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El progreso lector – Colomer Falta de competencia y comprensión lectora en la escolaridad, en occidente muchos niños se retiran de la escuela a los 15 ó 16 años. Los niños, sobre todo en secundaria, presentan en su mayoría un rechazo hacia los libros canónicos. Al hacer la separación entre lo que se lee por voluntad propia y lo que se lee en la escuela, se puede dividir las lecturas entre “placenteras” y “buenas”. El lector formado en aulas es un lector débil, que no recuerda títulos ni autores que leyó, posee una biblioteca personal pobre, no frecuenta bibliotecas ni librerías. No es capaz de utilizar términos expertos para caracterizar sus lecturas, tras años en la escuela, se remite a decir “es muy real, trata cosas que a él le pasan …”. La escuela lo ha empujado a leer, pero no le ha enseñado a convertirse en lector. -

Comparación entre un lector y un aficionado a la pesca, ambos actos están saturados de sociabilidad, lejos de ser pura técnica o pura intimidad individualista.

Los libros en la etapa infantil Los primeros contactos con la literatura se producen a través de formas orales e incluso ficciones audiovisuales. Los libros para niños que aún no saben leer, también están adquiriendo importancia. Veloz adquisición del sistema de símbolos, los libros ayudan a saber que las palabras e imágenes son representaciones del mundo de la experiencia, aunque las ilustraciones difieran de la realidad (sean en blanco y negro, de distinto tamaño), los niños reconocen las formas de los objetos antes de los dos años. La exploración de imágenes estáticas ayuda a identificar y comprender, los niños quieren saber más, comienzan a hacer juicios de valor, los que es bonito o feo, peligroso o seguro, habitual o extraordinario, etc. EL texto de los libros ayuda al aprendizaje de la lectura, así como las conversaciones con adultos ayudan a la formación del lenguaje oral. En los libros hay palabras o frases repetitivas que el niño identifica, además de reconocer la organización en secuencias jerárquicas (meses del año, días de la semana, etc.) Lecturabilidad o grado de facilidad de la lectura, debate entre si el aprendizaje infantil es más importante que la facilidad técnica de la lectura. Otro debate está dado por la comprensibilidad de las imágenes, estilos diferentes y más experimentales también pueden gustar a los niños, muchos ilustradores huyeron de las formas fáciles para comprobar la permeabilidad entre comprensión y atracción en los libros para los pequeños.

El desarrollo de la conciencia narrativa Ya a los dos años, los niños utilizan convenciones literarias en sus soliloquios, juegos y relatos (fórmulas de inicio y final, cambio en el tono de voz, etc), lo que indica que el niño ya identifica la narración de historias como un uso especial del lenguaje. -

Qué ocurre De quién hablamos

Al inicio los niños se conforman con reconocer y nombrar el contenido de las imágenes, a medida que crecen son capaces de realizar nexos y poner lo que está ocurriendo en las ilustraciones en un esquema progresivo. Según Applebee, primer tipo de estructuras asociación de ideas, a los 5 años la mayoría de los niños utiliza la estructura de cadena focalizada en la cual las peripecias de un personaje se dan como un rosario de cuentas. A los 6 años, los niños dominan la estructura de la narración, saben por ejemplo, que el final debe guardar relación con el conflicto planteado al inicio. Las historias deben ser cortas, tener pocos personajes, y ojalá no sobrepasar las dos mil palabras. Los personajes forman parte del mundo real de los niños, por lo que la conciencia narrativa, incluye las expectativas sobre la conducta de los personajes. Es bueno que los protagonistas sean personajes infantiles, que lleven a cabo acciones que los niños realicen a esa edad Uso de seres fantásticos y animales, es más fácil definir modelos de conducta de los seres fantásticos que de animales, sin embargo estos últimos aparecen más en los libros infantiles, antiguamente en la fábula y actualmente en la tradición inglesa de inicios del siglo XX, con autores como Beatrix Potter. La figura animal (osos y roedores generalmente) son un recurso para crear distancia entre el lector y la historia, de esta forma temas como la muerte o vulneración de normas de conducta tienen un menor impacto. En cuanto a los personajes fantásticos, explicaciones psicoanalíticas señalan que son encarnaciones de la percepción infantil sobre la amenaza del poder de los adultos o personificaciones de las pulsiones agresivas de los niños. Se ha desmitificado al monstruo, dándole características de tierno y simpático. Hoy en día la lit. infantil refleja gran atención hacia los temas psicológicos propios de las sociedades posindustriales.

La ampliación de la experiencia Los mejores libros ilustrados son aquellos que establecen un compromiso entre lo que los niños pueden reconocer fácilmente y lo que pueden comprender a través de un esfuerzo imaginativo. Relación realismo/fantasía, los niños no se cuestionan la veracidad de las cosas hasta el final, en donde se interesan por el origen de estas cosas. A los dos años los niños prefieren libros con un mundo conocido y con acciones experimentadas por ellos, mientras que a los cuatro prefieren lo desconocido – se produce una ampliación hacia la fantasía. Niños más pequeños crean historias en torno a la casa y la familia, los niños mayores son capaces de crearlas ubicando la aventura donde saben que habita. Otra vía de exploración es el

humor, el que se basa en la equivocación o exageración de cosas que el niño ya conoce (ej. Un oso pregunta si debe colocarse los pantalones por la cabeza). Una tercera vía se basa en la idealización y el cuestionamiento del mundo, los niños aceptan una imagen idealizada de ellos mismos y su relación con el entorno, pero también necesitan una literatura más dura, que haga eco en su parte más agresiva y menos sociable. Problematización: queremos que los niños crean que los hombres son buenos, pero nuestros niños saben que ellos no siempre son buenos y que cuando lo son, preferirían no serlo. Esto contradice la afirmación de los padres y por eso el niño se ve a sí mismo como un monstruo -> Donde viven los monstruos.

Una continua construcción del sentido El itinerario de lecturas se amplía a medida que los niños crecen. Las narraciones infantiles ofrecen una experiencia que tiene que ver con los siguientes aspectos: 1. Aprendizaje de las formas prefijadas de la literatura, en las que se plasma la experiencia humana. Formas de organización (larga, compleja, con narraciones paralelas o intercaladas), moldes (narraciones circulares, acumulativas, encadenadas), género (fábula, leyenda, cuentos detectivescos). 2. Familiarización con las distintas voces del libro, la historia es contada por muchas más voces que en la vida real. 3. Incursión en la experiencia estética, formas visuales para expresar la realidad de un modo artístico, espesor y textura de las palabras e imágenes. 4. Expandir la experiencia del lector a través de la vivencia de los personajes, la literatura permite ser otro sin dejar de ser uno mismo. 5. Ampliación de las fronteras del entorno conocido, transporta al lector en otro tiempo y espacio, penetra en otras realidades y modos de vida. 6. Incursión en la tradición cultural, se reúnen todas las perspectivas de las que el humano a contemplado el mundo. Múltiples lecturas infantiles y juveniles, han sido capaces de ajustarse a las capacidades de los lectores y ayudarles a progresar. La comunicación literaria se produce desde el inicio, la literatura aumenta la capacidad de entender el mundo, esta recompensa es la que justifica el esfuerzo de leer. Líneas de avance del aprendizaje escolar La literatura es como un paisaje cambiante a través de la ventanilla de un vehículo, hay objetos comunes a lo largo de las etapas educativas. Progreso con ayuda del maestro, independiente de la etapa educativa en la que estén. -

Sentir la literatura como algo ajeno, o sentirse implicado en ella, “no obligarás a beber a un caballo si no tiene sed”. No hay un interés por conocer la recepción que tiene el libro,

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sino que solo respuestas objetivas, se debe destinar tiempo y programar actividades que favorezcan la implicancia personal. Del dominio incipiente de las habilidades lectoras a su dominio experto, practicar la lectura, tanto en el aula como en bibliotecas. Nadie espera que se aprenda a tocar un instrumento musical si no se practica con él. Los alumnos tienen un conocimiento lector menor que el del profesor, para este último leer es natural, mientras que para el alumno leer no es natural, saben que deben trabajar mucho para progresar. Del conocimiento implícito de las convenciones al conocimiento explícito, otorgar palabras especializadas para hablar sobre las obras y explicitar las reglas que rigen la literatura. Enseñar a hablar, argumentar y utilizar el lenguaje literario es una de las enseñanzas básicas de la literatura en la escuela De la apreciación de un corpus restringido de lecturas a otro más amplio, hay que saber “dónde están” los niños para ayudarles a ampliar su capacidad de fruición. Los alumnos perciben una desalentadora distancia entre los libros que disfrutan y lo que son propuestos por la escuela. Los niños tienen derecho a saber que existen distintos corpus, así se forman su gusto, y algunos corpus quedarán fuera. Para ciertas obras el lector no solo necesita ayuda, sino también la disposición de ánimo de querer saber. La tarea de la escuela es mostrar las puertas de acceso de la literatura, la decisión de cruzarlas depende del individuo. De formas limitadas de fruición a formas diversas, hay mucho de adquisición en el placer artístico y hay formas de placer que resultan más inmediatas que otras. Es importante que el niño sepa que hay muchas formas de apreciar un libro, y no solo porque “es divertido” o porque es “como si lo vivieras tú”. Hay que alejarse de la idea de que leer es algo ilegítimo y que la escuela valora exclusivamente un corpus canónico y un modo de lectura que pasa por la distancia y el análisis. De la interpretación literal a la más compleja, despegarse de la literalidad del significado, la literatura enseña a darse cuenta de que hay más de lo que se dice explícitamente, se debe leer críticamente para apreciar matices y contradicciones -> “el autor construye a su lector mucho más que a sus personajes. Cuando lo hace bien, es decir, cuando consigue interesarle, entonces el lector hace la mitad del trabajo”. El profesor debe proponer actividades que movilicen la capacidad de razonar, realizar ejercicios para que el niño aprenda y saque conclusiones, no solo para evaluarlo. De la recepción descontextualizada al uso de la contextualización, la necesidad de saber “más” para poder entender “mejor”, la escuela debe gestionar una curiosidad innata en el alumno, ya que cierta información puede resultar relevante para comprender mejor lo que se cuenta. Mediación entre adultos y el aprendizaje de niños pequeños, hacer preguntas “cómo lo sabes?”, ayuda a crear mecanismos propios de lectura, realizar adivinanzas con los niños, dirigir la atención con un “mira, mira aquí”, todas están acciones favorecen la lectura. Si se sabe donde se quiere llegar, los docentes suelen ser muy creativos en los medios que utilizan para hacerlo.