Encofrados

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN FACULTAD DE INGENIERÍA CIVIL ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA SANITARIA TEMA: ENCO

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE INGENIERÍA CIVIL ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA SANITARIA TEMA: ENCOFRADOS CURSO: PROCESOS CONSTRUCTIVOS DOCENTE:

Ing. Iver Portugal Catacora INTEGRANTES:

    

Balvín Beltrán, Brayan Edison Paco choque José Antonio Yajo Idme Marco Antonio Pizarro mediana Anthony Rodriguez Mendoza Guillermo Luis

Arequipa – 2014

ENCOFRADOS

Los encofrados deberán ser adecuados para el trabajo a realizarse. Para todas las caras terminadas que hayan de quedar expuestas, los encofrados deberán construirse de madera terciada. Los encofrados deberán construirse de tal manera que cuando se quiten, el concreto quede con una superficie libre de rebabas, lomos u otros defectos que la desmejore. Debe quedar lisa. Los encofrados deben conformar exactamente con las dimensiones y perfiles que los planos muestran para los trabajos de concreto. Deberán tener una resistencia capaz de soportar con seguridad, las cargas impuestas por su peso propio, el peso o empuje del concreto y una sobrecarga de llenado de 200 Kilos por metro cuadrado. Los encofrados deberán ser herméticos para prevenir la filtración del mortero y deberán ser debidamente arriostrados o ligados entre si, de manera que se mantenga en la posición y forma deseada con seguridad. El tamaño y distanciamiento o espaciado de los pies derechos y largueros, deberá ser determinado por la naturaleza del trabajo y la altura del concreto a vaciarse, quedando a criterio del Contratista dichos tamaños y espaciamiento, serán de su entera responsabilidad. Los tirantes para los encofrados deberán ajustarse en longitud y deberán ser de tal tipo como para no dejar metal a menos de dos pulgadas de la superficie. Los encofrados deberán retirarse cuando se asegure la completa indeformabilidad de la estructura. Inmediatamente después de quitar los encofrados, la superficie de concreto deberá ser examinada cuidadosamente y cualquier irregularidad deberá ser tratada como lo ordene el Ingeniero Supervisor. Los espacios de concreto con cangrejeras, deberán picarse en la extensión que abarquen tales defectos y el espacio rellenado o resanado con concreto o mortero y terminado de tal manera, que se obtenga una superficie de textura similar a la del concreto circundante. En general, los encofrados no deberán quitarse hasta que el concreto se haya endurecido suficientemente, como para soportar con seguridad su propio peso y los pesos superpuestos que puedan colocarse sobre él. Los encofrados no deberán quitarse sin el permiso del Ingeniero Supervisor y en todo caso las estructuras quedarán encofradas como mínimo el tiempo indicado en las siguientes tablas, a partir de la fecha de vaciado del concreto:

Muros

24 horas

Columnas

24 horas

Vigas

21 días

Aligerados, losas y escaleras

7 días

Los elementos extraños al encofrado deben ser eliminados. Los separadores temporales deben ser retirados cuando el concreto llegue a su nivel, si es que no está autorizado que estos queden en obra. Debe de inspeccionarse minuciosamente el encofrado de losas, que se encuentren en su posición correcta todas las instalaciones sanitarias, eléctricas y mecánicas, así como el refuerzo de acero.

El encofrado como contención formal: Este contenedor, denominado encofrado, posee como función primera dar al hormigón la forma proyectada, proveer su estabilidad como hormigón fresco, asegurar la protección y la correcta colocación de las armaduras, pero también proteger al hormigón de golpes, de la influencia de las temperaturas externas y de la perdida de agua, el ingrediente más fluido de los tres elementos que lo componen –cemento, áridos y agua- en el momento de su creación. Existen diferentes clasificaciones para agrupar los tipos de encofrado: según el número de usos que seña utilizado, por el método y tiempo necesario para conseguir la forma final del continente, según el tipo de hormigón que va a contener (visto o para recubrir) y por los materiales de construcción del encofrado. Que difiere de que un encofrado sea perdido o recuperable; si se quiere volver a utilizar hay que prever, además de la técnica a emplear para desencofrarlo, los trabajos de limpieza, almacenaje y mantenimiento posteriores, mientras que si el encofrado no lo recuperamos lo perderemos embebido en el hormigón fraguado; en un caso aumentamos la mano de obra y en el otro crece el coste de reposición. Para encofrar superficies continuas de forma repetitiva o de gran altura es más fácil con la utilización de plataformas que permitan su movimiento y recolocación para su posterior uso. De las grandes piezas, en el mercado también se encuentran sistemas autoportantes, deslizantes y trepadores (estos encofrados

con módulos autónomos de 1 a 3 metros, se deslizan verticalmente existiendo dos tipologías según se realice su ejecución). El sistema utilizado para la construcción de viviendas aisladas se basa en la unión de diversos paneles estándar, con medidas entre los 20x100 hasta los 350x200 centímetros, permitiendo conseguir encofrados de dimensiones mayores mediante la posibilidad de la combinación vertical y horizontal de las mismas bandejas. Estas deben ser de formato pequeño para así manipularlas y fijarlas de forma rápida y manual. Existen sistemas basados en un gran número de piezas combinables (de 8 a 34 elementos) mientras otros disponen de piezas especiales para los cambios de ángulo en sus paramentos.

Materiales de encofrado: La bandeja de encofrado puede confeccionarse en diversos materiales, siendo el más utilizado la madera. Estos paneles, compuestos por piezas macizas o laminadas de 12 a 35 milímetros de madera (normalmente de pino, haya o abedul) tratada al carbonilo-xilofeno o revestidas por planchas fenólicas, son ensambladas en cola de milano múltiple o con estanquillas, encoladas en ondas delgadas (de aproximadamente 12 x 3 milímetros), encerradas por un herraje de acero galvanizado de 1 milímetro de espesor, como mínimo, y enmarcadas con tubos de aluminio o acero galvanizado. Los tamaños de los tableros condicionarán las juntas de trabajo y su modulación. La diferencia del encofrado según el tipo de hormigón no será muy apreciable: para un hormigón visto los paneles utilizados deberán ser lisos, impermeables, normalmente metálicos, ya que permiten un número de puestas mayor que los plafones de madera, y a veces se recubrirán de tejidos antiadherentes o líquidos desencofrantes, condiciones que no serán requeridas en el caso que el hormigón no sea el acabado final de obra. Otros materiales utilizados que facilitan una rápida puesta en obra son el acero, el plástico y el cartón plastificado. Con este último se forman encofrados especialmente indicados para columnas y pilares redondos, cuadrados y rectangulares, disponibles en diámetros de 150 a 1500 mm con alturas variables entre los 3 y los 12 metros y con un grueso de 9 mm. El cartón es un excelente material que conserva un alto grado de humedad y por lo tanto lo convierte en muy adecuado para un buen encofrado.

Muros y pilares: El encofrado en muros y pilares se realiza con tableros modulares de varios anchos (25, 50, 75 y 90 cm), y con alturas de 0’6 a 3 m, dos angulares diferentes para las esquinas interiores y exteriores y unas barras que se utilizan como pasantes sobre el ancho del muro (protegidas por un tubo de PVC para poder recuperarlas). Dichas barras están tensadas por un tornillo de apriete conocido como mariposa. El secreto estriba en el sistema de enganche entre los tableros mediante un elemento de cosido –la cuña o chaveta- (foto 5), y los suplementos que permiten la realización de rinconeras, esquinales... y así resolver la creación de muros escalonados, con cortes a voluntad , el paso de tubos o el encofrado de suelos inclinados .

Es importante puntualizar que desde el momento en que no hablamos de grandes encofrados ningún elemento puede pesar más de 50 Kg, deben ser manejables y ligeros.

Anclajes: Los anclajes están formados por tornillos de avance, posicionadores de las "tuercas platillo" (cuando se dejan a fondo perdido) y el elemento donde se anclarán los módulos del hormigonado de la siguiente fase.

Para poder unir los dos paneles de encofrado son necesarios los latiguillos (foto 4), dywidags o gewis (foto 3), que pueden ser recuperables; tubos distanciadores de hormigón de fibra o escantillones de pantallas. Tendrán un diámetro entre los 15 y 25 milímetros y su número vendrá determinado por las cargas que aparecerán en el vertido del muro. Si son protegidos con un acabado autolimpiador o introducidos dentro de tubos de PVC.

Los orificios se taponan con conos, evitando que se escape el hormigón fluido por la obertura.

Muros circulares: Encofrar muros circulares, sea con radio pequeño –entre 3 y 5 m- o con un radio mayor de 5 metros, es una tarea compleja: un problema es conseguir su nivelación vertical; también es difícil contrarrestar la presión del hormigón o prever la aparición de momentos creados por la misma forma alabeada, pudiendo provocar el vuelco imprevisto de todo o parte del conjunto, por lo que son necesarios tensores y puntales repartidos por el encofrado.

Foto 10 Foto 11

Aquí podemos observar un encofrado de muro circular-poligonal con paneles ligeros y cuñas de madera. Existen sistemas específicos para realizar muros perfectamente circulares a partir de 1’20m de radio, si se utilizan correas

articuladas, y llegando al metro, si es con tensores. En el primer si el anillo es cerrado las tensiones de hormigonado se pueden absorber únicamente con las correas prescindiendo de anclajes pasantes en el muro, haciéndolo totalmente estanco al agua. Además este método proporciona un buen acabado final ya que se puede elegir tablero y diseñar la junta. En el segundo caso el reglaje con tensores permite trazados con radio variable. La unión entre paneles se hace con grapa autoalineante como en los sistemas modulares rectos. En ambos casos pueden venir premontados los módulos a obra o replantearse con una plantilla.

Para realizar pilares circulares existen encofrados para una sola puesta o recuperables. En el primer caso pueden ser de cartón impermeabilizado –kraft, aluminio y polietileno- que al ser más rígido que el anterior, consigue alturas mayores: hasta 12m para diámetros de 20cm. En cuanto a los recuperables, los encofrados están formados por medias cañas de acero y rigidizadores o lamas metálicas de sección cuadrada.

Detalle de pilar cuadrado

Losas y forjados: Los proyectos de arquitectura rara vez son repetitivos en planta, ya que se tiende a soluciones individualizadas y particulares, por lo que se hace necesario un sistema de encofrado firme, seguro y polivalente. Con un sistema arriostrado de pórticos y cruces de San Andrés, sin necesidad de tableros, pueden unirse las cubetas recuperables o perdidas, llegando a soportar sin problemas –teniendo en cuenta el peso global que esto supone- forjados de más de un metro de canto.

Sistemas de al menos siete elementos permiten encofrar losas a diferentes alturas con cimbrados (puntales de aluminio unidos entre sí con bastidores que trasmiten los esfuerzos horizontales originados por las cargas o por el traslado de la cimbra) de altura variable –desde 1’70 hasta 11m- y con distancias de puntales de 1’25 a 3m. Su premontaje se realiza en el suelo, manualmente, y se levanta con grúa. (fofo 20, 21 y 22) Construir losas ligeras y delgadas ha sido el punto de partida de los forjados tipo steel-deck, en los que se sustituye el encofrado y la armadura del forjado por la disposición en la base de una plancha nervada metálica a modo de encofrado perdido. Se elimina el apuntalamiento y se dispone de superficies de trabajo de manera inmediata (foto 23, 24 y 25). Para el encofrado de forjados –tanto reticulares como unidireccionales es habitual utilizar moldes recuperables de plástico de una pieza o divididos en dos unidades ensamblables. La altura de la cubeta es de 18 a 40 cm y permitirán la disposición de nervios de diversos diámetros, cada 65-80 cm aproximadamente.

Cabeza de encofrado. Puntal Collarín. Base regulable. Rigidizador. Cubeta Tablero metálico Cabezal de recuperación Ménsula Viga (1m) Viga de celosía (2 o 3 m.) El encofrado de losas y forjados se puede realizar con bandejas recuperables de tableros fenólicos sobre cimbras de aluminio o utilizando como elementos de entrevigado chapas metálicas o casetones de plástico sobre cimbra de acero. Todos estos sistemas cuentan con mecanismos para facilitar la labor de desencofrado permaneciendo únicamente los puntales. Los encofrados perdidos usados para forjados se desarrollan con el uso de planchas metálicas, esto reduce el canto de la losa al colaborar la chapa como armadura de tracción; elimina apuntalamientos y proporciona superficies de trabajo inmediatas. El GRC (hormigón reforzado con fibra de vidrio) utilizado como

base encofrante, además de resistencia y protección a las armaduras, posibilita un acabado idéntico al del resto de la construcción en hormigón "in situ".

En las fotos superiores se puede observar a operarios procediendo a la limpieza de los encofrados de madera fenólica, y madera de pino lista para encofrar.

Sistemas de encofrados según los tipos de estructuras que se van a encofrar Los encofrados también se pueden clasificar según el elemento que se vaya a ejecutar. Según este criterio, los encofrados se clasifican en horizontales y verticales. Los encofrados horizontales se emplean para la ejecución de elementos tales como vigas, forjados, estructuras de cubiertas y losas para escaleras. En cambio, los verticales se emplean para la realización de pilares, muros, etc.

a. Encofrados horizontales Encofrados sobre estructuras de mecano Los encofrados horizontales más comunes son los que se instalan sobre una estructura metálica, de tipo mecano, de fácil montaje y adaptable a cualquier superficie. Sobre esta estructura se monta el encofrado propiamente dicho, que, a su vez, está formado por una base horizontal plana y resistente y por tabicas verticales de una altura igual al grosor del elemento que se va a encofrar. Este sistema se compone, por lo tanto, de los siguientes elementos:

Estructura portante (mecano): la constituyen elementos de apeo cuya función es mantener el encofrado en la posición deseada y transmitir la carga del hormigón al forjado o solera del piso inferior. La estructura portante, a su vez, se compone de: - Elementos longitudinales: correas reticulares o sopandas de acero o aluminio. - Elementos transversales: portacorreas reticulares, portasopandas o puntales de acero o aluminio.

Figura 5: Puntales. Fuente: ULMA

Elementos del encofrado: su función es constituir el molde que posteriormente dará forma al hormigón. Se componen de: - Tableros de madera maciza o paneles fenólicos. - Tabicas metálicas.

Figura 6: Retícula formada por puntales, longitudinales y transversales. Fuente: ULMA

Figura 7: Tableros y tabicas. Fuente: ULMA Encofrados sobre cimbra Cuando la altura entre forjados es mayor que la altura máxima de los puntales o cuando la carga del forjado es importante, se emplearán cimbras en vez del

sistema de mecano descrito anteriormente como estructura portante del encofrado horizontal. Sobre la cimbra se instalarán los mismos elementos de encofrado que se han comentado en el apartado anterior: tableros para formar la base horizontal y tabicas verticales de altura igual al grosor del encofrado.

Figura 8: Cimbra. Fuente: ULMA Nunca se utilizará el doble apuntalamiento para alcanzar alturas superiores a las que permita trabajar el puntal debido a que existe un alto riesgo de colapso del encofrado.

Figura 9: Doble apuntalamiento

Figura 10: Encofrado sobre cimbra de apeo. Fuente: ULMA

El montaje de la torre de cimbra se realizará siguiendo las indicaciones del fabricante y en función del producto empleado y deberá ser desarrollado por personal habilitado y formado para ello. Mesas de encofrado Otros encofrados horizontales que se utilizan a menudo en las obras de edificación son las mesas de encofrado. Estos elementos tienen la ventaja de que facilitan la ejecución de plantas con forjados con las mismas características geométricas. Para su instalación se realiza el montaje de una sección de encofrado y se posiciona sobre los elementos deapeo. A este conjunto se le denomina mesa y se desplaza como si fuera una unidad. Esta unidad o mesa se sitúa en su posición de encofrado y forma, junto con otras mesas, la base del encofrado. Cuando el hormigón alcanza la resistencia suficiente, las mesas se desencofran y se desplazan para formar parte del encofrado del siguiente forjado. Como se ha mencionado, la ventaja de este tipo de encofrado es que, una vez realizado el primer montaje, permite reutilizar el encofrado varias veces sin tener que volver a realizar el proceso de montaje desde el principio.

b. Encofrados verticales En los encofrados verticales, las cargas más importantes que transmite el hormigón al encofrado son de componente horizontal. Esto se debe a la presión hidrostática que ejerce el hormigón sobre el encofrado antes de fraguar. La presión hidrostática es consecuencia de las fuerzas que ejerce un fluido en reposo sobre las paredes del recipiente que lo contiene. Dichas fuerzas son perpendiculares a las paredes y cuando la dimensión mayor del recipiente, en este caso el encofrado, es la altura las fuerzas son de componente horizontal.

Figura 11: Fuerzas de componente horizontal que presionan sobre las paredes del encofrado Los encargados de absorber estas fuerzas son los elementos de cierre, en el caso de los pilares, y lasbarras roscadas, en el caso de los muros. Si no existen elementos que absorban estas cargas se deberá dotar al encofrado de una estructura capaz de absorberlas, como ocurre en el caso de los muros a una cara.

Encofrados de pilares Para la ejecución de estos elementos se pueden emplear diferentes tipos de encofrados: encofrados de forma (Figura 12), encofrados modulares o encofrados de otro tipo de material, como cartón plastificado no recuperable o madera (encofrado tradicional).

Figura 12: Ejecución de pilares con encofrados tipo “de forma”. Fuente: ULMA

Encofrados metálicos El encofrado metálico, como su nombre indica, está compuesto por cierto número de piezas rígidas, que sólo pueden adaptarse a una forma exclusiva. De ahí su «su limitación» en cuanto a la multiplicidad de formas a dar con un solo elemento o tablero, tal como ya vimos en los encofrados de madera, que son susceptibles de emplearlos en diversidad de piezas, cortando, añadiendo, clavando, etc. En cambio, en el encofrado metálico, por su naturaleza, cada pieza sólo sirve APRA la clase de molde para la cual ha sido proyectada, no pudiendo aprovecharla, salvo alguna caso excepcional, en otro elemento distinto. Duración ilimitada Las piezas que componen este tipo de encofrado están construidas de hierro y acero de la mejor calidad, no produciéndose desgaste alguno durante su uso, por ser muy sencillo su manejo, tanto en el montaje como en la operación de desencofrado.

Adaptable a cualquier medida Los paneles metálicos, como luego veremos, están diseñados de tal forma que se adaptan a cualquiera que sea la medida de la estructura que se desee encofrar. Montaje fácil y económico La unión de los paneles entre sí mediante unos pernos que se introducen en los agujeros del elemento subsiguiente, destierran por completo todo empleo de mordazas, pasadores, abrazaderas, cuñas, tornillos y cualquier otra clase de herramientas. No precisa de personal especializado, ya que su montaje es sencillísimo. El desmontaje, por tanto, es también una operación sencilla, sin que se puedan producir desperfectos. Amortización El hecho de que estos paneles por las circunstancias expuestas, tengan una vida ilimitada, amortiza su coste mucho mejor que todos los sistemas conocidos hasta la fecha. Medidas «standard» Se encuentran estos paneles en el mercado, en las siguientes medidas: 40 x 50 50X 50 60 x 50 Como dato para el lector, indicamos que un pilar de tres metros de altura necesita el material siguiente: 4 elementos de base. 24 paneles de 50 x 50. 4 pletinas de blocaje. Para montar un pilar de las dimensiones indicadas, se tarda un tiempo aproximado de 15 minutos. Montaje Vamos a dar a continuación un detalle del montaje con este tipo de paneles.

En la figura 148, se ven los elementos de base. Una vez replanteado el pilar, se van colocando los Hamados elementos de base, de manera que la arista interior de dichos elementos coincida con lo que va a ser el paramento definitivo del pilar ya hormigonado. Una vez situados estos elementos de la base, se procede a continuación al montaje de los paneles. En la figura 149, vemos cómo el primer panel monta sobre el elemento base (figura 148) de forma que el primer agujero del panel encaja en el primer pernio A (figura 148). Los demás agujeros encajarán en los pernios sucesivos, después en

el pernio B del elemento núm. 2 (figura 144), y el resto sobrante del panel sobresaldrá a continuación en la medida necesaria. A continuación procederemos a montar el segundo panel sobre el elemento núm. 2 en la misma forma citada en el párrafo anterior, o sea a partir del pernio C, hasta el pernio D del elemento núm. 3 (figuras 148 y 149), sobresaliendo a continuación el trozo de panel sobrante (fig. 150). Para cerrar el resto del espacio del pilar, se montan los otros dos paneles 1 tercero y cuarto, siguiendo el mismo procedimiento ya descrito (figura 151). En la figura 152, se ve el montaje de los subsiguientes tramos de paneles, siguiendo siempre el mismo sistema. Cada panel inmoviliza siempre a dos de los que tiene debajo, dando una total solidez al encofrado. Así seguiremos colocando paneles hasta llegar a la altura deseada. Por último, se colocan las pletinas de blocaje (terminales), como se ve en la figura 153, para que los cuatro últimos paneles no se separen. En la figura 154 presentamos el encofrado para un pilar. Para el encofrado de muros, como vemos en la figura 155, se emplean también los mismos paneles, además de otros elementos que vamos a describir.

Centinela Con este elemento, de dos metros de altura, y que se muestra en la figura 156, se

pueden efectuar toda clase de paramentos. Se adapta a los paneles standard, como se puede apreciar en las figuras ya mostradas.

Cuña para sujeción de latiguillos Con esta original cuña y mediante un tensor (ver las figuras 157 y 158) se obtiene un máximo de resistencia en ambas caras encofradas y permite soportar todas cuantas presiones pueda producir el hormigón, al ser depositado en los encofrados y pudiendo efectuar una vibración al máximo.

Ventajas del encofrado metálico En aquellas obras en donde la proliferacinó de un mismo tipo de piezas alcanzan un número considerable, tal como en una construcción donde existan pilares de idénticas dimensiones y en gran número, los tableros metálicos ya preparados son insustituibles para la formación de los encofrados correspondientes. Su gran ventaja radica, no sólo en la facilidad y rapidez tanto en el encofrado como en el desencofrado, así como en que las piezas moldeadas alcanzan unos paramentos lisos, bien cuidados, sino en que la duración de dicho encofrado es prácticamente ilimitada, ya que no se deforman ni deterioran por el uso. En cuanto a su manejo, es bien sencillo y aunque casi la sola observacinó del dibujo correspondiente es suficiente para comprender cómo se montan, vamos a dar una sucinta explicación sobre los mismos. En la fotografía de la figura 147, vemos reproducido un tablero para encofrado metálico de un pilar.

Observemos que lleva en los extremos, en los cantos, unos machos o vástagos, los cuales penetran en los orificios de otro tablero. Esto permite que con un mismo tablero se pueden obtener pilares de varias secciones. Tanto las operaciones de encofrado y desencofrado como las de aplomado son rápidas y sencillas. Otra ventaja es la bondad de los paramen tos. Salen pilares de caras limpias. Entre las desventajas, podemos citar su inadaptabilidad a todo tipo de pilares, como sucede con la madera y a su mayor peso para el traslado y manejo. Ya veremos más adelante cómo estas placas suelen servir también para encofrar vigas.

Encofrados de madera Los encofrados de madera son revestimiento para la obra falsa, hecho generalmente en el sitio, que para su fabricación se utiliza láminas de madera aglomerada o contrachapada o tablas de madera tradicional, la madera utilizada debe tener resistencia a la humedad, los encofrados de madera son elementos muy simples de fabricar, solo mirando los planos, es usado en edificaciones muy pequeñas, o construcciones que requieren diseños especiales, difíciles de encontrar prefabricados.

Encofrados de madera vaciado muro de hormigón, puntales de madera

Duración de los encofrados de madera Los encofrados de madera tienen una vida útil muy corta, muchos de ellos, su duración se limita a la obra misma, pero el material si es reciclable en si, por ejemplo, las tablas de madera, usada para vigas, columnas o bordes, una vez desencofrado el elemento, puede reciclarse para hacer otro encofrado. Precio encofrados de madera Decir un precio de un encofrado es difícil, ya que dependiendo de la forma del elemento gastara más por metro lineal o cuadrado según su forma, o será más fácil o más difícil de hacer, por lo tanto requerirá de más mano de obra o carpinteros especializados, en el caso de bóvedas, por ejemplo. Para un precio aproximado debe tenerse en cuenta, la medida, el tipo de madera a utilizar, la forma y la mano de obra necesaria, además del tiempo para realizarlo.

Ventajas encofrados de madera - El encofrado de madera tradicional es barato, se trata de una formaleta muy económica para pequeñas construcciones. - Fácil instalación - Poco peso - Permite realizar encofrados para cualquier tipo de diseño. - Disponible fácilmente en la mayoría de los sitios, aún en zonas rurales. - Buena resistencia. - Aplicación de texturas para conseguir acabados diferentes Desventajas encofrado de madera - Al usar muchos clavos o tornillos, se debilita la madera. - Debe hacerse mantenimiento periódico si se quiere reutilizar - En obras de gran envergadura puede retrasar el trabajo, al tener que fabricarse. - Poca vida útil si no se tiene cuidado al retirar el encofrado. otros: ENCOFRADOS DE MADERA Como armar un encofrado ventajas encofrado de madera madera vigas fotos de encofrados de madera

precio encofrado

1 La madera para encofrados deben ser de consistencia blanda, de tal manera que se permita el clavado con facilidad sin que se raje. 2 Los tableros no deben deformarse sufriendo torcedura, se deben conservar húmedos para evitar que se doblen, debido al hinchamiento que se producirá al vaciar el concreto. 3 Los cuartones deben ser de madera más resistente que la de las tablas por la función que estos desempeñan y no deben conservar humedad. 4 Las viguetas por ser piezas destinadas a puntales, deben ser de madera dura.

5 En la construccion de encofrados, se deberá utilizar maderas que reúnan las características de las que se señalan a continuación y para los usos específicos que se indican:

5.1 Saqui—Saqui (Ceiba) Es un tipo de madera fina y sin repelo, de fibra larga regularmente abierta la cual la hace ser blanda. Conserva gran cantidad de humedad en su interior, lo que evita que al recibir la humedad del concreto se deforme y pueda aprovecharse varias veces. Esta madera reúne todas las condiciones requeridas para tableros y todo tipo de formaletas. 5.2 Moreillo (Aurora o Aurora rosada) Es una madera semidura de fibras regularmente compactas. Se utiliza para gulas, parales, largueros, tornapuntas y otros. No se recomienda utilizar en tablas, ya que se dificulta el clavado y tiende a rajarse y torcerse fácilmente. 5.3 Mangle Es una madera muy dura y con gran contracci6n. Se utiliza para puntales.

Conclusiones • La invención de los encofrados, ha hecho que el uso del hormigón sea ilimitado, pues en la actualidad podemos realizar diversas formas de molduras y elementos, por las ventajas que nos ofrecen los materiales, especialmente la madera. Los encofrados son estructuras provisionales que pueden estar fabricados de un material que permita moldear y dar soporte al elemento estructural hasta que este alcance la resistencia necesaria para soportar su peso propio. • Otro factor importante es la economía, ya que el costo de los encofrados es aproximadamente entre el 25% y 40% del costo total de la estructura. • Por otra parte, es evidente que el número de usos es un factor decisivo al momento de seleccionar el tipo de encofrado a utilizar según los requerimientos de la obra, para evitar el encarecimiento de la misma. • El plazo de retirada de los fondos y el apuntalamiento, depende de la evolución del endurecimiento del hormigón y por consiguiente, del tipo de cemento y de la temperatura ambiente. • Los encofrados tanto para las personas, como para el concreto, deben soportar las cargas vivas y muertas, sin que se produzcan deformaciones o el colapso.