre los géneros para desarrollar, consecuentemente, estrategias para transformar las estructuras sociales en aras de la justicia y de la equidad social. Su campo de acción se extiende, entonces, a la más amplia gama de la acción social (científica, política, económica, jurídica, cultural, ética social, etc.). Al develar que las sociedades modernas aún no han logrado despojarse de su carácter patriarcal y que las bases que generan desigualdad y relaciones de subordinación hacia las mujeres de toda la sociedad (pero, sobretodo, a las que pertenecen a los estratos sociales más desprotegidos) aun permanecen poco alteradas, la Perspectiva de Género nos abre a todos, mujeres y hombres, la oportunidad de abrirnos a un nuevo tipo de conciencia, la Conciencia de Género. La adquisición de una Conciencia de Género, acorde a nuestros tiempos, nos permite reconocer que la situación de subordinación que experimenta la mujer en nuestras sociedades, estereotipa y aliena los roles que nos asigna el patriarcado a hombres y mujeres. Por tanto, es necesario marcar pautas y asumir nuevos valores y compromisos para romper con la injusticia y promover un desarrollo con estructuras sociales y políticas más equitativas e incluyentes. Para lograrlo, me parece que este proceso debe pasar por: a) profundizar los Estudios de Género a nivel interdisciplinario (proporciona nuevas evidencias y fundamentaciones a la causa); b) divulgar lo más ampliamente posible y de manera convincente el mensaje de género; y, c) fortalecer las estrategias de la lucha política que mejor correspondan a cada caso en particular; considero que, entre otras cosas, estas estrategias deben estar fundamentadas apropiadamente mediante un análisis profundo del entorno económico-social, jurídico y político prevaleciente. Los hombres y la Perspectiva de Género Ya sabemos que la categoría de Género no sólo se refiere a los roles asignados socialmente a cada género, sino, también, a la relación que se establece entre ambos. Pues bien, no se puede desconocer que esa relación es una relación desigual y, como tal, violenta la noción y el principio de la igualdad y el de los Derechos Humanos, los mismos principios que fundamentan la conformación de toda sociedad moderna. Esta situación también limita el desarrollo de la sociedad, al privarla de la posibilidad de aprovechar los talentos autónomos que las mujeres “empoderadas” (dotadas de la capacidad de decidir) podrían aportar en la construcción y el desarrollo de un nuevo modelo de meritocracia social.

Por otra parte, es preciso reconocer que las relaciones de género implican relaciones de: mujer-hombre; mujer-mujer; hombre-hombre. Y a lo que los hombres nos concierne, es importante rescatar los aportes del autor profeminista canadiense Michael Kaufman (1995) quien, en la versión en castellano de su artículo reproducida en Arana García & Ruiz Almendárez, “Los hombres, el Feminismo y las experiencias contradictorias entre los hombres”, nos ofrece las siguientes reflexiones: 8

Kaufman afirma que existen distintas formas de entender y vivir la masculinidad y que, aquella que proviene de una concepción sexista del poder y del privilegio del que “gozan” los hombres en un sistema patriarcal, nos causa dolor, aislamiento y alienación. Pero, también, ese dolor crea las condiciones y el impulso hacia la toma de la conciencia de género por parte de los hombres. Kaufman reconoce que los hombres generalmente asociamos a la masculinidad con el poder que ejercemos sobre las mujeres y que ese poder está, indudablemente, viciado. Utilizando la metodología del Enfoque de Género, el autor revela que, desde nuestro nacimiento, los hombres vamos experimentado, y disfrutando, del poder que nos otorga la desigualdad, pero, como ésta está socialmente construida, existe la posibilidad de modificar y transformar ese comportamiento debido a: la maleabilidad de los impulsos humanos y el largo período de dependencia infantil. Con ello, se muestra que, al menos teóricamente, es posible romper con el determinismo patriarcal de la dominación masculina. ¿Por qué romper con este tipo adquirido de masculinidad hegemónica? Por el alto precio que ésta conlleva y que nos obliga a suprimir muchas de nuestras emociones, necesidades y posibilidades, como la receptividad, la empatía y la compasión. Kaufman considera que ellas no desaparecen, sino que se frenan o no se les da espacio en nuestras vidas, lo que sería saludable, tanto para nosotros, como para aquellos y aquellas que nos rodean. Debido a que alienamos nuestras emociones y sentimientos, nos vemos reducidos al aislamiento y a un dolor interno del que no podemos librarnos si no nos libramos del paternalismo. Y es que, como no existe una única forma de masculinidad [porque ésta no es una condición sexual, sino una actitud y comportamiento social, una categoría de género], aún tenemos la posibilidad de renunciar a la masculinidad patriarcal y adoptar un nuevo tipo de masculinidad, una masculinidad liberadora de corte profeminista. (Kauffman, M., en Arana García & Ruiz Almendárez, pp. 37-50). Siguiendo la línea del autor, creo que es perfectamente posible adoptar este tipo de masculinidad, pues a ella puede llevarnos el rechazo a las conmociones negativas que pueden generar las consecuencias de las relaciones patriarcales en su cara más cruel (violencia intrafamiliar, feminicidio, etc.). O bien, si somos afortunados, mediante la lectura de los contenidos de la Perspectiva de Género y la aplicación de su metodología para reflexionar sobre nuestras vidas. De esta manera, podemos interiorizar y asumir una Conciencia de Género que rete a la inequidad, que nos libere de los símbolos, valores, actitudes y comportamiento sociales de carácter patriarcal en aras de la justicia social y de una transformación personal más plena y humanista. La Perspectiva de Género y la docencia universitaria Las universidades son centros de encuentro que, entre otras cosas, producen, transforman, transmiten el conocimiento; pero, también, las actitudes, los valores, las culturas que, en su conjunto, conforman lo que se conoce como la identidad o el “ethos” de una organización. Aquí es necesario remarcar que este ethos organizacional puede transmitirse y adoptarse de 9

una manera expresa y evidente, pero, algunos de sus aspectos lo pueden hacer, también, de una manera velada u oculta. La UCA es una universidad que ha manifestado su interés en formar a buenos profesionales que contribuyan “al desarrollo humano equitativo y sostenible” (UCA, 2012, Misión). En este marco de formación, la UCA, “consciente de la función social que le corresponde desarrollar en la transmisión del pensamiento de las nuevas generaciones, asume la perspectiva de género como un componente fundamental en la formación de los(as) futuros profesionales.” (Arana García & Ruiz Almendárez, p. 1). En el campo explícito de la docencia, la UCA ha incorporado en las curricula de todas su carreras, asignaturas que estudian la Perspectiva de Género, con la intención de aportar “a la formación de mujeres y hombres con una visión transformadora de sí mismas(os), sus relaciones y de su entorno; capaces de aportar al desarrollo integral de la sociedad desde un enfoque de equidad social y de género.” (p. 1). ¿Cómo podemos el resto de docentes, no especializados en este campo, contribuir a esta transformación? Si ya existen asignaturas especializadas en la que se discute y aprende sobre estos temas, entonces, ¿ya tiene asegurada la universidad su rol transformador? Con anterioridad, explicamos la noción del ethos porque, de la misma manera en que podemos hablar de la existencia de un ethos oculto (con sus valores, clichés, expresiones, actitudes, conductas, etc.), en la universidad también se presenta el fenómeno del “curriculum oculto”: aquello que, aunque no aparece en los planes de estudios ni en los programas de la asignaturas, los(as) docentes transmitimos, de una manera consciente o inconsciente, de una forma evidente o de forma velada, y que influye en el proceso de captación de valores y en la formación Integral de nuestros(as) estudiantes. Por eso, no podemos contribuir a propiciar la adopción de la perspectiva de género dentro de la comunidad universitaria dejando esta labor, exclusivamente, a los miembros del Programa Interdisciplinario de Estudios de Género (PIEG) y a los profesores de las asignaturas de Género. Como nuestros comportamientos y actitudes se reflejan en otros, todos debemos contribuir de una u otra forma a alcanzar esta noble misión. Pero, para lograrlo positiva y afirmativamente, es condición indispensable que nos transformemos, primero, a nosotros mismos. No podemos ayudar a otros, si no logramos asumir plena y racional conciencia de abandonar a la concepción sexista. Es necesario que reflexionemos y revisemos nuestro lenguaje, expresiones, clichés el mensaje y la forma en que abordamos ciertos temas y situaciones, etc. Ahora bien, con respecto a la forma expresa, consciente y manifiesta en que podemos abordar estos temas en nuestras propias asignaturas, les comparto las recomendaciones que hace la Msc. Sandra Ruiz en su presentación “La educación desde una perspectiva de Género” (Ruiz, 2012, pp. 43-44): La creación y la difusión de nuevos materiales escolares que contemplen las aportaciones de las mujeres a la vida social y a la cultura.

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La revisión de textos científicos con vistas a modificar los errores causados por su visión androcéntrica. La implementación de programas específicos de orientación profesional que valoren la utilidad de la ciencia y la técnica en las aplicaciones sociales y humanas, aspecto poco enfatizado hasta el momento y que se considera como posible causa de la no elección de estas profesiones por parte de las mujeres jóvenes. La implementación de un lenguaje genérico, de inclusión. El diseño de programas específicos para facilitar a las muchachas el acceso a las nuevas tecnologías y a las profesiones tradicionalmente consideradas como masculinas. La modificación del currículum escolar dando lugar a los conocimientos y experiencias relativos a la salud, la sexualidad, las tareas de la vida cotidiana, las relaciones afectivas. El nombramiento de personas, en cada centro escolar o área geográfica, que revisen periódicamente la forma en que se realizan las promociones profesionales y fuercen así a que se tenga en cuenta a las mujeres. Para terminar, quisiera referirme a las palabras del jesuita Carlos Cabarrús S.J., quien en su artículo “La perspectiva de género y la Universidad: Un primer acercamiento a la cuestión” (2001) y reproducido en Arana García & Ruiz Almendárez, nos acerca a la moderna perspectiva Ignaciana sobre la forma de abordar el tema de Género en nuestra universidad: Hay que dejar claro que en esta pugna “el enemigo” contra quien se lucha no son “los hombres”, sino una “ideología pervasiva”: el patriarcalismo. El movimiento pretende algo que va más allá de ser simplemente “mujeres a favor de las mujeres”. Es una lucha por la transformación radical de la sociedad, para que a cada persona, hombre y mujer, se le permita realizarse plenamente según sus capacidades, habilidades e intereses, y no se limite con papeles estereotipados. Es una lucha de inclusión y no de exclusión. Es una lucha por incorporar y abrir caminos a posibilidades y no por cambiar únicamente el manejo del poder. (Cabarrús C. S, J., 2012, en Arana García, L., Ruiz Almendárez, S., p.58). Eddie Sánchez Mendioroz. Octubre del 2012. Referencias Arana García, L. & Ruiz Almendárez, S. (Comps.). (2012). La perspectiva de género en la educación universitaria. Managua: Diplomado Superior en Docencia Universitaria-UCA. Cabarrús S.J., C. R. (2001). La perspectiva de género y la universidad: un primer acercamiento a la discusión. En Arana García, L. & Ruiz Almendárez, S. La perspectiva de género en la educación universitaria. Managua: Diplomado Superior en Docencia Universitaria-UCA. Centro de Información de las Naciones Unidas para Argentina y Uruguay. (Comp.). (2007). La ONU y la Mujer: Compilación de Mandatos. Buenos Aires: CINU.

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Cobo, R. (2005). Globalización y nuevas servidumbres de las mujeres. En Arana García, L. & Ruiz Almendárez, S. La perspectiva de género en la educación universitaria. Managua: Diplomado Superior en Docencia Universitaria-UCA. De Barbieri, T. (1993). Sobre la categoría género: Una introducción teórico-metodológica. Debates en Sociología, 18, pp. 2-19. Glosario básico de conceptos para trabajo de género. (s.f.). Kaufman, M. (1995). Los hombres, el Feminismo y las experiencias contradictorias entre los hombres. En Arana García, L. & Ruiz Almendárez, S. La perspectiva de género en la educación universitaria. Managua: Diplomado Superior en Docencia Universitaria-UCA. Health Canada. (Junio, 2003). Exploring Concepts of Gender and Health. Recuperado el 3 de octubre del 2012, de http://www.hc-sc.gc.ca/hl-vs/pubs/women-femmes/explor-eng.php#a3.2 Ruiz Almendárez, S. (2012). La educación desde una perspectiva de Género. Managua: no publicado.

[1] Esta es una traducción del texto publicado en Inglés en el sitio web de “Health Canada”: “Gender refers to the array of socially constructed roles and relationships, personality traits, attitudes, behaviors, values, relative power and influence that society ascribes to the two sexes on a differential basis. Gender is relational and refers not simply to women or men but to the relationship between them”. Recuperado el 10 de octubre de 2012, de http://www.hcsc.gc.ca/hl-vs/pubs/women-femmes/explor-eng.php#a3.2 [2] En e-mail dirigido a mi persona. Esta entrada fue publicada en Sin categoría el 16 noviembre 2012.

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