Ensayo Aprendizaje Colaborativo y Cooperativo

Diplomado Docente: APRENDIZAJE COLABORATIVO Y COOPERATIVO Actividad de Aprendizaje 3, ensayo: “LA UNIÓN HACE LA FUERZA”

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Diplomado Docente: APRENDIZAJE COLABORATIVO Y COOPERATIVO

Actividad de Aprendizaje 3, ensayo: “LA UNIÓN HACE LA FUERZA”

Tutora: ING. MAGDALENA DÍAZ LESPRÓN

Integrantes: MARÍA GUADALUPE HERNÁNDEZ RUBIO

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LA UNIÓN HACE LA FUERZA Introducción Muchas veces nos encontramos o escuchamos situaciones como estas: “A muchos de mis alumnos no les gusta trabajar en equipo, se niegan. Sobre todo los que sí trabajan, porque dicen que terminan haciéndole el trabajo a los otros, regalándoles la calificación y eso no se vale.” El aprendizaje cooperativo es más efectivo y motivador para los estudiantes en cualquier actividad de Enseñanza-Aprendizaje que el aprendizaje individualista. El cual utilizado por los docentes eficazmente enseña la colaboración, exige mayor esfuerzo, comparte experiencias y brinda la oportunidad de construir un aprendizaje duradero en las diversas materias que presentan un alto índice de fracaso escolar. Es por ello que en el presente ensayo aborda las características del trabajo colaborativo,

comenzando

por

la

definición

de

éste,

considerando

sus

componentes esenciales, los roles del docente, así como también técnicas o guías para fomentar el aprendizaje colaborativo.

Desarrollo Es importante definir ¿Qué es aprendizaje colaborativo?: De acuerdo a Aguilar N. y Breto, C. (2004), “el aprendizaje cooperativo es el uso didáctico de equipos de trabajos reducidos, en los cuales los alumnos trabajan juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de sus compañeros de equipo”. El objetivo es aprender conocimiento y desarrollar habilidades juntos. Para lograr ése objetivo requiere de muchas actividades, de ciertas actitudes y habilidades intelectuales que favorezcan el trabajo. Regularmente lo que hacemos 2

como docentes en juntar personas para realizar una actividad de aprendizaje sin especificar los objetivos académicos y de habilidades sociales, damos por entendido, que los alumnos lo saben o lo deducen y entonces, sólo se logra cumplir con la tarea pero sin verificar el desarrollo del conocimiento aprendido y sobre todo, de cómo se logro ese conocimiento. De acuerdo a Johnson, D., Johnson, R. y Johnson, H. (1999). “La cooperación suele salir mal debido a la ausencia de ciertas condiciones mediadoras, que constituyen los componentes esenciales que hacen que los esfuerzos cooperativos sean más productivos que los competitivos y los individualistas. Estos componentes esenciales son: • Interdependencia positiva claramente percibida; • Interacción promotora (cara a cara) considerable; • Responsabilidad personal e individual claramente percibidas, para alcanzar los objetivos del grupo; • Uso frecuente de habilidades interpersonales y de grupos pequeños; • Uso frecuente y procesamiento grupal regular del funcionamiento, para mejorar la eficiencia futura” Es importante resaltar que la labor docente se encuentra en desarrollar las causas y condiciones para desarrollar los puntos anteriores.

Es esencial que

primeramente el docente trabaje en la adquisición de estas habilidades con su propio equipo de trabajo ya sea en la escuela, en la empresa en la cual trabaja o en cualquier contexto porque es indispensable que experimente personalmente estas capacidades y habilidades, conozca cuáles son los obstáculos o barreras a las que cualquier persona se enfrenta y así, poder tener más herramientas para la dirección y supervisión del desarrollo de estas características en sus alumnos. No se puede hablar ni hacer algo exitosamente que no se haya experimentado su proceso antes. A continuar los componentes esenciales a desarrollar: Interdependencia positiva es el cambio de pensamiento interior, de pensar en un “yo lo lograré” a pensar en un “nosotros lo lograremos”. Esto incluye el

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comprender que mi trabajo beneficia a los demás y el suyo me beneficia a mí, así que aportaré, ofreceré mi ayuda y colaboración para que logremos juntos el éxito. Interacción promotora: es estimular y facilitar los esfuerzos del otro para lograr y completar las tareas y trabajar en el logro de objetivos. Responsabilidad individual: cada integrante es responsable de la actividad que se le indique y se compromete con ella para el logro del éxito en conjunto. Habilidades interpersonales y de grupos pequeños: es aprender de las habilidades necesarias para trabajar en equipo como puede ser la colaboración, la tolerancia, la escucha activa, el respeto, la responsabilidad, etc. Procesamiento grupal: es el desarrollo de la autorreflexión y la reflexión grupal sobre el trabajo realizado. Es exponer en equipo las eficiencias y deficiencias que se tuvieron de manera individual y grupal durante el proceso de trabajo y en los resultados. Esto ayudará para mejorar el desarrollo del trabajo posterior. Y el maestro, la labor del docente consiste en acompañar a los alumnos durante todo este proceso realizando las siguientes actividades para lograr el aprendizaje colaborativo. Johnson y Johnson (1994); Johnson, Johnson y Holubec, (1993) mencionan los seis roles del docente: 1. Especifica los objetivos de la actividad; 2- Toma decisiones previas a la enseñanza respecto de los grupos, la disposición del aula, los materiales educativos y los roles de los estudiantes en el grupo; 3- Explica la tarea y la estructura de objetivos a los estudiantes; 4- Pone en marcha la actividad cooperativa; 5- Controla la efectividad de los grupos de aprendizaje cooperativo e interviene cuando es necesario; 6- Evalúa los logros de los alumnos y los ayuda a discutir cómo ha resultado la colaboración en el grupo.

Como se mencionaba anteriormente, es necesario que el docente haya pasado por este proceso de manera personal para saber guiar a los alumnos de manera 4

efectiva. El docente debe tener una visión clara de los objetivos académicos y sociales que quiere que sus alumnos logren así como especificarles a ellos las expectativas que se tienen en cuanto a su trabajo en equipo y resultados. Esto ayudará a que los alumnos sigan una línea, cuando vean que no se están dirigiendo hacia allá, logren rectificar. Un ejemplo de esto es recordarles desde un inicio que se va a criticar la idea del compañero más no a la persona; de lo contrario puede tomarse a personal el asunto y volverse un conflicto.

El docente también se involucra en este proceso, desde afuera pero se involucra, ya que él va dando las pautas para el camino del logro de objetivos. De tal manera que debe evaluar el proceso y el resultado de la actividad. Para esto, hay varias formas de realizarlo, siempre y cuando promueva la reflexión individual y grupal.

Hay varias técnicas o guías para fomentar el aprendizaje colaborativo, que son procedimientos carentes de contenido para realizar cualquier actividad de aprendizaje en el aula. Donald Dansereau y sus colegas (1985) han desarrollado varias guías cooperativas que estructuran la interacción de los estudiantes. Un ejemplo es la guía llamada MERDER (Movilizar, Entender, Recordar, Detectar, Elaborar, Revisar).

Conclusiones: Se resalta la importancia y relevancia de aprender a desarrollar estos métodos, verlo como algo que forma parte de nuestra vida, de nuestra visión de trabajo. Ir desechando la cultura y/o educación que hemos recibido en nuestra sociedad para incluirnos en un contexto más propositivo, más comprometido con mi labor y con la labor que nos incluye. Como todo en la vida, “nada es gratis, todo cuesta”; el desarrollo y logro de aprender colaborando no será fácil, ni se logrará de la noche a la mañana, ya que hay que quitar antes varios vicios que hemos adquirido, sin embargo, con constancia, dedicación, y compromiso se llegará a la meta deseada. El aprendizaje cooperativo logra propiciar las fuentes del conocimiento que nos permitan apreciar que los seres humanos son entes sociales por naturaleza y que 5

el trabajo cooperativo, nos ayuda a mantener un intercambio permanente de nuestras experiencias, valorar el trabajo cooperativo como un instrumento eficaz y real que permite al alumno adquirir conocimientos a partir de su interrelación con los seres humanos y el medio. El estudiante de hoy debe aprender a aprender, ser innovador, con un pensamiento crítico, con actitudes y destrezas para lograr futuros aprendizajes y con capacidad de resolver sus problemas.

Referencias bibliográficas Aguiar, N. y Breto, C. (2004). La escuela, un lugar para aprender a vivir. Experiencias de trabajo cooperativo en el aula. Zaragoza: Ministerio de Educación y Ciencia. Ángel Díaz Barriga. Tarea docente. Una perspectiva didáctica grupal y psicosocial, UNAM. Nueva imagen. México, 1993, P.71. Anita Woolfolk. Psicología Educativa, novena edición, 2006.editorial PEARSON. Johnson, D., Johnson, R. y Johnson, H. (1999). Los nuevos círculos de aprendizaje. La cooperación en el aula y en la escuela.

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