Ensayo de Joan Robinson

Yeimmy Yulieth Toloza Sánchez 2161964 Ensayo Bucaramanga, 16 de Noviembre del 2017. CONTRIBUCIONES DE UNA MUJER A LA EC

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Yeimmy Yulieth Toloza Sánchez 2161964 Ensayo Bucaramanga, 16 de Noviembre del 2017.

CONTRIBUCIONES DE UNA MUJER A LA ECONOMÍA: JOAN ROBINSON. “he preparado esa caja de herramientas que es mi obra, con la esperanza de ayudarle en su tarea, que sólo puede contribuir de forma indirecta a nuestro conocimiento del mundo real” (Robinson, 1973, pp. 28). La participación de la mujer en la economía es cada vez más importante, pues en la actualidad, la influencia de la mujer en el campo laboral ha reducido los índices de pobreza, ya que aportan un buen porcentaje al PIB, especialmente en países desarrollados. Por ende su contribución al desarrollo económico es de vital importancia, tanto que la productividad general del trabajo bajo la introducción de la mujer en el campo laboral, es uno de los pilares fundamentales en los que se apoya el Banco mundial. Sin embargo, no solo es en el aspecto laboral en el que han influido las mujeres dentro del campo económico, pues bien, en la historia del pensamiento económico, aunque son pocas las mujeres que han contribuido, quienes han tenido cabida en dicho campo han hecho sus aportes de una manera muy significativa, pues se han sabido defender y han demostrado que la economía no es sólo para los hombres, sin dejar a un lado las grandes contribuciones de los hombres en la economía, sino que cuando interviene la mano de una mujer se pueden obtener resultados similares o hasta superiores. Tal es el caso de Joan Violet Robinson, una de las economistas más importantes del siglo XX, quien sin duda alguna, se puede igualar a grandes pensadores, tales como Keynes, Ricardo o Marshall, solo por nombrar algunos nombres. Así entonces, el presente ensayo tiene como objetivo exponer la importancia de la contribución de Joan Robinson a la ciencia económica pues en su gran obra La Economía de la Competencia Imperfecta publicada en

1933, se puede detallar una rigurosa fundamentación analítica en el campo de la microeconomía. Sin embargo, también se ahondará en el hecho de que La Economía de la Competencia Imperfecta, no constituye una base para poder explicar los problemas que se dan en la realidad. Pues más adelante en La Competencia Imperfecta en Retrospectiva publicada en 1953, Robinson se convirtió en una crítica del libro que tanta fama le dio. Cabe mencionar aquí los aspectos más importantes de la vida de ésta maravillosa mujer. Joan Violet Robinson nació el 31 de Octubre de 1903. Decidió estudiar economía, “porque consideraba que le ayudaría a entender la pobreza y cómo podría solucionarse” (Pérez, 2010, pp.78). Además, fue integrante del Cambridge Circus y la primera mujer en recibir un Fellowship del King’s College en 1979. También ayudó a Keynes en su obra más importante, la teoría general del empleo, el interés y el dinero, pero en 1983, falleció en Cambridge. Ahora bien, la importancia que se le debe dar a los aportes de Joan Robinson en la economía debe ser fundamental, pues su obra más representativa la Economía de la Competencia Imperfecta, demuestra un riguroso análisis sobre cómo la teoría económica debe estudiar los problemas que le compete, no solo bajo supuestos, sino también considerando aspectos similares a la realidad. Sus contribuciones, principalmente al campo de la microeconomía se ven evidenciados en cinco aspectos fundamentales, expuestos a continuación: la solución de tangencia, la teoría del valor, las técnicas marginales, medias y la elasticidad, discriminación de precios y el mercado del factor trabajo. En primer lugar se encuentra la solución de tangencia, la más importante de sus contribuciones, en donde se refleja la importancia que debe tener el pensamiento de Joan Robinson en la economía, pues bien, en la actualidad, la microeconomía estudia el comportamiento de los pequeños mercados, por lo tanto los precios y las cantidades ofertadas y demandadas, además de los beneficios y los costos son de vital importancia para el economista. Así, el análisis que expone Robinson respecto a las decisiones que debe tomar un empresario en cuanto al precio, son fundamento de dicho campo. Pues analiza dos situaciones: bajar los precios del producto, con el fin de producir y vender más, o produciendo menos manteniendo o incrementando los precios. Sin embargo, se deben

considerar los costos. Ya que “resulta arriesgado ser el primero que sube los precios cuando han aumentado los costos, o el último que los baja cuando aquellos han disminuido” (Robinson, 1979, pp. 209). Todo ello por contrarrestar la competencia, que es en lo que en últimas, quiere la empresa para garantizar su control sobre el mercado, por ésta razón, Robinson tiene la concepción de la empresa como monopolio. Otra importante contribución fue la teoría del valor en términos de monopolio, aquí parte de una hipótesis de racionalidad, la cual tiene gran importancia en el campo económico y que: “consiste en separar los elementos de la situación que influyen en las decisiones del individuo; en concreto y considerando la decisión de un productor individual respecto al precio de venta. Éstas dos partes serán dos curvas: la demanda y los costes de producción” (Gallego & Perdices, 2007, pp. 288). Dicho análisis situó a su obra en la línea de los avances teóricos y analíticos más importantes de la economía en ese momento. Y como el punto de partida de la obra que más fama le dio a Robinson, como se ha mencionado antes, parte de la concepción de la empresa como monopolio, da pie a la autora para implantar el uso de las técnicas marginales, medias y las elasticidades. Esto sin duda alguna, es lo que se puede rescatar de la competencia imperfecta de Robinson, pues la aplicación de dichos postulados tiene gran importancia para el estudio de la microeconomía hoy en día. Aquí se destaca la reintroducción del ingreso marginal de Cournot, la elasticidad de sustitución, es decir, la relación entre la función de producción con sus productos marginales; y el costo marginal. Para establecer el equilibrio del monopolio, hace uso de dichas herramientas, planteando que los precios y la producción de equilibrio se determina cuando el ingreso marginal es igual al coste marginal. Esto último a su vez, determina la maximización de los beneficios del monopolista, lo cual lleva a un análisis un poco más real que el que plantea la competencia perfecta, al establecer costo marginal igual al precio para maximizar beneficios. Dicho postulado de Robinson es de vital importancia, pues la maximización de beneficios para la empresa es una cuestión que se estudia a fondo en algunos campos de la ciencia económica, tal como lo es la microeconomía.

En tercer lugar, se encuentra el estudio de la discriminación de precios, donde igual que el beneficio en competencia imperfecta, establece que “el beneficio del monopolista discriminador será máximo cuando el ingreso marginal de cada mercado sea igual al costo marginal de la producción total” (Páez, 2013, pp. 17). Es decir, que el monopolista puede aumentar sus precios transfiriendo unidades de venta del mercado al mercado mismo, en otras palabras, la discriminación de los precios permite a la empresa obtener mayores beneficios, pues el producto es vendido a diferentes precios, controlando de ésta manera el mercado e impidiendo la entrada de otras empresas. En este aspecto Joan Robinson, realmente hace un análisis un poco más real de los problemas económicos, pues las estrategias de venta utilizadas por las grandes empresas, disminuyen la posibilidad de que pequeñas y medianas empresas entren a competir, así entonces demuestra que la competencia perfecta no se puede dar, pues el control de mercado lo tienen algunas empresas en particular, que pueden mantenerse ante fluctuaciones de la demanda y de los costos. Respecto al mercado del factor trabajo, expone una cuestión, que realmente no se puede contradecir, pues es lo más cercano a la realidad, a saber, el hecho de que el producto marginal del trabajo es mucho mayor a lo que recibe el trabajador en términos de salario. A dicha situación, Joan Robinson la llamo “explotación monopolística”, pero también estableció, que existían imperfecciones en el mercado de la contratación del trabajo, a lo que llamo “explotación monopsonística”. A estas clases de explotaciones, Joan Robinson da solución, a saber, la necesidad de la acción sindical, pues para ella “el ejercicio del poder de negociación contra la fuerza de los monopolios aumenta los salarios reales e incrementa la ocupación” (Robinson, 1973, pp. 131). En contraste, ahora se ahondará en las implicaciones que tuvo Joan Robinson en sus postulados, los cuales fueron reconocidos por ella misma en su obra La Competencia Imperfecta en Retrospectiva publicada en 1953. En primer lugar, como ya se ha mencionado antes, a pesar de que los aportes de Joan Robinson a la economía son lo más cercanos a la realidad,

“los supuestos que resultaban adecuados –o que esperaba lo fuesen- para tratar esos problemas no constituyen ni mucho menos una base apropiada para un análisis de los problemas de los precios, producción y distribución que se plantean en la realidad” (Robinson, 1979, pp. 200). Pues bien, según Robinson, la mayor falla que tuvo en su obra de La Economía de la Competencia Imperfecta, fue el estudio de una teoría estática y no dinámica, pues el análisis de los problemas de empleo y la acumulación de capital, es decir la maximización de beneficios, es mucho más importante que la teoría del valor en términos del monopolio. Dice Robinson: “a mi modo de ver, la mayor falla de la Economía de la competencia imperfecta está generalizada dentro del tipo de teoría económica al que pertenece la obra; se trata de la incapacidad de considerar el factor tiempo” (Robinson, 1979, pp. 212). Aquí plantea que estaba transitando por el camino erróneo, pues evidentemente, todos los cambios económicos deben tener un lugar en un lapso de tiempo determinado y la posición que puede llegar a tomar en un momento dado depende de las posiciones ocupadas anteriormente. Por lo tanto, aquí reconoce que el término de equilibrio hacia el que tiende el mercado, realmente se desplaza antes de llegar a dicho punto, puesto que la posición de equilibrio a largo plazo no existe. Para ilustrarlo, pone de manifiesto que uno de los ejemplos más evidentes es la reacción que toma una industria frente a la elasticidad de la demanda de su producto. Pues bien, cuando la demanda de ciertas mercancías en el mercado ha presentado grandes variaciones en el pasado inmediato, en este caso ha aumentado, la industria se ha forzado a tope para contrarrestar dicho exceso de demanda, lo que hace que en el presente dicho esfuerzo se vea reflejado en los altos precios de las mercancías, y a su vez garantiza un aumento de ganancias futuras y se crea mayor capacidad productiva, es decir se invierte en maquinaria o en trabajadores. Ahora bien, otra falacia encontrada en las contribuciones de Joan Robinson, en cuanto a lo que se puede aplicar a la realidad, es:

“La forma sumamente primitiva en que se vio obligada a tratar al empresario y sus beneficios, el hecho de aceptar sin condiciones la idea de un nivel normal de beneficios o unas dimensiones de equilibrio de la empresa, el no lograr resolver la cuestión del oligopolio, su propia definición de la demanda, el supuesto según el cual el precio es el principal vehículo de la competencia (excesiva simplificación de la realidad)” (Pérez, 2010, pp. 88). En cuanto a que los precios no son el único vehículo de competencia Robinson, establece que en la competencia imperfecta, también influye la imitación de productos entre empresas, las estrategias de publicidad, el acceso a mejores servicios, por ejemplo facilidades de pago, entre otras. Esto sin duda, es fundamento del estudio de la economía, pues todo economista debe estudiar las estrategias de las empresas, con el fin de mantener el bienestar no solo de los productores, sino también de los consumidores. Sin embargo, los errores encontrados en la competencia imperfecta de Joan Robinson, se hicieron evidentes después de veinte años, pues cuando ella escribió Economía de la Competencia Imperfecta, su análisis se había desarrollado en una situación de depresión de la economía en ese momento, por lo tanto se iba a considerar como erróneos sus postulados, ya que necesitarían de complementos, pues su aporte podría ser catalogado de excesiva simplicidad. Así entonces, sus aportes debían ser complementados con consideraciones sobre los efectos del oligopolio, la hegemonía o importancia de los precios en el análisis microeconómico y un deseo de atenerse a las reglas del juego, es decir a las constantes variaciones que experimenta el mercado, en términos de demanda y oferta. En conclusión, a pesar de las falencias encontradas en la obra eminente de Joan Robinson, Economía de la Competencia Imperfecta, no se debe poner en duda sus postulados, pues como bien se ha mencionado anteriormente sus aportes a la ciencia económica, son considerados fundamento de la microeconomía y como ella misma mencionó, son una caja de herramientas analíticas y teóricas que permiten a quien está leyendo su obra, tener una concepción un tanto más cercana a la realidad de los problemas económicos.

Por ende, la contribución que hizo Robinson a la economía, debe tener cabida en la enseñanza de la misma, puesto que su obra fue situada en la línea de los avances económicos más importantes, debido al objetivo que presentaba, a saber, extender las técnicas marginales a otras formas, aparte de la competencia perfecta. Pero esto, solo se podría lograr si unificaba el análisis del monopolio con la competencia perfecta, con el fin de que el economista teórico pudiera encontrar respuestas prácticas a la economía del mundo real. Sin embargo, a pesar de otorgar un método más sencillo y operativo, nunca dejó de un lado la teoría económica, por el contrario, se alejó del análisis cuantitativo. Esto, es de gran importancia, porque Joan Robinson impacta al economista, haciéndolo concebir que la economía no es una ciencia pura, y ello se ve evidenciado en su eminente obra de la competencia imperfecta, pues ella misma mencionó, “Economía de la Competencia Imperfecta era una obra de erudición” (Robinson, 1979, pp. 200). Así entonces, es fundamental, darle cabida a sus postulados dentro de áreas, tales como historia del pensamiento económico o la microeconomía, puesto que sus aportes son de gran importancia, ya que si ella misma reconocía su obra como erudita, esto significa que lo que estaba contenido allí era un amplio y profundo estudio económico. Aquí se evidencia, que la teoría económica también puede tener usos prácticos, sin necesidad de concebir el análisis cuantitativo como algo fundamental a la hora de solucionar un problema o de hacer un estudio riguroso sobre las causas de los comportamientos de los seres humanos. Pues bien, para Joan Robinson, como ya se mencionó, la economía no es una ciencia pura, por el contrario es una ciencia moral, la cual debe tener como objetivo fundamental el bienestar y la justicia social. Ahora bien, el aporte literario que dejó Robinson a la economía, es de un estilo único, pues utiliza constantemente el sarcasmo y deja paso para la argumentación del lector, lo cual a su vez es muy interesante, pues como actualmente los estudiantes de economía han perdido la capacidad argumentativa y han dejado de un lado la escritura, la obra de Joan Robinson, es una invitación al estudiante para que se adentre en la literatura económica y fundamente otras áreas tales como la microeconomía, que hoy en día utiliza análisis cuantitativo, debido a que

es a partir de la teoría económica, que se puede llegar a implementar métodos prácticos en la economía.

Bibliografía. 

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RESTREPO, Ramiro. (1999). Joan Violet Robinson. Ensayos de economía. Volumen 10, Número 16, p. 139-148, 1999. ISSN impreso 0121-117X.



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