El Secreto de Obama

El secreto de Obama Descubra las claves de su oratoria y conozca al presidente de EEUU Mónica Pérez de las Heras © Món

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El secreto de Obama Descubra las claves de su oratoria y conozca al presidente de EEUU Mónica Pérez de las Heras

© Mónica Pérez de las Heras Revisión de la traducción: Kay Leach. © Bubok Publishing S.L., 2009 1ª Edición ISBN: 978-84-92662-27-2 DL: PM 35-2009 Impreso en España / Printed in Spain Impreso por Bubok Publishing

A las personas que se han entusiasmado con Barack Obama, que creen en la Esperanza, el Cambio y la Acción y que saben que no son "sólo palabras", si no que "Sí podemos".

Índice Introducción ........................................................................7 Un negro con un nombre extraño ................................11 Su inteligencia emocional ................................................29 Su naturalidad, su humildad y su corazón ....................47 Su manera de pensar..........................................................65 Su voz ..................................................................................85 Sus gestos ..........................................................................97 Lenguaje verbal ................................................................119 Su esposa ..........................................................................137 Su imagen ........................................................................153 Sus discursos ....................................................................167 Conclusión ......................................................................255 Bibliografía ......................................................................259 Fechas clave ......................................................................261 Relación de los 45 discursos seleccionados ................263 Agradecimientos ..............................................................267

Introducción “Esta es nuestra oportunidad de responder a ese llamamiento. Este es nuestro momento. Esta es nuestra hora –de poner a nuestra gente a trabajar de nuevo y abrir las puertas de las oportunidades a nuestros hijos; restaurar la prosperidad y promover la paz; recuperar el sueño americano y reafirmar esa verdad fundamental –que de muchos, somos uno; que mientras respiramos, tenemos esperanza y donde nos encontremos con cinismo, y dudemos, y aquellos que nos digan que no podemos, les responderemos con ese credo eterno que resume el espíritu de un pueblo: Sí podemos*. Gracias, Dios os bendiga, y bendiga a Estados Unidos de América”. Noche electoral. Chicago, Illinois 4 de noviembre de 2008 Minutos antes de pronunciar estas palabras, el llamado “discurso de la Victoria”, Barack y Michelle Obama estaban sentados en un sofá, esperando el resultado de las elecciones. Así se lo relataban a Steve Kroft, periodista de la CBS, el 16 de noviembre de 2008. Al preguntarles cuándo se dieron cuenta de que Obama era el ele-

* Nota de la autora: El "Sí podemos" es la traducción al castellano del "Yes we can" de Obama, aunque ellos, para la comunidad latina lo tradujeron como "Sí se puede" por cuestiones conmemorativas que se explicarán más adelante. Lo cierto es que "Sí podemos" tiene toda la fuerza del "Yes we can" original y por eso se ha preferido mantener así en este libro. 7

gido. Michelle contestó: “estábamos viendo la televisión y de repente advertí la foto de mi marido con un cartel que decía ‘Presidente electo: Barack Obama’, le miré y le dije: ‘Eres el 44º presidente de Estados Unidos, ¡guau, vaya país en el que vivimos!’”. Y Obama añadió: “Entonces ella continuó diciendo: ¿vas a llevar mañana las niñas al colegio?”. “¡No dije eso!”, protesta ella, sabiendo que su esposo está bromeando. Este libro está repleto de fragmentos de este estilo, pequeñas porciones de sus discursos, condimentados con anécdotas e historias personales de su familia, cocinado para conseguir una receta muy especial. “El secreto de Obama” no es la biografía del actual presidente de Estados Unidos de América. Para eso está su espléndido libro “Los sueños de mi padre”. Tampoco es un texto sobre sus ideas políticas. Para eso está su espléndido libro “La audacia de la esperanza”. Ambos auténticos “bestsellers”. Esta es una publicación con pretensiones sencillas: descubrir por qué Barack Obama es tan buen orador y, de paso, desentrañar cómo es el hombre que ocupa la Casa Blanca. Para quien le guste hablar en público –o no tenga más remedio que hacerlo– la figura de Obama es absolutamente cautivadora y descubrir sus dotes para ello puede ser muy interesante. Para los practicantes de la Inteligencia Emocional aquí están las claves del liderazgo. Para los conocedores de la Programación Neurolingüística (PNL) será un placer una vez más reconocer los recursos con los que esta ciencia dota a la oratoria. Y para todo aquél que le guste este planeta y sea sensible a los temas políticos, sociales y ambientales, la personalidad y la singularidad de de este afroamericano les parecerá fascinante. 8

El proceso de realización de este texto ha llevado dos largos años de estudio de sus discursos, análisis de sus videos, sus entrevistas y demás apariciones públicas, siguiendo cada uno de sus pasos, y sobre todo, cada uno de sus éxitos. ¿Qué hace a Obama tan buen orador? ¿Cuál es el secreto de su éxito? Bueno, eso es lo que podrá desentrañar aquí. A lo largo de los distintos capítulos irá comprendiendo que son muchos los factores que han convertido al inquilino de la Casa Blanca en tan buen disertante. Tratando de esclarecer “cómo lo hace” se ha llegado a profundizar, sin pretenderlo, en el carisma y la idiosincrasia de la persona que tiene su oficina en el Despacho Oval. Su vida, sus fortalezas y sus debilidades brotan de sus discursos desnudando su personalidad. Verá como con Barack Obama puede reírse en muchos momentos, escuchar su tristeza cuando habla de cuestiones que realmente le hacen perder su armonía interior, y sobre todo, sentirá que bajo la piel del presidente de Estados Unidos de América, se esconde una persona que realmente merece la pena conocer. Y además, puede mejorar sus conocimientos en oratoria. Así que, como dijo Walt Disney: “prefiero que se entretengan con la esperanza de que aprendan, a que aprendan con la esperanza de que se entretengan”. Sólo espero que les guste. Muchas gracias. 1 de enero de 2009

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Capítulo Uno Un negro con un nombre extraño “No hay una América* liberal y una América conservadora; hay los Estados Unidos de América. No hay una América negra y una América blanca y una América latina y una América asiática; hay los Estados Unidos de América”. Convención Nacional Demócrata 27 de julio de 2004. Boston Enero de 2005. El día antes de jurar su cargo como senador, Barack Obama pronunció una rueda de prensa. Todavía no se había sentado nunca en su escaño, y por supuesto, no había participado en ninguna votación. De repente, un periodista le preguntó: “Senador Obama, ¿cuál es su lugar en la Historia?”. Según él mismo manifestó posteriormente, se rió y pensó: “¿lugar en la Historia? Debe estar bromeando. Si aún no sé si los demás senadores me guardarán uno en el comedor”. * Nota de la autora: Los estadounidenses emplean el término "América" como contracción de "Estados Unidos de América". Aquí, aunque en realidad están hablando del país y no de todo el continente, se ha dejado "América", entendiendo que se refieren a Estados Unidos, por razones de retórica, fundamental en la sonoridad de los discursos de Obama. 11

Poco podía imaginar aquél reportero, que aquella pregunta se convertiría en toda una predicción. Poco podía imaginar aquel senador, que la Historia le estaba reservando un lugar especial. Como esta anécdota, una buena ración de la vida de Barack Hussein Obama ha sido repartida por él mismo a través de sus brillantes discursos, a lo largo de su fructífera carrera política. Tanto sus triunfos como sus derrotas, sus momentos óptimos y de congoja, han trascendido de él para llegar a todos aquellos que quieran conocerle un poco más. Gracias además a las nuevas tecnologías –especialmente Internet– es factible visualizarle realizando sus disertaciones, escuchando sus entrevistas e incluso, sentir el calor que el presidente de Estados Unidos provoca en sus alocuciones públicas. 1985. Cuando se trasladó a Chicago, por ejemplo, y emprendió su labor como “organizador comunitario” se dispuso a coordinar una reunión sobre la violencia entre bandas. Durante varias semanas estuvieron preparando el evento, realizando llamadas telefónicas, contactando con la policía, visitando las comunidades religiosas, repartiendo folletos… La noche del encuentro su grupo dispuso un gran local con muchas sillas pensando que la asistencia sería masiva. A la hora prevista, esperaron. Y esperaron. Y esperaron. Y finalmente, un grupo de personas de la tercera edad comenzaron a entrar y a sentarse. Cuando Obama y su equipo empezaban a animarse, una señora mayor levantó la mano y, al darle la palabra preguntó: “¿es aquí donde se juega al bingo?”. Afortunadamente, ninguno de los escollos que Barack Obama encontró en su camino le hizo retroceder. 12

Cuando decidió meterse en política y aspirar a ser senador, se lo tomó tan en serio que allá donde había dos personas reunidas, ahí estaba él, panfleto en mano, convenciéndoles para que le votaran. Y la gente le solía hacer dos preguntas: “¿De dónde has sacado ese extraño nombre?”, era más fácil para ellos llamarle “Alabama” o “Yo Mama”. Y él iba dando explicaciones indicando que ese era el nombre de su padre, que era de Kenia. La segunda cuestión más habitual era la siguiente: “Tú pareces un chico majo. ¿Por qué alguien como tú se metería en algo tan sucio y desagradable como la política?”. En un discurso que pronunció el 26 de julio de 2007 en Columbia (Carolina del Sur), relató una conversación mantenida con un señor mayor que conoció antes de trasladarse a Chicago. Obama le explicó sus planes y el hombre le respondió: “Déjame decirte algo. Eres un hombre joven y guapo, y tienes una bonita voz. Así que déjame darte un consejo –olvida este tema de organizador comunitario. Tú no puedes cambiar el mundo y la gente no va a apreciar que lo intentes. Lo que tienes que hacer es dedicarte a la televisión. Te lo digo, ahí tienes futuro”. El propio senador comentó, ante la presencia de periodistas en el evento que, por supuesto no pretendía ofenderles, pero que estaba muy contento de no haber hecho caso a aquél caballero. Pero… ¿quién es Barack Hussein Obama? El actual presidente de Estados Unidos se desnudó en el discurso que le hizo célebre, el de la Convención Nacional Demó13

crata de 2004. Allí explicó que su padre nació y se crió en Kenia, cuidando cabras. Consiguió una beca para estudiar en América, la tierra de las grandes oportunidades, y consumó su deseo en la Universidad de Hawai. Allí conoció a su madre, Stanley Ann Dunham. Nacida en Kansas, su padre trabajaba en los pozos de petróleo, y el día después del ataque de Pearl Harbor éste se enroló en el ejército. A su regreso los padres de Ann se trasladaron a vivir a Hawai y allí su madre se encontró con su padre. Él negro y ella blanca, procedentes de dos mundos diferentes, se casaron en 1960 una época en la que eso era una temeridad. Años más tarde, en 1967, la película de Hollywood “Adivina quién viene a cenar esta noche”, con Catherine Hepburn y Spencer Tracy expondría una situación similar. El actual inquilino de la Casa Blanca nació el 4 de agosto de 1961 –curiosamente, el mismo día que el presidente del Gobierno Español, José Luís Rodríguez Zapatero aunque éste un año antes–. Le pusieron el nombre de su padre, Barack, que significa “bendito”, aunque durante mucho tiempo sus familiares y amigos le denominaron “Barry”. En 1963, su padre regresó a Kenia y sólo le volvió a ver una vez más en su vida. Él permaneció en Hawai con su madre y sus abuelos maternos. En 1967, a la edad de seis años, su progenitora se casó con un indonesio, Lolo Soetoro, y se trasladaron a Yakarta. Allí nació su hermana Maya. A los diez años su madre resolvió que “Barry” necesitaba una mejor educación y le envió a vivir con sus abuelos a Hawai. Cuando terminó sus estudios primarios Obama estudió en Los Ángeles, y sus extraordinarias calificaciones le 14

llevaron hasta la Universidad de Columbia, en Nueva York, donde se graduó en Ciencias Políticas. En 1985, frente a todos los pronósticos que le auguraban un futuro prometedor en Wall Street, decidió ser “organizador comunitario”. Su intención era “cambiar las cosas desde abajo”. Encontró una oportunidad en uno de los barrios más modestos de Chicago, el “South Side”. Allí conoció al reverendo Wright, y con él, abrazó el cristianismo. Tras varios años en Illinois, se animó a cursar Derecho en la Universidad de Harvard donde llegó a ser el primer presidente afroamericano de la prestigiosa revista “Harward Law Review”. En 1991 se graduó “magna cum laude” y regresó a Chicago donde emprendió su trabajo en una firma de abogados. Allí conoció a Michelle La Vaughn Robinson, con quien se casó en 1992, y tuvieron dos hijas: Malia y Sasha. Obama comenzó a dar clases de Derecho Constitucional en la Universidad y se planteó la posibilidad de entrar en política. Primero lo hizo como senador del Estado de Illinois. En 2000 se presentó a las elecciones para el Senado de Estados Unidos pero no lo consiguió. Su discurso en la Convención Nacional Demócrata de 2004 le hizo ganarse el reconocimiento del Partido. El 4 de enero de 2005 obtuvo su escaño por fin. En 2007 tomó la decisión más importante de su vida, presentarse a lo que parecía todo un sueño, la Presidencia de Estados Unidos. Lo que desde luego no ayudaba en su carrera política era su nombre. Según explica él mismo en su segundo libro, “La audacia de la esperanza”, un día de finales de septiembre de 2001 comía con un amigo experto en medios de comunicación. En el periódico del día el titular

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era: “Osama bin Laden”. Su compañero le dijo: “Es mala suerte. No puedes cambiarte el nombre, claro. Podrías usar un apodo si estuvieras al principio de tu carrera. Pero ahora…” El parecido del apellido del ahora presidente y el terrorista más buscado de todos los tiempos era evidente. Por otra parte, su segundo nombre, Hussein, musulmán, tampoco era una gran ayuda. Además de sus alocuciones públicas, hay dos instrumentos muy valiosos para desentrañar cómo es el actual presidente de Estados Unidos. Son sus dos libros, los cuales se convirtieron en “best-sellers” antes de que fuera un político de renombre. Ambos permiten descubrir, de primera mano, cómo es Barack Obama, qué opina sobre numerosas cuestiones y cuáles son sus principios y valores. “Los sueños de mi padre” fue publicado por primera vez en 1995 y detalla los primeros 33 años de su vida. Es, como el autor mismo proclama: “una historia de raza y herencia”. No es sólo un libro de memorias entretenido y muy bien escrito, también es una explicación clara de la existencia de Barack Hussein Obama y su familia, que fluye con su propia voz. “La audacia de la esperanza” vio la luz en 2006. No es una continuación del anterior, es un texto distinto. Es una publicación que descubre al lector cómo es y cómo piensa Obama sobre cuestiones que quedan fielmente reflejadas en sus capítulos: “Republicanos y Demócratas, Valores, Nuestra Constitución, Política, Oportunidades, Fe, Raza, El mundo más allá de nuestras fronteras, y Familia”. No sólo muchas de las anécdotas que menciona en sus discursos proceden de este relato, 16

sino que gran parte de sus propuestas electorales durante la campaña presidencial están presentes ya en él. Cuestiones como seguridad, sanidad, empleo, educación, impuestos o energía de las que habla en el libro, han formado parte del programa electoral del actual presidente. Lo cual demuestra dos cuestiones muy importantes, que sus propuestas políticas están basadas en la experiencia adquirida en la calle, escuchando a los ciudadanos y sabiendo cuáles son sus necesidades, anhelos y sueños, y que su programa electoral no ha sido fruto de la improvisación. El título de este último texto tiene también su historia. Procede de su época de organizador comunitario en Chicago. Hasta entonces, Obama no era hombre de ir a la Iglesia. Educado sin una especial formación religiosa había conocido varias opciones pero no se había decantado por ninguna. Su madre, que sin embargo era una mujer “muy espiritual”, según su hijo, había dejado que él tomara su propia elección. Un día, como colaboraba con diferentes parroquias, alguien le sugirió que podía entrar a formar parte de alguna. Y así lo hizo. Como él mismo explicó en un discurso en 2007, se puso uno de sus pocos trajes limpios y entró en la “Trinity United Church of Christ” en la calle 95 de Chicago. Allí conoció al pastor Jeremiah. A Wright, autor del sermón, “La audacia de la esperanza”. Desde entonces aquella se convirtió en “su Iglesia”. El reverendo le bautizó, ofició su matrimonio con Michelle, y allí cristianaron también a sus hijas. Desafortunadamente, los sermones del pastor –un tanto exaltados– salieron a la luz en plena campaña electoral provo17

cando no pocos dolores de cabeza tanto a Obama como a su equipo, como se verá más adelante, en la que constituyó una de las mayores posibles crisis de su carrera hacia la presidencia. Una de las anécdotas que el autor menciona en su segundo libro es la de su primera visita a la Casa Blanca en 2004. Un grupo de senadores se reunían con el presidente George Bush. Al acabar el encuentro, éste emplazó especialmente a Obama y le quiso presentar a su esposa Laura. A ambos les había llamado la atención el senador negro que había hablado en la Convención de Boston, así como su jovial compañera. ¡Qué poco podían imaginar que cuatro años más tarde, los “Obama” serían recibidos en la Casa Blanca por los “Bush” para el “traspaso del local”! Si algo tiene en común sus dos publicaciones es que permiten tener una visión intimista del actual presidente americano. Y sobre todo, comprender cómo se formó su personalidad, cómo se gestó su manera de ser y, por supuesto, cómo ha llegado a ser tan buen comunicador. Las cualidades que forman su “receta” para el éxito de hablar en público vienen de muy lejos, en parte de cómo era su padre, que ya destacaba por su oratoria; de la personalidad de su madre, abierta y tolerante; de cómo eran sus abuelos, emprendedores y valientes, y cómo su familia keniana, luchadora y unida. Todo ello ha forjado la notabilidad de una persona que hoy en día ostenta el cargo político más importante del mundo.

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SU FAMILIA Para conocer al presidente Obama es preciso entender quién forma parte de su familia. Es imposible incluir a todos sus parientes kenianos que son muchos, así que sólo se han considerado aquí los que más relación han tenido con él. Tiene seis hermanos por parte de padre (eran siete pero un hermano murió hace algunos años) y una por parte de madre. Los datos aquí incluidos se basan en la información existente sobre ellos en diciembre de 2008. ♦ Su madre, Stanley Ann: nació en Wichita, Kansas. Estudió Antropología en la Universidad de Hawai. Le llevaba libros a Obama sobre el movimiento de derechos civiles y los discursos de Martin Luther King. Consideraba que “Harry Belafonte era el hombre más guapo del planeta”. Le enseñó valores como: honestidad, justicia, sinceridad, opinión independiente, y sobre todo, la importancia de la empatía. Murió de cáncer en 1995. ♦ Su padre, Barack Obama: nació en Kogelo, Kenia,

perteneciente a la tribu de los Luo. Fue el primer estudiante negro de la Universidad de Hawai, y el primer presidente de la Asociación Internacional de Estudiantes, organización que ayudó a constituir. Se casó varias veces, la segunda con la madre de Barack, en 1960. Tenía buenas dotes para hablar en público. Falleció en accidente de tráfico en Kenia en 1982. Su hermana, Maya: es hermana de madre, su padre era indonesio, Lolo Soetoro. Está casada con un ♦

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canadiense de origen chino. Tiene una hija. Vive en Hawai donde es profesora de Historia. Participó en la campaña electoral apoyando a Barack. Según su hermano es una mujer “bella e inteligente”. Su hermana, Auma: es hermanas de padre. Es la que está más unida a Obama de la rama paterna. Ha estado con él en EEUU y también viajó con el actual presidente en su primera visita a Kenia, sirviéndole de cicerone en el país africano. Se casó con un inglés y vive en el Reino Unido, tiene una hija.



♦ Su

hermano, Roy: es el mayor de los hermanos de Obama. Hace unos años adoptó su nombre africano, Abongo, y la religión musulmana. Vive en Kenia y se ha convertido en el patriarca de la familia. Durante la campaña presidencial fue el portavoz de la familia en el país africano. Su abuela materna, Madelyn Dunham: nacida en Augusta, Kansas. Obama le llamaba “Toot” que en hawaiano significa “abuela”. Ayudó a su madre a criarle. Llegó a ser vicepresidenta de un banco. Falleció dos días antes de las Elecciones Generales, pero había votado por correo por su nieto. Cuando el presidente electo fue a Hawai en sus vacaciones de Navidad, se ofició un servicio religioso por ella. ♦

♦ Su

abuelo materno, Stanley Dunham: Nacido en El Dorado, Kansas. Trabajó en los pozos petrolíferos. Se alistó para ir a la Segunda Guerra Mundial tras el ataque a Pearl Harbor. Al regresar, se marchó con su esposa a vivir a Hawai. Según Obama, “era un hom-

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bre que amaba la libertad, el individualismo y la generosidad”. ♦ Su abuela paterna, Sarah: en realidad no es abuela

de sangre de Obama, aunque él la considere así. Fue la tercera esposa de su abuelo. Vive en Kogelo, Kenia. Tras el éxito de su nieto en las Elecciones Presidenciales salió a la calle a celebrarlo bailando. Su abuelo paterno, Hussein Onyango Obama: Fue cocinero para los ingleses, quienes le llamaron “Boy” (chico) toda su vida. Se ocupó de que su hijo, el padre de Barack, estudiara en Estados Unidos, con unas becas que ofreció el gobierno Kennedy.



Su mujer, Michelle La Vaughn Robinson: Nació en Chicago, en el barrio del “South Side” donde Obama trabajó como “organizador comunitario”. Él le considera “la roca” que le sustenta. Se define a sí misma como “madre y esposa”. Se involucró completamente en la campaña electoral realizando sus propios mítines en apoyo a la candidatura de su marido. ♦

Sus hijas, Natasha, llamada Shasa (7 años) y Malia Ann (10 años): Sus padres les prometieron que tendrían un perro cuando terminara la campaña electoral, tanto si ganaban como si perdían. Malia es fan de los “Jonas Brothers”, un grupo musical norteamericano.



Su cuñado, Craig Robinson: Es un reconocido entrenador de baloncesto. Actualmente trabaja con el equipo de la Universidad del Estado de Oregón.



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Según Michelle, siempre ha sido un gran apoyo para ella. Apoyó puntualmente en la campaña electoral. Su suegra, Marian Shields Robinson: Participó en la carrera a la presidencia poniendo la voz a un video sobre su hija Michelle, y sobre todo, cuidando de las niñas mientras los Obama estaban viajando por todo el país. Se ha trasladado con ellos a vivir en la Casa Blanca. ♦

♦ Su

suegro, Frasier Robinson: Fue un gran trabajador que luchó toda su vida para sacar a su familia adelante. Se le diagnosticó esclerosis múltiple y aún así siguió con su labor, día tras día, para conseguir sacar a sus hijos adelante. Gracias a él ambos pudieron estudiar en la Universidad de Princeton, Nueva Jersey. Murió en 1990. SUS “SPEECHWRITERS” Era 2004. El senador Barack Obama iba a hacer la intervención que impulsaría su vida política para siempre. De repente, un joven blanco se acercó a él de parte del candidato John Kerry. Le solicitó que modificara una frase de su discurso para que no perjudicara a una de su jefe. Obama miró al chico de veintitantos años que tenía enfrente y debió pensar: “¿quién es este crío?”. Aquél chaval que trabajaba a las órdenes de Kerry no era sino Jon Favreau, el ahora principal escritor de discursos de Obama.

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Seguro que jamás pensó que su vida iba a cambiar de esa manera y que llegaría a convertirse en uno de los más valiosos colaboradores del presidente de Estados Unidos. Jon Favreau es un joven de 27 años que en 2004 estaba trabajando como becario para el candidato demócrata a la presidencia John Kerry. Ahí le descubrió Obama y surgió la posibilidad de que colaborara con él. Desde entonces es su principal “speechwriter”, la persona que escribe sus discursos. Cuentan que la primera vez que se sentó a hablar con el actual inquilino de la Casa Blanca, en 2005, éste le preguntó qué le había parecido su alocución de Boston, Favreau respondió que le había gustado porque le había llegado al corazón. Así se incorporó primero a la oficina del senador y, posteriormente, como el principal escritor de discursos del candidato a la Presidencia. Está claro que Obama puede hacerlo por sí mismo. De hecho, el primer texto que le hizo famoso, el de la Convención Nacional Demócrata de 2004 lo elaboró sin ayuda. Además ha publicado dos libros que demuestran su capacidad retórica y literaria. Pero como es habitual en la actualidad, los políticos no tienen tiempo para redactar sus propios textos. Por ello Barack Obama también se ha rodeado de un equipo de “speechwriters”, que trabajan con él. Aunque, precisamente porque él sabe escribir y le gusta, interviene muy directamente en lo que se escribe para él, dando sus ideas y corrigiendo borradores hasta que el discurso final queda listo. Jon Favreau es uno de los responsables de la retórica y la profundidad de los textos que luego Obama inter23

preta tan bien delante de miles de personas. Su labor durante la campaña política del actual presidente fue muy intensa. Persiguiendo al candidato por todo el país, iba apuntando cualquier frase, cualquier comentario que Obama hacía, para transformarlo después en poderosas palabras, capaces de mover el corazón de la gente que le escuchaba. Los discursos de los Kennedy, tanto Robert como John, Martin Luther King, y sobre todo, Abraham Lincoln, junto con los dos libros de Obama, son una gran fuente de inspiración para el equipo, que encuentra en ellos muchas de las anécdotas e historias personales que el candidato utilizó ante las multitudes en su recorrido por Estados Unidos. El “speechwriter” tiene que tener unas cualidades específicas para realizar su labor. Por un lado, debe contar con las aptitudes para desarrollar ese trabajo, es decir, saber escribir y expresar las ideas de forma comunicativa. Pero también tiene que tener una adecuada actitud de servicio hacia la persona con la que está trabajando. El escritor debe tener en cuenta el estilo, las ideas y las necesidades de su jefe, teniendo la capacidad de adaptarse a él en cada momento. Por supuesto, debe estar abierto a las críticas, comentarios, y sugerencias, lo que le llevará a realizar diferentes borradores hasta que se vea el resultado final. Sus textos pasarán, posiblemente, no sólo por las manos de su jefe, sino por las de otros miembros del equipo (directores de campaña, directores de comunicación, especialistas en protocolo, etc) que también tendrán algo que decir. Es verdad también que cuando el equipo que rodea al personaje ya está “rodado”, es decir, 24

ya ha estado algún tiempo trabajando junto, es capaz de dar al escritor o equipo de escritores más confianza y libertad que al principio. ¿Quién suele trabajar de “speechwriter”? Habitualmente son personas que tienen buena capacidad de escribir, y que tienen conocimientos de política, economía, etc, así como de los temas de especialidad de su jefe. Suelen ser personas que han estudiado periodismo, comunicación, ciencias políticas, filología o derecho. Su trabajo suele ser tan discreto que, en muchas ocasiones, son anónimos, hasta el punto de que el gran público creen que son los propios políticos quienes desarrollan esta labor. En algunas ocasiones, como es el caso de Jon Favreau, saltan a los medios de comunicación cuando los periodistas quieren saber quién está detrás de la prosa de los políticos. Entre los “speechwriters” más famosos de la historia de Estados Unidos estuvo Ted Sorensen, que escribió los textos más conocidos de John F. Kennedy, y que apoyó la campaña de Obama estando presente en alguno de sus mítines; Richard Goodwin que lo hizo para el presidente Lyndon B. Jonson; Peggy Noonan trabajó para Ronald Reagan; y Michael Gerson y William McGurn de George W.Bush. UN HOMBRE, UN MITO Suceda lo que suceda durante la presidencia de Barack Hussein Obama, éste es ya un mito en la Historia de Estados Unidos de América. En un país en el que aún existen “clubes” donde no se permite entrar a los ciudadanos “de color”, un afroamericano ha llegado al escalón 25

político más alto al que se puede aspirar. El apoyo electoral, tanto en recaudación –donde superó a McCain con creces– como en número de votos, fue masivo. Pero no sólo en su país, la “Obamamanía” ha llegado a todos los rincones del planeta. Millones de personas de todo el mundo vibraron ante la televisión aquella noche, al contemplar a Obama hablando ya como presidente electo. El apoyo de otra familia muy reconocida en EEUU ha sido importante. A pesar de que los Clinton hicieron lo posible para conquistar al Clan Kennedy, todos al unísono se unieron a los Obama, incluida Maria Shriver, esposa del gobernador republicano Arnold Swarzenegger, quien hizo campaña a favor de McCain. Edgard, Patrick y Carolina Kennedy, sobre todo, han participado con ellos en diferentes mítines y expresado públicamente su respaldo al afroamericano. Por otra parte, curiosamente, su progenitor, viajó a EEUU desde África, gracias a unas becas creadas por el presidente John Fitzgerald. Algunos encuentran en el nuevo inquilino de la Casa Blanca el carisma de J.F.K., lo que ha llevado a denominarle el “Kennedy negro”, y a Michelle en la Jacqueline del momento. Una pareja joven ha llegado de nuevo a Washington. De hecho, es la primera vez en muchos años que hay niños tan pequeños en la residencia oficial norteamericana. El más joven hasta ahora había sido John John Kennedy. En un discurso pronunciado por Al Gore, el exvicepresidente de EEUU, en junio de 2008, éste explicó: “recuerdo cuando un candidato republicano se cuestionó si el demócrata que se presentaba a las elecciones tenía edad suficiente para ser presidente, también le llamaron ‘ingenuo e inexperimentado’ y otro añadió ‘EEUU no se 26

puede permitir arriesgar el futuro del mundo libre con inexperiencia e inmadurez en la Casa Blanca’. ¿De quién estaban hablando? Todas estas citas provienen de la campaña de 1960 cuando los republicanos atacaban a John Fitzgerald Kennedy”. Precisamente, calificativos que el propio Obama tuvo que escuchar también durante su carrera presidencial. Sea por su naturalidad, tanto la de Michelle, su esposa, como la suya propia, lo cierto es que la familia más famosa de América goza ya de una popularidad sin precedentes. De hecho, a los pocos días de su victoria electoral, el periódico “Chicago Tribune” ya ofrecía a sus lectores un tour por la ciudad donde han estado alojados durante la mayor parte de su vida, con enclaves tan importantes como: “el lugar donde se conocieron”, “la heladería donde le dio el primer beso”, “su restaurante favorito”, “la Universidad donde él daba clases”, “la barbería donde Obama se corta el pelo”, etc. Incluso la imagen de Obama ha llegado hasta Japón. En mayo de 2008 surgió la noticia de que en el país nipón había un pueblo llamado “Obama” que estaba colaborando con el candidato demócrata con el slogan: “Obama por Obama”. Los 32.000 habitantes de este pueblo apoyaban al senador realizando merchandising con su cara para vender a los turistas. En marzo de 2008 el alcalde de la ciudad recibió una carta del futuro presidente, agradeciéndole los regalos que le habían enviado, con una nota en la que mostraba su apoyo y admiración por la cultura japonesa. Otra de las carreras que el inquilino de la Casa Blanca puede ganar es la olímpica. Chicago, su “ciudad” ha pre27

sentado la candidatura para celebrar las Olimpiadas de 2016, precisamente las mismas a las que vuelve a aspirar Madrid. El 21 de noviembre de 2008, siendo ya presidente electo, Barack Obama intervino en video en la presentación que hizo Chicago ante el Comité Olímpico Internacional (COI) para apoyar su candidatura. Desde luego el respaldo de un líder tan carismático como él puede llevar consigo otra victoria, esta vez, para su país. A lo largo de la campaña a la presidencia, Barack Obama supo ganarse, con su presencia, su voz y sus sentimientos, la simpatía de gente de todos los rincones del planeta Parte de ese triunfo se lo debe a su padre. Como su abuelo le explicó en una ocasión, su progenitor siempre decía: “La confianza es la clave del éxito de un hombre”. Esa confianza tiene el pueblo americano en su nuevo presidente, y esa confianza ha puesto él en el pueblo americano; aunque al principio de su carrera política, según explica en su primer libro, él fuera sólo “un negro con un nombre extraño”.

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Capítulo Dos Su inteligencia emocional “Habréis oído que mi abuela, que ayudó a criarme, murió ayer. Su nombre era Madelyn Dunhan, nació en Kansas, en 1922. Ella fue uno de esos héroes callados que hay en América, que no son famosos, que no salen en los periódicos, pero que cada día de su vida trabajó duramente para cuidar a su familia. En esta multitud seguro que hay héroes como ella”. Charlotte, Carolina del Norte 3 de noviembre de 2008 No fue fortuito que Daniel Goleman mencionara a Obama tres veces durante su conferencia. El autor que en 1995 alcanzó la fama con el libro “Inteligencia Emocional” estuvo en Madrid en octubre de 2008, hablando sobre liderazgo. En principio, el ponente no tenía ninguna excusa para nombrar al actual presidente de Estados Unidos. Aunque resulta significativo que una de las personas pioneras en la inteligencia emocional mundial apoyara –gratuitamente, porque el público era eminentemente español– a un candidato. A no ser que lo considere un líder “emocionalmente inteligente”. 29

Lo que sí es casualidad es que en 2004 el propio Goleman publicara en la revista “Harvard Law Review” un famoso artículo denominado “¿Qué hace a un líder?” que se ha hecho mundialmente famoso. Precisamente la publicación en la que Obama destacó por ser el primer afroamericano presidente de la misma. En él su autor decía: “Los líderes verdaderamente efectivos se distinguen por un alto grado de inteligencia emocional, que incluye la autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y las habilidades sociales”. Una de las cualidades del actual inquilino de la Casa Blanca, y por eso Goleman aludía a él en su charla, es su inteligencia emocional, una característica que apoya –considerablemente– su capacidad para hablar en público. Según el que es considerado “el padre” de la misma, ésta incluye: autoconciencia o autoconocimiento: consiste en la comprensión personal de cómo es uno mismo: sus fortalezas, sus debilidades, sus necesidades, sus motivaciones y sus emociones. Las personas con un alto autoconocimiento tienen una gran capacidad para transmitir sus emociones, tener seguridad en sus capacidades, reírse de sí mismos y comprender sus limitaciones. Durante la etapa de transición, mientras Barack Obama estaba anunciando a los miembros de su futuro gobierno, muchas fueron las voces que se alzaron para criticar que, después de haber hablado de tanto “cambio”, algunos de los seleccionados por el presidente electo no eran caras nuevas sino políticos conocidos tanto por su trabajo en la era Clinton como en 30

la del propio Bush. En diferentes entrevistas con los medios de comunicación él lo dejó claro: “El cambio viene de la persona del despacho Oval”. Conociendo su trayectoria política se advierte que éste siempre ha apostado por la gente valiosa, fueran o no amigos suyos, defendiendo ante todo la experiencia y la capacidad para enfrentarse a sus puestos políticos. En un momento de crisis como el que el afroamericano se encontró al acceder a la presidencia de Estados Unidos no podía sino tratar de buscar a los mejores, fueran republicanos, demócratas o independientes, viejos o nuevos. Esa es la razón por la que seleccionó a Joe Biden como su vicepresidente, un hombre con la experiencia en Washington que Obama no tenía, así como a Hillary Clinton, su gran competidora en las Elecciones Presidenciales, convertida después en secretaria de Estado. Hablando de liderazgo, el propio demócrata, en su libro, “La audacia de la esperanza”, menciona una cualidad que considera sumamente “elusiva” en los líderes, la “autenticidad”. Él lo define como la capacidad de ser uno mismo. Y a lo largo de su carrera política es lo que ha tratado de ser, y también lo que la gente le pidió. Desde que comenzó a participar en el Senado, las personas con las que se entrevistaba para conocer sus problemas, sus inquietudes y sus anhelos, le decían: “Por favor, siga siendo como es. No nos decepcione”. autorregulación: significa ser capaz de gestionar correctamente sus emociones, canalizándolas según se necesite. Las personas con una alta autorregulación 31

permanecen tranquilas frente a cualquier eventualidad que pueda acontecer. Obama tiene una capacidad innata, y así lo ha demostrado durante toda su vida y a través de la campaña electoral, para gestionar correctamente sus emociones. Es capaz de expresar muy bien lo que le ocurre, pero rara vez se deja llevar por emociones negativas como la ira o el resentimiento. Sólo en una ocasión, cuenta en su segundo libro perdió los nervios. Aconteció en 2004 cuando se presentaba al Senado de EEUU y su oponente era otro afroamericano, Alan Keyes. Según Obama éste era un hombre que, no sabía por qué, le irritaba. Durante la campaña, el Sr. Keyes acusó al aspirante demócrata con diferentes calificativos: le llamó “marxista académico de ala dura”, “propietario de esclavos”; incluso llegó a decir que “Cristo no votaría por él”. Su equipo le aconsejó que no se tomara en serio las difamaciones de Keyes, puesto que estaba bastante desprestigiado hasta en su propio partido. Sin embargo, cuenta Obama que en una ocasión, durante el desfile del Día de la Independencia, no pudo evitar tocarle en el pecho con un dedo mientras le decía algo, en lo que según él mismo fue “una conducta de macho alfa en la que no había recaído desde la secundaria”. Los periódicos se hicieron eco de aquello y el demócrata consiguió vencer la irritación que Keyes le producía, en los debates posteriores que mantuvo con él, arrepentido de su comportamiento. En general, durante toda su vida Obama ha demostrado una gran capacidad de autorregulación, a veces 32

incluso en condiciones extremas. Uno de esos momentos tuvo lugar durante el discurso que se menciona como apertura de este capítulo. Su abuela, Madelyn Dunham, de 86 años, que fue la mujer que le crió cuando vivió en Hawai, falleció dos días antes de las Elecciones Presidenciales. Su nieto, que suspendió la campaña una semana antes durante unos días para acompañarla y despedirse de ella, tuvo que dar la noticia a la multitud que le esperaba en el mitin que le correspondía ese día, en Carolina del Norte. Por primera y única vez en la carrera a la Casa Blanca, el candidato demócrata sentía cómo las lágrimas se derramaban por sus mejillas mientras hablaba. Las cámaras de televisión y los fotógrafos de prensa captaron el lance. Obama, ni pudo ni quiso reprimir un llanto que brotaba de lo más hondo de su corazón. A pesar de la tristeza profunda que sentía dentro de su alma, el candidato fue capaz de recomponerse y continuar con su argumentación. Otro de los momentos de autorregulación más claros de la campaña electoral sobrevino el 18 de marzo de 2008, cuando Obama realizó la que dicen es una de sus mejores intervenciones públicas. Denominado “A More Perfect Union” (Una unión más perfecta), lo cierto es que este texto ha sido apodado el “Discurso de la Raza”. Además de ser una alocución espectacular de la cual se hablará más adelante, surgió en parte debido a la aparición en los medios de comunicación de las declaraciones incendiarias del reverendo Wright, con quien le unía una buena amistad. Seguramente el candidato demócrata se sintió un tanto traicionado por las afirmaciones realizadas por el pastor 33

que él había respetado tanto, sin embargo, demostrando una gran serenidad, explicó su desacuerdo con el pastor de la manera más natural posible. Por otra parte, en una campaña política es habitual –desafortunadamente– que los contrincantes utilicen todo tipo de instrumentos para atacar al oponente. En este sentido, es de resaltar las impecables intervenciones de Obama durante prácticamente todo el periodo electoral. A pesar de las críticas hacia su persona, primero de Hillary Clinton, su contrincante demócrata, y luego tanto de John McCain como de Sarah Palin, candidatos republicanos a la presidencia y la vicepresidencia respectivamente, él no tuvo palabras ofensivas para ninguno de ellos, haciendo alusión exclusivamente a sus programas electorales. De hecho, la llegada de Palin a la campaña electoral fue bastante revolucionaria arremetiendo contra Obama de forma vehemente, indicando, entre otros calificativos, que era “amigo de terroristas”. En este caso la historia procedía del contacto de Barack Obama con Bill Ayers, un profesor universitario de Chicago que en los años 70 perteneció a un grupo anti-vietnam que fue considerado como terrorista. Cuando el senador demócrata conoció a Ayers éste era ya un profesor más de la Universidad de Illinois cuyo pasado había dejado atrás hacía mucho tiempo. También ridiculizó Palin su experiencia como “organizador comunitario” indicando que eso no era suficiente para ser presidente de EEUU. Obama respondió a las críticas de la gobernadora de Alaska explicando que el trabajo que realizó en el “South Side” de 34

Chicago le había aportado un conocimiento interesante que le sería útil para su estancia en la Casa Blanca, y que lo que pretendía Palin era hacer acusaciones porque no tenía programa político que defender, y él no estaba dispuesto a entrar en ese juego. Por su parte, el senador siempre tuvo palabras de agradecimiento hacia ellos por su valía y su compromiso con el país. Así lo hizo durante el periodo de Primarias con Hillary, a la que reconocía cualquier victoria de ésta. Fue el caso por ejemplo, del 14 de mayo de 2008, en Warren (Michigan), Obama felicitó a la senadora Hillary por su victoria en Kentucky. Explicó que a pesar de los desacuerdos que tenían durante la campaña, admiraba su valentía, su compromiso y su perseverancia. Incluso añadió que sucediera lo que sucediera con las Primarias (es decir, aunque él no ganara) siempre reconocería las barreras que Clinton había roto y los cambios que ello supondría para las mujeres de Estados Unidos. También lo hizo con los republicanos, destacando el agradecimiento que el pueblo americano le debía a John McCain por su dedicación al país. Como el propio Obama dice en su libro “La audacia de la esperanza”, “que te llamen cosas feas no es lo peor que te puede pasar”; y como él mismo también ha indicado en alguna ocasión: “cuando estás en la cancha de baloncesto oyes cosas peores”. ♦ motivación: poseer un impulso interior que mueve a la persona a actuar según sus ideales, sus objetivos, su pasión. Un amor por lo que se hace que se transmite a los demás con facilidad. 35

Si algo fue Barack Obama a lo largo de toda la campaña presidencial ha sido motivador. Su ímpetu, su pasión, se transmitió fácilmente a la sociedad, no sólo norteamericana, sino a todo el mundo, de manera que surgió todo un credo universal, el “Yes we can”, traducido al castellano como “Sí podemos”. La mayoría de las arengas del demócrata demuestran su amor por la familia, sus principios, sus ideales y un objetivo: hacer este mundo un poco mejor. Movido por unos valores que para él son sagrados y a los cuales dedica incluso un capítulo de su segunda publicación, el actual inquilino de la Casa Blanca se indigna ante cuestiones como la corrupción, la mentira, la falta de honestidad… y así lo hizo saber a sus seguidores a través de toda la carrera a la presidencia. Por ejemplo, el 25 de mayo de 2008 en una alocución pública en Middletown (Connecticut), el propio Obama manifestó a la multitud que le escuchaba cómo surgió en él el interés por trabajar en temas sociales. Indicó que había aprendido de su madre tres valores fundamentales: el trabajo duro, la honestidad y la empatía. Poco a poco, en la Universidad, comenzó a ser más consciente de que existía un mundo a su alrededor del que podía preocuparse, convirtiéndose en un activista contra el “apartheid” de Sudáfrica, y a involucrarse contra la pobreza y las enfermedades. Al terminar la carrera decidió escribir a las organizaciones comunitarias de todo el país. Así consiguió su empleo en el “South Side”. Mientras sus amigos se colocaban en grandes despachos de Manhattan, Obama obtuvo un empleo con un sueldo de 12.000 dólares al 36

año más 2.000 dólares para la adquisición de un coche. Sus principios fundamentales, motivados siempre por el Movimiento de los Derechos Civiles y las figuras de Martin Luther King y John F. Kennedy, son de gran relevancia para Barack Obama y así lo evidenció tanto a lo largo de su campaña electoral como en el periodo de transición. Por ejemplo, en la constitución de su equipo de gobierno, se encargó especialmente de que cada una de las personas seleccionadas tuviera un pasado que no fuera incompatible con las labores que iba a desempeñar. De hecho, la tardanza en el nombramiento de Hillary Clinton como secretaria de Estado no fue debida, como algunos medios de comunicación explicaron, a que la senadora estuviera tomando la decisión; sino al estudio que los asesores de Obama estaban realizando sobre las actividades de su marido, Bill Clinton, para comprobar que no existiera ninguna incompatibilidad con la labor que la senadora iba a desempeñar. Otra de las cuestiones que Obama criticó duramente en su oratoria fue el caso de políticos que han trabajado en la administración norteamericana defendiendo los derechos de grandes empresas, con el objetivo de obtener posiciones ventajosas tras su paso por Washington. Así lo denunció por ejemplo el 22 de junio de 2007 en una presentación sobre sus ideales éticos, en la que expuso que, en caso de gobernar, estaba dispuesto a encontrar políticos que tuvieran vocación de servicio a su país, más que a rastrear un puesto de trabajo para cuando se acabara su periodo de gobierno. 37

Y una de las principales motivaciones de Obama es, por supuesto, su familia. Durante la campaña electoral en numerosas ocasiones se le pudo contemplar demostrando el amor que siente por su esposa Michelle –“la roca” como él la llama– y por sus dos hijas, Sasha y Malia. Así lo confesaba el 15 de junio de 2008 en una disertación que dio en su ciudad de residencia, Chicago. Explicó que cuando era joven su vida giraba en torno a él y a lo que iba a hacer en el mundo. Sin embargo, cuando las niñas nacieron el foco dejó de estar en él para posarlo sobre sus dos hijas. Y resolvió entonces luchar para dejarles una sociedad mejor que la que él mismo había heredado. Un lugar donde las mujeres tuvieran los mismos derechos que los hombres, donde no hubiera diferencias por razas, donde Estados Unidos no fuera un país odiado por muchas otras naciones y donde el ser humano no estuviera destruyendo el clima. Para un hombre que no tuvo una familia reunida, tener la suya propia es un pilar fundamental. ♦ autoestima: se refiere al cariño por uno mismo, ser capaz de cuidarse y tener confianza en lo que se hace. Sirve para pisar firme al andar. Parece superfluo hablar de la autoestima de un hombre que llevará para siempre el título de “el primer afroamericano que alcanza la Presidencia de la Casa Blanca”. Él creyó en sí mismo a pesar de que, como ha dicho en más de una ocasión, “no tenía el pedigrí ni el dinero ni siquiera el color de piel que parecía necesario para acceder al puesto”.

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Es su propia autoestima la que le permite reconocer sin problemas su imperfección, y así lo proclama también en sus alegatos públicos. Por ejemplo, el 3 de septiembre de 2007, en la ciudad norteamericana de Manchester (New Hampshire), explicó que cada día era consciente de que no era un hombre perfecto. Ni que tampoco sería un presidente perfecto. Pero a continuación se comprometió a ser honesto y a escuchar a todos, a los que estuvieran de acuerdo con él y a los que no. Y a decirle al pueblo americano, con honestidad, lo que estaba en sus manos hacer y lo que no, respecto a los desafíos a los que se enfrentaran. En su segundo libro analiza en un momento dado qué hace que un político se presente a una campaña electoral. Por un lado explica que tiene que haber ambición y determinación; la tercera emoción según él, la siente desde que se presenta la candidatura hasta que se producen las elecciones: el miedo. Él supo lo que es la derrota porque en 2000 perdió frente a Bobby Rush, un congresista demócrata que optó cómo él a un puesto en el Senado de EEUU. A Obama le fue mal y no lo consiguió. ¿Lección que aprendió de aquello? Muchas, pero entre otras, que como él mismo expresa: “en política no hay premio por quedar segundo”. En un plano más personal, el actual inquilino de la Casa Blanca también tuvo que echar mano de su autoestima cuando trató de conquistar a su actual compañera. Michelle ostentaba un cargo más importante que él cuando Barack llegó al despacho de abogados de Chicago, y se negaba en rotundo a salir con el recién llegado, a pesar de que éste fuera mayor que ella. 39

La joven letrada incluso le presentó a algunas de sus amigas. Pero Obama había quedado encandilado por esa muchacha alta, inteligente, atractiva, y sobre todo con mucho sentido del humor que le rechazaba constantemente. Al final, consiguió su propósito y, si Michelle siempre había sido “la hermana del jugador de baloncesto Craig Robinson”, él pasó a ser “el novio de la hermana del jugador de baloncesto Craig Robinson”. ♦ empatía: ponerse en los zapatos del otro. Ser capaz de comprender a los demás y sus distintos puntos de vista, contemplando el mundo desde los ojos de otro. Leyendo un poco la vida de Obama es fácil saber quién le inculcó la capacidad para empatizar con los demás, algo que en la actualidad realiza de forma innata. Su madre fue la persona que más le influyó en este sentido. Ella le enseñó a tratar bien a todo el mundo, y sobre todo, a si tenía alguna duda, preguntarse: “¿Cómo crees que te sentirías tú en esa situación?”, una interpelación que el actual inquilino de la Casa Blanca se ha hecho en muchas ocasiones en su vida. En sus discursos es muy habitual que haga hincapié en ello; a veces, relatando incluso, una anécdota de su juventud no muy “honrosa” pero que le ilustró lo suficiente. Lo rememoró el 19 de mayo de 2007 en la Universidad de New Hampshire, mientras participaba en la graduación de unos estudiantes. Durante su primer año universitario estaba en una etapa rebelde, donde no tenía muy claro su futuro, le gustaba estar de fiesta y estudiaba lo justo para pasar los exámenes. En una 40

ocasión, en una noche que estaba de juerga con unos amigos en su dormitorio, bebieron demasiado y llegaron incluso a romper algunas botellas, con lo cual, la habitación quedó hecha un desastre. Al día siguiente, cuando la limpiadora comprobó cómo estaba aquello se echó a llorar. Al comentárselo Obama a una amiga ésta le recriminó: “Esa mujer podía haber sido mi abuela, Barack. Ella se pasó la vida aseando lo que otros habían ensuciado”. Tan importante es el valor de la empatía para Obama, que recomienda a los padres que se lo inculquen a los hijos. En un discurso que pronunció el Día del Padre –el 15 de junio de 2008–, ante un público familiar, el actual inquilino de la Casa Blanca instó a los progenitores a trasladar a sus hijos la capacidad de “mirar el mundo a través de los ojos de los demás”. En sus alocuciones públicas también mencionó en numerosas ocasiones el “déficit de empatía” existente en Estados Unidos. Para él, el ponerse en los zapatos del otro supone que puedes entender su punto de vista y, además, tratar de encontrar un terreno común. Algunos de sus discursos intentan demostrar a los electores la importancia de situarse en ese territorio compartido, porque como él dice: “lo que nos separa no es más importante que lo que nos une”. Y como afroamericano, puede saber cómo se siente un negro en EEUU porque él mismo ha vivido situaciones, como comenta en su segundo libro, donde le han tratado de forma “especial” por el color de su piel. Así explica que él ha comprobado cómo los guardas de seguridad de unos grandes almacenes le vigila41

ban mientras compraba; cómo una patrulla de policía le paraba “simplemente porque sí” o incluso cómo, esperando a Michelle en la puerta de un restaurante, una pareja blanca había llegado y le había querido entregar las llaves de su coche para que se lo aparcara. ♦ habilidades sociales: relacionarse con los demás con facilidad, ganarse a la gente. Una de las formas de mejorar el contacto con los demás es a través de la escucha activa, tener la capacidad de poner atención a lo que los demás están comentando. Dicen que hay una razón por la cual el ser humano tiene dos orejas y una sola boca, puesto que se debería escuchar el doble y hablar la mitad. La historia de Obama, reflejada en sus alegatos públicos, es la de alguien que ha pasado gran parte de su vida atendiendo a lo que los demás tenían que contarle. A través de sus libros así lo expresa, tanto mientras trabajaba como organizador comunitario como cuando fue senador del Estado de Illinois y se lo tuvo que recorrer de arriba abajo; su principal labor era saber qué es lo que el pueblo norteamericano tenía que aportar. Así averiguó los problemas de los estadounidenses, sus inquietudes, sus anhelos, sus sueños, y eso fue lo que le movió a meterse en política. En sus alocuciones hay continuas referencias a personas reales, de la calle, cuyas vidas anónimas le sirven a Obama para poner ejemplos de lo que le acontece a la ciudadanía de su país. Un ejemplo de ello aparece en uno de sus textos. Según comenta, los senadores en EEUU tienen derecho a utilizar aviones privados para sus desplazamien42

tos, pagando por ello como si fuera un billete normal de línea aérea. Pues bien, aunque Obama reconoce que a veces era incómodo viajar por línea regular de una ciudad a otra: había que hacer cola, soportar los atascos de tráfico para ir a los aeropuertos, etc…una de las ventajas era que, en esos momentos de espera, había gente que se le acercaba y le contaba cosas que, como él mismo profiere: “Estas son las historias que te pierdes en un jet privado a cuarenta mil pies de altura”. TRANSMISIÓN DE EMOCIONES Todas estas cualidades que identifican si una persona es emocionalmente inteligente son fundamentales a la hora de hablar en público. La inteligencia emocional es algo que se puede y se debe trabajar, es decir, todo el mundo puede desarrollarla. Las emociones, además se transmiten muy fácilmente; saber hacerlo adecuadamente es una herramienta básica para la oratoria. Barack Obama es un buen ejemplo de ponente que propaga emociones constantemente, tan pronto hace reír al auditorio como consigue que a éste se le encoja el corazón. No tiene problema, por ejemplo, para hablar de sus orígenes sencillos, de su amor a su familia, de sus dificultades… Él dice que fue su padrastro indonesio, Lolo Soetoro quien le enseñó a gestionar sus emociones. La inteligencia emocional consigue “humanizar” a la persona, mostrarla como es, con sus virtudes y defectos, sin que ella se avergüence del tema. Durante la campaña 43

electoral, en julio de 2008, los cuatro miembros de la familia Obama fueron entrevistados en el programa de televisión “Access Hollywood”. En el mismo, aparecían en un sofá al aire libre, su mujer, las niñas, Malia y Sasha, y él. En un momento determinado, hablando de moda, Michelle comentó que los pantalones que su marido llevaba puestos los tenía desde hacía 10 años. El entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos se rió y asintió con la cabeza. También una de sus hijas, preguntada por algún defecto de su padre, explicó como éste solía dejar los calcetines tirados por el suelo. El matrimonio Obama, con la naturalidad que les caracteriza, sonrieron ante la ocurrencia de su hija. En otra ocasión, durante el segundo debate presidencial que tuvo contra John McCain, el 7 de octubre de 2008 –que era del estilo “tengo una pregunta para usted” de TVE– una de las cuestiones que le hizo el público asistente a Barack Obama fue: “¿qué no sabe y qué hace para saber?”. El demócrata cogió el micrófono de mano y reveló: “ahí está mi mujer, seguro que tiene una lista mejor que la mía sobre lo que no sé hacer, y cuando algo no lo sé se lo pregunto a ella”. Días más tarde, preguntada Michelle Obama sobre este momento en el programa televisivo de Larry King, ella dijo: “Pensé: ¡qué majo es! Es verdad, si Barack no sabe algo lo bueno que tiene es que lo reconoce y no tiene problema en buscar a quién lo sepa. Su ego no es tan grande como para que no pueda reconocer lo que no sabe, es capaz de reírse de sí mismo. El sentido del humor es muy importante en el liderazgo y él lo tiene”.

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Curiosamente, hablando de esta natural inteligencia emocional del presidente Obama, el 24 de diciembre de 2008 el New York Times publicaba un artículo de Jeff Zeleny indicando que el carácter tranquilo y sereno del actual inquilino de la Casa Blanca puede deberse a su nacimiento y primeros años de vida en Hawai, un estado que puede considerarse el más “zen” de los EEUU. “Para muchos observadores de Hawai –dice Zeleny– el buen humor del Sr. Obama representa el “Espíritu Aloha”, un estado mental de paz y una actitud amistosa de aceptación de todas las ideas y culturas”. Algunos añaden incluso que la sensación de calma que transmite cuando habla procede también de la isla americana. Influya o no en su carácter su anecdótico nacimiento en Hawai, lo cierto es que Barack Obama cuenta con una especial condición de emocionalmente inteligente que le beneficia, entre otras cosas, en su trato con las demás personas y, por supuesto, en su oratoria. En referencia a su procedencia, en una ocasión la propia Michelle exclamó: “No puedes entender realmente a Barack hasta que entiendes a Hawai”.

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Capítulo Tres Su naturalidad, su humildad y su corazón “Sé qué duro es esto. Poco tiempo para dormir, mal pagado y mucho sacrificio. Hay días de decepción, pero a veces, sólo a veces, hay noches como esta –una noche– una noche que, dentro de unos cuantos años, cuando hayamos hecho los cambios en los que creemos; cuando más familias puedan permitirse ver a un médico; cuando nuestros hijos –cuando Malia y Sasha y vuestros hijos– hereden un planeta un poco más limpio y más seguro; cuando el mundo vea a América diferente, y América se vea a sí misma como una nación menos dividida y más unida; miraréis hacia atrás con orgullo y diréis que este fue el momento en el que todo empezó”. Des Moines, Iowa 3 de enero de 2008 5 de febrero de 2008. Obama está a punto de corresponder a una multitud que le aclama por su victoria en el supermartes. Su mujer, Michelle le acompaña al subir estrado. Una vez que le deja sólo el candidato demócrata inicia su charla. Agradece su presencia a los asistentes, a su esposa y a sus niñas. Comenta cómo antes de llegar había preguntado a su hija Malia si quería estar arriba con 47

él. La cría le contestó: “Papá, tú sabes que eso no es lo mío”. El público, evidentemente, rió ante la respuesta de la niña y la naturalidad del padre al relatarlo. Hay tres claves fundamentales para hablar en público, tres características que hacen que el orador tenga éxito, pues le capacitan para transmitir sus emociones adecuadamente, son: la naturalidad, la humildad y el corazón. La familia Obama –tanto Barack como Michelle– como se observará a lo largo de este libro, dispone de los tres ingredientes, lo cual les facilita, en gran medida, ganarse al público que les atiende. NATURALIDAD La naturalidad, entendida como el “ser uno mismo” es una de las cualidades más fructíferas a la hora de hablar en público. Frente a los políticos encorsetados y de cartón, aquellos que se muestran más “normales” triunfan con mayor facilidad. En el mundo de la oratoria éste es un valor muy escaso y, a la vez, muy rentable. Cada vez más oradores dejan de lado el atril o el formalismo de disertar tras una mesa y se sueltan a hacerlo mientras se mueven por el escenario con el único apoyo del micrófono de mano, y a veces, unas fichas en la otra. Habitualmente una de las cuestiones que más preocupan al orador novato es el miedo a “hacer el ridículo” y que los demás se rían de uno. Como herramienta para enfrentarse a ello está la naturalidad. Otra de los puntos que inquietan al ponente que comienza es la sensación de que “algo pueda salir mal”. Y 48

aunque es factible que algo falle en una presentación en público: un micrófono no funciona, el proyector se estropea, el ordenador no reconoce el “pendrive”, se rompe un foco, etc, una vez más la clave está en el buen uso de la naturalidad. El auditorio lo entiende todo, y lo acepta todo, si se le explica convenientemente y con una sonrisa. Por supuesto, llegar con tiempo al lugar, revisar y comprobar los medios técnicos, ensayar incluso si es posible, es también fundamental para reducir al mínimo las probabilidades de que algo no marche bien en el momento oportuno. De hecho los políticos que realmente quieren tener éxito en sus apariciones, aprecian pisar el escenario antes de que se incorpore el público, de manera que tengan claro dónde se tienen que situar, cómo funcionan los micrófonos, por dónde deben entrar y salir, etc. Por supuesto, la capacidad de comportarse con naturalidad lleva aparejada también la seguridad en uno mismo obtenida por la experiencia. A lo largo de su carrera política Barack Obama se ha ido enfrentando cada vez a retos mayores en cuanto a alocuciones públicas se refiere, superando todos ellos con creces. Uno de los momentos en el que tuvo que contener los nervios fue el de su primer gran discurso, el de la Convención Nacional Demócrata de 2004 en Boston. Él no era una figura importante dentro del partido y ni siquiera tenía muy claro por qué le habían elegido para esa labor, como él mismo ha relatado en alguna ocasión. En el auditorio estaban todos los demócratas a los que admiraba, incluidos Jesse Jackson, a quien había ido a escuchar a algún mitin cuando aún estaba en la Universidad, Hillary y Bill Clinton, John Kerry, etc. Unos minutos antes de salir al 49

escenario su equipo y Michelle estaban decidiendo qué corbata debía ponerse. Al final eligieron la que llevaba puesta Robert Gibbs, uno de sus hombres. Justo cuando se disponía a salir, su esposa le dio un fuerte abrazo y le dijo: “No la pifies, amigo”. Y con la mayor naturalidad del mundo, como si lo hubiera hecho siempre, el senador de Illinois salió al escenario y encandiló a un público que descubrió a un joven afroamericano con una historia extraña, que describía su vida y la de su familia con gran espontaneidad. Los aplausos fueron ensordecedores y Obama marcó un hito en aquella reunión. Durante toda su carrera política el actual inquilino de la Casa Blanca ha tenido que disertar en muchas y diferentes circunstancias. A veces, junto a personajes que le imponían especialmente, como el 4 de marzo de 2007, en un acto en conmemoración del Derecho al Voto. Obama se encontró con que C.T. Vivian, reverendo y gran amigo del Dr. King, estaba entre la audiencia. “Cuando vas a hablar delante de quien Martin Luther King dijo que era el mejor predicador que él jamás había oído, entonces tienes problemas. Estoy un poco nervioso de estar con tan buenos predicadores”. En otra ocasión, el 2 de mayo de 2005, en Michigan participó en un acto sobre Derechos Civiles. En su discurso, mencionó cómo días antes había coincidido en Atlanta con personalidades como Ethel Kennedy –viuda de Robert Kennedy– y Coretta Scott King –viuda de Martin Luther King. Cuenta que ambas le manifestaron: “Estamos deseando oírte hablar”, lo cual, según Obama, le intimidó completamente, y así de espontáneamente lo relató. 50

También el 27 de junio de 2005, conferenciando ante la Asociación Americana de Bibliotecas estaba explicando lo importante que era para él que los niños leyeran. Así que comentó: “¿Qué ocurriría si conseguir un libro fuera tan fácil como alquilar un DVD o comprar una hamburguesa en McDonalds? ¿Y si en vez de un juguete con cada Happy Meal dieran un libro? ¿Qué pasaría si hubiera carritos de libros en vez de carritos de helados en los parques?” Con total naturalidad expuso lo que para él podía ser normal, hacer más accesibles los libros a los niños. Seguro que en muchas ocasiones, otros padres tenido estas mismas ideas. Hay cientos de anécdotas que demuestran la naturalidad del presidente; por ejemplo, la inserción en el discurso de la victoria, el 4 de noviembre de 2008, dirigiéndose a sus hijas, de la referencia a que por fin les compraría un perro. El cachorro había sido una promesa de los Obama a sus niñas tanto si ganaban como si perdían las elecciones. El tema del perro se hizo tan famoso en EEUU que, como indicó el presidente electo en una entrevista televisada en noviembre de 2008: “estamos recibiendo más consejos sobre el perro que deberíamos adquirir que sobre la crisis económica”. Uno de los temas polémicos que surgió durante la campaña electoral y que Obama supo resolver con tranquilidad fue el de la pregunta sobre si había tomado drogas o no en su vida. Frente a otros políticos que niegan sus pasados más “rebeldes”, el senador demócrata nunca ha tenido reparos en reconocer que en una época de su juventud probó ciertas drogas como el alcohol, la marihuana y la cocaína. Un ejemplo más de su naturalidad 51

pero también de su honestidad, pues pocos de los que se dedican a la Política son capaces de mostrarse tan y como son y tal y como fueron. Evidentemente, la sinceridad le supuso ciertas críticas por parte de sus oponentes, como era de esperar, pero evitó la especulación sobre si las había tomado o no, o si lo estaba ocultando o no. HUMILDAD De igual importancia es la humildad a la hora de hablar en público. El orador, sea quien sea, tiene que ser consciente de sus limitaciones, de quién es, asumiendo que como individuo, tiene cualidades buenas y malas. Es un error habitual entre algunos ponentes el considerarse superior a las personas que les están escuchando, consiguiendo de esta forma dificultar su capacidad de empatizar con el público. A lo largo de su biografía y de su carrera política hay muchas anécdotas que demuestran la humildad de Obama y quien ha leído un poco sobre él y ha seguido sus mítines lo sabe. Nunca, por ejemplo, le ha importado que se conocieran sus orígenes. Él es el primero que habla de su abuelo materno trabajando en los pozos de petróleo de Kansas y su abuela en una fábrica; mientras su abuelo paterno fue un empleado doméstico de los ingleses durante toda su vida. También es muy habitual en él comentar lances que le han acaecido en un evento, cuando se encontraba en otro. Por ejemplo, el 2 de junio de 2006 dio una conferencia para los estudiantes que se graduaban en la 52

Universidad de Massachussets. Comenzó indicando que era un placer para él volver a Boston pues tenía muy buenos recuerdos de la Convención Nacional Demócrata. Él mismo reconoció que fue un enorme honor para él y que si se lo hubieran dicho años antes que él iba a estar allí ese día dirigiéndose a tanta gente no se lo hubiera creído. Aunque lo mejor fue cuando relató lo que le había sucedido en otra reunión similar. Era el año 2000 y estaba iniciando su carrera política. Estaba un poco deprimido porque las cosas no le iban muy bien y sus amigos le animaron para que asistiera a la Convención Demócrata que iba a tener lugar en Los Ángeles. Cuando llegó al aeropuerto, se dirigió al mostrador de Hertz para alquilar un coche, rellenó los papeles necesarios, entregó su tarjeta de crédito y la señorita le dijo: “Sr. Obama, parece que hay un problema”. Era verdad. Su tarjeta había sido denegada. Al final pudo presenciar la Convención pero las credenciales que le dieron no eran las que le correspondían así que se pasó una semana viendo los actos desde los peores lugares. Según él mismo relató, cuando cuatro años más tarde le instaron a que diera el discurso en Boston, lo primero que se aseguró fue de tener vehículo para asistir. En otra ocasión, el 2 de mayo de 2007 en San Diego, California, en la Convención Estatal Demócrata, ya durante la campaña a la Presidencia, Obama confesó al público asistente: “Creo en mi capacidad para liderar este país. Pero también creo que no puedo hacerlo sin vosotros. Habrá momentos en los que estaré cansado, habrá momentos en los que cometeré errores –es verdad, preguntadle a mi mujer, ella os dirá. Pero esta campaña que 53

estamos llevando a cabo tiene que ser sobre vuestras esperanzas y vuestros sueños y eso es lo que haré. Porque hay pocos obstáculos que puedan acallar el poder de millones de voces reclamando un cambio”. Meses más tarde, el 22 de julio de 2007, en un encuentro en Miami, explicó lo conmovido que se sentía porque miles de personas abarrotaban sus mítines, muchas de ellas, según dijo, gente que nunca antes había estado presente en un acto electoral. “Estamos viendo más americanos registrándose [para el voto] y contribuyendo de lo que se ha visto en cualquier otra campaña en la historia. Hay gente joven y vieja, republicanos y demócratas, blancos, negros y latinos. Me gustaría pensar que todo el mérito es mío, pero mi mujer me recuerda todos los días, que yo no soy tan grande”. Un ejemplo más de la sencillez de Barack Obama surgió en una entrevista que le realizaron en la televisión. En ella, él comentaba que cuando comenzó a trabajar como senador en Washington, se alquiló un apartamento en un bloque de pisos para pasar las tres noches que tenía que dormir en la capital del país. El lugar era tan modesto que su equipo se reía de él porque decían que tenía el alojamiento más simple que cualquier chaval de menos de 25 años de los que trabajaban con él. El candidato demócrata comentó que no necesitaba más.

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CORAZÓN El tercer componente de este triunvirato de la oratoria es el corazón, hablar desde el corazón. Hoy en día el mundo occidental se ha acostumbrado a oradores que se enfrentan al público sin mostrar sus sentimientos, sus emociones. Utilizan un lenguaje muy frío y se van. Como resultado, no consiguen obtener más que aplausos diplomáticos de conveniencia que, desde luego, no se merecen. La tradición y la cultura tienen una buena culpa de esa frialdad que convierte a los políticos en seres de mármol. La típica expresión: “los hombres no lloran” es una creencia limitante que se ha generado en el sexo masculino de manera que, el hecho de llorar se considera una debilidad. Y sin embargo, es todo lo contrario. El ser humano que muestra sus emociones demuestra su humanidad y, por tanto, se hace más cercano. Afortunadamente, textos como el clásico “No preguntes qué es lo que América puede hacer por ti” o el “Yo tuve un sueño”, son discursos que llegan al corazón, que mueven el interior de las personas que les escuchan. Y son esas alocuciones públicas las que han conmovido al mundo. Por ello, hoy en día el buen comunicador incluye en su ponencia anécdotas personales, vivencias propias e historias de su vida. Y no siempre se trata de casos de triunfo, de felicidad, de gloria, muchas veces lo que muestran son incluso sus propias miserias humanas, sus defectos, sus debilidades.

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Desde luego, fue su capacidad de transmisión de emociones en su presentación en Boston lo que consiguió su éxito en 2004 y lo catapultó a la fama. El actual presidente de EEUU es una persona con valores, a quien le preocupan las grandes contrariedades de este mundo, cuyo corazón se conmueve por los problemas de África, o el cambio climático, o enfermedades como el SIDA o la malaria. Que los medios de comunicación no otorguen suficiente cobertura a estas cuestiones es algo que le fastidia y así ha hecho mención en sus argumentaciones. Por ejemplo, el 26 de julio de 2007 en un acto en Columbia (Carolina del Sur), explicó que no entendía cómo se podía vivir en una sociedad en la que importaban más los días que Paris Hilton iba a pasar en prisión que el genocidio de Darfur, la recuperación de Nueva Orleans después del Katrina o la situación de pobreza de muchas ciudades estadounidenses. De hecho, no era la primera vez que el senador demócrata hablaba de la nieta de la famosa cadena hotelera ni sería la última, lo hizo en varias ocasiones para denunciar cómo a veces la atención de los medios está pendiente de cuestiones superfluas, mientras los grandes problemas del planeta quedan en el olvido. La introducción de pequeñas historias de personas reales, de “héroes anónimos” como el actual inquilino de la Casa Blanca les llama, en sus intervenciones, hace que éstas lleguen fácilmente al corazón de la gente que le está escuchando. Así, si habla de veteranos y son fechas navideñas, Obama recuerda las “sillas vacías” que habrá esas fiestas en casa de muchos americanos donde los padres, las madres, o los hijos están luchando en Irak o Afganistán; si comenta la necesidad de una sanidad para todos, donde las compañías no rechacen a nadie por no tener 56

dinero, explica el caso de un padre cuyo hijo murió por no poder pagar el seguro de asistencia sanitaria; si conversa sobre delincuencia se pone en el lugar de la madre que ha perdido un hijo en un atraco y se imagina lo que sería para él que le faltara una de sus niñas; si el tema del día es el terrorismo expresa lo que sintió cuando el 11 de septiembre de 2001 se dirigía a su trabajo en Chicago y por la radio escuchó el atentado contra las Torres Gemelas. Historias con emociones que hacen aflorar los sentimientos de la audiencia. Uno de esos casos, por ejemplo, fue el que contó el 26 de mayo de 2008 en un día de recuerdo a los caídos. Obama exteriorizó cómo un sargento americano, Ryan Jopek, a punto de regresar a casa estando en una campaña en el exterior, se presentó para una misión voluntaria en la ciudad iraquí de Mosul de la cual nunca regresó. Su madre, que tuvo oportunidad de comunicárselo al senador demócrata le entregó un brazalete del joven en el que se leía, junto a su nombre: “Todos damos algo, él lo dio todo”. En otra ocasión, desnudó su corazón no por una cuestión estadounidense sino universal. El 16 de junio de 2008, en Flint (Michigan) hablando de temas tecnológicos, el inquilino actual de la Casa Blanca mencionó la visita que había realizado a la sede de la empresa Google en California. Hizo un tour por la empresa, y cuando iba a terminar, le llevaron a una sala donde había una imagen tridimensional del planeta en una pantalla enorme. A lo largo de todo el mundo se veían millones de luces de diferentes colores que, según le explicaron, representaban todas las búsquedas en Google que en ese momento se estaban llevando a cabo; cada color era un idioma. La figura le pareció impresionante. Su primera sensación fue 57

que la Tierra era ya absolutamente global, personas de diferentes países conectando en tiempo real. Sin embargo, en un segundo instante, su conclusión fue otra. Se fijó en que mientras Norteamérica y Europa no dejaban de brillar, había otras zonas, sobre todo África y algunas partes de Asia, que estaban completamente a oscuras. Por supuesto, eran aquellos lugares de la Tierra donde Internet no ha llegado, y ni la Red, ni muchos otros adelantos más. Indudablemente, una de las claves del éxito de Obama hablando en público, además de su capacidad para expresarse sin tapujos, es mostrarse afectuoso con los demás. Es muy habitual en él que llame a Michelle “la mujer de su vida” en pleno discurso; o que reconozca el trabajo de su equipo; o que exprese su gran respeto por el vicepresidente Biden; o su absoluta admiración por personajes de la Historia americana que le han marcado y a los cuales le gusta rendir tributo: Lincoln, John F. y Robert Kennedy, Martin Luther King, en incluso de otros lugares del mundo: Gandhi, Nelson Mandela, Wangari Maathai, etc. Sus formas también demuestran ese corazón que le lleva a ser afectuoso con las personas y que le ha servido para ganarse a la gente. En mayo de 2007, la presentadora más mediática de la televisión norteamericana, Oprah Winfrey anunció en el programa de Larry King de la CNN que apoyaría a Obama personalmente, tanto contribuyendo económicamente en su campaña como involucrándose en la misma. Otra de las personas que también han creído en él, además de muchos artistas: Orlando Bloom, Spike Lee, Scarlett Johansson, Tom 58

Hanks, Robert de Niro, Bruce Springsteen, e incluso Colin Powell, exsecretario de Defensa de George Bush que demostró durante la campaña su apoyo a Obama. El respaldo de su familia fue también esencial en la campaña a la presidencia. Su hermana Maya participó en algunos actos electorales, así como el hermano de Michelle, su cuñado Craig Robinson, e incluso su suegra, la madre de Michelle, que puso su voz “en off ” para la creación de un video sobre la Primera Dama que se emitió en la Convención Nacional Demócrata de Denver en agosto de 2008. Obama es además un hombre al que no le importa expresar su cariño en público. De hecho es muy habitual que coja de la mano a su mujer, no sólo en los actos electorales cuando ella sube al estrado, a veces incluso con las niñas, sino cuando ambos están realizando una entrevista televisada y están sentados juntos. Es muy normal que poco a poco la mano de Barack Obama se deslice para acariciar la de su esposa. Un buen ejemplo de esa capacidad innata que tiene Obama de transmitir desde el corazón se encuentra en el libro “La audacia de la esperanza”, específicamente en el capítulo en el que habla de la Familia. Allí, el ahora presidente de Estados Unidos cuenta cómo conoció a Michelle, cómo la convenció para que saliera con él, cuándo y dónde le dio el primer beso y las vicisitudes que como pareja han tenido en sus años de convivencia. Pero sobre todo es sobrecogedor leer cómo habla de la familia de Michelle, el sacrificio del padre de ésta, la bondad de su suegra, el cariño de su hermano por ella. Él se encontró con lo que no había tenido nunca, una fa59

milia, y decidió que él quería formar una con Michelle. Cómo habla Obama de sus hijas, de cuando han estado enfermas, de lo que les preocupa, de lo que le hacen poner los pies sobre la tierra, también es muy importante para él. Ejemplos de su interés por los demás han podido ser comprobados también por los propios periodistas. El 7 de noviembre de 2008, en su primera rueda de prensa como presidente electo, en la que presentó a los iniciales miembros de su gabinete, Barack Obama se percató de que una de las periodistas llevaba el brazo en cabestrillo. Inmediatamente, según dijo su nombre le preguntó qué le había pasado, demostrando así un interés por la persona que le iba a hacer una pregunta a continuación. Como se ha visto, el actual inquilino de la Casa Blanca es un experto en mezclar los tres ingredientes fundamentales para la oratoria: naturalidad, humildad y corazón, dándole además un toque de humor, en ocasiones, que resulta ser la combinación perfecta para gustar a su público. NORMALIDAD En numerosas ocasiones, en diferentes entrevistas, tanto Barack Obama como su esposa Michelle han dado mucha importancia al mantenimiento en sus vidas de una cierta “normalidad”, es decir, que a pesar de todo lo que les estaba sucediendo, consiguieran mantenerse “con los pies en el suelo”.

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Así el actual presidente de Estados Unidos ha comentado cómo su mujer se encargó durante toda la campaña de hacerle comprender que es un hombre más, de manera que lo que le estaba pasando no se le subiera demasiado a la cabeza. También sus hijas, ajenas a la importancia que todo el fenómeno electoral tenía, contribuyeron a ello. Para ellos fue muy importante el poder estar todas las semanas algunos días con las niñas, a pesar de los viajes, tratando de que éstas –que contaban siempre con la presencia de la madre de Michelle– pudieran seguir llevando una vida lo más corriente posible. En el libro “La audacia de la esperanza”, Obama menciona una anécdota muy esclarecedora de la normalidad que su familia ha querido siempre mantener. Siendo ya senador de Estados Unidos, llamó a Michelle desde Washington para transmitirle que estaba consiguiendo que se aprobara una ley para la restricción de la proliferación y el tráfico de armas. Él estaba emocionado por lo que podría suponer todo un éxito político. Mientras se lo relataba a Michelle, ésta le espetó: “Tenemos hormigas”. “¿Qué?” preguntó Obama. “Que hay hormigas en casa así que compra algo para matarlas”. Como él mismo explica en su libro, ese tipo de cosas son las que le hacen volver a la realidad y darse cuenta que no es sino una persona más. En una entrevista televisada ofrecida durante la época como presidente electo, la periodista les preguntó cómo iba a ser la vida de las niñas a partir de entonces. Michelle respondió que había hablado ya con el personal de la Casa Blanca para que las niñas, Sasha y Malia, siguieran haciendo sus propias camas, como era habitual en su residencia en Chicago, ante la sorpresa de la entrevistadora. 61

En esa misma emisión, ocurrió una anécdota curiosa porque en un momento dado, Obama se percató de que Michelle tenía los dientes manchados de carmín, así que, se lo advirtió en plena entrevista, que inmediatamente comenzó a limpiárselos con el dedo, ante la mirada alucinada de la periodista que no podía creer lo que estaba viendo. Evidentemente, mantener la normalidad cuando alguien se convierte en la familia más importante de un país no es fácil. Desde la misma noche del 4 de noviembre de 2008 las fuerzas de seguridad, que ya tenían acordonada su casa de Chicago, ampliaron el perímetro de éste, obligando a los vecinos a identificarse para entrar en el barrio. El actual inquilino de la Casa Blanca, que llevaba muchos años cortándose el pelo en la misma barbería, a partir de ese día tuvo que ir a casa de un amigo donde se acercaba el peluquero que le solía atender. Hasta una pizzería de su ciudad de residencia, que es la preferida de los Obama, anunció durante el periodo de transición su interés de establecer una sucursal en Washington para que sus clientes más “relevantes” pudieran seguir deleitándose con su cocina. Evidentemente, ser el futuro presidente de Estados Unidos tiene muchas ventajas pero también muchos inconvenientes, más si eres el primer afroamericano que llega a ese puesto, por lo que las medidas de seguridad se han tenido que incrementar tremendamente a su alrededor. Como los Obama comentaron en alguna ocasión durante la etapa de transición, ellos quieren ser los mismos pero es difícil cuando, aunque vayas a cenar al mismo restaurante favorito de siempre, tienes que hacerlo llenando el establecimiento de miembros del servicio de seguridad. 62

La soledad del poder, de la que el propio expresidente Clinton le ha hablado en alguna ocasión a Obama, también preocupa a éste. La sensación de estar siempre rodeado exclusivamente de un equipo de 15 ó 20 personas, estando acostumbrado a escuchar a los ciudadanos y que le cuenten sus historias les resultará difícil. Otra de las inquietudes personales de los días de transición fue cómo iban a conseguir poder seguir viendo a sus amigos de Chicago, de qué manera se iban a organizar para continuar reunirse, etc. Luchar por mantener esa normalidad es un gran reto para la familia Obama en su nueva andadura.

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Capítulo Cuatro Su manera de pensar “¡Pueblo de Berlín, y pueblos del mundo! La magnitud de nuestro desafío es enorme. El camino que tenemos por delante va a ser largo. Ahora bien, me presento ante vosotros para deciros que somos los herederos de la lucha por la libertad. Somos personas con una esperanza improbable. Con la mirada puesta en el futuro, con determinación en nuestros corazones, vamos a recordar esta historia, a dar una respuesta a nuestro destino, a reconstruir el mundo una vez más”. Un mundo que se levanta al unísono 24 de julio de 2008. Berlín. Alemania Reconoce que de pequeño quería ser arquitecto, posteriormente jugador de baloncesto profesional, más tarde juez; desafortunadamente, Barack Obama tendrá que conformarse con ser presidente de Estados Unidos de América. 25 de agosto de 2008. En Denver se está celebrando la Convención Nacional Demócrata. Michelle acaba de pronunciar su discurso y las niñas suben al escenario a saludarla. Barack Obama aparece en una gran pantalla y 65

el público rompe en aplausos. El senador saluda a la gente y les pregunta qué tal lo ha hecho su esposa. Ante los gritos de complacencia del auditorio, él exclama: “Ahora entendéis por qué le pedí salir tantas veces, aunque ella decía que no. Vais a tener un presidente persistente”. La espontaneidad y la manera de actuar de cada persona se pueden comprender mejor a través de una nueva ciencia que también es fundamental para mejorar en la oratoria. Se trata de un nuevo instrumento que facilita y potencia las capacidades de la persona que se pone delante de un público. Esa nueva herramienta de trabajo se denomina “Programación Neurolingüística (PNL)” y su objetivo es mostrar cómo el ser humano capta la información del exterior en su cerebro (neuro), cómo elabora esos datos (programación) y cómo los exterioriza a través del habla (lingüística). La PNL surgió en la década de los setenta, en California, de la mano de John Grinder (lingüista) y Richard Bandler (informático). Todo comenzó cuando decidieron fijarse en aquellos profesores que tenían más éxito dando clase y empezaron a copiar sus estrategias para hacerlo ellos también y establecer una serie de teorías que sirvieran para todo el mundo. Por lo que se ha analizado de la vida de Obama y de sus apariciones en público parece que el presidente de Estados Unidos emplea la PNL de forma espontánea, natural, lo que también le ha ayudado en su éxito al hablar en público.

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PRESUPOSICIONES DE LA PNL La PNL establece una serie de premisas que ayudan a comprender el mundo y vivir mejor en él. a) El mapa no es el territorio. Cada persona percibe su existencia y lo que en ella le acontece de una manera completamente diferente a cómo lo hacen los demás, dependiendo de su educación, sus experiencias vividas, es decir, su historia. Tener en cuenta esto lleva a ser mucho más comprensivo con el comportamiento tanto de los demás como del propio y conlleva una dosis muy alta de tolerancia y respeto por los otros. A la hora de hablar en público esta presuposición explica que al ser el mapa de cada persona distinto de la realidad, habrá que intentar acercarse a su mapa lo máximo posible para hacerse entender mejor. El ejemplo más claro de ello es que cualquier acontecimiento que sucede, cada persona que lo vive lo asimila de una manera diferente. Si cuatro individuos contemplan un mismo accidente de coche, cada uno puede relatar una versión muy distinta de lo que allí ha ocurrido, porque cada uno lo ve desde su “mapa”. Barack Obama tiene una experiencia de vida que le permite percibir que cada persona posee una realidad que difiere de la de los demás. El actual presidente de Estados Unidos ha conocido por su propia historia distintas culturas (USA, Indonesia, Kenia), además de haber visitado varios países del mundo, incluido España cuando pasó en su viaje hacia Kenia hace algunos años. También es consciente Obama de las dispares religiones existentes en el planeta. Pero quizás lo que más le enseñó sobre las diferencias de la vida fue la mezcla de razas de 67

su propia familia. Durante años tuvo que vivir entre “gente blanca” y entre “gente negra”, dos mundos distintos donde era habitual que unos criticaran a los otros y viceversa. En una ocasión de hecho, según comenta en “Los sueños de mi padre”, estando en la Universidad, sus compañeros le decían que cómo es que estaba leyendo el libro “El corazón de las tinieblas” si era una publicación racista. Obama respondió claramente: “quiero saber cómo piensa su autor”. Siguiendo su trayectoria se comprende la gran capacidad de este hombre para entender a los demás, para saber que “el mapa no es el territorio”. Esta percepción de la realidad le está sirviendo tanto para su vida personal como profesional, y por lo tanto, también para la oratoria donde él sabe que debe tratar de llegar a todas las personas, sea cual sea el mapa que contempla cada una de ellas. b) No puedo no comunicarme. Si dos personas coinciden al mismo tiempo en el mismo lugar no pueden no comunicarse; aunque no hablen, su cuerpo está enviando una serie de información que el receptor está captando y viceversa. Como se verá en un capítulo posterior el Lenguaje No Verbal (LNV) expresa aunque la persona no quiera y eso hay que tenerlo en consideración. Para la oratoria es fundamental integrar esto puesto que hay muchos momentos en los que el orador puede pensar que si no está hablando verbalmente no está comunicándose y no es así. Sus gestos, su postura, su forma de vestir, toda su imagen está enviando un mensaje que los receptores están percibiendo.

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Barack Obama suele ser cuidadoso con cada gesto, cada ademán o cada una de sus posturas. Su cuidada educación, obtenida tanto en su familia como en la formación en universidades americanas de prestigio hace que sea correcto en cada momento. En los debates políticos se le observó, en general, tranquilo, y esta característica hace que sea fácil que comunique serenidad. Es muy importante para un conferenciante ser capaz de mostrar templanza, seguridad e inteligencia emocional a través también de su lenguaje corporal, y él lo hace con facilidad. c) El resultado de su comunicación es la respuesta que obtiene. En muchas ocasiones el orador considera que si el público no le ha entendido es porque “la gente” que le escuchaba tiene algún problema, en vez de mirar hacia su interior y comprobar que la dificultad está en él. En oratoria esta premisa es muy útil puesto que, si se observa que el público no ha comprendido, no se puede repetir lo mismo una y otra vez de la misma manera, sino tratar de hacerlo de otra forma para conseguir el entendimiento. Barack Obama es consciente de que no es perfecto, y así lo ha comentado él mismo en alguno de sus discursos. Sabe que está en continuo proceso de aprendizaje y está dispuesto a ello. Durante la campaña electoral se dio el caso de algún mitin en el que se equivocó en varias ocasiones en su disertación. Como él mismo explicó, excusándose ante el público, sus errores procedían del propio cansancio y la falta de sueño. Retomó y siguió adelante. d) No hay fracaso, sólo retroalimentación. En la PNL la palabra “fracaso” no existe. Tiene demasiada carga negativa para el cerebro. Es mejor hablar de resul69

tado, y así se considera a la respuesta que llega desde el receptor. Dice la PNL que “la vida no es lo que nos pasa sino lo que nos creemos que nos pasa”. Las experiencias que transcurren pueden ser contempladas como positivas o negativas dependiendo del espíritu que se tenga. Uno puede hundirse cuando le ocurre algo negativo o considerarlo como un “feedback” de experiencia, aprender de ello y seguir adelante. Barack Obama demuestra a través de su vida que es una persona positiva, que cree en sí mismo y en su capacidad, a pesar de que no siempre todo le haya ido bien. Por ejemplo, él mismo reconoce que le hubiera gustado tener más relación con su padre, haber llegado a conocerle más, algo que no fue posible. Una frase conocida también en el ámbito de la PNL es la siguiente: “Si siempre haces lo mismo y obtienes el mismo resultado, ¿por qué no tratas de hacer algo diferente?”. Algo similar apuntó Obama en una ocasión, y lo incluyó en uno de sus discursos. El 20 de octubre de 2008 estaba en Tampa (Florida), a pocos días de terminar la campaña electoral. Allí contó una anécdota que le había sucedido hacía unos días en Georgetown, Ohio. Fue a comer algo a una cafetería y uno de los camareros le dijo: “Senador, ¿puede hacerse por favor una foto con nosotros porque el dueño es un republicano convencido y queremos vacilar con él?”. En ese momento, el propietario llegó y Obama le dijo: “He oído que es usted un republicano convencido”. El hombre dijo que sí. “Bien”, le preguntó el senador: “¿cómo va el negocio? El dueño contestó que no muy bien porque muchos de sus clien70

tes no se podían permitir comer fuera. Obama continuó hablando con él: “Bueno, ¿quién cree que ha estado llevando la economía durante los últimos ocho años?”. Y el hombre dijo que los republicanos. “Entonces”, añadió el demócrata, “si usted se golpea la cabeza contra un muro y se hace daño, ¿en algún momento no dejaría usted de darse golpes contra la pared? Quizás podría votar por los demócratas para cambiar”. e) Estamos dotados de todos los recursos. Dice la PNL que todas las personas tienen recursos para hacer cualquier cosa, el caso es llegar a descubrirlos. La famosa frase de “querer es poder” es aquí muy conveniente porque de eso se trata. Hay miles de ejemplos en el mundo de personas que han superado todo tipo de discapacidades e impedimentos para llegar a donde están. Por muy difíciles que puedan parecer los retos, se consiguen si uno lucha lo suficientemente por ello. Esta presuposición de la PNL se puede aplicar a cualquier aspecto de la vida, por supuesto, y también al arte de hablar en público. Todo el mundo tiene alguna cualidad que le serviría para pronunciar una conferencia. Así hay gente que es simpática por naturaleza, o tiene una bonita voz, o posee una postura muy adecuada en el escenario, o sabe contar las cosas, o emplea muy bien los silencios. Lo importante es descubrir cuál es esa característica especial que cada persona tiene para la oratoria y, tirando de ella, llegar a potenciar todo el conjunto. Barack Obama cuenta con numerosos recursos para enfrentarse a un auditorio. Uno de los más importantes es la práctica continuada de esta actividad, que además le

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resulta agradable, lo cual ha supuesto que haya mejorado considerablemente a lo largo de su carrera política. f) Si una persona puede hacerlo, yo puedo hacerlo. Es una premisa básica de la Programación Neurolingüística, y de hecho, gran parte de la PNL está basada en que se puede modelar, es decir, copiar la estrategia de una persona que triunfa en algún campo a fin de ser tan bueno como ella. Este fue el inicio de la PNL y es también lo que se pretende en parte con este libro, analizar qué cualidades tiene Barack Obama para la oratoria y tratar de hacerlo como él. El actual presidente de Estados Unidos reconoce que se ha fijado en mucha gente a lo largo de su historia. Desde luego Abraham Lincoln fue su primera referencia, también los Kennedy y Martin Luther King; pero incluso algún presidente republicano como fue el caso de Ronald Reagan. Según relata en “La audacia de la esperanza”, a pesar de no estar de acuerdo con sus ideas políticas, Obama reconoce la capacidad que tenía éste para comunicarse con la gente, llegar al corazón de las personas y, sobre todo, conseguir lo que no estaban logrando los demócratas en aquel momento, compartir una idea de unidad, dejando rencillas a un lado para trabajar en un proyecto común. Y como se ha dicho anteriormente, no sólo Barack Obama, también su equipo de “speechwriters” ha tenido en cuenta a otros grandes oradores de la Historia como inspiración. Además, “si una persona puede hacerlo yo puedo hacerlo” es toda una realidad en el caso de la vida de Barack Obama. Poco se podía imaginar el mundo entero que en 2009 un afroamericano llegaría a la Casa Blanca. La vic72

toria del 2 de enero de 2007 en las primarias de Iowa fue el detonante de lo que podía ser, y el inicio de lo que al final fue. SÍ PODEMOS (YES WE CAN) El que se convirtió en todo un slogan de la campaña a raíz del discurso del 8 de enero de 2008 en New Hampshire, no es sino lo que en PNL se denomina una “afirmación”, es decir, una frase que si se repite convenientemente se convierte en una creencia. Muchas personas emplean afirmaciones para mejorar ciertos aspectos de su vida. Son siempre frases en positivo y en presente: “yo puedo”, “yo valgo”, etc, que contrarrestan una serie de creencias limitadoras que el ser humano se crea: “no sirvo para las matemáticas”, “no puedo hablar en público”, etc. La PNL trabaja la creación de nuevas creencias en las personas para superar cualquier limitación. De hecho, la propia publicidad, que emplea muchos recursos de Programación Neurolingüística también lo hace: “porque yo lo valgo”, como dice cierta marca de cosmética con ingenio. La frase “Sí podemos” es por tanto una afirmación que otorga una gran fuerza a un colectivo por lo que su elección fue totalmente acertada. Además, personalmente Barack Obama, como es habitual en los líderes, seguro que emplea y a lo largo de toda su vida lo ha debido hacer, afirmaciones constantes de “yo valgo” ante cualquier reto que se le planteaba. Una de ellas, por supuesto, cuando decidió “yo puedo ser 73

presidente de Estados Unidos”, teniendo en cuenta que jamás en la historia de ese país había habido un precedente de ese tipo. Igualmente debió sucederle cuando quiso llegar a ser presidente de la revista “Harvard Law Review”, siendo el primer afroamericano que lo conseguía, cuando insistió para conseguir una cita con su esposa, etc. Cualquier otra persona en su lugar hubiera pensado “yo no puedo” y se hubiera quedado ahí. También es verdad que la familia de Obama está llena de ejemplos en los que dijeron “yo puedo”: cuando su padre se marchó desde Kenia a estudiar a Hawai, convirtiéndose en el primer estudiante negro del lugar; cuando su madre decidió casarse con un afroamericano en 1960, o cuando años más tarde se marchó a vivir a Indonesia con su nuevo marido. Es una familia acostumbrada a darse a sí mismos mensajes positivos que son las afirmaciones típicas de la PNL. Hoy en día se emplean también en el “coaching”, tanto en el deportivo, los entrenadores cuando animan a su equipo, como en el coaching personal y profesional que se realiza para ayudar a la persona a conseguir algún objetivo de su vida; y en la educación y formación, tanto en inteligencia emocional como en las propias clases de oratoria con PNL, como en cualquier otro tipo de educación formal y no formal. VISUAL, AUDITIVO Y KINESTÉSICO Una de las cuestiones más interesantes que Grinder y Bandler descubrieron fue que las personas perciben la realidad a través de los sentidos (vista, oído, tacto, olfato y gusto) y se expresan también de la misma forma a tra74

vés del lenguaje. Aunque todo el mundo emplea todos ellos, no se hace de la misma forma, de manera que existen lo que se llaman los sistemas representacionales (SR) y se usan uno u otro de forma preferencial. Así, las personas que más piensan y se expresan en imágenes se les denomina “visuales”; las que más lo hacen en sonidos son las “auditivas”, y las que más perciben la realidad en cuanto a sensaciones táctiles, olfativas y gustativas son las “kinestésicas”. En verdad, como ya se ha dicho, todas las personas emplean los tres sistemas representacionales, y de hecho, en algunos momentos de nuestra vida diaria usamos uno más que otros aunque en general, se suele disponer de un sistema preferente que es el más utilizado, un segundo que se usa un poco menos y un tercero que es el que se emplea más raramente. Conocer el SR preferente de uno mismo es muy útil para empezar a comprender cómo y por qué se actúa de una u otra manera. Igualmente es adecuado reconocer el de los demás (pareja, amigos, familiares, jefe, compañeros de trabajo, etc) para mejorar las relaciones con todo ellos. Porque si bien cada persona percibe la realidad de una manera, también se expresa de esa forma, por lo que se comunicará mejor con los demás si se dirige a ellos en el “mismo idioma”. Aunque no se debe ir categorizando a la gente en visuales (V), auditivos (A) y kinestésicos (K) porque en realidad todas las personas emplean los tres, se van a dar aquí las claves del comportamiento de las personas que tienen preferencia por cada uno de los SR para descubrir cómo funcionan y distinguirlas mejor.

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Los visuales son personas que piensan en imágenes, recuerdan fácilmente escenas de su vida, las caras, la decoración de los sitios... A la hora de pensar lo hacen muy rápido de manera que las imágenes se van simultaneando en su mente por lo que pasan de una cuestión a otra rápidamente. Los visuales respiran además de forma clavicular, es decir, muy rápido, dejando que entre poco aire en los pulmones y, por tanto, hablan más deprisa que los demás. Su postura corporal es recta, con los hombros hacia atrás y gesticulan continuamente con las manos. Su volumen de voz es alto. Al hablar utilizan expresiones que se refieren a cuestiones visuales: mirar, impresión, imágenes, panorámica, ver, observar, etc. ♦ Los auditivos piensan en sonidos, recuerdan canciones, palabras, ruidos... Piensan de una forma más organizada, siguiendo una estructura lineal y también se expresan de manera coherente, pasando de un tema a otro sólo cuando han terminado con el primero. Respiran torácicamente, entra más aire en su cuerpo y hablan más despacio. Su postura corporal es más flexible aunque sin llevar los hombros hacia delante. Apenas gesticulan y su volumen de voz no es ni alto ni bajo. Emplean palabras relativas a sonidos: sonar, armonía, decir, preguntar, palabra, sintonizar, etc. ♦ Los kinestésicos piensan en sensaciones, recuerdan si se encontraban a gusto o no, si hacía frío o calor, olores, el tacto, a lo que sabían las cosas... Piensan más por impulsos, por lo que se mezclan mucho las sensaciones y saltan de un lado a otro sin orden. Respiran abdominalmente por lo que llenan de ♦

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aire sus pulmones completamente y pueden hablar más despacio que los demás. Su postura corporal es con los hombros hacia delante, gesticulan menos que los visuales pero se llevan las manos al pecho para señalarse a sí mismos con frecuencia. Su volumen de voz es bajo. Usan términos relativos a sensaciones: sentir, frío, calor, llevar muy dentro, estar tocados, etc. Además, los pioneros de la PNL descubrieron que al hablar, las personas mueven los ojos de manera involuntaria según estén obteniendo imágenes en su mente, sonidos o sensaciones. De esta forma, cuando lo que se está buscando –tanto recordando como creando– es una imagen, los ojos se mueven hacia arriba; cuando la persona está pensando en sonidos mira hacia los lados, y al recordar sensaciones lo que hace es llevar los ojos abajo a la derecha. Por tanto, según una persona mueva los ojos al hablar se puede saber si está pensando en imágenes, sonidos o sensaciones. Si los ojos se van hacia abajo a la izquierda es que la persona está manteniendo un diálogo interno consigo mismo. En realidad, a lo largo de una conversación, las personas suelen mover los ojos en todas las direcciones, según cómo estén pensando en cada momento; lo que pasa es que, según el SR que se tenga, será más frecuente hacer un movimiento ocular u otro. Por lo tanto, una vez que se es consciente de los SR se puede mejorar la comunicación con los demás adaptándose al “idioma” que la persona habla. Es decir, si alguien es más kinestésico y la persona que tiene enfrente es más visual, podrá hacerse más visual para comunicarse

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mejor con ella. ¿Cómo? Tratando de hablar más rápido y más alto y utilizando un lenguaje más visual. Para la oratoria es muy interesante conocer el sistema representacional preferente de uno y su segundo, a la hora de potenciar el tercero. ¿Por qué? Porque así como en la comunicación cara a cara con una sola persona se puede adaptar uno al lenguaje del otro, en el caso de hablar en público hay que tener en consideración que en el auditorio habrá personas de los tres tipos: visuales, auditivos y kinestésicos, por lo que habrá que hablar para las tres. Este tema que en España parece muy nuevo en otros países está siendo estudiado ya por los profesores porque se está comprobando que una causa del fracaso escolar es debido a que los maestros no emplean los tres sistemas representacionales, llegando por tanto sólo a uno o dos de los SR. Los chicos que tienen como preferente el SR que el profesor no utiliza tienen más posibilidades de ir mal en los estudios porque no comprenden bien al educador. En oratoria por tanto, el ponente debe emplear los tres sistemas a la hora de hablar. El mejor orador, por tanto, en cuanto al VAK –visual, auditivo, kinestésico– es el que emplea los tres de forma simultánea para llegar a comunicarse bien con todas las personas que le escuchan. Para analizar cuál es el SR preferente de Barack Obama se han analizado sus videos y sus libros. Evidentemente, es en las entrevistas televisivas donde se puede conocer mejor si es visual, auditivo o kinestésico porque es en esos momentos cuando el actual presidente se muestra más natural. Analizando el discurso que escribió el mismo –el de la Convención Nacional Demócrata de 2004–, sus dos li78

bros, su postura, sus gestos, su manera de hablar, de sentarse, de mover las manos, su movimiento de ojos, su volumen de voz, etc, parece que el inquilino de la Casa Blanca es predominantemente kinestésico. Así el actual presidente utiliza muchas palabras que expresan sus sensaciones, sus sentimientos. Es muy habitual, por ejemplo, que lo haga nada más comenzar un discurso. Por otra parte, tiene la costumbre de utilizar mucho el tacto con los demás, es muy de abrazar o de poner la mano en el hombro de alguien, o tocar el antebrazo de la otra persona al dar la mano. Cuando visitó la Casa Blanca por primera vez, Obama explica que, durante el rato que estuvo con George Bush él le pasó el brazo por el hombro al entonces presidente en como Obama dice “un gesto habitual en mí”, siendo sólo consciente cuando se marchó de allí. Así lo hizo también el día que Michelle y él fueron a visitar a Bush a la Casa Blanca una vez que ganó las elecciones. También es normal que se señale el pecho cuando habla de sí mismo o de algo que le atañe muy de cerca y lo hace habitualmente en cualquier discurso. Su volumen de voz es más bien bajo y respira abdominalmente, lo cual le permite hablar y respirar al mismo tiempo con facilidad. En las entrevistas televisivas, mientras los ojos de Michelle, su esposa, se mueven hacia la parte de arriba, los de Obama suelen buscar la información abajo, lo propio de un kinestésico. La propia formulación de sus discursos, que no hay que olvidar que siguen el estilo de Obama –a pesar de que los escriban otros– y que es él quien los revisa y da el visto bueno, está preparada para que llegue a todo tipo 79

de público, incluyendo tanto imágenes visuales como recordando palabras de otras personas (citas) así como el relato de anécdotas, historias, metáforas… es decir, emplea los tres recursos para llegar a toda su audiencia, ya sean visuales, auditivos o kinestésicos preferentemente. NIVELES NEUROLÓGICOS Gregory Bateson –antropólogo y lingüista– y Robert Dilts –experto en PNL– definieron lo que son los niveles neurológicos en los que nos movemos las personas, que son: entorno, conductas o comportamientos, capacidades, valores, creencias, identidad y lo transpersonal. Todo ello configura a los seres humanos a lo largo de su vida y la PNL enseña que se pueden realizar cambios o modificaciones en cada uno de esos escalones. Nivel entorno Es el nivel en el que la persona se desenvuelve. Barack Obama se ha desarrollado en un entorno muy variado, ha vivido en Hawai, en Los Ángeles, en Nueva York, en Chicago, en Indonesia, ha conocido el entorno de su familia paterna en Kenia. Y allí donde ha vivido ha tratado siempre de integrarse bien, colaborando o cooperando para que su entorno se viera beneficiado por su presencia. Recorrió con su madre y su hermana Maya todo Estados Unidos y después como senador volvió a hacer multitud de viajes para conocer toda la realidad del país. En uno de sus viajes pasó por Europa, donde recorrió 80

diferentes países, entre ellos España, donde visitó Madrid y Barcelona. Nivel conducta Son las acciones que se llevan a cabo. Cuando una conducta se repite habitualmente se convierte en un hábito. Obama ha tenido en su vida una conducta intachable de ayuda a los demás, respeto y preocupación por su familia, cuidado de sus amigos, etc. Como una gran parte de los jóvenes americanos, tuvo una conducta rebelde y pasota en sus años de adolescencia y primera juventud, hasta que se centró en la importancia de ayudar a mejorar el mundo. Entonces se comprometió con la defensa de los derechos civiles, el medio ambiente, la pobreza, etc. Nivel capacidades Es el nivel relativo a los aprendizajes. Barack Obama estudió sus carreras, se preparó bien, fue incluso “magna cum laude” y sacó mucho provecho de sus estudios, y todo lo que ha hecho en su vida le ha ido formando. Reconoce que no sabe de todo pero que no tiene problema en buscar a quien le pueda ayudar a aprender. Por ello, el equipo que Obama buscó para gobernar el país fue constituido por personas con conocimientos y amplia experiencia, más que amigos o conocidos del partido. Él cree firmemente en la importancia de buscar a los más capacitados en cada cuestión y así ha formado su equipo.

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Nivel valores y creencias Los valores son aquellos principios que la persona tiene y que es capaz de defender a ultranza porque le importan. Barack Obama dedica el segundo capítulo de su libro “La audacia de la esperanza” a hablar de los valores que le mueven. Valores que está dispuesto a defender. Su madre le inculcó muchos valores, entre ellos la tolerancia, la igualdad y la defensa de los menos favorecidos. Las creencias son todas aquellas ideas que hacen creer a las personas que lo que hacen está bien o mal. En su segundo libro Obama habla mucho de cuáles son sus creencias: en la evolución, en la investigación científica y en el calentamiento global respecto a la ciencia; en la libertad de expresión, el no imponer creencias religiosas a nadie; en el libre mercado, en la competencia y en la capacidad emprendedora. Añade una frase curiosa fruto de una de sus creencias: “Me gustaría que este país tuviera menos abogados y más ingenieros”. Es además una persona de creencias potenciadoras –como se ha comentado antes, el “yo puedo”– y eso le ha ayudado en su carrera política así como en su vida personal. Nivel identidad El libro “Los sueños de mi padre” relata la búsqueda de Obama de su propia identidad personal. Este nivel se refiere a “quién es” la persona. En este sentido, el actual inquilino de la Casa Blanca tuvo sus dudas durante su infancia, su adolescencia e incluso su juventud. Para él fue muy importante que, como cuenta en el libro, cuando llegó a Kenia por primera vez, en el aeropuerto, la señorita que le atendió conocía su apellido. Llevaba toda la 82

vida explicando cuál era su nombre y por qué se llamaba así y, de repente, llegaba a un lugar dónde que se denominara Obama era común y corriente. Él mismo reconoce que conoció quién era realmente cuando visitó el país africano y descubrió su procedencia. Nivel transpersonal Lo transpersonal o espiritual se refiere a lo que uno quiere dejar cuando se vaya de este mundo. Hay personas que creen en la reencarnación, o en la vida eterna, otras les interesa lo que dejarán en herencia a sus hijos, a su familia. Obama es una persona religiosa, creyente, y para él la espiritualidad, Dios, tiene una gran importancia. Además, en sus discursos hace continua referencia a “qué mundo vamos a dejarle a nuestros hijos”, le preocupa lo que está sucediendo con el cambio climático, por ejemplo, y qué tipo de sociedad y de planeta se encontrarán sus hijas cuando sean mayores. Los niveles neurológicos son importantes en la vida de las personas porque, de haber un desequilibrio, es preciso conocerlo y tratar de solucionarlo. En el caso de la oratoria, es preciso saber, si existe algún problema, en qué nivel está esa traba para solucionarlo, si es cuestión de capacidad, o de creencia limitante, es un problema del entorno o de conducta. Lo cierto es que hoy en día, saber cómo se construyen los pensamientos y cómo se puede influir para crear unos pensamientos más positivos ya no es visto como una experiencia esotérica sino como una ciencia que se aplica en numerosas disciplinas personales y profesionales. Barack Obama es un buen ejemplo de ello. 83

Capítulo Cinco Su voz “¿Quiere una guerra, presidente Bush? Entonces luchemos para desvincularnos del petróleo de Oriente Medio, a través de una política energética que no sirva simplemente a los intereses de Exxon y Mobil. Esas guerras son las que necesitamos luchar. Esas batallas son las que apoyaremos. Las batallas contra la ignorancia y la intolerancia. La corrupción y la avaricia. La pobreza y la desesperación”. Contra la Guerra de Irak 2 de octubre de 2002. Washington, D.C. Barack Obama y su equipo no podían imaginar que el discurso del 8 de enero de 2008 en Nashua (New Hampshire) se iba a convertir en canción. El “Yes we can” (Sí podemos) que el cantante will.i.am, del grupo de hip hop “Black Eyed Peas” transformó en un viral* incluía la voz, la letra y la imagen del candidato demócrata. No es tan extraño, después de todo se ha dicho de sus intervenciones que son textos para escuchar y no para leer, dada su gran musicalidad. * Nota de la autora: Un viral es un video realizado específicamente para su difusión por Internet. 85

Cuando el bebé llora por primera vez al salir del cuerpo de su madre emplea un instrumento cuyo uso se ha ido perdiendo hasta tal punto que, en general, se emplea muy mal. Por eso mismo, cuando se escucha a alguien que lo aprovecha bien, llama la atención de los demás. Esa es una de las cuestiones que más gusta de Barack Obama, el uso que hace de su voz. Por ello, a pesar de que sea interesante leer los discursos del actual inquilino de la Casa Blanca, lo que es realmente para deleitarse es contemplarlos en video, a través de Internet. La voz del actual presidente resulta ser una auténtica joya. Según Albert Mehrabian, un psicólogo que estudió la comunicación humana, cuando se efectúa una transmisión de información emocional, el 7% de lo que llega es el mensaje, el 38% es la voz y el 55% el lenguaje no verbal. De hecho, se puede hacer la prueba y contemplar un discurso de Obama aunque no entienda el idioma; la fuerza de su voz y su gesticulación transmite mucha información aunque no se comprenda el mensaje. Por ello es fundamental que los oradores aprendan a utilizar la voz, lo que se denomina el “lenguaje paraverbal”; y también el error más frecuente es que no sepan hacerlo. ¿Se imagina a J.F.K o a Luther King leyendo un discurso sin ninguna fuerza en la voz, sin realizar inflexiones, sin preguntas retóricas? Imposible, ¿verdad? Pues Obama lo hace tan bien como ellos. Para emplear mejor la voz hay que tener en cuenta una serie de cuestiones como son: la respiración, el volumen, la entonación, la vocalización, los silencios y las pausas.

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LA RESPIRACIÓN Ya se explicó en el capítulo relativo a la PNL que hay tres tipos de respiración, empleados habitualmente según la persona sea más visual, auditiva o kinestésica. ♦ Clavicular o alta: empleada sobre todo por los visuales es la respiración más superficial. Es muy poco eficiente puesto que el esfuerzo es muy grande y la entrada de aire es muy pequeña. ♦ Torácica

o media: utilizada por los auditivos, es la respiración media. Entra más aire que en la clavicular puesto que se llena la caja torácica, sin embargo, no es suficiente para poder hablar con libertad. ♦ Abdominal

o baja: usada por los kinestésicos, es la respiración más profunda. El aire entra y llena completamente el diafragma –por eso se llama también diafragmática– siendo la que conlleva una mayor efectividad a la hora de hablar. Permite realizar frases más largas sin pausas, y no daña las cuerdas vocales. La mejor respiración para hablar en público es la abdominal porque permite comunicar oralmente durante más tiempo sin tener que parar a inspirar. Obama, ya sea cuando va leyendo como cuando habla directamente, realiza una respiración abdominal que le permite ir explicando lo que quiere sin quedarse sin aire.

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EL VOLUMEN Es cierto que el actual presidente de Estados Unidos tiene una voz privilegiada, muy bonita. La voz no se puede cambiar, cada uno nace con la que nace, aunque sí se puede trabajar para utilizarla mejor. Habitualmente se cambia de volumen según lo que se esté hablando y las circunstancias en las que la comunicación se produzca. No obstante, en general, las personas tienen un volumen más o menos alto dependiendo de si en ese momento se están comportando más como visuales, auditivas o kinestésicas como se explicó anteriormente. ¿Cuál es el volumen más conveniente para hablar en público? En realidad, ninguno y todos. Es decir, lo importante es jugar con la voz. En un momento dado, el orador puede querer tener un momento más íntimo con el público, pretendiendo, sobre todo, emocionar; para ello empleará un tono más kinestésico, hablando más despacio y más bajo. Pero si quiere transmitir una serie de ideas rápidas elevará el volumen y será más visual. Esto que se hace normalmente cuando se conversa con otra persona en una conversación “bis a bis”, a veces no se hace al hablar en público, con lo cual, si se emplea el mismo volumen todo el tiempo se dificulta la comprensión y la ponencia se convierte en algo absolutamente tedioso. Obama juega continuamente con el volumen de su voz, subiéndolo y bajándolo a voluntad. A veces, incluso se acerca más al micrófono para que resuene más fuerte lo que va a decir. En el discurso que dio en Iowa, el 3 de 88

enero de 2008, por ejemplo, cuando ganó las primeras primarias, el senador demócrata elevaba el volumen de su voz en cada frase del siguiente párrafo: “Somos una nación. Somos uno. Y nuestro momento para el cambio ha llegado”. LA VOCALIZACIÓN Pronunciar correctamente el lenguaje que se ha aprendido desde la infancia no tendría por qué resultar difícil y, sin embargo, hay personas que apenas vocalizan y, por ende, no se les entiende. Sea cual sea el origen cultural es preciso realizar un esfuerzo por hablar correctamente pronunciando todas las sílabas de cada frase. Si el orador habla rápido y se “come las palabras” o no vocaliza claramente, no se le comprende y, por tanto, no sirve de nada todo lo demás. Hay un ejemplo muy claro de esto sucedido a la actual primera dama. En el programa “The View” de la cadena norteamericana ABC, Michelle Obama charlaba con otras cuatro mujeres el 18 de junio de 2008 sobre la campaña electoral. En un momento dado le dijeron que definiera a su marido, y ella empezó a relatar una serie de cualidades de Barack Obama. Así comentó que era “empathetic” (empático), pero lo dijo tan rápido que sus contertulias entendieron “pathetic” (patético), con lo cual, de repente las cuatro se quedaron perplejas y le preguntaron si había querido decir lo que les había parecido. Michelle aclaró que había dicho “empathetic” y todas se rieron aliviadas. Una sola

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palabra había llevado a la confusión por una mala pronunciación. LA ENTONACIÓN Una correcta entonación hace que una charla sea magistral o que no se entienda la intención de la frase. Las palabras pueden estar dotadas de emoción si son bien entonadas por la persona que las pronuncia. El problema es que en muchas ocasiones no se hace bien y se llega, incluso, a no comprender lo que se está diciendo. Por ejemplo, la famosa frase de campaña “Yes we can” (Sí podemos), puede poseer diferente intención si se cambia su entonación. No es lo mismo decirla con miedo, que con incredulidad, tristeza, alegría, enfado, etc… Cuando Barack Obama empleó ese término en sus discursos, lo hacía con una entonación clara de seguridad, de afirmación, puesto que detrás de esas palabras estaba la propia creencia de que efectivamente era factible conseguir el cambio que la gente quería. La introducción de preguntas retóricas, afirmaciones o exclamaciones facilita los cambios de entonación de la alocución pública y que ésta llegue con más facilidad al oyente. El actual inquilino de la Casa Blanca así lo hace, dando a sus intervenciones un estilo muy dinámico que mantiene a la audiencia pendiente de él.

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SILENCIOS Y PAUSAS Utilizar correctamente los silencios y las pausas en la oratoria es muy importante. El empleo magistral de ambas posibilita que el orador mantenga en vilo a su auditorio y juegue con él como quiera. Silencios y pausas bien usados sirven para dar un mayor énfasis a lo que se quiere expresar, y sólo se necesita un poco de práctica para hacerlo bien. Algunas personas consideran que, si hacen una pausa, el auditorio puede pensar que tiene miedo, está pensando o que ha terminado ya, pero no tiene por qué ser así. Si se hace correctamente el público nota lo que se está haciendo y lo valora. En los discursos leídos, donde se escriben específicamente “líneas para el aplauso”, el orador sabe que en esas frases tiene que hacer un especial hincapié para conseguir el efecto para el que fueron creadas, que se produzca la ovación. En ese momento, él se para, deja que el auditorio lo celebre, y no vuelve a empezar hasta que hay silencio en la sala. En el llamado “discurso de la Raza” pronunciado por Barack Obama el 18 de marzo de 2008 en Filadelfia, los aplausos no comenzaron hasta que el candidato llevaba quince minutos hablando. Eso fue debido a la seriedad del tema que se trataba –los sermones del reverendo Wright*–. A partir de entonces, cada cierto número de párrafos se producía una línea de aplausos. Hay que * Nota de la autora: La problemática con el reverendo Wright y la historia del "discurso de la Raza" se explicará más adelante. 91

tener en cuenta que, en ocasiones, el orador es interrumpido por la gente en mitad de una frase; en ese caso, si el que habla se para, debe volver a retomar la oración desde el principio cuando cesa la ovación. Esto también le sucedió en el ejemplo del texto de Filadelfia. Lo que está claro, y Obama lo sabe hacer muy bien, es que cuando se llega a un escenario hay que adueñarse de él, y para ello es preciso plantarse en el lugar convenido, y hacer un silencio antes de comenzar, mirando a la gente. Entrar de manera apresurada o empezar la disertación antes de tiempo no es correcto ni apropiado. El actual inquilino de la Casa Blanca sabe emplear esta herramienta perfectamente. ¿Cuál debe ser la duración de una pausa o de un silencio? Evidentemente, es el sentido común el que puede contabilizarlo. Ni deben ser tan breves como para que el público no se entere ni debe ser tan largo como para que la gente crea que se ha terminado ya y comience con el aplauso de despedida. LA VELOCIDAD Es fácilmente comprobable que si una persona habla siempre a la misma velocidad cansa a su auditorio. Si lo hace muy rápido la gente se pierde y comienza a pensar en otras cosas; si lo hace muy despacio, el público se aburre y se distrae. ¿Cómo encontrar la velocidad adecuada? Sencillamente, modificándola. Obama lo hace muy bien, incluyendo en su discurso momentos más rápidos y otros más lentos, según la rele92

vancia que le quiera dar a una parte o a otra o la emoción que desee poner. Es otra herramienta para mantener la atención del auditorio. Jugar con la velocidad es muy útil para conseguir el éxito. LECTURA DE UN DISCURSO EL TELEPRONTER En España no es habitual aún que los políticos empleen el telepronter para leer sus discursos sino que suelen hacerlo directamente con las hojas en el atril. Así lo hace también la Casa Real, excepto en el mensaje del Rey Don Juan Carlos en Navidad, donde se observa claramente cómo va cambiando de cámara y leyendo su texto. Sí utilizan telepronter los presentadores de las noticias y cada vez se emplean en más programas de televisión. Sin embargo en Estados Unidos es ya tan común el uso del telepronter que es fundamental para cualquier político aprender a utilizarlo. El telepronter no es sino un aparato en el cual la persona ve el texto que tiene que leer, éste va pasando despacio, de manera que el lector puede recorrer todo el contenido y dar la sensación de que no lee. Si el texto se lee desde el atril, sin telepronter, es conveniente haberlo practicado varias veces, cuantas más mejor, a fin de mirar las hojas lo menos posible. Es mejor además emplear frases cortas para poder respirar convenientemente. Un truco que se utiliza, sobre todo al comenzar a leer discursos, es dibujar una línea vertical en todas las páginas que hay que leer, un poco más allá de la 93

mitad del texto. De esta forma, hay que mentalizarse de que, en cada línea, cuando se llegue a esa marca, es preciso levantar la mirada y continuar exponiendo el resto de la línea mirando a la gente. No es tan difícil como pueda parecer y el resultado es estupendo. Pero sin duda el mejor sistema para leer un discurso en un mitin es el telepronter. En Estados Unidos es tan habitual entre los políticos que su uso pasa absolutamente desapercibido. En España, sin embargo, mucha gente cree que Obama se sabe los discursos de memoria. Si bien es cierto que, a base de repetir alocuciones ya hay párrafos enteros que se aprende, es el telepronter el que le permite hablar durante 45 minutos –tiempo máximo habitual de un discurso– sin equivocarse ni una sola vez. Los telepronter actuales ya son muy sofisticados y pasan absolutamente desapercibidos. Son unos estilizados aparatos formados por un pie metálico que suele ser negro, y que en la parte superior dispone de una hoja metálica que puede ser transparente. En esa plataforma le van pasando el texto del discurso a un tamaño “leíble” en la distancia. Situados dos aparatos a ambos lados del atril, el orador puede ir mirando de uno a otro lado, leyendo como si no lo hiciera. Así se lo han colocado a los demócratas en la campaña electoral, de manera que, mientras van pasando la mirada de uno a otro, da la sensación de que están realizando un barrido por el gentío y parece que están observando a todos. Se camuflan de tal manera en el escenario que cuesta ver los telepronter cuando el orador está hablando. Las imágenes que suelen emitir en televisión son, bien de un primer plano donde sólo se ve el atril y el orador; o una 94

visión de toda la gente y el orador en el centro a lo lejos. Sólo cuando la cámara muestra un plano medio, en el que se observa todo el atril desde una cierta distancia, se puede contemplar los pilares del telepronter. En algunos escenarios, como el que emplearon en la Convención Nacional Demócrata de agosto de 2008, los telepronter bajaban con el atril, una vez terminada la intervención, hacia abajo del escenario, de manera que en los saludos del final, el orador no tenía en medio nada que le estorbara para moverse por el estrado cómodamente. Hay un video en Internet que muestra precisamente cómo le están explicando a Michelle Obama dónde se tiene que situar para realizar su alocución, la zona de los telepronter, etc que resulta bastante instructivo. Barack Obama ha llegado a ser tan bueno con el telepronter que se le llegó a llamar “el candidato telepronter” en algunas páginas satíricas de Internet, insinuando que no sabía hablar sin él. Algo absolutamente absurdo, por supuesto ya que algunas de sus alocuciones públicas las ha realizado sin él, armado únicamente con su micrófono de mano y moviéndose entre el público. En cualquier caso no es fácil leer de un telepronter tan bien como para que el público no se entere de que lo usas, así que tiene su mérito. No sólo el patriarca de la familia, Michelle Obama, que no contaba con ninguna experiencia política hasta que su marido se presentó a la presidencia de Estados Unidos, aprendió a emplearlo enseguida y lo usó correctamente.

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LAS CLAVES DE LA VOZ En resumen, se puede decir que, a la hora de dar un discurso, si lo que se quiere es realizar un buen uso de la voz, hay que tener en cuenta las siguientes claves: 1) Hacer inflexiones en la voz: modificar la entonación de manera que el discurso no sea algo monótono sino que tenga la frescura de una conversación. 2) Hacer hincapié en las palabras clave: destacar las palabras más importantes poniéndole especial énfasis, ya sea diciéndolas más alto, más despacio, etc. 3) Subir y bajar el volumen: para entretener, dar énfasis a los diferentes párrafos, etc. 4) La pausa: un buen uso de los silencios y las pausas mantiene al público en vilo. 5) Variar la velocidad del discurso: da frescura al texto y ayuda al público a estar pendiente tanto cuando se dice algo rápido como cuando no. La mejor recomendación para comprender lo que se ha comentado en este capítulo es contemplar los videos de los discursos de Barack Obama disponibles en Internet.

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Capítulo Seis Sus gestos “América, éste es nuestro momento. Este es nuestro tiempo. Nuestro tiempo de pasar página a las políticas del pasado. Nuestro tiempo de traer nueva energía y nuevas ideas para los desafíos a los que nos enfrentamos. Nuestro tiempo de ofrecer una nueva dirección al país que amamos”. Discurso de la victoria en las Primarias 3 de junio de 2008. St. Paul. Minnesota Uno de los discursos en el que Obama se ha mostrado más expresivo tuvo lugar el 3 de enero de 2008 cuando ganó en Iowa en lo que fue su primera victoria en la carrera presidencial. Estaba exultante y su lenguaje no verbal lo expresaba tanto como su voz. En un momento dado mencionó a Michelle, su esposa, agradeciéndole su continuo apoyo y se volvió hacia donde ella estaba señalándola descaradamente: “tú, tú” le decía. Según la teoría una persona se hace una imagen de otra en siete segundos, por ello, los primeros momentos subidos a un escenario son claves para producir una buena impresión. Y para ello es fundamental tener en 97

cuenta el Lenguaje No Verbal (LNV), es decir, los gestos. Otro de los ingredientes que hacen que alguien se convierta en un buen orador es el uso que efectúa de su LNV. Ya se ha comentado en el capítulo anterior que en una comunicación de carga emocional los gestos suponen el 55% de la información que se transmite. Se trata de un “idioma” diferente que se utiliza sin apenas conocerse y que, además, si no se sabe controlar, quien lo hace es el subconsciente. En el caso de la oratoria es fundamental conocer el LNV por dos aspectos fundamentales de éste: por un lado, para no mostrar incongruencias entre lo que dice la voz y lo que explica el cuerpo, ante el público que escucha. El mensaje sería absolutamente desconcertante para el receptor si el lenguaje paraverbal y los gestos no fueran en consonancia. Por otro, saber descifrar el LNV del propio auditorio puede ofrecer información muy interesante al orador sobre el estado en el que se encuentra éste y actuar en consecuencia. Así es posible averiguar si el público se está aburriendo, si están demasiado serios, e incluir una broma, una anécdota o un descanso… Es importante además hace la apreciación de que el LNV no es universal. Aquí se van a considerar las claves que más afectan al mundo de la oratoria y que son bastante internacionales, pero hay que tener en cuenta que el LNV tiene sus diferencias entre unas y otras culturas.

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LA POSTURA Uno de los elementos que el orador debe considerar a la hora de hablar en público es su postura corporal. Tanto si la charla es sentado en una mesa como parado en un atril o recorriendo el escenario con el micrófono de mano, una postura correcta es absolutamente necesaria. En el caso de estar sentado, porque la alocución se realiza en un lugar donde así lo han dispuesto, es fundamental que la espalda esté recta y las manos estén siempre por encima de la mesa. Quedan descartadas las posturas de estar echado hacia atrás en la silla, con los brazos cruzados, etc. De pie, la postura tiene que ser “abierta”, es decir, apoyando el peso por igual en ambas piernas, con los pies separados una distancia similar a la que hay entre los dos hombros, brazos a lo largo del cuerpo, sin objetos en las manos. Si la presentación es en atril hay que recordar que no puede uno apoyarse en él, se colocan los antebrazos o las manos sobre él pero sin dejar caer el peso del cuerpo. Si no se ha podido comprobar con antelación, algo que debería poder hacerse, al llegar al atril es preciso observar si el micrófono está colocado a una altura conveniente, si hay sitio para dejar las hojas, y si se puede situar una botella de agua. Algunos atriles están muy bien diseñados y permiten colocar el líquido elemento cerca del orador, pero en otras ocasiones habrá que poner una mesita auxiliar para ello.

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Si el acto es de pie con micrófono de mano el orador debe desplazarse por la sala para interactuar con la gente. Es preciso tener en cuenta que dicho movimiento no puede ser demasiado rápido –que pueda marear a la gente– ni demasiado lento –que de la impresión de que no se mueve–. Tampoco se puede deslizar de forma repetitiva por la sala haciendo siempre el mismo recorrido. En cuando al micrófono, es mejor pasárselo de una mano a otra, y utilizar la mano que queda libre en cada momento para gesticular. Y tanto sentado como de pie la cabeza debe permanecer erguida. Una buena presencia en el escenario hace mucho a un orador, y Obama lo sabe. En cualquiera de sus discursos el actual inquilino de la Casa Blanca suele mostrar una postura correcta, tanto cuando está en el atril, donde no se apoya ni se agarra a él, como cuando se encuentra con micrófono en mano y se desplaza por el escenario con soltura, ni demasiado lento ni demasiado rápido. Un ejemplo de este movimiento por la tarima se desarrolló durante el segundo debate presidencial del que se hablará en este mismo capítulo, que fue del estilo “town hall”, es decir, que el público pregunta a los candidatos, tipo el programa “tengo una pregunta para usted” de televisión española. Los candidatos, sentados sobre banquetas altas, lo cual les daba una postura menos formal y más cercana a la gente, contestaban preguntas del moderador pero también del público asistente. El resultado era en cierto modo incómodo puesto que había personas por todas partes, con lo cual siempre estaban dando la espalda a alguien, pero Obama supo moverse con soltura y naturalidad.

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LOS GESTOS Los gestos del ser humano son tan importantes que en muchas ocasiones son los responsables de la intención que se le da a una frase, por ello es preciso ser consciente de ellos. Hay dos tipos de gestos: 1. Los macrogestos son los gestos grandes, los que se hacen con la cabeza, el cuerpo, los brazos y las piernas. La cabeza, en oratoria, como ya se ha indicado, debe estar recta, como si un hilo invisible colgado desde el centro de ella tirara hacia arriba de todo el cuerpo. Respecto a las extremidades –tanto brazos como piernas– cruzarlas significa estar cerrado, por lo que es una postura que se debe evitar siempre que se vaya a hablar en público. Ponerlos en jarra, meter las manos en los bolsillos o sujetarse el brazo por detrás con el otro, etc, no se debe hacer. La postura es abierta, como ya se ha dicho, con piernas separadas y brazos a lo largo del cuerpo. A veces, durante la aparición pública, una de las manos va de manera inconsciente a tocarse el ojo (típico de los visuales), la oreja (habitual en los auditivos) o la nariz (en el caso de los kinestésicos). Es importante tratar de reprimir cualquiera de ese tipo de gestos en público. 2. Los microgestos son más difíciles de contemplar porque son más pequeños. Son todos aquellos que se hacen con la cara y son sumamente peligrosos en el caso de la oratoria. Hoy en día, lo que antes era un gesto efímero que pasaba desapercibido, puede convertirse en todo un éxito en Internet al ser captado por una cámara 101

fotográfica o un video. Por ello es preciso tener mucho cuidado. Los microgestos se hacen, sobre todo, con los ojos, las cejas y la boca, y tienen una gran capacidad para expresar las emociones. Por supuesto no todo el mundo es igual de expresivo, y no es malo serlo, aunque sí lo es el no saber controlarlo cuando se habla en público. El orador debe saber gestionar sus gestos faciales y expresar cuando él quiera y lo que él desee en ese momento, sin dejar que sus facciones le jueguen una mala pasada. Obama es un buen controlador de sus gestos faciales, por regla general. Esa cierta “rigidez” de su rostro y su cuerpo en ciertos momentos es algo buscado; según algunos comentaristas norteamericanos pretendía, durante la campaña, que no se le pudiera tachar de imagen de “afroamericano simpático” cuando lo que quería era mostrar una presencia intachable. En las entrevistas televisivas suele expresarse más con los gestos, al exponerse con más naturalidad. EL USO DE LAS MANOS Gesticular con las manos es una práctica muy habitual al hablar en público; ayuda al orador a expresarse mejor, apoya lo que está diciendo. Eso sí, realizándolo con moderación. En principio, como se explicó en su momento, hay que tener en cuenta que los visuales son los que más mueven las manos –por ejemplo, si tienen que explicar 102

que había una esfera pueden hacer el gesto de una bola redonda–, los auditivos las mueven muy poco –a no ser que hayan estudiado LNV y lo hagan conscientemente–, y los kinestésicos acostumbran a gesticular, aunque no tanto como los visuales, pero en cambio, suelen hacer el gesto de señalarse a sí mismos, llevándose las manos al pecho. La teoría indica que las manos deben moverse exclusivamente en el espacio que hay en un cuadrado situado desde la cintura al cuello. Otro movimiento de manos debería estar muy justificado puesto que se considera que es de una persona que no está equilibrada psicológicamente. En el caso de una participación en televisión hay que tratar de minimizar el movimiento de las manos para no distraer a la audiencia sobre lo que se está diciendo. Obama controla mucho su uso de las manos. Como kinestésico que es tiene tendencia a emplearlas, y señalarse a sí mismo, notándosele más suelto en el movimiento de las mismas cuando está en una entrevista que en un escenario. Sus gestos más habituales con las manos son: sacar el índice, como advirtiendo de algo, o juntar los dedos de esa mano con el pulgar, también se lleva la mano derecha al pecho; a veces usa ambas para mostrarlas abiertas ante el público. Cuando se encuentra en debates donde tiene que apuntar, es muy habitual que su mano izquierda –es zurdo– esté escribiendo mientras la derecha está reposando tranquilamente.

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LA MIRADA La mirada es fundamental en la oratoria por una razón fundamental. Cuando no hay interés por comunicarse con alguien se le niega la mirada. En el ascensor, por ejemplo, si se encuentran dos personas que no tienen confianza, evitan que sus ojos coincidan desviando la visión hacia arriba, hacia el suelo, etc. Igualmente ocurre en el metro o en el autobús, si unos ojos se cruzan con otros por casualidad, enseguida se escabullen hacia otro lado. En el caso de hablar en público la mirada implica comunicación con éste. Si las personas que están presenciando el acto no se sienten contempladas, creerán que están siendo ignoradas por el conferenciante. Evidentemente, cuando se da clase o el público es un grupo reducido, el orador puede y debe mirar a todo el mundo, realizar lo que se llama continuos “barridos” para que todos se sientan aludidos, “comunicados”. En el caso de que haya que hablar a una multitud, el orador debe tratar de parecer que mira a todos. ¿Cómo se consigue esto? Hay una fórmula muy sencilla que implica que, al ir hablando, el ponente va realizando un barrido en M o en W por el auditorio de manera que va moviendo la cabeza en ese sentido. El empleo del telepronter, como se ha comentado ya, facilita esa sensación de barrido al público. Cuando se producen preguntas, lo lógico es observar a la persona que la hace durante el tiempo en que la está desarrollando, para después pasar a contestar echando un vistazo a todo el mundo, y al finalizar, volver a posar 104

los ojos en la persona que preguntó. Esto es especialmente importante en ruedas de prensa donde si el periodista que pregunta está situado en un extremo y se le contesta fijándose en él, lo habitual es que luego el entrevistado aparezca en las pantallas de televisión girado hacia la izquierda o la derecha en vez de mirando hacia el frente, que es donde los cámaras se suelen colocar. LA SONRISA Es una pena que las sonrisas no se escriban, porque facilitarían mucho las cosas. La sonrisa es el primer signo que emplea un bebé para decir que está contento y realmente es un instrumento muy adecuado para emplearlo en la oratoria. Además afortunadamente, la sonrisa es un gesto universal que entiende todo el mundo. Los políticos suelen saber emplear la sonrisa y la utilizan siempre que pueden. Son conscientes de que las emociones se transmiten fácilmente, y si ellos sonríen, el auditorio también es posible que también lo haga. Obama tiene una espléndida sonrisa, se le ilumina la cara cuando lo hace, y sabe hacer buen uso de ella. Quizás en algunos mítines debería haberla empleado un poco más, frente a una imagen a veces sobria –seguramente para dar sensación de firmeza– pero es muy fácil verle sonreír en cualquier entrevista televisiva, en las ruedas de prensa y, por supuesto, cuando Michelle o sus hijas están con él.

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LOS MOMENTOS DE ESCUCHA Todo lo que se ha dicho hasta ahora sobre el lenguaje no verbal es fundamental en los momentos de escucha. Se trata de aquellos espacios de tiempo en los que el orador no debe hablar pero se encuentra expuesto ante el público. Puede ser bien porque está en escena otra persona que le precede o bien porque acaba de terminar su intervención, por ejemplo. La norma debe ser que cualquier ponente debe controlar su lenguaje no verbal desde que está descubierto, es decir, a la vista del público, y hasta que desaparece de ella. En el caso de los políticos, que continuamente son objeto de los objetivos de las cámaras, más aún. Son muchos los casos de personajes públicos que han sido captados en una postura que no debían o un mal gesto. Por lo tanto, hay que cuidar cada momento desde que uno está en “exposición”. En la distancia, lo que se diga posiblemente no se oiga –excepto cuando se producen percances con los micrófonos y de repente se escucha lo que no debería–, pero cualquier mal gesto puede ser captado por los medios de comunicación o el público asistente. Obama es consciente de la importancia que tienen los momentos de escucha y controla tan bien sus gestos, que es difícil pillarle haciendo una mueca que no deba. En el tercer debate presidencial, por ejemplo, en el que ambos candidatos estaban sentados frente a frente, la realización del programa les mantenía en pantalla prácticamente todo el tiempo, de manera que los televidentes pu106

dieran tener la imagen de los dos al unísono y comprobar los gestos que uno y otro hacían en cada momento. La expresión más habitual del actual inquilino de la Casa Blanca cuando alguien dice algo que no le gusta es una gran sonrisa como de: “vaya lo que hay que oír”. LOS DEBATES PRESIDENCIALES Una buena forma de analizar el lenguaje no verbal de una persona es hacerlo mientras se relaciona con otras en un debate, una mesa redonda o cualquier otro evento. En el caso de la campaña política a la presidencia de Barack Obama éste participó en tres debates televisados con su oponente a la presidencia, el senador McCain, a unos cuantos con Hillary Clinton cuando se jugaban las primarias, y a otros tantos con varios candidatos demócratas antes de que la senadora y él se quedaran solos. Teniendo en cuenta los tres debates presidenciales, aquí no se va a hacer una evaluación sobre cuál de los dos ganó o estuvo mejor; los propios medios de comunicación no se pusieron de acuerdo sobre el tema al valorarlos en días posteriores. Lo que se pretende es especificar cómo fueron esos combates dialécticos, y analizar cómo era el lenguaje no verbal de Obama. ♦ Primer debate presidencial: tuvo lugar en la Universidad de Mississippi, el 26 de septiembre de 2008. La fórmula elegida era de pie, en el atril, los dos senadores enfrentados, y en medio, sentado a una mesa, el moderador. En este caso era Jim Lehrer, periodista de la cadena de televisión PBS. Las condicio107

nes del debate eran: duración 1 hora y 30 minutos; tema: política exterior y seguridad nacional; reparto de los tiempos: dos minutos por respuesta y cinco minutos de debate entre los candidatos para cada pregunta. El debate es una fórmula que obliga al orador a ser muy espontáneo puesto que no puede llevar nada para leer –no hay posibilidad de telepronter–; por ello, lo que se debe hacer es tener los temas muy claros y tratar de ajustar la pregunta que le hagan a la respuesta prevista. En muchas ocasiones lo que se hace es preparar estas intervenciones ensayándolas previamente, incluidas las preguntas que pueden surgir. La idea es que el orador esté dispuesto a contestar rápido y sin titubeos ante cualquier cuestión que le surja. Por otro lado, además el participante debe ir preparado para lo que vaya a decir el contrario, por lo que deberá conocer sus posibles, respuestas, incluso sus potenciales acusaciones para tratar de rebatirlas lo mejor posible. El debate con atril tiene unas características específicas que el orador debe conocer de antemano. En primer lugar, el atril le obligará a no moverse, tiene que estar anclado en el sitio durante el tiempo que dure el acto. La distancia para hablar por el micrófono debe ser la adecuada para que no se lo oiga ni más ni menos que a su oponente. Una de las ventajas de este sistema es que se pueden emplear las dos manos en el lenguaje no verbal, lo cual permite más expresividad que con el micrófono en la mano. En el primer debate de Obama con McCain, el actual presidente de EEUU comenzó muy bien, realizando 108

los agradecimientos oportunos, para después dirigirse a la cámara directamente. Él era consciente de que el debate no era para la gente que estaba en el estudio, sino para los telespectadores que son los votantes a los que se debe convencer. El senador de Illinois estuvo correcto, utilizando muy bien su lenguaje no verbal, debatiendo con elegancia y cordialidad. La anécdota respecto al lenguaje no verbal en este primer debate fue que los dos contertulios no hablaban mirándose a la cara. Jim Lehrer, el moderador, les indicó en varias ocasiones que lo hicieran, pero la mayor parte del tiempo los senadores se dirigían al periodista; poco a poco, consiguió que echaran algún vistazo al otro, pero se nota que les costaba. Una de las cuestiones que habitualmente se pacta son los “momentos de escucha”. Tanto McCain como Obama fueron muy cuidadosos con ese tema y era habitual que cuando esperaban estuvieran escribiendo. Curiosamente, ambos con la mano izquierda puesto que el republicano también es zurdo. En esta ocasión, Obama habló mirando a cámara tanto al principio como al final, en sus primeros minutos y en los últimos, incorporando así a los telespectadores a los que se estaba dirigiendo. Una curiosidad que no pertenece al LNV pero sí a este debate es que en él Obama se refirió a España. Días antes, McCain había hecho unas declaraciones confusas, en las que, ante la pregunta de una periodista sobre su posible reunión con José Luís Rodríguez Zapatero de España, el senador republicano hacía continua referencia a Latinoamérica. Esto 109

llevó a algunos medios de comunicación a dos conclusiones: por un lado, que McCain no tenía claro que España pertenecía a Europa; y por otro, que el republicano no era partidario de encontrarse con el presidente español si llegaba a la Casa Blanca. Ante esta circunstancia, el senador demócrata indicó que era absurda la postura del republicano puesto que España era un país de la OTAN y, por tanto, un aliado, y que si el gobernaba tendría en cuenta a todos los aliados. Al terminar, las esposas de los candidatos salieron a felicitar a sus maridos y saludar al público asistente. ♦ Segundo debate presidencial: tuvo lugar el 7 de octubre de 2008 en la Universidad de Belmont, en Tennesse. El moderador era Tom Brokaw, de la cadena de televisión NBC. Condiciones: tiempo 1 hora y 30 minutos; todo tipo de temas; dos minutos de respuesta a cada pregunta y un minuto de discusión por cada pregunta. En esta ocasión el formato era completamente diferente; lo que los americanos llaman “town hall”, es decir, de ayuntamiento. En el escenario había dos sillas altas, estilo taburete y mesas pequeñas de la misma altura para los dos candidatos. A su alrededor, sentados en gradas, ochenta ciudadanos cuya función era preguntar a los oradores. Sentado enfrente, con una mesa, el moderador. Las personas presentes en la sala habían presentado sus cuestiones por escrito y el moderador había seleccionado algunas de ellas, tanto de público del estudio como otras enviadas por correo electrónico. Por supuesto, los candidatos desconocen las preguntas. Se sortea quién de los dos comienza. 110

Una de las ventajas y a la vez inconveniente de este tipo de debates es que los oradores están dotados, por un lado, de más libertad para moverse por el escenario, con el micrófono en la mano. El inconveniente de esta situación es que tienen que estar pendientes de no dar la espalda a las mismas personas durante mucho tiempo. Otra de las desventajas es que, al tener el micro de mano sujeto, no pueden gesticular igual. En esta ocasión, Obama lo hizo muy bien; cuando la persona del público hablaba, él se dirigía hacia donde estaba, y le llamaba por su nombre, antes de empezar a contestar a su pregunta. Se cambiaba el micro de una a otra mano según el gesto que fuera a hacer, de manera que gesticuló con cierta naturalidad. En algunas ocasiones, al mencionar al senador republicano le señaló directamente con el brazo. Como el tiempo estaba escrupulosamente medido, el senador demócrata habló más rápido de lo habitual para que le diera tiempo suficiente a decir todo lo que quería, por supuesto. El actual presidente de Estados Unidos conservó la calma incluso cuando el senador McCain tergiversó sus palabras en un momento dado. El republicano dijo que su oponente había comentado que iba a atacar Pakistán. En ese momento la expresión de Obama fue una gran sonrisa que decía algo así como: “ya están modificando mis palabras”. Cuando terminó su intervención, el senador demócrata pidió la posibilidad de réplica, a la que el moderador se prestó ante la insistencia del actual inquilino de la Casa Blanca de

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dejar claro ese punto. Así pudo especificar que nunca había dicho que iba a atacar a Pakistán. Al terminar el debate ambos oradores saludaron al público, uno por uno, mientras sus esposas hacían lo mismo. ♦ Tercer debate presidencial: se celebró el 15 de octubre de 2008 en la Universidad de Hofstra en el estado de Nueva York. El moderador fue Bob Schieffer, de la cadena de televisión CBS. Condiciones establecidas para este debate: tiempo destinado era 1 hora y 30 minutos; tema economía y política nacional; reparto de los tiempos: dos minutos de respuesta para cada pregunta, cinco minutos de discusión entre ambos candidatos y dos minutos cada uno para finalizar. El formato elegido en esta ocasión era el de los dos candidatos sentados en una mesa triangular, frente a frente y con el moderador sentado en otro lado de la mesa. Una de las características de la retransmisión televisiva de este debate fue que los dos oradores estaban en pantalla prácticamente todo el tiempo, es decir, mientras uno hablaba el otro se le veía escuchando. Esto tiene la desventaja de que tienen controlar su LNV continuamente para que no aparezcan poniendo una mala cara en ningún momento. En general, aprovechaban para tomar nota y preparar su siguiente intervención. En varias ocasiones el senador demócrata asentía con la cabeza cuando John McCain hablaba; en otras, decía que no con ella; en algunas, interrumpió al republicano para contestar, apuntaba cuestiones que su

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oponente iba diciendo, o hacía alguna indicación al moderador de que quería hablar. La anécdota del debate fue la continua presencia en él del personaje “Joe el Fontanero”, un individuo que entró en la campaña electoral al encontrarse con Obama en una visita a Ohio y que el partido republicano empleó para criticar al demócrata. Esta historia se contará más extensamente en el capítulo de los discursos. Este encuentro, quizás por ser el último y porque se celebraba a escasos días de las elecciones, fue el más duro entre los dos candidatos. Debatieron más que nunca. Como en otras ocasiones, los últimos minutos los aprovecharon mirando a cámara, dirigiéndose directamente a los telespectadores para hacer sus intervenciones finales solicitando el voto. COMPARACIONES EN SU LNV Es curioso comprobar el lenguaje no verbal de Obama comparando dos de sus discursos más famosos. Uno de ellos es el de la Convención Nacional Demócrata, el 27 de julio de 2004 en Boston; y el otro es el de la victoria, la noche del 4 de noviembre de 2008, su discurso como presidente electo. Ambas intervenciones tuvieron una duración similar, unos 15 minutos más o menos. En el primer discurso (2004) Barack Obama no era más que senador del estado de Illinois, y un aspirante demócrata que, habiéndose presentado para el senado de EEUU en 2000 había perdido. En esos momentos era de 113

nuevo candidato. Su lenguaje no verbal le denotaba nervioso, se movía mucho de un lado al otro, sus manos no estaban quietas, en varias ocasiones movió hasta los brazos, y en otras se llevaba la mano derecha al corazón. De vez en cuando miraba a cámara y su voz era bastante alta. No respetaba escrupulosamente los silencios de la gente, se le notaba muy natural y sonrió bastante. En el segundo discurso (2008), Barack Obama acababa de ganar las elecciones generales a la presidencia de Estados Unidos de América. Se notaba que había aprendido en esos cuatro años de diferencia. Su lenguaje no verbal le denotaba más tranquilo, más sereno, más sosegado. Movía poco el cuerpo, no así la cabeza que iba de un lado a otro buscando el telepronter, lo que hacía que mirara poco hacia el frente, seguramente por la costumbre de la campaña electoral. Estaba más rígido que en el primer caso. Como nuevo presidente electo posiblemente quería dar una imagen de sobriedad, seguridad, y serenidad, puesto que se le venía encima mucha responsabilidad. También hay que tener en cuenta que su abuela materna, que le crió junto a su madre, había fallecido dos días antes. Mantuvo su seriedad hasta el final y supo hacer las pausas necesarias perfectamente. LNV EN OTROS DISCURSOS El discurso de su anuncio presidencial, tuvo lugar el 10 de febrero de 2007 en Springfield (Illinois), a las puertas del Old State Capitol. Era un día de mucho frío y salió al escenario, al aire libre, con abrigo. Llevaba a su 114

hija Malia cogida de la mano, mientras su mujer llevaba a Shasha, la pequeña. Obama se quedó sólo en el escenario y empezó a aplaudir a la gente hasta que estos se callaron y él pudo iniciar su intervención. Comenzó saludando al público y colocando adecuadamente los micrófonos. Hizo alusión al frío que hacía a pesar de ser un bonito día de sol brillante. Estaba sonriente. Explicó que la gente no estaba ahí por él y el público empezó a gritar que sí; él sonriendo, volvió a coger el mando. La gente le interrumpió con gritos y él se rió. De vez en cuando, como no le dejaban hablar, hacía gestos para que lo hicieran, siempre con buen humor. Es un discurso de unos 20 minutos. Cuando mencionaba una cita de alguien, la expresaba más despacio para que se comprendiera mejor. Acabó su alocución con Michelle y las niñas saludando a la gente desde el escenario. El de su primera victoria, el 3 de enero de 2008, cuando ganó el Caucus Demócrata en Iowa es un discurso en el que Obama se mostraba feliz, así lo demuestra su lenguaje no verbal. Comenzó su presentación aplaudiendo al público. No le dejaban principiar porque los aplausos eran estrepitosos. Más de 12 veces intentó avanzar diciendo “gracias”. Trataba de hacer gestos para que la gente le dejara empezar. Se notaba que ya tenía más experiencia que en el discurso de 2004, se movía menos. Se sentía feliz y así lo transmitía. Movía las manos como suele hacer habitualmente. Es curioso pero en algunos momentos se agachaba hacia los micrófonos como para que se le oyera más lo que iba a decir. Sonrió mucho e hizo las pausas convenientes cuando el público aplaudió.

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El de la Raza, el 18 de marzo de 2008. Barack Obama se mostró muy profesional. El tema del que iba a tratar era muy serio. Pocos políticos americanos se han atrevido a hablar del tema racial en Estados Unidos por temor a buscarse complicaciones. Su mirada iba de un lado a otro, leyendo en el telepronter. Era un discurso largo, de unos 35 minutos. Su postura era completamente recta, moviendo poco el cuerpo. Se le notaba cierta tristeza puesto que en esta intervención tenía que hablar del que era un buen amigo suyo, el Reverendo Wright, cuyos sermones muy controvertidos, estaban afectando a su campaña electoral. En un momento hizo alusión a un párrafo de su libro “Los sueños de mi padre”; para ello, bajó la cabeza y leyó directamente de un papel que tenía en el atril. Se mantuvo serio durante los aplausos. Se acercó más al micro cuando quería decir una frase y la gente estaba aplaudiendo. Usó muy bien los silencios. Hay una gran diferencia entre la primera parte del discurso y la segunda, en la que la gente ya le estaba aplaudiendo y él subió más el volumen de su voz. Como se ha comentado en este capítulo, Barack Obama emplea muy adecuadamente el lenguaje no verbal, demostrando una disciplina corporal digna de admiración. EL LENGUAJE NO VERBAL DEL PÚBLICO Se indicaba al principio de este tema que el LNV también sirve para descifrar y conocer el estado del auditorio que escucha. Eso es de suma importancia para el ora116

dor porque, al igual que en una conversación “bis a bis”, el ponente debe intentar conseguir empatizar con su público todo lo que pueda. Meterse a la gente en el bolsillo es el objetivo principal de la oratoria y, por ello, ser capaz de percibir lo que la gente transmite con su propio LNV es fundamental para darles en cada momento lo que quieren. Tanto Barack Obama como su mujer, Michelle, tienen una gran capacidad para calibrar, que es la expresión que se emplea, al público. Por supuesto, no es lo mismo dirigirse a un grupo de mujeres, que a veteranos de guerra, empresarios, o personas que acaban de enfrentarse a una catástrofe natural y han perdido todo lo que tenían. Además de adaptar el lenguaje paraverbal, el lenguaje verbal (mensaje) y el no verbal, el orador debe tratar de conocer qué es lo que esa gente quiere escuchar en ese momento y, si es necesario, en un momento dado, improvisar. El orador veterano sabe que debe callarse cuando el auditorio está aplaudiendo, cómo pedir paso para hablar, cuándo repetir una frase determinada que ha gustado al público o cuando improvisar. Analizar correctamente el mensaje que los asistentes envían al ponente le permite tener una herramienta muy valiosa para comunicarse mejor con ellos.

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Capítulo Siete Lenguaje verbal “El profundo error de los sermones del Reverendo Wright no es que hablara sobre el racismo en nuestra sociedad. Es que habló como si ésta fuera una sociedad estática; como si no se hubiera conseguido ningún progreso; como si este país –un país que ha hecho posible que uno de sus miembros sea candidato para el cargo público más importante del mundo, y construir una coalición de blancos y negros; latinos y asiáticos, ricos y pobres, jóvenes y viejos– estuviera todavía irrevocablemente limitado por un trágico pasado. Pero lo que sabemos –lo que hemos visto– es que América puede cambiar. Eso es lo verdaderamente genial de esta nación. Lo que ya hemos adquirido nos da esperanza –la audacia de la esperanza– para lo que podemos y debemos alcanzar mañana”. “Una Unión Más Perfecta” 18 de marzo de 2008. Filadelfia Era septiembre de 2008 y Obama estaba siendo entrevistado por George Stephanopoulos un periodista de la cadena ABC. En un momento dado éste le preguntó si los rumores y comentarios que corrían en Internet sobre su pertenencia a la religión musulmana eran falsos. Una 119

nueva forma de arremeter contra él para descalificarle, tanto por parte de sus oponentes como de ciertos medios de comunicación. De repente, en vez de hablar de su “fe cristiana” el candidato demócrata se equivocó y dijo “fe musulmana”, corrigiendo rápidamente cuando el periodista le advirtió de lo que había dicho. Enseguida, el lapsus del senador volvió a llenar ríos de tinta y nuevas páginas web aparecieron advirtiendo que Obama había reconocido que profesaba la religión del Islam. Y es que, a pesar de hablar el mismo idioma, en numerosas ocasiones se producen malentendidos, fallando la comunicación. Ocurre tanto en el intercambio de información entre dos personas como cuando el auditorio está formado por miles de ellas. Y es que, como se ha comentado ya anteriormente, el lenguaje verbal, es decir, el que se expresa oralmente, representa sólo el 7% de la comunicación cuando se trata de una interlocución emocional. El lenguaje paraverbal, es decir, la voz, y el lenguaje no verbal, colaboran en la mejora de la comunicación entre las personas de una manera fundamental puesto que suponen, en conjunto, el 93% de la comunicación. La Programación Neurolingüística (PNL) explica que esta dificultad en la comunicación humana se debe a que una cosa es lo que la persona quiere decir, estructura profunda del lenguaje (EP) y otra diferente es la que sale de su boca, estructura superficial del lenguaje (ES). Para paliar estas dificultades en la comunicación humana, Richard Bandler y John Grinder identificaron lo que se llama el “metamodelo del lenguaje”, cuyo objetivo es, precisamente, conseguir que la estructura superficial 120

se parezca lo máximo posible a la estructura profunda de lo que se quiere decir. Para un orador, utilizar exactamente las palabras que quiere y no otras, a la hora de expresarse en público, puede ser la diferencia entre que el auditorio no le comprenda o sea capaz de movilizarlos y persuadirlos para la acción. Según los creadores de la PNL hay tres limitantes neurológicos que interfieren en la comunicación y que, por tanto, se deben limitar. Son: ♦ La eliminación: Al hablar, se dejan muchas cosas en el tintero a fin de simplificar, pero en ocasiones esa eliminación de palabras perjudica el entendimiento de las frases. Oraciones como: “La vida será mejor a partir de ahora” son demasiado vagas; alguien puede preguntarse: ¿mejor que qué? ♦ La generalización: es muy habitual tratar a una parte como si de un todo se tratase. “Todos los días voy al gimnasio”, “Los hombres son todos iguales”. Si no es adecuado generalizar en una conversación, menos aún se debe hacer en público puesto que puede que haya personas en el auditorio que no estén de acuerdo con lo que se dice desde la tarima. ♦ La distorsión: también es corriente el exagerar “esto es el fin del mundo”, tratar de leer el pensamiento de los demás “sé lo que estás cavilando”, etc. En cualquier caso, deberían tratar de evitarse para llegar a una mejor comprensión de la información. El metamodelo en la oratoria tiene la función de tomar conciencia de las dificultades que existen a la hora de comunicarse con el público, mostrando así las caren121

cias existentes en el lenguaje verbal y cómo se pueden evitar. Una de las expresiones que la PNL también trata de obviar en el lenguaje es la preposición “pero”. En Programación Neurolingüística se considera a esta palabra como un “borrador universal” que lo que consigue es que su presencia en una frase elimine lo que se ha dicho anteriormente. Por ejemplo, si se dice: “me gustó tu casa pero la veo un poco recargada”, la persona que escucha no se sentirá muy bien puesto que, aunque se ha dicho que la casa gustaba, el pero de después provoca en el receptor una sensación negativa. La PNL da como alternativa su sustitución por la conjunción “y” puesto que ésta suma en la frase, en vez de restar. En la oratoria es interesante evitar el “pero” no sólo en la intervención sino en el momento de las preguntas puesto que empleando dicha preposición se puede descalificar, sin pretenderlo a quien realiza una cuestión desde el público. Es más suave y diplomático emplear, cuando sea factible, la conjunción “y”. LA RETÓRICA Dicen que la retórica es todo un arte y en realidad así lo parece. Según el Diccionario de la Lengua Española la retórica es “el arte de bien decir, de embellecer la expresión de los conceptos, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover”. Obama es un artista de la retórica, y si algún ingenuo considera que sólo lo son los que escriben sus dis122

cursos, sólo tiene que leer cualquiera de sus dos libros para comprender la magia de la escritura del actual inquilino de la Casa Blanca. La retórica ha sido utilizada en la oratoria como instrumento para hacer llegar a la población un mensaje envuelto en palabras hermosas, capaces de mover a la gente hacia objetivos específicos. Por eso la política, en especial la estadounidense está repleta de ejemplos donde los oradores se vuelcan no sólo en transmitir un mensaje, sino en hacerlo de una manera estética. Entre los elementos habituales que se emplean en la retórica se pueden destacar los siguientes; para entenderlos mejor, se incluyen ejemplos que proceden del discurso de la Convención Nacional Demócrata de 2008 de Obama, titulado “La Promesa Americana”. ♦ repeticiones: las palabras que se reiteran a lo largo del texto, por ejemplo al principio de varios párrafos, sirven para dar una musicalidad al discurso muy interesante, además de que recalcan ciertos términos y dan consistencia. “Nos encontramos en uno de esos decisivos momentos –el momento en el que nuestra nación está en guerra, nuestra economía atraviesa una situación confusa, y la promesa americana ha sido amenazada una vez más”. Obama emplea la reiteración “decisivos momentos –el momento”, “nuestra nación”, “nuestra economía”, para hacer más hincapié en lo que se está diciendo y realzar la musicalidad del texto.

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“Somos el partido de Roosevelt. Somos el partido de Kennedy”. De igual forma quiere destacar la pertenencia de estos personajes al partido demócrata. ♦ contraposiciones: palabras que significan lo contrario se incluyen en la misma oración con el objetivo de reforzar lo que se quiere decir. “…un hombre con el que se siente a gusto todo el mundo, desde los líderes mundiales hasta los revisores de la compañía de trenes”, dice Obama en el discurso de la CND, refiriéndose a Joe Biden. Contrapone los “líderes mundiales” a los “revisores de la compañía de trenes”. “En los jóvenes que votaron por primera vez y en aquellos que volvieron a participar después de mucho tiempo”. ♦ enumeración: palabras separadas por comas que tienen el mismo valor y significados diferentes, dotando de musicalidad al texto. “…en cada momento en el que esa promesa estaba en peligro, hombres y mujeres corrientes –estudiantes y soldados, granjeros y profesores, enfermeras y limpiadoras– encontraron el coraje para mantenerla viva”. Obama usa esta serie de profesiones para dar armonía al párrafo. “Esta noche, le digo al pueblo americano, a los demócratas y a los republicanos, a los independientes de toda esta gran nación”. Habría terminado antes diciendo “le digo a todo el mundo”, pero en realidad, quiere destacar cada uno de esos colectivos.

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juegos de palabras: consiguen dar una vuelta de tuerca a lo que se está expresando, aportando sintonía y fuerza al texto. “Esta noche, más americanos están sin trabajo y más trabajan por menos”. Realiza un giro de tuerca en la frase para aportar melodía y fuerza al contenido. “Este país nuestro tiene más riqueza que cualquier nación, pero no es eso lo que nos hace ricos”. Juega con las palabras una vez más para destacar ciertos términos. ♦ anáforas: palabra o grupos de palabras que se repiten al inicio de varios párrafos o frases. Aparece muy a menudo en este discurso, como en todos los de Obama. Varios párrafos comienzan por: “Este es el país”, “Esa es la promesa” y “Ahora es el momento”. ♦ preguntas retóricas: son cuestiones que quedan en el aire y que el orador lanza para llamar la atención del público sin esperar una respuesta concreta. “¿Una nación de quejitas?...¿Por qué definiría él [John McCain] a la clase media como aquella que gana menos de cinco millones de dólares al año?” Son dos preguntas lanzadas por Obama sin esperar una respuesta específica, simplemente para hacer pensar a su auditorio y realzar sus palabras. “¿Qué es esa promesa?” La promesa americana es el título de este discurso así que Obama deja la cuestión para que la responda cada uno. ♦ metáforas: son pequeños cuentos que tienen un significado más allá del suyo habitual. Se han empleado desde siempre para explicar conceptos de una ♦

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manera más clara al público. La propia PNL indica la importancia que tiene este recurso porque considera que tiene una gran capacidad para llegar al subconsciente de la persona. Los políticos las usan en muchas ocasiones. En el discurso de la Convención Nacional Demócrata de 2008 de Obama empleó varias metáforas. Por ejemplo, cuando dijo: “Dejadme expresar mi agradecimiento a la histórica lista de candidatos que me han acompañado en este viaje”. Evidentemente, el viaje del que habla es la carrera a la nominación demócrata. “Reconozco que no soy el candidato más convencional para este cargo. No encajo en el pedigrí típico, y no he pasado mi vida profesional en los pasillos de Washington”. Aquí Obama emplea la metáfora “pedigrí” que se suele emplear para los perros dirigiéndose a su persona. También habla de los “pasillos de Washington” refiriéndose a que no ha estado trabajando en el Gobierno. Se ha analizado uno de los textos del actual inquilino de la Casa Blanca pero en general todos sus discursos emplean estos recursos de manera habitual de ahí que consigan una gran armonía, musicalidad y sonoridad. En general, los grandes discursos de la Historia están cargados de una buena retórica que los embellece aún más. Los textos de Lincoln, Martín Luther King, o los hermanos Kennedy, reflejan un gusto por el lenguaje y su estética que era poco vista hoy en día hasta que Barack Obama irrumpió en el panorama político norteamericano.

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EL LENGUAJE DE OBAMA Además de su voz y cómo la utiliza, y su lenguaje corporal, es interesante saber qué es lo que explica Obama habitualmente en sus intervenciones: ♦ Episodios de su vida: Quizás una de las cosas que más llamó la atención de su primer gran discurso, aquél que realizó Obama en la Convención Nacional Demócrata de 2004 en Boston fue que relatara su propia vida. Él tiene una historia que contar, no es la típica de un niño rico que llega a la Casa Blanca, sino la de una persona que ha tenido una vida muy especial. Sus alocuciones públicas, desde el principio, están llenas de alusiones a su familia, tanto materna como paterna, incluida la de su propia esposa. Son ejemplos de una familia americana que ha experimentado vicisitudes pero que ha sabido salir adelante, al igual que otra gente en la actualidad en Estados Unidos. Son también relatos de coraje y valor que sirven de muestra a los demás. Ejemplos de algunos de esos episodios de su vida que aparecen en sus textos son éstos: El 15 de junio de 2007 en la ciudad de Spartanburg, Carolina del Sur, Obama hablaba de las familias y cómo estas sobreviven en EEUU. De repente, puso el ejemplo de su suegro, Fraser Robinson, padre de su esposa Michelle y su hermano Craig. Comentó cómo este hombre había criado a sus hijos junto a su mujer, Marian, en el Chicago de los 60. Era una época, según contó Obama, en la que había racismo, más o menos camuflado pero real, y eso limitaba muchas veces las posibili127

dades de triunfar a las personas de raza negra. Para colmo, a los 30 años, Fraser fue diagnosticado de esclerosis múltiple. A pesar de ello, durante años el hombre se levantó cada día de su cama para ir a trabajar mientras su mujer se quedaba en casa cuidando a sus hijos. Con ese único sueldo, Fraser Robinson consiguió criar a su familia y enviar a Michelle y a Craig a la Universidad de Princeton a estudiar. El 12 de mayo de 2008, en Charleston (West Virginia), Obama habló sobre la muerte de su abuelo materno. Como sirvió a EEUU en la Segunda Guerra Mundial, en su entierro su abuela recibió de manos del ejército la bandera americana. El candidato explicó: “Fue el último acto de servicio y gratitud hacia Stanley Dunham –una América que permaneció con él cuando dejó el uniforme y nunca le dejó de lado”. ♦ Citas y hechos históricos: El lenguaje de Obama incluye muy a menudo hechos históricos o citas de otras personas. Bien grandes máximas de la Historia de la Humanidad, o de personajes de Estados Unidos; bien expresiones relacionadas con lo que está explicando en ese momento. Aquí se mencionan unas cuantas de las empleadas por él: Abraham Lincoln: “Me gusta ver a un hombre orgulloso del lugar donde vive. Pero también me gusta ver a un hombre que su lugar esté orgulloso de él”. Esta cita la aplicó Obama el 12 de mayo de 2008 en Charleston en un discurso a veteranos de guerra. Biblia: “Corintios 13:11. “Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba 128

como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño”. Este fragmento de las Sagradas Escrituras aparece en varias ocasiones, como en el discurso que pronunció en la Universidad de Illinois el 16 de junio de 2006 ante un grupo de estudiantes que se graduaba. Martin Luther King: “la gemela inseparable de la justicia racial es la justicia económica”. Una frase que Obama adoptó el 2 de agosto de 2008 en Orlando (Florida). La relación del actual presidente de EEUU con los temas sociales es muy grande, por ello es normal que el Dr. King haya sido uno de los personajes de la historia que más le han inspirado y es mencionado con frecuencia en sus discursos. Franklin Delano Roosevelt: “…las cabezas responsables de las finanzas y la industria, en vez de actuar por su cuenta, deberían trabajar juntos para conseguir un objetivo común”. Una máxima del presidente Roosevelt que Obama tomó prestada el 17 de septiembre de 2007 en Nueva York en un mitin sobre la prosperidad en América. Tony Blair: “El talento es la riqueza del siglo XXI”. Obama nombra también a políticos y pensadores actuales. En esta ocasión fue al primer ministro británico, en un discurso en la ciudad de Nueva York, el 17 de septiembre de 2007. Osama Bin Laden: “Enfoquemos nuestras operaciones en el petróleo, especialmente en Irak y en el Golfo, esto les provocará la muerte”. Esta frase la emplea Obama en varias ocasiones en su carrera política para apoyar la idea de que EEUU debe dejar su depen129

dencia de los combustibles fósiles. Por ejemplo, el 28 de febrero de 2006 hablando sobre la energía y la seguridad nacional. ♦ Sentido del humor, ironía: Como ya se ha comentado el actual presidente de Estados Unidos tiene buen sentido del humor y hace uso de él no sólo en las entrevistas o en las ruedas de prensa, sino en cualquier evento público, algo que el público siempre agradece. Hay muchos ejemplos de la inclusión del humor o la ironía en sus alocuciones. Aquí hay algunos de ellos: El 11 de mayo de 2006, participando como senador en un acto en Washington, D.C, Obama comentó que cuando se planteó la posibilidad de presentarse al Senado porque había un escaño libre, hizo lo que todo hombre sabio hace cuando se enfrenta a una decisión difícil: “recé y pregunté a mi mujer”. El 6 de agosto de 2008 en Elkhart (Indiana), Obama explicó que el día anterior había visto un anuncio de McCain diciendo que Washington no funcionaba. El candidato demócrata bromea indicando que “sólo le ha llevado 26 años al Senador McCain darse cuenta de esto”. ♦ Hechos cotidianos: Como buen orador, Barack Obama introduce en sus arengas cuestiones que van sucediendo en su vida diaria, durante la campaña. Sencillamente las comenta con sus “speechwriters” y estos las incluyen en los textos. Esto le da una espontaneidad y una frescura que llega fácilmente a la gente. También incluye anécdotas que le han sucedido mientras daba otros discursos, tanto él como Michelle. 130

El 16 de junio de 2006, por ejemplo, Obama fue a la Universidad de Illinois a dar una charla a los alumnos que se graduaban. Allí comentó que hacía unos meses le había llegado un artículo escrito por una de las estudiantes en el periódico de la Universidad. La chica se llamaba Elaine Meyer. El senador preguntó si estaba allí, la joven saludó y él hizo lo mismo, felicitándole por su graduación. Elaine había escrito un artículo titulado “Desafíenos, senador Obama”, indicando que había ciertas expectativas respecto a su alocución. Así que él se lo tomó en serio, lo comentó durante el discurso y al final del mismo dijo: “Elaine, espero haberlo hecho bien”. En otra ocasión, el 28 de junio de 2006 en Washington, Obama mencionó un hecho que le había sucedido en 2004, cuando se presentaba al Senado. Su oponente era Alan Keyes. En un momento dado, hacia el final de la campaña, el Sr. Keyes empezó a decir: “Jesucristo nunca votaría por Barack Obama porque él se ha comportado de una manera que para Cristo sería inconcebible”. Según comentó sus asesores le indicaban que no respondiera, que no merecía la pena, pero Obama estaba ofendido porque Keyes estaba hablando de “su” religión y de “su” Dios. Al final, el actual inquilino de la Casa Blanca se manifestó indicando que la sociedad americana era plural, que él no podía imponer su opción religiosa a nadie y que se presentaba a senador por el Estado de Illinois y no a ministro de la Iglesia. El 28 de septiembre de 2008 en Detroit, el candidato demócrata hizo alusión en su discurso al debate presidencial en el que había participado el viernes anterior; sobre todo, destacando no lo que John McCain había 131

dicho sino lo que había dejado de decir. Eso le sirvió a él para repetir las propuestas económicas que llevaba a la Casa Blanca. ♦ Historias de héroes anónimos: Saber escuchar, practicar la escucha activa ha hecho que Obama conociera a lo largo de su vida y su carrera política muchas historias de lo que él llama los “héroes anónimos”, personas desconocidas que tienen algo que decir, y a quien el propio Obama pone voz a través de la suya. Los menciona con nombre y apellidos, cuenta sus historias cada vez que vienen a colación, y pretende con ellas mostrar lo que ocurre en Estados Unidos, cómo vive su gente, qué anhelos y sueños tienen, consiguiendo que el público empatice con lo que narra puesto que son relatos de historias que ellos mismos también pueden estar viviendo en esos momentos. El 2 de mayo de 2007 en San Diego, California, Obama describió lo siguiente: “Estaba en New Hampshire la otra semana y una mujer me dijo que su sobrino se había marchado a Irak. Me contó lo mucho que le echaba de menos y lo preocupada que estaba por él, y comenzó a llorar. Me dijo: “No puedo respirar tranquila. Quiero saber, ¿cuándo podré respirar tranquila de nuevo?” Obama terminó su alocución diciendo: “Es hora de que esa mujer sepa que puede respirar tranquila de nuevo. Es hora de poner fin a esta guerra”. El 5 de mayo de 2007, en un discurso en Baton Rouge, en Los Ángeles, Obama recordó los disturbios acaecidos en aquella ciudad, después de que cuatro policías pegaran a Rodney King, un afroamericano, escena que fue grabada en un video que dio la vuelta al mundo. 132

El senador quiso contar una historia inspiradora y relató el caso de un bebé que nació en medio de aquellos tumultos. Su madre, embarazada, recibió un balazo y fue llevada al hospital. Allí el médico comprobó que el proyectil había entrado pero no había orificio de salida. Estaba alojado en el brazo de la criatura, a la altura del codo. Tuvieron que provocar el parto y sacar la bala del cuerpo del niño. Afortunadamente el crío se salvó pero siempre llevará en su cuerpo la cicatriz de aquellos disturbios que un día tuvieron lugar en Los Ángeles. Cuando ganó las elecciones, el 4 de noviembre de 2008, en el discurso de la victoria, nombró a Ann Nixon Cooper, de 106 años. A través de un hecho real como es que esta mujer fue a votar ese día, hizo un recorrido histórico por lo que esa americana había vivido, los momentos de los que habría sido testigo, etc. Este recurso ya lo había empleado cuando era senador, el 11 de mayo de 2006 en Washington, hablando de una mujer que se llamaba Marguerite Lewis y que tenía 105 años, y volvió a contarlo el 14 de junio de 2006 en otra alocución pública. ♦ Temas de actualidad: Además de antes de comenzar la campaña presidencial, Obama realizó en su carrera política como senador discursos sobre diferentes temas de actualidad como el que realizó sobre el Katrina el 11 de agosto de 2006 en Nueva Orleáns. Incluía además menciones a determinados países: algunos porque le preocupaban, como el caso de Irak, Afganistán o Irán; otros porque consideraba que necesitan ayuda, como Sudáfrica, Kenia, etc; otros porque quería mejorar las relaciones con ellos: Venezuela, Cuba, etc. E incluso algunos que utilizaba como ejemplo, 133

como fue el caso de España; en un discurso sobre la política energética, realizado en Las Vegas el 24 de junio de 2008, Obama mencionó a Japón, Alemania y a España (en realidad colocó a ésta la primera) como promotores de la tecnología en materia de energía renovable. LA IMPROVISACIÓN Hay quien dice que la única improvisación permitida, a la hora de hablar en público, es la preparada. En realidad, aunque hay ciertas improvisaciones que se pueden planificar y quedan muy naturales y muy bien, hay momentos en la vida del orador que, por circunstancias ajenas a su voluntad tiene que improvisar de verdad. Son momentos de cierto riesgo en los que hay que tratar de tirar de argumentos, historias o relatos de éxito ya empleados en otras ocasiones y que se recuerden sin problema. Cierto es que en algunos discursos de Obama no hay la mínima improvisación, ciñéndose el candidato al texto que le han escrito. Pero en algunas ocasiones, sobre todo al final de la campaña, incluyó cuestiones de su propia cosecha si “el cuerpo se lo pedía” y sabía que tenía un público receptivo. Podía ser una broma, una interacción con un espontáneo, una alusión al lugar donde se está celebrando el acto, es decir, cualquier cosa que sirviera como “guiño” a los asistentes. Generalmente esas improvisaciones que tanto él como Michelle hicieron, se producían antes de comenzar a leer en el telepronter, en la sección de agradecimientos, mientras se estaban situando en el atril, etc. 134

Auque hay veces que hay improvisar un discurso entero, cuando surge un acto de campaña que no estaba previsto en la planificación diaria o el texto preparado no llega a tiempo. En esos momentos, el orador debe sacar de sí mismo los recursos que tiene dentro y hacer su propia intervención sobre la marcha. La práctica hace que no sea tan complicado como parece en un principio. Recordando los conceptos básicos que se suelen emplear, insertando algún relato que se conoce bien y haciendo alguna alusión al lugar, el orador habitual sabe salir adelante sin mayor problema. Además, en este sentido, las claves de la naturalidad, humildad y el uso del corazón del que se trató en el tercer capítulo son básicas para conquistar al público en situaciones conflictivas. EL MENSAJE Y por supuesto, además de todas esas anécdotas e historias que acercan sus discursos a la gente, Barack Obama explicó durante su campaña a la presidencia su programa político. A veces, centrándose en un único tema monográfico: sanidad, educación, seguridad nacional, energía… y en otras ocasiones explicando todos ellos. Están son algunas de las promesas que hizo: ♦ Lanzar un Plan de Rescate para la clase media norteamericana: reduciéndoles los impuestos al 95% de los ciudadanos. Las familias que ganasen menos de 250.000$ al año verían sus impuestos reducidos. Además se comprometió a fomentar que las empresas crearan puestos de trabajo en el país y préstamos de bajo coste para las pequeñas empresas. 135

♦ Acabar

con la dependencia del petróleo, con una inversión de 15.000 millones al año en energías renovables para crear cinco millones de puestos de trabajo sobre este tema en una década. ♦ Reducir el coste de los seguros de enfermedad de las personas que los tienen y que aquellos que aún no lo perciben, reciban uno semejante al de los congresistas norteamericanos. ♦ Reclutar un ejército de profesores que estén bien pagados para mejorar la calidad de la educación, pudiendo por supuesto, todo el mundo, acceder a ella. ♦ Cómo se va a pagar esto: dejando de pagar 10.000 millones de dólares al mes en Irak, terminar la guerra en Irak, controlar el plan de rescate de Wall Street exhaustivamente, terminar con la corrupción y acabar con el recorte de impuestos del 2% de los más ricos, eliminar los pretextos de las empresas para pagar impuestos, realización de una auditoría de los gastos del gobierno y eliminar los programas que no funcionan. Durante la campaña electoral hubo comentarios que criticaban a Barack Obama indicando que sus discursos estaban vacíos de contenido y llenos exclusivamente de “palabras bonitas”. En Internet están disponibles la mayoría de las intervenciones que hizo el actual presidente de EEUU durante la carrera a la presidencia, y ahí se puede comprobar la cantidad de información que contienen y todas las propuestas que el senador demócrata realizó en la misma.

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Capítulo Ocho Su esposa “Y por eso estoy aquí hoy. Estoy aquí por el futuro de mis hijas y el futuro de todos nuestros hijos. Ellos son mi apuesta en estas elecciones. Estoy aquí hoy porque quiero dejarles un mundo mejor –un mundo donde tendrán las oportunidades con las que nosotras y nuestras madres y abuelas sólo pudimos soñar”. Michelle Obama Charlotte, Carolina del Norte. 18 de septiembre de 2008 Michelle Obama entró en el estudio bailando al son de la música. Ellen Degeneres, la presentadora del programa “The Ellen Degeneres Show” de la cadena norteamericana Waner Bros la esperaba danzando también. Era el 8 de septiembre de 2008. Al sentarse, Ellen le confesó: “Tengo que decirlo, tu marido es un buen bailarín pero tú lo eres mejor que él”. “Ya lo sé –comentó ella– eso es lo que le estado diciendo todos estos años”. Con esta simpatía y naturalidad hablaba en un programa de televisión la ahora primera dama de Estados Unidos de América.

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El espacio de la popular Ellen sirvió para hacer un repaso de lo que había sido hasta entonces la campaña política a la presidencia del país para la Sra. Obama. Días antes, el 25 de agosto, la invitada había participado en la Convención Nacional Demócrata que tuvo lugar en Denver, realizando un discurso ante unas 15.000 personas. A la pregunta de la presentadora, Michelle Obama, confesó los nervios que había sentido al tener que hablar ante tanta gente. Aprovechó la circunstancia para contar una anécdota que sucedió con su hija Malia en dicho acto. Al finalizar al discurso de Michelle estaba previsto que Barack Obama hablara con ella y con sus hijas vía satélite a través de una gran pantalla. Cuando la madre terminó su intervención sus niñas salieron al escenario y ella les susurró: “Tengo una sorpresa para vosotras”; Malia se volvió hacia ella y preguntó ilusionada: “¿Los Jonas Brothers?”, el grupo musical del que es fan la pequeña. “No –dijo Michelle– es sólo papá”, con el consiguiente desencanto de la niña. El discurso de la esposa del actual presidente en Denver ha sido considerado como su mejor alocución de la campaña. El comentarista político Andrew Sullivan, describió el texto como uno de los más motivadores, íntimos, conmovedores, humildes y bonitos de los que he oído en una convención política”. Antes de su intervención se emitió un video de unos seis minutos llamado “South Side Girl” (la chica del barrio del South Side). Era la historia de Michelle contada por la voz en off de su madre, mostrando la clase de persona que es. En el documental, Craig Robinson habla del carácter compasivo de su hermana mayor indicando que 138

su forma de ser proviene de cómo era su padre: “todo el que iba a él pidiéndole ayuda se encontraba mejor después de hablar con él”. La madre de Michelle, Marian Robinson, terminaba el video diciendo: “Espero que América llegue a conocer a la chica que criamos y a la mujer en la que se ha convertido”. Aquella noche de Denver, que seguramente Michelle Obama no olvidará nunca, se expresó con el corazón y desde su propia familia. Mencionó el gran apoyo que su hermano, Craig había sido para ella desde que murió su padre, Fraser Robinson, en 1991 y en su discurso así lo dijo, al igual que agradeció la presencia de su madre. Toda la alocución de la actual primera dama de Estados Unidos fue muy emotiva, comentando sus sueños y los anhelos de su marido. Destacó además los valores de ambos, y la celebración esa misma semana de dos importantes aniversarios: el 88º de la obtención del derecho al voto de las mujeres; y la 45ª onomástica del famoso discurso de Martín Luther King “Yo tengo un sueño”. Pero… ¿quién es esta mujer negra que está haciendo historia en Estados Unidos de América? Michelle LaVaughn Robinson nació en una familia sencilla, el 17 de enero de 1964, en Chicago. Su padre, aquejado de esclerosis múltiple, murió joven, dejando a Michelle y a su hermano Craig, solos con su madre. Estudió Derecho en la Universidad de Princeton, donde presentó su tesis “Los negros educados en Princeton y la comunidad negra”, y en la “Harvard Law School”. Conoció a Barack Obama cuando coincidieron en la misma oficina de Chicago y Michelle se convirtió en su “jefa”. En octubre de 1992 se casaron. Sus hijas nacieron en 1998 Malia, y 139

en 2001 Sasha. Durante la campaña de su marido a la presidencia de EEUU, Michelle tuvo que compaginar el cuidado de las niñas con su presencia en algunos mítines, donde despuntó también como una buena oradora. Una de sus principales cualidades para la oratoria es su espontaneidad y su sentido del humor. En diciembre de 2007, en un mitin en Des Moines, en el que participaba tanto su marido como la famosa presentadora norteamericana Oprah Winfrey, Michelle irrumpió primero en el escenario, llegó al atril y, tras saludar al auditorio comentó: “Oprah y Obama no han podido venir, lo siento, yo voy a cantar para vosotros durante una hora”. En realidad no era más que una broma que aclaró enseguida con el consiguiente regocijo del auditorio. Esa naturalidad consiguió que supiera ganarse fácilmente a la gente. En otra ocasión por ejemplo, durante una visita a Ohio, estaba realizando su intervención cuando un simpatizante gritó de repente: “Te quiero”; a lo que ella respondió: “¿Veis? Viene siempre y le pago para que lo diga”, provocando las carcajadas del público. Ya el 21 de agosto de 2007, en el periódico “Chicago Sun-Times” la periodista Jennifer Hunter hablaba de la oratoria de la que iba a ser la primera dama: “Según la campaña se ha ido desarrollado, los discursos de Michelle Obama son mejores, más divertidos y más personales. Habla con más emoción que su marido”. E incluso añadía: “Barack Obama suele decir que su mujer es más lista que él, más fuerte y da mejores discursos que él”. También apoyó a su marido en sus propios discursos. El 11 de febrero de 2008, el periódico The Wall Street Journal publicaba un artículo de Mónica Langley en el 140

que la periodista relataba cómo en una reunión para preparar un discurso de Obama con su equipo, Michelle, que estaba allí sólo de oyente, de repente intervino diciendo: “Barack, siente, no pienses. Sé visceral, usa tu corazón… y tu cabeza”. El 10 de febrero de 2008, en el programa de la CNN “Larry King Live” el periodista preguntó a Michelle qué le parecía tener que dar discursos. La primera dama contestó: “Es una gran oportunidad poder hablar de una gran cantidad de asuntos que afectan al país. ¡Es un privilegio tener la oportunidad de llegar al corazón de la gente, poder formar parte de que el país se mueva en una dirección diferente!”. Aunque en alguna ocasión ha comentado lo curioso que resulta ser una mujer normal que, de repente, porque su marido aspira a la presidencia de un país, ella tiene que empezar a dar discursos como si eso fuera su actividad habitual. En el mismo programa, Michelle se mostraba segura de sí misma, utilizando una expresión que es muy de ella, que ha repetido en toda la campaña, la importancia que para los Obama supone el “tener los pies en la tierra”. Larry King le cuestionó además si no pensaba en las críticas de sus oponentes. Llegar al corazón de las personas, ese es su principal objetivo cuando habla en público: “Cuando estoy enfrente de la gente –dice– no pienso en Hillary ni en Bill Clinton ni en Barack, pienso en las personas que tengo delante en sus problemas, en sus desafíos”. Cuando el presentador le pide que defina a su marido ella señala: “Es un hombre bueno, es mi mejor amigo, él es un gran apoyo para mí y para las niñas”. Según ella, Obama es sincero, auténtico, directo, “no le 141

dice a la gente lo que ésta quiere oír sino lo que él opina, él va de frente, si te tiene que comentar algo, va a ser honesto contigo”. En la misma entrevista, Michelle demuestra su humildad, reconociendo que su esposo puede cometer errores como todo el mundo, pero según ella, será capaz de reconocerlos y rectificar. La mujer del actual presidente, que nunca había pensado entrar en política y que se incorporó en la campaña poco a poco, no lo tuvo fácil. En los primeros meses del año 2008 también recibió feroces críticas, tanto por parte de Hillary Clinton, como por McCain y los republicanos, así como por ciertos medios de comunicación. En algunas ocasiones, sobre todo al principio, su franqueza fue muy mal entendida, como cuando realizó comentarios sobre algunos defectos de su marido en alguna revista. El hecho, en vez de ser tomado como algo “espontáneo”, se juzgó como un interés por menospreciar a su esposo. Más dura fueron con ella cuando en dos de sus primeras alocuciones públicas incluyó una frase poco afortunada, que mucha gente quiso malinterpretar. La línea del discurso era la siguiente: “esta es la primera vez que realmente me siento orgullosa de mi país” hablando de la oportunidad de su marido al poder presentarse a la presidencia de Estados Unidos de América. Sus palabras fueron consideradas como una falta de patriotismo, y los medios de comunicación más afines a los republicanos, así como algunas páginas web pusieron el grito en el cielo. Por supuesto, Michelle tuvo que dar explicaciones. Meses más tarde, el 18 de junio de 2008 participó en el programa de televisión “The View” de la cadena ABC donde compartió tertulia con cinco muje142

res: Barbara Walters, Whoopi Goldberg, Joy Behar, Elisabeth Hasselbeck, y Sherri Shepherd. Allí surgió el tema de la polémica ocasionada por sus declaraciones, y ella volvió a repetir lo que ya había manifestado. Aprovechó además la oportunidad para agradecer públicamente a Laura Bush, la entonces primera dama, que hubiera salido en su defensa afirmando: “Seguramente habrá querido decir que ahora se sentía más orgullosa”. Por supuesto, esa había sido la intención de Michelle Obama. Los duros comentarios percibidos contribuyeron a que cuidara mucho más el contenido de sus discursos y su presencia pública. Poco a poco, se fue ganando a la gente, vendiendo una imagen de lo que realmente siempre ha sido, una buena madre, amante esposa y responsable ciudadana. Una de las cosas que más ha preocupado a Michelle Obama durante la campaña a la presidencia ha sido que sus hijas siguieran teniendo sensación de “normalidad” lo máximo posible. Para ello, uno de sus objetivos era dormir en casa siempre que pudiera para que, ya que su padre no podía estar todas las noches con ellas, que al menos uno de los dos estuviera. Meses más tarde, Michelle Obama volvió al programa de Larry King, el 8 de octubre de 2008, y declaró que le gustaba estar en campaña, más de lo que había pensado jamás. También le detalló que, buscando esa “normalidad” para las niñas, era muy estricta con el horario para irse a la cama. Así le concretó al periodista que había llegado a un acuerdo con su marido para que éste las telefoneara antes de la hora de irse a dormir cada noche. Además, la Sra. Obama relató una anécdota sucedida en 143

su casa cuando su esposo ganó las primarias a Hillary Clinton. Al día siguiente ella se reunió con las niñas para explicárselo y le dijo a Malia: “¿te das cuenta de lo mucho que significa que un hombre afroamericano haya conseguido la nominación?” y la niña respondió: “Sí, aunque también hubiera sido muy importante que lo hubiera hecho una mujer”. El 16 de noviembre de 2008, tanto Barack Obama como Michelle fueron invitados al programa 60 minutos de la cadena norteamericana CBS, en su primera entrevista tras las elecciones. “¿Cómo fue el día después de haber sido elegido presidente de Estados Unidos de América?”–inquirió Steve Kroft, el periodista. Michelle se adelanta y revela: “Al día siguiente, las niñas fueron al colegio como si nada hubiera pasado: sí, venga, papá ha sido elegido presidente, venga que hay que llegar a la escuela”. Sólo cuando llegaron al centro escolar y miles de personas estaban allí para hacerles fotografías, felicitarles y aclamarles, dicen los Obama que fue cuando sus hijas tomaron conciencia, en cierto modo, de la dimensión de lo que estaba sucediendo. Respecto a cómo se iban a acostumbrar al cambio que supone vivir en la Casa Blanca, la actual primera dama indicó que llevaban dos años de proceso gradual de transformación de sus vidas, con lo cual, ése iba a ser un paso progresivo más. La relación de ambos con Joe Biden, es excelente: “Nos llaman los Obiden”, dijo Michelle en alusión a la familia Biden que es mucho más grande que la de los Obama, puesto que el vicepresidente tiene varios hijos y muchos nietos.

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LA EVOLUCIÓN DE MICHELLE En cuanto a su oratoria, Michelle Obama ha aprendido mucho a lo largo de la campaña política que vivió en 2008. Sus últimos discursos poco tienen que ver con los que realizó a principios de año, aunque es verdad que siempre ha tenido una frescura y un sentido del humor innato que le ha proporcionado grandes éxitos. En el discurso que pronunció en Delaware, por ejemplo, en enero de 2008, habló con naturalidad de las pocas esperanzas que tenían cuando Obama anunció que se presentaba a las elecciones. El primer problema a solventar era la recaudación económica necesaria para afrontar una campaña de este tipo. Como ella misma indicó en ese discurso, poco a poco el dinero comenzó a llegar de todas partes, y la mayoría no procedía de grandes donantes, sino de mucha gente, miles de pequeñas donaciones de billetes de 5, 10 ó 20 dólares. Aparecían a través de Internet y en sobres, por correo postal. En esa intervención Michelle mostró toda su pasión, sus ganas, su gran capacidad para comunicar y su fuerza. Expuso como ejemplo su vida, explicando cómo ésta había sido como la de los demás, corriente. Una de sus frases más aplaudidas se refirió a su escolarización y la de su propio hermano en un colegio público que estaba a la vuelta de la esquina, en su casa del barrio obrero “South Side” de Chicago. “Cuando estoy delante de la gente pienso que pueden contemplar en mí no a la posible próxima primera dama de Estados Unidos sino el producto de una escuela pública”. Una de las cuestiones que también reveló en su argumentación es que la subsistencia 145

económica de su familia había mejorado considerablemente debido al éxito de ventas de los dos libros escritos por su marido. Habló también Michelle de la importancia de la educación, la sanidad pública, la jubilación, los soldados y sus familias. Citó los problemas a los que se enfrenta EEUU en cuanto a lo social y explicó que había escasez de voluntad. “Necesitamos un nuevo liderazgo –especificó– un liderazgo que yo no he visto en toda mi vida”. “Igual que yo me preocupo de mis niñas sé que vosotros os preocupáis de vuestros hijos”. “Imaginaos lo que supone tener un presidente de Estados Unidos que conoce lo que pasa en un pueblo pequeño como Kisumu en Kenia, no porque lo lee en las noticias sino porque su abuela todavía vive allí”. LAS CLAVES DE SU ORATORIA Al igual que su esposo, Michelle ha demostrado durante la campaña a la presidencia de Estados Unidos que cumple las tres reglas básicas de la oratoria: naturalidad, como ya se ha explicado, hablando siempre claramente de lo que piensa, de lo que siente…; humildad, asimilando que no superior a nadie, ella misma reconoce que su padre le solía decir: “Hay que tratar a la gente con decencia y respeto, aunque no los conozcas o no estés de acuerdo con ellos”; y el corazón. La Sra. Obama se expresa, como ella misma ha reconocido, para llegar a la gente, para transmitir, para comunicarse con las personas que le escuchan. 146

Por otra parte, tiene Michelle Obama unos principios muy claros. Cuando le preguntan qué es ella, lo primero que responde es “madre”, eso indica el gran valor que le da a la familia. Reconoce la gran suerte que supuso convivir con su padre, de adquirir de su progenitor unos principios que le han guiado hasta dónde está. Siente una gran responsabilidad por lo que está haciendo, por su labor, no sólo a nivel global, ni a nivel estadounidense, también quiere trabajar a nivel local, con la gente de Washington D.C. ya que vive allí. En alguna ocasión le han cuestionado qué le hace mantener los pies en la tierra, una expresión que le gusta y que es su objetivo para con sus hijas. Michelle comenta que precisamente son ellas las que le hacen tocar suelo. Así reconoce que, durante la campaña, cada vez que llegaba a casa, no quería hablar de política, sino saber cómo le había ido a sus hijas en el colegio, qué tal iban en deportes o en piano. Su uso de la voz es excelente; Michelle emplea los silencios de forma magistral, comentando anécdotas de la campaña e historias de su vida, que parten de su propio corazón y que llegan, sin problemas, al interior de las personas que componen el auditorio. Emplea una gesticulación sencilla, con gestos muy naturales. También interactúa con la gente. Le gusta llegar y saludar al público, y percibir su estado de ánimo en esos primeros minutos en los que se expone ante ellos. El sentido del humor es otra de las grandes bazas de la primera dama. Es difícil que comience un discurso sin hacer un comentario gracioso, sin ganarse a la gente desde el primer momento, y sin exhibir una enorme son147

risa. De hecho, el propio Obama reconoce que ella tiene más sentido del humor que él. Y a pesar de utilizar el telepronter, del cual tiene un gran dominio, que le guía a lo largo de su alocución, siempre está dispuesta a improvisar en respuesta a lo que acontezca, a lo que el público diga, dando por tanto una sensación de frescura, a la vez que competencia en sus intervenciones. Otra de las grandes cualidades de Michelle Obama es su capacidad para empatizar con la gente. Al ser de origen humilde, de padres que no estudiaron, valora el esfuerzo de las personas para salir adelante, y es capaz de ponerse en los zapatos de cualquiera de ellos. Eso le hace muy cercana a las personas que le escuchan, porque lo que ella ha vivido también lo experimenta mucha gente. Y eso que se considera afortunada por haber podido llegar hasta donde lo ha hecho. Sabe que no todo el mundo ha tenido sus posibilidades, precisamente porque no todos lo tienen tan fácil, está decidida a ayudar a los demás. También destaca en la actual primera dama su inteligencia emocional. Ella explica que es muy difícil ver a Obama enfadado. Pero ella tampoco pierde los estribos. Preguntados en una entrevista quién es el que tiene la última palabra cuando discuten, ambos lo tienen claro: Michelle. Y Barack añade: “Cuando mamá está contenta, todos estamos contentos”. A pesar de las críticas que le hicieron durante la campaña, tanto a ella como a su marido, apenas se les escuchó un reproche ni a Hillary Clinton, ni a McCain ni a la senadora Palin; los comentarios eran a las propuestas electorales de cada uno de ellos, pero no cuestiones personales.

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Respecto a la Programación Neurolingüística (PNL), Michelle parece tener una gran capacidad kinestésica, al estilo de su marido, aunque es más visual que él. Habla más rápido y más alto y cuando le preguntan sus ojos buscan la información en las zonas de arriba, típico de los visuales. SUS DISCURSOS Uno de sus primeros discursos tuvo lugar el 15 de febrero de 2008 en la Universidad del Estado de Ohio. Nada más llegar, tuvo que ajustar el micrófono y colocárselo como ella quería. Comenzó bromeando con el alcalde, diciéndole a los estudiantes: “el alcalde es guapo”. Posteriormente, se equivocó, sufrió un lapsus y en vez de decir “vamos a ganar en Ohio”, dijo: “vamos a ganar en Iowa”. Al instante, se dio cuenta de que se había equivocado y corrigió: “me refiero a que vamos a ganar en Ohio igual que ganamos en Iowa”. Otra de sus intervenciones tuvo lugar en Charlotte (Carolina del Norte), el 18 de septiembre de 2008. Era en un foro de mujeres trabajadoras y el tema era la economía. Comenzó hablando de la importancia que tenía para ella las cuestiones que afectan a los colectivos familiares. “Las políticas que afectan a las mujeres trabajadoras y sus familias no son sólo cuestiones políticas. Son personales”, explicó. Hizo algunas alusiones al lugar donde se encontraba, Carolina del Norte, y las dificultades que algunas personas le habían expresado. Posteriormente explicó algunos pasajes de la vida de su esposo y cómo él 149

había conseguido salir adelante a pesar de los problemas con los que se había encontrado. A continuación enumeró uno por uno los puntos principales del programa electoral del candidato demócrata, en cuanto a economía, sanidad, energía, educación, empleo y las tropas de Irak. Concluyó solicitando el voto para Obama y abierta a escuchar lo que otras mujeres presentes en dicho foro tenían que decir. El 24 de septiembre de 2008 Michelle Obama participaba en una mesa redonda con esposas de militares en Allentown (Pennsylvania). Tras los agradecimientos habituales la esposa del actual presidente de EEUU alabó la labor de todos los soldados que el Estado en el que se encontraba, estaban realizando en Irak. Explicó además que le gustaba participar en este tipo de eventos porque había la posibilidad de escuchar lo que quien quisiera pudiera aportar y ella tenía interés por oírlo. Como era un momento en que ya la crisis financiera había estallado en todo el mundo, Michelle hizo referencia a la situación económica y a cómo Obama podía colaborar en su recuperación desde la Casa Blanca. Para finalizar dijo: “Si Barack tiene el honor de servir como nuestro presidente, y yo tengo el privilegio de servir como primera dama, yo voy a continuar teniendo estas conversaciones con vosotras… y me llevaré estas historias a casa para él. Porque el ‘comandante en jefe’ no necesita sólo saber como dirigir un ejército. También necesita entender lo que la guerra produce a las familias de los militares, y qué puede hacer él para ayudar a que vuestras familias permanezcan sanas y fuertes”. El discurso de Denver, en la Convención Nacional Demócrata fue el más importante de su vida. Tuvo lugar el 25 de agosto de 2008. Michelle salió al escenario tras 150

la presentación que hizo de ella su hermano Craig, entrenador de baloncesto. Sus primeras palabras fueron para él, por el apoyo que siempre recibió de él. Explicó que llegaba hasta allí como hermana, como “esposa que ama a su marido”, como madre de unas niñas “ellas son lo primero en lo que pienso cuando me despierto y en lo último que pienso cuando me voy a dormir”, y como hija. Ahí comenzó a contar su historia, la de su padre y su madre y cómo ambos lucharon para sacar a sus hijos adelante. También habló de su esposo, por supuesto, y de los principios y valores que les unían a ambos. “Y, finalmente, después de todo lo que ha ocurrido durante estos últimos 19 meses, el Barack Obama que conozco hoy es el mismo hombre del que me enamoré hace 19 años. Es el mismo hombre que, hace 10 años, me llevó a casa aquel verano con nuestra bebé recién nacida, avanzando lentamente a paso de tortuga, curioseándonos con ansiedad por el espejo retrovisor, sintiendo todo el peso del futuro del bebé en sus manos, decidido a darle todo aquello por lo que él mismo había luchado tanto, decidido a darle lo que él nunca había tenido: el abrazo firme del amor de un padre. Y, cada noche, cuando arropó en su cama a esa pequeña y a su hermanita, pensó cómo algún día, ellas tendrán sus propias familias. Y un día, ellas –y vuestros hijos e hijas– les contarán a sus propios hijos lo que logramos juntos durante estas elecciones. Les dirán cómo esta vez escuchamos a nuestras esperanzas, en lugar de a nuestros miedos. Cómo esta vez, decidimos dejar de dudar para comenzar a soñar. Cómo esta vez, en este gran país –donde una niña del “South Side” de Chicago puede ir a la facultad y a la escuela de derecho, y el hijo de una madre soltera de Hawai puede llegar hasta a la Casa Blanca– nos comprometimos a construir el mundo que debería ser”. 151

Capítulo Nueve Su imagen “Reconozco que no soy el candidato más convencional para este cargo. No encajo en el pedigrí típico, y no he pasado mi vida profesional en los pasillos de Washington”. Convención Nacional Demócrata Denver. 28 de agosto de 2008 En el programa de Ellen Degeneres, de la Warner BROS, el 30 de octubre de 2007 una espectadora le pregunta a Obama cómo compagina su vida política con su vida familiar. Obama le dice que durante la campaña tanto él como Michelle están intentando que las niñas tengan una vida lo más normal posible, pero añade: “si soy presidente he oído que te dan una casa pública así que viviremos en el mismo lugar donde yo tendré la oficina”. En realidad, la imagen de Barack Hussein Obama ha sido apoyada, en gran parte, por un equipo del que él se siente muy orgulloso y a quien ha agradecido en numerosas ocasiones el trabajo que ha realizado con él. Gente en general muy joven, aunque muy preparada para mon-

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tar una campaña electoral, según el propio inquilino de la Casa Blanca, que ha sido “la mejor del mundo”. La estrategia para el diseño de su carrera al Despacho Oval fue posible debido al trabajo de un gran número de asesores que ha estado apoyando al candidato. En primer lugar, la recaudación de fondos de Obama ha sido la mayor en la historia de unas elecciones en EEUU, con 639 millones de dólares recaudados, frente a los 360 millones de John McCain. Esto, teniendo en cuenta que el candidato demócrata no quiso contar con los grandes donantes estadounidenses para que luego no fueran a pedirle favores a Washington, sino con las pequeñas donaciones de los propios electores. Además, la mayoría del dinero recaudado por Obama procede de la recaudación que se ha realizado por Internet, que por primera vez jugó un papel esencial en unas elecciones presidenciales, sobre todo para la obtención de fondos. Y no sólo se ha empleado la Red, también la telefonía móvil, con miles de mensajes enviados a los suscriptores y aplicaciones específicas para recibir al instante las noticias que se iban sucediendo en el lado demócrata. También fue muy importante el contacto personal. A través de la página web se crearon una serie de grupos por estados, donde se organizaban reuniones en diferentes lugares para que se hablara de las propuestas electorales, se explicara cómo había que apuntarse al censo y se convenciera a nuevos votantes. El número de voluntarios con los que contó el actual presidente fue enorme; personas de todas las edades, convencidas con la causa, que realizaron miles de llamadas telefónicas y organizaron 154

cientos de eventos, además de visitar miles de casas en todo Estados Unidos. Una de las actividades que se llevaron a cabo, por ejemplo, fue un anuncio que se emitió por Internet en el que se animaba a los jóvenes americanos con abuelos en Florida –un estado predominantemente republicano– para que fueran a visitarles en sus vacaciones y les convencieran de votar a Obama. Se creó el logotipo, que sugiere un sol que nace en un campo formado por los colores de la bandera americana. Lo más importante del mismo es que es muy versátil y se ha adaptado a los diferentes colectivos que se han unido a su campaña. Así como unas palabras clave: “Esperanza. Cambio. Acción”, y un slogan: “El cambio en el que podemos creer”. Además se incorporó el “Yes we can”. EL E-PRESIDENTE Como ya se ha dicho, una de las grandes bazas que Barack Obama jugó en su carrera electoral, convirtiéndose en pionero en ello y todo un referente ha sido Internet. Su liderazgo en la red no ha tenido límites. Fue el primer candidato a la presidencia de un país que ha dado a este medio de comunicación de masas la importancia que realmente tiene. Sus páginas en Facebook, My Space y Twitter, entre otras muchas, tuvieron un éxito enorme. De hecho, uno de los colaboradores de Obama es, ni más ni menos que Chris Hughes, nacido en 1983, uno de los tres creadores de Facebook, una de las páginas más importantes como directorio social de Internet. 155

El senador demócrata le contrató al presentar su candidatura y él se hizo cargo de la presencia e imagen de Obama en la Red. La página web oficial (http://www.barackobama.com) de la campaña de Obama fue impresionante. Disponible en inglés y español, pero con muchos más recursos la versión en inglés. A través de ella se podía encontrar toda la información sobre la campaña: biografía de los candidatos, los discursos, las fotos de la campaña, el programa electoral por temas, información para los medios de comunicación, información para el votante: dónde votar, cómo votar, como donar dinero para la campaña, los diferentes colectivos que apoyaban la campaña, la información por estados, el blog, una tienda para comprar souvenirs (gorras, chapas, camisetas, llaveros, etc). En el blog se iba especificando cuáles eran los actos del día, los temas más destacados en los discursos que iba dando, comentarios, etc. Además se incluía una sección denominada “Obama everywhere” (Obama en todas partes) con los enlaces a las siguientes páginas: Facebook, MySpace, YouTube, Flickr, Digg, Twitter, BlackPlanet, Faithbase, Eons, Glee, MiGente, Eventful, Linkedln, MyBatanga, AsianAve y DNC Partybuilder. La página de YouTube, dedicada a la inclusión de videos, una web que suelen visitar mayoritariamente la gente joven, contaba con un canal específico dedicado a los videos de la campaña presidencial. La página de Obama se creó el 5 de septiembre de 2006, ha contado con más de 1.800 videos: discursos de todos los participantes en la campaña de Obama, actos oficiales, videos 156

de apoyo, anuncios de televisión, etc. Contó con 146.867 suscriptores, es decir, seguidores continuos de este Canal de videos, y se ha habido unos 20.300.000 reproducciones aproximadamente. Fue todo un hito que uno de sus primeros discursos de 2008, el que pronunció en New Hampshire el 8 de enero, con las famosas palabras “Yes we can”, dio la vuelta al mundo convertido en un videoclip donde la letra era el propio texto de Obama. Más de 14 millones de visitas tuvo el video. A finales de diciembre se indicó que este video había sido el sexto más visto del año. No es de extrañar que, una vez elegido presidente, haya decidido convertir el mensaje radiofónico semanal que desde la época de Ronald Reagan se instauró oficialmente en la Casa Blanca, en un video en YouTube cuya primera emisión comenzó el 15 de noviembre de 2008, repitiéndose cada sábado. Además de las páginas creadas por el propio equipo de Obama, numerosos blogs y web han seguido la campaña política del presidente, algunos apoyándole y también otras, criticándole, difundiendo mentiras, difamándole e incluso, algunas, amenazándole de muerte. Uno de los personajes más conocidos en Internet ha sido la llamada “Obama Girl” (chica Obama) que cantaba canciones de apoyo al presidente y grababa diferentes videos con ella y Obama de protagonistas para pedir el voto para el candidato. Por supuesto, de manera espontánea y sin acuerdo con el equipo del senador demócrata. Otro de los videos que pulularon por Internet fue el realizado por la revista satírica estadounidense “The Onion”. A finales de octubre de 2008 se hizo público un 157

montaje en el que se veía a Barack Obama trabajando como becario para Jose Luís Rodríguez Zapatero. Se decía que debido a la falta de experiencia del candidato, éste se había presentado a un programa de becas de la Moncloa para aprender a ser presidente de un país. Un detalle que ha llamado la atención de los medios de comunicación a pesar de ser simplemente una anécdota es la cuestión de que el presidente electo quería mantener su móvil “Blackberry”. Según las normas de la Casa Blanca, su inquilino no tiene posibilidad de poseer un teléfono móvil propio por miedo a posibles “hackers”. La “normalidad” de Obama, que es un hombre acostumbrado al uso diario de las tecnologías, le hacía pensar que podía perder contacto con el exterior si no podía emplear su móvil o su ordenador como habitualmente. “No quiero estar aislado y rodeado sólo por 10 ó 12 personas”, dijo en una entrevista. Efectivamente, él que estaba acostumbrado a hablar con la gente, y sobre todo, a escuchar sus historias, le costará hacerse a la idea de que eso ya no es tan fácil. ANUNCIOS EN TELEVISIÓN Una de las herramientas muy utilizadas por los candidatos norteamericanos durante las elecciones es la realización de anuncios de televisión en las diferentes cadenas. Suelen ser espacios publicitarios de gran calidad donde los candidatos exponen su programa electoral, o bien critican el del adversario o bien dan respuesta a algún hecho que surge durante la campaña. 158

En el caso de Obama, llamó la atención un publirreportaje que se difundió días antes de la jornada de votación. El 29 de octubre de 2008 varias cadenas de televisión –CBS, NBC y Fox, se dice que en total fueron siete– emitieron un programa especial, un publirreportaje, patrocinado por la candidatura demócrata. Con una música tranquila y la voz del actual presidente de EEUU comenzaba el especial. El candidato aparecía en un primer momento moviéndose tranquilamente por su despacho, hasta sentarse en la mesa, de manera un tanto informal. Su voz suave y serena iba explicando al electorado por qué ese era un momento importante para los americanos. Así reveló que durante los últimos 20 meses había viajado por todo el país, conociendo a muchos ciudadanos y sus historias. A lo largo de todo el espacio, Obama iba relatando con voz en off cuatro historias: la de una madre de familia blanca con cuatro hijos; la de unos jubilados negros; la de una viuda blanca, y una familia blanca. Cada historia exponía uno de los temas de su programa político: la familia, la sanidad, la educación, el desempleo, etc. En algunos momentos se observaba a Obama hablando con la gente, dando sus discursos, participando en los debates con McCain y, poco a poco él va introduciendo sus promesas electorales, exponiendo los cambios que iba a hacer si llegaba al Despacho Oval. También incluyó la imagen y la voz de personajes importantes del mundo de la empresa o ciudadanos que dan su opinión sobre el programa de Obama, así como

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fotografías de su propia familia para ilustrar aquellas escenas en las que se refería a ellos. El publirreportaje se emitió en hora de máxima audiencia y se dice que ésta fue de 33’5 millones de espectadores. CRÍTICAS La imagen del orador es por supuesto siempre importante. En el caso de un político esta debería ser intachable pero, desgraciadamente, a lo largo de la carrera electoral son muchos los intereses que llevan a diferentes colectivos a tratar de ensuciar el perfil del candidato. En ese sentido Barack Obama no fue una excepción. El candidato demócrata tuvo que enfrentarse a grandes acusaciones. El mismo reconoce el gran valor que tuvo Internet en su carrera política pero también es consciente de que es un arma de doble filo puesto que permite que un rumor, una infamia o una injuria se distribuyan por la Red rápidamente y llegue a todos los rincones del planeta. Tanto fue así que el equipo de Obama creó una página web exclusivamente dedicada a desmentir todos los rumores que nacían contra él y la gente de su entorno. ¿Qué se ha dicho de él? Quizás sería más fácil decir qué no se ha dicho de él. Estas son algunas de las calumnias que han recorrido su panorama político: ♦ Que plagiaba discursos: En febrero de 2006 Obama fue acusado de plagiar un discurso que había pronunciado el 16 de ese mes. Hillary Clinton comentó que el texto de Obama en Wisconsin era muy 160

similar al que había pronunciado Deval Patrick, gobernador de Massachussets a finales de 2006. El texto, que repetía “Just words” (sólo palabras) continuamente, hacía referencia a varias citas importantes de la Historia americana, incluyendo algunas de Martin Luther King, Kennedy, Lincoln. La senadora demócrata aprovechó la ocasión para criticar a Obama, indicando que si lo más importante de él eran sus “palabras” y encima no eran suyas… El propio Deval Patrick salió en televisión explicando que conocía al senador demócrata desde 15 años, que eran buenos amigos, y que le parecía estupendo que se hubiera inspirado en su discurso para hacer el suyo. ♦ Que es musulmán: Su segundo nombre, Hussein, le ha ocasionado serios comentarios tratando de mostrarle no sólo como que profesaba esa religión sino como un extremista semejante a los que cometieron actos terroristas contra las Torres Gemelas. Hay en Internet lo que parece una copia de una ficha de cuando Obama estudió en Indonesia, donde en la casilla correspondiente a religión, establece: Islam. También hay una foto que se hizo de joven con ropa musulmana que se ha empleado como prueba de su confesión religiosa. En un programa de televisión en mayo de 2008 de la ABC News en el que estaban Obama y Michelle, la presentadora le habla sobre los rumores en Internet que dicen que él es musulmán. Barack le pide a la periodista: “Por favor, pregúntemelo directamente” y cuando ella le cuestiona: “¿Es usted musulmán?” él

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dice rotundamente. “No, ya está. Creo en Jesucristo y creo que murió por nosotros”. ♦ Que es “amigo de terroristas”: este fue un calificativo de Sarah Palin, candidata a la vicepresidencia. La historia procedía de la amistad de Obama con un profesor de la Universidad de Chicago que en los años 70 se manifestó en contra de la guerra de Vietnam. ♦ Que no es “ciudadano americano”: algunos grupos políticos y mediáticos negaron su ciudadanía exigiendo pruebas al candidato de su procedencia estadounidense. Su equipo tuvo que hacer público su certificado de nacimiento, pero aún así hubo gente que no se lo creía. De hecho se presentó una denuncia sobre el tema e incluso en diciembre de 2008, en pleno periodo de transición, se publicó un anuncio en prensa en página completa indicando que el presidente electo no había nacido en Estados Unidos. En ese mismo mes fue desestimado el caso por la justicia. Incluso se llegó a decir que la abuela de Obama en Kenia había hecho declaraciones explicando que ella atendió su parto en el país africano. ♦ Que es un marxista, socialista: Otro de los comentarios de la candidata a la vicepresidenta, Sarah Palin, por sus ideas sobre la clase media y su apoyo a ésta pretendiendo recortarles los impuestos. ♦ Que hipnotiza al público: también ha habido acusaciones, de que Obama empleaba el lenguaje hipnótico de Milton Erickson para poner en trance a la gente y que le votara bajo el efecto de la hipnosis. Ericsson era un reputado psicólogo que empleaba un lenguaje especial con el conseguía llevar a sus pacien162

tes a un estado de hipnosis que le permitía hablar con su yo más profundo. Durante la campaña presidencial, un pequeño sector crítico con Obama comenzó a difundir un documento en el cual se explicaba cómo el candidato demócrata empleaba la hipnosis ericksoniana para “manipular e hipnotizar” a su público. La teoría se basaba en el lenguaje generalista que utilizaba en sus discursos, el uso de la retórica y el volumen, el tono y la cadencia en la voz empleada. En realidad la retórica y forma de hablar de Obama es similar a la que utilizaron el presidente Lincoln, Robert y John F.Kennedy o Martin Luther King, etc. Afortunadamente, sólo algunos escasos medios norteamericanos se hicieron eco de estos comentarios. ♦ Que era antipatriota: durante los primeros meses de la campaña Obama no utilizó el pin con la bandera americana. Cuando le preguntaban por qué no lo hacía, el dijo que no necesitaba llevarlo para sentir a su país, pero algunos grupos empezaron a llamarle antipatriota. Al final, según le explicó a una periodista en una entrevista, decidió ponérselo porque su equipo así se lo pidió. “Me dijeron que era, no tanto para demostrar que no era antipatriota, sino para que se dejara de hablar del tema”. ♦ Que no tenía experiencia porque sólo había sido “organizador comunitario”: de nuevo un comentario de la Sra. Palin que pretendió desacreditarle indicando que no estaba preparado para gobernar un país. Obama se defendió diciendo que sus años como organizador comunitario le habían servido para 163

aprender cuáles eran las necesidades, los sueños y los anhelos de la gente y que estaba muy orgulloso de ello, además de contar con su experiencia en el Senado de EEUU. EL PELIGRO DE SER “HOMBRE DE RORSCHACH” Uno de los tantos “motes” con los que Barack Obama fue nombrado a lo largo de la campaña electoral es el de “El hombre de Rorschach”, haciendo alusión al famoso test psicológico, en el que cada persona contempla algo diferente al observar unas manchas de tinta sobre un papel. Algunos analistas norteamericanos consideran que el actual inquilino de la Casa Blanca tiene un cierto parecido con este test, puesto que cada uno visualiza en él lo que quiere, y todo el mundo observa algo distinto. Y es que el candidato demócrata fue acusado durante la campaña de: ♦ No ser lo suficientemente negro ♦ No ser lo suficientemente blanco ♦ No ser lo suficientemente rico ♦ No ser lo suficientemente pobre ♦ No ser lo suficientemente cristiano ♦ No ser lo suficientemente musulmán ♦ No ser lo suficientemente africano ♦ No ser lo suficientemente americano 164

De manera que siempre había algún colectivo que le tachaba de alguna de estas cuestiones, tratando de descalificarle. Por ejemplo, numerosos grupos de la derecha más encarnizada no estaban de acuerdo con que el candidato demócrata fuera de raza blanca y así ha aparecido en muchas web y blog americanos. En algunas páginas se podía ver incluso la foto del actual inquilino de la Casa Blanca con una diana puesta en la cabeza y la exclamación de “A por él” u “Objetivo”. Hay que recordar además el precedente histórico existente en ese país donde varios presidentes han sufrido atentados contra su vida; y lo que es peor, varias personalidades como John F. Kennedy, su hermano Robert o el mismísimo Martin Luther King fueron asesinados. No es de extrañar que, desde que decidió presentarse a la presidencia de EEUU, Barack Obama haya contado con un equipo de seguridad que hasta ahora sólo poseía el propio George Bush. Se calcula que en Estados Unidos hay cientos de grupos que desearían atentar contra él. De hecho, el 26 de noviembre de 2008, en una entrevista concedida por los Obama a la periodista Bárbara Walters, de la cadena norteamericana ABC News, ésta le preguntó si tenía miedo por su vida. Con la serenidad con la que él contesta habitualmente, dijo que no pensaba en ello, “en parte porque dispongo de un buen equipo de seguridad a mí alrededor, y también porque tengo fe”. No hay que olvidar que ya en plena campaña electoral, en octubre de 2008 fueron detenidos dos ultraderechistas que defendían la supremacía blanca, y que estaban preparando un atentado no sólo contra Barack 165

Obama sino también contra un grupo de 102 alumnos negros de un centro escolar del estado de Tennessee. También justo después de su victoria en las elecciones, el 11 de noviembre de 2008 el Ku Klux Klan hizo un comunicado indicando que iban a lanzar una “guerra racial” en contra de Obama porque, aunque era de madre blanca, le consideraban “medio negro”. Sin llegar a esos extremos, en mayo de 2008 en un reportaje realizado en West Virginia por la cadena “The Real News Network”, antes de que Obama venciera a Hillary en las primarias, los reporteros preguntaban a la población de esta localidad, habitualmente demócrata quién era su candidato preferido. La mayoría de los blancos consultados apostaban por la Sra. Clinton, pero además, al cuestionarles sobre a quién votarían si Obama ganara a la senadora, una gran parte de los entrevistados decía que por primera vez en su vida votarían a los republicanos con tal de que un negro no estuviera en la Casa Blanca. A esas amenazas “nacionales” hay que sumar las del grupo Al Qaeda. A los pocos días de su victoria electoral, el 19 de noviembre de 2008, se difundió una grabación de audio en la que el número dos de la red terrorista Al Qaeda, el egipcio Ayman Al Zawahiri acusaba a Obama de haber traicionado sus raíces islámicas, siendo “un esclavo negro que sirve a los blancos”, criticando la visita a Israel que realizó durante la campaña y sus palabras en apoyo al pueblo judío. Desde luego, ante este panorama, las medidas de seguridad alrededor del actual presidente tienen que ser muy escrupulosas para que pueda llevar a cabo su labor. Al fin y al cabo, ha sido elegido en una sociedad democrática, por la mayoría de sus ciudadanos. 166

Capítulo Diez Sus discursos “Era la llamada de los trabajadores que se organizaron; de mujeres que luchaban por su derecho al voto; fue un presidente que escogió a la Luna como una nueva frontera; y un Dr. King que nos mostró un camino hacia lo alto de la montaña y nos mostró la Tierra Prometida. Sí podemos a la justicia e igualdad. Sí podemos a la oportunidad y la prosperidad. Sí podemos sanar esta nación. Sí podemos reparar este mundo. Sí podemos”. Discurso del “Yes we can” 8 de enero de 2008 Cuenta Obama en su primer libro, “Los sueños de mi padre” que uno de los primeros discursos que pronunció en su vida fue a un grupo de estudiantes. El tema era la situación en Sudáfrica, por supuesto, contra el “apartheid”. En un primer momento sus compañeros no le hacían caso, pero tras unos minutos, era tal la pasión y la vehemencia que le ponía, que todo el mundo se calló y le escuchó. Posteriormente, en el segundo, “La audacia de la esperanza” reconoce que una de las cosas que más le 167

gustaba como senador era “hablar ante los electores en las reuniones comunitarias”. Desde aquella época hasta ahora, la práctica, que es realmente el éxito de la oratoria, le ha llevado a pronunciar cientos de discursos. Para la realización de este libro se han leído más de 200 alocuciones públicas de Barack Obama. La primera pertenece a 2002, la última es la de la noche de las elecciones, el momento de la victoria del actual presidente de Estados Unidos de América. Todas ellas son una espléndida colección de maravillosos textos que permiten descubrir las ideas del actual inquilino de la Casa Blanca, visualizando lo que quiere decir, escuchando su voz a través de sus palabras, y sobre todo, sintiendo lo que deseó transmitir en cada uno de ellos. Además, como Obama comenta en sus disertaciones muchas vivencias de las que le van sucediendo y habla de su familia, pasada y presente, leer sus discursos es como ojear su diario, lo cual permite una aproximación al conquistador del Despacho Oval de una forma intimista y cercana. También es verdad que muchas de las anécdotas e historias que incluyó en sus intervenciones ya las había relatado en sus dos libros. Sus “speechwriters” se han basado en ellos, además de en otros grandes discursos de la Historia. Los textos íntegros de los discursos de los que aquí se va a hablar están disponibles en Internet; la mayoría en inglés, en la propia página de la campaña electoral. Aquí se ha incluido una selección que está expuesta de forma cronológica. Algunos son los que los expertos han considerado como “los mejores”, otros han sido elegidos por que tienen algo especial o merecen conocerse. 168

De cada uno de ellos se ha extraído –y aparece así en cursiva– algunos fragmentos en castellano del texto original. EL PRIMERO DE UNA LARGA LISTA Fecha: 2 de octubre de 2002 Lugar: Chicago Tema: Contra la guerra de Irak Es el primer discurso considerado como “oficial” en la página web de la carrera presidencial de Obama. Tuvo lugar dos semanas antes de que el Congreso de EEUU votara la guerra de Irak. En video sólo se conservan 13 segundos del discurso, porque el resto se ha perdido, pero el texto está disponible. Según explicó el mismo posteriormente, esta intervención surgió porque un grupo de activistas contra la guerra le propusieron que hablara en una gran manifestación que estaban organizando. A pesar de que hubo quién le recomendó que no se metiera en ese tema, Obama tenía muy clara su postura ante lo que consideraba una guerra absurda y decidió participar. Así pronunció su alocución frente a un público de unas 2.000 personas. El texto se hizo popular enseguida porque se difundió por Internet y le valió para ganarse una reputación de persona que defendía lo que pensaba. En ella, el senador de Illinois indicó que no se oponía a las guerras en general. Explicó cómo su abuelo materno luchó junto al General Patton en la Segunda Guerra Mundial y cómo pasado el 11 de septiembre es169

taba claro que era preciso hacer algo. Como él dijo, lo que le sublevaba era una guerra imprudente y tonta. Expuso también Obama que la guerra contra Saddam Hussein sería larga, en duración, en coste presupuestario y sin tener claras sus consecuencias. Frente al conflicto bélico, él apostó por el apoyo a la Organización de Naciones Unidas para que pudieran hacer su trabajo. “Eso es a lo que me opongo. A una guerra tonta. A una guerra precipitada. Una guerra basada no en la razón sino en la pasión. No en principios sino en política. Ahora dejadme ser claro –no albergo ilusiones respecto a Saddam Hussein. Él es un hombre brutal. Él es un hombre despiadado. Un hombre que asesina a su propio pueblo para asegurarse su poder. Él ha desafiado repetidamente las resoluciones de Naciones Unidas, burlado los equipos de inspección de Naciones Unidas, desarrollado armas químicas y biológicas, y codiciado una capacidad nuclear. Él es un mal tipo. El mundo, y el pueblo iraquí estaría mejor sin él”. EL QUE LE HIZO FAMOSO Fecha: 27 de julio de 2004 Lugar: Boston Tema: Discurso en la Convención Nacional Demócrata Para Obama fue toda una sorpresa que le llamaran para participar en la Convención Nacional Demócrata de Boston. Él mismo relata en su libro “La audacia de la esperanza”, los nervios que sintió antes de salir al escenario. Curiosamente, mientras él hacía la intervención en público más importante de su historia hasta el momento, 170

el rótulo de la televisión indicaba: “Road to the White House” (Camino a la Casa Blanca); el cartel se refería a John Kerry, el candidato real, pero hoy, mirándolo con perspectiva, parece absolutamente premonitorio. Aquél primer discurso fue tan aplaudido que el senador tuvo que detenerse en cada párrafo porque el público se ponía en pie. Entre ellos, Jesse Jackson, quien también estuvo presente en su primer discurso presidencial en Chicago. Si en aquél momento alguien le hubiera dicho a ese político de renombre que aquél chico negro que hablaba clara y fuertemente, que mostraba un gran aplomo en lo que decía, iba a ser el presidente de Estados Unidos en 2009, seguramente no se lo hubiera creído. Y es que el contenido del discurso era pura adrenalina. Relató su historia, por supuesto, su peculiar historia de mezcla de razas y ejemplos mundanos. Incluyó el sentido del humor que siempre le caracteriza, pero sobre todo, el patriotismo. Llegó un momento, cuando se puso a hablar de la figura de John Kerry, que daba la sensación que Obama comentaba sus propias ideas. Incluso introdujo en el texto el nombre de una de sus publicaciones, “La audacia de la esperanza”, que publicaría dos años después. El texto sirvió, sin duda, para darle a conocer entre el público norteamericano y, sobre todo, en el panorama político. Hasta George y Laura Bush se fijaron en él esa noche, como le comentó el propio presidente cuando Obama estuvo por primera vez en la Casa Blanca. Su retórica, empleando juegos de palabras y continuas reiteraciones, fue impecable, dando una mayor fuerza a su disertación. Su entonación al hablar, su emoción, le valieron los aplausos continuados del público. Su inter171

vención, de menos de veinte minutos, fascinó al auditorio, hasta el punto de que al final, cuando Michelle subió con él al estrado, parecía que el pabellón de Boston se caía sobre ellos. Incluso Hillary Clinton estuvo de pie aplaudiéndole. ¡Qué poco podía imaginar ella que cuatro años después iba a luchar con aquél joven negro en unas primarias, que sería él quién ganaría y, encima, llegaría a ser presidente de Estados Unidos de América! No es de extrañar que este discurso se haya convertido en uno de los más importantes de su carrera política, pues contiene numerosas frases brillantes. Uno de los párrafos más conocidos es el siguiente: “No hay una América* liberal ni una América conservadora –hay los Estados Unidos de América. No hay una América negra ni una América blanca ni una América latina ni una América asiática; hay los Estados Unidos de América”. Pero hay muchos otros que están repletos también de ímpetu y coraje: “Creo que podemos dar a nuestra clase media un alivio y proporcionar a las familias trabajadoras un camino a la oportunidad. Creo que podemos dar trabajo a los desempleados, techo a los sin techo y sacar a la gente joven de nuestras ciudades en toda América de la violencia y la desesperación. Creo que como nos encontramos

* Nota de la autora: Como se comentó ya anteriormente, en los discursos de Obama se va a respetar en este libro la contracción de América, por Estados Unidos de América que hacen los estadounidenses para no afectar a la retórica de los textos. 172

en la encrucijada de la historia, podemos tomar las decisiones correctas, y superar los desafíos a los que nos enfrentamos. ¡América!” DEDICADO A ABRAHAM LINCOLN Fecha: 20 de abril de 2005 Lugar: Springfield Tema: Inauguración de la Biblioteca y Museo Presidencial de Abraham Lincoln Este discurso es una completa oda a Abraham Lincoln. Obama empleó esta alocución para rendir su especial homenaje a un personaje histórico que siempre le sirvió como modelo. Admiraba, y así lo dijo en su discurso adónde había llegado un hombre nacido en la pobreza, con escasa educación formal y que había significado y todavía significaba tanto para tanta gente. En su segundo libro el inquilino de la Casa Blanca habla de esta intervención que fue simplemente de cinco minutos, pero que tuvo su repercusión. La revista Time se puso en contacto con él para proponerle que publicara un ensayo sobre Abraham Lincoln. El senador sugirió que utilizaran el discurso como artículo y le pidieron que lo personalizara un poco. Así lo hizo, y a los pocos días una periodista del “The Wall Street Journal” le criticaba indicando que quién se creía que era para compararse con el presidente Lincoln. Obama sólo había escrito que algunos de los episodios de la vida de Lincoln le habían recordado “su propia lucha”. El senador fue consciente así de que, estando en política, sus palabras iban a ser analizadas con lupa. 173

También se dio cuenta del poder de Internet, cuando la columna de dicho periódico apareció en numerosas páginas web. Hablando de Abraham Lincoln el senador demócrata dijo: “Lincoln no era un hombre perfecto, no era un presidente perfecto” E incluyó una cita del mismo: “el carácter es como un árbol y la reputación es como su sombra. La sombra es lo que pensamos de ello; el árbol es lo que es de verdad”. UN DISCURSO “VERDE” Fecha: 15 de septiembre de 2005 Lugar: Washington D.C. Tema: “Asegurando nuestro futuro energético” Barack Obama es un hombre preocupado por el planeta. No sólo lo mencionó en el discurso de la noche de las elecciones, sino que el tema del cambio climático y la energía es una cuestión recurrente en sus alocuciones públicas. En esta intervención, que empleó tras las inundaciones provocadas en Nueva Orleans por el huracán Katrina, hizo una dura exposición contra la gran dependencia del petróleo que tiene EEUU. A lo largo de todo el texto, utilizó numerosos ejemplos de países que ya están apostando por otro tipo de 174

combustibles y lo importante que es que EEUU haga lo mismo. Obama instó además a que el parque automovilístico del país despertara y comenzara a producir vehículos más eficientes desde el punto de vista energético. Este discurso sienta las bases de las ideas que el ocupante del Despacho Oval tiene sobre energía, y a partir de éste hay numerosas alocuciones en las que hace referencia directa a la necesidad de que EEUU se involucre en la lucha contra el cambio climático, la reducción de los gases de efecto invernadero, la apuesta por los coches ecológicos, etc. “La verdad es que, un futuro basado en el petróleo no es un futuro seguro para América. En realidad, el resto del mundo ya se está alejando del petróleo, y cuanto más esperemos más dificultades tendrán nuestras empresas y trabajadores en ponerse al día. Hay países como China y Japón que están creando empleo y reduciendo el consumo de petróleo, produciendo en masa y comprando millones de consumo eficiente. Brasil, un país que ha llegado a importar el 80% de su petróleo, será totalmente autosuficiente en unos años gracias a su inversión en biocombustibles”. SOBRE LA MUJER Fecha: 10 de noviembre de 2005 Lugar: Washington, D.C. Tema: Los derechos de la mujer Obama tiene muy claro el tema de igualdad de la mujer y los derechos de ésta. El amor por su esposa, que es una gran defensora de estas cuestiones, y de sus hijas 175

–para quienes quiere un futuro de igualdad– está presente en muchos de sus discursos. En esta ocasión el senador utilizó el ejemplo de sus hijas, Sasha y Malia para destacar la importancia de conseguir una nación donde las mujeres tuvieran las mismas oportunidades que los hombres. Obama mostró aquí su preocupación por las diferencias de género en EEUU, donde muchas féminas aún ganan menos que los varones haciendo el mismo trabajo, donde reciben menos seguros médicos, menos pensiones, etc. El senador apoyó también el derecho de la mujer a elegir el número de hijos que quiere tener y cuándo, sin que el gobierno intervenga para nada en su decisión. Hay que tener en cuenta que el actual inquilino de la Casa Blanca fue criado sobre todo, por su madre y por su abuela, y ello le ha hecho valorar en gran medida el esfuerzo de las mujeres trabajadoras que sacan adelante a sus hijos, muchas veces, sin tener un marido al lado. “Les contaré a mis hijas que hubo un tiempo en el que nadie preguntaba a una niña que quería ser de mayor porque todo el mundo sabía la respuesta. Pero entonces las mujeres se levantaron y cambiaron esa respuesta”.

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SOBRE ROBERT F. KENNEDY Fecha: 16 de noviembre de 2005 Lugar: Washington, D.C. Tema: La ceremonia de entrega de los premios Robert F. Kennedy a los derechos humanos Robert F. Kennedy es uno de los personajes que más ha influido en Obama. Este discurso tuvo lugar, precisamente, el día que Robert F. Kennedy hubiera cumplido 80 años. El entonces senador comenzó el discurso reconociendo que sólo tenía siete años cuando Bobby Kennedy murió. Llamó la atención de su audiencia indicando que, a pesar de que la mayoría de los presentes no habían nacido cuando Kennedy murió, el Capitolio se encuentra repleto de su presencia en forma de fotografías y discursos. Y el senador por Illinois se pregunta: “¿Por qué? ¿Por qué este hombre que nunca fue presidente, que fue fiscal general sólo tres años, que fue senador por Nueva York sólo tres años y medio, todavía llama nuestra atención hoy? ¿Todavía inspira nuestros debates con sus palabras, anima a nuestros políticos con sus ideas, y nos hace un llamamiento para hacer mejor la vida en este mundo que, en demasiadas ocasiones es duro e implacable?”. Él mismo respondió a esta cuestión hablando del carisma y la elocuencia de Bob Kennedy, pero explica que no son sólo estas dos cualidades. Dijo que él creía en que era posible otra América, donde hubiera idealismo pero también esperanza. 177

Barack Obama aprovechó además para contar una anécdota que le sucedió a Robert Kennedy en 1967 durante un viaje al Delta del Mississippi junto con su consejero Charles Evers. Visitaron una casa muy pobre, que apenas tenía techo y con el suelo lleno de agujeros. En un rincón, un niño con el estómago hinchado permanecía sentado. Por mucho que Kennedy intentó hablar con él no lo consiguió. Entonces Bobby se volvió hacia Evers y le preguntó: “¿Cómo puede un país permitir esto?” y el abogado respondió: “Quizás es que no lo saben”. El senador explicó que a partir de entonces Robert F. Kennedy se dedicó a conseguir que la gente fuera consciente de lo que estaba pasando en su propio país, a fin de que cada ciudadano pudiera “escribir su propio destino”. SALVAR EL PLANETA Fecha: 3 de abril de 2006 Lugar: Chicago Tema: Independencia energética y la seguridad del planeta La preocupación por la situación del mundo en términos ambientales es algo que también ha estado presente en la vida política de Barack Obama desde el principio. Es muy consciente del problema del cambio climático y, de hecho, en el equipo de gobierno que eligió incluyó a personalidades del mundo de la ciencia que conocen perfectamente el tema.

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En este discurso, que tuvo lugar durante la comida anual que organiza la agencia de noticias “Associated Press”, el actual presidente de EEUU comenzó relatando el caso del pueblo de Shismaref, en Alaska. Esta pequeña localidad tuvo que trasladarse completa en 2002, tierra adentro, debido a que el hielo en el que estaba instalada se había derretido a consecuencia del cambio climático. El senador lo llamó “la historia del pueblo que desapareció”. A continuación, el candidato explicó el serio peligro que supone el calentamiento global, proporcionando datos científicos, y asegurando que ya nadie puede poner en duda que es un problema ocasionado por el ser humano. Según Obama, todo el planeta estaba ya viéndose perjudicado por unas condiciones climatológicas adversas que no son debidas a ciclos climáticos como algunos quieren creer. Indicó que desde 1980 se habían dado 19 de los 20 años más cálidos de los que se tienen reseña, siendo 2005 el más caliente de todos. Mencionó también la situación en diferentes países del mundo afectados por desastres naturales extremos. Para el inquilino de la Casa Blanca es preciso acabar con la dependencia del petróleo que tiene EEUU. Frente a ello, hay que luchar por la independencia energética. “Hasta ahora, la administración Bush tiene un record en cambio climático casi legendario. Es la administración que encargó a unos expertos y científicos gubernamentales que llevasen a cabo un estudio sobre el calentamiento global, sólo para omitir la parte final del informe que decía que estaba ocasionado por los seres humanos. Esta es la administración que no quiso firmar el Protocolo de 179

Kyoto intentando excluir también a engullidores de petróleo como China e India, pero huyó del esfuerzo global para parar el cambio climático. Y hace poco, esta es la administración que intentó silenciar a un científico de la NASA para que no nos dijera al resto de nosotros que sí, que el cambio climático es un problema grande”. Estableció además ejemplos de otros países que ya están trabajando duramente para desarrollar las energías renovables e invertir en biocombustibles. Barack Obama apostó porque se empezaran a fabricar coches que emplearan otro tipo de energía y a que EEUU pusiera en marcha un programa serio para independizarse del petróleo y trabajar en pro del planeta. A LOS JÓVENES UNIVERSITARIOS Fecha: 2 de junio de 2006 Lugar: Boston Tema: Graduación en la Universidad de Massachusetts En varias ocasiones a lo largo de su trayectoria política Barack Obama se dirigió a los estudiantes universitarios. Este discurso sirve de ejemplo de cómo solía hacerlo. Tuvo lugar en la graduación de 2006. Comenzó su presentación recordando otra visita a Boston, cuando en 2004 participó en la Convención Nacional Demócrata. Aprovechó la circunstancia para contar alguna que otra anécdota que demuestra, una vez más, su sencillez y humildad. A pesar de su experiencia, Obama les indicó a los jóvenes que no quería decirles cómo podían encontrar res180

puestas, simplemente, les iba a proporcionar una serie de sugerencias: la primera, que se arriesgaran; la segunda, que tuvieran una visión global; la tercera, que cultivasen la empatía; y la cuarta y última, que no perdieran la capacidad de sorprenderse. Después, explicó a los estudiantes cómo podían elegir entre una vida fácil, sin preocuparse por lo que ocurriera a su alrededor y sin turbarse por nadie, o una existencia más dura, ocupándose de mejorar el mundo en el que vivían. Se trató de un discurso muy inspirador, poniendo como ejemplo su propia historia y la de su familia, tratando de transmitir a los jóvenes la importancia de intentar las cosas. “La empatía es una cualidad que puede cambiar el mundo –te hace comprender que tus obligaciones hacia otros se extienden más allá de la gente que se parece a ti y actúa como tú y vive en tu barrio”. SOBRE LA RELIGIÓN Fecha: 28 de junio de 2006 Lugar: Washington, D.C. Tema: Religión y Política Barack Obama se considera un hombre religioso. Su padre fue musulmán en su infancia y posteriormente ateo. Su madre fue criada por baptistas y metodistas no practicantes: ella fue siempre muy espiritual –según su hijo– aunque con cierto escepticismo respecto a las instituciones religiosas. Habiendo conocido diferentes religiones desde su infancia, el actual inquilino de la Casa 181

Blanca decidió bautizarse en el cristianismo en Chicago, siendo ya adulto. Uno de los primeros discursos en los que trató el tema de la religión fue éste. Su objetivo, según explicó en las primeras líneas era tratar sobre “la relación entre la religión y la política”. Y es que, según Obama, continuamente se estaba utilizando la religión como arma política para que los líderes conservadores azuzaran a los demás en temas como el aborto o el matrimonio entre homosexuales, entre otros. En un largo texto, Obama pretendió demostrar que EEUU es una nación de muchas religiones donde todas ellas deben convivir en paz tratando de obtener lo mejor de cada una. “Además, dada la creciente diversidad de la población americana, los peligros de ser sectarios no han sido jamás tan grandes. Sea cual fuera lo que fuimos, ya no somos sólo una nación cristiana; somos también una nación judía; una nación musulmana; una nación budista, una nación hindú, y una nación de no creyentes”. DISCURSO EN KENIA Fecha: 28 de agosto de 2006 Lugar: Nairobi, Kenia Tema: Un gobierno honesto, un futuro esperanzador Es un discurso interesante puesto que supone el primero que pronunció en Kenia, el país de origen de su padre, y al que pertenecen todos sus hermanos excepto Maya, la hija de su madre con su padrastro indonesio. 182

En esta ocasión Obama visitó la Universidad de Nairobi. El senador comenzó rememorando su primer viaje al país africano en 1987. Como él mismo explicó, aquél recorrido le sirvió para conocer la calidez y el sentido de comunidad de la gente de allí, así como la belleza de sus paisajes. Aunque lo más importante para él en aquella visita fue descubrir la historia de su padre y de sus antepasados. A través de la vida de su familia comprendió la historia de Kenia y los problemas de todo el continente. Comentó por ejemplo, cómo a principios de los años 60, cuando el país africano consiguió la independencia, su Producto Interior Bruto (PIB) no era muy diferente al de Corea del Sur; y sin embargo, por aquél entonces, la economía de aquél país era cuarenta veces mayor que la de Kenia. El senador explicó la importancia de que EEUU ayudara no sólo a este país sino a toda África a superar los problemas que estos tienen: hambre, SIDA, malaria, etc. Pero también instó a su población para que pusiera de su parte. Entre los temas más relevantes a los que Obama se refirió fueron: la corrupción, los ataques terroristas, y el extremismo religioso. También comentó la importancia de un cambio de gobierno que resultara en una mejora para la población. Mencionó a los grandes líderes kenianos como Jomo Keniatta o Wangari Maathai, Premio Nobel de la Paz, y sobre todo, hizo un llamamiento fundamental a acabar con la corrupción y trabajar para mejorar la situación del país.

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“En la Kenia de hoy –una Kenia más abierta ya y menos represiva que en la que vivió mi padre– es el valor el que traerá las reformas que desesperadamente tantos necesitáis y os merecéis. Os deseo a todos mucha suerte en encontrar ese valor en los días y meses venideros, y quiero que sepáis que soy vuestro aliado, vuestro amigo, y vuestro hermano. Estaré ahí para ayudaros como pueda. Gracias”. SOBRE EL SIDA Fecha: 1 de diciembre de 2006 Lugar: Lake Forest, California Tema: Discurso en el Día Mundial del SIDA: “Una carrera contra el tiempo” Como hombre preocupado por lo que sucede en el mundo, Obama pronunció unas palabras el Día Mundial Contra el SIDA, una enfermedad que él había conocido en su viaje a África, no sólo en Kenia sino también en Sudáfrica donde estuvo con gente que trabajaba para paliar el avance de esa enfermedad. Relató la historia de una mujer que se encontró en aquel país y que le contó cómo varios de sus hermanos, cuñados y cuñadas morían de esta enfermedad unos tras otros, teniendo ella que hacerse cargo de todos los niños de la familia que se iban quedando huérfanos. Posteriormente, habló de la importancia de llevar a cabo ciertas acciones. En primer lugar dijo, hay que parar las infecciones, prevenir para que menos gente contraiga la enfermedad. También destacó la relevancia de que los enfermos de SIDA no sean vistos como alguien de quien 184

huir, de manera que a nadie le de miedo hacerse las pruebas que lo atestiguan. Obama explicó cómo en su viaje a África tanto él como su mujer, Michelle, se hicieron los análisis para que sirviera de ejemplo. También comentó que no sólo hay que prevenir, también hay que ayudar a las personas que ya tienen el SIDA y reconoció en su discurso el dinero invertido por la Administración Bush en la lucha contra esta enfermedad, animando a que se hiciera una mayor inversión para este fin. “Como ninguna otra enfermedad, el SIDA prueba nuestra habilidad para ponernos en la piel de los demás… Mientras muchos están de acuerdo en que un huérfano de SIDA o una víctima de transfusión o la esposa contagiada no tienen culpa, todavía es muy habitual señalar al marido infiel, a la juventud promiscua o al homosexual diciendo: ‘Es tu culpa. Has pecado’”. EL ANUNCIO DE SU CANDIDATURA Fecha: 10 de febrero de 2007 Lugar: Springfield, Illinois Tema: Anuncio de su candidatura a la presidencia de EEUU A través de este discurso el entonces senador por el Estado de Illinois hizo pública la presentación de su candidatura a la presidencia de Estados Unidos de América. A pesar de que lucía un sol radiante, era un día muy frío, así que, como el escenario estaba colocado al aire libre, tanto él como su familia, Michelle y las niñas, apa185

recieron vestidos con ropa de abrigo. Obama subió al estrado saludando a la gente y aplaudiéndoles; era un completo baño de multitudes. El mismo candidato estaba impresionado de la gente que había asistido para escucharle. Empezó diciendo a las personas allí reunidas que no estaban allí por él, sino porque creían en lo que ese país podía ser. El texto que empleó era una recopilación de todos los cambios que Barack Obama quería hacer si llegaba a ser elegido: su preocupación por la guerra de Irak, por la dependencia del petróleo, por la ineficaz educación que se estaba dando en los colegios, por el coste cada vez más alto de la sanidad, por el cambio climático que Bush no quería considerar, por desastres como el del Katrina, etc. Fue un discurso muy político, ya en línea electoral, en el que habló de la desilusión de la gente, la frustración y la desesperanza. Y basó el cambio que se podía hacer en dos personajes: la mención a Martin Luther King y, sobre todo, la transformación que Abraham Lincoln realizó en el país. “Eso es por lo que esta campaña no puede ser sólo sobre mí. Debe ser sobre nosotros –debe ser sobre lo que podemos hacer juntos. Esta campaña debe ser la ocasión, el vehículo, de vuestras esperanzas y vuestros sueños. Os llevará tiempo, vuestra energía y vuestro consejo –animarnos cuando lo estemos haciendo bien, y decírnoslo cuando no. Esta campaña tiene que servir para reclamar el significado de ciudadanía, restaurando nuestro sentido de un propósito común, y consiguiendo que pocos obstáculos puedan resistir el poder de millones de voces pidiendo un cambio”.

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SOBRE ORIENTE MEDIO Fecha: 2 de marzo de 2007 Lugar: Chicago Tema: Buscando la paz Es un discurso específico sobre la situación en Oriente Medio. Obama comentó en él que en enero de 2006 visitó Tierra Santa. Explicó cómo tuvo ocasión de ver Israel también desde el cielo. El helicóptero en el que viajó realizó un vuelo por las zonas más conflictivas en la frontera entre Palestina e Israel. En un momento dado, aterrizaron en una localidad. A él le pareció una pequeña ciudad semejante a algunas de su propio país. Entonces vio una casa que había sido destrozada por los cohetes de Hezbollah. La familia le contó cómo sucedieron los hechos y cómo tuvieron suerte de estar en una parte de la residencia que no fue destruida durante la explosión. A continuación el candidato demócrata habló de la importancia para Estados Unidos de seguir apoyando a Israel, la única democracia en la zona, consiguiendo la seguridad, y trabajando para terminar con Hamas, Hezbollah y Al Qaeda. Aprovechó también la ocasión para transmitir sus ideas en cuanto a política exterior: retirar los soldados de Irak progresivamente, mejorar las relaciones diplomáticas con Irán y Siria, e involucrar a Arabia Saudí en la paz en la zona, entre otras. La visita de Barack Obama a Israel le produjo serias críticas en el mundo musulmán. De hecho, en diciembre de 2008 Al Qaeda mostró a través de Internet un video 187

en el que el ahora presidente aparecía en territorio judío reunido con los líderes de ese país. Los terroristas aprovecharon para denunciar que había renegado de ser musulmán, a pesar de llamarse Hussein de segundo nombre. “Podemos y debemos ayudar a israelíes y palestinos a conseguir sus objetivos nacionales: dos estados viviendo juntos en paz y seguridad. Ambos, israelitas y palestinos han sufrido por no haber conseguido este objetivo. Estados Unidos no debería dejar piedra sin remover hasta conseguir que ese objetivo sea una realidad”. POR LOS DERECHOS DE NEGROS Y LATINOS

Fecha: 4 de marzo de 2007 Lugar: Selma, Alabama. Tema: Conmemoración de la Marcha por el Derecho al Voto En 1965 Martin Luther King encabezó en la ciudad de Selma, Alabama, una marcha por el derecho al voto de los ciudadanos negros. Barack Obama quiso estar ese día, muchos años después, apoyando el aniversario. Rodeado de grandes personajes de la historia afroamericana estadounidense como el reverendo Jackson, el congresista John Lewis, o C.T. Vivian uno de los mejores amigos del Dr. King, el candidato demócrata se sintió un tanto sobrecogido, y así lo explicó en uno de los primeros párrafos de su discurso. Su alocución fue un homenaje al movimiento por los derechos civiles en EEUU. Partiendo de la Biblia y poniendo a Moisés como ejemplo de desafío, Obama re188

saltó la importancia de la lucha llevada a cabo por los negros para obtener sus derechos. A ello unió la historia de su vida, la de su abuelo en Kenia, siempre trabajando como sirviente para los blancos; y la de su madre de Kansas, cuyos predecesores, en una cuarta generación, habían tenido esclavos a su servicio. El actual inquilino de la Casa Blanca reconoció la labor realizada para defender sus derechos, pero añadió que aún quedaba mucho por hacer. Latinos y afroamericanos sufren más enfermedades, tienen menos seguros médicos que los blancos y sus condiciones económicas, en general, son siempre peores. Haciendo diferentes alusiones a la Biblia, Barack Obama animó a los presentes a continuar en la lucha, a trabajar todos juntos para conseguir los anhelos que movieron a personajes como Gandhi o el Dr. Martin Luther King. Una curiosidad, en un párrafo al principio del discurso, el senador menciona al Dr. Jeremiah A.Wright enviando saludos de su parte a los asistentes. Precisamente él fue el reverendo que puso en aprietos considerables a Obama al año siguiente, al aparecer en los medios de comunicación algunos de sus polémicos sermones, y que llevó al actual presidente a apartarse de él y a pronunciar el “discurso de la Raza”, el 18 de marzo de 2008, como se verá más adelante. En un momento determinado de su alocución, indicó: “Estoy aquí porque alguien se puso en marcha. Estoy aquí porque todos vosotros os sacrificasteis por mí. Permanezco sobre los hombros de gigantes. Doy las gracias a la generación de Moisés; 189

pero ahora tenemos que recordar que Josué todavía tenía un trabajo que hacer. Tan grande como era Moisés, a pesar de todo lo que hizo, liberando al pueblo de la esclavitud, no cruzó el río para ver la Tierra Prometida. Dios le dijo que su trabajo ya estaba hecho. Lo verás. Verás desde lo alto de la montaña lo que he prometido. Lo que he prometido a Abraham y a Isaac y a Jacob. Verás que he cumplido esa promesa pero tú no irás allí”. EN LA CONVENCIÓN DEMÓCRATA DE CALIFORNIA Fecha: 28 de abril de 2007 Lugar: San Diego, California Tema: Llamamiento a la unidad de los demócratas Barack Obama fue invitado a participar en la Convención Demócrata de California que tenía lugar en San Diego. Comenzó a hablar reconociendo la estupenda acogida que había tenido. La historia que quiso relatar ese día fue la suya propia. El fragmento de su vida en el que se trasladó a vivir a Chicago para trabajar como “organizador comunitario”. Se refirió a aquellos tres años diciendo: “fue la mejor educación que había tenido, porque aprendí en esos barrios que cuando la gente sencilla se une, pueden conseguir cosas extraordinarias”. Explicó también por qué decidió entrar en política, convertirse primero en senador y después, aspirar a la presidencia de su país. Cómo viendo lo desunida que estaba la gente decidió tratar de juntar a todos en un único

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objetivo, porque la mayoría del pueblo estadounidense estaba cansado del mismo tipo de política. Hizo un repaso a sus propuestas electorales en cuestión de sanidad, educación y energía. Habló también de la guerra en Irak y recordó que mucha gente, como él mismo, se había opuesto a ella desde el principio. Se refirió al presidente Bush indicando: “Es tiempo para mostrarle al mundo que América es todavía la que era, la mejor esperanza para la Tierra. Este presidente [en alusión a Bush] puede ocupar la Casa Blanca, pero durante los últimos seis años la posición de líder del mundo libre ha permanecido desierta”. Y terminó haciendo un llamamiento a todos a la esperanza y a la paz. “Es tiempo de pasar página hacia la esperanza. Es tiempo de pasar página hacia la justicia. Es tiempo de pasar página y escribir el próximo capítulo de la historia americana. Empecemos a trabajar. Hagamos esto juntos. Pasemos esa página. Gracias”. APOYANDO AL PODER LOCAL Fecha: 5 de mayo de 2007 Lugar: Baton Rouge (Los Ángeles) Tema: La problemática de los afroamericanos en EEUU Barack Obama fue invitado a participar en la “Conferencia Nacional de Alcaldes Negros (NCBM)”, que tuvo lugar en 2007 en la “Southern University”. Esta entidad reunía entonces a 614 alcaldes negros de todo Estados Unidos. 191

Inició su discurso hablado de la importancia de la labor de los alcaldes en cuestiones de empleo, residencia, educación, etc, indicando que ellos son los que están ahí cuando la gente los necesita, cuando se produce un desastre como el Katrina, un tiroteo, una alarma de incendios. Mencionó entonces el incidente de Rodney King, un afroamericano que fue apaleado por cuatro policías y cuyo video se distribuyó en las televisiones de medio mundo, así como los disturbios que se sucedieron en la ciudad de Los Ángeles los días posteriores. El senador explicó que en muchos lugares del país había esos “disturbios silenciosos” que se producen cuando la gente no tiene ninguna expectativa más que la de vivir al margen de la ley. Por supuesto, especificó, pensando en aquellas imágenes que se vieron en televisión de los disturbios callejeros, no se puede excusar que alguien golpee a otro, ni que se destruya la tienda de alguien y con ella su vida. Sin embargo, apuntó, que esas situaciones eran la consecuencia de lo que se estaba viviendo en muchos barrios del país. Contó el demócrata que cuando ocurrió el desastre del Katrina alguien le preguntó si creía que la cuestión de la raza era la razón de una respuesta tan lenta. Él dijo: “No. Esta administración es tan incompetente que le da igual el tema de la raza”. Pero lo que sí puso en evidencia el huracán –dijo Obama– fue la cantidad de comunidades pobres que hay sin oportunidades, completamente olvidadas. De hecho explicó que en Nueva Orleans la tasa de asesinato era una de las más altas del país, diez veces más que la media nacional, antes de que llegara la

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catástrofe natural. La gente joven, indicó, moría más fácilmente de un disparo que de cualquier otra cosa. Frente a eso, Obama quiso dar las gracias a la “extraordinaria generosidad del pueblo americano” que abrieron sus casas a los afectados, colaboraron en la reconstrucción, y sobre todo a la Conferencia Nacional de Alcaldes Negros que entregaron una buena cantidad de dinero en créditos especiales para la ayuda de numerosas familias. Y añadió un dato curioso, que en EEUU hay más hombres negros en prisión que en las universidades. Habló entonces de la importancia de la educación. “Es un pasaporte a una vida mejor”, comentó. Expuso sus ideas en materia de formación, así como sobre la creación de empleo, el acceso a la vivienda, el trabajo en energías renovables para luchar contra el cambio climático, la universalidad del sistema de sanidad, etc. “Sabemos lo que hay que mejorar en nuestras escuelas. Sabemos que si los niños están aprendiendo en edificios ruinosos con profesores mal pagados y libros de texto de hace 20 años, no aprenderán”. SOBRE LA INDUSTRIA DEL AUTOMÓVIL Fecha: 7 de mayo de 2007 Lugar: Detroit Tema: Los automóviles y las energías renovables En este discurso, reunido con los empresarios en el Club Económico de Detroit, Obama hizo un llamamiento a un cambio radical en la fabricación de automó193

viles en EEUU. Para ello esgrimió argumentos que ya iban siendo conocidos: por un lado, la extrema dependencia del petróleo que tiene el país; un producto que –según él– además estaba proporcionando beneficios económicos a grupos terroristas que hacían más inseguro el planeta. Aquí incluso incluyó una cita de Osama Bin Laden cuando exhortó a Al Qaeda diciéndoles que se focalizaran en operaciones sobre el petróleo, especialmente en Irak y la región del Golfo, porque eso perjudicaría a los americanos. Explicó que un país que había luchado contra la “tiranía del fascismo” y la “tiranía del comunismo”, ahora en el siglo XXI se enfrentaba a la “tiranía del petróleo”. Otra de las premisas defendidas por el senador en cuanto al automóvil es la necesidad de luchar contra el cambio climático reduciendo las emisiones de dióxido de carbono. Por estas razones, Obama les exhortó a dejar de fabricar coches cada vez más grandes y más contaminantes, mientras que otros países habían apostado ya por los automóviles más eficientes y ecológicos, así como los biocombustibles, a los que, según el candidato podrían dedicarse también los norteamericanos. Incluyó en el texto una mención a Arnold Scharzenegger, como gobernador de California, explicando el trabajo realizado en dicho Estado en la lucha contra el cambio climático. Curiosamente, mientras tanto el políticoactor hacía campaña con los republicanos en contra de Obama al que calificó de “flacucho” en más de un mitin. Y más llamativo aún, la esposa de éste, María Shriver, dio su respaldo al candidato demócrata en verano de 2008.

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El tema de la energía y el cambio climático es una constante en la política de Obama por lo que era habitual que lo especificara. De hecho una de sus propuestas electorales era la creación de empleo en energías renovables para fomentar éstas frente a los combustibles fósiles. “En la era de Internet se dice que hay dos clases de empresarios –aquellos que usan email y aquellos que lo harán. Hoy en día, hay dos tipos de fabricantes de automóviles –aquellos que producen coches de consumo eficiente y aquellos que lo harán”. SOBRE LA SANIDAD Fecha: 29 de mayo de 2007 Lugar: Universidad de Iowa Tema: Un sistema de salud del siglo XXI Otro de los grandes temas que a Barack Obama le preocupa es la cuestión de la salud, y por ello era una cuestión que mencionaba recurrentemente en toda la campaña política. En esta ocasión el senador demócrata relató la historia de una pareja que hace unos años pusieron un negocio de Internet. En principio les fue bien. Pero un día, Lane, el hombre, fue diagnosticado de cáncer cuando tenía sólo 21 años. Perdió un pulmón, parte de la tibia y de la cadera. Diecisiete años más tarde ya estaba libre del cáncer, pero el seguro de asistencia sanitaria de su familia, con los tres niños les costaba 1.000 dólares al mes. La pareja, Amy y Lane estaban pagando de seguro de salud el 40% de sus ingresos anuales. Por supuesto, no podían 195

ahorrar ni tener un fondo de pensiones. El banco les declaró en bancarrota. Obama explicó cómo en EEUU hay 45 millones de personas sin seguro, porque es demasiado caro y no pueden pagarlo, comparando este hecho con las grandes fortunas que está haciendo la industria farmacéutica. La promesa de Obama en relación con la cuestión sanitaria era que la cobertura llegará a todos los americanos, y que aquellos que ya la tienen pagarían menos por ella; especificó que esta era la primera promesa de su campaña y que se llevaría a cabo antes de terminar los cuatro años. “Hemos ido muy lejos en el debate sobre el sistema de asistencia sanitaria de este país, pero ahora debemos finalmente responder a la llamada de Truman, adelantada por Johnson, y empujada por el poder de historias como la de Amy y Lane. Ha llegado el momento para un sistema de asistencia sanitaria universal en América. Y espero trabajar con vosotros para afrontar este desafío en las próximas semanas y meses. Gracias”. DEFENDIENDO UNA MEJOR EDUCACIÓN Fecha: 5 de julio de 2007 Lugar: Filadelfia Tema: Reunión anual de la Asociación Nacional de Educación La educación es una de las cuestiones de las que Barack Obama habló también en numerosas ocasiones antes de la campaña electoral que le llevó a la presidencia. 196

En el texto de este discurso explicó cómo era necesario mejorar la educación de los escolares americanos. Reconoció cómo la enseñanza había disminuido en calidad y destacó las carencias existentes. Hizo hincapié especialmente en la importancia de que los profesores estuvieran bien preparados y por supuesto, que si lo estaban, se les pagara convenientemente. Indicó cómo en un mundo globalizado como el actual, es fundamental que los estudiantes se preparen bien para poder competir en él con alumnos de otros lugares del planeta donde la educación es mejor. “He obtenido mucha información valiosa de estas visitas. Siempre recordaré mi visita a la Escuela Elemental Dodge en mi ciudad de residencia, Chicago. Estaba hablando con una de las jóvenes profesoras sobre los desafíos a los que se enfrentaban, y mencionó lo que llamó ‘el síndrome de estos chicos’ –la complacencia de una sociedad para encontrar un millón de excusas por las cuales ‘estos chicos’ no pueden aprender. Es la idea de que ‘estos chicos tienen pasados muy duros’ o que ‘estos chicos van muy detrás’. Y después de eso, ‘estos chicos’ se convierten en el problema de otros. Entonces ella me dijo: ‘Cuando oigo ese término, me vuelvo loca. No son ‘estos chicos’. Son nuestros chicos”. SOBRE EL TERRORISMO Fecha: 1 de agosto de 2007 Lugar: Washington, D.C. Tema: “La guerra que necesitamos ganar”

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Esta intervención de Obama fue una de las más largas que realizó sobre este tema. En él incluyó desde el ataque terrorista contra Nueva York a la guerra de Irak, la creación de Guantánamo, las torturas en la cárcel de Abu Ghraib, los problemas en Afganistán y Pakistán, etc. Obama comenzó este discurso agradeciendo la labor de la Comisión sobre el 11 de septiembre así como el Grupo de Estudio Iraquí. Explicó que esa misma semana se cumplían seis años desde que el presidente Bush había recibido una notificación que indicaba que Bin Laden iba a atacar a Estados Unidos. Pero a pesar del aviso recibido, el peligro se imaginaba fuera, en embajadas o instalaciones militares, lejos de territorio estadounidense. “Entonces” –dice el candidato demócrata– “una mañana de martes brillante y preciosa, estuvieron aquí”, relatando cómo vivió ese día de la destrucción de las Torres Gemelas en Nueva York. Él se encontraba en Chicago y dice que mucha gente miró a la Torre Sears preguntándose si allí iba a suceder lo mismo. Un año más tarde, recordó el senador, participó en un acto contra la guerra en Irak, indicando que no se oponía a todas las guerras, pero sí a las absurdas*. El Congreso de EEUU le dio su beneplácito y el país empezó a luchar en “un campo de batalla equivocado, sin tener en cuenta la cantidad de enemigos que nos íbamos a crear y sin ningún plan sobre cómo salir de allí”.

* Nota de la autora: El discurso de 2002, mencionado el primero en este capítulo. 198

Frente a lo que se hizo, y los errores cometidos según Obama, éste propuso que si ganaba las elecciones libraría “la guerra que necesitamos ganar” basándose en sacar las tropas de Irak, trabajar en colaboración de otros países para acabar con Al Qaeda y mejorar las relaciones con todas las naciones de la región. Buscar a los terroristas en Afganistán y Pakistán le parecía importante y así lo explicaba. Además, según él, la solución en el país de los talibanes no podía ser militar, por lo que se dispondría a destinar mil millones de dólares para partidas no militares en Afganistán. Obama reconoció que EEUU no puede luchar sólo contra el terrorismo en el mundo sino que tenía que haber una alianza mundial, donde se involucraran todos los países. Además se comprometió a que en los primeros 100 días de su administración, viajaría a algún foro islámico para dirigirse a ellos y redefinir las estrategias. “Mi mensaje” –dijo– “será claro: Nos importáis. Vuestro futuro es nuestro futuro. Y nuestro momento es ahora”. “Estamos en el principio de un larga lucha. Desde el 11 de septiembre hemos oído mucho sobre lo que América no puede hacer o no debería hacer o no intentará. No podemos votar contra una guerra sin sentido en Irak porque eso nos haría parecer débiles, o hablar con otros países porque eso sería una recompensa. No podemos llegar a los cientos de millones de musulmanes que rechazan el terror porque nos preocupa que nos odien. No podemos proteger nuestra patria porque hay demasiados objetivos, o asegurar a nuestra gente mientras permanecemos fieles a nuestros valores. No podemos dejar pasar la América del rojo y del azul, las políticas de quien está arriba y quién está abajo. Esa no es la América que conozco. 199

La América que conozco es la mejor esperanza para el chico que mira hacia el helicóptero. Es el país que puso un hombre en la Luna; que derrotó el fascismo y ayudó a reconstruir Europa. Es un país cuya fuerza fuera no se mide sólo por sus ejércitos, sino por el poder de nuestros ideales, y nuestro propósito de forjar una mejor que nunca unión perfecta en casa”. ESPERANZA Y CAMBIO Fecha: 27 de diciembre de 2007 Lugar: Des Moines (Iowa) Tema: “Nuestro momento es ahora” Este discurso que parece uno más tiene un especial significado en la carrera política de Barack Obama. Fue la intervención que realizó antes de las votaciones en el caucus de Iowa, donde, como se verá en el siguiente texto, obtuvo la victoria. Él sabía que este Estado era muy importante para él y quería ganarlo frente a John Edwards, otro de los candidatos demócratas, pero sobre todo, frente a Hillary Clinton. Un periodista del programa “Nigthline” de la cadena ABC News estuvo compartiendo con él una jornada de 24 horas. Durante ese tiempo el senador le contó lo fundamental que era para él obtener ese caucus, puesto que sería su primer gran éxito. Preguntado sobre si realmente creía que podía llegar a ser el presidente de Estados Unidos, Obama contestó que sí, que consideraba que tenía las cualidades para serlo. Esta fe en si mismo que el actual inquilino de la Casa Blanca confesaba al periodista fue la que le movió a ha200

blar esa noche en una alocución pública que denominó “Nuestro momento es ahora”. En ella hacía una reflexión de los temas fundamentales de su programa electoral: sanidad, educación, terrorismo, empleo, etc, especificando que era justo la oportunidad del cambio. Para ello empleó una frase de Martin Luther King “la furiosa urgencia del ahora” Entre las historias que relató, explicó la de una mujer que había conocido en Cedar Rapids. Ella le contó que dormía sólo tres horas porque trabajaba por la noche después de estar todo el día en la universidad, y aún así no podía permitirse el seguro de asistencia sanitaria para cuidar a una hermana con parálisis cerebral. Se preguntaba por qué el gobierno no podía echarle una mano. Terminó su perorata con las siguientes palabras: “Y si permanecéis conmigo en siete días –si permanecéis con el cambio para que nuestros chicos tengan las mismas oportunidades que alguien nos dio a nosotros; si permanecéis para mantener vivo el sueño americano para aquellos que tienen hambre de oportunidad y sed de justicia; si estáis preparados para parar a los cínicos que os dicen lo que debéis aceptar, y finalmente aspiráis a lo que sabéis que es posible, entonces ganaremos este caucus, ganaremos estas elecciones, cambiaremos el curso de la historia, y el verdadero viaje –para sanar una nación y reparar el mundo– habrá comenzado realmente. Gracias”.

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LA PRIMERA NOCHE DE TRIUNFO Fecha: 3 de enero de 2008 Lugar: Des Moines, Iowa Tema: Tras ganar en el caucus de Iowa Y la victoria en Iowa llegó. Este discurso, realizado la noche en la que Obama ganó en este caucus, uno de sus primeros triunfos en la campaña presidencial, fue considerado por los expertos como el retorno a una retórica que se había perdido. Los medios de comunicación destacaron su capacidad para “llegar a la gente” con sus palabras, de transmitir una serie de emociones que el público apreció enormemente. Por primera vez se hablaba de su parecido con los discursos de los Kennedy y de Martin Luther King. Fue una intervención breve, en la que el candidato demócrata se mostró muy contento, y de hecho, es una de las apariciones públicas en la que sonrió prácticamente casi todo el tiempo que estuvo en escena. Estaba, tranquilo, sereno y sobre todo, satisfecho de lo conseguido. El público aplaudía enfebrecidamente, viviendo con él el éxito obtenido. Comenzó su alocución dando las gracias a Iowa por la victoria. “Dijeron que este día nunca llegaría”, comentó, “dijeron que este país estaba demasiado dividido; demasiado desilusionado para unirse en un objetivo común”. Se mostró como un candidato a la presidencia que iba a ser honesto, que se iba a preocupar por la sanidad, por el empleo, por la energía, por terminar con la guerra de Irak. 202

“Sé que no habéis hecho esto por mi. Lo habéis hecho porque creéis en la más americana de las ideas –que frente a probabilidades imposibles, la gente que ama este país puede cambiarlo”. Hizo un repaso general a lo que pensaba hacer cuando fuera presidente, y habló especialmente de esperanza: “La esperanza. La esperanza es lo que me trae a mí hoy aquí –con un padre de Kenia y una madre de Kansas; y una historia que sólo habría podido suceder en Estados Unidos de América. La esperanza es la roca de esta nación; la creencia de que nuestro destino no estará escrito para nosotros sino por nosotros; por todos los hombres y mujeres que no están contentos de que el mundo sea como es; que tienen el valor de hacer del mundo lo que debería ser”. EL NACIMIENTO DEL “YES WE CAN” Fecha: 8 de enero de 2008 Lugar: Nashua, New Hampshire Tema: Sí, podemos Tras el éxito obtenido en Iowa, Obama perdió en New Hampshire. Cuando salió al escenario la gente gritaba su nombre en una ovación que duró varios minutos. Las primeras palabras de su discurso fueron para felicitar a Hillary Clinton por su victoria. A pesar de que la felicidad no era completa, el senador supo mostrarse optimista y sonriente animando al público a continuar luchando para conseguir triunfos como el de Iowa. Es el primer texto en el que Barack Obama dijo la famosa frase que desde ese momento se transfiguró en un 203

himno para toda su campaña: “Yes we can”. Este slogan no fue escrito por los speechwriters del senador, sino que se trataba de una frase cuyo origen procedía de los años 70 durante la lucha a favor de los campesinos. Dolores Huerta, confundidora del sindicato “United Farm Workers” se inventó la frase que el equipo del candidato empleó traduciéndolo al español como “Sí, se puede”, tal como lo hizo la Sra. Huerta, para la consecución del voto latino, aunque la correcta traducción al castellano sea “Sí podemos”. En este discurso Obama hizo una recopilación de los problemas a los que se enfrenta la sociedad americana: educación, trabajo, impuestos, guerras, etc, indicando que ya era tiempo para el cambio. “Pero en la insólita historia de América, nunca ha habido nada falso en la esperanza. Cuando nos hemos enfrentado a probabilidades imposibles; cuando nos han dicho que no estábamos preparados, o que no deberíamos intentarlo, o que no podemos, generaciones de americanos han respondido con un simple credo que resume el espíritu de la gente. Sí podemos. Era un credo escrito en los documentos fundadores que declararon el destino de una nación. Sí podemos. Era susurrado por los esclavos y los abolicionistas mientras se abrían camino hacia la libertad a través de las noches más oscuras. Sí podemos. Era una canción cantada por inmigrantes que partían de lejanas costas y los pioneros que se abrían camino hacia el Oeste, luchando contra un implacable desierto. 204

Sí podemos. Era la llamada de los trabajadores que se organizaron; de mujeres que luchaban por su derecho al voto; fue un presidente que escogió a la Luna como una nueva frontera; y un Dr. King que nos mostró un camino hacia lo alto de la montaña y nos mostró la Tierra Prometida. Sí podemos a la justicia e igualdad. Sí podemos a la oportunidad y la prosperidad. Sí podemos sanar esta nación. Sí podemos reparar este mundo. Sí podemos”. Un bonito texto que pretendía dar esperanza a la gente, comenzar un camino de triunfos e involucrar a la población haciéndoles creer que todo es posible. El discurso se convirtió no sólo en todo un símbolo sino en una canción y un videoclip que iba a ser visto por millones de personas en todo el mundo. Así, el 2 de febrero de 2008 el cantante will.i.am de los Black Eyed Peas hizo un video que se hizo famoso en Internet, utilizando como letra este discurso de Obama y en el que participaron numerosos artistas. Jesse Dylan, hijo del cantante Bob Dylan fue el director del video en el que estuvieron presentes personalidades del mundo del cine y de la música, como Scarlett Johansson entre otros muchos. Ante el éxito del video, Obama lo empleó en algunos mítines de la campaña, y varios cantantes, entre ellos, will.i.am lo cantaron en la Convención Nacional Demócrata en agosto. Poco tiempo después otro video, esta vez en español, recorrió la web. Una canción de Andrés Useche y dirigida por Eric Byler en un video que hace alusión a las palabras de Obama con imágenes de los temas que él ha ido hablando en sus discursos. 205

CON LA FAMILIA KENNEDY Fecha: 28 de enero de 2008 Lugar: Washington, D.C. Tema: El Clan de los Kennedy anuncia su respaldo a Obama A pesar de que los Clinton había estado buscando el apoyo de los Kennedy a su candidatura, este día de enero, todo el Clan Kennedy se reunió para mostrar públicamente su respaldo a la candidatura del senador Obama. Este discurso formó parte por tanto, del evento que tuvo lugar en Washington y en el cual varios miembros de la familia más emblemática de EEUU hablaron a favor del candidato demócrata. Estuvieron presentes Ted Kennedy, hermano de Robert y John Fitzgerald Kennedy, Patrick Kennedy, el hijo de Ted, y Carolina, hija de J.F.K. Tras las palabras de cada uno de ellos, Obama comenzó su alocución. Empezó rindiendo un serio homenaje a toda esa familia que es un símbolo fundamental en la historia de Estados Unidos de América, habló de los tres presentes, especialmente sobre Ted Kennedy, venerado particularmente por la ciudadanía. Empleando una metáfora del famoso discurso inaugural de J.F.K. el candidato demócrata indicó que “esa antorcha que había pasado a una nueva generación de americanos”, como dijo John F. Kennedy, en realidad se lo había trasladado a su hermano pequeño, Ted.

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Obama explicó que conoció a los Kennedy a través de lo que le contaron sus abuelos y su madre, –él nació el mismo año en el que Kennedy hizo su famoso discurso– ellos le transmitieron lo que tanto John y Robert habían conseguido para el país, la esperanza de que el mundo podía ser mejor. Además, recordó que gracias a unas becas que la Fundación Kennedy puso en marcha para que jóvenes africanos pudieran estudiar en EEUU, el padre de Obama se trasladó a la Universidad de Hawai, donde conoció a la madre del ahora presidente. Una razón más para que él esté agradecido a la familia Kennedy. “No os confundáis: la elección en estas elecciones no va de elegir entre regiones o religiones o sexos. No es sobre elegir entre ricos o pobres; jóvenes o viejos; y no es sobre negros o blancos. Es sobre el pasado frente al futuro”. El discurso de Obama termina con una frase del discurso de J.F.K: “el resplandor de esa llama podrá en verdad iluminar al mundo”. Hay muchos otros discursos en los que Obama menciona a los Kennedy, el apoyo, especialmente de Carolina, que estuvo presente en algunos actos electorales del actual presidente, le dio pie para incluir frases o anécdotas de su padre. Como por ejemplo, que cuando J.F.K. se iba a presentar a presidente, se le dijo que fuera paciente porque se necesitaba a alguien con más experiencia. Pero John Fitzgerald Kennedy respondió: “El mundo está cambiando. Las ideas antiguas no valen… Ha llegado el momento de un nuevo tipo de liderazgo”. Otra de las ideas que utilizó Obama con frecuencia es la de que Kennedy dijo que quería que el Hombre fuera a 207

la Luna y lo consiguió, aunque hubo mucha gente que le dijo que eso no se podía conseguir. El actual presidente empleó este ejemplo en la campaña electoral como explicando que todo es factible si se quiere llevar a cabo. Meses más tarde, cuando en mayo de 2008 Ted Kennedy estuvo enfermo, Obama hizo mención a él en varios de sus discursos, alabando su trabajo y solicitando oraciones para su pronta recuperación. SUPERMARTES Fecha: 5 de febrero de 2008 Lugar: Chicago Tema: Las primarias del supermartes El supermartes es un día del mes de febrero o marzo que, cuando hay elecciones en EEUU se producen un mayor número de primarias al mismo tiempo en diferentes estados. Es importante ganar puesto que supone asegurarse ya un número grande de delegados al mismo tiempo. En esta ocasión, Barack Obama ganó las primarias del supermartes, pero cuando pronunció este discurso aún se estaban contando los votos por lo que no dio la victoria por ganada. Comenzó su intervención recordando a las víctimas de las tormentas que se habían producido en Tennessee y Arkansas. Posteriormente, hizo una alusión al año anterior, cuando en Springfield anunció que se presentaba a las elecciones a la presidencia de EEUU, y recordó cómo llegó a Chicago en aquellos años de “organizador comunitario”. 208

Sin embargo, el mensaje de esta alocución era de nuevo la unidad. La necesidad de una unificación no sólo de los demócratas –está claro que tenía ganas de ganar a Hillary Clinton– sino de formar un gobierno en el que estuvieran involucrados también republicanos, demócratas e independientes. Recordó los problemas a los que se enfrentaba el ciudadano de a pie e hizo un llamamiento de nuevo a las posibilidades de cambio que ofrecía el momento. Su discurso terminó así: “Somos los que hemos estado esperando. Somos el cambio que hemos buscado. Somos la esperanza de esos chicos que tienen poco; a quienes les han dicho que no pueden tener lo que sueñan; que no pueden ser lo que se imaginan. Sí pueden. Somos la esperanza del padre que va a trabajar antes del alba y permanece despierto con dudas sobre si no podrá dar a sus hijos las mismas oportunidades que alguien le dio a él. Sí puede. Somos la esperanza de la mujer que oye que su ciudad no será reconstruida; que no puede reclamar la vida que se fue en una terrible tormenta. Sí puede. Somos la esperanza del futuro; la respuesta a los cínicos que nos dicen que nuestra casa debe estar dividida; que no podemos ir juntos; que no podemos hacer de este mundo lo que debería ser. Porque sabemos que hemos visto y que hemos creído –lo que empezó como un susurro ahora se ha convertido en un coro que no puede ser ignorado; que no será disuadido; que sonará a través de 209

esta tierra como un himno que sanará esta nación, reparar el mundo, y hacer que esta vez sea diferente al resto– Sí podemos”. SOBRE LA RAZA Fecha: 18 de marzo de 2008 Lugar: Filadelfia Tema: “Una unión más perfecta” En momentos de crisis un orador tiene también que saber hablar. Una de las situaciones más complicadas en las que se encontró involucrado el senador Obama durante su campaña electoral fue en marzo de 2008, cuando aparecieron en la cadena de televisión ABC algunos sermones del reverendo Jeremiah Wright. El cura, de la iglesia “Trinity United Church of Christ” de Chicago, que cristianó y casó al actual presidente y que bautizó a sus dos hijas, criticaba en sus sermones a Estados Unidos por que hizo estallar las bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki, comparándolo, en cierto modo, con lo que había sucedido en Nueva York el 11 de septiembre. Igualmente realizó incendiarios sermones diciendo que EEUU trataba a los afroamericanos “como si fueran seres infrahumanos”. El caso es que sus alocuciones públicas, realizadas en años anteriores, no dejaron indiferentes ni a blancos ni a negros sino que enfadaron a prácticamente todo el mundo. Los sermones del padre Wright hicieron que la gente de Obama no tuviera más remedio que quitarle del equipo de campaña debido a los grandes problemas que le ocasionó. Se da la circunstancia de que uno de los tér210

minos más utilizados por Obama en su campaña, “la audacia de la esperanza”, que además da título a su segundo libro, proviene de uno de los discursos del reverendo Jeremiah Wright. Como respuesta a la polémica que suscitó el asunto Obama preparó un discurso espectacular denominado “Una unión más perfecta” que pronunció el 18 de marzo de 2008 en la ciudad de Filadelfia. Ha sido llamado el “discurso de la Raza” por la opinión pública aunque el nombre real de este texto es “A More Perfect Union” (Una unión más perfecta), una de las frases más conocidas de la Constitución de Estados Unidos. Este texto ha sido considerado uno de los mejores de la carrera política de Obama por varias razones: por un lado, tenía un objetivo muy claro, terminar con una controversia política que podía convertirse en todo un obstáculo para que el candidato demócrata ganara las primarias frente a Hillary Clinton. Por otro, hasta entonces Barack Obama no había hablado de raza, no había utilizado su negritud en la campaña política. El texto empleado aquél día demuestra una comprensión muy grande ante los errores de los demás, por un lado, pero también, la firmeza que un candidato debe tener ante una circunstancia que amenaza su carrera. La alocución comenzaba haciendo un recorrido por la historia de Estados Unidos, desde la Declaración de Independencia y la época de la esclavitud. Obama se dedicó después a realizar un paseo por su propia vida. Pasó posteriormente a hablar del reverendo Jeremiah Wright indicando que él era consciente de que había ofendido a EEUU, a los blancos y a los negros. Se mostró absoluta211

mente disconforme con lo que el pastor había proclamado en sus sermones y, sin disculparlo, comentó que personas como él todavía existían en el país, tanto unos como otros, que se culpaban de sus desgracias por su raza. Comentó Obama el caso también de su propia abuela blanca que le crió y, a pesar de ello, reconoció que ella le decía que tenía miedo cuando iba por la calle y se encontraba con un hombre negro en la misma acera. En ningún momento el senador demócrata renegó del reverendo, sino que incluyó sus sermones y declaraciones dentro del contexto histórico y político de su generación. El senador expuso la situación con gran naturalidad, y explicó a los norteamericanos que había dos opciones: que la campaña política se centrara a partir de entonces en el reverendo Wright y continuaran las especulaciones sobre Obama y su relación con el pastor; o que de verdad los norteamericanos se tomaran en serio las elecciones y hablaran de las cosas que realmente le importan a la gente: empleo, seguridad, economía, terrorismo, medio ambiente, etc. Los comentarios que obtuvo el discurso de Obama sobre la raza fueron espectaculares. Hasta ahora los políticos estadounidenses habían tenido mucha precaución al tratar los problemas raciales. Era muy difícil hacerlo siendo blanco o siendo negro, sin molestar a los demás. La mayoría de los comentaristas estaban de acuerdo en que sólo él, una persona de padre negro y madre blanca, podía conocer y comprender mejor que nadie el racismo de negros a blancos y viceversa en EEUU. Y así lo hizo el candidato a las primarias, permitiéndose tratar a ambas razas de igual manera puesto que su visión era la más objetiva que puede haber. 212

Muchos estudiosos de la política norteamericana creen que este texto de la raza de puede convertirse en uno de los mejores discursos de la Historia, comparable con “I have a dream” de Martin Luther King o “No peguntes qué puede hacer tu país por ti”, de J.F.K. “No se puede decir que la raza no ha estado presente en la campaña. En varios momentos de la misma, algunos comentaristas me han tachado de ‘demasiado negro” o “no lo suficientemente negro”. Vimos surgir la burbuja de las tensiones raciales a la superficie durante la semana antes de las primarias en Carolina del Sur. La prensa ha indagado en cada encuesta a la salida de los colegios electorales en busca de evidencias sobre polarización racial, no sólo en términos de blancos y negros, sino de negros y mestizos también”. SOBRE MARTIN LUTHER KING Fecha: 4 de abril de 2008 Lugar: Fort Wayne, Indiana Tema: Conmemorativo de la muerte del Dr. King Ese día se cumplía un triste aniversario. Hacía 40 años que Martin Luther King había sido asesinado. El discurso de Obama estaba dedicado a su memoria. Obama quiso en ese día recordar a sus compatriotas qué estaba haciendo el Dr. King en Memphis cuando fue asesinado. Su presencia en aquella ciudad se debía al apoyo que el líder negro quería dar a 1.000 trabajadores que estaban en huelga. Exigían mejoras salariales, y a cambio se encontraron con la fuerza, que llevó a la muerte a uno de los manifestantes, un chico de 16 años. El senador demó213

crata resaltó que la lucha que llevó al Dr.King a morir en Menphis fue la de la justicia económica. También relató el candidato en esta alocución que, cuando murió Martin Luther King, Robert Kennedy estaba en Indianápolis haciendo campaña electoral, y le correspondió a él anunciar que el líder negro había sido asesinado. Kennedy recordó el amor y la compasión de las que siempre habló el Dr. King y animó a la gente a permanecer tranquila y no dejarse llevar por la violencia. Las palabras del hermano del presidente calmaron a una población que estaba llena de ira por lo que había sucedido y el texto de Robert F. Kennedy será siempre recordado como uno de los más tristes de la historia. “Tenemos que reconocer que mientras cada uno de nosotros tiene un pasado diferente, todos compartimos las mismas esperanzas para el futuro –que seamos capaces de encontrar un trabajo que nos proporcione un salario decente, que haya un sistema de asistencia sanitaria razonable cuando nos pongamos enfermos, que seamos capaces de enviar a nuestros niños a la universidad, y que después de una vida de duro trabajo nos podamos jubilar con seguridad. Son esperanzas comunes, sueños modestos. Y están en el corazón de la lucha por la libertad, la dignidad y la humanidad que comenzó el Dr. King y que es nuestra tarea completar”. El día que el actual inquilino de la Casa Blanca pronunció su discurso en la Convención Nacional Demócrata de 2008, el 28 de agosto, se cumplían 45 años del famoso texto de Martin Luther King, “I have a Dream” (Yo tengo un sueño). Por supuesto, el senador de Illinois hizo alusión a ello. También el 20 de enero de 2008, Obama participó en un acto conmemorativo en la iglesia

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del Dr. King en Atlanta. En otras ocasiones, coincidió con la esposa del reverendo en otros actos. ANTICIPANDO LA CRISIS Fecha: 10 de abril de 2008 Lugar: Gary, Indiana Tema: La situación económica Barack Obama realizó en este caso un discurso económico –ante un público de 2.500 personas– en el que planteó lo que después se convertiría en toda una crisis financiera mundial. Comenzó indicando que el periódico “USA Today” había publicado ese día que los 50 CEO más importantes de EEUU habían obtenido alrededor de 15,7 millones de dólares el año pasado, a pesar de que muchas de sus empresas habían tenido un mal año. El senador demócrata indicó: “Pensad en ello. No importa si han hecho un buen trabajo o no, los ejecutivos de Wall Street están siendo recompensados de igual manera”. Posteriormente, explicó cómo el país estaba perdiendo empleo a un ritmo cada vez más acuciante, cómo la construcción estaba entrando en crisis y la gente comenzaba a no poder pagar sus hipotecas. Con estas palabras, Obama iba anticipando la crisis financiera que, en unos meses, se iba a destapar en todo el mundo, pero que tendría su inicio en Wall Street. Tras detallar una serie de medidas económicas que proponía, Barack Obama terminó diciendo: 215

“Esta es la clase de ayuda que los americanos necesitan. Y esta es la clase de ayuda que Washington tiene que dar. Es hora de terminar con el enfoque Bush-McCain que dice a la gente americana ‘se las apañe como pueda’ –porque sabemos que en esto estamos todos juntos como americanos. Eso es lo que os ha traído aquí hoy. Y esa es la idea que quiero llevar a la Casa Blanca cuando sea el presidente de Estados Unidos”. A partir de septiembre de 2008, la presencia de la crisis financiera en los discursos de Obama es muy habitual, actualizándose semana a semana según se iban sucediendo los acontecimientos y el gobierno Bush tenía que ir respondiendo a las circunstancias. LO QUE AMÉRICA QUIERE Fecha: 14 de abril de 2008 Lugar: ashington D.C. Tema: Comida Anual de Associated Press El senador demócrata fue invitado a pronunciar un discurso en la comida anual organizada por la agencia de noticias “Associated Press” una de las más prestigiosas del mundo, que sirve información diaria a todos los medios de comunicación del planeta. Durante su alocución, el actual presidente hizo alusión directa a John McCain y lo mucho que se parecían sus propuestas a lo que ya se había vivido en el país en los últimos ocho años. Nombrándole con respeto, como siempre le citó, explicó cómo sus ideas no eran muy di-

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ferentes a la del entonces inquilino de la Casa Blanca, George Bush. Frente a eso, dijo: “Yo estoy haciendo una apuesta diferente. Yo apuesto por el pueblo americano”. Y a partir de ahí empezó a explicar lo que la gente le había ido comentando en sus viajes por el país. Cuáles eran sus expectativas, sus sueños, sus anhelos, en materia de impuestos, de sanidad, de vivienda, de trabajo… Obama especificó que, a pesar de haberse encontrado con personas de muy diferentes estatus sociales, razas, religiones, demócratas o republicanos, muchos de ellos le habían señalado la necesidad que tenían de que las cosas fueran distintas en Washington. “Ese es el sueño que yo quiero conseguir para ayudar a restaurar en esta elección. Si tengo la oportunidad, eso es lo de lo que voy a estar hablando de ahora hasta noviembre. Esa es la opción que ofrezco al pueblo americano –cuatro años más de lo que ya hemos tenido en los últimos ocho años, o un cambio fundamental en Washington”. VICTORIA EN CAROLINA DEL NORTE Fecha: 6 de mayo de 2008 Lugar: Raleigh (Carolina del Norte) Tema: La necesidad del cambio Otra noche de las primarias, en esta ocasión en Carolina del Norte donde Barack Obama obtuvo la victoria. Él comenzó su discurso felicitando a la senadora Clinton porque había ganado en Indiana. 217

Comentó que cuando empezó la campaña no sabía cómo iban a ir las cosas, había muchas dudas y escepticismo por parte de algunos, y sin embargo, en esa noche, cada vez parecía más factible la nominación demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Ante la idea de algunos sectores de que el partido estaba dividido, Obama explicó que la lucha estaba siendo dura porque el oponente que tenía, Hillary Clinton era formidable. Y también especificó que no le gustaría pensar que, perdiera quien perdiera de los dos, sus votantes no apoyarían a la senadora y viceversa. Recordó la importancia del Partido Demócrata, “el de Jefferson y Jackson; el de Roosevelt y Kennedy”. Indicó que lo que estaba claro era la situación actual: dos guerras, una crisis económica y un planeta en peligro, “no nos podemos permitir dar a John McCain la oportunidad de llevar a cabo un tercer mandato de George Bush. Necesitamos un cambio en América”. A continuación añadió una serie de relatos de diferentes ciudadanos que se enfrentaban a situaciones de desamparo en cuestiones de sanidad, de trabajo, de tener a sus hijos en la guerra, incluyendo además sus propias historias semejantes a las de ellos. “Confío en el pueblo americano que se da cuenta de que no necesitamos un gran gobierno, necesitamos un gobierno que se levante por las familias a las que les quitan sus casas los depredadores de Wall Street, un gobierno que se levante por la clase media dándoles una rebaja en los impuestos; un gobierno que asegure que ningún americano perderá los ahorros de toda su vida porque su niño se pone enfermo. Seguridad y oportunidad; compasión y prosperidad no son valores liberales o valores conservadores –son valores americanos”. 218

SOBRE LATINOAMÉRICA Fecha: 23 de mayo de 2008 Lugar: Miami Tema: “Renovando el liderazgo de USA en las Américas” Barack Obama es un hombre interesado por lo que ocurre en el mundo, y por tanto, es consciente de los problemas de relación existente entre EEUU y Latinoamérica. Este discurso fue pronunciado en “The Cuban American National Foundation”. Comentó que el interés de Bush por Irak hizo que se desentendiera de lo que acontecía en su propio continente. A este tema dedicó esta alocución en la que son muchos los países que menciona. Indicó la importancia de conseguir una nueva “alianza de las Américas”. El senador se mostró preocupado por la situación de países como Venezuela, México, Brasil o Cuba. Dijo que no había lugar para la tiranía en Latinoamérica, y se apoyó en las palabras del Dr. King cuando comentó: “La injusticia de cualquier lugar es una amenaza para la justicia en todas partes”. Habló también de la falta de libertad en Cuba –diciendo “libertad” en español–, indicando que es habitual que los políticos americanos hablen de ello en época de elecciones cuando van a Miami, pero cuando llegan a Washington se olvidan. Obama se comprometió a dejar que los cubanos de Miami viajen libremente a Cuba a ver a sus familias, y a ayudarles económicamente, aunque estableció que mantendría el embargo mientras la diplomacia iba avanzando. 219

Posteriormente comentó cómo pensaba mejorar las relaciones con Hugo Chávez en Venezuela, cómo se podía ayudar al pueblo haitiano, cómo colaborar con Colombia para acabar con las FARC, con la inseguridad de México, así como los problemas de otras naciones como Guatemala, El Salvador, Honduras, Perú, Argentina y Chile. El ahora presidente era consciente de cómo lo que ocurría en Latinoamérica repercutía en su propio país. Cuestiones como las bandas violentas que trabajan en EEUU y que provienen de estos lugares, así como la droga que se distribuye son cuestiones que había que resolver según él. Otro de los temas que le inquietaba al candidato demócrata era el hambre. Obama reveló que quería cumplir con los “Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas” que pretenden reducir la pobreza en el mundo para el año 2015. Entre otras propuestas de las que habló están la mejora de las relaciones comerciales, el fomento de las energías alternativas, la realización de una transferencia de tecnologías, y ayudar a los países a conservar sus recursos naturales. En este sentido puso como ejemplo a Brasil en el uso de los biocombustibles, algo que él mencionó en otras ocasiones cuando hablaba de la dependencia del petróleo que tiene EEUU. Incluyó además una cita del poeta cubano José Martí: “No es suficiente defender la libertad con épica y grandes esfuerzos cuando parece que está amenazada en momentos críticos. Cada momento es crítico para la defensa de la libertad”. 220

“Necesitamos entender que la inmigración –cuando se hace legalmente– es una fuente de fuerza para este país. Nuestra diversidad es una fuente de fuerza para este país. Cuando nos juntamos –negros, blancos, hispanos, asiáticos y americanos nativos– no hay nada que no podamos conseguir. ¡Todos somos americanos!”. Ésta última frase la dijo literalmente en castellano, y la utilizará en algún discurso más destinado a la comunidad latina. CUANDO GANÓ A HILLARY Fecha: 3 de junio de 2008 Lugar: St.Paul, Minnesota Tema: Discurso tras ganar las primarias a Hillary Clinton Éste es otro de los primeros discursos de triunfo de Obama. Lo realizó la noche en la que supo que había ganado a Hillary Clinton y que, por tanto, era el candidato de los demócratas a la Casa Blanca. El público estaba enfebrecido y al ya único candidato demócrata le costó tomar la palabra. Comenzó su alocución dando las gracias a todas las personas que habían apoyado su campaña, así como al resto de compañeros que se habían presentado como él a la candidatura para presidente. Mencionó de manera especial a Hillary Clinton, explicando que había hecho historia, no sólo porque ninguna mujer había llegado antes donde ella, sino porque era una líder que había inspirado a millones de americanos con su fuerza, su coraje, y su compromiso. “Nuestro partido y nuestro país son mejores por 221

ella, y yo soy mejor candidato por haber tenido el honor de competir contra Hillary Rodham Clinton”. Sobre los comentarios que había habido en los medios de comunicación de si los demócratas estaban muy divididos, el senador recalcó que lo que los estadounidenses querían era un cambio en la Casa Blanca y por eso es por lo que iba a luchar. También le dedicó unas palabras a John McCain, comentando sus consecuciones, “aunque él prefiera negar las mías”, dijo. Por supuesto indicó que personalmente no tenía nada contra él, pero que votar a McCain era votar por Bush. Una vez más, habló de los temas principales de su programa político, destacando sus propuestas en sanidad, empleo, seguridad, economía, etc. Frente al interés de algunos de enfrentar a demócratas y republicanos Obama especificó que antes que demócratas o republicanos son estadounidenses; y terminó con estas palabras: “El viaje será difícil. El camino será largo. Me enfrento a este desafío con profunda humildad, y soy consciente de mis propias limitaciones. Pero también me enfrento con una ilimitada fe en la capacidad del pueblo americano. Porque si queremos trabajar por ello, y luchamos por ello, y creemos en ello, entonces estoy convencido de que las generaciones futuras mirarán atrás y le dirán a nuestros hijos que este fue el momento en el que empezamos a proporcionar cuidados a los enfermos y buenos trabajos para los parados; este fue el momento en el que el nivel de los océanos comenzó a bajar y nuestro planeta empezó a sanar; este fue el momento en el que terminamos una guerra y dimos seguridad a nuestra nación y restauramos 222

nuestra imagen como la mejor esperanza para la Tierra. Este fue el momento –esta fue la hora– cuando comenzamos juntos a rehacer esta gran nación de manera que siempre refleje lo mejor de nosotros mismos, y nuestros más altos ideales. Gracias, que Dios os bendiga, y que Dios bendiga a Estados Unidos de América”. SOBRE EL ESTADO DE ISRAEL Fecha: 4 de junio de 2008 Lugar: Washington, DC Tema: En la Conferencia Política de la AIPAC (Lobby Pro-Israel de América) Una crítica más de las que tuvo que sufrir Barack Obama durante la campaña electoral fue la de ciertos grupos judíos. Desde el inicio de 2008 llegaron a las comunidades semitas correos electrónicos contrarios al actual inquilino de la Casa Blanca, indicando que era antisemita. Los mensajes pretendían difundir el odio contra el candidato demócrata indicando que era musulmán, e incluso inventándose que cuando juró el cargo de senador por Illinois lo hizo con el Corán en la mano en vez de la Biblia. En enero de 2008 el senador, en un debate de los candidatos demócratas a la presidencia, desmintió tales acusaciones y volvió a declararse cristiano. El 16 de enero de 2008 los medios de comunicación norteamericanos publicaron que nueve líderes de la comunidad judía condenaban los correos electrónicos de odio que se estaban enviando a sus fieles, indicando que no estaban de

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acuerdo con las imputaciones que se estaban haciendo sobre Barack Obama. Aún así, los mensajes continuaron llegando, y cuando él fue a la Conferencia de la AIPAC en junio de 2008 comenzó su alocución comentando este tema, incluso con cierto sentido del humor. El ahora presidente de Estados Unidos realizó un discurso de absoluto apoyo al pueblo de Israel, comenzando por explicar parte de su historia, y condenando lo sucedido durante la Segunda Guerra Mundial. Precisamente un tío de Obama luchó en la División de Infantería número 89, que fueron los primeros americanos que llegaron a un campo de concentración nazi, en abril de 1945. Explicó cómo el General Eisenhower se encargó expresamente de que se hicieran fotografías de todo lo que se había visto allí para que nadie en el futuro pudiera negarlo. El candidato comentó también en esa alocución su experiencia personal cuando visitó Israel y tuvo ocasión de conocer a alguna familia cuya casa había sido destruida por misiles. Lo que quiso dejar claro es que si él llegaba a presidente el estado de Israel iba a continuar contando con el apoyo de EEUU. “Vosotros y yo sabemos que debemos hacer algo más que permanecer quietos. Ahora es tiempo de estar vigilantes para enfrentarnos a cada enemigo así como buscar un futuro de paz para los niños de Israel y para todos los niños. Ahora es tiempo de permanecer junto a Israel mientras ésta escribe el siguiente capítulo de su extraordinaria trayectoria. Ahora es tiempo de trabajar juntos para arreglar este mundo”.

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EN EL DÍA DEL PADRE Fecha: 15 de junio de 2008 Lugar: Chicago Tema: La familia Conociendo a Barack Obama no resulta difícil pensar que no fue casualidad que el “Día del Padre” de 2008, que en Estados Unidos se celebró el 15 de junio, él estuviera en su ciudad, en su casa, con sus hijas. Si algo tiene claro el ocupante del Despacho Oval es que quiere ser un buen padre; él es consciente porque él no tuvo a su progenitor a su lado. Ya en 2007, en una entrevista que le realizaron en televisión, también en el “Día del Padre” él se explicó así, hablando de la figura de su padre: “Él fue un hombre muy brillante en algunas cosas, pero nunca supo ser la clase de padre que un niño necesita”. Obama pronunció este discurso en la Iglesia Apostólica de Dios, de Chicago. Es un completo alegato al valor de la familia, y en ella, la importancia de la figura paterna. Realizó un profundo análisis de la situación de los niños afroamericanos que viven y crecen sin el progenitor. Hizo un llamamiento a la responsabilidad de los padres que no se involucran en tal función como deberían y lo que esto supone para sus hijos. Habló de la importancia de la educación, la asistencia a la escuela, la universidad, así como la de transmitir valores como la empatía y la amabilidad. En un momento dado contó la anécdota que le había sucedido en un acto en Wisconsin cuando un chico joven levantó la mano para preguntarle. Cuando le dio la 225

palabra el chaval dijo: “¿Qué significa la vida para usted?”. Confesó que en un primer momento se quedó perplejo, pues se esperaba que le cuestionaran sobre Irak, energía o cualquier otro tema, pero luego supo responder. Le explicó que hasta que nacieron sus hijas su existencia giraba en torno a él; sin embargo, cuando Sasha y Malia vinieron al mundo, su vida cambió y ellas se convirtieron en lo más importante. Barack Obama reconoció que él no es un padre perfecto, que es difícil serlo, pero concluyó en que hay que tratar de hacerlo cada día mejor. Y sentenció su intervención con las siguientes palabras: “Esa es nuestra última responsabilidad como padres. Lo intentamos. Lo esperamos. Hacemos lo que podemos para construir nuestra casa sobre la roca más resistente. Y cuando los vientos llegan, y la lluvia cae, y golpean esa casa, mantenemos la fe en que nuestro Padre estará ahí para guiarnos, y cuidarnos, y protegernos, y conducir a sus hijos a través de las tormentas más oscuras hacia la luz de un día mejor. Esa es mi oración por todos nosotros en este “Día del Padre”, y esa es mi esperanza para este país en los años venideros. Que Dios os bendiga a vosotros y a vuestros hijos. Gracias”. SOBRE ENERGÍA Fecha: 11 de julio de 2008 Lugar: Dayton, Ohio Tema: La seguridad energética

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Un mes antes de este discurso, el 16 de junio de 2008, el exvicepresidente y Premio Nobel de la Paz, Al Gore, anunció su respaldo a Obama en un mitin en el que participaron ambos en Detroit, ante un público de 20.000 personas. Sus relaciones con él son tan buenas que el propio senador demócrata felicitó a Al Gore cuando le concedieron el Premio Nobel en un acto que tenía el día en que se conoció la noticia. Una de las ideas que Obama transmitió a través de esta alocución pública, es que “la adicción a los combustibles fósiles es una de nuestras más serias amenazas a la seguridad nacional en el siglo XXI”. El actual inquilino de la Casa Blanca explicó cómo las emisiones de carbono estaban provocando el calentamiento del planeta, lo cual estaba volviendo locos los patrones climáticos, provocando terribles tormentas, sequías, hambre, etc. Mencionó el dato de que en 2050 el hambre podrá desplazar de sus territorios a unos 250 millones de personas. Sobre todo de lugares como África, Oriente Medio y el Sudeste de Asia. Y Obama contempló esta circunstancia como una amenaza a la seguridad de todos los países, incluido el suyo. Y consideraba aún más arriesgada la dependencia de EEUU del petróleo. “El precio del barril –dijo– es una de las armas más peligrosas del mundo”. “Este no es el futuro que yo quiero para América. No somos un país que deja su destino en manos de dictadores y tiranos –somos una nación que controla nuestro propio destino. Esto es lo que siempre hemos sido”.

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Su apuesta, según comentó, era la investigación y utilización de las energías renovables, la fabricación de automóviles más eficientes energéticamente y la utilización progresiva de menos petróleo. Mencionó a Alemania e Inglaterra como países que estaban reduciendo sus emisiones de carbono y el trabajo que Tony Blair y Angela Merkel estaban realizando en ese sentido. “El desafío al que nos enfrentemos para conseguir nuestra independencia energética es grande. Conseguirlo llevará tiempo, y no será fácil. Pero si tenemos voluntad de trabajar en ello, e invertimos en ello, y nos sacrificamos por ello; si estamos dispuestos a desarrollar el mismo espíritu de optimismo y posibilidades que han definido los más grandes progresos de este país, entonces creo que seremos capaces de lograrlo si realmente lo intentamos. Y yo estoy deseando intentarlo con vosotros. Gracias”. DISCURSO EN BERLÍN Fecha: 24 de julio de 2008 Lugar: Berlín, Alemania. Tema: “Un mundo que se levanta al unísono” Obama viajó a Berlín y empleó esta ciudad y lo que ella simboliza como símbolo de la relación entre Europa y Estados Unidos. Para ello utilizó la metáfora del muro que antaño dividió esta urbe y, sobre todo, su caída, para realzar otras victorias conseguidas en el mundo, como el de Belfast entre protestantes y católicos, el de los Balcanes, el de Sudáfrica con el apartheid. El discurso tuvo lugar en el Tiergarten de Berlín ante un público de 200.000 personas. 228

El objetivo de esta alocución en la ciudad alemana era hacer un llamamiento a la unidad universal, especialmente Europa y Estados Unidos, para luchar con un enemigo común, el terrorismo. Hablando por ejemplo, del atentado de las Torres Gemelas en Nueva York, el candidato mencionó cómo los terroristas planearon el mismo en Hamburgo (Alemania), habiendo sido entrenados en Kandahar (Afganistán) y Karachi (Pakistán). Explicó la necesidad de trabajar unidos para acabar con atentados como “en Madrid y en Amman, en Londres y en Bali, en Washington y en Nueva York”. Una de las cuestiones que dijo que le preocupaban fue la proliferación nuclear; la posibilidad de que armas nucleares cayeran en manos de grupos terroristas era habitual en los discursos de Obama. Pero también trató otros temas como los problemas sociales y políticos en países como Bangladesh, Chad, Birmania, Zimbabwe o la región de Darfur, llamando a la responsabilidad de todas las naciones sobre lo que sucedía en el mundo. En un ejemplo de humildad el actual presidente de EEUU reconoció los errores cometidos por su país: “Soy consciente de que mi país no ha sido un ejemplo de perfección. Ha habido ocasiones en las que hemos tenido problemas para mantener nuestro compromiso de libertad e igualdad para todos los de nuestro pueblo. Hemos cometido nuestra parte correspondiente de errores y ha habido veces en que lo que hemos hecho en diversas partes del mundo no ha estado a la altura de nuestras mejores intenciones.

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Pero también sé lo mucho que amo a Estados Unidos. Sé que durante más de dos siglos nos hemos esforzado, no sin grandes costes y grandes sacrificios, en lograr una unión más perfecta, en tratar de conseguir, junto con otras naciones, un mundo más lleno de esperanza. Nuestra lealtad no se ha limitado nunca a una tribu o un reino en particular; de hecho, en nuestro país se hablan todos los idiomas, todas las culturas han dejado su huella en la nuestra y en nuestras plazas se expresan todos los puntos de vista. Lo que siempre nos ha mantenido unidos, lo que siempre ha motivado a nuestro pueblo, lo que atrajo a mi padre a las tierras de Estados Unidos es un conjunto de ideales que hablan de aspiraciones compartidas por todos, como que podemos vivir libres de miedos y de penurias, que podemos exponer nuestras ideas públicamente y que podemos reunirnos con quien queramos y practicar el culto que más nos plazca.” Fue una intervención dedicada a los europeos en particular y a todo el mundo en general. Una vez más, la visión de hombre que ha vivido en varios lugares del planeta y que él mismo se considera una mezcla de razas y culturas, le llevó a realizar un discurso universal. ANUNCIO DEL VICEPRESIDENTE Fecha: 23 de agosto de 2008 Lugar: Springfield, Illinois. Tema: Joe Biden candidato a la vicepresidencia. Acto de presentación por parte de Barack Obama del que sería su lugarteniente, el demócrata Joe Biden. Comenzó su intervención indicando que a lo largo de los meses que habían transcurrido durante la campaña 230

había buscado a un hombre que estuviera dispuesto, como él, a formar un gobierno de unidad, en el que demócratas, republicanos e independientes estuvieran presentes y trabajando por un propósito común. Dijo de Joe Biden que es un hombre que luchó “por cambiar Washington”, pero al que “Washington no le había cambiado”, además de un experto en política exterior. Tratando sin duda de hacer cercano el candidato al público, Obama explicó la dura vida de Biden. Su mujer y una de sus hijas se mataron en un accidente de coche justo cuando él iba a ser nombrado senador. De hecho, explica Obama, no hubo ceremonia en Washington cuando el juró su cargo puesto que tuvo que marcharse para cuidar a otros dos de sus hijos que resultaron heridos en el accidente. Durante años, el actual vicepresidente de EEUU mantuvo su residencia fuera de Washington, a pesar de trabajar allí, para cuidar y educar a sus hijos por sí solo. Posteriormente rehizo su vida con Jill, su actual mujer y tuvo con ella otra niña. El actual inquilino de la Casa Blanca explicó que Biden era todo un ejemplo de resiliencia, ya que, de hecho, unos años atrás había sufrido un aneurisma en el cerebro y salió de él con más fuerza que nunca. Entre sus logros en el senado, Obama destacó el impulso que Joe Biden dio para que, dada la inseguridad ciudadana existente, 100.000 policías nuevos llegaran a las calles, comenzando así un periodo de ocho años de descenso de la delincuencia en todo el país. También fue el actual vicepresidente quien escribió la Ley sobre la Violencia contra las Mujeres, descendiendo el maltrato por cuestión de género en todo el país. Incluso, como explicó el propio 231

candidato a la presidencia: “Biden miró a los ojos a Slobodan Milosevic y le llamó criminal de guerra”. Y terminó su perorata con las siguientes palabras: “Ahora, con Joe Biden a mi lado, estoy seguro de que podemos llevar a este país en una nueva dirección; que estamos preparados para enfrentarnos a la adversidad de los últimos ocho años; que no sólo ganaremos las elecciones en noviembre, restauraremos esa tentativa justa de vuestros sueños que está en el núcleo de quien Joe Biden y yo somos como personas, y que América es como nación. Permitidme presentaros al próximo vicepresidente de Estados Unidos de América…”. EN LA CONVENCIÓN NACIONAL DEMÓCRATA 2008 Fecha: 28 de agosto de 2008 Lugar: Denver, Colorado Tema: “La promesa americana” Es otro de los grandes discursos de Barack Obama durante la campaña electoral. Tuvo lugar en la Convención Nacional Demócrata de 2008, y en ella, tras haber ganado a Hillary Clinton, aceptó oficialmente la nominación a la presidencia de EEUU. Cuando salió al escenario, éste parecía que se caía debido a la ovación del público asistente. Antes de comenzar a hablar, Obama tuvo que dar las gracias más de treinta veces, y el público no cesaba en sus aplausos. Tras los agradecimientos iniciales, aceptó diciendo:

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“Con profunda gratitud y una gran humildad, acepto vuestra designación para la presidencia de Estados Unidos”. Posteriormente, dio las gracias a todos aquellos que le habían “acompañado en este viaje”. Ahí incluyó a Hillary Clinton y a su esposo, a Ted Kennedy y a Joe Biden. A continuación nombró también a su mujer “el amor de mi vida” y a sus hijas, Sasha y Malia. Era lógico que iniciara también esta alocución recordando la que realizó cuatro años antes en la Convención Nacional Demócrata de 2004, y así lo hizo. Habló después de la necesidad de un cambio y de cómo esa transformación no podía venir de John McCain, un hombre que había votado de acuerdo con Bush el 90% de las veces. Incorporó aquí unas palabras del candidato republicano, “una nación de quejicas” y las comentó: “¿Una nación de quejitas? Dígales eso a los orgullosos trabajadores de las plantas de automóviles de Michigan que, después de enterarse de que iba a cerrar, todavía siguen yendo cada día a trabajar tan duro como siempre, porque saben que hay quienes cuentan con los frenos que han hecho. Dígales eso a las familias de los soldados que cargan sus problemas en silencio, sobre sus hombros, mientras ven cómo sus seres queridos parten para su tercer o cuarto o quinto despliegue. Estos no son quejicas. Trabajan duro, lo entregan todo y aún siguen sin quejarse. Estos son los americanos que yo conozco”. Utilizó la ironía indicando que no es que a John McCain no le importara lo que les pasaba a los norteamericanos, sino que simplemente no lo sabía. Posteriormente, haciendo alusión al título del discurso “la promesa americana”: 233

“Nuestro gobierno debe trabajar por nosotros, no contra nosotros. Debe ayudarnos, no dañarnos. Debe garantizar la oportunidad no sólo a aquellos que más dinero e influencia tienen, sino a cada americano dispuesto a trabajar. Esa es la promesa de América. La idea de que somos responsables de nosotros mismos, pero también de que nos levantaremos o caeremos juntos como una nación: la creencia fundamental de que yo soy el guardián de mi hermano; yo soy el guardián de mi hermana”. Poco a poco, el discurso de Obama fue desgranando todos los temas importantes de los que había ido hablando a lo largo de la campaña, desde la reducción de los impuestos a la independencia respecto al petróleo, la mejora educativa, la sanidad para todos, el incremento de los salarios, la guerra de Irak y la lucha contra Osama Bin Laden. Aquí incluyó otra frase irónica diciendo: “A John McCain le gusta decir que perseguirá a Bin Laden hasta las puertas del Infierno –pero ni siquiera se acercará a la cueva dónde vive”. El demócrata se comprometió, además de acabar con el terrorismo, a luchar contra otros problemas como “la proliferación nuclear, la pobreza, el genocidio, el cambio climático y la enfermedad”. Hizo un llamamiento también el senador a encontrar puntos en común con quienes piensan diferente, en temas como el aborto, la proliferación de armas, el matrimonio gay, etc, considerando importante conseguir espacios de diálogo. Y por supuesto rindió un homenaje especial a Martin Luther King pues en esos días se cumplían 45 años de su discurso “Yo tuve un sueño”. 234

“En vez de todo eso, es el espíritu americano –esa promesa americana– que nos impulsa adelante aun cuando el camino es indefinido, que nos une pese a nuestras diferencias, que nos hace fijarnos no en lo que se ve, sino en lo no visto, ese lugar mejor a la vuelta de la esquina. Esa promesa es nuestra mejor herencia. Es una promesa que hago a mis hijas cuando las acuesto por la noche, y una promesa que vosotros hacéis a los vuestro –una promesa que ha motivado a los inmigrantes a cruzar océanos, a los pioneros a viajar al oeste; una promesa que llevó a los trabajadores hasta los piquetes y a las mujeres a aspirar al sufragio”. Incluyó además una cita del Dr. King exhortando a la ciudadanía a trabajar todos juntos: “No podemos andar solos”, dijo el predicador. “Y mientras andamos, tenemos que jurar que siempre marcharemos hacia delante. No podemos volver atrás”. SOBRE LA CRISIS FINANCIERA Fecha: 16 de septiembre de 2008 Lugar: Golden, Colorado Tema: “Afrontar la crisis económica” Una campaña electoral debe adaptarse a las circunstancias, y sus candidatos y sus equipos tienen que evolucionar con la situación que se está viviendo en cada momento. El discurso de este día fue uno de tantos que, a partir de entonces, Barack Obama pronunció sobre la situación económica mundial y específicamente la crisis que se estaba desencadenando en EEUU. 235

Ya había advertido él muchos meses atrás que no era normal lo que estaba sucediendo en Wall Street y, de hecho, se había llevado unas cuantas críticas por su dureza contra los CEO americanos que se iban enriqueciendo mientras sus empresas entraban en quiebra. “Nos enfrentamos a la más seria crisis financiera en generaciones”, dijo en esta ocasión, una frase que a partir de entonces repetiría en muchas alocuciones. Obama empleó este término para contrarrestar el dicho por John McCain: “los fundamentos de nuestra economía son fuertes”. Según el actual inquilino de la Casa Blanca, su oponente tuvo que rectificar una vez que le hubieron informado bien de la situación y comenzó a decir que lo que pretendía era comentar que “los trabajadores americanos eran fuertes”. Incluso añadió el demócrata que el senador McCain había llegado a repetir en más de 16 ocasiones a lo largo de la campaña la idea de que la economía norteamericana era fuerte. El ocupante del Despacho Oval continuó diciendo que no culpaba a su oponente por la situación económica del país, aunque recordó que llevaba 26 años apoyando la filosofía de Washington. “Seamos claros: lo que hemos visto estos últimos días no es sino el veredicto final de una filosofía económica que ha fallado completamente. Si me presento a presidente de Estados Unidos es porque los sueños de los americanos no pueden estar en peligro nunca más. Es hora de poner un fin a un sistema roto en Washington que está rompiendo la economía americana. Es tiempo de un cambio que haga una diferencia real en vuestras vidas”.

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A continuación Obama explicó las causas que habían provocado la situación financiera actual y qué medidas tomaría él si llegaba a la Casa Blanca. A partir de este discurso, como se comentó al principio, fue incluyendo en otras comparecencias, los datos económicos y los sucesos que iban teniendo lugar en Wall Street, actualizando así sus palabras día a día. De esta manera, todo el resto de la campaña electoral se tiñó completamente de crisis financiera. POR UN MUNDO GLOBAL Fecha: 25 de septiembre de 2008 Lugar: Nueva York Tema: La “Iniciativa Global Clinton” Tanto John McCain como Barack Obama aceptaron la invitación de Bill Clinton para dirigirse al público asistente a la reunión anual de la “Clinton Global Initiative”, la institución creada por el expresidente. Ambos intervinieron mediante videoconferencia apoyando así la entidad que el demócrata creó en 2005 para trabajar en temas de educación, energía y cambio climático, sanidad y pobreza. El actual inquilino de la Casa Blanca inició su participación alabando la institución y la labor que esta entidad está llevando a cabo. A continuación pasó a explicar su punto de vista sobre la situación económica a la que se enfrentaba el país.

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Este discurso tiene la característica especial de que tuvo lugar justo antes del primer debate entre los dos candidatos presidenciales. El texto del candidato demócrata hizo especial hincapié en la globalidad, por lo que, empleando una serie de ejemplos, trató de mostrar cómo lo que sucedía en una parte del mundo afectaba enseguida al resto. Así, dijo, las emisiones en Boston y en Pekín no sólo contaminan su atmósfera, sino que ponen en peligro a todo el planeta; las bolsas de pobreza de Somalia pueden crear conflictos más allá de sus fronteras, “el niño que va una ‘madrasa’ radical a las afueras de Karachi puede terminar siendo un peligro para la seguridad de mis hijas en Chicago”; la gripe mortal que comienza en Indonesia puede llegar hasta Indiana en unos días. El cambio climático, la pobreza, el extremismo, las enfermedades, Obama los destacó como problemas comunes a toda la Humanidad. Para la resolución de estas cuestiones habló de las medidas que tomaría en materia de energía para reducir las emisiones contaminantes; del cumplimiento de los “Objetivos de Desarrollo del Milenio”; la mejora de la educación; la lucha contra la corrupción; el apoyo a las PYME; la lucha contra las graves enfermedades como el SIDA, la malaria y la tuberculosis. En esta ocasión, el actual inquilino de la Casa Blanca resaltó el problema de la malaria en el mundo apostando por apoyar a los investigadores y trabajar en común, de forma global, para erradicar esa lacra del planeta Tierra. “Vivimos en un tiempo en el que compartimos nuestros destinos. El mundo está más interrelacionado que nunca en la historia de la Humanidad. Los muros que dividían a los antiguos enemigos han caído. Los mercados se han abierto. La difusión de la in238

formación y la tecnología han reducido las barreras para la oportunidad y la prosperidad, y se han abierto puertas a nueva competencia y riesgos. Hemos oído esto una y otra vez desde el final de la Guerra Fría. Y en las últimas semanas esta verdad se ha reforzado de nuevo”. MENCIONANDO A JOHN MCCAIN Fecha: 4 de octubre de 2008 Lugar: Newport News, Virginia Tema: El sistema de salud No era la primera vez que Obama mencionaba a su oponente en un discurso. Lo había hecho muchas veces, siempre alabando el que fuera un típico héroe americano y criticando su excesiva cercanía a George Bush. Pero en esta ocasión, a pesar de que el tema de la intervención era la salud, el actual presidente hizo un exhaustivo repaso a John McCain. La razón es, seguramente, que dos días antes, el 2 de octubre, ambos se habían enfrentando en su segundo debate televisivo. Ya lo habían hecho antes el 26 de septiembre, y el candidato demócrata había realizado algún comentario sobre el tema en alguna alocución posterior. Sin embargo, en este caso, el senador por Illinois nombró en la primera mitad de su texto ¡25 veces! a su oponente. Se nota que a partir de este momento, a un mes de las elecciones generales, la campaña política se endureció y Obama mencionó las propuestas de McCain y sus semejanzas con las de Bush más frecuentemente.

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El tema elegido era la sanidad. El actual ocupante del Despacho Oval comenzó contando la historia de su madre, que murió de cáncer de ovarios con 53 años. “Jamás olvidaré cómo pasó los últimos momentos de su vida” –dijo. Narró con emoción cómo su progenitora tuvo que luchar, mientras se estaba muriendo, contra la compañía de su seguro médico que no le quería cubrir el coste del tratamiento porque decían que el cáncer era una condición previa que ya existía cuando contrató el servicio. Una anécdota que Obama comentó habitualmente cuando hablaba del sistema de sanidad norteamericano. Tras una reflexión sobre la necesidad de que todos los americanos puedan acceder al servicio de salud, el senador explicó cómo la administración Bush no había mostrado preocupación por ese tema y John McCain. Era una dura crítica al sistema existente entonces y la presunción por parte del actual presidente, de que nada iba a cambiar si gobernaba McCain, dados los comentarios que había hecho en el debate en el que se habían enfrentado dos días antes. La segunda parte del discurso la dedicó Obama a realizar una relación de las medidas, en materia de salud, que tomaría al llegar a la Casa Blanca. El discurso terminó con una historia de gente corriente, tan habituales en los discursos del demócrata. Una mujer llamada Robyn le contó la historia de su hijo Debon de 16 años quien estaba afectado de un problema de corazón. El tratamiento costaba mucho dinero, algo que ella no se podía permitir. Su compañía de asistencia sanitaria le dijo que no cubría los gastos porque la enfer240

medad era previa a la creación de la póliza. Mientras el chico no podía acceder al tratamiento, le habían prohibido hacer cualquier tipo de deporte. Robyn escribió un correo electrónico a Obama diciéndole: ‘“Sólo le pido que, en los días en que se sienta tan cansado que no pueda pensar en lo más mínimo para decirle a la gente piense en nosotros. Cuando esté jugando al baloncesto piense en mi hijo Devon, que no puede hacerlo. Cuando aquellos que se oponen a usted le hagan desfallecer, siga adelante y luche aún más fuerte’. Hoy, quiero decirles a Robyn y a Devon y a cualquiera como ellos en América, que tenéis mi palabra de que no voy a abandonar, no voy a dejar de luchar hasta que hayamos establecido nuestro sistema de asistencia sanitaria y ninguna familia tenga que pasar lo que vosotros estáis pasando ahora, y lo que mi madre pasó, y tanta otra gente pasa por ello cada día en este país. Esa es mi promesa para vosotros”. COLIN POWELL RESPALDA LA CAMPAÑA DE OBAMA Fecha: 19 de octubre de 2008 Lugar: Fayetteville, Carolina del Norte Tema: Llamamiento a la Unidad Obama abrió este discurso con el anuncio de que el General Colin Powell, que fue secretario de Estado con George Bush, había anunciado su respaldo a la campaña del actual presidente, pidiendo el voto para Barack Obama. El que había estado en el gobierno Bush de 241

2001 a 2005 hizo su declaración de apoyo al demócrata en el programa de televisión “Meet the Press” de la cadena NBC. Powell explicó que conocía a los dos candidatos. A John McCain desde hacía veinticinco años y a Obama desde hacía dos. Dijo que ambos eran buenos americanos, patriotas y que cualquiera de los dos podía ser un buen presidente. Pero le parecía que el partido republicano había tomado una dirección que no le gustaba en los últimos años. Tampoco le habían gustado las acusaciones que su partido había realizado contra Obama en las últimas semanas, considerándolas “impropias” y que se había ido demasiado lejos acusando al senador demócrata de “amigo de terroristas”. Comentó que él creía que era necesario un cambio y que votaría por el afroamericano. En su discurso en Carolina del Norte, Obama agradeció la decisión de Powell, que además suponía un duro golpe para los republicanos, y explicó como el general había comprendido que “éste es un momento donde debemos estar unidos como nación –jóvenes y viejos, ricos y pobres, negros y blancos, republicanos y demócratas. Posteriormente, el candidato demócrata se refirió a los ataques que tanto el senador John McCain como la candidata a la vicepresidencia, la gobernadora Sarah Palin estaban lanzando contra él en las dos últimas semanas. Le acusaban de “socialista” por querer recortar los impuestos de la clase media y bajar los gravámenes al 95% de los trabajadores americanos. Obama respondió sin hacer ningún tipo de crítica personal a sus oponentes, simplemente, explicando lo que ellos decían en su campaña electoral que iban a hacer y lo que George Bush 242

había hecho hasta el momento. Posteriormente se manifestó sobre sus políticas, lo que él pretendía hacer si llegaba a presidente en materia de impuestos, sanidad, trabajo, educación, etc. Recordó además que el general Colin Powell había dicho que lo importante en estas elecciones eran los estadounidenses y el mundo. Obama advirtió a la gente que las críticas contra él iban a continuar: “Hemos visto algunas de esas tácticas [críticas personales, se refiere] venir del otro lado y serán más feas y más intensas en estos últimos dieciséis días. Recibiréis más llamadas telefónicas, más folletos en el correo y oiréis más ataques monstruosos para despistar, exacerbar y dividir. El otro lado [refiriéndose al suyo] continuará haciendo unas grandes elecciones sobre cosas pequeñas. Pero no importa lo que hagan, vosotros tendréis la oportunidad de entrar en la cabina electoral, cerrar la cortina y decir, ‘No esta vez. No este año’”. Desde el 4 de octubre de 2008 era habitual que el candidato demócrata hiciera mención de los días que faltaban para las elecciones, realizando así una cuenta atrás, casi diaria, para que el electorado tomara conciencia del escaso tiempo que quedaba para que tomaran la decisión. En esta ocasión, el senador de Illinois recordó el caso de New Hampshire donde las encuestas habían fallado. Hizo hincapié en ello porque en esos últimos días de campaña se pensaba que Obama podía fracasar si los electores demócratas pensaban que lo tenían todo ganado y no iban a votar. Él recalcó la importancia de cada voto, y que nada se podía dar por ganado hasta que lo fuera.

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“Si queréis que los próximos cuatro años sean como los últimos ocho, yo no soy vuestro candidato”. El actual presidente terminó solicitando el voto y prometiendo que si ganaba: “cambiaré este país y cambiaré el mundo”. LA PRESENCIA DE JOE EL FONTANERO Fecha: 21 de octubre de 2008 Lugar: Miami, Florida. Tema: Obama menciona a Joe A sólo 14 días de las elecciones Obama fue a Florida. Éste podría haber sido un discurso más si no fuera porque el candidato demócrata mencionó en él a “Joe el Fontanero”. Todo comenzó el 12 de octubre de 2008, Barack Obama estaba saludando a un grupo de gente en Ohio cuando se le acercó un personaje que a partir de entonces iba a tomar un papel relevante en la carrera a la presidencia. Se presentó ante el senador como Joe y dijo que era fontanero. Le comentó a Obama que si le iban a subir los impuestos no podría montarse su propio negocio de fontanería que era la ilusión de su vida. El candidato le contestó indicándole que sólo si ganaba más de 250.000 dólares al año le subirían las tasas un 3%, de otra manera, no. Esta conversación que podía no haber tenido ninguna trascendencia la tuvo porque un cámara de la cadena de televisión ABC News lo estaba grabando todo. Pronto, el video dio la vuelta al mundo y Samuel Joseph 244

Wurzelbacher, que era su nombre, se convirtió en el centro de la campaña electoral. El conocido entonces como “Joe el fontanero” empezó a conceder entrevistas a diferentes televisiones diciendo que no se decantaba por ninguno de los dos candidatos pero que había visto la oportunidad de acercarse a Obama y así lo hizo. McCain, viendo a Joe como un filón interesante, habló de él en el tercer debate presidencial; y Obama explicó a la audiencia lo que ya le había dicho al fontanero en persona. El 17 de octubre, según los medios de comunicación americanos, el candidato republicano llamó por teléfono a “Joe el Fontanero” para convocarle a uno de sus mítines. El 30 de octubre John McCain compartió su mitin con este personaje. Hay un video muy gracioso en Internet en el que aparece una anécdota que le ocurrió al senador republicano con el fontanero. Resulta que su equipo indicó al republicano que Joe estaba entre el público en un mitin en Defiance, Ohio, así que él comenzó a decir: “me han dicho que Joe el Fontanero está hoy con nosotros. ¿Joe dónde estás? ¿Joe estás ahí?” gritando a la multitud. Pero el ciudadano que él llamaba no estaba entre la gente. McCain supo salvar el tema diciendo: “Bueno, no importa, poneros todos en pie, todos sois Joe el Fontanero”. Ese mismo día, en otro mitin del mismo senador, Joe apareció por fin. La historia de Joe dio la vuelta al mundo y los medios de comunicación le preguntaron, tras las elecciones, a quién había votado. Él dijo que el voto era secreto y no pensaba revelarlo. Días más tarde de que Joe el Fontanero se diera a conocer la prensa destacó sus “vir245

tudes”: no era un fontanero sindicado y ni siquiera había pagado sus últimos impuestos. El caso es que Joseph Wurzelbacher aprovechó su fama y en diciembre de 2008 publicó su primer libro. Pues bien, en el discurso de Florida, Obama compartió con el público asistente cómo había visto en la televisión a su oponente diciendo que él estaba atacando a “Joe el Fontanero”. El actual inquilino de la Casa Blanca explicó que el mismo Joe había aclarado que eso no era verdad. El senador demócrata volvió a repetir que su recorte de impuestos ayudaría a gente como el fontanero, y que él pretendía apoyar la creación de nuevas y pequeñas empresas. Obama recordó de nuevo los graves ataques que en las últimas semanas los republicanos estaban realizando contra su persona, pero especificó que estaba dispuesto a escucharlos hasta el final de la campaña mientas McCain no ganara las elecciones. El senador demócrata aprovechó para hacer un repaso a todas las propuestas de su programa electoral en los diferentes temas: impuestos, economía, sanidad, educación, energía, etc. “Algunos de nosotros tuvimos abuelos o padres que dijeron quizás yo no puedo ir a la Universidad, pero mi hijo puede; quizás yo no puedo tener mi propio negocio pero mi hijo puede. Yo puede que tenga que alquilar, pero puede que mi hijo tenga una casa que sea suya propia. Puede que yo no tenga un montón de dinero pero puede que mi hijo haga carrera en el Senado. Puede que yo viva en un pueblo pequeño pero puede que algún día mi hijo pueda ser presidente de Estados Unidos de América”.

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LOS ÚLTIMOS DISCURSOS PREELECTORALES Fecha: 3 de noviembre de 2008 Lugar: Jacksonville (Florida) y Charlotte (Carolina del Norte) Tema: Compendio de su oferta electoral Empezó el discurso de Jacksonville como había comenzado desde hacía días atrás todas sus alocuciones. “Sólo una palabra, Florida: mañana”, y es que en el último mes fue realizando una cuenta atrás. Las últimas intervenciones de la campaña fueron muy similares. Primero hacía un recordatorio de lo importante que era el día de las elecciones y la gran posibilidad que había de cambiar las cosas, simplemente tomando una decisión. Posteriormente, exponía cómo había comenzado ese viaje electoral hacía casi dos años. Entonces confesaba que sabía lo complicada que iba a ser la tarea en la que se metía. Poco a poco fue consiguiendo los apoyos que necesitaba y dándose cuenta de que podía contar con el pueblo americano. A continuación pasaba a hablar de la crisis económica, diciendo de ella que “es la peor crisis económica desde la Gran Depresión” y hacía un repaso de la situación: pérdidas de puestos de trabajo, los ricos de Wall Street enriqueciéndose cada vez más, los problemas con la sanidad, etc. Frente a esa situación Obama hacía un llamamiento a la unidad:

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“Podemos probar que somos más que una colección de estados rojos y estados azules –somos Estados Unidos de América. Eso es quienes somos y lo que este país necesita ser ahora”. Respecto al tema de los impuestos, Obama, reafirmó su propuesta: reducir las tasas del 95% de los americanos; todos aquellos que cobraran menos de 250.000 dólares al año. En cuanto al empleo, indicó que crearía dos millones de puestos de trabajo nuevos; en relación a las energías renovables, se invertirían 15.000 millones de dólares al año; y se crearían 5 millones de empleo en energías renovables en la próxima década. En relación con la sanidad, la gente que tenga seguro de salud vería como se reduciría su cuantía; “si no tiene seguro de asistencia sanitaria podrá tener el mismo que tienen los Miembros del Congreso”. La educación fue también uno de sus temas clave. Obama dijo que reclutaría a “un ejército de nuevos profesores, a quienes se pagará más y se les dará mayor apoyo”; y prometió educación para todos aquellos americanos que estuviesen dispuestos a servir a la comunidad. Otro de los temas clave era el de la seguridad. Dijo que acabaría con la guerra en Irak, y se focalizaría en la lucha contra Bin Laden y Al Qaeda. Para conseguir el dinero que se necesitaba Obama se comprometió a que Washington se apretara el cinturón, suprimiéndose las líneas de trabajo innecesarias y poniendo en marcha otras que funcionasen mejor y costasen menos. Para llevar a cabo todo eso el senador indicó que necesitaba el apoyo de todos: negros, blancos, hispanos, 248

asiáticos, americanos nativos, demócratas y republicanos; jóvenes y viejos; ricos y pobres; homosexuales y heterosexuales; discapacitados o no. Y estableció claramente que no sería fácil y no sería rápido. “Os pido que creáis –no sólo en mi capacidad para hacer esos cambios, sino en la vuestra”. Sus últimas palabras fueron para pedir el voto de la gente: “Y si en estas últimas horas, llamáis a algunas puertas en mi nombre, y hacéis algunas llamadas por mí, y entráis en barackobama.com [la web oficial] y encontráis donde votar; si estáis conmigo y lucháis a mi lado, y me votáis, entonces yo os prometo esto –no sólo ganaremos en Florida, no sólo ganaremos en esta elección, sino que juntos, cambiaremos este país y cambiaremos el mundo. Gracias. Que Dios os bendiga, y que Dios bendiga a Estados Unidos de América”. Consiguió desarrollar este discurso y otro similar en Charlotte (Carolina del Norte), a pesar de que horas antes había fallecido su abuela materna, la mujer que le crió cuando su madre murió de cáncer. El día 21 de octubre los medios de comunicación se hicieron eco de la gravedad de la anciana de 86 años y Barack Obama suspendió su campaña durante dos días, 23 y 24 de octubre, para viajar a Hawai y estar con ella. El día 3 de noviembre, al comenzar su discurso en Charlotte, Obama comentó que era un día duro para él puesto que su abuela, a quien llamaba “Toot” (que significa abuela, en hawaiano) había fallecido la noche antes. “Ella fue uno de esos héroes callados que hay en América”. Lo que no había ocurrido en ningún otro momento de la campaña electoral se produjo entonces, unas lágrimas caían por las 249

mejillas del futuro presidente mientras hablaba de ella, y explicaba cómo su abuela había muerto mientras su hermana Maya estaba a su lado. La emoción se vio reflejada al día siguiente en los periódicos norteamericanos. Por pocas horas, uno de los pilares más importantes en la vida del futuro presidente de Estados Unidos no iba a saber jamás que su nieto lo había conseguido. Aunque como el propio Obama comentaría en días posteriores, ella estaba muy orgullosa de él, seguía con ahínco su campaña e, incluso, le había votado con antelación, por lo que su nieto no se quedó sin su voto. EL DISCURSO DE LA VICTORIA Fecha: 4 de noviembre de 2008 Lugar: Chicago, Illinois Tema: El presidente electo en la noche de las elecciones Fue uno de discursos más completos, más bellos y más emotivos de Barack Obama. El escenario era el Grant Park de Chicago; el auditorio 100.000 personas; y el ponente, el hombre más feliz del mundo en ese momento, el futuro presidente de Estados Unidos viviendo su noche más soñada. Su noche más soñada y también la de millones de personas en todo el mundo, porque el apoyo a Obama había llegado a cualquier rincón de la Tierra. Comenzó saludando a “su ciudad”, Chicago, que sin ser su lugar de nacimiento se había convertido para él en su lugar de residencia. Allí inició su carrera profesional

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como “organizador comunitario”, allí conoció a su esposa, Michelle y allí nacieron sus hijas, Sasha y Malia. Tras su “hola Chicago” empezó a hablar de cómo esa noche se había cumplido un sueño americano, porque algo que en otros tiempos hubiera parecido imposible, se hacía realidad. Hizo hincapié una vez más en la unidad de todos los americanos, de todas las razas y tendencias, que habían votado por mayoría a Obama. Las primeras personas a las que mencionó fue a John McCain, indicando que había recibido una llamada del senador felicitándole, y a la gobernadora Palin, teniendo palabras de agradecimiento para los dos. Posteriormente siguió una larga lista de reconocimientos: el vicepresidente Biden, “el amor de mi vida, Michelle Obama”, y sus hijas, haciéndoles el guiño de que se habían ganado el cachorro que les había prometido. Recordó después a su abuela materna y a su familia en general, a sus hermanas Maya (por parte de madre) y Auma (por parte de padre), y al resto de sus hermanos. A continuación le tocó el turno de agradecimientos más “profesionales”, citando primero a David Axelrod, su director de campaña y a su equipo. Por último a la gente, agradeció a los votantes el haberlo hecho posible. Reconoció que su campaña no se había fraguado con grandes fortunas, sino con el dinero que los particulares enviaron, a veces en sobres, “billetes de cinco, de diez y de veinte dólares”. Reconoció también el trabajo de todos los voluntarios, jóvenes y mayores, que se sumaron a su campaña.

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Confirmó que los retos a los que se enfrentaban eran los más duros que habían afrontado jamás: dos guerras, un planeta en peligro y una seria crisis financiera. Trató de hacer un discurso basado en la humildad y en la honestidad. “Habrá percances y comienzos en falso. Hay muchos que no estarán de acuerdo con cada decisión o política mía cuando sea presidente. Y sabemos que el gobierno no puede solucionar todos los problemas. Pero siempre seré sincero con vosotros sobre los retos que nos afrontan. Os escucharé, sobre todo cuando discrepemos”. Hizo también un llamamiento al trabajo, a la responsabilidad de cada uno. Mencionó a Lincoln, apelando a la unidad y dijo que, también iba a ser el presidente de los que no le habían votado. Envió además un mensaje en clara alusión al terrorismo, indicando su decisión de vencerles; y apoyar, por otra parte, a toda la gente que trabajara por la paz. Él mismo reconoció que a lo largo de la campaña electoral había habido muchas historias. Eligió para este discurso una que nunca había contado. La de Ann Nixon Cooper, una mujer de 106 años que votó en Atlanta. La imagen de esa votante sirvió a Obama para hacer un repaso de los acontecimientos de EEUU en el último siglo, y los logros que se habían conseguido desde entonces gracias a personas que creyeron que “sí se puede”. Aprovechó también para recordar los avances sociales de los que esta mujer había sido testigo, no sólo en América, sino en el mundo entero. Sin embargo, aunque el relato de Ann Nixon Cooper era nuevo, este recurso no. Ya el 11 de mayo de 2006 en una intervención que realizó en Washington, D.C. mencionó el caso de otra mujer, 252

Marguerite Lewis, que tenía entonces 105 años, y la puso como ejemplo de lo que aquella persona había vivido entonces. “Cuando las bombas cayeron sobre nuestro puerto y la tiranía amenazó al mundo, ella estaba allí para ser testigo de cómo una generación respondió con grandeza y la democracia fue salvada. Sí podemos. Ella estaba allí para los autobuses de Montgomery, las mangas de riego en Birmingham, un puente en Selma y un predicador de Atlanta que dijo a un pueblo: “Lo superaremos”. Sí podemos. Un hombre llegó a la Luna, un muro cayó en Berlín y un mundo se interconectó a través de nuestra ciencia e imaginación. Y este año, en estas elecciones, ella tocó una pantalla con el dedo y votó, porque después de 106 años en Estados Unidos, durante los tiempos mejores y las horas más negras, ella sabe cómo Estados Unidos puede cambiar. Sí podemos”. Casi con las mismas palabras con las que había empezado en enero de 2008, con el credo del “Yes we can”, Barack Obama concluyó el discurso que más había anhelado hasta entonces.

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Conclusión “El camino será largo. Nuestra subida será empinada. Puede que no lleguemos en un año o en un mandato, pero América –nunca he tenido más esperanzas que esta noche de que llegaremos. Os prometo –como pueblo llegaremos”. 4 de noviembre de 2008 Chicago, Illinois En la primera rueda de prensa oficial como presidente electo de Estados Unidos Barack Hussein Obama se enfrentaba a preguntas arduas, que seguramente había preparado previamente con su equipo. Después de haberse comprometido a subsanar la crisis financiera, hacer regresar a las tropas de Irak, acabar con el terrorismo islámico y matar a Bin Laden, conseguir seguro médico para todos los americanos, eliminar la dependencia del petróleo, crear un ejército de profesores buenos y bien pagados, generar empleo y fomentar las energías renovables, ayudar a Darfur, trabajar contra el SIDA y la malaria, paliar el hambre, mejorar la imagen de EEUU en el mundo y salvar el planeta, la cuestión era imposible que no surgiera: “Sr. Obama, ¿han elegido ya el perro que les acompañará a la Casa Blanca?”. Con el aplomo y el “saber estar” que le caracterizan, y que ha conocido usted, querido lector, a través de este libro, el presidente electo respondió a la pregunta con la misma serenidad y similar aplomo que si le hubieran cuestionado por la situación en Afganistán. 255

Desde el discurso de la victoria en la noche de las elecciones –4 de noviembre de 2008– hasta el de la investidura –20 de enero de 2009– el periodo de transición fue bastante fructífero para los Obama en cuanto a su presencia en los medios de comunicación. La decisión del presidente electo de realizar sus alocuciones públicas de los sábados por video en vez de los habituales radiofónicos demostró, una vez más, una nueva forma de emplear la tecnología. La preocupación del matrimonio Obama por conseguir la máxima “normalidad” en su nueva vida en la Casa Blanca también llenó las páginas de los periódicos. Así como la elección del colegio de las niñas, y las fotografías a torso desnudo del presidente electo en sus vacaciones navideñas en Hawai, con los comentarios consecuentes de que el entrenamiento diario que hace en el gimnasio realmente le cunde. La doble mudanza que los Obama tuvieron que hacer en Washington también estuvo presente en las noticias. En principio, deberían haberse instalado en la Casa Blair, la residencia de invitados de la Casa Blanca que además se encuentra dentro del perímetro de seguridad de ésta. Sin embargo, la negativa de George Bush, indicando que estaba ocupada hasta el día 15 de enero, hizo que los Obama tuvieran que instalarse primero en un hotel de Washington hasta esa fecha y posteriormente trasladarse a la residencia Blair, para pasar luego a la Casa Blanca. A estas alturas del libro, habrá comprendido que el secreto de Obama para hablar en público es realmente un compendio de muchas cuestiones. Cuestiones que se reflejan diariamente en su forma de vida y las decisiones que toman.

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Por una parte, su propia historia, emocionante e increíble, propia de una película de Hollywood sobre el primer afroamericano que llegó a la presidencia de Estados Unidos. Seguro que alguien, en aquellos lares, ya lo está pensando. Su inteligencia emocional –innata y adquirida– así como su naturalidad, su humildad, su manera de pensar y su transmisión de la información desde el corazón, que consiguen llegar fácilmente a todo tipo de públicos. “Habla desde las tripas”, me decía un amigo. Y efectivamente, sus palabras salen desde la parte más visceral de su cuerpo. Su versatilidad, capaz de adaptarse a cualquier entorno, y su empatía, poniéndose en los zapatos del otro, le han llevado a comprender a los ciudadanos americanos, sus deseos, sus anhelos y sus sueños. Tantos años escuchando a los demás para que al final, se le diera bien hablar. Su técnica, tanto en el uso de su voz como en el lenguaje no verbal, así como sus mensajes, directos y al corazón, de forma que ha ganado adeptos no sólo en su propio país sino en todos los rincones del planeta. La Obamamanía se ha extendido de forma universal; los kenianos, por ejemplo, están locos por él, convirtiéndose ya para ellos en todo un mito. Y no sólo en el extranjero, Chicago y Hawai se disputan ser “la ciudad de Obama”, mientras que una es la “de residencia”, la otra es la “de nacimiento”. Ambas venden el merchandising de su “hijo predilecto” orgullosas de él. Su familia, comenzando por su mujer, Michelle –tan buena oradora como él–, que tiene además la importante 257

función, junto con Sasha y Malia de mantener a Obama con los pies en la tierra. Aquella frase clásica que señala: “Detrás de cada gran hombre hay siempre una gran mujer”, en este caso es absolutamente real. ¡Qué valores, qué inteligencia y qué capacidad para sintonizar con la gente tiene la Sra. Obama! Su equipo de campaña, a los que dio gracias tras sus victorias y que ahora forman parte de su élite en la Casa Blanca. ¡Bien merecido lo tienen! Sobre todos sus “speechwriters” que han sabido comprender a su jefe y compenetrarse con él para la elaboración de unos textos que ya son historia. Y su imagen, de persona equilibrada, coherente, honesta y con aplomo, a pesar de las duras y crueles críticas recibidas. Su sonrisa intentará seguro, derretir al mundo. Todo esto ha conseguido crear un producto triunfador que se llama Barack Hussein Obama. La gente le ve, le escucha hablar y siente que esa persona está ahí para ayudarle. Él está dispuesto a hacer mucho por muchos, ahora hace falta que muchos estén dispuestos a hacer un poco también. En cualquier caso, por todos aquellos a los que nos gusta la oratoria y que crecemos cada día un poco más al hablar en público, Obama ya nos ha dado algo, un buen ejemplo. Gracias señor presidente.

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Bibliografía Para la realización de este libro se han leído más de doscientos discursos de Barack Hussein Obama así como los realizados por su esposa, Michelle Obama. Se han leído además los dos libros del presidente: “Los sueños de mi padre”. Editorial Almed. Granada 2008. ♦ “La audacia de la esperanza”. Editorial Península. Barcelona 2007. ♦

Así como se han visto multitud de videos, entrevistas en prensa, radio y televisión realizadas a la familia Obama en los últimos años. Gran parte de los discursos de los que se habla en este libro, ordenados cronológicamente están contenidos en video en el blog http://elsecretodeobama.blogspot.com Además, la autora está disponible para artículos, conferencias y clases sobre Barack Obama, oratoria con programación neurolingüística e inteligencia emocional, así como para comentarios, críticas, sugerencias, en [email protected]

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Fechas clave en la carrera a la presidencia de Barack Obama 2009 20 de enero: Proclamación como presidente de EEUU. 2008 4 de noviembre: Victoria en las elecciones presidenciales. 15 de octubre: Tercer debate presidencial. 7 de octubre: Segundo debate presidencial. 26 de septiembre: Primer debate presidencial. 28 de agosto: Aceptación de su proclamación como candidato demócrata a la presidencia. 23 de agosto: Obama anuncia que Joe Biden será su vicepresidente. 3 de junio: Triunfo sobre Hillary en las primarias demócratas. 5 de febrero: Barack Obama gana en el supermartes. 3 de enero: Primera victoria, en el caucus demócrata de Iowa. 2007 10 de febrero: Anuncio de su carrera a la presidencia.

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Relación de los 45 discursos seleccionados 2002 2 de octubre: Contra la guerra de Irak 2004 27 de julio: Convención Nacional Demócrata 2005 20 de abril: Dedicado a Abraham Lincoln 15 de septiembre: Asegurando nuestro futuro energético 10 de noviembre: Los derechos de la mujer 16 de noviembre: Sobre Robert F. Kennedy 2006 3 de abril: Salvar el planeta 2 de junio: A los jóvenes universitarios 28 de junio: Religión y Política 28 de agosto: Discurso en Kenia 1 de diciembre: Sobre el SIDA 2007 10 de febrero: El anuncio de su candidatura 2 de marzo: Sobre Oriente Medio 263

4 de mazo: Conmemoración de la Marcha por el Derecho al Voto 28 de abril: Convención Demócrata de California 5 de mayo: Conferencia Nacional de Alcaldes Negros 7 de mayo: Los automóviles y las energías renovables 29 de mayo: Un sistema de salud del siglo XXI 5 de julio: Asociación Nacional de Educación 1 de agosto: La guerra que necesitamos ganar 27 de diciembre: Nuestro momento es ahora 2008 3 de enero: La primera noche de triunfo 8 de enero: El nacimiento del “Yes we can” 28 de enero: Respaldo de los Kennedy 5 de febrero: El supermartes 18 de marzo: Una unión más perfecta 4 de abril: Sobre Martin Luther King 10 de abril: Anticipando la crisis 14 de abril: Comida Anual de Associated Press 6 de mayo: Victoria en Carolina del Norte 23 de mayo: Renovando el liderazgo de USA en las Américas 3 de junio: Tras ganar a Hillary Clinton 4 de junio: Sobre el Estado de Israel 15 de junio: Sobre la familia

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11 de julio: La seguridad energética 24 de julio: Discurso en Berlín 23 de agosto: Anuncio del vicepresidente 28 de agosto: Convención Nacional Demócrata 16 de septiembre: Afrontar la crisis económica 25 de septiembre: Por un mundo global 4 de octubre: El sistema de salud 19 de octubre: Tras el respaldo de Colin Powell 21 de octubre: La presencia de Joe el fontanero 3 de noviembre: Últimos discursos preelectorales 4 de noviembre: Discurso de la victoria

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Agradecimientos En toda obra de este tipo el autor se da cuenta de que no podría haberlo hecho posible sin el apoyo de un buen puñado de personas. Algunas han puesto su paciencia, otras su espacio, otras su tiempo, y otras ni siquiera saben que con su presencia han contribuido a este libro. Así, quiero agradecer a: A José Pascua, de Bubok, porque desde siempre ha creído en mí y en mis proyectos, y no sé muy bien por qué, pero lo sigue haciendo. A todos los miembros de Bubok por su colaboración y asesoramiento. A Kay Leach, mi estupenda colaboradora, que me apoya en cuanto hago y se entusiasma conmigo. A mis padres, que ponen siempre lo mejor de sí, mi madre la paciencia y su amor incondicional; mi padre hasta su tiempo y trabajo en la recopilación de los discursos de Obama. A Escuela de Inteligencia por ayudarme a crecer como persona, y ofrecerme la oportunidad de dar mis clases y de aprender mucho a cambio. A todas las demás escuelas, institutos y universidades por las que he pasado para ser lo que soy, lo mucho o lo poco. A Enrique y a Ruth, por prestarme el espacio cuando yo disponía del tiempo. A mis amigos que, sin saberlo, han respetado mi tiempo cuando yo disponía del espacio. 267

Y por supuesto, a Barack Obama, a Michelle, a Sasha y a Malia, por haberme hecho disfrutar tanto tanto en la elaboración de este libro. ¡Gracias a todos ellos!

El proceso de producción de este papel se ha realizado conforme a las normas medioambientales europeas

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