Ensayo de perfumes

Carlos Iván Arellano Jacob A00819329 Tarea 7 economía Mercado de las fragancias aromáticas Las fragancias aromáticas co

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Carlos Iván Arellano Jacob A00819329 Tarea 7 economía

Mercado de las fragancias aromáticas Las fragancias aromáticas con las que hoy en día apantallamos a congéneres tienen muchísima historia detrás de ellas; el uso de estas puede datarse a hace más de cinco mil años en el Antiguo Egipto donde sacerdotes las usaban en sus oraciones con el fin de elevar su espíritu y tener experiencias cercanas a la divinidad. En Grecia, todo aquello que pudiera ser acreedor de belleza, proporcionalidad y estética era entonces sujeto a un origen divino, como las fragancias encontradas en muchas plantas (el aroma de la mirra, el aroma de la rosa, etc.). Sin embargo, no fue sino hasta que los griegos exportaron sus costumbres desde el Cercano Oriente hasta España que se dio el auge de los perfumes en una escala mucho mayor y comenzó la historia del perfume y adquirió la “definición” que hoy damos por entendida de este: una fragancia con un olor agradable. Este efecto solo se vio incrementado con las Cruzadas, el Renacimiento, entre otros eventos históricos acontecidos alrededor del siglo XV. Las fragancias se encuentran en muchos ámbitos de la vida: religión, historia, cultura (y éstos a su vez también se encuentran en ellas de manera recíproca). Es así, que una de las partes más importantes a analizar dentro de la definición de un perfume (entiéndase fragancia aromática) es su mercado, específicamente el mercado actual. El mercado del perfume es extenso e intenso. No solamente se pueden encontrar fragancias casi en cualquier lugar del globo, sino que también se pueden encontrar infinidades de tipos de fragancias (aunque la mayoría pertenezca a un selecto grupo de firmas abarcando así un gran campo de la oferta); desde aquellas fragancias de la marca Axe con un valor inferior a los cincuenta pesos mexicanos que pudieras conseguir en cualquier farmacia o tienda de conveniencia hasta el DKNY Golden Delicios Million Dollar Fragance Bottle llegando a la astronómica cifra de un millón de dólares estadounidenses. Así pues, si se tuviera que decidir en la selección de un segmento de la población que yaciera en las capacidades económicas de demanda de un perfume o fragancia aromática, no podríamos llegar a un consenso. La cartera es la que habla. Pero si enfocarnos a un grupo es lo que se busca, atenernos a los precios promedio de las tiendas departamentales las cuales son en general las que manejan los productos originales de estas fragancias (ya se hablará más al respecto), sería lo mejor.

Este mercado de perfumes y fragancias aromáticas generalmente ronda desde los quinientos hasta los cuatro mil pesos, dirigiéndose por ende a una población de clase media-baja y más altas. Pese a que todas las fragancias contienen muchos ingredientes parecidos, lo que los hace diferir principalmente en su valor es el fijador con el que cuentan, haciendo que mientras algunos duren una o dos otras, los de mayor duración alcancen hasta seis u ocho horas; los hay de muchas intensidades: 

Perfume: 15-45% de esencia aromática.



Eau de Perfume: alrededor de 15%.



Eau de toilette: alrededor de 7-15%.



Eau de cologne: alrededor de 3-6%.

El mecanismo mediante el cual funciona el mercado de las fragancias es simple. Comienza con la obtención de las materias primas de un perfume. Podríamos decir que principalmente, se compone de dos principales compuestos: alcohol y la esencia aromática. Aquí, mediante un mercado de factores de producción, empleados de empresas intermediarias destilan el alcohol, y mediante algunas de las diferentes técnicas de extracción de fragancia (maceración, expresión, destilación, enfleurage, etc.) obtienen los recursos iniciales que pondrán marcha a este mecanismo. Luego, esta materia prima pasa a un laboratorio especializado en fragancias, comúnmente de la marca que vende la fragancia original, donde también se sintetiza el fijador de la misma, y todo esto se mezcla para luego ser envasado, empaquetado y marcado. Este mercado también se puede considerar uno de factores de producción, aclarando que cuando el laboratorio adquirió las materias primas, este primero se convirtió en uno de bienes y servicios. Después, con el producto terminado, las grandes compañías de tiendas departamentales (aquellas encargadas de la mayor venta de este tipo de productos) contactan con los laboratorios para comprarles al mayoreo (convirtiéndose así en un mercado de bienes y servicios otra vez). El final de la cadena es cuando la tienda departamental contrata a personal (mercado de factores de producción) que se encarga de promocionar y vender a aquellos transeúntes que generalmente dicen: “solo ando viendo”, pero que, en un descuido, pueden irse a su casa con algo más que un simple vistazo. Así, el cliente paga, la empresa gana, el laboratorista come y el trabajador, trabaja.

La demanda de las fragancias es descomunal y va al alza. En palabras de Pierre-Yves Bianchi, supervisor de administración de Inter Parfums Latin America, dedicada a la producción, comercialización y distribución de una amplia gama de fragancias, entre ellas, Mount Blanc: “El año pasado México se convirtió en el primer mercado para la perfumería de MontBlanc en América Latina, por encima de países como Brasil y Argentina. El trabajo hecho por Antera, nuestro distribuidor es muy bueno, cada vez estamos en más puntos de venta. En lo que va de 2016 llevamos un crecimiento de 40% con la marca” – Pierre Yves Bianchi Y nada que decir de la oferta de estos productos, ya que con más de cien firmas productoras de esencias aromáticas con muchos productos emblema que ya hasta podrían considerarse parte de la historia, dígase el Channel N° 5, el conocido favorito de Marilyn Monroe que fuera hacer pedido también en 1921 por Coco Chanel a uno de los primeros “narices”, Ernest Beaux. Pero no todo es miel sobre hojuelas, ya que según la revista Forbes, la piratería le cuesta 236,000 mdp anuales a la economía mexicana, y pese a que no se desglosa el valor específico que afecta al mercado de las fragancias, podemos intuir que este es muy alto. Es muy común ver a vendedores en los tianguis que se ponen cada semana en “x” o “y” colonia, vendiendo centenares de botellas que contienen una copia de la fragancia original. ¿Difiere el olor? Casi no. ¿Qué es lo que no se logra entonces? La permanencia de la fragancia, además de los diferentes aromas que despide esta después de haber sido aplicada horas después. Uno fácilmente puede darse cuenta de esto al oler dos fragancias, una original y otra pirata. La original, no perderá su efecto e ira despidiendo diferentes olores conforme el paso del tiempo, mientras que la copia, solo hará su efecto por lo más, a una hora, y será siempre el mismo olor. El fijador es la clave. ¿Es esto un problema? Por supuesto que sí. Las regulaciones y especificaciones internacionales y/o federales con las que se elaboran las fragancias originales son una prioridad si se habla de satisfacción al cliente. Al año se presentan infinidad de casos de reacciones alérgicas a fragancias piratas debido a compuestos químicos que son demasiado abrasivos y fuertes para la piel (eso en el mejor de los casos). Mas allá, el mercado de estas fragancias piratas no es un mercado regulado en donde se respeten los diferentes impuestos; ¿Y cómo serlo? Si don José, aquel señor bonachón del puesto de carpa roja donde encuentras desde electrodomésticos hasta medicinas controladas te deja el frasco de Bleu de Channel que en Liverpool cuesta dos mil quinientos pesos a solamente trescientos pesos ¿Es que está loco don José? ¿Es que no sabe que aquel producto que él te asegura y perjura es original lo venden en una tienda departamental siete veces más caro y podría obtener mucho más dinero? ¿O

es que hay algo más? Es esta pues una de las razones por las que los precios de estos perfumes que podemos encontrar en una tienda departamental son tan elevados: nos aseguran calidad, procedencia, elegancia, marca, entre otras cosas. Este tipo de mercado difícilmente cae en fallas de falta de competencia; hay de donde escoger. Pero donde más se encuentra la necesidad de una intervención, por ejemplo, del gobierno, es como ya se dijo, en el caso de la piratería, cosa que es muy difícil, ya que generalmente, estos vendedores de tianguis caen en irregularidades dentro del mismo sistema pagando plaza, o derecho de piso a los mismos oficiales o a cargos públicos más altos. El problema yace no en la existencia del producto pirata, si no en la falta de acción de las regulaciones y la jurisprudencia. Por último, es indispensable señalar que para que las diferentes fragancias puedan ser puestas a la venta tienen que pasar un minucioso proceso en laboratorio con el fin de comprobar su seguridad, sanidad y calidad, con el fin de no ser un riesgo para la salud del cliente. Esta es una barrera tecnológica. Después, dependiendo del caso de la fragancia, proceso, químicos, etc. Es que se puede aproximar a un precio de venta, el cual se deberá ajustar a un precio que asegure las mayores ganancias posibles atrayendo la mayor cantidad de la población disponible sin sacrificar valor. Por último, a fin de cumplir con normas especificadas por el gobierno, como derecho de nombre o de marca, estas deberán de registrarse a fin de no tener problemas con su compraventa. Cabe aclarar que el mecanismo de mercado puede ramificarse infinitamente hasta por ejemplo la proveniencia del valor que se pagó por el calzado que llevaba el obrero que trabajó la tierra donde se sembró el tomate que la persona que compró el perfume comió el día de su compra. Pero a fines del trabajo, había que poner unos límites claros.