El Srimad Bhagavatam

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EL SRIMAD BHAGAVATAM PRIMER CANTO CAPITULO 1 Las Preguntas de los Sabios Te saludo, ¡oh, hijo de Vasudeva! Tú creas, Tú sostienes y aniquilas, En el corazón de Brahma inspiras el Veda, En el kavi original, que ante Ti se inclina. ¡Oh, Independiente Supremo!, nunca igualado, En forma directa e indirecta controlas Y confundes a grandes dioses y sabios, Meditemos en Ti, El de eterna gloria. Rechazando la religión superficial y mundana, La más alta realidad nos entregas, Solo el que no Te envidia la desentraña, A él le libras de toda miseria. Para el que anhela conocer al Supremo, Este Purana inmaculado es suficiente, Por el gran muni Vyasa escrito, por solo leerlo, Firme en el corazón el Señor se establece. ¡Oh, hombres pensativos y expertos! ¡Saboread este Bhagvatam precioso! Es el fruto del Veda, maduro, que expuesto ahora por Suka, se ha vuelto aun más sabroso. A ustedes dado, degustadores del rasa, Apegados a probar el más puro néctar,

Que karma y jñana con desdén rechazan, Y solo liban la pura trascendencia. En el bosque sagrado de Naimisaranya, Para el placer del Señor y de Sus devotos, Mil años los sabios hicieron de yajña, Regidos por Saunaka, el de firmes votos. A Suta sentaron en el venerado asiento, Y a él le preguntaron mil santos eruditos, Buscando saber cuál sería el proceso, Que luzca en Kali como el más propicio: “¡Oh, sabio Suta!, tú eres libre de vicios, Humilde, virtuoso y excelente discípulo, Por ello tus gurus te han bendecido, Sus secretos hoy por favor dinos. “En Kali tendrá el hombre vida corta, Será flojo, mal guiado y pendenciero, ¿Qué destino aun con esto se le forja? ¿Qué será, ¡oh, Suta!, para él lo más bueno? “Tantas escrituras hay, ¡innumerables!, Que tomaría muchas vidas estudiarlas, Danos su esencia, ¡oh, sabio venerable!, Para así alegrar a todas las almas. “¡Oh, Suta!, ansiamos oír sobre el Supremo, Y del lila de Sus muchas encarnaciones, Lo que bien aprendiste hoy enséñanos, Para el bien de nuestros corazones. “Pues hemos oído que al nombre de Krsna, —Aun cantado en forma inconsciente— El temor le teme y a uno lo libra Del repetido nacimiento y muerte. “Esos santos que a Sus pies se refugian, Purifican más que las aguas del Ganges,

Y por oírles hablar de bhakti y renuncia, Se alcanza el más elevado trance. “¿Por lo tanto, quién que desee liberarse De los vicios de esta era de Kali, No estará dispuesto a ocuparse En escuchar Sus glorias trascendentales? “Nunca nos cansamos de oír los pasatiempos Del que se adora con selecta poesía, Quienes saborean esto a cada momento, Lo encuentran más y más dulce cada día. “Sri Krsna con Su hermano Balarama, Jugaron como seres humanos, —Lila infinito que nunca acaba— Ansiamos, ¡oh, Suta!, el escucharlo. “Consideramos que te hemos encontrado, Por gracia de la Providencia Divina; Capitán del barco, uno cruza a tu lado, El océano de Kali que al hombre mina. “Ya que Sri Krsna, la Verdad Absoluta, Custodio del dharma, se fue a Su morada, Di por favor: ¿Dónde hoy se refugian Los principios de la religión sagrada?”

CAPITULO 2 Divinidad y Servicio Divino Así habló el bienaventurado Suta, En el bello bosque de Naimisaranya, Feliz de escuchar sus buenas preguntas, Bendijo a los sabios con estas palabras. Suta Goswami dijo:

Saludo a Suka, el del gran misticismo, Quien dejó su hogar y elevada casta, Absorto en Dios, satisfecho en sí mismo, No atendió el llamado de su padre Vyasa. Le saludo a él, narrador del Bhagvatam, Que lo realizó con su propia experiencia, Y lo dio para aliviar a las almas, Sumidas en la más oscura nesciencia. Saludo al Supremo Narayan, el Señor, Y a ese gran ser, el Risi Nara-narayan, A madre Saraswati, a Vyasa el autor, De esta gran obra que nos libra de maya. ¡Oh, sabios! ¡Qué buenas preguntas me han hecho! —Ansiando de Krsna tomar más conciencia— Estas benefician al universo, Y alegran al jiva junto a sus respuestas. Por cierto existe una actividad suprema: El servicio amoroso al invisible Adhoksaja, Hecho sin interés, sin ni una reserva, Vuelve al alma por siempre dichosa. Por servir así al hijo de Vasudeva, —Mediante el bhakti yoga bien aplicado— Renuncia al mundo al bhakta le espera, Y sin causa aparente se vuelve un sabio. De nada sirve esa ocupación, Que no despierta amor por el Supremo, Todo esfuerzo apunte a la liberación, No a la ganancia, ni al placer externo. Los videntes de la Verdad Suprema, Han dicho de esa sustancia no dual, Que en tres aspectos se les revela: Como Brahman, Paramatma y Bhagavan.

Estos sabios siguiendo el Vedanta, Inmersos en conocimiento y renuncia, Practicando el bhakti bien alcanzan A realizar la Verdad Absoluta. Y ellos mismos, ¡oh, sabios!, declaran, Que la mayor perfección a conseguir, Sin considerar nuestra casta ni asram, Es complacer al Señor Hari. Por lo tanto, con la mente sin desviar, Al Señor, el refugio de Sus sirvientes, Uno debe escuchar, glorificar, Meditar y adorar sin detenerse. Con espada en mano, los inteligentes, Cortan los nudos del lazo del karma, —Por recordar al Señor Trascendente— ¿Quién pues no atenderá cuando de Él se habla? Mas la audiencia de Su bello mensaje, Con gran fe y atracción verdadera, Solo es posible si uno rinde homenaje, Y sirve a esas almas puras y sinceras. Sri Krsna, la Personalidad de Dios, Quien es el amigo del devoto veraz, Limpia toda impureza del corazón, Del que escucha Su divino katha. Todo lo que es inauspicioso, Prácticamente se destruye, Cuando uno sirve a Sus devotos Y a los deberes que aquí instruye. Situado así en el servicio amoroso, No hay pasión, ignorancia ni lujuria, Y el devoto se vuelve dichoso, Al establecerse en la bondad pura.

Con su mente así satisfecha, Por su práctica de bhakti-yoga, Conoce a Dios en forma perfecta, Y ya libre, el mundo no le ilusiona. Los nudos del corazón se desatan, Y todas las dudas son destruidas, La cadena del karma ya no le ata, Al ver que el ser todo domina. Por lo tanto, desde tiempo inmemorial, Los grandes sabios con gran placer, Rindieron servicio trascendental, Porque solo éste satisface al ser. En forma indirecta se asocia con las gunas, Y así crea, mantiene y destruye el Supremo; Como Brahma, Visnu y Siva interactúa, Mas el refugio de Visnu es el más bueno. Desde el principio adoraron los sabios A ese Señor pleno de trascendencia, —En bondad pura estando situados— Seguir hoy sus pasos es nuestra ciencia. Quienes persiguen la liberación, Rechazan las feas formas de los devas, Y solo adoran aquellas del Señor, Sin envidia, todo bendicen con sus tareas. Los pasionales e ignorantes adoran Distintas formas de los semidioses, O a los pitris y bhutas, y añoran: Riqueza, mujeres, progenie y goce. vasudeva-para-veda vasudeva-para makhah vasudeva-para yoga vasudeva-para kriyah //28//

vasudeva-param jñanam vasudeva-param tapah vasudeva-paro dharmo vasudeva-para gatih //29// Mas Vasudeva Krsna es el fin del Veda, Todos los sacrificios a Él se destinan, En Él culmina el yoga su senda, Cada acto Él, lo premia o castiga. //28// Vasudeva es el conocimiento supremo, Toda austeridad es para realizarlo, Todo deber es para complacerlo, Él es la meta que andamos buscando. //29// El Señor crea el principio de causa y efecto Y cual fuego en la madera, en todo se sitúa, Él mantiene a los seres de cada universo, Y encarna para salvar a las almas puras.

CAPITULO 3 Krsna es la Fuente de Todas las Encarnaciones El sabio Suta dijo: Como el Purusa o la Forma Universal, Se expandió en el principio el Señor, Y a los dieciséis ingredientes dio lugar, Deseando dar inicio a la creación. Se recuesta en el mar del brahmanda, Una porción del Purusa poderoso, Y del lago de Su ombligo, Brahma se origina, en el místico loto.

Se dice que todo el sistema planetario Se encuentra en el cuerpo del Purusa, Mas Él no tiene nada a ver con lo creado, Su ser es espiritual y eterno, nada Le ofuzca. Con su visión perfecta los devotos Admiran esta forma trascendental, Con miles de piernas, brazos y rostros, Guirnaldas y aros, de un brillo sin par. Esta segunda forma del Purusa, Es la fuerte semilla de varias encarnaciones, De partes de Su forma nacen muchas entidades vivas, devas y hombres. Primero los Kumara, hijos de Brahma, Que al nacer hicieron firme penitencia, Mantuvieron el voto de brahmacarya, Deseando alcanzar la trascendencia. La segunda encarnación, Varaha llamada, Alzó a la tierra en el mar sumergida; La tercera fue el gran sabio Narada, Quien instruye en sus sutras al alma rendida. En la cuarta vinieron Nara y Narayan, Los hijos gemelos del rey Dharma, Ellos ejecutaron intensa austeridad, Para el control sensorial y mental. La quinta fue el más perfecto Kapila, Quien a Asuri Brahmana explicó la ciencia de la metafísica y la acción creativa, De la cual ya no había existencia. La sexta fue el hijo de Atri, Dattatreya, —Su madre, Anasuya, quiso que nacieran Brahma, Visnu y Siva como uno de sus hijos— Prahlad, Alarka y otros, fueron sus discípulos.

La séptima encarnación fue Yajña, Del Prajapati Ruci y Akuti nacido, Asistido por devas como su hijo Yama, Reinó cuando Manu acabó su período. Risabhadev fue la encarnación octava, Su padre el rey Nabhi, Merudevi su madre, Mostró la perfección más acabada, Y fue venerado en todos los asrams. Adorado por sabios y devas, Prithu, el noveno, el gran emperador, Sacó varios productos de la tierra Y lució ella inolvidable esplendor. Al término del período de Caksusa Manu Aconteció una gran inundación, Vino el Señor como un pez de gran tamaño, Y a Vaivasvata salvó en su embarcación. Su undécima encarnación fue Kurma, Quien en su espalda cargó a Mandaracala, El pivote que usaron suras y asuras, Para obtener el néctar que anhelaban. En la duodécima fue Dhanvantari Y Mohini en la décimo tercera, Engañó a los daityas con su hermosura, Y dio el néctar a beber a los devas. Nrisimha advino en la décimo cuarta, En que derrotó al temible Hiranyakasipú, Mostrando así que a Sus queridos bhaktas, Proteje infalible en toda vicisitud. En la décimo quinta vino cual Vamana, Quien visitó el yajña de Bali Maharaj, Pidió solo el espacio de tres pisadas, Aunque deseaba el cosmos en su totalidad.

Parasuram vino en la décimo sexta, Y veintiún veces derrotó a los ksatriyas, Esto lo hizo cual poderosa muestra, Para quien no respeta a las personas santas. En la décimo séptima advino Vyasa, Hijo de Satyavati y del Muni Parasara, Dividió el Veda en muchas ramas, Al ver disminuir la inteligencia humana. En la décimo octava vino como Rama, Con el fin de complacer a los devas, Cruzó el océano y realizó otras hazañas, Por las que por siempre se le celebra. En las dos encarnaciones que siguen, Vino el Señor como Krsna y Balarama, Aparecieron en la dinastía Vrisni, Para aliviar al mundo de su carga. Luego, al inicio de Kali-yuga, El Señor advendrá como Buda, Hijo de Añjana, nacerá en Gaya, Y hará que los ateos se confundan. Después, en la conjunción de ambas eras, Kalki vendrá como el hijo de Visnu Yasa, Para ese entonces los líderes de la tierra, Serán causa de temor y desconfianza. ¡Oh, brahmanas!, no se pueden contar Sus encarnaciones innumerables, Son como olas que brotan sin cesar, De una vertiente con agua a caudales. Los rsis, los Manus y su descendencia, Los Prajapatis y los devas, Son porciones de Su Omnipotencia, O porciones de porciones de ella.

Las encarnaciones que aquí se mencionan, Son porciones plenarias o que de ellas derivan, De Sri Krsna, Quien es Dios mismo en persona, Que en cada era nos salva de los adversos a Indra. Todo aquél que atento recite el misterio De Sus encarnaciones, mañana y tarde, Pronto se verá libre de ese fuego Que vuelve nuestra existencia miserable. La Forma Universal no es algo real, Mas ayuda al que se inicia en el sendero, Pues en ella se empieza a meditar, Aunque Su cuerpo es espiritual y eterno. Las nubes y el polvo viajan con el viento, Mas: “El cielo está nublado y sucio está el aire,” Es como piensan algunos necios, Que confunden al ser con un cuerpo de carne. Tan pronto una persona se observa Como distinta a su cuerpo burdo y sutil, Puede verse como un alma eterna Y percibe a Su lado al Supremo Hari. Cuando este maya ilusorio se retira Y el alma despierta por gracia de Dios, Entonces en plena gloria se ilumina Y se sitúa en la autorrealización. Así los sabios dan clara noción, Del lila del Innacido e Inactivo, De Quien se sitúa en cada corazón, Mas no Le descubre ni el Veda mismo. Los necios tampoco comprenden el lila, El nombre y forma trascendental del Señor, Su gloria infinita, ni la imaginan, Ni entienden Su juego de gran actor.

Solo quien sirve sin motivos ni reservas, Sus pies de loto con limpia devoción, Puede conocerle en Su gloria plena, En todo Su poder, belleza y esplendor. Solo por formular estas preguntas, Uno se vuelve un perfecto cognocente, El éxito y el amor puro de ellas resultan, Y nos hacen inmune al nacimiento y la muerte. Dios se encarna en este inmaculado texto, Y en Vyasa, Su encarnación literaria; Es todo auspicioso, gozoso, perfecto, Y da al hombre la meta más acabada. Sri Vyasadev lo entregó a su hijo, El más exaltado entre las grandes almas, Tras extraer la crema de otros escritos Y de las historias más exaltadas. Sukadeva Goswami, el hijo de Vyasa, Al rey Pariksit lo recitó a su vez, Quien presto a morir, se llenó de confianza, Y lo escuchó sin dormir, comer ni beber. Cuando Krsna volvió a Su propia morada, Llevándose el conocimiento y la religión, Para el oscuro Kali dejó este Purana, Que nos permite ver como un gran sol. Cuando Sukadeva lo recitó al gran rey, Por su gracia lo oí con profunda atención, Trataré de darles lo que pude aprender, Tal cual lo escuché y fue mi comprensión. aaaaaaaa CAPITULO 4

La Aparición de Sri Narada Vyasa dijo: Al escuchar hablar así a Suta Goswami, Saunaka Muni, el mayor de esas grandes almas, Con el fin de congratularle, Le dirigió las siguientes palabras. Saunaka dijo: ¡Oh, el más afortunado Suta! Relata, ¡oh, exaltado expositor! El Bhagvatam puro, que el gran Suka A orillas del Ganges reveló. ¿Cuándo y dónde por vez primera Fue este texto recitado? ¿Y de quién, el gran Vyasadeva Se inspiró para compilarlo? Su hijo Suka era un yogui poderoso, Que no hacía distinción en base al cuerpo, Un monista iluminado, silencioso, Que recorría el mundo encubierto. Al dejar su casa y pasar cerca de un río, Unas muchachas desnudas no se cubrieron, Pues vieron que no se afectó en lo más mínimo, Mas al ver a su padre Vyasa, sí lo hicieron. ¿Cómo fue él reconocido por la gente, Cuando entró en la ciudad de Hastinapura, Si se mostraba como un loco, mudo, ausente, Para ocultar su posición suprema y pura? ¿Cómo fue que el rey Pariksit, Se encontró con este gran sabio, Pudiendo afortunado recibir, La esencia Védica de sus labios?

Él permanecía ante la puerta de una casa, Tan solo mientras ordeñaban a una vaca, Mas no lo hacía porque tuviera necesidad, Sino con el fin de bendecir a ese hogar. Dicen del rey Pariksit también, Que fue un muy exaltado devoto, Háblanos por favor acerca de él, De su nacimiento y actos gloriosos. Él incrementó la fama de los Pandu, Y gobernó un imperio floreciente, ¿Porqué fue al Ganges tras haber renunciado, Y allí sentado ayunó hasta la muerte? Fue un emperador tan poderoso Que grandes reyes a postrársele iban, Era joven, fuerte, valiente y hermoso, ¿Cómo pudo de ese modo dejar su vida? Que solo buscan el bien de los demás, Es la característica de los devotos, ¿Cómo pudo entonces él renunciar A ese cuerpo que era amparo para otros? Suta Goswami dijo: Cuando el segundo yuga cambió al tercero, De Satyavati nació el sabio Vyasa, —La encarnación de Dios, asceta austero— Su padre fue el exaltado Parasara. Una vez, a la salida del sol, Se dio un baño en el río Saraswati, Y tras la debida ablución, Se sentó solo, para concentrarse. Pudo prever la influencia de la era, Cómo el hombre disminuiría su vida, La falta de bondad que habría en ella, Y buscó en su corazón una salida.

En cuatro decidió separar el Veda, Para poder conservarlo entre los hombres, Al ver que los sacrificios que enseña, Bien purifican nuestras ocupaciones. Paila Risi recibió el Rig Veda, Vaisampayana el Yajur, Jaimini el Sama, Angira el Atharva y Romaharsana, Mi padre, las historias y los Puranas. Y así el gran sabio Vyasadeva, Quien es piadoso con los ignorantes, Editó y difundió el Veda, Poniéndolo más a todo alcance. Lleno de compasión y de gracia, Quiso extendernos lo más preciado, Y así decidió presentar el Mahabharata, Para mujeres, sudras y dvija-bandhus. Pero aun así no estaba satisfecho, A pesar de escribir para el bien del mundo; Curioso se preguntó por la causa de esto Y lo analizó hasta lo más profundo. Vyasa pensó: Seguí votos estrictos, adoré el altar y el Veda, Seguí a mi maestro y entregué el Mahabharata, Para que a través de él sin problemas, Comprendan la Verdad todas las castas. Mas aun así me siento incompleto, A pesar de estar con el Veda equipado, Tal vez por que no di lo más perfecto: Ese bhakti amado por Dios y por los sadhus. A la choza de Krsna-dvaipayana, —A orillas del Sarasvati sagrado— Llegó a tiempo el Risi Narada,

Para encontrar a Vyasa abrumado. Ante la auspiciosa llegada de Narada, Vyasa respetuoso se puso de pie, Y veneró como al mismo Brahma, A quien complacen las almas de bien.

CAPITULO 5 Narada Instruye a Vyasadeva Acerca del Srimad Bhagvatam Jubiloso y sonriente dijo Narada: Tus preguntas y estudios fueron completos, Y tu Mahabharata es una obra aclamada, Por su exposición del pensamiento Védico. En el Vedanta-sutra enseñaste brahmán, Y las verdades que de él se derivan, ¿Qué encuentras entonces de lamentar? ¿Qué aun falta a tu obra que te desanima? Sri Vyasa dijo: Cuanto has dicho de mí es correcto, Pero aun así no estoy satisfecho, Dime la causa de mi mal, ¡oh sabio!, Dime tú, el de saber ilimitado. Porque tú adoras al Señor Supremo, A quien trasciende esta naturaleza, No existe para ti ni un misterio, Nada se oculta a tu pureza. Al igual que el sol, viajas por los cielos, Y como el aire llegas a lo más profundo,

Como el Alma Omnisciente eres de bueno, Y por ello es que ahora recurro a ti, Pues a pesar de estar yo libre de lo terreno, Puedes ver que algo me hace sufrir. Sri Narada dijo: Tu corazón puro no puede satisfacerse, ¡oh, Vyasa!, Pues no has alabado las sublimes glorias del Señor, Inútil es aquel saber o ciencia que no Le ensalza, ¡Tú solo has tratado lo básico de la religión! Esas palabras que no alaban las glorias del Supremo, Por cuya audición se purifica toda existencia, Son vistas por los santos como tirthas para cuervos, Pues esos cisnes se complacen solo en la trascendencia. Por otro lado, esa literatura llena de descripciones, De la gloriosa fama, nombre, forma y pasatiempos del Señor, La aceptan los sabios honestos, aun si tiene imperfecciones, Pues inspira en el hombre impío una positiva revolución. El mismo conocimiento de la autorrealización, No es bien visto si ignora el concepto del Infalible, ¿Qué ganancia puede haber entonces en esa acción, Transitoria y penosa, que al Supremo no sirve? ¡Oh, Vyasa!, tu visión es perfecta y tu fama inmaculada, Eres firme en tus votos y estás afianzado en la Verdad, En trance medita en Sus actividades exaltadas, Y dalas al mundo para que alcancen la libertad. Así como el viento agita a un bote en un lago, Así agita a la mente toda idea ajena al Señor, Y crea distintas formas, nombres y resultados, Que son producto de una equivocada visión. Las personas se atraen por el placer mundano, Que en tus escritos lo verán como religión, Pensarán que tú mismo lo has entusiasmado Y harán a un lado lo que es prohibición.

Solo alguien muy experto y retirado de ese placer, Puede comprender esta ciencia del Infinito Supremo, Mas si recitas Sus glorias a quienes no andan bien, Conocerán también la senda y se librarán del apego. tyaktva sva-dharmam caranambhujam harer bhajan apakvo ‘tha patet tato yadi yatra kva vabhadram abhud amusya kim ko vartha apto ‘bhajatam sva-dharmatah //17// Uno que renuncia a sus logros en el mundo, Para ocuparse en el servicio al Señor, No fracasa, aun si cae por inmaduro, ¿Mas qué gana el que se consagra a su ocupación? Quienes son en verdad filosóficos e inteligentes, Deben esforzarse por lo que no se da en esta esfera, Los demás buscan el placer en forma tan vehemente, Sin ver que de por sí viene, al igual que las miserias. na vai jano jatu kathañcanavrajet mukunda-sevy anyavad anga samsrtim smaran mukundanghry-upaguhanam punar vihatum icchen na rasa-graho jana //19// Querido Vyasa, si un aspirante cae de un modo u otro, No vuelve a experimentar la existencia material, Pues quien tan solo una vez quiso servir Sus pies de loto, Prueba un éxtasis tan grande, que nunca Le olvidará. Eres una porción plenaria del Señor, Y tu visión perfecta en la Verdad estriba, Aunque no nacido, naces por compasión, ¡Por favor habla de Krsna de manera más vívida! Los eruditos decidieron en forma conclusiva, Que los estudios, sacrificios, caridades e himnos, Que en fin, toda sabiduría infalible culmina, En la descripción de Sus pasatiempos divinos.

¡Oh, muni!, en el último milenio nací Como hijo de una sirvienta de brahmanas Versados en el Vedanta y les atendí En los meses que al estudio se consagraban. Me bendijeron aunque eran imparciales, Yo era controlado y grave, aun siendo un niño, No era travieso, tenía buenos modales, Y no hablaba más de lo debido. Una vez, con su permiso, comí sus remanentes, Y por hacer esto me limpié de mis pecados, Por la trascendencia sentí un gusto tan fuerte, Que creció en mí un deseo con nada comparado. De esa forma, por su gracia y misericordia, En su asociación supe del lila de Krsna, Y por escuchar con atención de Sus glorias, Mi atracción por oírlas creció cada día. ¡Oh, brahmana!, los eruditos han decidido Que la cura para todo dolor y problema, Es dedicar al servicio amoroso exclusivo, La ejecución de todas nuestras tareas. Así como en forma terapéutica aplicado, Un veneno cura el mismo mal que éste causó, Así las acciones que antes nos condicionaron, Puestas a Su servicio, nos dan la liberación. Canta así las glorias de Vasudeva, de Pradyumna, De Aniruddha y Sankarsana, Sus porciones plenarias, Así actúan los videntes, quienes libres de duda, Alaban Su representación sonora, a este Purana. El Señor primero me dotó con Su ciencia, Tal como se enseña en forma secreta en los Vedas, Después me dotó con místicas opulencias, Y por fin con Su servicio de amorosa entrega.

Describe por favor las glorias del Supremo, Que alegrarán tanto a legos como a eruditos, —A todos los que están en el mundo sufriendo— Pues este es el eterno remedio prescrito.

CAPITULO 6 La Conversación entre Narada y Vyasa Suta dijo: ¡Oh, brahmanas!, al oír así lo referente Al nacimiento y actividades de Sri Narada, Bhagavan Vyasadev preguntó lo siguiente, Ansiando saber más de su vida dedicada. Vyasa dijo: ¿Qué hiciste después de la partida de los sabios? ¿Cómo naciste esta vez, tras dejar tu vida pasada? El tiempo todo aniquila, ¿cómo no has olvidado, Lo que aconteció en el otro día de Brahma? Narada dijo: Los sabios se fueron y quedé con mi madre, Quien era una mujer sencilla, una sirvienta, Atada a mí, su único hijo, se ocupó en cuidarme, Mas como a títeres, el buen Señor nos maneja. Una noche, al salir a ordeñar a una vaca, La pobre fue mordida por una serpiente, Yo era solo un niño, mas lo vi como una gracia, Pues el Supremo a Sus devotos les bendice siempre. Partí hacia el Norte cruzando pueblos, villorios, campos, Minas, ciudades, hermosos lagos llenos de lotos, Por fin en un río mitigué mi sed y cansancio,

Después de cruzar bosques con animales peligrosos. A la sombra de un baniano, en un lugar solitario, Usando mi inteligencia, medité en Paramatma, Siguiendo el proceso que me enseñaran los sabios, Hasta que Lo vi en mí, y me bañé en lágrimas. Mi mente se transformó en amor trascendental, Cada parte de mi cuerpo se animó por separado, Estaba absorto en un océano de felicidad, Donde solo me veía a mí y al más Amado. Mas solo Le percibí un momento en mi corazón, Tras el cual lamenté el haberle perdido, Y a pesar de mis esfuerzos, escapó de mi visión, Y al no recuperarle, me lamenté afligido. Entonces el Señor, para mitigar mi agonía, Me dijo estas palabras reconfortantes y graves: “¡Oh, Narada!, solo una vez me verás en esta vida, Para que aumente en ti el deseo de alcanzarme. “Pues cuanto más ansíes conseguirme, Más te alejarás de las cosas mundanas, Solo quien de toda mancha está libre, Puede verme siempre y nada le empaña. “Por servir a la Verdad, aun por pocos días, Uno desarrolla firme inteligencia en Mí, De allí uno alcanza Mi morada divina, Tras dejar este mundo de sufrido existir. “Nunca se pierde esa inteligencia devota, Y así por Mi gracia nunca me podrás olvidar.” Así habló esa personalidad maravillosa, Y agradecido me incliné en namaskar. Entonces, cantando las glorias del Omnisciente, Recorrí satisfecho el mundo, sin formalidades, Sin envidia ni apego me encontré con la muerte,

Como el relámpago y su luz, que surgen iguales. Y así recibí mi cuerpo trascendental, Tras dejar el otro de cinco elementos, Y entré en Narayan en el ciclo final, Cuando se devastaba el universo. Después Brahma despertó para crear de nuevo, Marici, Angira, Atri y otros, nacimos también, Desde entonces viajo por el mundo entero, Por todas las esferas, sirviéndole a Él. Con mi vina recorro cantando Sus glorias, Y de inmediato aparece en mi corazón, Mi experiencia me enseña que no hay mejor forma Que cantar Su lila para la salvación. yamadibhir yoga-pathaih kama-lobha-hato muhuh mukunda-sevaya yadvat tathatmaddha na samyati //35// Es verdad que mediante la práctica del yoga Uno puede dejar la lujuria y el deseo, Mas con esto en realidad el alma no se colma, Solo si sirve a Mukunda, el liberador Supremo. Así te hablé de mi nacimiento y actividades, Tal como me lo pediste para tu beneficio. Sri Suta dijo: Así le habló a Vyasa el gran sabio Narada, Quien libre se fue tocando su vina, Toda gloria sea para esta alma exaltada, Con cuyo canto de todo dolor nos alivia. CAPITULO 7

El Hijo de Drona es Castigado Sri Suta dijo: A orillas del Ganges, en Samprayasa, Se sentó Vyasa a meditar en el Señor; Allí decidió escribir este Bhagvatam, Cuya audiencia erradica toda ilusión. Sri Saunaka dijo: Suka estaba en la senda de la liberación, Y por ello en sí mismo satisfecho, ¿Porqué entonces con esmero se dedicó A estudiar este vasto y profundo texto? atmaramas ca munayo nirgrantha apy urukrame kurvanty ahaitukim bhaktim ittham-bhuta-guno harih //10// Sri Suta dijo: Porque todas las variedades de atmaramas, —De sabios renunciantes, libres de todo lazo— Ejecutan bhakti en forma pura e inmotivada, Habiéndoles Hari cautivado, con Sus virtuosos actos. Ahora comenzaré este relato trascendental, Dado por Suka, el amado de los devotos, Que habla de Sri Krsna y de Pariksit Maharaj, Y de cómo los Pandavas aceptaron sus votos. Después que en Kuruksetra se libró la gran batalla, Y el hijo de Dhritarastra cayó herido por Bhima, A los hijos de Draupadi decapitó Asvattama, Cuando los cinco, indefensos, en la tienda dormían, Y sus cabezas llevó a su amo para darle placer, Pero Duryodhan desaprobó este acto tan cruel. Al oír Draupadi de la masacre de sus hijos, Gritó llena de dolor y derramando lágrimas;

Arjuna se acercó a ella, con firmeza y contrito, Y trató de apaciguarla con estas palabras: “Ya te traeré, ¡oh, bendita dama!, —Para que te bañes encima— La cabeza de ese perverso brahmana, Cuando la corte con mi arco Gandiva.” Así la consoló y subió a su cuadriga, Llevando armas temibles y su armadura, Asvattama le vio desde la lejanía, Y lleno de temor se dio a la fuga. Cansado su corcel, con Arjuna cerca, desesperado, Lanzó el brahmastra, la más poderosa de las armas, El universo entero quedó entonces alumbrado, Y así oró el Pandava al Señor, al ver toda vida amenazada. Arjuna oró diciendo: “¡Oh, Krsna Krsna!, de brazos poderosos, Solo Tú libras del temor a Tus devotos Y el fuego de esta ardiente existencia apagas, Librando a las almas del doloroso samsara. “Tú desciendes para cuidar a Tus amigos, En especial a aquellos que meditan en Ti, ¿De dónde proviene este fulgor repentino, Cuya gran refulgencia nunca antes vi?” Sri Krsna dijo: El hijo de Drona lanzó el arma brahmastra, Deseando escapar de su muerte inminente, Usa el himno de energía nuclear, ¡oh, Partha!, Para que de esa manera lo contrarestes. Sri Suta dijo: Así lo hizo y el choque de ambas armas fue deslumbrante, Su irradiación calentó al universo entero; Arjuna retiró ambos brahmastras al instante, Al ver que quemaban los mundos como un fuego.

Luego, airado, con ojos cual cobre, ató con sogas Al hijo de Gautami y quiso llevarle ante Draupadi, “No merece que le muestres misericordia, —Le dijo Krsna— mata ahora mismo a este miserable.” Mas Arjuna le llevó ante su amada esposa, Quien al verle le reverenció como a un brahmana, “Suéltale —le dijo— no es esta una acción propia, Es el hijo de Drona y a través de él vive ese acharya. “Tampoco quiero causar a otra madre igual miseria, Ni a los miembros gloriosos de otra familia, No hagas que la ira brahmínica se encienda Y queme a esos reyes que no se dominan.” Yudhisthir aprobó estas palabras puras, Virtuosas y libres de duplicidad, Al igual que Krsna, los gemelos y Arjuna, Solo Bhima insistía en la pena capital. Sri Krsna dijo: No puedes matar a un amigo de brahmanas, Pero de acuerdo a la escritura, sí a un agresor, A Draupadi también le diste tu palabra, Y Bhima y yo esperamos tu resolución. Suta dijo: Entonces Arjuna cortó su pelo con su espada, Siguiendo las órdenes equívocas del Señor, También la joya de su cabeza le fue quitada, Y con ella su fuerza, brillo, fama y honor. Este es el castigo para el pariente de un brahmana, —Cortar su pelo y privarle de su casa y riqueza— Después de esto la dolida Draupadi y los Pandavas, Hicieron los debidos funerales con tristeza.

CAPITULO 8 Las Oraciones de Reina Kunti Cuando Krsna, dispuesto a ir a Dvarka, subió a Su cuadriga, —Después de hacer los ritos y de consolar a los Pandavas— Y después de tres asvamedhas del rey Yudhisthira, Vio que Uttara se dirigía a Él, corriendo aterrada. Uttara clamó: ¡Protégeme! ¡Protégeme! ¡Oh, místico Supremo! Dios de dioses, Señor del universo, Aparte de Ti a nadie más veo, Que nos libre ante la muerte y de lo adverso. Una flecha de hierro candente, Se dirige a mí, ¡oh, Señor protector! Deja que me cause la muerte, Pero que no aborte por ello a mi embrión. Suta dijo: Krsna, al ver a Sus cinco devotos bajo amenaza, Esgrimió de inmediato Su disco sudarsana, Y junto con neutralizar el brahmastra de Asvattama, Con Su energía personal cubrió el embrión de Uttara; Luego Kunti con sus hijos y Draupadi agradecidos, Le hablaron al Señor en el momento de despedirlo. Kunti dijo: ¡Oh, Persona Suprema!, Te reverencio, Controlador de la externa energía, Siendo invisible, estás fuera y dentro, Y eres el sustento de toda vida. Escondido tras la cortina engañosa de maya, ¡Oh, irreprochable!, Te encuentras más allá de los sentidos, No eres percibido por el observador que se engaña, Pues como un diestro actor pasas desapercibido. Si para los paramahamsas y almas puras vienes,

A enseñarles la ciencia del bhakti-yoga, ¿Cómo podremos comprenderla las mujeres, Si no es recibiendo Tu misericordia? Ante Krsna, el hijo de Vasudeva y Devaki, Ante el niño amoroso de Nanda y los gopas, Ante Sri Govinda, vengo a postrarme, Y a ofrecerle mis reverencias respetuosas. Reverencio a quien tiene Su ombligo cual loto, A quien luce de lotos una guirnalda, Reverencio a quien tiene cual loto Sus ojos, Y cuyas plantas están con lotos grabadas. A Devaki has protegido y a nosotros mismos, Del veneno, del fuego, de la asamblea viciosa, De los caníbales y en el exilio, De la gran guerra y de esta arma espantosa. Yo deseo que estas calamidades, Se repitan una y otra vez, Porque así Te veré viniendo a salvarme, Lo que significa no volver a nacer. Alcurnia, opulencia, educación, belleza, Embriagan al alma con logros falsos, Mas ningún sentimiento por Ti despierta, Aquel que no está materialmente exhausto. A Ti, la propiedad del empobrecido, Al que trasciende esta naturaleza, Al autosatisfecho y gentil amigo, Al amo del monista, ¡mis reverencias! Yo Te considero el Señor del tiempo, Sin principio y el Omnipenetrante, Por igual estás hacia todos dispuesto, Las disputas las crean nuestros enlaces. ¡Oh, Alma del universo!, es desconcertante,

Que aunque no actúas, aun así trabajas, Que siendo eterno entre nosotros naces, Y entre las especies de vida más bajas. Tu temor al lazo de Yasoda me desconcierta, Pues sabemos que a Ti teme el temor personificado; Para la razón de Tu venida hay muchas respuestas, Pues por el bien de las almas estás siempre ocupado. Quienes siempre escuchan y glorifican Tus actos, —O se complacen cuando lo hacen otros — A su existencia material le dan el alto, Siempre dedicados a servirte dichosos. Tú mismo hiciste todos los deberes, ¿Nos dejas hoy a pesar de que por completo Dependemos de Ti y que a muchos reyes, Tenemos hoy como enemigos abiertos? Así como el nombre y la fama se acaban, Cuando del cuerpo se retira la vida, Así se les acabará a los Yadu y a los Pandava, Si al irte Tú, ya no nos miras. Nuestras ciudades y aldeas están florecientes, Hay hierbas, cereales, frutas y claras aguas, Todo luce hermoso porque estás aquí presente, Y porque reciben el calor de Tu mirada. ¡Oh, Señor y Alma del universo! Por favor corta las amarras, —Ese fuerte nudo del afecto— Que siento por los Vrisni y por los Pandava. ¡Oh, Señor de Madhu!, tal como el Ganges, Fluye venciendo todo obstáculo hasta el mar, Que mi atracción por Ti nunca se aparte, Que no se desvíe hacia nada más. ¡Oh, Krsna!, amigo de Arjuna, ¡oh, el mejor de Tu dinastía!

Tú destruyes esos partidos que perturban la tierra, Tú proteges a las vacas, a los devotos y dvijas, ¡Oh, poderoso Dios!, a Ti, mis reverencias eternas. Suta dijo: Krsna, al oír a Kunti, sonrió en forma hechicera, —Tan hechicera como Su poder místico— Luego Yudhisthir se acercó lleno de pena, Por la guerra habida en su beneficio Yudhisthir dijo: Así como el lodo no filtra el agua enlodada, Y como el vino no limpia su propia mancha, Así el sacrificar animales no salva Al causante de semejante matanza.

CAPITULO 9 La Muerte de Bhismadeva Suta dijo: Allí estaba Bhisma en su lecho de flechas, Como un semidiós caído del cielo, Vinieron los Pandava a ofrecerle reverencias,* En bellas cuadrigas y Krsna con ellos. (Vinieron con opulencia para hacer feliz a Bhismadev quien les vería triunfantes.) Estaban sabios, rsis, Vyasa y Sukadeva, Narada, Parasuram... entre muchos otros, Yudhisthir parecía el mismo Kuvera, Y ante Bhisma se sentó el de ojos de loto. Los hijos de Pandu le rodearon en silencio, Llenos de dolor por el abuelo herido, Quien adoró al Señor con el más profundo afecto, Y se bañó en lágrimas ante sus más queridos.

Bhisma dijo: ¡Cuánto dolor e injusticia sufrieron ustedes, Por ser hijos de la religión personificada! No merecían pasar por tales menesteres, Mas les protegió Dios, los brahmanas y el dharma. Kunti debió cuidarles al enviudar de Pandu, Y pienso que todo esto se debe al factor tiempo, Bajo cuyo control cada planeta está girando, Y son llevados como las nubes por el viento. ¡Qué asombrosa es la influencia de este ineludible tiempo! ¿Cómo pudo sufrir reveses el hijo del Dharma, Un Bhima con su maza, un Arjuna, arquero diestro, Y contando con el mismo Krsna, Quien les ama? ¡Oh, rey!, nadie puede conocer el plan del Supremo, Aunque grandes sabios indagan, quedan confundidos, Todo fue Su voluntad, sirve entonces Su deseo, Y cuida ahora a esos súbditos que están desvalidos. Sri Krsna es la original Personalidad de Dios, Que nos confunde con Su propia energía externa, Le has visto como un amigo, primo, benefactor... Mas es a Quien Siva, Narada y Kapila veneran. Él está presente en todos y con todos es bueno, Siempre está libre de toda embriaguez material, No hace diferenciación, que es producto del ego, Mas por ser yo Su siervo, ha venido a verme en Su bondad. Que mi Señor que tiene cuatro brazos, Y ojos rojos como el sol naciente, Que me sonríe lleno de encanto, Me espere hasta el momento de mi muerte. Suta dijo: Luego el gran Bhisma respondió a las preguntas del rey, Sobre castas, apego, salvación, deberes...

Hasta que el sol por el hemisferio Norte se hizo ver, Buen momento para los que parten cuando quieren. Entonces ese héroe que combatió en mil batallas, Que protegió a miles de hombres y trató mil temas, Libre de cautiverio habló y fijó su mirada En Sri Krsna, quien brillaba cual valiosa gema. “Permítaseme ahora ocupar en el poderoso Señor, Mis capacidades de pensar, de sentir y desear, Que por tanto tiempo destiné a una u otra labor, Que me atraiga Su forma azul, como el árbol Tamal. “El campo de Kuruksetra cubrió de polvo Su cabello, Estaba herido por mis flechas y empapado Su rostro, Él disfrutó de estos adornos y por solo vernos, Redujo nuestra vida, ante Él me postro. “Cuando Arjuna pareció afectado por la ignorancia, Al ver en el campo a familiares y amigos, Le iluminó con conocimiento sin mácula, Que mi atracción a Sus pies sea mi supremo destino. “Cumpliendo mi deseo y sacrificando Su promesa, Bajó de Su cuadriga y me atacó con una rueda, Cual león enfurecido por las heridas de esas flechas, Que lanzara yo a Su amigo; perdió Su manto en la carrera. “Que el Señor Sri Krsna sea mi última atracción, Ese auriga de Arjuna, Quien con látigo en mano, Fue muy cuidadoso en brindarle protección; Quienes Le vieron allí, al morir se liberaron. “Que mi mente quede fija en ese Supremo Señor, Cuya sonrisa atrajo a las doncellas de Vraja, En el rajasuya-yajña el mundo Le adoró, Y hoy evoco esa escena en forma detallada.” Suta dijo: Entonces Bhisma, dejando de respirar, volvió a Dios,

Los presentes callaron como aves al fin del día, Llovieron flores del cielo, entre las muestras de honor, Y los sabios se fueron alabando a Sri Krsna. Yudhisthir Maharaj volvió a palacio dolido, Para reinar con virtud, tras consolar a sus tíos.

CAPITULO 10 La Partida del Señor Krsna para Dvarka Suta dijo: Krsna estaba feliz de ver entronado a Yudhisthir, Y que los Kuru restablecieran su dinastía, El rey, iluminado por Bhisma, bien supo cumplir, Encontrando en sus hermanos una fiel compañía. Las nubes y la tierra eran generosas en sus dádivas, Las vacas mojaban el suelo con espesa leche, Correspondían a su vez los ríos, mares y montañas, Borrando el amistoso rey, el mal de toda especie. Entonces Krsna pensó en volver a Su propia ciudad, Después de tranquilizar a Sus parientes y hermana, Todos se sintieron morir, que todo iba a acabar, Al saber que partiría la vida del alma. ¿Cómo podrían tolerar Su separación, Después de haber estado con Él en persona, Si Sus glorias despiertan tal atracción, Que una vez oídas ya no se abandonan? En el jarro de esa dulce atracción se derritieron, No parpadearon, para preservar Su encanto, Las mujeres, para verle, dejaron su encierro, Mientras intentaban controlar su profuso llanto. Distintos instrumentos sonaron en concierto,

Y con tímido afecto las damas llovieron flores, Un quitasol tomó Arjuna, y Le abanicaron con respeto: Uddhava y Satyaki, para rendirle más honores. Así hablaron las damas, más hermoso que los Vedas: “Aquí está el Señor, cuya forma perciben Sus bhaktas, Y cuyo lila en sastras reservados se revela, A Él Le ven aquellos que están libres de toda falta. “Cuando los reyes se vuelven bajos como animales, Él manifiesta la Verdad por Su poder supremo, Y ayuda al fiel con Sus encantadoras actividades, Al venir en distintas formas, en Sus diversos juegos. “¡Qué gloriosa es la dinastía del rey Yadu! ¡Y qué virtuosa es la tierra de Mathura! Donde ha nacido y en Su juventud ha jugado, El esposo de la Diosa de la Fortuna. “Dvarka ha vuelto a la tierra más famosa que el cielo, Pues allí gozan de Su mirar y sonreír afectuoso, Sus reinas cuánta adoración y votos hicieron, Que hasta las gopis quisieran el beso de ese esposo. “Sus afortunadas reinas fueron por Él raptadas, Y para ello enfrentó a reyes como Sisupala, A pesar de que muchas fueron vistas como impuras, Él las aceptó, y acabó con mil demonios como Bhaumasura.” Cuando así hablaron las damas de Hastinapúr, El Señor les sonrió y les concedió Su gracia, Con solo mirarlas les dio consuelo y quietud, Y dejó la ciudad, para dirigirse a Dvarka. Maharaj Yudhisthir organizó un ejército, Para escoltar al Señor por un trecho del camino, Los Pandava Le acompañaron llenos de afecto, Lo más que pudieron, hasta despedirle afligidos. Varias provincias cruzó el Señor a Su regreso,

Y en todas ellas recibió afectuosa bienvenida, Cada tarde se detuvo junto con Su cortejo, Y tras la puesta del sol cumplió los ritos del día.

CAPITULO 11 La Entrada del Señor Krsna en Dvarka Suta dijo: Al llegar a Anarta* el Señor tocó Su caracola, La cual se enrojeció como un cisne entre lotos rojos, Toda Dvarka corrió hacia Él para verle en persona, Ya largo tiempo ansiando dar tal fiesta a sus ojos. (Otro nombre de Dvarka que significa «donde todos bailan de felicidad») Los ciudadanos llegaron trayéndole regalos, Al autosuficiente Quien suple al universo, Como ofrecer fuego al sol es esto comparado, Y se dirigieron a Él con el debido respeto: Los habitantes de Dvarka dijeron: Tú eres adorado por los devas y eres la meta para quienes desean el mayor bien en sus vidas, Tú eres Padre, Madre, Guru, Bienhechor y se acepta como afortunado a quien ve Tu forma divina. Un segundo parece un milenio cuando Te vas, Y sentimos inútiles los ojos sin Tu sol, Lejos de Ti no podremos vivir mucho más, Sin Tu sonrisa que nos quita el dolor. El Señor al escucharles les miró con amor, Y entró en Su ciudad cruzando altas y talladas puertas, Pasó por jardines, hermitas, lagos, parques en flor, Y bajo arcos con hojas y banderas de fiesta.

Las calles perfumadas y con cereales esparcidos, Flores, frutas, cuajada, caña, tinajas con agua, Incienso, velas, daban auspicioso colorido, Todo esto celebraba Su tan ansiada llegada. Sus familiares cercanos llegaron con pompa, Con carros, elefantes, con emblemas de buena fortuna, Con brahmanas cantando el Veda, resonando conchas, Y ofreciéndole oraciones con belleza y dulzura. Famosas prostitutas llegaron en palanquines, Artistas, cantores, oradores y bailarines; A todos les saludó el Señor de formas variadas: Mirando, abrazando, con la mano... y les confortaba. Ancianos brahmanas con sus esposas Le alababan, Y de las azoteas las mujeres bebían Su belleza; Sus pies de loto son el refugio que ampara, A esas almas que en Él se cobijan y piensan. Su cabeza resguardada por una blanca sombrilla, Le cayeron flores, Le abanicaban blancas chamaras, Con Su oscuro cuerpo, ropa amarilla y guirnaldas: Como una hermosa nube resplandecía, Por sol, luna, arco iris y relámpago rodeada. (Srila Prabhupad explica en este verso que Su propio cuerpo es como la nube, el sol es la sombrilla, las chamaras son la luna, la lluvia de flores son las estrellas y Su ropa amarilla es como el arco iris.) Al entrar a casa tocó los pies de Sus madres, Que lloraron y sus pechos se mojaron con leche, Después fue a ver a Sus reinas, las que al saludarle, Le abrazaron a través de sus hijos, mirada y mente. Aunque siempre con ellas, Sus pies parecen nuevos, La inquieta diosa Laksmi nunca quiere dejarlos, ¿Cómo podrá una mujer desapegarse de ellos, Una vez que a su sombra se haya guardado?

El Señor se tranquilizó tras matar a esos reyes, Que con su fuerza eran una carga para la tierra, Actuó como el viento que a los bambúes enciende, Causando una fricción que los condujo a la guerra. Y a pesar del bello sonreír y mirar de Sus reinas, —Tan hermoso que atraería al mismo Cupido— Y aunque el mismo Siva caería víctima de ellas, No hicieron que Él se agitara en lo más mínimo. Ni el Señor ni Su devoto están bajo esta energía, —Nada de esta naturaleza en verdad les afecta— Las finas damas pensaban que por ellas moría, Sin estar al tanto de Sus opulencias y grandeza.

CAPITULO 12 El Nacimiento del Rey Pariksit Saunaka dijo: El invencible brahmastra dañó el vientre de Uttara, Pero el rey Pariksit fue salvado por el Señor, ¿Cómo nació, cómo murió, y qué fin obtuvo esta gran alma? Ansiamos saber más sobre este insigne emperador. Suta dijo: Maharaj Yudhisthir reinó tan bien como su padre, Y su fama alcanzó hasta los mundos de Indra, Mas porque estaba absorto en su Señor adorable, Solo a complacerle destinó su vida. Cuando Maharaj Pariksit se quemaba en el vientre, Vio al Señor, del porte de un pulgar, con ropas amarillas, Viniendo con Su cuerpo oscuro, presuroso y sonriente, Con cuatro brazos, yelmo, Su maza girando y ojos con ira.

Estaba anulando la radiación de esa arma, Como el sol evapora una gota de rocío, Luego, el protector de los rectos, Paramatma, Desapareció ante el admirado niño. Más tarde nació él, cuando el cielo estuvo propicio, Dhaumya y Kripa, guiando a los dvijas, cantaron himnos, Maharaj Yudhisthir repartió con regocijo: Tierra, oro, pueblos, elefantes... a brahmanas dignos. Los brahmanas dijeron: Este inmaculado hijo fue salvado por Visnu, Y le llamarán Visnurata por ser Su protegido, Como Iksvaku será en dar amparo a su pueblo, Y como el Señor Rama de veraz, puro y austero. Como el famoso rey Sibi será de generoso, Y cual Bharata dará a su familia buena fama, Como Arjuna será en el arco, y tan poderoso Como el gran océano o un fuego en llamas. Como un león de fuerte y en dar refugio, como el Himalaya, Paciente cual la tierra, cual sus padres en tolerancia, Ecuánime como su abuelo* o como el mismo Brahma, Y munífico como el Señor del monte Kailasa. (El rey Yudhisthir.) Como El que a Laksmi resguarda en dar protección, Como Yayati en seguir los principios del dharma, Tan bueno como Krsna por seguir Su instrucción, Y magnánimo como Rantidev, el de eterna fama. Un devoto como Prahlad, paciente como Bali, Un padre de príncipes que serán como sabios, Un castigo para quienes la paz de otros invaden, Guardián de los ideales que agreden los mundanos. Cuando sepa de su muerte la cual será causada por una serpiente enviada por un niño brahmana, Se va a liberar de toda atadura temporaria,

Y escuchará al hijo de Vyasa a orillas del Ganga. Así predijeron su futuro tras estudiar el cielo, Y el rey Yudhisthir les dio prodigiosa caridad, Como Pariksit le conocería el mundo entero, Es decir “El buscador,” de Quien le vino a salvar. Como luna creciente aumentó el príncipe en brillo, Bajo sus abuelos guardianes a buen cuidado. Luego Yudhisthir para purgar el triste exterminio, Decidió llevar a cabo un sacrificio de caballo. Para ello necesitaba suficiente riqueza, La que al Norte fueron a buscar sus hermanos, Tres yajñas hizo por los pecados de Kuruksetra, Y así satisfizo a Hari, el que estaba angustiado. CAPITULO 13 Dhritarastra Deja el Palacio Suta dijo: Vidura aprendió de Maitreya acerca del ser, Y después de esto regresó a Hastinapura, Todos se alegraron mucho al verle otra vez, Y feliz Yudhisthir le dijo a esa alma pura. Yudhisthir dijo: ¡Oh tío!, a nosotros y a nuestra madre nos protegiste, Como ala de pájaro, del veneno y del gran incendio. Cuando saliste a recorrer, ¿cómo te mantuviste? ¿En qué lugares sagrados estuviste sirviendo? Mi señor, devotos como tú mismo son lugares sagrados de peregrinaje, Porque llevan al Señor en el corazón, Santifican el sitio que les da hospedaje.

Debes haber visitado la ciudad de Dvarka, Donde viven nuestros bienhechores y amigos, Ellos se ocupan en servir a Krsna sin falta, ¿Están ellos bien?, seguro que algo habrás sabido. Gradualmente Vidura les describió, Cada lugar en el que había estado, Mas para no producirles dolor, Calló sobre la partida de los Yadu. Vidura quedó allí para iluminar a su hermano, Yudhisthir reinaba feliz viendo a su nieto Pariksit, El tiempo invencible destruye los planes mundanos, Y Vidura instruyó sobre esto a Dhritarastra así. Vidura dijo a Dhritarastra: Querido rey, ¿cuánto más la ilusión te hará su juego? Tan solo mira como el miedo se ha adueñado de ti, El Señor viene como kala, el tiempo eterno, Y la vida y otras cosas queridas nos hace rendir. Tu padre, hermano, amigos e hijos, ya están muertos, Pierdes tu memoria y tu inteligencia no es clara, Eres ciego, estás casi sordo, inválido y viejo, Sin dientes, esputas moco y tu hígado falla. ¡Qué grande es nuestra esperanza de seguir con vida! Como un perro doméstico estás en otra casa, Comiendo los remanentes dejados por Bhima, ¿Cómo has llegado a posición tan baja? Vives de la caridad de quienes quisiste matar, Usurpaste su reino e insultaste a su esposa, Y aunque a costa de tu honra quieras vivir más, Tu cuerpo decaerá como vieja ropa. yah svakat parato veda jata-nirveda atmavan hrdi krtva harim gehat

pravrajet sa narottamah //27// Aquella persona que por sí misma o gracias a los demás, Despierta en su interior la indiferencia, Y situando a Hari en su corazón deja su hogar, Es un narottam, un hombre de suprema excelencia. Dirígete por ello cuanto antes al Norte, —Sin siquiera anunciarlo a tus familiares— Pues viene esa era, y ya son sus aprontes, Que priva al hombre de sus cualidades. Dhritarastra plenamente resuelto, Cortó el firme afecto que ata a las criaturas, Y dejó su casa para irse sin regreso, Tomando la senda indicada por Vidura. La gentil y casta Gandhari, la hija del rey Subala, Fue también al Himalaya siguiendo a su marido, Ese lugar es el placer de quienes aceptan la vara, Como héroes que bien reciben un golpe del enemigo. Yudhisthir entretanto ejecutó sus ritos matutinos, Adoró a Surya en el fuego y obsequió a los dvijas, Luego entró a palacio para saludar a sus tíos, Mas no encontró ni a ellos, ni a su respetable tía. Yudhisthir dijo: ¡Oh, Sañjaya! ¿Dónde se han ido mis afligidos tíos? ¡Por causa de mi maltrato se habrán tirado al Ganges! Cuando mi padre murió por ellos fuimos protegidos, Y bondadosos mostraron preocupación constante. Sañjaya dijo secando sus lágrimas: De tus tíos y Gandhari no sé nada, Cuánto me extraña, ¡oh, descendiente de Kuru!, Pero fui engañado por esas grandes almas; Y entonces llegó Narada con su tamburu. Yudhisthir le dijo, tras ponerse de pie y darle honra:

No sé dónde están mis tíos y mi ascética tía, Que la pérdida de sus cien hijos aún llora, Mas tú debes saberlo, capitán que nos guías. Narada dijo: No te lamentes por nadie, ¡oh, piadoso rey!, Porque todo está bajo el control del Supremo, Por ello los grandes regentes le oran para bien, A Quien nos une o dispersa según Su deseo. Como es controlada por la nariz una vaca, Así el hombre es dirigido por los Vedas, Como un actor, el Señor nos ata y desata, Y todo sucede según Él lo ordena. Ya sea que pienses que el alma es un principio eterno, O que todo es brahman, o todo perecedero, O que todo es una mezcla de espíritu y materia, Solo será ilusión si la separación te apena. Por ello abandona esta ansiedad, Que por ignorancia te ha surgido, Que sin ti, —te hace pensar— Tus mayores estarán desvalidos. Este cuerpo está bajo el control del tiempo o kala, De las tres modalidades y de la acción o karma, Si está así entonces en las fauces de la serpiente, ¿Cómo podrá proteger a otros seres vivientes? Los que no tienen manos son presa de los que sí tienen, Los que no tienen patas, de quienes con cuatro caminan, Y así vemos que el fuerte se alimenta del débil, Y que todo ser vivo sirve a otro de comida. Por ello, ¡oh, rey!, dirígete al Supremo Señor, A ese Omnipotente que se encuentra dentro y fuera, Que ha venido como el tiempo devorador, A terminar con los envidiosos de la tierra.

Tus tíos y Gandhari han ido al Sur del Himalaya, A Saptasrota, donde hay un refugio de sabios, Allí Dhritarastra practica astanga y solo bebe agua, Se baña tres veces y adora el fuego sagrado. Por el proceso de asana y pranayama tendrá Que trascender las gunas y controlar los sentidos, Y deberá armonizar su identidad con brahmán, Volviéndose apático al mundano extravío. En cinco días se harán ceniza su cuerpo y choza, Y en ese fuego místico entrará su fiel esposa, Vidura al ver esto se irá con pena y alegría... Así le dijo antes de irse, al rey que sufría.

CAPITULO 14 La Partida del Señor Krsna Sri Suta dijo: Arjuna viajó a Dvarka para ver a Krsna, Mas tras varios meses, nada sabían los suyos, Esto preocupó a Maharaj Yudhisthira, Quien notó además muy malos augurios. Vio a la gente más codiciosa y airada, Y ganando su vida en forma ilícita; Notó las estaciones del año cambiadas, Y que no eran bien atendidas las visitas. Vio decaer la relación de amigos y familiares, Que habían malos entendidos entre padres e hijos, Que no andaban bien las relaciones matrimoniales, Y que el engaño penetraba en vínculos y oficios. ¿Estará por irse el Señor como Narada lo predijo? —Le comentó Yudhisthir a su hermano Bhima—

Ya hace siete meses que salió Arjuna y solo he visto, Signos anunciando que un grave mal se avecina. Por Él gozamos de esposas, progenie y prosperidad, Pero hoy mi lado izquierdo tiembla y mi pecho se agita, Nuestra inteligencia se aterra por lo que vendrá, Mira al chacal que al aclarar, vomita fuego y grita. Animales como la vaca pasan por mi izquierda, Y los más bajos como el asno, ¡oh, Bhima!, me rodean, Mis caballos parecen llorar, y los búhos y cuervos, Quieren vaciar el mundo con gritos que dan miedo. Hay humo en el cielo y temblores en la tierra, Hay truenos sin nubes y relámpagos furtivos, El viento sopla y oscurece, alzando polvadera, Hay lluvia en todas partes, con resultados dañinos. El sol declina y parecen pelearse las estrellas, Los ríos, lagos, tranques y mente, están perturbados, Los seres vivos se lamentan, lloran y se queman, La mantequilla no se enciende... ¿Qué está pasando? Las vacas no producen y sus terneros no maman, Los toros gimen en el campo sin pastar siquiera, Las deidades parecen querer irse y que lloraran, No hay belleza en las hermitas, jardines, ni aldeas. Pienso que todo esto anuncia la más gran calamidad, El mundo era afortunado al ser marcado por Sus pies, Mas estos signos indican que pronto partirá, Y sin Su presencia ya nada será como antes fue. Cuando así hablaba el rey, llegó Arjuna sollozando, Se postró a sus pies y permaneció cabisbajo, Yudhisthir preguntó por cada uno de los Yadu, Por hombres y mujeres, buscando la causa del llanto. Yudhisthir Maharaj dijo: Dvarka y el universo gozaron de ambos hermanos,

Y ellas, ganando a los devas, junto a Satyabhama, Disfrutaron cual las esposas de quien porta el rayo, Los héroes a su vez, trajeron la casa Sudharma. Querido Arjuna, dime si tu salud está bien, Estás sin lustre, como si te hubiesen ofendido, ¿Faltaste a tu promesa, o dejaste de proteger, O fallaste en dar caridad a un desvalido? ¿Estuviste con mujer de carácter censurable? ¿O no trataste bien a una que lo merecía? ¿Fuiste vencido por alguien de igual o menor talle? ¿O comiste solo, sin compartir tu comida? ¿Habrás cometido un error imperdonable? ¿O sufres la pérdida de tu íntimo amigo? ¡Oh, hermano Arjuna!, no puedo imaginarme, Ni una otra razón para que estés tan dolido. CAPITULO 15 Los Pandavas se Retiran a Tiempo Suta Goswami dijo: Arjuna, afectado por la partida del más querido, Respirando hondo, y apenas conteniendo sus lágrimas, Comenzó a informar acerca de lo acontecido, Recordando a su bienhechor, auriga, vida y alma. Arjuna dijo: ¡Oh, rey!, el Señor Supremo Hari me ha dejado solo, Y así ya no tengo ese poder que asombró a los devas, Un instante sin Él vuelve al universo todo, Tan vacío como un cuerpo que sin vida se queda. Por Su gracia vencí a los príncipes lujuriosos, Que se reunieron en el palacio de Drupada,

Con mi arco y flecha acerté al blanco en el ojo, Y así la mano de Draupadi nos fue confiada. Por Él conquisté al rey Indra y a sus asociados, Y permití al dios Agni devorar el Kándhava, Él salvó al demonio Maya de morir quemado, Quien construyó la casa del Rajasuya-yajña. Por Él Bhima derrotó al poderoso Jarasandha, Y Él soltó el pelo a las viudas de quienes insultaron a Draupadi, por tocar su trensa santificada,* Esa vez ella cayó a los pies de Krsna, llorando. (Su trenza fue santificada en el sacrificio raja-suya.) Durante el exilio Durvasa y sus diez mil discípulos, Confabularon con el enemigo para dañarnos, Esa vez el Señor por comer tan solo un trocito, Satisfizo al mundo y a los que se estaban bañando. Por Su influencia sorprendí en la lucha a Siva y a su esposa, Y así él complacido me regaló su propia arma, Otros semidioses también hicieron igual cosa, Y en el planeta de Indra se me otorgó un asana. Cuando fui invitado a los planetas celestiales, Los devas, e incluso Indra, recurrieron a mis brazos, —A los Nivatakavaca queriendo eliminarles— Mas sin Él, de ese mi poder, ¡no queda ni el rastro! La fuerza Kaurava era invencible como el océano, Mas en mi carro, por Su gracia, pude cruzarlo, Como también de incógnito vencí a mil guerreros, Cuando a Virata querían robarle el ganado. Fue Él quien redujo a todos la duración de sus vidas, Y les hizo flaquear en estrategia y entusiasmo, Cuán expertos eran Karna, Drona, Bhisma, Mas en medio del combate les fue socavando. Ni un pelo en la guerra con sus armas me tocaron,

Pues Él me protegió como a Prahlada, Nrisimha, Aun cuando bajé del carro para abrevar a mis caballos; Por mi escaso amor a Él, Le ocupé como mi auriga. Hoy recuerdo Sus palabras y bellas sonrisas, Cuando me decía: “¡Oh, Mi amigo!¡Oh, hijo de Pritha!” Andando juntos Le bromeaba y Él sabía tolerarme, Tal como lo hacen los amigos, o con su hijo el padre. ¡Oh, emperador!, ahora estoy separado de este amigo, La personalidad de Dios, y me siento vacío, En Su ausencia unos pastores indignos me vencieron, Cuando sacaba a Sus nobles esposas de Su reino. Tengo el mismo arco, las mismas flechas, carro y caballos, Y yo soy el mismo a quien muchos reyes rendían pleitecía, Mas todo esto sin Él, en un segundo, se ha acabado, Como echar ghí en ceniza, o sembrar en tierra improductiva. ¡Oh, rey!, de acuerdo a tu deseo debo informarte, Que los brahmanas maldijeron a nuestros parientes, Y embriagados con vino de arroz, lucharon a matarse, Y quedarán ahora cuatro o cinco sobrevivientes. Todo esto sucedió por voluntad del Señor, Quien hace que unos se protejan o se maten, Como en el mar el pez grande come al menor, Así entre los Yadu aconteció este desastre. Ahora estoy atraído por la instrucción Que tantas veces recibí de Govinda, Ésta es un unguento para el corazón, Que en toda circunstancia nos alivia. Suta Goswami dijo: Y así meditando en Su amistosa instrucción, La mente de Arjuna halló consuelo, Sintió un extasis sin contaminación, Que aumentó su devoción por el Supremo.

El rey, al saber del regreso de Krishna a Su morada, Llevando a los Yadu consigo, decidió irse él también, Al igual que Kunti, quien quiso verse liberada, Mediante el bhakti, de este continuo renacer. El mismo día en que Krsna dejó esta tierra, Kali se manifestó en forma completa, Y creó distintas condiciones de miseria, Para quienes no tienen la visión correcta. Yudhisthir pudo entender la influencia de la era, Cargada de avaricia, engaño, violencia y mentira, En la familia, en el estado, entre amigos... donde fuera, Y se vistió acorde para su partida. Pero antes entronó a su nieto como emperador, De toda tierra que el océano circunda, Y puso a Vajra, un bisnieto del Señor, Como el rey de Surasena en Mathura. Luego se fundió en su realidad trascendental, Y vistiendo harapos renunció a la comida, Creció su pelo y no dependía en nadie más, Sordo... mudo... loco... ausente... parecía. Fue al Norte siguiendo a sus antepasados, Para consagrarse por completo al Señor, Los síntomas de Kali también vieron sus hermanos, Quienes decidieron seguir los pasos del mayor. Debido a su práctica de la devoción, Pudieron alcanzar el reino de Dios, El cual es llamado Goloka Vrindavan, Al que llegaron en cuerpo y alma. Vidura dejó este mundo en Prabhasa Y en el Pitriloka fue recibido, Draupadi vio a los hermanos irse de casa, Y con Subhadra alcanzó a sus maridos.

CAPITULO 16 Cómo Maharaj Pariksit Recibió a la Era de Kali Suta Goswami dijo: Entonces Pariksit, como un devoto, empezó a reinar, Con plena virtud, cual los brahmanas lo anunciaran, Tuvo cuatro hijos con la hija del rey Uttara, De los cuales el mayor fue Janamejaya. Realizó tres asvamedhas con Kripacarya, Donde los devas mismos estuvieron presentes, A orillas del Ganges se hicieron estos yajñas, Su distribución de riqueza fue sorprendente. Una vez, cuando salió a conquistar el mundo, Encontró a un sudra disfrazado como rey, Era Kali-yuga que golpeaba en las patas A un toro y a una vaca, sin darles cuartel; Maharaj Pariksit al verlos en tal desgracia, Castigó de inmediato al que obraba tan cruel. Saunaka preguntó: ¿Porqué el rey solo le castigó?, dínos por favor, —Siempre que esto se relacione con Krsna— Los devotos puros ansían oír acerca del Señor, Pues en otros temas se desperdicia la vida. En tanto Yamaraj esté aquí presente, Nadie tendrá que encontrarse con la muerte, Quienes están bajo su juridicción, Tomen entonces ventaja de esta audición. Mas los seres humanos negligentes, De corta vida y poco inteligentes, Pierden la noche durmiendo, y el día, En cosas que ningún bien les deriva.

Suta Goswami dijo: Cuando Pariksit vio que en su reino se infiltraban Los vicios de la era de Kali, tomó sus armas, Su carro de negros caballos, con su león por emblema, Y salió heroico a conquistar la tierra, Rodeado por guardias, elefantes, caballería, Numerosos soldados y adornadas cuadrigas. Por donde fue estableció su supremacía, Y oyó las glorias de Krsna y de sus antepasados, Quedaba admirado donde sea que iba, Y al oír de cómo él mismo había sido salvado. Mientras, la religión personificada, Dharma, En la forma de un toro, encontró a Bhumi como vaca, Y le preguntó a ella, al ver que sollozaba, Como una madre que sin su hijo, sufre su falta. Dharma preguntó: Madre ¿No te sientes bien y sana? ¿Porqué te cubre el dolor? ¿Estás enferma o sufres por la lejanía de algún familiar? Solo tengo una pata...¿te aflige ver mi condición? ¿O temes ese mañana en que te van a explotar? ¿Sufres porque no adoran ni a los devas ni al Señor? ¿O por la hambruna y la sequía, que causan tanto mal? ¿Te afligen las pobres mujeres y niños que son engañados? ¿O porque madre Saraswati está en manos de falsos dvijas? ¿O sufres porque los brahmanas se mal refugiaron, Bajo administradores que no aprecian la cultura divina? ¿Sufres porque el estado tiene todo en desorden, Y porque el pueblo, sin seguir regulaciones, De cualquier forma come, duerme y se aparea? ¿Te lamentas al verles en tanta miseria? ¡Oh, madre tierra!, Hari, el Señor Supremo, Vino con el fin de aliviar tu pesada carga, Mas ya se fue con Sus pasatiempos eternos,

Y quizás por Su ausencia ya nada te agrada. Madre, tú eres la fuente de toda riqueza, Dime la causa de lo que tanto te apena, Pienso que ha sido el tiempo, por cuya influencia, Te quitó esa opulencia que envidiaron los devas. La tierra respondió: ¡Oh, Dharma!, tú mismo sabes de mi sufrimiento, Mas aun así trataré de responder tus preguntas, Ya antes satisfaciste al universo, Parado en tus cuatro patas, gracias a Achyuta. En Él residen cualidades ilimitadas, Como veracidad, limpieza, bondad, tolerancia, Renuncia, satisfacción, firmeza, Control, austeridad, ecuanimidad, constancia, Desapego, liderazgo, indiferencia, Caballerosidad, influencia, autocracia, Serenidad, experiencia, ingenuidad, fuerza, Conocimiento, determinación, gentileza, Felicidad, fidelidad, eternidad, fama, Y el sufrir por ver a las almas condicionadas... Infinitas gracias tiene el Señor en su haber, Mas ahora, como bien dices, ha partido, Y ahora sufro en mi triste condición al ver, Cómo el reino de Kali se ha extendido. Pienso en ti y en mí, en los semidioses y sabios, En los devotos, varnasram, y en los antepasados... Laksmi, cuya gracia es deseada por Brahma y por otros de su valía, Dejó su bosque de lotos por esos pies que me marcaban: —Con el rayo, la vara, la bandera y el loto, llenándome de alegría— Pero se fue de aquí, ¡justo cuando me sentía tan afortunada! Yo estaba recargada de falanges militares, A cargo de reyes ateos y demoníacos,

El Señor advino entonces para aliviarme, Y por ti nació entre los Yadu, al verte contrito. ¿Quién podría tolerar la separación Suya? Sus sonrisas de amor conquistaban a las reinas, Y por el polvo de Sus pies lucí yo una cobertura, De hermoso pasto verde que delataba mi prema. Mientras esta conversación se llevaba a cabo, A orillas del Saraswati llegó el rey con sus soldados. CAPITULO 17 Castigo y Concesión del Rey a Kali Suta Goswami dijo: Al llegar a ese lugar Maharaj Pariksit vio, A un toro y a una vaca carentes de protección, Que un sudra de baja clase, vestido como rey, Golpeaba con su maza, sin haber porqué. El toro era blanco como un loto inmaculado, Y estaba aterrado porque lo golpeaban, En una sola pata permanecía parado, Al tiempo que temblaba y se orinaba. Aunque la vaca es buena porque provee Para la ejecución de los sacrificios, Se la veía con lágrimas y endeble, Golpeada por ese sudra sin principios. El rey Pariksit le habló con voz de trueno: ¿Quién eres? Pareces fuerte y aun te atreves A matar a los indefensos en mi suelo, Vistes como rey, mas por tu actuar no lo eres. Tú, bribón, aquí osas golpear a estos inocentes,

Sabiendo que Krsna y Arjuna ya no están presentes, Ya que a estos huérfanos les causas este daño, La muerte será el castigo por tu pecado. Entonces el rey le dijo a Dharma: ¿Eres un toro cual loto blanco o algún semidiós? Ahora has perdido tres patas y andas solo en una, Por vez primera en mi dinastía lloran, mas hasta hoy, La negligencia real no causó lágrima alguna. No te alarme más este sudra, ¡oh, hijo de Surabhi! Y ¡oh, madre vaca!, mientras yo gobierne en esta tierra, No deben llorar ni sufrir por la violencia de nadie, Soy yo quien debe subyugar la envidia, no teman. ¡Oh, casta!, la buena fama, vida y renacimiento, Se arruinan para el rey si están ustedes aterrados, Por ello a este malvado que causa injusto sufrimiento, Debo condenarle a muerte, ya sin más preámbulo. ¿Quién te hizo esto, ¡oh, toro!, que mancha mi dinastía? Quien sea que cause dolor a un ser indefenso, Deberá temerme a mí, aunque sea un amigo de Indra, Pues uno protege al débil curvando al deshonesto. El primer deber de un rey, es cuidar a justos y a leales, Y castigar a aquellos que no siguen la escritura, Que se desvían de ella en tiempos normales, Cuando no les oprime emergencia ninguna. La personalidad de la religión dijo: Tus palabras son propias de un verdadero sucesor de la disnastía de los Pandava, El Señor mismo les sirvió como mensajero, Estando atraído por sus hazañas. Encontramos difícil definir al culpable, Por la variada opinión de muchos filósofos, Unos dicen que el propio yo es el responsable, El poder sobrehumano o los actos, dicen otros.

Otros dicen que la causa de la miseria, No se averigua mediante la argumentación, Que ni las palabras la describen siquiera, ¡Oh, sabio entre los reyes!, saca tu conclusión. El rey dijo: ¡Oh, toro!, tú conoces la verdad de la religión, Pues dices que el destino asignado a un pecador, Es el mismo que recibe quien se ensaña en culparlo, Tú eres el mismo dharma en esta forma encarnado. En la era de Satya tenías tus cuatro patas: —La austeridad, limpieza, veracidad y piedad— Pero veo que ahora tres de ellas te faltan, Debido a la lujuria, droga y vanidad. Hoy solo sobre una de ellas te paras, Y ésta es la de la veracidad, Mas por Kali está siendo amenazada, Ya que con él florece la falsedad. La Personalidad de Dios y Sus devotos, Disminuyeron la carga de la tierra, Quien ahora lamenta con lágrimas en sus ojos, Por esos gobernantes que abusarán de ella. Y así ese rey que podía enfrentar a mil enemigos, Apaciguó a la religión y a madre Bhumi, Y luego sacó su espada de temible filo, Para matar a quien los torturaba impune. Mas Kali de inmediato se postró a sus pies, Dejando a un lado la ropa que vestía, Pariksit, siendo bueno, sintió pena por él, Y le sonrió al dolido en forma compasiva. El rey dijo: Hemos heredado la fama de Arjuna, Y por rendirte así, nada temas, empero,

Porque eres adicto a las acciones impuras, No podrás permanecer en mi reino. Si a la personalidad de Kali, o sea, a la irreligión, Se le permite actuar como cabeza ejecutiva, Habrán desgracias, robos, vanidad, traición, Codicia, engaño, imprudencia y riña. Por lo tanto, ¡oh, amigo de la irreligión! No mereces permanecer en ese lugar, Donde se busca complacer al Señor, Siguiendo los principios de la Verdad. Sri Suta Goswami dijo: Cuando el rey le ordenó de esta manera, La encarnación de Kali tembló de temor, Y al verle en esa actitud tan severa, Como si estuviese ante Yama, así habló. Dijo Kali: ¡Oh, rey!, en cualquier lugar al que me mandes, Estaré yo bajo la custodia de tu Gandiva, Por ello, ¡oh, guardián del dharma eterno!, dame, Un sitio en tu reino donde se me reciba. Suta Goswami dijo: Solicitado así, en los lugares Donde hay prostitución, juegos de azar, Alcohol y matanza de animales, El rey le autorizó para estar. Kali pidió entonces otro sitio más, Y donde hubiese oro se le permitió, Porque ahí habrá lujuria, envidia, falsedad, Enemistad, riña e intoxicación. Por ello los reyes, religiosos y líderes, Los sannyasis y brahmanas nunca deben A estos cinco alguna vez servirles, Ni permitir que algún día imperen.

Después el rey se preocupó de recuperar, Las patas perdidas de la religión en pena, —La limpieza, misericordia y la austeridad— Y pudo mejorar la condición de la tierra.

CAPITULO 18 Maharaj Pariksit es Maldecido Suta Goswami dijo: El día en que Krsna se fue, empezó esta era, Mas Pariksit no encontró en ella un tan gran mal, Pues con solo desear lo bueno, se te premia, Y la maldad se castiga solo si se llega a ejecutar. Vio además que solo para los necios, Podría ser esta era de gran peligro, Mas no para el que se controla resuelto, Y sabe guardarse bajo un buen abrigo. Sigue hablando, ¡oh, Suta!, pidieron los sabios, A pesar que el humo de este fuego nos tiña, Pues aunque en Kali este yajña no es el más apropiado, Por oír del Señor obtendremos nuestras miras. Un momento de asociación con un devoto, No se compara ni con la liberación ni con el cielo, Qué decir con el éxito mundano, que ansiosos, Anhelan los sumidos en este cautiverio. Por favor describe esos temas por los cuales, Pariksit alcanzó los pies de loto de ese Señor, Que protege a Garuda, el rey de las aves, Pues gustan mucho a quienes tienen devoción.

Sri Suta Goswami dijo: Por servir, o solo conversar con las grandes almas, Uno limpia los defectos de un nacimiento inferior, ¡Qué decir los que cantan la gloria ilimitada y el nombre, bajo la guía de devotos de Dios! ¿Quién merece llamarse el Supremo sino Krsna? Brahmaji tomó el agua que emanaba de Sus pies, Para ofrecerla a Siva como honrosa bienvenida, Esta agua purifica al universo entero, y a él. * (Siva siempre recibe el Ganges en su cabeza.) Los autocontrolados que se entregan al Supremo, Abandonan el apego a su cuerpo y mente sutil, Y alcanzan la máxima libertad de lo terreno, De donde la paz y la renuncia vienen de por sí. Tal como las aves vuelan por el amplio cielo, Así, de acuerdo con mi capacidad, he de hablarles yo, Referente a Visnu y Su lila infinito y eterno, ¡Oh, rsis poderosos y puros como el sol! Una vez Pariksit salió al bosque a cazar venados, Y mientras esto hacía sintió fatiga, hambre y sed, Así llegó a la ermita de Samika, un gran sabio, Quien por su trance no vio ni saludó al cansado rey. Al no recibir ninguna atención ni acogida, Éste se enojó con el santo y decidió irse de allí, Mas recogió antes con su arco una serpiente sin vida, Y la puso sobre los hombros del sabio, antes de partir. A su regreso pensó si estaría en verdad en trance, O si solo simuló para no atender a un ksatriya inferior; Fue en realidad extraño que el rey tanto se disgustase, Solo puede explicarse esto como un arreglo del Señor. Mientras tanto Sringi, el hijo del sabio, Al saber del acto hecho a su progenitor, Condenando al benévolo rey, indignado,

Con estas palabras pueriles se expresó. Sringi dijo: Miren hoy a estos gobernantes que cual cuervos y perros, Perpetran pecados en contra de sus propios amos, Ellos deben cuidar sumisos a la puerta, empero, Se les ve entrar en casa sin haber sido invitados. Desde que el supremo Señor Krsna se ha ido, Comenzaron a abundar estos malhechores, Mas yo mismo asumiré esto, sean testigos, Del castigo que doy a estos indignos servidores. Con sus ojos llenos de ira, el hijo de Samika, Dijo tocando las aguas del río Kausica: “Una serpiente morderá a este miserable, De aquí a siete días, por ofender a mi padre.” Después, al ir a la ermita y ver la serpiente, Lloró en alta voz, del todo perturbado, Al oírlo el sabio volvió de su estado ausente, Y el hijo le informó de lo que había pasado. Así él supo de la condena hecha al rey benigno, Y se lamentó diciendo, sin premiar a su hijo: ¡Ay de mí!, qué acto tan pecaminoso has cometido, Diste un muy duro castigo, a quien no cometió delito. ¡Oh, mi niño!, tu inteligencia es inmadura y por eso, No sabes que un rey justo es tan bueno como Dios mismo, Los súbditos bajo su amparo gozan de paz y progreso, Pues por su poder insuperable están protegidos. Al Señor se le representa por la monarquía, Y cuando es abolida, el mundo se llena de ladrones, Los ciudadanos arrancan como ovejas en estampida, De esos rufianes que buscan riqueza y honores; Al terminarse ella, se lastima a animales y a hombres, Y esta culpa nos recaerá por tu acción tan atrevida.

La gente se desviará de una vida progresiva, Respecto a las órdenes sociales y espirituales, Solo buscarán mejorar sus economías, Y buscando el placer, se volverán como animales. La población no deseada crecerá al nivel De los monos y los perros, Este es el resultado de maldecir a un rey, Que ha sido intachable y bueno. Él es un santo entre la realeza y ha ejecutado Numerosos sacrificios de caballo, Si él es afectado por el hambre y la fatiga, No corresponde que se le maldiga. Entonces el rsi pidió perdón a Dios por su niño, Que ante un alma humilde e intachable había osado alzarse; Los devotos son tan pacientes que aun maldecidos, Difamados o matados, nunca tienden a vengarse. CAPITULO 19 La Aparición de Sukadeva Goswami Sri Suta Goswami dijo: Al regresar al hogar el rey estaba afligido, Por el acto cometido al intachable brahmana, Deseó que una calamidad le viniese ya mismo, Para liberarse de la reacción del karma. “Soy incivilizado y pecador, debido a mi descuido de la conciencia de Dios, de los brahmanas y vacas; Que los dvijas me castiguen para que en el futuro, No repita estas actitudes, ni cometa estas faltas.” Cuando arrepentido así hablaba recibió la nueva, De la maldición a morir por una serpiente alada, El rey consideró la noticia como buena,

Pues le causaría indiferencia por las cosas mundanas. Se sentó firmemente en la ribera del Ganges, Para concentrar su mente en la conciencia de Krsna, Las demás prácticas las vio como insignificantes, Consideró que el servicio amoroso es la más alta cima. Allí decidió quedarse y ayunar hasta la muerte, Aceptando así los votos de los grandes sabios, En los pies de loto del Señor se situó conciente, Y al saber de esto llegaron rsis de mil lados. Ellos purificaban sitios de peregrinaje, Mas buscaron santidad en la asociación del rey, Vino Vyasa, Narada, Vasistha, Maitreya, Atri, Parasuram, Angira... seguidos de su grey. Habían muchos otros devas, reyes y rajarsis, De diferentes dinastías de santos sabios, El Emperador les vio y les saludó por postrarse, Y les informó del ayuno que había adoptado. El afortunado rey dijo: Somos los más agradecidos de los reyes, Que aprecian los favores de las almas santas, Sé que a nosotros nos consideran ustedes, Cual desperdicios que deben dejarse a distancia. Gratamente el Señor me sorprendió en la forma de esta maldición, para salvarme del apego, Él es nuestro amigo y todo lo controla, Y hoy me invita a renunciar mediante este arreglo. tam mopayatam pratiyantu vipra ganga ca devi dhrta-cittam ise dvijopasrstah kuhakas taksako va dasatvu alam gayata visnu-gathah //15// ¡Oh, brahmanas!¡Acéptenme como un alma rendida! Y permitan que el Ganges me reciba de igual manera,

Dejen que la alada Taksaka clave su mordida, Solo me importa que alaben a Visnu sin reservas. punas ca bhuyad bhagavaty anante ratih prasangas ca tad-asrayesu mahatsu yam yam upayami srstim maitry astu sarvatra namo dvijebhyah //16// Si he de volver al mundo, es mi deseo ferviente, Tener completo apego por Krsna y Sus devotos, Y ser amistoso con todos los seres vivientes, Solo estas bendiciones pido hoy de vosotros. Con perfecto control se sentó en su asiento de paja, Habiendo ya antes encargado su reino a su hijo, Los devas en el cielo con tambores y danza, Celebraron su posición con gran regocijo. Y los sabios felices dijeron: ¡Oh, el principal de los reyes santos de entre los Pandu! Que están estrictamente en la línea del Señor Krsna, No es en nada sorprendente que el trono así hayas dejado, Para alcanzar la asociación eterna de Sri Govinda. Esperaremos aquí hasta ese momento, En que serás llevado a esa morada, Que está libre de todo impedimento, Toda constituida de visuddha-sattva. El rey dijo: ¡Oh, sabios!, del universo entero hasta aquí han venido, Siendo la personificación del conocimiento, Vuestra tendencia a hacer el bien les ha traído, Pues no tienen ningún otro interés aparte de esto. ¡Oh, brahmanas dignos de toda confianza! Les pregunto ahora por mi deber a seguir, ¿Qué corresponde hacer en toda circunstancia, Y en especial cuando se está a punto de morir?

En ese momento llegó el poderoso hijo de Vyasa, Quien andaba desinteresado y complacido, Sin síntoma de pertenecer a ninguna casta, Le rodeaba un grupo de mujeres y de niños. Su cuerpo era hermoso y bien constituido, De color oscuro que emulaba al de Krsna, Los sabios se pararon para recibirlo, Reconociéndole por su fisionomía. Las mujeres y niños ignorantes se fueron, Y Visnurata se inclinó para saludarlo, Habían devas, rsis, santos, y se sentó entre ellos, Como Candra, por luminarias rodeado. El afortunado rey Pariksit dijo: ¡Oh, brahmana!, tu misericordia hacia nosotros, —Quienes no somos más que de la realeza ruin— Nos hace elegibles para servir al devoto, Y en lugares santos nos sueles convertir. yesam samsmaranat pumsam sadyah suddhyanti vai grhah kim punar darsana-sparsapada-saucasanadibhih //33// Por el solo hecho de recordarte, Nuestro hogar se santifica al momento, ¿Qué decir de verte, oírte, tocarte, Lavar tus pies u ofrecerte un asiento? Así como un ateo no puede mantenerse ante la presencia de la Personalidad de Dios, Así el pecado invulnerable se desvanece, Ante tu sola presencia, ¡oh, místico señor! El Señor Krsna, quien es muy querido por los Pandava, Para complacerles me aceptó como un pariente, ¿Sino cómo llegaste aquí en forma voluntaria, Si no eres visible al que está al borde de la muerte?

Por favor muestra el camino a seguir para todos, Y en especial para aquel que está a punto de partir, ¿Qué debe un hombre oír, recordar, adorar, de modo que alcance la perfección en este devenir?

FIN DEL PRIMER CANTO Reverencias a la Personalidad de Dios Narayan, a Nara-Narayan Risi, el ser humano supremo, a Srila Vyasadev el autor, y a Srila Prabhupad el traductor y comentador.

SEGUNDO CANTO CAPITULO 1 El Primer Paso en la Realización de Dios om namo bhagavate vasudevaya Sri Sukadeva Goswami dijo: Bella es tu pregunta, ¡oh, rey!, y destinada al bien general, Mas el hombre ciego, a mil otros temas presta atención, Apegado al dinero y a la complacencia sensual, No analiza la vida, ni su inminente destrucción. Pasa la noche durmiendo o buscando el placer sexual, Y en el día trabaja duro para el sustento familiar, Apegados a esposa, hijos, amigos, estos ignorantes del ser, Se refugian en lo falible, y aunque parecen ver, no ven. Por ello, quien desee liberarse de toda miseria, Siempre escuche, cante y glorifique al Señor, Porque el recordarle al morir se considera,

Del varna, sankhya y yoga, la mayor perfección. Al fin del Dvapara estudié con mi padre Vyasa, Y el lila de Krsna me atrajo, aun ya en mi trascendencia, Te lo daré hoy, pues Harinam conduce a la esfera más alta, A yoguis, a karma-kandis, y a los ya libres de apetencias. ¿De qué sirve una larga vida sin valiosa experiencia? Es mejor un instante consciente que a la búsqueda anima, El rey Khatvanga, en un segundo, con firme indiferencia, Dejó todo en el mundo y se refugió en el Señor Krsna. Con pleno desapego y sin temor a la muerte, Medite uno en el “Om”, en un lugar solitario, Fijando en los miembros del Señor Visnu la mente, Para que se purifique y pruebe lo sagrado. Por asana y pranayama controle mente y sentidos, Y piense en las potencias burdas del Señor, Virat-rupa: Patala y Rasatala Sus pies, Mahatala los tobillos, Talatala Sus piernas, Sus rodillas el Sutala. Vitala y Atala forman los muslos del Supremo, Mahitala Sus caderas y Su ombligo el gran espacio, Su pecho el sistema luminoso, el Mahar Su cuello, Su boca Janas, Su frente Tapas, Satya lo más alto. Sus brazos son los devas con Indra al frente, Las diez direcciones Sus oídos, los Asvinis Su nariz, Los aromas Su olfato, Su boca el fuego ardiente, Su ojo el sol, Sus párpados noche y día, al cerrarlos y abrir. En Sus cejas, junto a otros célebres, reside Brahma, Su paladar es Varuna y Su lengua los jugos y esencias, Los Vedas forman Su cerebro, Sus mandíbulas Yama, La energía ilusoria es Su sonrisa que dulce se muestra. La modestia es Su labio superior, el anhelo Su mentón, Su pecho la religión y la irreligión Su espalda, Brahma y los Mitra-varunas son Su órgano reproductor,

El mar Su cintura, Sus huesos los cerros y las montañas. Los ríos son Sus venas, los árboles Sus vellos, Sus movimientos el tiempo, Su respirar el aire, Su inteligencia es la creación, las nubes Su cabello, Su mente es la luna, que hace que todo cambie. Rudradeva es Su ego, Mahat-tattva es Su conciencia, Las aves, Gandharvas, soldados asuras y Manus: Muestran Su arte, ritmo, gran poder e inteligencia, Las cuatro castas forman Su cuerpo sagrado. Uno debe fijar su mente en el Ser Supremo, Quien se manifiesta en múltiples formas distintas, —Así como alguien crea mil figuras en un sueño— De lo contrario uno se disturba y descalifica.

CAPITULO 2 El Señor en el Corazón Sri Sukadeva Goswami dijo: La forma en que se presenta el Veda es tan confundiente, Que atrae hacia cosas inútiles como el svarga, A la gente encandila y pierde entre sueños celestes, Creyendo que hay felicidad donde no se la halla. Por ello el sabio haga lo mínimo necesario, Y no se enloquezca en este mundo de nombres, Esté fijo en lo eterno y perciba cuán arduo, Es luchar por aquello que el tiempo carcome. ¿Si hay suficiente tierra, para qué catres y camas? ¿Si tienes tus brazos, para qué quieres almohada? ¿Para qué utensilios si tienes manos para usarlas? ¿Para qué finas telas, si hay corteza y ropa usada? ¿Es que ha negado su caridad el generoso árbol?

¿O los ríos se han secado y no alivian al sediento? ¿Se cerraron las cuevas? ¿El Señor ya no da amparo? ¿Porqué entonces el sabio adula al que ama lo muerto? Mantente fijo y sirve al Señor del corazón, Y así pondrás fin a la vida condicionada, Solo el burdo materialista niega esta opción, Sin notar a quienes sufren la reacción de su karma. Unos Le ven en sí, del tamaño de ocho pulgadas, Con el loto, el disco, el mazo y la caracola, Sonriente, ojos de loto, ropa amarilla y guirnalda, Con aros, yelmo y ornamentado con joyas. Sus pies se posan en el loto del corazón del yogui, Su pecho luce la Kaustubha con un bello ternero, En Sus hombros hay gemas, en Su torso frescas flores, Lleva cinturón, anillos, y es de un tinte azul Su pelo. Su sonrisa y Su lila indican Su gracia infinita, Y en Él se debe meditar empezando por Sus pies, De esta manera la inteligencia se purifica, En la medida en que se sube hasta Su rostro de bien. En tanto un materialista no rinda servicio, Debe recordar el Visvarupa al fin del día, Mas el yogui no busque tiempo ni lugar propicio, Sino que se siente y controle su aire de vida. Que funda su mente, por su inteligencia, en su ser vivo, Y que luego se sumerja en el Supremo Ser, Hecho esto alcanzará el más elevado alivio, Y dejará de lado lo que está llamado a perecer. En ese estado supremo de labdhopasanti, No existe más la influencia del tiempo devastador, —Del cual ni los grandes devas pueden liberarse— Ni del ego, ni gunas, ni del mar de la creación. El devoto evita todo lo que no es divino,

Y no crea perplejidad, sino que adora al Señor, Pues él percibe todo en armonía con Visnu, Y entiende que no hay una posición mejor. Con conocimiento científico uno debe extinguir Los varios deseos y dejar su cuerpo actual, Elevar el aire de vida hasta el brahmanda y de allí, Concentrándose en Sus pies, destinarse al hogar. Siguiendo la Vía Láctea alcanzar Vaisvanara, Y allí purificarse con la deidad del fuego, Después seguir más alto, hasta el círculo Sisumara, Donde uno encuentra a Hari, Quien es el Supremo. El yogui de lo alto ve arder a los planetas a su tiempo, Cuando un fuego sale de la boca de Ananta, Entonces va a Satyaloka, con otros seres perfectos, Donde no hay dolor, sino por quienes no se alzan. Gradualmente el devoto alcanza el plano etéreo, Y superando lo burdo y sutíl llega al egoísmo, El egoísmo en la bondad lo funde luego En el maha-tattva, y se sitúa en sí mismo. Solo el alma pura alcanza la asociación con Dios, Y para quienes deambulan en este mundo externo, No existe un mejor proceso de liberación, Que el de consagrarse a Su servicio sincero. bhagavan brahma kartsnyena trir anviksya manisaya tad adhyavasyat kuta-stho ratir atman yato bhavet //34// Con gran atención Brahma estudió tres veces el Veda, Y después de analizarlo llegó a la conclusión, De que la atracción por Sri Krsna, la Persona Suprema, Es la perfección más elevada de la religión. Por ello, ¡oh, rey!, es esencial que en todo tiempo y lugar,

Se canten, se escuchen y recuerden las glorias de Krsna, Quienes esto hacen se alejan de la atracción sensual, Y van a Dios dichosos de percibir Su eterno lila.

CAPITULO 3 El Servicio con Devoción Pura: El Cambio en el Corazón Sri Sukadeva Goswami dijo: Que adore a Brihaspati y a Brahma quien desee brahman, A Prajapati si desea progiene, y a Indra si vida sexual, Durga da fortuna, el Fuego poder, Vasu riqueza, Las apsaras buena esposa, los gandharvas dan belleza. Rudra te hace heroico, los Asvini dan larga vida, Sadhya da fama, Bhumi fuerza, Visvadeva reinos, Un buen matrimonio da Uma, sabiduría da Siva, Aditi da cereales y sus hijos dan el cielo. Así te hablé del fruto de adorar a algunos devas, Mas los inteligentes, con gran determinación, Aunque busquen moksa, o mil deseos entretengan, Mediante el bhakti se esfuerzan por complacer al Señor. Solo gracias a la asociación con un devoto puro, Es que un deva-yaji aspirará al servicio divino, Triunfará su ser al detener el oleaje del mundo, ¿Cómo entonces no podrá resultarnos atractivo? Saunaka dijo: Continúa, ¡oh, Suta!, pues anhelamos escuchar, El poético mensaje del gran hijo de Vyasa, Ya de niño Pariksit acostumbraba a jugar, Imitando la adoración que veía en su casa. Por ello debe haber sido un Krsna-katha excelente,

Entre dos grandes almas rodeadas por sabios; Cada día el sol quita vida a los seres conscientes, Menos a quien sirve a Krsna, El más alabado. ¿No respira acaso el árbol y el fuelle del herrero? ¿Las bestias también no comen y descargan semen? Mas quienes son como perros, chanchos, asnos y camellos, En el bello lila del Señor Krsna nunca se embeben. Quien no ha escuchado ni cantado acerca de Sus glorias, Tiene oídos como de serpiente y croa como un sapo, Si su cabeza no se postra, es solo un peso que estorba, Y sus manos están muertas, si no sirven lo que es santo. Como los pintados en las plumas de los pavos reales, Son esos ojos que Sus representaciones no miran, Y las piernas son como troncos de árboles, Si hacia los lugares sagrados no caminan. Quien no ha recibido en su cabeza el polvo de los pies De un devoto puro del Señor, es como un cuerpo muerto, Al igual que la persona que ni una sola vez, Sintió el aroma de esas tulsis que en Su altar han puesto. Y por cierto tiene corazón de acero aquél, Que cuando canta el santo nombre en nada cambia; Por favor, Suta, relata lo que el santo Sukadev, Al gran rey Pariksit en su bondad le explicara. CAPITULO 4 El Proceso de la Creación Suta Goswani dijo: El rey Pariksit, gracias a su atracción por Krsna, Dejó su apego por su cuerpo, esposa, palacio, hijos, Y al saber del poco tiempo que le quedaba de vida,

Habló a su guru dejando sus deberes prescritos. Maharaj Pariksit dijo: Gracias a tu pureza tu saber es perfecto, ¡oh, brahmana!, Por ello todo lo que me has dicho me parece correcto, Tus palabras quitan mi ignorancia al hablarme de atman, Por favor ahora explica cómo se crea el universo. sri suka uvaca namah parasmai purusaya bhuyase sad-udbhava-sthana-nirodha-lilaya grhita-sakti-tritayaya dehinam antarbhavayanupalaksya-vartmane //12// Sukadeva Goswami dijo: Reverencio al Supremo Señor, al Todo Completo, Quien crea, mantiene y destruye, como parte de Su lila, Acepta así las tres gunas para quienes adoptan un cuerpo, Él reside en todos, y es inconcebible el plan que Le anima. bhuyo namah sad-vrjina-cchide ‘satam asambhavayakhila-sattva-murtaye pumsam punah paramahamsya asrame vyavasthitanam anumrgya-dasuse //13// De nuevo reverencio al destructor de la aflicción de Sus devotos, Al que arruina el mal progreso de los ateos, siendo la forma de la bondad, A aquellos que alcanzaron el asram de paramahamsa virtuosos, Les concede el supremo destino por la eternidad. namo namaste ‘stv rsabhaya satvatam vidura-kasthaya muhuh kuyoginam nirasta-samyatisayena radhasa sva-dhamani brahmani ramsyate namah //14// Reverencio, reverencio al gran asociado de los Yadu, A Quien se aleja del camorrista y aproblema al incrédulo, Nadie es Su igual, pues Su gran haber es inimaginado, Él goza en Sus moradas, en los mundos temporales y eternos.

yat-kirtanam yat-smaranam yad-iksanam yad-vandanam yac-chravanam yad-arhanam lokasya sadyo vidhunoti kalmasam tasmai subhadra-sravase namo namah //15// Por cantar Sus glorias, por recordarle y tomar Su darsan, Por orarle, por escuchar de Él y por adorarle, De inmediato el hombre se limpia de toda mancha, Ante Ti, de Quien es auspicioso oír, vengo a postrarme. vicaksana yac-caranopasadanat sangam vyudasyobhayato ‘ntar-atmanah vindanti hi brahma-gatim gata-klamas tasmai subhadra-sravase namo namah //16// Si los grandes intelectuales se rinden a Sus pies de loto, Libran sus corazones del apego a la existencia actual y futura, Y avanzan hacia la meta espiritual, sin mayor problema ni dudas, Ante Ti, de Quién es auspicioso oír, ¡una y otra vez me postro! tapasvino dana-para yasasvino manasvino mantra-vidah sumangalah ksemam na vindanti vina yad-arpanam tasmai subhadra-sravase namo namah //17// Los grandes ascetas, los altruistas, los grandes precursores, Los filósofos y místicos, los cantores de mantras, los Vedantas, No obtienen resultados si no Te rinden honores, Por ello a Ti, de Quien es auspicioso oír, ¡mis namo namah! kirata-hunandhra-pulinda-pulkasa abhira-sumbha yavanah khasadayah ye’nye ca papa yad-apasrayasrayah sudhyanti tasmai prabhavisnave namah //18// Los kirata, hunas, andhra, pulinda, pulkasa, Los abhira, sumbha, yavanas, khasa y otros, Pecadores todos, Se purifican, si se refugian en los devotos: ¡Oh, Poderoso Señor Visnu!, ¡ante Ti me postro!

sa esa atmatmavatam adhisvaras trayimayo dharmamayas tapomayah gata-vyalikair aja-sankaradibhir vitarkya-lingo bhagavan prasidatam //19// Él es el Alma Suprema y el Señor de los autorrealizados, Es la personificación del Veda, de la religión y la tapasya, Los libres de pretensión, Brahma, Sankar y otros exaltados, Le adoran con devoción, ¡que conmigo se complazca! sriyah patir yajña-patih praja-patir dhiyam patir loka-patir dhara-patih patir gatis candhaka-vrsni-satvatam prasidatam me bhagavan satam patih //20// Que ese Señor de toda riqueza, del sacrificio y de los seres, Que el Señor de la inteligencia, de los mundos y de la tierra, El destino supremo de los Yadu, Vrsni y de aquel que Le quiere, Se complazca conmigo, El amparo de quienes se entregan. yad-anghry-abhidhyana-samadhi-dhautaya dhiyanupasyanti hi tattvam atmanah vadanti caitat kavayo yatha-rucam sa me mukundo bhagavan prasidatam //21// Purificado por fijarse en Sus pies de loto en continuo samadhi, Y por seguir a las autoridades, verá uno la Verdad del ser, Mientras guardan sus pareceres caprichosos los intelectuales, Que este Supremo Mukunda se incline a darme Su merced. pracodita yena pura sarasvati vitanvatajasya satim smrtim hrdi sva-laksana pradurabhut kilasyatah sa me rsinam rsabhah prasidatam //22// Gracias a Él, en el principio, Sarasvati, la sabia diosa, Amplió el recuerdo en el corazón de Brahma, Y pareció que el Veda lo generara de su boca, Que a este Señor de los rsis complazca mi plegaria.

bhutair mahadbhir ya imah puro vibhur nirmaya sete yad amusu purusah bhunkte gunan sodasa sodasatmaka so’ lankrsistha bhagavan vacamsi me //23// Que este Señor de los elementos de la creación, Que los mantiene recostándose como el Señor Visnu, Y que de los dieciséis elementos es el Generador, Se digne como el Supremo, a inspirar lo que digo. namas tasmai bhagavate vasudevaya vedhase papur jñanan ayam saumya yan-mukhamburuhasavam //24// Mis reverencias al Supremo Bhagavan, Al hijo de Vasudev, que compiló el Veda, Este saber bebe el alma trascendental, Néctar que de Sus labios de loto se revela.

CAPITULO 5 La Causa de Todas las Causas Sri Narada Muni preguntó a Brahmaji: Mis reverencias, ¡oh, padre!, principal entre los devas, Por favor enséñame la ciencia de atma y Paramatma, Háblame de este mundo, de quién lo respalda y lo crea, ¿De dónde obtienes tu saber, quién eres, y quién te ampara? Como la araña, todo lo generas con tu propia energía, Aun así, con disciplina austera, ¿a quién adoras? Querido padre, tú todo lo sabes, todo controlas y animas, Como a un estudiante enseña lo que mi ser añora. El Señor Brahma dijo:

Esto me preguntas por tu misericordia hacia los demás, Y porque sabes que me inspira el poderoso Señor, Lo que has dicho es correcto, pues para quien ignora la Verdad, Es normal que se ilusione y me considere el creador. Mas yo creo después de Él, gracias a Su propio fulgor, Así como gracias al sol muestran su luz la luna y las estrellas; Reverencio a Vasudeva, por el poder de cuya ilusión, Unos me llaman ‘jagad-guru’, pensando que soy el que genera. Los cinco elementos, sus interacciones y el tiempo, Así como la naturaleza esencial de las almas, Provienen de Vasudeva, ¡oh, brahmana excelso! Sin Su realidad no se sustenta nada. narayana-para veda deva narayanangajah narayana-para loka narayana-para makhah //15// El Veda es creado y está destinado a Narayan, Los devas son Sus distinguidos siervos, Los planetas son para servir a Narayan, Los sacrificios se realizan para complacerlo. narayana-paro yogo narayana-param tapah narayana-param jñanam narayana-para gatih //16// Para conocer a Narayan es el místico yoga, Para complacerle son las austeridades, Conocimiento significa saber de Su gloria, Él es la meta de todas las entidades. Gracias a la inspiración de este Amo, —Quien supera toda inteligencia— Pude comprender lo que había creado, Todo fue gracias a Su clemencia.

El Señor es trascendental mas acepta las gunas para crear, Él es el controlador de toda energía, e incluso de mí mismo, Él crea el tiempo, el destino de las almas y sus modos de actuar, Él está por encima de todo, Narada, no dudes en lo que te digo. Luego el Señor Brahma presenta un detallado desarrollo de la creación. CAPITULO 6 Purusa-Sukta Confirmado El Señor Brahma dijo: La boca del Virat-purusa da nacimiento a la voz, Y el fuego es su deidad; de su piel se generan los Vedas; Los diferentes alimentos vienen de su lengua, Sus fosas nasales producen la respiración. De sus ojos surgen la forma y la luminosidad, Su pelo es la vegetación y los árboles sagrados, Sus oídos todo escuchan y acogen la eterna Verdad, Sus pies protegen al temeroso y al desamparado. De su genital viene el semen, el agua, los prajapatis, Y es la morada de Mitra, el controlador de la muerte; Su recto y su ano son la envidia, el infierno, el desastre, Y su espalda es el lugar de la frustración y el engaño. Los ríos son sus venas, las montañas sus huesos, La morada de los grandes océanos es el brahman, Y como el sol confiere apoyo por fuera y por dentro, Así a todos sostiene esta Forma Universal. No había ingredientes para el yajña cuando fui creado, Mas de Él los tomé y Le complací, al ponerlos a Su servicio, Después tus nueve hermanos, los Manus y grandes sabios, Al igual que los antepasados, hicieron los ritos prescritos.

Por Su voluntad creo, Siva destruye y Él mantiene, Por mi apego a Sus pies no erro en dar buen consejo, El progreso de mi mente ni flaquea ni se detiene, Ni mis sentidos se degradan, por no apegarme a lo adverso. Mas aunque soy conocido como el gran Brahma, Experto en los Vedas, tapas, yajñas y misticismo, Autorrealizado y adorado por las grandes almas, No puedo comprenderle a Él, de Quien he nacido. Por ello lo mejor para mí es entregarme a Sus pies, Que liberan de la miseria del nacimiento repetido, Tal rendición es auspiciosa y concede todo bien, Pues todos ignoran Su grandeza, ¡incluso Él mismo! Mas cantemos Sus glorias aun sin conocerle del todo, Los sabios, libres de ansiedad, logran percibirle, —Después de haber domado y superado todo escollo— Pero por la argumentación nunca se hará accesible. Siva, Visnu, yo mismo, los líderes de toda esfera, Los gandharvas, yaksas, caranas, los ateos y devas, Los satanes, bhutas, grandes aves, acuáticos y bestias, Parecieran ser Él, mas son solo parte de Su potencia. CAPITULO 7 Las Encarnaciones con Sus Funciones Específicas El Señor Brahma dijo: Al principio el poderoso Señor salvó a la tierra, Y mató a Hiranyksa en Su pasatiempo de jabalí, Luego vino cual Suyajña y erradicó la miseria, Al tomar el puesto de Indra, y Manu Le llamó Hari. Después fue Kapila, hijo de Devahuti y de Kardama, Y liberó a Su madre al iluminarla en la Verdad,

Fue luego Dattatreya, hijo de Atri, y a los Haihayas Y a otros, les liberó al concederles Su graciosa bondad. Complacido conmigo, advino como los cuatro Sanas, Y explicó el Veda perdido tras la devastación; Para enseñar tapasya vino como Nara Narayan, Y a las bellezas de Cupido, con la Suya, las derrotó. Dhruva fue al bosque al ser insultado por su madrastra, Y el Señor le concedió un planeta adorado por los sabios, Luego Vena fue enviado al infierno por sus muchas faltas, Y Él, como su hijo Prithu, le salvó y reparó los daños. Como hijo de Sudevi y de Su padre Nabhi, Risabhadeva, Para el equilibrio de la mente enseñó el jada-yoga; Como Hayagriva de Su nariz manifestó el Veda, En un sacrificio en el cual pedí Su misericordia. Al fin de la era, Satyavrata, Le verá como un pez, Gozando en las aguas, cuidando los Vedas y mi temor; Como tortuga en el mar de leche vendrá otra vez, Para que el Monte Mandara Le alivie Su escosor. Vino como Nrsimha para dar paz a los devas, Y mató al rey de los daityas clavándole Sus uñas; Luego advino para atender la plegaria de Gajendra, Al verlo muy afligido acudió sobre Garuda. Como el hijo de Aditi superó a Sus hermanos, Y con tres pasos quitó todo a Bali Maharaj, El rey con su cabeza cumplió con lo donado, Sin darle al universo algún valor especial. Como Hamsavatara te enseñó divinos principios, Estando complacido con tu servicio trascendental; Después, a los reyes impíos sometió con Su disco, Ganando como Manu fama universal. La ciencia de la medicina reveló Dhanvantari, Gracias a la cual obtienen larga vida los devas;

Con Su hacha advino Parasurama más tarde, Y veintiún veces mató a los ksatriyas de la tierra. Por Su gracia, acompañado por Sita, advino cual Rama, Sufrió el largo destierro y mató al de diez-cabezas Ravana, Su orgulloso pecho cortó la trompa al portador de Indra, Mas las flechas de Raghava quitaron su risa y su vida. Para aliviar a Bhumi de la carga de reyes ateos, El mismo Señor adviene con Su hermoso cabello oscuro, Con Su lila nos demuestra que Él es el Supremo, Por Su actuar incomparable, tanto aquí como en Su mundo. ¿Cómo mató a Putana y arrancó los árboles Arjuna? ¿Cómo al vencer a Kaliya purificó el río Yamuna? Esa misma noche les salvó del fuego ardiente, Con cerrar Sus ojos les libró del temor y de la muerte. Yasoda no podía atar Sus manos y al abrir Su boca, Se vio ella misma allí dentro, junto a todo el brahmanda, Salvó a Su padre de Varuna, y a Sus amigos de Mayasura, Quien les había encerrado en las cuevas de una montaña. A los siete años alzó Govardhan venciendo a Indra, Y mató a Sankhacuda, cuando interfirió en Su rasa-lila; A Kesi, Kamsa, Salva, Rukmi... envió a Vaikuntha o a brahman, Ya como Hari, o en Sus formas de Arjuna, Bhima o Balaram. Como el hijo de Satyavati dividirá el Veda en tres, Para que la gente en la era inferior los pueda entender, Luego, cuando el cosmos sea conquistado por los ateos, —Gracias a la ciencia Védica y a la ayuda de Maya— Buda enseñará una religión inferior, o aupadharmya. Al fin de Kali, cuando no se hable más de la Verdad, Ni entre los so-llamados santos ni aristócratas incrédulos, Y cuando hombres bajos sean electos por voto popular, Advendrá en ese momento como el castigador supremo. Al principio de la creación hay penitencia y estoy yo,

Junto a los prajapatis y grandes sabios que generan, Luego está Visnu, los reyes y devas para la mantención, Y al fin Siva y los ateos destruyen por orden de Vasudeva. Podrás contar los átomos, mas no Sus cualidades, Que ni yo, ni los sabios, las conocen, ¿cómo podrían otros? Ni Sesa, con sus mil cabezas, algún fin puede hallarles, Mas El sí se manifiesta a Sus entregados devotos. Almas rendidas, aun de grupos pecadores como sudras, Mujeres, indígenas, o incluso bestias y pájaros, Pueden liberarse por seguir a un alma pura, Y ocuparse en el servicio siguiendo sus pasos. Realizarlo es inmaculado ananda sin tinte de dolor, Pues es conocido como el Benefactor Todopoderoso, Que jñanis y yoguis dejen su proceso de salvación, Tal cual Indra que no precisa cavar un pozo. Por favor describe esta ciencia con determinación, Para que los hombres amen a esa Alma de toda alma, Él es la causa principal y primordial de esta creación, Y escuchar Sus glorias nos libra de toda amarra.

CAPITULO 8 Las Preguntas del Rey Pariksit Maharaj Pariksit preguntó: ¿Cómo y a quién Narada explicó esta Verdad superior? Por favor continúa narrándonos el Bhagvatám, Pues Sri Krsna se manifiesta en el interior De quienes lo escuchan en forma seria y regular. Su sonido se asienta en el loto del corazón, Y como lluvia de otoño limpia toda suciedad;

Permite que al escucharlo fije en Él mi atención, Para que libre de apego deje este cuerpo mortal. Nadie abandona Su servicio después de haberlo probado, Pues le satisface como al viajero que vuelve a su hogar, ¿Mas este cuerpo cómo se adquiere, es accidental o es causado? ¿Y el del Señor con el nuestro, cómo se puede comparar? Explicaste que los lokas son parte del cuerpo universal, Y que forman su estructura, ¿más cuál es su posición? ¿Qué es el tiempo, cuánto viven los devas, hombres y demás? ¿Cuánto es el lapso entre la creación y la destrucción? Por favor describe las reacciones del karma, Cómo por su ley los seres se elevan o se degradan, Explica la creación, el cosmos, las castas y las eras, Y las actividades del Señor en cada una de ellas. Describe a los mahatmas y los principios de la religión, Mediante los cuales se pone fin a la dolencia, Del servicio amoroso y de los siddhis, habla por favor, Y cómo pueblan los seres los distintos planetas. ¡Oh, sabio!, responde a esto, o a lo que deba yo saber, Soy un alma rendida a ti, a tu sombra busco remanso, Otros siguen por tradición uno u otro proceder, Mas yo quiero aprender de ti, te escucharé sin cansancio. CAPITULO 9 Respuestas Citando la Versión del Señor Sri Sukadeva Goswami dijo: Solo el jiva confundido considera que el cuerpo es el ser, Mas cuando maya se retira, puede ver su propia gloria; El Señor, complacido con Brahma, vino ante él, Para atender lo que toda alma ambiciona.

En el principio, Brahma, no pudo hallar el origen del loto, Ni sabía cómo crear, ni con qué finalidad hacerlo, Las dos sílabas "ta-pa" escuchó cuando meditaba absorto, Y al no encontrar quien las decía, practicó severo. Por mil años de los devas ejecutó entonces tapasya, Tomando esa voz como divina y bajo firme control, Complacido el Señor con ello decidió darle Su gracia, Y le mostró Su morada de infinito esplendor. Allí todos brillan y son de color azul-cielo, Con cuatro brazos, ropas amarillas y bien decorados, Mujeres relucientes y sabios, que en naves pasan en vuelo, Adornando el espacio como si nubes con rayos. Lasksmidevi sirve a Sus pies, cantando Sus glorias, Mientras Nanda, Sunanda, Prabala y Arhana, hacen cosa similar; Vio Brahma esa belleza intoxicante del Señor que todo arroba, Con Su sonrisa, aros, yelmo, concediendo Su gracioso mirar. Lloró de emoción el creador y se postró ante Su trono, El buen Señor tomó su mano y complacido le dijo: “¡Oh, Brahma!, quiero bendecirte de algún modo, Sé afortunado y sabe que el verme, da el más alto beneficio. “En el principio fui Yo quien pidió tu penitencia, Ella es mi alma y vida, y la amo desde lo más profundo, Por penitencia creo, mantengo y destruyo toda existencia, Es el poder potencial y lo que conquista al mundo.” El Señor Brahma dijo: ¡Oh, Señor!, en todo estando situado, conoces nuestros esfuerzos, ¿Por qué asumes forma mundana si Tu cuerpo es trascendental? ¿Cómo actúan Tus múltiples energías en este universo? Como la araña juegas y Tu plan perfecto, nadie lo puede dilucidar. Me diste la mano como si fuésemos amigos, Mas ahora que voy a ocuparme en el proceso de crear, Espero poder servirte sin impedimento ni desvío, Y oro para que en mi actuar no despierte la vanidad.

sri bhagavan uvaca jñanam parama-guhyam me yad vijñana-samanvitam sa-rahasyam tad-angam ca grhana gaditam maya //31// La Personalidad de Dios dijo: El conocimiento acerca de Mí es lo más secreto, Y está en dependencia con la realización personal, El servicio es parte fundamental de este proceso, En la medida que te lo explico, trátalo de captar. yavan aham yatha bhavo yad-rupa-guna-karmakah tathaiva tattva-vijñanam astu te mad-anugrahat //32// De todo lo que a Mi existencia concierne, De Su forma, cualidades y actividad, De todo ello con certeza aprende, Que así sea por Mi gracia especial. aham evasam evagre nanyad yat sad-asat param pascad aham yad etac ca yo ‘vasisyeta so ‘smy aham //33// Solo Yo existía en el comienzo, No había causa ni efecto, solo el Supremo, Y al final, cuando acaba el universo, Soy solo Yo el único que quedo. rte ‘rtham yat pratiyeta na pratiyeta catmani tad vidhyad atmano mayam yathabhaso yatha tamah //34// No tiene valor lo que parece ser, Si ello no tiene relación conmigo,

Es Mi maya ilusorio, debes saber, Es como un reflejo en un lugar sombrío. (Estos cuatro versos son el catuhsloki del Srimad Bhagvatam.) Los elementos entran y a la vez están fuera del cosmos, Tal como Yo, que estoy dentro y fuera de todo; Quien Me busca debe hacerlo en todo tiempo y lugar, En forma directa e indirecta, y aun en la adversidad. Sigue firme el proceso y tu orgullo no te disturbará, Ni cuando sea la disolución parcial ni total. Sukadeva Goswami dijo: El Señor Supremo desapareció tras hablar así, Y Brahma empezó su trabajo de reconstruir. Narada, el favorito de su padre, el más servicial, Le siguió en autocontrol y simplicidad, Y después de haberle así complacido, Quiso saber acerca de las energías de Visnu. Así Narada recibió de su dichoso padre este supremo sastra, Que es revelado por Dios y que trata diez diferentes temas, Después él lo entregó al muy poderoso Vyasa, Quien hizo bhakti a orillas del Sarasvati, llevando vida austera.

CAPITULO 10 El Bhagavatam es la Respuesta a Todas las Preguntas Sri Sukadeva Goswami dijo: Diez son los temas que trata este magnífico Purana: La creación, la subcreación, los sistemas planetarios, La protección del Señor, el ímpetu creativo, los Manus, La ciencia de Dios, la vuelta a Dios, mukti y el máximo bien o asraya.

La persona dirigida es llamada adhyatmika, Y se llama adhidaivika al deva o controlador, Al cuerpo de la persona se le llama adhibhautika, Mediante el cual el ser se distingue y queda bajo control. Lo mejor para el alma es obedecer al Señor, Así bajo Su refugio gozará de perfecta paz; Los Manus con sus leyes dan la debida dirección, Y el ímpetu del trabajo está en el fruto a lograr. Esa Persona Suprema no es impersonal, Sino que se Le designa como persona o nara, Nara es también el agua de su Ser espiritual, Y por recostarse en ella es llamado Narayan. El Visnu acostado generó el símbolo seminal, Cuando quiso manifestar entidades con vida, Él origina el poder corporal, sensorial y mental, Y la suma total de conciencia en quienes respiran. Cuando Él deseó comer y beber apareció la boca, De allí el paladar, la lengua y el gusto vinieron; Cuando deseó hablar vibraron los slokas, Y de la misma boca se generó el fuego. Cuando el Purusa deseó oler, surgió la nariz, Su función, los olores y la deidad del aire; Todo era obscuro y cuando quiso ver y verse a Sí: Los ojos, Surya, la vista y objetos, se hicieron reales. Por el deseo de conocer que surgió de los sabios: Se crearon los oídos, su poder, su deidad y objetivo; Y cuando se quiso experimentar la materia: La piel, sus poros, los vellos y su deidad, fueron creados. Cuando quiso ejecutar variedades de trabajo: Las manos, la fuerza, Indra y los actos se manifestaron, Sus piernas para moverse y Visnu surgieron en el acto, Bajo Su supervisión, y por ella estamos ocupados.

Para el placer sexual y procrear: el genital, Prajapati, y el objeto sexual, fueron manifiestos; Y Mitra, junto con el órgano para evacuar, Cuando fue necesario expulsar los restos. Cuando hubo deseo de comer y de beber: el abdomen, Las arterias e intestinos, cobraron existencia; Y así, la forma externa del Señor, en este orden, Está cubierta por cuerpos burdos como los planetas. Mas los devotos solo adoran Su forma espiritual y pura, Y cosas aun más maravillosas se les reserva por ello; Al fin del milenio destruirá el mundo en Su forma de Rudra, Como el poderoso viento que deshace las nubes del cielo.

Tercer Canto CAPITULO 1

Las Preguntas de Vidura Sri Suka dijo: Después de renunciar a su próspera casa, Vidura, el devoto excelso, Se acercó a Maitreya, el pleno de gracia, Y le preguntó con respeto. Vidura preguntó a Maitreya: ¿Qué más se puede decir del hogar de los Pandava?, El Señor de todo, Sri Krsna, actuó como Su ministro, Y como si fuera la Suya, a esta residencia entraba, Mientras que la de Duryodhana no Le satisfizo. Maharaj Pariksit mostró gran interés Por saber lo que Vidura y Maitreya

Conversaron aquella vez, Así Suka prosiguió de esta manera. Sri Suka dijo: Dhrtarastra, enceguecido por el deseo de apoyar a sus hijos, No se opuso a que quemaran la casa de laca; Y cuando Draupadi fue insultada, nada hizo, Para impedir la abominable acción de Duhsasana. Yudhisthir, nacido sin enemigos, fue engañado, Mas aferrado a la verdad, aceptó el destierro; Sin embargo, al regresar, le fue negado, Lo que por derecho propio era de ellos. Cuando Krsna, el Jagad-guru, fue enviado por Arjuna, Sus palabras de néctar no fueron escuchadas; Luego, al ciego rey aconsejó Vidura, Con instrucciones que aprueban los mahatmas. Vidura dijo: Devuelve el derecho legítimo a Yudhisthira, Quien tanto ha tolerado tu actuar pendenciero; Él espera con sus hermanos, entre ellos Bhima, Quien silba como una víbora, ¿no le tienes miedo? Los Pandava han sido aceptados por Mukunda, Como miembros de Su propia dinastía; Los reyes del mundo y los Yadu a Él se aúnan, Ya ha conquistado a tantos, y es la Persona Divina. Mantienes a Duryodhan, la ofensa personificada, Quien carece de toda bendición por rechazar a Krsna; Libérate cuanto antes de esta desgracia encarnada, Y de esta manera trae fortuna a tu familia. Mas Duryodhana exclamó temblando de ira: ¿Quién le pidió venir a este hijo de una concubina? ¡Miren! ¡Ahora a quienes le criaron les espía! ¡Échale de aquí! ¡Que solo lleve su aire de vida!

Insultado por las flechas de estas palabras, Dejó el palacio sin sentirse herido, Y para crecer visitó tierras sagradas, Aprovechando este juego del destino. Viajó hasta llegar a Prabhasaksetra, Sin que nadie le reconociese; Allí supo de la lucha funesta, Donde fallecieran sus parientes. A orillas del Yamuna encontró a Uddhava, A quien abrazó lleno de placer, Y le preguntó por el Señor de Brahma, Si en casa de Surasena estaba bien. Le preguntó por Vasudeva, Pradyumna, Ugrasena, Por Samba, Yuyudhana, Akrura, Devaki, Por los Pandava, ¡por todos!, y mostró su pena por su hermano Dhrtarastra, que abrazó el desastre. Vidura dijo a Uddhava: Porque conozco la grandeza de Su gracia, Me siento feliz en todos los aspectos, ¡Oh, amigo!, por ello entona Su alabanza, ¡Pues vino a bendecir al universo! CAPITULO 2 El Recuerdo del Señor Krsna Sri Suka dijo: Uddhava no pudo responder de inmediato Por su emoción al recordar al Señor; Ya de niño ofrecía a Él todos sus actos Y nunca flaqueó en su devoción. Vidura vio cómo en su éxtasis profundo,

Derramaba profusas lágrimas, Su recuerdo le llevó a otro mundo, Y al volver de él, dijo estas palabras. Uddhava dijo: Al ponerse Krsna, el sol de la vida, La serpiente del tiempo ha pasado Devorando nuestra casa y familia, ¿Qué bien entonces podrá habernos dejado? Este mundo está privado de fortuna, Y más aun la dinastía Yadu, Que teniendo a Hari a su lado, No Le apreció, como un pez, a la luna. Aunque eran expertos en el estudio síquico, Y con Él jugaban, siendo devotos fervientes, Solo Le vieron como El que está en todo sitio, Como ese Paramatma Omnipresente. Los infestados por este divino maya, Que se refugian en su continuo devenir, No confunden con su equívoca habla, A esas almas que aceptaron a Hari. Sri Krsna, Quien Se había manifestado en la tierra, Retiró de ésta Su más bella presencia; No pudieron verle tal como Él era, Quienes no habían hecho la debida penitencia. Por yoga-maya advino, en Su cuerpo apropiado para Sus aventuras, Que asombraron a los orgullosos de sus posiciones, e incluso a Narayan; ¡Oh!, Este adorno de todo adorno, en el sacrificio raja-suya, Fue aceptado por devas y rsis como la maravilla de Brahma. Las hermosas doncellas de la tierra de Vraja, Tras reír y bromear en Sus amorosos juegos, Quedaron desvalidas cuando las dejaba, Sin poder retomar sus quehaceres hogareños.

Cuando Sus pacíficos devotos están afligidos, Por esos perversos a quienes las gunas gobiernan, Aunque es sin nacimiento, nace, El Todo Compasivo, Junto con el mahat-tattva, como el fuego en la madera. Sufro y me confunde el pensar cómo advino El Innacido, Cómo por temor, el más poderoso huyó de Mathura; A Sus padres dijo: “Perdón, por causa de Kamsa no pude serviros…” Al recordar todo este actuar, ¡me invade una inmensa penuria! ¿Quién, tras sentir la fragancia de Sus pies, podría olvidarla de alguna forma? Con solo mover Sus cejas, eliminó la carga de la tierra; Tú viste cómo Sisupal, aunque odiaba a Krsna, alcanzó siddhi en el yoga; Muchos otros anhelan lo mismo, ¿cómo soportar el que hoy no se Le vea? En el campo de batalla de Kuruksetra, guerreros heroicos, Fueron purificados por el ataque de las flechas de Arjuna, Ellos murieron bebiendo la belleza de Su rostro de loto, Y así alcanzaron la morada de Quien concede fortuna. Él es el Señor de toda clase de tríos, El otorgador de todo lo auspicioso y bueno; Los líderes del universo ante Él reunidos, Le adoran postrando sus millones de yelmos. ¿No acongoja acaso a Sus sirvientes, Vidura, recordarlo, Cuando informaba y pedía el parecer del rey Ugrasena? ¿En qué otra personalidad podremos ahora refugiarnos, Si en Su bondad salvó incluso a Putana, maliciosa como era? Considero que los demonios que Le son hostiles, Superan a los devotos pues Le ven sobre Garuda, Mas para nosotros ya no está visible, Y el dolor de la separación nos abruma. Como hijo de Devaki y Vasudeva, Nació en la cárcel del rey de Bhoja, Para bendecir al mundo bajó de esa forma, Después que Brahma se Lo pidiera.

En los pastizales de Nanda fue luego criado, Donde Le llevaron por temor a Kamsa, Con Su hermano Bala estuvo allí once años, Como llama encubierta, guardada esperanza. Rodeado por Sus amigos gopas y terneros, Gozó de ir al Yamuna y de pastorear en sus orillas; Paseó por sus jardines que encanta el gorjeo, De las muchas aves que en los árboles anidan. Cuando mostró Sus actividades de kaumara, Que solo vieron los habitantes de Vrndavan, Como un niño a veces se rió y en otras lloró, Semejando de este modo a un cachorro de león. Al cuidar el ganado solía tocar Su flauta, Con lo que a Sus amigos daba nueva vida, Y los grandes daityas enviados por Kamsa, Cayeron como juguetes de fantasía. Perplejo quedó Vrindavan por el Yamuna envenenado, Mas Él castigó a Kaliya y dio a las vacas a beber el agua; En adorar a Su ganado destinó la riqueza de Nanda, Y al mismo Indra, el rey del cielo, dio el correctivo apropiado. Una noche de otoño, por la luna iluminada, Disfrutó inspirado por el bello entorno, Cantó canciones que a las gopis enamoraban, Siendo entre esas pastoras El principal adorno.

CAPITULO 3 Los Pasatiempos del Señor Fuera de Vrndavan Uddhava continuó diciendo a Vidura: Luego, con Baladev, satisfizo a Sus padres matando a Kamsa,

Y con Sandipani aprendió el Veda, con oírlo una vez sola, Le recompensó trayendo a su hijo muerto del reino de Yama; Y secuestró a la bella Rukmini, como Garuda, que robó el soma. Obtuvo la mano de Nagnajiti, por someter a siete toros, Y venció además a otros príncipes que la codiciaban; Trajo la parijata para complacer a Su reina en todo, Aunque la mascota Indra, airado, se Le enfrentara. (Indra, ordenado por sus esposas como una mascota, fue a enfrentar al Señor.) Narakasura, el hijo de Dharitri, la tierra, Murió en Sus manos por querer tomarse el cielo, Mas cuando su madre Le dirigió su oración sincera, Al hijo del demonio le entronó en el reino. Entró al palacio conquistado y vio a las princesas cautivas, Que ansiosas y tímidas, se ofrecieron al Amigo del dolido; Expandiéndose para cada una, las aceptó así rendidas, Y con cada una tuvo diez hijos, similares a Él mismo. Demonios como Kalayavana, Jarasandha, Salva, Sambara, Dvivida, Bana, Mura, Dantavakra, Bálvala, Fueron muertos por Su ataque en distintas batallas, O muertos por otros, como por Su hermano Balarama. Luego, ¡oh, Vidura!, a esos reyes, bajo cuyo paso la tierra tambaleaba, Les hizo enfrentarse y morir en el campo de Kuruksetra; Duryodhan, sin fortuna, por el mal consejo de Karna, de Duhsasana y Saubala, Cayó, aunque poderoso, rotos sus muslos, lo que no hizo feliz a Késava. La tierra se ha aliviado del peso de dieciocho aksauhinis, Gracias a la ayuda de Drona, Bhisma, Arjuna y Bhima; Mas el gran poder de los Yadu aún está visible, Carga que puede causar al mundo una mayor fatiga. Solo cuando luchen entre sí, intoxicados con madhu, Sus ojos enrojecidos por la ira, dejarán esta tierra. Tras pensar así, entronó el Señor al mayor de los hermanos,

Para que enseñara la virtud a los que gobiernan. El embrión de Uttara, quemado por Asvatthama, Fue más tarde protegido por Sri Krsna; Luego, el hijo de Dharma, hizo tres asvamedha-yajñas, Y reinó bajo el Señor, con sus hermanos que le asistían. Krsna mismo disfrutó en Dvarka respetando los Vedas, Con Su cuerpo divino, en la residencia de Sri; Con Sus palabras de néctar, con Su sonrisa que alegra, Y con Su noble carácter, dulce y gentil. Así realizó pasatiempos en las tres esferas, Por muchos años, hasta manifestar Su desapego; Forzada el alma, gusta los placeres de esta tierra, Mientras que Su lila, solo lo comprenden Sus siervos. Una vez, por Su propio acuerdo, los sabios enojados, A los príncipes de Yadu y Bhoja maldijeron; Entre éstos, quienes eran devas, en Prabhasa se encontraron, Permaneciendo en Dvarka Sus asociados eternos. En Prabhasa se bañaron y ofrecieron a los antepasados, Como así también a los semidioses y a grandes sabios; Dieron a los brahmanas en regalo: Ropas, oro, vacas, esposas, elefantes, caballos… Les sirvieron luego delicioso prasadam, Reverenciándoles, con sus cabezas postradas.

CAPITULO 4 Vidura se Acerca a Maitreya Uddhava dijo: Después, ellos mismos, con autorización, Se sirvieron los remanentes de prasadam; Mas embriagados con licor de arroz, Empezaron a herirse con palabras.

Como el roce del bambú trae la destrucción, Así ellos mismos por estar embriagados; Mientras tanto, del Sarasvati bebió el Señor, Y pensativo Se sentó bajo un árbol. Él vence la aflicción de Sus devotos rendidos, Y así, me envió a Badarikasrama, anticipando estos hechos, Mas seguí tras Él, sabiendo lo que había decidido, Sin tolerar la separación de los pies de mi maestro. Le vi entonces ensimismado a orillas de ese río, Allí Se refugió, Quien a Sri Laksmi misma abriga; Su cuerpo oscuro, eterno, ojos rojizos, ropaje amarillo, Con Sus cuatro brazos mostrando Su forma divina. Estaba apoyado bajo un joven baniano, Con Su pie izquierdo sobre el muslo derecho, Y aunque toda posesión había desechado, Se veía encantador en ese asiento. (Srila Prabhupad explica en este verso que el joven baniano representa a este pequeño universo y que el Señor apoyó en él Su espalda, dándole así la espalda a la energía material.) En ese momento el gran devoto Maitreya, El amigo de Vyasa, tras recorrer la tierra, Llegó a ese lugar por su propio acuerdo; El Señor, de amable mirar, me bendijo diciendo. El Señor Supremo dijo: “¡Oh, Uddhava!, sé de tu deseo de ancestrales tiempos, Cuando los vasus y otros devas hicieron sacrificios, Allí quisiste tenerme, aunque no es fácil intento, Intrincado para otros, mas a ti te lo permito. (Una porción plenaria de Uddhava era en el tiempo de la creación uno de los ocho Vasus. Srila Prabhupad nos hace notar en estos versos que Sri Krsna se dirigió más a Uddhava que a Maitreya, pues este último era un jñanabhakta, es decir, dice Srila Prabhupad, su devoción estaba mezclada con conceptos monistas.)

“Esta vida tuya, ¡oh, sadhu!, es la última y la más afortunada, Tras la cual, por Mi favor, alcanzarás Mi morada; Tu visita a este lugar, movido por Tu devoción pura, Será sin duda para ti de significativa ayuda. En el milenio de loto, Uddhava, en el principio, Hablé a Brahma de Mi gloria, que el Bhagvatam señala.” ¡Oh, Vidura!, cuando habló así, para mi beneficio, Le oré con manos juntas, tras secar mis lágrimas. Uddhava dijo: Mi Señor, quienes Te sirven, fácil alcanzan las cuatro metas, Mas en lo que a mí concierne, solo quiero ocuparme a Tus pies; A los sabios confundes cuando entre nosotros Te presentas, Por tu aparente actuar fruitivo, por ser El no nacido y nacer. ¿Cómo, siendo el controlador del tiempo, Te guardas en un fuerte de Tus enemigos? ¿Cómo, si en Ti mismo hallas pleno contento, Te rodeas de tantas mujeres y amigos? Eres eterno, Tu saber es perfecto y nunca Te confundes, Mas a mí sí me confundió el que consultaras conmigo; Danos, Señor, ese conocer, por el que el mundo se elude, Dánoslo, si nos consideras aptos para recibirlo.” Así, aprendí del ser, de Él, Quien es mi maestro, Y tras circunvalarle, vine aquí, por Su ausencia afligido, ¡Oh, Vidura!, voy a Badarikasrama, buscando aliento, Para asociarme allí, como me fue pedido. En ese lugar del Himalaya, como Nara y Narayan, Hace Él austeridades sin fin por el bien de las almas. Sri Suka dijo: Después de escuchar de labios de Uddhava, De la aniquilación de sus amigos y parientes, Vidura, gracias a su saber, reganó la calma, Y le preguntó de la manera siguiente. Vidura dijo:

“Porque los siervos de Visnu deambulan por el bien de otros, ¡oh, Uddhava!, Es natural que entregues esa iluminación que recibiste de Él.” A lo que Uddhava le dijo que fuese donde Maitreya, alma exaltada, Quien aprendió en forma directa del Señor, poco antes de Él desaparecer. Sri Suka dijo: Después de hablar así a orillas del Yamuna, Uddhava, Pasó en lamento la larga noche y luego se fue. “¿Qué jefes, ya Krsna ido, y tras la gran batalla, quedaban? ¿Porqué estaba Uddhava solo?,” Pariksit quiso saber. Sri Suka continuó: ¡Oh, rey!, la maldición de los brahmanas fue tan solo un pretexto, Para cumplir Su deseo de partir con Su numerosa familia; Consideró que solo Uddhava, podía recibir Su conocimiento, Y permanecer en el mundo para propagar Su sabiduría. Después de ser instruido, viajó Uddhava a Badarikasrama, Donde permaneció en trance para complacer al Señor; Vidura escuchó de él acerca de Krsna, de Paramatma, Tema al que los grandes sabios dedican su atención. Solo los devotos pueden entender Su extraordinario lila, Que a las bestias envidiosas disturba y nunca saborean; Vidura lloró al saber que el Señor le recordó cuando partía, Y al llegar a orillas del Ganges, se encontró con Maitreya.

CAPITULO 5 Las Conversaciones entre Vidura y Maitreya Sri Suka dijo: Así Vidura, el mejor de los Kuru y gran alma, Llegó a la fuente del Ganges en Haridvar, Donde Maitreya, el más grande sabio, tenía su asram, Y dirigiéndose a él le preguntó con humildad. Vidura preguntó a Maitreya:

¡Oh, sabio!, todos buscan la felicidad en los actos fruitivos, Mas con ello solo incrementan su congoja, Enséñame de modo que, en mi interior, sea por Él instruido, En ese saber dado por compasivas almas filantrópicas. ¿Cómo el Señor de los tres mundos y de toda energía, Crea y encarna, siendo independiente y sin deseos? Él yace en Su propio corazón, que se extiende como el cielo, Y aloja a Sus expansiones en ese espacio que es toda vida. (Aquí encontramos una expresión muy hermosa pues se declara que el cielo o el espacio sideral es el corazón del Señor, en el cual estamos todos alojados. Ese espacio es todo vida, es decir, en las palabras de Sridhar Maharaj: “Flotamos en un océano de conciencia.”)

De Vyasa oí de la división social y de la felicidad que proporciona, Mas no quedé satisfecho sin el nectáreo lila del Señor Krsna, ¿Habrá quien, sin escucharlo, pueda saciarse de alguna forma? Su audición pronto corta todo lazo, y su dicha nunca se termina. Tu amigo Vyasa ya ha descrito Sus cualidades en el Mahabharat, Donde con relatos mundanos ansía que a Él se atraigan las masas; Éstas dan lástima a los que dan lástima, yo también las compadezco, Pues gustan de teorías y ritos sin saber del verdadero provecho. ¡Oh, Maitreya! ¡Amigo del afligido!, solo Sus glorias bendicen a todos, Por ello, trata Sus temas, como colecta esencias un abejorro; Canta las actividades trascendentales de esa Persona Suprema, Quien encarna con toda potencia y nos protege en cada era. Maitreya dijo: ¡Oh, Vidura! ¡Gloria a ti!, me has preguntado por lo más bueno, Favoreciendo a mí y al mundo, por fijarte en el Supremo, Esto no es sorprendente, pues te engendró Vyasa, y eres el mismo Yama, Un eterno asociado del Señor, maldecido por el sabio Mandavya. El Amo de toda existencia ya estaba en el principio como el Uno sin igual, Mas Se sintió imperfecto, sin Sus partes integrales separadas y plenarias; La energía interna estaba presente, la material aún no se manifestaba, Ésta fue impregnada por Purusa, y el tiempo hizo nacer a toda entidad.

Después se manifestó el agregado total de materia, el mahat-tattva, Que sembrado por el Señor, se volvió de los seres su manantial, Influenciado por tamas, genera el ego falso, y es una expansión plenaria, Con plena conciencia de los principios creativos y del tiempo de fructificar. (Srila Prabhupad explica que ‘mahat-tattva es el enlace entre el espíritu y la materia. Es el empalme del espíritu y de la materia, del cual se genera el ego falso de la entidad viviente.’ Es muy interesante notar que mahat-tattva goza de plena conciencia de los principios creativos y del tiempo de fructificación. Los científicos materialistas ven este universo como una máquina demasiado completa y perfecta como para que necesite de un controlador superior, pero en este verso podemos ver que la inteligencia que esta energía manifiesta, le es concedida por la mirada del Señor.)

Mahat-tattva, la gran verdad causal, se transforma en el falso ego, Manifiesto como: causa, efecto y autor, actividades éstas del plano mental que se basan en los elementos, los sentidos y el pensamiento (o deseo). El falso ego se representa en las formas de ignorancia, de pasión y bondad. (Srila Prabhupad dice que las personas cuyos egos están afectados por la ignorancia están descarriadas por identificarse con el cuerpo, los que están afectados por la pasión se dedican a actividades altruistas, y los afectados por la bondad terminan pensando que son Dios. Es interesante notar en este verso que dice que todas las actividades están basadas en el plano mental, pero no todo es solo mente, sino que estas actividades están basadas en los elementos, en los sentidos y en el pensamiento. La mente puede ser la causa, pero se manifiesta en los elementos que también tienen existencia.)

Producto de la pasión y del ego falso son los sentidos, Por ello la especulación y las acciones son fruto de la pasión; El cielo es un producto del sonido, y éste se transforma en pasión egoísta. El Alma Suprema tiene su representación en el mundo superior. Después el Señor lanzó una mirada sobre el cielo, Mezclado con la energía externa y el tiempo eterno, De esto se desarrolló el tacto, y de ahí el aire, y de él la electricidad, De ahí el agua y el gusto, de ahí la tierra y el aroma; todo bajo Su mirar. ¡Oh, bondadoso!, todo elemento, del cielo a la tierra, Toda cualidad, superior o inferior, Tiene el toque de la mirada suprema de esa Personalidad de Dios. Las deidades de los elementos antes mencionados, Son expansiones apoderadas del Señor Visnu;

Como debían controlar, mas no podían realizarlo, Le ofrecieron al Señor este hermoso himno. Los semidioses dijeron: ¡Oh, Señor!, Tus pies de loto son sombrilla que protegen a Tus almas rendidas, de todo mal. ¡Oh, Padre! ¡Oh, Controlador! Esos pies refugian de toda miseria a todo lo existente, Por lo que también recurrimos a ellos buscando Tu favor. Los sabios de mente clara, transportados por las alas de los Vedas, Buscan siempre el nido de Tu rostro de loto, Algunos, a cada paso, a Tus sagrados pies se entregan, Por guardarse en el Ganges que libra del resultado pecaminoso. Por solo oír de esos pies con devoción y anhelo, Por tenerlos presente y recordarlos, Se despierta el saber y el desapego, Por ello recurrimos a ese santuario. Tú encarnas para crear, para mantener y para destruir el cosmos, Nos refugiamos en Tus pies, que otorgan el recuerdo y el valor, Los apegados a sus cuerpos, no pueden verlos de ni un modo, A quienes afecta el yo y mío, aunque se encuentran en su interior. Las personas serias que se elevan a Tu servicio iluminado, Alcanzan la meta de la renunciación y del conocimiento; Ellos llegan a Vaikunthaloka por beber extasiados, El nectáreo relato de Tus pasatiempos. Otros se apaciguan mediante la comprensión del yo, Y por conquistar las gunas, con análisis y poder; Ellos también entran en Ti, mas con mucho dolor, No así los devotos que Se Te acercan con gran placer. Por ello, ¡oh, Persona Original!, somos solamente Tuyos, Mas afectados por la materia, no pudimos actuar en Tu favor; Ilumínanos en cómo ofrendarte para que con todo el mundo, Vivamos sin perturbaciones y para Tu satisfacción. Eres inmutable, El más antiguo, nuestro origen y el de toda criatura,

No tienes principio ni superior alguno, todo creas, sin nacer; ¡Oh, Ser Supremo!, dinos cómo actuar en forma recta y pura, Para asistirte en la creación subsiguiente, ¡danos Tu sabiduría y poder!

CAPITULO 6 La Creación de la Forma Universal El rsi Maitreya dijo: Cuando el Señor notó que las funciones creativas estaban suspendidas, Entró en los veintitrés componentes con kala, que amalgama estos elementos; De allí las entidades despertaron para hacer sus tareas respectivas, Y así se formó Visva-rupa, la Forma Universal, Su cuerpo gigantesco. Este Virat-purusa, o Hiranmaya, vivió mil años sobre el mar de garbha, los seres yacían con Él. Luego se dividió en la conciencia individual, En la vida de la actividad, y en la identificación del ser o alma; Éstas a su vez se subdividen en uno, en diez y en tres, cada cual. (Srila Prabhupad explica que la conciencia individual es una, no porque haya una sola conciencia, sino porque todas las conciencias están en un mutuo acuerdo. Dice que la actividad de la conciencia se divide en diez porque depende de los aires de vida que tienen diez divisiones. Estos aires se llaman: prana, que es el de la respiración; apana, que es el de la evacuación; udana, que es el aire que pasa a través de la garganta y cuya obstrucción produce el ahogo; vyana, es el aire que circula por todo el cuerpo; y samana, que es el aire de la digestión que a veces se manifiesta como eructo; y también los aires se clasifican como: naga, que es el aire que facilita la apertura de la boca y de los ojos; kurma, que es el aire que ayuda a la contracción; krkara, es el aire que aumenta el apetito; devadatta, es el aire que genera el bostezo; y dhanañjaya, que es el aire que ayuda a la manutención. La identificación del ser es de tres tipos de acuerdo a las tres modalidades.)

Virat-rupa es la primera encarnación y porción plenaria de Paramatma, Es el Yo de ilimitados seres, y el reposo de la creación agregada; Está representado por tres, diez, y uno, porque es el cuerpo, mente y sentidos, Es la fuerza de diez clases de energía vital, y el corazón que a ésta da abrigo.

(Srila Prabhupad explica que el hecho de que sea el “Yo de ilimitados seres”, se refiere a las expansiones plenarias personales, a diferencia de las expansiones separadas diminutas que son las almas. La creación agregada puede justamente referirse a las almas.)

Luego, esa Forma Universal se dividió en los distintos devas: Agni, se formó de Su boca, y por su energía, los seres pueden hablar; Varuna se generó de Su paladar, y gracias a ello los seres saborean; Los Asvini de Su nariz; de Sus ojos el sol, por ello se puede mirar. El tacto existe gracias a Anila, la deidad del viento, que se formó de Su piel; De Sus oídos se formaron las deidades de las direcciones, y se puede oír; De Su genital, Prajapati; Mitra, de Su canal evacuador; e Indra, el rey: Se formó de Sus manos, y así se puede negociar para subsistir. Visnu se formó de Sus piernas; de Su inteligencia, Brahma; De Su corazón, la luna, y gracias a ello se puede pensar; Los seres pueden también conocer por la conciencia de mahat-tattva; De Su ego material se formó Rudra, por lo que se puede actuar. De Su cabeza, los planetas celestiales; de Sus piernas y abdomen: Los planetas terrenales y el cielo, en forma sucesiva; Quienes acompañan a Rudra, están en tamas, y se sitúan acorde: En el cielo ubicado entre los planetas terrenos y en los de más arriba. (Es decir, los que acompañan a Rudra se ubican entre los planetas terrenales y los celestiales.)

De Su boca se manifestó el Veda, que es querido por los brahmanas; De Sus brazos salieron los ksatriyas, con su inclinación a proteger; De Sus muslos los vaisyas, que se encargan de producir para los prajas; De Sus piernas los sudras, quienes mediante el servicio Le complacen a Él. ¡Oh, Vidura!, ¿quién puede medir el tiempo, trabajo y potencia, De esta enorme forma manifestada por la Personalidad de Dios? A pesar de mi incapacidad, para hacer buen uso de mi elocuencia, Te describí esto de acuerdo a lo que mi maestro espiritual me enseñó. El beneficio más elevado y perfecto, es escuchar estos temas que hermoso exponen los sabios y que perfeccionan el oír, Brahma mismo concluyó, tras mil años celestes de meditación severa: Que las glorias del Alma Suprema, ¡son imposibles de concebir!

Su maravillosa potencia, la desconoce el ilusionista más diestro, Ni hablar de ellos, ¡la desconoce Él mismo! ¿Qué esperar de los demás? El habla, la mente y el ego, con sus deidades, no comprenden esto, Por ello, como una cuestión de cordura, solo Le podemos venerar. CAPITULO 7 Preguntas Adicionales de Vidura Vidura preguntó: ¿Cómo el Señor se relaciona con las gunas, y cómo actúa libre de ellas? ¿Cómo, el alma pura, cae en la ignorancia, si es solo conciencia? Si Paramatma acompaña al alma, ¿cómo puede ésta sufrir miseria? Te pido que me aclares estas dudas, pues sufro el engaño de mi nesciencia. Maitreya, quien era plenamente conciente de Dios, respondió con certeza: Unos afirman la insensatez de que al Señor, maya Le limita, y que a la vez no; El alma sufre por su identidad, como quien sueña que le cortan la cabeza, Es ver temblar la luna en su reflejo, pero bhakti pone fin a esta ilusión. (Los mayavadis sostienen que el Señor está condicionado por maya y que por eso está en este mundo, pero al mismo tiempo dicen que todo esto es Su lila o juego, como si no estuviese condicionado.)

Cuando los sentidos perciben Paramatma, a la Personalidad de Dios, Todo el sufrimiento se termina, como al despertar de un profundo sueño; Por solo oír y cantar de Su nombre y forma, se pone fin al dolor, ¿Qué decir de quien, por servir el aroma de Sus pies, guarda intenso deseo? Vidura dijo a Maitreya: ¡Oh, poderoso sabio, mi señor!, tus palabras han erradicado mis dudas; Por causa de la energía externa de Dios es que el alma se perturba; Solo el necio y el sabio gozan de felicidad, no el que se sitúa entre los dos. De ti aprendí que el mundo es insustancial, que no es real, es solo una ilusión. Por ofrecer servicio a tus pies, podré abandonar esta falsa idea, Pues servicio al maestro conduce al éxtasis y aleja toda pena;

Los flacos en austeridad no se acercan a esos devotos puros, Que sirven al Señor de los devas, al controlador del mundo. Por favor describe cómo Brahma crea a los Manus y quiénes son; Describe los planetas por encima y por debajo de la tierra; Los distintos seres humanos, las aves, plantas, bestias, su subdivisión, Describe los guna-avataras y las encarnaciones de cada era. Describe la división social, de los Vedas, y el origen de los sabios, Qué son los sacrificios, los siddhis, el análisis y el servicio con devoción, Describe a los ateos, el cruce de razas y el movimiento de los encarnados, Describe las cuatro grandes metas, según las escrituras hacen mención. Cómo adorar a los ancestros, Pitriloka, el tiempo en los otros planetas, Describe el fruto de dar caridad, de la penitencia y del cavar pozos de agua, Cómo se siente estando lejos del hogar, y qué hacer cuando lo adverso aqueja, Cómo complacer al Señor, al Padre de la religión y de las almas entregadas. Los gurus son muy benignos con los necesitados, seguidores e hijos, Y sin que éstos se lo pidan, les dan a entender el verdadero conocimiento; Por favor describe las disoluciones, y quiénes permanecen en Su servicio; Qué es el alma, quién es Dios, qué es el Veda, qué es dar al sisya y al maestro. Querido sabio, te pregunto esto con el fin de oír acerca de Hari; Sé benigno y al hablar de Él, beneficia a quienes han perdido su visión; Tus respuestas conferirán inmunidad ante toda condición ruin, Tal gesto es superior a toda dádiva, penitencia, o cualquier prescripción. Sri Suka dijo: Así pues, el principal de los sabios, quien siempre gustaba hablar de Dios, Comenzó a narrar la explicación descriptiva de los Puranas, Animado por Vidura, prosiguió en su conversación, Para beneficio de su auditor, del suyo propio y del de todas las almas.

CAPITULO 8

Garbhodakasayi Visnu Manifiesta a Brahma Maitreya dijo a Vidura: La dinastía del rey Puru es digna de servir a los devotos del Señor, Tú también naciste en ella, y gracias a ti, Sus pasatiempos se renuevan; Quiero hablar ese Purana enseñado a los sabios por la Persona de Dios, En beneficio de quienes, por un poco de placer, sufren tantas miserias. Tiempo atrás, Sanat-kumar, con otros sabios, preguntó como tú a Sri Sankarsan, Él meditaba en Su Señor, mas al sentirles venir, entreabrió Sus ojos; Llegaron por el Ganges, hasta el fondo del cosmos, que es donde Él descansa, Y tocaron los pies de Quien, las hijas de Ahi-raja adoran, procurando esposo. (Ahí-raja es el rey de las serpientes. De acuerdo a este verso, sus hijas adoran a Sankarsan con el fin de tener un buen esposo.)

Los kumaras, que sabían del Señor, Le glorificaron con dulzura y afecto, Sankarsan, al oírles, irradió luz de las mil joyas que adornan Sus cabezas; Luego instruyó a Sanat en el Bhagvatam, quien hizo voto de renunciamiento, Y éste le transmitió a su vez a Sankhyayana Muni la misma valiosa esencia. Sankhyayana era el principal de los sabios, y al cantar las glorias del Señor en términos del Bhagvatam, Parasara, mi maestro, y Brhaspati, le escucharon; Mi querido hijo, te lo describiré ahora a ti, ya que eres mi fiel seguidor, Tal como Parasara, por bendición de Pulastya, me lo ha enseñado. Cuando el mundo quedó bajo el agua, Visnu parecía dormitar sobre Sesa, Los seres quedaron en sus cuerpos sutiles, por el poder de la energía kala, El Señor, por cuatro mil divya-yugas, yació en Su energía interna, dormido en apariencia, Y al renacer los seres activados por kala-sakti, vio que Su propia tez era azulada. Rajas, agitó la parte sutil de la creación y ésta salió de Su abdomen, Brotó como un capullo de loto, que como un sol, secó las vastas aguas;

Visnu, como Paramatma, entró en él, y generó el Veda encarnado: al Señor Brahma; Quien, buscando el mundo, obtuvo sus cabezas, al mirar en las cuatro direcciones. Brahma no podía entender la creación, ni el loto, ni a sí mismo; Al fin del milenio el viento devastador agitó su asiento, alzando grandes olas; En su confusión se preguntó: ¿Quién soy yo? ¿Este loto, de dónde ha venido? Pensando así, bajó por el tallo, mas no encontró su raíz de ninguna forma. Mientras indagaba, llegó su hora final, que es la rueda en la mano de Visnu; Volvió luego al loto, para meditar en el Señor, al no alcanzar su deseada meta; A los cien años, al fin de su meditación, vio al Señor en sí mismo, Le vio quitando toda oscuridad con Su resplandor y acostado sobre Sesa. Su cuerpo espiritual, ilimitado, ocupaba los tres sistemas, tierra y cielo; Le mostró Sus pies de loto, que son la mayor recompensa de la devoción; Le vio apreciando el servicio de Sus devotos, y les sonreía dándoles consuelo, El brillo de Su rostro, adornado con aretes, era muy grato en esta visión. La tela amarilla en Su cintura, recordaba el azafrán de la flor kadamba; Su pecho mostraba la Srivatsa, y Le pendía un collar de incalculable valor; Como el sándalo se adorna con ramas, flores fragantes y lo cubren nagas, Así Se adornó Él con joyas y perlas, y por las cabezas de Ananta, Se rodeó. Como la gran montaña, era el Señor la morada de muchos seres vivientes; Y como ésta tiene mil picos de oro, así eran las mil coronas de Sesa-naga; Como una montaña tiene muchas joyas, lucía así Su cuerpo refulgente; Y como a ésta a veces el mar la cubre, así Le cubría la devastadora agua. Al ver al Señor como una montaña, concluyó que era Hari; Vio que Su guirnalda Le glorificaba con himnos Védicos, Y que Su disco Sudarsana, Le protegía de todo mal devenir; Vio que no tenían acceso a Él: el sol, la luna, el aire, ni el fuego. Brahma vio el lago en el ombligo de Sri Visnu, vio la flor,

El agua devastadora, el aire que seca, y el cielo. Todo se le hizo visible. Así, se inclinó a crear, estando sobrecargado de pasión, Y oró al Señor, para que este acto le fuera posible. CAPITULO 9 Las Oraciones de Brahma en Pos de la Energía Creativa Brahma dijo: ¡Oh, mi Señor!, después de muchos años de penitencia puedo saber de Ti, ¡Qué desafortunadas son las entidades vivientes que Te ignoran! Eres lo único a conocer, pues más allá de Tu Ser nada más puede existir; Es solo con el fin de bendecir a Tus devotos que adoptas esta forma. ¡Oh, mi Señor!, no hay un aspecto superior a éste, conciente y bienaventurado; Soy vanidoso, mas me entrego a Ti, Quien, aunque El creador, la materia no Te toca; Esta forma Tuya, o cualquiera similar, es para el mundo del todo auspiciosa; Mas los destinados a caer Te desdeñan, y enfocan su interés en lo temporario. Quienes huelen el aroma de Tus pies de loto en el aire de los Vedas, Emprenden Tu servicio amoroso y Tú nunca Te alejas de sus corazones; Mas quien no oye ni canta Tus glorias, pierde su juicio, y nada propicio le espera, Solo busca el placer de los sentidos, en actos carentes de bendiciones. La gente vive agobiada por ansiedades materiales y temerosa, Cuidan su riqueza, cuerpo y amigos, por medios ilegales y se lamentan; Basan sus empresas en “yo” y “mío,” con mentalidad codiciosa, Mientras no se refugian en Tus seguros pies, ningún solaz encuentran. Les aflige el hambre, la sed, el calor, las lluvias, el frío, el verano e invierno, Les dominan fuertes impulsos sexuales, el insomnio y una inagotable ira, Mas esto no es real para el alma, que afectada por Tu maya sufre el apego, Solo a Tus devotos Te revelas, que limpios en sí, gustan de oír Tu lila. La pomposa e interesada adoración a los devas no es de Tu agrado,

Y como Paramatma eres El amigo bienhechor de toda entidad; La caridad, los ritos, las penitencias para satisfacerte, nunca son en vano, Te reverencio a Ti, que en Tu juego manifiestas esta creación universal. Tu encarnación y lila es misteriosa imitación de los asuntos mundanos, Y quien canta, incluso inconciente, Tu nombre al momento de morir, Se limpia de inmediato, sin ninguna duda, de todos los pecados, Y con toda certeza llega a Tu morada. ¡Oh, mi Señor!, me refugio en Ti. Por Tu voluntad y juego apareces entre los animales, devas y hombres; La materia no Te afecta, y vienes para cumplir con Tus principios de religión; Los planetas del universo están estacionados y se albergan en Tu abdomen, Cuando feliz duermes sobre la serpiente en el bravo mar de la devastación. Aunque soy el líder de los planetas e hice tapas buscando la iluminación, Te reverencio a Ti, Quien en Tu gozoso sueño, refugias el brahmanda, Nací de Tu ombligo para crear por Tu gracia, ¡oh, Objeto de mi adoración! Ahora, terminado Tu sueño, abres Tus ojos como el loto en la mañana. Que el Señor, El único amigo de todos, sea bondadoso conmigo, Para que, como antes, pueda crear, pues soy un alma entregada y querida; Libre del orgullo de pensar que soy el creador, es que quiero servirlo; Sus potencias son sin fin, solo he de manifestar algunas de Sus energías. Ruego que en mi quehacer material no me desvíe de los himnos de los Vedas, Que el Señor, el más antiguo, me confiera Su bendición y sonriendo me mire, Él puede alentar la creación y disipar todo desánimo y pena, Cuando por Su amabilidad nos indica cómo complacerle y servirle. Maitreya dijo: ¡Oh, Vidura!, Brahma, después de observar la fuente de su generación, Oró pidiendo Su gracia hasta donde su mente y palabras se lo permitían; Luego calló, como cansado de su penitencia, aprendizaje y concentración, Y al verle confundido en su deber, le dijo el Señor con sabiduría. Sri Bhagavan dijo:

¡Oh, Brahma! ¡Oh, profundidad del conocimiento Védico!, no estés deprimido, Lo que pides de Mí, ya te lo otorgué antes. Haz penitencia y meditación, Y para recibir Mi favor, sigue los principios por el saber establecidos, Mediante tal actividad podrás entender todo en tu ser interior. Cuando absorto en la devoción te dediques a la actividad creadora, Me verás en ti y en todo, y que, como el fuego en la madera, todo está dentro Mío; Libre así de las gunas e ilusión, verás, en Mi relación, tu verdadera forma, En ese momento será el estado de conciencia pura el que habrás obtenido. Como has deseado aumentar la población y tus variedades de servicio, Por Mi gracia nunca estarás privado, más bien crecerás en todo tiempo; Eres el rsi original y libre de pasión, pues creas siéndome solícito, Y aunque es difícil, Me has conocido, al saber que trasciendo todo elemento. Cuando buscaste el origen del tallo y en él entraste, Me manifesté allí también, ¡Oh, Brahma!, tus oraciones, penitencia y fe, son fruto de Mi misericordia, Me complace cuanto has dicho, y a quien Me ore como lo acabas de hacer: Le bendeciré cumpliendo sus deseos, pues soy Yo Quien todo bien otorga. El fin último, según los expertos, de toda penitencia, yajña, caridad, Actividades, trance místico… consiste en invocar Mi satisfacción; Soy Paramatma, el Director, y dejando todo, solo a Mí se Me debe amar, Ahora, de acuerdo al Veda y a tu nacimiento, ocúpate en la creación. Maitreya dijo: El Señor, tras decir estas palabras, desapareció.

CAPITULO 10 Las Divisiones de la Creación Maitreya dijo: ¡Oh, Vidura!, Brahma, obedeciendo al Señor, hizo penitencia por cien años;

Luego vio un fuerte viento remecer tanto el loto de su asiento, como el agua, Sabiendo del ser, tenía comprensión práctica, y bebió el agua y el viento agitados, Y al ver el loto expandido, pensó en volver a crear, lo que éste en sí guardaba. Ocupado así en servicio al Supremo, Brahma entró en el verticilo del loto, Y a medida que se extendió, lo separó en tres y luego en catorce divisiones. Él es la personalidad más excelsa del cosmos, por su servicio amoroso, Él creó los catorce sistemas planetarios con sus distintas habitaciones. Vidura dijo: ¡Oh, mi señor! ¡Oh, el más erudito sabio! Descríbeme por favor el tiempo eterno; Éste es la misma forma del Ser Supremo, ¿Cómo actúa?, ten la bondad de explicármelo. Maitreya dijo: Este tiempo eterno impulsa la interacción de las modalidades materiales, Es ilimitado, y actúa como instrumento en el juego creativo del Señor; La energía externa se separa de Él, por efecto de este kala inmutable, impersonal e inmanifiesto. El aspecto objetivo de Visnu es esta creación. Fue así este cosmos en el pasado, y en el futuro, lo será también igual; Hay nueve creaciones y tres aniquilaciones, causadas por este tiempo, por los elementos materiales y la calidad del trabajo a desempeñar. La primera creación es mahat-tattva, en la segunda se genera el ego falso, En el que surgen los componentes, el conocimiento y la actividad material. La percepción sensorial es la tercera creación, de ahí vienen los elementos; La cuarta es la del conocimiento y la de la capacidad de trabajar; La quinta crea a los devas, por efecto de sattva, allí la mente es el total; La sexta es la ignorante oscuridad, por la cual el ser actúa como un necio. Estas son creaciones naturales de la energía externa del Señor; Escucha ahora las de Brahma, sabio como Él, y que encarna la pasión. La séptima es la de los seres inmóviles, son de seis tipos y sienten dolor; La octava son los seres inferiores, olfatean, y nada guardan en su interior. Hay bestias de una pezuña, de dos, de cinco uñas y están las aves;

La novena son los humanos, se creen felices, mas sufren por su pasión. Estas tres últimas creaciones, y la de los devas, son vaikrtas; distintas A las naturales o prakrtas, antes citadas. Los kumaras son de ambas. La creación de los devas es óctuple. Primera: los semidioses; segunda: Los pitris o antepasados; tercera: la de los demonios o asuras; Cuarta: los gandharvas…; quinta: los yaksas y raksasas; sexta: siddhas, caranas y vidyadharas; Séptima: los bhutas, pretas y pisacas; los seres sobrehumanos la octava. Todos creados por Brahma. CAPITULO 11 Cálculo del Tiempo a Partir del Átomo Maitreya dijo: Átomo es la partícula elemental de esta manifestación, Es indivisible y no forma parte de un cuerpo, más bien, forma todos los cuerpos; El tiempo es la potencia del Señor Hari, Quien controla todo movimiento, El tiempo atómico es lo que por encima de un átomo le toma pasar al sol. Dos átomos forman un átomo doble, y tres de éstos, forman un hexátomo, Éste se ve ascender cuando el sol pasa a través de una rejilla metálica; Un truti es el tiempo que toma para que se forme un trasarenu o hexátomo, Cien trutis forman un vedha, y tres vedhas constituyen un lava. Hay catorce Manus en el día de Brahma, Que viven poco más de setenta y un divya-yugas; Con Manu aparecen los siete sabios, Indra, otros devas, gandharvas… En cada Manu encarna el Señor, y así, Él brinda Su ayuda. En la noche de Brahma todo entra en la oscuridad, Y el sol y la luna están sin brillo; El fuego de la boca de Sankarsan comienza a devastar, Por lo que van de Maharloka a Janaloka, los sabios como Bhrigu.

Los mares se desbordan y fuertes huracanes soplan, El Señor yace en el agua recostado sobre Ananta, Mientras Le ofrecen oraciones los habitantes de Janaloka; De este modo los cien años de Brahma día a día pasan. El primer milenio, de la primera mitad de su vida, se llama Brahma-kalpa, En el cual aparece Brahma junto con los Vedas; El siguiente milenio, cuando nace el loto, se llama Padma-kalpa, Y el primer milenio de la segunda mitad se llama Varaha. La vida de Brahma se divide así en dos mitades, Que para el Señor son menos que un segundo, un nimesa; Kala así controla desde el átomo a los seres estelares, Mas solo sobre los apegados al cuerpo ejerce su potencia. Seis mil millones de kilómetros es el diámetro de este universo, Que contiene dieciséis diversidades y ocho elementos; Cada capa de éstos es ocho veces mayor que la anterior, Y todos los brahmandas son vistos como átomos por el Señor. CAPITULO 12 La Creación de los Kumaras y de Otros Maitreya dijo: ¡Oh, sabio Vidura!, te hablé de las glorias del Señor en Su forma de kala, Ahora escucha de mí, acerca de las demás creaciones de Brahma: Él creó primero los actos de la ignorancia, como el engañarse a sí mismo, La idea de la muerte, la ira por frustración, el concepto corporal y de dominio. Mas no estando feliz con esta creación engañosa, meditó en el Señor, Hizo esto para purificarse, y luego siguió con otra fase de su labor: Creó a los cuatro sabios: a Sanaka, Sananda, Sanatana y Sanat-kumara, Por ser urdhva-retas, eran reacios a lo material, almas muy elevadas. (Urdhva-reta es alguien que eleva su semen a la cabeza por la práctica de brahmacarya.) Brahma, tras generarles, les dijo: “Queridos hijos míos, ahora procread.”

Pero ellos, por su amor a Vasudeva, se negaron, pues deseaban la libertad. Entonces, por la ira de Brahma nació de entre sus cejas un niño azul y rojo, “Señala mi nombre y lugar, ¡oh, marcador del destino!,” le dijo éste, lloroso. “Por haber llorado tan fuerte, ¡oh, príncipe de los devas!, te llamarás Rudra, Vivirás en el corazón, en el aire, en el fuego, en la tierra, en tapas, en el sol, en la luna, Tienes otros once nombres y once esposas, para que aumentes la población.” Y así Rudra creó cantidad de descendientes, similares a su constitución. Éstos, sus hijos y nietos, quisieron, reunidos, devorar toda existencia, “Hijo mío —le dijo Brahma, asustado— deténles, me han atacado incluso a mí; No es necesario engendrar esta prole, mejor bendícenos con tu penitencia, Así podrás acercarte al Señor Supremo y el mal hecho se podrá resarcir. Esto dicho, Rudra honró a su padre y se internó a cumplir con lo que le ordenara. Brahma entonces creó a Marici, a Atri, Angira, Pulastya, Pulaha, Kratu, a Vasistha, A Bhrgu, Daksa y Narada. La religión de su pecho, la irreligión de su espalda, De su ano el pecado, de su sombra a Kardama, de sus labios la codicia, De su entrecejo a la ira, el hablar de su boca, y de su cuerpo, a Vak, su hija. Cuando Marici y demás sabios vieron que quería abusarla, le dijeron: “¡Oh, padre!, nadie, ni tú mismo en otros kalpas ha hecho una cosa similar; Tú eres el más grande, ¿cómo te atraes por tu hija y no dominas tu deseo?” Avergonzado, dejó ese cuerpo, que pasó a ser la neblina en la oscuridad. Luego, de sus cuatro bocas, manifestó los Vedas, los cuatro útiles del yajña, Los principios del dharma, la medicina, la milicia, la música, la construcción, Los fuegos de sacrificio, las castas, la métrica, el quinto Veda o los Puranas, La lógica, la moral, los votos, el bhu, bhuvah y svah, y de su pecho, el Om. Pero aún insatisfecho por la escasa población, atribuyó esto al destino, Y cuando así pensaba, Svayambhuva y Satarupa, surgieron de su cuerpo; Priyavrata, Uttanapada, Akuti, Devahuti y Prasuti, nacieron una vez ya unidos;

Con Ruci, Kardama y Daksa, se casaron ellas; para poblar el universo. (Akuti, Devahuti y Prasuti, las tres hiijas de Svayambhuva y Satarupa, se casaron entonces con Ruci, Kardama y Daksa respectivamente.) CAPITULO 13 La Aparición de Sri Varaha Maitreya dijo: Después que Svayambhuva Manu se acercó a Brahma, Y junto con su mujer le oró y fue bendecido, —Por ser un hijo obediente, no como los kumara— Recibió la orden de poblar el cosmos vacío. Svayambhuva le pidió entonces: “Alza la tierra, En las profundidades del mar de Garbha sumida; Por tu esfuerzo podrás realizar esta tarea, Siempre que sea por el Señor bendecida.” Brahma pensó: “Mientras me ocupaba en el proceso creativo, Una inundación la sumergió en ese océano, ¿Mas qué puedo hacer yo si no soy dirigido, Por el consejo interno del Supremo?” Mientras así pensaba, ¡oh, intachable Vidura!, Algo menor que un pulgar surgió de su nariz, Mas ya en el espacio creció la criatura, Mostrando la forma de un gigantesco jabalí. ¿Quién es este ser sorprendente de mi nariz nacido, Que como el día crece? ¿Será el mismo Señor Visnu? Mientras junto con sus hijos pensaba así Brahma, Como magnífica montaña rugió el gran jabalí; Los santos cantaron himnos en sus altas moradas, Después que Su estruendoso eco se dejara oír.

Azotando el aire con su cola, Se alzó en vuelo, Su mirar luminoso, Sus duros pelos erguidos; Quitó con Sus pezuñas las nubes del cielo, Lucían resplandecientes Sus blancos colmillos. Jugando como elefante, entró en las grandes aguas, Rugiendo en respuesta al canto del Veda entonado; Alzó dos grandes olas, que amenazó partir el Garbha, El cual asustado oró: ¡No me cortes! ¡Dame amparo! En su fondo vio a la tierra, al reposo de las criaturas, La levantó presuroso, y mató en ese mar a Hiranyaksa; Luego asumió el color del árbol tamal, de corteza oscura, Y así, que era Visnu, supieron Brahma y otras almas santas. Todos ellos Le oraron diciendo: “¡Oh, Tú, que el Veda personificas! Tu tacto es el Gayatri, Tus vellos la kusa, Tus ojos el ghí; Encarnas los sacrificios, y agni-hotra es con lo que masticas, Solo eres entendido con la mente pura, reverencias a Ti. La Tierra con sus montañas, que sostienes entre Tus colmillos, Se ve como un loto alzado por un elefante furioso; Es como un alto pico, por nubes oscuras embellecido, La forma trascendental en que reluce Tu cuerpo hermoso. Esta Tierra que a todos refugia es Tu esposa, y Tú el Padre Supremo, Te ofrecemos nuestras reverencias a Ti, y a la Tierra que apoderas; Danos Tu gracia, nos purificaron las gotas sacudidas de Tus vellos, ¡Qué hermoso cómo la salvaste! ¡Qué hermoso cuanto haces y creas! No hay límite a Tu actuar maravilloso, quien quiera medirlo es un necio, ¡Salva por favor a todas las almas!, pues Tu potencia mística nos aprisiona.” Dejó Sri Varaha la tierra sobre el agua, y Se fue a Su morada de regreso. Complace y bendice el Señor a quien narra o escucha con fe esta historia.

CAPITULO 14

Diti Queda Embarazada al Atardecer Maitreya, feliz con Vidura, le relató lo que había escuchado de Brahma, —Tan bueno es oír de Krsna que pudo Dhruva pisar la cabeza de la muerte — Diti, la hija de Daksa, se acercó deseando un hijo a su marido Kasyapa, Él estaba en trance, después de ofrendar a Dios; el sol bajaba en el poniente. Diti dijo: “¡Oh, erudito!, Cupido me aflige como un elefante a un banano, Por ello, sé bondadoso, sufro mucho al ver la opulencia de mis coesposas; Toda súplica dirigida a una gran persona no puede nunca ser en vano.” Diti, al oír la respuesta del hijo de Marici, sintió aliviarse de su congoja. Kasyapa dijo: “¡Oh, afligida mujer!, ¡fuente de las tres perfecciones!, haré lo que me pidas, Pues contar contigo es tan útil como el barco con el que se cruza la mar; Una buena esposa es la mitad más valiosa del hombre, pues en su compañía, Puede actuar sin preocuparse, confiando a ella toda responsabilidad. (Aquí la esposa es mencionada como la fuente de las tres perfecciones que conducen finalmente a mukti o la liberación.) Como el jefe de un fortín vence con facilidad a los invasores, Gracias al refugio de una esposa, los sentidos se someten; ¡Oh, reina del hogar!, no podría yo desempeñar tus labores, Ni podré yo pagarte en esta vida, ni después de mi muerte. Aunque no puedo resarcirte, satisfaré de inmediato tu deseo sexual, Mas este momento no es el propicio, pues están presentes los fantasmas, Y es cuando Siva, montado en su toro, busca darle a ellos un bienestar, Tan grande es él, a pesar de su aspecto, que siguen sus ritos devas como Brahma.” Maitreya dijo: A pesar de estas palabras, Diti, tomó a su esposo por la ropa, Actuando así como una prostituta, fuera de todo tino; Se sintió él forzado a complacerla, al verla tan ansiosa, Lo hizo tras dar reverencias al adorable destino. Luego se bañó y volvió a su trance, cantando en su interior el himno Gayatri;

Diti, avergonzada, se acercó a su marido con la cabeza gacha, y le dijo: “Mi señor, haz por favor que Siva no se ofenda por mi insulto y me agracie, Que no mate mi embrión y se complazca, ya que es mi hermano político. Es el marido de mi hermana Sati y adorable a todas las mujeres, Personifica toda opulencia y los deseos materiales otorga; Él, a todas nosotras, puede concedernos sus gratas mercedes, Y a aquellas a quienes incluso los cazadores incivilizados perdonan.” Así respondió él a la muy temerosa: “Debido a tu mente contaminada, Debido a la profanación de aquel momento y de mi mandato en particular, Y por tu indiferencia a los devas, no actuaste bien, ¡oh, insolente desventurada!, Tendrás dos hijos arrogantes, que causarán al mundo y a los seres un gran mal. “En ese momento el Señor, el amigo de todos, descenderá y les matará, Tal como el poderoso Indra destroza las montañas con sus rayos.” Diti dijo: “Es muy bueno que ellos mueran por el disco de esa Personalidad, ¡Oh, esposo mío! ¡Que nunca les mate la ira de los brahmanas avanzados! “A quien es condenado por un brahmana, o a quien siempre atemoriza a otros, No le favorecen ni los seres infernales, ni los de su propia especie.” Kasyapa dijo: “Por tu contricción, buen pensamiento, fe en Dios y por tus votos, Por tu adoración a Siva y a mí, tendrás un nieto de virtudes excelentes. “Para seguir sus pasos, personas santas emularán su ausencia de rencor, Feliz con los alegres, triste con los que sufren, pondrá fin a todo padecer; Será inteligente y agradará a todos, como esa luna que en verano sigue al sol; De gran influencia y religiosidad, verá siempre al Señor dentro y fuera de él.” Maitreya dijo: Al saber Diti de la grandeza de su nieto, Y que sus hijos por el mismo Krsna Serían enfrentados y muertos, Sintió dentro de sí una gran alegría.

CAPITULO 15 Descripción del Reino de Dios Maitreya dijo: Para prevenir la desgracia, cien años retuvo Diti el semen en su vientre, Mas perdió su luminosidad el universo por causa del embrión que guardaba; Los devas afligidos, acudieron a Brahma, quien aloja a todo ser viviente, Él les describió el reino superior al relatarles la visita de los Kumara. Brahma dijo: En los Vaikuntha moran el Señor y Sus devotos, con formas iguales a Él, Todos se ocupan en Su servicio amoroso, sin interés por lo personal; Está situado en bondad pura, y a través de los Vedas se Le puede comprender, Él proporciona a las almas rendidas el avance en la senda espiritual. Hay bosques de árboles de deseos, siempre cargados de frutas y flores; En sus naves viajan marido y mujer, cantando Su inmaculada gloria; Cuando ensalza la abeja, se callan para oírla los pájaros cantores; Y saben que Tulsi es la reina otras plantas con flores de grato aroma. Las naves son de lapislázuli, de esmeralda y oro; las esposas, de anchas caderas, Y aunque bellas cual Laksmis y alegres, no incitan a la pasión adversa, Tras el favor del Señor, se ocupan en limpiar los mármoles y en otras tareas... Ellas Le ofrecen Tulsi, y las fuentes de coral reflejan esos rostros que Él besa. Quienes no hablan de Vaikuntha son desdichados y descienden a lo más bajo; Hasta nosotros deseamos ser humanos, ¡qué cubiertos aquellos que no aprovechan! Mas quienes al probar el éxtasis se transforman, son llevados a lo más alto, Así los Kumara alcanzaron ese reino de Dios, que es lleno de opulencia.

Cruzaron las seis entradas sin otro interés que el de ver al Señor Hari, Y en la séptima encontraron a dos jóvenes porteros, con armas y adornos; Éstos, frunciendo el ceño, cruzaron sus lanzas para impedirles seguir, Los santos, ante el freno de ver al Señor, se enojaron y hablaron de este modo. Los Kumara dijeron: ¿Quiénes son estas personas con mentalidad tan discordante y sin armonía? ¿Cómo ocupan un lugar tan importante sin poseer las virtudes del Señor? ¿Cómo puede un enemigo venir a este reino? ¡Nadie llega aquí si envidia! Estos deben ser impostores y recelan que tengamos su mismo corazón. Démosles un benéfico castigo, para que puedan un día recapacitar, Es mejor que bajen a lo dual, donde se diferencia entre amigos y enemigos.” Los guardas al oír esto, postrados dijeron: “Perdonen nuestro mal actuar, Y cuando caigamos, que no olvidemos al Señor, solo eso pedimos.” Allí llegó Narayan acompañado por Su esposa, Abanicado por esos cisnes: las blancas camaras; De Su sombrilla colgaban perlas como gotas, Una mano posaba en el hombro del ave que Le transporta. Caminaba sobre esos pies a los que los santos hacen puja, Por vez primera Le tenían ante ellos presente; Su amplio pecho hospeda a la Diosa de la Fortuna, Su presencia volvía el cielo aun más resplandeciente. El placer del justo, la fuente de toda buenaventura, Su agradable sonreír y mirar, que a todos conmueve, Su guirnalda con zumbantes abejas, Su joya Kaustubha, Su amplio cinto que a Su ropa amarilla decora y sostiene. Sus mejillas embellecen esos aros que eclipsan todo resplandor, Una corona de joyas preciosas decoraba Su cabeza; ¡Oh, devas!, yo mismo, Siva y vosotros, le debemos adoración, Los sabios Le vieron admirados, y Le ofrecieron reverencia. Cuando olieron el aroma de las Tulsis que Sus pies decoran, Hubo un cambio en sus mentes, a pesar de estar fijos en brahma; Como el interior del loto azul, vieron Su bello rostro y forma,

Y por fin, en el rubí de las uñas de Sus pies, situaron sus miradas. Los Kumara dijeron: Ahora entendemos lo que oímos de nuestro padre Brahma, Te ven los sabios puros, por bhakti y por Tu misericordia; Los más inteligentes solo gustan oír de Ti, ¡más nada! Permítenos nacer en el infierno, mas no nos quites Tu memoria. Que con cuerpo y mente sirvamos Tus pies de loto, Que se decore nuestra habla por cantar Tu gloria, Que nuestros oídos se sumerjan en Tu actuar maravilloso, Para ser como esas Tulsis que se embellecen cuando Te adornan.

CAPITULO 16 Jaya y Vijaya Maldecidos por los Sabios. Sri Bhagavan dijo: Estos sirvientes han cometido una gran ofensa al no haberme considerado, Yo apruebo el castigo impuesto, y como ellos son Mis servidores, siento, Que Yo mismo cometí este insulto, por lo que les pido ser perdonado, Pues cuando el siervo incurre en error, es común que se censure al amo. Hasta un candala se purifica por oír de Mi nombre y actos gloriosos, Y ustedes Me han llegado a conocer sin que les quede duda alguna; No vacilaré en cortarme un brazo, si descubro enemistad hacia vosotros, Mis pies purifican de todo pecado porque soy un siervo de Mis devotos, Y por ello gané el amor de la tan deseada Diosa de la Fortuna. No disfruto de la ofrenda al fuego tanto como por la boca de los dvijas puros; El Ganges es agua que lava Mis pies, la recibe Siva, y santifica los mundos; ¿Mas si Yo venero el polvo de los pies de un vaisnava, quién no hará lo mismo? Los brahmanas, las vacas e indefensos, son Mi propio cuerpo, y como tal, les cuido; Yama castiga a quien los ve como distintos, a ése el mal quita su buen raciocinio.

Arrebatan Mi corazón aquellos que internamente son alegres, Y que respetan a los brahmanas, aun si en forma áspera les han insultado; Viéndoles como a Mí, les apaciguan, como un hijo a un padre enfadado, O como Yo mismo en este momento trato de calmarles a ustedes. Estos sirvientes Míos se han propasado con vosotros, Sin conocer la mentalidad de Su amo; Mas les pido que al pagar su falta puedan regresar pronto, Cuando el plazo del exilio de Mi morada haya expirado. Brahma dijo: A pesar de que la serpiente de la ira había mordido a los sabios, No se saciaban de oír Su afectuoso e iluminador discurso, Que como una serie de himnos Védicos emanaba de Sus labios; Lo escucharon con atención, mas sin entender con claridad Su punto. Los sabios dijeron: No entendemos lo que quieres, pues, aunque Tú eres el gobernador Supremo, Hablas favoreciéndonos, como si hubiésemos hecho algo bueno para Ti; Eres el más adorable y para instruir, hablas de los dvijas en estos términos, ¿Quién puede bendecirte si por Tu gracia los místicos cruzan este devenir? Laksmi, el polvo de cuyos pies tantos veneran, actúa como sirvienta Tuya, Pues desea un lugar en la morada del rey de las abejas, que es Tulsi a Tus pies; Más que a Tus auspiciosas Diosas Te apegas a las almas puras, ¿Cómo va a favorecerte Srivatsa, o el camino que uno acostumbra recorrer? Por tu gran bondad, nunca quieres que se destruya el sendero auspicioso, Y para el bien de todos, acabas el factor maligno con Tu enorme potencia; Eres el dueño de todo y por ello, Tu actitud sumisa no Te quita lo grandioso, Al contrario, con ella exhibes Tus pasatiempos que son de gran excelencia. ¡Oh, Señor!, aceptamos cualquier sanción que impongas a ellos o a nosotros, Pues entendemos que nuestra maldición a dos inocentes, no fue correcta. Sri Bhagavan dijo: ¡Oh, brahmanas!, sabed que este castigo fue decretado por Mí,

Por lo que caerán para nacer en una familia de demonios; Mas por nunca olvidarme, pronto estarán de regreso aquí, Sus mentes Me recordarán, concentradas con enojo y odio. Brahma dijo: Tras ver al Señor en el autoluminoso Vaikuntha, Los sabios Le circunvalaron y dejaron esa morada, A la que no da alcance el temor ni la angustia, Gozosos de aprender de las glorias vaisnavas. El Señor dijo a Sus guardianes: “Partid de este lugar, mas no tengan miedo, Aunque podría anular la maldición, no lo haré, más bien la apruebo; Laksmi se enojó pues no la dejasteis entrar cuando Yo dormía, Mas pronto volverán aquí, por practicar el yoga místico con ira.” Brahma dijo: Así, desvaídos de su lustre y belleza por la maldición de los brahmanas, Llenos de pesar cayeron, para mal de los devas que ocupaban sus naves; Ahora están en el vientre de Diti, mas yo no puedo hacer nada, Pues es el mismo Señor Supremo Quien desea enfrentarles.

CAPITULO 17 La Victoria de Hiranyaksa Maitreya dijo: Después de cien años Diti dio a luz causando grandes trastornos, Terremotos remecían las montañas, soplaban vientos pavorosos, —Las tormentas eran sus legiones, sus estandartes las nubes de polvo— Rayos, cual carcajadas, caían de los ahora cubiertos astros luminosos. Apareció Saturno y otros maléficos, cometas y estrellas fugaces; El océano, con grandes olas, lanzaba aullidos como agobiado de dolor; De las cavernas surgían ruidos como del traqueteo de carruajes, Y en los eclipses había halos indefinidos en torno a la luna y el sol. Las hembras de chacal chillaban vomitando un fuego abrasador; Las hienas, lechuzas, perros, asnos, aullaban o gritaban gimiendo;

Las aves huían, las vacas daban sangre, las deidades lloraban de aflicción; Las nubes llovían pus, y los árboles, sin que soplara una brisa, ¡caían al suelo! Marte y Saturno brillaron más, superando a los benéficos como Venus, Al notar esto, todos, menos los cuatro sabios, temieron el pralaya; Tan altos eran, que cubrían con su cintura el sol y con sus penachos el cielo, Eran como de acero sus miembros y tembló la tierra bajo sus pisadas. Hiranyakasipu e Hiranyaksa, nombró prajapati Kasyapa a estos gemelos, El primero, engreído por la bendición de Brahma, podía controlar el cosmos, Su hermano menor siempre estaba dispuesto a satisfacerle en sus deseos, Con ese fin recorrió agresivo el universo llevando una maza al hombro. Orgulloso, avanzó sin temer a la muerte, los devas se ocultaron de pavor, como de Garuda las serpientes. Al ver esto, lanzó una estruendosa carcajada, Y se sumergió en el mar, causando a sus seres una gran agitación. De este modo Hiranyaksa, sin dar un golpe, mostró su fuerza inigualada. Moviéndose por el océano durante años, azotó las olas con su hierro, Hasta llegar a Vibhavari, la capital de Varuna, quien rige las regiónes bajas; Allí cayó a sus pies y le dijo: “Pelea conmigo, ¡oh, poderoso! —como riendo— Tú que una vez, tras vencer a todos, hiciste para el Señor un rajasuyayajña.” Varuna, conteniendo su ira le dijo: “Ya no estoy en edad de combatir, Solo Visnu, el más antiguo, puede resistirte, dirígete a Él para ello; Él extermina a las personas orgullosas y malvadas, similares a ti, Así tu cadáver caerá de una vez abatido, en un campo rodeado de perros.” CAPITULO 18 La Batalla entre Varaha e Hiranyaksa Maitreya dijo: El petulante daitya, sin atender a Varuna, se lanzó al mar tras la indicación de Narada, Y allí vio a Varaha, con la tierra entre Sus colmillos, que le vencía en fulgor,

Le dijo burlándose: “¡Oh, anfibio!, esta tierra a nosotros nos ha sido asignada, No puedes llevarla delante mío, ¡nos pertenece a los de la región inferior! ¡Sinvergüenza!, a Ti Te ha alimentado el enemigo para que nos mates, E invisible lo has hecho, mas hoy me vengaré, y cuando caigas con Tu cráneo aplastado, Morirán, como árboles sin raíz, esos devas y sabios que gustan ofrendarte.” El Señor, dolido, toleró estas palabras, mas al ver a la tierra temblando, Salió del agua, como lo hace con su hembra un elefante cuando ataca un caimán. El demonio, de dorado cabello y grandes colmillos, Le acosó al verle salir: “¿No Te avergüenza huir de quién Te desafía? ¡Nada retiene al desfachatado!” El Señor, velándola, puso a flote a la tierra, dándole para ello el poder de Sí, Mientras Brahma y los devas Le llovieron flores a Varaha y Le adoraron. El enjoyado daitya, de armadura de oro, Le siguió con su maza insultándolo, El Señor toleró sus afrentas, mas para responderle, expresó Su terrible ira: “Sí, Soy criatura de la jungla y deseo cazar perros como tú. No estoy afectado por tu palabrería, pues a diferencia tuya, no estoy condicionado a morir. Es verdad que robé la propiedad del rasatala, y que perdí toda vergüenza, Y por haberme forjado tu antipatía, ¡oh, enemigo de gran fuerza!, Aunque Me golpee tu maza, Me quedaré en el agua, pues no tengo donde ir. ¡Haz lo dicho y mátame!, que el orgullo es fácil para quien no hace lo que jura cumplir. Maitreya dijo: El demonio, enfurecido como una cobra, saltó y Le atacó con su maza, Mas el Señor la esquivó, tal como un yogui consumado elude la muerte; Ahora Él trató de golpearle en su ceja derecha, mas experto anuló la amenaza; Iracundos los dos, golpeándose con sus armas buscaban su mejor suerte. La rivalidad crecía avivada por los golpes y el olor de la sangre propia, Eran cual dos vigorosos toros disputándose una vaca. Brahma llegó allí, Y con los devas dijo, ante la encarnada escena de tácticas poderosas,

Que por esta tierra enfrentaba a dos grandes guerreros, en heroica lid. El Señor Brahma dijo: “Mi Señor, este demonio ha causado angustia a devas, a inocentes y a vacas, A esos libres de mancha que dependen del refugio de Tus pies de loto; Por mi bendición se volvió arrogante y en la busca de un rival se la pasa, Vaga así por todo el universo para satisfacer su infame propósito. Mátale antes que la noche le favorezca, no juegues más con este malvado, Ahora es abhijit, momento oportuno, empezó al medio día mas ya va a expirar, Para el bien de los semidioses y de todos vence a este formidable adversario, Exhibe Tu maravillosa destreza, ¡mátale en el duelo, y restablece la paz!” CAPITULO 19 La Muerte de Hiranyaksa Sri Maitreya dijo: El Señor aceptó la oración pura de Brahma, Se rió y le miró lleno de amor, Atacó con Su maza al atrevido, mas éste, Se la arrancó con la suya, Cayó resplandeciente, y aunque ahora desarmado, Hiranyaksa no Le atacó, Causando con esto que el Señor encendiera más Su furia. El cielo gimió en alarma, el Señor apreció su rectitud e invocó Su disco, Al verlo, el demonio silbó como serpiente y se mordía airado un labio; Lanzó cual huracán su maza, a la vez que ,‘¡Estás muerto!,’ clamó en un grito, Mas el Jabalí como jugando, con Su pata izquierda la hizo a un lado. El Señor le dijo: ‘Recoge tu arma y prueba otra vez, ya que anhelas tu victoria.’ Ante el segundo ataque, la tomó sin esfuerzo, como a una serpiente, Garuda; Luego intentó con un llameante tridente, que lanzó con fuerza demoledora, Mas el disco lo destrozó; y golpeó entonces Su pecho con su mano desnuda. Él recibió el puño como un elefante el golpe de una guirnalda de flores, Recurrió de allí a varias tácticas que hicieron pensar a todos en el fin; Se alzaron vientos, con nubes de polvo y granizo, de todos los rincones,

Se cubrió el cielo de relámpagos, llovía pus, pelo, sangre, huesos y orín. Los montes lanzaban armas, había brujas desnudas con tridentes, fieros Yaksas... Mas toda esta magia la disipó el Señor con Su disco Sudarsana; El daitya quiso luego asfixiarle en el círculo de su abrazo, mas sin éxito; Diti, al recordar la profecía, se estremeció y manó sangre de sus pechos. Empezó entonces a golpearle, pero Él, como Indra a Vrtra, le bofeteó en la oreja; Allí cayó muerto, quebrados brazos y piernas, sus ojos fuera de sus cuencas; Brahma con otros se acercaron y al verle dijo: ‘¿Cómo encontrar tan bendita muerte?, Fue maldecido, mas ya volverá a su posición tras nacer unas pocas veces.’ Luego, adorado por los devas, regresó el Señor a Su siempre alegre morada, Sus pasatiempos y el de Sus devotos alivia, como la historia de Gajendra; ¿Qué alma agradecida no Le servirá? ¡No se frustra el justo que acude a Su guarda! Quien escucha este lila obtiene toda buena fortuna y al morir se libera. CAPITULO 20 Conversación entre Maitreya y Vidura Vidura, en Haridvar, preguntó al sabio Maitreya acerca de la creación, Éste dijo: “Del mahat-tattva, donde predomina el elemento rajas, Se generó ahankar, que es de tres clases, y de allí sigue la subdivisión; Esto combinado, formó un huevo brillante, que flota mil años sobre el agua. Flota sin vida, hasta que Visnu entra en él, Quien genera la flor de loto, Esta flor brilla como mil soles, y es el que a todos los seres vivientes aloja; En ella nace Brahma, quien, gracias al Señor, de su sombra crea asombroso: Cinco capas de tamas: tamisra, andha-tamisra, tamas, moha y maha moha. (Srila Prabhupad dice en su significado al verso 18 que tamisra, la primer cobertura de la ignorancia, es representada por la ira o la envidia.) Brahma, lleno de disgusto, desechó ese cuerpo pleno de ignorancia,

Éste existe como la noche y de él se adueñaron los yaksas y raksasas; Los primeros gritaron: ‘¡Hay que comerle!,’ los otros: ¡No hay que darle protección!’ Brahma les dijo: ‘No me coman, sois mis hijos...’ Por eso reciben tal nominación. (Srila Prabhupad explica que los yavanas se llaman así porque gritaron: ‘hay que comérselo!,’ y los raksasas gritaron: ‘¡No hay que protejerlo!’) Luego creó a los devas, que brillaban con la gloria del modo de sattva, Les dio la brillante forma del día, que aceptaron con felicidad, Después, los demonios, adictos a la vida sexual, salieron de sus nalgas, Éstos, llevados por su lujuria, se acercaron a él para copular. Al principio se rió de su estupidez, pero al verles decididos, sintió temor, Y huyendo clamó al Señor: ‘¡Protégeme de estos demonios que por Tu orden he creado!’ Al ver su angustia, Él le dijo: ‘Deja tu cuerpo impuro.’ Brahma, al oír esto, lo dejó, Nació así el crepúsculo, hora que despierta el deseo en los apasionados. Los asuras, confundidos, vieron este crepúsculo como una bella mujer y se la apropiaron; Luego, Brahma con su risa, creó de su hermosura a los gandharvas y apsaras; Y cuando dejó la brillante forma de la luz de la luna, Vivasvan y otros gandharvas la tomaron; Después, a partir de la pereza, creó a los desnudos y despeinados fantasmas. Los duendes y espíritus tomaron el cuerpo que Brahma dejó en su bostezo, Por la influencia de ellos, el sueño hace babear, y sus ataques causan la locura; Luego, de su forma invisible, creó a los sadhyas y pitas... Después de eso, Creó a siddhas y vidyadharas, de su poder de no ser visto por las criaturas. De su reflejo en el agua, maravillado, creó a los kimpurusas y kinnaras... Un día se acostó, y desalentado por la lentitud de la creación, dejó ese cuerpo; De sus pelos y de ese cuerpo contraído surgieron las serpientes y nagas, Luego creó a los Manu, cuando pensó haber cumplido con todo lo dispuesto.

Les dio a éstos forma humana y le aplaudieron los devas y gandharvas; Ellos dijeron: ‘Porque establecerán los ritos para los seres humanos, Todos nosotros participaremos de las oblaciones ofrendadas.’ Luego creó a sus hijos queridos: a los grandes sabios, de su austeridad, penitencia, De su adoración, concentración espiritual, control y actuar desapasionado.

CAPITULO 21 Conversación entre Manu y Kardama Vidura quiso saber acerca de la dinastía de Svayambhuva Manu, De sus hijos Priyavrata y Uttanapada, y de su hija Devahuti. Maitreya respondió: Kardama, a orillas del Sarasvati sagrado, Hizo tapa por diez mil años, hasta ver al Señor con Su guirnalda de nenúfares. Le vio refulgente como el Sol, con un collar de lotos blancos, con Sus Tulsis, Con Su ropa amarilla, cabello ondulado, una corona dorada y pendientes, Sostenía la caracola, el disco, la maza, un nenúfar blanco, Miraba con amor, cautivando el corazón de todos, feliz y sonriente. Estaba suspendido, parado sobre la espalda de Garuda, Con una marca dorada en Su pecho y la joya Kaustubha. Al verle, el santo Kardama oró: ¡Oh, Supremo adorable!, mi visión ha alcanzado la perfección al verte, pues cobijas toda existencia; los yoguis, tras muchas vidas, logran alcanzarte; Tus pies de loto son la nave con la cual se cruza este océano de muerte, Y aunque el necio Te pide lo temporal, siendo bondadoso le complaces. Así yo, recurro a Ti, árbol de deseos, para esposar a quien me sea similar, Por tu orden, las almas, como atadas a una cuerda buscan su complacencia; Siguiendo sus pasos, ¡oh, religión personificada!, junto a ellas me pongo a orar;

Todos se liberan al oír de Ti, tanto el mundano, como quien busca la trascendencia. (Srila Prabhupad explica en su significado al verso dieciseis que el deseo del Señor es que todos complazcan sus propósitos de acuerdo con los Vedas. Dice que alguien puede preguntar porqué, al ver al Señor, no pidió Kardama la liberación de este cautiverio. Srila Prabhupad responde que no todos están preparados para esto, y que, “el deber de todos, por lo tanto, es difrutar de su posición presente, pero siguiendo las directrices del Señor, es decir, de los Vedas.”) El factor tiempo no afecta la duración de vida de Tus devotos, Manifiestas y absorbes el mundo, como lo hace una araña con su tela; Aunque no lo deseas, fundas esta creación para complacernos a nosotros; Te reverencio sin cesar, pues refugias incluso al alma que es tan pequeña. El Señor le dijo, sonriéndole con afecto: “Habiendo conocido de antemano lo que estaba en tu corazón, Ya te he preparado aquello por lo que tan bien Me has adorado, A quienes como tú se rinden, dándome todo, nunca dejo en la decepción, Pasado mañana vendrá con Satarupa, a ofrecerte su hija, Svayambhuva Manu. Esa princesa de ojos negros, ¡oh, santo!, es el ideal que tanto has esperado; Pronto será tuya, te dará nueve hijas, y te servirá a plena satisfacción, Ya puro, por obedecerme y por actuar para Mí, finalmente vendrás a Mi lado, Por ser compasivo con los demás, verás en Mí a todos, y que en todo estoy Yo. ¡Oh, gran sabio!, además de tus nueve hijas, Yo también naceré de Devahuti, Seré una porción plenaria y la instruiré acerca de la Verdad sempiterna.” Tras esto, dejó el Bindu-sarovar, Quien es visto por quienes dejan el disfrute. El sabio Le vio irse y escuchó de Garuda, sus alas cantando el Sama Veda. Manu, con su mujer e hija, montó su dorada carroza para recorrer la tierra, Y llegó a la hermosa ermita del sabio, que recién terminaba sus votos, Al lugar lo embellecían las flores, los trinos de aves, los animales de la selva, Y el mismo auspicioso lago, lleno de las lágrimas del Más Bondadoso.

(El verso 39 explica que el nombre del lago, Bindu-sarovar, se debe a que en él cayeron las lágrimas del Señor, en Su intensa compasión por el sabio que buscaba Su favor.) A pesar de su penitencia, el sabio era hermoso, alto y de pelo enmarañado, Sus ojos eran grandes y vestía harapos, Manu le vio como gema sin pulir; Al ver al monarca postrarse, el santo le bendijo con el honor apropiado, Y después de ofrecerle asiento, recordando al Señor, se dirigió a él así. El sabio Kardama dijo: “Viajas para bien del bueno y para castigo del malo, pues representas a Hari; Reemplazas a veces a Surya, a Candra, Indra, Agni, Vayu, Yama, Dharma o a Varuna; Crecería el mal, sin tu paso de Sol, y si la cuerda de tu arco no se dejara oír, ¿Qué te trae aquí?, sin ti, abusarían sin límite los que solo buscan fortuna.

CAPITULO 22 El Matrimonio de Kardama Muni y Devahuti Svayambhuva Manu, tras ser bien recibido y honorado, contestó: ¡Oh, brahmana!, Brahma, el Veda encarnado, creó a los dvijas de su rostro para expandir el conocimiento Védico, os hizo llenos de saber, de austeridad, de poder místico, y con aversión por lo que produce gozo; Y el Señor nos creó a los ksatriyas para guardarles de toda adversidad. Entre brahmanas y ksatriyas existe la mutua protección. Por fortuna he podido verte y tocar el polvo de tus pies, cosas que solo logra quien ha subyugado sus sentidos. Me has instruido con tus palabras puras, acerca de lo que debe hacer un rey, y agradezco tu instrucción salvadora. Mi hija busca un marido adecuado, en cuanto a valores, carácter y edad, Y cuando escuchó a Narada hablar de tu buen aspecto y virtud, se fijó en ti, Acéptala, ¡oh, príncipe entre los santos!, te la doy con fe, y para ti es ideal. Ni el tyagi, ni el disfrutador debe rechazar una ofrenda que viene de por sí; Supe que te quieres casar y que no has hecho voto de celibato completo.

Kardama dijo: “Sí, podemos hacerlo siguiendo el sistema védico. ¿Cómo negarse a mujer tan hermosa, quien con su brillo sus adornos apaña? Es la joya del género femenino, y solo por gracia de Laksmi puede uno verla; Aun así, vino a mí, por propio acuerdo. Oí que Visvavasu, el gran gandharva, Cayó de su avión aturdido al verla jugar con una pelota en tu azotea. Por ello aceptaré a esta joven casta, mas con una condición tan solo: Cuando ella reciba mi semen, me dedicaré al servicio divino del todo; Éste, por los seres humanos más perfectos, ha sido seguido, Es sin envidia, y fue enseñado por mi autoridad máxima, el Señor Visnu.” Maitreya dijo: Así habló Kardama y sonriente, guardó silencio, pensando en su Señor, Manu le dio su hija, al ver que tanto ella como la reina eran de igual opinión. La emperatriz Satarupa, con gran afecto, les obsequió cuanto requerían; Manu la abrazó llorando, y gimiendo clamó: “¡Madre querida! ¡Hija querida!” Luego volvió a Barhismati, y en su asiento de kusa y kasa, adoró al Señor, Disfrutó allí la vida con los suyos, escuchando de músicos las glorias del lila; Así, aunque en la felicidad material, no se vio arrastrado a una vida inferior, Trascendió los tres destinos y enseñó el dharma, por ser un alma compasiva.

CAPITULO 23 La Lamentación de Devahuti Maitreya dijo: Al partir sus padres, la casta Devahuti, que entendía el deseo de su esposo, Le atendió siempre con gran amor, tal como Bhavani sirve al Señor Siva; Dejando toda lujuria, envidia, codicia, vanidad y actos pecaminosos,

Le consideró más que la Providencia, y por servirle, estaba débil y maltenida. Kardama, el sabio celestial, al verla así, le dijo muy conmovido: Estoy muy satisfecho contigo por tu gran devoción y servicio amoroso; Me sorprende que tu tan querido cuerpo lo descuidaras en beneficio mío; He obtenido las bendiciones del Señor por mi comportamiento religioso, Y aunque no has experimentado esos logros, libres de lamentación y temor, Te los ofrezco todos por estar en mi servicio, ¡mira qué maravillosos son! Aparte de la gracia del Señor, ¿de qué sirven otros disfrutes? Con solo mover Sus cejas puede Él reducir a nada los logros materiales, Por servir a tu marido, tú sí conquistaste estos dones trascendentales, Los que rara vez obtienen los orgullosos, puedes usarlos cuando gustes.” La inocente Devahuti estaba muy satisfecha al oír estas palabras, Y con labios sonrientes, brillando con un mirar graciosamente tímido, Le dijo con dulcísima voz, que la humildad y el amor ahogaba: “Sé que posees toda perfección mística, ¡oh, mejor de los dos veces nacidos! “Tú estás protegido por yoga-maya, la naturaleza trascendental, Pero hiciste antes una promesa que debe cumplirse mediante nuestra unión; Para la mujer casta, tener hijos de un cónyuge glorioso, es una gran cualidad, Dispón entonces, según la escritura, para que mi cuerpo herido por la pasión, Se vuelva apto para ti. Piensa también en una casa, para cumplir con este fin.” Maitreya dijo: ¡Oh, Vidura!, buscando complacer a su querida mujer, el sabio Kardama, Creó, con su poder yóguico, un palacio aéreo que viajaba según su voluntad, Era una maravilla enjoyada, de siete pisos, que de acuerdo a lo pedido, daba, Equipado con muebles y riquezas de todo tipo, que tendían a aumentar. Era agradable en toda estación, con bellas guirnaldas, banderas y festones, El piso era de esmeralda, sus puertas con diamantes y estradas de coral, Había muchas palomas y cisnes, por lo que se oían sus canciones, Amueblado con hermosos doseles y con portones de dorado brillar. Con parques de recreo, salones de reposo, dormitorios y patios internos;

El propio sabio quedó atónito ante esto. Mas al ver en ella cierta insatisfacción, Adivinó su sentir y le dijo: “Pareces muy asustada, complace tu deseo, Báñate en el Bindu-sarovar, creado por Visnu, y sube luego a este avión.” Devahuti, de ojos de loto, le obedeció. Su vestido sucio, su enmarañado pelo, no la hacía atractiva, mas se sumergió en el lago, con las aguas del Sarasvatí; Y ya en él, vio una casa con mil muchachas fragantes, de aspecto bello, Que al verla se pararon diciéndole: “Somos tus siervas, déjate asistir.” La llevaron con respeto y la bañaron con bálsamos y fragantes aceites, Le dieron un vestido, fino e inmaculado, la adornaron con valiosas joyas, La alimentaron luego, le dieron asavam, una bebida dulce y embriagadora, Y al verse en un espejo, se encontró bella, marcada con signos excelentes. Al pensar en su gran esposo, apareció asombrada ante él, seguida por las apsaras; Su amor por ella creció, y al subirla al palacio aéreo, eran como esa luna que entre las estrellas del cielo, abre los nenúfares en los estanques de agua, Y fueron a los jardines del Meru, que avivan la pasión con su exquisita hermosura. Disfrutó también en otros jardines y en el Manasa-sarovara, Viajando como el viento, voló según su deseo, superando a los devas; ¿Qué imposible hay para quien se refugia resuelto en la Suprema Persona? Sus pies son la fuente de ríos como el Ganges, que aleja toda miseria. Tras mostrarle el globo del universo, volvió el sabio a su ermita, Donde satisfizo a su esposa por cien años, multiplicándose él mismo en nueve; La impregnó así nueve veces, y ese mismo día, nacieron sus nueve hijas, Mas cuando vio a su esposo dejando el hogar, sonrió simulando estar alegre. Devahuti dijo: Mi señor, has cumplido todas las promesas que me hiciste, pero aun así, Entregada a ti como estoy, debes también liberarme del temor, Mi querido brahmana, cuando mis hijas se casen se marcharán de aquí, De este modo, si te vas como un sannyasi, ¿quién me dará consolación?

Sin conocer tu posición, te he amado apegada a los objetos de los sentidos, A pesar de esto, que mi afinidad hacia ti me libere de toda inquietud, Pues la relación con un santo, aun para complacerse a uno mismo, Hecha con o sin conocimiento, conduce a la senda de la beatitud. Si una persona con su trabajo no llega a la religiosidad, O si la religiosidad no la lleva a la renunciación, O si esta última no la conduce al servicio trascendental, Debe considerársela muerta, aunque conserve su respiración. Sin duda, la insuperable energía material del Señor me ha engañado por completo, pues a pesar de tener yo tu compañía, No me he preocupado por buscar la liberación. ¡Aún deseo este mundo adverso y temporal que nos cautiva!

CAPITULO 24 La Renunciación de Kardama Muni El sabio Kardama dijo: No te decepciones de ti misma, ¡oh, princesa!, en verdad, eres digna de elogio; En breve, el infalible Señor entrará en tu vientre, pues tomaste votos sagrados; Dios te bendecirá. A partir de ahora debes adorarle con fe, con celo religioso, con austeridad y caridad. Él difundirá mi fama, y cortará lo que te ha anudado. Maitreya dijo: Devahuti, fiel y respetuosa al mandato de su marido, empezó Su adoración, Y tras largos años, Madhusudan salió de su vientre, como de la leña el fuego; Los devas y gandharvas llovían flores, cantaban y bailaban en celebración; Allí fue Brahma acompañado por Marici, y se dirigió a la pareja diciendo. El Señor Brahma dijo: Kardama, hijo querido, tú me has honrado por obedecer siempre mi palabra,

Así es como el hijo sirve a su padre o al guru, diciendo: ‘Sí, señor.’ Tus hijas, de bella cintura y castas, que poblarán bien este brahmanda, Dalas a los grandes sabios, tomando sus gustos y carácter en consideración. “Sé que el Señor vendrá por Su energía interna. Él, quien satisface los deseos, Aparecerá como Kapila Muni. Su cabello es dorado, con ojos de loto, Y viene a cortar mediante Su enseñanza las profundas raíces del apego. Querida hija de Manu, Él quitará tus lazos y recorrerá el mundo por el bien de otros.” Dicho esto, Brahma se retiró con Narada y los Kumara, montado en su cisne... Kardama entonces dio sus hijas a los eminentes sabios, de acuerdo a la instrucción. Luego, en un lugar solitario, se dirigió al Señor Visnu del modo que sigue: “Mi Señor, vienes para honra de Tus devotos y para enseñar la devoción. “Tus formas son adorables y Tus pies de loto merecen plena veneración, Posees toda gracia, por ello, me rindo a Ti, Quien vienes ahora como Kapila. Tú manifiestas y sostienes los universos. Tengo un pedido que hacerte: Ya que cumplí con mi padre, permíteme errar por el mundo sin familia, Libre de lamentación y recelo, y manteniéndote a toda hora presente.” Sri Bhagavan dijo: Cuanto digo, sea en forma directa o en la escritura, es para el bien universal, Cumplí con nacer como tu hijo y para liberar a todos enseñaré el sankhya; Ahora, con Mi aprobación, ve según deseas, ofreciendo a Mí toda actividad, Mediante el raciocinio Me verás siempre en ti y por fin Me podrás alcanzar. A Mi madre también le daré esta senda, y obtendrá a su vez la meta más alta.” Maitreya dijo: Kardama, al oír estas palabras, circunvaló al Señor y se retiró al bosque, sereno; Hizo voto de silencio y recorrió el globo sin relación con fuego ni resguardo; Estaba en paz y satisfecho, como una mar sin olas, por recordar al Supremo; Le veía siempre, y libre de toda impureza de deseo y aversión, ¡se fue a Su lado!

CAPITULO 25 Las Glorias del Servicio con Devoción Maitreya dijo: Cuando Kardama partió, Sri Kapila se quedó para complacer a Su madre, Ella, recordando las palabras de Brahma, le dijo: “Tú eres mi único medio Para escapar de la oscura ignorancia, pues eres mi ojo trascendental, el cual, Por Tu misericordia he obtenido después de muchos, muchos nacimientos. Mi Señor, estoy hastiada de mis sentidos agitados que me han lanzado a este abismo; Tú eres el Amo, el origen de los seres, y como el sol disipas la ignorancia; Ten a bien quitar mi ilusión, la cual me obliga a identificarme con el cuerpo; Eres el único refugio, el hacha que corta el velo, ¡háblame acerca de la materia y el espíritu! Maitreya dijo: Después que Su madre Le expresase su inmaculado deseo de iluminación, El Señor le agradeció internamente, y con una sonrisa, Le explicó el sendero de los trascendentalistas Que se interesan en la autorrealización. El Señor Supremo dijo: El mejor sistema de yoga es el que se refiere al Señor y al alma individual, Es el que produce desapego de toda aflicción y felicidad mundana; ¡Oh, piadosa madre!, aprende el sistema que enseñé a los sabios tiempo atrás, Es provechoso y práctico en todo aspecto, pues libra de la vida condicionada. Cuando el alma se atrae por las tres gunas, está sujeta a este cautiverio, Pero está liberada cuando esa misma conciencia la dirige al Supremo; La mente, libre de lo ‘yo’ y ‘mío,’ se purifica y trasciende toda dualidad, Y allí puede ver la diminuta alma, ¡cómo es de refulgente y trascendental! Desde ese estado ve todo en la forma correcta, mas solo por servir al Señor se alcanza ese nivel de realización, pues ése es el único sendero auspicioso;

El mismo apego que enreda, dirigido a los devotos, causa la liberación; Ellos son tolerantes, amigables, pacíficos, sin enemigos, bondadosos, Solo se guían por las escrituras... así son estos sadhus de sabia acción. Sirven con determinación al Señor, renunciando a los lazos mundanos, Y por siempre escuchar y cantar acerca de Mí, se libran de toda miseria; ¡Oh, virtuosa dama!, participa con ellos, busca tenerles por asociados, En su compañía te situarás en Mí y despertarás devoción verdadera. Este proceso amoroso, es el más fácil para controlar la mente y los sentidos, Quienes lo practican, con saber y renuncia, Me obtienen en esta vida. Devahuti preguntó: ¿Cómo puedo alcanzar sin tardanza Tu servicio divino? Explícame bien, pues no soy inteligente, para así tener satisfacción y alegría. Maitreya dijo: Al oír la inquietud de Su madre, Kapila, habiendo nacido de su cuerpo, Sintió compasión por ella y le explicó el sankhya, el justo proceso; Éste es una combinación de servicio con devoción y perfección mística, Se lo enseñó tal como por tattva-amnaya o cadena discipular se explica. Sri Bhagavan dijo: Los sentidos representan a los devas y la mente al Ser Supremo, Su tendencia es servir, y si lo hace a Dios, es mucho mejor que la liberación; El bhakti disuelve el cuerpo sutil sin esfuerzo, como el estómago el alimento; Mis devotos no buscan fusionarse conmigo, solo en servirme hallan satisfacción. ¡Oh, madre!, ellos gozan viendo Mi sonrisa y Mis ojos como el sol naciente; Gustan ver Mis benévolas formas y hablan conmigo de un modo afable; Se absorben del todo así, y sin esfuerzo trascienden este mundo de muerte, No desean siddhis ni svarga, mas aun en esta vida tienen todo lo deseable. Esas opulencias divinas nunca se pierden, el tiempo no las puede destruir; Como Me han aceptado como amigo, pariente, hijo, Deidad, no pierden posesión; Nadie puede librarse del terror del continuo nacer, si busca un refugio distinto a Mí, Pues Yo soy el Señor Todopoderoso, el Alma Suprema, el origen de la creación.

Por temor a Mí sopla el viento, brilla el sol, e Indra hace llover, Por temor a Mí arde el fuego y pasa la muerte cobrando sus tributos, Los yoguis de buen entendimiento, buscan el refugio de Mis pies, Y se ocupan firmes en Mi servicio para obtener la perfección, el fin último. CAPITULO 26 Los Principios Fundamentales de la Naturaleza Material Sri Bhagavan Kapila dijo: Voy a explicarte ese conocimiento por el cual se cortan los nudos del apego: El Señor es el Alma Suprema, es trascendental, y Su refulgencia mantiene todo; A modo de lila acepta la materia con sus gunas, ésta, con Visnu se relaciona; Las entidades caen víctimas de esta energía, debido a su poder ilusorio. Confundidas, se atribuyen los actos, pensando que este mundo es su campo; Por su conciencia material se condicionan, y aunque el alma nada hace, se afectan; Los cuerpos con sus sentidos y sus devas regentes, los crea esta naturaleza, Mas el alma es trascendental a la dicha y gozo del mundo, furtivo encanto. La materia manifiesta es prakrti, y mientras no se manifiesta es pradhana; Hay cinco elementos densos y cinco sutiles, y son diez los sentidos distintos; Los sentidos sutiles son cuatro: mente, buddhi, ego y conciencia contaminada; Todo esto forma el brahman cualitativo, el tiempo es el elemento vigésimo quinto. (Los cinco elementos sutiles son los cinco objetos de los sentidos. Los diez sentidos son los cinco de percepción y los cinco sentidos de trabajo.) La influencia del Señor se percibe a través del factor tiempo, Éste provoca el temor a la muerte, por la identificación con el cuerpo; Este tiempo, en el principio, agita la naturaleza neutra no manifestada, Luego, al ser fecundada con almas, surge la inteligencia cósmica o hiranmaya. Así el refulgente maha-tattva, que contiene los universos,

Absorbe la oscuridad que surge al momento de la disolución; De él se manifiesta la bondad, o el estado lúcido que permite entender a Dios, También recibe el nombre de vasudeva, que es la conciencia interior. Tal como el agua, antes de contactar la tierra, es clara, dulce y quieta, Así la conciencia pura es serena, transparente y libre de distracción. Del maha-tattva brota el ego, que en sattva, rajas y tamas se manifiesta, De éste se producen la mente, los sentidos, los elementos y órganos de acción. La fuente de este ahankar es Sankarsan, Quien es en forma directa Ananta; Este ego es hacedor, instrumento y efecto, y según la modalidad que abraza, Es sereno, activo o torpe. El ego, influido por la bondad, da aparición a la mente, Con cuyo pensamiento da origen al deseo, y Sri Aniruddha es su regente. La inteligencia es el ego transformado por influencia de la pasión, Este buddhi permite discernir los objetos y ayudar a los sentidos. El dudar, La comprensión correcta o errónea, el sueño y la memoria, son su función. El egoísmo, influido por la pasión, crea los sentidos de percepción y de acción. Cuando la energía sexual del Señor agita el egoísmo influido por la ignorancia, Se manifiesta el sonido, y de él vienen el cielo etéreo y el sentido del oído, El sonido da una idea y es la forma sutil del éter, que genera las formas sutiles; Del éter, evolución del sonido, surge el tacto, de ahí el aire y su sentido. (El sentido que se genera a partir del aire es el tacto.) Por interacción del aire y el tacto recibimos distintas formas según el destino, De esas formas surge el fuego y el ojo, de ahí surge el sabor, con el agua y la lengua; Del agua con el sabor surge el olor, de ahí viene la tierra y el olfato, Y porque los elementos de la causa están en el efecto, todos están en la tierra.

Cuando estos elementos aún no se mezclaban, entró el Señor, con las gunas, con karma y kala; De estos siete principios activados por Él, surgió un huevo sin inteligencia, De varias capas, cada una más gruesa que la anterior, y la última es el pradhana. En este huevo está la forma universal de Hari, que sostiene los catorce sistemas. (Los siete principios son los cinco elementos burdos, la energía material total o mahat-tattva y el ego falso.) Gradualmente se formó el cuerpo universal del Señor: la boca con el habla, Y el dios del fuego. Luego las fosas nasales, con el olfato, el prana, y Vayu. Luego los ojos, la vista y Surya; luego las orejas, la audición y los digdevatas; Después Su piel, pelo, hierbas, genitales, el semen y Varuna, el ano y Yama. Luego las manos y la capacidad de sostener cosas, luego vino Indra; Luego las piernas, luego el Señor Visnu, luego las venas, la sangre y los ríos; Luego un abdomen, el hambre y la sed, los mares, luego el corazón y la mente; Luego la Luna, después la inteligencia y luego Brahma, el ego y Siva. Tras él, la conciencia y su deidad regente. En seguida estas deidades quisieron conocer su origen, y al no conseguirlo, quisieron despertar al Virat. Cada deidad entró por su sentido respectivo, mas no consiguieron despertarle, Solo cuando entró el regente de la conciencia con la razón, Se levantó del agua causal. (Por ejemplo, el dios del fuego entró en Su boca con el fin de despertarle, los devas de las direcciones, entraron en Sus oídos, el dios del sol entró en Sus ojos, etc.) Cuando alguien duerme, ni los sentidos ni la mente, ni nada propio lo puede despertar, Solo podrá hacerlo con la ayuda de Paramatma, por ello, mediante la devoción, el desapego y la dedicación en el servicio trascendental,

hay que contemplar a esa Alma Suprema, que está dentro y fuera del corazón. CAPITULO 27 Comprensión de la Naturaleza Material Sri Bhagavan dijo: Cuando el alma es inmutable, libre de posesión y así libre de las modalidades, No le afectan éstas, tal como al sol que no le afecta su reflejo en el agua. El ser, debido al ego, se absorbe en la materia y se apega a sus propiedades, Y así, aunque es trascendental, se le obliga a rotar en la vida condicionada. Por ello se debe practicar bhakti, con seriedad y desapego, y situarse estable; Debe uno fortalecer su fe, hasta volverse puro, por cantar y escuchar acerca de Mí; Debe ser ecuánime, sin enemistad ni intimidad, debe ser célibe y grave; Uno debe ser reflexivo, amistoso, realizado y no preocuparse de cómo vivir. Uno debe saber qué es materia y espíritu, y no identificarse con el cuerpo. Debe entender el ego y dejarlo, y ver su ser, tal como el sol en lo alto. El alma liberada ve al Señor, que en el mundo se manifiesta como un reflejo; Él es visto como el sol que se reflecta en el agua y en distintos lados. Así, el ser realizado, se refleja en el ego, en la mente, en el cuerpo y sentidos, Y entiende que todos éstos son energía del Señor para usar en Su servicio; Mas si entra en este sueño olvidará su buena fortuna y se verá perdido; Solo el iluminado ve el efecto del ego, cuando se sitúa en el saber propicio. Sri Devahuti preguntó: ¿Deja libre, alguna vez, el mundo al alma, tal como la tierra a su aroma? ¿Puede la conciencia del espíritu vivir sin la inteligencia material? Si el alma es solo pasiva, ¿cómo evitar que la materia se le imponga?, ¿No libra del cautiverio el estudio si uno no elimina su causa principal? Sri Bhagavan dijo:

Quien se empeña en Mi servicio y siempre escucha de Mí, se purifica y libera; Su seva debe ser intenso, con comprensión perfecta y visión trascendental; Debe ser muy renunciado y austero, para quemar la aflicción de lo temporal; Tal como el fuego que consume las mismas astillas que lo generan. (El fuego que se genera de la madera, consume a esa misma madera; del mismo modo, el sufrimiento que genera el mundo, destruye al mismo mundo cuando se analiza a través de la devoción.) Al descubrir el mal del apropiarse y renunciar, se sitúa uno en su propia gloria. Al dormir, vemos cosas indeseables, pero al despertar, ya no nos confunden, Así, el mundo no afecta al iluminado, cuando en el Señor fija su memoria. Quien Mi bhakti bien practica por muchas vidas, en la perfección se sume. Mi devoto se realiza por Mi gracia, y al vencer la duda, más aun progresa; Va así a Mi eterna morada, cuando en el interés por svarga y siddhis ya no tropieza. CAPITULO 28 Las Instrucciones de Kapila Referentes al Servicio con Devoción Sri Bhagavan dijo: Mi querida madre, ¡oh, hija del rey!, te explicaré el yoga de la concentración, Mediante el cual se alcanza un estado de dicha y se avanza hacia la Verdad: El yogui debe adorar a su guru y estar conforme con lo que recibe del Señor, Dejando las religiones formales, debe buscar la salvación y ser frugal. Debe ser solitario, austero, pacífico, célibe, limpio, estudioso y satisfecho. Por asana, pranayama y dhyana, debe situarse en samadhi y recordar al Señor, Así, fijando su mente, sentado cómodo, debe practicar la retención del aliento; Para que de este modo su mente, en poco tiempo, esté libre de perturbación.

Puro en su interior, centrado en la punta de la nariz, que visualice al Supremo. Él tiene un rostro alegre, ojos rojizos y tez oscura como el loto azul, Lleva una caracola, disco, maza, Srivatsa, Kaustubha y hermoso yelmo... Está en el loto del corazón del devoto, quien al verle, se llena de beatitud. El yogui siempre debe meditar en el Señor y en Sus sirvientes, hasta estar fijo; Debe concentrarse en Sus pies de loto, con las marcas y Sus uñas cual rubí; Estos pies, como rayos, destruyen montes de pecados y vuelven a Siva bendito, Porque recibe esa agua que los lava, el sagrado Ganges, sobre sí. Debe meditar también en Laksmi, quien a Sus pies Le sirve con gran esmero; Luego en Sus muslos, en Sus redondeadas caderas y en Su ombligo de luna; Subiendo, debe pasar a Sus tetillas, a Su pecho y al sostén de Su Kaustubha: el cuello; Luego, en Sus brazos con las armas, y en Su guirnalda, con abejorros que zumban. Después, en Su rostro compasivo, con Sus aretes, rizos negros y ojos de loto, Debe contemplar Su graciosa mirada, acompañada por Su sonrisa amorosa; Ésta seca el mar de lágrimas del intenso dolor que padecen Sus devotos, Y luego en Sus cejas, que conquistan a Kandarpa, para bien del alma virtuosa. Luego en Su cautivante sonrisa, que muestra Sus dientes cual brotes de jazmín... A medida que progresa, sus vellos se erizan, debido al gran júbilo y llora, Y así cultiva su amor puro por la Suprema Personalidad de Dios, Sri Hari. De modo gradual, esa mente que usó como anzuelo, ya no le ilusiona, Y quieta como una llama, en la armonía con el Supremo la puede sumir. Ya sin dualidad, descubre que placer y dolor se deben al ignorante ego falso; Está ausente de su cuerpo, como un ebrio que no sabe si está vestido o no; El Señor toma cuenta, y como en un sueño contempla el devenir de sus actos; Conociendo su relación con Él, ve cuerpo y familia como distintos de su yo.

Pasa a ver la misma alma en todo, tal como el mismo fuego en maderas distintas; Así el difícil maya que se presenta como causa y efecto del mundo, conquista por fin, Ya firmemente situado en el conocimiento de sí. CAPITULO 29 El Señor Kapila Explica el Servicio con Devoción Devahuti dijo: Por favor explica el sendero filosófico supremo, el de la devoción, Habla también del ciclo de nacimientos, para desprendernos de lo material, Y habla del tiempo eterno. Para los que duermen ilusionados eres como el sol, Ellos están muy fatigados por actuar sin Tu refugio en este oscuro lugar. El Señor Kapila dijo: ¡Oh, noble dama!, el servicio se divide en muchos tipos de acuerdo al ejecutor; Al ser hecho por alguien orgulloso, iracundo y separatista, se sitúa en la oscuridad; Si el separatista busca fama y opulencia, su servicio se encuentra en la pasión; Y en bondad está quien sirve a Dios, para dejar la atadura de lo superficial. Quien es puro en su servicio, lo rinde sin obstáculo, como el Ganges que va al mar, Trasciende las gunas, y no espera liberación ni beneficio alguno por su entrega, Con espíritu de renunciación Me adora y Me ofrece artículos en el altar, Respeta al guru, es piadoso con los pobres, controlado y fiel a las reglas. El devoto debe escuchar de Mí, debe ser franco y sencillo, y aunque amistoso con todos debe evitar la mala compañía, con esto, se atraerá a Mí en forma espontánea, Tal como el aroma cautiva al olfato, quedaré Yo seducido de igual modo, Por estas cualidades que con firmeza ha cultivado y que adornan su alma.

Quien adora en el templo, mas ignorando al Señor en todos, está en la oscuridad, Y es como quien echa su oblación en cenizas. El separatista que envidia, nunca tendrá alivio. Así, se Me debe adorar hasta ser hallado en cada entidad, Pues soy el temible fuego que mata a quienes mal discriminan. Por ello, mediante atención y caridad, por trato amistoso y ecuánime hacia todos, El devoto debe alcanzar Mi gracia, sabiendo que cada ser es como Mi Yo. De entre los creados, el mejor es el hombre, y de ellos, el dvija que conoce el Veda, Mejor es el libre de impureza, pero mejor aun, es quien cultiva Mi devoción. Así, no encuentro persona mayor que la que tiene por único interés el Mío, Y que dedica a Mí sin interrupción todos los actos de su vida, Este devoto perfecto, al saberme en todo presente, respeta a cada ser vivo. Mi querida madre, ¡oh, hija de Manu!, ¡tal bhakta alcanza Mi morada divina! El tiempo es otra manifestación de Dios, y quien no sabe esto, le teme. Él no tiene preferido, mas destruye a quien Le olvida y bendice a quien Le recuerda. Sopla el viento por temor a Él, por lo mismo reluce el sol y los astros celestes; Por este temor florecen y dan su fruto los árboles, plantas y enredaderas. Por temor a Mí, fluyen los ríos, arde el fuego y el mar no se desborda; Flotan la tierra y los planetas, manteniendo a las entidades con sus devas; El tiempo es eterno, destruye y crea, y al fin, ¡del mismo Yama se posesiona!

CAPITULO 30 Las Actividades Fruitivas Desfavorables

El Señor Kapila dijo: Tal como la nube ignora el poder del viento que la arrastra, Así el materialista desconoce el del tiempo que todo cambia; Cuanto con gran labor construye, este kala lo aniquila, Mas sigue sin percibir lo temporal de su riqueza y familia. Por su apego al cuerpo, se siente feliz, en cualquier especie en que nazca, Y aunque lleno de ansiedad, sigue siendo malicioso, con el fin de estar satisfecho; Le entrega el corazón a una mujer, que en un lugar solitario le abraza, Le cautiva con su voz, y sus niños con sus movimientos y jugar travieso. El casado vive entre cortesías e intrigas, está infeliz y si obtiene satisfacción, Se considera muy exitoso. Consigue dinero por medios violentos, Y aunque lo da a su familia, él mismo solo come una pequeña porción, Y se va al infierno por sustentar a los suyos de un modo incorrecto. Intenta una y otra vez y si falla, pide prestado para atender su codicia, Y así el infortunado pierde su gallardía y se duele siempre por su fracaso. Al no poderles mantener, su mujer y familia le rechazan en su desdicha, Y es sostenido por quienes mantenía, sin poder ni en la muerte cortar el lazo. Así parte triste, viendo el llanto de sus parientes, con dolor y sin conciencia. Al ver a los agentes de la muerte, evacúa de pavor, mientras éstos le arrestan. Los perros del camino le muerden, mientras recuerda sus pasadas fechorías; El sol y la arena queman, cruza un bosque ardiente y los agentes le latigan. Con hambre, sed, sin alivio, cae en ese sendero que conduce donde Yama, Noventa y nueve mil yojanas recorre así en un instante, hasta llegar al castigo; Le ponen entre encendidas brasas, o debe comerse, o dejarse ser comido. Perros, buitres, serpientes y alacranes, le muerden arrancándole las entrañas; Le descuartizan elefantes o le apresan en una cueva o bajo el agua. Mi querida madre, aquí mismo se ven condiciones de cielo e infierno, Y a este último van con los suyos quienes se mantuvieron en forma ilícita. Después de purgar en cuerpos inferiores, nacen como humanos de nuevo, Perdura así en su cautiverio mientras no Me sirva y busque aquí la dicha.

CAPITULO 31 El Movimiento de las Entidades Vivientes El Señor Kapila dijo: De acuerdo con su karma, el alma es introducida en el vientre de una mujer, Al mes está formada la cabeza, y en el segundo mes se forman sus miembros; A los tres se forman los dedos, los huesos, los orificios, el genital y la piel; En el quinto mes siente hambre y sed, y en el sexto empieza el movimiento. Mordido por gusanos e irritado por los alimentos picantes o agrios, El niño sufre dolores incesantes e intolerables y está muy incómodo; Entonces, si es afortunado, recordará hasta cien nacimientos pasados, Y ya consciente, al séptimo mes, le orará al Señor de este modo. El alma dice: Me refugio a los pies del Señor, quien libra del temor y me da lo que merezco. Aunque está también aquí, es inmutable e impasible, y Le ve el arrepentido. Este cuerpo me separa de Él, y así no ocupo mis virtudes de un modo correcto, Lo que me obliga, por no contar con Su merced, a este renacer repetido. Como Paramatma dirige todo actuar, por ello solo Él libera de las miserias. ¡Oh, mi Señor!, ¿cuándo estaré a salvo de este oscuro confinamiento? Con manos juntas agradezco Tu gracia, por esta conciencia que me entregas, Mediante la cual, dejando una vida de instintos, podré elevar mi pensamiento. Aunque sufro este encierro, no quiero dejarlo, pues significaría Tu olvido. Al nacer me recibirá deva-maya, que atando al cuerpo obliga al nacer continuo, Por ello, sin agitarme más y con mi amiga la conciencia lúcida, me salvaré de tener que entrar en otros vientres, por entregarme del todo al Señor Visnu. Sri Kapila dijo: Con solo diez meses, así ora, mas es forzado a salir cabeza abajo.

El no poder respirar y el intenso dolor le borran la memoria. Ya nacido, sufre su tersa piel, y sus padres no saben cómo darle buen trato. Ya de niño sufre también, por cosas que quisiera pero que no logra. Crece junto con su prestigio falso e ira, y busca acabar con su alma, Lo que le lleva a enemistarse con otros que iguales cosas quisieran. Por su apego a la materia, sufre, aferrado a las pertenencias que se acaban. Cuida esmerado ese cuerpo que le ata a la acción y es fuente de problemas. Si en busca de placer se mal asocia y toma el mal camino, vuelve al infierno, Y pierde su veracidad, compasión, decencia, austeridad, fortuna y todo otro bien. Evita a estos ignorantes de la autorrealización, a estos necios groseros, Pues no hay mayor pasión ni cautiverio, que el de ser la mascota de una mujer. El mismo Brahma deseó a su hija, e impúdico la persiguió como a un venado, Pues nadie en el mundo está libre de esta atracción, a excepción del mismo Narayan. Mira cómo en la forma de una mujer tanto poder de maya he concentrado, Que con solo mover sus cejas a los más grandes conquistadores avasalla. Quien busca la cumbre y entiende el ser, evite la bella mujer que causa la caída. Es la creación de maya, y su servicio lleva a la muerte, como una gran trampa. Por este apego, nace él mismo como una, y se atrae a un hombre de por vida, Quien al volverse su cónyuge, le provee de riqueza, hijos, amenidades y casa. Por eso, ella a su vez, vea a hijos, marido y bienes, cual productos de maya, Que la llevan a la muerte, como el dulce silbato conque el cazador encanta. Así el alma del materialista recorre el universo recibiendo formas apropiadas, Y nace y muere de un modo repetido, sufriendo el ciclo por su ignorancia. Que no te espante la muerte, ni tomes el cuerpo como el ser, ni busques gozos. Clara en tu saber, marcha por el mundo sin apego y firme en tu propósito,

Y así, pesimista en cuanto a la materia y fortalecida en tu devoción, Relega indiferente el cuerpo a este mundo ilusorio, por medio de la razón.

CAPITULO 32 El Enredo en las Actividades Fruitivas Sri Kapila dijo: Quien vive centrado en su familia, obtiene beneficios del ritual religioso, Con ello complace sus sentidos, al obtener desarrollo económico; No se inclina a Mi devoción, pero sí adora a los devas y a sus ancestros, Se eleva así a la luna, donde bebe soma, mas regresa después de un tiempo. Pero el inteligente es de conciencia pura y está satisfecho en Mi devoción, Libre de las gunas, no disfruta, y actúa en su deber sin apego ni egoísmo; En su cumplimiento, material en apariencia, fácil alcanza el reino de Dios, Él es completo y El propietario, la Causa Suprema y satisfecho en Sí mismo. Los yoguis van donde Brahma, y cuando él parte, con él se liberan. Así pues, querida madre, refúgiate en Dios quien mora en los corazones. Hasta grandes sabios como los Kumara y Marici vuelven cuando se crea, Alcanzan a Maha Visnu pero regresan a ocupar sus mismas posiciones. Los adictos al mundo, tras sus resultados, actúan con gran esmero y fe, Y movidos por la pasión, están llenos de ansiedad y anhelan el progreso; Interesados en las tres metas, rechazan a Dios, quien libera por tan solo oír de Él, Mas prefieren como cerdos, escuchar de lo temporal y de sus acontecimientos. Ellos van a Pitriloka y después, por el apego, nacen en sus mismas familias. Por ello, querida madre, adora al Señor y en Su refugio ten la trascendencia. Toda perfección, progreso y libertad de lo dual, se da por servir a Krsna. Todo lo ve como igual, nada ama ni repudia el de purificada inteligencia.

No estima que algo es superior o inferior, y en cualidad se ve igual al Supremo. Solo Él es el conocimiento trascendental completo, y es percibido en varias formas. El cultivo del desprendimiento total, es la meta común de los distintos yogas, Mas todo lo ven como relativo, a quienes confunde su inteligencia el apego. Por servir con fe, equilibrio y gran desapego, y por pensar siempre en el Señor, Se adquiere este conocimiento perfecto, y ya no se está en contacto con la materia. Así, respetuosa madre, te expliqué del espíritu y de lo material, y de su relación; Comprender a esta Personalidad de Dios es la meta filosófica suprema. Por sus distintas cualidades se perciben diferentes impresiones de un objeto, Del mismo modo, el Señor es uno, aunque ante diversas escrituras parezca distinto; Mediante sacrificio, caridad, tapasya, sama, dama, estudio de los textos, Por desapego y por devoción amorosa, se alcanza a ese Dulce Infinito. Estas enseñanzas no son para los envidiosos, ni para los ateos y orgullosos, Ni para el hipócrita, ni el codicioso, ni el apegado a la vida familiar; Deben impartirse al que respeta a su guru, al que no envidia y es amistoso, Y al que desea ferviente rendir servicio con fe y sinceridad. Debe impartirla el maestro a quien tiene al Señor como lo más querido. Todo aquel que Me recuerde una vez con afecto y fe, tendrá Mi eterno abrigo.

CAPITULO 33 Las Actividades de Sri Kapila Sri Maitreya dijo: De esta manera, Devahuti, la mujer de Kardama Muni y la madre de Kapila,

Supo del servicio amoroso y del conocimiento trascendental; Luego, reverenciando al Señor, al autor de los principios básicos del sankhya, Le satisfizo recitando las siguientes oraciones, con fervor espiritual. Devahuti dijo: Brahma, quien nace en el loto, por solo meditar en Ti crea el universo, Pues eres el origen de la creación, eres su manutención y lo acabas; Y aunque guardas el todo, aun así, de mi abdomen tomaste nacimiento, Esto, para Ti es posible, Quien flotas en una hoja de loto en el pralaya. Desciendes para salvar al caído, al enseñarle acerca de Tu devoción. Por recordarte o cantar Tu nombre, hasta un comeperros se vuelve apto para ejecutar sacrificios Védicos, ¿qué decir de quien tiene Tu percepción? Quienes lucen Tu nombre en sus lenguas, ya han cruzado aquellos pasos como el estudio, sacrificios, baños sagrados... que conducen a la liberación. Yo, mi Señor, creo que eres el mismo Sri Visnu con el nombre de Kapila, Y los sabios, liberados de toda perturbación mental, meditan solo en Ti, Pues solo por Tu misericordia trasciende uno las modalidades de esta vida. Tú eres Quien sostiene los Vedas cuando esta creación llega a su fin. Maitreya dijo: Entonces, el Señor Supremo, Kapila, Satisfecho con Su madre al escucharla así orar, Le dijo a ella, a quien tanto quería, Estas palabras con suma gravedad. Sri Kapila dijo: Mi querida madre, el sistema que te acabo de enseñar es muy sencillo, Puedes practicarlo sin problema, y en esta misma vida te puedes liberar; Los trascendentalistas siguen fieles cuanta instrucción de Mí han recibido, Y purificados por servirme, no vuelven ya a este ciclo de mortandad. Maitreya dijo: Kapila, después de instruir a Su madre, con su permiso, se retiró del hogar. Ella, entonces, empezó la práctica de bhakti, y por bañarse tres veces al día, Su cabello encaneció. Vistió ropa vieja y se puso delgada por su austeridad. Al quedar sola, dejó esa casa, que era la envidia de la esfera celestial.

Al perder a su hijo, se sintió muy apenada, como una vaca sin su ternero, Y empezó a meditar en el Señor de la eterna sonrisa, en Visnu, el Supremo. Perdió todo recelo y con gran renuncia, aceptó lo mínimo para el cuerpo. Por ser pura y entender la Verdad, obtuvo plena felicidad y conocimiento. Situada en trance, olvidó su cuerpo, tal como los que tiene uno en sueños. Las doncellas angelicales, creadas por Kardama, se hicieron cargo de ella, Porque ya nada sabía de andar bien vestida o de ordenar su cabello. Alcanzó así Paramatma, siguiendo las instrucciones que su hijo le diera. Querido Vidura, el lugar donde logró la perfección es muy sagrado, Y es famoso en los tres mundos con el nombre de Siddhapada. Al dejar su cuerpo, éste se transformó en un río de muy bendecidas aguas, Donde van a bañarse quienes desean la perfección y el ser liberados. Sri Kapila, al dejar a Su madre, con su permiso, partió hacia el nordeste. Los caranas, gandharvas, munis y doncellas, Le glorificaron con amor. El océano Le ofreció una residencia, donde hasta hoy puede vérsele. Quien escuche esta historia, en la morada suprema servirá al Señor. FIN DEL TERCER CANTO

CUARTO CANTO CAPITULO 1 Árbol Genealógico de las Hijas de Manu Svayambhuva Manu y Satarupa tuvieron tres hijas: Akuti, Devahuti y Prasuti. La mayor se casó con Ruci, Con la condición de que su hijo fuese dado a Manu. De ellos nacieron Yajña y Daksina, quienes eran Visnu y Laksmi.

Yajña se crió con Manu y luego, al casarse con Daksina, tuvieron doce hijos, Quienes fueron los semidioses conocidos como Tusitas. Los hijos de Svayambhuva fueron Priyavrata y Uttanapada, Y casó a Prasuti con Daksa y a Devahuti con Kardama. Más adelante se habla así del gran sabio Atri: Atri Muni, el de gran ascetismo, ordenado por Brahma, Fue con su esposa Anasuya a la montaña Rksa, De bella vegetación, donde canta una cascada, Para realizar en tal paraje, las austeridades más rígidas: Cien años en un pie, sin más alimento que el aire, Controlando todo apego mediante el pranayama: “Que el Señor, siendo gracioso, conmigo se apiade, Y me dé un hijo como Él,” fue como absorto oraba. De su cabeza salió abrazante fuego, que según Jiva Gosvami, Era el de su satisfacción mental; Éste fue percibido por las tres Deidades, Quienes descendieron a verle con séquito celestial. Les vio bajar en sus respectivas monturas, Siva en su toro, Brahma en su cisne, Visnu en Garuda; Un tambor, hierba kusa y un disco, en sus manos llevaban, El sabio se acercó en una pierna, y cayó ante ellos cual vara. Cerró sus ojos ante sus refulgentes formas y les oró diciendo: “¡Oh, bondadosos!, ¿a quién de ustedes invoqué con mi oración? Pues me dirigí solo al Señor trascendental y supremo, ¿Cómo es que llegaron los tres?, esto me causa gran confusión.” Como Atri, sin conocer a Dios, invocó a jagad-isvara, Llegaron las tres Deidades que el universo controlan: “Tendrás hijos que serán parte de nuestra potencia misma.” Y así de Visnu nació Dattatreya, Durvasa de Siva, y de Brahma, Soma. Kratu engendró en Kriya A los sesenta mil valakhilyas; Y Vasistha en Urja o Arundhati,

A siete grandes sabios, siendo el primero, Citraketu. Más adelante se describe cómo, entre tronar de tambores y lluvia de flores, fue el nacimiento de Nara Narayan, como hijo de Su padre Dharma y de Su madre Murti: Los semidioses Le oraron diciendo: Reverencias al Señor trascendental, Quien crea mediante Su energía externa, La cual se sitúa en Él, tal como las nubes y el aire lo hacen en el espacio. Apareces como Nara Narayan, en la casa de Dharma, ¡oh, fin de los Vedas! Tú provees esa paz y prosperidad que destruyen toda clase de miseria, Tu graciosa mirada supera al inmaculado loto que a Sri misma da descanso. Maitreya dijo: ¡Oh, Vidura!, así Le oraron los devas al rsi Nara Narayan. Él les miró con misericordia y luego partió al monte Gandhamadana. Ahora, como Krsna y Arjuna ha venido a aliviar el peso del mundo. Agni, con su esposa Svaha, tuvo tres hijos: Pavaka, Pavamana y Suci, quienes tuvieron cuarenta y cinco descendientes. Hay por ello cuarenta y nueve dioses del fuego, Incluyendo a los tres padres y al abuelo. Svadha, la esposa de los pitas, tuvo a Vayuna y a Dharini por hijas, Eran expertas en el conocimiento trascendental Védico e impersonalistas. La décimosexta hija de Daksa y Prasuti fue Sati, quien se casó con Siva, Ella no tuvo hijos, pues se inmoló muy joven al ver que a su esposo Le ofendían.

CAPITULO 2 Daksa Maldice al Señor Siva Vidura preguntó: ¿Cómo Daksa despreció a su amada hija, y al grande y calmo Siva? Maitreya dijo: Los líderes del mundo reunieron en un yajña a sabios y a devas,

Y al llegar Daksa, brillante como el sol, se levantaron todos en bienvenida, Menos Brahma y Siva. Daksa, molesto con el segundo, habló airado de esta manera. Daksa dijo: Siva no sabe de buenas costumbres, anda sucio, andrajoso y cubierto de cenizas, Siendo mi yerno, no me respeta; es loco y con huesos y serpientes se engalana, Tiene ojos de mono, no como los de cervatillo de Sati, mi bella hija. Los más bajos Le honran. ¡Oh, solo acepté esta relación por pedido de Brahma! Diciendo esto, tomó agua y Le maldijo, para quitarle su porción en todo yajña. Nandisvara, fiel a Siva, condenó a su vez a los dvijas por quedarse pasivos: “Se atraerán a lo externo del Veda, y golpearán puertas como mendigos, Y el grhamedhi Daksa, por ignorar Visnu-gati, tendrá cabeza de cabra.” (Visnu-gati: que la meta es Visnu.) Entonces, abominando a su vez a los fieles de Siva, dijo furioso Bhrigu: “Se volverán ateos, carnívoros, y ofensores de la escritura y de los brahmanas.” Siva, entristecido ante este evento, se retiró con quienes traía consigo. Se hizo el yajña por miles de años, y luego volvieron a sus moradas.

CAPITULO 3 Conversación entre el Señor Siva y Sati Daksa, envanecido por el apoyo de Brahma, que le situó como prajapati, Realizó dos sacrificios para Visnu, mas sin invitar ni a Siva ni a su padre. A éstos asistían los devas con sus esposas, volando de todas partes; Sati, al ver a las bellas devis, se acercó a su esposo y le dijo afable. Sati dijo: “Mírales a ellos, ir al brhaspati-sava, yo también quisiera asistir contigo. Allí estarán mis hermanas, mis tías y tíos, y habrá un gran sacrificio. Como soy mujer, no entiendo mucho y añoro ver el lugar donde he nacido.

¡Oh, deva!, mira cómo el cielo con esas naves cual cisnes, se ve de bonito. ¿Cómo yo, siendo la hija, no desearé presenciar tal evento festivo? Para ir donde el padre, el guru, o un amigo, ninguna invitación es necesaria. Soy tu esposa, la mitad de tu cuerpo, así es que por favor sé bueno conmigo.” Maitreya dijo: Siva, sonriendo, le respondió con estas palabras: Siva dijo: Querida esposa, es verdad que sin ser invitado uno puede ir donde un amigo, Siempre que éste, por apego al cuerpo, no busque defectos y se irrite con uno; Pues quien por austeridad, riqueza, belleza, cultura y herencia está envanecido, Se enceguece e impúdico no reconoce en sus superiores bien ninguno. Ni los parientes pueden ser visitados si te reciben con ira y con el ceño fruncido, Pues ni la flecha del enemigo hiere tanto como la dura expresión de un familiar; Aunque eres su favorita, tu padre no te honrará, por tu relación conmigo, Pues movido por su ego, envidia como un ateo la elevación de los demás. Mi joven esposa, es verdad que los familiares se saludan de distintos modos, Pero el iluminado lo hace a Paramatma y no al que se identifica con su cuerpo, Yo siempre reverencio a Vasudeva, Quien en mi mente pura aparece en todo; Por ello no vayas, pues será para ti como la muerte cuando te falte el respeto.

CAPITULO 4 Sati Deja el Cuerpo Maitreya dijo: Sati, indecisa, entraba y salía del cuarto, afligida y airada con su gran esposo. Por fin, decidió ir. Hizo este acto poco inteligente por su debilidad de mujer.

La encabezó Nandi, fueron Maniman y Mada, con los yaksas. Le dieron un loto, Su ave mascota y un espejo. La acompañó un gran cortejo y la cubrieron con un dosel. Al llegar, por temor a Daksa, solo su madre y hermanas la recibieron. Ella, ante la indiferencia de su padre, no aceptó el saludo, ni el asiento ni regalos; Y al no ver ofrendas a su esposo, censuró a Daksa y a los sacrificios de fuego, A esos ritos que buscan bienes fruitivos, y esto salió de sus labios. La bendita diosa le dijo a su padre: Mi esposo es el más querido de todos los seres, no tiene rival ni preferido, Solo tú, por envidia, rechazas a quien no critica sino que ensalza a los demás, Pero esto es común entre quienes como tú, se atraen por el mundano atavío; Esta envidia es muy buena, porque les hace caer de su posición de vanidad. Aunque cubierto de cenizas, su pelo enmarañado y su collar de cráneos, Seres como Brahma, superiores a ti, veneran las flores que Le ofrendan. Su nombre Siva trae toda fortuna para el más bajo y para el más elevado. Debe uno irse, o matar y matarse, mas no dejar que a alguien así se Le ofenda. Es mejor cumplir con su deber que criticar el ajeno, y al puro no le atan las reglas; Son como los devas que viajan por el espacio sin necesidad de pisar el suelo; Hay normas para libres y aferrados, mas no para quien trasciende la materia. ¡Oh, ni tú, ni tus aduladores, saben del goce de los que no amarra el apego! Aborrezco este cuerpo dado por ti, un ofensor de los pies del Señor Siva. Diciendo esto, se sentó mirando al norte, con ropa azafrán y su mente fija; Pensando en los pies de su consorte, encendió el cuerpo y dejó su vida, Levantando un clamor de indignación, por la partida de tan casta y noble hija. “Daksa es tan insensible, que es indigno de ser considerado un brahmana; Es infame, pues ofendió a su hija, no evitó su muerte y envidia a Visnu.” Mientras así decían, los seguidores de Siva atacaron a Daksa con sus armas,

Mas Bhrigu, por su poder, con himnos del Yajur Veda creó del fuego a los rbhus. CAPITULO 5 Fracaso del Sacrificio de Daksa Cuando Siva supo por Narada de la muerte de Sati y de la huida de sus soldados, Se alzó riendo como un loco, y al arrancarse un cabello y tirarlo contra el suelo, Creó un demonio negro, con brillo de tres soles, mil brazos armados y un collar de cráneos. “Mi Señor, ¿qué debo hacer?,” preguntó a Siva, inclinando su cabeza como de fuego. “Has nacido de mí, y por ello eres el líder de mi grupo, ¡mata a Daksa y a los suyos!” Este ser encarnaba la ira del Señor, y partió al ataque tras circunvalar a Siva. Parecía capaz de matar a la muerte, sus ajorcas chirriaban con gran barullo. Del yajña le vieron venir, alzando tal polvareda, que aterradora el cielo cubría. Prasuti, la mujer de Daksa, angustiada dijo: “Esto lo causó mi marido al permitir Que la inocente Sati dejara su cuerpo, en presencia de sus hermanas.” Los sirvientes de Siva, de baja estatura, llegaron armados hasta allí; Unos destruyeron el pandal, otros los potes y orinaron en las llamas. Maniman apresó a Bhrigu, y a Daksa, Virabhadra, el recién creado raksasa. Hubo una lluvia de piedras, sacerdotes y partícipes huyeron llenos de temor. Virabhadra arrancó el bigote a Bhrigu, los ojos a Bhaga y quiso decapitar a Daksa; Tras hacerlo con el arma del yajña, lanzó su cabeza al fuego, como una oblación.

CAPITULO 6

Brahma Satisface al Señor Siva Maitreya dijo: Los devas, sacerdotes y demás partícipes, temerosos y mal heridos, Se acercaron a Brahma a informarle en detalle de todos los sucesos. Tanto él como Visnu, sabiendo lo que pasaría, no habían asistido, Y Brahma les dijo que ni un bien podía haber si se hería a alguien tan excelso. “Aun así, si sin duplicidad se disculpan ante él, estará muy complacido. Ni yo puedo concebir su gran poder, ¡qué decir de vosotros! Por las palabras de Daksa, y la partida de su mujer, está muy dolido, Por ello iremos a Kailas, a que reverencien sus pies de loto.” Al llegar al divino monte los devas quedaron deslumbrados por su belleza. Morada de místicos, de bellas doncellas, rica vegetación, cuevas y cascadas, Altos árboles, pavos reales, elefantes y ciervos, infinita magnificiencia. Vieron los ríos que los pies de Govinda santifican, el Nanda y Alakananda. En ellos, después de haberse unido, juegan las devis con sus esposos; Mas tras relacionarse en intimidad, padecen un sentimiento de tristeza. Vieron el bosque Saugandhika, invadido por el perfume de lotos. Al sobrevolar este lugar, vieron también los dominios de Yaksesvara. (Yaksesvara: Kuvera) Habitan allí aves de cuello rojo y hay inúmeros cisnes de dulce canto. Pasaron por muchos lagos, con escalones de vaidurya-mani en sus orillas. Por fin llegaron a un baniano de unos mil trescientos kilómetros de alto; Su agradable sombra aliviaba del calor, mas ningún piar de ave se oía. Allí Le vieron a Él, al amo de los místicos y al libertador del mundo, Tan grave como el tiempo eterno, parecía haber dejado todo rastro de ira, Estaba con santos como Kuvera y los Kumara, se mostraba serio y puro. El Señor de la perfección, se veía auspicioso, por el amor que hacia todos tenía. En virasana, sobre una piel de ciervo, con rudraksa en su mano derecha, Parecía una nube de atardecer y le hablaba en especial al sabio Narada. Allí, encabezados por Indra, llegaron todos a postrar sus cabezas.

Él vestía azafrán, y al salir de Su trance, reverenció a Su padre Brahma. Tras ser por todos venerado, Brahma dijo: Mi querido Siva, sé que eres el padre y madre de la creación, La que manifiestas y aniquilas como una araña con su tela; Por medio de Daksa revelas los yajñas para conferir bendición, Das también la sociedad varnasrama, con sus variadas reglas. Has fijado para los piadosos el svarga, brahman y Vaikuntha, Y distintos terribles infiernos para los que han sido malvados. Aunque es muy difícil saber en qué fin último se resulta, Porque hemos visto también que a veces sucede justo lo contrario. (Como en el caso de Ajamila y de Daksa mismo.) Eres visto como el Paramatma por quienes se dedican a Tus pies de loto, Y que a diferencia de las airadas bestias guardan visión ecuánime; A los ruines y fruitivos, que no pueden ver a los que son prósperos, Los ha eliminado la Providencia, y ¡oh, glorioso!, no necesitas matarles. El santo perdona la ofensa del engañado materialista, Y como Tú no estás ilusionado, sé bondadoso y compasivo; Toma satisfecho la parte del sacrificio para Ti prescrita, Que Daksa vuelva a la vida y se recuperen del todo los heridos. CAPITULO 7 El Sacrificio Realizado por Daksa Mi querido padre, Mahadeva dijo, Estos tontos devas no me ofenden, solo quise que fuesen corregidos. Daksa tendrá cabeza de cabra, por Pusa masticarán sus discípulos; Mitra verá por Bhaga y sanarán los buenos brahmanas heridos; Los sin brazos tendrán a los Asvini, los sin manos, a Pusa, Y la barba de la cabra le será dada a Bhrigu. Maitreya dijo: Todos quedaron satisfechos con el más propicio Siva. Daksa entonces se recobró en el yajña con su nueva cabeza; Al hacerlo, vio ante él a Mahes, y con ello limpió su envidia.

Le oró, aunque ahogaba sus palabras el recuerdo de su hija muerta. Daksa dijo: Aunque te ofendi, por tu bondad me has corregido, mi querido Señor, Pues Visnu y Tú nunca dejan a los dvijas, aunque sean incompetentes; Les cuidas a ellos y a sus principios, como a sus vacas un pastor; Merecí el infiermo mas perdonaste mis insultos hirientes, Escúsame por Tu gracia, ya que no puedo darte satisfacción. Maitreya dijo: Tras orar así, Daksa reanudó el yajña con cánticos del Yajur-veda, Y al ofrendar el ghi a Visnu, apareció Él en Garuda, como Naráyan; Su ropa amarilla, ocho brazos con armas, Su pelo color de abejas negras, Como un florido árbol Su cuerpo, al que abanicaban con dos chamaras. Sonreía amoroso, con Laksmi en Su pecho y una bella guirnalda, Su gran refulgencia eclipsó la de todos los allí presentes; Brahma se postró ante Él, al igual que Siva y los gandharvas, Y temerosos Le oraron todos, llevando sus manos a la frente. Daksa Le alabó como el Señor trascendental que al mundo controla, Y los sacerdotes lamentaron estar apegados a los ritos. Siva dijo: “Por recordar Tus pies de loto no me hiere la deshonra.” Bhrigu pidió gracia, y dijo que ni un ser escapa a Su divino hechizo. Los miembros de la asamblea dijeron: ¡Oh Tú, único refugio del que sufre en esta inexpugnable fortaleza de la vida condicionada! Aquí el tiempo acecha cual serpiente, a la espera de clavar su mortífera mordida. El mundo está lleno de fosos de supuestos dolor y alegría, Con animales feroces preparados para su implacable ataque. ¡No deja de ilusionar el espejismo, ni cesa de arder el fuego de la lamentación! ¡No hay lugar, Señor, donde pueda uno refugiarse! El nacimiento y la muerte atan a esos necios que afanosos, se abruman por el cumplimiento de sus deberes. ¿Cuándo aceptarán ellos, Señor, el santo resguardo de Tus pies de loto?” Brahma dijo que por ciencia y estudio nadie puede conocerle.

Indra elogió la belleza de Sus ocho brazos con armas. Para que purificara el sacrificio de fuego, oraron las mujeres. Los sabios Le elogiaron por estar libre de toda amarra. Los siddhas Le declararon la fuente única de su satisfacción, Como elefante que encuentra un río en medio de un bosque en llamas; La esposa de Daksa Le reverenció como el único benefactor, Que sin Él todo rito era como un cuerpo con la cabeza cortada. Los regentes planetarios se admiraron de tenerle ante sus ojos, Los grandes místicos elogiaron cómo ama Él a Sus siervos, Los Vedas dijeron que nadie conoce a Quien guarda el dharma y los votos, Agni Le agradeció por su brillo y por las ofrendas en el fuego. Los devas pidieron protección a Quien se acuesta en Sesa en el pralaya, Los gandharvas declararon a los devas como parte de Su cuerpo, Los vidyadharas hablaron de la meta de la vida y de cómo alcanzarla, Y los brahmanas Le llamaron el yajña, con cuyo nombre quita todo tropiezo. El Señor Supremo dijo: Yo soy la Persona Suprema, y Brahma y Siva dependen de Mí, Por otro lado, no Soy distinto a ninguna otra entidad, Tal como la cabeza y el cuerpo no se diferencian entre sí; Quien entiende esto, puede alcanzar la verdadera y perdurable paz. El sabio Maitreya dijo: Daksa oyó estas bellas instrucciones y luego adoró al Supremo, Y les dio a Siva y demás devas sus porciones del yajña; Así fue bendecido por todos y se sintió satisfecho y pleno, Sati volvió con Siva, tras nacer de Mena, en los Himalayas. Escuché esta historia de Uddhava, El gran discípulo de Brhaspati; Quien a su vez lo hace se salva, De esta existencia condicionante.

CAPITULO 8

Dhruva Maharaj Deja el Hogar Maitreya dijo: Los hijos de Brahma: Narada, Rbhu, Hamsa, Aruni, Yati y Kumaras, Fueron naistika brahmacaris, que guardaron la pureza del celibato; Otro hijo fue Adharma, quien con la falsedad, tuvieron a Dambha y a Maya, Éstos fueron adoptados por el demonio Nirriti. De los hermanos Dambha y Maya nacieron la astucia o Nikrti, y la codicia o Lobha; Quienes al unirse tuvieron a Himsa, o la envidia y violencia, y a la ira, o Krodha; Éstos a su vez tuvieron a Kali y a la aspereza del habla, Quienes tuvieron a Mrtyu y a Bhiti, y éstos a Yatana y a Niraya. (Yatana: esfuerzo excesivo. Niraya: infierno.) Ésta es en breve la causa de la devastación, Quien la escucha tres veces juicioso, Se limpia de toda contaminación, Y se vuelve un hombre piadoso. Svayambhuva y Satarupa tuvieron a Priyavrata y a Uttanapada, Éste esposó a Suniti, madre de Dhruva, y a Suruci, madre de Uttama. Un día, Uttanapada acariciaba al hijo de Suruci, su preferida, Dhruva también quiso subir a su regazo, mas no tuvo buena acogida. Suruci, al verle en ese intento le dijo con envidia: No puedes subirte al trono a menos que nazcas de mi vientre, Debes adorar a Narayan, para que con tal fin te bendiga, Hazlo con gran austeridad y control de la mente. Dhruva se airó como una serpiente azuzada por un palo, Y al ver que su padre no dijo nada, se retiró de palacio; Llegó donde su madre Suniti, con sus labios temblando, Ésta, dolida al saber lo acontecido, le tomó en sus brazos. Ardía ella de dolor, como hoja quemada en un incendio, El suceso llenó de lágrimas su brillante rostro de loto, En su angustiada posición, no encontraba el remedio:

Hijo querido – le dijo – nunca desees el mal a los otros. Suruci ha dicho la verdad, pues para tu padre yo no soy su esposa, Se avergüenza de mí, y soy para él, menos que una simple sirviente, Así, aunque crueles sus palabras, depón tu actitud envidiosa, Y adora pronto al Supremo, para que un día, junto a Uttama te sientes. Por adorar al Señor, tu bisabuelo Brahma creó el universo, Y tu abuelo Manu dio caridad, adorándole con fe inquebrantable; De ese modo se liberó, después de florecer en todo aspecto, Y así obtuvo lo que ni los devas habrían podido brindarle. Refúgiate por ello en Él, quien es bondadoso con Sus devotos, Sírvele mediante tu deber, sin desviarte ni por un momento, Así alejarás tu aflicción, mira que los devas, con grandes votos, Buscan el favor de Sri, mientras Ella solo espera darle contento. Maitreya dijo: Estas palabras satisfacieron al niño, quien partió resuelto. Narada al saberlo, fue y le bendijo tocando su cabeza: ¡Qué maravillosos son los poderosos ksatriyas! ¡Vean esto! ¡Cómo este pequeño, ni de su madrastra ha tolerado una ofensa! Aún eres un niño juguetón, ¿porqué te molestas tanto? Aunque te sientas ofendido, no debes estar contrariado, Esto no es más que otro aspecto del ilusorio encanto, Pues uno recibe bien o mal, de acuerdo a su pasado. El arreglo del Señor Supremo es siempre muy maravilloso, Y la persona inteligente debe aceptarlo satisfecha; Será siempre para su bien, lo vea o no auspicioso, Ahora quieres complacerle, mas no es fácil empresa. Después de muchas vidas de esfuerzo puro e ininterrumpido, Grandes yoguis ascéticos no alcanzaron Su percepción; Por ello mejor regresa, no tendrás éxito hijo querido, Cuando crezcas podrás intentarlo con Su bendición. En cualquier circunstancia que nos ponga la voluntad suprema, Feliz o desgraciada, siempre debemos sentirnos satisfechos;

Quien muestre esta tolerancia cruzará con facilidad extrema, El océano de ignorancia que nos obliga a los nacimientos. Ante alguien de menor calificación, uno debe ser compasivo, Debes estar feliz ante alguien de calificación mayor, Si es igual a uno en virtud, debes verle como un amigo, Por actuar de este modo, uno se libera del dolor. Dhruva dijo: Mi querido señor, perdona mi insolencia, pero por mi ignorancia tus palabras no llegan a mi interior. Mas, no me culpes por esto, Pues sabes que no puede tolerar ofensa mi corazón de ksatriya; Dame por ello un medio lícito para alcanzar el más alto puesto, Uno que nadie en mi familia haya obtenido jamás. ¡Oh, noble hijo de Brahma! ¡Sol que bendices a la creación total! Maitreya dijo: Narada Muni le bendijo entonces con su sabio consejo: La instrucción de tu madre, de servir al Señor, es la mejor para ti, Pues uno alcanza las cuatro metas por este simple proceso, Ve para ello a Madhuvan, a orillas del Yamuna, donde mora Hari. Practica sentado los tres pranayamas, fijo y con plena pureza, Medita en Quien agracia a Sus devotos y siempre les mira con amor; Su rostro es hermoso, respingona Su nariz, bellos Sus ojos y cejas, Es el amo del alma entregada, a la que siempre brinda protección. Lleva la Srivatsa, el lugar de Laksmi, y Su cuerpo es azul oscuro, Con cuatro brazos, varios adornos, ropa amarilla y joya Kaustubha; Siempre aparece en la meditación del yogui de corazón puro, Con campanitas en Su cinto y tobillos, y resplandecientes uñas. Con Su bello rostro sonriente, mira a Su devoto con misericordia, Así debe verle el meditador, como recibiendo toda Su gracia; Pronto así uno se libera por recordar Su gloriosa forma, Y sin bajar de ese nivel debes repetir el siguiente mantra: (Srila Prabhupad en el significado a este verso dice: “Cuando se canta Hare Krsna no hay que hacer un esfuerzo artificial para ver al Señor. El Señor se revela en forma natural ante los ojos de quien canta sin ofensa. Por lo tanto,

al cantar hay que concentrarse en la vibración, y sin mayor esfuerzo por parte del devoto, el Señor, de un modo natural, aparecerá. S.B.: 4 .4. 53.) om namo bhagavate vasudevaya Debe instalarse la Deidad y ofrecerle flores, frutas y alimentos, Agua pura, brotes, incluso cortezas, y si es posible, Su tulsi querida, Todo esto debe hacerse de acuerdo al lugar, circunstancia y tiempo, Siendo sobrio y pacífico, puedes adorar una Deidad de arcilla. Además de puja y canto, debes recordar Su divino lila, Y si no hay medios para ofrendar, uno lo hace en su mente con el mantra; Quien siga esto con sinceridad, verá satisfechos sus deseos, Y colmará las cuatro metas según lo haya definido. Practica esto con gran determinación, Siempre en el éxtasis más alto y sin complacer los sentidos. El príncipe Dhruva circunvaló al santo y partió para el Madhuvan, Donde se ven las huellas del Señor y por ello es auspicioso; Narada entre tanto fue a ver al rey Uttanapad, Quien le recibió ofreciéndole el asiento propio. Narada le preguntó porqué tenía un aspecto tan afligido, A lo que lamentó el estar muy apegado a su esposa: Por ello inmisericorde envié al destierro a Suniti y a su niño, A esa gran alma que debe estar en condición quejumbrosa. Narada le dijo que esté tranquilo porque el Señor le protege, Que volvería a casa más tarde, trayendo fama y fortuna; El rey dejó toda función y solo pensaba en ese inocente, Quien ya ayunaba orando al Señor, a orillas del Yamuna. El primer mes comió solo frutas y bayas cada tres días, El segundo comió cada seis, algo de hierba seca y de hojas; El tercero bebió solo agua cada nueve, y el cuarto, por doce días Contuvo la respiración, manteniendo su mente absorta. El quinto mes se paró en un pie, y ya del todo fijo en el Supremo, Se hizo uno con Su peso y sin respirar, forzó a bajar a la tierra; Los devas, asfixiándose, recurrieron al Señor por consuelo, Él les dijo que detendría el rigor del asceta, que nada teman.

CAPITULO 9 Dhruva Vuelve a Casa De pronto se esfumó de su interior Aquél en Quien meditaba, Y al abrir confuso sus ojos, conmovido, Le vio enfrente; Quiso besar Sus pies, abrazarle, después de caer como una vara, Y orarle, mas no sabía hacerlo del modo conveniente. Le bendijo Él, tocando su cabeza con Su caracola, Y al punto obtuvo el Veda, con el saber de todas las cosas; Dhruva Le oró con manos juntas, diciéndole: Mi Señor, ahora, Has animado a mi ser, acepta mi rendición amorosa. ¡Oh, uno Supremo!, creador, en la materia y espíritu presente, Brahma Te alaba, amigo del sufrido y única causa de salvación; Los necios como yo Te adoran tras aquello que no es permanente, Buscando placeres infernales, a causa de esta carne y de la ilusión. La dicha de escuchar Tus glorias, supera la de brahman y svarga, Permíteme estar con quienes, como el fluir de un río, siempre Te sirven; Así fácil cruzaré el océano de este ardiente samsara, Pues estoy ansioso de apreciar esas glorias que Te distinguen. Junto a Tus desprendidos devotos cortaré toda amarra; Cual Visnu acostado en Sesa, creas a Brahma en el loto dorado; Testigo Supremo, Sustentador, libre en Tu visuddha-sattva, Eres el Alma Suprema, y todo yajña es para Ti destinado. Eres el indiviso brahman, que es la causa de esta creación; No hay mayor bien que Tú y servirte es mejor que regir un reino; Cuidas por Tu gracia a los devotos ignorantes como yo, Tal como una vaca que amamanta y protege a su ternero. El Señor Supremo dijo: ¡Oh, el de gran voto!, satisfaré tu deseo difícil de cumplir, Fortuna a ti, te daré la estrella polar que nadie gobierna; Es el centro de todo astro y no se disuelve cuando llega el fin,

Mas antes, por treinta y seis mil años, reinarás sobre la tierra. En un futuro, tu hermano Uttama, saldrá a cazar y le matará el enemigo; Su madre Suruci irá a buscarle enloquecida y morirá en un incendio; Tú harás grandes yajñas y Me recordarás en tu último respiro, Por lo que irás donde Mí, sin tener que regresar aquí de nuevo. Tras así bendecirle el Señor se fue, Y Dhruva regresó a casa entristecido, Por no haberse acercado con pureza a Sus pies, A causa del deseo que había mantenido. Dhruva pensó para sí: ¡Ay de mí! ¡Qué desdicha la mía!, obtuve en seis meses a ese Señor, Que grandes trascendentalistas como Sanandana, alcanzan tras mil vidas; A Él, quien corta los nacimientos, me acerqué pensando en mi ilusión Que Uttama era mi enemigo, y así oré por aquello que se termina. Los devas, envidiosos de mi liberación, confundieron mi mente, Por ello no acepté la bendición de las enseñanzas de Narada; Necio como soy, pedí al liberador volver a este océano de muerte, Actué como el que trata de curar al que ya se le fue el alma. Maitreya dijo: Traída por un mensajero la noticia de su retorno, No pudo creer Uttanapada que fuese tanta su fortuna; Le obsequió a éste un collar, valioso adorno, Y ordenó preparar cuadrigas y cabalgaduras. Salió de la ciudad sin perder ni un instante, Llevando a brahmanas, a mayores, a oficiales y ministros; Hubo sones de flautas, timbales, cantos resonantes, Fueron también Suniti y Suruci, con su otro hijo. Le vio a la altura de un bosquecillo, Y allí le abrazó y le bañó con lágrimas a caudales; Dhruva había cambiado al ver al Señor Visnu, Por lo que reverenció al rey y a sus dos madres. Suruci, al verle postrarse, le levantó diciendo:

“Mi querido niño, que tengas larga vida”. Como es natural que el agua fluya hacia abajo, vemos, Que las personas se atraen por las almas rendidas. Los hermanitos se extasiaron en su erizado abrazo, Suniti le mojó con su llanto y leche, idos sus pesares; ¡Oh, afortunada reina! —dijeron los súbditos de palacio— Bien adoraste al buen Señor, que nos libra de todos los males. Toda la ciudad se decoró y perfumó, para recibir a esta triunfante alma, Quien vivió en ese palacio enriquecido con oro, marfiles y piedras preciosas; Más tarde el rey le cedió el trono, cuando vio propicio dejar la vida mundana, Y al ver que su deseo era aprobado, por sus ministros, ciudadanos y tropa.

CAPITULO 10 Dhruva Maharaj Lucha Contra los Yaksas Maitreya dijo: Dhruva con Bhrami, hija de Prajapati Sisumara, tuvo a Kalpa y a Vatsara; Y con su esposa Ila, hija de Vayu, tuvo a Utkala y a una hermosa hija; Un día su hermano Uttama salió a cazar, y un yaksa le mató en los Himalayas, Airado con esto fue a Alakapuri, la capital culpable, dispuesto a su conquista. Llegó al norte de los Himalaya, donde vio una ciudad de seres fantasmales, Allí hizo resonar su caracola, causando terror a las esposas del enemigo. De inmediato salieron esos guerreros para enfrentarle con armas mortales, Mas Dhruva les atacó lanzándoles de a tres flechas de pavoroso silbido. Los yaksas elogiaron su poder, mas replicaron lanzando de a seis flechas; Eran ciento treinta mil enfurecidos, embistiendo cual pisoteadas serpientes; Le cayeron, cual lluvia a la montaña: lanzas, espadas, picas… todas funestas; Los siddhas y caranas clamaron: ¡Al nieto de Manu, le darán muerte!

Dijeron que era un gran sol poniéndose en el bravo mar de los yaksas, Mas de pronto reapareció en su carro como el dorado astro entre la neblina, Atacó con flechas zumbantes, como el viento que a las nubes desbarata, Derribando escudos y guerreros, como hace con los montes el dios Indra. Cayeron ahí decapitadas, numerosas cabezas con deslumbrantes yelmos; Cortados sus brazos con adornos, y sus piernas cual palmeras doradas; Algunos de ellos, como de un león un elefante, salieron temerosos huyendo; Dhruva decidió entrar alerta a la ciudad, para ver qué estrategia tramaban. Cuando recelando el poder místico de su enemigo hablaba con su auriga, Sintieron rugir como el océano a un gran torbellino que se les alzaba; Enceguecedor tronó el cielo cubierto para llover sangre, moco, pus, orina… Apareció un monte y caían cuerpos truncados, mazas, piedras, espadas… Vio serpientes vomitando fuego, vio furiosos elefantes, leones y tigres… Luego, como si el fin del mundo, avanzó una mar de rugientes olas, Así estos demonios crean para el de escasa inteligencia algo temible, Los munis le alentaron diciendo: “¡Dios te proteja! Te salvarás si Le nombras.” CAPITULO 11 Svayambhuva Manu aconseja a Dhruva Maharaj Sri Maitreya dijo: Dhruva, así animado, hizo acaman y apuntó con el arma de Narayan, Y al acto se disipó esa ilusión, como al conocer el ser, se acaba la dualidad; De esa divina arma, salieron flechas con plumas de cisne y de oro sus varas, Que zumbantes hirieron al enemigo, como corre entre graznidos el pavo real. Cayeron algunos, aturdidos, mas otros se alzaron empuñando sus armas, Pero Dhruva rechazó su ataque y les envió por encima del globo solar; En ese momento Svayambhuva Manu se acercó con otras grandes almas, Y le aconsejó que no se enfureciese pues ése es el camino a la vida infernal. Svayambhuva Manu dijo: Querido hijo, las autoridades no aprueban que mates a estos yaksas inocentes,

Es un acto impropio en nuestra familia que se supone conoce la religión; Has mostrado tu afecto por tu hermano al vengar así su muerte, Pero considera que ya muchos han pagado a causa de un solo malhechor. Difícil se alcanza la morada de Hari, pero por fortuna ya la tienes garantizada; Por ser Su devoto, Él siempre piensa en ti y eres un ejemplo para los demás; Por ello me sorprende verte matando así, confundiendo el cuerpo por el alma; El Señor gusta de la compasión, de la tolerancia, del aprecio, y de la ecuanimidad. Alguien que durante su vida satisface realmente a esa Suprema Personalidad, Se libera de las modalidades y obtiene bienaventuranza espiritual ilimitada; Él es la causa de todo, pero es independiente, no accede a Él la especulación mental; Es el creador, el tiempo, y cada uno recibe según le corresponda por su karma. En realidad ellos no mataron a tu hermano, es solo Él Quien rige sobre la vida; Todos, incluso los devas, actúan bajo Su control, como de la nariz el toro; Por ello, dirígete a Él como lo hiciste antes, deja esta degradante ira, Y a Kuvera, padre de los yaksas y hermano de Siva, apacíguale de algún modo. CAPITULO 12 Dhruva Maharaj Va de Vuelta a Dios Maitreya dijo: Aquietado su enojo, Dhruva dejó de matar yaksas y llegó ante él Kuvera, Quien, acompañado por yaksas, caranas y kinnaras, le dijo: “Me alegra que habiendo seguido el consejo de tu abuelo hayas dejado tu enemistad, Estoy muy complacido contigo, pues ésta es muy difícil de abandonar. En realidad ni tú les mataste a ellos, ni ellos mataron a tu hermano, Es solo el Señor quien como el tiempo, decide lo que comienza y acaba; Seguimos en este ciclo de muertes, por estar a este cuerpo aferrados;

Adorar por tanto al Señor es lo único que nos libra de toda amarra; Como siempre haces esto, quiero bendecirte, pide lo que halles necesario.” Dhruva le solicitó tener fe inquebrantable por el Señor, sin olvidarle nunca; El hijo de Idavida lo concedió feliz y desapareció de su presencia. Tras esto el rey volvió a su hogar donde con firmeza adoró a Acyuta, Sin envejecer sirvió a ese Señor quien cuida a Sus devotos sin falencia. Fiel a los sadhus, bueno con los pobres e inocentes, guardián del dharma… Eran sus virtudes divinas, con las que pasó a ser el padre de sus ciudadanos; Disfrutando, disminuyó sus reacciones piadosas, y con austeridades las malas, Tras así cuidar dharma, artha y kama, entronó a su hijo y le dejó a cargo. Considerando el mundo una fantasmagoría creada por la ilusoria maya, Dejó palacio y familia para irse al bosque Badarikasrama en los Himalaya; Allí, bañándose en las claras aguas y concentrándose con pranayama, Fijó su mente en el arca-vigraha, sumiendo su trance en Quien amaba. En su emoción temblaba su cuerpo, le caían lágrimas, se erizaron sus vellos… Y así, libre de la materia, vio bajar del cielo a una nave como la luna llena; Dos hermosos siervos de Visnu venían en ella, jóvenes, con bellos atuendos, Dhruva se ofuzcó tanto al verles, que olvidó saludarles de acuerdo a la regla. Les recibió con manos juntas, cabeza gacha, aquél que en todo veía a Krsna. Nanda y Sunanda se acercaron con una sonrisa y le dijeron estas palabras: Fortuna a ti, somos siervos del Creador, de Quien porta el arco Sarnga, Llevarte al mundo espiritual es la misión que nos ha sido encomendada, Difícil meta, que grandes rsis y ascetas añoran. ¡Te damos la bienvenida! Hizo Dhruva su ablución y deberes diarios, y tras ser bendecido por los sabios, Circunvaló el avión y lo reverenció, como así también a los siervos de Visnu; Pisó la cabeza de la muerte, que llegó allí, para así subir al aeroplano, Su cuerpo se había vuelto tan brillante y luminoso como el oro fundido. Cantaron los gandharvas, llovieron flores los devas, y ya al despegar

recordó a Suniti y pensó: ¿Cómo iré a Vaikuntha sin mi pobre madre? Nanda y Sunanda le mostraron cómo ella también venía en otra nave más, Y así fueron al lugar al que arriban quienes velan por las demás entidades. Suprema bendición trae la audición de esta historia, Por hacerlo las mismas cualidades de Dhruva se obtienen, Riqueza, fama, larga vida, devoción pura, otorga, Por ello el afortunado a este relato con asuidad lo atiende. CAPITULO 13 Los Descendientes de Dhruva Maharaj Maitreya dijo: Mi querido Vidura, cuando Dhruva Maharaj partió al bosque, su hijo Utkala no quiso ocupar el trono de su padre, con que regiría el mundo entero; Desde su nacimiento era desapegado y en todos veía a la Gran Alma, Parecía un loco a los demás, por lo que su hermano Vatsara fue el heredero. Más adelante, ante el asombro de Vidura, se relata cómo de un rey tan santo como Anga y su esposa Sunitha, pudo nacer un hijo tan malvado como Vena. Maitreya dijo: En cierta ocasión el rey Anga estaba celebrando un asvamedha yajña, Pero a pesar de estar todo bien hecho, los devas no se hacían presente; Ante esto, quiso saber qué ofensa había cometido, y le dijeron los brahmanas: “No en ésta, mas en tu pasada vida pecaste, por ello no tienes descendientes. Mas si oras al Señor, Él, complacido con el sacrificio, cumplirá tu deseo.” Así se hizo y del yajña salió una persona de blanco, con una vasija de oro, Arroz con leche había en ella, y el rey la tomó acercándose al altar de fuego; Probó de ella una porción su esposa, pudiendo procrear un hijo de ese modo. Porque su abuelo materno era la muerte, fue este hijo un varón malvado, Mataba ciervos, a niños amigos; gritaban al verle: ¡Ahí viene el cruel Vena! Quiso Anga corregirle, llevarle por la buena senda, mas todo fue en vano; Por lo que lamentó y vio que un vástago así solo le causaba una gran pena.

Pensó: “Pero es mejor tener un mal hijo, pues el bueno es causa de apego, El malo vuelve el hogar un infierno, y así uno puede dejarlo con facilidad.” Así despertó en él tal indiferencia, que una noche fue al bosque sin más freno, Salió a buscarle ofuscado el pueblo, mas lamentó el no poderle encontrar.

CAPITULO 14 La Historia del Rey Vena Maitreya dijo: Ante la ausencia de un rey, los sabios con Bhrigu fueron donde Sunitha, Y con su venia coronaron a Vena, sin la aprobación de los ministros; Los ladrones y malechores, como ratas de una serpiente, se escondían, Y Vena se volvió muy orgulloso por gozar de los ocho poderes místicos. Remeció en su cuadriga tierra y cielo, y ordenó prohibir los sacrificios; Vieron los santos puros que una gran catástrofe sobre todos se cernía, Por compasión se reunieron, buscando para el mundo un beneficio, Pues sufría éste como hormigas en un leño, con sus dos puntas encendidas. Decidieron acercársele con buen consejo, a esa amenaza del bien del pueblo, “Oírnos te dará más vida, opulencia, fuerza y fama – le dijeron los sadhus— No detengas los sacrificios, pues si al Señor complaces, florecerá tu reino, En todo serás bendecido, y no habrá delito en tributar de los ciudadanos.” “Sois inexpertos—protestó Vena— e ignorando la religión verdadera, Como esposa incasta buscais amante, dejando al esposo que os provee; Solo adorando al rey hay bendición, solo él es la persona suprema, Visnu mismo y todos los dioses, ¡son parte del cuerpo de quien os gobierna! “Por ello, ¡oh, brahmanas!, dejando a un lado vuestra envidia, Entended que solo yo debo ser adorado por vosotros; Si sois inteligentes, entenderán que no hay nada más arriba, Y que al ofrecer primero a mí, cumplirán con todo propósito.” Maitreya dijo:

Querido Vidura, la fortuna te sonría. Así el rey por sus muchos pecados, Perdió su inteligencia e hirió a los sabios, despertando el disgusto en ellos: “¡Hanyatam! ¡Hanyatam!, (¡Matadle! ¡Matadle!) —clamaron éstos, indignados— Pues de continuar vivo, no tardará en reducir a cenizas al mundo entero. “No merece ocupar el trono alguien que así ofende al Señor Visnu, Quien concede a los hombres prosperidad y opulencia por Su gracia.” Con palabras mataron así a ese ofensor, quien ya se había matado a sí mismo. Su madre conservó su cuerpo, con ingredientes especiales y con mantras. Un día estos rsis, después de bañarse en el Sarasvati y hablar del Supremo, Vieron el polvo alzado por el correr de ladrones que afligían a los ciudadanos; Pudiendo, no controlaron sus fechorías, pues no les correspondía hacerlo, “De no ayudar, perderemos nuestro poder, como el agua en un jarro quebrado.” Considerando que no podía interrumpirse el linaje del santo rey Anga, Agitaron con fuerza los muslos de Vena, siguiendo un método determinado; Nació así Bahuka, moreno y enano, era sumiso y el padre de la raza nisada, Encarnaba los pecados de Vena, y a vivir en los bosques le confinaron.

CAPITULO 15 Advenimiento y Coronación del Rey Prthu Maitreya dijo: Mi querido Vidura, luego los sabios agitaron los brazos de Vena, Como resultado salieron de ellos un varón y una dama; Supieron que eran una expansión del Señor y Les oraron de esta manera: “El hombre encarna el poder de Visnu y ella es Laksmi, quien siempre Le acompaña. “Éste será afamado y se llamará Prthu, y Arci ella, de buenas virtudes, De bellos dientes y hermosa, hará más atractivos los adornos que se ponga.

Han venido de este modo para poner fin a nuestras vicisitudes.” Gandharvas y siddhas cantaron, llovieron flores honrando Sus glorias. Sabios y antepasados descendieron presurosos de otras esferas, Caracolas, trompetas, tambores y timbales en el espacio sideral vibraban; Vino el Señor Brahma, el guru del mundo, seguido por otros devas, Quien comprobó que era el Señor, al ver en manos y pies las marcas que Le señalan. Los ríos, mares, montañas, aves, vacas, serpientes y todos los demás seres, Se acercaron con presentes para el rey, de acuerdo a sus capacidades; Los brahmanas prepararon para sus rituales los debidos enseres, Y llegaron también con obsequios las distintas deidades celestiales. Le dio Kuvera un trono de oro, Varuna una sombrilla que echaba fina agua, Vayu Le dio dos camaras, Dharma una guirnalda que aumentaría Su fama, Indra Le dio un valioso almete, un cetro para regir el mundo Le dio Yama, Un traje protector, hecho de conocimiento espiritual, recibió de Brahma. Un collar Le dio Sarasvati, un sudarsana Visnu, Laksmi inagotable fortuna, Siva una espada con diez lunas, un escudo con cien Le obsequió Durga, Candra unos caballos hechos de néctar, una hermosa cuadriga Visvakarma, El sol Le dio flechas cual sus rayos, Agni un arco de cuernos de vaca y cabra. La deidad regente de Bhurloka, Le regaló unas zapatillas con poder místico, El teatro, la música, el canto, le dieron los semidioses que el cielo surcan, Como así también la capacidad de desaparecer, cuando lo hallase preciso, El mar Le dio una caracola, y los sabios bendiciones que no fallan nunca. Los mares, montañas y ríos, Le abrieron paso a Su magnífica cuadriga; Un suta, un magadha y un vandi, Le ofrecieron oraciones y alabanzas; Cuando Prthu vio a estos recitadores ante Sí, les miró con sonrisa benigna, Y con hablar cual tronar de nubes, les dijo estas palabras con confianza. Prthu dijo: ¡Oh, nobles que ofrecen oraciones, suta, magadha y devotos! En Mí aun no se distinguen las cualidades que han mencionado; Diríganlas a otra persona, o cuando las tenga en el momento propio; Los santos adoran a Dios, de cuyos atributos carece el ser humano.

¿Qué hombre sincero permitirá que le alaben por lo que no posee? El necio que acepta algo así, no ve que esas palabras son solo una burla; Tal como el honesto y magnánimo sufre si le recuerdan el mal que hiciere, De igual modo el afamado y poderoso no haya en la alabanza gracia alguna.

CAPITULO 16 Los Recitadores Profesionales Alaban al Rey Prthu Maitreya dijo: Felices con las humildes palabras del hijo de Vena, los recitadores dijeron: Querido rey, eres una encarnación de Visnu y por Su gracia haces Tu venida, No podemos glorificarte en Tu verdadera magnitud, esto bien lo sabemos, Pues ni Brahma ni otros semidioses, conocen la grandeza de Su Señoría. Mas porque gustamos glorificarte lo haremos según nuestra pobre capacidad, De acuerdo a las instrucciones dadas por los sabios y eruditos reconocidos, Siendo religioso, ocuparás así al mundo y castigarás al ateo inclinado al mal, Serás el sostén de la tierra, y mantendrás el svarga con los yajñas debidos. Como el sol extiende su luz por el cosmos, así este rey lo hará con Su bondad, Y como el sol que evapora agua y la llueve, así él ayudará con los impuestos; Tolerante como la tierra, si alguien le pisa la cabeza, olvidando le perdonará; Con su sonriente rostro de luna, dará paz a todos al mirarles con afecto. Insondable como Varuna, nadie adivinará Su actuar, ni medirá Su tesoro, Será receptáculo de buenas virtudes, de ilimitada gloria, de ejemplar conducta; Nacido de Vena, como el fuego de la madera arani, y no habrá modo, Como el fuego mismo, que los enemigos le resistan en la lucha. Podrá ver dentro y fuera de todos, será ecuánime como el aire,

Igual ante su hijo o el del enemigo, castigará al que lo merezca; Un padre con sus súbditos, verá a toda mujer como su madre, Cariñoso con todos, mostrará a los devotos Su obediencia. Amigo de los santos, castigo del impío, un saktyavesa del Supremo, Inmutable, verá que las diversidades materiales carecen de sentido; Invencible como el sol, recorrerá el mundo de extremo a extremo, Recibiendo de devas, de reyes y sus reinas, los respetos debidos. Ordeñará a la tierra como a una vaca, y como el rayo de Indra la hará nivelarse; Los ladrones huirán de Su paso, como del león los animales menores; Celebrará cien sacrificios asvamedha en el nacimiento del Sarasvati, Mas Indra Le robará el último caballo y Sanat-kumara Le dará instrucciones. Al final cantarán Sus glorias suras y asuras, Las que Él se gozará en escucharlas; Después de erradicar toda desventura, Con que el mundo aflige a las almas.

CAPITULO 17 La Ira de Maharaj Prthu contra la Tierra Maitreya dijo respondiendo a la inquietud de Vidura: Cuando entronaron a Prthu, no había alimento y por ello fueron a informarle: “¡Oh, rey!, como ardiente fuego dentro de un árbol nos quema el hambre.” Tras pensar un largo tiempo, con Su arco apuntó a la tierra, como Siva en el pralaya, Ésta, en forma de vaca, huyó como de un cazador una cierva espantada. Prthu airado, con Sus ojos rojos, como el primer sol de la mañana, Persiguió a la que huía, hasta que cansada, se volvió hacia el rey: “¡Oh, refugio de los que se rinden! ¡Oh, conocedor del dharma! ¿Qué pecado hice? ¿Porqué me envidias y quieres matar a una mujer? Nadie debe tocar a una de nosotras, incluso si ha cometido pecado,

Y menos alguien como Tú, que eres un gobernante misericordioso; Si me destruyes, morirán, pues como una barcaza les llevo a todos a salvo, Te corresponde más bien cuidarme como un deber religioso.” Prthu dijo: “Mi querida Tierra, has desobedecido mis órdenes y como un deva, Aceptaste las ofrendas del yajña, sin dar cereales suficientes a cambio; Por ello debo castigarte, pues sin dar tu leche comes la fresca hierba, Al matarte satisfaré con tu carne a mis súbditos que sufren hambriados. “Cuando un hombre, mujer o eunuco, es cruel, y solo le interesa su propio sustento, Sin sentir compasión por los demás, el rey no le mata al matarle; Te cortaré en pedacitos como semillas y con Mi poder generaré alimento; El orgullo te ha enloquecido, y aunque en forma de vaca, corregiré tus males.” En ese momento Prthu Maharaj era la ira encarnada, Después de oírle, tembló la Tierra, como si ante el mismo Yama, Y juntando sus manos Le dirigió estas palabras: “Querido Señor, Te expandes en diversas formas a través de esta energía, Mas eres trascendental a ella y la controlas. Tú creas, mantienes y destruyes. Eres llamado Dharadhara, porque como jabalí una vez me salvaste la vida, ¿Porqué hoy quieres matarme? Tu actuar y el de Tus devotos me confunde.” (Dhara significa sostener, por lo que aquí la Tierra se dirige al Señor llamándolo “El que sostiene al que sostiene.”) CAPITULO 18 Prthu Maharaj Ordeña a la Tierra Maitreya dijo: La Tierra siguió hablando al ver que la ira de Prthu no menguaba: “¡Oh, rey!, los sabios han dejado consejos para nuestra felicidad, Pero aquél que no los sigue, no logra en verdad nada, Hoy mis frutos los utilizan personas carentes de comprensión espiritual. Porque los gobernantes no les corrigen, guardé las semillas en mi vientre, Las que mediante el proceso adecuado hoy debes revivir;

Trae pronto para mi ordeña un ternero y un recipiente para la leche, Y allana también mi cuerpo para que no me cueste producir.” Complacido con estas palabras, transformó a Svayambhuva en un ternero, Y al ordeñar a la Tierra, recibió las hierbas y cereales en la cuenca de Sus manos; Los sabios transformaron a Brhaspati, y con sus sentidos para contenerlo, Extrajeron el saber Védico para purificar sus mentes de todo pecado. Los devas transformaron a Indra en ternero y extrajeron el jugo soma, Volviéndose así poderosos tanto en fuerza física como sensorial y mental; Los daityas con Prahlad, en un jarro de hierro, guardaron bebidas embriagadoras, Los gandharvas y apsaras, por Visvasu, recogieron en un loto el arte musical. Los pitrs, con Aryama por ternero, recibieron el kavya ofrecido a los difuntos; Siddhas y vidyadharas, mediante Kapila, los siddhis en el cielo guardaron; Los kimpurusas ordeñaron con Maya el poder de cambiar de forma a gusto; Yaksas, bhutas y brujas, por Rudra, tuvieron brebajes con sangre en cráneos. Las serpientes, por Taksaka, ordeñaron veneno y lo guardaron en sus cuevas; Los cuadrúpedos por Nandi, ordeñaron hierba y en el bosque la conservaron; Las aves, por Garuda, obtuvieron insectos; carne, por un león, las fieras; Los árboles ordeñaron elíxires; los montes, con Himalaya, minerales variados. De esta forma todos obtuvieron su alimento simbolizados por la leche; El rey Prthu, muy satisfecho con la Tierra, la amó como a una hija; Luego con Su poderoso arco niveló toda superficie agreste, Y planificó ciudades y campos dando lugar y ocupaciones específicas.

CAPITULO 19 Los Cien Sacrificios de Caballo del Rey Prthu

Maitreya dijo: Donde el Sarasvati fluye hacia el Este, Prthu inició cien asvamedha-yajñas, Visnu se hizo presente, con Siva, Brahma, yaksas, daityas y gandharvas; Estaban Sunanda y Nanda, Kapila, Dattatreya, Narada y Sanaka Kumara, La Tierra fue una kama-dhenu y proveyó de todo para la vida diaria. Los ríos producían todo tipo de sabores: dulces, picantes, amargos; Los árboles daban frutas y miel en abundancia, las vacas productos lácteos, Los mares daban gemas, las montañas minerales, había todo lo necesario, Por adorar a Visnu gozaban de gran esplendor, mas Indra no estaba grato. Llevado por su envidia robó el último de los cien caballos del sacrificio, Cubierto de ceniza y con un moño, cosa que Atri advirtió al hijo de Prthu; Éste le siguió gritando: ¡Espera!, mas no le atacó, pues le tomó por religioso, Pero el sabio Atri le ordenó matarle, condenándole por su acto ignominioso. Así avisado, el nieto de Vena salió de inmediato en su persecución, Lleno de ira contra él, como el buitre Jatayu, volando tras Ravana; Indra, al ver esto, soltó el caballo, que fue tomado por su persecutor, Los sabios, al ver esta gran proeza, llamaron al hijo de Prthu Vijitasva. Pero el poderoso Indra, creando una densa neblina, volvió a robarlo, Una vez más Atri le indicó a Vijitasva cómo huía el culpable por el cielo; No quiso matarle al verle con una calavera en una vara, como un sadhu, Mas instigado por Atri, volvió a seguirle, hasta que soltó el caballo de nuevo. Desde ese entonces, hombres deshonestos, se han valido de esa vestimenta, Estos disfraces adoptados por Indra son símbolos de la filosofía atea; Prthu, indignado, tomó Su arco para matar al creador de esas falsas creencias, Mas los sabios Le pidieron no hacerlo, pues no lo aprobaban los Vedas. Los sabios dijeron: “¡Oh, gran alma!, no le mates, solo los animales pueden ser aquí sacrificados, Ya le haremos venir al fuego, usando secretos mantras, pues es tu enemigo.” Pero vino Brahma, cuando estaban por verter el ghi al fuego en su enfado,

Y les dijo: “No maten a Indra, no es vuestro deber, él es como Dios mismo. “Los devas a quienes ofrendan aquí, son todos ellos parte de su cuerpo, Y si más se oponen a él, hará abuso de su poder, creando más sistemas impíos; Que los sacrificios de Maharaj Prthu lleguen a noventa y nueve, opino esto, Él ya es un alma liberada, ¿qué necesidad tiene de hacer yajñas fruitivos? “Que la fortuna le sonría a ambos, pues los dos son parte del Supremo; Los obstáculos a Tu sacrificio, fueron por arreglo de la Providencia, Y recuerda, nunca debemos entristecernos ni oponernos a Sus arreglos, Pues al tratar de enmendar esos reveses, se nos obscurece más la conciencia.” Brahma Le pidió perdonar a Indra, el de deseos impuros, como el de muchos devas, Y terminar con los procesos irreligiosos que había creado; El rey ya no deseó hacer yajñas y se reconcilió de buena manera, con gran afecto; y Se bañó tras el sacrificio, siendo por todos elogiado. Dio generosa caridad a los brahmanas, Quienes Le glorificaron de corazón: “¡Oh, rey!, han venido los pitrs y del svarga, Y a todos satisfizo Tu buena disposición.” CAPITULO 20 El Señor Visnu Aparece en la Arena de Sacrificio Maitreya le relató a Vidura: El Señor Visnu, complacido con los yajñas de Prthu, Descendió junto con el Señor Indra y Le dijo. El Señor Visnu Se refirió así: Mi querido rey Prthu, Indra te disturbó en la ejecución de tus yajñas, Por ello He venido con él para que le perdones, te pido que lo hagas. Un hombre de avanzada inteligencia y que desea ayudar a otros, Es el mejor de todos, él ve el alma como el ser y nunca es malicioso.

Si alguien como Tú, avanzado por seguir a los acaryas, es llevado por maya, Se considera que todos sus logros no son más que una pérdida de tiempo; Al sabio no debe afectarle lo ilusorio: casa, hijos, riqueza, mujer, ¡nada!, Sabiendo que tanto el alma como Paramatma, se encuentran en cada cuerpo. Quien cumple con su deber y bien Me sirve, en forma gradual se satisface; Con su corazón limpio se amplía su mente y se sitúa a Mi lado, ecuánime; Libre del concepto corporal, de dolor y dicha, se vuelve apto para liberarse; ¡Oh, rey!, cuida a los demás, en cualquier condición que Yo te ponga, sin desaire. El rey que bien protege, recibe la sexta parte de los buenos actos de su reino, Mas quien no lo hace, sufrirá en la otra vida por el pecar de sus ciudadanos; Estarán todos felices y Te apreciarán si sin apego obedeces a los buenos, Y pronto verás a personalidades como los Kumara y a otros grandes sadhus. Estoy cautivado por Tus buenas cualidades y conducta, y quiero bendecirte, Cosa que no se consigue mediante austeridad, sacrificios, ni el místico yoga, Solo a quien posee Tus elevadas virtudes de un modo similar se le bendice, Pues Me mantengo bien dispuesto hacia aquél que es equiparado a toda hora. Maitreya dijo: Prthu, el conquistador del mundo, aceptó estas palabras del Señor, Mientras Indra, avergonzado de sus actos, se postró para tocarle los pies, Pero Prthu de inmediato le abrazó en éxtasis, dejando de lado el rencor, Y emocionado le oró a Visnu, con lágrimas que apenas le dejaban ver. Prthu dijo: Mi Señor, Tú eres el mayor benefactor, ¿para qué pedirte esas bendiciones que son conseguidas incluso por quienes sufren una condición infernal? Quisiera millones de oídos para escuchar Tu lila de quienes bien Te conocen, Así podré apegarme a Tus sagrados pies, no deseo fusionarme en Tu brahman. Si alguien escucha Tus glorias, jamás, a menos que sea un animal, Podrá dejar, si es inteligente, la compañía de esos devotos, Pues hasta la Diosa Laksmi aceptó la importancia de este oír y cantar; Quiero servir Tus pies como esta Madre que lleva en Su mano un loto.

Temo pelearme con Ella, porque ambos desearemos el mismo servicio, Pero en tal caso, me favorecerás Tú a Mí, porque Te inclinas por el pobre, Y porque eres independiente, puedes estar sin Ella, de quien soy Su hijo. Sé que grandes personas santas Te sirven solícitos y cantan Tu nombre. Las concesiones que das en los Vedas por cierto no son para Tus siervos, Sino para aquellos que gustan disfrutar del resultado de sus acciones; Debido a la ilusión, por sociedad, amistad y amor despiertan apego, Mas a Mí, como un padre que vela por su hijo, solo dame lo que Te conforme. El Señor dijo: Mi querido rey, sé siempre bendecido para ocuparte en Mi servicio, Pues solo mediante esa pureza de propósito, como bien lo has dicho, Uno puede cruzar esta energía ilusoria. ¡Oh, guardián de las criaturas!, Quien siempre Me obedece sin confusión, encuentra en todo la buena fortuna. Maitreya dijo: Prthu Maharaj adoró a devas, sabios, gandharvas, siddhas, caranas… A habitantes terrenales, de planetas de aves y a otras entidades presentes, Adoró al Señor y a Sus asociados, ofreciéndoles riquezas y dulces palabras, Tras lo cual volvieron todos a sus moradas, como así este rey excelente.

CAPITULO 21 Las Instrucciones de Prthu Maharaj Maitreya dijo: Cuando el rey entró en la ciudad estaba ésta bellamente decorada, Con guirnaldas, variadas telas, doradas arcadas, bananos, rico incienso, Flores, frutas, cereales, con esencia aguru las calles rociadas, Lindas jóvenes, personalidades… mas a Prthu no le atrajo nada de esto. Ocupó el trecho de tierra que se encuentra entre el Ganges y el Yamuna,

Y rigió sobre el mundo entero, a excepción de los brahmanas y vaisnavas; Celebró una vez un sacrificio, en el cual, se Le veía como la plena luna, Rodeado por los rsis y devas que cual estrellas Le acompañaban. Él era alto, firme, hermoso, con ojos brillantes como el sol naciente, De amplio pecho, fina cintura, Su abdomen como hoja de baniano, Su pelo oscuro, caracola Su cuello, valioso vestido, labios sonrientes, Lucía ahora para el sacrificio un anillo de hierba kusa y piel de venado. Y habló a los presentes con metafórico lenguaje, Entregando esa Verdad que tan bien conocía; Fue claro y placentero como supo expresarse, Bendiciendo a los auditores que ante sí tenía. El rey Prthu dijo: ¡Oh, nobles miembros de esta asamblea, tengan todos buena fortuna! Escuchen por favor mis palabras, pues alguien que es en verdad pensativo, Presenta sus conclusiones a los sabios para disipar todo atisbo de duda. Por gracia del Supremo porto el cetro para dar ocupación y el cuidado debido. Espero, al cumplir mis deberes reales, alcanzar el fin indicado por los Vedas, Contando con el favor del Señor, Quien es el que determina nuestro destino. El gobernante que solo cobra impuestos, mas que a su pueblo no le enseña a cumplir con su varna y asram, sufrirá por lo que ellos hagan de impío. Por ello mis queridos ciudadanos, por el bien de vuestro rey tras su muerte, Cumplan sus deberes respectivos y adoren al Señor para que a todos bendiga; Pido a los devas puros, a los pitrs y santos, que respalden mi pedido, de suerte que sean también beneficiados por dirigir o apoyar los actos que yo decida. Debe haber un controlador, ¿sino de dónde los dotados de belleza y gracia? Los Vedas, Manu, Uttanapada, Dhruva y mi abuelo Anga, fueron de esta opinión, Otros grandes también, como Prahlad y Bali, creyeron en Quien porta la maza, Solo necios como Vena Le rechazan como fuente de bien y de la liberación.

Si el dolido sirve al Señor, se limpia de todo mal y en forma gradual se eleva, Deja ya de dudar, crece en renuncia y la triple miseria ya no le fustiga; Por ello, siendo amplios y de acuerdo al deber, sirvan al Señor sin reserva, Sin duda alcanzarán así el supremo objetivo de la vida. Aunque puro e incontaminado Él acepta estas ofrendas de elementos materiales, Y así como el fuego se enciende de acuerdo al tipo y cantidad de combustible, Así Él se manifiesta de acuerdo a la conciencia de las distintas entidades. Les agradezco por adorar, porque así obtendré yo el mayor bien posible. Vipras y vaisnavas son glorificados por su tolerancia, penitencia y sabiduría, Por ello la realeza debe honrarles y no debe ofenderles de ninguna manera; El mismo Señor ganó reputación por adorar los pies de estos grandes dvijas, Por ello Él gusta de quienes les adoran y de quienes obedecen Su regla. Más que las ofrendas en el fuego disfruta el Señor por boca de los brahmanas, Por ello Él nunca les deja. Las instrucciones de los Vedas se aceptan con fe, austeridad, sastra, control mental y sensorial, y con meditación indesviada; Así la meta real se vislumbra, como el rostro en un espejo, que es fácil de ver. Oro a ustedes por portar en mi corona el polvo de estos dos veces nacidos, Porque así uno pronto se libera del pecado y desarrolla sus buenas cualidades; Solo tienen por riqueza: la buena conducta, la obediencia y el ser agradecidos, Quien obtiene estas virtudes consigue todas las opulencias de este mundo. Que el Señor y los Suyos se complazcan con ellos, con las vacas y conmigo. Maitreya dijo: Después de escuchar al rey Prthu, todos los devas, pitris y personas santas Le felicitaron, Le bendijeron, y declararon que por la buena acción de un hijo, Un padre como Vena podía alcanzar svarga, dejando las regiones más bajas, Como Hiranyakasipu, que aunque siempre pecó, alcanzó el más alto beneficio.

Los santos brahmanas dijeron: ¡Oh, padre de este globo!, por Tu gran fe en Dios, sé bendecido con larga vida; Tienes la mayor fama por predicar Sus glorias, y para nuestra gran fortuna, Te tenemos como ese maestro que actúa siempre bajo Su amorosa guía; No es tarea ardua para Ti el cuidarnos, pues sientes amor por toda criatura. Eres lleno de misericordia y así nos demuestras la grandeza de Tu carácter; Hoy has abierto nuestros ojos y nos has mostrado cómo cruzar esta ignorancia, Pues por nuestros actos y por arreglo superior, deambulábamos errantes; Situado en sattva, representas a Dios y cuidas Su cultura, como buen ksatriya. CAPITULO 22 Prthu Maharaj se Encuentra con los Kumara Maitreya dijo: Cuando ensalzaban a su rey, llegaron los Kumara, radiantes como el sol, Descendieron del cielo, y Prthu y Sus ministros se levantaron para recibirles; Una vez bienvenidos de acuerdo al sastra y acomodados en sitios de honor, Maharaj salpicó a todos el agua de sus pies, enseñando así lo que se prescribe. El rey Prthu dijo: Queridos sabios, personalidades del bien, es muy difícil en realidad verles, Incluso a grandes místicos les cuesta, ¿qué habré hecho para gozar esta suerte? Quien complace a brahmanas y vaisnavas satisface cuanta cosa desee, Y Visnu y Siva le agracian. ¡Oh!, como a Paramatma, ¡es difícil que se les encuentre! Un pobre apegado a su hogar se vuelve glorioso si le visitan los santos, Mas el rico que no les recibe vive como en un árbol rodeado de serpientes; Desde vuestro mismo nacimiento han observado el voto del celibato, Y aunque ya situados en la liberación, se muestran como niños inocentes.

No tiene sentido preguntarles por vuestro bien, pues están por encima de eso, Son ustedes, por cierto, los únicos amigos de quienes sufren en esta existencia, Por eso quiero saber, ¿cómo puede un mortal alcanzar el más alto éxito? El Señor, para elevar a todos, recorre el mundo en la forma de vuestras excelencias. Sanat-kumar dijo: Qué buena es tu pregunta, Maharaj, para el bien de todos formulada, Aunque todo lo sabes, nos interrogas, porque los sadhus actúan así; Difícil uno se atrae como Tú a escuchar estas conversaciones afortunadas, Por las cuales uno se limpia y se inclina a Su servicio, el más alto fin. Uno se desapega del concepto corporal y se aferra al Señor Supremo, Por aplicar bhakti en su vida, por adorarle, y por oír y cantar acerca de Él; Uno debe evitar a quienes viven tras los placeres del mundo y tras el dinero; Debe evitar a quienes se asocian con ellos, y escuchar Su lila con anhelo y fe. El aspirante que desea progresar, debe ser pacífico, debe seguir al acharya, Debe recordar el lila de Krsna y seguir las reglas sin motivación material, No debe ofender a otros, debe vivir en forma simple, sin disturbarse por nada, Ni por la adversidad, ni por las dualidades, las que debe aprender a soportar. Ya fijo en su devoción, por la gracia del guru y por conocer el desapego, El alma, como el fuego que surge de la madera, quema su cobertura exterior; Así, no hay más distinción, como al despertar se vuelven uno el soñador y su sueño; A esta altura el alma, sin interés separado, solo busca complacer a su Señor. La diferencia entre los seres es solo aparente, y la atracción por la materia, seca nuestra conciencia como hoja de pasto que bebe las aguas de un lago; En tal condición uno olvida su posición y causa que el alma se pierda, Deja la búsqueda del yo, y procura algún bien en lo decadente y mundano. De las cuatro metas, solo la liberación no se destruye con la muerte, Y bien o mal en este mundo no es más que la fluctuación de las gunas;

Por ello ríndete al Supremo, pues solo bhakti acaba el deseo que nos somete, Y en el refugio del barco de Sus pies, fácil se cruza este mar de desventuras. El rey Prthu dijo: Ya antes el Señor, por Su bondad sin causa, me anunció vuestra audiencia, Y por ser ustedes tan compasivos como Él, han llevado a cabo Su orden; Solo puedo ofrecerles sadhu-ucchistam: mi vida, reino, toda pertenencia, Tesoro, familia, poder… pues solo por gracia del sadhu tienen algo los hombres. (Sadhu-ucchistam: los remanentes de los sadhus. Prthu Maharaj declara aquí que solo puede ofrecerles sadhu-ucchistam, es decir, los restos de lo que ellos mismos han dejado, o en otras palabras, lo que él ha recibido de ellos, pues, dice él, todo lo que los ksatriyas, vaisyas y sudras obtienen, es solo por la gracia de los brahmanas.) Maitreya dijo: Los Kumara, complacidos le bendijeron y luego les vieron alejarse. Todo acto hizo Maharaj Prthu para complacer a la Persona Suprema, Considerándose Su siervo satisfizo a todos, y tuvo cinco hijos con Archi; Por su dedicación obtuvo las virtudes de los más elevados devas. Se mantuvo casado, mas como el sol, su gran opulencia no le instó al apego, Fue tan célebre como Soma-raj, tan recaudador y generoso como Surya, Invencible como Indra, tolerante como la tierra, complaciente como el cielo, Profundo como el mar, fijo como el Meru, dadivoso como la lluvia. Educado e inteligente como Yama, tan opulento como los Himalayas, Con riquezas como las de Kuvera, e impenetrable como Varuna, Bello como Cupido, afectuoso como Svayambhuva, regidor como Brahma, Fuerte como el viento, cual león de pensativo, intolerante como Rudra. Sabio como Brhaspati, autocontrolado como el mismo Señor Hari, Seguidor de los sadhus que sirven a las vacas, al guru y a los santos mendigos; Era perfecto en su pudor, timidez, en su trato gentil, Y actuaba como si fuese para él cuando se ocupaba en altruismo. A lo largo de todo el universo se proclamaba su fama, Tan gloriosa y dulce como la del Señor Ramacandra.

CAPITULO 23 Prthu Maharaj Vuelve a Casa Al fin de Su vida, cuando se vio envejecer, dio cuanto tenía, Repartiendo Su haber entre los seres móviles e inmóviles; Todo lo hizo de acuerdo con el Señor, en la más perfecta armonía, Y Se fue al bosque, a pesar de Su pueblo, que lamentaba a clamores. En Tapo-van, con Su esposa, comió frutas, raíces y hojas secas, Ascético, con igual firmeza con la que había antes gobernado; Por algunas semanas solo bebió agua y al fin, solo aire fue Su dieta, Durmió en el suelo, entró al río en invierno, y Se rodeó de fuego en verano. Satisfizo así a Krsna al controlarse mediante pranayama, Liberándose de todo deseo por las acciones fruitivas, Adoró siempre al Señor de acuerdo al consejo de Sanat Kumara, Hasta despertar Su amor por Él y verle en cuanta cosa había. Libre de duda, escuchando a Paramatma, dejó todo yoga y jñana, Entendiendo que la máxima meta es la devoción a Sri Krsna; Dejó absorto Su cuerpo, subiendo el aire hasta el brahmandra, Amalgamando con cada elemento los que en Su cuerpo tenía. Su esposa Arci, a pesar de ser tan delicada, Le siguió en todo, Ella, para Quien pisar la tierra ya le era mucha aspereza; Siempre sintió el placer de servir a Su esposo de buen modo, Y preparando la pira, también ella, entró al fuego con entereza. Miles de esposas de devas, con sus esposos, le oraron en elogio, A ella, quien se inmoló pensando en los pies de Quien sirviera; De lo alto del monte Mandara cayeron flores a manojos, Y las damas celestiales comentaron de la siguiente manera. Las damas celestiales dijeron: ¡Gloria a la reina Arci!, quien sirvió a Su marido con mente, palabra y cuerpo, Tal como la diosa Laksmi. ¡Vedla seguirle ahora hasta lo más alto del cielo!

Todo se obtiene por servir al Supremo, aunque se viva por corto tiempo, Pues nada es imposible para esos devotos que siguen el buen sendero. ¡Qué pérdida la del ser humano que no toma el camino hacia la libertad! Todo su esfuerzo por el bien fruitivo, no es más que un gran engaño, Y muestra su envidia por su propio ser, el cual es una entidad espiritual.” Maitreya dijo a Vidura: Mientras así hablaban, reina Arci alcanzó el destino que Su esposo, La más elevada de las almas, había obtenido; Él era muy magnánimo, liberal, magnífico y poderoso; Así te hablé de Él, cuanto he podido. Por escuchar esta historia uno va donde Prthu, es decir, a Vaikuntha; Oír de ella alarga la vida, edifica al brahmana, fortalece al ksatriya, Enriquece al vaisya y da devoción al sudra. Da buenos hijos y gran fortuna, Aleja todo mal, y en el barco de los pies de Krsna este mundo pasas.

CAPITULO 24 La Canción del Señor Siva Maitreya dijo: Los Pracetas, siendo piadosos, obedecieron a su padre Pracinabarhi, Y para tener progenie encontraron un oceánico lago donde meditar, Tenía lotos rojos y azules, diurnos y nocturnos, gran variedad de aves, Y altos y gozosos árboles y abejorros que creaban un gran festival. De pronto, los muy afortunados, vieron al Señor Siva salir de sus aguas, Adorado por músicos y asociados, con Su cuello azul y dorado brillo; De inmediato reverenciaron a Quien gracioso con Sus tres ojos les miraba, Y así les dijo aquél que cuida a quienes son correctos y compasivos. Sri Rudra dijo: Sé que son los hijos de Pracinabarhi y Me muestro a ustedes por Mi gracia, Pues son muy queridas para Mí esas almas que se rinden del todo al Supremo; Tras cien vidas perfectas se vuelve uno un Brahma, otro mejor, Me alcanza,

Mas los que adoran a Bhagavan, sin esperar el pralaya alcanzan Su cielo. (pralaya: la destrucción del universo.) Por ser devotos del Señor merecen recibir similar respeto, Sé también que los bhaktas Me veneran y que Me guardan aprecio; Les cantaré ahora un mantra auspicioso y trascendental, Éste concede la gran meta; escúchenlo pues, atentos: ¡Gloria a Ti Señor! El más exaltado sabio, todo auspicioso, ¡sé benigno! Eres adorable por Tus bellas instrucciones y eres Paramatma, Te reverencio; Supremo creador, imperturbable, pacífico, controlador de los sentidos, Eres Sankarsana, y como Pradyumna riges la inteligencia o el pensamiento. Como Aniruddha controlas la mente y como Ananta destruyes el universo, Provees a los devas, riges el Veda, Te sitúas en todos y a todos complaces; Eres la Forma Universal, sustentador, Tu sabda-brahma revela todo secreto, Entregas el buen o mal resultado de acuerdo a los actos que se hacen. Eres el mayor benefactor, ¡oh, Krsna!, el disfrutador y el más antiguo, Eres el más grande principio religioso, de mente incontenible y suprema; Tienes muchas formas, mas anhelo ver la que Tus devotos han elegido, Muéstrala bondadoso, porque solo ese aspecto da satisfacción verdadera. Su belleza, la de la nube de lluvia y brillante, es suma de toda gracia, Tiene cuatro brazos, nariz respingada, Su cara y ojos son lotos en flor; Su atractiva sonrisa captura el corazón, relucen Sus aros, Su frente es amplia, Su cabello es ondulado y negro, y a hurtadillas mira a Sus devotos con amor. Su bella corona, pulseras, guirnalda y cinturón, Sus ropas al viento, Su caracola, maza, disco, loto y la joya Kaustubha en Su pecho; Sus adornados, amplios y deslumbrantes hombros de león, Y más bello que el oro esa Srivatsa, que la diosa Laksmi Le marcó. Tus refulgentes pies de loto quitan la oscuridad del alma, Muéstrame por favor Tu forma que disipa toda duda y temor; Eres el maestro original, ilumina entonces esta creación condicionada, Con bhakti-yoga adoran Tus divinos pies quienes añoran la salvación.

Fácil Te obtienen Tus devotos, mas ni Indra ni los monistas Te pueden lograr, Al liberado mismo le cuesta servirte, mas no hay otra senda para el sincero; El tiempo, con solo mover sus cejas, puede poner fin a la creación universal, Pero nunca se acerca a esos devotos que son Tus rendidos siervos. Quien se reúne, aun por un momento, con uno de Tus bhaktas, Ya no le interesan karma ni jñana, ni los devas sujetos a morir; Tus pies conceden toda bendición y limpian de toda mancha, Si Me asocias con quienes sirven a éstos, será Tu inmenso favor hacia Mí. Los bendecidos por Bhaktidevi se libran de maya y aprecian Tu nombre y lila, El omnipresente brahman eres Tú y eres el dueño de la energía total; Sabiéndolo o no, todos Te adoran, y los Vedas declaran Tu supremacía, Brahma mismo y los Manus Te veneran, ¿qué persona cuerda se podría negar? Los sabios Te conocen como el Brahman Supremo y como el Alma Suprema, Y aunque todos temen a Rudra por encargarse de la disolución final, Nada les asusta a aquellos devotos Tuyos, almas sinceras, Para esos sabios rendidos eres Tú el destino de inalterable paz. Mis queridos hijos del rey, actúen como tales con un corazón puro, Y canten esta oración fijando vuestra mente en el Señor, Estando complacido les librará de todo infortunio, No olviden que Él siempre está presente en vuestro interior. Con esta plegaria instruyó Brahma a quienes, como Brghu, debíamos crear; Al cantarla nos purificamos e hicimos nacer las distintas formas de vida; El devoto de Krsna que la recite obtendrá la perfección plena sin tardar; El logro del saber es el supremo pues gracias a él se salva el alma cautiva. Aunque complacer al Señor y servirle es difícil, fácil lo hará mediante este rezo, Y recibiendo Su gracia no habrá nada que esa alma no pueda conseguir; Quien lo cante en la mañana y recite a otros, se salvará de todo tropiezo; ¡Oh, príncipes!, es la mejor austeridad, y al madurar les llevará al supremo fin.

CAPITULO 25 Las Características del Rey Purañjana Maitreya dijo a Vidura: Así Siva instruyó a los príncipes y tras hacerlo, desapareció. Los Pracetas recitaron estas oraciones, bajo el agua, durante diez mil años. El padre de éstos, entre tanto, disfrutaba el mundo y Narada, por compasión, Se acercó para que detuviera su actuar fruitivo y fuese aconsejado. El rey, al verle llegar, lamentó su condición caída y su apego familiar, Por el cual uno, dijo él, recorre el samsara sin probar un placer superior. rajovaca: na janani maha-bhaga param karmapaviddha-dhi bruhi me vimalam jñanam yena mucyeya karmabhih Dijo el rey a Narada: ¡Oh, el más afortunado!, nada sé de lo trascendental, por lo mundano atraído; Dame ese conocimiento puro del ser, Por el cual me libraré del actuar fruitivo. grhesu kuta-dharmesu putra-dara-danartha-dhi na param vindhate mudho bhramyam samsara-vartmasu Ocupado en los superfluos deberes hogareños, Puesto el interés en hijos, esposa y riqueza, Este necio nunca prueba el sabor supremo, Y por los caminos del mundo vaga y lamenta. (4.25.5-6.) Narada le dijo: Mira, ¡oh, rey!, a esos animales que sacrificaste en el altar,

Cómo esperan vengarse cuando mueras, ahí te agredirán con gran rigor. Para tu bien, quiero contarte una antigua historia, escúchame con atención: “En el pasado vivió un maharaj, Purañjana, quien tuvo por amigo a Avijñata; Este rey buscó un buen lugar donde vivir, y al no encontrarlo, se desanimó, Pero en Himalaya, llegó a una ciudad de nueve puertas, a Bharata-varsa.” (Purañjana: pura, ciudad; jana, habitante. Purañjana entonces significa “el alma”. Avijñata: el desconocido, Paramatma. La ciudad de nueve puertas es este cuerpo humano.) Esta ciudad, que es el cuerpo, está descrita como de gran riqueza y opulencia, Y en ella vio a una bella mujer, la inteligencia, con diez siervos, los sentidos; Y protegida por los cinco aires de vida, cual una serpiente de cinco cabezas; Al ver su tímida sonrisa y sus cejas, le habló alcanzado por el hábil Cupido. Alabó su singular encanto, ya que el buddhi material está lleno de éste, Y quiso que fuese su esposa ella, la que también estando atraída, Le prometió cien años de disfrute, que le proveería junto con sus sirvientes, Y le dijo que el placer de la vida familiar, ni el trascendentalista lo imagina. Las nueve puertas de la ciudad son aquí descritas, Con las direcciones a las que apuntan y sus asistentes; En ella vivió Purañjana, engañado, toda su existencia, Siguiendo a su mujer como una mascota obediente. CAPITULO 26 Purañjana Sale a Cazar y su Esposa se Enoja El rey, movido por la ignorancia, sale a cazar, o a obtener disfrute mundano, Pierde su bondad, y descuida su inteligencia material y espiritual, la que se enoja; Al verle deseoso de placer y privado de compasión, se lamentan los sabios; Al regresar a palacio, trata de consolar a su afligida y desdeñada esposa.

El rey, al tratar de corregir el carácter de su mujer, le dice este bello verso: paramo ‘nugraho dando bhrtyesu prabhunarpitah balo na veda tat tanvi bandhu-krtyam amarsanah //22// Suprema gracia hay en el castigo, Que a sus siervos el maestro ordena, Pero el tonto no lo acepta, ¡oh, la más tierna!, Y se enoja, con lo que le hace su amigo. (4-26-22) CAPITULO 27 El Ataque de Chandavega a la Ciudad del Rey Purañjana; el Carácter de Kalakanya Narada dijo: La vida de Purañjana expiraba inadvertida mientras se centraba en el sexo; Tuvo mil cien hijos y ciento diez hijas, quienes robaban su preciada riqueza; El rey gandharva, Chandavega, “el del paso veloz”, que representa el tiempo, Atacó con sus soldados, los días del año, a la serpiente de cinco cabezas, La cual, tras cien años de lucha se debilitó, y la vejez mostró su influencia. (Esta serpiente de cinco cabezas representa la fuerza de vida de Purañjana. Las cinco cabezas representan los cinco aires que rodean al alma.) Jara, la vejez, se acercó una vez a Narada deseando que tomara su mano, Al no aceptarla, le maldijo a no poder estar en un sitio por mucho tiempo; Y por consejo de éste, fue donde Bhaya, rey Yavana, quien la envió donde su hermano, Éste es Prajvara, o la fiebre que se presenta en el último momento. CAPITULO 28 Purañjana Nace como Mujer en su Próxima Vida

Asediado por Bhaya y sus soldados, por Jara y su esposo Prajvara, No había más placer en esa vida centrada en el goce mundano; Sus hijos y familiares no le protegían a él, ni le respetaban, Aun así, por no saber nada del Supremo, se preocupaba de cuidarlos. En el último momento, el aire de vida, la serpiente, sufría herida por el fuego, Mas las salidas de la ciudad estaban bloqueadas y costaba por ello huir; El rey comenzó a recordar a sus hijos, nietos, a otros parientes y siervos, Y temiendo por el bienestar de su esposa, pensó en ella así: ¿Cómo podrá la pobre velar por el bien de nuestra numerosa familia? Recordó cómo ella le atendía y cómo le daba buenos consejos; Se acercó Bhaya a arrestarle cuando se encontraba en esa agonía, Y atado como un animal le sacaron de la ciudad seguido por su cortejo. Llevado por el poderoso Yavana, no recordó a Paramatma, su amigo, Y los animales que había sacrificado se vengaron con sus fauces y cuernos; Nació luego como la hija del rey Vidarbha, y Malayadhvaja fue su marido, Con quien tuvo siete hijos y una hija de bellos ojos negros. (Los siete hijos son las siete primeras partes del servicio con devoción, las dos restantes, la amistad y la rendición, se dan más adelante. Que la hija tuviese ojos negros indica que era una tan gran devota, que sus ojos eran de ese color porque siempre veían a Krsna.) Estos hijos se multiplicaron por el mundo, tal como la gloria del bhakti, Y Malayadhvaja, el guru, se retiró con su esposa, el discípulo, a los bosques; Allí, por cien años de los devas hicieron penitencias hasta purificarse, Dejó él un día su cuerpo, y ella al percatarse se lamentó con amargas voces. En ese momento se le acercó un amigo, Paramatma, como un brahmana, Y le preguntó, “¿no me reconoces?, juntos hemos vivido, como dos cisnes; No hay diferencia cualitativa entre Yo, el Señor, y tú, quien eres un alma, No eres tu cuerpo ni nada externo; se salva de maya quien bien Me sigue.” CAPITULO 29 Las Conversaciones entre Narada Muni y el Rey Pracinabarhisat

El rey dijo que por su apego mundano no podía entender este ejemplo, Narada entonces le explicó del amigo incógnito y de Purañjana, el alma; Cómo ésta transmigra y se ilusiona por apegarse al cuerpo, Cómo aquí todo es un sueño y solo bhakti nos despierta de esta amarra. Narada dijo: El verdadero interés del ser es salir del ciclo de muertes, Y el único remedio es rendirse a Dios y a Su representante; Quien tiene fe y siempre escucha de Él, pronto se libra del yugo inclemente, Junto a los bhaktas uno, cual el fluir de un río, debe glorificarle en forma constante. Ni Brahma, Siva, Manu, Atri, Angira, y muchos otros, aun siendo grandes sabios, Podemos conocerle en forma perfecta, aunque siempre Le vemos; Solo por Su gracia uno Le conoce y hace los rituales Védicos a un lado, Sé inteligente y dejando a los devas y estos ritos, adora solo al Supremo. sa vai priyatamas caiva yato na bhayam anv api iti veda sa vai vidvan yo vidvan sa gurur harih //51// Sin duda Él es el más amado, Y quien Le adora, nada teme, Quien sabe esto, se vuelve un sabio Y un guru que de Hari no difiere. //51// En el bosque el ingenuo ciervo disfruta con su esposa, Sin notar el mortal acecho del león o del cazador; Así la mujer nos cautiva al principio, como el aroma de una rosa, E inconsciente pierde uno sus días ilusionado en la relación. Trata de entender la posición del venado y deja de lado el interés por svarga, Deja la vida familiar que se centra en el sexo y refúgiate del todo en el Señor, Despréndete de este modo mediante bhakti de toda atracción mundana, Y entendiendo que aquí todo es un sueño, despierta a tu verdadera posición.

El rey pudo apreciar el conocimiento superior impartido por Narada, El cual sus mismos preceptores ignoraban y nunca le supieron dar; Dejando el karma-kanda fue a alcanzar la perfección a Kapila-asrama, Donde cultivó la devoción con toda entrega, pureza y austeridad. Quien estudia esta narración o la relata, se libera del concepto corporal, Por tratar del Señor purifica el corazón y ayuda a descubrir nuestra identidad. CAPITULO 30 Las Actividades de los Pracetas Maitreya respondió a Vidura quien, le pidió que le hablase más acerca de los Pracetas. Maitreya dijo: Los Pracetas, obedeciendo a su padre, hicieron tapasya bajo el océano, Y por diez mil años cantaron el mantra de Siva, para complacer a Visnu; Así Él vino montado en Garuda, como una nube oscura sobre el Meru, Con Su bello rostro, pitambara, ocho brazos, Kaustubha y refulgente brillo. El Señor les dijo: Mucho Me alegra vuestra ecuanimidad y amistad mutua, tanto, que les bendigo, Y por desearles toda buena fortuna, en cuanto pidan les quiero favorecer; Quienes les recuerden al anochecer, serán amistosos con todos los seres vivos, Y a quien recita al alba y de noche la oración de Siva, le concedo todo bien. Por haber obedecido a vuestro padre, tendrán un buen hijo, como Brahma, Será famoso en el universo y sus nietos poblarán los tres mundos; ¡Oh, príncipes!, acepten a la hija del sabio Kandu y de Pramloca, la apsara, Ella fue alimentada por el néctar del dedo del rey que rige los bosques y la luna. Sois hermanos de igual naturaleza, devotos y obedientes con vuestro padre,

Y esta muchacha, consagrada a vosotros, tiene vuestro mismo carácter y nivel; Por Mi gracia disfrutarán el mundo por un millón de años celestiales, Tras los cuales dejarán todo y en pleno servicio amoroso vendrán a Mis pies. Quienes se ocupan en servirme ofrecen todo a Mí, el Beneficiario Supremo, Así centrados, no se enredan, aunque se encuentren en la vida familiar, Paramatma en sus corazones les vuelve todo más favorable y pleno, Y situados firmes en el espíritu, nada les confunde y trascienden lo dual. Maitreya dijo: El Señor es el Benefactor Supremo y Quien concede todo éxito en la vida, Es también el Amigo Supremo que aparta todo dolor de Sus bhaktas; Los Pracetas, con voz entrecortada, Le ofrecieron oraciones rendidas, Purificados por tener ante sus afortunados ojos esa forma que todo agracia. Los Pracetas dijeron: Tú alivias de todo dolor material, y Tu nombre y lila, son del todo auspiciosos, Estás como Paramatma, y siempre planeas cómo traer alivio a Tus devotos; Reverencias a Ti, el del ombligo de loto, al que adorna una guirnalda de lotos, Reverencias al de los ojos de loto, ¡reverencias postradas al de los pies de loto! Con Tu ropa amarilla como el azafrán, todo lo ves, en el corazón situado; Atados al cuerpo, siempre elegimos sufrir en este mundo, mas por Tu bondad Desciendes como avatar y como arca-vigraha con el fin de liberarnos, Y aunque somos muy insignificantes bien sabes de nuestros deseos y actuar. ¡Oh, Jagatpati!, único maestro de la devoción, solo deseamos complacerte, Estamos satisfechos con que seas el objetivo supremo de nuestras vidas; Para la abeja que se acerca al parijata celestial ya no es posible que lo deje, Así a nosotros que nos acercamos a Ti, mayor bendición no se nos ocurriría. Solo pedimos que vida tras vida y que en nuestro viaje por distintos planetas, Podamos encontrarnos siempre con quienes recitan Tus pasatiempos divinos; Pues la compañía con un devoto puro, ni con svarga ni brahman se semeja,

Y al menos cuando oímos de Ti, toda envidia y ansiedad se van al olvido. Narayan se encuentra donde los sannyasis cantan una y otra vez Sus glorias, Sus devotos purifican los tirthas y son queridos por quienes al mundo temen; Por un momento de contacto con el Señor Siva, Te obtuvimos, preciada joya, A Ti Quien puedes, como diestro médico, liberarnos de estas mortales redes. Hemos estudiado el Veda, aceptado un guru, respetado a los brahmanas, Como así también a nuestros mayores, y no hemos sentido envidia por nadie; Nos sometimos a muchas austeridades bajo el mar, sin haber comido nada, Esperamos complacerte de algún modo, al ofrecerte estas prácticas espirituales. Ni grandes yoguis, ni Brahma, ni Siva, ni Manu, Te comprenden en forma plena, Aun así Te oran de acuerdo a sus capacidades, al igual que nosotros ahora; Eres siempre ecuánime, no tienes preferido, y trasciendes esta materia, Y porque Te sitúas en todo, con el nombre de Vasudeva se Te memora. Maitreya dijo: Saranya-vatsala, el refugio de Sus devotos, complacido les dijo: “tatha, Así sea, que se cumplan todos vuestros pedidos”, y luego desapareció. Los Pracetas quedaron dolidos, pues Su visión no les terminó de saciar, Y al salir del agua vieron la tierra cubierta de árboles, lo que les enfureció. Como Siva en el momento de la destrucción, emitieron aire y fuego por sus bocas, Y al ver el gran incendio vino Brahma a detenerles, hablándoles con cordura. Los árboles, por consejo del creador, les dieron a su hija Marisa por esposa, Con ella tuvieron a Daksa por hijo, quien pobló en el Caksusa con criaturas.

CAPITULO 31 Narada Instruye a los Pracetas

Maitreya dijo: Los Pracetas, por miles de años cultivaron el espíritu en la vida familiar, Luego, dejando a su esposa con su hijo, fueron donde el sabio Jajali, Con él alcanzaron la perfección en Krsna, tras lograr la ecuanimidad; Narada fue a verles cuando practicaban asanas, pranayama y austeridades. Los Pracetas, poniéndose de pie, le dijeron: Esperamos que hayas llegado hasta aquí sin mayor dificultad, ¡oh, sabio!, Tu viajar es como el del sol, que aleja toda preocupación inauspiciosa; Olvidamos, por nuestro apego al hogar, cuanto Siva y Visnu nos enseñaron, Ilumínanos para salir de este mundo con tu saber cual encendida antorcha. Narada, el mejor devoto, les dijo: Cuando una persona nace para ocuparse en el servicio al Señor Supremo, Su nacimiento, actividades fruitivas, vida, pensamiento y habla son perfectos; ¿Sin atender al Señor, de qué sirve oír, hablar, pensar, el poder, esto o aquello? Las prácticas que no conducen a la devoción a Hari no tienen real efecto. El Señor es fuente de iluminación, por ello todo karma, jñana, yoga y bhakti, Le tienen a Él por objetivo. Servirle a Él es regar la raíz del árbol, Pues solo así el universo entero, junto con sus semidioses, se complace. Como entre el sol y su luz, no hay diferencia entre el Señor y lo creado. yatha taror mula-nisecanena trpyanti tat-skandha-bhujopasakhah pranopaharac ca yathendriyanam tathaiva sarvarhanam acyutejya //14// Así como al regar la raíz del árbol, Se complacen su tronco, ramas y ramitas, Y como los sentidos y cuerpo se nutren cuando el estómago es alimentado, Así también los devas se complacen cuando a Acyuta se Le glorifica. Mis querido reyes, a veces en el cielo hay nubes, o hay luz, o está oscuro, Así mismo las tres gunas se manifiestan como energías del Supremo;

Somos iguales a Él en cualidad, y es Paramatma y la causa de este mundo, Por ello deben ocuparse en Su servicio, con determinación y gran esmero. dayaya sarva-bhutesu santustya yena kena va sarvendriyopasantya ca tusyati asu janardana //19// Al ser bondadosos con todos, Al estar satisfechos de uno u otro modo, Al tener los sentidos y la mente controlada, Se complace muy pronto a Janárdana. Libres de todo deseo, los devotos siempre Le recuerdan con gran sentimiento, Y el Señor, así controlado, como el cielo sobre sus cabezas, nunca les deja; Aunque sin posesiones, están ellos muy felices de poder servirle atentos, Los envanecidos se les burlan, mas no Le complacen a Él aun si Le rezan. Aunque es autosuficiente, acepta depender de Sus devotos. Laksmi no le importa, Ni los reyes ni semidioses, que esperan los favores de la Diosa de la Fortuna. ¿Qué persona, en verdad agradecida, no adoraría a Quien todo crea y soporta? Sírvanle por ello a Él, percibiéndole tras el cristal de vuestras almas puras. Sukadeva dijo: Vidura, en profundo éxtasis, agradeció a Maitreya, su guru, el que así le hablara, Y fijo en el Señor, volvió a ver a sus familiares, aunque no estaba atado. ¡Oh, Pariksit!, así te expliqué acerca de los descendientes de Uttanapada, Ahora te hablaré de los de Priyavrata, el otro hijo de Svayambhuva Manu. ¡Oh, rey!, quienes escuchan de estos monarcas del todo entregados al Señor, Fácil logran vida larga, riqueza, buena fortuna y por fin vuelven a Dios. Fin del Cuarto Canto. Terminado el 26 de Agosto del 2003, en Buenos Aires, por gracia de Srila Prabhupad y vaisnavas.

QUINTO CANTO CAPITULO 1 Las Actividades de Priyavrata Maharaj El rey Pariksit quiso saber cómo Priyavrata Maharaj, A pesar de ser un gran devoto entró en la vida de casado; Sukadeva le dijo que a veces el bhakta prueba la adversidad, Mas no por ello deja su esfuerzo para seguir avanzando. (Srila Viswanath Chakravarti Thakur explica que las adversidades pueden provenir de dos fuentes: de ofender a los devotos o por el arreglo del Señor.) Srila Sukadeva Goswami dijo: Priyavrata, el gran santo, el buen discípulo de Narada, Fue solicitado por su padre: “Toma el reino del universo.” Mas no quiso aceptarlo, por ser un alma renunciada, Brahma llegó entonces a su hermita con los Vedas y otros excelsos. Al verle en su cisne, le reverencian desde distintos planetas, Le reciben Narada, Priyavrata y su padre Svayambhuva Manu; Brahma le dice: “No receles de Quien trasciende nuestras conciencias, Cumplimos Sus órdenes con Siva, con tu padre y los grandes sabios. “Por ningún medio se puede evadir Su voluntad, La que ordena las distintas circunstancias y cuerpos; El nacer, el morir, el sufrir, el temor, la felicidad, La posición del varnasrama… Él lo ha dispuesto. “Por ello, déjate llevar por Su dulce acuerdo, Tal como se abandona el ciego al que sí puede ver; Así el iluminado se contempla como en un sueño, Y considera que es su karma todo acontecer. “El que no se domina, siempre tendrá temor del cautiverio,

Mas al sabio controlado no le daña la vida familiar; En forma gradual conquista sus enemigos con esmero, Y como un gran rey puede ir luego de aquí para allá. “Contrólate pues, a los pies del Señor toma tu amparo, Y acepta este placer material ya que Él mismo ordenó esto.” Se fue Brahma después de ser adorado por Manu; Narada y Priyavrata aceptaron sin ningún resentimiento. Siguiendo la orden del Señor, Priyavrata esposó a Barhismati; Siempre puro, tuvo diez hijos como él, y una hija llamada Urjasvati; De entre ellos, Kavi, Mahavira y Savana, alcanzaron al Supremo, Y tuvo tres hijos con otra mujer, que fueron Manus en sus milenios. Durante once arbudas rigió Priyavrata el universo, Cuidando la religión con el tensar de su arco; A su grácil esposa le mostró singular afecto, Manteniéndose un alma de muy elevado estrato. (Un arbuda equivale a cien millones de años.) Una vez, insatisfecho con que el sol al circunvalar el Sumeru, Dejase siempre la otra mitad de los mundos a oscuras, Lo siguió en un carro brillante y alumbró así el otro medio, Consiguió hacer esto por ser un fiel devoto de Mukunda. Sus ruedas formaron en Bhu-mandala, siete islas y siete océanos, Las islas son: Jambu, Plaksa, Salmali, Kusa, Krauñca, Saka y Puskara; Cada una es dos veces mayor que la anterior; y son los océanos: De agua salada, de caña, de licor, de ghí, de leche, de yoghur y de agua, Cada uno del mismo ancho de la isla que está rodeando. Luego casó a Urjasvati con Sukracarya, y de ellos nació Devayani. Después de un tiempo, Priyavrata lamentó su situación con padecer: “¡Oh, qué condenado he sido por mi apego a los disfrutes sensoriales! ¡Ya tuve suficiente! ¡Tan solo vean cómo caí en el pozo de la ilusión, Y me volví un mono bailarín en las manos de mi mujer!” Por gracia del Supremo recuperó su buen sentido y dejó todo, Dividió el reino entre sus obedientes hijos y ya limpio su corazón, Se volvió el lugar de los lilas eternos de Sri Krsna, y de ese modo,

Vio como infernal en los tres mundos cualquier tipo de bendición. CAPITULO 2 Las Actividades de Maharaj Agnidra Después que su padre se retiró a practicar severas austeridades, Agnidra rigió a sus súbditos en Jambudvip, como si fuesen sus hijos; Deseando progenie fue al monte Mandara y en sus muy hermosos valles, Trató de complacer a Brahma mediante oración, penitencia y sacrificios. Brahma, entendiendo su deseo, le envió a la apsara Purvacitti, Quedó del todo atraído por su encantadora belleza y la esposó; Luego de dar nacimiento a nueve hijos, volvió ella donde los pitrs, Lugar al cual la siguió Agnidra al morir pues siempre la memoró. CAPITULO 3 La Aparición de Rsabhadeva Maharaj Nabhi, hijo de Agnidhra, deseoso de descendencia, Adoró y oró al Señor Visnu junto con su esposa Meru; Un día apareció Él, con Sus cuatro brazos y hermosa refulgencia, Con Srivatsa, Kaustubha, ropa amarilla, joyas, guirnalda y yelmo. Con sus sacerdotes Le recibieron, como pobres que encuentran un tesoro, Y postrados Le oraron: “¡Oh, adorable! ¡Somos Tus siervos eternos! Siguiendo los Vedas y acaryas rogamos por servirte, aunque lo posees todo; No te condicionan las gunas y el alabarte nos librará de este cautiverio. “Poco sabemos de Tu forma y nada podemos hacer más que ensalzarte; Cuando los devotos Te oran con temblorosa voz y Te ofrecen tulsis, Cuando Te ofrecen pastito, agua y hojitas nuevas, seguro Te complaces. Eres fuente de bien y de felicidad, y hacia los más altos logros nos conduces. “Nada necesitas de estas ofrendas hechas por nosotros, Quienes ignoramos las cuatro metas y más aun la principal: apavarga; Solo por Tu gran misericordia en este sacrificio Te presentas,

A pesar de no haberte ofrendado de la manera apropiada. “¡Oh, el más amado y mayor benefactor!, apareces para nuestro bien; Los grandes santos y sabios, se consagran a Tu continua exaltación; Mas incluso para los autorrealizados que Te alaban con placer, No les es tan fácil tener acceso a ésta, Tu divina visión. “Por favor ayúdanos a recordarte en el difícil momento de la muerte, De modo que podamos ahí cantar Tus glorias y atributos; Aquí está el rey Nabhi, quien desea un hijo como Tú por descendiente; Podrías darle algo más valioso, pero por su apego solo mendiga este fruto. “A menos que uno adore los pies de los devotos se caerá presa de maya, En realidad, ¿quién no ha sido arrastrado por las venenosas olas del deseo? Tu ilusión es inconquistable, y nadie sabe cómo actúa, ni cómo superarla, Perdónanos por este sacrificio al que nos motivan intereses externos.” El Señor Supremo dijo: “¡Oh, sabios veraces!, estoy muy complacido con vuestras plegarias, Pero es muy difícil tener un hijo como Yo, pues nadie es Mi igual; Aun así, para atender vuestro pedido, naceré como una expansión plenaria, En el vientre de Merudevi, la noble esposa de Nabhi Maharaj.” Sukadeva Goswami dijo: Tras decir estas palabras el Señor desapareció. Reina Merudevi estaba al lado de su marido, por lo que supo todo esto. El Señor decidió descender para enseñar los principios de la religión, Y para complacer a Su devoto. Con este fin celebró Su advenimiento.

CAPITULO 4 Las Características de Rsabhadeva, la Suprema Personalidad de Dios Sri Sukadeva Goswami dijo: Tan pronto nació el hijo de Nabhi mostró síntomas de ser el Señor, Por las marcas en Sus pies, por Su ecuanimidad, renuncia y grandeza;

Los ciudadanos querían verle en el trono, con toda gloria y honor; Su padre Le llamó Rsabha, debido a Sus muchas virtudes y excelencias. Bajo el hechizo de yoga-maya Nabhi Le trataba como si fuese su vástago; Más tarde Le entronó y él se retiró a Badarikasrama con su esposa, Allí alcanzó Vaikuntha por su perfecta austeridad y comportamiento santo; Los poetas de antaño celebran su devoción con dos famosas estrofas. Una dice: ¿Quién puede ser como Nabhi? ¡Su devoción le dio a Hari como su hijo! La otra dice: Por adorar a los dvijas, le mostraron al Señor. ¿Quién les place como él lo hizo? Indra, envidioso de la posición de Rsabhadev, causó sequía en el planeta, Pero el Señor solo se sonrió e hizo llover con Su propia potencia. A su tiempo, tras su brahmacarya, esposó a Jayanti, dada por Indra, Con ella tuvo cien excelentes hijos, de quienes Bharata fue el mayor. Mostró además cómo alcanzar la perfección al hombre de familia, Y cómo alcanzar las cuatro metas, hasta elevarse a la perfección. Aunque sabía todo actuaba como ksatriya y obedecía a los brahmanas, Y así celebró cientos de yajñas con las mejores normas e ingredientes; De este modo mostró cómo seguir los principios del varnasrama, Y en Brahmavarta, ante otros sabios, Instruyó a Sus hijos que ya eran educados, Para dejar en el mundo un buen precedente. CAPITULO 5 Las Enseñanzas del Señor Rsabhadeva Rsabha dijo: Queridos hijos, la vida humana no es para el placer sensual, El cual lo consigue incluso el animal que come excremento; Mas si purifican sus corazones mediante la divina austeridad, Tendrán gozo espiritual infinito, nunca tocado por el sufrimiento.

La puerta de la liberación es el servicio a los mahantas, Mientras que mujerzuelas y mujeriegos conducen a la ignorancia; Los grandes santos son ecuánimes, pacíficos y serenos, Son libres de toda envidia, son amistosos y buenos. Quienes desean despertar su amor por Mí, son desprendidos De casa, esposa, hijos, riquezas y amistades mundanas; Solo colectan lo suficiente para mantenerse vivos, Mas no son indiferentes a sus deberes de varnasrama. Cuando alguien considera el placer como el fin de la vida, Se enloquece con lo material y se ocupa en el pecado; Olvida que su cuerpo es miserable y que el karma le domina; No veo bueno ese esfuerzo que le mantiene anudado. En tanto uno no inquiera sobre los valores superiores, Será derrotado y sufrirá las miserias de la ignorancia. Bueno o malo, el karma nos sujeta a sus reacciones, Y mientras seas impuro la acción fruitiva te ata. El alma cubierta por tamas no comprende a su ser ni al Supremo, Y mientras no Me ame seguirá forzada a los nacimientos; Aunque educado, es un necio quien busca los placeres terrenos, Y como un tonto animal se apega a su hogar centrado en el sexo. Tan pronto un hombre y una mujer se encuentran, Les surge el deseo sexual que anuda sus corazones, De ahí vienen casa, tierra, hijos, amigos y cuentas… Así basados en yo y mío se pierden en mil ilusiones. Cuando el kármico y firme nudo del corazón se suelta, Uno se desprende de lo mundano y ya libre va a lo alto; Busquen a un elevado paramahamsa y a él rindan obediencia, Fijen con él su fe y amor en Mí, la fuente de todo encanto. Detesten el placer sensorial y superen el gozo y el dolor duales, Comprendan que aquí el ser es miserable, incluso en el svarga; Analicen la Verdad y por Mi devoción ejecuten austeridades, Solo hablen del Señor y manténganse siempre en sadhu-sanga.

Apreciando el espíritu, dejen la ira, la lamentación y la enemistad; No se identifiquen con cuerpo ni casa y tengan fe en los Vedas; Vivan en un lugar sagrado y allí practiquen el control mental; Sean célibes, no hablen de más, y respeten los deberes y reglas. Por siempre recordarle a Él, aprenderán de la fuente correcta, Y así, mediante bhakti-yoga, serán sabios y dejarán el ego falso; Sean cuidadosos, queridos hijos, en seguir esta ciencia, De este modo, el ignorante interés fruitivo no les tenderá su lazo. Los que son serios en liberarse, deben acogerse a la gracia del Señor, Y como Yo lo hice, instruir a sus hijos, discípulos o ciudadanos. Sin enojarse, deben guiarles, aun si fallan en seguir la instrucción, Y ocuparles de algún modo en el servicio divino, pues de lo contrario, Será como llevar a un ciego a un pozo sin darle la debida orientación. El ignorante materialista nada sabe de su verdadero bien, del buen camino, Y sus planes solo persiguen complacer sus deseos carnales; Por un placer vanal, crea una sociedad de envidia, donde se sume afligido; Tal persona necia, ¡ni se da cuenta de estas verdades! Quien no puede liberar a sus dependientes, Del sendero de los repetidos nacimientos y muertes, No puede ser un maestro, ni un padre, ni una madre, Ni esposo ni esposa, ni un semidiós adorable. Mi cuerpo, aunque parece humano, es trascendental e inconcebible; Mi corazón también es espiritual y solo piensa en bendecir a Mis bhaktas, Por ello se encuentra en él la devoción, hecha para quienes se rinden; Lejos eché la irreligión; por todo esto como Rsabha el mundo Me ensalza. (Rsabha: el mejor de todos los seres.) Queridos hijos nacidos de Mi corazón, trono de lo divino y virtuoso, No sean entonces personas materialistas y envidiosas; Acepten a su hermano mayor, quien es exaltado, un buen devoto, Será como servirme a Mí, y así gozarán de una soberanía próspera. Superior a lo muerto e inerte son los vegetales y árboles que respiran, Los gusanos y serpientes superan a esos seres sin movimiento, Les superan a éstas las bestias que de algún modo discriminan,

Mejores son los humanos, y a ellos, los fantasmas sin cuerpo. Superior a éstos son los gandharvas y superiores son los siddhas, A éstos superan los kinnaras y a éstos últimos los asuras, Superiores a los demonios son los devas, y entre ellos Indra, Le superan a él los hijos de Brahma y en especial Siva, Porque Brahma es su padre, se le considera superior, Pero él se postra ante Mí, ¡y Yo lo hago ante los dvijas! ¡Oh, respetables brahmanas!, en Mi opinión nadie es superior a ustedes, Quienes conocen Mi parecer, les sirven los remanentes del sacrificio, Y así, a través de vuestras bocas son mayores los placeres que puedo Yo obtener, que de la observancia de esos ritos. Los Vedas son Mi encarnación sonora, por lo que se les llama sabdabrahma, Y porque los brahmanas los estudian, son ellos el Veda encarnado; Ellos se sitúan en sattva y practican sama, dama, satya y anugráha, Esto último, al predicar a los demás para que sean iluminados, ¡Por todo esto digo que nada hay superior a esas almas sin tacha! (sama: control mental. dama: control sensorial. satya: veracidad. anugraha: compasión.) Soy pleno de opulencia y superior al Señor Brahma e Indra, Concedo la felicidad en el svarga y a las personas liberadas; Sin embargo, por su pureza, nada material Me piden los dvijas, Ellos se complacen con servirme y fuera de eso no esperan nada. Queridos hijos, no envidien a nadie, sabiendo que Yo estoy situado dentro, Respeten a todos y así Me adorarán como el Paramatma; Dediquen a Mi servicio vuestros sentidos, mente y pensamiento, Para que así se libren de este mundo, que es como el firme lazo de Yama. Sukadeva Goswami dijo: De este modo el bienhechor de todos instruyó a Sus hijos, Para mostrar cómo un padre debe hacer antes de su retiro; Entronó al mayor, mientras él, como un loco, se quedó en ese sitio, Para después recorrer el mundo en Su completo desvarío.

Vuelto un avadhuta, parecía ciego, mudo, sordo, una piedra o un fantasma… Aunque así Le llamaba la gente, Él no talionaba y guardaba silencio. A veces Le escupían, Le tiraban piedras, Le golpeaban o Le insultaban, Mas Él, imbuido en el espíritu, lo toleró todo, sabiendo que no era el cuerpo. Rsabhadev era muy hermoso, con Sus largos brazos, Su ancho pecho, Sus ojos de loto y dulce sonrisa, que encantaban incluso a las mujeres casadas; Como una pitón, sin replicar a las burlas, se echó en Su orina y excremento, De los que emanaba tal fragancia, que a más de ocho millas perfumaba. Así engañó a todos mostrándose como una vaca, como un cuervo o un ciervo, Y porque era como Krsna mismo, despertó el éxtasis de la risa y del llanto; Siempre absorto en el amor, vinieron los siddhis para su propio provecho, Mas nunca recurrió a ellos pues estaba sumido en un mayor sentir extático.

CAPITULO 6 Las Actividades del Señor Rsabhadeva Maharaj Pariksit preguntó: Querido señor, la pureza de corazón conduce al saber mediante el bhakti, Con lo que se reduce a cenizas el apego por la acción fruitiva; A estas personas, los poderes místicos, aunque por sí solos les nacen, Nunca pueden afectarles, ¿porqué Rsabhadev no les dio cabida? Sri Sukadeva Goswami dijo: Querido rey, has dicho bien, pero así como el cazador no descuida su presa, Los que son avanzados nunca se fían de la mente, que es siempre engañosa; Incluso Mohini disturbó a Siva, y Saubhari cayó de su posición excelsa, Pues la mente hará entrar a los anarthas enemigos como una infiel esposa. La mente es la raíz de la lujuria, ira, orgullo, codicia, lamentación y temor, Que atan a la acción fruitiva; ¿qué sabio podría confiar en tal traidor? El Señor Rsabhadeva era superior a los reyes y emperadores del universo,

Aun así, actuó como un avadhuta para enseñar a los yoguis a dejar sus cuerpos; Él mantuvo Su posición como una expansión plenaria de Vasudeva; Si uno muere siguiendo Sus pasos, no volverá más a esta tierra. Su cuerpo no era material, pero por yoga-maya, actuó como si lo fuera; Deambuló sin plan definido, hasta llegar a un bosque cerca a Kutakáchala; Puso piedras en Su boca y anduvo en él, desnudo y revuelta Su cabellera; Mas se inició un incendio causado por bambúes y Le alcanzaron las llamas. El rey Arhat, confundido por Kali, trató de imitar la conducta de Rsabhadeva, Y creó el Jain dharma, dejando los Vedas que son seguros y libres de ilusión; Las personas bajas se atraen por esas prácticas en esta era; Ellos gustan de especular, cubiertos por la ignorancia y la pasión. Los sabios elogian así a Rsabhadeva: “Bharata-varsa canta a Sri Murari y a Sus encarnaciones infinitas; Gloriosa es la dinastía de Priyavrata, donde el Señor advino para salvar. ¿Qué yogui hay como Él, capaz de rechazar las perfecciones místicas? Quien bien escuche Su lila, ¡alcanzará Su devoción trascendental!” Los devotos se ocupan en servicio para liberarse de todo revés, Y no encuentran ventaja en mukti, ¡ni si el Señor se los ofrece! En realidad es difícil que conceda ocupación a Sus divinos pies, Mas en tu familia actuó como mensajero, ¡tanto Él les favorece! CAPITULO 7 Las Actividades de Bharata Maharaj Sukadeva Goswami continuó: Bharata Maharaj, en obediencia a su progenitor, gobernó la tierra Y se casó con Pañcajani, con quien tuvo cinco hijos; Quiso a sus ciudadanos como su padre y su abuelo lo hicieran, Y adoró al Señor Supremo mediante varios sacrificios. Comprendiendo que los semidioses forman el cuerpo del Señor,

Cuando se hacía una ofrenda, él meditaba en Sus distintos miembros; Por ejemplo, Indra es Su brazo y Su ojo es Surya, el dios del sol; De este modo se purificó y en forma gradual despertó su apego. El destino le fijó cien mil años de disfrute y de opulencia no igualada, Luego dio su reino a sus hijos y se fue a Pulahasram en Haridwar; Allí corre el río Gandaki, del cual se obtienen las salagramas, Y adoró con tulsis, con frutas, flores y agua que encontraba en el lugar. Su corazón se derritió de amor, tanto, que sus lágrimas no le dejaban ver, Los rojizos pies de loto del Supremo situó firme en su interior; Adorando a Narayan, Quien vive en el sol, cantó en cada amanecer, Este sloka del Rg Veda con profunda devoción: paro-rajah savitur jata-vedo devasya bhargo manasedam jajana suretasadah punar avisya caste hamsam grdhranam nrsad-ringiram imah //14// El Señor trascendental lo ilumina todo y bendice a Sus devotos, Él, siendo refulgente, crea el mundo solo con Su pensamiento, Entra en él y lo mantiene con Su potencia, o con el mirar de Sus ojos; A ese Señor, Quien da plena inteligencia, con amor reverencio. CAPITULO 8 El Carácter de Bharata Maharaj Sri Sukadeva Goswami dijo: Una mañana en que Bharata Maharaj cantaba su mantra con el pranava, Una cierva preñada se acercó a beber al Gandaki, cuando rugió un león; Asustada, trató de cruzar de un salto, mas cayó en sus aguas, Allí abortó a su hijo, y en la otra orilla, en una cueva, murió de dolor. Bharata sintió compasión del moribundo y lo rescató de la corriente, Y como un sincero amigo, sabiéndolo desamparado, lo llevó a su asram; Su apego por él creció en forma gradual, no podía sacarlo de su mente, Pocos días después olvidó todo acerca de su avance espiritual.

Pensó que no podía negarle cuidados, incluso a riesgo de su progreso: “Aun siendo un renunciante, uno debe ser compasivo por sobre su interés,” Con él comía, dormía, lo cargaba al bosque, nunca lo dejaba lejos, No podía meditar sin verlo, y hasta perdía el juicio si no sabía de él. Este apego despertó debido a su karma, ¿por qué otra causa si no? Cuando moría, vio al ciervo a su lado, como un hijo lamentando su muerte, Y al irse así absorto, nació como él. Mas, sin olvidar su vida anterior, Siempre lamentó que después de tanto avance, hubiese sufrido ese incidente. Por continuo arrepentimiento se desprendió de todo lo material, Y dejando a su madre en el monte Kalañjara, volvió al bosque Salagrama, Al asram de Pulastya y Pulaha. Ahí, sin revelar nada a los demás, Solo comía hojas secas y gozó hasta partir, de la visión de Paramatma. CAPITULO 9 El Carácter Supremo de Jada Bharata Bharata Maharaj nació como hijo de un brahmana de gran saber, Era un gran devoto que vivía en trance, generoso, de la dinastía de Angira; Tuvo nueve hijos con su primera esposa y gemelos de su segunda mujer, Eran éstos hermano y hermana, y el varón, había sido Bharata en su otra vida. Gracias al Señor recordaba su vida pasada y tanto temía la mala asociación, Que se mostró por fuera como un loco, para alejarse de esa compañía, Pero en su interior siempre glorificaba a Quien concede la liberación; Su padre, lleno de afecto, en vano intentó de instruirle en la disciplina. Trató de enseñarle las reglas del sacrificio de fuego y de brahmacarya, Los Vedas y sus porciones, esperanzado en dejarle su sabiduría; Pero siempre él se mostraba ausente y actuaba en forma contraria, Por fin su bondadoso tutor murió y su madre subió con él a la pira. Sus hermanastros conocían los tres Vedas que animan la acción fruitiva, Y no podían reconocer la posición trascendental de Jada Bhárata; Considerándole un loco, dejaron de enseñarle como su padre quería,

Eran degradados como animales, mas él no protestaba ante sus faltas. Cultivó el campo a cambio de comer los desechos de los demás, Su cuerpo era alto y fuerte, no se preocupaba por invierno ni verano; Dormía en el suelo, bajo lluvia y viento, nunca se bañó ni se quiso abrigar, Y estaban sucios su piel, su escaso kaupin y su cordón sagrado. Una vez, deseando tener un hijo, el líder de los asaltantes, Quería adorar a Kali ofreciéndole un hombre animal; Jada Bhárata velaba esa noche por los animales salvajes, Cuando los maleantes le atraparon, dichosos, en el arrozal. En el templo le bañaron, le adornaron y alimentaron, Y ungido con esencias le sentaron ante el altar; Allí, el supuesto pujari, después de ofrecer enseres variados, Levantó, en su inventado rito, una terrible espada mortal. Estos ignorantes envidiosos, sedientos de riqueza, Querían matar a Jada Bhárata, el mejor amigo de todos; Kali, al saber de esto, surgió de su murti con gran refulgencia, Para salvar al gran devoto de manos de esos demonios. Saltó del altar y mató al sacerdote con su misma espada, Luego siguió decapitando a los demás ladrones y maleantes; Igual hicieron otras brujas y demonias que la acompañaban, Se tiraban las cabezas jugando y se tomaban la sangre. ¡Oh, Visnudata!, a quienes saben que el alma es distinta del cuerpo, A los libres de apego, que se ocupan en el bien de los demás, El Señor les cuida y no sufren ante ningún padecimiento, Mas quienes les envidian, encuentran un fin así de fatal.

CAPITULO 10 Conversaciones Entre Jada Bharata y Maharaja Rahugana Sri Sukadeva Goswami continuó: Luego, cuando Rahugana, rey de Sindhu y Sauvira, iba a Kapila-asrama,

En las orillas del Iksumati necesitaron a un cargador de palanquín más; Al encontrar a Jada Bharata opinaron que era la persona apropiada, Mas él, por no pisar a las hormigas, no seguía el paso de los demás. Ante las quejas del rey, los cargadores, temiendo el castigo, Acusaron a Jada Bharata de no querer llevarle bien; Rahugana se molestó en su pasión y le insultó atrevido, A quién como una llama cubierta, no mostraba su saber. Le preguntó sarcástico si acaso era muy bajo y si no tenía fuerzas, Si ya estaba viejo o muerto, o si no le querían cooperar; Luego le amenazó airado al ver que no se corregía, mas sus ofensas no alteraron al sabio, que hospedaba al Señor con plena humildad. Jada Bhárata dijo: “Es verdad lo que dices,¡oh, héroe!, yo no soy ni alto ni fuerte, Y siendo yo el alma, fue solo mi cuerpo el que portó el palanquín; Dicha, dolor, frío, calor, ganancia o pérdida, vida o muerte, Ira, paz, lamentación, son todas cosas muy alejadas de mí. “Me llamaste muerto, pero todo lo material principia y termina, Y aunque hoy eres rey, lo serás así mientras lo ordene la Providencia; Además, porque a todos controlan las gunas, nadie en verdad dictamina, Aun así, si quieres ordenarme, hazlo, ¿qué quiere de mí su excelencia? Me has llamado necio y loco, pero en realidad estoy iluminado, ¿Y qué sacarías con castigarme si fuese yo un demente?” Jada Bharata consideró esa tarea como deuda de un karma pasado, Por lo que volvió al palanquín, aceptando con mansedumbre su suerte. Rahugana tenía gran fe en los temas referentes a lo absoluto, Por lo que apreció estas palabras que destruyeron sus falsos conceptos, Y cayendo como una vara ante los pies de ese devoto impoluto, Se disculpó de su gran falta, expresando así su sentimiento: Rahugana dijo: ¿Quién eres tú, que así te mueves entre las personas santas? LLevas el cordón sagrado que corresponde a los grandes avadhutas. ¿Quién es tu maestro, y con qué motivo vas así de plaza en plaza? ¿Es por nuestro bien que por aquí transitas, o guardas una razón oculta?

naham visanke sura-raja-vrajan na tryaksa-sulan na yamasya dandat nagni-arka-somanila-vittapastrac chanke brsam brahmana-kulavamanat //17// No siento temor del rayo del rey de los devas, Ni del tridente de Siva, ni del castigo de Yama, Ni del fuego, ni del sol, ni la luna, ni del viento, ni de las armas de Kuvera, ¡Pero sí tengo mucho miedo de ofender a un brahmana! Te veo evitar la cercanía mundana y esconder tu saber interior, Por ello eres muy avanzado en la ciencia trascendental. ¡Oh, gran santo!, ¿porqué andas por aquí como si privado de razón? Has dicho grandes verdades, las que te ruego nos quieras explicar. Eres un sabio insigne, un representante de Kapila, ¿Cuál es el refugio más seguro en este mundo? Para saber quién es un ser humano es que así caminas, ¿Cómo puedo avanzar en mi vida y cortar todos mis nudos? Aunque el alma es distinta del cuerpo, también pareciera cansarse, Y el mundo es temporal pero real, por lo que igual afecta al atman; Es cual cocinar leche y arroz, donde de la una al otro, empiezan a calentarse; Así un sentir va del cuerpo a la mente, ¡y por último al alma! Aunque la posición de rey es ilusoria, igual hay que cumplirla, Y los dementes o descarriados, son corregidos por los deberes; Por ello encuentro que tu hablar es contradictorio, ¡oh, alma compasiva! Mírame con bondad y por mi insulto, te pido que me exoneres, Pues de ofender a un santo como tú, no se salva ni un poderoso Siva. CAPITULO 11 Jada Bharata Instruye al Rey Rahugana Jada Bharata dijo: ¡Oh, rey!, no has hablado como una persona experimentada, La enseñanza del triple Veda, no explica lo trascendental;

Este sueño, al conocerse la Verdad, no puede afectarte en nada, Es la mente contaminada la que nos sujeta a esta dualidad. Por ella se transmigra a distintos planetas y especies, Es tanto la causa del cautiverio, como de la liberación, Tal como una lámpara que con buen ghí resplandece, Mas la que está sucia y maltenida, obscurece su alrededor. La mente es la reina de los diez tipos de sentidos, Luego está el ego falso, cuyo campo de acción es el cuerpo; Causas materiales son los elementos, las leyes, el tiempo, el destino, Que mezclados con los sentidos, crean millones de condicionamientos. Del ser ignorante surgen miles de ideas desde tiempo inmemorial, Éstas se manifiestan tanto estando dormido como despierto; Solo en el sueño profundo, o en el estado de transe, no surgen más, Todo esto lo ven con claridad, quienes tienen conocimiento. Otro ksetra-jña es Vasudeva, o Quien todo lo sustenta, Como el aire, en todo se encuentra, por dentro y por fuera; Pero la mente es el origen de todo lo que nos aqueja, Causa el lamento, la ilusión, el apego, la codicia, la enemistad, Y un falso sentido de intimidad con lo que nos rodea. La mente descontrolada es el peor enemigo del ser viviente, Y si uno la descuida, va a crecer más y saldrá victoriosa, Cubre la posición del alma, y aunque no es real, es muy fuerte; Conquista esta mente, ¡oh, rey!, con el arma de la rendición amorosa.

CAPITULO 12 Conversaciones entre Maharaja Rahugana y Jada Bharata Rahugana dijo: ¡Oh, exaltada alma!, no eres distinto del Señor Supremo, Pues gracias a ti, toda duda en los sastras ha sido disipada; Como amigo de un brahmana, ocultas tu ser verdadero,

El cual es lleno de éxtasis. ¡Te ofrezco mi salutación postrada! Mi cuerpo y mente están llenos de suciedad, y mi visión ha sido picada por la serpiente de la arrogancia, Mas tus instrucciones curan la fiebre de mi ilusión, Y son aguas refrescantes en este fuego que nos abraza. Tus valiosas enseñanzas me son difíciles de entender, Te pido que seas más claro, pues mi mente es muy inquisitiva; Has dicho que la fatiga que uno experimenta no atañe al ser, Mas mi mente, ante tales afirmaciones, está confundida. El iluminado brahmana dijo: Todo lo que nos rodea son transformaciones de materia, Hay árboles, piedras, palanquines y sus portadores; Tu cuerpo de rey es otra trasformación de esta tierra, Mas te hace sentir superior tu mente llena de ilusiones. Por cierto ellos sufren al cargarte sin recibir ningún pago, Mientras que tú, en tu tonto orgullo, te consideras su protector; Esto prueba que eres cruel e inmisericorde, y nunca los sabios habrían reservado para ti algún sitio de honor. Venimos de la tierra y a ella volvemos después de la muerte, Y aunque uno piense que el átomo origina al mundo, no es así; Como este universo no es real, así mismo sus constituyentes, De este modo, grande, pequeño, causa, efecto… no tienen realidad en sí. Son como recipientes hechos de tierra, pero con distintos nombres, Creados por la materia, pero sin permanecia real; La verdad no es dual, es brahman y Paramatma visto por los yoguis, Y por último es Vasudeva, el origen de cuanto hay. Solo ungiendo el cuerpo con el polvo de los pies de loto de un vaisnava, Uno puede conocer esa Verdad, no por brahmacarya ni por vanaprastha, Ni rodeándose de fuego en verano, ni entrando en el invierno en el agua, Esta sabiduría nos es revelada, solo por la bendición de los bhaktas. Los devotos puros nunca hablan de nada material y por su gracia, Uno rechaza mukti y solo desea servir a Vasudeva;

En una vida anterior, avancé mucho, siendo Maharaj Bhárata, Percibí la verdad, mas por apego a un cervatillo, probé la miseria. Nací como uno de ellos, mas por bondad del Señor, en mi retiro, Guardé siempre presente la angustiante causa de mi caída; Evitando las vanidades, los sadhus te entregarán lo divino, Para así cortar el mudano lazo y salvarte en esta vida.

CAPITULO 13 Rahugana Conversa con Jada Bharata Jada Bharata dijo: El alma, bajo las gunas, cruza este difícil mundo de frutos mixtos, Trabaja duro día y noche, como un mercante que busca ganancia, Mas sufre por los seis asaltantes: los sentidos, esposa e hijos, Y por las personas envidiosas, que le pican como mosquitos. Víctima del apego hogareño, va de un lugar a otro procurando el éxito, Y a veces, más aun en su período menstrual, se enceguese por su esposa; Escucha al grillo o búho enemigo, o se acerca al árbol que no da sustento, Salta a un río seco o mendiga de personas que no son dadivosas. Sufre en casa al ver su riqueza saqueada por los impuestos, A veces un superior le explota tanto, que de pesar se desmaya, O sueña con vivir feliz en familia, en una casa magnífica, A veces pasa hambre y se enfurece con las personas allegadas, O cae presa de una mujerzuela, y tras malgastar con ella, se la quitan. Lucha a veces contra las inclemencias del tiempo, en otras le estafan; A veces, en su desesperación roba, y la sociedad le condena; A veces, marido y mujer progresan, o las ansiedades les matan; Al morir los padres vienen los hijos, que te aferran a una vida nueva. Nadie sabe dejar este enredo, ni siquiera al momento de la muerte; Muchos caen en batalla, anhelando la ilusoria posesión de una tierra; A pesar de ser grandes héroes, rehúyen la senda de lo trascendente, Y siguen a una mujer o a un falso guru, que les pierde de diversas maneras.

Tras ser engañado, busca la guía de un maestro genuino, Mas siendo incapaz de seguirle, retoma a un engañador; Allí goza asociándose con disfrutadores de los sentidos, Y hasta llegada la muerte, olvida la autorrealización. En la vida hogareña es pateado por su mujer o se enferma, Y apenas tiene algo de alivio, busca en ella de nuevo el placer. Tú también has caído víctima de esta energía externa, Sé el amigo de todos, y renuncia al mundo armado con el saber. Rahugana dijo: Este cuerpo es mejor que el de un deva, pues ellos no tienen sadhu-sanga. Me has librado del orgullo y de mi necio elucubrar, que no dan esperanza. No es sorprendente que el polvo de tus pies conceda el servicio a Adoksaja; Reverencias a esos santos, en todas sus formas, y que por su gracia, Den buena fortuna a la clase real, que impúdica de ustedes se mofa. Sri Sukadeva dijo: ¡Oh, hijo de Uttara!, hubo cierto dolor en el santo al ser insultado, Mas no le dio importancia y volvió a quedar quieto como el océano; Siendo un vaisnava compasivo, quiso que el rey fuese iluminado, Para luego seguir recorriendo el mundo, satisfecho y sereno. Pariksit Maharaj dijo: ¡Oh, omnisciente sabio!, bien me hablaste del alma condicionada, De ese comerciante que entra al bosque, donde sus sentidos son serpientes, Donde su esposa e hijos, como chacales, roban su riqueza acumulada, Mas te pido que expliques esto mejor, para los menos inteligentes.

CAPITULO 14 El Bosque del Disfrute Sri Sukadeva Goswami dijo: Tal como el comerciante entra al bosque en busca de algún producto, Así el alma entra a esta vorágine, a la siga de algún beneficio;

Aquí transmigra en forma continua, probando distintos frutos, Sin saber salir y sin ver devotos ocupados en servicio. Los sentidos, cual ladrones, roban lo que es para el seva divino; Y la esposa e hijos, como tigres y lobos, quitan lo arduamente ganado; La semilla vuelve a brotar, en tanto el deseo no se ha destruído, Mas a pesar de los muchos disturbios, quiere eternizarse el grhastha apegado. Corre tras la ilusión del gozo o tras el oro, que es excremento amarillo, Que es la fuente de la opulencia, de la intoxicación, de la carne y el sexo; En busca de casa y comodidad, deja lo real en el olvido, O sin recordar el castigo y que los devas le ven, disfruta de otros cuerpos. A veces, el alma condicionada nota su efímera existencia, Mas por apego al mundo, pronto lo olvida para perseguir nuevos espejismos; A veces, como búhos o grillos, los agentes del gobierno le atormentan; O ya sin punya, cual seco árbol o pozo impuro, están más muertos que vivos. A veces busca mitigar su dolor con la ayuda de un materialista ateo, O va donde un falso guru, pero ambos son como saltar a un río sin agua; O roba a su padre o a su hijo, o les molesta, si nada consigue de ellos; Así la vida familiar es un gran fuego, donde aumenta el dolor y la cizaña. No hay nada en ella para la perpetua felicidad, Y el alma condicionada arde en lamentación; A veces se quebranta, por vivir con tanto pesar, O por no haber sido más piadoso en su vida anterior. Los jefes de gobierno son como demonios caníbales o raksasas, Que roban todo a sus ciudadanos, dejándoles sin ningún aliento; A veces piensa que el padre o el abuelo, ha vuelto como un hijo a casa, Y se siente feliz al entretener estos pensamientos. El casado debe hacer muchos yajñas, que son como espinas en una montaña; A veces el hambre le enoja con su esposa e hijos, por lo que aun más sufre; O mordidos por la pitón del sueño, yacen como cadáveres que no saben nada; O atacados por enemigos, pierden su posición y toda opción de disfrute.

A veces, por un poco de placer, rapta o conoce a otra mujer, Por lo que sufre una condena, o le castiga el que es su marido... El sabio reniega de esta vida, que causa dolor ahora y después, Y donde el fugaz dinero que es de Dios, les vuelve enemigos. Esta vida está llena de insuperable adversidad, además hay aflicción, Apego, odio, temor, orgullo, ilusión, locura, lamentación, confusión, Codicia, envidia, enemistad, calumnias, hambre, sed, problemas, enfermedades, Nacimiento, vejez, muerte... que combinados, acrecientan nuestros males. A veces sueña con ser abrazado por su esposa o novia, Y así pierde su inteligencia y su noción del fin de la vida; Trata de darle comodidades y temiendo a la muerte adora a dioses inventados, que del cakra del tiempo no le alivian. Yendo donde pasandis, es decir, donde falsos gurus que no creen en Dios, Se sienten engañados y a veces recurren a un refugio genuino, Mas incapaces de cumplir, vuelven al sexo, buscando satisfacción, Son como monos, o como sus descendientes, que en tal acto hallan estímulo. Estos descendientes de monos no saben del fin de la vida, Cautivados por sus rostros, trabajan para el placer sensual; Ocupados en gramya-karma, bajan en la escala evolutiva, Y por un gusto momentáneo, se encarcelan en la vida familiar. Tal como el macaco que salta de rama en rama, Así el alma condicionada va en su transmigrar; Y así como el cazador lo atrapa con su artimaña, Así el disfrutador queda atrapado por el placer sexual. A veces, por conveniencia, entre enemigos se casan, Pero después de un tiempo surge el divorcio; Así esta vida está llena de desgracias, ¡La única salida es el servicio amoroso! A veces el alma está encantada y en otras grita de temor, A veces mantiene feliz a su familia y canta melodioso; De este modo se enreda y olvida su separación del Señor, Y sin tomar refugio, recorre insatisfecha este lar peligroso.

Las personas santas, amigas de todos, son pacíficas y cordiales, Son autocontroladas y fácil avanzan hacia la liberación, Mas siendo desafortunado y apegado a las condiciones miserables, La persona materialista no se atrae por esa asociación. Reyes competentes en hacer yajña y en conquistar otros dominios, No consiguieron alcanzar el servicio amoroso al Supremo, Esto es porque no pudieron dejar el falso concepto de yo y mío, Y así solo crearon enemistad, y sin cumplir su misión, murieron. El camino tomado por Jada Bharata es como el de Garuda, Y el de los reyes mundanos comunes es como el de las moscas; Mientras que ni en sueños podrían éstos elevarse a esas alturas, Bharata con pleno desapego, dejó su bello imperio, hijos y esposa. Su logro fue maravilloso, él rechazó lo que nadie podría dejar, Su próspero imperio, fue la envidia de los mismos devas del cielo, Mas su atracción por el Supremo, superaba todo lo demás. Después, clamó así sonriendo, cuando moría con su cuerpo de animal: “A ese Señor del sacrificio y de la religión, A Quien da la inteligencia sagrada, Al amo del yoga, del sankhya, de esta creación, A Narayan, a Hari, ¡mis reverencias postradas!” Oír y cantar las glorias de Bharata Maharaj, Da riqueza y larga vida, liberación o svarga, Complace todo deseo material y espiritual, Y ya no se necesita pedir a nadie nada.

CAPITULO 15 Los Descendientes del Rey Priyavrata Entre sus muchos descendientes está Maharaj Gaya, de él se dice: Como hijo de Nakta y de su esposa Druti, nació Maharaj Gaya,

Siendo una expansión de Visnu, estaba situado en visuddha-sattva; Siempre protegió a sus súbditos contra elementos adversos, Practicó posana, es decir, velar porque no les faltase el sustento. Realizó prínana, que consiste en dar presentes a los ciudadanos; Hizo upalálana, o le dirigió a su pueblo agradables palabras; También anusásana, que es aconsejar para que sean avanzados; Tal era su carácter, y fue el ejemplo ideal de una persona casada. Ejecutó varios yajñas y le llamaron Mahapurusa por su pureza, Libre del concepto corporal, se encontraba siempre feliz, Y aunque en todo aspecto era una persona perfecta, No estaba orgulloso, ni le interesaba regir. Así le elogian los sabios en los Puranas: “¿Quién puede igualar al rey Gaya en la ejecución de sacrificios? Él era un conocedor de los Vedas y un protector de la religión, Era opulento, un líder entre los caballeros más propicios, Un siervo de los devotos, una encarnación plenaria de Dios.” Las castas y honestas hijas de Daksa, que no bendicen en vano, Bañaron a Maharaj Gaya con agua sagrada. Como una vaca con su ternero, Vino la tierra y le dio leche con placer, así en su reino no habían necesitados, Obtuvo de este modo todo bien, aunque él mismo no guardaba deseos. Todo lo obtuvo gracias a la ejecución de sacrificios Védicos, Y a sus enemigos forzó a combatir en base a los principios religiosos; Los reyes complacidos le traían obsequios valiosos, Y los brahmanas le regalaban la sexta parte de sus ricos méritos. En sus yajñas había mucho soma, con el que Indra se intoxicaba, Y porque Bhagavan se complacía, todos quedaban satisfechos; Los devas, animales, insectos, plantas, todos, empezando por Brahma, Eran naturalmente felices, y el mismo Señor le decía que estaba contento. Maharaj Gaya esposó a Gayanti y tuvieron tres hijos; Otro descendiente notable fue Viraja, quien tuvo cien hijos, de los cuales Satajit fue el principal.

CAPITULO 16 Una Descripción de Jambhudvip CAPITULO 17 El Descenso del Río Ganges Sukadeva Goswami dijo: Mi querido rey, Vamanadeva, en el sacrificio del rey Bali, Extendió Su pierna izquierda hasta romper la capa del universo, Así entró el Ganges, limpiando el kunkum de los pies del Todo Adorable, Por ello se le llama Visnupadi, y libera de todo impedimento. Luego es llamado Jahnavi y Bhagirathi, y después de mil mileniums Llega al primer planeta, Dhruvaloka, también llamado Visnupada; Allí Dhruva recibe esta agua en su cabeza, con éxtasis pleno, Se eriza su piel, y de sus ojos semi abiertos le caen lágrimas. Los siete sabios están debajo de Dhruvaloka y ellos también, Reciben esta santa agua sobre sí, como la máxima riqueza, como la perfecta austeridad y como lo mejor para trascender; Ellos encuentran que el servicio amoroso, es la más alta meta. Tras purificar sus siete planetas, es llevada a la luna en billones de vimanas, Hasta llegar a la morada de Brahma, en la cima del monte Meru; Allí se divide en cuatro ramas: en Sita, Alakananda, Caksu y Bhadra; Cada una tomando una de las cuatro direcciones, llega al océano. Muchos otros ríos también fluyen de lo alto, y son como hijas de este monte; Hay nueve varsas, que a excepción de Bharata, son para almas muy piadosas, Cuando éstas regresan del svarga, disfrutan en una de estas ocho regiones, Viven diez mil años, con fuerza de diez mil hastis, y gozan con sus esposas. Son lugares celestiales, bendecidos por Narayan, Quien en los nueve varsas Se expande como Vasudeva, Sankarsana, Pradyumna y Aniruddha, Y así, permaneciendo cerca, acepta el servicio de Sus bhaktas;

En Ilavrta, Siva adora a Sankarsana, o a tamasi, por regir tamo-guna. El poderoso Señor Siva dice: ¡Oh, Señor Supremo!, Te adoro en Tu forma de Sankarsana, Eres toda virtud y aunque ilimitado, solo Te muestras a quienes Te alaban; Eres el único Ser adorable y Tus pies son el refugio de los mahantas; Los no devotos, por no aceptarte, se enredan; ¡acepta mi fervoroso pranata! Porque no podemos controlar nuestra ira, sentimos atracción y rechazo, Pero Tú, aunque percibes la materia, no eres afectado en lo más mínimo; Por ello uno debe servirte, si en verdad quiere triunfar sobre estos lazos, Si acaso uno desea conquistar la subyugante fuerza de sus sentidos. Para los impuros pareces mirar como un intoxicado y eso les enoja, Y por estar airados, Te ven como temible, aunque nunca Te alteras; Estás aparte de lo creado, carga que ni sientes, siendo el Sesa de mil bocas, Por ello, ¿cómo no Te va a adorar quien desée la perfección verdadera? De Ti nace Brahma, cuyo cuerpo es la energía material y controla raja-guna, Y de él nazco yo, quien represento el falso ego, conocido como Rudra; Por mi poder creo a los demás devas, los cinco elementos y sentidos, Mas Te adoro a Ti, por cuya gracia Brahma crea y yo aniquilo. Tu energía ilusoria nos ata al mundo y nos deja afectos, Así, sin Tu favor, es imposible salir de este cautiverio; Permítaseme por ello ofrecerte mis humildes respetos, A Ti, Quien causas y destruyes los universos enteros.

CAPITULO 18 Las Oraciones de los Residentes de Jambudvip Bhadrasrava, el hijo de Dharmaraj, en Bhadrasva-varsa, ora así en trance a Hayasirsa, la expansión plenaria de Vasudeva: Adoramos al Señor de la religión, a Quien limpia nuestras conciencias;

¡Qué sorprendente es que al necio materialista no le preocupe la muerte! Si su padre o hijo muere, solo piensa en gozar de sus pertenencias, ¡Oh, Innacido!, hasta al sabio confundes, ¡permite que Te reverencie! Eres la causa de todo, mas Te mantienes separado e independiente. Al fin del milenium, Tama en persona robó los Vedas y los llevó al Rasatala, Mas el Señor como Hayagriva los rescató, y a Brahma se los dio nuevamente; Reverencio a ese Señor, cuya determinación nunca falla. Así ora Prahlada en Hari-varsa: om namo bhagavate narasimhaya namas tejas-tejase avir-avirbhava vajra-nakha vajra-damstra karmasayan randhaya randhaya tamo grasa grasa om svaha, abhayam abhayam atmani bhuyistha om ksraum Reverencio a Nrsimha, la fuente de toda potencia, ¡por favor hazte ver! Con Tus dientes y garras como rayos, destruyes nuestros deseos demoníacos que nos atan a la acción fruitiva; Aparece en nuestro corazón y destruye la ignorancia del ser, De modo que estemos libres de temor, en este mundo fatídico. svasty astu visvasya khalah prasidatam dhyayantu bhutani sivam mitho dhiya manas ca bhadram bhajatad adhoksaje avesyatam no matir apy ahaituki //9// Que haya paz en el universo y que se calmen las personas envidiosas, Meditemos todos juntos, en el bien de todos los seres vivos; Traigamos buena fortuna a nuestro pensar, por meditar en Adoksaja; Absorbamos nuestra conciencia y actos en el servicio divino. magara-daratmaja-vitta-bandhusu sango yadi syad bhagavat-priyesu nah yah prana-vrttya paritusta atmavan siddhyaty aduran na tathendriya-priyah //10// Oramos por nunca sentir atracción por la cárcel de la vida familiar, Consistente en casa, mujer, hijos, parientes, cuenta bancaria y amigos; Quienes son autocontrolados y se satisfacen con la simplicidad, Se vuelven pronto perfectos, no los que buscan complacer sus sentidos.

Por sadhu-sanga uno escucha sobre Mukunda y así se purifica al estar con Él, Lo que con peregrinajes y baños en el Ganga se consigue tras mucho tiempo; Por bhakti uno se vuelve como un deva, al desarrollar toda virtud y todo bien, Mas quien es adverso a Hari es esclavo de su mente y solo recorre lo externo. Tal como el pez desea permanecer en el agua, así el alma anhela Su amparo, Mas el apego hogareño causa enredo, ansias, desánimo, ira, desesperación, Deseo de prestigio y temor, todo lo cual nos sujeta a lo externo y mundano; Por ello, ¡oh, demonios!, adoren los pies de Nrsimha y dejen la vana ilusión. En Ketumala-varsa, Laksmi, acompañada durante el día por los hijos de Prajapati, quienes son las deidades que rigen los días, y en la noche acompañada por sus hijas, quienes son las deidades de la noche, adora con estas palabras al Señor, en Su forma de Kamadeva o Pradyumna. Sri Laksmi ora así: Reverencio a Hrsikes, al sustento de toda vida, al proveedor de todo bien, A la causa de todo, al fin de los Vedas, al esposo y apoyo de cada alma; Las mujeres que Te adoran pidiéndote un esposo, sin duda no pueden ver que no cuidarán ni a ellas ni a sus hijos, por estar atados a guna, kala y karma. Solo el libre de temor, que protege al temeroso, es un verdadero marido, Por ello, solo Tú lo eres, y nadie puede reclamar ese puesto; Quienes conocen los Vedas, Te tienen a Ti, como su único abrigo, Y solo encuentran en Ti al mejor cónyuge, al mejor protector y maestro. ¡Oh, Acyuta!, pon Tu mano en Mi cabeza, como lo haces con Tus devotos, Pues Mi marca en Tu pecho es solo para agradarme, no es Tu bendición verdadera; A ellos muestras Tu gracia, no a Mí, tal es Tu actuar incomprensible y prodigioso; Tú eres el controlador absoluto, y nadie entiende Tu posición suprema. En Ramyaka-varsa, Vaivasvata Manu adora a Matsya de la siguiente manera:

Reverencio al Señor trascendental, origen de toda vida y poder; A Matsya, Quien todo lo controla como un maestro titiritero; Aunque en todo corazón, los reyes no Te pueden sentir ni ver, Solo puede apreciarte el que canta los mantras Védicos. Los grandes devas Te envidian, mas ellos no pueden sostenernos, Ni mediante un esfuerzo individual, ni en forma cooperativa; En Tu forma como un gran pez nos llevaste por el océano, Así nos protegiste a todos. ¡Te ofrezco mis reverencias rendidas! En Hiranmaya-varsa vive el Señor Kurma, ahí es adorado por Aryama y sus súbditos con esta plegaria: Te reverencio Señor, fuente de virtud, en Tu forma de tortuga; Eres trascendental y no limitado, y este Virat es Tu energía externa; Solo un devoto puede percibirte en Tu forma real y pura; Porque todo lo manifiestas, esta creación temporal es verdadera, Y cual Kapila, solo Tú enseñas el sankhya, Mas no aceptan Tu revelación los envidiosos que especulan. El Señor Varaha vive al norte de Jambudvip, allí en Uttarakuru-varsa, madre Tierra Le adora con el siguiente Upanisad mantra: Reverencias a Ti Señor, Quien eres entendido mediante mantras, Los ritos y sacrificios son parte de Tu cuerpo trascendental; Eres Triyuga, posees las seis opulencias y limpias del mal karma; Como el fuego en la madera estás oculto, Mas solo Te revelas a quienes Te buscan con entrega total. Los místicos Te ven como Paramatma, tras la pantalla de materia ilusoria; Creas el mundo por nuestro deseo y lo mueve Tu mirada, como el imán al hierro; Mataste a Hiranyaksa y me alzaste con Tus colmillos, en Tu grandiosa forma, Así me sacaste del Garbhodaka, ¡una y otra vez Te reverenciamos por ello!

CAPITULO 19

La Isla de Jambudvip Sri Sukadeva Goswami dijo: En Kimpurusa varsa el gran devoto Hanuman, con los demás habitantes, y con los gandharvas y Aristasena, adora así al Señor Ramacandra, Quien está junto con Laksman y Sita: Quiero complacer al Señor mediante el canto del bija mantra Om. Reverencio al Dios principal, al benefactor de los arios, Tu actuar es siempre correcto y Te mantienes bajo control, Tú pruebas nuestras virtudes y por los dvijas eres adorado. Veneremos a Ramacandra, Quien siendo trascendental, Solo puede ser percibido mediante la conciencia pura; Vino a matar a Ravana y previno de la miseria de la vida material, Siendo el Supremo, no podía afectarle adversidad ninguna. Es el Señor, el Alma Suprema, y el amigo íntimo de todos, Siendo superior, no Le afectó el ser separado de Su mujer, Aunque ni a Ella ni a Laksman les habría dejado de ningún modo, Nada material es necesario para complacerle a Él. Nosotros mismos somos la prueba, feos habitantes de la selva, Sin aristocracia ni educación, sin elocuencia ni inteligencia alguna, Aun así nos ha aceptado, adórenle humanos, bestias y devas, Pues con poco se complace, y bendice a las almas rendidas y puras, ¡Miren cómo llevó a Su trascendental morada a Ayodhya entera! Narada adora a Nara-Narayan en Badarikasrama con este canto: Adoro a Nara-Narayan, al autocontrolado Señor, Al libre de orgullo y el amado de los desposeidos; Al Señor de los paramahamsas, al maestro de la autorrealización, Al creador que todo lo ve, mas sin estar nunca comprometido. Aunque parezca tener un cuerpo carnal, no Le afecta el hambre ni la sed. ¡Oh, Yogesvar!, el yogui perfecto deja el mundo meditando en Tus pies, Mas el apegado al cuerpo, a riqueza, familia y parientes, solo piensa en sí. De nada ha servido la práctica de quien teme en el momento de morir.

Por ello, ¡oh, Trascendente!, dános poder para practicar Tu bhakti-yoga, Pues infectados por maya, nos atamos a estos cuerpos de heces y orina; Solo Tu servicio amoroso corta estos firmes lazos, no encuentro otra forma, Concédenos por ello la oportunidad de servirte, como una bendición divina. Ya que el nacimiento humano es el más propicio en el universo, los devas del cielo oran de la siguiente manera: ¡Qué maravillosa fortuna la de quienes nacieron en Bharata-varsa! Seguro hicieron mucha piedad, o el Señor está satisfecho con ellos, De lo contrario, ¿cómo pueden tomar así la senda de los bhaktas? ¡Nosotros solo podemos aspirar a un día transitar ese sendero! Después de ejecutar difíciles yajñas, austeridades, votos y caridades, Alcanzamos esta posición celestial, ¿mas de qué nos ha servido? Aquí difícil recordamos a Narayan, entre tantos placeres sensoriales; En realidad, tanto nos atrae disfrutar, ¡que Le echamos al olvido! Más vale nacer allí, que estar billones de años en Brahmaloka, Donde después uno debe volver al ciclo de nacimientos y muertes; En poco tiempo pueden alcanzar la posición más venturosa, Pues por rendirse del todo a Krsna, van a Su morada trascendente. Una persona inteligente no desea vivir en el planeta celestial más maravilloso, Si allí no fluye el Ganges de Su katha, si no hay devotos, ni se hace sankirtán; Por ello, quien naciendo en Bharata no se ocupa en Su servicio amoroso, Es como una bestia que al caer en la red, pierde para siempre su libertad. En Bharata-varsa hay muchos adoradores de semidioses que en forma gradual, Por aceptar sus ofrendas les agracias y les elevas a Tus pies de loto; Oramos porque si al fin de la vida nos queda algún mérito por nuestra piedad, Podamos servirte allí, donde bendices al mostrar Tus pasatiempos gloriosos.

CAPITULO 24

Los Planetas Celestiales Subterráneos Debajo de la tierra hay siete planetas: Atala, Vitala, Sutala, Talatala, Mahatala, Rasatala y Patala; donde hay muy bellas mansiones y jardines; Son mejores incluso que las del svarga, porque los daityas, danavas y nagas, Son más disfrutadores, y no hay ningún disturbio allí donde residen. En este bila-svarga está Maya Danava, quien es un gran arquitecto y artista, Él ha construido maravillosas ciudades con hoteles, templos y sitios de recreo; Aves como loros y palomas, alegran las casas de las personas más ricas, En general, las mansiones allí, superan a las de los semidioses del cielo. Por beber y frotarse el elixir de hierbas maravillosas, sus habitantes no decaen, No sufren vejez, sus cuerpos no tienen mal olor, ni sus cabellos se encanecen; Mas cuando pasa Sudarsana, las mujeres abortan por el temor que las invade. En Atala vive Bala, un hijo de Maya, creador de noventa y seis siddhis sorprendentes. Hasta hoy, ciertos seudos yoguis y swamis, se valen de ellos para sus engaños. Con solo bostezar Bala creó tres tipos de mujeres: las svairini, kamini y pumscali; Las primeras se casan con hombres de su grupo, las segundas con los de uno cualquiera, Y las últimas cambian de marido de un modo incansable. Si un hombre entra en ese lugar, estas mujeres le dan a beber un afrodisíaco, Con el que ilusionado, se cree con el poder de diez mil elefantes; Ellas gozan con él mientras pasa a considerarse Dios mismo, Olvidando que la muerte puede llegarle en cualquier instante. En Vitala está Siva, el Señor del oro, con su consorte Bhavani, Al relacionarse entre sí, crean seres, y su fluido forma el río Hataki; Éste, al mezclarse con el fuego, produce el oro llamado Hataka,

Con el que los demonios hacen ornamentos de varias clases. En Sutala vive Bali Maharaj, mejor que un Indra, y allí adora al Señor, Mas esta riqueza no es el fruto de su devoción, el cual es el prema; Después de haber sido echado a una cueva, tras quitarle toda posesión, Le oró Bali al Señor de la siguiente manera. El rey Bali oró: ¡Oh, qué triste es que Indra, poderoso rey educado por Brhaspati, Sea del todo ignorante en lo referente al conocimiento espiritual, Vamana vino a su puerta, mas no Le pidió servicio en extático trance, Sino que codiciando este efímero mundo, ¡Le envió donde mí, a mendigar! Mi abuelo Prahlad, es el único que entendió acerca de su verdadero bien, Pues, tras la muerte de su padre, cuando Nrsimha le ofreció alguna bendición, Nada quiso de los frutos de karma y jñana, sabiendo que no complacen al ser, Y solo imploró poder servir y adorar los pies de su Señor. Nosotros, los apegados al disfrute sensorial, Que estamos afectados por las distintas gunas, Y que nos falta recibir más gracia de Bhagavan, No podemos seguir a un alma tan pura. Sukadeva Goswami dijo: ¿Cómo estimar la grandeza de Bali Maharaj? Cuando Ravana vino a conquistar su reino, Vamana le lanzó ochenta mil millas hacia atrás; Más adelante te hablaré de sus glorias de nuevo. Bajo Sutala, en Talatala, reside el demonio Maya Danava, Él es el maestro de los mayavadis que gustan de la hechicería; Por el bien del mundo, Tripurari destruyó sus tres moradas, Mas luego se las restituyó, y hasta hoy le proteje este mismo Siva. Luego, Mahatala está habitado por nagas que descienden de Kadru, Las principales son Kuhaka, Taksaka, Susena y Kaliya; Siempre temen a Garuda y son de temperamento airado, Mas aun así algunas disfrutan con sus mujeres y familia.

En el sistema Rasatala están los hijos demoníacos de Diti y Danu, Son llamados panis, kaleyas, hiranyapuravasis y nivatakavachas; Viven en huecos como serpientes, y son fuertes, crueles, y temerarios, Pero son siempre derrotados por el vigilante disco Sudarsana. En el sistema Patala, viven serpientes regidas por Vasuki, Unas de ellas llegan a tener cientos y hasta miles de cabezas, Sobre éstas tienen valiosas joyas que en conjunto relucen, Con tan brillante fulgor, que alumbran sus distintos planetas.

CAPITULO 25 Las Glorias de Sri Ananta A unas doscientas cuarenta mil millas bajo el Patala, Mora Sankarsana, Ananta, o tamasi, porque Le adora Siva; Ananta cubre con el ego falso que confunde a las almas, Sobre Su cabeza, el universo, no es más que una pequeña semilla. En el pralaya se enoja un poco, y de Su entrecejo, surge Rudra Sankarsana, Éste, de tres ojos y con un tridente, encarna los once Rudras y todo destruye; Las rosadas uñas de los pies de Ananta refleja las alegres caras de las nagas, Las que luciendo bellos aros, en Su divina adoración se imbuyen. Los brazos de Ananta son largos y blancos, cual columnas de plata, Y al ser ungidos por las princesas serpientes, éstas despiertan su lujuria; El Señor las mira como intoxicado y sonriendo les concede Su gracia, Mas ellas se sonrosan al notar que adivinó el deseo que las perturba. Es un océano de bondad y por ello es conocido como Anantadeva; Y en Su morada restringe Su enojo, para bendecir a las almas cautivas; Con Su ropa azul, un único aro, dulce vibrar, es adorado por mil devas; Luce Su arado y Su Vaijayanti, con tulsis y abejas; ¡así goza de Su melifluo lila! Las miserias se destruyen al oír Sus glorias, las que ensalza Narada, Con Su mirar activa las gunas, y con Su nombre todo es bendecido;

Ni con mil bocas puede uno describir las cualidades ilimitadas, De este Ananta que carga múltiples universos, ¡sin siquiera sentirlos! CAPITULO 26 Los Planetas Infernales Se habla de veintisiete o veintiocho planetas infernales, A los que van quienes se encuentran en la oscuridad; Para los que estaban dementes las penas son menos graves, Que para quienes pecaron sabiendo que hacían el mal. Yamaraj, quien vive en Pitrloka, castiga a estos degradados. Los que roban la mujer de otro, su dinero o hijos, van a Tamisra, Allí padecen hambre y sed, son insultados y maltratados, Hasta el punto que a veces se desmayan por tanto dolor y fatiga. Quien engaña a otro para apropiarse de su mujer e hijos, Va a sufrir a Andhatamisra, lugar donde se desvanece de dolor; A Raurava va el egoísta apegado, que solo vela por su beneficio, Donde los rurus, peores que serpientes, le causan gran aflicción. En Maharaurava, los violentos son devorados por los rurus kravyadas; A los carnívoros, que hasta los caníbales condenan, les fríen en Kumbhipaka; A Kalasutra, un planeta de cobre ardiente, va el asesino de un brahmana, Allí, tantos años como tiene pelos un animal, sufre en gran desgracia. Quienes se desvían de los Vedas son fustigados en Asi-patravana, Donde al correr afligidos, se hieren con árboles de espinas agudas; En Sukharamukha, los reyes injustos son aplastados como cañas; A Andhakupa va quien mata insectos, éstos ignoran que disturban. Quienes no comparten el alimento recibido van a Krmibhojana, Ahí, vueltos gusanos, por miles de años comen y son devorados por otros; En Sandamsa, es cortado en pedazos el cuerpo del que roba; Los infieles van a Taptasurmi, donde fustigados abrazan hierros al rojo.

Al sexópata, le lanzan a un árbol de grandes espinas, en Vajrakantakasalmali; A los líderes insensatos, les devoran acuáticos, en el inmundo río Vaitarani; Los maridos sudras, son obligados a comer suciedades, en un mar en Puyoda; Los cazadores son usados como blanco en el infierno Pranarodha. El orgulloso que sacrifica animales es torturado en Visasana; El dvija que fuerza a su mujer a beber semen, es lanzado a Lalabhaksa; Los ladrones del gobierno y otros son llevados a Sarameyadana, Donde setecientos veinte perros de afilados dientes les despedazan. Los testigos falsos y estafadores son tirados de cabeza a Avicimat, Éste es un océano de piedra, pero a pesar de aplastarse ahí, no mueren; A los dvijas bebedores, les hacen tomar hierro líquido en Ayahpana; A Ksarakardama son enviados los que altivos a sus mayores ofenden. Quienes ofrecen y comen carne humana, son llevados donde Yamaraj, Donde son devorados por sus víctimas en forma de Raksasas; A Sulapotra van quienes hacen daño y torturan a sus mascotas, Allí les pican grandes buitres, mientras recuerdan sus actividades nefastas. A los envidiosos les devoran en Dandasukha, unas serpientes como ellos; A quienes encierran a otros seres, les confinan en huecos en Avatanirodhana; A quien recibe con malos ojos a una visita, en Paryavartana le ciegan cuervos; Los ricos celosos, son cosidos en Sucimukha, y así pagan por sus malas obras. Mas quienes canten los santos nombres y sirvan a los devotos, se librarán de estas amenazas. Fin del Quinto Canto

CANTO VI

CAPITULO 1 La Historia de Ajamila Sukadeva Goswami dijo: Solo ese ser excepcional que sirve del todo a Krsna, Disipa la simiente del mal, como el sol a la neblina; Mas el ignorante expía mediante los ritos védicos, Con lo que la maleza rebrota, después de cierto tiempo. Solo por servir a un devoto puro, uno se purifica, Pues gracias a él, uno aprende a entregarse por completo al Señor; Austeridad, brahmacarya... no dejan al alma limpia, Esos métodos solo los cité para medir tu comprensión. El sendero de los puros es seguro y libre de temor, Mas no el del ateo, que es cual lavar un vaso que tuvo alcohol; Aun sin entender a Krsna, quienes se Le rindieron una vez, Ni en sueños verán a los Yamadhutas, nada habrán de padecer. A este respecto te quiero relatar la historia de una disputa, Que aconteció entre los siervos de Visnu y de Yama: En Kanyakubja, Ajamila se atrajo por una prostituta, Y perdió todos sus dotes, a pesar de ser un brahmana. Como un ladrón, como un engañador, tahúr y pendenciero, Mantuvo a su mujer y a diez hijos, hasta los ochenta y ocho años; Como es natural, se apegó a Narayan, su crío más pequeño, Sin notar que en forma gradual, su último día le estaba llegando. Vio a horribles seres deformes y de pelos erizados, Aterrado llamó a este hijo que jugaba por ahí cerca; Cuatro Visnudutas vinieron tan pronto Narayan fue clamado, Pues cantó el nombre con gran ansiedad, sin cometer ofensa. Al llegar, prohibieron a los monstruos sacar el alma de Ajamila, “¿Quiénes son ustedes —preguntaron— que así osan detenernos? Son refulgentes, con ojos de loto y visten ropas amarillas, Portan arcos, discos, caracolas, y lucen bellos aros y yelmos.”

Los Visnudutas dijeron: “Si son siervos del hijo de Surya, díganos que es dharma, Y quienes son los candidatos sujetos a castigo.” “Los Vedas instruyen qué es religión, y son dados por Narayan, Él controla el mundo, esto es lo que de Yama hemos oído. Sol, fuego, cielo, aire, devas, luna, la tarde, el día, la noche, Las direcciones, el agua, la tierra y Paramatma, son testigos, de cuanto las entidades hacen en su búsqueda de goce, Y quienes son vistos desviarse, son llamados al castigo. El cuerpo fuerza a la actividad y las gunas atan al karma, Por ello en este mundo, todos son corregidos en acuerdo; Uno nace según cómo fue en su vida pasada, Y puede ser feliz, infeliz, o estar en un lugar intermedio. Si hoy vive en felicidad, es porque en su dharma fue mejor. Yama, por la ayuda del Señor, conoce todos nuestros actos, Y así sabe de nuestro futuro, al ver nuestro corazón, Mientras que el alma como en un sueño, es llevada por altos y bajos. Están los diez sentidos, sus objetos y por encima la mente, Así el cuerpo sutil está formado de estos dieciséis elementos; Y se nace como animal o deva entre los seres vivientes, El deva es feliz, el humano se lamenta y la bestia siente miedo. Pero si uno se dirige a Dios, supera su miseria. Este Ajamila fue justo, controlado, servicial, sin envidia, Hasta que vio a un sudra abrazando feliz a una mujerzuela, Lo que hizo despertar en su corazón la lujuria y la desidia. Trató de recordar los sastras, de ni mirar a una mujer, Mas forzado por cupido, no pudo conservar el control; La puso a ella a su servicio, y perdió todo sentido del bien, Como por el poder de Rahu, se eclipsan la luna y el sol. Flechado por sus miradas, dejó a su bella, casta y brahmínica esposa, Para volverse un ser vulgar, de vida baja y extravagante; Comió lo que ella cocinaba y dejó su vida piadosa, Nunca expió su mal actuar, ¡y ahora verá qué le espera por delante!

CAPITULO 2 Ajamila es Liberado por los Visnudutas Los Visnudutas dijeron: ¡Qué lástima que la irreligión haya entrado en la asamblea de la religión! ¡Y que sus representantes quieran castigar a alguien sin pecado! Un rey o superior debe actuar como un padre, con todo afecto y amor, Siendo imparcial, debe aconsejar, como el mismo Yama lo ha mostrado. Las personas en general no saben diferenciar entre lo malo y bueno, Son como un animal posando su cabeza en la falda de su amo; Si un líder es bondadoso y fiable, ¿cómo podrá condenar a un ingenuo, Que se ha rendido a él con buena fe y confiado? Ajamila ha expiado las reacciones de millones de vidas, Porque con desesperación y sin ofensa, clamó a Narayan, Ya de antes en casa, llamaba a su hijo con estas cuatro sílabas, Para que fuera a comer, a bañarse, o para que se levantara. No hay mejor medio de expiación que entonar el Nombre santo, Para un ladrón, borracho, violador, asesino, o matador de vacas. Así piensa el Señor cuando un pecador Le llama con su canto: “Porque clamó Mi nombre, debo asistirle en su desesperanza.” La expiación da un alivio parcial y no concede bhakti, A diferencia del Nombre que destruye toda impureza; Porque él cantó en pleno desamparo, ha podido hoy liberarse, Por ello, ¡oh, siervos de Yama!, no lo lleven a vuestra residencia. sanketyam parihasyam va stobham helanam eva va vaikuntha-nama-grahanam asesagha-haram viduh //14// Ya sea en forma indirecta, en broma, Como entretención musical, o con negligencia, Si uno toma el divino Nombre y lo entona, Destruye infinitos pecados, dicen sabios de excelencia.

Incluso si un gran pecador muere, —Después de haber cantado el Nombre eterno— Por un accidente, picadura, ataque, o alta fiebre, No tendrá que bajar a los infiernos. Los grandes y pequeños pecados se destruyen, Y arranca del corazón la raíz del deseo, Como un llameante fuego, que con o sin saber, todo consume; Lo que no dan yajñas, dana, tapas, ni votos extremos. Los Yamadutas soltaron las amarras de Ajamila, Y volvieron desconcertados donde su amo; El moribundo recapacitó tras la experiencia vivida, Y arrepentido clamó, al recordar su pasado. Ajamila dijo: Caí en desgracia al volverme un siervo de mis sentidos, Y procreé hijos en el vientre de una prostituta, Cambié a mi casta mujer por una bebedora de vino, Y abandoné a mis ancianos padres, ¡oh, qué infame conducta! Sin duda le espera el infierno a quienes dejan su deber. ¿Fue real lo que vi, o habrá sido tan solo un sueño? Eran tres horribles seres que me venían a aprehender, Y aparecieron cuatro bellos ángeles, que por mí intercedieron. Gracias a mi piedad pasada pude ver a ellos cuatro, Y ahora me siento muy feliz, gracias a su divina visita; Por mi pasado servicio fue que entoné ese canto, Que salvó a este sinvergüenza, en su mayor desdicha. Soy un engañador que ha matado su cultura brahmínica, Siendo el pecado en persona, ¿cómo pude cantar Narayan? Mas debo aprovechar esta oportunidad magnífica, Y mediante una seria práctica, no volver más a este maya. Caí en la ilusión de atraerme por la forma de una mujer, Y me volví un perro bailarín en sus manos, Ahora he de librarme de toda envidia y deseo de placer,

Y seré el bondadoso y buen amigo de todo lo creado. Por haber cantado con los devotos, purifiqué mi alma, Y fijo en Krsna, debo dejar la idea del yo y lo mío. Así Ajamila retomó su práctica en tierra sagrada, Fue a Haridwar y allí adoró al Señor Visnu. Una vez del todo puro vio venir a esos mismos guardias, Y en su cuerpo espiritual subió a una nave de oro. Quien escucha esta historia, aleja a los siervos de Yama, Y es recibido en Vaikuntha, en el más armonioso entorno. Cuando moría, cantó Harinama, Mas solo para llamar a su hijo; Aun así fue a la suprema morada, ¿Qué decir si cantas con fe y en servicio? CAPITULO 3 Yamaraj Instruye a sus Mensajeros. Los Yamadutas quisieron saber, Si había varios jueces y uno supremo; Por los cuatro Visnudutas preguntaron también, Por esos que de pronto descendieron del cielo. Yama respondió feliz: Me han aceptado como el Supremo, mas no lo soy, Éste trasciende a Brahma, a Visnu, a Siva, y a todos los devas; Como de la naríz al toro, controla esta creación, Que es como los dos hilos que forman el ancho y largo de una tela. Con las riendas de los Vedas dirige los cuatro varnas y asrams, Y no hay deva o sabio que comprenda Sus actividades; Como los ojos al cuerpo, extiende Su amorosa mirada, Él y Sus siervos tienen forma, pasatiempos y cualidades. Solo ese Ser Supremo puede impartir los principios de religión; Y solo nosotros, los doce mahajanas, sabemos bien de ella;

Ésta es secreta, muy pura, de difícil comprensión, Mas uno prueba el néctar cuando logra conocerla. El servicio, que comienza con el nombre, es el mejor sendero; ¡Vean cómo Ajamila se salvó por clamarlo en voz alta! Incluso grandes sabios atraídos por los ritos, no saben de ello, Y siguiendo los cuatro Vedas, buscan mukti, con dharma y artha. Así el inteligente resuelve todo problema con el nama, Y escapa a mi influencia, aun si de algún modo comete pecado. Ni se acerquen a ellos, pues la maza del Señor bien les guarda, Por ello ni por Brahma ni por mí, ni por el tiempo, pueden ser tocados. Tráiganme a quienes rechazan la miel de los paramahamsas, A quienes siguen apegados al infernal disfrute mundano, A aquellos cuyas lenguas no vibran nunca en Su alabanza, A quienes no Le recuerdan, y que ni una vez ante Él se han postrado. Pido perdón al Señor por haber arrestado a Su devoto, Por este error y ofensa por mis siervos cometida. Desde entonces sus dutas ni miran a los bhaktas de reojo; Este secreto lo oí de Agastya, quien en Malaya adoraba a Krsna.

CAPITULO 4 Las Oraciones Hamsa Guhya Cuando los diez hijos de Pracinabarhi salieron del agua, Vieron furiosos que la tierra estaba cubierta de árboles; Con aire y fuego, salido de sus bocas, crearon altas llamas, Mas Soma fue a pedirles que volvieran a sus cabales. Soma dijo: No deben quemar a estos pobres árboles que son vuestros prajas, Y que han sido creados por el mismo Señor, para el bien de otros, Vuestros ancestros solo rindieron cuidado a las demás almas, Síganles por tanto a ellos, y destinen a buen fin vuestros votos.

Como los padres son del hijo su protector y amigo, Como cuida el párpado al ojo, o el marido a su mujer, Como el sabio al ignorante, como el casado al mendigo, Así a todos sus súbditos da buen cuidado el rey. Vean cada cuerpo como residencia o templo del Supremo, Por ello no maten a estos prajas, en forma de árboles y de plantas; Quien subyuga la fuerte ira que aparece como si caída del cielo, Se libra de las tres gunas y trasciende la ignorancia. Dejen vivir en paz a los árboles que quedan, Y felices acepten a Mariza, hija de la apsara Pramlocha. En ella procrearon a Daksa, quien pobló las esferas, Mediante su semen y mentalidad poderosa. Con su mente, Daksa creó a devas, daityas, hombres, aves, bestias y peces, Mas descontento con esto, fue a Agamarsana a hacer gran penitencia, Donde con el Hamsa Guhya oró al Hacedor del modo siguiente. Prajapati Daksa dijo: El Señor es trascendental, y Su saber y voluntad son supremos, Mas el alma que acepta el mundo como el todo, Le ignora; Es auto evidente y auto suficiente, es el Ser Primigenio; Me rindo y ofrezco reverencias, ante esta Suprema Persona. Como los objetos no saben que los perciben los sentidos, Así el alma desconoce el control del Paramatma; Ella puede percibir el mundo, mas no lo divino, Ante ese Supremo Ser, postro con humildad mi alma. El Señor es percibido en trance, con la mente pura, Y así como con mantras enciende el sabio el fuego, así descubre el yo; Esto se logra mediante servicio, por controlar los sentidos y las gunas, Y por cantar Sus varios nombres, ¿cuándo le daré satisfacción? El Brahman Supremo, Krsna, es la fuente de todo, Todo lo crea, todo Le pertenece, y todo se ofrece a Él. Es la causa de todo y el último hacedor, Y confunde a esos filósofos que independientes buscan el saber.

Tanto el teísta como el ateo se acercan en su busca a Dios, Pero el Señor muestra más gracia al que adora Sus pies; A él revela Sus nombres, lilas, y la senda de la devoción, Espero agradarle y que Su aspecto supremo, me dé Su merced. Satisfecho con Daksa, el Señor apareció sobre Garuda, Con Srivatsa, Kaustubha, aros, collares, y ocho brazos armados; Rodeado por celestiales, con pitambara, con Su piel oscura, Le habló a Daksa que estaba enmudecido y postrado. El Señor dijo: Por tu gran fe, austeridad y devoción, Has alcanzado el éxito del más grande éxtasis; Me alegra tu sacrificio por el bien de la población, Porque también deseo que todos puedan complacerse. Brahma, Siva, los manus y prajapatis, actúan para el bien de los demás, De esta manera son expanciones de Mis varias cualidades; Mi corazón está constituido de meditación y austeridad; Los himnos y mantras del Veda, forman Mi cuerpo; Son Mi verdadero Yo Mis emociones y pasatiempos; La invisible fortuna de actuar siempre bien, es Mi mente; Y son Mi vida y alma esos Vedas que Me obedecen. Solo Yo estaba presente antes de la creación, Toda otra conciencia dormía como en un sueño; Generé a Brahma, quien gracias a su tapas creó, Y nueve grandes seres, tú entre ellos, de él surgieron. Mi querido Daksa, acepta a Aksini como tu mujer, Unido a ella tendrán miles de descendientes; Ellos, ilusionados, se reproducirán, mas Me adorarán también. Tras decir esto, como en un sueño, Se esfumó sonriente.

CAPITULO 5 Narada Muni es Maldecido por Prajapati Daksa

Srila Sukadeva Goswami dijo: Daksa, influido por la ilusión, procreó diez mil hijos, Que bajo la orden de generar, fueron a Narayan-saras, Donde varios santos se consagran a sus sacrificios; Cuando allí hacían penitencia, se les acercó Narada. Narada dijo: Mis queridos Haryasvas, no han visto el confin de la tierra, Hay un reino allí, donde solo vive un hombre y hay un hueco que al entrar, Ya no se sale. Su incasta mujer gusta vestir varias prendas. Hay un río que sube y baja, un cisne cantor, De veinticinco elementos una casa fantástica, Y una máquina que gira, como con rayos y navajas. ¿Y quién puede desobedecer al padre?”, por fin preguntó. Los Haryasvas entendieron estas enigmáticas palabras: La tierra es el cuerpo o campo de actividad, El hombre solo, es el Purusa, El que debe ser realizado; El orificio sin retorno, es Vaikuntha o el Patala, ¿Qué se gana con servir lo que es temporario? La mujer es la inteligencia que se atrae por una cosa y otra, Al casarse con ella uno prolonga su cautiverio; El río es esta naturaleza que manifiesta y destroza, El Señor crea los elementos, al no servirle, ¿qué hay de bueno? Y la máquina que gira, la consideraron como el tiempo eterno. La pregunta de cómo desobedecer al padre, la entendieron así: El verdadero padre es el sastra que inspira la liberación; El consejo de ese padre que espera que uno siga enredado aquí, No debe ser tomado como una verdadera instrucción. Entendiendo el ejemplo del sabio, le circunvalaron, Y tomaron la senda por la cual uno deja lo material; Con las notas del Samaveda, se fue el santo cantando, Pensando en Hrisikes, sin desviarse a nada más. Daksa, informado por Narada, supo de la deserción de sus hijos, Y lamentando, tuvo con Pancayani otros mil, llamados Savalasvas; Éstos fueron al mismo lugar a cumplir votos estrictos,

Y adoraron a Narayan, alimentándose tan solo de aire y agua. Narada les visitó y también les habló en forma vedada, Invitándoles a seguir el ejemplo ya antes mostrado; Se retiró después de bendecirles con su santa mirada, Y ellos siguieron el camino ya hecho por sus hermanos. Los Savalasvas tomaron la senda correcta, La del servicio amoroso, o la del favor del Señor; Y como las noches que hacia el oeste se alejan, No se les vio a ellos regresar hasta hoy. Daksa supo de esto y observó muy malos augurios, Y airado con Narada, casi desmayó de dolor; Le temblaban los labios de ira cuando llegó delante suyo, Y explotando en su enojo, de este modo le habló. Sri Daksa dijo: ¡Oh, Narada!, tú solo te vistes como un sadhu, sin serlo, Mas yo sí lo soy, a pesar de estar en el grhastha asram; Les hiciste renunciar, sin que hubiesen saldado sus deudas primero, Con lo que su progreso aquí y en el cielo, ya es sin esperanza. Te presentas como un asociado de Visnu, mas violentas a otros, Al instar a la renuncia a unos niños inocentes; De este modo eres un sinvergüenza, nada bondadoso, Mal haces al crear divergencia entre amigos y parientes. ¿De qué vale el cambio de ropa si no hay conocimiento? El disfrute mundano es la mayor causa de infelicidad, Pero solo probándolo uno ve cuánto hay ahí de sufrimiento, Y así aprende por experiencia propia, mejor que por escuchar. Yo, como grihastha, disfruto de acuerdo a las reglas perfectas, Pero me has causado gran infortunio con esto que has hecho; Dos veces me quitaste a mis hijos, y así, a nadie respetas, ¡Te maldigo a errar sin residencia, por todo el universo! Sri Sukadeva Goswami dijo: Narada aceptó la maldición diciendo:

“Tad badham... (Está bien, que así sea.) Siendo un sadhu, toleró de buena manera, Sin replicar, aunque podía hacerlo.

CAPITULO 6 Descendencia de las Hijas de Daksa. Daksa o Pracetasa, engendró a sesenta hijas con Asigni; Diez las casó con Yama, diecisiete con Kasyapa, veintisiete con Soma. En este linaje nació Vidyota, quien generó las nubes, Como así también Jayanta o Upendra, porción de Vasudeva, y los dadores de frutos, los Mauhurtikas. Descienden los ocho Vasus, de ellos, Harsa, Soka y Bhaya; De Dhruva y Dharani, nacieron las ciudades; Del Vasu Dosa y Sarvari, nació la expanción Sisumara; Y del Vasu Vastu y Angirasa, nació Visvakarma. Descienden Pancayama, o la duración del día; Los diez millones de Rudras y sus cohermanos los duendes y fantasmas; Descienden las aves, las langostas, con Vinata y Garuda; Las serpientes con Kadru y así también, el auriga del sol. Indu, el dios de la Luna, maldecido por Daksa, Por su excesivo apego por Rohini, Perdió su luminosidad; Y como hijos de las esposas de Kasyapa, Proviene la población universal. De Timi, los acuáticos; las bestias, de Sarama; Las serpientres y mosquitos, de Krodhavasa; De Ila, los árboles; los raksasas, de Surasa; De Kastha, los caballos; de Arista, los gandharvas. De Puloma y Kalaka, los sesenta mil paulomas, A los que mató solo, tu abuelo Arjuna en el svarga, Ganándose así el aprecio de Indra.

Vipracitti engendró en Simhika a Rahu y a los cien Ketus. Vivasvan y Samjña, generaron al manu Sraddhadeva, Fue Samjña también la madre de Yama y de Yamuna; Después Yami dio nacimiento a los Asvini, Estando en la forma de una yegua. De Aryama y Matrka nacieron muchos sabios y humanos; Luego Rocana, hija de los daityas, engendró a Visvarupa, Quien actuó como guru de los devas. CAPITULO 7 Indra Ofende a su Maestro Espiritual Brhaspati. Una vez Indra, con su esposa Saci devi, estaba siendo adorado, Le abanicaban con chamaras, bajo una sombrilla cual la luna, Entró entonces Brihaspati, su guru, mas no fue recepcionado, Éste se fue sin maldecirle, sabiendo de su desgracia futura. Indra, entendiendo su error, se condenó con estas palabras: ¡Qué lamentable lo que hice, por mi orgullo y necedad! Aunque soy el rey de los devas, en el plano de sattva, Por mi minúscula opulencia me llené de vanidad, Y ahora peligro caer... ¡Maldita sea mi riqueza y fama! Si un rey no respeta a otro monarca ni dvija, no sabe de religión, Y, abordando un barco de piedra, se hunde con su pueblo; Por ello tocaré los pies de mi maestro, pidiendo su perdón, Él está en la bondad y tiene conocimiento pleno. Pero Brhaspati, superior a Indra, se hizo invisible, De modo que no pudo hallarle en ninguna parte; Indra, en medio de los suras, lamentó lo indesible, Mientras que los daityas, al saber de todo, entraron en combate. Los devas, heridos por sus flechas, huyeron donde Brahma, Quien, siendo bondadoso, les habló de esta manera: “Por vuestra locura material, insultasteis al mejor de los brahmanas, Y por causa de ello ahora, vuestros enemigos os superan.

“Porque han adorado muy bien a Sukracarya, Podrían incluso adueñarse de mi planeta; Mas quienes confían en Dios, en las vacas y en los brahmanas, Se mantienen firmes en sus posiciones excelsas. “Acepten como guru a Visvarupa, el hijo de Tvasta, Quien es un brahmana austero y un alma pura; Satisfecho si le adoran, les brindará su ayuda, Si toleran su tendencia a favorecer a los daityas.” Los devas, tras abrazar al hijo de Tvasta, le dijeron: “¡Oh, Visvarupa!, fortuna a ti, hemos venido a tu asram, Pues, como tus padres, queremos que complazcas nuestros deseos; Para un hijo, incluso casado, es un deber que su padre se satisfaga. “El acarya personifica a los Vedas, El padre representa a Brahma, Un hermano a Indra, la madre a la tierra, La misericordia se encarna en la hermana. “Un visitante personifica al dharma; Un invitado, al dios del fuego, a Agni; Y el Señor Visnu, quien es Paramatma, Es representado por todas las entidades. “Querido hijo, hemos sido derrotados por nuestros enemigos, Alívianos por favor, con el poder de tus penitencias; Te aceptamos, pues, por nuestro maestro, sé gentil y guíanos, Aunque eres más joven, tu saber merece nuestra reverencia.” Sri Visvarupa dijo: “¡Oh, devas!, aunque el oficio de sacerdote quita poder brahmínico, No puedo negarme, siendo vuestro sisya, a vuestro pedido; Por la práctica de siloñcana prospera el dvija pacífico, No el que cobra por sus ritos, dejando su posición de mendigo.” (siloñcana: la actividad de recoger los cereales dejados en el mercado.) Tras así decir, con los devas que le rodeaban, Hizo las ceremonias con entusiasmo y atención;

Y siendo superior, venció a Sukracarya, Y dio a los dioses el Narayan Kavaca protector. CAPITULO 8 El Escudo Narayan Kavaca. Sri Visvarupa dijo: Si algún tipo de temor llega, uno debe lavar sus manos y pies, y hacer acaman cantando el mantra: om apavitrah pavitro va, sarvavastham gato ‘pi va, yah smaret pundarikaksam, sa bahyabhyantarah sucih, sri-visnu srivisnu sri-visnu. Después uno debe tocar hierba kusa y sentarse mirando el norte. Ya estando del todo puro, uno debe tocar con sus manos las ocho partes de su cuerpo, con el mantra compuesto de ocho sílabas: om namo narayanaya. Comenzando con el pranava Om uno debe tocar, sílaba por sílaba, sus pies, rodillas, muslos, abdomen, corazón, pecho, boca y cabeza. Luego debe cantar el mantra al revés, y así, comenzando con la sílaba ya, debe tocar las mismas partes del cuerpo en orden descendente. Después uno debe cantar el mantra de doce sílabas: om namo bhagavate vasudevaya. Precediendo cada sílaba con el pranava Om, uno debe situar las sílabas del mantra en la punta de los dedos, empezando por el dedo índice de la mano derecha y terminando en el índice de la mano izquierda. Las cuatro sílabas sobrantes las debe situar en la juntura de los pulgares. Después uno debe cantar el mantra de seis sílabas: om visnave namah. Uno debe situar la sílaba Om en toda la cabeza, vi en lo alto de la cabeza, sa entre las cejas, na en la sikha, ve entre los ojos, na en todas las junturas del cuerpo y meditar en la sílaba ma como si se tratara de un arma. Así debe identificarse del todo con el mantra. Luego, agregando visarga (ha) a la sílaba final ma, uno debe cantar el mantra: mah astraya phat en todas las direcciones, empezando por el Este. De este modo uno quedará del todo protegido por el mantra. Después que Visvarupa diera las indicaciones previas al canto del Narayan Kavaca, lo entregó como sigue. Visvarupa dijo: ¡Oh, Hari!, concédeme pleno resguardo; En el dorso de Garuda posas Tus pies, Caracola, disco, escudo, espada, maza, flechas, arco,

Cuerdas, sostienes en Tus manos, y posees el óctuple poder. //12// Que Matsya me proteja en el agua, de los feroces acuáticos amigos de Varuna; Que en la tierra me respalde Vamana; Que Visvarupa en el cielo, me dé Su ayuda. //13// Que en el bosque o en el frente de batalla, me guarde Nrsimha, el enemigo de Hiranya; Ese Señor, al lanzar Su resonante carcajada, Hizo que las esposas de los demonios abortaran. //14// Que Yajñesvara me proteja en los caminos, Él, como Varaha, levantó la tierra con Sus colmillos; Que Parasurama me cuide en lo alto de los cerros, Y Rama con Laksman, en los países extranjeros. //15// Que de seguir falsas religiones por causa de la locura, sea guardado por Narayan, como también de ser altivo; Que Dattatreya, el maestro del yoga, me impida dejar la senda pura, Y que Kapila el virtuoso, no me deje actuar con fines fruitivos. //16// Que Sanat-kumara, el gran brahmacari, me proteja de la lujuria, Que Hayasirsa me impida herir a los brahmanas y al Supremo, Que Narada me guíe para no ofender durante mi puja, Que Kurma Hari me proteja de ir a los infiernos. //17// Que Bhagavan Dhanvantari evite que caiga enfermo; Que Rsabhadeva, el autocontrolado, me salve de lo dual; Que Yajña me proteja de la difamación del pueblo; Que Sesa me aparte las serpientes, Él, quien es Balaram. //18// Que Bhagavan Dvaipayana impida que ignore las escrituras, Que Buda me salvaguarde del necio ateísmo que niega el Veda, Que Kalki me ampare de las suciedades de Kali-yuga, Él es el gran avatar que custodia el dharma de la era. //19// Que Kesava me defienda con Su maza, al principio del día; Que Govinda, con Su flauta, lo haga en la segunda sección; Que Narayan, pleno de potencia, en la tercera me bendiga;

Que Visnu, con Su disco, me cuide en la cuarta porción. //20// Que Madhusudana, el del temible arco, en la quinta me proteja, Que Madhava, como Brahma, Visnu y Siva, esté al atardecer; Que al principio de la noche vele por mí Hrsikesa; Y Padmanabha en la segunda y tercera parte del anochecer. //21// Que el Señor del Srivatsa me ampare en la cuarta fracción; Que al fin de la noche, lo haga Janardana, Quien porta una espada; Que antes de aclarar, Damodara me conceda Su atención, Y Visvesvara, cuando despunta la mañana. //22// ¡Oh, cakra!, afilado y ardiente, como el fuego de la devastación, Que al ser lanzado por Visnu, recorres el universo: ¡Destruye! ¡Destruye de inmediato a todo opositor!, Como reduce el fuego a la paja, con la ayuda del viento. //23// ¡Oh, maza!, tu golpe arranca chispas como rayos, ¡Oh, amada de Ajita!, destruye, destruye a esos fantasmas Kusmandas, vainayakas, yaksas, raksasas, Bhutas y grahas. ¡Pulveriza! ¡Pulveriza a mis adversarios! //24// A los raksasas, pramathas, pretas, matas, Pisachas, a los brahmanas fantasmales de temible mirar, ¡Oh, caracola!, llena del soplo del Señor, con tu tronar: ¡Estremece el corazón de estos que me atacan! //25// ¡Oh, magnífica y afilada espada en manos del Señor! ¡Corta! ¡Corta a mis enemigos en mil pedazos! ¡Oh, escudo marcado con cien círculos como lunas en resplandor! ¡Deslumbra! ¡Arranca los ojos de los que me presentan rechazo! //26// Protégenos del temor a los malos planetas, De los meteoros, de los hombres recelosos, De las serpientes, escorpiones, de las bestias, De los bhutas, de los elementos y de lo vicioso. //27// Protégenos de todo ello mediante el continuo canto del nombre, de la forma y actividades del Señor; Que todos sean destruidos de inmediato,

¡Todo lo que obstaculice nuestra perfección! //28// Que Bhagavan Garuda, el glorificado, El señor que personifica a los Vedas, En toda contrariedad nos brinde amparo, Y también con Sus nombres, Visvaksena. //29// Que la mención de Hari, Su forma, armas y portadores, Nos liberen de todo tipo de peligro; Que nuestra inteligencia, mente, vida y labores, Por Sus adornos y asociados, queden protegidos. //30// Como Bhagavan, por cierto, Es tanto lo temporal y lo eterno, Pues Él cobija a la causa y el efecto, ¡Lleve a aniquilación cuanto tememos! //31// El pensador ve la unidad en lo dividido, Lo ve todo vinculado al Supremo Ser, Ve que Sus adornos, armas, nombres y símbolos, Son representación de Su fuerza y poder. //32// Gracias a Su comprensión superior, Todo es sabido por Bhagavan Hari; Que Él nos proteja en Su múltiple manifestación, Que lo haga siempre, en todo lugar, El que está aquí y allí. //33// En todo rincón, dirección, arriba, abajo, ¡por todos lados! Por dentro, por fuera, se encuentra Bhagavan Nrsimha; Todo temor destruye con Su rugido, o al ser invocado, Que con Su refulgencia cubra todo, ¡que someta toda anomalía! //34// Si alguien utiliza esta coraza, A quien sea él con sus ojos mire, O toque con sus pies, sin tardanza, Se librará de toda adversidad posible. //36// Nunca sentirá miedo Quien cante esta plegaria, Y de los ladrones, de los malos planetas, del gobierno,

Y de toda enfermedad, no temerá más nada. //37// Sri Sukadeva Goswami dijo: Quien escuche esta oración en momentos de temor, O quien sea que la recite con fe y veneración, Será adorado por todos los seres, Y se librará de toda perturbación. //41// Quien vista esta armadura, librará de todo peligro a quien toque con el pie o con la mirada; ¡Oh, rey!, en el pasado, Kausika, poderoso en ascetismo, Dejó su cuerpo tras usar esta coraza sagrada. Y un día Citraratha, el rey de los gandharvas, Sobrevoló con sus mujeres el cuerpo de este renunciante; Al hacerlo, su avión cayó en picada, Y los valikhilyas le pidieron que echara sus huesos, En el cercano río Sarasvati. Quien sintiendo algún temor, usa este kavaca, O escucha de él con fe y veneración; Se libera de toda amenaza, Tal como Indra, que salió vencedor.

CAPITULO 9 La Aparición de Vrtrasura. Visvarupa tenía tres cabezas, con una bebía soma, Bebía vino por la segunda y por la tercera comía; Ofrecía a los devas en las distintas ceremonias, Pero también a los daityas, en forma escondida. (Pues descendía de padre deva y de madre daitya.) Cuando Indra lo sorprendió, cortó sus tres cabezas, Transformándose la primera en una perdíz negra, La segunda en gorrión, y en perdíz común la tercera; Y desidió tolerar por un año el dolor por esta ofensa.

Luego, para purificarse, repartió el resultado pecaminoso, Entre la tierra, el agua, las mujeres y los árboles: La tierra aceptó el desierto, por el bien de tener pozos; El agua aceptó la espuma, a cambio de aumentar los cereales; Los árboles aceptaron el fluir de savia, a cambio de rebrotar; Y las mujeres la menstruación, a cambio de más vida sexual. Pero Tvasta, el padre de Visvarupa, creó a Vrtrasura, Invocando ante el fuego a un enemigo de Indra; Su espantoso porte hizo huir de pavor a las criaturas, Y recibió ese nombre, porque todo lo cubría. Devoró las armas de los devas agresores, Quienes oraron a Narayan pidiéndole consuelo, Él vence el tiempo, es refugio en todas las condiciones, Los demás son como cruzar el mar tomando la cola de un perro. Los devas dijeron: “Así como Satyavrata fue salvado por Matsya, O como a Brahma salvaste del poderoso oleaje, Sálvanos Señor, que en tantos aspectos nos rescatas, Tú eres el Alma Suprema, dígnate congraciarte.” Apareció ante ellos el Señor Narayan, Servido por dieciseis asistentes personales; Al verle, la felicidad les embargaba, Y de este modo siguieron orándole: ¡Oh, Controlador Supremo!, Tú riges los tres destinos, Con Tu chacra matas a los demonios y tienes mil Nombres. ¡Oh, Señor Supremo! ¡Oh, Narayan! ¡Oh, Vasudeva! ¡Oh, Fuente de Bendición! ¡Bienestar Personificado! Eres la Persona más excelsa, la experiencia suprema, Amo del universo, Señor de la Diosa de la Fortuna, Te perciben esos sannyasis que recorren el mundo, Cantando para bien de todos, las glorias Tuyas. ¿Te atan las leyes del mundo, o eres superior a todas ellas? Esto Te preguntamos pues nos admiran Tus formas de actuar;

No Te entiende el teólogo, entre falsos sastras y turbias ideas, Y toda contradicción armonizas, como el dolor y la felicidad. Una cuerda causa temor a quien la ve como una serpiente, Mas no al de inteligencia clara, pues la ve como una soga, Así Tú, como Paramatma, no inspiras temor al inteligente, Y te encuentras siempre por encima de esta energía ilusoria. ¡Oh, Madhusudana!, quien pueba una gota de Tu néctar, siempre Te alaba, Y al alcanzarte ya no regresa, y se vuelve el verdadero amigo; ¡Oh, Señor! ¡Oh, Padre y fuerza de los mundos, en Tu encarnación de Vamana! ¡Oh, Nrsimha de tres ojos! ¡Oh, Tú, que eres el más bello y benigno! Apareces en forma humana, de animal, acuática o mixta; Y al hacerlo, siempre estás castigando a los demonios danavas, Te pedimos, si así lo quieres, que encarnes para matar a Vrtra; ¡Oh, Protector! ¡Padre de nuestro padre! ¡Somos Tus rendidas almas! Nuestras mentes se atan a Ti, con cadenas de pasión amorosa, Alívianos con Tu mirar, con Tu alegre y compasiva sonrisa, Y con las dulces palabras que emanan de Tu hermosa boca; Libéranos del temor, que este gran demonio nos incita. Así como la función del fuego no puede cumplirla una chispa, Así de Ti dependemos y no necesitas que nada se Te informe, Todo lo sabes, todo lo ves, nada afecta a Tu posición magnífica, Te buscamos porque solo Tú quitas todas las perturbaciones. Sálvanos por ello de este hijo de Tvasta, Quien se ha tragado nuestras armas e instrumentos de guerra; Eres el refugio exclusivo de Tus bhaktas, El único que pone fin a toda miseria. El bendito Señor dijo: Mucho me complacen vuestras oraciones llenas de conocimiento, Todo obtiene Mi devoto, mas, por ser akama, solo pide Mi servicio, Él siempre reseta lo correcto, como un buen médico, Que no engaña al inocente, sino que busca su beneficio.

¡Oh, Maghavan! bien a ti, pide su poderoso cuerpo a Dadhyañca Él liberó a los Asvinikumaras con su ciencia espiritual, Y entregó el Narayan Kavaca a Tvasta, Gracias a este kavaca, su poderoso cuerpo les va a ayudar. Cuando los Asvinis pidan el cuerpo a Dadhici, él se los dará, Y con sus huesos, Visvakarma producirá un rayo, Con éste matarás a ese asura, que no les guarda enemistad. CAPITULO 10 La Batalla Entre los Semidioses y Vrtrasura Siguiendo el consejo del Señor, los devas fueron donde Dadhyañca, Él aceptó dar su cuerpo, mas antes les dijo como en juego: “Doloroso es partir, ¿qué no hace el alma por abrazarse a lo que ata? ¿Quién así está dispuesto a morir, aun si se lo pide el Supremo?” Los devas dijeron: Las personas santas y generosas como su señoría, Cuyas actividades son dignas de elogio, Siendo tan bondadosas, ¿qué cosas no darían? ¡Hasta sus propios cuerpos!, por favorecer a otros. Los que están muy centrados en sus necesidades, Piden sin considerar el sufrimiento del que da; Así también, si supiera de sus dificultades, No se negaría a ayudarle quien puede hacer caridad. El santo Dadhici dijo: Rehusé al principio a entregarles el cuerpo, Solo para escucharles hablar del dharma; Igual debería dejarlo en algún momento, Así mejor darlo por una causa elevada. ¡Oh, devas!, cuando alguien no es compasivo ante el dolor de los demás, Y no sacrifica su cuerpo por una causa superior,

Hasta los seres inmóviles lamentan su falta de piedad, Pero el sabio considera inmortal al que siente compasión. Dicho esto, Dadhici dejó su cuerpo en un trance, Y Visvakarma hizo el rayo, que también tenía el poder de Hari; Éste lo empuñó Indra, quien sobre Airavata lucía radiante, Mientras partía a la guerra, rodeado por devas mil. Avanzó el rey del cielo como Rudra persiguiendo a Antaka, Esto fue al final del Satya, en las orillas del Narmada, Encegueció a los asuras con su implacable marcha, Mas aun así le atacaron, protegidos con armaduras doradas. Las muchas armas les cubrieron, como nubes a las estrellas, Mas fueron todas rotas cuando caían del cielo; Rompieron después picos montañosos, árboles y piedras, Y al ver a los devas ilesos, los asuras sintieron miedo. Sus armas fueron tan inútiles como el insultar a un santo, Esto visto, hasta los héroes danavas se dieron a la fuga; Al verles, Vrtrasura llamó a Vipracitti, a Namuchi y a otros tantos, Invitándoles a una muerte gloriosa, y a que no huyan. Dijo que si ya estamos destinados a morir, ¿Por qué no hacerlo de un modo superior? Hay dos formas de hacerlo —dijo así— Partir como un yogui o en la batalla con honor. CAPITULO 11 Las Cualidades Trascendenales de Vrtrasura Atacaron los semidioses a los asuras que huían, Para fastidio de Vrtrasura quien les dijo indignado: “No es correcto matar así a quienes temen por su vida, No se alcanzan por estos actos los planetas más elevados.

¡Oh, insignificantes devas!, si en verdad poseen heroísmo, Si tienen paciencia y no están sujetos al deseo, ¡Vengan! —clamó con furia— ¡enfréntense conmigo! Mas los hizo desmayar con su grito de trueno. Cuando los semidioses cerraron sus ojos llenos de terror, Vrtra, con su tridente en mano, les pisoteó como un elefante a cañas; Indra, al ver esto, lanzó una maza de difícil contención, Pero el gigante la tomó con su mano izquierda, como si nada. Con ella golpeó a Airavata, lanzándolo a catorce metros, Mas detuvo su ataque, al ver a Indra y a su elefante angustiados; Lo sanó Indra con su mano y se levantaron en silencio; Vrtra gozó de estar por fin ante el asesino de su hermano. Vrtrasura dijo: Solo para disfrutar del svarga mataste al que era tu sacerdote, Así careces de fortuna, de vergüenza y de piedad, Muerto por mi tridente, te comerán las bestias, sin que el fuego te toque; Y ofreceré las cabezas de tus amigos a Bhairava y a lo fantasmal. Mas feliz moriré si me matas, pues así con mi cuerpo, Pagaré mi karma al nutrir a los perros y a los buitres; ¡Usa tu rayo entonces!, lanzar la maza, fue inútil intento, No temas, te favorece Visnu, recurre a Su poder y al de Dadhici. Me libraré de este cautiverio al partir meditando en Sankarsana, Siguiendo así la senda de Narada Muni y de otros sabios; La opulencia incrementa el orgullo, la agresión, la desconfianza, Se sufre para lograrla y para conservarla a buen resguardo. Nuestro Señor prohibe a Sus devotos los inútiles esfuerzos, Por obtener dharma, artha y kama, y bendice al que no ambiciona. ¡Oh, mi Señor! ¿Cuándo volveré a atender a Tus siervos excelsos, Para que mi cuerpo y mente se ocupen solo en atender Tu Persona? Ni por la posición de Brahma dejaría yo Tu compañía, Pues como anhelan a sus madres las aves y terneros, así yo a Ti; Por ello, por sadhu sanga, ya no quiero deambular por esta vida, ¡Déjame desprenderme del todo, para poderte servir!

CAPITULO 12 La Gloriosa Muerte de Vrtrasura Vrtrasura, prefiriendo en verdad la muerte a la victoria, Lanzó su fatal tridente gritando: “¡Te voy a matar! ¡Pecador!” Voló éste como un meteorito deslumbrante, mas con hábil maniobra, Indra lo cortó en pedazos, como así también un brazo del gran agresor. Éste, iracundo, golpeó a él y a su elefante con una maza de hierro, Haciéndole caer el rayo, que no quiso recoger por vergüenza; Mas Vrtra le dijo: Toma tu arma, no te quejes, ataca de nuevo, Solo el Señor es invencible, y como a títeres nos sujeta a Su obediencia. Un animal piensa que está siendo devorado por un león, Pero es el mismo Supremo quien crea y devora a todos los seres; Al morir, uno pierde sus logros y posesiones con gran dolor, Y con la victoria, por gracia del Señor, puede ganar esos bienes. Ya que todo depende de Él, debemos permanecer tranquilos, Tolerando las dualidades que resultan en alegría y tristeza; Mira como yo te ataco sin amargura, a pesar de ya estar vencido, Deja por ello tu desaliento y lucha reuniendo tus fuerzas, Toma esto como un juego ordenado por el destino. Indra sonriendo dijo: ¡Oh, demonio!, por tu firmeza ante esta contrariedad, Veo que eres un devoto perfecto, situado en la bondad pura; A alguien como tú, que se sume en un océano de néctar trascendental, ¿De qué le puede servir un pequeño charco de agua turbia? Sri Sukadeva Goswami dijo: Así, ambos hablaron del bhakti y siguieron luchando como un deber. Indra cortó el segundo brazo y la maza que Vrtra le lanzara; Éste, abrió en ataque su enorme boca, y se tragó al elefante con su rey, Mas a pesar de esto, Indra no murió, por estar protegido por Narayan. Atravezó con su rayo el abdomen de Vrtrasura y salió,

Y en un año cortó su cabeza, tan alta como una montaña; Los siddhas y gandharvas festejaron con flores y con gran clamor, Y todos vieron cómo a Sankarsan elevó Vrtra su alma. (Srila Prabhupad, citando a Srila Visvanath Cakravarti Goswami, dice que en realidad Vrtrasura venció a Indra al tragárselo con su elefante, y tras esto entró en trance para irse donde Sankarsana, dejando salir ileso a Indra, pero Vrtra ya se había ido.)

CAPITULO 13 El Rey Indra Acosado por la Reacción Pecaminosa. Tras la muerte de Vrtrasura los devas volvieron felices a sus moradas, Solo Indra lamentaba haber matado a este brahmana, además de a Visvarupa; Los sabios le prometieron contrarestar esta ofensa con un asvamedha-yajña, Sin embargo esta expiación prevista de antemano, no pudo liberarlo de su culpa. Por ello Indra se vió perseguido por una tuberculosa anciana, Su aliento era fétido y sus ropas estaban manchadas con sangre; Se ocultó en el manasa-sarovara, de la bruja que le acosaba; Mil años estuvo allí en un loto, pobremente alimentado por Agni. Entre tanto Nahusa tomó su lugar y ciego por la opulencia, Deseó a la mujer de Indra, por lo que fue convertido en serpiente. Laksmi, que vive entre los lotos de ese lago de excelencia, Protegió a Indra, quien se liberó por orarle a Visnu, ferviente. Tras esto, los brahmanas le hicieron volver a su trono celestial, Y celebraron con Marici un asvamedha para el placer del Supremo. Los sabios escuchan esta historia en toda festividad, Porque trae toda buena fortuna y cumple todos los deseos.

CAPITULO 14

La Lamentación del Rey Citraketu. Pariksit preguntó: ¿Cómo es posible que Vrtrasura tuviese ese amor por Dios, El cual, muy rara vez se encuentra, incluso entre las almas liberadas? muktanam api siddhanam narayana-parayanah sudurlabhah prasantatma kotisv api maha-mune //5// Entre muchos liberados y perfectos, Encontrar a uno inclinado por Narayan, Que sea pacífico, es difícil, por cierto, ¡Incluso entre millones! ¡Oh, gran alma! Sri Suka dijo: ¡Oh, rey!, te contaré lo que escuché de Vyasa, de Narada y Devala: En la provincia de Surasena, Citraketu reinaba la tierra, Tuvo diez millones de esposas, mas nunca quedaron embarazadas, Por lo que a pesar de sus muchas virtudes, sufría una gran pena. Un día Angira visitó su corte y el rey se sentó humilde a sus pies, “Espero que estés feliz —le dijo el sabio— bajo buena guía, Con buenos ministros, reino, castillo, tesoro, amigos y grey, Gracias a los cuales pueden todos vivir en buena armonía. “Si el rey controla sus sentidos, sus súbditos y familias le obedecen. ¿Te encuentras bien? No me parece que tu alma esté del todo satisfecha.” “¡Oh, santo! —dijo él— te responderé, aunque nada se oculta a tu mente, A pesar de este gran reino, temo el infierno, por carecer de descendencia.” El poderoso Angira, el hijo de Brahma, le mostró su bondad, Y haciendo un yajña ofreció arroz dulce a Tvasta, Después lo dio a Kritadyuti, quien era la reina principal, Diciendo: “¡Oh, rey, tendrás un hijo que te dará dicha y desgracia!” (Harsasoka: sería el nombre del hijo.) Muy feliz estaba Citraketu con el nacimiento del niño, Y como al nuevo rico por su dinero, día a día le crecía su apego;

También por Kritadyuti, en desmedro de las demás, aumentó su cariño, Por lo que sus coesposas ardían en lamento, envidia, e incontenible celo. Sintiéndose inferiores a sus mismas sirvientas, Y despechadas ante la frialdad del marido, Envenenaron al niño, perdiendo su inteligencia, Mientras la reina pensaba que aún estaba dormido. Pasado un tiempo, pidió a la nodriza que le despertara, Ella, al ver sus ojos blancos, gritó desconcertada en su agonía, Corrió la reina al lugar, y al saber del hecho, cayó desmayada, Llegaron todos y lloraban las reinas, con lágrimas fingidas. El rey corría y caía, y al llegar al cuarto, perdió el sentido, Kritadyuti clamó al cielo, llamando a Dios de inclemente: “¿Cómo matas a un hijo estando el padre aún vivo, Al violar así Tus leyes, ¡eres en verdad un indolente! “Si dices que no hay ley que regule esto y que todo es karma, Entonces, no hay ninguna necesidad de un Dios controlador; Y si dices que es necesario, pues la materia de por sí no hace nada, Igual, si el karma es tan fuerte, nadie querrá criar con amor. “Hijo querido, por favor despierta y mama de mi pecho, Si te vas, deberemos sufrir en la región infernal. ¡Oh, nunca más escucharé tu dulce voz!” —clamó en lamento— En ese momento, Angira y Narada Rsi, llegaron al lugar. CAPITULO 15 Los Santos Narada y Angira Instruyen al Rey. Los sabios dijeron: ¿Qué relación tienes con ese cuerpo muerto, y éste contigo? Como junta y separa la arena el mar, así pasa a todos los seres; A todos nos somete el tiempo y solo el Señor maneja nuestros destinos, Nadie es independiente a su disposición y leyes. El rey alabó a los sabios que como santos avadhutas,

Recorrían el mundo para iluminar a los dolidos; Al oír sus palabras sintió alivio en su angustia; Y se vio como un animal en la ignorancia sumido. Angira dijo: “Como devoto que eres, no debes lamentarte por nada material, Pude darte el saber supremo esa vez que vine a verte, Mas te di solo un hijo, al encontrarte en tan gran ansiedad; Mira ahora cómo solo causa dolor, lo que no es permanente. “Por ello, considera en profundidad la posición del alma, Y al dejar el apego innecesario, encontrarás la paz.” “Te daré un mantra —le dijo Narada— y en siete días verás cara a cara, A ese Señor que concede el mayor logro espiritual.” CAPITULO 16 El Rey Alcanza el Refugio del Señor Supremo. Narada dijo, tras revivir al niño muerto: ¡Oh, alma!, mira a tus padres sufriendo sin consuelo, Porque moriste muy joven, vuelve a tu cuerpo, Y por el tiempo que te correspondía, disfruta el reino. El alma dijo: En mi deambular he pasado por muchos nacimientos, ¿A qué reino, padre y madre específicos te refieres? En este mundo uno, o es neutral, o desarrolla odio o afecto, Pero al final por igual, todas las relaciones se pierden. Tal como el oro pasa de una mano a otra, Así mismo pasan las almas por distintas envolturas; Estas relaciones nos afectan y nos son penosas, En tanto las ideas de posesión perduran. El alma, el verdadero ser, es eterno, Los lazos aquí se basan en los cuerpos transitorios, Así, la dicha o dolor, producto del apego, No deberían afectarnos de ningún modo.

Nosotros, el ser eterno, nos mantenemos aparte, Observando este mundo de amigos y enemigos; Somos porción del Señor, no hay razón de alarmarse, Pues como a Él, nada en verdad puede herirnos. Así el niño habló de lo temporal de esta existencia, Lo que alivió al rey y a sus reinas de toda penuria; Después recibió el mantra que lleva a la trascendencia, Tras lo cual ambos sabios se perdieron en las alturas. Así decía el mantra recibido por Citraketu: “Reverencias a Ti, Supremo Bhagavan, Vasudeva, ¡Oh Pradyumna, Aniruddha, Sankarsana! ¡Oh, Forma de Bienaventuranza Suprema!, ¡Oh Autosuficiente, siempre imperturbable o santa! “Tal como un vaso de greda se sostiene sobre la tierra, Y luego se transforma en tierra cuando se quebraja; Así en brahman todo se origina, se mantiene y se degenera, Reverencio por tanto a Quien lo mundano no alcanza. “Como el hierro, al calentarse, manifiesta los síntomas del fuego, Así mismo la materia muestra las del alma; Mil devotos masajean Tus pies, ¡oh, Supremo! Eres el Amo de todo poder místico, mis reverencias postradas.” Por una semana, bebiendo solo agua, cantó este mantra, Y obtuvo Vidyadhara-loka, como un intermediario logro; En pocos días más alcanzó los pies de loto de Ananta, Le vio hermoso, blanco, de ropa azul, con tierna sonrisa y adornos. Con lágrimas de amor y ahogado por el éxtasis, dijo estas palabras: Aunque eres inconquistable, Te conquistan los devotos controlados, Y por Tu gracia, permites que Te apresen los que Te aman, Y por darte a ellos, los haces a su vez Tus esclavos. Esta manifestación es Tu opulencia y los devas son porciones Tuyas, mas por eso se creen con independencia; Estás presente en cada rincón de los mil universos que creas,

Que son como átomos para Ti, en Tu gran aspecto de Sesa. Los disfrutadores que adoran a los devas son como animales, Pues tras lo efímero oran a una chispa y lo que dan, se desvanece; Mas quienes Te sirven a pesar de sus deseos materiales, Cruzan este samsara y ya no ven nacimientos ni muertes. Solo el Bhagavad-dharma es puro y conduce a Tus pies, Los demás procesos están llenos de envidia o de enemistad; Por ello no puede esperarse de ellos ningún verdadero bien, Tan solo encienden Tu ira, por su irreligión y falta de ecuanimidad. Por escuchar de Ti, uno se libera, ¿qué decir de quien puede verte? Así me he podido purificar gracias a la promesa de Narada; El materialista superficial, de ni un modo puede entenderte, Por Ti se percibe y se actúa, ¡mis reverencias a Tu forma de naga! Sri Bhagavan Anantadeva dijo: ¡Oh, rey!, ahora eres perfecto por haber seguido a Narada y a Angira, Soy Paramatma, el principio, el sonido trascendental y la Deidad; El mundano crece pensando que es para su placer esta fantasía, El mundo también se expande, mas Yo sostengo la totalidad. Al ver que el actuar fruitivo está lleno de dificultades, Y que uno obtiene un resultado opuesto al que esperó, El inteligente renuncia incluso a ejecutar rituales, Y por renunciar y servirme, alcanza la máxima perfección. Marido y mujer se unen y tratan de mitigar el sufrimiento, Sin embargo, por sus deseos mundanos, solo logran gran pesar; Uno debe dejar lo fruitivo mediante el buen discernimiento, Y dedicarse a entender la relación conmigo, y así Me alcanzará.

CAPITULO 17 Madre Parvati Maldice a Citraketu. Tras reverenciar en la dirección en que había partido Ananta,

Citraketu comenzó a viajar como el rey de los vidyadharas; Por millones de años lo hizo, sin perder su juventud ni bella estampa, Recorrió el Sumeru alabando a Hari, con mujeres que le acompañaban. Una vez en que surcaba el espacio en su nave dada por el Señor, Vio a Siva entre sabios rodeado, y por siddhas y caranas; Parvati estaba en su regazo y Citraketu entre risas señaló, Que no era un buen ejemplo estar así ante esas grandes almas. El insondable Mahesa y los sabios se limitaron a sonreír, A pesar de la enérgica crítica, por creerse superior a Siva; Mas la diosa Parvati, muy irritada, le dijo a Citraketu así: “¿Quién eres tú, advenedizo, que con tanta ínfula castigas? “Querido hijo, eres un insolente y atrevido, Por lo que nacerás como un demonio bajo; Para que no repitas esto, te doy este correctivo, A fin de que no vuelvas a ofender a los santos.” Él descendió de su avión y con gran humildad le dijo a Parvati: “Querida madre, acepto esta maldición con manos juntas, No me preocupa, pues uno recibe según el bien o mal que hace, Como entre las olas de un río, uno se hunde y emerge, sufre y disfruta. “Bien y mal los crea el Señor a través de Su maya, ¡Oh, madre!, te enojaste sin razón, pues dije lo cierto, Mas acepto esta maldición, fruto de mis actividades pasadas, Y pido tu perdón, si consideras que hice algo incorrecto.” Todos le vieron partir y admiraron su conducta, Y ante la presencia de ellos, dijo así el gracioso Siva: “¡Oh, hermosa Parvati!, mira cómo los siervos de Acyuta, No tienen ningún temor, y nada esperan de esta vida. narayana-parah sarve na kutascana bibhyati svargapavarga-narakesv api tulyartha-darsinah //28// “Los devotos puros de Narayan,

No sienten temor por nada; Entre cielo, infierno o liberación, No hacen ninguna distinción. “Felicidad y aflicción son lo mismo, ambos ilusorios, Ambos son producto de un profundo sueño; Los devotos poseen saber perfecto y de ni un modo, Les interesan los supuestos placeres terrenos. “Ni yo, ni Brahma, ni los Asvini, ni Narada, Podemos, por creernos independientes, entender Su identidad; Él es el amigo auspicioso, el Alma de todas las almas; Citraketu es Su gran devoto, por ello él es tan especial.” Uma, al oír esto, se serenó. Citraketu, aunque podía, no quiso replicar, Por ser un gran devoto del Señor, Lo que es muy digno de elogiar. De este modo fue que nació del sacrificio de Tvasta, Aunque seguía dotado de su saber trascendental; Así, Pariksit, te expliqué cómo nació entre los daityas. Quien recuerde esta historia al alba, ¡volverá al hogar! CAPITULO 18 Diti Hace el Voto de Matar a Indra. Diti, lamentando la muerte de sus gemelos, pensó: “Indra, por complacerse en su poder, mató a los hijos míos, Por lo que es muy cruel, pecaminoso, y duro de corazón; En gusanos, excremento o cenizas, terminarán esos reyes altivos, Quien mata así por envidia, no sabe de la vida, de su fin o razón. “Indra se cree eterno y por ello no se controla a sí mismo, Así pues, deseo un hijo que le saque de esta insensatez.” Con este fin sirvió a Kasyapa, con sonrisas y con gran dominio, Hasta el día en que le prometió que la iba a satisfacer.

Al ver desapegadas a las entidades vivientes, En el principio, Brahma, el prajapati, Creó a la mujer, que arrastra la mente, De la mitad del hombre, de su mejor parte. Sri Kasyapa dijo: ¡Oh, hermosa esposa! ¡Oh, dama irreprochable! Me has servido como a Dios mismo, pide lo que desees, Nada hay que un marido satisfecho pueda negarle a su casta mujer, ni en esta vida, ni en la que viene. Diti dijo: ¡Oh, esposo mio! ¡Oh, gran alma!, si deseas darme una bendición, ¡Te pido un hijo inmortal, que pueda matar a Indra! Ya que él, con la ayuda de Visnu, nos ha matado a dos. Kasyapa lamentó este pedido, que le obligaba a una acción impía. Kasyapa pensó: ¡Ay de mi!, por ilusión y apego a la complacencia, me aferré a mi mujer, Soy un miserable y con toda seguridad voy camino al infierno; Ella no es condenable, pues solo se guió por lo que natura le dicta hacer, Mas yo soy un hombre, ¡maldito sea!, por no controlarme como debo. El rostro de la mujer es tan hermoso como el loto en el otoño, Su voz es dulce al oído, pero su corazón es como una navaja, ¿Cómo entender entonces por qué actúan de uno u otro modo? Matan incluso a sus hijos, a esposos o hermanos, si en ello ven ganancia. Le he prometido una bendición, Y no puedo ir contra mi palabra; Mas Indra no merece tan dura sanción, Por lo que tengo la solución adecuada. Kasyapa, deseando liberar a su mujer de su envidia, Le recomendó hacer el pumsavana, de difícil ejecución; Si fallaba en él, le nacería un amigo de Indra, Esta condición aceptada, Diti, feliz, se embarazó. Comenzó además a cumplir fiel el voto, e Indra vino a asistirla, Le traía los ingredientes del yajña, ansiando verla caer en error;

Una vez, en su cansancio, no se enjuagó y fue a dormir cuando no debía, Cosa que aprovechó Indra para entrar en su vientre y cortar en siete su embrión. Siete seres salieron de allí que lloraban... “No lloreis”, les dijo Indra, y volvió a cortar a cada uno en siete partes más. “Somos los maruts, Le dijeron al agresor, tus hermanos, ¿por qué atentas contra nuestras vidas?” “Si sois mis hermanos, les dijo éste, no teman mi rayo, no les he de matar.” Pariksit, como fuiste salvado del brahmastra de Asvatthama, Así se salvaron estos hijos de Diti, por gracia del Supremo. Por adorar a Visnu durante un año, estaba ella del todo purificada, Y al despertar vio a Indra con sus hijos, que brillaban como el fuego. Diti le dijo a Indra: Querido hijo, me sometí a este voto, Para tener un hijo que los matase a vosotros, los doce hijos de Aditi; Pedí uno solo, ¿mas por qué tengo ahora cuarenta y nueve ante mis ojos? Si sabes acerca de esto, dime la verdad, no trates de mentirme. Indra dijo: Querida madre, siendo egoísta y cegado por los deseos mundanos, Dejé el dharma, y al hallar error en tu voto, corté tu embrión en pedazos; Sorprendido al ver que sobrevivían, entendí que era el resultado secundario, De que hubieras servido a Visnu con toda regularidad, paso a paso. Los devotos no aspiran por mukti ni por nada material, Mas aun así el Señor les complace todos sus deseos; ¿Cómo van a querer ese tipo de felicidad temporal, La cual puede conseguirse incluso en el infierno? ¡Oh, mejor entre las mujeres!, tu servicio salvó a todos tus hijos, Por favor perdona a este necio, por la ofensa que ha cometido. Diti quedó feliz, e Indra, tras recibir su permiso, Se elevó al cielo con los maruts... Así fue, como lo he oído.

CAPITULO 19 La Ceremonia Pumsavana

En este rito la devota esposa ora a Visnu y a Sri Laksmi, Glorificando Sus opulencias y misericordia ilimitada; Así podrá tener un buen hijo y las solteras podrán casarse, Sana las enfermedades, complace a los pitris y a Laksmi Narayan. Fin del Canto Sexto. Terminado el jueves 01 de julio 2004 Día de Guru-puja y desaparición de Srila Sanatan Goswami.

CANTO SÉPTIMO

CAPITULO 1 El Señor es Igual con Todos El rey Pariksit preguntó: Mi querido brahmana, el Señor Visnu es benévolo con todos, ¿Cómo entonces pudo, cual un ser común, volverse parcial, Y al tomar el lado de Indra, aniquilar a los demonios? Explícame esto, oh sabio, pues oí que Él es siempre neutral. Sri Sukadeva Goswami dijo: Tu pregunta es excelente, oh rey, pues al tratar estos temas, Se contrarestan todas las miserias de la vida condicionada; Por ello, tras reverenciar al gran expositor, a Sri Vyasadeva, Te explicaré lo que saborean sabios eximios como Narada. Aunque el Señor es trascendental, adviene aquí como un humano, Y situado en el corazón de todos, les recompensa de acuerdo a sus gunas; Los raksasas florecen en tamas, los demonios en rajas y en sattva los sabios, Éstos ven cómo favorece el Supremo, de acuerdo a cómo cada uno actúa. Ya antes, cuando Yudhisthir Maharaj estaba haciendo el rajasuya-yajña, Le preguntó sorprendido a Narada, cómo logró salvarse el malévolo Sisupal,

Quien, a pesar de siempre ofender al Señor junto con su hermano Dantavakra, Se mantuvo sano y fuerte, y no descendió como Vena, a la región infernal. Sri Narada en ese entonces le dijo: Elogio o blasfemia solo afectan a quien tiene apego corporal, Pero el Señor, siendo el amigo de todos, bendice o castiga para bien; Ya sea que uno Le recuerde por temor, afecto, lujuria, servicio o enemistad, Siendo Él trascendental, a cada uno le va a favorecer. Mediante el odio es mayor la absorción en el Señor que por bhakti-yoga, Ésa es mi opinión, y así, como sea que uno Le recuerde, sin duda se libera; Tal como el gusano de seda que siempre maldice a la abeja que lo aprisiona, Y por así siempre recordarla, adquiere al morir un cuerpo como el de ella. Krsna bendijo a las gopis por su lujuria, a Kamsa por su temor, Por el odio que Le tenían, a varios reyes envidiosos como Sisupal, A los Vrsnis y a los Yadavas, porque Le recordaban con amor, Y por nuestra práctica de servicio, a los devotos en general. De alguna de estas cinco formas uno debe meditar en Krsna, Y de este modo es seguro que uno irá al reino superior; Mas Vena no Le recordó nisiquiera en forma agresiva, Razón por la cual, no pudo alcanzar la salvación. Tus dos primos, Sisupal y Dantavakra, hijos de tu tía materna, Fueron en el pasado asociados del Señor, Mas la maldición de los brahmanas causó que cayeran, Y así fue que nacieron en tan perdida condición. Maharaj Yudhisthir preguntó: ¿Qué clase de maldición pudo afectar a estos visnu-bhaktas, Y quiénes tuvieron el poder de causarles este mal? A los habitantes de Vaikuntha lo adverso no les ataca, ¿Cómo aceptar entonces lo que me acabas de afirmar? Sri Narada dijo: Una vez, cuando los cuatro Kumaras recorrían el universo, Llegaron a Visnuloka, ante los porteros Jaya y Vijaya, Quienes, pensando que eran niños comunes, les negaron el acceso,

Cosa que airó a Sanaka, a Sanandana, a Sanatana y a Sanat-kumara. Éstos les maldijeron a nacer tres veces como demonios, Viniendo primero como Hiranyakasipu e Hiranyaksa, El mayor quiso matar a su hijo Prahlad de varios modos; Luego fueron Ravana y Kumbakarna, y después Sisupal y Dantavakra. Yudhisthir Maharaj al oír esto, quiso saber de la historia de Prahlad.

CAPITULO 2 Hiranyakasipu, Rey de los Demonios Sri Narada dijo: Mi querido rey Yudhisthir, cuando Sri Visnu, como Varaha, Mató a Hiranyaksa, su hermano Hiranyakasipu, muy enojado, Oscureció con su ira el cielo y anhelando la venganza, Dijo así a sus amigos demonios, mordiéndose los labios. Hiranyakasipu dijo: ¡Oh, danavas y daityas! ¡Oh, Dvimurdha, Tryaksa, Sambara y Satabahu! ¡Oh, Hayagriva, Namuci, Paka, Ilvala, Vipracitti, Puloman y los otros! Escuchen atentos mis palabras y cumplan mis órdenes en el acto, Ahora que Visnu mató a mi hermano tomando el lado de Sus devotos. El Señor, influenciado por maya, ha dejado de ser ecuánime, Y como un niño inmaduro, en la forma de un jabalí, se inclinó por los devas, Por ello, Le decapitaré con mi tridente y con Su profusa sangre, Complaceré a mi hermano que tanto gustaba de estas ofrendas. Cuando se corta un árbol de raíz, sus hojas y ramas se secan, Lo mismo pasará a los devas cuando mate a este Visnu; Vayan ustedes a la tierra y no permitan que allí florezcan: Ni los ksatriyas con sus reinos, ni los santos con sus himnos. El principio básico de la cultura Védica es complacer al Señor, Quien refugia el dharma, a los pitas y devas, y a toda criatura,

Si los brahmanas mueren, los ksatriyas no cuidarán la religión, Y así los semidioses morirán al no recibir ofrenda alguna. Donde se estudien los Vedas, ¡vayan pronto y destrocen! Donde se siga el varnasram y se respete a los dvijas; Prendan fuego a los asramas, arrasen los bosques, Que con sus grandes árboles son la fuente de vida. Así ellos, gustosos de causar desastres, le veneraron, Y partieron presurosos a causar sus males; Destrozaron campos, hermitas, pueblos, establos, Puentes, minas, industrias, residencias y capitales. Por causa de tanto disturbio, los ciudadanos tuvieron que parar sus actividades de la cultura Védica, con su ejecución de yajñas; Los devas, así aquejados, bajaron ocultos a la tierra para observar los distintos desastres con que estos demonios diezmaban. Después de los ritos fúnebres por la muerte de su hermano, Hiranyakasipu instruyó a sus nueve sobrinos, a su cuñada y a su madre: No deben lamentar la muerte de quien, como un héroe ha luchado, Pues caer así en el campo de combate, es lo más glorioso y deseable. Querida madre, en una posada los viajeros se reúnen solo por un tiempo, Y luego cada uno toma su rumbo por un distinto camino; Del mismo modo nos agrupamos en familias, solo por un momento, Y de acuerdo al karma nos separamos, para seguir nuestros destinos. Los árboles parecen moverse en el reflejo, también la tierra para el viciado, Así la mente afectada por las gunas piensa que el alma sufrió algún cambio; A unos considera sus parientes, a otros los ve como extraños, Y así sufre en este samsara en su paso por varios cuerpos. A este respecto hay una antigua historia, que Yama contó en la forma de un niño, A unos amigos del rey de Usinara, Suyajña, que acababa de morir en batalla; Las reinas llorando y llevando a sus pechos, los pies del monarca allí abatido: “¡Muertas somos, porque ha muerto él!”, repetían entre amargas lágrimas.

¡Oh, rey!— gemían ellas— fuiste el sostén y la felicidad de Usinara, Fuiste nuestro muy grato esposo y nuestro más sincero amigo, ¿Cómo ahora viviremos sin ti? ¡Permítenos ir donde sea que tú vayas! ¡Deja que te podamos seguir sirviendo! ¡Déjanos también partir contigo! Ya era el tiempo de quemar el cadáver, pero lo retenían aún entre sus brazos, Sus lamentos llegaron a la morada de Yama, quien bajó para iluminarlas: ¡Qué sorprendente es que ustedes, siendo mayores que yo, se lamenten tanto, Todos los seres mueren, y van y vienen, de una región que es ignorada. No hay excepción a esta regla así ordenada por la naturaleza, ¿Porqué lamentarse entonces, y cómo lo entiendo yo, siendo tan pequeño? Afortunados somos de confiar en el Señor con toda firmeza, Él nos cuidará, como lo hizo en el vientre, de todo desasosiego. Este mundo es como Su juego, en el que puede proteger o destruir. Alguien podrá perder su dinero en la calle y reencontrarlo, Y otro que lo ha bien guardado, lo perderá, si Él lo decide así; Como también unos mueren en casa, rodeados de buen cuidado, Mientras que otros en la mortífera selva, consiguen sobrevivir. Tomamos un cuerpo hasta cumplir una cierta tarea, Acabada la cual, nacemos en una nueva vida; Así como el casado se apega a su casa, hecha de agua y tierra, Así mismo el ignorante se ata a este cuerpo que se termina. Tal como el fuego, oculto en la madera, es distinto a ella, Como así el aire lo es de la boca y de la nariz donde se sitúa, Así mismo el alma que dentro de estos cuerpos se alberga, Es la fuente de éstos, mas tiene su existencia separada y pura. ¡Oh, necias quejumbrosas!, Suyajña, por quien lloran, ahí yace, Aún no se ha ido, es el mismo que veían, ¿de qué se lamentan? Mas no le encuentran porque no les contesta como antes, Vean que nunca conocieron a ese ser que les daba fiel respuesta. En este cuerpo lo más importante es el aire vital o prana, Pero éste no es ni el que habla ni el que escucha, Por encima de él están el alma y el Paramatma, Que siendo distintos del cuerpo, ordenan su conducta.

Ilusorios, sin sentido, son el goce y el dolor en esta vida, Por ello los sabios no se lamentan, mas no todos alcanzan tal nivel. Una vez un cazador atrapó en su red a una hembra kulinga, Y al ver esto su macho, así lamentó, con profundo padecer. El macho kulinga dijo: ¡Oh, qué inmisericorde es la Providencia! ¿Qué gana ella al hacernos esto? ¿Cómo viviré sin ella, y nuestros pequeños, cómo se van a sustentar? Cuando de ese modo se lamentaba, lo flechó el cazador en el pecho, Pues al igual que ustedes, no tomó en cuenta su propia fragilidad. Hiranyakasipu dijo: Así habló Yamaraj en la forma de un niño y luego desapareció. Por ello, uno no debe lamentar ni su propia muerte, ni la de otros, Pues los conceptos de yo y mío los genera la ilusión. Con este saber, dijo Narada, tuvo Diti el consuelo propio. CAPITULO 3 El Plan de Hiranyakasipu para Volverse Inmortal Sri Narada dijo a Yudhisthir Maharaj: Hiranyakasipu deseó ser inconquistable y libre de la vejez, Quiso obtener los siddhis, ser inmortal y regir sobre todo el universo; Con este fin, en el valle del monte Mandara, se paró en la punta de los pies, Alzó sus brazos y miró al cielo, con el objeto de volverse perfecto. Una luz tan radiante como la del sol en el pralaya salió de su cabeza, Este gran fuego con su humo calentó y perturbó al cosmos entero, Volvieron a sus moradas los devas que recorrían los planetas, Mientras caían las estrellas, y se remecían las montañas y océanos. Los semidioses fueron a informar de esto al omnisciente Brahma, De cómo el demonio, codiciando su puesto, se sacrificaría por muchas vidas, Y de cómo mediante su tapasya, quería revertir los resultados del karma, Y llevar el dolor y la desgracia a los que actuaban en forma pía.

Así informado, Brahma, con Bhrgu, Daksa y otros excelsos, Fue en su cisne al lugar donde el rey de los asuras se atormentaba; Le vieron ahí, por las hormigas comido, vuelto un esqueleto, Y al que ardía en su tapa, le dijo sonriendo, el autonacido, estas palabras. Sri Brahma dijo: ¡Levántate! ¡Buena fortuna a ti! Pídeme sin dudar lo que halles deseable, Es soprendente lo que has hecho, persistir así, con tu cuerpo devorado, Con el aire entre tus huesos, sin agua ni sustento, durante cien años celestiales, Nadie podrá igualarte, ni lo hicieron antes otros grandes. Me has conquistado. Sri Narada continuó: El Señor Brahma echó agua de su kamandalu en su cuerpo hecho huesos, Por lo que se alzó rejuvenecido y brillante, como el fuego de la madera; Se postró ante el abuelo y se levantó con jubiloso estremecimiento, Y con el fin de complacerle le oró elogiando su posición suprema. Luego le solicitó diciendo: Mi Señor, si quieres bendecirme, que no me mate ninguno de tus seres, Que no muera ni dentro ni fuera de palacio, ni en el cielo ni en la tierra, Ni de día ni de noche, ni por ninguna arma… esto por favor concédeme, Que no pueda afectarme ningún humano, ni asura, ni naga, ni deva, Dame, además, la soberanía sobre los tres mundos y todos los poderes, Como así también la gloriosa posición que todo esto conlleva.

CAPITULO 4 Hiranyakasipu Aterroriza al Universo Sri Narada dijo: Brahma, complacido con su gran austeridad, le bendijo, Aclarándole que difícil se alcanza un logro tan alto; E Hiranyakasipu, de dorado cuerpo, le adoró solícito, Mientras el deva se elevaba montado en su cisne blanco.

Luego el demonio, deseoso de venganza, conquistó el universo entero, A los gandharvas, garudas, a las serpientes, a vidyadharas y sabios, A Yamaraj, a los manus, a yaksas, a raksasas…y moró en el cielo; Ocupando el trono de Indra, se mofó de los devas que le veneraron. Todos, yo mismo, menos los tres principales, le rindieron pleitecía, La tierra produjo sin ser sembrada, le obsequiaban los océanos y ríos, Los valles se volvieron sus campos de placer, el cielo le resplandecía, Mas aun así vivía insatisfecho y ebrio, por no controlar sus sentidos. Los devas, afligidos, oraron ascéticos al Señor, nutriéndose solo de aire, Cuando de pronto escucharon una voz de trueno, sin ver a persona alguna: “¡Sean benditos! ¡Nada teman! ¡Sean Mis devotos y Mis glorias clamen! Así tendrán todo bien, sean pacientes, ya detendré la maldad de este asura. “Cuando alguien envidia a los devas que Me representan, A los Vedas que son el saber, a los brahmanas y vacas, A los vaisnavas y a Mí, Quien todo lo sustenta, Él mismo y su cultura se destruyen sin tardanza. “Tan pronto él muestre enemistad por Prahlad, Quien es su hijo pacífico y sin enemigos, En ese mismo instante le iré a matar, Aunque el mismo Brahma le haya bendecido.” Narada dijo: Al saber de esto, los devas Le veneraron conformes, dándole ya por muerto. Hiranyakasipu tuvo cuatro hijos, de los que Prahlad, por su pureza, fue el mejor; Él era un brahmana culto, determinado en alcanzar el divino conocimiento, Era controlado, y como Paramatma, era el amigo de todos, y un bienhechor. Respetaba a los mayores, un padre para el necesitado, un hermano ante el igual, Consideraba a sus gurus y sadhus mayores, como si fuesen el mismo Señor, A pesar de su belleza, riqueza, educación y alcurnia, estaba libre de vanidad, Y aunque nacido entre demonios, nada le causaba envidia ni perturbación.

Incontables eran sus virtudes, y amó a Vasudeva, gracias a su práctica pasada, Ya de niño dejó los juegos para permanecer silencioso en su absorción, Se le vio reír, en otras lloró, en otras cantó y bailó, en su emoción extraviada, Sin saber ya de su cuerpo, solo sintió a Govinda estrechándole con amor. A veces, al ver a su Señor, Le llamó con gritos llenos de ansiedad, En otras, sintiendo Su unidad, imitó Sus juegos al meditar en Él. Al sentir Su contacto, se erizaron sus vellos y se mantuvo en soledad, Sirvió con los bhaktas y purificó a los ignorantes que le pudieron ver. Maharaj Yudhisthir quiso entonces saber, Cómo un padre pretendió matar, A un tan noble hijo como Prahlad.

CAPITULO 5 Prahlad Maharaj, el Santo Hijo de Hiranyakasipu Sri Narada dijo: Prahlad fue enviado a estudiar donde Sanda y Amarka, Quienes eran hijos de Sukracarya y vivían cerca de palacio; Con ellos aprendió ciencias como la economía y la diplomacia, Mas no gustaba de ello, pues le hacían ver a amigos y a adversarios. Mi querido Yudhisthir, una vez el asura sentó a su hijo en su regazo, Y con afecto le preguntó lo referente a sus maestros y enseñanza, Y qué, de entre todo lo impartido, era lo que más le había gustado. Sri Prahlad dijo: tat sadhu manye ‘sura-varya dehinam sada samudvigna-dhiyam asad-grahat hitvatma-patam grham andha-kupam vanam gato yad dharim asrayeta //5//

Considero lo mejor, ¡oh, rey de los demonios!, para el ser encarnado, Que siempre está en ansiedad por aferrarse a lo que no perdura, Dejar su casa, que degrada al alma, que es cual pozo a oscuras, E ir al bosque y en Hari tomar el refugio apropiado. Sri Narada dijo: Cuando Hiranyakasipu escuchó esta respuesta concluyó: “Así habla una inteligencia dañada por mis enemigos, Velen, queridos demonios, que no haya alguna intromisión, Que ningún vaisnava disfrazado perjudique a mi niño.” Cuando los maestros le llevaron de regreso al gurukula, Le preguntaron ansiosos de dónde había sacado esas ideas, “¿Las aprendiste del enemigo? ¿Son invenciones tuyas?” A lo que Prahlad les respondió de la siguiente manera. Sri Prahlad dijo: Reverencio al Supremo Señor, a Quien con Su energía ilusoria, Confunde la inteligencia y crea el concepto de amigos y enemigos; Si Él se complace te vuelve un pandit y a todos ves de igual forma: Como Sus siervos eternos, sin diferencias ni preferidos. Quienes piensan en esos términos de amigos y enemigos, Son incapaces de percibir a Paramatma dentro de su propio ser; Incluso a grandes como Brahma, les cuesta a veces seguir el camino; El Señor que ha dispuesto esto, me ha iluminado para mi bien. ¡Oh, maestros!, así como el hierro es atraído por un imán, Así mismo hacia Sus pies, está atraída mi conciencia; Quien porta el disco me ha cambiado, fue Su voluntad, Y de este modo yo carezco de toda independencia. ¡Traigan una vara! –clamaron Sanda y Amarka– ¡pues este insolente Prahlad, Se ha vuelto la escoria de la raza de los demonios! Este espino en un bosque de sándalo, nos pretende destroncar, Usando a Visnu como el hacha y a él mismo como el mango. Después de castigarle y retarle, volvieron a instruirle en sus temas, Hasta que le consideraron apto para llevarle de nuevo ante el poderoso rey;

Éste le sentó en su regazo, y con amor le preguntó como la vez primera, Cuál era la enseñanza más valiosa que le habían hecho aprender. sri prahrada uvaca sravanam kirtanam visnoh smaranam pada-sevanam arcanam vandanam dasyam sakhyam atma-nivedanam //23// iti pumsarpita visnau bhaktis cen nava-laksana kriyeta bhagavaty addha tan manye ‘dhitam uttamam //24// Escuchar, cantar, recordar a Visnu, Servir Sus pies, Adorarle, orarle, servirle, Ser Su amigo, rendirse a Él. Estos nueve procesos son aceptados como bhakti puro al Omnipresente, Y a quien de este modo esté ocupado, Se le considera el más inteligente. Al oír esta respuesta, el monarca airado amonestó a Sanda, el hijo de su guru: ¡Maldito!, por favorecer a mi enemigo, mira lo que has hecho con mi hijo, ¡Le has enseñado acerca de bhakti! ¿Cómo pudiste hacer algo tan absurdo? Como el cuerpo delata un mal, así el tiempo muestra al que no es propicio, A ese pecador y engañador, que viene bajo el falso disfraz de un amigo. Pero Sanda le aseguró que ni de él, ni de nadie, lo había aprendido, Que era su despertar natural, y que no insultase así a un brahmana. ¿De dónde has sacado esto? —le preguntó entonces al niño, enfurecido— Eres una vergüenza para nuestra familia, ¡oh, tú, el más canalla! sri prahrada uvaca matir na krsne paratah svato va mitho ‘bhipadyeta grha-vratanam

adanta-gobhir visatam tamisram punah punas carvita-carvananam //30// No puede ser conciente de Krsna, ni por sí mismo, ni gracias a los demás, Ni por esfuerzo conjunto, aquél que al disfrute material sigue atado; Por sus sentidos sin control, se sume en una vida infernal, Donde una y otra vez solo mastica lo ya masticado. na te viduh svartha-gatim hi visnum durasaya ye bahir-artha-maninah andha yathandhair upaniyamanas te ‘pisa-tantryam uru-damni baddhah //31// Ellos no saben que la meta final de la vida es Visnu, Porque sus mentes ambicionan mucho los placeres externos; Son como un ciego que se deja guiar por otro ciego, Y así siguen atados por gruesas cuerdas, a este espejismo. naisam matis tavad urukramanghrim sprsaty anarthapagamo yad-arthah mahiyasam pada-rajo-‘bhisekam niskiñcananam na vrnita yavat //32// No surgirá la atracción por los pies de loto de Urukrama, Ni podrá en verdad liberarse de las cosas temporales, Quien no se bañe en el polvo de los pies de esas grandes almas, Que siendo niskiñcanas están libres de todo lo indeseable. Al oír estas palabras, su padre airado, le tiró de su falda al suelo, Y llamando a sus guardas, ordenó que le llevasen para darle muerte: Este niño es el asesino de mi hermano, pues bajo Visnu, como un siervo, Se ha puesto a Su disposición obediente. Aunque solo tiene cinco años, aun así ya no quiere a sus padres, Por lo que no es de confianza, ni para su mismo Señor Visnu; Uno debe cuidar la buena hierba, o a un desconocido, si es favorable, Pero el propio miembro del cuerpo debe amputarse, si se vuelve maligno. Así como los sentidos descontrolados son enemigos de un yogui sincero, Así mismo lo es este Prahlad, porque no puedo sujetarle;

Por ello maten a este opositor, ya sea si está dormido, sentado o comiendo, ¡Denle muerte por cualquier medio, antes que sea muy tarde! Entonces los demonios de horrible aspecto, gritaron: ¡Córtenlo! ¡Hiéranle! Mientras golpeaban al meditativo niño, que se concentró en el Señor. Mas nada le hicieron, ni los conjuros, ni el fuego, ni le tocaron las serpientes, Ni el hambre, ni el frío, ni elefantes, ni precipicios, ni venenos de gran ardor. Quedó sorprendido por su ausencia de temor y por su independencia, “Como la cola de un perro, no le puedo enderezar…” Y al ver al rey tan mal, Se acercaron los maestros y le dijeron, para aliviarle en su impotencia: “Déjale un tiempo más con nosotros, aún es un niño y le podemos cambiar.” De este modo, sin cesar, le enseñaron dharma mundano, artha y kama, Pero Prahlad no gustaba de esto, por verlo sujeto al plano temporal; En los momentos de recreo le hablaba a sus amigos de la ciencia del alma, Mientras ellos le escuchaban jubilosos, mirándole con atención especial.

CAPITULO 6 Prahlad Instruye a sus Compañeros Demonios sri prahrada uvaca kaumara acaret prajño dharman bhagavatan iha durlabham manusam janma tad apy adhruvam arthadam //1// Un niño debe, si es en verdad inteligente, Adorar al Supremo en esta misma vida; Difícil se consigue un cuerpo humano como éste, Que aunque es temporal, te da lo que a uno aspira. Este nacimiento nos da la oportunidad de adorar a Dios y de volver a casa, Lo que es natural, porque Él es el más amado, es el Señor del alma y el Amigo;

El placer mundano, por otro lado, se obtiene en cualquier forma que uno nazca, Conocerse es lo importante, el avance económico es solo un logro furtivo. Por ello, mientras uno es fuerte y sano, debe empeñarse por la Verdad, De lo contrario, mitad de su vida la perderá en la noche durmiendo, Diez años perderá en sus juegos de niño, y otros tantos en su pubertad, Y veinte años más en la senectud, cuando esté casi inválido y ciego. El descontrolado, por su lujuria, se apega más a la vida familiar, Y en su locura por disfrutar, pierde esos años sin servir al Supremo; Se apega al dinero, a los abrazos solitarios, a sus hijos de dulce hablar, Y por complacer su lengua y sexo, olvida buscar lo verdadero. No percibe el paso del tiempo y cómo las tres miserias le acosan, Administra con gran cuidado y roba, incluso sabiendo del futuro castigo; Aun los más educados, como animales, se creen dueños de una u otra cosa, Y así, confundidos por la ignorancia, no se inclinan por lo divino. No existe quien, sin conocer al Señor, haya dejado este cautiverio, Más bien se concentrará en la vida sexual y en tener descendencia; Se volverá la mascota de una mujer, y un gran demonio, por sus apegos, No sigan ustedes esos pasos, y más bien fijen en Narayan su conciencia. Él es el Paramatma original y el Padre de todos los seres, Por lo que no hay impedimento en servirle y en complacerle; Él está presente en todo, por ello actúen para darle agrado, Mostrando compasión ecuánime, al enseñar lo sagrado. Nada es inalcanzable para los devotos que han complacido al Señor, Por lo que no necesitan depender del logro de las cuatro metas, Esas son ganancias externas, lo único trascendental es la devoción. Fue del gran santo Narada que aprendí esta difícil y profunda ciencia. Sus amigos, intrigados ante estas palabras, quisieron saber cómo, Viviendo él siempre en palacio, pudo aprender del sabio Narada.

CAPITULO 7

Lo que Prahlad Aprendió en el Vientre Sri Narada continuó relatando a Maharaj Yudhisthir lo que Prahlad le respondió a sus compañeros. Prahlad les dijo: Cuando mi padre estaba ocupado en austeridades en Mandaracala, Los devas vencieron a los demonios, y detuvieron a mi madre, la reina; En ese momento, cuando ella lloraba como una kurari, llegó Narada, Y le pidió a Indra que no la apresara, pues era una mujer casta y buena. Indra argumentó diciendo que en su vientre estaba el germen de un asura, Que una vez diera ella a luz, se la dejaría libre; Mas Narada le aclaró que esperaba a un devoto, a un alma poderosa y pura, Y que de ningún modo conseguirían destruirle. Sakra la dejó libre y la circunvalaron, respetando así el pedido de Narada, Quien la llevó diciéndole: “Hija, yo te cuidaré hasta que vuelva tu marido.” Ya en su asram, libre de temor, sirvió al sabio conservándose embarazada, Hasta que su esposo hubo regresado de su ascético retiro. De ese modo me instruyó a mí en el vientre y a mi madre que le servía, Por ser del todo compasivo, nos entregó así su divina enseñanza; Mi madre, por ser mujer y por el tiempo pasado, ya olvidó esta sabiduría, Pero porque a mí me bendijo, mantengo vivas sus palabras sin mancha. Si me tienen fe entenderán este saber, ya sea uno una mujer o un niño, Solo el cuerpo, como un fruto, pasa por los seis cambios, Mas Paramatma y atma son libres de deterioro, son la base de lo habido; Así, quien no confunde el ser con este cuerpo, se vuelve un sabio. Tal como un geólogo experto puede detectar el oro bajo tierra y extraerlo, Así el trascendentalista detecta el espíritu y puede mostrarnos el alma; Por el proceso de “esto no es” “esto no es”, él aparta el ser de lo externo, De este modo, por análisis, la persona sobria llega a la esencia y la separa. La inteligencia nos permite distinguir entre la vigilia, el sueño y el trance, Y esto es gracias al Supremo, tal como el aire nos es mostrado por el aroma; El buddhi contaminado nos ata a las gunas, y así uno sufre del dual balance,

Por ello, queridos amigos, adoren a Krsna, para destruir esta cortina ilusoria. De los distintos procesos expuestos para alcanzar la liberación, Uno tiene que seguir el recomendado por el mismo Señor Supremo, Éste consiste en cumplir esos deberes por los cuales se desarrolla el amor, Y en aceptar a un maestro espiritual, para servirle con toda fe y gran esmero. En santa compañía, se debe glorificar al Señor y verle situado en cada criatura, Y así respetar a todas las entidades de acuerdo a sus distintas posiciones; De este modo podrán derrotar a enemigos como la ira, la codicia, la lujuria… Y despertarán el bienaventurado amor por Dios en vuestros corazones. Las almas puras prueban sublime éxtasis, al escuchar de Su bendita gloria, A veces, como poseídos, bailan, ríen y lloran, cantando “¡Narayan!”, Ajenos al mundo, se limpian de toda impureza al guardarle en sus memorias, En ese estado alcanzan el refugio de Sus pies de loto, la eterna morada. El verdadero problema de la vida, es el renacer en este eterno samsara, Pero este rotar llega a su fin, tan pronto uno se conecta con el Supremo Destino; En otras palabras, por servirle, dicen los sabios, uno se libra de toda amarra, Por ello de inmediato, mediten en Él y adórenle, mis queridos amigos. Él ya está presente en el interior de todos, como el bienhechor eterno, ¿Qué dificultad hay entonces en dedicar nuestras vidas a adorarle? ¿Porqué se inclina el mundo a desarrollar entretenciones y juegos? ¿Porqué se pierde en lo transitorio, como en posesiones y familiares? El materialista, considerándose inteligente, se esfuerza por artha y kama, Pero en último análisis, solo recibe el resultado opuesto; En realidad uno siente felicidad mientras no se empeña por alcanzarla, Tan pronto se esfuerza por tenerla, comienza su sufrimiento. Tanto asunto y apego por un cuerpo que terminará siendo excremento, Mas lo rodean de familiares, tesoro, amigos, siervos y demás parafernalia; En relación con la eterna felicidad, ningún bien se recibe de todo esto, Las actividades fruitivas solo sumen en miseria a la pobre alma ofuzcada.

Las cuatro metas dependen solo del Supremo, ¡por ello adórenle a Él! Si un deva, asura, yaksa, o humano Le sirve, ¡se vuelve el más afortunado! Solo bhakti Le complace, ni tapa, dana, vrata, yajña, ni ningún otro bien, Pues si actuamos sin devoción, todo se vuelve algo falso e imaginario. De este modo, tal como cuidan de ustedes mismos, atiendan a este Señor, Y así, ya sean mujeres, sudras, animales, aves, yaksas, raksasas… Podrán revivir su conciencia dormida y alcanzar la máxima perfección, La que consiste en ver siempre a Govinda y servirle con devoción extática.

CAPITULO 8 El Señor Nrsimhadeva Mata al Rey de los Demonios Cuando Sanda y Amarka notaron que sus alumnos habían cambiado, Y que por escuchar a Prahlad, se habían vuelto buddhim ekanta-samsthitam, Fueron de inmediato a informarle a Hiranyakasipu, muy ofuzcados, Quien silbando como airada serpiente, insultó a su santo hijo, el pleno de paz. (Buddhim ekanta-samsthitam: quien tiene su inteligencia firmemente situada en el bien último.) Hiranyakasipu dijo: ¡Oh, impúdico y necio! ¡Oh, el más bajo! ¡Destructor del linaje familiar! ¡Has violado mi poder de gobernarte y por ello hoy te enviaré donde Yama! Los mundos tiemblan cuando me enojo, ¿cómo tú matienes la tranquilidad? ¿Quién te da ese poder para que insolente, te pares ante mí con tanta calma? Sri Prahlad dijo: Mi querido rey, la fuente de mi poder es la misma del cual tú obtienes el tuyo, Pues todos, lo móvil e inmóvil, e incluso Brahma, lo recibimos del Supremo; Gracias a Él uno piensa y actúa, Él es Quien crea y destruye los tres mundos, Es el amigo de todos, rige las gunas y el prana, y es el mayor bien eterno. Querido padre, no discrimines entre hostil y favorable, sé siempre ecuánime,

Pues a excepción de una mente descontrolada, no hay adversarios en esta vida, Quien es recto y vence a los seis oponentes, puede servir al Señor y adorarle, Los demás son necios que como tú, solo vencen a falsas huestes enemigas. Hiranyakasipu respondió: ¡Necio! ¡Me minimizas! ¡Como si fuese inferior a ti en controlar mis sentidos! ¡Por tu tonto hablar, puedo ver que te encuentras al borde de la muerte! Siempre te has referido a alguien superior a mí, que está en todo lo habido, ¿Mas dónde se Le halla? ¿Estará acaso en este pilar que tengo aquí enfrente? ¡Te cortaré la cabeza por decir tanta tontería! ¡A ver cómo viene a salvarte! Así airado e insultándole, se bajó del trono, y golpeó con fuerza la columna, Por lo que de ella salió un formidable bramido, para el universo alarmante, Los mismos devas clamaron: “¡Todo será destruido, como al fin del yuga!” Los líderes demoníacos también se asustaron, y para probar la veracidad del niño, Se manifestó Hari en una maravillosa forma, de mitad león y mitad humano. Hiranyakasipu la vio aparecer, cuando buscaba el origen del terrorífico rugido, Y muy sorprendido y confuso, preguntándose qué sería, se la quedó mirando. Era temible Su aspecto, Sus orejas erectas, Su melena rozando el cielo, Enormes fauces, cuello corto, delgada cintura, amplio y fuerte Su pecho, Movía Su lengua cual espada, de temibles dientes, con Su mirar de fuego, Con Sus brazos, cual falanges de soldados, diezmaba a cientos de demonios, Valiéndose de Su caracola, disco, maza, loto y otros varios armamentos. Hiranyakasipu pensó: “Vano es este intento de Visnu por matarme.” Y armado con su espada, atacó al Señor como un poderoso elefante, Mas fue como un insecto, entrando en el fuego de Su luz radiante, Se perdió en Su refulgencia, mas luego con su maza, volvió a atacarle. Ante esto, el Señor le tomó, como atrapa Garuda a una serpiente, Y le soltó como jugando, cosa que los devas no miraron con alegría; El demonio pensó que le dejó por temor, y Le atacó nuevamente, Esta vez con su espada y escudo, causando una carcajada en Nrsimha.

Le alzó y le acostó en Su falda, y con Sus uñas le abrió el vientre, Hizo esto con facilidad, bajo el umbral, a quien no hería el rayo de Indra, Su melena se salpicó de sangre, se adornó con sus intestinos calientes, Semejaba así a un fiero león, que a un poderoso elefante vencía. Arrancó y tiró a un lado su corazón, y luego eliminó a otros miles, Su melena esparcía las nubes y las aeronaves de los devas, Su respirar agitó el océano, huían los elefantes ante Su rugir temible, Su brillar apagó las luminarias, y por Su peso, pareció bajar la tierra. Enceguecedor y escalofriante, ocupó entonces el trono del rey vencido, Mas nadie osaba acercársele para adorarle en la forma debida; Brillaron los rostros de las esposas de los suras, al ver al demonio abatido, Y se cantaba y se bailaba en el cielo, lloviendo flores en forma continua. Le adoró Brahma como El Ilimitado, como El más puro y sin decadencia; Rudra pidió tuviera clemencia por Prahlad, a Él, a Quien cuida a Sus devotos; Indra glorificó a quienes Le adoran, fijos en los bienes de la trascendencia; Los rsis, siddhas, nagas, manus, yaksas, caranas…¡Le alabaron dichosos!

CAPITULO 9 Prahlad Pacifica al Señor con Oraciones Sri Narada continuó relatándole a Maharaj Yudhisthira: Ni Brahma, ni Siva, ni la misma Sri Laksmi, osaban acercarse al Señor, Por la pavorosa forma que mostraba, hasta ese momento desconocida; Brahma le pidió a Prahlad que se acercase a orarle rogando por Su favor, Lo que el hermoso niño hizo, postrándose de inmediato ante Quien relucía. Nrsimha, lleno de dicha, levantó a Su devoto y le sentó en Su regazo, Y con esa mano que libra del temor, acarició su pequeña cabeza, Al así tocarle, le purificó y le hizo estremecerse con síntomas extáticos, Sumido en esas profundas emociones, atrapó a su Amo con firmeza. Temblando en su éxtasis Le dijo:

¿Cómo yo, nacido entre demonios, podré satisfacerte con oraciones, Si ni los devas, situados en la bondad, lo han conseguido tras muchos intentos? De ningún modo puedo yo compararme a sus grandes cualificaciones, (Aun así intentaré hacerlo, llevado por mi sentimiento). manye dhanabhijana-rupa-tapah-srutaujasteja-prabhava-bala-paurusa-buddhi-yogah naradhanaya hi bhavanti parasya pumso bhaktya tutosa bhagavan gaja-yutha-paya //9// Riqueza, alcurnia, belleza, austeridad, educación, agudeza, Brillo, influencia, fuerza, habilidad, inteligencia, poder del yoga, No son logros que en realidad agradan a Tu gran excelencia, Solo bhakti lo hace, cosa que comprueba Gajendra con su historia. viprad dvi-sad-guna-yutad aravinda-nabhapadaravinda-vimukhat svapacam varistham manye tad-arpita-mano-vacanehitarthapranam punati sa kulam na tu bhurimanah //10// A un vipra dotado con las doce virtudes, pero que es adverso a Tus pies, No le valoro tanto como a alguien que Te adora, aun si es un svapaca, Pues él, por ofrendar su mente, palabras, esfuerzo y vida para Tu placer, Se libra junto con su familia, mas no el otro que de su posición se jacta. Por servirte uno se beneficia, como el reflejo del rostro que se maquilla, Por ello, aunque mi nacimiento es bajo, Te adoraré para quitar mi ignorancia; Los devas Te alaban y para bendecir el cosmos es que muestras Tus lilas, Apacíguate ahora que la muerte de esta serpiente ha traído paz y confianza. No temo Tus dientes, garras, tu ensangrentada melena, ni mala de intestinos, Pero sí mi vida entre asuras y el no estar del todo ocupado en complacerte; Atado al gusto y al rechazo, uno sigue condicionado a oscuros caminos, E inventamos remedios peores que el mismo dolor que nos depara la suerte. Veo que la única salida es el servirte, ¡por favor instrúyeme en cómo hacerlo!

Para que en la compañía de los santos cante Tus glorias que me son queridas, Haré esto tras los pasos de Brahma y de quienes nos muestran el sendero, Y de ese modo, sin duda alguna, pondré fin a esta ignorancia que me cautiva. Sin Tu gracia no pueden proteger los padres, ni los médicos, ni los marinos, Situados bajo las gunas, Tú marcas las inclinaciones, metas y estilos de vida, El alma, atrapada por la mente y sus deseos, solo encontrará en Ti el alivio, De lo contrario los mismos Vedas la malguiarán tras las actividades fruitivas. Tú eres trascendetal, ¡protégeme a mí, a quien la rueda del tiempo aqueja! Muchos, deseando vida larga y placer, buscan los inútiles placeres del svarga, Mas yo mismo vi temblar a los semidioses cuando mi padre fruncía sus cejas, Él, quien en un instante fue vencido por Ti, mostrándonos que no valía nada. Tengo plena experiencia del poder, ya de un gran Brahma o de una hormiga, Mas a todos los destruyes, por ello solo quiero servir a Tus devotos rendidos; Engañados por el espejismo temporal, corremos tras felicidades que alucinan, Y así, aunque unos ya entienden, seguimos intentando por apego a los sentidos. Aunque de baja familia, me acariciaste, mostrándome así Tu gracia especial, Pues nunca hiciste algo similar ni con Laksmi, ni con Brahma, ni Siva, Sin hacer diferencias bendices de acuerdo a cómo Te consiguen agradar, Eres como el kalpavrksa que da de acuerdo a la intensidad con que se pida. Mi primer deber es servir al gran santo, quien al darme su asociación pura, Me libró de caer al pozo de serpientes, al que la mala asociación me conducía; Al matar a mi padre y salvarme, probaste que libras al devoto en su premura; Sin ser percibido creas, como al germinar el brote desaparece la semilla. En esta masa de materia, agitada por kala-sakti, Brahma te busca al nacer, Solo ve el loto y por cien años busca su raíz, sumergiéndose en el océano,

Al no hallarte, medita atónito, y ya puro, ve que Te encuentras por doquier, Tal como el aroma, que aunque muy sutil, se percibe en lo terreno. Al ver Tus mil rostros, manos y pies, se llenó él de bienaventuranza, Luego mataste a Madhu y a Kaitabha, cuando bajaste como Hayagriva, Así, por venir de tantas formas, proteges el dharma y nos das esperanza, Solo en Kali vienes encubierto, y por ello como Triyuga se Te designa. (Esta última línea se encuentra en el último verso del sloka 38: channah kalau yad abhavas tri-yugo ‘tha sa tvam.) ¿Cómo podré glorificarte con mi conciencia materialista y codiciosa? ¡Sé compasivo y sálvame a mí, y a todos los que sufrimos por lo transitorio! No es difícil para Ti, y es necesario que los grandes muestren actitud generosa, Por ello creo que concederás Tu gracia a quienes Te aceptamos del todo. naivodvije para duratyaya-vaitaranyas tvad-virya-gayana-mahamrta-magna-cittah soce tato vimukha-cetasa indriyarthamaya-sukhaya bharam udvahato vimudhan //43// No temo, ¡oh, Señor!, el estar de este lado del insuperable vaitarani, Pues estoy siempre inmerso en probar el néctar de Tu heroica grandeza, Solo lamento por quienes Te rechazan por buscar placeres temporales, Tras un gozo ilusorio cargan un gran peso, por carecer de inteligencia. prayena deva munayo sva-vimukti-kama maunam caranti vijane na parartha-nisthah naitan vihaya krpanah vimumuksa eko nanyam tvad asya saranam bhramato ‘nupasye //44// Por lo general, mi Señor, los sabios buscan su propia liberación, Y así habitan bosques solitarios, sin preocuparse de brindar ayuda, Mas yo no quiero dejar a estos miserables, por mi propia salvación, Pues veo que aparte de Ti, no hay más esperanza para el que deambula. yan maithunadi-grhamedhi-sukham hi tuccham kanduyanena karayor iva duhkha-duhkham tripyanti neha krpanah bahu-duhkha-bhajah kandutivan manasijam visaheta dhirah //45//

El placer sexual que obtiene el casado es en sí insignificante, Es como rascarse una picazón, cosa que más y más dolor causa, En realidad nada disfruta ese desventurado, su vida es angustiante, Que tolere ese picor imaginario, el controlado de sabia templanza. Tú eres la causa y el efecto, pues esta manifestación es Tu energía, Estás en todo, como el fuego en la madera, ésta es la visión del sabio; Eres lo burdo y sutil, el aire, la mente, el ego, los sentidos, el hálito de vida, Mas ni grandes devas Te comprenden, solo por servicio eres alcanzado. Por ello oro a Ti, al más digno de ser glorificado. Bendices y consientes, A quien se ocupa en los seis servicios de orar, ofrendarte los resultados, Adorarte, actuar para Tu placer, recordarte, y hablar de Ti siempre; Así uno consigue lo mismo que para los paramahamsas se ha reservado. Sri Nrsimha dijo: Mi querido Prahlad, toda buena fortuna sea para ti, estoy muy complacido, Es Mi juego agradar a todos los seres, por ello dime qué bendición deseas; Ten larga vida. Solo por quien Me satisface, puedo Yo ser comprendido, Y esa persona jamás se verá afectada por ninguna miseria. Sabe que quienes son muy elevados, tratan de agradarme de varios modos, Porque soy Yo el único que puede satisfacer los deseos de todos. Narada dijo: A pesar de serle así ofrecida por el Señor, cualquier bendición que quisiera, Nada deseaba solicitarle Prahlad, pues no guardaba interés en esta tierra. CAPITULO 10 Prahlad, el Mejor Entre los Más Exaltados Devotos Sri Prahlad dijo: Mi querido Señor, por haber nacido entre ateos el placer material me atrae, Por ello Te pido que no me tientes, pues temo atarme al mundo y al cuerpo; Además, si un devoto aspira a servirte a cambio de ventajas materiales, Es como un comerciante que procura un beneficio por sus esfuerzos.

No es buen sirviente el que busca un lucro, ni buen amo el que paga por serlo; En forma natural soy yo Tu siervo y eres Tú mi maestro, ¡nada debes darme! Mas si aun así quieres bendecirme, Te pido: líbrame por favor de mis apegos, “Kamanam hrdy asamroham”, que no broten en mi corazón esas suciedades. Por causa de esta lujuria, los sentidos, mente, vida, religión, paciencia, La timides, inteligencia, poder, riqueza, la memoria y veracidad, se destruyen, Mas si uno se libra de ella, se vuelve elegible para participar de Tu grandeza, Por ello Te reverencio Señor, Quien esta forma tan maravillosa asumes. Sri Bhagavan dijo: Querido Prahlad, aunque devotos como tú no desean nada de este mundo, Aun así te ordeno disfrutar por un manvantara la opulencia de los demonios, Así reducirás tu buen karma y tu piedad limpiará tu actuar impuro, Y por recordarme y alabarme estarás conmigo de todos modos. Prahlad pidió al Señor que a pesar de su mal obrar, perdonase a su padre, Nrsimha le dijo que ya le había salvado, y a veintiún de sus antecesores, Que donde nacen devotos puros como él, se purifican sus familiares, Aunque estuviesen destinados a la condena por sus pasadas acciones. Querido Prahlad, Mi devoto no envidia, y por ello no desprecia a nadie, Y quienes sigan tu ejemplo, se volverán también puros y seguirán sus pasos; Aunque tu padre se purificó al tocarme, celebra como su hijo los funerales, Luego gobierna de acuerdo al Veda, siguiendo sin disturbio sus mandatos. Brahma adoró a Sri Nrsimha por haber protegido a Su devoto, Y Nrsimha le pidió no bendecir a un asura, pues es como lactar a una serpiente; Al irse el Señor, Prahlad adoró a los devas como partes del Poderoso, Y ellos, con Sukracarya y otros santos, le sentaron en el trono refulgente. Fue así como Hiranyaksa e Hiranyakasipu murieron, Mas después regresaron como Kumbhakarna y Ravana, Ramacandra esa vez les derrotó en celebrado duelo,

Y ahora vinieron como Dantavakra y Sisupala. Ellos, y otros muchos demonios, alcanzaron la salvación, Por pensar en el Supremo, como el gusano en la araña, Como si devotos puros, obtuvieron forma igual a la del Señor, Aunque en el papel de enemigos Le enfrentaran en batalla. Así respondí a tu inquietud acerca de la salvación de Sisupala y de otros, Uno sin duda trasciende, por oír sobre Sus glorias y la de Sus devotos. Ustedes, Pandavas, son tan afortunados por tenerle en vuestra casa, Donde Él les sirve en Sus pasatiempos en forma humana, Esperando Su bendición, sois siempre visitados por personas santas, Pues se esfuerzan por comprenderle, personalidades como Siva y Brahma. Mucho tiempo atrás, la fama de Siva fue disminuida por Maya Danava, Quien construyó tres ciudades voladoras para el placer de los demonios, Éstas eran de oro y plata, y con ellas se apropiaron de las catorce moradas, Sacudiendo al universo, invisibles, se adueñaron de todo. Los consternados devas acudieron donde Siva a pedirle auxilio, Quien diciéndoles “no teman”, lanzó flechas contra las tres residencias, Éstas, cual terribles relámpagos salidos del sol, arrasaron con el enemigo, Pero Maya Danava les revivió a todos, al lanzarles a un lago de néctar. En él retomaron cuerpos refulgentes e invencibles al ataque de los rayos, Y al ver a Siva desanimado, Visnu consideró la forma de brindarle ayuda, Se volvió Él una vaca y un ternero Brahma, y así se bebieron el lago, Influidos por el Señor, nadie se opuso a esto, y así declaró el gran asura: “Ni los devas pueden cambiar lo que el Señor a cada uno ha destinado.” Luego el Señor equipó a Siva con todo lo requerido para el combate: Un carro, auriga, bandera, caballos, elefantes, escudo, arco y flechas, Al medio día les atacó, y los devas vieron las tres ciudades arder fulgurantes, Mientras cantaban y bailaban gozosos, lanzando una lluvia de flores en fiesta. Por esta hazaña ganó Siva el nombre de Tripurari, Y adorado por Brahma y otros devas, volvió a su morada. Así el Señor Krsna ejecutó Sus lilas admirables,

Cuando se encontraba en la tierra, en Su forma como humana.

CAPITULO 11 La Sociedad Perfecta: Las Cuatro Clases Sociales Sri Yudhisthira dijo: Háblame, señor, acerca de esa religiosidad que conduce a la devoción, Pues por tu austeridad, yoga místico y trance, eres el mejor hijo de Brahma, Nadie te iguala en bondad, y mejor que nadie sabes acerca de religión, O de cómo puede uno volverse el más avezado brahmana. Sri Narada dijo: Reverenciando primero a Sri Krsna, te diré lo que aprendí de Narayan, Cuando junto con Nara, descendió como el hijo de Dharma y de Murti, Lo hizo por el bien de todos, y hasta hoy ejecuta penitencias en Badarikasrama, Él es la esencia del Veda, la raíz de esa religiosidad cuyo valor nadie discute. Esta sabia y perfecta religión satisface el cuerpo, la mente y el alma, Y son estos los principios que deben seguir los seres humanos: La veracidad, misericordia, austeridad, el bañarse dos veces diarias, La tolerancia, discriminación, control, no violencia, celibato, estudio, caridad, La simplicidad, satisfacción, servicio a los santos, la renuncia gradual, Ver lo inútil de los eventos sociales, ser silencioso y grave, Ver el alma como parte del Señor, escuchar acerca de Sus actividades, Adorar, reverenciar, ser un sirviente, un amigo y la entrega, Estas cualidades, ¡oh, rey!, deben adquirirse en la vida humana, De este modo uno podrá complacer a la Persona Suprema. Los dvijas, ya sean brahmanas, ksatriyas o vaisyas, deben adorar al Señor, Estudiar los Vedas y ser generosos. No pueden aceptar caridad los ksatriyas, Ni pueden cobrar impuestos a los brahmanas, mas sí un poco a la población; Los vaisyas obedecen a los brahmanas y ven comercio, agricultura y vacas. Un brahmana puede actuar como vaisya, puede recibir sin mendigar,

Puede mendigar en el campo, o recoger las sobras que allí puedan hallarse, O recoger lo que queda en el mercado; así estos cuatro en forma gradual, Son los modos de mejor a mejor, en que los brahmanas pueden sustentarse. Solo en emergencia, los de menor clase, pueden aceptar el deber de una mayor, En tal caso, todos menos los ksatriyas, pueden ejecutar la labor de los demás; En especial los brahmanas y ksatriyas, no deben servir a la clase inferior, Hacer esto se llama sva-vrtti, o la profesión de un can. Las características de un brahmana son el completo autocontrol, La austeridad, penitencia, limpieza, satisfacción, compasión, simplicidad, El conocimiento, la misericordia, la veracidad y la rendición al Señor. Las características de un ksatriya son el valor en la batalla, El ser inconquistable, paciente, desafiante, generoso, controlado, perdonador, Siempre satisfecho y veraz, y apegado a la naturaleza de los brahmanas. La de los vaisyas es la adoración a los devas, al guru y al Señor Supremo, El progreso en lo religioso, en lo económico y en el disfrute sensorial, Y el siempre esforzarse con habilidad por ganar más dinero. Las características de un sudra son el respeto a las clases superiores, Ser limpio, honesto, servicial, hacer sacrificios sin mantras, el no robar, El ser veraz, y el proteger a las vacas y a los brahmanas. strinam ca pati-devanam tac-chusrusanukulata tad-bandhusv anuvrttis ca nityam tad-vrata-dharanam //25// La virtud de la mujer que ha aceptado a su marido como adorable, Es el estar dispuesta a servirle, el estar bien inclinada hacia él, El ser siempre favorable hacia sus amigos y familiares, Y el seguir los votos del esposo, o el acompañarle en su quehacer. La mujer casta debe vestirse y adornarse bien, para el placer de su marido, Debe limpiar bien la casa, de modo que se conserve impecable y pura,

Debe mantenerla con incienso y flores, y debe controlar sus sentidos, Ser modesta y veraz, servir a su cónyugue con amor, y hablarle con dulzura. Debe estar siempre satisfecha y para ello evitar el ser codiciosa, Debe ser hábil en manejar el hogar y entendida en los principios divinos, Debe ser placentera y veraz, cuidadosa, limpia, pura y afectuosa, De este modo la mujer casta debe servir con amor al esposo que no es caído. La mujer que así se ocupa en el servicio de su esposo, Siguiendo los pasos de la bendita Diosa de la Fortuna, Vuelve a casa, va a Dios, junto con su marido devoto, Donde vive por siempre feliz, sin preocupación ninguna. Si uno actúa de acuerdo a su posición, siguiendo las gunas, Y en forma gradual deja de lado sus actividades naturales, En el estado niskama, o libre de deseos materiales, se sitúa. Así como el repetido cultivo del campo desgasta la tierra, O como mucho ghí apaga el fuego, mas lo aumenta sus gotas, Así mismo cuando uno complace sus sentidos sin reserva, Sus deseos lujuriosos se sofocan. De acuerdo a las características que uno muestra, debe ser aceptado, Siguiendo, mi querido Yudhisthir, los síntomas que han sido indicados. CAPITULO 12 La Sociedad Perfecta: Las Cuatro Clases Espirituales sri-narada uvaca brahmacari gurukule vasan danto guror hitam acaran dasavan nico gurau sudrdha-sauhrdah //1// Un brahmacari debe vivir en el gurukula, Ahí practicar el control y complacer al maestro, Debe ser como un esclavo, muy sumiso,

Y sentir por su guru una firme amistad y aprecio. Al amanecer y atardecer, debe meditar en el maestro espiritual, En el fuego, en el dios del sol, y en Visnu, cantando el gayatri; Reverenciando al guru, debe estudiar el Veda en forma regular, Debe vestir piel de venado, un cinturón de paja, su pelo enmarañado, Su cordón sagrado, tal como en las escrituras suele estipularse. Mañana y tarde debe mendigar y entregar todo a su preceptor, Y solo podrá comer si su maestro espiritual se lo ordena, Debe ser gentil, activo y experto, medido en mendigar, fiel a la instrucción, Y asociarse solo lo necesario con mujeres, o con los controlados por ellas. La mujer es comparada con el fuego y el hombre con la mantequilla, Por ello debe él evitar estar a solas, incluso con su propia hija; Mientras uno no haya alcanzado la autorrealización en esta vida, Está sujeto al concepto de mujer y hombre, y su posición no es fija. Todas estas reglas se aplican tanto a los grhasthas como a los sannyasis, Solo que los primeros pueden tener intimidad en el período de fertilidad; Los célibes no deben usar aceites ni cosméticos, ni deben hacerse masajes, No pueden beber, ni comer carne, ni mirar a una mujer, ni dejarse decorar. El dvija, después de instruirse y remunerar a su maestro, Puede pasar al asram de grhastha o de sannyasa, Debe realizar que Visnu, está tanto fuera de todo como dentro, Y que Él todo lo controla, así alcanzará la perfección más alta. El vanaprastha que sigue su regla, fácilmente logra el Maharloka, Él no comerá cereales que hayan sido cultivados, o que no estén maduros, Ni probará algo cocinado, solo lo que el sol toca. Con frutas y granos silvestres, ofrecerá algún postre en sacrificio, Y desechará su antigua reserva, cuando obtenga nuevos cereales; Debe construir una choza, o en una caverna mantener el fuego bendito, Pero él mismo deberá soportar el sol, la lluvia, la nieve y los temporales. Debe usar su pelo enmarañado y dejar crecer sus uñas, bigote y barbas, Debe vestir cortezas y ropas color fuego, portar un kamandalu y una vara,

Hasta doce años máximo debe estar así, sin que mucha austeridad le distraiga, Y cuando la vejez o un mal le afecte, que entregue el cuerpo y eleve su alma.

CAPITULO 13 El Comportamiento de la Persona Perfecta Sri Narada dijo: La persona capaz de renunciar, debe viajar, liberado, de uno a otro lugar, Manteniéndose con lo mínimo, debe pasar en cada pueblo una sola noche, Debe vestir un taparabos, y portar una danda y kamandalu, nada más, Y subsistir por mendigar, satisfecho y adorando a Narayan, sin reproche. Debe ver al Supremo en todo, e incluso al universo descansando en Él, Tanto despierto como dormido debe esforzarse por comprender el ser, Que perciba la fuerza del tiempo y que deje de lado lo que no conviene leer, Que no enseñe por lucro, y que no goce en discutir sobre uno y otro parecer. No debe dar facilidades materiales para conseguir más seguidores, Ni leer muchos libros, ni conferenciar por dinero, ni aumentar su pecunio, A veces puede dejar sus símbolos, debe actuar con la sencillez de los menores, Y aunque sea un gran orador, que le vean como un necio o un mudo. A este respecto se nos cuenta que Prahlad, junto con un grupo de asociados, Recorrió una vez el universo para conocer a las personas santas, Fue así que en el Kaveri, cerca del monte Sahya, vio recostado a un sadhu, El cual estaba cubierto de polvo y tierra, pero era un gran paramahamsa. Ni por su actuar, ni por su aspecto ni varna, podían los demás saber quién era, Prahlad reverenció al santo, que había tomado la posición de una pitón, Y después de tocar sus pies, le preguntó cómo viviendo de esa manera, Podía conservar un cuerpo robusto y firme, sin llevar a cabo ninguna labor. El brahmana dijo:

¡Oh, Prahlad!, tu visión es perfecta y porque portas en ti al Señor, Él, al igual que el sol, barre de tu interior toda oscuridad; Aunque todo lo sabes, te responderé para mi propia purificación, Porqué, tras observar la frustración del mundo, me contuve de actuar. El único placer verdadero es el espiritual, el otro es solo imaginario, Atado al cuerpo, uno es como un venado que busca agua sin notar la que pisa, Sometido a las tres klesas, sujeto a nacer y a morir, vive uno este calvario, Donde hasta el rico pierde el sueño por su preocupación enfermiza. Le afligen los impuestos, los ladrones, los mismos familiares y sinvergüenzas, Los mendigos, el tiempo, su propio ser, la lamentación, la ilusión, el temor, La ira, el deseo, el esfuerzo… La raíz de todo esto es el desear fama y riqueza, Por ello el hombre inteligente debe renunciar a esa inclinación. En la abeja y en la pitón encuentro a dos grandes maestros, La primera acumula su miel, pero después le es quitada; Por ello, como la pitón, me recuesto aquí satisfecho, Y acepto lo que venga de por sí, sin perturbarme por nada. En ocasiones como algo y en otras no, a veces mucho y en otras poco, Me visto a veces con sedas o con algodón, según lo que dicte el destino; En el suelo descanso un día, sobre hojas y piedras, o en palacios fastuosos, A veces me perfumo y monto elefantes, en otras deambulo como un poseído. Somos todos diferentes, y no me corresponde el alabar ni criticar, Solo deseo el bien a todos y que entiendan al Señor en sus corazones; Uno debe ser indiferente a lo que como bueno o malo presenta el plano dual, Y siendo autorrealizado percibir, que nos rodea un mundo de ilusiones. ¡Oh, Prahlad!, sin duda tú eres un alma liberada, Te despreocupa la opinión ajena y por ello te hablé de lo mío. El rey de los asuras reverenció a esta alma avanzada, Y pidiendo su permiso, retomó su camino.

CAPITULO 14 La Vida Familiar Ideal El grhastha debe trabajar para mantenerse y destinar el fruto a Vasudeva, Debe asociarse con sadhus y oír de ellos el sastra para volverse desprendido, Que se mantenga con lo mínimo, y que su apego sea solo una muestra externa, Solo dirá “sí, sí…” al consejo de otros, mas sabrá bien cómo servir lo divino. Es ladrón quien posee de más, y a animales como camellos, asnos, aves, Moscas, ratones y serpientes, deben ellos verlos como a sus hijos pequeños; Aunque esté ahora casado, solo debe esforzarse por lo que es indispensable, Y sin ocuparse en ugra-karma, complacerse con lo que recibe del Supremo. Los perros, los candalas y caídos, deben ser mantenidos por los casados, Y hasta la propia mujer debe ser ocupada en la atención de las visitas, Uno tanto se apega a ellas, que por su causa podría matar o ser matado, Mas si uno se desprende, podrá tener a ese Señor a Quien nadie conquista. Mediante análisis, olvida ese cuerpo que termina en heces o en cenizas, ¿Cómo se le puede comparar con la eterna belleza del Ser Supremo? Solo come prasadam y líbrate del apego mediante ofrendas propicias, Cada día adora al Señor, a los devas, rsis, pitrs, a todos, y a tu yo interno. (Esto de adorar a nuestro yo interno es un punto interesante, uno debe verse como alma y así mismo comportarse. Verse a sí mismo como un alma amada y comprometida con el Señor, es verdadera autoestima.) Quien tiene saber y riqueza debe destinarla a complacer a la Deidad, Pero a Él Le satisface más el servicio a los dvijas, que el ofrendar en el fuego, Por esto, atiende a brahmanas y devas, y luego a los otros, según tu capacidad, Entendiendo que es el Señor Quien mora dentro de todos ellos. La caridad y sacrificios son benéficos en los cambios de estación, Y los mejores lugares son donde los vaisnavas y la Deidad están presentes, Donde hay brahmanas austeros y santos, y donde corren los ríos sagrados,

Todo lo que se hace en esos lugares, brinda un beneficio excelente. Los grandes sabios han decidido que el Señor es Quien debe ser adorado, Y en tu rajasuya-yajña se proclamó que Sri Krsna es esa Persona Suprema, Este Acyuta es la raíz del cosmos, el cual es visto como un gran árbol, Y porque mora en todo ser, al satisfacerle se complace la creación entera. Paramatma se manifiesta de acuerdo a nuestro saber, austeridad y penitencia, Por ello podemos decir que es solo Él Quien gobierna en nuestro cuerpo; Los sabios introdujeron la puja al ver ciertos desacuerdos al inicio de Treta, Y enseñaron a adorar al Supremo con rica parafernalia y estrictos procesos. Mas el Señor no aprecia la adoración de aquel que envidia a un vaisnava, Pues el brahmana, por su estudio y austeridad, debe ser visto como Dios; En especial, quienes predican y purifican con sus pies todo el brahmanda, Son reconocidos y adorados, por El Corazón y Alma de esta manifestación.

CAPITULO 15 Instrucciones para los Seres Humanos Civilizados Sri Narada dijo: Quienes desean avanzar en la religión superior, A nadie deben herir, ni con cuerpo, palabra, ni pensamiento, Ellos dejan los rituales, gracias a su pureza y comprensión, Entendiendo que fuera de no agredir, no existe un mejor proceso. dravya-yajñair yaksyamanam drstva bhutani bibhyati esa makaruno hanyad ataj-jño hy asu-trp dhruvam //10// Al ver al sacerdote que oficia la ceremonia, Los animales piensan, llenos de temor: “Seguro que nos matará, sin misericordia, Este que ignora el propósito de esta función.” Por ello, día tras día, quien sabe en verdad de religión,

Y quien no desea violentar a los pobres animales, Debe hacer sus ofrendas en la debida ocasión, Con aquello que recibe por gracia de su Señor adorable. Quien está satisfecho y vinculado al Supremo, es feliz, Y vive despreocupado de su propio sustento, Mas nunca ese materialista que va de aquí para allí, Que en su codicia y lujuria, se esfuerza por su progreso. Para el que tiene buenos zapatos, todo sendero le es confortable, No le incomodan las piedras, ni las espinas del camino, Así mismo para el iluminado, nada hay que pueda afectarle, Él solo siente felicidad donde sea que le lleve el destino. Con solo un poco de agua, Se complace el que está satisfecho, Mas se vuelve como un perro de guardia, A quien controlan su lengua y sexo. La codicia arruina el poder espiritual de un devoto o brahmana, Pues el hambre y la sed se sacian con el debido alimento, La ira con el correctivo, pero la codicia con nada, Nisiquiera con la conquista de todo el universo. Por tomar votos con firmeza, uno conquista la lujuria, Por dejar la envidia, uno controla la ira y el rencor, La codicia se controla por notar la ansiedad del que acumula, Y por analizar la Verdad, se supera el temor. Por estudiar el espíritu uno conquista la lamentación, Por servir a un gran devoto uno desarrolla humildad, Mediante el silencio uno lleva el yoga místico a su perfección, Y uno vence la envidia cuando renuncia a disfrutar. Por buena conducta y no envidiar, uno contraresta el sufrimiento, Mediante oración y trance, uno debe aceptar el destino supremo, Por hatha-yoga y pranayama, uno alivia el dolor del cuerpo, Por desarrollar sattva, en especial en el comer, se controla el sueño. La pasión e ignorancia se superan mediante la bondad,

Y por servir al Señor se sitúa uno en visuddha-sattva, El maestro es como el Supremo pues nos da lo trascendental, Mas todo se frustra para quien le ve como una persona ordinaria. Sri Krsna es el Supremo y es la única aspiración de los sabios, De nada sirven ritos, meditación y yajña, si a Él no se le complace; Tal como una profesión o el comercio mantienen al hombre atado, Así mismo los ritos Védicos que para Su placer no se hacen. Para conquistar el ser uno debe irse a un lugar solitario, Vivir de la mendicidad y recitar en su renuncia el pranava, Mediante pranayama y meditación debe mantenerse controlado, Y así feliz y sin lujuria, podrá aquietarse como tranquila llama. Quien tras tomar sannyas vuelve al mundo, es un sinvergüenza, un vantasi, Y es abominable para un grhastha o un brahmacari, dejar sus principios, Uno debe rechazar, o compadecerse y ayudar, a alguien que se ha caído, Esta vida humana ha sido hecha para conocer la Verdad, no para gratificarse, ¿Para qué codiciar este mundo, cuando lo absoluto puede ser conocido? Este cuerpo es como un carro donde sus caballos son los sentidos, La mente son las riendas, la inteligencia es su conductor, Los objetos, o visayas, son su meta, y la conciencia la que nos tiene cautivos, Los rayos de sus ruedas son el prana, y lo alto y bajo de estas ruedas, son la religión e irreligión, El pranava es el arco, el alma es la flecha, y su blanco es el Señor. Por la gracia de los gurus y del Supremo, uno debe conquistar esos enemigos que surgen debido a la ignorancia y a la pasión, Debe así uno volverse feliz por conocer su identidad espiritual, Afilando la espada del saber con la debida devoción. Sin el refugio de Acyuta y Baladeva, este carro nos llevará a la muerte, Por ello, uno debe dejar la senda de pravrtti, y liberarse mediante nivrtti; Ustedes, Pandavas, vencieron grandes enemigos por su rendición excelente, Por seguir así en este servicio, alcanzarán la mayor perfección que existe. Mucho tiempo atrás, en otro maha-kalpa, fui el gandharva Upabarhana, Era muy respetado y atractivo para las mujeres, por ser muy hermoso,

Una vez los prajapatis nos invitaron a participar en un harinama, Yo fui, y porque glorifiqué a los devas, me maldijeron con enojo: “Porque has cometido este insulto, nace como un sudra carente de belleza.” En esa nueva vida serví a vaisnavas, que eran bien versados en los Vedas, Y gracias a ello, esta vez nací como un hijo de Brahma; de este modo aprecia, Este proceso es tan poderoso, que incluso a un aferrado grha-medhi le libera. Son ustedes muy afortunados por ser siempre visitados por personas santas, Además Sri Krsna, Quien es buscado por los sabios que desean la liberación, Actúa como vuestro bienhechor, amigo, primo, consejero y como acharya, Que ese Señor, Quien sustenta a Sus devotos y es adorado mediante devoción, Mediante el silencio y el cese de las actividades fruitivas, Se complazca. Sri Sukadeva dijo: Al oír todo esto Yudhisthir, sintió gran placer y amor extático por Krsna, Narada Muni, siendo adorado por Govinda y por el rey, siguió su camino; El mayor de los Pandava, cuando entendió que el Señor era su primo, Se llenó de gran emoción, sorprendido por esta gracia concedida. FIN Jueves 13 de Enero del 2005.

OCTAVO CANTO CAPITULO 1 Los Manus, Administradores del Universo Pariksit quiso saber de los demás manus aparte de Svayambhuva, Y de los avataras del Señor, para los distintos manvantaras.

Sukadeva le dijo que Svayambhuva era el primero de los seis que ya han pasado, en este kalpa de Brahma, Y que tuvo por hijas a Akuti y a Devahuti, Siendo Yajñamurti hijo de la primera. Svayambhuva, despreciando el mundo, fue al bosque con su esposa Satarupa, Allí se paró por cien años en un pie, y en medio de su gran ascetismo dijo: El Señor crea el cosmos, y no el cosmos a ese Testigo que no descansa nunca, Nadie Le conoce a Él, pero Él sí lo ve todo, pues se encuentra en todo sitio. Por ello, uno debe conformarse con lo que recibe por Su gracia, Y siempre debe adorar a ese Amigo que permanece junto al alma; Es el más grande, sin principio ni fin, no pertenece a nación ni raza, Es la Verdad, y es otro de Sus aspectos este universo que de Él emana. Al principio los sabios ocupan al hombre en actividades mundanas, Para después inspirarles en la acción destinada a complacerle a Él; Ni este Señor ni Sus devotos, se enredan en las acciones del karma, Yo aconsejo que sigan esa religión que Él instruye para nuestro bien. Sukadeva Goswami continuó: Cuando de este modo, inmerso en su trance, cantaba los Upanisadas, Fue visto por los raksasas y asuras, quienes hambrientos, le quisieron comer; Allí apareció el Señor como Yajñapati, y le protegió con Sus hijos, los Yamas, Luchó junto con los devas, y ocupó el trono de Indra, después de vencer. Svarocisa, hijo de Agni, se volvió el segundo manu, Uttama, hijo de Priyavrata, fue el tercero, aquí el Señor vino como Satyasena, Él, con Su amigo Satyajit, quien era Indra, mató a yaksas descarriados; Luego, el hermano de Uttama, Tamasa, fue el cuarto manu y en su era vino el Señor como Hari, hijo de Harimedha y de Harini, Y salvó de las fauces de un cocodrilo al rey de los elefantes Gajendra. CAPITULO 2

La Crisis del Elefante Gajendra Sukadeva Goswami dijo: Mi querido rey, hay una muy bella montaña llamada Trikuta, Ocho mil millas tiene de alto y de ancho, y se sitúa en el océano de leche, Tiene tres picos principales, de hierro, de oro y plata, y otros de joyas muchas, Con sus riachuelos, con sus árboles y aves, todo el entorno embellece. Su orilla, bañada por el mar lácteo, produce valiosas esmeraldas, Y los ciudadanos del cielo van a disfrutar en sus numerosas cuevas, Las damas de los devas perfuman sus aguas, cuando en ellas se bañan, Y abunda ese monte en flores, en frutas y en el aullido de las fieras. Gajendra habitaba estos bosques y llegó una vez a orillas de un lago, Rompió varias plantas y árboles, a medida que se acercó con sus consortes; Con solo sentir su olor, huyeron serpientes, leones y tigres, apavorados, Y entró éste a esas aguas, después de estremecer la tierra con su gran porte. Por arreglo de la Providencia, cuando se bañaba, fue atacado por un cocodrilo, Y quisieron ayudarlo sus amigos y consortes, mas sin conseguir hacerlo; Tras mil años de lucha, Gajendra, siendo más de tierra, se vio disminuido, Mientras que el otro se fortalecía. Esta lucha sorprendió a los devas del cielo. Al verse derrotado y lleno de temor, pensó Gajendra: Nadie, ni mis amigos ni mis muchas esposas, pueden aquí ayudarme, Por voluntad del Señor paso por esto, y solo Él me podría socorrer, Nadie Le conoce, pero es el más poderoso y ampara a grandes personalidades, Por ello me rindo al único que de la serpiente del tiempo me puede proteger. CAPITULO 3 Las Rendidas Oraciones de Gajendra

Gajendra elevó la oración de su vida anterior, cuando fue Indradyumna: Reverencio a la Persona Suprema, a Quien todo sustenta, mas nada Le anuda, Es adorado por Brahma y Siva, es el testigo, y la causa y el efecto supremos, Nadie Le reconoce ni entiende, como a un artista de fama en el proscenio, Me rindo a Él y pido la protección de Aquel que a nadie niega Su ayuda. Que sea Él mi destino, el perseguido por los grandes sabios y ascetas. Para que cumpla su propósito lo creado, Él mismo viene como Rama y Krsna, Solo Le alcanzan esas almas puras que mediante el bhakti se esfuerzan; Reverencio Su brahman, Sus formas de Buda, de Varaha, de Nrsimha… Tú aclaras toda duda, y este mundo parece real, porque refleja Tu existencia; Eres el veedor, la fuente del Veda y del parampara, y eres El que libera, Ocultas Tu ser y Tu saber, como el fuego que latente en la leña se encuentra, Te reverencio a Ti, a Quien adoran los que trascienden las muchas reglas. Aunque soy un animal, aun así me vas a salvar por Tu infinita misericordia, Pues siempre tratas de hacerlo en Tu forma de Paramatma, el Alma Suprema; Eres difícil de obtener, por quienes como yo, buscan siervos, fama y gloria, Eres fuente de toda luz, el controlador, Te reverencio con rendición sincera. Que Él, Quien a todos bendice, me libre de este peligro y de mi vida mundana, Los devotos puros escuchan Sus glorias y se sumen en gran buenaventura, Ellos no Le piden ni una cosa, pero yo estoy en esta situación tan amarga, Yo reverencio a ese Ilimitado, quien es pleno y es el Amo de toda criatura. Todo se genera y vuelve a Ti, no eres hombre, mujer, ni animal, Eres la última palabra en la discriminación de “esto no, esto no,” Y aun así eres ilimitado y trascendental, No quiero más estar atado al ciclo de muertes, ni a esta ilusión. Por ello Te reverencio, ¡oh, Alma Suprema de este universo! Eres el Maestro de todo misticismo, visto en el corazón de los ascetas, Eres fuente del placer sensorial y proteges al bien dispuesto, No te alcanza el descontrolado. Te ofrezco mis reverencias.

Sri Suka dijo: Gajendra se dirigió al Supremo, mas por nadie en particular clamaba, Pero porque Hari es Paramatma, Él, y ningún deva, atendió Su llamado, Al verle venir en Garuda, tomó un loto y le oró: ¡Oh, Supremo Narayan!, Te ofrezco mis reverencias desde mi afligido estado. El Señor cortó de inmediato la cabeza al cocodrilo, Dándole así alivio a su afligido devoto. CAPITULO 4 Gajendra Vuelve al Mundo Espiritual Sri Sukadeva Goswami dijo: Sabios y devas celebraron al Señor cuando salvó a Gajendra, Y en medio de una lluvia de pétalos, tronaron trompetas, sonaron tambores, El cocodrilo era el rey Huhu, un gandharva maldecido por Devala, Este reasumió su bella forma y adoró al Señor con oraciones. Después le circunvaló y regresó a Gandharvaloka lleno de fortuna, Mientras que Gajendra alcanzó sarupya, con cuatro brazos y pitambara, Él había sido el rey de Pandya, un vaisnava llamado Indradyumna, Quien se retiró a los montes Malaya, y allí, austero, estableció su asram. Una vez, estando en profunda absorción sumido, Llegó el sabio Agastya acompañado por sus discípulos, Y como, por estar ausente, no siguiese el comportamiento debido, Diciendo las siguientes palabras, Agastya airado le maldijo. Agastya dijo: “Este rey Indradyumna no tiene educación, Y siendo bajo, ha insultado a un brahmana, ¡Que entre a la región oscura, con el burdo cuerpo de un elefante!” El rey aceptó esto como un arreglo del Señor, pues era un gran vaisnava, Y así, aunque estaba en ese cuerpo, recordó su pasada elevación y trance. Ahora se elevó a la suprema morada, llevado por el Señor y Garuda, Ante la vista de los gandharvas, los siddhas y devas, que le elogiaban.

A quien escucha esta historia no le afectan los malos sueños ni Kali-yuga, Por ello debe ser recordada, sin desviación, cada mañana. El Señor, ante la presencia de todos, se dirigió así a Gajendra: A quien temprano en la mañana, libre de reacción, nos recuerde a ti y a Mí, Así como a Brahma y a Siva, a este lago, esta montaña y sus cavernas, Mi forma, Mi lila, los ríos santos, la luna, el sol, el fuego, el Om sutil, Y me ore como tú lo hiciste, en la mañana, Le recibiré en Mi morada eterna. Tras decir esto, el Señor, Hrsikesh, Tocó su caracola Pañcajanya, Y montando a Su alado portador se fue, Tras bendecir a los devas encabezados por Brahma.

CAPITULO 5 Los Semidioses Recurren al Señor Maharaja Pariksit preguntó: ¿Cómo y porqué el Señor batió el océano de leche? ¿Por qué asumió una forma de tortuga y cargó el monte Mandara? ¿Cómo los devas obtuvieron el néctar, y qué otros hechos pudieron verse? Háblame por favor de estos sucesos, para saciar mi alma Sukadeva Goswami dijo: Cuando los devas fueron maldecidos por Durvasa y vencidos por los demonios, No hubo más sacrificios y la situación se volvió calamitosa, Indra, Varuna y otros, fueron a lo alto del Sumeru y a Brahma impusieron de todo, Éste meditó en el Señor y radiante, salió esto de su boca. Brahma dijo: Como el Señor es el creador de todos los seres, vamos donde Él por protección, Él es igual con todos y acepta distintas gunas para mantener el universo, Invoquemos ahora a sattva, para establecer el gobierno del Señor, Porque Él se inclina por ustedes, les dará Su refugio, por cierto.

Tras así hablar, Brahma fue con los devas a Svetadwip, Y allí oró al Señor, aún sin conocerle, solo confiando en los Vedas: ¡Oh, Señor!, no puede entenderte la mente, ni las palabras Te pueden describir, Eres ilimitado, el origen de todo, acepta nuestras reverencias sinceras. Nadie, solo Él, puede subyugar Su poderoso maya, Mas ni nosotros, situados en sattva, conseguimos comprender Su grandeza, ¿Cómo serán capaces los otros, situados en rajas y tamas? A este Señor, presente en todo, ofrecemos nuestras reverencias. Soma, la luna, es la fuente de los cereales y de la vida de los devas, Y como dicen los sabios, es la mente del Supremo Señor; El fuego es Su boca, y se encuentra en el océano, para formar gemas, Y estás Tú en el vientre de todos, para permitir la digestión. Surya indica la senda de la liberación, llamada aciradi-vartma, Es fuente de comprensión, y el lugar donde puede ser adorada la Verdad, Es la fuente de vida y de muerte, es el ojo del Señor, Su mirada, Que este Supremo grandioso, el Señor, se complazca, por Su gran bondad. Mahendra, el dios del cielo, fue creado de la potencia de poder del Señor, Los semidioses fueron creados por Su misericordia, Siva, de Su ira, y Brahma, de Su inteligencia superior, Los mantras de sus poros, los prajapatis de Su genital, Que se complazca con nosotros, este Señor de eterna gloria. Los pitris nacieron de Su sombra, Laksmi de Su pecho, La religión de Su corazón, la irreligión de Su espalda, De Su cabeza los planetas superiores del universo, De Sus sentidos de disfrute surgieron las apsaras, Que este Supremo poderoso, se complazca con nosotros. Los sabios dicen que los cinco elementos, el tiempo, las gunas, Son creaciones de maya y por ello muy difíciles de entender, Ellos más bien renuncian, sin dejar que el mundo les confunda, Al igual que ellos, espero darle al Supremo algún placer. ¡Oh, Señor Supremo!, desapegado en tu lila del mundo, como el aire,

Nos rendimos ante Ti, pero aún así, deseamos verte, Permite que Tu sonriente rostro de loto nos sea apreciable, Tú que vienes en cada era y realizas Tus actos sorprendentes. Los karmis trabajan duro para adquirir riquezas y gratificación, Pero más bien se frustran porque sus resultados no son satisfactorios, Los devotos, en cambio, con menos esfuerzos, superan toda espectación, Y logran resultados sustanciales, más allá de lo transitorio. Nunca son en vano aquellas actividades Que se dedican al Supremo, aún en pequeña medida, Pues siendo Él nuestro benévolo padre, En forma natural bendice a Sus almas rendidas. yatha hi skandha-sakhanam taror mulavasecanam evam aradhanam visnoh sarvesam atmanas ca hi //49// Así como el tronco y ramas de un árbol, Se nutren tan pronto la raíz es regada, Así mismo, cuando Visnu es adorado, Todos son servidos, pues Él es Paramatma. CAPITULO 6 Los Semidioses y Demonios Hacen un Pacto Sri Sukadeva dijo: Ante esta oración, el Señor apareció cual miles de soles, Con Su oscuro cuerpo cual marakata, ojos rojizos, pitambara, kaustubha, Con Laksmi, con Sus armas y guirnaldas de flores, Los devas al verle, Le reverenciaron, apreciando su gran fortuna. Brahma dijo: Los elefantes afligidos por un incendio, se ponen felices al ver el Ganges, Igual nosotros al verte, después de desearlo por tanto tiempo, Como todo lo sabes, nada hay que debamos informarte, Por favor bendícenos, no podemos entender Tu comportamiento.

Sri Sukadeva dijo: Así respondió el Señor, con Su voz de trueno, A los semidioses que Le atendían con sus manos juntas, Deseoso de jugar el lila de batir el océano, Les dijo así, el amoroso Señor de Vaikuntha. Sri Bhagavan dijo: ¡Oh, Brahma, Siva y demás semidioses!,escuchen con atención, Porque he de hablar para que tengan todos buena fortuna, Para el propio bien, se debe seguir la lógica de la serpiente y el ratón, E incluso hacerle un truco a los asuras. Preparen entre todos el néctar de la inmortalidad, Con ese fin, echen al océano de leche todo tipo de vegetales y de hierbas, Luego, con Mandara por pivote y con Vasuki para hacerla girar, Les ayudaré, para que con los danavas ganen ustedes el elixir que obtengan. Con paciencia y tranquilidad, todo puede ser obtenido, Pero si a uno le agita la ira, la meta no es alcanzada, Por ello lo que los demonios presenten por pedido, Consiéntanlo ustedes, sin reclamar nada. El veneno kalakuta será generado por el océano, Pero no deben temerlo; y de las muchas cosas que salgan, No deben desenfrenarse llevados por el deseo, Ni deben perturbarse, si no pueden ganarlas. Sri Sukadeva Goswami dijo: Tras así hablar, el Señor desapareció, dejándoles Su gracia, Y los devas fueron a hablar con Bali, el hijo de Virocana, Después de saludarle y complacerle, de acuerdo a la diplomacia, Indra presentó la idea, en forma clara y propia. Bali, asistido por Sambara y Aristanemi, aceptaron la propuesta, Y así celebraron una tregua, para llevar a fin lo convenido, Arrancaron a Mandara entre gritos, y la cargaron con gran fuerza, Mas era tan pesada que aplastó a varios, a mitad del recorrido. Vino el Señor y revivió a unos y curó a otros,

Y con una mano cargó la montaña y montó en su gran águila, Así fue llevada al océano en un vuelo majestuoso, Después, para que viniese Vasuki, le pidió al ave que se retirara. CAPITULO 7 El Señor Siva Salva al Universo Sri Sukadeva Goswami dijo: Invitaron entonces a Vasuki, prometiéndole una porción del néctar, Y la enroscaron alrededor de Mandara, para empezar el batido, Mas a los asuras no les gustó que la parte de su cabeza, Había sido tomada por los semidioses y por Visnu. Ellos reclamaron ser superiores por sus actividades y nacimiento, Por lo que el Señor tomó a Vasuki por la cola, sin protesta ninguna, Pero la montaña se hundía, al no tener buen cimiento, Y al verles afligidos, el Señor, asumió la bella forma de Kurma. Esta tortuga medía ochocientas mil millas, Y como si la estuviesen rascando, aceptó el girar en su espalda, Asumió otra forma de mil brazos, para sostenerla de arriba, Y entró en los devas, en los asuras y Vasuki, como sattva, raja y tamas. Mas porque de las mil bocas de Vasuki salía humo y fuego, Tanto los asuras y devas se afectaron, y perdieron su lozanía, Por lo que el mismo Señor sacudió el océano, Y creó nubes y lluvia, para dar alivio a los que batían. El Señor apareció como una nube, de amarilla ropa y aros refulgentes, Y al remecer el océano, perturbó a todo tipo de animales acuáticos, El veneno halahala se produjo primero, de poder ardiente, Que al esparcirse por el mundo, creó un momento dramático. Los devas se acercaron con oraciones a Sada Siva, Quien le dijo a Bhavani, en tan angustiante momento: “Es mi deber proteger a quienes luchan por sus vidas, Cuidar a los dependientes que sufren, es el deber del maestro.

“Las personas comunes, por causa de este ilusorio espejismo, Viven en una mutua enemistad, Pero los devotos, aún a costa de sí mismos, Hacen lo posible por tratar de salvar. “Mi querida y gentil mujer, cuando uno hace el bien a los demás, El Señor Supremo Hari está muy complacido, Así como también lo estoy yo, y toda otra entidad, Déjame entonces tomar este veneno, por el bien de los seres vivos.” Sri Sukadeva Goswami dijo: Tras decir esto, Siva comenzó a beber el veneno, Y su esposa, sabiendo de su poder, no se opuso a que él lo hiciera, Así, al Compasivo, al tomarlo, se le formó una línea en el cuello, Un azul ornamento, para su alma generosa y buena. tapyante loka-tapena sadhava prayaso janah paramaradhanam tad dhi purusasyakhilatmanah //44// Sufrir para aliviar el dolor de los demás, Es la conducta general de las personas santas, Es sin duda ésta, la mejor forma de adorar, A ese Ser Supremo que Se sitúa cual Paramatma. Al escuchar de este acto maravilloso, Los devas y Bhavani celebraron al gran Sámbhu, Los escorpiones, cobras y otros animales venenosos, Bebieron algunas gotas que cayeron de su mano.

CAPITULO 8 El Batido del Océano de Leche Sri Sukadeva Goswami dijo: Ante esto, los devas y asuras retomaron la tarea con nuevo vigor, Como resultado de ello, una vaca surabhi salió de ese mar,

Los sabios se acercaron a ella, que temblaba por protección, Sabiendo que la leche que produjera, les sería fundamental. Luego surgió el brioso caballo Uccaihsrava, Blanco como la luna, que lo deseó Bali Maharaj, A lo que Indra no protestó, recordando el consejo de Visnu, Luego vino Airavata, blanco, de cuatro colmillos, desafiando el Kailas. Luego salieron ocho grandes elefantes machos, encabezados por Airavana, Y ocho elefantas hembras, encabezadas por Abhramu. Luego salió la Kaustubha y Padmaraga-mani, que quedaron con Hari, Después se generó la Parijata, que satisface los deseos y decora el svarga, Vinieron luego las apsaras, después Laksmi o Rama, por Sus dotes deseada, Y por ser fuente de toda belleza, fortuna y de buen porvenir. Indra Le obsequió una silla. Por los ríos, las nubes y sabios fue adorada, Por las vacas, por el océano que le dio joyas, por la Primavera y la Tierra, Varuna le dio una guirnalda, Visvakarma adornos, y un loto Brahma, Reluciendo como una enredadera de oro, les pareció a todos muy bella. Pasó entre los gandharvas, yaksas, asuras, siddhas y caranas, Pero en ninguno de ellos halló el refugio que quería, Ella pensaba de esta manera, en la medida que les examinaba: “Alguien puede ser muy austero pero no haber conquistado la ira, Alguien puede tener conocimiento, pero no ha dejado el deseo, Otro puede ser muy estimado, pero no ha abandonado su lujuria, Incluso un gran hombre depende de otros, ¿cómo puede ser el Supremo? Otro puede ser entendido en religión, pero a nadie ayuda. “Algunos renuncian, pero aun así no alcanzan la liberación, Otros, siendo poderosos, no pueden enfrentar el tiempo eterno, Otros, son buenos, pero no saben cuánto vivirán, o no sirven al Señor, Y otros, no muestran buena educación, a pesar de ya ser longevos.” Después de reflexionar así, la Diosa de la Fortuna aceptó a Mukunda, Pues Él, aunque es trascendental y no La necesita, posee toda virtud y poder, Por ello puso en Su cuello la guirnalda de lotos, con abejas que zumban, Y esperando recibir un lugar en Su pecho, Se paró sonriendo con timidez.

Los gandharvas y caranas tocaron sus caracolas, sus tambores y trompetas, Mientras que llovieron flores el Señor Brahma, Siva, Angira y otros regentes, Bendecidos por la mirada de Laksmiji, los devas y prajapatis hicieron fiesta, Mientras que los demonios, al verse desdeñados, estaban displicentes. Luego apareció Varuni, la diosa de ojos de loto que controla a los borrachos, Con el permiso del Señor, los demonios tomaron posesión de esa muchacha; Surgió después una gran personalidad, de ojos rojizos, de largos brazos, Robusto, de amarilla ropa, con una vasija de néctar y luciendo bellas alhajas. Le distinguían los símbolos auspiciosos, era una porción plenaria de Visnu, Se llamaba Dhanvantari, y era el poseedor de la ciencia de la medicina; Los demonios Le arrebataron la vasija y huyeron, para asegurarse el dominio, Lo que desanimó a los devas y les hizo recurrir al refugio de Hari, o Krsna. Así les dijo ese Señor, que siempre desea complacer a Sus sirvientes: “No estén tristes, confundiré a los demonios de forma que luchen entre ellos.” De esta manera: “¡Yo primero!” “¡Yo primero!,” insistían vehementes, Otros decían: “¡Tú no! ¡Tú no!” y de ese modo, no llegaron a ningún acuerdo. Unos dijeron que a los devas también correspondía una porción del néctar, Y así fue como los más débiles contuvieron a los asuras más fuertes; En ese momento el Señor, asumió una forma de extraordinaria belleza, Era Mohini, una hermosa mujer, un encanto para los sentidos y la mente. CAPITULO 9 El Señor Encarna en la Forma de Mohini Cuando los demonios forcejeaban entre sí por poseer el néctar, La hermosa Mohini se acercó a ellos, agitando por completo sus sentidos, La elogiaron y la pretendieron, hallándola una gracia de la Providencia, Y le entregaron el elixir, para que ella decidiese cómo repartirlo. Sri Bhagavan les dijo:

¡Oh, hijos de Kasyapa!, Yo soy una prostituta, ¿cómo pueden fiarse de Mí? Las mujeres como yo somos inestables y no merecemos vuestra confianza, Somos como los monos, los perros y chacales, que no se pueden definir, Siempre buscamos nuevos amigos, así opinan las personas santas. Sukadeva Goswami dijo: Los demonios rieron con gravedad e igual Le entregaron el recipiente, A lo que Ella pidió libertad para actuar incluso en forma deshonesta; Ante Sus dulces palabras, los jefes aceptaron seguir lo que Ella dispuciese; Ayunaron todos, dieron caridad e hicieron yajña, según las normas védicas. Así, se sentaron mirando al Este, los miles de demonios y de devas, Y entró tintineando Mohini, a ese recinto de lámparas, de flores y de incienso, Por Su orgullo juvenil, eran inquietos Sus ojos; avanzó lento, por Sus anchas caderas, Eran bellas Su nariz y mejillas, y Sus orejas adornadas con ricos ornamentos. Pidió sonriente a los muy encantados, que se ordenasen en distintas filas, Se acercó a los demonios, con dulce hablar, mas sin darles ni una gota del néctar, Solo lo repartió a los devas, que estaban lejos, para librarles de la agonía; Los asuras retuvieron su ira, para mostrar equilibrio y mantener la promesa. Atraídos por Mohini, no querían perder la amistad que suponían tener con Ella, Pero Rahu, vistiéndose como un semidios, se sentó entre Surya y Candra, Y cuando recibió la vasija, alcanzó a probar el elixir solo con su lengua, Pues el Señor al descubrirle, al punto le decapitó, con Su poderosa arma. Sin embargo, la cabeza de Rahu, tocada por el brebaje, se volvió inmortal, Por lo que el Señor Brahma la aceptó como uno de los planetas, Ésta es enemiga del Sol y de la Luna, a los que acostumbra a atacar, Cuando las noches de luna nueva y de luna llena se presentan. Cuando los devas habían consumido ya casi la totalidad del contenido, El Señor, el amigo de todos los seres, reveló entonces Su forma original. Aunque devas y asuras tenían el mismo fin, solo lo cumplieron los rendidos, Así, solo ellos satisfacen a la creación, nunca lo puede la sociedad material.

CAPITULO 10 La Batalla entre los Semidioses y los Demonios Sukadeva Goswami dijo: Aunque los demonios también se habían empeñado en batir el océano, Por no ser devotos, no tuvieron acceso al nectar de la inmortalidad, El Señor entretanto, tras bendecir a los Suyos, montó en Garuda y elevó vuelo, Mientras los demonios se armaban envidiosos, preparándose para atacar. Los devas, quienes siempre se refugian en Narayan, se alistaron a su vez, Y empezó a orillas del mar de leche, un enfrentamiento aterrador; Lucharon las fuerzas de infantería, cada uno con oponentes del mismo nivel, Y otros que montaban caballos, asnos, timingilas, lagartos, humanos, buitres, Ratas, chacales, conejos, monstruos… se batieron entre iguales, con pavoroso clamor. Hermosos lucían los dos bandos, con sus estandartes, escudos y armas, Resplandecían los soldados como dos océanos poblados de variados peces; Estaba Bali en su nave Vaihayasa, dada por Maya, abanicado con camaras, Brillaba ésta como la luna, toda ella mística, a ratos, ya no dejaba verse. Así llegó Bali, rodeado por sus capitanes y ejército, enfureciendo a Indra, Primero se cruzaron duros insultos y ya más de cerca comenzaron la batalla, Bali con Indra, Yama con Kalanabha, Surya con Virocan, con Jambha, Siva… Llenaron el campo con piernas, brazos, troncos y cabezas cortadas. Por todos lados esparcidas las corazas, los arcos, cascos y ornamentos, Volvía a bajar el polvo alzado, con la lluvia de la sangre salpicada, Con cuerpos mutilados y ya vueltos fantasmas, reatacaban los muertos, Y Bali enfrentó a Indra mediante la ilusión, cuando fallaron sus armas. Creó una montaña de donde caían árboles ardientes y afiladas piedras, Caían escorpiones, serpientes, elefantes, tigres… aplastándolos a todos,

Luego, vino una hueste de caníbales desnudos, gritando feroces: “¡Mueran!” Y creó nubes que lanzaban brasas, entre aterrantes relámpagos sonoros. Cayó un fuego devastador, como el samvartaka, azuzado por fuertes vientos, Y arrasó una inundación, con grandes ciclones, remolinos y olas marinas… Ante tal situación, los soldados de los semidioses perdieron todo aliento, Por lo que los devas invocaron al Señor, al encontrarse así a la deriva. De inmediato apareció, montado en Garuda, con Laksmi y Su ropa amarilla, Con Su yelmo, con valiosos pendientes, y con ocho brazos bien armados, Disipó al punto la ilusión y mató a Kalanemi, con el arma que éste esgrimía, Luego los poderosos Mali, Sumali y Malyavan, cayeron decapitados. CAPITULO 11 El Rey Indra Acaba con los Demonios Sri Sukadeva Goswami dijo: Por la gracia de Hari, los devas fueron revividos y volvieron al ataque; Indra airado, dirigió su rayo a Bali, haciendo clamar al enemigo: “¡Ay!, ¡ay!” Sobrio, tolerante y bien pertrechado, Bali avanzó en el gran combate, Mientras el rey del cielo le increpó furioso, con el siguiente hablar. Indra le dijo: ¡Ah, sinvergüenza!, como un bribón que le roba a un niño de ojos vendados, Así tratas de vencernos con esa magia, que en verdad es de nuestra propiedad, A quien usa el misticismo para ir a planetas superiores, o medios mecánicos, Yo mismo le envío a las regiones inferiores, ¡veamos cómo lo vas a evitar! Sri Bali le respondió: Todos los aquí reunidos estamos por cierto bajo el control del tiempo eterno, Y de acuerdo a nuestros actos, nos espera la victoria, la derrota o la muerte; Al ver el poder del tiempo, a los concientes no les aflige el acontecer externo, Pero a ti sí te alegra la victoria, por lo que no puedo considerarte inteligente.

Ustedes, los semidioses, se atribuyen la causa de vuestro triunfo y fama, Y debido a esta ignorancia, los santos sienten compasión de vosotros; Por ello, aunque mi corazón pueda estar sentido por tus palabras, En realidad no puedo tomarlas en serio, ni deben causarme enojo. Sri Sukadeva Goswami prosiguió: Dijo esto Bali y tensando su arco, el muy poderoso, lanzó sus flechas naracas; Indra no se dolió con sus duras palabras, porque reconoció que eran ciertas, Lanzó su rayo fatal, y Bali cayó con su nave, cual montaña de cortadas alas, Al ver esto, su fiel amigo Jambhasura, acudió de inmediato en su defensa. Montando un león, dio a Indra con su maza, y dejó a su elefante inconciente, Por lo que Matali, su auriga, trajo una cuadriga tirada por mil caballos; Jambhasura sonrió al ver este noble servicio, mas le golpeó con su tridente, Matali toleró paciente el dolor, pero Indra indignado, le decapitó con su rayo. Namuci, Bala y Paka, llegaron de inmediato, al ser informados por Narada, Y como lluvia sobre un monte, le lanzaron entre insultos, flechas por millares; Los mil caballos de Indra fueron heridos, por otras mil flechas de Bala, Mientras Paka lanzó doscientas simultáneas, contra el carro y contra Matali. Por su lado Namuci, hirió a Indra con quince invencibles, de doradas plumas, Que se precipitaron rugiendo, como oscura tormenta cargada de agua; Era Indra un sol cubierto por nubes, a causa de esas flechas cual lluvia; Los devas afligidos se lamentaron, como marinos en un barco que naufraga. Pero Indra se liberó de la jaula de flechas y resurgió como el sol matutino, Alegrando así a los que sufrían. Mató a Paka y a Bala, creando el desconsuelo. Namuci airado, le tiró una lanza cual meteoro, que rompió el dios aguerrido, Y le lanzó éste su rayo, mas ni un rasmillón consiguió hacerle a su cuello. Indra, al ver esto, temió que a Namuci le protegiera un poder superior, “¿Cómo este rayo que cortó alas, que mató a Vrtra, era ahora tan ineficaz?” “Ni un arma seca o húmeda podrá matarle,” anunció en el cielo una voz,

Ante este tétrico aviso, vio Indra que solo la espuma, le podría socavar. (Indra una vez cortó las alas de las montañas.) Así cortó la cabeza del temible Namuci con un arma de espuma, Visvavasu y Paravasu, caudillos de los gandharvas, cantaron con felicidad, Mientras los demonios eran diezmados por devas como Vayu, Agni y Varuna; Brahma, al notar esto, envió a Narada, para que detuviese tal mortandad. Narada les dijo que gracias a Narayan y a Sri, tenían el néctar y bienestar, Y les pidió entonces que dejasen de combatir. Obedecieron los devas y regresaron a la morada celestial, Mientras que los demonios fueron al monte Astagiri, Donde Sukracarya revivió a quienes tenían sus cuerpos completos, También fue recuperado el malherido Bali, Quien nada lamentó al recobrarse y al saber de los hechos. CAPITULO 12 La Encarnación Mohini-murti Confunde al Señor Siva Sri Sukadeva Goswami dijo: Siva, al saber de la encarnación de Mohini, quiso conocerla, Y con ese fin montó su toro y fue con Uma, a ver a Madhusudana; Llegado allí, el Señor le recibió con gran respeto, como así también a ella, Siva adoró a su anfitrión, dirigiéndole estas palabras. Sri Mahadeva dijo: ¡Oh, Tú!, el principal Dios entre los dioses, ¡oh, Omnipresente! ¡Amo del universo! ¡Señor mismo de esta creación! Tú eres trascendental, eres la raíz, la fuerza de lo viviente, Eres Paramesvar, el Supremo Controlador. Los grandes devotos y santos, que buscan alcanzar el supremo bien, Se dedican a servir Tus pies y dejan de lado todo deseo mundano, Tú eres la causa y nosotros el efecto, por lo que somos uno y distintos a la vez, Tú bendices a todos y todos dependen de Ti, pues Tú das el resultado.

El cosmos es el efecto de Tus cualidades trascendentales, Para el vedantista eres brahman, para el mimamsa eres la religión, Para los sankhyas superas prakrti y purusa, y controlas a los celestiales, Y para los patañjalas, los seguidores de Patañjali, eres el mismo Señor. Ni yo, ni Brahma, ni los grandes sabios encabezados por Marici, Que nacimos en la bondad, estamos libres del efecto de Tu energía ilusoria, ¿Qué entonces, de los humanos y demonios, en rajas y tamas, podrá decirse? Mas Tú, siendo como el aire, que está dentro y fuera de todo, nada ignoras. Mi Señor, Te he visto manifestar toda variedad de maravillosas formas, Quisiera verte por favor, como esa joven de extraordinaria belleza, Con la que engañaste a los demonios, con Tu potencia encubridora, Para conseguir que los semidioses tuviesen acceso al néctar. Ante este rezo, el Señor sonrió con gravedad y accedió a su petición, “Te mostraré, le dijo, esta forma querida por los hombres mundanos.” Tras decir esto, desapareció, y Siva Le buscó, mirando a su alrededor, Hasta ver a una bella muchacha que con una pelota estaba jugando. Un fino sari se ceñía a Su delgada cintura, la que parecía quebrarse con cada movimiento que hacía. Eran hermosos Sus ojos, valiosas Sus gemas, Su cabello suelto, sujeto con Su mano izquierda, la volvió aun más insinuante, También se aflojó Su ropa, con lo que cautivaba con Su potencia interna. A veces, la bella muchacha le lanzaba una mirada tímida, Y así, por mirarse entre ellos, Siva olvidó a su hermosa mujer y asociados, En ocasiones, por la brisa y al correr, se alzó la fina ropa que vestía, Por lo que al fin se acercó a Ella, ya por la lujuria dominado. Estaba Ella desnuda y al verle llegar, se mostró ofuzcada, Mas le siguió sonriendo y Se ocultó entre los árboles inquieta, Siva comenzó a seguirla, como un elefante a su hembra deseada, Y corriendo tras Ella, la tomó del cabello, para abrazarla a la fuerza. Como una serpiente se movió Ella entre sus brazos, Hasta huir de ellos, la que era una creación de yoga-maya,

Como arrasado por un enemigo, Siva fue tras Visnu, siguiendo Sus pasos, Cual elefante que sigue a una hembra, en su época de quedar preñada. La siguió él, descargando semen, aunque nunca lo pierde en vano, Más tarde en esos lugares salieron minas de oro y plata, La siguió a Ella por bosques, cerros, riberas, jardines y retiros de sabios, Pues el Señor quería alertarles, de cómo la forma femenina atrapa. Tras perder su semen, pudo percatarse de su errada visión y se contuvo, Mas no le sorprendió apreciar este poder del Supremo, Madhusudan se alegró de verle tranquilo, sin vergüenza y mudo, Y así le dijo, reasumiendo su aspecto original eterno. Sri Bhagavan dijo: Aunque fuiste vencido por Mi aspecto de mujer, Te has situado de nuevo en tu posición, por ello te bendigo, ¡Oh, Sambhu!, Mi energía ilusoria solo Tú la puedes trascender, Nadie más puede hacerlo, nunca más estarás así afligido. Sri Sukadeva Goswami dijo: Tras escuchar al Señor, Siva Le circunvaló, y con Su venia volvió a Kailas, “Mira, Bhavani, qué grande es Su poder, que a mí mismo me ilusionó, En Quien los Vedas no comprenden, ni el tiempo puede afectar, Es en Quien me concentro en mi yoga místico y meditación.” CAPITULO 13 Descripción de los Futuros Manus Ahora estamos en el séptimo Manu, llamado Sraddhadeva, hijo de Vivasvan, El octavo Manu será Savarni y Bali será el Indra, el hijo de Virocana, Ahora Bali vive en el planeta Sutala, que es superior a la morada de Indra, En el octavo Manu el Señor vendrá como Sarvabhauma, e instalará a Bali como el rey de los celestiales.

CAPITULO 14

El Sistema de Administración Universal Sukadeva Goswami dijo: A los Manus, a sus hijos, a los grandes sabios, a los Indras y devas, Los elige el mismo Señor, en Sus encarnaciones tales como Yajña; Pasados los cuatro yugas, los santos restablecen la religiosidad plena, Esto lo hacen los Manus, siguiendo lo que el Señor les comanda. Por la bendición del Supremo, Indra mantiene a los seres mediante las lluvias, Y Hari mismo viene como Sanaka, como Yajñavalkya, o como Dattatreya, Como el prajapati Marici procrea, como el tiempo aniquila, como rey juzga… Se entiende que todo poder o cualidad proviene de esta Persona Suprema. CAPITULO 15 Bali Maharaj Conquista los Planetas Celestiales Sri Sukadeva Goswami dijo: ¡Oh, rey!, cuando Bali Maharaj perdió toda opulencia y murió en batalla, Sukracarya le volvió a la vida, por lo que sumiso le aceptó como su maestro; Los Bhrgava quisieron que venciese a Indra, y que se apropiase del svarga, Por lo que celebraron con él el Visvajit, que da la regencia sobre el universo. (Los Bhrgava: los brahmanas descendientes de Bhrgu Muni.) Cuando el ghi fue ofrecido, salió un celestial carro con corceles amarillos y un león en su bandera. Aparecieron dos carcajs invencibles y una armadura, Prahlad le dio una bella guirnalda, Sukracarya una concha de ronco sonido, Así, cual brillante fuego y saludando a sus mayores, partió con gran bravura. Rodeado por sus generales y soldados, iguales en poder, opulencia y belleza, Amenazaban devorar el cielo y quemarlo todo con sus ardientes miradas, Así se dirigieron a la morada de Indra, haciendo temblar los distintos planetas,

Decididos a apropiarse de la muy hermosa capital diseñada por Visvakarma. Purificada por Ganga, protegida por murallones, ningún envidioso allí entraba, Nadie con lujuria, con orgullo o codicia, solo los ya libres de esos defectos; Rodearon la ciudad y sopló Bali su caracola, dejando a las mujeres alarmadas, Mientras Indra fue donde su guru, Brhaspati, y así le dijo con respeto. Indra le dijo a Brhaspati: Mi señor, aquí Bali nos ataca con nuevo entusiasmo, con tan gran fuerza, que se muestra irresistible. ¡Pareciera querer devorar entero el cosmos! Por favor dime, ¿cómo él ha obtenido tanto poder, triunfo e influencia? ¿Si ya antes le vencimos, qué hizo él para conseguir tan altos logros? Brhaspati dijo: ¡Oh, Indra!, los brahmanas descendientes de Bhrgu, complacidos con él, Le han conferido su magnífico tejas y ahora es cual Yama de inconquistable. Solo Hari le vencería. Mas cuando ofenda a los dvijas, perderá su poder. Mejor ocúltense en algún lugar y esperen ese momento más favorable. Así aconsejados, los semidioses se retiraron adoptando distintas formas, Tras lo cual el hijo de Virocana, puso los tres mundos bajo su dominio; Los bhrgavas le ocuparon en cien asvamedhas, para asegurar su victoria, Con lo que brilló cual luna y prosperó con el favor de los dos veces nacidos.

CAPITULO 16 El Proceso Payo-vrata de Adoración Sri Sukadeva Goswami dijo: Cuando los hijos de Aditi dejaron el cielo, ella se lamentó cual desprotegida, Tras muchos días, salió su esposo Kasyapa de su trance y la encontró triste: “¡Oh, gentil!, parece que algo adverso aconteció a la religión, o a los dvijas, O a la gente común, o a los tres logros, por los que tanto uno se aflige.

“O tal vez, por tu apego a la familia no recibiste bien a una visita y se fue, Los hogares así, donde ni agua se convida, son cual huecos de chacales; ¿O al estar sola, ansiosa, no ofreciste ghi al fuego? ¡Oh, casta y bendita mujer! ¿Están tus hijos bien? Tu rostro delata que te aqueja un dolor muy grande.” Sri Aditi dijo: ¡Oh, mi respetado esposo brahmana!, todo está bien con los dvijas, las vacas, Con la religión y con los demás, los tres logros florecen en casa también; ¡Oh, amado marido!, el fuego, las visitas y mendigos, los he atendido, gracias a que por recordarte, es natural que no me separe del supremo deber. Siendo tú un prajapati y mi instructor, ¿cómo podré yo desviar mi camino? ¡Oh, hijo de Marici!, por tu grandeza eres imparcial ante devotos y demonios, Mas esta vez invoco tu protección, ya que como ves, estamos desvalidos, Bendice por favor a mis hijos ahora que los asuras se adueñaron de todo. Kasyapa Muni dijo: ¡Qué poderoso es este maya!, por cuya influencia, nos apegamos al cuerpo y guardamos conceptos de hijos y familia, creados por la ilusión temporal. Querida Aditi, adora a Janardana, solo Él puede acabar con todo lo adverso; Porque Él es jagad-guru, el gran maestro, que puede bendecir a la totalidad. sa vidhasyati te kaman harir dinanukampanah amogha bhagavad-bhaktir netareti matir mama //21// Sin duda Él satisfacerá tus deseos, Porque Hari es bondadoso con el desposeído; Es infalible, amogha, este bhakti al Supremo, Todo lo demás es inútil; así es como opino. (vidhasyati: sin duda va a satisfacer.) netareti: na itara: ninguna cosa más.) Como Aditi quiso conocer el modo de complacer al Señor, Kasyapa le enseñó el Payo-vrata, o el ayuno con leche y mantras,

Bajo la supervisión de brahmanas, con la debida adoración, Dejando la mezquina inclinación de no gastar en visnu-aradhanam. “¡Oh, auspiciosa dama!, uno debe realizar esto guiado por los acaryas, Y debe satisfacer a todos mediante caridad diversa y prasadam, Este último debe darse a los pobres, a los devotos y a quienes no lo son, Sabiendo que esto complace a Visnu, debe también probarlo el ejecutor. Este vrata debe ir acompañado de canto, de baile y del golpe de un tambor, Deben cantarse mantras y se debe recitar sastra. Esto lo aprendí de Brahma, mi abuelo, y ahora lo enseñé a ti. Adora de este modo a Kesava, de corazón, Y así obtendrás lo que buscas, pues este voto comprende todo otro yajña.

CAPITULO 17 El Señor Accede a Ser el Hijo de Aditi Sri Sukadeva Goswami dijo: Con gran dedicación Aditi realizó este Payo-vrata y el Señor se hizo presente, Con Su ropa amarilla y cuatro símbolos, colmándola del más profundo éxtasis, Con temblorosa voz Le ofreció su oración, bebiendo Su belleza con sus ojos, Así le dijo ella, al que es el único resguardo de Sus devotos. Aditi dijo: ¡Oh, Infalible! ¡Señor del sacrificio! ¡Solaz de los lugares sagrados! ¡Refugio de los santos! ¡Tu nombre entrega al mundo todo lo auspicioso! Abrigo del pobre, vienes a disminuir el dolor de los aquí condicionados, Por favor tráenos buena fortuna, siendo bondadoso con nosotros. Nunca afectado por la ilusión, todo lo controlas y lo penetras, Y quienes cuentan con Tu gracia pueden vivir tanto como un Brahma, Tener siddhis, saber pleno, religiosidad, el svarga, ilimitada opulencia, Y más aun el poder de vencer a los rivales que nos apañan.

El Señor Supremo dijo: ¡Oh, madre!, sé que quieres recuperar tu reino y adorarme con tus hijos, Y ver a las esposas de los demonios lamentando la muerte de sus maridos; Mas ellos se han vuelto invencibles, atacarles no traerá ni un beneficio, Pues cuentan ellos ahora con el favor de los dos veces nacidos. Mas, por estar complacido con tu voto, debo ver el modo de bendecirte, Ya que la adoración hecha a Mí nunca va en vano y concede el debido éxito, Naceré como tu hijo por las austeridades de Kasyapa y las que tú hiciste, Pero nada divulgues, pues lo confidencial es logrado si se guarda en secreto. Sri Sukadeva Goswami dijo: Feliz, Aditi, se acercó a Kasyapa, quien en su trance vio entrar en su cuerpo a una porción plenaria del Supremo, la que transfirió al vientre de su esposa. Brahma adoró al que antes vino como Prsni, al saber de este gracioso hecho, Como el único barco capaz de cruzar a los devas por esta mar tormentosa. CAPITULO 18 El Señor Vamanadeva, la Encarnación como Enano Sri Sukadeva Goswami dijo: Después de la oración de Brahma nació Visnu del vientre de Aditi, Con Su complexión oscura, cuatro brazos, con Sus aros en forma de tiburón, Con Srivatsa, Kaustubha, yelmo, mala fragante, hizo a todos felices, Al iluminar la casa de Kasyapa con Su divina y bendita aparición. Todos los planetas, desde el Sol a Saturno, dieron profusa caridad, Y celebraban todos los seres, con los sabios, las vacas, los árboles y montañas, Advino en el dvadasi Vijaya y celebró una orquesta en el plano celestial, Oraron los manus, los pitas y dioses, entre el festejo de apsaras y gandharvas. En medio de la lluvia de flores se regocijó Aditi, y Kasyapa clamó: ¡jay, jay! Como un gran actor, el Señor tomó la forma de un brahmana enano,

Se hicieron los ritos del nacimiento con expresiones de gran felicidad, El dios del Sol Le recitó el gayatri, cuando recibió el cordón sagrado. Brhaspati Le dio el cordón; Su padre Kasyapa, un cinturón de paja; Bhumi, una piel de venado; Candra, el dios del bosque, Le dio una vara; Aditi, un kaupin; Brahma, un kamandalu; Sarasvati, una mala de rudraksa; Los siete sabios Le dieron kusa, y una sombrilla quien preside el svarga. Kuvera Le dio un cuenco para mendigar y Bhagavati la primera limosna. Brillaba este brahmacari con la bella refulgencia de brahma, Al saber del sacrificio de Bali, se dirigió donde él, para darle Su misericordia, A Su paso hundió a la tierra hasta ir a Bhrgukaccha, al norte del río Narmada. Al verle llegar como el sol naciente, se preguntaron si no sería Surya mismo, O Sanat-kumar, o Agni. Al entrar en la arena, opacó el fulgor de los otros, Quienes se pusieron de pie para rendirle los respetos debidos; Bali Maharaj, jubiloso de verle, Le ofreció un asiento y lavó Sus pies de loto. Emulando al Señor Siva, salpicó esa santa agua en su cabeza y oró diciendo: “¡Oh, brahmana!, dime cómo servirte, ¡oh, austeridad encarnada!, Te venero. Por Tu presencia se ha purificado mi dinastía entera y este sacrificio de fuego, El agua de Tus pies lavó mis pecados, y Tu santo pisar bendice al mundo entero. ¡Oh, hijo de un brahmana!, parece que has venido aquí a pedirme algo, Solicita lo que desees, ya sea una vaca, oro, una casa bien equipada, Rica comida, la hija de un brahmana como esposa, carros, elefantes, caballos, Pueblos prósperos, o cualquier otra cosa que no haya sido mencionada. CAPITULO 19 El Señor Vamana Mendiga a Bali Maharaj

Sri Bhagavan dijo: “¡Oh, rey!, eres en verdad exaltado por tener brahmanas por consejeros, Y porque tu instructor es tu venerable y pacífico abuelo, Prahlad Maharaj; Han sido generosos en tu dinastía, y lo prometido siempre lo cumplieron, Nunca en tu familia rechazó un rey una batalla, ni se negó a dar caridad. Brilla en ella Prahlad cual luna, e Hiranyaksa, solo con su maza, no halló rival, Su lucha con Varaha fue fiera, y cuando Éste ganó, se sintió un real vencedor; Al saber de la muerte de su hermano, Hiranyakasipu, airado, le quiso vengar, Al verle venir con su tridente, cual la muerte encarnada, Sri Visnu pensó. Sri Visnu se dijo: “Adonde sea que huya, Hiranyakasipu Me seguirá, tal como lo hace la muerte, Por ello debo esconderme en su corazón, pues él solo se fija en lo externo.” Tras decidirlo así, se volvió el Señor invisible, a quien Le seguía vehemente, Y através de su respiración entró en él, preocupado de cómo favorecerlo. Al encontrar la residencia de Visnu vacía, recorrió todo el universo, Clamando airado Le buscó en la tierra, en las cavernas y océanos, Al no hallarle en ningún lugar, concluyó que había muerto, Y así mantuvo su odio hasta morir, por causa de su orgullo y apego. Tu padre Virocana dio a los devas la duración de su vida, Cuando éstos se la pidieron bajo el disfraz de brahmanas, Tú también has seguido el actuar de personas distinguidas, Por ello pido de ti tres pasos, pues eres una persona magnánima. Aunque todo lo posees, solo te pido lo que Me es necesario, Así al mendigar del brahmana no lo mancha el pecado. Sri Bali dijo: Aunque Tu dulce hablar es el de un mayor, o el de los sabios puros, Aun así, siendo tan pequeño, no eres conciente de Tu real necesidad, Puedo darte un planeta entero, para que nada te falte en el futuro, Quien recibe algo de mí, ya no precisa recurrir donde nadie más. Sri Bhagavan dijo:

Querido rey, ni el dominio de todo complace al descontrolado, Por ello uno debe estar satisfecho con lo que le reserva el destino, Nunca se sacian los deseos del hombre apegado, Por lo que a este mundo de muerte sigue sometido. El descontento es interminable, ¡con nada se satisfacen los deseos! Mas quien se conforma con su karma es apto para la liberación, El poder del brahmana insatisfecho disminuye, como al echarle agua al fuego, Mas el que se contenta con su destino crece en poder interior. Por ello, ¡oh, rey!, ¡el mejor dador de caridad! Con tres pasos de tierra estaré satisfecho, Porque el conformarse con la mínima necesidad, Es para tener paz, el verdadero secreto. Sri Sukadeva Goswami dijo: Ante estas palabras, Bali asintió con una sonrisa: “Está bien, toma entonces lo que más Te convenga.” Pero Sukracarya, velando por su propio interés, Interfirió ante el que deseaba concretar la ofrenda. Sri Sukracarya dijo: ¡Oh, hijo de Virocana!, este enano Vamana, ¡es el mismo Visnu! Quien, apareciendo como el hijo de Aditi y de Kasyapa, Ha venido hasta ti para favorecer a los devas, tus enemigos, ¡Esto que has prometido traerá a ti y a los tuyos una gran desgracia! Bajo este disfraz ha venido para quitar tu riqueza, tierra, poder y belleza, Después de hacer esto, ¡te entregará para que seas el esclavo de Indra! De todo te privará con Sus tres pasos, ¡ni tendrás forma de subsistencia! ¡Qué gran error has cometido! ¡Oh, necio! ¡Has llamado a tu ruina! Expandiendo Su forma ocupará los tres mundos con Su primer paso, Con Su segundo paso abarcará todo el espacio externo, No tendrá donde dar el tercero, y por fallar así en tu trato, ¡Pienso que tu residencia eterna será en el infierno! Los sabios no aprecian esa caridad que afecta a la economía, Danam, yajña, tapa y karma, son para quienes pueden mantenerse,

Por ello, en cinco partes divide su dinero la persona entendida: Para la religión, el prestigio, la opulencia, el disfrute, y para sostenerse, Por actuar así, uno es feliz en ésta y en la próxima vida. Tal vez dirás que no puedes negarte a lo ya prometido, Pero el Bahvrca-sruti dice que la promesa es real si por Om va precedida. Por pronunciar el Om uno deja su apego por el dinero y lo pierde, Y al quedar pobre es infeliz, al no poder complacer sus deseos, Por ello mejor di que no, esto te proteje, aunque es mentira que no puedes, Pues el que lamenta el no tener está muerto, o no merece seguir viviendo. En adular a una mujer, en bromear en un matrimonio, En los negocios, o para salvarse en un momento de peligro, Para proteger a los brahmanas y vacas, o ante un enemigo, No ha sido visto el mentir como algo condenatorio. CAPITULO 20 Bali Maharaj Entrega el Universo Tras escuchar las palabras de su maestro espiritual, Bali Maharaj le respondió tras la debida deliberación. Bali Maharaj dijo: Bien has dicho que el dharma que no amenaza la economía familiar, Es el principio religioso correcto para el hombre casado, ¿Pero cómo puedo romper mi palabra siendo yo un nieto de Prahlad? ¿Cómo puedo fallarle a un brahmana, como si no fuese yo educado? No hay pecado mayor que la falsedad, por ello una vez dijo madre Tierra: “Puedo cargar cualquier peso, pero nunca a la persona que miente.” No temo infierno, pobreza, aflicción, infamia, como sí el faltar a un alma sincera. Mi señor, ¿porqué no darle, además, lo que igual perderé con mi muerte? Dadhici, Sibi y otros, ofrecieron incluso sus vidas por el bien de los demás, ¿Qué problema hay entonces con entregar este insignificante reino? La fama es la que perdura tras la muerte, no la propiedad,

Y pocos dieron a un santo, entre muchos héroes que por su codicia murieron. La debida caridad ensalza a la persona, incluso si le trae pobreza, ¡Oh, gran sabio!, santos como tú adoran a Visnu en toda condición, Por ello, si ahora ha venido a bendecirme o a quitar mi riqueza, Debo obedecerle y darle el trecho de tierra de acuerdo a Su petición. Aunque es Visnu mismo, por temor, ha venido a mendigar bajo este disfraz, Y aunque indebidamente me aprese y me mate, no reaccionaré, Si es Visnu, adorado en los Vedas, no querrá perder Su bien ganada dignidad, Así, o yacerá en tierra siendo muerto por mí, o caeré yo vencido por Él. (Srila Prabhupad explica en este verso que Bali Maharaj declara que Visnu puede ser vencido mediante la devoción, no es que él estuviese pensando en matar físicamente a Visnu.) Sukadeva Goswami dijo: Sukracarya, inspirado por el Señor, maldijo a su discípulo: “Por creerte tan sabio y desobedecerme, pronto quedarás despojado.” A pesar de esto, Bali, siendo un ser eminente, se mantuvo fijo, Y dio agua a Vamana y bebió él mismo para cumplir lo fijado. Vindhyavali, la mujer de Bali, trajo un jarro de oro lleno de agua, Con la que Bali gozoso lavó los pies del Señor y salpicó su cabeza, Felices con Bali llovieron mil flores los gandharvas, siddhas y caranas, Mientras glorificaban con himnos su inigualable proeza. Los seres celestiales dijeron: ¡Qué grande es Bali y qué difícil es esto que ha hecho! Sabiendo que Visnu favorece a su enemigo, ¡Aun así Le entregó el universo! Vamana entonces se expandió hasta volverse tan grande, Que todo el cosmos quedó dentro de Su cuerpo. Bali vio el rasatala a Sus pies, las aves en Sus rodillas, en Sus muslos el aire, Se vio él mismo en Su cintura, y las estrellas en Su pecho. En el corazón de Murari vio la religión, En Su mente la luna, los devas en Sus brazos,

En Sus párpados el día y la noche, en Sus ojos el sol, Brahma en Su inteligencia, junto con otros devas y santos. En Su tacto la lujuria, en Su semen las aguas, en Su espalda la irreligión, En Sus venas los ríos, en Sus uñas las piedras, en Sus vellos las hierbas y drogas, En Su frente la ira, en Sus labios la codicia, en Su sonrisa la ilusión… De este modo, todo lo vio Bali en esa maravillosa forma. Su caracola Pañcajanya que cual nube resuena, Su muy poderosa maza Kaumodaki, Su espada Vidyadhara, Su escudo como con cientos de lunas llenas, Su carcaj Aksayasayaka, aparecieron ofreciéndole plegarias. Estos asociados, encabezados por Sunanda y por líderes de los distintos astros, Alabaron a Quien lucía un yelmo, Srivatsa, Kaustubha, aros cual delfin… Con Su paso cubrió la tierra, con Su cuerpo el cielo, toda dirección con Sus brazos, Y con el segundo cubrió todo, más allá de Satyaloka, hasta el último confin. CAPITULO 21 Bali Maharaj es Arrestado por el Señor Jambavan, el rey de los osos, anunció con su trompeta el triunfo de Vamana, Mas los demonios hablaron así, al saber de la derrota de su maestro Bali: “Este brahmacari es Visnu, un gran engañador, en el disfráz de un brahmana, Vino a favorecer a los semidioses, dejando de ser ecuánime. “Nuestro señor, por precidir el sacrificio, no ha podido castigar, Aprovechando esto, nuestro eterno enemigo, le quitó toda posesión; Nuestro señor es siempre fiel a los brahmanas, es bondadoso y veraz, Por ello matar a Visnu ahora, es nuestro principio superior.” Así pensando, tomaron airados sus lanzas y tridentes, Y contra la voluntad de Bali, procedieron al ataque, Los devas al verles les esperaron sonrientes,

Y tomando sus armas les contuvieron en su avance. Nanda, Sunanda, Jaya, Vijaya, Prabala, Kumuda… Todos asociados de Visnu, fuertes como diez mil elefantes, Diezmaron con su poder la fuerza de los asuras, Bali, recordando la maldición de Sukra, prohibió seguir el combate. Sri Bali dijo: ¡Oh, Vipracitti, Rahu, Nemi! ¡Deténganse! ¡No es este un buen momento! La voluntad del Señor es suprema y solo Él concede alegría o tristeza, El factor tiempo, que antes nos favorecía, ahora se ha vuelto adverso, Y no es posible vencer, ni por mantras, diplomacia, hierbas, drogas, ni por fuerza. A los mismos enemigos que antes, con el favor del Señor, vencisteis, Ahora rugen de júbilo al presenciar nuestra derrota, Sin la gracia del Supremo ningún bien se logra ni subsiste, Por ello, si esperamos el buen momento, triunfarán nuestras tropas. Sukadeva Goswami dijo: Siguiendo la orden de Bali, los asuras bajaron al rasatala, Siendo llevados por los soldados de Visnu, Luego Garuda, con varuna-pasa, arrestó al rey el día de soma-pana, Conociendo el deseo de su Señor, fue que lo hizo. Al ver este arresto, se lamentó el universo entero. Mientras, al que se mantenía firme, le habló así Vamana: “Con dos pasos cubrí todo el cosmos, ¿dónde daré el tercero? Tendrás que ir al infierno, por no cumplir, como te advirtió Sukracarya. “Quien no le da a un mendigo lo que le ha prometido, Va a las regiones más bajas, lejos de ir al svarga, Orgulloso de tus posesiones no pudiste cumplir con lo ofrecido, Por lo que por unos años ve a disfrutar en el nirayam. (Nirayam: vida infernal.) CAPITULO 22 Bali Maharaj Rinde su Vida

Bali Mahara, firme en su posición y considerando que no había cumplido su promesa, dijo así. Sri Bali dijo: ¡Oh, el más venerado por los devas!, si piensas que he fallado, Debo entonces rectificarme, para que mi palabra sea cierta, No puedo permitir la falsedad en lo que he asegurado, Por favor entonces, ¡da Tu tercer paso en mi cabeza! No temo el infierno ni el quedar desposeído, Ni el arresto de Varuna, ni el más doloroso castigo, ¡La deshonra sí la temo! Y aunque un padre, madre, Hermano o amigo, nunca castigan así a un subordinado, Tú sí lo has hecho, siendo el más adorable, Y por ello considero este correctivo, el bien más axaltado. Ya que en forma indirecta, eres el mayor bienhechor de los asuras, Es por nuestro bien que actúas como un enemigo, Pues siempre deseamos disfrute, belleza, poder y fortuna, Mas al así castigarnos nos conduces por el correcto camino. Muchos demonios que fueron siempre Tus adversarios, Alcanzaron al fin la perfección de los grandes yoguis, Tus motivos cuando actúas son inconcebibles y variados, Y por ello no me avergüenza esta posición en la que me pones. Mi abuelo Prahlad es famoso, Y es reconocido por todos Tus devotos, Pues aunque fue tan agredido por su padre, Se mantuvo fiel al refugio de Tus pies de loto. ¿Qué valor tiene este cuerpo que al final de la vida nos deja? ¿De qué sirve esa familia que quita la riqueza para el Señor destinada? ¿De qué sirve una esposa que incrementa el enredo de esta existencia? ¿De qué sirve la familia, país, sociedad? ¡Solo roban la vida, y atan al alma! Mi gran abuelo, quien por servirte alcanzó plena sabiduría, Se refugió en Tus pies llenos de paz, temiendo a los mundanos, Gracias a la Providencia fui privado de la riqueza que nos desvaría,

Y nos hace olvidar del continuo peligro de lo temporario. Sri Sukadeva Goswami dijo: Cuando así Bali describía su gran suerte, apareció Prahlad, como la luna, Con su ropa amarilla, cuerpo oscuro, ojos de loto, largos brazos, Su nieto solo pudo inclinar su cabeza, por encontrarse apresado por Varuna, Se sentía tan avergonzado ante esta situación, que fue copioso su llanto. Prahlad, al ver allí al Señor, Le reverenció, y Le oró diciendo. Sri Prahlada dijo: Mi Señor, Tú le diste esta soberanía a Bali y ahora se la has quitado, Pienso que en ambos casos, Tu actuar ha sido el más maravilloso, Pues la riqueza confunde incluso al erudito y lo aleja del iluminado, Felizmente, por Tu voluntad, todo lo ves, por ello con respeto ante Ti me postro. Luego, interrumpiendo al Señor Brahma que iba a hablar, Vindhyavali, la mujer de Bali, ansiosa dijo. Srimati Vindhyavali dijo: ¡Oh, mi Señor!, has creado los mundos para llevar a cabo Tus juegos, Pero los hombres ateos, creyéndose los dueños, procuran su propio placer, Ellos creen que pueden dar caridad y satisfacer sus propios deseos, De este modo a Ti, el creador de todo, ¿cómo Te podrán complacer? Sri Brahma dijo: ¡Oh, Bienhechor y Amo de los seres! ¡Oh, el más adorable! Libera por favor a Bali pues ya sufrió suficiente castigo, Sin dudar te dio cuanto obtuvo por su piedad y austeridades, Incluso su propio cuerpo bajo Tus benditos pies ha rendido. Por solo ofrecerte agua, brotes de pasto o flores, con mente indesviada, Ya otros alcanzaron altos lugares en Tu dichoso cielo, Ahora Bali, sin duplicidad, Te ha ofrecido todo, sin guardarse nada, Por ello, este arresto que le infringes, no creo que deba merecerlo. El Señor Supremo dijo: Mi querido Brahma, el logro material enturbia el pensar y tanto enloquece, Que Me desafía a Mí y por ello, en verdad favorezco a quien de todo privo,

Si en este devenir un afortunado nace como humano, mas no se enorgullece, Ya sea por su alcurnia, belleza o educación, es porque Yo le he favorecido. Aunque riqueza y aristocracia obstaculizan la devoción, Éstas no perturban al devoto puro, Bali Maharaj se ha vuelto el más famoso por su rendición, Pues no dejó su palabra, a pesar de este despojo y del rechazo de los suyos. (Srila Prabhupad dice aquí que el Señor mismo pone a prueba a Su devoto y le da tolerancia para incrementar su gloria.) En premio a tu tolerancia irás al Sutala, por los devas deseado, Creado por Visvakarma, está libre de toda amenaza y disturbio, Antes de ser Indra, regirás ahí por el período de Savarni Manu, Vive allí con tu familia y amigos, lejos de todo infortunio. Ni un deva podrá agredirte, y mataré si surge un rebelde asura, Siempre cuidaré de ti y de los tuyos, y siempre podrás verme, Gracias a esto te librarás de toda asociación impura, Mi continua presencia te mantendrá satisfecho y alegre. CAPITULO 23 Los Semidioses Recuperan Sus Moradas Celestes Lleno de emoción y éxtasis, con lágrimas en sus ojos y sus manos juntas, Bali dijo: ¡Qué maravilloso resultado trae el incluso tratar de venerarte! Por hacerlo, obtuve el mismo fin que adquieren las almas a Ti rendidas, Esta gracia que me has mostrado a mí, un demonio despreciable, Ni a los devas, ni a las deidades regentes, les ha sido concedida. Sri Sukadeva Goswami dijo: Tras así orar, reverenció al Señor, y luego a Brahma y a Siva, Después de esto fue liberado de naga-pasa, para ir a Sutala; Así el Señor satisfizo a Aditi, la madre de los devas, y a Indra. Al saber de la situación de Bali, así habló su abuelo Prahlada.

Sri Prahlad dijo: ¡Oh, Señor!, eres universalmente adorado, incluso por Siva y Brahma, Y a pesar de ser tan grande, has prometido proteger a estos demonios, Esto no fue conseguido ni por Laksmi, ni por grandes almas exaltadas, ¿Qué decir entonces de los semidioses, o de las personas comunes? Grandes seres como Brahma gozan de la miel de servirte, ¿Mas, cómo nos agracias a nosotros, nacidos en egoísmo y envidia? Todo lo sabes y eres ecuánime, y cual kalpa-taru das, según Te soliciten, Por Tu potencia trascendental ejecutas así Tu espléndido lila. Sri Bhagavan dijo: Querido hijo Prahlad, toda buena fortuna sea para ti, Ve también a Sutala, y vive allí feliz con tus parientes y nieto, En Mi forma de cuatro brazos podrás verme siempre allí, Y así permanecerás libre del mundano actuar y de su acecho. Obedeció al Señor, el del saber puro, el bendito Prahlada, Luego así le habló el Supremo al maestro Sukracarya: El Señor Supremo dijo: “¡Oh, mejor de los brahmanas!, dime en qué error incurrió tu discípulo, Pues esta falta será disculpada, cuando la analicen los calificados.” “Si Tú quedaste satisfecho —dijo Sukra— ¿qué mal pudo haber en el sacrificio? Todo error referente a lugar, tiempo, reglas, mantras entonados, Lo quita el canto de Tu nombre, que todo lo vuelve propicio, Debo por ello seguir Tu orden, pues es sin duda, lo más recomendado.” Sukra entonces corrigió toda discrepancia en el yajña, Y el reino celestial a Indra le fue a continuación devuelto. Brahma y los devas, pitrs, munis, Daksa, Bhrgu y otros mahatmas, Aceptaron a Vaman como el custodio general del universo. Así Indra llevó al svarga a Vamana, en un aeroplano celestial, Y el primero fue entronado como el rey, pleno de toda paz y riqueza, Brahma y los otros, volvieron cada uno a su respectivo lugar, Mientras glorificaban a Vamana y a Aditi entre sones de fiesta.

Siempre que estas actividades de Vamana se reciten, En cualquier yajña o sacrificio de fuego, Ya sea de matrimonio, o para los devas o pitrs, Se obtendrá con ello el logro supremo.

CAPITULO 24 Matsya, la Encarnación de Pez Sri Sukadeva Goswami dijo: Cuando Brahma sintió sueño al fin de su día, Hayagriva le robó los Vedas cuando salían de su boca, El Señor, al saber de esto, en Su forma de pez le quitó la vida, Asumió este aspecto pues estaba todo bajo aguas borrascosas. En el caksusa-manvantara, el gran rey Satyavrata, vivió solo de agua, En este milenio nació como Sraddhadeva, hijo de Vivasvan y es un manu, Una vez, cuando hacía sus oblaciones en las orillas del Krtamala, Encontró un pequeño pez en la cuenca de sus manos. Al notar esto y devolverlo al río, el pececillo le imploró amparo: “Tengo temor de los demás peces, por favor protégeme, piadoso rey.” Al escuchar esto, conmovido, lo puso en su kamandalu, Y lo llevó a su palacio para aliviarlo en su padecer. (Srila Prabhupad dice que este acto del rey es considerado como ajñatasukrti.) Pero esa misma noche creció tanto, que necesitaba ser cambiado, Y así le pidió al monarca que lo llevase a otro lugar, Lo trasladó entonces a un pozo y luego a un grande lago, Pero aumentaba tanto Su tamaño que ni ahí lo consiguió abrigar. Lo llevó entonces a un lago mayor y por fin al mismo océano. “Pedí tu amparo, ¡oh, rey!, ¡aquí hay grandes criaturas que Me van a devorar!” “¿Quién eres Tú, Quien al así actuar, no dejas de sorprendernos? ¡Eres el mismo Hari, Narayan, que así encarnas por Tu infinita bondad!

“¡Oh, Visnu!, El disfrutador, líder y destino nuestro, Tus devotos rendidos, ¿Con qué fin apareces en esta forma tan especial? ¡Oh, el de ojos de loto!, la adoración a los devas no tiene sentido, Solo eres Tú el amigo y la más amada alma de toda entidad.” Sri Bhagavan dijo: “¡Oh, arindama!, de aquí a siete días vendrá la inundación universal, Y cuando los tres mundos se cubran, enviaré una embarcación para ti, Colecta semillas y hierbas, y acompáñate por los siete rsis y otros más, La refulgencia de esos sabios será tu luz en esa noche sin fin. Ahí apareceré Yo, para que con Vasuki aten el barco a Mi cuerno, Tirando de él, nadaré por ese océano hasta acabar la noche de Brahma, Y en tu corazón revelaré todo lo referente a Mi actuar supremo.” Tras así hablar se esfumó el Señor y el rey aguardó a que ese día llegara. Sentado sobre kusa que apuntaba al Este, meditó mirando al Norte, En esa maravillosa personalidad que cual pez le apareciera. Grandes nubes llovieron, causando al océano sobrepasar sus bordes, Hasta ver venir la nave que el Señor le predijera. Subió al barco con los sabios, con las plantas y semillas, Los rsis, por su bien, le pidieron que meditara en Kesava, Llegó entonces el pez, con un cuerno y midiendo ocho millones de millas, Y tras atar la barcaza con Vasuki, oró al Señor, inclinando su cabeza. El rey dijo: Por Tu gracia, quienes siempre sufrieron la ausencia del saber, Reciben la magnánima oportunidad de la compañía santa, Esperando felicidad, el ignorante actúa, ¡pero solo prueba el revés! ¡Pido a mi guru me libere de los deseos que me asaltan! El servicio divino nos purifica como al oro y la plata lo hace el fuego, Y porque ni todas las compasiones sumadas se igualan a un átomo de la Tuya, Tomar el refugio de Tus pies de loto es mi ferviente ruego, Pues sin Ti uno es como un ciego que de otro ciego pide ayuda. Porque nos interesa el saber del ser Te aceptamos como nuestro guía,

Ya que todo lo ves e iluminas como un gran sol omnisciente, El falso guru instruye acerca del placer y del avance en la economía, Los tontos le siguen y se atan, mas se autorrealizan quienes Te obedecen. ¡Oh, amigo Supremo! ¡Bienhechor! ¡Alma Suprema y Supremo Instructor! Das el supremo saber y satisfaces todos los deseos, El necio no puede apreciarte, aunque estás en su corazón, Esto es porque la lujuria lo cubre con su velo. En procura de mi realización, a Ti me rindo, ¡Oh, Señor, que como el controlador supremo, Te adoran los devas! Con Tus palabras, corta mis nudos y muéstrame el camino, ¡Permíteme conocer el magnánimo destino que me espera! Sri Sukadeva Goswami dijo: El Señor entonces le instruyó en el sankhya, en base a los Vedas, Citando los distintos Puranas y Samhitas, El rey y los sabios escucharon apreciando esta verdad certera, Hasta no guardar dudas, por Su gracia infinita. Al fin de la última inundación, en el período de Svayambhuva Manu, El Señor mató a Hayagriva, y dio el Veda a Brahma, cuando dejó su sueño. Quien escucha esta historia complace cuanto ha ambicionado, Y al dejar su cuerpo, vuelve por siempre al Supremo. Fin del Canto VIII

NOVENO CANTO CAPITULO 1 El Rey Sudyumna se Vuelve Mujer A pedido de Pariksit, Sukadev Goswami describe la dinastía de Manu, comenzando con el mismo Señor que crea a Brahma. Más adelante dice. Sri Sukadeva Goswami dijo:

Al principio Manu no tenía hijos, por lo que Vasistha hizo un yajña con el fin de complacer a los semidioses Varuna y Mitra; Durante el yajña, Sraddha, la mujer de Manu, quien solo de leche se sustentaba, Se acercó al sacerdote y le reveló su deseo de tener una hija. Fue así como nació Ila, pero después de un tiempo, Manu preguntó a Vasistha por la razón de este suceso: “¿Cómo es que deseando un hijo, tuvieron una muchacha? ¿Cómo podía haber error en un sacrificio Védico? “Ustedes son controlados y puros, y vuestra deteminación no va en vano.” El muy poderoso bisabuelo Vasistha, entendió la desviación del sacerdote, Y por su poder prometió darle un varón calificado, Oró a Visnu y así a Ila la transformó en Sudyumna, lleno de dotes. Una vez Sudyumna, con sus amigos y ministros, salió a cazar, Internándose hasta lo más hondo de la parte Norte de la selva, Llegó al bosque Sukumara, en lo alto del Meru, donde Siva y Uma gustan estar, Tan pronto entró ahí, se transformó él en mujer y su caballo en yegua. A todos aconteció lo mismo y se miraron perplejos, Pasó esto porque una vez unos sabios, al ir a saludar a Girisa, Le vieron de lejos con Uma, la que avergonzada se cubrió los pechos, Los sabios se fueron a Narayan-asram, desistiendo de la visita. Siva entonces dijo así, para complacer a su esposa Uma o Ambika: “Todo varón que entre a este bosque, cambiará de sexo.” Budha, hijo de Candra, gustó de Sudyumna, ahora una bella mujer, También ella le quiso, y así tuvieron por hijo a Pururava, Vasistha, ante esta triste escena, oró a Siva deseando interceder, Y el dios decretó que cada mes su sexo le cambiara. Así Sudyumna pudo gobernar, mas no conformó esto a sus prajas, Tuvo tres hijos más: Utkala, Gaya y Vimala, Ya de anciano entró en el bosque, Tras dejarle el reino a Pururava.

CAPITULO 2 Las Dinastías de los Hijos de Manu Sukadeva Goswami dijo: El hijo del Manu Sraddhadeva, Prsadhra, Hizo el voto de cuidar a las vacas guardando vigilia, Mas una noche en que un tigre atacara, Por la oscuridad mató por error, a la que estaba siendo agredida. Su guru Vasistha, enojado, le maldijo a nacer como un sudra, Con manos juntas aceptó esta maldición, y al tomar brahmacarya, Adoró con toda entrega al Señor volviéndose un alma pura, Que como un mudo, sordo o loco, por el mundo deambulaba. De este modo se volvió un gran santo, Y al entrar una vez en un bosque y ver un incendio, Decidió entrar en él y al dejar su cuerpo, Alcanzó la morada del Supremo. Alcanzó igual perfección el hijo menor de Manu, llamado Kavi, Al renunciar junto con sus amigos, al próspero reino de su padre. CAPITULO 3 El Matrimonio entre Sukanya y Cyavana Muni Sri Sukadeva Goswami dijo: Saryati, hijo de Manu, era el padre de la muy bella Sukanya, Con ella fue una vez al asram del gran sabio Cyavana, Cuando ella jugaba en el bosque, por sus amigas acompañada, Vio brillar en un hueco de gusano, a dos pequeñas luminarias. Como instada por la Providencia, con una espina, Atravesó a las dos luciérnagas, a las que heridas, les salió sangre, Al instante al ejército se le obstruyeron las vías, Y ya ninguno podía hacer más sus necesidades.

Saryati de inmediato concluyó que alguien había cometido una ofensa, Por cuya causa se había contaminado el santo lugar; Al rey se acercó entonces a contarle, temerosa, la princesa, De esas dos substancias luminosas que había hecho sangrar. Porque era a Cyavana mismo a quien había hecho una herida, Saryati, temiendo su maldición, le apaciguó dándole a su hija, Ella le sirvió muy bien, aunque él era de entrar fácil en ira, Aun así ella se mantenía siempre equilibrada y sumisa. (En realidad el mismo Cyavana deseó a la princesa y por ello el rey decidió dársela para apaciguar su ira) Un día los Asvini visitaron el asram del sabio, Y él les pidió juventud, pues podían concederla, Les ofreció darles él un pote de soma-rasa a cambio, Y ellos complacidos le llevaron a un lago, para que se sumergiera. Así tomaron al anciano Cyavana, canoso, arrugado, de visibles venas, Y los tres se sumieron en esa agua de los deseos, Salieron después los tres, adornados, de belleza extrema, Mas ella no podía saber quién era su esposo de entre ellos. Sukanya tomó refugio en los Asvini para saber quién era su esposo, Ellos, complacidos con su castidad, se lo señalaron y partieron. Un día Saryati fue a visitar a Cyavana, mas vio a un joven, cual sol de hermoso, Y regañó a su hija que le reverenciaba, así diciendo: “¡Oh, muchacha incasta! ¿Qué has hecho? Solo por ser viejo dejaste al venerable Cyavana, Para aceptar a este imberbe, que semeja a un mendigo, Que con tu antiguo marido, en nada se compara. “¡Oh, hija nacida en tan respetable familia! ¿Cómo has degradado así tu conciencia? ¡Al aceptar un amante degradas nuestra dinastía! A tu padre y esposo envías, a una dolida existencia. Sukanya sin embargo, orgullosa de su castidad, le dijo sonriendo: “Querido padre, este joven es tu yerno, Cyavana, descendiente de Bhrgu.”

El rey la abrazó feliz, y más adelante el soma-rasa-yajña encendieron, Después del cual dieron soma a los Asvini, como les fue prometido. Por causa de esto, Indra airado, quiso matar a Cyavana, Mas éste por su poder, le paralizó el brazo que cargaba el rayo, Desde ese día, aunque son solo médicos, pueden libar del yajña, Gracias a que los semidioses así lo aceptaron. El rey Saryati tuvo tres hijos: Uttanabarhi, Anarta y Bhurisena. De Anarta nació Revata, quien rigió Kusasthali, en el fondo del mar. Con Kakudmi como el mayor, dejó Anarta cien hijos en la tierra, Éste fue donde Brahma con su hija Revati, pues la quería casar. Kakudmi tuvo que esperar a que Brahma escuchase a los gandharvas, Quienes le estaban presentando un concierto musical, Al terminar le reverenció y le reveló el deseo que le animaba, Mas Brahma rió diciendo: “En tu espera, veintisiete catur-yugas pasaron ya. “¡Oh, rey!, da tu hija a Baladeva, Quien aún está presente, Él es el Supremo y Su porción plenaria es Visnu, Tu hija es digna de ese Señor, Quien es siempre condescendiente, Él ha bajado al mundo con el fin de brindarle alivio. De este modo el rey dio su hija en caridad a Balarama, Luego se retiró a Badarikasrama, para complacer a Nara-narayan. CAPITULO 4 El Rey Ambaris es Ofendido por Durvasa Muni Sri Sukadeva Goswami dijo: Ambaris, el hijo de Nabhaga, rigió el mundo entero, lleno de opulencia, Mas por ser un gran devoto, consideró insignificante piedra todo su haber, En su actuar todo ofrendaba a Krsna, gracias a su pureza, Y así, asistido por los brahmanas, gobernaba feliz, sin nada a temer. Siempre celebró yajñas con la debida parafernalia y caridad, Sus súbditos glorificaban a Uttamasloka, sin interés por el svarga o siddhis,

El rey adoró al Señor, practicando a su vez, severa austeridad, Y así dejó el interés por su familia, palacio y riqueza inexaustible. Complacido con él, el Señor le dio Su disco, que aniquila toda adversidad, Cumpliendo los mahabhisekas adoró a la Deidad, conforme al rito eterno, Atendió a las visitas y a los brahmanas, dio vacas en gran cantidad, Jóvenes, decoradas con oro y plata, y acompañadas por su ternero. Después de alimentar a los brahmanas y regalar de estas vacas, Ya contaba el rey con la venia para romper su ekadasi, En ese momento, sin ser invitado, llegó el gran místico Durvasa, Quien también aceptó comer, pero antes fue al Yamuna a bañarse. Mientras tanto, solo un muhurta del ekadasi quedaba para romper el ayuno, Por lo que el rey preguntó a los dvijas si no le convendría beber agua, Para así respetar la regla de comer en el momento oportuno, Y al mismo tiempo no comer, esperando a que llegase el brahmana. Así, con el debido permiso, bebió pensando en el Supremo y esperó al muni, Al llegar, le recibió atento, mas percibió éste que el rey, ya algo había bebido, Demacrado por la ira, así le dijo al que se mantuvo incólume: “Vean cómo este engañador, orgulloso de su riqueza, violó el dharma divino. “Me has invitado a comer, pero antes que yo, tú te has servido.” Así clamando, creó un demonio al arrancarse un mechón de pelo, Éste, enorme y ardiente, hizo temblar la tierra con su paso enemigo, Mas el santo y virtuoso rey, ni se movió, pues no sentía ningún miedo. Ordenado por el Señor, fue reducido a cenizas por el sudarsana-cakra, Al ver fallada su empresa, y que ahora el mismo disco se le aproximaba, Huyó de aquí a allá, sin hallar refugio en su desesperanza, Pues adonde fuera que iba, al cielo o infierno, lo sentía quemar su espalda. Fue en su angustia donde Brahma, quien le dijo ser un siervo del Supremo, Siva le dijo que él mismo temía el cakra, y que en el Señor se refugiara, Así, llegando donde Narayan, cayó a Sus pies, arrepentido en su desespero: “Soy un gran ofensor, por favor, perdona a este canalla.

“¡Oh, mi Señor!, sin saber de Tu poder, ofendí a Tu devoto amado. Siendo bondadoso, libérame de la carga de esta terrible ofensa. Todo está en Tu poder, e incluso, quien al infierno está destinado, Le libras al darle Tu nombre, pleno de la más sublime excelencia. sri bhagavan uvaca aham bhakta-paradhino hy asvatantra iva dvija sadhubhir grasta-hrdayo bhaktair bhakta-jana-priyah //63// El Señor dijo: Estoy bajo el completo control de Mi devoto, Carezco de toda independencia, ¡oh, dvija! Los santos poseen Mi corazón, no es Mío propio, Y los devotos de Mis devotos, también son Mi vida. ¡Oh, brahmana!, sin estos santos para quienes Yo soy su único fin, No deseo Mi bienaventuranza ni opulencia supremas, Ya que ellos dejan mujer, casa, hijos, riqueza, ¡todo!, por Mí, ¿Cómo puedo Yo dejarlos a ellos, por un momento siquiera? Tal como la casta esposa, mediante el servicio controla a su marido, Así Mis apegados devotos puros a Mí Me subyugan, Ni en las cuatro liberaciones encuentran ellos atractivo, Mucho menos en el svarga, con sus placeres que no perduran. sadhavo hrdayam mahyam sadhunam hrdayam tv aham mad-anyat te na jananti naham tebhyo manag api //68// Siempre conservo a Mis devotos en Mi corazón, Y a su vez ellos, en su corazón siempre Me guardan, Fuera de Mí, de nada más tienen noción, Y aparte de ellos, Yo tampoco sé de nada. Actuaste así movido por tu envidia, Por ello pídele su perdón, ve de inmediato, La persona que maldice, se perjudica ella misma,

Eso sucede cuando se molesta a Mis santos. Para un brahmana, austeridad y saber, son por cierto propicios, Pero si no es gentil, se vuelven de lo más peligroso, Ve por ello pronto donde Ambaris, quien de Nabhaga es hijo, Fortuna a ti, si él te perdona, todo te será auspicioso. CAPITULO 5 Durvasa Salva su Vida Sri Sukadeva Goswami dijo: Así aconsejado por el Señor Visnu, Durvasa, De inmediato fue a los pies del grandioso rey, Éste sintió vergüenza, al verle postrado rogando por su gracia, Y oró así al cakra del Señor, para que le dejara de acometer. Ambaris Maharaj dijo: “¡Oh, poderoso! ¡Oh, omnisciente creador! ¡Ojo del Señor! Si nuestra familia ha dado la debida caridad, Si ha hecho yajñas, seguido a los brahmanas, te pido por favor, Que a cambio de esto, libres a este dvija de todo mal. Si el Señor Supremo, Quien es el uno sin segundo, Quien es pleno de toda cualidad trascendental, Quien es el alma de todos en este mundo, Está complacido, que le libre de este pesar. Así salvado por la oración de Ambaris, Durvasa dijo: “Hoy he conocido la grandeza de los devotos del Señor, Pues, ¡oh, rey!, aunque te he ofendido, Tú has orado pidiendo mi perdón. “¿Qué no hacen, o a qué no renuncian, los por Él bendecidos? ¿Qué de imposible hay para esos siervos purificados por Tu nama? Estoy tan endeudado contigo, por no considerar mi mal trato.” El rey aún no había comido, esperando que Durvasa regresara, Adoró entonces sus pies y le sirvió un suntuoso plato.

Durvasa le rogó que él también se sirviera, Y lamentó no haber reconocido antes su grandeza: “Las benditas damas cantarán tu gloria en la celeste esfera, Como así también los hombres, sin parar, ensalsarán tu pureza.” Dijo esto y se fue a Brahmaloka, que está libre de especuladores y de agnósticos, Fue cantando las glorias de ese rey, quien le había sido tan propicio. Ambaris, por un año, bebió solo agua, firme en su propósito, Esperando el regreso de Durvasa cuando éste huía del disco. Así este rey supo de su poder, mas lo consideró como propio del Supremo, Y estuvo bien al tanto de las tres etapas de la Verdad eterna; Por su servicio amoroso, lo más grande del universo, lo vio igual al infierno, Luego tomó vanaprastha y fue al bosque, para absorberse en Vasudeva. Todo aquél que canta esta narración, O quien tan solo la recuerda, Se volverá un devoto puro del Señor, ¡Tan gran bendición le espera! CAPITULO 6 La Caída de Saubhari Muni Sri Sukadeva Goswami dijo: Saubhari Muni, en el fondo del Yamuna, hacía gran tapasya, Cuando al ver cruzándose a un par de peces, despertó su deseo sexual, Por lo que fue a pedir una hija en matrimonio al rey Mandhata, “¡Oh, sabio!, le dijo éste, ellas deben elegir esposo por su deseo personal.” Al notar el rechazo del rey, Saubhari pensó así: Estoy débil por causa de mi vejez, mi piel es lacia, mi cabeza tiembla, Soy un yogui, lo que no gusta a una mujer, mi pelo es gris, Por lo que tomaré un aspecto tal, que lo desearán las amadas de los devas. Así pensando asumió una forma tan bella, Que las cincuenta hijas del rey quisieron esposarlo,

Perdieron ellas su hermandad y vivían en un sin fin de contiendas, Mientras moraban en un verdadero paraíso, por el sabio creado. El mismo Mandhata, regidor del mundo, dejó su orgullo al ver esta opulencia, Pero a pesar de que Saubhari disfrutó con tanta capacidad de sus sentidos, Crecía en ansiedad y anhelos, como el fuego al que grasa se le echa, Lo que hizo meditar al sabio, acerca del porqué se había caído. Saubhari pensó: “¡Oh!, cuando practicaba mi ascetismo, en las profundidades del río, Quedé perturbado al ver a esos peses, ¡aprendan todos de mi fracaso! Quien desea liberarse debe mantenerse siempre en el más estricto retiro, Sin ver nada externo, fijo en el Supremo y en compañía de los santos. “Desié casarme y tuve cien hijos, con cada una de mis cincuenta reinas, Pensando, en mi caída condición, que obtendría placer en la vida mundana.” Después de un tiempo, tomó vanaprastha, y volvió del todo a su vida austera, Para irse triunfal donde Krsna, junto con sus esposas que le acompañaban. CAPITULO 8 Los Hijos de Sagar Encuentran al Señor Kapiladev Siguiendo al gran sabio Aurva, Sagar Maharaj realizó asvamedhas, Satisfaciendo así al Señor. Pero una vez un caballo fue robado por Purandara, Los hijos de Sagar buscaron a este caballo, cavando hondo en la tierra, Hasta que lo encontraron del lado Norte, donde Kapila Muni tenía Su asram. Al ver al sabio de ojos cerrados, se acercaron a él alzando sus armas, “¡Mátenle! ¡Maten a este maldito!, clamaron los sesenta mil hermanos; Cubiertos por Indra, Le ofendieron, por lo que se encendieron en llamas. Kapila abrió Sus ojos, mas no fue por Su mirar puro que ellos se cremaron. Luego Sagar envió a su nieto Amsuman a buscar al caballo perdido,

Siguiendo el camino de sus tíos, llegó al lugar de las cenizas y vio allí al caballo; Vio también a Kapila, al santo neutral y ecuánime, la encarnación de Visnu, Y con gran respeto se dirigió a Él, juntando en oración sus manos. Amsuman oró diciendo: Ni Brahma comprende Tu posición suprema, menos nosotros, por él creados, Y aunque Te encuentras en todos, no Te vemos, los cubiertos por las gunas. Al mundo Te manifiestas como uno de nosotros, mas vienes a iluminarnos, Por verte me libré de esa ilusión que Te vela, como así también, de toda lujuria. Kapiladeva le dijo: Mi querido Amsuman, aquí está el caballo pedido por tu abuelo, llévalo; Y solo si el Ganges moja estas cenizas, tus antepasados se podrán liberar. Amsuman circunvaló al Señor y Le adoró, y llevó el caballo en buen acuerdo. Sagar Maharaj, después de entregar su reino a Amsuman, siguió el sendero señalado por Aurva, y alcanzó así el supremo destino. CAPITULO 9 La Dinastía de Amsuman Sri Sukadeva Goswami dijo: Amsuman, al igual que su abuelo, hizo mucha austeridad, Mas no consiguió traer al Ganges, aunque lo intentó hasta su muerte; Su hijo Dilipa, también probó, mas como su padre, no logró hacerlo bajar; Su hijo Bagiratha a su vez, siguió el mismo ascetismo, siendo un gran penitente. Satisfecha con sus austeridades, madre Ganges se dispuso a bendecirle: “Pero, ¡oh, rey!, si caigo sobre la tierra, la partiré y seguiré al rasatala, O si quedo en la tierra, lavarán en mí los hombres sus pecados por miles, Mira cómo estas cosas deben primero ser consideradas.” El rey le dijo que los santos iban a purificarla cuando ellos se bañaran, Y que Siva, siendo el Paramatma del universo, podría amortiguar su caída;

Tras así decirle, satisfizo a Sambhu, quien accedió a soportar sus aguas, Las que por lavar los pies de loto del Señor, están siempre bendecidas. Montando un veloz carro, Bhagirata guió al Ganges donde sus antepasados, Quienes, al ser salpicados, pudieron elevarse al svarga. ¿Qué no puede esperarse de quién adora a Ganga con corazón purificado? Ya que emana de los pies del Señor, ¡puede liberar a todas las almas! El invencible Katvanga luchó en favor de los devas, Y al saber que pronto moriría, fue a palacio a concentrarse en el Supremo, Pensó: “Nada es tan querido a mí como los brahmanas en esta tierra, Desde niño me interesó la religión y nunca sentí atracción por lo pasajero. “Los semidioses desearon bendecirme, pero no quise recibir nada de ellos, Pues a pesar de su grandeza y poder, se atraen por lo que no perdura; Debo dejar mi apego por esta energía que nos sume en un engaño eterno, Y rendirme a ese Creador, Quien es el Señor de todas las criaturas. CAPITULO 10 Los Pasatiempos del Supremo Señor Ramacandra Solicitado por los devas, el Señor Rama advino como hijo de Dasarath, Junto con Sus hermanos Bharat, Laksman y Satrughna; Respetando el deseo de Su padre, aceptó el exilio y fue de uno a otro lugar, Acompañado por Laksman y Sita, luego Hanuman Le brindó su ayuda. Tras mutilar a Surpanaka fue separado de Su esposa Sita; Enojado, con Su mirar asustó al océano, quien permitió que lo cruzara; Así llegó al reino de Ravana y procedió a su conquista. Que por favor nos dé Su protección este Señor Ramacandra. En la arena de sacrificio de Visvamitra mató a muchos danavas, Luego esposó a Sita, tomando el arco de Siva, cargado entre trescientos, Lo alzó y lo quebró cual pequeño elefante que jugando lo hace con una caña; Parasuram fue también vencido, a pesar de Su pasado éxito. Cuando deformó a Surpanaka mató a catorce mil de sus raksasas amigos; Ravana, al saber de Sita, fue a secuestrarla acompañado por Maricha,

Rama mató al venado dorado mientras Ravana lograba su turbio cometido, Dejando al Señor como un hombre apegado, deambulando en Su desdicha. Luego cremó a Jatayu. A Kabandha, y más tarde a Vali, les quitó la vida. Y para liberar a Su esposa, visitó en su orilla a la deidad del océano. Ayunó tres días allí, mas como no se hizo presente, lo miró con ira, Se calentó éste atormentado, por lo que se mostró al fin, con este ruego. El océano oró diciendo: ¡Oh, Señor!, perdóname, soy un terco, ahora entiendo que eres trascendental, Cruza mis aguas y vence al hijo de Visrava, abominable como la orina; Haz un puente flotante para mostrar al mundo Tu maravilloso actuar, De modo que los grandes héroes en el futuro, celebren este fantástico lila. Sukadeva Goswami continuó: Fue así como se hizo el puente, con grandes rocas y picos montañosos, El Señor, acompañado por Vibhisan, llegó a Lanka, por Hanuman quemada; El ejército de monos, guiado por Sugriva, Nila y Hanuman, dominaron todo, Mientras Ravana recurrió a Nikumbha, Kumbha, Dhumraksa, Indrajit, Kumbhakarna… Rama avanzó con Laksman, Sugriva, Hanuman, Gandhamada, Nila, Angada, Jambavan y Panasa, Enfrentando a un enemigo equipado con armas como arcos, lanzas, prasas, ristis, khadgas, tomaras… Caían abatidos éstos que, por la ira de Sita, carecían de toda gracia; Ravana montó su florida nave y enfurecido lanzó sus flechas contra Rama. Ramacandra relucía en su carro dado por Indra y dirigido por Matali. “¡Eres el más detestable antropófago!, le gritó, peor que el excremento; Como Yama corrige al perverso, así Yo, el infalible, habré de castigarte, Pues Me llevaste a Sita, como un vil perro que se roba el alimento. Dijo esto y como un rayo, dio con Su flecha en el corazón de Ravana, Éste cayó de su nave, vomitando sangre, entre el lamento de sus amigos; Las mujeres, con Mandodari, lloraron a sus esposos mientras les abrazaban: “¡Oh, por desear a Sita, tu lujuria te trajo este terrible castigo!” Vibhisan hizo los rituales para que sus familiares no cayesen al infierno, Luego Ramacandra encontró a Sita en una choza, bajo un Simsapa,

Estaba emaciada y delgada, sufriendo la separación al extremo; Ella, al verle, se llenó de alegría. Su feliz sonrisa la hizo ver muy hermosa. Dejó a Vibhisan en el poder y volvió a Ayodhya, con Hanuman, Sugriva y Laksman; Al llegar supo que Bharata solo comía cebada cocinada con orina de vaca, Vestía cortezas, Su pelo enmarañado, dormía en tierra sobre hierba kusa. El Señor lamentó mucho al saber de Su extremada renuncia. Tan pronto Bharata supo del regreso de Su hermano, Puso Sus sandalias en Su cabeza y salió a recibirle con regocijo; Le acompañaban Sus ministros, sacerdotes, siervos y soldados, Iban famosas prostitutas, otros, cargaban felices el betel, banderas y abanicos. Con manos juntas y lloroso puso las sandalias ante el Señor, Quien, con gran emoción, le estrechó en un prolongado y fuerte abrazo; Luego el Señor se acercó a Sus mayores, y con Sita y Laksman les reverenció, Mientras que todo Ayodhya se desvivía en todo tipo de agasajos. El Señor en Su nave parecía la luna rodeada por las estrellas, Que eran las muchas mujeres y poetas, que Le recitaban oraciones; Al llegar a palacio saludó a Kaikeyi, a Kausalya, a Vasistha, Su gurudeva; Al ver a sus hijos, sus madres les abrazaron sin contener sus emociones. Vasistha organizó que raparan Su enmarañado pelo, Y Le hicieron abhiseka con agua de los cuatro océanos; Luego Le vistieron y adornaron con bellos ornamentos, Y feliz con Bharata, como un padre reinó, tomando el cetro. Siendo Treta-yuga, eran tan felices y puros como en Satya, No había dolor, pena, lamentación, vejez ni muerte sin desearla; Los ríos, bosques, montañas, los mares, proveían de toda cosa necesaria. Rama aceptó ejemplar una sola esposa y así, bien instruyó a los grhasthas. Sita Le atrajo con Su timidez, sumisión, y por ser siempre fiel y casta. CAPITULO 11

El Señor Ramacandra Rige el Mundo El Señor repartió Su reino entre los brahmanas por ser los más desprendidos; Renunció a todo, dejando a Sita tan solo con el adorno de Su nariz; Mas los dvijas, a su vez, Le devolvieron Su propiedad, muy complacidos, Y con fervorosas palabras, Le oraron a su Señor así. Los brahmanas dijeron: “¡Oh, Señor! Tú eres el amo del universo, ¿qué no nos has dado aún? Al iluminar nuestros corazones ya nos diste el más valioso regalo; Adoras a los brahmanas, y a Tu memoria e inteligencia no agita la vicisitud, Eres el Ser Supremo, el más adorable, por ello Te veneramos.” Una noche en que el Señor recorría Ayodhya, disfrazado, Escuchó a un hombre amonestando a su incasta mujer: “Al igual que Sita, te vas donde otro hombre, y con él has pernoctado, Yo no soy como ese faldero Rama. ¡Lárgate! ¡Ya no te voy a mantener!” Al oir esto, el Señor no quiso ser criticado por los ignorantes, Así es que desterró a Sita, aunque se encontraba embarazada; Al asram de Valmiki fue ella a refugiarse, Y allí dio a luz a dos gemelos, a Kusa y a Lava. Cuando Bharata salió de conquista, mató a muchos miles de gandharvas, Luego llevó todo ese botín como una ofrenda a Su hermano que adoraba. El gran raksasa llamado Lavana fue muerto por Satrughna, Quien más tarde fundó en Madhuvan la ciudad de Mathura. Al verse rechazado por Su esposo, Sita, dejó Sus hijos con Valmiki, Y meditando en los divinos pies de Sri Rama, se sumergió en la tierra; Al saber de esto, se vio al Señor muy compungido y triste, No podía contener Su lamentación, recordando a la que tanto quisiera. Hizo un agni-hotra de trece mil años, guardando estricta brahmacarya, Y volvió luego a Vaikuntha, tras situar Sus pies en quienes Le amaban. CAPITULO 13

La Dinastía de Maharaj Nimi Una vez Maharaj Nimi quiso hacer un sacrificio de fuego, Su guru, Vasistha, le pidió que le esperara pues oficiaba uno para Indra, Pero, “la vida es fugaz”, pensó Nimi, y no quiso aguardarle en su apremio, Por lo que Vasistha enojado le maldijo a que perdiera su vida. Nimi también maldijo a su guru de igual modo, por sentirse inocente, Así Vasistha dejó su cuerpo y luego nació del semen de Mitra y Varuna; Al terminar el yajña de Nimi, pidieron a los devas los dvijas presentes: “Si están complacidos y pueden, revivan a Nimi, ¡oh, almas puras!” Los devas dijeron: “sí”. Pero Nimi oró por no volver a este cautiverio: “No deseo tener un cuerpo que es causa de ansiedad y de temor.” “Que tenga uno espiritual, visible cuando él quiera,” los devas dijeron, Tras lo cual los sabios batieron el cuerpo del rey, y un hijo le nació. Este hijo fue llamado Janaka, pues surgió de un modo inusual, Y fue llamado Vaideha, por provenir de su padre muerto, Le llamaron Mithila, por nacer del batido de su cuerpo, Y con ese nombre bautizaron su ciudad capital. CAPITULO 14 El Rey Pururava Encantado por Urvasi Un hijo de Brahma fue Atri, y de sus lágrimas de júbilo nació Soma, Brahma le puso como el rector de los dvijas, de las luminarias y de las drogas; Tras conquistar los tres mundos hizo un rajasuya-yajña, Y como estaba muy orgulloso, raptó a la esposa de Brhaspati, llamada Tara. Como no quiso devolverla, surgió una guerra entre los devas y los danavas, Donde Sukra tomó el lado de Soma, y Siva el de Brihaspati; Al ser informado por Angira, Soma fue censurado por Brahma, Éste devolvió Tara a su esposo, quien supo que acababa de embarazarse.

Airado le dijo: “Adúltera mujer, alumbra ahora mismo, prometo no fulminarte, Aunque eres infiel, deseabas un hijo, por ello no te habré de matar.” Avergonzada y temerosa, dio a luz a un dorado niño, de bello semblante. Brihaspati y Soma le desearon como suyos, y así disputaron su propiedad. Cuando a Tara le preguntaron quién era el padre, por pudor no quiso responder. “Incasta mujer, dijo el crío, ¿de qué sirve tu vergüenza innecesaria? Explícame de inmediato tu indebido proceder.” Brahma interrogó a Tara en un lugar solitario, y allí supo que era hijo de Soma. Al notar que era muy inteligente, Brahma le puso por nombre Buda. De su unión con Ila nació Pururava, una bella, rica, y magnánima persona, Y al oír Urvasi de Narada, acerca de sus glorias, despertó su lujuria. Habiendo sido maldecida por Mitra y Varuna, de actuar como humana, Flechada por Kama, se acercó a Pururava, atractivo como un Cupido; Cuando éste la vio, se erizó de emoción, y gozoso le dijo estas palabras: “¡Oh, bella mujer!, ¿cómo puedo servirte?, ¡ven y disfruta siempre conmigo!” Urvasi dijo: ¡Oh, hermoso varón!, ¿qué mujer podría rechazar el unirse contigo? Querido rey, proteje también a estos dos corderos que me acompañan; Aunque soy del cielo y tú eres de esta tierra, te acepto por mi marido, Pero solo comeré con ghí, y solo te veré desnudo cuando estemos en la cama. Pururava dijo: “¡Oh, hermosa! Tu belleza y gestos son de una maravilla sin tacha, ¿Quién en la tierra no serviría a tan preciosa diva como tú?” Así, ambos disfrutaron en los celestes Nanda-kanana y Caitraratha, Hasta que Indra pidió que la trajesen a ella de vuelta, con prontitud. Así los gandharvas fueron a media noche y robaron los dos corderos, Al oír los berridos de sus cachorros, Urvasi dijo a su esposo indignada: “¡Ahora moriré!, protegida por este eunuco, que cual mujer tiembla de miedo;

Mis regalones son llevados, pero este supuesto héroe yace aquí, ¡sin hacer nada!” Herido por estas duras palabras, Pururava se airó como azuzado elefante, Y salió desnudo en la noche, llevando para resguardarse su espada en mano; Los gandharvas devolvieron los corderos y luego relucieron centellantes, Haciendo que Urvasi se fuese, tan pronto vio a Pururava en ese estado. Al no tener más a su apsara, Pururava deambuló por la tierra como un loco, Hasta que una vez la vio a ella, acompañada por otros cinco, Reluciente, se le acercó y le rogó diciendo: “¡Oh, tú, de hermoso rostro, Sé que nunca te hice feliz, mas aun así no me dejes, te lo suplico. “Aunque hayas decidido dejarme, hablemos al menos un momento, Y luego, porque ya no es querido para ti, ¡que las bestias devoren mi cuerpo!” Urvasi dijo: Querido rey, tú eres un hombre, un héroe, no caigas así en la desesperanza, No te impacientes y controla a los lobos de tus sentidos; Sabe que el corazón de una mujer, en general, es cortante como una navaja; No hay en verdad beneficio, si las consideras como un amigo. Las mujeres de por sí, son crueles y traviesas, Y para su conveniencia, pueden recurrir a cualquier artimaña; Cuando están corrompidas, cambian con facilidad de pareja, Y así dejan a un buen guardián, por un tonto que las engaña. Querido rey, podrás tenerme como tu mujer al fin de cada año, De este modo recibirás de mí, un hijo tras otro.” Entendiendo que estaba embarazada, volvió a su palacio, Y al fin del año la vio en Kuruksetra, junto a un hijo heroico. Mas porque Pururava sufría al estar con Urvasi por tan poco tiempo, Por consejo de ella adoró a los gandharvas, quienes le dieron un símil de su amada; Pero descubrió él que no era ella, y dejándola en el bosque, sufrió el desaliento, Hasta que en su meditar sintió llegar Treta-yuga, con su proceso de yajñas.

Pururava volvió al bosque donde había dejado a Agnisthali, la apsara embustera, Y allí hizo un sacrificio para irse a Gandharva-loka, y retomar su vida marital. En Satya-yuga solo estaba el mantra Om, y el Atharva era el único Veda, Había un solo fuego, y hamsa era la única clase social. Al inicio de Treta-yuga, Pururava inauguró el karma-kanda-yajña, Y así él, que consideró ese fuego su hijo, pudo elevarse donde los gandharvas.

CAPITULO 15 Parasurama, la Encarnación de Guerrero Kartaviryarjuna, por adorar a Dattatreya, a Narayan, Recibió mil brazos, e inmenso poder y belleza; Una vez detuvo las aguas del Narmada, Inundando la ciudad de Ravana, el de diez cabezas. Éste le atacó indignado, pero fue vencido, Como a un mono, su enemigo, le apresó y luego le puso en libertad; En otra ocasión, Kartaviryarjuna, en el asram de Jamadagni fue recibido, Donde se atrajo por la Kamadenu que vio en ese lugar. El envanecido visitante ordenó robar, a la que partió triste y doliente; Ella, con su ternero, fue llevada a Mahismati, que era su ciudad capital; Tras esto llegó Parasuram, quien se enfureció al saber de este incidente, Y se armó con su temible hacha, arco y escudo, para cazar al criminal. Kartavirya Le vio venir con Su piel de venado negro, Con Su enmarañado pelo, como sol al amanecer;

Siete aksauhinis envió Kartavirya para ponerle freno, Mas les mató a todos ellos, en una refriega sin cuartel. Ante esto, el mismo Kartavirya Le atacó con quinientos arcos, Pero todas las flechas fueron rotas por el más certero de Parasuram, Le lanzó entonces árboles y picos montañosos, por muchos tantos, Mas su contendor, con Su hacha, cortó sus brazos impidiéndole continuar. Le cortó luego la cabeza y recuperó a la madre con su ternero, Mientras los diez mil hijos de Kartavirya huían de terror, A Su padre le entregó la vaca y le contó los hechos por entero, Tras lo cual el sabio Jamadagni, de este modo Le instruyó. Jamadagni dijo: Querido hijo, ¡oh, gran héroe!, has cometido un pecado al matar al rey, Nosotros, como brahmanas, somos adorables por saber del perdón, Gracias a esta virtud es que el mismo Brahma es el que es, El perdonar agrada a Dios y a Laksmi, y es tan radiante como un gran sol. Matar a un rey es peor que matar a un brahmana, Por ello debes expiar por visitar los tirthas, Y por volverte conciente de Krsna, o acyuta-cetanah. CAPITULO 16 El Señor Parasurama Destruye la Clase Gobernante Sukadeva Goswami dijo: Ante estas palabras de Su padre, “así sea”, respondió Parasuram, Y por un año recorrió los distintos lugares sagrados. Una vez Renuka, Su madre, fue al Ganges a buscar agua, Y allí vio jugando con apsaras, al rey de los gandharvas, Citraratha, Quedó un poco atraída por él, y olvidó que la hora del yajña se pasaba, Y al volver al asram, se paró ante su esposo en añjali, temiendo por su falta. Jamadagni, al entender del desvío de su mujer: ¡Denle muerte!, ordenó a sus hijos, mas no le obedecieron, Luego ordenó al menor que matase a Sus hermanos, por desobedecer,

Y a Su propia madre, por haber cometido ese adulterio. Parasuram, sabiendo del poder de Su padre, Les mató sin dudar, satisfaciendo así su pedido; “Pídeme lo que quieras.” —le dijo satisfecho, Jamadagni— “Resucítales de nuevo, sin que recuerden lo que ha ocurrido.” Así fue hecho y se incorporaron, como volviendo de un profundo sueño. Una vez en que Parasuram y Sus hermanos se encontraban lejos, Los hijos de Kartavirya, decapitaron a Jamadagni, en cruel venganza, Al escuchar el llamado de dolor de Renuka, llegaron sus hijos prestos, Y Parasuram se vengó en Mahismati, decapitándoles con Su hacha. Formó un terrible río con su sangre, Para advertir a los demás ksatriyas descarriados, Veintiún veces mató a esos reyes miserables, Con su sangre, en Samanta-pañcaka, formó nueve lagos. Luego, en sacrificio a Vasudeva, Trajo a Su padre de vuelta a la vida, Y en una de las siete estrellas, Se volvió uno de los sabios que aún brilla. En el próximo manvantara, Parasuram, Será uno de estos siete grandes sabios, Ahora vive en Mahendra, montañosa localidad, Donde por siddhas, gandharvas y caranas, Es adorado. CAPITULO 17 El Rey Yayati Recupera Su Juventud Un día Sarmistha, hija de Vrsaparva, y Devayani, hija de Sukracarya, Se bañaban con miles de amigas, en las aguas de los jardines de palacio, En ese momento pasó Siva en su toro con Parvati, por lo que avergonzadas, Corrieron a cubrirse, pero Sarmistha tomó la ropa de Devayani, sin desearlo. Esta última, indignada, dijo: “Miren el actuar de esta sierva,

Que violando la etiqueta se ha puesto mi ropa, cual perro que roba el ghí; Nosotros, los brahmanas, somos el mismo rostro de la Persona Suprema, Por nuestra austeridad se crea, y señalamos el camino para ser feliz. “Somos adorados por los mismos devas, e incluso por Quien todo sostiene, Además, nuestro linaje es el mejor, por ser descendientes de Bhrigu, Pero esta hija de un demonio, que es un discípulo, así me ofende, Tal como un sudra que se adueña del conocimiento divino.” Pero Sarmistha a su vez le dijo: “Tú, ¿porqué hablas tanto?, ¡mendiga! ¿Acaso no dependes de los restos de mi casa, al igual que un cuervo?” Así, con estas duras palabras, la tiró a un pozo, y la dejó ahí, desvestida. Más tarde Yayati pasó, y al verla así, le dio una tela de su propio atuendo. Tras rescatarla, le dijo ella: “¡Oh, héroe!, ahora que has tomado mi mano, Acéptame como tu esposa, pues así lo ha dispuesto el destino, Ya que Kaca me maldijo, a no tener a un brahmana como amo. (Srila Prabhupad explica que Kaca, hijo de Brhaspati, estudió bajo Sukracarya la ciencia de mrta-sañjivani. En ese entonces, Devayani, hija de Sukracarya, quiso esposarse con Kaca, pero él, por respeto a su maestro, no quiso aceptarla. Ante esto Devayani maldijo a Kaca a que su conocimiento de revivir a un muerto se volviese inútil cuando lo necesitase. Kaca entonces la maldijo a ella a no casarse con un brahmana.) Aunque no estaba aprobado por la escritura, Yayati la aceptó, Considerando la fuerza de la Providencia, y al ver su belleza; Sarmistha, al volver a casa, le contó a su padre de la discusión, Y de cómo el rey la había salvado en situación tan adversa. Sukracarya, condenando la profesión del sacerdocio, Y deseando la de uñcha-vrtti, fue a ver a Vrsaparva, Éste se postró en la calle ante su guru, temeroso, Y tras apaciguarle, le dijo su maestro estas palabras. (La profesión uñcha-vrtti es la de recoger las verduras y cereales que quedan tirados en el mercado.) Sukracarya dijo: “Respeta el pedido que te haga Devayani, Ya que siendo ella mi hija, no puedo negligenciarla. Devayani entonces dijo: “Que cuando me case, Sarmistha me acompañe,

Y junto con sus amigas me sirvan como esclavas.” Vrsaparva, por temor, respetó el pedido de la muchacha, Y dio su hija y mil sirvientas para que la atendieran; Pero Sukra le dijo a Yayati, que caería él en desgracia, Si se relacionaba con Sarmistha, que no la sedujera. Mas al ver a Devayani con un bello hijo, Sarmistha, en el tiempo adecuado, Pidió a Yayati que también le diese uno, cosa que el rey halló correcto hacer, Y así lo hizo, a pesar que Sukracarya le advirtiera lo contrario, De este modo Devayani tuvo dos hijos, y Sarmistha tuvo tres. Cuando la orgullosa Devayani supo de esto, fue airada donde su padre, Sin que Yayati pudiera apaciguarla, aunque le habló dulce y masajeó sus pies; Sukracarya, muy enojado, le insultó, tratándole de lujurioso y miserable, Y le maldijo a quedar inválido, afligido por una inmediata vejez. Yayati dijo: “¡Oh, brahmana!, aún deseo a tu hija, pero así, ¿cómo hacerlo? Sukra entonces le concedió que con un hijo, cambiara su vejez por juventud. Le pidió al mayor, a Yadu, mas le dijo él que sin complacer los deseos no se podía renunciar, cuando llegaba uno a la senectud. (Srila Prabhupad explica que Yadu ya sabía que Krsna iba a nacer en su dinastía y no quería retrasar este hecho. Dice que él sabía que después podía recuperar su juventud, pero tenía este apremio, por lo que su actuar no fue irreligioso.) Luego pidió a Turvasu, a Druhyu y a Am, mas los tres se negaron, Por ser irreligiosos y por pensar que nunca iban a envejecer; Pidió después a Puru, quien era el menor, pero el más calificado, Y éste le respondió diciendo: “¿Cómo pagar la deuda a un padre, oh rey? “Gracias a él recibimos este cuerpo que nos permite alcanzar al Señor, El hijo que se anticipa al deseo de su padre, es de primera clase, El que le obedece es de segunda, y es como su excremento el que no.” Y así aceptó su vejez, para que su padre pudiese aún gratificarse. Yayati cuidó a su pueblo como un padre y adoró al Señor,

Disfrutó también con Devayani, quien le brindó el mayor placer; Pero aunque por mil años gozó del mundo sin cesación, Aun así encontraba que no se podía satisfacer. CAPITULO 19 El Rey Yayati Alcanza la Liberación Yayati estaba muy apegado al sexo opuesto, Pero insatisfecho con la vida sexual y sus efectos, Le contó un día una historia a su mujer, Acerca de un cabro tan lujurioso como él. “¡Oh, mi querida!, concluyó, así mismo yo olvidé el real camino, Y encantado por tu belleza, me centré en el placer sensual; Nada satisface al lujurioso, pero el que no envidia nunca es enemigo, Y de todo lugar donde mira, solo obtiene felicidad. “Los deseos mundanos, hasta en la vejez te hacen sufrir, Por lo que uno debe dejarlos, si en verdad quiere ser feliz. matra svasra duhitra va naviviktasano bhavet balavan indriya-gramo vidvamsam api karsati //17// “Ni con la propia madre, hermana o hija, Uno debería sentarse a solas, Porque los sentidos difícil se doman, E incluso al hombre sabio le agitan. Mil años llevo gozando contigo, Pero aun mis deseos crecen más y más, Por ello en el Supremo tomaré pleno abrigo, Y andaré con las bestias por los bosques, Libre de todo orgullo y dualidad. Quien conoce el yo, sabe que en este mundo nunca estará bien,

Y que el mismo svarga nos sigue atando a un nacer continuo.” Dicho esto, devolvió a Puru su juventud, y retomó decidido su vejez, Repartió entre sus hijos el reino, mas dio al menor el pleno dominio. Y así dejó el placer, a pesar de haber disfrutado por tanto tiempo, Tal como el ave, que al ver crecer sus alas, deja su nido; Por refugiarse en el Señor pudo salvarse de todo tropiezo, Y por fijarse en Él, Le tuvo como su destino. Devayani, a su vez, pudo ver que familia y sociedad, Era todo una ilusión creada por maya, Y fijando su mente en la más adorable Personalidad, Se fue también a la suprema morada.

CAPITULO 20 La Dinastía de Puru En este capítulo se relata el encuentro del rey Dusmanta con Sakuntala. Sakuntala, hija de Menaka y Visvamitra, resplandecía en el asilo de Kanva. Fue allí que la vio Dusmanta y de inmediato quiso esposarla. Así lo hicieron, por mutuo acuerdo, siguendo el proceso gandharva, y se relacionó con ella antes de dejar el asram. Tuvo ella un tan poderoso hijo, que jugaba con un león tras atraparlo, Siendo una porción del Señor Supremo. Mas al ir a ver a Dusmanta, fueron por él rechazados. Ante esto, y a oídos de todos, se oyó una voz en el cielo: “¡Oh rey!, el hijo pertenece al padre, pues él da la simiente, El padre nace como el hijo, por ello, no hieras a Sakuntala, Ella dice la verdad, es tu hijo, quien te salvará tras tu muerte.” Al oír esto la aceptó, a toda luz, y le sucedió, siendo Maharaj Bharata. Había lotos en sus pies, y en su palma derecha tenía el disco de Visnu, Ganó el mundo por adorar al Supremo, y luego hizo yajñas a orillas del Ganges y del Yamuna, Tres mil trescientos caballos pasaron por el fuego de sacrificio,

Y conquistó a los oponentes de los Vedas, y así, no podría igualarle criatura alguna. Anteriormente, los demonios, tras vencer a los devas, Llevaron a sus esposas e hijas al rasatala, Bharata, sin embargo, las rescató a todas ellas, Y así, por veintisiete mil años protegió la tierra y el svarga. Sus tres esposas, al tener hijos indignos del rey, les mataron, Temiendo el ser consideradas infieles y por ello rechazadas. Luego Bharata tuvo por hijo a Bharadvaja, tras complacer a los Maruts, Este hijo había antes nacido del semen de Brhaspati, Cuando había deseado a Mamata, a la mujer de su hermano. Esa vez al nacer, el niño fue dejado por su madre, por su concepción ilícita, Por ello los Maruts le recibieron para que naciera entre los humanos. CAPITULO 21 La Dinastía de Bharata Rantideva, hijo de Sankrit, nunca se esforzó por obtener algo, Él solo dependía del arreglo de la Providencia, Por lo que él y su familia padecían hasta quedar escuálidos, Pero el rey nunca se quejó y toleró todo con gran paciencia. Una vez que estaban por comer, después de ayunar cuarenta y ocho días, Llegó un brahmana, en quien como en todos vio Rantideva al Supremo, El rey le sirvió una porción y se retiró luego de aceptar su comida, Mas cuando iban a comer otra vez, un sudra llegó, y le atendió con esmero. Cuando éste se fue, vino otro y pidió para él y para sus perros, Con gran respeto el rey les dio la porción que restaba, Solo le quedaba agua, y cuando la iban a beber, llegó un candala y de nuevo, se la dio conmovido al mendigo, diciendo estas bellas palabras. Rantideva dijo: No oro al Señor por siddhis, ni por liberarme del renacer continuo, Solo oro por permanecer aquí y sufrir, para quitar el dolor de los demás,

Por dar mi agua a este pobre candala, yo mismo siento ahora alivio de toda hambre, sed, aflicción, fatiga, ilusión, desánimo e infelicidad. Así diciendo, dio su porción de agua, aunque estaba a punto de morir, Hizo esto sin dudarlo, porque por naturaleza era bondadoso y sobrio; Brahma, Siva y otros, aparecieron entonces ante el más generoso y gentil, Porque eran ellos los que habían venido para probarle de ese modo, Mas por ser un devoto puro, nada pidió a ellos para sí. Quienes siguieron los principios de este magnánimo rey, Recibieron su gracia y se volvieron devotos puros, Y fueron considerados los yoguis de más alto nivel. CAPITULO 22 Los Descendientes de Ajamidha Aquí se relata la historia de Santanu, quien podía rejuvenecer a quien tocara con su mano. Hubo una sequía en su reinado por causa de que su hermano mayor, Devapi, no estaba rigiendo, así le dijeron los sabios. Santanu fue a buscar a Devapi, pero éste se negó a subir al trono, incluso blasfemó los Vedas, por lo que tuvo que caer. Luego practicó el yoga místico, y hasta hoy vive en Kalapagrama, y al principio de Satya-yuga va a restablecer la dinastía de Soma. Más adelante Sukadeva Goswami habla del futuro de la descendencia de Janamejaya. Hasta aquí mi resumen del Canto Nueve. Terminado en dvadasi el primero de Agosto del 2005, por la gracia de los vaisnavas y de Sri Krsna.

CANTO 11 CAPITULO 1 La Maldición Contra la Dinastía Yadu

A pesar que las muertes en Kuruksetra aliviaron en mucho el peso de la tierra, Aun así el Señor consideró que Su propia familia seguía siendo una carga; Pero, pensó Él, los Yadu no pueden sucumbir ante una fuerza externa, Por ello debo crear una fricción entre ellos y después volver a Mi morada. Viendo que Su encantador ser y lila liberaría a quienes se atrajeran, Decidió entonces Su partida a través de una maldición de los brahmanas. Grandes sabios, después de celebrar un auspicioso yajña, se reunieron en Pindaraka, Allí llegaron los Yadu, con Sambha disfrazado de mujer embarazada: “Queridos sabios infalibles, ¿tendrá un niño o una niña, esta mujer casta?” “¡Tontos!, vuestro linaje será destruido, por la maza que de ella nazca.” Los jóvenes, aterrados, encontraron lo dicho, al levantar la ropa de Sambha, Y estando muy afligidos, volvieron a sus casas llevando el arma de hierro; Luego la presentaron a Ugrasena, ante la presencia de todos los Yadava, Éste ordenó pulverizarla, y junto con su punta, él mismo la echó al océano. Un pez se tragó la punta y el polvo de hierro volvió con las olas a la orilla, Y de éste crecieron altas cañas de bambú, resistentes y afiladas; El pez cayó en una red, y Jara hizo una flecha con el acero que en él había. El Señor, como el tiempo eterno, aprobó todo esto y apoyó la maldición dada. CAPITULO 2 Maharaj Nimi se Encuentra con los Nueve Yogendras Narada, ansiando la cercanía del Señor, permaneció un tiempo en Dwarka, Estando allí, una vez visitó a Vasudeva, quien le dijo tras adorarle: Tu visita es como la de un padre, y bendice a las almas elevadas y bajas, Los devas dan resultados buenos y malos, pero tú eres siempre favorable. Ellos dan de acuerdo al karma, pero los sadhus bendicen a los caídos, ¡Oh, brahmana!, aunque me alegra el verte, háblame de esos deberes que complacen al Supremo, y que libran del temor por solo oírlos. En mi otra vida pedí un hijo, no la liberación, y así me atan estas redes, Por favor instrúyeme y sálvame de este mundo de peligros.

Sri Narada dijo: Has preguntado muy bien sobre ese servicio eterno que libera al universo, Por solo hablar de él, oír, o aceptarlo con respeto, uno se libera de la envidia. Hubo una conversación entre el gran Videha y los hijos de Rsabha a este respecto, Eran ellos los nueve Yogendras, todos muy sobresalientes por su sabiduría. En su pasar por el universo llegaron a Ajanabha, al yajña de Nimi Maharaj, Al verles venir, refulgentes como el sol, hasta los fuegos se pusieron de pie; Nimi les recibió como si fuesen el mismo Señor, y con felicidad agradeció tener un cuerpo humano, y encontrar sabios de ese nivel. Quiso saber cuál es el bien supremo y cómo servir al Señor, Pues este servicio, aunque pequeño, Le agrada hasta el punto de darse por entero. A lo que Kavi respondió que solo este servicio libra de todo temor, A aquél cuya inteligencia está perturbada por el acontecer externo. Kavi además dijo: Incluso los ignorantes pueden conocerle con facilidad, Si obedecen el proceso bhagavat-dharma por Él indicado, Por seguir Su sendero, ni corriendo a ciegas se tropezará, Y de acuerdo a su naturaleza actuará, ofreciendo todo al Amado. El guru debe ser aceptado como el más adorable, como la vida y alma, Y uno se librará del temor al dejar su identificación con esta carne; Como en un sueño, se sufre o se goza, mas del Supremo nada se separa, Por ello, con desapego, canten Sus auspiciosos nombres trascendentales. evam-vrata sva-priya-nama-kirtya jatanurago druta-citta uccaih hasaty atho roditi rauti gayaty unmada-van nrtyati loka-bahyah //40// Cuando uno cumple el voto de cantar Su nombre que le es amado, Despierta anuraga o apego, derrite su corazón, y muy fuerte lo exclama, Se ríe, llora, se perturba, lo canta exaltado, Y como un loco baila, ajeno a las personas extrañas.

Los elementos como el fuego, éter, tierra y agua, el sol y otras luminarias, Debe verlas el devoto como expansiones del Señor y venerarlas. bhaktih paresanubhavo viraktir anyatra caisa trika eka-kalah prapadyamanasya yathasnatah syus tustih pustih ksud-apayo ‘nu-ghasam //42// Devoción, percepción directa del Supremo y desapego, Son tres logros que obtiene en forma simultánea, quien se refugia en el Señor. Es como cuando comemos, Allí placer, nutrición y alivio del hambre, a cada bocado acompañan. Así, quien adora los pies de Acyuta en forma constante, Desarrolla la devoción, desapego, comprensión y paz suprema. Después Nimi quiso saber de los síntomas más resaltantes, Por los que a los distintos vaisnavas se les considera. sri-havir uvaca sarva-bhutesu yah pasyed bhagavad-bhavam atmanah bhutani bhagavaty atmany esa bhagavatottamah //45// Sri Havi dijo: Quien ve a todos los seres vivos, Como Su pertenencia y en Su seva ocupados, Y ve en todos a Él, por Él sostenidos, Es un devoto uttama, o el más elevado. isvare tad-adhinesu balisesu dvisatsu ca prema-maitri-krpopeksa yah karoti sa madhyamah //46// Quien por Isvara, por quienes siguen Su mandato, Por los inocentes y por los que envidian a Él y vaisnavas, Siente amor, amistad, compasión y rechazo, Es considerado un devoto madhyama.

arcaryam eva haraye pujam yah sraddhayehate na tad-bhaktesu canyesu sa bhaktah prakrtah smrtah //47// Quien a la Deidad de Hari adora con plena fe, Mas no aprecia a los devotos, ni a otro ser, Como un bhakta materialista se le debe definir. Aquél que no se confunde con las inevitables miserias de este mundo, Y que siempre recuerda al Supremo, es un bhagavata-pradhana, En su corazón no hay apego al fruto, ni deseo material alguno, Y es querido al Señor si no se envanece por provenir de familia elevada. Siempre satisfecho y sin sentirse dueño, así es el más exaltado vaisnava, Él se siente un hijo más, entre todos los seres del Supremo; Nunca deja ese refugio que Siva y Brahma procuran, ¡ni por un lava! Ni siquiera a cambio de regir y disfrutar del universo entero. El Señor alivia a Sus devotos con las brillantes lunas de las uñas de Sus pies. Así es Su bello actuar. Y si uno canta Su nombre, aun distraido o sin desearlo, Él se inclina por limpiar su corazón. Y quien canta en forma pura y con fe, Le atrapa por siempre en su interior, y es considerado el más avanzado.

CAPITULO 3 Del Cómo Liberarse de la Energía Ilusoria Cuando Nimi Maharaj quiso saber sobre la energía ilusoria del Señor, Sri Antariksa dijo: ¡Oh rey!, activando la materia, el Alma Primordial creó a los seres, Para que pudiesen gozar de los sentidos o liberarse, según sus deseos; El alma, apegada al cuerpo, pasa por dicha y dolor, en su busca de placeres, Y aquí permanece desde la creación del mundo, hasta que se disuelve por entero.

Cuando se aproxima la aniquilación hay una sequía de cien años, El calor del sol aumenta atormentando a todas las criaturas, Del Patala se levanta un fuego, por la boca de Sankarsana creado, Luego, las nubes Samvartaka causan cien años de incesantes lluvias. Entonces Vairaja Brahma, el alma de la Forma Universal, Entra en la naturaleza sutil, apagándose como llama sin combustible; Cada elemento se funde en el siguiente, hasta volver al maha-tattva total, Así es este maya ilusorio, que por intervención del Señor se hace factible. Luego Nimi quiso saber cómo hasta un tonto podría trascender esta energía, a lo que Sri Prabuddha respondió. Sri Prabuddha dijo: El alma en este mundo busca un placer que solo acaba en sufrimiento; La riqueza es fuente de dolor, cuesta adquirirla y mata al ser, Tanto ésta, como la familia y amigos, sucumben con el tiempo, El mismo svarga se acaba, y así en él se sufre como un amenazado rey. Por servir al guru, el Señor, feliz, Se dará a Sí mismo, A ese discípulo desapegado que se asocia con santos, Que es bondadoso y amistoso con todos los seres vivos, Que practica ahimsa, simplicidad, tapas, titiksa y celibato. Que viva solo, que vista andrajos, y se centre en el Señor y en el alma, Con plena fe en el éxito por seguir lo que el sastra recomienda, Que no critique otras escrituras, y que controle su mente y habla, Que cante el nombre y gloria del Señor, y haga todo como una ofrenda. Para alcanzar el máximo bien uno debe asociarse con sadhus, Debe servir a todos, y ayudar en especial a quienes son más espirituales, Debe aprender a relacionarse con devotos para ser purificado, De ello obtendrá satisfacción y dejará las miserias materiales. En santa compañía alabará al Señor hasta probar el éxtasis, Así, por practicar el servicio despierta el amor y trasciende maya. Luego, Nimi Maharaj quiso saber de la posición del Supremo Trascendente, A lo que de este modo le respondió, el Yogendra Pippalaya.

Sri Pippalaya dijo: El Supremo todo lo crea, todo lo sabe y presencia como el Paramatma, Ni el Veda puede describirlo, solo lo hace mediante referencia indirecta, El alma es eterna, no se afecta, y al despertar recuerda su identidad olvidada, Y mediante bhakti verá al Señor, como puede verse el sol con toda evidencia. Luego Nimi quiso saber de karma-yoga para perfeccionarse mediante la acción, Sri Avirhotra le dijo que solo mediante el Veda se puede saber de esto, De cuál es el actuar correcto y cuál no, que ni los sabios hallan solución, Si no buscan la respuesta en los textos Védicos. Avirhotra dijo: Las personas inmaduras se atraen por lo mundano, no por la liberación, Por ello los Vedas prescriben al principio las actividades fruitivas, Para conducirles en forma gradual hacia la salvación, Tal como un padre promete un dulce a su hijo, para que se tome la medicina. No seguir los Vedas significa permanecer en el nacer y morir continuo, Mas el trabajo desapegado y ofrecido al Señor es el que libera; Que el discípulo adore a Dios en el aspecto que encuentre más atractivo, Que haga esto siguiendo al guru y así pronto su ego no será más una barrera. El devoto debe adorar a la Deidad en Su altar, y en su propio corazón, Ofreciéndole ropa, perfumes, flores, collares valiosos, alimento, plegarias… Sabiendo de Su omnipresencia, que le adore en el fuego, en el agua, en el sol, En el visitante… así muy pronto se librará e irá a la suprema morada.

CAPITULO 4 Drumila Explica al Rey Nimi las Encarnaciones de Dios Cuando Nimi Maharaj quiso saber de las distintas encarnaciones del Señor, de las pasadas, presentes y futuras, Sri Drumila le dijo.

Sri Drumila dijo: Ni siendo capaz de contar todas las partículas de la tierra, Puede uno enumerar las infinitas cualidades del Supremo Señor; Él es conocido como Purusa, cuando en el principio crea, Y como Brahma, Visnu y Siva, está presente en esta manifestación. Nara-narayan Rsi nació como hijo de Dharma y de Murti, hija de Daksa, Vive hoy en Badarikasrama, donde Indra Le atacó con devis y Cupido, “No temas, le dijo a Madana, acepta estos presentes y santifica Mi casa.” Cupido elogió al Señor por ser tan humilde, tolerante y compasivo. Madana, o Cupido, dijo: “¡Oh, Señor!, por Tu gracia los devotos derrotan los obstáculos de los devas, Y superan la lujuria, mejor que quienes se ocupan en severas penitencias.” Mientras así Le alababan, manifestó el Señor cientos de mujeres tan bellas, Que con su fragancia y atractivo eclipsó de las devis su radiante opulencia. Con dulce sonrisa, le dijo a los dioses: “Escojan la que prefieran.” Vibrando el Om, eligieron a Urvasi y la llevaron, por respeto, delante de ellos. Al saber del poder de Nara-narayan, Indra temió por la ofensa que hiciera. El Señor encarna como Hamsa, Dattatreya, Kumaras, Y como nuestro padre Rsabhadeva. Como Hayagriva mató a Madhu, quien se había robado los Vedas, Como pez protegió a Satyavrata, mató a Hiranyaksa como un jabalí, Como tortuga sostuvo a Mandara para proveer con el néctar a los devas, Y salvó al elefante Gajendra, cuando estaba en peligro de morir. Salvó a los Valakhilyas que se ahogaban en el agua de la huella de un ternero, Indra se rió de ellos, pero después el Señor le liberó cuando mató a Vrtrasura, Salvó a las esposas de los devas que los demonios guardaban en cautiverio, Y mató a Hiranyakasipu para librar a Prahlad, un alma rendida y pura. Quitó el universo a Bali y lo devolvió a los dioses al venir como Vamana, Apareció en la familia de Bhrgu, y mató a los Haihaya como Parasurama, Al advenir como Ramacandra acabó con Ravana, ¡toda gloria para Él!

Después vendrá entre los Yadu, para aliviar a la tierra de su pesada carga, Luego como Buda, y como Kalki acabará con los que mal ostentan el poder. ¡Oh, poderoso rey!, ¡las encarnaciones del Señor son innumerables!

CAPITULO 5 Narada Concluye sus Enseñanzas a Vasudeva El rey Nimi quiso saber del destino de quienes no adoran a Krsna, y que viven atormentados por los deseos incontrolables. Sri Camasa dijo: Quien no adora al Señor cae en una vida infernal, Por ello los santos deben ayudar a quienes no escuchan Sus glorias. Muchos se desvían y adoran a los devas, buscando la ventaja material. Por su lujuria y orgullo violentan a los devotos de la Suprema Persona. Estos vedantistas mundanos se dedican a adorar sus casas y a mujeres, Y así, dejando de servir al Señor, se animan entre sí para sus actos; En sus yajñas no dan a los dvijas, pero sí matan animales, siendo crueles, Sin tener ninguna comprensión de la consecuencia de esos maltratos. La inteligencia de estas personas la ofuzca el orgullo de la riqueza, De la educación, renuncia, belleza, fuerza, rituales y aristocracia; Siendo crueles, no glorifican al Señor, solo hablan de sus empresas, Y aunque la escritura conceda el comer carne y el beber, Lo hacen con la esperanza de que un día dejen esa práctica. El mejor uso de la riqueza es destinarla a la religiosidad, Pues así se logra una comprensión filosófica de la vida, Ésta al fin madurece y se transforma en percepción directa de la Verdad; Pero los mundanos solo destinan su dinero a mejorar el nivel de la familia, Sin percibir lo efímero de la ganancia material. El vino es solo para ser olido en el sacrificio hecho, La matanza del animal es la ofrenda, no es para hacerlo en gran escala,

El sexo es para procrear, no para el placer del cuerpo, Pero el mundano no destina sus actos a la elevación del alma. Estas personas pecaminosas que ignoran la religión, Creyéndose piadosos, violentan a los pobres animales, Pero en sus próximas vidas pagarán por esta violación, Y serán comidos por quienes sufrieron por sus males. Atados al cuerpo y a sus familiares, envidian al Señor y a otros seres vivos, Y así practican dharma, artha y kama, sin pensar en el Supremo, Nunca tienen paz, pues con su inteligencia sirven otros motivos, Dejando sus deberes, sufren, por perseguir efímeros ensueños, Y por darle la espalda al Señor, pierden toda relación y caen al infierno. Luego el rey Nimi preguntó por las encarnaciones del Señor en cada era. Sri Karabhajana dijo: En Satya-yuga el Señor es blanco, con cuatro brazos, pelo enmarañado, Con Su upavita, japa, kamandalu y Su piel de venado negro; La gente de Satya es pacífica, amistosa, sin envidia, estable aun en lo malo, Ellos adoran al Señor mediante meditación y el control interno y externo. Él es glorificado por los nombres de Hamsa, Suparna, Vaikuntha, Dharma, Yogesvara, Amala, Isvara, Purusa, Avyakta y Paramatma. En Treta-yuga viene con tez roja, cuatro brazos, cabellos dorados, Con un cinto triple, que indica la iniciación en los tres Vedas. Personificando el sacrificio, viene con los utensilios para éste apropiados. Él es adorado mediante agni-hotras, siguiendo las sagradas reglas, Y es glorificado como Visnu, Yajña, Prsnigarbha, Sarvadeva, Como Urukrama, Vrsakapi, Jayanta y Urugaya. Con tez oscura y ropa amarilla aparece en Dvapara, Trae Sus armas personales y luce la marca Srivatsa, Se Le adora como a un gran rey mediante Veda y tantra, Y en Kali también se Le alaba, escucha de dicha práctica. krsna-varnam tvisakrnam sangopangastra-parsadam yajñaih sankirtana-prayair

yajanti hi su-medhasah //32// Repite las sílabas krs-na, Su brillo no es el negro, Viene con Sus armas e íntimos compañeros, Mediante el sacrificio de sankirtan, principalmente, Es adorado por los más inteligentes. dhyeyam sada paribhava-ghnam avista-doham tirthaspadam siva-viriñci-nutam saranyam bhrtyarti-ham pranata-pala bhavabdhi-potam vande mahapurusa te caranaravindam //33// Meditemos siempre en esos pies que destruyen todo mal y conceden el bien supremo, Que son morada de tirthas y de santos, ante los que Siva y Brahma se inclinan, y a todos refugian, Que alivian a Tus siervos, ¡oh, guardian del que ante Ti se postra!, y son el barco con que se cruza este océano, Tus pies de loto adoro y reverencio, ¡oh, Supremo Señor! ¡Maha-purusa! tyaktva su-dustyaja-surepsita-rajya-laksmim dharmistha arya-vacasa yad agad aranyam maya-mrgam dayitayepsitam anvadhavad vande maha-purusa te caranaravindam //34// Dejando a la diosa Laksmi y a Su reino, deseado incluso por los devas, Fijo en Su dharma, y tras ser maldecido por un brahmana, se retiró a la selva, Dio Su gracia a las almas ilusionadas y corrió tras Su Amado, Adoro Tus pies de loto ¡oh, Maha-purusa!, Te veneramos. Así los inteligentes adoran al Señor de acuerdo a las distintas eras, Y los muy avanzados glorifican Kali-yuga, por el sankirtan que la acompaña, De hecho, no existe nada superior para esa alma que el mundo encadena, En otras eras añoran nacer en Kali, pues habrán muchos devotos de Narayan. devarsi-bhutapta nrnam pitrnam na kinkaro nayam rni ca rajan sarvatmana yah saranam saranyam

gato mukundam parihrtya kartam //41// Ni de devas, rsis, otros seres, amigos, humanos, ni de antepasados, Es un sirviente o está más endeudado, ¡oh, rey! Quien de todo corazón, en el refugio de todos, se ha resguardado, En el Supremo Mukunda, dejando todo otro deber. sva-pada-mulam bhajatah priyasya tyaktanya-bhavasya harih paresah vikarma yac cotpatitam kathañcid dhunoti sarvam hrdi sannivistah //42// Cuando el amante de Krsna ha adorado Sus pies sagrados, Habiendo dejado toda otra inclinación, en favor de Hari, el Supremo, Si por ventura cae él en algún pecado, Le purifica el Señor su corazón por entero. Narada dijo: El rey Nimi escuchó muy feliz a estos hijos de Jayanti, Y por seguir sus consejos, alcanzó la posición más perfecta. Los sabios desaparecieron de la visión de los participantes. ¡Oh, Vasudeva!, así tú también podrás alcanzar la más alta meta. De hecho, el mundo se beneficia de tu gloria y de la de tu mujer, Porque el Supremo Señor Hari, como vuestro hijo ha nacido, En realidad, ya son perfectos, por vuestro gran amor por Él. Incluso reyes enemigos como Sisupala y Salva alcanzaron Sus pies, ¿Qué decir entonces de quienes con amor Le han servido? Él no es un niño común, sino que es el mismo Supremo Señor, Y al venir a este mundo, tanto los devotos como los asuras, fueron salvados, De este modo la fama de Su gracia se extiende por toda la creación, ¡Oh!, tu esposa y tú, ¡son los más afortunados!

CAPITULO 6 La Dinastía Yadu se Retira a Prabhasa

El Señor Brahma fue a Dvarka con sus hijos y con los grandes prajapatis, El Señor Siva también lo hizo, acompañado de una hueste de fantasmas, Fue Indra a su vez, con devas y regentes de la más alta clase, Fueron a ver al Señor, Quien libra al universo con Su gloria y fama. Le cubrieron con guirnaldas celestiales y emocionados Le oraron: Nos postramos ante Ti, Señor, Quien eres adorado por grandes yoguis, Todo creas con las gunas, mas Te mantienes aparte, no afectado, Solo quienes tienen fe en Ti alcanzan lo más alto que se conoce. Sabios y devotos adoran Tus pies para alcanzar la más alta morada, Eso lo hacen en los sandhyas y yajñas, con sus corazones derretidos; Aunque se molestase la misma Sri, aceptaste nuestras mustias guirnaldas, ¡Que el fuego de Tus pies consuma nuestros deseos mal habidos! Como Trivikrama nos diste el Ganges, que brotó cual triunfante bandera, Eres el libertador, mas a nosotros nos ata el tiempo, como a toros embrindados, Tus miles de esposas no consiguen perturbarte, a pesar de ser tan bellas, Y en el río de Tu katha y en el que Tus pies lava, se bañan los purificados. Sri Brahma dijo: Antes Te pedimos que aliviaras a la tierra y por cierto esto fue cumplido, Restableces el dharma y difundes Tu gloria para nuestra salvación, Apareciste entre los Yadu, de modo que el universo fuese bendecido, Quienes escuchan de Tu gloria en esta era, fácil logran la liberación. Has pasado ciento veinticinco otoños con Tus devotos, Y los semidioses están satisfechos con Tus generosos favores, Ya retiraste a Tu familia y ahora puedes irte Tú, si es ese Tu propósito, Mas Te pedimos que siempre nos protejas, con nuestros planetas y seguidores. Sri Bhagavan dijo: ¡Oh, Brahma!, comprendiendo tus oraciones y pedido, Retiré el fardo de la tierra y ejecuté todo lo que era necesario, Tuve que contener a Mi familia, rica en opulencia y poderío, Tal como la costa detiene el avance del océano temerario. Si no hubiese retirado a los muy orgullosos Yadu,

El mundo se habría destruido bajo su expansión ilimitada, Ahora, por la maldición de los brahmanas, su destrucción ha comenzado, En Mi paso a Vaikuntha te iré a visitar, una vez que los Míos se vayan. (Se dice que algunos Yadu podrían haberse vuelto orgullosos por su relación familiar con Krsna. Otro peligro era que tras la partida de Krsna los Yadu se enloquecieran y causaran estragos en el mundo.) El Señor Brahma, al escuchar al Señor, Le reverenció y se retiró a su morada, Luego Krsna notó en Dwarka una gran conflagración, Y así le habló a los ancianos yadava. Sri Bhagavn dijo: “Vemos estos disturbios por haber sido maldecidos por los dvija-sresthas, No se puede neutralizar este conjuro, por ello refugiémonos en Prabhasa, Fue allí que la luna se salvó al bañarse en Prabhasa-ksetra, Y volvió a crecer, después de haber sido maldecida por Daksa. Allí haremos yajña y caridad para librarnos De los terribles peligros que ya vemos presentes.” Cuando los Yadu, obedientes, preparaban para partir sus caballos, Sri Uddhava se acercó al Señor y Le preguntó reverente. Sri Uddhava dijo: Mi querido Señor, no hay mayor piedad que la de oír y cantar Tu gloria, Pero ahora veo que Te vas, y que por ni un instante podré soportar Tu partida, Llévame por ello contigo, pues vivimos guardándote en nuestra memoria, Y por cierto venceremos la ilusión, por aceptar Tus guirnaldas, ropas y comida. (tvayopabhukta-srag-gandha-vaso-‘lankara-carcitah ucchista-bhojino dasas tava mayam jayema hi //46//) Sabios desnudos que elevan el semen, estrictos y puros, alcanzan brahman, Mas nosotros cruzaremos este mundo por solo recordar Tus actos y palabras, Todo en Ti es tan maravilloso, aunque Te muestres como uno más. Krsna entonces atendió la preocupación que a Su amigo le inquietaba.

CAPITULO 7 El Señor Krsna Instruye a Uddhava Sri Bhagavan dijo: Es verdad que deseo volver a Mi morada, y así lo han solicitado Brahma y Siva, Por pedido del creador vine con Balaram, pero ya a Mi misión nada le falta; Ahora, por maldición de los brahmanas, los Yadu morirán en lucha fratricida, Y en siete días más el océano habrá cubierto la ciudad de Dvarka. ¡Oh, santo Uddhava!, en un futuro próximo dejaré esta tierra, Entonces, dominada por la era de Kali, quedará privada de toda piedad; Debes irte tú también, pues viene el momento en que todos se degeneran, Piensa siempre en Mí, y sin apego, recorre el mundo con ecuanimidad. Lo que percibes de este mundo es irreal, es solo la creación de maya, Sumidos en lo dual, las personas tratan de diferenciar entre el bien y el mal, Pero tú, controlando los sentidos, debes notar la presencia del alma, Y también debes ver cómo Yo alojo a todo tipo de entidad. Cuando, gracias a los Vedas, veas al “yo” puro, tendrás la plena satisfacción, En ese momento serás querido por los devas y por todos, y nada te perturbará; Quien trasciende el bien y el mal, evita lo prohibido y se sitúa en la religión, El ser autorrealizado hace esto como un niño inocente, de un modo natural. sarva-bhuta-suhrc chanto jñana-vijñana-niscayah pasyan mad-atmakam visvam na vipadyeta vai punah //12// Quien es el amigo de todos y es sereno, Fijo en el saber y en la realización trascendental, Viendo situado en Mí al universo entero, Ya no vuelve al ciclo de muerte nunca más. Sri Uddhava dijo:

Querido Señor, solo Tú concedes los resultados de la práctica del yoga, Y a Tu devoto le concedes la perfección, al ser el origen de todo misticismo; Para mi beneficio me has hablado de renuncia, la que gracias a Ti se logra, Mas soy muy necio y me creo el cuerpo, y de mis parientes pienso lo mismo. Ni entre los devas encontraré un maestro tan perfecto como Tú, Pues incluso Brahma queda confundido por Tu potencia ilusoria; Por ello me rindo a Ti, exhausto como estoy, de sufrir sin ninguna luz, Eres el amigo, eres el mismo Narayan, Quien a todos refugia y apoya. Sri Bhagavan dijo: Quienes bien observan lo temporal renuncian a ello y se dedican al atman, Y aplicando bien su lógica e inteligencia, actúan como sus propios gurus; Pueden verme en forma directa quienes se controlan y aplican el sankhya, Hay una historia afín entre un avadhuta y el rey Yadu, quien regía el mundo. Cierta vez, Yadu, encontró a un avadhuta, a quien notó joven e instruido, Al verle, le preguntó: Viajas por el mundo, como un despreocupado sabio, ¿Cómo desarrollaste tanta inteligencia, y porqué te comportas como un niño? El mundo busca fama, placer y dinero, mas tú, a pesar de ser joven, hábil y bello, Te muestras ante nosotros como un loco, ¡como si estuvieses poseído! Todos arden en el fuego de la lujuria, mas tú eres como un elefante inmerso en el Ganges, Te veo desprovisto de todo, viajando solo, sin acompañantes ni familiares, Por ello, porque así te pregunto, dime qué te ha sumido en tan profundo trance. El brahmana dijo: Querido rey, con mi inteligencia me refugié en muchos maestros espirituales, Y gracias a ellos, ahora recorro el mundo en esta posición liberada; De veinticuatro gurus he aprendido: de la Tierra, del aire, del cielo, del agua, Del fuego, de la luna, del sol, del palomo y del pitón, del mar, de la mariposa, De la abeja, del elefante y del ladrón de miel, del venado, del pez, de Pingala,

Del pájaro kurara y del crío, de la niña, del fabricante de flechas, de la serpiente, de la avispa y de la araña. Analizando sus actividades supe acerca del yo, escucha ¡oh, maharaj! Cómo cada uno de ellos me brindó una valiosa enseñanza de la Verdad. Una persona sobria debe ver a un agresor como el arreglo del mismo Supremo, Esto es lo que aprendí de la Tierra. El santo debe ser como el árbol o la montaña, Pues, fuera de velar por el bien de los demás, no halla nada de bueno, Él solo vive con lo esencial, y así, su meditación en el yo no la deja por nada. El trascendentalista, aunque relacionado con la materia, no se enreda con ella, Tal como el viento que entrando en varios cuerpos con ellos no se mezcla; El alma y Paramatma son como el cielo, que todo lo sostiene y lo penetra, Y aunque el viento impulse nubes a través de él, éste, en nada se afecta, Tal como las gunas que impulsan al alma pero no pueden hacerle mella. La persona santa es como el agua, pues está libre de contaminación, Es gentil por naturaleza y es agradable al hablar, como el fluir de un río, Por verle, oírle o recordarle, uno se purifica, como al hacer una ablución, Así, porque siempre glorifica al Señor, todo lo vuelve puro y bendecido. Los santos, gracias a sus austeridades, incrementan su poderío, Son de firme conciencia porque no disfrutan ni sirven sus deseos, Y aunque coman algo contaminado que les llega de acuerdo al destino, No son afectados por esto, como lo es tampoco el fuego. Ellos, como el fuego, a veces se muestran en forma clara y en otras se ocultan, Para el bien de las almas pueden aceptar la posición de un maestro espiritual, Y así pueden reducir a cenizas los karmas y los males que les ofuzcan; Y tal como habrá un fuego distinto de acuerdo a la calidad de una u otra leña, Así mismo el Señor se manifiesta en forma distinta dentro de cada entidad. Las distintas fases que van hasta la muerte, desde que el ser se alumbra, No tocan al alma jamás, solo atañen a este cuerpo,

Son como el aparente crecimiento y disminución de la luna, Solo cambia lo carnal en forma imperceptible, bajo influencia del tiempo. Tal como el sol evapora el agua y luego la devuelve como lluvia, Así la persona santa acepta cosas materiales a través de sus sentidos, Mas ésta luego las devuelve cuando alguien precisa alguna ayuda, De este modo no se enreda, tanto al aceptar como al dar lo pedido. Aunque el sol se repite en muchos objetos, No se divide, ni se funde en su reflejo; Así el alma permanece indivisa e inmaterial, Aunque esté presente en distintos cuerpos. Nadie debe entregarse a la excesiva preocupación o afecto por algo, De lo contrario le sucederá lo mismo que al palomo poco inteligente, Éste, al ver a su familia en la red, cayó en ella también, desesperanzado; Así la puerta de la libertad se cierra, para quien se aferra a lo no trascendente. CAPITULO 8 La Historia de Píngala El brahmana dijo: Vienen de por sí, sin ser procurados, el bien y el mal, el placer y el dolor, Por ello, uno debe ser como la pitón que obtiene su alimento sin esfuerzo, Así mismo es el santo quien ve todo como el arreglo del Señor, Y sin procurar el avance material vela por su propio crecimiento. El santo sabio es agradable y feliz en su comportamiento externo, Pero internamente es muy pensativo y grave, Nunca se perturba gracias a su conocimiento de lo eterno, Y así es como el océano que es profundo e insondable. En la época de lluvias el mar recibe el agua de los ríos, Mas cuando hay sequía no le llega de ellos flujo alguno, Sin embargo éste se mantiene en perfecto equilibrio, Así el santo no se alegra en la riqueza, ni sufre en el infortunio.

Quien no se controla cae víctima de la mujer, como en el fuego la mariposa, La persona santa se cuida y colecta de puerta en puerta, como la abeja, Como ella, toma el néctar que se encuentra en cada escritura religiosa, Mas nada acumula para sí y siempre está satisfecha. Su plato es su mano, su único almacén es su vientre, En esto no imita a la abeja codiciosa. Debe evitar a la mujer, que ni se le acerque, Pues con certeza será víctima de la ilusión, Tal como el elefante atraído que cae en la fosa, O que es matado porque envidiaban su poder seductor. Con gran dolor uno acumula dinero, que ni podrá disfrutar ni dar en caridad, Es como la abeja que labora por juntar una miel que después le será robada; Y como le es quitada esa miel, así los renunciantes cuando salen a mendigar, Pueden acercarse a los grhasthas y pedirles de su riqueza guardada. El santo no debe escuchar esa música que despierta el deseo material, Pues se volverá como el venado que cae cautivo por el pito del cazador; El sabio Rsyasringa fue víctima del hermoso canto y del bailar, De unas bellas mujeres que cual mascota le pusieron bajo su control. Así como el pez muerde el anzuelo por el deseo de complacer su lengua, Así mismo la persona necia, que no la domina, cae en el desastre; Grandes eruditos se vencen mediante el ayuno, mas no la conquistan a ella, Pues su deseo de satisfacer el paladar les aumenta en forma alarmante. Si alguien ha doblegado todos sus sentidos pero la lengua no, No se puede decir entonces que los ha controlado; Solo de quien ha conseguido someterla en su favor, Se puede bien decir que sí los ha conquistado. Y escucha lo que aprendí de la prostituta Pingala, cuando estando deprimida, Por no conseguir ningún cliente despertó al desprecio y se sintió feliz; Oró ella esa noche lamentando el placer vano en que perdió su vida, Sin nunca haber atendido al Señor, al único que nos puede redimir. Vio su cuerpo como una máquina y al hombre incapaz de darle algún bien: “Son todos temporales, los devas incluso, ellos no me pueden proteger.”

De este modo, sintiendo felicidad por la gracia de esa renuncia, Así dijo, rindiéndose al Señor: “Quien despierta al desapego, Deja el cautiverio de sociedad, de amistad y amor, ¡que no refugian! Y quien pasa por un gran dolor puede desprenderse de lo externo, Por ello veo este sufrimiento como la mayor bendición. “En algo habré complacido al Supremo para que me dé un trato así, Ahora estoy del todo satisfecha por haber despertado plena fe en mi Señor; Desde hoy me mantendré con cualquier cosa con que me quiera bendecir, Porque Él es la verdadera fuente de la felicidad y del amor. El placer mundano roba la inteligencia y nos lanza al pozo de lo temporal, ¿Quién, sino el Señor Supremo, podría salvarnos de esta atracción fatal? Al ver al mundo sometido por el tiempo, el ser recobra su salud y sobriedad, Allí se desapega de todo y se vuelve apto para ser su propio guardián.” De este modo, del todo decidida, cortó ella sus deseos de disfrutar, Y se fue a dormir a su cama, invadida por una gran alegría y paz. CAPITULO 9 El Desprendimiento de lo Material El brahmana dijo: El apego trae dolor, quien entiende esto se desprende y se vuelve feliz. Cierta vez un pequeño halcón que llevaba carne fue atacado por otros, Mas sintió alivio al soltar su presa, cuando notó que peligraba morir. En la vida familiar uno vive preocupado por los hijos, por prestigio y hogar, Mas nada tengo yo que ver con esas cosas, yo disfruto de la vida del alma, Y vago como un niño, siendo mi único interés el amor espiritual. En este mundo, dos clases de personas están satisfechas y libres de ansiedad: El tonto retardado e infantil, y el sabio que se ha acercado a la Verdad. Cierta vez una moza casandera, estando sola, fue visitada por unos hombres, Para atenderles, se puso a escondidas a descascarar arroz, mas al hacerlo, le sonaban los brazaletes. Temiendo que notaran que era de familia pobre,

Se quitó algunos, dejando dos en cada brazo, y siguió adelante en su empeño, Mas notó que igual estos tintineaban, por lo que uno y uno tan solo se dejó. ¡Oh, rey!, recorro la tierra analizando la naturaleza de este mundo, Y así, como buen testigo, aprendí de ese hecho una interesante lección: Cuando varios viven juntos, tendrán desaveniencias, dalo por seguro, Por ello uno debe estar solo, pues chocan incluso donde no hay más que dos. Cuando la mente se fija en lo alto, no ve distinción entre interno y externo, Queda tan absorta como el que haciendo flechas no notó la presencia del rey. Quien intenta crear un hogar feliz, obtiene al fin lo opuesto, es lo que vemos, La serpiente sin embargo, ocupa el lugar de otros y se siente bien. Así como la araña crea su tela y la absorbe después de jugar con ella, Así el Señor crea para Su propósito y reintegra todo en Sí después. Uno toma el cuerpo de acuerdo a su pensar, esto vi de un insecto, Que adquirió el cuerpo de una avispa, tras haber caído en su red. Mucho aprendí de estos numerosos maestros, Ahora escucha lo que me enseñó mi propio cuerpo: Porque esta cobertura es temporal me obliga al desapego, Pues al ver que todo se termina, tan solo vago por esta tierra; Y así como un árbol, antes de partir, echa su semilla al suelo, Así el cuerpo asegura el próximo mediante el karma que crea. El Señor, después de crear a todos los seres, no estaba satisfecho, Mas sí Le satisfizo crear al hombre porque podría éste alcanzar la Verdad; Por ello, el que es sobrio, debe preocuparse por volverse perfecto, Pues el disfrute de los sentidos lo obtiene cualquier entidad. Así, gracias al saber que recibí de mis maestros, Recorro el mundo desapegado y libre de ego falso. Sri Bhagavan dijo: Después que el avadhuta habló esto, Le adoró el rey, y el santo reasumió su paso. De este modo se iluminó Maharaj Yadu, Quien fue, ¡oh, Uddhava!, nuestro antepasado.

CAPITULO 10 La Naturaleza de la Actividad Fruitiva Sri bhagavan dijo: Uno debe seguir el varnasram, refugiarse en Mí, y vivir sin deseos, El alma pura debe notar el fracaso de quienes procuraron el placer sensual; El sabio ve los objetos de los sentidos como productos de un sueño, Por ello, quien Me busca a Mí, debe dejar de lado toda externa actividad. Debe seguir los preceptos y aceptar a un maestro pacífico e igual a Mí, Con humildad debe servirle, sin sentido de propiedad, y sin creerse el ejecutor; Debe ser activo, nunca perezoso, libre de apegos y sin dejarse confundir, Debe tener por su maestro un profundo sentimiento de amistad y amor. Este siervo debe siempre desear el avance espiritual, Debe evitar la conversación inútil y la envidia, Debe desapegarse de esposa, hijos, parientes y demás. Como la leña es distinta del fuego, que la consume e ilumina, Así el alma es distinta del cuerpo, al que debe alumbrar lo espiritual. Así como el fuego puede verse grande, pequeño, o adormecido, De acuerdo a la condición del combustible; Así el ser, al encarnar, queda al instante restringido, Por la capacidad que a esa nueva envoltura le es factible. Se puede comparar al maestro espiritual con el leño inferior, Al discípulo con el superior, y la instrucción del maestro, Sería el tercer leño, colocado entre los otros dos, Y el conocimiento es el fuego que surge de la frotación de éstos. Aunque el trabajador fruitivo procure la felicidad permanente, Vemos que muchas veces sufre y que muy pocas siente satisfacción, Prueba con esto que no controla su destino, y que no es independiente, ¿Cómo puede esperar algún bien, si otros le tienen bajo su control? Se observa que en este mundo un hombre inteligente puede vivir aquejado, Mientras que otro que es tonto puede sentirse satisfecho y feliz;

De este modo nada te asegura el ser entendido en lo mundano, Eso es solo una exhibición inútil del ego, opino Yo así. Y aunque supieran cómo ser felices y cómo evitar el dolor, Aun así no sabrían el cómo liberarse de la muerte; ¿Cómo puede ser feliz entonces quien avanza hacia su aniquilación? ¡Oh!, buscar felicidad en este mundo, trae problemas de toda suerte. Incluso quien mediante yajñas va al svarga, alcanza un fruto temporal, Donde recorre jardines paradisíacos, con bellas mujeres, pero es forzado a volver. Por otro lado, el que peca, se torna codicioso, avaro, lujurioso, violento, Y así se va degradando más y más. De este modo, nadie es feliz en este universo, pues además, a Mi forma como el tiempo, Todos los seres, hasta el mismo Brahma, le suelen temer. Luego Uddhava quiso saber de qué modo el alma queda condicionada, como así también de las que son por siempre liberadas, y de las que han vivido en la eterna ilusión. CAPITULO 11 Los Síntomas de las Entidades Vivientes Sri Bhagavan dijo: Según la influencia de las gunas, el alma es condicionada o liberada, Pero esta vida es como un sueño, donde todo sentir es producto de Mi maya. ¡Oh, Uddhava!, el saber y la ignorancia, liberan o cautivan por siempre, El alma es parte de Mí, mas la oscuridad nos separa. ¡Oh, el más inteligente! Por ello, dentro del cuerpo, hay uno siempre feliz y otro que siempre sufre, Son como dos aves en un árbol, donde una prueba sus frutos y la otra no, Ésta es el Señor, mas el alma sí degusta de unos amargos y otros dulces. El sabio es como el que despierta y ya no se identifica con lo que soñó. El lúcido no se cree el hacedor, él ve actuar a las gunas en diversas formas, Mientras que el ignorante, sí se considera el cuerpo y se cree el ejecutor. El sabio es como el viento, que al soplar, no se apega a los distintos aromas.

Es como el cielo que no se mezcla, o al no atarse a su reflejo, es como el sol. A quien actúa sin deseo mundano, se le considera liberado y ya no se enreda, Ante el insulto no se molesta, no le alegra el elogio, ni el recibir respeto; Ese sabio está por encima del bien y el mal, y a nadie alaba ni condena, Así, ante los ojos del mundo es visto como un retardado, o un inepto. Estudiar el Veda sin adorarme, es como cuidar una vaca que no da leche, Es tan miserable como tener una mujer incasta, como depender de otros, Como tener hijos inútiles, o como no usar la riqueza tal cual debe hacerse. El sabio solo debe oír de Mi toda purificante gloria cantada por Mis devotos. Quien entiende esta Verdad, dejando lo ilusorio, debe centrarse en Mí, Pero, Uddhava, si no eres capaz de esto, ofréceme tus actos sin apego; Escuchar Mis glorias absuelve al universo entero y se Me puede servir, Y de ese modo, en la compañía de los Míos, ¡sin duda se alcanza el cielo! Sri Uddhava dijo: Querido Señor, ¿a quién consideras Tu siervo verdadero, Y mediante qué servicios y ofrendas se Te puede agradar? ¡Oh, Señor de Vaikuntha!, háblame por favor acerca de ello, Porque Te amo, y aparte de Ti, no veo dónde me podría refugiar. Sri bhagavan dijo: ¡Oh, Uddhava!, la persona santa es bondadosa y nunca hiere a sus semejantes, Es tolerante, veraz, sin envidia, ecuánime, preocupada por hacer el bien, Es controlada, desprendida, agradable, sin propiedad, nunca áspera ni tajante, No se esfuerza por lo mundano, es tranquila, estable, y medida en el comer. Me acepta como su único abrigo, sin exigir respeto, lo da a los demás, Es reflexiva, aviva la conciencia de los otros, y por ello nunca engaña, Es amistosa, sabia, aprecia cómo Mis instrucciones protegen del mal, Y por último solo se entrega a Mí, al verme como su vida y alma. Quizás alguien no sepa mucho de Mí, pero si Me adora con inmaculado amor, Le veré como el mejor de Mis sirvientes, y para librarse del orgullo y vanidad,

Debe adorar a Mi deidad y a Mis devotos, y debe recordarme con devoción; Debe darme todo lo que adquiere, y entregarse a Mí de un modo total. Que participe en festivales cantando y bailando con otros devotos, Que celebre la iniciación, ekadasi, que construya templos y ciudades para Mí, Que Me sirva sin hacerse notar, que Me ofrezca lo más querido y valioso, Que con agua, con estiércol de vaca y perfumes, barra y limpie Mi mandir. ¡Oh, santo Uddhava!, adórame en el sol, en el fuego, en los brahmanas, En los devotos, en el cielo, en el viento, en el agua, en la tierra, en el alma, en toda entidad. Mediante cantos védicos y reverencias, adórame en el sol; En el fuego, ofreciendo ghi; en las vacas, por ofrecerles pasto y cereal; En los brahmanas, al recibirles, aunque se aproximen sin tu invitación. Por meditación Soy adorado en el cielo del corazón; En el aire, como el elemento vital llamado prana; En el agua, con ofrendas de tulsi y de esa misma agua; Como presente en la tierra, mediante mantras; Por ofrecer alimento se Me adora en el alma, Y por ser ecuánime, y por ver a todos junto a Mi Yo. De este modo, ¡oh, Uddhava!, quien no se ocupa en Mi servicio amoroso, No posee ningún medio provechoso para liberarse de este charco material. Escúchame ahora, porque he de hablarte de un saber confidencial. CAPITULO 12 Más Allá de la Renuncia y del Conocimiento Nada hay más benéfico que la asociación con Mi devotos, Por hacer esto quedo bajo el control de Mis sirvientes; Es superior al astanga, al sankhya, a tyaga, a hacer caminos y pozos, A visitar lugares sagrados, dar caridad, o volverse un penitente. Seres de todo el universo se han salvado gracias a esta divina compañía, Bali, Banasura, Maya, Vibhisana, Sugriva, Hanuman, Jambavan, Gajendra…

Ellos y muchos otros se liberaron sin esforzarse en demasía, Así como los habitantes de Vrndavan que cultivaron Mi devoción sincera. No se Me alcanza mediante el yoga, dana, estudio de los Vedas, ni por tyaga, ¡Pero mira cómo sufrió Vrndavan cuando Mi tío Me fue a buscar! Gozaron conmigo las gopis, y cada noche la extendieron a un día de Brahma, Eran cual yoguis olvidadas de sus cuerpos, absortas en Mí nada más. Sin saber de Mi verdadera posición, Me alcanzaron, por acercarse a Mí, Por ello toma Mi refugio, olvidando lo que se ha oído o lo que se está por oír. Como de un mismo suelo surgen variedad de árboles, de flora y de fauna, Del mismo modo Yo soy esa única fuente de donde toda existencia emana. El árbol de esta existencia tiene dos simientes: los actos malos y buenos; Tiene cientos de raíces que representan los innumerables deseos; Tiene tres troncos inferiores: las gunas; y cinco superiores: los cinco elementos burdos; Produce cinco sabores: los objetos de los sentidos; Tiene once ramas: los diez sentidos y la mente; Tiene un nido hecho por dos aves; tres tipos de cortezas: pus, moco y bilis; Produce dos frutos y se extiende hasta el sol. Quien bien conoce este árbol sabe del Veda, y así obtiene la liberación. CAPITULO 13 Hamsa Avatara Responde las Preguntas de los Hijos del Señor Brahma Sri Bhagavan dijo: Mediante sattva se controlan rajas y tamas, Y por cultivar visuddha-sattva, se supera la bondad material. En sattva uno se inclina por la religión, Y esta bondad se fortalece por practicarla. La religión, fortalecida por la bondad, Destruye a rajas y a tamas, y con ello a la irreligión.

Nuestra pureza depende del tipo de escrituras, del agua, de los hijos y amigos, Del lugar, del tiempo, de los actos, del nacimiento, de la meditación y del canto de mantras. Al desarrollar la bondad se comprende la religión y se despeja el camino. La fricción de bambúes crea un fuego que consume su propia cuna, y que apaga al fuego mismo. Así, quien bien se ilumina, destruye la influencia de esas gunas, Que por tiempo ejercieron su dominio. Sri Uddhava dijo: Mi querido Krsna, las personas saben en general Que este mundo es un lugar de dolor y de alarma, ¿Porqué aun así se esfuerzan por disfrutar, Como si fuesen perros, asnos o cabras? Sri Bhagavan dijo: Esto es por causa de que la mente, contaminada por rajas, se entrega al avance material, Y se empeña en su ilusorio progreso, a pesar de poder vislumbrar su futuro dolor; La persona inteligente por otro lado, no se apega, y no se deja arrastrar, Siendo grave, se esfuerza sin pereza, y en Mí se concentra sin ira ni rencor. etavan yoga adisto mac-chisyaih sanakadibhih sarvato mana akrsya mayy addhavesyate yatha //14// El sistema de yoga, tal cual ha sido instruido Por Mis propios seguidores, como Sanaka y otros, Consiste en retirar la mente de todo lo habido, Y en absorberse en Mí sin otro propósito. Sri Uddhava entonces quiso saber de qué manera y en qué momento, El Señor Kesava había instruido a Sanaka y a otras grandes almas. Sri Krsna le dijo que una vez, ante Brahma, el creador del universo, Le preguntaron acerca del sistema de yoga, sus hijos, los cuatro Kumaras. Sanaka preguntó:

En los objetos de los sentidos penetra la mente, Y en la mente penetran esos objetos a su vez, ¿Cómo podrá cortar con esto quien bien despierta, Y quiere verse libre de esta mortífera red? Sri Bhagavan dijo: Así interrogado, Brahma, aun distraído por su tarea de crear, No se sintió capaz de dar respuesta, por lo que Me recordó; En ese momento Me presenté ante él como Hamsa-avatar, Al verme, los sabios ahí reunidos, Me consultaron sobre Mi identidad. Querido Uddhava, escucha, lo que le dije esa vez a esos sabios inquisitivos: Si Me preguntan “¿Quién eres?”, es porque diferencian entre una y otra alma, O porque saben que somos más que un cuerpo de cinco elementos reunidos; Sepan que solo a Mí perciben, mediante la mente, la visión, el tacto y el habla. CAPITULO 14 El Señor Krsna Explica el Sistema de Yoga Sri Uddhava quiso saber si entre los múltiples procesos recomendados, existía uno como el supremo para alcanzar la perfección. Sri Bhagavan dijo: Cuando hubo nueva creación dí el saber de los Vedas a Brahma, Brahma lo dio a Manu, y de ahí descendió a muchas especies y razas, A humanos, demonios, devas, siddhas, gandharvas, caranas, vidyadharas… Por ello es que hay tanta variedad de sistemas, de rituales y de mantras. Debido a la gran variedad de naturalezas y deseos, Hay tanta diversidad de filosofías teístas de vida, También están los que sustentan principios ateos, Así, por Mi energía ilusoria, sostienen distintas perspectivas. Mas todos ellos obtienen frutos temporales de su labor material, Y al obtenerlos, sufren, por causa de esta ignorancia; Solo el que se fija en Mí obtiene verdadera felicidad,

Quien nada desea, quien se controla y es ecuánime en toda circunstancia. na tatha me priyatama atma-yonir na sankarah na ca sankarsano na srir naivatma ca yatha bhavan //15// En verdad no es tan querido para Mí, Ni el mismo Brahma, ni Sankara, Ni Sankarsana, ni Sri, Como lo eres tú, Uddhava. nirapeksam munim santam nirvairam sama-darsanam anuvrajamy aham nityam puyeyety anghri-renubhih //16// Con los que son desapegados, rasikas, pacíficos, Sin enemigos y siempre ecuánimes, A ellos Yo siempre les sigo, Para que el polvo de sus pies pueda purificarme. (O para que ese polvo purifique los universos que están en Su cuerpo.) Mi querido Uddhava, aunque Mi devoto al no ser del todo controlado, Se disturbe por los deseos, aun así, por su devoción, no será vencido, Pues este servicio, como el fuego, reduce a cenizas el pecado. ¡Me controlan esos devotos para quienes Yo les soy muy querido! Ni por yoga, ni sankhya, ni estudios, ni dana, ni tyaga, ni tapa, Puedo Yo sentirme atraído, ¡tan solo por esos devotos que Me aman! Los que Me sirven llenos de felicidad y de emociones extáticas, Purifican el universo entero, esos devotos inmersos en bhava. El alma purificada por bhakti, brilla, como el oro que probó el fuego, Y un día Me verá, como el ojo enfermo que de a poco se regenera. Por ello uno debe dedicarse a Mí, dejar el sexo, y estar en soledad y sociego, Pues nada en el mundo causa mayor cautiverio y dolor, Que el apego por mujeres y por hombres inclinados a ellas.

Sri Uddhava entonces quiso saber cómo meditar en el Señor, y Sri Krsna le explicó el proceso de meditación basado en dhyana, fijando la mente en Su forma de cuatro brazos hasta verle a Él, y quedar atraído por Su belleza en forma espontánea. CAPITULO 15 El Señor Krsna Describe las Perfecciones del Yoga Místico Mi querido Uddhava, se alcanza la perfección mística del yoga, Por someter sentidos y respiración, y por fijar en Mí la mente controlada. Hay dieciocho siddhis, ocho primarios que se refugian en Mi persona, Y otros diez secundarios que surgen del cultivo de sattva. Anima, mahima, lagima, o el volverse muy pequeño, grande o muy liviano, Prapti, el tomar lo querido; prakamya o el disfrutar de cualquier cosa deseada; Isita-siddhi, manipular los elementos; por vasita-siddhi se libra de las gunas; Por kamavayasita se obtiene lo que uno desee; estas son las ocho perfecciones primarias. Las diez perfecciones secundarias son: Poder conocer el presente, el pasado y el futuro; Librarse del hambre, de la sed y de toda necesidad corporal, El oír a distancia, el moverse a la velocidad de la mente, Asumir cualquier forma, entrar en los cuerpos de los demás, Morir cuando uno quiera, ver el juego entre los semidioses y las apsaras, Lograr lo propuesto y conseguir que las órdenes lleguen a cumplimiento. Hay cinco perfecciones más que corresponden al proceso místico de yoga y meditación: Tolerar el frío, el calor y toda dualidad; conocer la mentalidad de los demás; Controlar la influencia del fuego, sol, agua, veneno, etc. Y el no caer bajo el control de otros. En los versos siguientes el Señor explica de qué modo estos siddhis se desarrollan por meditar de una manera u otra en Él. Ya sea en Su manifestación en el universo, en Sus capacidades y poderes, en Sus manifestaciones como brahman y Paramatma, o en muchas otras de Sus

formas trascendentales. Finalmente el Señor declara que el desarrollo de estos poderes insignificantes son una pérdida de tiempo, y que todos ellos pueden ser conseguidos por quien se controla y se dedica a Su devoción exclusiva. CAPITULO 16 La Opulencia del Señor Entonces Sri Uddhava quiso saber del poder del Señor y de los sabios. Krsna, feliz por esta pregunta que le recordó a la de Arjuna, le dijo así: Sri Bhagavan dijo: Soy el Alma de todo ser, soy su amigo y Señor, Soy la meta final, el tiempo, Quien trasciende lo mundano, Soy el alma en lo sutil, entre lo grandioso soy esta creación, Soy la mente entre lo difícil de conquistar, soy Brahma entre los Vedas, Soy el gayatri entre la métrica, entre las letras la “a”, de los mantras el Om. Soy Indra entre los devas, Agni entre los Vasus, Visnu como hijo de Aditi; Siva entre los Rudras, Brghu entre los brahmanas, entre los rajarsis Manu, Entre los devarsis soy Narada, Kamadenu entre las vacas, Kapila entre los perfectos, Garuda entre las aves, entre los asuras Prahlada. Entre las cosas sacras que fluyen soy el Ganges, el mar entre las extensiones de agua, Entre las armas el arco, Siva entre los que portan armas, entre las residencias el Sumeru, Entre lo inaccesible el Himalaya, entre los árboles la higuera sagrada, Vasistha como sacerdote, Kartikeya como general, Brhaspati entre los sabios védicos. Entre los sacrificios el estudio del Veda, soy la no violencia entre los votos, Como purificador soy el viento, el fuego, el sol, el agua y el habla. Soy el samadhi en el yoga, el buen consejo en la victoria, la ciencia del alma en lo lógico, Soy Narada entre los grandes sabios, y entre los brahmacaris Sanat-kumara.

Entre las seguridades soy la conciencia interior, del dharma soy la renuncia, De las estaciones la primavera, margasirsa entre los meses, entre las casas lunares abhijit, De las eras soy Satya, Uddhava entre los bhaktas, Hanuman como kimpurusa, Sudarsana entre los Vidyadharas, entre lo bello el loto, de las joyas el rubí. Soy la sagrada kusa, el juego de azar en el engaño, la virtud del bondadoso, el ofrendado ghi, La fuerza del fuerte, la actividad de Mis devotos, la estabilidad de la montaña, Soy el aroma de la tierra, el sabor en el agua, el sol entre las luminarias, Entre las estrellas la luna… Como ves, soy todo, nada puede existir sin Mí. Por ello, controla tus sentidos, mente y habla, y con la inteligencia pura, Controla tus facultades racionales y de esa manera no caerás en la ilusión. El trascendentalista que no se guía por la inteligencia superior, se perturba, Pierde el fruto de sus votos, como agua en una jarra que no se horneó. De este modo, tus palabras, mente y vida, contrólalas por dedicarte a Mí, Pues mediante Mi bhakti con amorosa inteligencia, se alcanza el último fin.

CAPITULO 17 Descripción del Sistema Varnasrama Sri Uddhava quiso saber cómo los hombres pueden alcanzar el servicio amoroso al Señor mediante la ejecución de sus deberes prescritos, quiénes pueden rendir este servicio y cómo hacerlo. Sri Bhagavan dijo: En Satya-yuga existe una sola clase social llamada hamsa, Todos en ella se dedican en forma perfecta a su servicio al Señor; Por ello esta era se llama también Krta-yuga y mediante tapasya, Me adoran como Hamsa, guardando una continua pureza interior.

¡Oh, afortunado!, en Treta-yuga el conocimiento surgió de Mi corazón, Lo hizo bajo la división triple de Rg, Sama y Yajur; nacen también las castas: De Su rostro los brahmanas, de Sus brazos los ksatriyas, de Su vientre los vaisyas, Los sudras de Sus piernas; todos ellos con su respectiva obligación. samo damas tapah saucam santosah ksantir arjavam mad-bhaktis ca daya satyam brahma-prakrtayas tv imah //16// Tranquilidad, autocontrol, austeridad, limpieza, Satisfacción, tolerancia, sencillez y soledad, Devoción a Mí, misericordia y veracidad, Son virtudes con las que los brahmanas se manejan. Poder, fuerza, determinación, heroísmo, tolerancia, generosidad, esfuerzo, Firmeza, servicio a los brahmanas y liderazgo, son virtudes de los ksatriyas. Fe en los Vedas, caridad, honradez, servicio a los dvijas, deseo de enriquecimiento, Caracterizan a los vaisyas. Los sudras sirven a los devas, a los dvijas, a las vacas, Y sienten satisfacción con la paga que reciben de su cumplimiento. Suciedad, infamia, robo, perturbación, lujuria, ira, ambición, infidelidad, Son características de los que se encuentran fuera del sistema de varnasrama. La no violencia, la veracidad, la honradez, el desear el bien a los demás, La ausencia de ira, de codicia y lujuria, son para toda sociedad humana. acaryam mam vijaniyan navamanyeta karhicit na martya-buddhyasuyeta sarva-deva-mayo guruh //27// El acarya soy Yo, entiende esto bien, Por lo que siempre se le debe respetar; Jamás considerarle un común mortal, Pues todos los semidioses residen en él.

Mañana y tarde el discípulo debe mendigar en favor de su maestro espiritual, Y siendo autocontrolado, debe aceptar tan solo lo que su guru le dé; Siempre debe permanecer en su cercanía, con la mayor disposición servicial, Practicando brahmacarya por todo el tiempo que le corresponda aprender. No debe asociarse con mujeres, Ni para charlar, mirarlas, ni jugar con ellas; Debe evitar también a quien gusta de placeres, Y a quien con la vida sexual se recrea. Toda la sociedad, con cuerpo, palabra y mente, debe practicar la pureza, Los servicios religiosos en los tres sandhyas, el peregrinaje y japa, Debe comer solo alimentos limpios, y en todos recordar Mi presencia. Quien observa el gran voto del celibato, se vuelve tan brillante como el fuego, Y mediante la austeridad seria, reduce a cenizas la inclinación a disfrutar; El dvija que no acepta caridad, puede mantenerse por enseñar o hacer yajñas, Pero es mejor si se sustenta con cereales recogidos sin depender de los demás. Que este brahmana mantenga así a su familia, simple, satisfecho y fijo en Mí, Pues él no está destinado a gozar de los insignificantes frutos de esta tierra, Si se consagra a la austeridad, conocerá la ilimitada dicha después de morir. Así como un navío rescata con presteza a los que han naufragado en el mar, Así mismo yo traigo pronto alivio a quienes ayudan a los brahmanas pobres; Como el elefante principal proteje a los suyos cuidándose a sí mismo además, Así el rey, cual padre, debe cuidar a los suyos y de sí, para que nadie sosobre. Si un brahmana no puede sustentarse con su deber y sufre por ello, Puede tomar la ocupación de un vaisya o la de un ksatriya, Pero nunca servir a un hombre común, como si fuese un perro. Alguien de la orden real puede actuar como vaisya, pero nunca como sudra,

El vaisya sí se puede emplear, y el sudra sin patrón puede volverse artesano; Pero esto solo puede mantenerse en tiempos de emergencia o de premuras. Los grhasthas deben atender con distintos yajñas a los devas, a los sabios, A antepasados, hombres y demás, viéndolos como Mi manifestación. Deben mantenerse con dinero obtenido sin sentirse muy forzados, O por cumplir sus deberes con una correcta y honesta ejecución. No deben apegarse a su familia, ni desesperarse creyéndose el señor del sino. El padre inteligente debe ver que, como la suya, toda felicidad es temporal; Las relaciones son transitorias, como las de quienes se topan en el camino, Todas ellas se deshacen, como la persona que al despertarse deja de soñar. Viendo esto así, debe vivir sintiéndose un huésped, sin orgullo ni propiedad, De este modo no estará atado, ni se enredará en los asuntos domésticos, Alguien así puede estar en casa, o al tener un hijo responsable, dejar el hogar; Pero el lujurioso, en su ilusión se cree dueño, es codicioso y avariento, “Todo esto es mío, piensa, y yo soy todo”, y así en su red no ve la libertad. “¡Oh, mis pobres padres ancianos, mis hijos y mujer, criando aún un bebé! Sin mí, ¿quién les dará protección en este mundo tan adverso?” De este modo, el padre necio, no conoce la paz y siente a ratos desfallecer, Y cuando llega la muerte, la ignorancia le hace sufrir por causa de esto. CAPITULO 18 Descripción del Varnasrama-dharma En este capítulo el Señor explica las austeridades que debe hacer un vanaprastha, Tan extremas son, que al final se transforma en piel y huesos. Si su única aspiración es alcanzar al Supremo, puede tomar sannyasa, Y cuando camina debe preocuparse bien de no pisar ningún insecto. Los devas, pensando que va a dejar este mundo, van a tentar a este sannyasi, Acercándosele en la forma de su ex-esposa, o como mujeres, u otro atractivo;

Debe mantenerse por mendigar, sin guardar nada, solo, sin preocuparse, Pensando en Mí y en su alma, siendo ecuánime y guardando equilibrio. El vanaprastha debe purificarse mediante la mendicidad y dejar lo mundano, Viendo el cosmos y el cuerpo como ilusorios, no debe pensar en ellos ya más; Debe portarse como un niño, y aunque hábil, debe mostrarse retardado, Aunque erudito, que hable como un demente, y que sea insólito en su actuar. Que no se atraiga por el karma-kanda, ni se separe jamás de los Vedas; Que nadie le amedrente, ni deje que le perturbe cosa alguna; Que tolere los insultos, sin despreciar a nadie; que no hostigue ni se vengue; Que vea en todos al único Señor, como en muchos charcos se refleja la luna. Si a veces la persona santa no obtiene alimento, no debe sentirse deprimida; Tampoco debe regocijarse si le sirven algo suntuoso. Fija en su determinación, debe ver que ambas situaciones son controladas por el supremo Isvara. A veces, para cuidar su salud, la cual es necesaria para alcanzar la liberación, Puede que necesite esforzarse para conseguir suficiente comida. Debe aceptar las ropas, alimentos y comodidades que le lleguen sin esfuerzo, Y como Yo ejecuto Mis deberes por Mi voluntad, así mismo debe hacerlo el sabio; El alma realizada no ve nada separado de Mí, pues le ilumina el conocimiento. Quien percibe lo miserable del mundo y desea la perfección, debe acercarse a un guru adecuado, Debe servirle sin envidia, y considerando que no es distinto de Mí, guardarle respeto. El principal deber del sannyasi es ser pacífico y mantenerse ecuánime. El del vanaprastha es la austeridad y ver la diferencia entre alma y cuerpo. El del grhastha es celebrar los debidos yajñas y no negar su abrigo a nadie. El deber del brahmacari es servir con humildad a su maestro. El casado solo debe acercarse a su esposa para procrear, De lo contrario, que practique el celibato, la austeridad y la limpieza, Debe estar satisfecho y sentir simpatía por toda entidad.

¡Todos los seres Me deben adorar, sin importar sus diferencias! Quien Me adora através de su deber prescrito, siempre, y sin desviación, Viendo a todos los seres situados en Mí, desarrolla una firme devoción. ¡Oh, Uddhava!, soy el Supremo, y quien Me adora, con certeza Me alcanza. Quien cumple su deber en el varnasrama, poniéndome a Mí en el centro, Conociendo y realizando la escritura, vendrá a Mí sin tardanza. De este modo te expliqué cómo, por cumplir el deber, se vuelve uno perfecto.

CAPITULO 19 La Perfección del Conocimiento Espiritual Sri Bhagavan dijo: Para el iluminado soy el único objeto de adoración, la meta de la vida, La conclusión del conocimiento, y el único medio para obtener felicidad, De este modo él se vuelve muy querido a Mí y Me da mucha alegría. Nada da más satisfacción que una fracción de Mi saber trascendental. Al oír esto, Sri Uddhava quiso saber más de ese servicio amoroso, que confiere la relación con el Supremo. Sri Bhagavan dijo: Sobre esto mismo preguntó Yudhisthir a Bhisma, estando nosotros presentes, Ahora te hablaré en base a lo que escuchamos esa vez de labios del abuelo. Yo veo como conocimiento el que distingue entre alma, cuerpo y mente. Por los Vedas, por la evidencia directa, por el saber tradicional y la lógica, Se puede separar lo ilusorio y temporal, de lo real y eterno. El sabio ve que incluso en Brahmaloka hay infelicidad por ser transitorio, Por ello, ¡oh, Uddhava!, practica el servicio a Mí, con devoción y amor, Escucha y canta acerca de Mis glorias, recuérdame, deja por Mí todo, Pues para Mi devoto puro, ¿qué otra cosa podría serle de valor?

De la bondad surge el saber, la religión, el desapego y la opulencia. De la pasión surge el apego, la irreligión, la ignorancia y la desgracia. Verdadera religión es la que conduce a Mí; verme, es verdadera sapiencia; Desapego es desinterés del mundo; riqueza son los siddhis que encantan. Luego Sri Uddhava hizo varias preguntas a Krsna con respecto a los distintos deberes, disciplinas y prácticas espirituales, y Él respondió. Sri Bhagavan dijo: La no violencia, la veracidad, el no codiciar ni robar, La humildad, el desinterés por lo temporario, El estar libre del sentimiento de posesión, El confiar en la religión, el celibato, el silencio, la estabilidad, La ausencia de temor, Son los doce principios de diciplina primarios. La limpieza externa e interior, El canto del Nombre, la austeridad, El sacrificio, la fe, la hospitalidad, El adorarme, el peregrinar, el desear y hacer el bien supremo, El servicio al maestro espiritual, la satisfacción, Son los doce deberes regulares prescritos. Estos veinticuatro elementos, conceden toda bendición. Absorber la inteligencia en Mí es equilibrio mental. La disciplina para los sentidos es el autocontrol. Tolerancia es soportar con paciencia la infelicidad. Firmeza es controlar la lengua y el deseo sexual. La mayor caridad es dejar de agredir a los demás. Renunciar a la lujuria es la más excelsa austeridad. Verdadero heroísmo es renunciar al placer material. Ver en todo al Señor es percibir la realidad. Veracidad es decir la verdad de una manera grata. Limpieza es el desapego por la actividad fruitiva. Renuncia es aceptar la orden de sannyasa. La única riqueza deseable es la religiosidad. Verdadera opulencia es Mi propia naturaleza como el Señor.

La suprema ganancia es el servicio con devoción. Trascender lo dual es la verdadera educación. Verdadera modestia es tener repugnancia por lo impropio. Belleza, es poseer buenas virtudes, como el desapego. Verdadera felicidad es trascender la material. Verdadera miseria es envolverse en el placer sexual. Tonto es el que se enreda, sabio el que se sabe desligar. El verdadero camino es el que conduce a Mí. El camino errado es el del disfrute de los sentidos. Verdadero cielo es donde predomina la bondad. Donde predomina la ignorancia es el infierno. Soy el verdadero amigo de todos, Y actúo como el maestro del universo. El de buenas cualidades es en verdad rico, Y es pobre el que nunca está satisfecho. Desventurado es quien no controla sus sentidos, es un esclavo, Y quien no se apega a su disfrute, es un verdadero controlador. De este modo ¡oh, Uddhava!, respondí lo que Me has preguntado, Trascender el bien y el mal materiales, es la cualidad mayor.

CAPITULO 20 El Servicio con Devoción Pura Sobrepasa el Conocimiento y el Desapego Sri Uddhava quiso saber cómo alcanzar la perfección, obviando la visión de lo que es correcto e incorrecto, siendo que es algo dado en los Vedas, y revelado por el mismo Señor. Sri Bhagavan dijo: Querido Uddhava, porque deseo que los hombres alcancen la perfección, Dí tres únicos sistemas: el jñana, el karma y el bhakti; Jñana es para quienes ya no les atrae lo exterior,

Karma-yoga es para quienes aún necesitan gratificarse. Y el que por buena fortuna tiene fe en escuchar de Mis glorias, Sin estar ni muy apegado ni disgustado, debe seguir la devoción; Mientras no se desarrolle la atracción deben cumplirse las reglas y normas, Y quien cuida su deber en forma pura, alcanza ya sea el saber o la devoción. Los habitantes del cielo y del infierno, desean un cuerpo humano, Porque es el más adecuado para obtener conocimiento y amor divino; Ya que la meta es el conocimiento no se apegan al cuerpo los sabios, Ellos buscan lo real y lo eterno, como el ave que vuela al ver el peligro. Notando cómo el tiempo acorta su vida debe temblar de miedo Y alcanzar la paz por comprender al Supremo y por dejar todo atrás. Un barco es este cuerpo, con el guru capitán que atraviesa el océano, El buen viento es el Señor. ¡Mata su alma quien no cruza esta mar! El trascendentalista disgustado, sin esperanza en el placer material, Controla del todo sus sentidos y desarrolla el desapego; De este modo se fija sin desvío en la meta espiritual, Por ello, situado en la bondad, uno debe controlarse por todos los medios. Como domando a un caballo, así, poco a poco, se controla el entendido. Hasta no probar el placer superior, debe uno cuidarse de lo temporal. Por hacer esto muchas veces, uno se desapega de un modo progresivo, Así, ya sea por yoga, por educación, por lógica o devoción, Siempre se Me debe recordar. Si el yogui, por ventura o descuido, comete algún mal, Debe reducirlo a cenizas solo mediante la misma práctica. La firme adhesión a los principios constituye la verdadera piedad, Y negligenciar el deber es pecado, esto se ha dicho en forma enfática. jata-sraddho mat-kathasu nirvinnah sarva-karmasu veda duhkhatmakan kaman parityage ‘py anisvarah //27// tato bhajeta mam pritah sraddhalur drdha-niscayah

jusamanas ca tan kaman duhkhodarkams ca garhayan //28// Habiendo desarrollado fe en Mi santo katha, Y sintiendo que la vida material le disgusta, Sabiendo que todo placer causa infelicidad, Mas sintiéndose aún incapaz para la renuncia; Aun así debe adorarme con amor, Con gran fe y convicción resuelta, Y aunque a veces busque su satisfacción, El ver su miseria hará que se arrepienta. proktena bhakti-yogena bhajato masakrn muneh kama hrdayya nasyanti sarve mayi hrdi sthite //29// Si ese bhakti-yoga que he explicado, Lo practica el muni en forma continua, Destruye los deseos en el corazón guardados, Y se fija en Mí, ya de por vida. bhidyate hrdaya-granthis chidyante sarva-samsayah ksiyante casya karmani mayi drste ‘khilatmani //30// Cortados los nudos del corazón, Destruida toda duda o recelo, Se termina el enredo de la acción, Cuando soy visto como el Supremo. Así, todo lo que se obtiene por karma, jñana, dana, tapa o dharma, Lo consigue con facilidad Mi devoto aplicado; Si quiere ir al cielo, o la liberación, o alcanzar Mi morada, Sin mayor dificultad puede lograrlo. Porque son santos e inteligentes, Mis devotos solo Me desean a Mí, Por ello, quien no desea nada personal, alcanza Mi servicio puro,

Ellos están por encima de bien y mal en su diario vivir, Y por fin entienden la verdad y son transferidos a Mi mundo.

CAPITULO 21 Explicación del Camino Védico Sri Bhagavan dijo: Quienes dejan los senderos que conducen a Mí, es decir: El bhakti, la filosofía analítica y los deberes prescritos, Por tratar de disfrutar, cultivan deseos sin fin, Y nunca pueden salir de este ciclo. Firmeza en la posición personal es verdadera piedad, Y desviarse de esa posición se considera impío. Uno debe ver qué es lo bueno y qué es lo malo en la vida, Lugares estériles, de carnívoros, irreligiosos, son vistos como contaminados. Por baño, austeridad, caridad, por recordarme, se purifican las jivas, El mantra se purifica al cantarlo con conocimiento, Y la actividad cuando a Mí ha sido ofrecida. A veces la piedad se vuelve pecado, Y en otras el pecado se vuelve piedad, Y los actos que degradan al elevado, No afectan al que nunca se pudo alzar. Uno se libera por restringirse de pecar, Esto es la base de la religión, Que libra de la ilusión, del dolor y el miedo. Del apego surge la lujuria y de ella la enemistad, De ahí la ira y la ignorancia que pierde por entero. Hundido, vive como un árbol, respira como un fuelle; Las promesas Védicas, por otro lado, son para inducir al dharma, No para señalar el svarga como el más alto albergue; Los que en verdad son sabios no se engañan con esas palabras.

Mas los poseídos por lujuria, codicia y avaricia, Confunden la palabra florida con el fruto verdadero; No entienden de Mi omnipresencia magnífica, Quienes cumplen sus ritos por complacer sus deseos. Gozando de la violencia matan a animales inocentes, Y adoran a devas, a pitrs, o a seres fantasmales; Mas los Vedas no alientan este actuar vehemente, Que es como el de un comerciante que hace mal sus planes. Los devavratas aspiran por el svarga y nacen luego en la aristocracia, Y así se confunden pues es muy difícil entender el oceánico Veda, Solo Yo lo comprendo, siendo su meta más alta, Y al ver que lo dual es ilusorio, a la realización te elevas. CAPITULO 22 Los Elementos de la Creación Material El Señor empieza por decir que distintos sabios dan distintas enumeraciones de los elementos y que todas ellas son válidas porque nacen de Su propia energía insuperable. Dice que se pueden dar distintas explicaciones lógicas sobre un mismo tema. Sri Krsna siguió diciendo: La llama de la vela la forman destellos que siempre cambian, El agua del río también se renueva en su corriente, Así, quienes desconocen el ser se engañan, Pensando que son este cuerpo que no permanece. Al ver la muerte del padre o del abuelo uno puede deducir la suya, Y al ver el nacimiento de un hijo, puede entender el del suyo propio, Quien así ve, supera lo dual, y ya el mundo no le perturba, Se nota él como un observador, sin contacto externo, como un loto. Así como una persona imita a otra que baila y canta, Así el alma, aunque no es el agente de los actos mundanos,

Se deja encantar por la materia, e imita las cualidades que la marcan, Mas como un mareo, es falso para ella, o como el reflejo de un árbol. Por ello, aunque uno sea rechazado, insultado, ridiculizado, Envidiado, escupido, orinado, privado de su ocupación… Nunca debe desanimarse, si aspira por lo más elevado, Sino que con firme inteligencia, debe fijarse en el yo. CAPITULO 23 La Canción del Brahmana de Avanti Sri Bhagavan dijo: Las palabras hirientes duelen más que flechas al corazón, Por ello, Uddhava, con razón dices, Que solo un devoto trasciende ese dolor. Hubo un brahmana en Avanti, Muy rico, pero a la vez irascible y avaro, No atendía el dharma, ni a visitas, ni a familiares, Ni disfrutaba él mismo lo necesario. Se enojaron con él los suyos y los cinco devas que presiden los sacrificios de la familia, Éstos le castigaron causándole miseria, Cuando agotó el mérito piadoso que tenía. Con sus parientes perdió parte de su riqueza, Otra con los ladrones, otra por el tiempo, Otra por el juego sutil de la Providencia, Otra por hombres comunes y por el gobierno. Dejado por su familia y desposeído, Sintió un inmenso dolor, Y en medio de su llanto y abatido, Despertó a la renunciación. El brahmana dijo: ¡Qué gran infortunio! ¡Cómo me infringí este vano suplicio!

Ni para la religión ni el placer destiné mi acumulado dinero; La riqueza del avaro al final, no le deja ningún beneficio, Solo le atormenta mientras vive, y al morir le envía al infierno. Cualquier fama bien ganada, o virtud digna de alabanza, Son destruídas por la más mínima muestra de codicia; Tal como un leve vestigio de lepra blanca, Quita el atractivo a la más grande belleza física. Con el fin de adquirir, aumentar y proteger su riqueza, Los hombres experimentan enormes ansiedades e ilusión; Por su causa hay robo, mentira, ira, orgullo, violencia, Engaño, enemistad, lujuria, infidelidad e intoxicación. Incluso hermanos, esposa, país y amigos, Antes unidos por lazos de amor, Llegarán resueltos a cometer homicidio, O romperán para siempre su buena relación. Quienes han alcanzado esta forma humana, Por la cual oran los mismos semidioses, Sépanse las almas más afortunadas, ¡Mas qué mal se hacen quienes lo desconocen! ¿Quién, habiendo alcanzado este cuerpo, Que es el mismo portón para el cielo, Podrá quedar aferrado a lo muerto, Y despreciar la invitación a lo eterno? Quien se rehúsa a distribuir su riqueza, Entre los devas, sabios, parientes, amigos, Entre quienes lo merecen y uno mismo, Es un yaksa que caerá con certeza. Las personas de buen discernimiento, Usan su juventud, dinero y fuerza, en la perfección, Mas yo disipé todo en mi vano esfuerzo, Y ahora soy solo un viejo sin ningún valor. ¿Porqué un hombre inteligente debe sufrir,

En inútiles intentos por acumular más y más? ¿De qué puede servirle si al final va a morir? ¡Oh! ¡El mundo nos cubre con su gran falsedad! El Señor que aloja a los semidioses, Hari, Complacido conmigo, me ha dado este trato, Para que la renuncia se despierte en mí, Y me libere ella, el más apropiado barco. En lo que me quede de vida seguiré con lo mínimo, Y sin confundirme buscaré la perfección, Pido que los semidioses sean bondadosos conmigo, Katvanga en un instante alcanzó la salvación. Sri Bhagavan dijo: Así, este excelente brahmana de Avanti, Cortó los nudos de su corazón, Para volverse un silencioso y pacífico sannyasi, Que viajaba sin mostrar su realización. Las personas, al verlo viejo y sucio, le insultaban, Algunos tomaban su cayado, otros su japa o su vasija, Simulando que se la iban a devolver, se la mostraban, Mas volvían a esconderla entre risas. Cuando se sentaba a comer lo que había mendigado, Le orinaban la comida o le escupían la cabeza, Intentaban hacerle hablar, golpeándole con palos, O le trataban de ladrón y le ataban con rudeza. Otros gritaban: “¡Este es solo un pretensor e hipócrita, Que lo rechazó su familia y hace de la religión un negocio!” Unos le retuvieron como a un animal, y así le hacían mofa, Mas como venido del destino, él soportó un dolor tras otro. El brahmana cantó: Estas personas no son la causa de mi felicidad y sufrimiento, Ni lo son los devas, ni mi cuerpo, ni el tiempo, ni los planetas, Es solo esta mente que abrazo, la que me muestra este reflejo, Mientras que a mi fiel Paramatma nada de esto le afecta.

La caridad, los deberes, los votos, el oír las escrituras, Tienen como meta final la fijación de la mente, Situarla en el Señor, es el yoga de mayor altura, No habrá un logro real, mientras no se la sujete. Ella es más fuerte que lo más fuerte, su poder es como divino, Y solo crea inútiles desaveniencias quien no consigue dominarla, Caerá en la falsa ilusión de amigos y enemigos, y del yo y de lo mío, Y vagará en una oscuridad perpetua, ignorando la realidad del alma. Ni los demás seres, ni los devas, ni los planetas, ni el trabajo, ni el tiempo, Tienen verdadera relación con el alma, que siempre se mantiene aparte, Es el ego el que nos apega, y nos hace experimentar alegría y sufrimiento, Quien comprende esto bajo ninguna circunstancia puede afectarse. etam sa asthaya paratma-nistham adhyasitam purvatamair maharsibhih aham tarisyami duranta-param tamo mukundanghri-nisevayaiva //57// (Por ello), Estando del todo fijo en la Persona Suprema, Tal como fue hecho por los antiguos acaryas, Cruzaré el difícil océano que nos vela, Por servir los pies de Mukunda con toda mi alma. Sri Bhagavan dijo: Así, desprendido de toda propiedad, este sabio se libró de su melancolía, Y aunque insultado por los demás, recorrió con este canto la tierra, La idea de bien y mal la crea la ignorante mente con su fantasía, Contrólala por ello Uddhava, es lo que la esencia del yoga nos enseña.

CAPITULO 24 La Filosofía Sankhya El Señor Supremo dijo: Te describiré el milenario sankhya,

Enseñado por las autoridades previas, Ciencia que libra de la ilusoria estafa, Y que alza a la comprensión verdadera. La verdad absoluta única se dividió en dos categorías: La naturaleza material y las entidades vivientes, Las tres gunas surgieron de Mi observar la externa energía, Se crearon para satisfacer el deseo de los seres conscientes. Del maha-tattva se generó el falso ego, Que abraza tanto al alma como a la materia, De la ignorancia surgen los objetos ciegos, De la pasión los sentidos y de sattva los once devas. (Estos once devas son: las deidades de las direcciones, Varuna, Surya, Vayu, los Asvini, Agni, Indra, Upendra, Mitra, Brahma y Candra.) Estos elementos forman el huevo universal, Que hago Mi residencia al flotar en el garbhodaka, De Mi ombligo surge el loto que genera a Brahma, Quien crea el bhur, bhuvar y svar, por Mi gracia. Svar es la residencia de los semidioses, Bhuvar aloja a los seres espectrales, Bhur es para los humanos y otras entidades, Pero los místicos trascienden estas tres divisiones. Al Mahar, Jana, Tapo y Satyaloka, nos lleva el yoga místico, Pero mediante bhakti se alcanza Mi divina morada; El resultado de cada acción fue planeado por Mí mismo, Y así vemos hundirse y emerger a las muchas almas. Todo lo visible en este mundo, sea grande o pequeño, Consta de materia y de su disfrutador, el atman; Como la Forma Universal fundamento lo que creo, Y todo vuelve a Mí cuando el cosmos se acaba. Así como el sol naciente quita del cielo la oscuridad, Así este saber científico acaba con la ilusión interior; Por ello Yo, el vidente perfecto, di esta explicación cabal,

Para acabar con la duda al aprender sobre esta creación. CAPITULO 25 Las Tres Modalidades de la Naturaleza y la Trascendencia Sri Bhagavan dijo: Autocontrol, tolerancia, discriminación, Cumplimiento del deber, veracidad, Misericordia, estudio del Veda, satisfacción, Caridad, renuncia, fe en el maestro espiritual, Simplicidad, humildad, el correcto actuar, Pertenecen a la bondad. Deseo, ansia, audacia, insatisfacción, Orgullo, orar por el progreso material, Goce, competividad, gusto por el honor, El ridiculizar e imponer sus ideas a los demás, Corresponde a la pasión. Ira, avaricia, odio, hablar sin basarse en el sastra, Pereza, hipocrecía, Fatiga, desaveniencia, lamentación, Ilusión, infelicidad, depresión, Nacen de la ignorancia, Como así el sueño, el temor y la falsa espectativa. Ahora escucha cómo estas tres se combinan, por favor. De su triple relación surge el concepto de yo y mío, La mente, los sentidos y sus objetos, dependen de ellas; Gracias a la bondad uno tiene autodominio, La pasión crea lujuria, y la ignorancia ira y querella. Cuando impera la bondad, predomina la virtud, el saber y la felicidad; De la pasión surge el apego, el separatismo y el afán por fortuna y fama, De ese modo, se vive con excesivo esfuerzo y en constante ansiedad; De la ignorancia surge el lamento, el sueño, la pereza y la falsa esperanza.

Cuando la conciencia está lúcida y los sentidos se desapegan de la materia, La persona experimenta el desprendimiento y la ausencia de temor, Situado así en la bondad puede percibir Mi posición verdadera. La mala salud, la confusión, el exceso de actividad, pertenecen a la pasión. En la ignorancia se sucumbe a un estado de inconciencia y depresión. El incremento de sattva favorece a los devas, A los seres demoníacos el aumento de rajas, A los otros más bajos cuando crece tamas. La vigilia es bondad, el soñar es pasión, En la ignorancia no se sueña. La bondad eleva, en la pasión vuelves como humano, La ignorancia te degrada, mas Mis devotos Me alcanzan. Trabajar por el fruto es pasión, la bondad busca Mi agrado, Violencia y envidia se dan en la ignorancia. El conocimiento absoluto está en la bondad, El fundado en la dualidad se encuentra en la pasión, En ignorancia es burdo y material, y es trascendental El que trata de Mi persona y del propio yo. En sattva se reside en el bosque, Es pasión vivir en la ciudad, En tamas se vive en sitios de goce, Vivir conmigo es trascendental. El trabajador en bondad es desprendido, El que está en pasión busca ganar, El ignorante no fija ningún destino, Y al que Me sirve nada le ata más. En bondad la fe se dirige a lo espiritual, En pasión va hacia el trabajo fruitivo, En ignorancia apunta a la irreligiosidad, Y es trascendental la que busca Mi servicio divino. El alimento puro, saludable y sencillo, está en la bondad, En la pasión es el que da placer inmediato a los sentidos, En la ignorancia es aquél que es impuro y causa malestar.

La felicidad en la bondad proviene del yo, La de la pasión, del goce sensorial, La de la ignorancia, de la degradación, Mas la que viene de Mí, es trascendental. Así puedes ver que todo, la materia, el lugar, el resultado, El tiempo, el conocimiento, el trabajo, la fe, la conciencia, La vida después de la muerte, dependen de estos tres estados, Las tres modalidades gobiernan por completo esta naturaleza. Mas quien las subyuga, puede servirme y alcanzar Mi buen amor, Por ello, quienes tienen cuerpo humano, deben buscar esta meta, Situándose en la bondad deben superar la ignorancia y la pasión, Y por adorarme, complacerse siempre en Mi trascendencia.

CAPITULO 26 El Aila Gita Sri Bhagavan dijo: Habiendo conseguido esta forma humana que permite conocerme, Y situándose en Mi servicio, la persona Me puede alcanzar a Mí, Quien soy la fuente de placer, el Alma Suprema en todos los seres, Comprendido por quienes no se confunden con el triple enredo sutil. La persona seria jamás debe asociarse con sexópatas mundanos, Sino, como un ciego que sigue a otro, caerá en el pozo de la oscuridad; La siguiente canción la entonó Pururava, cuando de Urvasi estuvo enamorado, Mas por controlar su lamentación, pudo desapegarse de la causa de su mal. Cuando estaba por dejarle, corrió desnudo tras ella, como un loco, y le gritó: “¡Oh, mi esposa! ¡Oh, mujer terrible! ¡Por favor detente!” Aunque por muchos años gozó con ella, no disminuía en su pasión, Por estar tan atraído, no vio pasar los días, cual incontenible corriente. Aila, o Pururava, clamó:

¡Oh! ¡Aprecien el poder de mi ilusión! ¡Cómo caí víctima de mi lujuria! Por el poder de esa bella diosa que me abrazó, No percibí el pasar de los soles y las lunas. ¡Miren mi completa confusión! Por la que me volví el juguete de una mujer, Redujo a mascota a este gran emperador, A la más alta joya, a la corona de todo rey. Me dejó a mí, con todo mi gran haber, Como si fuese una hoja seca me despreció, Al verla irse, tras ella eché a correr, Enloquecido y desnudo, llorando sin pudor. ¿Dónde quedó mi influencia y gran poder? ¿Cómo perdí mi fuerza y soberanía? Me pateó como al burro que busca placer, Y aunque quería dejarme, yo la perseguía. ¿De qué sirve el saber, la austeridad, La renuncia, el estudio de los Vedas, De qué sirve el silencio, la soledad, Cuando una mujer nos adueña? ¡Manden al infierno a este ignorante! Quien siendo un necio, se las daba de sabio, A mí, que ocupando el cargo de gobernante, Me controló una mujer, como a un buey o a un asno. A pesar de servir por muchos años El néctar de los labios de Urvasi, Nunca pude sentirme saciado, Cual ghi que al fuego lo alza llameante. ¿Quién más que el Señor Supremo, El infinito placer del alma impoluta, Que no es percibido en este océano, Podrá salvarme de esta prostituta?

A pesar de ser bien instruido por esa diosa, Quien con buen hablar aconsejó a este necio, No pude dejar mi ilusión y congoja, Por no cumplir con lo debido y correcto. ¿Cómo puedo culparla de este mal, Siendo yo tan ignorante persona? Soy como el que no se sabe controlar, Y confunde una cuerda por una cobra. ¿Qué valor tiene este cuerpo material, Lleno de suciedades y de malos olores? Su perfume y belleza me logró cautivar, ¡Esa falsa apariencia que ampara ilusiones! ¿Y a quién pertenece este cuerpo a fin de cuentas? ¿A los padres que lo generan? ¿A la esposa que le da placer? ¿A ese patrón que le ordena, que le paga y lo sustenta? ¿Al fuego que lo quema, o a los perros que lo querrán comer? ¿Será propiedad del alma o de los amigos que lo ayudan? Así, sin saber de su dueño, uno se apega al cuerpo que decae, Y al ver el rostro de una mujer, el hombre para sí murmura: “¡Qué bella es, con tan hermosa sonrisa, nariz y ceñido talle!” ¿Qué diferencia hay entre los gusanos comunes y corrientes, Y los que gustan de este cuerpo de sangre, pus, grasa y orina? Por ello, quien entiende esto, que no se asocie ni con su mente, Con mujeres mundanas y con hombres adictos a su compañía. Esta mente no se agita con lo que no es visto ni escuchado, Por ello, manteniéndola sujeta, puede uno conocer la paz; Sus seis enemigos perturban incluso a los sabios, De un necio como yo entonces, ¿qué se puede esperar? Sri Bhagavan dijo: Pururava, eminente entre los hombres y devas, habiendo así cantado, Dejó el planeta de Urvasi y Me conoció en el trono de su corazón; El hombre inteligente debe por ello dejar el mundo y buscar a esos sadhus, Cuyas palabras extirpan el apego, por todo aquello que causa dolor.

Mis devotos fijan sus mentes en Mí y no dependen de nada más, Son pacíficos, ecuánimes, libres de dualidad, de codicia y ego; Solo se dedican a hablar de Mí, con el fin de purificar a los demás, Y quienquiera que siga su ejemplo, alcanzará lo mismo que ellos. Para quien ha obtenido Mi bhakti, ¿qué más le queda por conseguir, Siendo Yo la Verdad Suprema, el éxtasis más grande, y El de virtudes sin fin? Así como el frío, el temor y la oscuridad, no confunden a quien se acerca al fuego de sacrificio; Así mismo la apatía, el miedo y la ignorancia se destruyen, Para aquel que se acerca a Mis devotos por servicio. Estos santos, son el único refugio, para quienes se baten en este océano, Pues son como un poderoso barco, que se acerca a dar rescate. Solo el alimento sustenta la vida, solo Yo abrigo al dolido y bueno, Solo la religión es la riqueza del que muere, de modo semejante, Mis devotos son el único amparo de quienes temen el dolor terreno. Ellos conceden visión divina, mientras que el sol solo alumbra lo externo, Y eso tan solo mientras se muestra en lo alto del cielo; Ellos son la verdadera familia y la verdadera Deidad adorable, Son el propio yo de las personas, y son Mis iguales. De este modo, perdiendo todo deseo por estar junto a Urvasi, Pururava, satisfecho en sí, deambuló por distintas partes.

CAPITULO 27 El Proceso de Adoración a la Deidad Uddhava dijo: Mi querido Señor, por favor indícame el modo de adorarte como Deidad, ¿Qué calificaciones deben tener los devotos, qué proceso suele aconsejarse?

Todos los sabios declaran que esta adoración es el mayor bien a alcanzar, Así lo han dicho el gran Vyasa, Narada Muni, y mi propio maestro Brhaspati. Tú mismo has instruido acerca de esto, lo hizo también Brahma a sus hijos, Y Siva a su esposa Parvati. Esta práctica es para todos los varnas, Por ello considero que esta adoración es para el máximo beneficio. Incluso para mujeres y sudras. ¡Oh, Señor!, dame una descripción apropiada. Sri Bhagavan dijo: ¡Oh, Uddhava!, te daré una explicación en forma resumida, Pues es mucho lo que los Vedas hablan acerca de esto; Se puede seguir la senda de los Vedas, la tántrica o la mixta; Escucha cómo los dos veces nacidos siguen estos procesos. El dvija debe adorar con sinceridad y amor la forma de Mi Deidad, O Mi forma manifiesta en la tierra, el fuego, el sol, el agua o en su corazón. Debe bañarse cantando mantras, debe cantar el gayatri y ofrecerme toda actividad. De piedra, madera, metal, tierra, tinta, arena, de joyas o en la mente, Son los ocho modos en que puede representarse la forma del Señor. La Deidad puede ser llamada con un fin temporal o permanente, Pero si se la invita para siempre, no se la puede ya dejar. Todos Me deben adorar con parafernalia excelente, Mas el renunciante puede incluso hacerlo de un modo mental. En realidad, lo que un devoto Me ofrezca con amor, aunque sea agua, Lo acepto con placer, mas nunca las opulencias de otros. Me alegra cuando Mis bhaktas Me ofrecen flores, guirnaldas, Incienso, aceites perfumados y alimentos sabrosos. Debe sentarse del modo indicado, purificarse con agua y mantras, Debe retirar las flores viejas y el resto de las ofrendas anteriores, Invitándome a ocupar la Deidad, debe adorarme con ofrendas varias, Debe lavar Mis pies y Mi boca, y obsequiarme perfumes y flores. De acuerdo con sus recursos, el devoto debe ofrecerme distintos platos, En ocasiones especiales, o a diario si es posible, se Me debe masajear,

Ofrecerme un espejo, un palo de eucalipto, agradarme con baile y canto, Debe recordar también Mi lila y absorberse en esa festividad. El devoto debe ofrecer himnos y oraciones de las escrituras, diciendo: “¡Oh, Señor!, por favor ten misericordia de Mí.” (¡prasida bhagavan!) Y cayendo como una vara en el suelo, Me debe reverenciar. Poniendo su cabeza a los pies del Señor, en añjali debe orar: “¡Oh, Mi Señor!, estoy rendido a Ti, ¡por favor protégeme! Tengo mucho miedo de este mundo material, Pues me encuentro como ves, en las fauces de la muerte.” prapannam pahi mam isa / bhitam mrtyu-graharnavat //46// Siendo el Alma Suprema de todo, dentro y fuera de todo Me encuentro, Y el devoto que Me adore, alcanzará todas las perfecciones deseadas. Se Me debe establecer de un modo elaborado, construyendo un sólido templo, Con bellos jardines que provean suficientes flores para la adoración diaria. Quien le obsequie tierras a la Deidad, mercados, ciudades y aldeas, Para que Su adoración pueda sostenerse de un modo adecuado, Conseguirá opulencia similar a la Mía. Quien instale Mi Deidad se volverá rey de la tierra. Regirá sobre los mundos quien Me construya un templo. Por adorarme vivirá con Brahma, como un deva, Y así más adelante, ¡le llevaré a Mis pasatiempos!

CAPITULO 28 Jñana-yoga Sri Bhagavan dijo: No se debe criticar ni elogiar la naturaleza ni actos de nadie, Sino que se debe observar el mundo como una mezcla de materia y espíritu; Quien se dedique a juzgar a los demás, perderá de vista la meta que le atañe, Y enredado en las dualidades de este ámbito, olvidará lo eterno e infinito.

El alma ilusionada, como en un sueño, cree que nace y muere. Como todo aquí es irreal, ¿cómo puede hablarse de bien y mal verdaderos? Aun así, estos sueños crean impresiones por los que el alma goza o teme. Las tres modalidades y esta materia son creaciones ilusorias del Supremo. Quien comprendió bien el proceso para situarse firme en la Verdad, Pasa como el sol, sin entregarse a la crítica ni a la glorificación mundana. Mediante la percepción directa, la lógica y la afirmación escriptural, Uno debe ver que aquí todo termina, por lo que no debemos atarnos a nada. Sri Uddhava preguntó: El alma, teniendo un saber perfecto, no puede percibir esta energía, Siendo ella espiritual, trascendental, luminosa y pura, Ni puede tampoco hacerlo el cuerpo, que es un objeto sin vida, Por ello, ¿qué o quién, en realidad, la percibe? Aclárame esta duda. Sri Bhagavan dijo: Porque el alma se apega a este cuerpo, su conciencia mundana florece, Y a pesar de ser trascendental, por su deseo de dominio, se enreda; Así, la lamentación, la ira, el temor, el júbilo, al falso ego le pertenecen, Mas el sabio lo extirpa con la espada del saber y tras la guía verdadera. El conocimiento espiritual se basa en diferenciar entre materia y espíritu, Lo que se logra por austeridad, estudio, análisis y percepción directa; La mente se manifiesta como vigilia, como sueño y sueño profundo, Mas aparte de estos estados está Mi suprema y absoluta existencia. Lo que no existía en el pasado, ni existirá en el futuro, no tiene realidad, Es tan solo una designación superficial mostrada por los elementos; Así, comprendiendo la posición única de la Absoluta Verdad, Uno debe situarse en el éxtasis del alma, dejando el disfrute incierto. Así como el cielo puede mostrar las cualidades del aire, fuego, tierra, agua, Que pasan a través de él, como así también los cambios de calor y frío, Así mismo el Señor muestra el actuar de las gunas: tamas, rajas y sattva, Que causan los cambios del ego falso, mas sin enredarse en esta energía. Mientras no se libere del todo de la pasión, por la firme práctica de bhakti, La persona debe cuidarse mucho de la asociación con las modalidades, Pues de no hacerlo, ese yogui imperfecto podrá volver a apegarse,

Como se ven recaídas, cuando no se cuidan bien las enfermedades. A veces el progreso del trascendentalista imperfecto es detenido, Por causa del apego a sus familiares, discípulos u otras personas, Que las envían los semidioses envidiosos con ese objetivo, Mas por su progreso acumulado retomará, al renacer, el yoga, Para ya nunca volver a caer presa del trabajo fruitivo. El sabio, fijo en el yo, no percibe el actuar de su cuerpo físico, Y las cosas impuras las ve tan solo como productos de la ilusión; Al salir el sol, sin crear, muestra lo ya habido de un modo explícito, Así mismo la conciencia lo percibe todo al tener Mi realización. A través de ciertos métodos, algunos yoguis, se conservan siempre jóvenes, Y se dedican a cultivar las perfecciones místicas mundanas, Mas los expertos consideran inútiles esas fugaces adquisiciones, Las ven tan solo como el fruto temporal del árbol eterno que es el alma.

CAPITULO 29 Bhakti-yoga Sri Uddhava dijo: Mi querido Señor, porque es muy difícil controlar la mente, No encuentro sencillo el proceso de yoga que me has expuesto, Es común que los yoguis en esa línea fracasen y se desalienten, Por ello, los hombres cual cisnes, destinan solo a Ti sus esfuerzos. Los vanidosos que se confían en su karma y jñana se ilusionan, Y al no refugiarse en Ti son derrotados por la energía externa; Das Tu íntima protección a quienes a Ti recurren, Suprema Persona, Como Rama amparaste al mono Hanuman, más que a grandes devas. ¿Quién, entonces, osaría rechazarte a Ti, Alma verdadera, El más querido, El que concede toda perfección a los devotos que se Te entregan? ¿Quién, sabiendo los bienes que otorgas, no estaría por siempre agradecido? ¿Quién Te cambiaría por lo temporal? ¿Qué le falta a quien Te rinde seva?

Grandes poetas y eruditos no podrían expresarte su gratitud, ¡oh, Señor!, Ni siquiera ocupándose en ello toda una vida de Brahma, Porque por dentro y por fuera apareces, para acabar con la confusión, Cuando Te manifiestas en Tus formas como Paramatma y Acharya. Sri Bhagavan dijo: Sí, te describiré los principios de la devoción a Mí, Mediante los cuales el hombre puede vencer la muerte; Recordándome siempre, debe cumplir su deber sin frenesí, Fijando en Mi servicio las actividades de su mente. Que viva en un lugar puro, frecuentado por Mis devotos santos, Que celebre Mis festividades con canto, danza, y adoración especial; Con corazón limpio, debe verme situado en él, y en todo lo creado, Así será ecuánime y sabio, verá al bueno y al malo, como igual. Quien siempre medita en Mi presencia dentro de todos, Pronto destruye la envidia, el abuso, el orgullo y la rivalidad, Por reverenciar toda vida, humana y animal, acaba con su concepto corpóreo, Así, hasta no verme situado en todo, debe adorarme sin cesar. Al comprender Mi omnipresencia se entiende la Verdad, Libre así de toda duda, se deja la acción fruitiva; De hecho, el tratar de verme en todo, es el mejor proceso espiritual, El devoto que adopta este camino nada perderá en su vida. ¡Oh, Uddhava!, en una situación adversa, un hombre se lamenta y llora, Aunque esto no remedie en nada la mala situación; Mas el servicio a Mí rendido, aunque parezca inútil para otras personas, Constituye en sí mismo la verdadera religión. Este proceso es la suprema inteligencia de los inteligentes, Y es la suprema habilidad de los más entendidos, Pues valiéndose de lo temporal, superan la muerte, Para alcanzar por fin el supremo destino. Así te presenté un resumen de esta ciencia de la devoción, La cual incluso para los semidioses es difícil de entender;

Con clara lógica, varias veces te di la debida explicación, Sin duda podrá liberarse quien comprenda esto bien. A quien entrega liberalmente este saber a Mis devotos, Le doy Mi ser; Quien lo recita día a día, se va purificando por entregarse en forma gradual; Se librará de todo lazo quien Me sirva y escuche de Mí con plena fe; ¿Se han ido ahora tu confusión y angustia? ¿Has entendido esta gran Verdad? No des esto al hipócrita, al ateo, al deshonesto, ni al orgulloso incrédulo; Dalo al bondadoso, a quien sirve a los brahmanas, a los santos y puros, Incluso debes presentarlo a las mujeres y trabajadores que sean sinceros; Ya no quedará insatisfecho quien pruebe éste, el más nectáreo jugo. Todo lo que el hombre busca a través de su investigación analítica, Rituales, yoga místico, negocios, política, disfrute mundano y liberación, Fácil lo encuentra en Mí ese devoto humilde que a servirme se dedica, Y librándose del continuo nacimiento, comparte Mi propia posición. Uddhava, agradecido y con manos juntas oró: ¡Oh, Señor primordial!, por Tu gracia mi ignorancia ha sido erradicada, De hecho, ¿cómo puede la oscuridad o el frío, afectar, a quien se acerca al sol? Tanto me has concedido, a pesar de mi rendición tan poco calificada, ¿Quién será ese malagradecido devoto, que deje a tan bondadoso Señor? Los fuertes lazos de afecto que sostuve por mi familia, Los has cortado gracias a este conocimiento trascendental del ser; Mis reverencias a Ti, por favor instruye a esta alma rendida, Para que pueda tener devoción indesviada por Tus pies. Sri Bhagavan dijo: Uddhava, ve a Badarika, y purifícate en las aguas que emanan de Mis pies; Allí verás el Alakananda, come los frutos del bosque, viste cortezas, Mantente satisfecho y feliz, tolerante, afable, controlado, sabio, siempre bien, Cruzarás este mundo por recordar Mi enseñanza y saborear su esencia. Sri Sukadeva dijo: Uddhava, tras poner los zapatos del Señor sobre su cabeza,

Se retiró llorando a Badarikasram, para ocuparse en austeridad; Así alcanzó a ese Señor que bendice al sabio con Sus excelencias, Quien escuche esta historia con fe, conocerá también la libertad. El Señor entregó esta sustancia del saber para alejar el temor del samsara, Tal como una abeja, recogió el polen de los Vedas, y aquí lo depositó, Así obsequió a Sus muchos devotos con esta mar bienaventurada, Ante este ser Supremo, llamado Krsna, ofrezco mi humilde postración. CAPITULO 30 La Partida de la Dinastía Yadu

Sukadeva Goswami dijo: Al observar muchas señales perturbadoras en cielo y tierra, Krsna, en la sala Sudharma, dirigió a los Yadu estas palabras. Sri Bhagavan dijo: ¡Oh, jefes Yadu!, no podemos permanecer aquí, ante anuncios tan claros, Miren cómo a Dwarka afligen estos presagios cual banderas de muerte, Que de inmediato vayan a Sankhodara las mujeres, los niños y ancianos, Y vamos nosotros a Prabhasa-ksetra, donde el Sarasvati fluye hacia el oeste. Allí podremos bañarnos, ayunar, adorar a los devas y a los dvijas, Dándoles a ellos tierras, oro, ropas, elefantes, cuadrigas y moradas… “Así sea”, dijeron los ancianos, y tras dejar en barcos la santa isla, Llegaron a Prabhasa, donde hicieron la adoración indicada. Allí, por arreglo de la Providencia, se intoxicaron con la dulce maireya, Poderosa bebida que puede cubrir por completo a la mente; Embriagados y orgullosos, empezaron a discutir hasta empezar una refriega, Y con sus armas y en monturas, comenzaron un duelo inclemente. Por el arreglo de Mukunda perdieron sus enraizados sentimientos, Y sobre caballos, asnos, búfalos, toros, caballos y hasta humanos, se batían;

Lucharon entre padres e hijos, entre amigos, hermanos, entre abuelos y nietos, Y al agotar sus armas, fueron a tomar el bambú que vieron en la orilla. A los mismos Señores Krsna y Balaram persiguieron en su matanza, Y Ellos, muy enojados, también tomaron de esas varas y les atacaron; Así comenzó su destrucción, causada por el previo brahma-sapa, Y al sucumbir todos, consideró Krsna que la Tierra se había aliviado. El Señor Balaram se sentó en las orillas del mar y meditó en el Supremo, Y fundiéndose en Sí mismo dejó este mundo, terminando Sus pasatiempos; El hijo de Devaki, al ver esto, se sentó bajo un pippal, guardando silencio, Hermoso, con cuatro brazos, con Su pie izquierdo sobre Su muslo derecho. En ese momento, Jara, confundió Su pie con la cara de un venado, Y lanzó su flecha, cuya punta tenía el acero de la maza de Samba; Mas al acercarse y ver al Señor, Le ofreció sus reverencias asustado, Muy arrepentido por su gran ofensa, Le dirigió estas palabras. Jara, el cazador, dijo: ¡Oh, Madhusudan!, soy un gran pecador, perdóname, actué así por ignorancia; Los sabios dicen que el recordarte destruye la oscuridad y el pecado. Mata a este asesino de animales, que ya no ofenda a las personas santas. Nadie entiende Tu misticismo, ni Brahma, ni Siva, ni los grandes sabios, ¿Cómo podría hacerlo yo, que he nacido en familia tan baja? Sri Bhagavan dijo: Querido Jara, no temas, levántate por favor, esto aconteció por Mi deseo, Con Mi permiso ve a la morada de los piadosos, al mundo espiritual. Dicho esto, un aeroplano vino a recogerlo para llevárselo al cielo, Él circunvaló al Señor, y tras reverenciarle, partió al reino trascendental. En ese momento Daruka andaba en la búsqueda de Su Señor, Y al percibir una fragancia de tulsi, se orientó siguiendo el origen de esa brisa; Al verle sentado bajo el árbol, rodeado por Sus armas, de inmediato se acercó, Con sus ojos llenos de lágrimas, cayó a Sus pies y Le dijo con alma contrita.

Daruka dijo: Al no poder ver Tus pies de loto, ¡oh, Señor!, Perdí toda visión y deambulo a ciegas, No sé dónde ir, no hallo paz ni consolación, Como en noche sin luna, mi ser se anega. En ese momento, ante sus ojos, la cuadriga con sus caballos, Con Sus armas siguiendo a la cuadriga, a lo alto ascendieron; El Señor ordenó a Su auriga, ir a Dwarka e informar de lo pasado, Y dejar pronto esa ciudad, porque sería cubierta por el océano. “Con vuestras familias y Mis padres, vayan a Indraprastha con Arjuna, Y tú, fijo en Mi devoción, entendiendo que este es Mi lila, queda tranquilo.” Puso Daruka en su cabeza los pies de loto del Señor, y lleno de amargura, Partió a la ciudad de Dwarka, a cumplir lo que se le había pedido.

CAPITULO 31 La Partida del Señor Sri Sukadeva Goswami dijo: Entonces Brahma llegó a Prabhasa, junto con Siva y su esposa, los sabios, Los prajapatis y todos los semidioses liderados por Indra, Caranas, Yaksas, Raksasas, Kinnaras, Apsaras, llegaron todos muy ávidos, Glorificando al Señor, venían a despedirle de Su manifiesto lila. Cubrieron el cielo con sus naves que vertían con amor flores cual lluvia, Mientras el gran Señor, Sauri, cerraba Sus ojos para meditar en Sí; Sin despertar el fuego que Le quemaría, entró en Su morada que deslumbra, Le siguieron la Religión, la Verdad, la Fidelidad, la Gloria y la Belleza o Sri. Solo algunos semidioses presenciaron esto, maravillados, la mayoría no. Y como no se puede predecir el relámpago, no supieron donde Se fue. Aunque a veces semeje al humano, nadie puede imitar el actuar del Señor, ¿Cómo, El que recuperó al hijo de Su maestro, El que te salvó de Asvatthama, ¡oh, rey!, El que vence a Siva y a Yama, El que salvó a Jara, no se supo proteger?

Con Su partida el Señor mostró el fin de quienes se afirman en el yo, Y demostró que este mundo no tiene ningún valor sustancial; Quien en la mañana temprano, recuerde este lila, atento y con devoción, Alcanzará el mismo destino supremo, con toda seguridad. Tan pronto Daruka llegó a Dwarka, cayó a los pies de Vasudeva y de Ugrasena, Y los bañó con sus lágrimas, lamentando la partida del Señor Krsna; Al escuchar de la destrucción de los Vrsni, les agobió una gran pena, Y golpeando con dolor sus rostros, corrieron donde sus parientes yacían. Cuando Devaki, Rohini y Vasudeva, no encontraron a sus hijos, Perdieron la conciencia, abatidos por la angustia de la separación; Tan grande fue esta desdicha, que murieron en ese mismo sitio. Las esposas de los Yadu se inmolaron, abrazando a sus esposos con dolor. Arjuna se consoló recordando el Bhagavad Gita de su amigo, (Como: naham prakasah sarvasya, ó, mam evaisyasi satyam te…) Y organizó los ritos fúnebres de quienes no tenían parientes masculinos. Dwarka quedó sumida bajo el océano tan pronto el Señor se fue. (Esta cita del B.G. es dada por Srila Srdhar Swami.) Arjuna llevó a los Yadu sobrevivientes para Indraprastha, Donde instaló a Vajra, como el gobernante de ellos; Al saber lo acontecido, tus abuelos abandonaron la casa, Y preparándose para partir también, te dejaron el reino. Quien canta con fe las glorias de estos lilas se libera de todo pecado, Y por practicar este supremo bhakti, alcanza ese destino que los más grandes paramahamsas han logrado. Fin del Canto Once

CANTO 12 CAPITULO 1

Las Dinastías Degradadas de Kali-yuga En este capítulo Srila Sukadeva Goswami denuncia el arribo futuro de miles de años de dinastías degradadas, por fin él dice. Sukadeva Goswami dijo: La tierra será gobernada por sudras y por brahmanas carnívoros, Habrán muchos reyes degradados, egoístas, irreligiosos y de mal humor, Estos violadores desolarán las ciudades, matarán vacas, mujeres y niños, Vivirán poco y serán débiles e ignorantes, por no practicar la religión. Los ciudadanos gobernados por estos bárbaros en el disfraz de reyes, Imitarán su carácter, su comportamiento y formas de hablar, Así atormentados por sus líderes, y por sus mutuos y nefastos pareceres, Se verán entre sí arrastrados a la ruina total.

CAPITULO 2 Los Síntomas de la Era de Kali Sukadeva Goswami dijo: ¡Oh, rey!, por la poderosa influencia de la era de riña La religión, veracidad, limpieza, tolerancia, misericordia, La duración de la vida, la fuerza física y la memoria, Irán disminuyendo día tras día. La riqueza será señal de alcurnia y de que le consideren bien, La justicia se inclinará en favor de los poderosos, La atracción superficial regirá la relación entre hombre y mujer, Y el fraude será la base para tener éxito en los negocios. Feminidad y masculinidad serán medidos en base a la pericia sexual, Por solo llevar un cordón, un hombre será visto como brahmana, Los símbolos externos determinarán la posición espiritual, La dignidad de un hombre será sopesada de acuerdo a lo que gana. Será un estudioso erudito el hábil en el malabarismo verbal,

El que no tenga dinero será tratado con repudio, La hipocrecía será virtud, por acuerdo de palabras se van a casar, Por solo bañarse pensarán que ya pueden presentarse al público. Considerarán sagrado un lugar distante, mas no irán donde los sadhus, La belleza será juzgada por el cabello, comer bien será la meta de sus vidas, Quien pueda mantener a su familia será bien respetado, Y el dharma será seguido por temor a lo que otros digan. En la medida que la corrupción predomine en la Tierra, Sea de la casta que sea, el más influyente obtendrá el poder; Los ciudadanos, habiendo perdido casas y esposas, huirán a cavernas, Para protegerse de estos ladrones inhumanos, en puestos de rey. Atormentados por el hambre y por los impuestos excesivos, Buscarán hojas, raíces, carne, miel, frutas y semillas, para poderse alimentar; Les afectarán las sequías, el viento, la lluvia, los calores, la nieve, el frío… La duración de sus vidas será de cincuenta años, nada más. Al fin de la era, los cuerpos de todos, serán más pequeños, El Veda se olvidará y la religión en gran parte será atea, Robo, mentiras, violencia, sudras en el mundo entero, Las vacas como cabras, como hoteles los monasterios, La familia se limitará a la pareja, ¡estas cosas nos esperan! Hierbas que no curan, árboles que no se yerguen, Nubes con relámpagos, hogares sin piedad, Los hombres como asnos… así, en ese miserere, Vendrá el Señor Supremo, como Kalki avatar. Será hijo de Visnuyasa, el más eminente de la aldea de Sambhala; Montará a Devadatta, y espada en mano, mostrará al mundo Su divinidad, Exibiendo Su gran refulgencia, matará a esos reyes que explotaban, Al hacer esto, una fragante brisa de sándalo, triunfante soplará. El Señor aparecerá en el corazón de los desolados, quitando la nostalgia, Y repoblará la Tierra, iniciando Satya, una era de plena bondad; Cuando la Luna, el Sol y Brhaspati, estén juntos en la constelación Karkata, Y entren en la mansión lunar Pusya, esta dorada era volverá a empezar.

Cuando Krsna partió entró Kali y el hombre sintió inclinación por el mal, Mas ella no pudo ejercer su poder mientras el Señor estuvo presente; Cuando la constelación de los siete sabios pasa por la casa lunar Magh, Comienza la caída era y durante doce siglos de los semidioses está vigente. Después de mil años celestes de Kali-yuga, Satya volverá a manifestarse, La mentalidad de las personas entonces brillará como el sol en lo alto; Devapi y Maru, aún viven en la aldea de Kalapa, bajo poderoso trance, Uno es hermano de Santanu y el otro es descendiente del rey Iksvaku. Al fin de Kali, estos dos reyes, serán instruidos por el Señor Supremo, Y restablecerán la sociedad, según los principios de varna y asram. Estos reyes que te describí, arrogantes, se atribuyen el dominio de este suelo, Pero al final tienen que dejar este mundo, el cual, también se acaba. Aunque hoy el cuerpo de alguien sea llamado “rey,” Después será llamado “gusano,” “excremento” o “ceniza;” ¿Cómo, el que hiere a otros en busca de su propio bien, Puede saber de lo supremo, cuando al infierno se desliza? El rey materialista piensa: “Este reino de mis antecesores, está ahora bajo mi soberanía, ¿Cómo hacer para que continúe con mis hijos y nietos?” Así estos necios, aunque afirmen que: “esta tierra es mía,” No pasarán de ser más que una lista de nombres muertos. CAPITULO 3 El Bhumi-gita Sri Sukadeva Goswami dijo: Al ver a esos reyes ansiosos por conquistarla, madre Tierra se ríe diciendo: Ved a estos monarcas, juguetes en manos de la muerte, ¡queriéndome poseer! Grandes gobernantes controlados por la lujuria, como espuma sucumbieron, Cuando en ese montón de carne llamado cuerpo, habían depositado su fe. Después de someter la tierra, apuntan al dominio del mar, Mas, ¿de qué les sirve?, ¡el verdadero triunfo es el espiritual!

Quieren ganarme, pero igual como vienen, es como se van, Incluso luchan entre familiares, por sus deseos de enseñorear. Se dicen: “Esta tierra es mía, no tuya,” y entre sí se matan. ¡Oh! ¡Muchos reyes de gran poder me han tratado de adquirir! Mas esos magníficos, no notaron que el tiempo no descansa, La historia registra sus sueños, de montar un dominio sin fin. El rey Pariksit preguntó: ¿Cómo se pueden liberar los seres sujetos a esta era? Háblame de los yugas, de sus características y duración, Del tiempo que representa a la Persona Suprema, Explícame acerca de esto por favor. Sri Sukadeva dijo: Mi querido rey, en el principio, en Satya, en la era de la verdad, La religión está presente con sus cuatro piernas intactas, Éstas son la veracidad, la compasión, la austeridad y la caridad; En esa era las personas son ecuánimes, sobrias, tolerantes, sin mácula, Y tienen como meta máxima, la perfección espiritual. En Treta-yuga, por causa de los cuatro pilares de la irreligión: —La mentira, la violencia, la insatisfacción y la desaveniencia— En una cuarta parte el dharma sufre una disminución, La mayoría son brahmanas, y hacen ritos y gran penitencia. En Dvapara-yuga la práctica religiosa disminuye a la mitad, Predominan los brahmanas y ksatriyas, son gloriosos y nobles, Disfrutan de opulencia, de numerosa población familiar, Se dedican al estudio de los tres Vedas, y son disfrutadores. En la era de Kali, solo una cuarta parte de la religiosidad permanece, Y por el crecimiento de la irreligión, esta porción va disminuyendo; Los hombres son codiciosos, inhumanos, violentos, irreverentes, Predominan los sudras y bárbaros, son desdichados y llenos de deseos. En Satya predomina sattva y gustan del conocimiento y de la austeridad; En Treta gobierna rajas y persiguen motivos propios y prestigio; La codicia, descontento, orgullo, hipocrecía, envidia, superficialidad, Se vuelven prominentes en Dvapara, por rajas y tamas estando regidos.

Engaño, mentira, pereza, somnolencia, violencia, depresión, queja, Confusión, miedo y pobreza, rigen en Kali, sometida por tama-guna; El hombre es lujurioso y glotón, la mujer es incasta y cambia de pareja, Abundan los ladrones, y los ateos pretensiosos, interpretan la escritura. Los políticos explotarán a los ciudadanos con sus subterfugios, Los sacerdotes e intelectuales, buscarán el sexo y llenar sus vientres , Los brahmacaris no cumplirán sus votos y por lo general serán sucios, Los casados serán mendigos, los vanacharis vivirán en ciudades decadentes, Y los sannyasis, ávidos de riqueza, no darán verdadero refugio. Las mujeres serán muy pequeñas, comerán de más y perderán el recato, Tendrán más hijos de los que puedan criar y hablarán con aspereza, Mostrarán el robo, el engaño y audacia desmedida en sus tratos. Los comerciantes negociarán con poco y ganarán mediante el fraude, Y sin haber necesidad, verán como aceptable las tareas degradadas, El siervo dejará a su buen señor, cuando la riqueza no le acompañe, Y el señor a su siervo, aun si sirvió a la familia, ya de generaciones pasadas. Las vacas que no den más leche, serán dejadas o matadas, Los hombres serán despreciables y controlados por mujeres, Dejarán a sus padres, amigos y hermanos, y se unirán a sus cuñadas, La amistad se basará en el sexo y en la búsqueda de placeres. El inculto aceptará caridad, hará alarde de austeridad y posará de mendigo, Y sin saber de religión, ocupando un gran asiento, hablará acerca de ella; Agitados, flacos, bajo altos impuestos, mal vestidos y mal nutridos, Temiendo sequías, no podrán descansar, ni bañarse, ni vestir como quisieran. En Kali los hombres se van a odiar, incluso por algunas monedas, No van a respetar ni a cuidar a sus padres ancianos, ni a sus esposas, Olvidados de Dios, dejarán de ofrendarle y seguirán ideas ateas, Él es adorado por los grandes regentes, mas en Kali no harán tal cosa. Como el fuego purifica el oro, así Visnu limpia el corazón de los yoguis, Por solo recordarle y adorarle, toda la contaminación se termina, Pero en Kali, no buscarán el destino supremo, ni cantarán Su santo Nombre,

A pesar de dar el logro más alto, que los otros mil medios no atinan. tasmat sarvatmana rajan hrdi-stham kuru kesavam mriyamano hy avahitas tato yasi param gatim //49// Por lo tanto, con todo tu ser, ¡oh, rey!, Fija en tu corazón al Señor Kesava, Pues si mueres pensando en Él, ¡Alcanzarás la suprema meta! mriyamanair abhidhyeyo bhagavan paramesvarah atma-bhavam nayaty angam sarvatma sarva-samsrayah //50// Cuando el moribundo se concentra En ese Supremo controlador, Su identidad se la muestra, Esa Alma Suprema, abrigo de la creación. kaler dosa-nidhe rajan asti hy eko mahan gunah kirtanad eva krsnasya mukta-sangah param vrajet //51// Kali, ¡oh, rey!, es un océano de faltas, Pero aun así tiene una gran ventaja, Que por hacer kirtan de Krsna, Ya libre, a lo supremo te destinas. krte yad dhyayato visnum tretayam yajato makhaih dvapare paricaryayam kalau tad dhari-kirtanat //52// Lo que se logra en Satya por meditar en Visnu, En Treta por la ejecución de sacrificios, En Dvapara por adorarle en el altar,

Se consigue en Kali, mediante harinam. CAPITULO 4 Las Cuatro Categorías de la Aniquilación Universal Sri Sukadeva dijo: Al aproximarse la aniquilación, oh rey, no lloverá por cien años, El hambre hará devorarse a los hombres y así irán sucumbiendo, El sol secará con sus terribles rayos las aguas de los océanos, Y de la boca de Sankarsana, animado por el viento, saldrá un poderoso fuego. Así el jagad se consumirá de arriba y abajo, cual estiércol de vaca encendido, Por más de cien años soplarán ventisqueros y el cielo se volverá ceniciento, Después de esto, nubes cargadas de rayos, lloverán otros cien años seguidos, Hasta transformarse en un verdadero océano cósmico, todo el universo. Tras perder su potencia, se disolverán en el Señor los elementos, Tal como en el cielo las nubes se desbaratan y se generan; La causa ingrediente que constituye a cualquier objeto, Puede verse como una realidad separada, como los hilos que muestra la tela. Nada puede existir, ni ser percibido, sin la presencia del Alma Suprema, Los sentidos y sus percepciones, y la inteligencia, no tienen realidad separada, Pero aun así la Verdad Absoluta permanece del todo distinta de ellas, Y hasta el minúsculo átomo se define en referencia a esa Gran Alma. Aunque la nube es producto del sol y es visible gracias al sol, Cubre la visión del ojo, que es otra expansión parcial del sol; Así mismo ahankar, que es un producto de la Verdad Absoluta, Y es visible gracias a esa Verdad Absoluta, impide que el alma, Que es otra expansión de la Verdad, perciba a la Verdad Absoluta.

Cuando la nube creada por el sol se deshace, reaparece éste con su refulgencia, Así el alma ve al Señor cuando mediante vidya destruye el ego falso; Este tipo de aniquilación se llama atyantika y es la última de esta existencia. La creación y disolusión acontecen por el tiempo, el de imperceptible paso. El avance del tiempo se describe en base a los cuatro tipos de aniquilación: —La continua, la ocasional, la elemental y la final— ¡Oh, rey!, para cruzar este océano no hay más barco que la devoción, Unida al gusto por escuchar este libro, igual a los Vedas, el Bhagvatam. Luego, en Naimisaranya, el gran Suta, quien está aquí presente, Repetirá a una multitud de sabios esta narración excelente. CAPITULO 5 Las Instrucciones Finales para Maharaj Pariksit Sukadeva Goswami dijo: tvam tu rajan marisyeti pasu-buddhim imam jahi na jatah prag abhuto ‘dya deha-vat tvam na nanksyasi //2// ¡Oh, rey!, tú piensas que vas a morir, Pero deja esa conciencia animal, No es que naciste, o que dejarás de existir, No es que como el cuerpo, un día no estarás más. Eres distinto de él, como lo es el fuego del combustible, Es como ver tu cuerpo decapitado durante un sueño, O como al romper un pote, en que el aire vuelve al cielo, Solo la mente mundana ha creado lo visible. Querido rey, medita siempre en el Señor Vasudeva, Y aplicando tu inteligencia y lógica, comprende tu ser, No será posible que Taksaka al morderte te hiera, Pues ya todo peligro en la senda lo has sabido vencer.

No eres distinto de la Verdad, entiende esto bien, Y que esa Verdad no es distinta de ti; Así, ni sentirás cuando Taksaka muerda tu pie, Ni verás tu cuerpo muerto, cuando te toque partir. ¡Querido rey!, de este modo respondí lo que deseabas saber, Dime ahora si hay algo más que quieras comprender. CAPITULO 6 La Muerte de Maharaj Pariksit El rey se puso de pie y tras postrarse ante su guru, le dijo: Porque una gran alma bondadosa como tú me instruyó, Alcancé mi perfección, porque me hablaste del infinito Hari; Es natural que almas magnánimas como tú actúen así, Ya no temo a Taksaka ni a nada, gracias a tu santa narración. ¡Oh, brahmana!, permite que pueda absorberme en el Supremo, Me revelaste el aspecto personal del Señor, que es lo más propicio, Y ahora que he dejado mi ignorancia y todo falso deseo, Permite que pueda partir a ese hogar bendito. Suta Goswami dijo: Siendo así solicitado, el santo Suka le bendijo y se retiró, Después de haber sido adorado por el rey y por los sadhus; Pariksit se sentó sobre hierba dharba que apuntaba hacia el este, Mientras él miraba hacia el norte, firme y autocontrolado. Con su mente fija en el ser, se concentró en la Suprema Persona, Su aire vital se detuvo y permaneció inmóvil como un árbol, Y cuando Taksaka iba donde el rey, se encontró con Kasyapa, Entendido en anular venenos, mas vio el modo de desviarlo. Asumiendo la forma de un brahmana, picó al rey santo, Quien ante los seres del universo entero, quedó reducido a cenizas,

Un terrible clamor de dolor, sumió a cielo y tierra en el llanto, Mientras de lo alto llovían flores y cantaban su gloria magnífica. Al saber de la muerte de su padre, Janamejaya quedó muy airado, Y ordenó un sacrificio para quemar a las serpientes en sus llamas, Al ver morir a grandes nagas, Taksaka se refugió en Indra, asustado, Mas el príncipe preguntó inquieto, porqué éste no llegaba. Los sabios brahmanas le dijeron que se había refugiado en Indra, Entonces solicitó que a ambos les lanzasen a ese fuego, Cantaron el mantra indicado, los poderosos dvijas, Y al punto Indra con Taksaka empezaron a caer del cielo. Al ver esto Brhaspati, el hijo de Angira, se presentó en el yajña: ¡Oh, rey!, Taksaka bebió el amrta de los devas y no le afectan vejez ni muerte, No olvides además que dicha y dolor, son creados por la misma alma, Por ello, sin culpar a otros, detén esta matanza de inocentes. Al oír esto, Janamejaya dijo: “Así sea,” y adoró a Brhaspati, Al más eminente de los sabios, y contuvo así su propio celo… Quienes desean dejar la ilusión y buscan liberarse, Se enfocan en forma sistemática en Visnu, dejando lo externo, Y por apartarse del “yo” y lo “mío”, comprenden al Supremo. ativadams titikseta navamanyeta kañcana na cemam deham asritya vairam kurvita kenacit //34// Ellos toleran el insulto y denuesto, Y nunca ofenden a los demás, Y como no toman refugio en el cuerpo, Nunca guardan enemistad. namo bhagavate tasmai krsnayakuntha-medhase yat-padamburuha-dhyanat samhitam adhyagam imam //35//

Reverencio a ese Supremo Bhagavan, A Krsna, el de inmensurable poder, Por haber meditado en Sus divinos pies, Este samhita pude bien asimilar. A continuación Saunaka rsi relata el origen de los Vedas, su división al inicio de Kali, y su transmición a través de distintas cadenas discipulares. CAPITULO 7 Los Textos Puránicos Se explican los diez temas que tratan los Puranas: 1.- La creación universal. 2.- La creación secundaria de los seres. 3.- La mantención de los seres. 4.- El sustento. 5.- Los Manu 6.- Las dinastías reales. 7.- Las actividades de los grandes reyes. 8.- La aniquilación. 9.- La motivación. 10.- El abrigo Supremo. En S.B. 2. 10. 1, también Srila Prabhupad describe los temas que trata un gran Purana: 1.- La creación del unverso; 2.- la subcreación; 3.- los sistemas planetarios; 4.- la protección dada por el Señor; 5.- el impulso creativo; 6.- los Manu; 7.la ciencia de Dios; 8.- el regreso al hogar; 9.- la liberación; 10.- el sumum bonum. Srila Jiva Goswami dice que hay Puranas principales que tratan estos diez temas y los hay secundarios que tratan cinco temas: 1.- la creación; 2.- la creación secundaria; 3.- los Manu; 4.- las dinastías de reyes; y 5.- las actividadades de los reyes. Dice también que el Srimad Bhagvatam trata estos diez temas a lo largo de todo el texto, no es que va tratando un tema tras otro en forma consecutiva y separada.

Por fin, para recalcar la grandeza del Señor y Su naturaleza omnisciente, copiamos este verso: Aunque un cuerpo material pueda asumir distintos nombres y formas, Su ingrediente esencial sigue presente como el sustrato de su existencia; Así mismo, a lo largo de los cambios del cuerpo, la Suprema Persona, Lo acompaña en sus distintas fases con Su permanente presencia. CAPITULO 8 Las Oraciones de Markandeya a Nara-Narayan Rsi Saunaka rsi quiso saber acerca de Markandeya, el gran sabio que sobrevive a la devastación universal y que esta vez había nacido como hijo de Brahma en su misma familia. Suta Goswami dijo: Markandeya recibió de su padre la orden de brahmana y llevó vida austera, Vestido con cortezas, su pelo enmarañado, bastón, su cántaro de mendigo, Su cordón sagrado, su piel de venado negro, fue un brahmacari su vida entera, Dedicado al guru, comía por su orden, sino ayunaba satisfecho en sí mismo. Adoró así al Señor por muchos millones de años, hasta vencer a la muerte, Brahma, Bhrgu, Siva, devas, humanos y espíritus, admiraron su gran proeza, Seis períodos de Manu transcurrieron mientras él sometía así su mente, Y en el Manu actual, Indra quedó temeroso al saber de su gran penitencia. Para arruinarle le envió a Cupido, a cantores, a bailarinas, la primavera, Brisas con el sándalo de Malaya, y la codicia e intoxicación personificadas. Por el lado norte del Himalaya se acercaron a la hermita de esta alma severa, Brotaron los árboles, se llenó el aire de fragancias y entró Kama sin reserva, Con sus divas cantoras, música insinuante y seguido por diestros Gandharvas. Le hallaron sumido en su trance, invencible, como la personalidad del fuego, Y mientras todos se orquestaban para su caída, preparó Cupido su flecha,

Puñjikasthali danzaba con pelotas, la de fina cintura y grandes senos, De pronto, al correr tímida tras una bola, se soltaron su vestido y cabello, Allí el viento ayudó a dejarla desnuda, mostrando su belleza al firme asceta. Cupido, pensando en su victoria, lanzó con seguridad su dardo, Pero en nada agitó al sabio, fue como el inútil hablar de un ateo; Mas bien ellos, afectados por su potencia, sentían que se estaban quemando, Y así, asustados cual niños que alertan a una cobra, pararon su juego. Indra quedó muy sorprendido al saber que su misión había fracasado, Y Nara-Narayan Rsi se aproximó al santo, para bendecir su gran proeza; Uno era de tez clara, el otro oscura, con cuatro brazos y piel de venado, Eran altos, con japas de semillas de loto, con Sus upavitas y kamandalu, Eran el tapa encarnado, adorados por devas y de singular refulgencia. Markandeya se puso de pie para recibirles y luego cayó como una vara, Se erizó su piel, derramó lágrimas y su emoción no le dejó más verles; En su ansiedad juntó sus manos e imaginó que Les abrazaba, Mientras con temblorosa voz, Les ofreció reverencias muchas veces. Después, tras lavar Sus pies y ofrecerles puja, les oró de esta manera: “¡Oh, Señor Omnipotente!, ¿cómo describirte? Das vida a Brahma y a Siva, Y por supuesto a un ser tan insignificante como yo, mas a quien Te adora Le das Tu íntima amistad. Apareces ahora en estas dos formas divinas, Para bendecir estos mundos que Tú mismo creas, destruyes y controlas. “Siendo el Supremo, quien se refugia en Ti no sufre del mal mundano, Por ello eminentes conocedores del Veda sin detención Te reverencian, Incluso Brahma teme el paso del tiempo, eres así el único amparo, Me rindo a Tus pies, sin más concepto corporal, pues en Ti todo se encuentra. “Usas el modo de la bondad para liberar a las almas condicionadas, Pues la pasión y la ignorancia solo causan más oscuridad y sufrimiento, Por ello las almas avanzadas adoran Tu aspecto puro de visuddha-sattva, Me postro así ante Ti, Narayan, y ante Nara, situado en el bien perfecto. “Engañado por los sentidos el materialista no puede entenderte, Aunque estás en su propio corazón y en cada objeto que observa, Mas a pesar de cubrirlo Tu poderosa energía ilusoria, podrá verte,

Si siendo inteligente acepta el saber que sobre Ti dan los Vedas.”

CAPITULO 9 Markandeya Rsi Ve la Potencia Ilusoria del Señor El Señor, muy complacido con Markandeya por su vida de austeridad, De meditación en Él, de pureza, de devoción y celibato, Le ofreció cualquier bendición. “¿Después de verte que más puedo desear?” Le respondió él. Aun así le pidió ver Su maya, Su ilusorio manto. Entonces, ¡oh, Saunaka!, una mañana que meditaba a orillas del Puspabhadra, Vio alzarse un temible viento que agrupó nubes cargadas de relámpagos, El océano devoró la tierra, y así se vio él y los seres, atormentados por el agua, La que empezó a crecer por el diluvio, hasta engullir el sideral espacio. Caminó solo y perdido, atormentado por el hambre, el cansancio y la sed, Pensando incluso que iba a morir por el ataque de los makaras y timingilas; Muchos millones de años deambuló así, atrapado en la ilusoria red, Hasta ver una higuera con frutas y flores en una pequeña isla. En una rama del lado nordeste del árbol, vio a un niño sobre una hoja, Era de color esmeralda y Su refulgencia quitaba la oscuridad, Era todo auspiciosidad y belleza, y llevó un dedo de Su pie a la boca, Markandeya se acercó a Él, trémulo de éxtasis, para saciar su curiosidad. En ese momento el bebé inspiró y como a un mosquito inhaló al sabio, Quien al entrar en Su cuerpo vio el universo cual antes de la disolución, Quedó perplejo al ver todo igual, mas en la exhalación fue expulsado, Y otra vez se encontró en medio de las aguas de esa devastación. Vio de nuevo la higuera y al niño acostado en la hoja, sonriéndole con amor, Mas cuando corrió donde Él para abrazarle, se esfumó junto con la isla, Como así también lo hicieron las aguas de esa gran inundación;

Finalmente se vio de nuevo en Puspabhadra, meditando en sus orillas, Pudiendo así apreciar el poder de la energía externa del Señor.

CAPITULO 10 El Señor Siva y Uma Glorifican a Markandeya Rsi sri-markandeya uvaca prapanno ‘smy anghri-mulam te prapannabhaya-dam hare yan-mayayapi vibudha muhyanti jñana-kasaya //2// Sri Markandeya dijo: Me rindo a Tus pies de loto que conceden la ausencia de temor, abhaya, Tu maya ilusorio confunde incluso a los virtuosos semidioses, Por su disfráz de conocimiento o jñana-kasaya. Suta Goswami dijo: Una vez Rudra con su esposa, al viajar por el cielo en su toro, Vieron al sabio Markandeya en trance, y al notarle tan absorto y sereno, Uma le pidió a Siva que le bendijera, mas le dijo Rudra: “El ya tiene todo, Pues es un devoto del Señor, y así, ni la liberación guarda como deseo. Conversemos con él en todo caso, pues nada hay mejor que ver a un santo.” Así el gran Siva, el refugio de las almas puras y el maestro de todo saber, Se acercó con su esposa al sabio, mas éste no les notó, por estar muy imbuido, Entró entonces Siva en el cielo de su corazón, valiéndose de su misticismo, Y allí sí le vio el gran sadhu, curioso y confundido, por no saber quien era. Le vio con su dorado cabello, tres ojos, diez brazos, con su tambor damaru, Con arco, escudo, flechas… su piel de tigre, sagradas cuentas, con un cráneo,

¿Quién es?, se preguntó, y al abrir los ojos, vio al maestro del mundo con Uma, Les reverenció y les adoró con arati, tanto a ellos como a sus acompañantes. ¿Cómo puedo atenderte? ¿Qué puedo darte, a Ti, a quien el éxtasis embarga? De hecho, Tu gracia satisface al universo entero, das placer con Tu sattva, En Tu contacto con rajas Te ves terrible, y también Te relacionas con tamas. El Señor Siva, sonriendo complacido, dijo: Pide, por favor, alguna cosa, pues estoy entre los tres grandes benefactores, Y cualquiera que Me ve a Mí, o al Señor Visnu o a Brahma, ya no renace; Nosotros tres, junto con los semidioses, concedemos felices nuestros favores, A esos brahmanas santos, tranquilos, desapegados, compasivos y ecuánimes. Personas santas como tú, purifican más que Deidades y que ríos sagrados, —Pues vuestras instrucciones benefician de inmediato la conciencia— Con sus oraciones, estudios, austeridad y sacrificios, los Vedas sustentan, Por ello adoro Yo a los brahmanas, por considerarles los más elevados. Con solo oír de ustedes los más bajos candalas purifican su existencia, ¡Qué decir de aquellos que les han visto y que les han escuchado! El que estaba exhausto tras vivir la devastación, Ya más aliviado al escuchar al Señor Siva, dijo: Es muy difícil para nosotros, los encarnados, entender el actuar de ustedes, Pues les vemos venir y reverenciar a aquellos que ustedes mismos controlan; Entiendo que hacen esto como un ejemplo para enseñar el dharma a los seres, Y así esta notable humildad es clara prueba de vuestra misericordia. Reverencio a ese Señor que crea por Su deseo, y sustenta como Paramatma, Como una persona que al soñar puede verse en su mismo sueño; Él es el propietario de esta naturaleza, es puro, principal y nadie Le iguala, Es la forma personal de la Verdad Absoluta y el maestro espiritual supremo. Después de verte, ¿qué más puedo desear? ¡Con Tu darsan todo se obtiene! Aun así, como eres una lluvia de satisfacción para el necesitado,

Pido devoción por el Señor y por devotos que como Tú, son los más fieles. El Señor Siva, animado por Uma, a su vez le dijo: ¡Oh, gran sabio!, porque eres un devoto de Adhoksaja, todo te será concedido, Y serás afamado en este ciclo de creación, sin padecer vejez ni muerte; Que sepas el pasado, presente y futuro, que estés de renuncia enriquecido, Que ames al Señor, seas maestro en los Puranas, y brilles refulgente. Suta Goswami dijo: Tras así bendecirle se retiró el Señor Siva, elogiando las glorias del sabio, Quien hasta hoy recorre el mundo inmerso en las dulzuras del Supremo; Esta narración está llena de potencia y trae contento al desamparado, Y todo aquel que la escuche con fe, no volverá a nacer de nuevo. CAPITULO 11 Descripción Resumida del Mahapurusa Los sabios encabezados por Saunaka quisieron saber de nuevo acerca de la Forma Universal del Señor. Suta, tras reverenciar a sus gurus, dijo: La Tierra son Sus pies, el cielo Su ombligo, el sol Sus ojos, el viento Sus narices… En Su pecho está la Kaustubha, que representa al alma espiritual pura, Junto a Srivatsa, que es la expansión de la refulgencia de esa joya. Su guirnalda es la energía material, Su ropa amarilla son los Vedas, Su cordón sagrado es el Om, Sus aros son el yoga y el sankhya, Y Su corona es la morada suprema, Brahmaloka. Ananta es Su asiento, la maza es el prana, Su caracola es el agua, Sudarsana es el fuego, Su espada el éter, Su arco es el tiempo, Sus flechas son los sentidos y Su cuadriga es la mente, Vaikuntha es la sombrilla del Señor y Garuda es el Veda. Sri es Su energía interna, Su amigo Visvaksena es el Pancaratra, Sus ocho porteros dirigidos por Nanda, son las perfecciones místicas…

Luego los sabios quisieron saber de los compañeros del dios del Sol, quienes son todos expansiones del Señor, tal como la deidad del Sol misma. Suta Goswami entonces describe los doce grupos de amigos correspondientes a cada mes. Finalmente dice: Mientras los sabios glorifican al sol con himnos de los tres Vedas, Los gandharvas cantan su gloria y las apsaras bailan delante del carro, Los nagas y los yaksas amarran los caballos, y los raksasas empujan de atrás. Sesenta mil Valakhilyas le van cantando delante.

CAPITULO 12 Resumen del Srimad Bhagvatam Suta Goswami dijo: Reverenciando a la religión suprema, a Krsna y a los brahmanas, Hablaré ahora del dharma eterno y de los admirables lilas del Señor; Este texto describe el misterio de la Verdad Absoluta y de cómo alcanzarla, Trata del servicio divino, de Pariksit, de Narada, de la creación y aniquilación. Las conversaciones de Vidura con Uddhava y Maitreya, la Forma Universal, El tiempo, la muerte de Hiranyaksa, la descendencia del prajapati Kardama, Habla de Kapila, Daksa, Dhruva, Prthu, de Pracinabarhi, Priyavrata, Prahlad, De los reyes Nabhi, Rsabha, Bharata, y describe las regiones del brahmanda. Narra sobre Gajendra, los Manu, Kurma, Matsya, Nrsimha, Vamana, Historias de reyes y sus dinastías, habla de Ramacandra y de Parasurama, Relata la vida de Krsna en detalle, con Sus juegos y luchas con danavas, La división de los Vedas hecha por Vyasa, y la muerte de Pariksit o Visnurata.

Quien al caer, al quejarse o exhalar, aun sin querer clama: “haraye namah,” Se librará de inmediato de todo pecado, pues el Señor, entrando en su corazón, Quita toda oscuridad como el sol, o como el viento las grandes nubes aparta, Por ello las únicas palabras reales y propicias, son las referentes al Señor. Éstas son un continuo festival para el ser y resecan el océano de miserias, Mientras que el hablar mundano solo atrae a hombres que son como cuervos; Los temas del Señor, aun en forma imperfecta, gustan a las almas sinceras, Y están destinados a crear una revolución en quienes se apartaron del sendero. Recordar Sus pies destruye todo lo inauspicioso y concede la mayor fortuna, Purifica el corazón y da la devoción dotada de conocimiento y renuncia; ¡Oh, sabios eminentes!, porque Le amais a Él, sois las almas de mayor ventura, Ahora también pude recordar gracias a ustedes lo que escuché del gran Suka. Purifica su ser quien muy atento y en forma continua escucha esta obra, O aunque lea un solo verso, o una línea, o aunque media línea sola. Quien lo escucha en ekadasi o en dvadasi, tendrá una larga vida, Como así también se librará de pecado quien lo escuche cuando ayuna. Se librará del temor quien lo lea en Puskara, en Dwarka o en Mathura. Este libro otorga los bienes de devas, pitas, munis, manus y siddhas, Y nos concede al Supremo Señor, al darnos devoción pura. Ofrezco mis reverencias respetuosas a mi maestro espiritual, el hijo de Vyasa, A Sukadeva, quien destruye todo lo inauspicioso en este universo; Aunque estaba absorto en brahman y era un solitario, me dio su gracia, Y atraído por este brillante Purana, lo describió para nuestro crecimiento. CAPITULO 13 Las Glorias del Srimad Bhagavatam

Reverencio a ese Señor a Quien Brahma, Varuna, Indra, Rudra, los Maruts, Alaban con el canto de los Vedas, de los pada-kramas y Upanisadas; A Quien perciben los yoguis perfectos y ensalsan los cantores del Sama, Y de Quien ni dioses ni demonios, principio ni fin Le han encontrado. Como Kurma avatar alivió Su picasón en la espalda con el monte Mandara, Allí resopló suave y soñoliento, y hasta hoy recuerda ese ir y venir el mar, Que ese suave soplido alivie, como al soplar una herida, la agitación del alma; Fue Brahma la primera criatura que recibió en el loto este Bhagvatam. De principio a fin está lleno de relatos para animar la renuncia a lo temporal, Como así también de hechos de Hari, que son la dicha de santos y de devas; Es la esencia de la filosofía Vedanta porque trata de la eterna Verdad, La meta de esta escritura es el servicio amoroso a la Persona Suprema. nimna-ganam yatha ganga devanam acyuto yatha vaisnavanam yatha sambhuh purananam idam tatha //16// Así como el Ganga es el mayor de los ríos, Así como Acyuta es lo mayor de lo divino, Así como Sambhu es el mejor vaisnava, Así mismo este es el mejor de los Puranas. Reverencio a Vasudeva, al testigo omnipenetrante, Quien por Su gracia dio este conocimiento a Brahma cuando anhelaba la salvación; Reverencio a Suka, rey de los yoguis, la misma Verdad, él liberó a Visnurata cuando fue picado por la serpiente de la mundana atracción. bhave bhave yatha bhaktih padayos tava jayate tatha kurusva devesa nathas tvam no yatah prabho //22// Que vida tras vida este bhakti Por Tus pies de loto haga su aparición; ¡Concédeme esto, oh Dios de dioses! Eres nuestro amo, ¡oh, mi Señor!

nama-sankirtanam yasya sarva-papa-pranasanam pranamo duhkha-samanas tam namami harim param //23// Por el sankirtan de Su santo nombre, Todo pecado es destruido de raíz; Me postro ante el destructor de sinsabores, Le reverencio a Él, al Supremo Hari. Este Srimad Bhagvatam fue terminado por la gracia de Srila Prabhupad y vaisnavas, el 9 de Febrero del 2006, en el día de aparición de Sri Varahadeva, con la esperanza de recibir también las bendiciones de Sri Nityananda Prabhu.