Ensayo Del Populismo 5hojas

EL POPULISMO, BREVE VISIÓN EN LATINOAMERICA Y EN EL PERU Termino muy difícil de definir, ya que a veces y en diferentes

Views 174 Downloads 3 File size 51KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

EL POPULISMO, BREVE VISIÓN EN LATINOAMERICA Y EN EL PERU Termino muy difícil de definir, ya que a veces y en diferentes ocasiones ha sido relacionado con las clases populares de buena manera (“El pueblo”, ostente el poder en los estados democráticos, en contra así de las élites o clases dominantes) y en otras ocasiones relacionado con significaciones peyorativas (uso de “medidas de gobierno populares”, aún a costa de tomar medidas contrarias al estado democrático). En esta última visión plasmamos la siguiente cita: Populistas a la derecha, populistas a la izquierda. Quien dice «populismo» se adentra en un terreno difícil... En todo caso, el concepto de populismo es peyorativo.... Hablamos entonces de demagogia, y la demagogia tiene un gran repertorio de métodos.

Ralf Dahrendorf.

En la literatura política no hay una definición rigurosa de populismo. Por lo general este concepto se refiere a movimientos políticos que se inspiraron en la tradición y la historia de un pueblo y consideran este como depositario de valores exclusivos que son específicos, permanentes y exclusivos. Para el populismo el pueblo es fuente de inspiración y objeto constante de referencia. Sin embargo la literatura política, considera al populismo como lo puesto al elitismo. Por la sencilla razón que el elitismo exalta los valores de una elite político, económica y social; y desprecia los valores que emanan de otros grupos que no integran la elite. El elitismo desprecia todo aquello que esta fuera de su concepción del mundo y le niega al pueblo el derecho de participar en el poder político y económico. El elitismo es por naturaleza marginador y xenófobo. A diferencia del elitismo, el populismo desarrolla políticas orientadas a satisfacer necesidades y demandas populares. Ello no quiere decir, que en los movimientos populistas no existan tendencias elitistas, pero una cosa es la formación de elites al interior de los partidos populistas y otra es el elitismo como predica política.

Las definiciones sobre populismo son diversas y confusas, sin embargo Norberto

Bobbio,

Nicola

Matteucci

y

Gianfranco

Pasquino

en

su

“DICCIONARIO DE POLITICA” expresan cuatro definiciones que son las siguientes: Peters Wills, dice que populismo es “ todo credo o movimiento basado en la siguiente premisa principal: la virtud reside en el pueblo autentico que constituye la mayoría aplastante y en sus tradiciones colectivas”. Ilogel Fallers, sostiene que el populismo es una ideología por la cual “la legitimidad reside en el pueblo”. Peter Worsley, entiende que el populismo es “la ideología de las pequeñas gentes del campo amenazadas por la alianza entre capital industrial y el capital financiero”. Finalmente Edward Shils dice: “el populismo se basa en dos principios fundamentales: la supremacía de la voluntad del pueblo y la relacion directa entre pueblo y el liderazgo”. En estas cuatro definiciones encontramos un denominador común; que es el pueblo la fuente de inspiración de los movimientos populistas. Hay quienes asocian el populismo a la demagogia y al estatismo. Pero es una generalización otorgada a una solo vertiente político-ideológica, ya que la demagogia no es una particularidad específica de los líderes populistas. Hay demagogia en líderes que profesan otras ideologías que no tienen que ver nada con el populismo. Que el populismo sea estatista, es otra generalización, otra imprecisión, porque si bien es cierto que en algunos regímenes populistas, sobre todo latinoameriacanos creció el estado, el populismo no es una exaltación del Estado, no pone al Estado por encima del individuo como lo hacen los regímenes totalitarios. Tampoco es cierta aquella afirmación, en el sentido de que el populismo rechaza la ciencia y la técnica moderna, puede haber populismos que tengan tendencia, pero no todos los populismos actúan necesariamente en esta orientación.

Hay una característica propia de los populismos latinoamericanos, es la personalización del liderazgo, que con otros términos se podría calificar como “caudillismo”. El líder populista latinoamericano se articula con la masa, más que con la institución, vale decir, el partido político. Más allá de las diferencias ideológicas entre el “Perú como doctrina”, de acción popular, “El Antiimperialismo y el APRA”, “espacio y tiempo histórico”, del Partido Aprista en el Perú, “el estado Novo” de Getulio Vargas en Brasil y el justicialismo de Perón, Belaunde, Haya de la Torre, fueron lideres reconocidos por las masas. El grado de demagogia, como se ha visto, es una característica universal que varía en cada líder, sea populista o asuma otra ideología y mensaje político. La relacion líder-masa es y ha sido una constante en los movimientos populistas. El líder también personifica la ideología y es el centro sobre el que gira la militancia. Si bien en esos movimientos hay ideologías implícitas y explicitas, ellas pierden importancia ante la presencia del líder. La mayoría de los autores que han estudiado los movimientos populistas coinciden en que “los fenómenos populistas latinoamericanos surgen como movimientos sociopolíticos y en ocasiones como regímenes estatales en aquellas fases históricas caracterizadas como la transición entre una economía predominante agrícola a una economía industrial y, concomitantemente, entre un sistema político con participación restringida a un sistema político con participación amplia”. Ello explica porque los partidos políticos populistas latinoamericanos son reformistas. Lo son porque quieren cambiar una sociedad tradicional por otra moderna. Ello explica también porque hay una tendencia estatista en estos partidos, porque el Estado es el instrumento adecuado para hacer las reformas, que están elaboradas en los programas. Sin embargo no sería justo ubicar a los populismos latinoamericanos en un único y mismo grupo.

Son tres las características generales de estos populismos:

-

Personificación del liderazgo (caudillismo).

-

Reformismo.

-

Desarrollismo.

El “Estado Nuevo” de Getulio Vargas es por definición modernizador y tiene una estructura ideológica que cuestiona la sociedad tradicional, la que será reemplazada por otra moderna predominante capitalista. El Aprismo tiene variantes ideológicas. Nace como un partido de inspiración marxista, en donde se combinan algunas ideas de Marx, con simbolismos fascistas. Esta posición es luego modificada y Haya de la Torre elabora otra ideología que denomina “espacio y tiempo histórico”, una cuestionable aplicación de la teoría de relatividad de Einstein para justificar la praxis política de este partido, en donde el relativismo es la justificación ideológica de las posibles variantes y acomodos políticos, de dicha agrupación política a lo largo de su historia. Treinta años de aprismo es la justificación de la opción capitalista del APRA, que se manifiesta entre los años cincuenta y sesenta. El APRA, durante el liderazgo de Alan García Pérez regresa a sus fuentes originarias y se pronuncia ante imperialista, incorporándose luego a la social democracia internacional. El justicialismo de Juan Domingo Perón, combina elementos modernizadores, exalta la clase obrera y los sectores medios, pero como el aprismo desarrolla una simbología fascistoide. Acción Popular de Fernando Belaunde Terry. En el “Perú como doctrina” se sostiene que la historia y la tradición del pueblo peruano es la fuente de inspiración de una doctrina. Paralelamente y a consecuencia de la interpretación que de “El Perú como doctrina” se hace, se incorpora el concepto de Humanismo para la justificación de la praxis política de este partido. Es el único partido populista que llega a plantear una sociedad sin clases. En la práctica Acción Popular posee una ideología revolucionaria, se convierte en un movimiento político de centro, desarrollista y modernizador.

Los movimientos populistas persiguen la integración social, pero al no producirse una total integración entre las aspiraciones y demandas populares, y el liderazgo, no pueden lograr su objetivo. Es interesante la estructura pluriclasista de los partidos políticos populistas. En ellos hay una composición de clases medias y populares. Pero el liderazgo es una combinación de formas aristocráticas y modernizantes. Como señala Gino Germani hay un carácter heterómano en los movimientos populistas. Esta heteronomía es ideológica y organizativa. No es el producto de una constitución autónoma de las masas en sujetos políticos. Sino que estas están subordinadas a la elite, y en la mayoría de los casos, líder carismático que dirige y controla el movimiento. Si bien es cierto que hay una desarticulación institucional, vale decir, partidaria y de masas, los líderes populistas que por lo genera provienen de estratos burgueses, son rechazados por su clase social debido al lenguaje popular, reformista, y en ciertos casos revolucionario, que utilizan. En ello se presenta un figura similar a la de los Alcmeónidas Atenienses, grupo aristocrático comprometido con los intereses del Demos (Pueblo), y que son mal visto por la aristocracia Ateniense. No obstante, tanto sus contradicciones internas y las modificaciones de actitudes políticas, así como las distancias entre los principios ideológicos y la práctica política, los populismos latinoamericanos, crearon una serie de condiciones reformistas, y formaron conciencia en las masas populares, del status de la explotación y de la dominación socioeconómica existente. Además, contribuyeron a ampliar los espacios democráticos, y los niveles de movilización sociopolítica. Debido al populismo, diversos grupos de la sociedad latinoamericana pudieron participar en el poder y la riqueza. Incluso se puede advertir desplazamientos entre las elites. El populismo fue y es una respuesta al estado aristocrático latinoamericano y un medio de ascenso social, fundamentalmente de las capas medias; fui un intento por autonomizar el Estado del poder aristocrático.