Ensayo Bermejo Lago

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Introducción Vicente Bermejo y Ma. Oliva Lago analizan en el capítulo “Conceptualización del desarrollo” los aspectos conceptuales del desarrollo cognitivo, mismo que tiene el alcance se ser aplicable al propio ámbito evolutivo. Para lograr dicho análisis hacen una necesaria revisión histórica, ya que es fundamental para comprender el “estado actual y […] los diferentes enfoques existentes en este campo […] en diferentes aspectos relativos a la Psicología del Desarrollo” (2005: 33) Definir a la Psicología del Desarrollo implica recuperar la propuesta de Bermejo (1982,1992) en la que la presenta como “paradigma de la Psicología Evolutiva”, debido a que en esta idea se resaltan los elementos y relaciones que resultan indispensable en la concepción misma del desarrollo. Otro concepto a considerar es el cambio evolutivo, el cual, según los autores, es un cambio conductual. Sin embargo, la idea de que el proceso se dé a la inversa es cuestionable. Una variable más para lograr el entendimiento del objeto de estudio de este texto es la edad o el transcurrir temporal, situación anclada en la interacción individual y sociocultural, y que, a su vez, destaca a la Psicología del desarrollo con respecto a la del Aprendizaje o la Psicoterapia.

Historicidad del Desarrollo Cognitivo De acuerdo con Bermejo y Lago, “el desarrollo se concibe como un proceso que no sólo afecta a la infancia y adolescencia; sino que incluso se prolonga a lo largo de la vida adulta y la vejez” (2005: 34). Tiempo atrás se consideraba que dicho proceso terminaba en la adolescencia, además de que existían variados conceptos que dependían de la edad o etapa de la vida en los seres vivos. Así por ejemplo se pueden detectar importantes cambios en la infancia, tanto social como científicamente, como puede apreciarse con la Declaración sobre los Derechos del niño en 1959. Recordemos por ejemplo la nulidad que tenían los infantes en la Eda Media y los innumerables crímenes que cada época cedía al infanticidio por las

diferentes creencias, costumbres e incluso el derecho al nombre como sucedía en la Época Victoriana (Davis, 2006: 139-203). No obstante, en el transcurrir de los siglos existieron pensadores que redignificaron la figura infantil. De esta menara, Luis Vives fue uno de los pioneros que, virando su atención al desarrollo infantil, aportó al campo de la educación las primeras estrategias de adecuación del proceso de enseñanza, centrados en los aprendices. Por otro lado, Locke y Rousseau concibieron el desarrollo como un crecimiento ordenado, prescrito por la naturaleza en los que había que aprovechas que los niños nacen como “tabula rasa”, por lo que se adaptan al medio ambiente y a su experiencia adquirida con el medio ambiente. El Siglo XIX fue el contexto para encontrar “los primeros estudios sistematizados en torno al niño, generalmente en forma de monografías biográficas” (Bermejo y Lago 2005: 35). Sobresalen las aportaciones de Preyer en la obra “El alma del niño” ya que contempla rubros como las actividades sensoriales, la imitación, las primeras formas de expresión entre otros. Según Bermejo y Lago, este siglo fue sumamente productivo tanto en las aportaciones científicas como en los datos empíricos por lo que es posible hablar de la Psicología del desarrollo como una ciencia nueva, a la que se suman las influencias y aportaciones del Freud, Hall y Baldwin. Durante el siglo XX la “Psicología del desarrollo se consolida como ciencia empírica” (Bermejo y Lago 2005: 35), en la que las aportaciones que sobresalen del conductismo, la postura de Gesell, Werner y Wallon, los aportes de Piaget. Al respecto Bermejo y Lago declaran que “a partir de los años sesenta la incidencia de la teoría piagetiana en el ámbito evolutivo es extraordinaria. Igualmente es notoria la influencia del enfoque del proceso de la información en todas las etapas del desarrollo, especialmente en la infancia y adolescencia” (2005: 36-37). Piaget mencionó que “el desarrollo del niño es un proceso temporal por excelencia” (en Bermejo y Lago 2005: 40), de tal manera que el trascurrir del tiempo es fundamental para el desarrollo, mismo que es secuencial por ello su propuesta

sobre los estadíos implica que no se puede pasar de una etapa a otra sin cursarlas por el orden cronológico. Lo anterior apoya la propuesta de Bermejo y Lago de que el cambio evolutivo transcurre a lo largo del tiempo. (2005: 44)

Concepto constructivismo en la actualidad A partir de las reformas educativas del siglo XXI, se propone que el proceso de enseñanza debe “centrarse en el aprendizaje, donde los estudiantes de manera autónoma, crítica y reflexiva, sean capaces de aprender a aprender, a ser y a hacer, y en la que los docentes (sic) sean los facilitadores de ese aprendizaje significativo” (Morales y Delgado, 2010: 1). Las reformas son propuestas por la UNESCO y la OCDE, en la “que se plantea al Constructivismo como el nuevo paradigma que debe dirigir los esfuerzos de la educación superior”. De lo anterior, Javier Onrubia (1999) menciona que: “Desde la concepción constructivista el aprendizaje escolar es un proceso activo desde el punto de vista del alumno, en el cual éste construye, modifica, enriquece y diversifica sus esquemas de conocimiento con respecto a los distintos contenidos escolares a partir del significado y el sentido que puede atribuir a esos contenidos y al propio hecho de prenderlos. […] La enseñanza debe entenderse como una ayuda al proceso de aprendizaje que los alumnos lleguen a aprender lo más significativamente posible, los conocimientos necesarios para su desarrollo personal y para su capacidad de comprensión de la realidad y de actuación en ella.”

Concepto constructivismo en México En los primeros años del siglo XXI, iniciaron en México las series de reformas integrales para la educación básica y la formación de maestros, integrada por los niveles de educación preescolar, primaria y secundaria ha experimentado entre 2004 y 2011 una reforma curricular que culminó este último año con el Decreto de Articulación de la Educación Básica. El proceso llevó varios años debido a que se realizó en diferentes momentos en cada nivel educativo: en 2004 se inició en preescolar, en 2006 en secundaria y entre 2009 y 2011 en primaria. En este último nivel educativo la reforma curricular se fue implementando de forma gradual, combinando fases de prueba del nuevo

currículum con fases de generalización a la totalidad de las escuelas primarias del país (Ruíz, 2013:1).

La principal integración de las reformas incluye retomar el concepto del constructivismo, al tiempo que deben desarrollarse aprendizajes por competencias. De acuerdo con el proyecto DeSeCo (Definición y Selección de Competencias) de la OCDE, cada competencia1 debe: 

Contribuir a que el resultado del aprendizaje de los individuos sea relevante y funcional en su contexto.



Ayudar a los individuos a enfrentar una variedad de demandas en una diversidad de contextos.



Ser importante no sólo para los especialistas sino también para los individuos. Estos son los pilares de la educación a nivel mundial y que dan pie al llamado

enfoque por competencias y rigen el sistema educativo de diferentes políticas públicas. Los aprendizajes por competencias se oponen a los saberes anquilosados y a la fragmentación del conocimiento, con la finalidad de movilizar los saberes académicos en situaciones concretas de la vida cotidiana.

Cómo influye en la educación, clases, maestros y familia Desde estos enfoques, las estrategias educativas que se aplican en las aulas se basan en proyectos, de tal manera, que las asignaturas se dividen en 5 proyectos anuales, en los que los alumnos deberían construir sus aprendizajes con la finalidad de adquirirlos significativamente. Eso implica que las dinámicas de las clases fueran diferentes, desde la disposición espacial de los pupitres, hasta el tiempo destinado

El sociólogo suizo Philippe Perrenoud acuñó el término competencia como “la capacidad de actuar de manera eficaz en un tipo definido de situación, capacidad que se apoya en conocimientos, pero no se reduce a ellos. Para enfrentar una situación de la mejor manera posible, generalmente debemos hacer uso y asociar varios recursos cognitivos complementarios, entre los cuales se encuentran los conocimientos” [2011:7] 1

para cada uno de los proyectos, sin olvidar la cantidad de alumnos que, en términos de un desarrollo cognitivo, puedan acceder a una sesión adecuada. Por otro lado, los docentes también deben ser “re-educados” bajo este esquema, para lo cual se requiere de profesionales no sólo con vocación, sino también con convicción en el aprendizaje continuo que la Psicología del desarrollo en el campo de la cognición les ofrece. No significa, claro que los docentes estudien, aunque sea deseable, la carrera de psicología; sin embargo, el acercamiento a la comprensión de los procesos enriquecería bastante sus procesos de enseñanza. Por último, la familia es un factor muy importante en el desarrollo cognitivo de los alumnos, debido a que los padres deben comprender las estrategias implementadas en el aula, la cualificación de los productos que surgen de los proyectos y que los aprendizajes significativos distan mucho de la metodología de enseñanza que se llevó a cabo hasta 2003 en nuestro país. Si ellos no comprenden que la evaluación también se ha modificado con la implementación de estos enfoques seguirán exigiendo una calificación en lugar de una cualificación.

Conclusión Comprender al constructivismo como parte importante de un aporte del desarrollo cognitivo, implica, a su vez, desarrollar competencias para identificar elementos y aspectos que sean significativos, ser reflexivos, cuestionar y proponer. Al leer sobre este tema, descubrí que existen muchos vacíos que deben llenarse a lo largo de la práctica docente y en la continuidad de la educación formal en casa. Por ello alfabetizarnos y re-alfabetizar, no sólo a los alumnos, sino a todas las partes involucradas en los procesos de enseñanza, implica también que no perdamos de vista la posibilidad de introyectar el interés por el aprendizaje continuo y autónomo. Para estos fines, no debemos olvidar el contexto que nos rodea, apoyarnos en los diversos enfoques y propuestas en materia de educación y, sobre todo, que el principal personaje de los procesos de enseñanza y aprendizaje es el alumno.

Bibliografía Bermejo y Lago (2005) Desarrollo Cognitivo, México: Síntesis psicológica. Davis, M. (2006) Los holocaustos de la Era Victoriana tardía: El niño, las hambrunas y la formación del tercer mundo, Valencia: Publicacions de la Universitat de Valéncia. Morales y Delgado (2010) El constructivismo ¿paradigma filosófico o emergente? Recuperado de http://www.robertexto.com/archivo1/construct_paradigma.htm. Onrubia, J. (1999) El constructivismo en el aula, Barcelona: Graó. Perrenoud, P. (2011) Construir competencias desde la escuela, México: J. C. Sáez. Ruíz, G. (2013) La reforma integral de la Educación Básica en México (RIEB) en la educación primaria: desafíos para la formación docente. En ISSN 1575-0965 · Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado. Recuperado de http://www.oei.es/historico/noticias/spip.php?article11721#subir.