ENSAYO Erase Una Vez

Colegio “San Gabriel” Andrés Sánchez 2do de Bachillerato “E” Lunes, 27 de febrero del 2012 EL PODER DE LA ZANAHORIA “La

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Colegio “San Gabriel” Andrés Sánchez 2do de Bachillerato “E” Lunes, 27 de febrero del 2012

EL PODER DE LA ZANAHORIA “La zanahoria debe ser mediana - dice Aldo Debes mojarla en agua lluvia y luego untarle limón. La dejas cinco minutos a fuego lento y enseguida la pones a congelar.” EFRAIM MEDINA

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El libro “Érase una vez el amor pero tuve que matarlo” escrito por Efraim Medina, relata el amor de un vividor llamado Rep que se asemeja a la gran mayoría de su edad. Comienza con el típico vacile pasando por pocas relaciones serias, para luego tomar cara a un verdadero amor, que no lo va a poder olvidar hasta botar una zanahoria congelada por la basura. Este amor pasó por altos y bajos, trato de ser eterno, supo superar obstáculos (como la separación de ciudades entre Rep y cierta chica), al final se enfrió, terminando para esa cierta chica, pero para él, este fin lo atormento por mucho tiempo hasta que por fin supo tomar coraje y dar ese quemimportismo que se merecía ese amor. ¿Cómo puede una simple zanahoria mojada, calentada, congelada y luego desechada, sanar las heridas de un amor?

Esto surge involuntariamente. Lo que hace que esto nazca en principio es la atracción física que se siente por otra persona, luego de haber iniciado la relación, las vivencias, los buenos momentos y las experiencias son las que lo pulen, dándole forma porque en un inicio parece verdadero y eterno. De aquí sale la primera relación con la zanahoria: al ser mojada con agua lluvia y untada limón quiere decir que está siendo preparada, casi como un delicioso plato de comida que debe seguir ciertos pasos en su preparación para llegar a ser disfrutado.

Cuando el amor llega a la cúspide, es ahí donde se lo debe gozar intensamente, si bien en algún momento existen peleas, también habrá momentos felices, incluso pueden 1

MEDINA Efraim, “Érase una vez el amor pero tuve que matarlo”, Editorial Planeta Colombiana, Tercera Edición, Colombia, 2007, pág. 182.

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darse separaciones de corto plazo, pero así es el amor, al ser lo mejor cultivarlo permanentemente, porque si llega a apagarse se sufrirán las consecuencias a futuro. Esto arde en llamas por muy poco tiempo, se mantiene en esa cúspide solo por un corto lapso como la zanahoria a fuego lento por cinco minutos.

Después de que el amor se calentó obviamente tendrá que enfriarse y posiblemente luego desaparecer. Eso pasó entre Rep y esa cierta chica porque él no supo valorar lo que tenía, pensó que podía hacer lo que quisiera y que ella nunca iba a reaccionar ni dejarlo solo, pero eh aquí el error. Los humanos, así como tenemos la capacidad de esperar, también poseemos la de cansarnos y, peor aún, el ser tratado mal, exactamente lo que le pasó a esa cierta chica, se cansó del maltrato de Rep, de su indiferencia culminando en separación y enfriamiento de su amor. La zanahoria congelada hace mención a esta parte de la historia porque intenta dar imagen de lo que en realidad pasó entre estos dos. El congelar un amor es sinónimo de tratar de apagarlo; la frialdad de Rep lo único que logró fue eso, extinguir ese sentimiento que su amada tenía hacia él y que no supo valorar.

Dejar una zanahoria en el congelador, después olvidarte de ella y, por último, darte cuenta que estuvo allí pudriéndose por un largo tiempo, no tiene diferencias con un amor que se descuidó y se dejó en el olvido. Rep en el afán de no olvidar lo que sentía por esa cierta chica terminó haciendo eso y por ende la olvidó. Con el paso del tiempo sus heridas fueron sanando lentamente que ni él mismo se dio cuenta que ya no estaban. Tomó ese quemimportismo hacia el amor matándolo de una vez por todas y deshaciéndolo como el agua lo hizo con el pedazo de hielo negro sin dejar rastro alguno de la zanahoria (amor). “Este es el amor con el que aman los hombres ordinarios. Tales personas aman, en primer lugar, no menos a las mujeres que a los hombres; en segundo lugar, aman en ellos más sus cuerpos que sus almas 2 y, finalmente, aman a los menos inteligentes posible...”

El olvido no es cosa fácil; hay personas que creen amar pero ni siquiera saben que es lo que implica este sentimiento; terminar una relación que fue buena no es motivo de tristeza eterna; tenemos que buscar un amor que sea correspondido, de a dos no de a uno; sería bueno tener el poder de la zanahoria, pero a la final, es solo un sueño. 2

PLATÓN, “El Banquete”, pág. 11.

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