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Valeria Dafne Pérez Cuevas 1er Semestre Fundamentos de las Humanidades Milton Medellín UIA Puebla

El problema del hombre Ser con los otros y para los otros Joseph Gevaert

El texto de Gevaert plantea que la relación con otros sujetos constituye parte fundamental de la existencia humana, esto no comprende el hecho de compartir espacio con seres “similares” sino que la existencia del hombre está orientada hacia los demás, siendo consciente de sí mismo en referencia a otros sujetos. Desarrollamos nuestra existencia junto con otros en el mundo y ligamos el sentido de la misma con el llamado del otro. Esto es una verdad fundamental que permite comprender distintos aspectos de la existencia humana.

El otro se revela ante mí a través de la experiencia de la responsabilidad ética ante él. Existe e irrumpe en mí en su propia evidencia. Su propia existencia apela a mi responsabilidad, no necesita exigir reconocimiento porque por sí solo ya la requiere. Por esto, en mi existencia está el rechazo o aceptación del otro.

El lenguaje es el puente entre el otro y nosotros. De ahí su relevancia y por lo que Gevaert da importancia al término “palabra recibida” porque es la palabra que el otro me dirige La dimensión interpersonal se manifiesta más concretamente en la palabra activa o palabra hablante. A través de la palabra nos situamos en el mundo y lo significamos, da soporte al pensamiento y nos permite comunicarnos con el otro.

El significado no está ligado solamente a la palabra pronunciada o escrita. Las palabras a veces no alcanzan a expresar muchos significados que se terminan expresando mediante

actitudes prácticas o intervenciones operativas. A través de la cultura y la vivencia de la misma experimentamos el dominio técnico de la realidad.

El amor recibido por los otros es uno de los factores más decisivos en el desarrollo y el equilibrio de la persona. El sujeto se percibe como persona, como ser bueno y libre, cuando alguien de fuera lo trata como tal. Por la palabra y el lenguaje amoroso de otra persona para con él, el hombre toma conciencia de sí mismo y de su dignidad humana. Por estas razones, ser amado por alguien es condición básica para convivir humanamente.

El hombre se realiza en el amor a los otros. Cuando responde a la llamada del otro y a su amor el sujeto se desarrolla a sí mismo y alcanza la madurez. Nos develamos como humanos al ser tratados como personas por los demás. La madurez humana se alcanza gracias a los otros, amando, hablando, respondiendo.