El Velo

El Velo Introducción ¿Es esencial el uso del velo en la mujer en el templo? Esta pregunta se parece mucho a la que los

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El Velo

Introducción ¿Es esencial el uso del velo en la mujer en el templo? Esta pregunta se parece mucho a la que los miembros de la iglesia de Corinto le hicieron al apóstol Pablo hace cerca de 2,000 años. Esta es la pregunta que creemos que le hicieron: Puesto que nuestro propósito es seguir tus enseñanzas, nos gustaría tener tu opinión en cuanto al tema del uso del velo en las mujeres en los servicios religiosos públicos. Esta fue una de las peticiones que los Corintios le hicieron a Pablo. la Iglesia de Corintios se habia caracterizado por la introduccion de cosas extrañas en su servicio de adoracion, incluyendo la posiblidad de permitir cosas que cuestionaban la moralidad de la iglesia y de las hermanas cristianas.

Cuerpo Si bien las Escrituras hablan poco de las vestiduras de las mujeres, se sabe que tanto el kuttôneth como el kethôneth eran prendas de vestir comunes para ambos sexos (Gn. 37:3; 2 S. 13:18; etc.). La "capa" para ella también era la Ñimlâh; en términos generales, el vestido femenino se denominaba simlâh 'ishshâh (Dt. 22:5). En Cnt. 7:1 se presupone la existencia de zapatos femeninos especiales para la danza. Algunas usaban y/o tenían -a veces como adorno- un "espejo" (heb. gilyônîm), y también se hacían "tocados" (heb. tsenîfôth, "turbantes"; Is. 3:22). Dicho tocado a veces sólo consistía en un velo o pañuelo. En Is. 3:18 se mencionan las "redecillas" (heb. shâbîs) para la cabeza. Por lo tanto el uso del velo como una preda de vestir para las mujeres

hebreas era desconocido a menos que se usara como una prenda lujosa (Heb. Tsammâh) como nos lo dice Cantares 4:1. Por otra parte los griegos y los romanos consideraban como una buena costumbre de que las mujeres usaran un velo en publico (Plutarch Quaest. Rom. xiv). La ciudad de Tarso (de donde era orinario el apóstol Pablo) se distinguió como una ciudad donde se mantenía muy rígida esta norma pagana (Dio of Prusa, Tarsica prior, section symbol 48).

El significado original La palabra velo en sentido genérico, algo que cubre, que envuelve; otras veces, una cortina.

En la Biblia, en el Antiguo Testamento, es traducción del:

Heb. mitpajath, "capa", tal vez un chal largo que se usaba sobre la túnica (ls. 3:22, "chales", DHH, BJ, NBE, RVR 1977; Rt. 3:15, "manto", RVR). Este término figura en la lista de las prendas elegantes que usaban algunas mujeres de Palestina. Los Rollos del Mar Muerto omiten la palabra. Heb. plural re{âlôth, quizá velos largos y sueltos, más delicados y costosos que los de uso diario (Is. 3:19). Heb. tsâ{îf (Gn. 24:64, 65). Heb. massêkâh o mesukkâh (ls. 25:7; 28:20; Ez. 28:13). Heb. plural mispâhôth, "velos" mágicos, aparentemente para quienes venían a consultar a las falsas profetizas, las que practicaban inventos engañosos sobre las almas inocentes en el antiguo Israel (Ez. 13:18, 21). Heb. tsammâh, adorno transparente (Cnt. 4:1-3; 6:7). Heb. râdîd (Cnt. 5:7; Is. 3:27). Hasta aquí los velos se refieren mayormente a las que usaban las mujeres de la antigüedad. Heb. masweh y gr. kálumma, el velo de la letra material (Ex. 34:33-35; 2 Co. 3:1218). En el Nuevo Testamento

1.

Griego peribolaion peribólaion; (1 Co. 11:1-16) una cobertura que cubria alrededor, un articulo de vestimenta

2.

kavlumma Velo hecho de material fino que permitia a la persona ver hacia fuera pero hacia dificil distinguir las caracteristicas de la persona cuando alguien le miraba. Este mismo material fuel el usado por Moisés cuando bajo del monte.

La Costumbre Oriental

Aunque los documentos antiguos no nos dan un testimonio inequívoco en cuanto a la costumbre de cubrirse la cabeza, sin embargo, de acuerdo con las representaciones pictóricas, las mujeres de aquel tiempo no se cubrían el rostro con un velo como las musulmanas de la actualidad. La costumbre de usar una tela oscura que pende de la cabeza y cuelga suelto sobre el busto.donde sólo los ojos y la frente quedan al descubierto, no es de origen judio sino musulman y nunca ha sido aceptado por los judios. Podemos entonces entender que Pablo en 1 Cor. 11: 4-16 está razonando con los corintios en cuanto al principio de decencia y decoro religioso en términos de las costumbres peculiares de esos días.

Aplicación Partiendo, pues, de la deducción razonable de que Pablo se ocupa aquí de la aplicación de un principio basado. en la costumbre de un país en determinado tiempo, podemos aceptar sus palabras como literales y significativas, sin llegar a la conclusión de que la aplicación específica que él hizo de ese principio en ese momento, debe aplicarse hoy día de la misma manera. Esta segunda conclusión sería lógica, pues no tendría en cuenta la premisa de la cual depende su argumento -la costumbre de ese tiempo-, sino que sería aplicar dicha premisa como una conclusión. Eso sería como quitar el fundamento de un edificio mientras se procura salvar y usar la superestructura suspendida en el aire Hay un punto más que puede ser importante para la consideración de todo este pasaje. Pablo proclamaba una nueva y gloriosa libertad en el Evangelio. Esa proclama tenía en sí la semilla del principio cristiano de la dignidad del sexo femenino y su liberación de la condición degradada en que eran tenidas las mujeres en los países paganos. El apóstol declaró: "No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gál. 3: 28). Sería fácil ver cómo algunas mujeres convertidas al cristianismo podrían distorsionar y usar mal su libertad en el Evangelio para causar descrédito a la iglesia. Una de las

difamatorias e infundadas acusaciones que se presentaron contra el cristianismo a medida que éste se difundía y que despertaron el odio de muchos, fue que los cristianos eran inmorales. No hay duda de que esta acusación ya podía haberse esparcido en los días de Pablo. Por eso era muy necesario que los cristianos se abstuvieran "de toda especie de mal" (1 Tes. 5: 22) y que recordaran el consejo adicional de su maestro: que aunque cierto proceder sea lícito, puede ser no conveniente (1 Cor. 6: 12). El aceptar con buena voluntad esta costumbre era un privilegio honorable que indicaba que una mujer ocupaba un lugar de respeto en la comunidad porque "pertenecía" a alguien, y tenía derecho a pedir sostén y protección de aquel bajo cuya "autoridad" vivía. Era una señal de que eran casadas, y también como una demostración de pudor. Por otro lado el cabello corto en una mujer era a veces señal de mala reputación, de ser esclava o de clase inferior. Las mujeres no se presentaban en público con la cabeza descubierta, porque eso se habría considerado como una deshonra para una mujer y para su esposo que se presentara públicamente sin un, velo, especialmente al presidir un culto. Una mujer de Corinto que tomara parte en los servicios públicos de la iglesia con la cabeza descubierta, podría ser considerada como si se hubiera colocado en el mismo nivel de una mujer vil, quizá impúdica. El hecho de que una mujer de Corinto tomara parte en los servicios públicos de la iglesia con la cabeza descubierta, daría la impresión; de que se comportaba desvergonzada e indecorosamente por no llevar el adorno del pudor y la modestia (ver. 1 Tim. 2: 9). Parece que Pablo razonara que la mujer al eliminar el velo, emblema reconocido de su sexo y de su posición, demostraba una falta de respeto por el esposo, el padre, el sexo femenino en general, y por Cristo.

Conclusión Todo este pasaje (cap. 11: 4-16) debe entenderse a la luz de esta afirmación general, para que no atemos a las mujeres de muchos países con pesadas cargas que no debieran llevar. Las instrucciones originales lograron un propósito específico que beneficio a la iglesia apostólica. Con esta respuesta, el apóstol Pablo le dejó claramente establecido el principio de que la opinión y la conducta de la generalidad de los creyentes debían ser también respetadas por unos pocos empecinados miembros de la iglesia de Corinto que se oponían a ellas. Este es un buen principio: uno o unos pocos individuos no deben creer que sus ideas son superiores a la opinión general de la iglesia en conjunto, y no tienen por qué tratar de suponer sus ideas a la mayoría, sin tener en cuenta las enseñanzas de las Escrituras y el Espíritu de Profecía. La práctica aceptada por la iglesia de hoy debe seguir el mismo principio, que en resumen es: A la "Ley y el Testimonio", sino dijeren como eso, es porque no les ha amenacido.

En la actualidad varios grupos han tratato de implantar el sombrero o la redencilla como un sustituto del velo. Esta practica no tiene bases bíblica. El Espíritu de Profecía no le dió ningun valor. La hermana White no hace ningun comentario al respecto en todos sus escritos.