El Rey Lear

Una magnifica tragedia Reyshelle Lengua Yglesias “Los seres perversos parecen hermosos al lado de otros más perversos:

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Una magnifica tragedia Reyshelle Lengua Yglesias

“Los seres perversos parecen hermosos al lado de otros más perversos: no ser lo peor también tiene mérito.” William Shakespeare.

El rey Lear, es una de las principales obras literarias de tragedia más significantes del famoso escritor William Shakespeare. Comenzó su redacción en el año 1605 y fue representada por primera vez a fines del año siguiente. El Rey Lear es una obra de tragedia donde destacan dos historias muy lineales, las cuales son: Lear y sus hijas llamadas Gonerilda y Regania la cual es la historia principal, por otro lado Gloster y también sus dos hijos llamados Edmundo y Edgar. Son muy paralelas por motivo a que en estas dos historias llevan una trama con un final de tragedia pero por distintos errores que cometieron los padres. La obra describe las consecuencias de la irresponsabilidad y los errores de juicio de Lear, dominador de la antigua Bretaña, y de su consejero, el duque de Gloucester. Por todo esto se da origen al trágico final llega como resultado de entregar el poder a sus hijas malvadas por partes iguales y no a Cordelia, quien manifiesta un amor capaz de redimir el mal por el bien; sin embargo ella muere al final, brindando la idea de que el mal no se destruye a sí mismo. La codicia y la envidia que se encuentran presente en esta obra es de total desprecio para los lectores ya que observan a estos personajes con desprecio por todas las acciones, esto de cierta manera era lo que quería el escritor, jugar con los pensamientos de los mismos para que así los llevasen a un mundo diferente al público, en donde la densidad y el entendimiento son la clave esencial para lograr entender por completo acerca de la gran obra basada en la tragedia. El Rey Lear y el Conde Gloster poseen una ceguera simbólica que hacen que lo pierdan por completo los buenos sentimientos leales que mantenían por sus hijos que dan la vida por los mismos, además son ciegos e inocentes de las verdaderas afinidades que contienen Edgar y Kent a pesar de que estos hacen lo posible para que el rey y el conde no comentan malas determinaciones que lo lleven e la mala suerte. Esta obra trata mucho acerca de la lealtad hacia el rey encontrando dos personas que tienen que ocultarse para así evitar que sean exiliados otra vez, con un único y verdadero motivo este es de tener el bienestar para Cordelia y su rey a pesar de las malas determinaciones ejercidas por su ceguera simbólica causada por la crueldad de sus hijas que solo querían mantener el bien material sin importar nada de ello. Esta gran obra nos enseña poco a poco el poder mueve muchas cosas en donde no se tiene que confiar en nadie hasta estar seguro de que esa persona sea buena y de gran confianza, para que así no pasar por estos sucesos trágicos como nos señalan en esta obra.

Como expone, Gutiérrez (2018), la codicia y el engaño generado en esta obra es de total desagrado para los lectores ya que ven a estos personajes con un desprecio muy grande, esto es lo que quería William Shakespeare, jugar con la noción de estos y llevarlos a un mundo surrealista donde la concentración y el entendimiento son la clave principal para lograr comprender por completo sobre esta magnífica obra de tragedia. Comentaristas clásicos han resaltado en Rey Lear la existencia de una lógica de tránsito y un nomadismo crítico (razón sensible y desplazamiento cultural).1 En mi opinión, como se ve en la obra, tanto El Rey Lear como el Conde Gloster son atontados por los engaños de sus despiadados hijos para su propio beneficio, les creen muy rápido y no ven la consecuencia de sus actos. El Rey Lear y el Conde Gloster poseen una ceguera metafórica que los hace perder casi por completo los verdaderos sentimientos y lo fieles que son esos hijos que dan la vida por ellos. También son ciegos e inocentes a las verdaderas identidades de Edgar y Kent a pesar que estos hacen lo posible para que el rey y el Conde no cometan malas decisiones que los lleven a un infortunio. Al igual que el autor opino que Shakespeare quiso transmitir por medio de esta obra que no siempre un cuento debe tener un final feliz, quiso hacer entender al lector que la codicia y el engaño son unos de los principales problemas de la vida diaria y que sin lo llevamos a cabo solo terminaremos en tragedia. Según Jiménez (2016), de esta tragedia se puede extraer varias lecciones; entre ellas, la debilidad de las palabras frente a los actos, así como el poco valor que puede llegar a ostentar la propia sangre, también se pueden extraer varios sentimientos como la envidia, cuando Edmundo engaña a su padre el Conde de Gloucester para que éste destierre a su hermano Edgardo, el cual era el hijo legítimo, o la mentira, prácticamente en toda la obra se recurre a ella para obtener lo que se quiere. Esta obra ha existido un contrapunto a esta mirada, que ha tendido a definir Rey Lear como una obra poco creíble, cerrada, errática, desmesurada en su escenificación, que abusa del recurso de los disfraces.2 A mi parecer esta obra nos hace pensar sobre varios sentimientos, y la principal es la envidia, muestra la envidia que tenemos unos de otros, ya sean de tu familia o no. Yo pienso que la envidia es algo que todos poseemos, pero la cual debemos intentar evitar lo más posible. También se recurre a la mentira como forma de obtener el poder, cosa que también sucede en nuestros días, sobre todo en la política. Opino que la mentira es algo que nunca debemos de decir, para así evitarnos problemas, ya que tarde o temprano la verdad siempre sale a la luz. Por otro lado el libro nos enseña que siempre hay que perdonar, dejar el pasado atrás y tratar de dar una oportunidad más a esa persona, porque así cuando tú te equivoques te podrán perdonar a ti. De acuerdo con Mendoza (2014), sin ser una tragedia deslumbrante, Shakespeare logra representar, a través de sus personajes, una actitud, que por desgracia suele ser bastante

común en el comportamiento de los hijos: la ingratitud. Aunque la situación inicial, que sirve de punto de partida para desarrollar todo la obra, me parece una solemne necedad, el resto de la obra va progresivamente aumentando el drama hasta culminar en un final un poco precipitado. Existe una transición entre la primera injusticia de Lear y el reencuentro con Cordelia, como un proceso de compasión y misericordia.3 No es la mejor tragedia que tiene ni la más conseguida. A mi juicio no tiene monólogos tan brillantes como otras obras suyas (Macbeth o Hamlet, por ejemplo) y tampoco recurre a los arquetipos en los que el autor inglés suele construir a sus personajes, sacrificando el alivio dramático en bien de la tragedia. Pero así como sus versos, Shakespeare es capaz de transferir intensos sentimientos a sus personajes y provocar interesantes reflexiones al lector/espectador, pues no deja de ser una historia peculiar, personajes malvados capaces de cualquier cosa para conseguir poder, nobles que viven como mendigos para sobrevivir, reyes que no tienen donde cobijarse y caen en la locura para soportar el sufrimiento… Maldad, dolor, pérdida, ingratitud, locura, amor, la obra resulta un pequeño compendio de las miserias y grandezas –más lo primero, sin duda- del ser humano. En esta obra, Shakespeare ahonda en la condición humana y en las relaciones antinaturales que pueden darse en la familia tanto entre padres e hijos, como entre hermanos. Como señala Pérez (2015), En las tragedias de Shakespeare el mal no es únicamente externo, producto de la casualidad o el destino. El héroe trágico es destruido porque hay algo en él que contribuye a su propia destrucción. En el caso de Lear, la tragedia se desencadena cuando él desmiembra su reino, se equivoca con respecto a sus hijas, cae presa de la furia y destierra a Kent, que es su súbdito más fiel. Estas dos dimensiones transitan en la obra, le dan el ritmo, marcan su dinámica, relacionan sus partes y sus personajes.4 A mi parecer el bien y el mal son territorios claramente delimitados. Los personajes se distribuyen en dos grupos básicos: Lear, Cordelia, Edgardo y Gloucester están del lado del bien; Gonerilda, Regania, Edmundo y Cornwall están del lado del mal. Sin embargo, no es posible simplificar a los personajes, ya que se trata de personas complejas, empezando por Lear que emerge como un nuevo ser positivo después de un proceso de purificación que lo hace renacer. Edmundo, por su parte, no es un personaje maligno, sino amoral, y tiene cualidades que lo redimen como su capacidad para reconocer errores, cambiar de opinión, y querer salvar a Cordelia. De forma análoga cambian y crecen a lo largo de la obra Gloucester y Albania. La historia central de Lear y sus hijas tiene su correspondencia en la de Gloucester y sus hijos. Ambos patriarcas contribuyen al caos en la familia y el estado; posteriormente Lear se sume en la locura y Gloucester en la ceguera, pero en ambos casos la oscuridad da paso a la iluminación espiritual.

Shakespeare presenta al vuelo los avatares sociales y el despertar de la razón de su atormentado sueño, estrechando y enfocando en su personaje principal el descubrimiento trágico de que ese conocimiento y ese despertar llegan demasiado tarde para ayudarlo. Se dice que los clásicos de la pintura o la literatura son tales, cuando además de representar una época, sobreviven en ella y perduran en el tiempo y el espacio. Así ha sucedido con El Rey Lear de Shakespeare, que atraviesa las generaciones y a la vez nos remonta a siglos atrás. Como nos recuerdan algunos escritores, el pensamiento único (que transforma y niega el conocimiento a los monjes y al pueblo, quién es el propietario y legítimo destinatario del saber, base de la libertad y el poder), no ha sido creado en nuestros días, se defendió en la Edad Media y la Antigüedad y nació con el hombre. Este ser humano ha sido magistralmente descripto por el gran retratista de pasiones y errores que fue Shakespeare. Una de sus más famosas obras, es El Rey Lear, que sirve para el comportamiento en la vida y como lección de procesos de dirección y protocolos de sucesión empresarial. El rey cometió como tantos otros, en los cuatro siglos siguientes, al menos dos errores: El primero, confiar ciegamente en palabras, no en hechos, y el segundo, premiar a quién dice lo que queremos oír, no a la mesura y la sinceridad. Esta obra, fue escrita en la noche de San Esteban de 1606 y como parte de las fiestas de la Corte. Algunos detalles muestran que fue en esa fecha, por las reflexiones sobre los eclipses en el Acto I, Escena II. “Estos últimos eclipses de sol no nos presagian nada bueno; aunque el conocimiento de la naturaleza pueda explicarnos así y asá, ella misma, no obstante, se encuentra azotada por los efectos consiguientes…” Existen repetidas referencias sobre La Naturaleza que tiene en esta obra un tratamiento inmensamente significativo, adquiriendo casi dimensión de personaje. Desde este punto de vista, aquélla es un elemento de diversas interpretaciones críticas, románticas impresionistas y humanistas, contra las cuales se debía reaccionar. Sin duda, la obra nos sitúa en un tiempo remoto indeterminado, precristiano y salvaje, profundamente naturalista. Se me ocurre imaginar que Shakespeare nos ubica como un puente entre el Medioevo, cuando Dios era la medida de todas las cosas, y el Renacimiento en que la medida pasa a ser el hombre. Debió ser arriesgado en esa época, pensar en la Naturaleza como medida de la realidad. He aquí un libro perturbador para la imaginación del hombre, pues en el centro de todo, está aquélla, que no se puede llenar con nada humano y donde Lear, por mucho que grite e increpe, no dice nada y sólo invoca una nada anticipada y epilogada en el primer y último silencio de Cordelia, y desde luego, en la muerte de tantos personajes. El sufrimiento parece gratuito, provocado por una cadena de juicios, por exceso de amor y por su ausencia, pero en el fondo tiene cierto sentido, pues la Naturaleza tiene designios inescrutables a los cuales hay que someterse.

Referencias bibliográficas: Gutiérrez, S. (2018). Críticas sobre la obra “El Rey Lear”. Recuperado de: https://www.criticadelibros.com/drama-y-elemento-humano/rey-lear-williamshakespeare/ Jiménez, A. (2016). Resumen de EL REY LEAR. Recuperado https://www.biografiasyvidas.com/monografia/shakespeare/lear.htm

de:

Mendoza, B. (2014). Análisis de la obra El rey Lear. Recuperado de: https://www.docsity.com/es/el-rey-lear-argumento-resumen-analisis/4639873/ Pérez, M. (2015). El Rey Lear: resumen, argumento, personajes y más. Recuperado de: http://resumiendolo.com/c-tragedia/el-rey-lear/

Notas: 1. El Doctor Johnson señala tal dimensión como un atributo más de la calidad artística de la obra. Dice: “La diestra maraña de intereses distintos, la impresionante oposición de personajes contrapuestos, los súbitos reveses de la fortuna y la rápida sucesión de acontecimientos llenan la mente de un perpetuo tumulto de indignación, piedad y esperanza. 2. Tal ha sido el caso de Tolstoi, que no es un devoto de Rey Lear. Desde este punto de vista, es vista como una obra problemática, ambigua, a la que es preciso mirar con un poco de “buena voluntad” crítica para entender sus coordenadas y sus sentidos. Un punto extremo de esta visión, lo constituye la crítica que la ha definido como una obra del vacío, nihilista, absurda, que plantea el sin sentido del poder y del dolor humano, que resalta la soledad y la angustia del desamparo, el absurdo del lenguaje. 3. Este tránsito (irremisible hasta el final, como diría Johnson) se da en una doble dimensión, que actúa o sobrevuela en toda la obra: el texto toma un material histórico y lo maneja en dos sentidos. Por una parte, elevándolo, dándole trascendencia, planteando una relación entre la decisión individual de Lear y sus efectos en el orden político y de la naturaleza. 4. Rey Lear es una obra de tránsitos, de “viajes”, nómade. No sólo de viajes físicos (los personajes se mueven de un lugar a otro), sino de viajes espirituales, poéticos y morales.