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• Cesar Walter Chavez Leiva

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Emociones y estados de ánimo ¿SE PUEDE DISEÑAR UNA EMOCIÓN? Para alcanzar nuestra Realidad Ideal (R.I.) es necesario saber controlar nuestras emociones y a partir de ellas, abrir posibilidades para continuar creciendo; pero, ¿cómo lo logramos? Esto lo veremos en la lección de hoy. Cada vez que experimentamos un suceso inesperado, se activa una emoción. Muy pocas veces en la vida, nos damos el tiempo para pensar en la emoción que predomina en el ahora. Simplemente las vivimos y dejamos pasar como si fueran parte ajena a nosotros. Sin embargo, debemos tener en cuenta que somos seres que viven en coherencia de LENGUAJE, nuestro CUERPO, y también nuestras EMOCIONES. Así como tu cuerpo puede gustarte o no, lo mismo pasa con tus emociones. Somos seres que viven de manera permanente en diversos estados emocionales, y no podemos salirnos de esa condición, como tampoco podemos salirnos del cuerpo.

Al referirnos a las emociones, a menudo estamos observando la forma en que ellas modifican nuestro horizonte de posibilidades Conociéndolas

Para empezar a analizar las emociones básicas que predominan en nuestro ser; debemos primero partir por tener en cuenta que estas no son buenas ni malas; que son parte de nosotros. En la sociedad, nos han acostumbrado a la idea de que dejar fluir nuestro mundo interior sólo podría llevar a reflejarnos como personas exageradas; sin embargo, reprimirlas tiene efectos negativos aún mayores; pues nos priva de conocernos al 100%. Declarar las emociones que sentimos y explorarlas como nuestras, nos llevará a un recorrido de Crecimiento personal. Conoce las 7 emociones básicas que se manifiestan en nuestro ser:

1. Alegría Al entregarnos a la vida para celebrarla, generamos alegría. Cuando nos limitamos de vivir la alegría, desarrollamos estado de búsqueda de excitación, que se refiere al conjunto de vivencias que producen emociones fuertes y ante su falta, se genera depresión.

2. Tristeza

Se manifiesta cuando tenemos el juicio de haber perdido algo que valoramos o pasamos por un suceso desfavorable que nos lleva al pesimismo; pensando que sucederá algo malo. Aun así, esta emoción no es mala. Nos hace distinguir lo que realmente nos importa y nos invita a reflexionar.

3. Rabia Cuando surge la sensación de injusticia, se despega esta emoción. Gracias a esta, podemos identificar qué es lo que no estamos dispuestos a aceptar en nuestra vida. Aun así, llevar esta emoción a un estado de ánimo puede perjudicarnos, ya que nos convierte en personas explosivas.

4. Miedo Se refiere a la emoción que nos pone en alerta y/o paraliza; avisándonos que podríamos sufrir la pérdida de algo valioso para nosotros.

Aunque esta emoción muchas veces sea considerada negativa, nos transmite algo sumamente importante: la necesidad de cuidarnos.

5. Erotismo A pesar que esta emoción sea habitualmente enlazada con el contacto sexual; el erotismo va más allá de eso. Se refiere al contacto con el lado místico de la vida; la sabiduría y la belleza del universo. Cuando nos privamos de erotismo, miramos con desdén la cultura milenaria y obstaculizamos nuestro aprendizaje.

6. Ternura A través de esta emoción, expresamos el querer y el cuidar de lo que realmente nos importa; generándonos el juicio de sentirnos seguros. Dejando fluir esta emoción, experimentamos nuestra pertenencia a la vida y el sentirnos amados; la pertenencia a algo mayor constituido por quienes más queremos.

7. Gratitud Cuando somos capaces de mirar a nuestro alrededor y ver todas las cosas buenas que nos dio la vida sin siquiera pedirlas, generamos Gratitud. Esta emoción se conecta directamente con la Alegría, y se manifiesta cuando celebramos el placer de la existencia y conectar con otros. Emociones duraderas “Para salir de un bloqueo emocional negativo, es vital  remontarse al origen de la emoción que causó el estancamiento.  El compromiso con la acción es una decisión voluntaria." David Burns Ahora que ya podemos distinguir estas emociones, exploremos lo que son los ESTADOS DE ÁNIMO. Los estados de ánimo no son buenos ni malos; dependiendo de cómo los veamos, son capaces de abrirnos o cerrarnos posibilidades.

Los estados de ánimo enmarcan las conductas desde las cuales realizamos nuestras acciones. Las emociones tienen que ver con la forma en que respondemos a los sucesos Con los estados de ánimo enmarcamos el horizonte de posibilidades; cuando estamos determinado a uno específico, nos comportamos dentro de los parámetros que tal estado determina en nosotros. Los estados de ánimo son constitutivos de la existencia humana. Los diversos hogares, empresas, instituciones, locaciones, países, ciclos climáticos, estaciones del año, días de la semana, horas del día y la noche o incluso las edades, reflejan diferentes estados de ánimo. Nuestros estados anímicos también condicionan la forma en que efectuaremos las acciones. Por ejemplo, en los deportes competitivos son determinantes la emoción y el estado de ánimo desde el cual actúan los jugadores.

Descúbrete ¿En qué estado de ánimo te encuentras ahora? Al darnos cuenta del estado de ánimo en el que nos hallamos, tenemos la opción de elegir quedarnos con él o realizar acciones para intervenir en ellos; dándonos el PODER de modificar nuestro estado de ánimo. Conoce algunos factores que influyen en los Estados de Ánimo: 

El Clima

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Las horas (Un lunes a la mañana o un viernes a última hora).

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Las estaciones del año.

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El clima laboral entre los trabajadores de una empresa.

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La situación de un país.

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Los espacios: salones vacíos, bar, oficinas, salas de conferencias.

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Los días de la semana (Domingo o jueves).

Premisas de los Estados de Ánimo: 

Vivimos con ellos.

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Son contagiosos

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Marcan la forma en cómo observamos.

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Son transportables.

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Generan identidad.

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Definen una forma de relación con el futuro.

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Hay “opiniones detrás de ellos”.

Lo primero que necesitamos es distinguir en qué estado emocional estamos en éste momento; por eso la pregunta que hacemos es: ¿En qué emoción te encuentras ahora? Luego, ese estado emocional puede modificarse desde las conversaciones internas cambiándolas por otras, o bien desde la Fisiología, es decir haciendo algo distinto con nuestro cuerpo (saltar, correr, caminar, incorporarse, erguir la columna, mirar hacia arriba). Esto modifica nuestro estado interno emocional y nos predispone a acciones diferentes. ¿PUEDES IDENTIFICAR TUS ESTADOS DE ÁNIMO?

Podemos darnos cuenta de los estados de ánimo en que nos encontramos nosotros y otras personas. Esto, podremos percibirlo a partir de nuestra postura corporal y del lenguaje. Usamos la distinción de la Corporalidad para referirnos a nuestra forma de gesticular, a nuestras posturas corporales, a la forma en que un individuo se mueve en su entorno. Niveles de Tensión Emocional Cuando experimentamos un cambio en nuestro estado emocional, como ya hemos visto, podemos ver indicadores muy rápidos en nuestra corporalidad, incluso mucho antes que en nuestro lenguaje lo detecte, ya que las reacciones en nuestro cuerpo se producen en milésimas de segundo. Es muy importante tener esta distinción ya que el primer reconocimiento que podamos hacer de nuestro estado emocional es a través de las sensaciones corporales. Cuando chequeamos estas sensaciones, podemos hablar de diferentes intensidades de Tensión, dice el autor Roco Pacheco, Coach de Newfield Network, denomina los distintos Niveles de Tensión Emocional. Clasifica 7 niveles de tensión corporal, donde es más sencillo distinguir la intensidad de la emoción. Por ejemplo, en el siguiente gráfico podemos ver la escala de los Niveles de Tensión, es importante identificarlo ya que cada nivel predispone a distinto tipo de acciones.

Podemos ver un ejemplo de distintos niveles de tensión en la Emoción Miedo:

También en la tristeza podemos distinguir distintos niveles de Tensión:

Un cambio en nuestro estado de ánimo puede provocar variaciones en nuestros latidos del corazón; que el nivel de adrenalina en nuestra sangre cambie, que generemos sudoración, que presentemos fatiga, e incluso que sintamos dolor estomacal. Estados de ánimo desde el dominio de la Corporalidad: A través de la Corporalidad de cada persona, podemos predecir su estado anímico y viceversa; pues, cuando cambian nuestros estados de ánimo, también lo hacen nuestras posturas corporales. Si cambiamos nuestras posturas corporales, podemos cambiar nuestros estados de ánimo. La forma en que nos paramos y movemos en el mundo, denota la forma en la que lo enfrentamos. Estados de ánimo desde el dominio del Lenguaje: Dependiendo del estado de ánimo en que nos encontramos, nuestras conversaciones son diferentes. Nuestro estado de ánimo cambia cuando alguien nos da una buena o mala noticia. Todos los días tenemos múltiples experiencias en las cuales observamos cómo lo que decimos influye en el estado de ánimo de la gente. Relación Lenguaje, Cuerpo, Emoción: ¿Qué ganamos con la relación lenguaje, cuerpo y emoción? Desarrollamos tres dominios de acción y diseño: Lenguaje, Cuerpo y Emoción; sabiendo así, que nuestra comunicación se ve afectada por el estado de ánimo dentro del cual ésta se desarrolla. Por ejemplo, en un contexto de familia, empresa y negocios, es importante alinear el estado anímico con los resultados que deseamos de la conversación. Es importante entonces actuar proactivamente en el diseño de estados anímicos adecuados a nuestros propósitos.

Estados de ánimo Contextos

En la lección anterior hemos visto qué son los estados de ánimo y su parentesco con las emociones. En esta ocasión, analizaremos 4 de los estados de ánimo más comunes en los seres humanos; pero, ¿cómo se generan? En el Coaching Ontológico, existen lo que se conoce como Facticidad y Posibilidad. La Facticidad, se refiere a condiciones que difícilmente pueden ser cambiadas; sea por razones biológicas, por factor tiempo (cuando hablamos del pasado), o hechos impuestos por la sociedad; mientras que la Posibilidad, se refiere a todas las situaciones que juzgamos que podemos cambiar. A través de estos dos juicios; surgen caminos que nos pueden llevar a generar cuatro tipos de estados de ánimos sobre los cuales, accionamos.

Trabajaremos los 4 estados de ánimo que propone el libro Ontología del Lenguaje de Rafael Echeverría. Ellos son: 1. Resentimiento 2. Resignación 3. Aceptación 4. Serena ambición Falso estancamiento 1. Resentimiento Este estado se presenta cuando nos oponemos o resistimos a todas las cosas que juzgamos que no somos capaces de cambiar. Cuando vivimos en estado de resentimiento, damos la responsabilidad a otras personas, entornos o situaciones, sobre aquellas cosas que no alcanzamos; por ejemplo: 

Alguien se interpuso en mi objetivo e impidió que lograra lo que tanto quería.

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El país está en crisis; por eso, no puedo conseguir trabajo.

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Mi familia es muy conservadora; por ello, no puedo abrirme a nuevas experiencias.

El resentimiento nos lleva a creer que existe la figura de un culpable; llevándonos a considerar la venganza como medio y a mantenernos siempre con la idea de tomar revancha, en vez de perseguir nuestro objetivo.

El problema es que la persona resentida se opone a todo aquello que no puede cambiar. No está a su alcance cambiarlo. Por lo tanto todo lo que esa persona resista, persistirá en el tiempo. 

¿Cómo se sale del Resentimiento?

Para salir de este estado de ánimo, primero debemos aprender a distinguirlo y a querer salir de él. El siguiente paso es la Aceptación; porque al aceptar aquello que no podemos cambiar, volvemos a tener el control sobre nosotros y nuestras acciones. Todo aquello que aceptamos (de corazón) dejamos de resistirlo. Otra manera de dejar de lado el Resentimiento es el Perdón. Recuerda que este no consiste en validar lo hecho por otros; sino aceptar lo ocurrido. Esta es una distinción fundamental para salir del resentimiento.

2. Resignación Cuando creemos que a pesar de todas nuestras acciones, no somos capaces de producir los cambios que queremos en nuestra vida, entramos en estado de Resignación. En dicha etapa, nuestra mente se bloquea y limita a vivir“la vida que le tocó”; sin embargo, cuando otras personas ven desde su perspectiva la situación, ven posible el cambio con otras acciones. En la vida podemos conocer muchas personas resignadas y que han abandonado la lucha por sus objetivos; a lo que denominamos suicidio cotidiano. Al vivir así, nos hacemos impotentes y víctimas de las circunstancias. La gente común suele estar resignada; para convertirnos en líderes, necesitamos superar este estado y transformarlo en aceptación y superación.

Si eres de los que dice: En mi futuro no hay salida, no hay esperanza.” o bien, "Esto ya es así, qué vamos a hacer", entonces estás dentro de la resignación. La persona resignada es aquella que "tiró la toalla". Cambió sus deseos e intenciones por una postura de abandono, desidia y falta de ánimo para hacer las cosas.

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¿Cómo se sale de la resignación?

Como siempre, lo primero es reconocer que nos encontramos en este estado de ánimo. A partir que hemos cambiado nuestro Observador acerca de los hechos y circunstancia, y hemos aceptado que nos habíamos entregado a la Resignación; lo que se puede hacer es un plan de acción para conectarnos nuevamente con nuestros objetivos y nuestro futuro, aquellos deseos que aún tenemos y transformarlos en Declaraciones. Recuerda que una declaración es una forma de conversar que hace que tu mundo cambie en el futuro. ¿Aún quieres cambiar la forma de ser de tu madre, de tu esposo, de tu hijo? Relee esta lección las veces que lo necesites y registra tus preguntas para hacérselas a un Coach en las  Clases en Vivo 3. Aceptación El primer paso para desplazar el resentimiento de nuestra vida, es la aceptación. Esto, no sólo se refiere a aceptarnos tal cual somos: altos, flacos, gordos o lindos; se refiere a ser conscientes de la situación que atravesamos y que a partir de ello, recuperemos el poder de emprender un cambio. Al aceptar aquellas virtudes y defectos ante la búsqueda de un objetivo, nos permite entrar a una nueva fase de descubrimiento y abrirnos paso a un mundo de nuevas posibilidades.

Sin embargo, ¿cómo dejamos de estar resentidos? Si bien, no es tan sencillo, pero el Perdón es la clave. El Perdón es una gran herramienta para salir del resentimiento. Cuando hablamos del perdón, no nos referimos a que pidamos perdón a otros; nos referimos a que nos demos a nosotros mismos el poder de dejar atrás situaciones que nos causaron frustración en el pasado. Perdonar no es olvidar ni reconciliarse; sino liberarnos de toda carga y sentir paz.

El Perdón nos libera y nos permite dejar de resistir (resentimiento). Todo lo que resistimos, persiste en el tiempo junto a nosotros.

Al estado de ánimo de Aceptación lo puedes ver como un juicio o como Declaración. Si lo vives como un juicio, estarás midiendo el nivel de aceptación para un hecho en particular y estarás sosteniendo un estándar que te indica cuanto más o menos debes aceptar de una situación. Siempre serás prisionero de tu juicio. En cambio, si vives la Aceptación como una declaración y dices: "acepto esto que no puedo cambiar", "acepto que haya pasado tal cosa en mi vida" y a pesar de que lo acepto "no estoy de acuerdo" con lo sucedido; dejas en claro que tampoco validas eso que sucedió, y entiendes que la gente actuó de la mejor forma que pudo en ese momento, con su nivel de conciencia. Hoy me declaro libre de ese hecho, hoy elijo estar bien, estar en paz, estar dando el primer paso para liberarme y empezar una nueva forma de Ser. 4. Serena ambición En la sociedad, nos han hecho creer que la “ambición” tiene una connotación negativa; sin embargo, el estado de serena ambición nos enseña a ver el futuro con optimismo, coraje y ganas de superación. Cuando nos encontramos en este estado, somos capaces de identificar que hay muchas posibilidades para producir cambios en nuestra vida. La serena ambición es de carácter generativo y es la perfecta herramienta para construir una realidad nueva. Este es el estado de ánimo que generan los líderes en un grupo, justamente para lograr que las cosas pasen.

"La Felicidad es un proceso, en el cual diseñamos permanentemente los estados de ánimo en los que queremos vivir" Por ello, es importante que entables una conversación interna contigo mismo cada tanto; para identificar el estado de ánimo en el que te encuentras y así, puedas mantenerte encaminado siempre hacia el futuro.