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EL PERRO AGRESIVO Del mismo autor Le Jour, éditeur, Montréal : Chiens hors du commun, 1996 Chats hors du commun, 1998

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EL PERRO AGRESIVO

Del mismo autor

Le Jour, éditeur, Montréal : Chiens hors du commun, 1996 Chats hors du commun, 1998 L’éducation du chien, 1998 Mon chien est bien élevé, 2000 Mon jeune chien a des problèmes, 2000 Mon chien est-il dominant ? 2000 L’éducation du chat, 2000 Le chien qui vous convient, 2001 Dentro de la colección Mon chien de compagnie : 46 Títulos sobre las razas de perros Éditions de l’Homme, Montréal L’éducation du chien, 1983 L’éducation du chat, 1993 Éditions Vander, Bruxelles Le chat cet inconnu, 1985 Mon chien est d’une humeur de chien, 1987 L’homéopathie, pour votre chien, pour votre chat, 1989 Delcourt Productions, Paris Ma vie de chat (dibujos de Bruno Marchand), 1991

Joël DEHASSE

EL PERRO AGRESIVO Manejo del perro agresivo en consulta clínica

Traducido por Dra Eva Biosca Marcé

Publibook

Dibujos : Joël Dehasse Sitio de Internet del autor : http://www.joeldehasse.com Título original en francés : Le chien agressif, Publibook. com. © Joël Dehasse

Dialogar con el autor y encontrar esta obra acompañada de la crítica de nuestro club de lectura, comentarios de los lectores sobre el sitio Publibook :

http://www.publibook.com Publibook, París, 2002.

El texto ha sido publicado por Publibook y protegido por las leyes y tratados internacionales relativas a los derechos de autor. Su impresión a papel es estrictamente reservado al adquiriente y limitado a su uso personal. Toda reproducción o copia sea cual sea su procedencia constituirá una imitación fraudulenta y será punible con sanciones previstas por los textos arriba mencionados y particularmente el código francés de la propiedad intelectual y las convenciones internacionales en vigor sobre la protección de los derechos de autor. Publibook, Republic Alley 18 rue du Faubourg du Temple 75011 Paris France Tel : 33 (0) 1 47 00 05 07 IDDN.FR.010.0099175.000.R.P.2002.035.40000

Para todos los perros Que viven en un entorno impuesto, Sin poder… escoger. Para los autores A quienes se les ha dado la oportunidad De ser editados y leídos. Acordaos : No es que al clamar algo a viva voz por ello sólo se diga la verdad

Prefacio

« Soy un perro, soy un depredador, y muerdo. Esta es mi naturaleza. Por supuesto, sé controlar mis mordiscos, pues no muerdo indiscriminadamente » El perro se sacude la cabeza, disgustado, y continua : Soy yo agresivo ? soy peligroso ? Algunos de mis semejantes no son muy tratables, ni recomendables. Sin embargo, vivimos en buena armonía con vosotros humanos desde hace más de 15.000 años. Si, algunos perros han comido a humanos y algunos humanos han comido a perros. Tanto los unos como los otros somos especies predadoras. No obstante, en lo que concierne al libre albedrío, nosotros no lo tenemos ; sois vosotros quien decide quién se reproducirá y con quién, en qué condiciones creceremos… No se os ocurre pensar que tenéis vuestra parte de responsabilidad cuando, de vez en cuando, un perro deja maltrecho a un humano ? Realmente, no sé lo que piensan los canes. Sólo trato de inferirlo y, en la base de lo que deduzco, a partir de observaciones y modelos de reconstrucción de la realidad del perro, nuestra, y de los sistemas (humanos) en los cuales los perros y otros animales han sido integrados.

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Introducción

La psicología popular describe al perro agresivo como un can malo, dominante, y responsable de actos intencionales y malignos. Pero el perro agresivo es otra cosa. Puede ser defensivo u ofensivo, controlado o no, previsible o imprevisible…, puede pellizcar o morder fuerte,… asimismo puede ser encantador y afectuoso, tomar iniciativas, ayudar a las personas en caso de necesidad. Presenta una multitud de facetas. He escrito la presente obra para explicar qué es realmente la agresividad en el perro, así como sus múltiples facetas, a fin de poder, prevenir y tratar los problemas ligados a la agresividad y para que el can, aunque agresivo, pueda vivir con nosotros en nuestras familias o dentro de una manada de congéneres con el menor riesgo de accidentes. Todo perro puede morder. El protagonista de la gran mayoría de los mordiscos es el perro de la familia o un perro bien conocido por la víctima ; raramente se trata de un perro errante. Los mordiscos ocurren en el domicilio, siendo menos frecuentes en los lugares públicos. En lo que se refiere a los accidentes, los hay y los habrá siempre. Por mi parte, me gustaría que esta guía ayudara a reducir la frecuencia e intensidad de esos accidentes. Este libro es una guía educativa y terapéutica. Los comportamientos agresivos precisan siempre una evaluación por parte de un experto. En efecto, incluso ante una secuencia agresiva normal, existe un peligro para el entorno, pues se hace conveniente calcular dicho riesgo. La ley y la ética nos obligan a auxiliar a una persona que se halle en

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peligro y los mordiscos caninos ponen a las personas en peligro. No obstante, no es posible hacer una evaluación del riesgo de peligrosidad sin realizar un peritaje. Quién es el perito experto ? El veterinario es el más indicado a jugar ese papel por su situación única, en la intersección entre lo psicológico y lo somático, entre lo fisiológico y lo patológico. Etólogos, zoólogos, psicólogos y personas de otras profesiones que abordan el tema del comportamiento, en particular el comportamiento animal, tienen también su nivel de especialidad y pueden enseñarnos enormemente sobre el comportamiento del can. El veterinario, no obstante, tiene la ventaja de poder acceder a muchos más campos científicos, y esto le coloca dentro de una posición privilegiada, al permitirle integrar los conocimientos de diferentes ciencias en el interior de la medicina del comportamiento. Así pues, dentro de este modelo, la palabra medicina del comportamiento, no es empleada en vano. Este libro es una guía. Haced de él un libro de trabajo : doblad las esquinas de las páginas, pegadle notas, subrayadlo coloread el texto y sobretodo no lo dejéis a nadie, pues no os lo devolverán, perderéis su rastro y la historia de su peregrinación.

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En la Consulta : « mi perro ha mordido »

He aquí unas historias, que vemos y oímos todos los días. Sam ha mordido Sam es un pastor alemán de tres años. Ha estado durmiendo en su cesta apoyado sobre su espalda. “Mi hermana ha ido a acariciarlo”, dice la propietaria del perro. “Y Sam le ha mordido la nariz. Si esto se repite le pondremos la inyección. Lo queremos mucho ¿y es así como nos lo agradece, mordiendo ? Esta señora piensa que Sam a mordido voluntariamente, para hacer daño. Pero, ¿es esta la única posibilidad ? Sam no ha gruñido, sin embargo cuando se le molesta, gruñe. Puede que Sam haya mordido : ! intencionadamente para hacer daño ! para defender su canasto y su lugar de descanso. ! accidentalmente, al levantarse para recibir la caricia. Nuestras hipótesis nos llevan a conclusiones muy diferentes para el tema de la eventual eutanasia de Sam. Si Sam se ha tendido sobre su espalda para recibir caricias, y seguidamente muerde sin amenazar, esto es ciertamente grave. Si Sam defiende su lugar de descanso, esto es más fácil de manejar ; simplemente bastará con no molestarlo. Si Sam se ha levantado y ha golpeado con su boca abierta con los dientes al descubierto la nariz de la señora que se agachaba, esto ha sido un accidente ; el animal no quería morder.

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Zoé ha mordido Zoé, una Jack Russel de 2 años que ha mordido a su dueño en el momento en que éste le estaba acariciando en la cabeza. Le ha mordido seriamente, haciéndole sangrar. Además persigue a los deportistas que pasan corriendo, roe las ruedas de las bicicletas y los cortacésped. Este perro es un amor, en absoluto para nada malo. El único problema, que es el motivo de la consulta, es que en casa hay una niña de siete meses que anda con el auxilio de sus andadores sin saber controlar su dirección. ¿puede el animal representar un peligro para la niña ? El cálculo de la peligrosidad de un perro hacia su víctima potencial es muy diferente al tratarse del abuelo o de la niña. Tex ha mordido Tex es un macho de scottish terrier de 5 años que a mordido seriamente (más de tres veces) a sus propietarios cuando éstos le acariciaban. A causa de un hueso suculento, Tex también ha llegado a saltar al vientre del señor, mordiéndole severamente y atravesándole la ropa. Por lo demás, Tex es un perro… encantador. Después de un tratamiento médico, Tex se ha revelado menos agresivo y más fácilmente manejable, y el bienestar de todos, perros y humanos, se ha visto considerablemente mejorado.

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Definir la agresión

Una fórmula precisa Dada la confusión entre agresividad, maldad y asimismo, dominancia, desobediencia y aserción, creo que en primer lugar es necesario empezar por definir todos estos términos. En primer lugar, la ciencia se basa sobre conceptos claros los cuales deben, ellos mismos, tener una formulación la más precisa posible. El lector erudito en las ciencias del comportamiento, puede pasar directamente al capítulo siguiente. En cambio, el lector que no está familiarizado con estos términos deberá leer este capítulo. Tener que dar definiciones presenta la aridez de un léxico o de un diccionario. Algunos ejemplos y explicaciones se hallarán en los capítulos siguientes. !

La agresión en etología ha sido definida como una amenaza o un acto físico contra el equilibrio psíquico y físico de un individuo. Armin Heymer (1977) añade : « reduciéndose así también su libertad y potencialidad genética ». Irenaüs Eibl-Eibesfeld (1984) precisa que « todo comportamiento que tenga como resultado obligar a otro individuo a permanecer a una distancia, ya sea ésta espacial, o socialmente (jerarquía), puede definirse como comportamiento agresivo, aun en ausencia de daño físico ». Una amenaza es pues, ya una agresión. Esta definición no es satisfactoria porque incluye solamente las agresiones ofensivas. ¿Cómo definir el comportamiento de un perro que se defiende 13

mordiendo ? El animal está tratando de conservar su propio equilibrio, y no de alterar el de otros. Por consiguiente, definiría el comportamiento de agresión como una secuencia de actos que amenazan con llevar – o llevan – a un contacto físico o psicológico dañino y/o a un perjuicio (por ejemplo, una pelea) incluso cuando falte la intención de dañar. La agresión se define como un comportamiento que conduce a – o donde el objetivo aparente es – un ataque a la integridad física (y/o psíquica) o a la libertad de un otro individuo !

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Es agresivo el perro que se encuentra en un estado de motivación emocional o cognitivo (intelectual) que acarrea una mayor probabilidad de producir comportamientos agresivos. El comportamiento agonistico engloba todos los comportamientos necesarios a la resolución de un conflicto, es decir, la agresión misma, pero también las amenazas, la fuga, las actitudes de apaciguamiento y de sumisión, etc. La agresividad es la motivación de la agresión ; esta es también la terminología corriente que designa los comportamientos agresivos. La peligrosidad es la evaluación del peligro, del riesgo traumático (psicológico o físico) para una víctima potencial. Dicha peligrosidad puede conectarse a un ataque con mordedura, a atropellamientos, empujones y a otros comportamientos del perro. Se denomina peligroso aquel perro que ha puesto en peligro la integridad física y/o psíquica de un ser humano o, eventualmente, de otro perro. Un perro es potencialmente peligroso cuando presenta un conjunto de características que hacen que la integridad física y/o psíquica de un individuo pueda verse en peligro debido a sus comportamientos (agresión, persecución, predación,

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movimientos impredecibles o poco controlables por el cuidador, etc.). La peligrosidad es una noción antropocéntrica, necesaria para el respeto de la seguridad pública y privada. La peligrosidad de un perro puede ser evaluada con atención a cada especie animal que el perro amenace : el ganado vacuno, las aves de corral, los animales de compañía, los humanos ¡y los otros perros ! La maldad es un término antropomórfico muy incómodo de utilizar, puesto que implica una intención de rencor, una noción ésta difícil de admitir con referencia a los perros a razón de sus niveles de inteligencia, así como de nuestro insuficiente conocimiento de sus motivaciones. La dominancia se define como la capacidad para obtener privilegios y de defenderlos. Se observa cuando el perro dominante recurre a posturas erguidas y comportamientos ritualizados ante las cuales los perros dominados se someten. Asimismo, el perro dominante puede recurrir a comportamientos de agresión definidos como competitivos o jerárquicos. La desobediencia es el rechazo a obedecer las órdenes que el perro entiende, ve y comprende, y a las cuales ya ha obedecido anteriormente. La desobediencia está más ligada a problemas de motivación y técnicos que a cualquier estatus social. Un perro dominante obedece muy bien, si las consecuencias de su comportamiento le son favorables. La aserción, o afirmación de sí mismo, se define como una manifestación de deseos, necesidades y opiniones sin agredir a los demás. Dentro de la aserción, no existen expresiones de emociones de cólera o de miedo. Ante un conflicto, el individuo asertivo elabora soluciones y compromisos que permiten que cada uno gane algún beneficio (dos ganadores) mientras que el agresivo gana en detrimento de su adversario (un ganador y un perdedor). Dentro de los comportamientos asertivos, nos encontramos con posturas erguidas y gruñidos

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(rugidos) sin evidenciar las armas (los dientes), es decir, manteniendo una expresión llana. Añadiremos a esta lista algunas definiciones suplementarias : ! El apaciguamiento es la capacidad para impedir o desviar (disuadir) la agresión del congénere antes de la fase de ataque a través del empleo de posturas mímicas y rituales no agresivos. El apaciguamiento permite evitar el ataque. ! La ruptura del contacto es un apaciguamiento frente a una amenaza expresada por un congénere mediante mantenimiento de una postura asertiva y desvío de la mirada y de la muestra o exposición de las armas (el perro gira la cabeza sin modificar su postura corporal, que generalmente permanece estable). ! La sumisión es la capacidad de parar la agresión de un congénere durante el ataque y evitar mordiscos graves empleando posturas mímicas y rituales no agresivos. Generalmente las armas (los dientes) son ocultadas. Las partes corporales vulnerables son expuestas y el animal vencido, que se somete, permanece inmóvil. La posición típica del perro que se somete es supina, mostrando el abdomen y exponiendo el cuello por su parte ventral al adversario, con la mirada alejada y los miembros posteriores ligeramente abiertos.

Posturas de dominancia (alta) y de sumisión (baja) 16

¿Agresión o caza ? ¿Se puede hablar de agresión cuando la víctima del perro es un conejo o una perdiz ? Se habla entonces, de comportamiento de caza. Los autores debaten para determinar si la caza es una clase de agresión o no lo es. Para la simplicidad y congruencia de mi discurso, considero la caza como una agresión de predación, con sus secuencias particulares. Efectivamente, como veremos, hay casos donde los perros recurren a agresiones del tipo de predación o predativas hacia el ser humano u otros perros. ¿Un grupo social de perros y de humanos ? Otra razón de discusión entre científicos será saber si el ser humano y el perro forman una manada. La sugerencia que expongo en “Mon chien est-il dominant ? (Le Jour, éditeur) es que sí que ocurre así. Me refiero al concepto de familia-manada y, desde allí, de las agresiones ocasionadas por los perros hacia los humanos, que son a menudo comparables a las que acontecen entre perros. Las secuencias pueden variar, pero las definiciones permanecen válidas. Si se rechaza esta hipótesis será necesario inventar nuevas definiciones.

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El marco de reflexión

La medicina del comportamiento La epistemología es, por su etimología, el estudio de la ciencia. Esta estudia los principios, los métodos y los resultados de las ciencias, para extraer su lógica y filosofía. Esta palabra es a menudo utilizada para definir el esquema de pensamiento de una ciencia, el marco de sus conocimientos. Las informaciones que proporciono seguidamente obedecen al marco de pensamiento particular a de la medicina del comportamiento. Cuando uno observa los perros salvajes y los lobos, se aprecian secuencias agresivas. En casi todos los casos, dichas secuencias se adaptarán a las circunstancias, a la supervivencia del individuo y de la especie, y a la evolución del grupo familiar o social. Aquellos animales que mostraran una agresividad extraña, no adaptada, serían eliminados directamente o indirectamente por la selección natural. Efectivamente, los perros anormalmente agresivos serían excluidos del grupo social y deberían vivir en solitario, con ello se puede considerar que es como una muerte lenta y sin recursos. Los que pudieran sobrevivir, no se podrían reproducir y su genética sería por lo tanto eliminada, no habiéndose transmitido a las siguientes generaciones. Dentro de los dos casos, la genética del individuo “incoherente” está destinada a desaparecer tanto a corto como a largo término. Hoy en día convivimos con perros domésticos, que han adquirido la capacidad de vivir con una especie ajena y de crecer en su hogar. Han perdido parte de su naturaleza salvaje, y también se han desligado del efecto despiadado de la selección natural. Es esta una paradoja. El ser humano ha 19

logrado seleccionar a perros domésticos más sociables pero, al mismo tiempo, en ocasiones les ha desatado de sus mecanismos de regulación de la agresividad, convirtiéndolos en posiblemente peligrosos. La observación de los perros salvajes y de los lobos es la misión de la etología, la ciencia del comportamiento. La observación de los perros domésticos dentro de su encuadre familiar o profesional, la comprensión de sus comportamientos, así como la gestión y la modificación de los problemas comportamentales, es el objeto de la etología aplicada y de la medicina comportamental. El acercamiento : teórico o práctico Hablar de agresividad en el perro, puede hacerse desde diferentes puntos de vista. El acercamiento intelectual se enriquece de conocimientos cada vez más avanzados. El práctico – el de este manual es esencialmente práctico – está encaminado a tratar la agresividad del día a día cotidiano. La gestión de la agresividad en el perro se realiza desde diferentes planos :

Tipo de agresividad Agresividad al día a día La agresividad patológica o fisiológica, es decir etológicamente normal, tal como la agresión competitiva por un hueso, pero que puede representar una fuente de peligro para el medio ambiente La genética de la agresividad las afecciones (psicológicas y físicas) que se acompañan de manifestaciones de agresividad

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Gestionada por El propietario Un especialista, un veterinario u otra persona formada en este ámbito ; El criador tratadas preferentemente por veterinarios comportamentalistas

La agresividad al dar la orden

tratada por los adiestradores – y si es posible por adiestradores profesionales.

Elaborar un modelo La agresividad es un tema complejo. La complejidad es inaccesible a la comprensión. Sugiero de sustituir lo complejo por lo complicado, organizado a partir de elementos simples. El acercamiento que propongo consiste en ir de lo simple a lo complicado. Esta aproximación es una modelización, es decir una representación esquemática de un proceso de razonamiento. Crearé una imagen de la realidad a veces caricaturesca, que pero, siga siendo lógica y operacional. Esta aproximación alcanza unos resultados que consisten en hacer posible la comprensión y el tratamiento de la agresión canina. El primer elemento a tomarse en consideración es estimar si el perro es peligroso o no. Para saberlo, existen dos tipos de métodos a utilizar : ! prospectivo : prever si un perro, sea el que sea, presenta el riesgo de que un día muerda y qué daño puede causar a su medio ambiente inmediato y a la sociedad ; ! retrospectivo : en el caso de que un perro ya haya agredido y mordido, se trata de determinar su peligrosidad, el riesgo de que vuelva a morder, y de tomar una decisión en cuanto a su futuro Si el método de prospeción, es el más útil, el más interesante a fin de evitar posibles accidentes, sin embargo está destinado a la imprecisión. Actualmente, nadie puede seleccionar un cachorro y afirmar sin equivocarse que morderá o no morderá una vez adulto. La agresividad de un ser depende de numerosos factores : la genética de los padres, las repercusiones del crecimiento, la socialización primaria antes de los 3 meses de edad, la socialización

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secundaria que sigue, la educación dada por la madre y los demás perros adultos, el medio ambiente facilitado por el criador y los propietarios, los accidentes y contingencias de la vida cotidiana, los encuentros sociales positivos y negativos, las enfermedades, etcétera. Morder es indudablemente parte de la naturaleza del perro El perro es un predador capaz de matar presas más grandes que él. Si se desea una garantía del 100 % de que el can no muerda, entonces la decisión irrevocable a tomar es elegir un… peluche. Todo perro en su vida tiene la posibilidad de que muerda. No es posible afirmar – asumiendo legalmente la responsabilidad – que un perro nunca morderá. Todo lo que se puede afirmar, científicamente, es que el riesgo de que un perro muerda depende de su genética, su socialización, su educación, sus circunstancias, etc. Por lo tanto es posible reducir los riesgos de mordeduras. Esto tiene que estar extremamente claro en el espíritu de cada lector, puesto que se trata de una noción fundamental. Mi acercamiento En el contexto de este libro, os propongo : ! De evolucionar de la retrospectiva hacia la prospectiva, es decir, mover desde un acercamiento retrospectivo (basado en la historia) a un acercamiento fundado en la prospectiva (predictivo). ! De emplear un acercamiento práctico de resolución de los problemas.

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La resolución de problemas

El acercamiento práctico Cuando uno dice « mi perro me ha mordido », o « mi hijo de tres años ha sido mordido por nuestro perro », eso describe un problema : la agresividad del perro. Lo que los propietarios (o los padres) se esperan, es comprender y resolver ese problema. Se considera un problema, todo aquello que causa inconvenientes a las personas. Dentro de este punto de vista centrado en el ser humano, un comportamiento agresivo adaptado, normal, puede ser percibido como un problema. Si hacemos daño a un perro, es normal que éste se defienda. Sin embargo, los mordiscos son interpretados como un problema de comportamiento. Mi acercamiento es práctico. Uno puede pasar una hora, tres horas o tres días analizando comportamientos agresivos de un perro. Pero yo soy partidario de una decisión rápida, dentro de un lapso de tiempo lo más corto posible. Personalmente estimo que se puede obtener un máximo de información en un mínimo de tiempo, por ejemplo en menos de una hora. Pienso que una hora de concentración y trabajo es suficientemente agotador tanto para el profesional como para el perro y sus propietarios.

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Las diferentes etapas La gestión comprende varias etapas : ! !

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Evaluación de la peligrosidad Descripción de la agresión o Las secuencias del comportamiento agresivo o Las posturas y mímicas del perro o El perro y sus componentes psicobiológicos o Los contextos y circunstancias de la agresión o Las consecuencias de las agresiones para perro y el medio ambiente. Evaluación del tipo de agresión Diagnósticos Proposiciones de consejos, tratamientos y terapias.

Empezaré por analizar los diferentes elementos – que componen la agresión -. Seguidamente combinaremos estos elementos para reconstruir una imagen de la realidad de la agresividad así como la vemos y especificamos. A partir de entonces, podremos enfocar como gestionar la agresión, es decir, cómo tratarla y, sobre todo, cómo prever los mordiscos a fin de evitarlos.

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El cálculo de la peligrosidad

Una evaluación simplificada Propongo una evaluación simplificada de la peligrosidad de un perro después de que haya mordido. No se trata de un test de predicción destinado para (, por) perros que nunca han (un perro que jamás ha) mordido, sino (se trata) de poder evaluar fácilmente la peligrosidad global de un animal después de un ataque con mordisco. Esta primera evaluación puede seguidamente ser completada por el diagnóstico de un experto. Evaluaciones en las ciencias del comportamiento Aquí la peligrosidad es tratada como un riesgo global y no como un riesgo de contexto. Por esto se entiende que no se tiene en cuenta el estado jerárquico del perro, las circunstancias de la agresión, las responsabilidades de los propietarios, etc. Una determinación global de la peligrosidad, no puede desde luego, prevenir los incidentes y accidentes relativos a mordiscos justamente situados en zonas delicadas (vasos sanguíneos…). No existe un cálculo objetivo (validado científicamente) de la apreciación de la peligrosidad de un perro frente a un ser humano. Actualmente, nada puede reemplazar el diagnóstico realizado por un/una veterinario/a especialista en comportamiento. Las ciencias del comportamiento forman parte de las ciencias de lo impreciso (Moles, 1995). Al lado de las ciencias así dichas exactas (como las matemáticas, la astronomía, la química, etc…) existen unas ciencias inexactas

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que estudian lo impreciso, lo vago, lo confuso, tales como : la psicología, la sociología, la meteorología. La medicina veterinaria del comportamiento, se engloba dentro de este grupo. Dentro de esta especialidad hay tres maneras de abordar la problemática : 1. experimentación y tests 2. observaciones 3. ajuste de conducta o “modelización” Experimentar y testar induce a fuertes interacciones entre el experimentador (con sus procedimientos), el perro y su sistema debido a la administración de medicamentos y manipulaciones de la conducta, de cambios inducidos. La observación comporta interacciones débiles las más neutras posibles entre el observador (su aparato fotográfico, su cámara de vídeo,…) y el animal observado dentro de su ecosistema. La modelización no conlleva ninguna interacción con la realidad. “Modelizar” significa realizar una caricatura de la realidad, construir un dispositivo que permitirá reproducir lo que uno observa y experimenta. La modelización sigue unas reglas ; una de ellas, el principio de parsimonia, nos propone seleccionar el número mínimo de elementos que tienen el valor más elevado. La siguiente metodología se funda en los puntos 2 y 3, es decir : observación y modelización. Criterios Veamos los criterios que he tomado en cuenta para la evaluación de la peligrosidad : 1. el peso y la masa del perro ; 2. las categorías de personas a riesgo ; 3. la agresión ofensiva o defensiva ; 4. la agresión previsible o imprevisible ; 5. le control del mordisco ; 6. la eventualidad de mordiscos simples o múltiples. 26

1. El peso y la masa Demasiado a menudo se olvida que cuando se trata de un perro cuyo peso ronda los 45 kg, no se habla de su peso, sino de su masa. La fuerza muscular de un perro es tal, que su aceleración lo lleva en cuestión de pocos metros a 20 y hasta 40km/h. A 20 km/h, el peso del animal se multiplica por 5,5 y a 40 km/h es multiplicado por 11. Imaginemos a este perro llevado por una correa extensible que vea a una víctima potencial y se lance al ataque. Al final de la correa, después de un arranque de 5 metros de carrera, su peso estimado será de entre 225kg y 495 kg. En estas circunstancias es mejor ser forzudo, porque si uno pone la correa bajo los pies,… uno no tarda en levantarse en vuelo. Ahora se comprende mejor porque algunas personas enrollan la correa alrededor de un árbol para controlar a sus animales cuando prevén encuentros poco amistosos. En ausencia de autoridad hacia el perro (autoridad ligada al estatuto jerárquico de la persona con respecto al perro y a la afirmación de sí mismo), estimo que un ser humano tendrá dificultades físicas a la hora de controlar una seria agresividad por parte de un perro que sea más de una quinta a una cuarta parte de su propia masa. Esta evaluación subjetiva está basada en mi experiencia clínica relativamente a las armas del perro (sus caninos) y al hecho de que el perro es un predador de presas más grandes que él (un perro de 20 Kg. puede matar a una presa de 80 a 100 Kg.). El criterio 8 es : 4 veces el peso del perro dividido por el peso de la víctima : 4 x P (perro)/P (víctima) 2. Las categorías de personas a riesgo Anteriormente he escrito « en ausencia de autoridad ». En efecto, el estatus social de dominante de una persona, le confiere la autoridad sobre el perro. Por otro lado, las personas dominadas o miedosas, los ancianos o las personas que sufren alguna minusvalía importante, así como los niños menores de cinco años y la mayoría de mujeres, en presencia

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de un perro macho pueden ser consideradas como categorías de riesgo. La peligrosidad debe entonces ser aumentada. Las categorías de riesgo pueden ser clasificadas dentro del orden creciente : 1. Hombres adultos 2. Mujeres adultas, personas con una minusvalía menor, personas miedosas. 3. Niños de más de 6 años, personas mayores, personas con una minusvalía mediana 4. Niños de 3 a 6 años, personas con una minusvalía sustancial. 5. Niños de menos de 3 años, personas con una minusvalía mayor. Cuando hablo de minusvalía, me refiero a un handicap, una incapacidad, debida a una discapacidad física o mental, que puede ir hacia una enfermedad debilitante como una fatiga crónica, una depresión, o una miastemia gravis o una ceguera. La clasificación de las categorías se ha hecho de acuerdo con múltiples criterios, particularmente la fuerza física y la capacidad de descifrar el lenguaje corporal del perro. El cálculo de la peligrosidad, se debe hacer individualmente para cada persona a riesgo. El criterio está basado en la clasificación de 1 a 5 de la víctima a riesgo. 3. Agresión ofensiva o defensiva Si tuviéramos que simplificar a ultranza los comportamientos agresivos en función de los respectivos movimientos del perro y de la persona mordida, podríamos seleccionar dos tipos : 1. La agresión defensiva : el perro reacciona cuando es la persona que va hacia él ; 2. La agresión ofensiva : el perro va hacia la persona para atacarla.

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La agresión defensiva es más fácil de tratar ; en efecto, basta con no dirigirse hacia el animal. Si se le llama y el perro acude, el riesgo de agresión se vuelve muy limitado. No obstante, con los niños de menos de tres años no nos es posible ser confiados, pues no pueden estar constantemente controlados en estas circunstancias. En el caso de una agresión ofensiva, el riesgo es fuertemente incrementado. El criterio es el tipo de agresión de 1 a 2. 4. Agresión previsible o imprevisible Sea cual sea el factor desencadenante de la agresión, es importante determinar si la persona a riesgo es capaz o no de prever el ataque y el mordisco. Cuando el mordisco es poco previsible, el especialista en comportamiento debe poder determinar si la agresión es realmente imprevisible o si se puede educar la persona sometida al riesgo a prevenir la agresión. Criterios : 1. Agresión previsible : el perro realiza una fase de amenazas identificables y comprensibles : gruñe, ladra y muestra los dientes, su postura corporal se vuelve rígida, etc. Esta fase de amenazas, claramente anterior a la fase de ataque y al mordisco, puede permitirle al sujeto a riesgo, evitar la agresión ; 2. Agresión poco previsible : la fase de amenaza es mal identificable, casi simultánea (por similitud) a la fase de ataque. 3. Agresión imprevisible : el ataque es inmediato, sin aviso alguno. Por « persona a riesgo » se entiende el sujeto que se encuentra en peligro de ser mordido. Puede ser el marido, la esposa, un niño, un abuelo, un vecino, un visitante, alguien que pase por la calle, un ciclista… ? En lo que concierne a la previsión, depende de la persona que se encuentra a riesgo. Por ejemplo, un niño de menos de

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tres años tiene dificultades en comprender el lenguaje corporal del perro. Una persona invidente o sorda, puede perfectamente ser incapaz de comprender las amenazas del perro. Por consiguiente, pueden evidentemente existir más personas a riesgo dentro de cada sistema familiar y un cálculo de la peligrosidad se realizará para cada uno de ellos. El criterio estriba en el grado de previsión del ataque, del 1 al 3. 5. El control y la intensidad del mordisco Un perro dominante que tenga que (debe poner a) reducir a otro can a (un congénere en) su lugar subordinado, puede recurrir a un mordisco controlado, es decir, al “mouthing” (pellizcar o golpear suavemente o tocar, empleando los incisivos y hocico sin agarrar) o al pellizco. El primer sistema no deja traza o señal mientras que el pellizco deja un morado. En el caso de que el retador rehusara someterse, el mordisco se tornaría en un agarre fuerte, cuyo resultado entonces será un morado más intenso e incluso una perforación de la piel. Si el perro pierde el control de sus mordiscos, el efecto será ; desgarros en la piel. En la eventualidad de miedo, impulsividad o de comportamiento de caza, los mordiscos son generalmente intensos. Se pueden identificar diferentes grados de mordeduras : 1. mouthing (“mise en gueule”) ; no deja marcas ; 2. pellizco : produce un morado, un hematoma ; 3. mordisco controlado : produce un hematoma ; 4. mordisco controlado y mantenido : produce perforación de la epidermis ; 5. mordisco fuerte : produce una perforación muscular ; 6. mordisco fuerte y mantenido : causa una laceración muscular ; 7. mordisco de depredación : arranca porciones musculares El criterio es la intensidad del mordisco, de 1 a 7. 30

6. El mordisco simple o múltiple Un perro que muerde a repetición es más peligroso que uno que muerde una sola vez, se aparta y guarda las distancias. Asimismo, un perro que mantiene el mordisco y rehusa aflojar provocará heridas más importantes más ruinosas y será por lo tanto más peligroso que aquel que propina un solo mordisco y se aleja. Veamos los diferentes grados considerados : 1. mordisco simple 2. mordisco simple y mantenido 3. mordiscos múltiples 4. mordiscos múltiples y mantenidos El criterio estriba en la particularidad de la mordedura de 1 a 4. El riesgo de peligrosidad para el hombre El riesgo de peligrosidad es siempre relativo a una persona en concreto y a unas circunstancias específicas. No existe un valor absoluto. !

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La peligrosidad es proporcional a la relación de la masa del perro (multiplicada por 4) y a la de la persona a riesgo ; al aspecto ofensivo de la agresión ; a la imprevisión de la agresión ; a la falta de control y a la intensidad del mordisco ; a la repetición y sujeción de las mordeduras.

Una fórmula simple Es posible vislumbrar una fórmula matemática. Aunque ésta no sea indispensable para la buena comprensión de los criterios de peligrosidad, sin embargo puede resultar útil para los estudios científicos. El lector, si lo desea, puede pasar al capítulo siguiente.

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En la primera fórmula matemática que propongo, todos los criterios son multiplicables excepto los criterios E y F que son adicionales. [4x masa del perro/masa de la persona] x categoría a riesgo x defensiva-ofensiva x previsible-imprevisible x (control-intensidad del mordisco + mordisco simplemúltiple). En esta fórmula “x” significa multiplicar y “/” dividir. En la segunda fórmula todos los criterios son adicionales. El criterio “A” es igualmente ponderado de un factor de multiplicación de 4. [4x masa del perro/masa de la persona] + categoría a riesgo + defensiva-ofensiva + previsibleimprevisible + control-intensidad del mordisco + mordisco simple-múltiple.

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Tabla de recapitulación de los criterios de peligrosidad Criterio A: Peso y masa B: Categoría de riesgo

C: Ofensivo o defensivo D: Previsible o imprevisible E: Control e intensidad

F: Simple o múltiple Formula n°1 Formula n°2

Indices Peso del perro =… Peso de la víctima =… Coeficiente perro/víctima =… 1 = hombres adultos 2 = Mujeres adultas, personas con una minusvalía menor, personas temerosas 3 = niños > 6 años, ancianos, personas con una minusvalía mediana 4 = niños de 3 a 6 años, personas con una minusvalía substancial 5 = niños de menos de 3 años, personas con una minusvalía mayor 1 = agresión defensiva : el perro reacciona cuando es la persona que va hacia él. 2 = agresión ofensiva : el perro va hacia la persona para atacarla. 1 = agresión previsible 2 = agresión poco previsible 3 = agresión imprevisible 1 = Mouthing (mise en gueule) sin marcas 2 = Pinzamiento : moratón, hematoma 3 = Mordisco controlado : hematoma 4 = Mordisco controlado y sostenido : penetración o piercing de la epidermis 5 = Mordisco fuerte : perforaciones musculares 6 = Mordisco fuerte y sostenido : laceraciones musculares 7 = Mordisco de predación : desgarros musculares 1 = Mordisco simple 2 = Mordisco simple y mantenido 3 = Mordiscos múltiples 4 = Mordiscos múltiples y mantenidos 4A x B x C x D x [E + F] = 4A + B + C + D + E + F =

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valor … …



… …



… …

Ejemplo Un perro de 20 kg. pellizca un hombre de 80 kg para defenderse tras haber mostrado claramente sus amenazas. Fórmula nº 1 : (4x 20/80) x 1 x 1 x 1 x (1 + 1) = 2 Fórmula nº 2 : (4x 20/80) + 1 + 1 + 1 + 1 + 1 = 6 En las mismas circunstancias, si la víctima es un niño de 4 años y de 20 kg de peso, el pellizco causará fácilmente una penetración de la epidermis. Fórmula nº 1 : (4 x 20/20) x 4 x 1 x 2 x (4 + 1) = 160 Fórmula nº 2 : (4x 20/20) + 4 + 1 + 2 + 4 + 1 = 16 Validación Los valores de estos tests han sido comparados con mi juicio subjetivo de veterinario especialista en comportamiento, después de haber realizado una consulta de comportamiento de una hora por cada perro agresivo, con una cincuentena de canes. El juicio subjetivo consistía en una cifra de 0 a 10 : 0 indicando la ausencia de peligrosidad y 10 mostrando un riesgo mortal. ! ! ! ! !

0-2 : peligrosidad mínima 2-4 : débilmente peligroso 4-6 : medianamente peligroso 6-8 : peligro de serio a considerable 8-10 peligro mortal

La correlación entre mi evaluación como experto y el cálculo de la peligrosidad es el siguiente : ! ! !

Fórmula 1 : R = 0,40 Fórmula 1 (logaritmo decimal o neperiano del valor dado por la fórmula nº 1) : R = 0,65 Fórmula 2 : R = 0,73

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Gráfica : Correlación entre la peligrosidad calculada para la fórmula n°2 y la evaluación del experto después de la consulta comportamental.

Estas correlaciones deben todavía ser validadas por otros evaluadores que estimen a los mismos perros mordedores. Este trabajo está en curso de realización. Cálculo prospectivo Es fácil imaginar lo que ocurriría en una situación de igual agresión e igual mordisco, pero sobre otra persona u otra víctima potencial. Si un perro causa un hematoma a un hombre adulto, el mismo mordisco produce una perforación en la epidermis a un niño. La aplicación de la fórmula con sus nuevos datos, permite realizar un cálculo de prospección del riesgo. Este cálculo es muy útil especialmente en un hogar donde se espera descendencia, puesto que posibilita estimar el riesgo en el que incurre el niño que cohabita con un perro agresivo.

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Consejos para la decisión Para simplificar la toma de decisión, propongo en esta tabla adjunta, algunos consejos para cada valor del índice de peligrosidad. No obstante, se debe tener en mente que cuanto más se simplifica, más aumenta el grado de imprecisión sobre una decisión. La evaluación de la peligrosidad no es más que una primera etapa que no substituirá el recurso de una visita a un veterinario, un etólogo, un adiestrador experto y, desde luego, un veterinario especialista en comportamiento. Consejos para los propietarios en función del índice de peligrosidad calculado para la fórmula 1 (multiplicativa, F1) o 2 (adicional, F2). Indice F1 Inferior a10 De 10 a 50

Indice F2 Inferior a 10 De 10 a 14

Riesgo

Proposiciones

menor

Informarse debidamente sobre los riesgos mediano Hacer un balance físico con el veterinario, tomar medidas de prevención, de reeducación De 50 De 14 considerable Tratamiento y terapia a 150 à 15,5 con un especialista, debe llevar bozal en un medio donde existe riesgo Superior Superior De muy serio Separar el perro y la a 150 a 15,5 a mortal víctima, desarme del can, eutanasia

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Conclusiones Saber apreciar el peligro es un primer paso, fácil de dar, en cuanto a la valoración de una agresión. Algunos utensilios, tales como estas fórmulas de peligrosidad o la consulta con un especialista, permiten estimar el riesgo y, seguidamente, prever las soluciones adecuadas.

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La secuencia del acto de agresión

Las cuatro fases de un comportamiento Todo comportamiento es activado por un estímulo, una información desde el medio exterior o un cambio en el medio interior de la fisiología del sujeto. Este estímulo es como un detonador. Es percibido por los sentidos y genera una emoción. La emoción está presente antes de cualquier acción ; ésta activa los centros motores del cerebro análogamente ocurre cuando precalentamos el motor del vehículo antes de arrancar. La emoción es como un desequilibrio. El individuo debe restablecer su equilibrio mediante el paso a la acción, a través de la reacción. Este paso a la acción será, pues, confirmado – o invalidado – por el cerebro y el sujeto (animal o humano) producirá una serie de actos que nombramos como comportamiento. Todo comportamiento se divide en varios actos motores diversos. Efectivamente, existen cuatro fases para cada comportamiento : 1. Una fase de inicio : se trata de los primeros índices de la puesta en acción ; esta fase atestigua las motivaciones internas (del organismo) a la acción ; es activada por un desequilibrio (metabólico, etc.) en el organismo. 2. Una fase de acción, también definida como fase operativa, la cual permitirá actuar sobre sí mismo o sobre el entorno con la finalidad de restablecer el equilibrio. 3. Una fase final, que indica la satisfacción (o la saciedad) conectada con el comportamiento ; la vuelta al bienestar y al equilibrio. 4. Una fase refractaria, durante la cual el comportamiento no se expresará porque el organismo ha logrado volver al 39

equilibrio ; esta fase es definida como refractaria porque el organismo se ha vuelto insensible a los factores de la motivación e incapaz de reanudar una fase operativa. Es esta una etapa de recuperación.

Las cuatro fases de una secuencia agresiva Como todo comportamiento, el comportamiento de agresión también presenta cuatro fases : 1. Fase de inicio, generalmente de amenazas, de intimidación que advierte acerca de intenciones agresivas o expresa emociones resentidas (miedo, cólera, competitividad, etc.). 2. Una fase de acción, de ataque, la cual permite llevar a cabo las intenciones y calmar las emociones. 3. Una fase final, que indica la terminación de las hostilidades y muestra el apaciguamiento de las emociones, la vuelta a la tranquilidad. 4. Una fase refractaria, en la que los actos agresivos no se pueden expresar. Para cada tipo de comportamiento agresivo, estas fases pueden ser diferentes. Es esta una manera viable de reconocerlas.

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Tipo de agresión Atípica Competitiva Distanciamiento Hiperagresión Irritación (por) Miedo (por) Predación - caza

Intimidación Ausente Estructurada Estructurada Ausente Breve Signos de miedo Ausente

Ataque Directo Controlado Controlado Directo Controlado Casi directo Secuencias típicas

Integridad de la secuencia Sea cuál sea el tipo de agresión, es necesario que la secuencia se presente como íntegra, y no modificada. La integridad de la secuencia demuestra la normalidad del comportamiento. Un comportamiento cuya secuencia está íntegra es previsible tanto para los perros como para los humanos, quienes se pueden adaptar. Si la secuencia está corrompida, se debe considerar la existencia de una patología del comportamiento. En este caso, el comportamiento ya no es previsible y pone en peligro la comunicación en el interior del grupo. Por ejemplo, cuando dos perros compiten por un hueso, es necesario que haya amenazas (gruñir, enseñar los dientes, mostrarse más corpulentos) antes del ataque ; es necesario que el sujeto menos fuerte, menos seguro de sí, pueda retraerse y alejarse sin daños. Los ataques pueden conllevar heridas y menoscabos para los dos perros en lucha o por uno de ellos. Dado que los cánidos cazan en grupo, la invalidez de uno de los miembros puede comportar serias consecuencias para todo el grupo y riesgos para la supervivencia de toda la jauría. En el seno de un grupo, no deberían darse heridas que impliquen invalidez. Fuera del grupo la regla es diferente. Un depredador, así como un presa, pueden ser atacados violentamente.

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El análisis de cualquier comportamiento debe describir : ! Cada uno de los cuatro elementos de la secuencia de agresión ; ! Las modificaciones de la secuencia con el tiempo. En efecto, como se verá, la secuencia es alterada por sus consecuencias positivas o negativas. De aquí la importancia de conocer los efectos de dicha alteración en el tiempo para cada fase. El control del mordisco A fin de que no conlleve invalidez de un congénere, el mordisco debe estar perfectamente controlado. En el grupo, para evitar heridas graves, las mordeduras deben estar controladas. Fuera del grupo, ante un depredador o una presa, los mordiscos pueden ser fuertes y reiterados. Por la expresión mordiscos controlados, entiendo un “mouthing”, (mise en gueule), es decir, un pellizco sin apretar, sin compresión, que deja solamente un mínimo de marca, ocasionalmente sólo algún morado (hematomas ligeros). Una mordedura fuerte perfora la piel y precisa de tratamiento. La piel humana es mucho más frágil que la piel de un can. Es por ello que es importante exigir de nuestros perros de compañía que sean capaces de ejercer un óptimo control de sus mordiscos. Una mordedura poderosa, no controlada, se da cuando el individuo : ! pierde el control de sus emociones, por ejemplo en el caso de miedo, ! pierde el control de sus acciones (problemas neurológicos, endocrinos,…), ! no ha adquirido el control del mordisco (disocialización), ! ha aprendido la necesidad de morder con intensidad (adiestramiento para morder),

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!

tiene la intención de herir gravemente a su adversario o víctima (agresión de predación o predatoria). Control del mordisco en función del tipo de agresión Agresión Atípica Competitiva Distanciamiento Hiperagresión Irritación (por) Miedo (por) Predación

Mordiscos Fuertes Controlados Controlados Fuertes Controlados Fuertes Fuertes

Una tabla de recapitulación Las dos informaciones – integridad de la secuencia y control del mordisco – se pueden incluir dentro de una sola tabla recapitulatoria. Estos criterios nos dan indicaciones para reconocer el tipo de agresión. Secuencias de algunas agresiones Agresión Intimidación Ataque Atípica Ausente Directo Competitiva Estructurada Controlado Distanciamiento Estructurada Controlado Hiperagresión Ausente Directo Irritación (por) Breve Controlado Miedo (por) Signos de Casi directo Miedo Predación Ausente Secuencias típicas

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Mordiscos Fuertes Controlados Controlados Fuertes Controlados Fuertes, repetidos Fuertes, repetidas

Al finalizar un ataque La fase final de un ataque es fundamental en un grupo. Fuera del grupo el ataque puede ser llevado hasta la huida del depredador o la muerte de la presa. Dentro de un grupo, el ataque debe siempre pararse. Si no se detiene más que por agotamiento de los contrincantes, nos hallamos fuera de la normalidad, al observarse una situación patológica. Agresiones adaptadas o patológicas Los comportamientos de agresiones pueden ser fisiológicos o patológicos. La noción de patología es central en la medicina del comportamiento. La patología es la ciencia de las causas, de los síntomas y de la evolución de las enfermedades. La enfermedad es definida como una alteración de la salud, del equilibrio del individuo ; la enfermedad define asimismo un deterioramiento del estado del funcionamiento normal del organismo, parcial o completamente. La patología es la ciencia de las modificaciones de la función del metabolismo o de la estructura de un sistema, ya sea éste en el plano celular, orgánico o del organismo en su totalidad, o bien de la construcción social formada por varios individuos.

En las medicina del comportamiento nos ocupamos principalmente de los elementos psicobiológicos, que he definido como “psychels”. Éstos son : el organismo, los humores, las emociones, cogniciones, percepciones, los actos motores y las actividades neurovegetativas. Podemos definir como patológico al elemento psicobiológico que ha perdido su capacidad de adaptación funcional. Dicha pérdida de adaptación conlleva que el animal que padece una patología comportamental, presente dificultades a la hora de interactuar con su medio. Y el elemento psicobiológico patológico interfiere con las actividades sociales

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normales, así como con la eficacia del animal para su propia conservación y la de su especie. ! ! ! !

Una agresión destaca una patología cuando : No permite el regreso al equilibrio emocional del sujeto Su estructura en cuatro fases ya no es íntegra El mordisco no se adapta al contexto (dentro del grupo o fuera de él)

En ciertos casos, un comportamiento puede ser juzgado como adaptativo por el individuo y patológico para los fines de la conservación de la especie. Todo dependerá del punto de vista dominante. Por ejemplo, un perro que ha crecido aislado de sus congéneres más allá de los tres meses, puede volverse agresivo hacia ellos. Este comportamiento, aunque adaptativo para la supervivencia individual del animal, sin embargo le impedirá reproducirse, perdiéndose así su genética para la especie. Secuencia de la agresión y control del mordisco. Tras el cálculo de la peligrosidad, indicaciones valiosas para el diagnóstico y estrategias de gestión de un perro agresivo serán proporcionadas por el análisis de las posturas y mímicas, y luego por el análisis de la secuencia y del control del mordisco.

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Las posturas de la agresión

Al mismo tiempo que nos interesamos por la secuencia agresiva y el control del mordisco, nos fijaremos en las actitudes del animal, que pueden significar : : ! Seguridad en sí mismo sin amenazas ! Amenazas y seguridad en sí (y dominancia) ! Amenazas, seguridad en sí y ataque inminente ! Inseguridad, apaciguamiento (y sumisión) ! Temor (miedo) y huida ! Temor (miedo) e inhibición ! Temor (miedo) y agresividad ! Temor (miedo) y apaciguamiento y sumisión ! etc. Los diferentes criterios en las posturas ¿Qué se debe observar en las posturas ? A la hora de analizar las posturas, se deben descifrar diferentes criterios : la altura y la posición del cuerpo, de las orejas y de la cola, las variaciones intencionales en la mirada, cabeza y cuerpo, etc. Estas posturas están asociadas con las señales emocionales, que las confirman o contradicen. De hecho, la postura es una combinación de diferentes elementos : ! ! ! ! !

Altura del cuerpo Altura de las orejas Altura de la cola Dirección de la mirada Mímicas faciales

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! !

Movimientos corporales Movimientos de la cola

Por ejemplo, un movimiento lento, el morro tendido hacia la oreja del otro con una postura baja, orejas gachas, cara llana, y ojos semi-cerrados, evidencia una postura de apaciguamiento. Un movimiento rápido, la cabeza alta, orejas tiesas y cola erguida y rígida, postura alta, dientes descubiertos, cara abierta y ojos grandes y abiertos indican una actitud de ataque. La altura de la postura Una buena idea del significado de la actitud del perro, mana de la altura de su postura, la cual puede consistir en una : ! Postura alta : seguridad en sí mismo ! Postura baja : inseguridad ! Postura ambivalente : entre seguridad e inseguridad ! Postura incomprensible La postura alta, enderezada, se asocia con cierta autoconfianza : enderezamiento y rigidez de la parte anterior del cuerpo, cabeza alta y cuello bien estirado, orejas erguidas, cola elevada y exposición de la región genital. La postura alta se integra en los rituales de dominancia. La postura baja se acompaña a una pérdida de autoconfianza : acurrucamiento en las cuatro patas, cuello flexionado como retraído entre los hombros, las orejas estiradas hacia atrás y pegadas en la nuca, cola baja señaladamente entre las piernas posteriores. La postura baja es empleada en los rituales de apaciguamiento y sumisión. La postura baja acompaña también los acercamientos a las presas en los comportamientos de caza o al ganado en los comportamientos de guarda. Estas dos posturas deben diferenciarse mediante otros parámetros. 48

Postura alta

En la postura ambivalente se presentan fragmentos de actitud de la postura alta y baja. Este efecto “mosaico” puede darse en dos circunstancias : # Cuando el perro no sabe lo que quiere # Cuando el perro expresa una actitud adaptada a dos individuos al mismo tiempo Cuando el perro hesita, la totalidad de los elementos posturales y mímicos no será armonioso : el perro podrá asumir una postura baja con las orejas erguidas,… o asumir una actitud elevada con las orejas gachas y la cola baja. Cuando un perro expresa dos actitudes en el mismo momento, es como si dividiera su cuerpo en dos partes : la parte anterior se expresa cara a quien le está delante, la parte posterior con atención a quien le está detrás. El perro puede entonces mostrar un aspecto anterior erguido y la parte posterior baja o viceversa. La postura incomprensible se halla en aquellos perros que padecen patologías del comportamiento o que no poseen, por razones genéticas o debido a amputaciones, los órganos necesarios para expresarse claramente.

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Por selección artificial, el hombre ha originado canes con aspecto singular y cuyos medios de comunicación son un handicap. Pienso particularmente a aquellos perros con Cara neutra en un bulldog francés donde el labio queda pellizcado entre los dientes (dando une falsa expresión de amenaza)

belfos y orejas extremadamente caídas, piel arrugada y plegada, perros con pelo abundante enmascarando la cara, también con la cola corta y poco visible, etc.

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Expresión del mismo perro, un briard antes y después de despejar el pelo de los ojos.

Este perro había sido presentado por agresión (amenaza) hacia los niños de la familia. El hecho de « ver » le ha permitido anticipar sus movimientos y de reducir la agresión.

Por amputación, el hombre ha suprimido la capacidad de expresión de las orejas, de la cola. Por razones de higiene algunos perros ya no pueden expresar ciertas actitudes. Mímicas Las mímicas son expresiones exageradas de determinados movimientos corporales y se perciben como sustitutos de dichos movimientos. En la mordedura, los labios están retraídos, los colmillos descubiertos y las comisuras de las labios llevadas hacia atrás. La mímica de amenaza de mordedura utiliza estas mismas acciones musculares.

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Mímica de amenaza de mordedura (perro de orejas erguidas)

Mímica de amenaza de mordedura (perro de orejas caídas)

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Mímica neutra en un lobo

En cambio, la mímica de apaciguamiento consiste en una cara lisa (sin contracción muscular y con ocultamiento de los dientes), con los ojos semicerrados y la mirada desviada. La mirada La mirada es significativa. Para percibir una imagen con nitidez, la luz debe chocar contra la parte central de la retina y, por lo tanto, la mirada debe mantenerse enfrentada al estímulo. Para percibir un movimiento, la parte más sensible de la retina es la periférica y la mirada se mantiene ligeramente de lado.

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Mímica neutra o de apaciguamiento en un perro de orejas semicaídas

¿Cuál es la semántica de la mirada ? ! La mirada de frente es focalizada ; puede considerarse amenazante ante un individuo clasificado como peligroso o dominado, pero es simplemente un signo de concentración de la atención ante un ser de apego. ! La mirada mantenida sobre la grupa es dominante. ! La mirada lateral o desviada (con los ojos semicerrados) es temerosa, sumisa o apaciguadora. Los movimientos intencionales y los rituales Los movimientos intencionales son movimientos corporales que llegan a alcanzar el fin de su función. Para morder, el hocico se proyecta hacia adelante para asir la piel del adversario y cerrar las mandíbulas sobre ella. El movimiento intencional se limita a proyectar la cabeza hacia adelante y, ocasionalmente, a cerrar los dientes en el aire.

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Para la monta, el cuerpo se alza y las patas anteriores se apoyan sobre el oponente ; el movimiento intencional se limita a posar una pata sobre el dorso o el cuello. Este movimiento se ritualiza para significar dominancia en caso de conflicto. Los rituales son secuencias comportamentales que han sido desviadas de su significado original y se han “teatralizado” para convertirse en mensajes. Son secuencias comportamentales completas, posturas en movimiento, y no simplemente posturas fijas. Se realizan con una exageración caricaturesca, a fin de transmitir mejor el mensaje. Los rituales más expresivos se observan en los conflictos jerárquicos, acompañados o no de agresión competitiva. Al final del conflicto, la agresión se detiene con rituales de dominancia y de sumisión. Estos rituales se estudian en el capítulo dedicado a la agresión competitiva Actitudes y posturas Si retomamos las actitudes enumeradas al principio de este capítulo, ¿cuáles son sus posturas típicas ? ! Seguridad en sí mismo (asertividad) : postura globalmente alta y ágil ; mirada sobre la grupa del adversario, cara lisa, cola entre semialta y alta. ! Amenaza y seguridad en sí mismo (y dominancia) : postura globalmente alta y rígida, mirada a la cara del adversario, cara lisa, cola alta y rígida. ! Amenaza, seguridad en sí mismo y ataque inminente : postura alta, dientes descubiertos, boca entreabierta, mirada sobre la cara del adversario, cola alta y rígida. ! Inseguridad, apaciguamiento : postura globalmente baja, cara lisa, mirada desviada. ! Inseguridad, apaciguamiento y sumisión : postura globalmente baja, cara lisa, mirada desviada, agachado sobre las cuatro patas, ocasionalmente tumbado sobre el vientre o sobre el dorso, inmóvil.

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Mímica neutra en un husky

!

!

!

!

Sumisión : postura de tumbado sobre el vientre (en caso de conflicto solamente), armas ocultas (cara lisa), partes vulnerables expuestas (cuello y vientre), inmóvil. Temor (miedo) y huida : postura baja, cara lisa, mirada sobre el oponente, cuerpo desviado, preparado para huir y alejarse del adversario. Temor (miedo) e inhibición : postura globalmente baja, de pie o tumbado, inmóvil y rígido, la mirada no sigue al oponente. Temor (miedo) y agresión : postura baja, mirada sobre el oponente, dientes descubiertos, boca abierta, preparada para morder.

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El análisis de las posturas es muy revelador de las emociones que experimenta el animal y de sus intenciones de acción y de agresión. La descodificación de estas actitudes es muy importante para adoptar una prevención adecuada y evitar mordeduras por parte de un perro que expresa una emoción justificada.

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El individuo y sus componentes

Los elementos psicobiológicos El individuo -incluyendo sus comportamientos- es una entidad compleja. Para comprender su funcionamiento, es más fácil concebirlo como una composición de elementos simples organizados mediante una estructura. Éste es el proceso de modelización propuesto por el método estructural (Moles, 1995). Para reducir la complejidad, limitaré artificialmente el individuo a sus elementos psicobiológicos, compuestos de una mezcla de partes psicológicas y biológicas. Por analogía con el pixel, neologismo basado en la expresión “picture elements” y usado en el campo de la imagen informática, he inventado el término psychel, basado en las voces inglesas “psychobiological elements”. Los elementos psicobiológicos, psychels, son las diferentes variables básicas que influyen sobre el comportamiento de un individuo (animal o humano). Son los “átomos” comportamentales necesarios para construir mi modelo. Son representativos para cada individuo. En mi modelo, existen siete psychels : 1. el organismo con su genética, hormonas, inmunidad, mecanismos neurológicos, etc. ; 2. los humores, es decir, el matiz de las emociones fundamentales : irritable, depresivo, temeroso, inestable, alternante… ; 3. las emociones, las reacciones emocionales puntuales en cada circunstancia : irritación, cólera, temor, miedo, apego (amor), alegría, deseo… ;

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4. las cogniciones, es decir, los razonamientos y las representaciones del mundo, los pensamientos, las interpretaciones ; 5. las percepciones sensoriales : vista, oído, olfato, tacto, sensación de dolor… ; 6. las reacciones neurovegetativas, como las eliminaciones emocionales, la transpiración o el vómito asociados a circunstancias psicológicas ; 7. los actos motores y su organización en cuatro fases, que constituyen la secuencia comportamental. Si bien, en aras de la simplicidad, he limitado el número de psychels a siete, el lector es libre de añadir otros. Todos estos psychels van a influir sobre los comportamientos y, especialmente, sobre los comportamientos agresivos, así como sobre los comportamientos que permiten manejar la agresión (comportamientos agonísticos). Todos los psychels se influyen mutuamente, aunque no siempre de la misma manera. La jerarquía de los psychels Algunos psychels tienen más influencia que otros. Podemos ordenarlos así : 1. el organismo 2. los humores 3. las emociones, las cogniciones, las percepciones 4. los actos motores, las reacciones neurovegetativas ¿Por qué es importante esta organización ? La agresión es un acto motor. Como todo acto motor, la agresión se sitúa en la parte baja de la escala y sufre la influencia de todos los demás elementos psicobiológicos. La agresión puede estar influida por : ! el organismo : una enfermedad endocrina (hormonas sexuales, adrenales, tiroidea, etc.), inmunitaria, infecciosa, tóxica, degenerativa, tumoral, etc.

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! ! ! ! !

los humores : depresión, estado hiperactivo e hiperreactivo, ansiedad, etc. las emociones : temor, miedo, cólera, frustración, alegría, deseo sexual, etc. las cogniciones : representación de su situación en la jerarquía, impresión de ser atacado por un tercero, etc. las percepciones : pérdida de visión (pelo delante de los ojos, cataratas), dolor, etc. las reacciones neurovegetativas : dolores internos, abdominales o de otro tipo, asociación de calambres abdominales con emociones o circunstancias particulares, etc.

Una verdadera evaluación de la agresión y de la peligrosidad debe tener en cuenta al individuo que expresa el acto agresivo y al entorno en el cual lo expresa. Es una labor especializada que incumbe al veterinario comportamentalista, el único capaz de juzgar el estado de un organismo y las patologías que afectan a cada uno de los psychels. Un perro puede ser considerado temporalmente peligroso, por ejemplo, si tiene dolor, o continuamente peligroso e imprevisible, por ejemplo cuando sufre de una inestabilidad del humor, difícil de tratar (medicación necesaria). La neurotransmisión No existe ningún comportamiento que no dependa de una red de neuronas y del funcionamiento de ésta (neurotransmisión). Todos los psychels actúan también de este modo. Este tema presenta una gran complejidad. Nadie conoce la realidad del funcionamiento nervioso y los científicos han propuesto varios modelos. Igualmente, a través de la neurotransmisión actúan los medicamentos, una de las formas más fáciles, más específicas y más elegantes (refinadas y sofisticadas) de reducir los comportamientos de agresión y de aportar bienestar al animal y a su sistema familiar.

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Contextos y circunstancias

Para analizar convenientemente un comportamiento de agresión, nos ha sido necesario despiezar el comportamiento y considerar hasta aquí la peligrosidad, la secuencia del comportamiento agresivo, las posturas y las mímicas, y el individuo y sus componentes (los psychels). Nos queda ahora estudiar los contextos y las circunstancias de la agresión por el perro y el entorno. Después de estos capítulos, podremos analizar los tipos de agresión y elaborar los diagnósticos. Varios factores Para evitar una simplificación abusiva, planteo la hipótesis de que un comportamiento agresivo se desencadena por varios factores, varios estímulos. Debemos siempre tener presente esta hipótesis multifactorial. El análisis de los factores desencadenantes es importante. Si se repiten, se convierten en elementos predictivos de una secuencia de agresión. Y una agresión es siempre más fácil de manejar si puede preverse. Descripción detallada El análisis requiere detalles. Decir “mi perro me ha atacado mientras comía” nos aporta muy poca información. Cuando el enunciado del problema es demasiado vago, carecemos de medios para comprenderlo y para aportar una solución.

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Aparte de la postura (alta, baja, ambivalente), las mímicas y vocalizaciones y la secuencia de la agresión, es necesario conocer : ! dónde se produjo la agresión : en el interior, en el exterior, en la cocina, en el salón… Es conveniente trazar un plano de estos lugares. ! cuándo se produjo la agresión : a qué hora, en relación con qué situaciones (hambre, juegos…), qué luminosidad hay en el lugar… ! quién estaba presente : espectadores, aliados… ! cuál era la distancia : dónde se encontraba la víctima con relación al perro y dónde estaban las otras personas o animales. ! cuál era la actividad del perro : qué estaba comiendo (composición) ; con qué juguete estaba ocupado ; qué estaba haciendo. ! cuáles fueron los movimientos que se produjeron : quién se movió y en qué dirección ; ¿fue la persona hacia el perro o el perro hacia la persona ? ! cuáles fueron los elementos desencadenantes : cuál o cuáles fueron, según la víctima y los observadores, el o los elementos desencadenantes de la amenaza o el ataque. ! cómo era el ambiente en el grupo, por este orden : apacible, de nerviosismo, colérico… ! cuál fue la emoción sentida por el perro y por la víctima antes de la agresión : emoción neutra, excitación, cólera, alegría… ! qué acontecimientos ocurrieron antes de la agresión : paseo, comida, juegos, demanda de caricias… ! etc.

Un ejemplo “Era por la noche, estabamos mirando la televisión, sentados en el sofá, muy tranquilos, mi mujer y yo. Nuestro perro (macho) se levantó de su cesto y se puso ante 64

nosotros, pidiendo caricias. Le acaricié. Se echó boca arriba a mi lado. Le acaricié mientras miraba la televisión. Noté que se había echado e inmediatamente después, me mordió la mano.” Esta situación es compatible con una agresión por irritación en un perro que posee un privilegio dominante, que pide caricias y es obedecido por su propietario (masculino), se crispa para pedir que cesen las caricias y muerde porque su petición no ha sido obedecida. Contextos y diagnóstico Los contextos y las circunstancias permiten deducir en parte qué tipo de agresión se ha producido. Para emitir un diagnóstico definitivo, esta información debe combinarse con la relativa a la secuencia y a las posturas. Contextos y circunstancias de algunas agresiones Agresión Contextos y circunstancias Atípica e Contextos y circunstancias variables. hiperagresión Competitiva Preservación, cuestionamiento o tentativa de adquisición de privilegios jerárquicos : control del espacio, lugar de descanso (cama, sofá, esquina de alfombra…), elección de alimento, compañero social o sexual (flirteo), etc. DistanciaAgresión de tipo amenaza, con salto o ataque miento (de) corto impresionante ante una persona (u otro perro) que se acerca o le mira. La agresión se detiene cuando el individuo amenazado se queda a distancia, se aleja y desvía la mirada. Irritación Agresión controlada en caso de frustración, (por) dolor, hambre (defensa de un alimento), estimulación táctil (cepillado, caricias) repetida a pesar de una amenaza del perro

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Maternal

Miedo (por)

Persecución Predación (caza) Territorial

(pide que cese la interacción poniendo rígido el cuerpo, gruñendo). Defensa por parte de una perra lactante de su progenie amenazada o de un sustituto del cachorro, como un juguete (en la lactación de pseudogestación). Agresión muy violenta, cuando el perro se encuentra en una situación que considera peligrosa y de la que no puede escapar (física o mentalmente). Persecución de un objeto en movimiento, como un corredor, un ciclista, etc., con intentos de morder. Persecución, captura, mordeduras intensas, muerte y, en ocasiones, ingestión de una presa. Gestión de las intrusiones (entrada y salida) en una parte del territorio de la manada o de la familia.

Condicionamiento clásico Cuando el comportamiento de agresión y todos sus demás componentes, como las emociones, los pensamientos, etc., se asocia a un contexto preciso de forma repetitiva, puede llegar a expresarse de forma refleja, automática. Es lo que se denomina un condicionamiento clásico. Pongamos un ejemplo. Un perro tiene una herida cutánea. Necesita cuidados. La persona que mantiene la mejor relación con el perro se propone curarlo. Las curas son dolorosas. A la larga, el perro presenta irritabilidad, gruñe y finalmente muerde. Son posibles dos consecuencias. En la primera situación, el perro tiene reacciones ambivalentes con la persona y alterna entre la búsqueda de afecto y la agresión. En la segunda situación, el perro se vuelve agresivo ante el

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menor dolor y ante la mínima tentativa de curarlo, ocurre tanto frente a la persona amada que frente cualquier otro. Después de cierto tiempo, no parece haber relación entre la agresión y la situación que la ha provocado ; nos encontramos ante automatismos agresivos, que se desencadenan en circunstancias muy precisas. Puesto que es imposible volver al pasado para corregir el condicionamiento, será necesario contentarse con elaborar estrategias de tratamiento de los síntomas y de los elementos desencadenantes de la agresividad presente. El condicionamiento clásico se efectúa generalmente sobre reacciones involuntarias e inconscientes (neurovegetativas) y sobre las emociones y las cogniciones (pensamientos automáticos). Las emociones y las cogniciones son psychels situados en una posición muy alta en la escala biológica ; son de un nivel superior al de los actos motores, a los que influyen en gran medida. De este modo, se explica fácilmente el condicionamiento clásico de los comportamientos de agresión.

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Las consecuencias de la agresión

Las consecuencias de una agresión pueden considerarse a corto y a largo plazo. A corto plazo, participan en la secuencia completa de la agresión. A largo plazo, originan modificaciones de los elementos psicobiológicos. La actuación de los actores Consideremos en primer lugar las consecuencias a corto plazo, aquéllas que definen la secuencia del comportamiento agresivo y su resolución. Para que una agresión se produzca, son necesarios al menos dos actores, y a veces más. Estos dos actores interpretan sendos papeles y, en general, lo hacen bien. Sus actuaciones son complementarias, simétricas (especulares) o alternativas. Veamos una interacción complementaria : La persona vuelve a casa. El perro está acostado en su cesto pero vigila el entorno. La persona se dirige hacia el perro para acariciarlo. El perro está de mal humor y prevé un contacto no deseado. La persona se inclina hacia el perro para acariciarlo. El perro mira fijamente a la persona y gruñe (emite una amenaza, pidiendo a la persona que mantenga las distancias). La persona se sorprende, se inmoviliza, mira al perro a los ojos, se inclina hacia atrás y adelanta los brazos para restablecer el equilibrio. El perro hace presa en un brazo y muerde.

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La persona grita y retira el brazo rápidamente. El perro continúa apresando el brazo que se le escapa de la boca. La persona grita ; desequilibrada, cae hacia atrás con el brazo ensangrentado. El perro se levanta, adelanta la cabeza, gruñe sordamente. La persona se aleja, agachada, sujetándose el brazo con la otra mano. El perro no se mueve. La persona mira al perro a los ojos y le increpa. El perro gruñe sordamente, con la cara lisa. La persona tiende el brazo hacia el perro : “mira lo que has hecho, sinvergüenza”. El perro gruñe y después lame el brazo. La persona va a curarse. La interacción complementaria expresa un “baile”, con posturas que se complementan ; un actor adopta una postura alta (el perro) y el otro, una postura baja (la persona) ; uno gana rápidamente el conflicto (el perro) y el otro, lo pierde (la persona). La mordedura es, en este ejemplo, un contratiempo. Veamos una interacción simétrica : La persona vuelve a casa. El perro está acostado en su cesto pero vigila el entorno. La persona se dirige hacia el perro para acariciarlo. El perro está de mal humor y prevé un contacto no deseado. La persona se inclina hacia el perro para acariciarlo. El perro mira fijamente a la persona y gruñe (emite una amenaza, pidiendo a la persona que mantenga las distancias). La persona se pone rígida y mira al perro a los ojos. El perro, amenazado por esa mirada, retrae los belfos (y enseña los dientes). La persona considera que el perro le ha desafiado, inclina el pecho hacia delante e increpa al perro.

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El perro responde abriendo el hocico y gruñe sordamente, con los ojos muy abiertos. La persona levanta el brazo para amenazar al perro y grita más fuerte. El perro repliega sus patas, listo para saltar, y mira a la persona fijamente a los ojos, abre la boca, con los belfos retraídos. La persona intenta agarrar al perro por el cuello. El perro muerde la mano que se aproxima. La persona grita, maldice y golpea al perro. El perro muerde otra vez la muñeca y mantiene la mordida. Etc. En una interacción simétrica, hay una escalada hasta que uno de los dos actores cede. Se constata que la resultante del conflicto no tiene nada que ver con los elementos desencadenantes iniciales. Interacciones intensas Consideremos ahora las consecuencias a largo plazo de la agresión. Los comportamientos de agresión suponen fuertes interacciones con el medio, es decir, las agresiones van a inducir una reacción obligatoria, específica e identificable de los individuos agredidos y de todo su entorno social : ! la víctima ! el entorno de la víctima ! los posibles observadores ! los propietarios del perro cuando éstos no son las víctimas y también : ! el perro en interacción con la víctima

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y, además, las personas del mundo exterior : ! los expertos a quienes se solicita ayuda ! los servicios médicos ! las compañías de seguros ! los servicios jurídicos ! los medios de comunicación ! el mundo político ! la sociedad en su conjunto Para cada individuo o categoría de individuo, encontraremos una modificación de al menos un elemento psicobiológico y, generalmente, de varios de ellos. Las consecuencias a largo plazo en el perro Sea cual sea la motivación oculta tras la agresión de un perro, existirán varias consecuencias posibles : ! el perro obtiene satisfacción : refuerzo positivo ; ! el perro no obtiene satisfacción : extinción ; ! el perro sufre consecuencias desagradables : castigo positivo ; ! el perro evita consecuencias desagradables : refuerzo negativo. Cada una de estas consecuencias va a modificar el comportamiento : ! el refuerzo positivo y el refuerzo negativo aumentan la frecuencia y la intensidad del comportamiento, sobre todo de su parte operante (fase de acción) ; ! la extinción hace desaparecer el comportamiento, que se utiliza cada vez menos ; ! el castigo (positivo) reduce el comportamiento en intensidad y frecuencia, siempre que el perro tenga otras alternativas. Para determinar las consecuencias a largo plazo, basta con aplicar el modelo de condicionamiento que opera sobre los comportamientos agresivos. Este condicionamiento es el 72

mecanismo que transforma un comportamiento, lo refuerza o lo debilita, según sus efectos y consecuencias. A continuación, veremos algunos de estos efectos. Es muy importante constatar que la secuencia del comportamiento agresivo se modifica entre la primera agresión y las siguientes. En caso de refuerzo positivo, por ejemplo : ! la fase inicial, de amenaza, se reduce ; ! la fase de acción, operante -el ataque-, se intensifica y se pierde en parte el control de la mordida (se hace más fuerte) ; ! la fase final, la ritualización por posturas dominantes y dominadas complementarias, se reduce ; ! la fase refractaria se reduce y la agresión se reproducirá en el futuro más fácil y rápidamente. Después de un cierto número de repeticiones, variables de un perro a otro, la secuencia se modifica notablemente, y se habla entonces de hiperagresión (secundaria) : ! la fase inicial, de amenaza, desaparece ; ! la fase de acción, operante, de ataque, es muy intensa y la mordedura, muy fuerte ; ! la fase final, la ritualización de posturas complementarias, desaparece ; ! la fase refractaria se reduce o desaparece y la agresión se reproduce, con mordeduras repetidas. La hiperagresión se llama secundaria porque es la consecuencia de la reprogramación del comportamiento por el proceso de condicionamiento operante. Las consecuencias a largo plazo en la víctima La víctima de una agresión -no hablo especialmente de una mordedura sino incluso de una amenaza, y no simplemente del individuo directamente amenazado, sino también de los testigos de la agresión- sufre modificaciones de alguno o de todos sus psychels : 73

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organismo : lesiones cutáneas, activación de la adrenalina, de la cortisona, etc. ; humor : depresivo, irritable, temeroso,… ; emoción : temor, miedo, cólera, decepción,… ; cognición : (in) comprensión, sentimiento de injusticia, (error de) interpretación de los comportamientos del perro,… ; percepción : hipervigilancia de los signos de amenaza de los perros,… ; reacciones autónomas : transpiración, dispepsia (náuseas, vómitos), diarrea,… ; actos motores : escape, evitación, huida, agresión, inhibición fija,…

Simplificando mucho, podemos describir algunas reacciones típicas de las víctimas : ! « No tengo miedo de mi perro » y la agresión no cambia en nada la situación. ! « Tengo miedo de mi perro » y la persona evita al perro ; la relación de apego se rompe. ! « Tengo miedo por los niños » y la persona evitará el contacto entre el perro y los niños. ! « Estoy completamente aterrorizada » y la persona se deshará del perro o pedirá que le apliquen la eutanasia. ! « Estoy encolerizado » y la persona intentará romper las veleidades de agresión del perro. ! « Estoy decepcionado » y la persona se preguntará sobre el porqué del ataque, cuando quizá pensaba que el afecto prevenía cualquier agresión. ! « Creo que quiere dominarme » y la persona intentará recuperar su posición de dominante. ! « No entiendo » y la persona intentará comprender. ! « Yo no le he hecho nada », … ! « Se ha vuelto loco este perro », …

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Estos pensamientos y emociones son muy comparables en el entorno próximo de la víctima ; deben ser comprendidos antes de iniciar cualquier tratamiento. Las consecuencias en los propietarios del animal cuando éstos no son las víctimas Cuando los propietarios no son las víctimas, cuando el perro ha mordido a alguien que no forma parte de su entorno próximo, los propietarios no experimentan menos repercusiones emocionales y cognitivas : reacciones de negación, de temor, de angustia, de cólera… Cuando predomina la negación, toda la responsabilidad se achaca al comportamiento de la víctima ; es ella, sin duda, quien ha provocado la agresión, y el perro es absuelto de toda culpa. Cuando predomina el miedo o la conciencia cívica, se acude con el perro a un experto o se le aplica la eutanasia cuando aún no ha pasado el impacto de la emoción. Las consecuencias en el medio social externo Si bien la mayoría de las agresiones, amenazas y mordeduras leves pasan desapercibidas para la sociedad, ciertos ataques implican una reacción en cadena. En un primer nivel, es un experto (educador, terapeuta, veterinario comportamentalista) quien interviene a solicitud del propietario. Y si bien se le pide una intervención esencialmente intelectual, no podrá impedirse a sí mismo tener emociones de empatía o de antipatía, de miedo o de desafío, ante el animal agresor, emociones que influyen en su comportamiento. En un segundo nivel, toda la sociedad reacciona frente a la agresión : servicios médicos, aseguradoras, instituciones jurídicas, medios de comunicación, políticos, etc. La sociedad busca responsables. El perro, que no tiene derecho a la palabra, será el chivo expiatorio.

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Las interpretaciones limitantes El hombre es un ser pensante, pero su pensamiento adolece de aproximación. Si suceden dos acontecimientos uno después del otro, el primero parece responsable del segundo. Si dos acontecimientos son distantes en el tiempo, parecen independientes. Y si más de tres comportamientos se suceden, la situación parece convertirse en demasiado compleja para que la mente la domine fácilmente. El pensamiento humano emite entonces hipótesis que juzga fundadas en tanto no sean refutadas.

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Los tipos de agresión

Clasificación etológica La etología, la ciencia del comportamiento, observa y clasifica los comportamientos de agresión en varias categorías. Los diversos autores tienen opiniones divergentes, lo que no contribuye a simplificar nuestro objetivo. La divergencia se basa, en parte, en un problema de descripción y definición : los etólogos presentan descripciones de : ! el contexto : competición, predación, defensa territorial, persecución, interacción entre machos o entre hembras ! la motivación interna emocional : irritación, miedo ! la motivación interna sensorial : dolor ! la motivación interna cognitiva : anticipación del dolor ! la motivación externa : defensa o posesión de un objeto ! una motivación mixta, interna y externa : defensa de la camada ! la consecuencia o el efecto : jerarquización (consecutiva a competición), distanciamiento La mezcla de estos “géneros” conlleva una incongruencia en las clasificaciones, incongruencia que no resolveremos aquí.

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La clasificación más simple de las agresiones sería la siguiente : ! ofensiva : el perro se dirige hacia la víctima ; ! defensiva : el perro responde al acercamiento de un individuo ; se defiende (o defiende a un ser cercano) de un peligro real o imaginario que se aproxima ; ! extraña, atípica : no es posible determinar si la agresión es ofensiva o defensiva. La agresión ofensiva podría clasificarse en agresión : ! por competición por recursos ; ! jerarquizante (agresión jerárquica) (consecutiva a competición o a conflicto en el seno de un grupo social) ; ! por frustración, en caso de ausencia, de inaccesibilidad o de retraso de un acontecimiento positivo esperado ; ! de distanciamiento, cuando el efecto de la agresión consiste en mantener a un individuo o individuos a una distancia de seguridad ; ! redirigida, cuando el sujeto al que el perro desea agredir es inaccesible y el perro se dirige a otra víctima ; ! de predación, de caza (con o sin ingestión de la presa) (sujeto de una especie o de un tipo específico con el que el perro no se ha socializado) ; ! de persecución de un objeto en movimiento (objeto o sujeto con el que el perro se ha socializado) ; ! instrumental (hiperagresión secundaria), cuando resulta del efecto de un condicionamiento operante.

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La agresión defensiva podría dividirse en agresión : por irritación y dolor, como anticipación o reacción ante un dolor, una restricción, una manipulación no deseada o inesperada, por intrusión en el espacio individual ; por miedo, en caso de invasión de la distancia crítica por un individuo considerado como un peligro real o imaginario, o por un predador

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por defensa territorial, en caso de amenaza de invasión del territorio del grupo ; por defensa de la camada (maternal), en caso de aproximación a la camada de un individuo considerado como un peligro real o imaginario.

Esta clasificación es didáctica pero presenta algunos problemas. ¿Qué decir, por ejemplo, de un perro dominado que defiende su trozo de carne frente a un dominante ? Esta agresión no es ofensiva, sino competitiva. El perro dominado no propone una competición, sino que defiende su comida. El dominante propone la competición y es ofensivo. El dominado es defensivo. Si el dominado no ha comido desde hace varios días, está defendiendo su supervivencia ; en ese caso, la agresión podría clasificarse incluso como agresión por miedo. Por otra parte, muchas formas de agresión presentan una combinación de elementos ofensivos y defensivos. Clasificación por el sujeto agredido Se podrían clasificar las agresiones en función de la víctima. Tendríamos así agresiones : ! hacia humanos ! entre perros ! hacia otro animal ! por persecución de un objeto en movimiento : persona que corre, moto, bicicleta, coche… Se admite generalmente que las agresiones de perros hacia los humanos son comparables a las de los perros entre ellos. Sin embargo, los perros desconocidos que se encuentran en un terreno neutral (parque, bosque) se hacen proposiciones agresivas con posturas altas y bajas como si entraran en competición jerárquica y sin embargo no viven juntos, no compiten por recursos (alimento, compañero sexual…) a no ser por un espacio de paseo y juegos. Y los perros no hacen las mismas proposiciones agresivas a los propietarios de esos 79

otros perros, distinguiendo muy bien entre perros y humanos. ¿Cómo abordar esta forma de agresión que pone en cuestión la hipótesis según la cual las reacciones agresivas de los perros entre ellos son análogas a las producidas hacia seres humanos ? Hoy por hoy, no tengo la respuesta. Las agresiones entre perros son diferentes : ! en el grupo social ! fuera del grupo social Las diferentes formas de agresión pueden identificarse estudiando las secuencias de los comportamientos de agresión, las circunstancias (contextos) de su aparición y el estado psicológico y emocional del perro.

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Las agresiones de defensa y de protección

Para defenderse, defender su territorio o proteger a sus crías, el perro recurre a ciertas formas de agresión que responden a emociones como el temor o el miedo, y a situaciones particulares tales como el acercamiento de un individuo considerado peligroso. Temor, miedo, distancia crítica y de seguridad Antes de avanzar en la descripción de las agresiones de defensa, definamos algunos términos : ! El temor es la reacción comportamental moderada de un individuo ante un estímulo desconocido -o conocido- y considerado poco peligroso en un medio que permite la huida o la exploración. ! El miedo es la reacción comportamental violenta de un individuo ante un estímulo desconocido -o conocido- y considerado muy peligroso en un medio que no permite la huida o la exploración. El miedo se acompaña de reacciones neurovegetativas como la transpiración, la salivación, el jadeo, las eliminaciones (micción o defecación) o incluso la evacuación de los sacos anales. Estas emociones se vinculan generalmente a dos distancias particulares : la distancia crítica y la distancia de seguridad. ! La distancia de seguridad, también llamada distancia de huida, es el límite a partir del cual el perro va a experimentar temor, malestar, una amenaza hacia su

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bienestar y va a considerar estrategias para mantener al intruso fuera de dicho límite, a saber, maniobras de evitación, de escape, de agresión a distancia, de inhibición (inmovilidad) o, en presencia de un congénere o de un individuo perteneciente a una especie de impregnación, posturas apaciguantes. De forma mnemotécnica, en inglés se habla de las 4 F : freeze, flight, fight y flirt. La distancia crítica, también llamada distancia individual, es el límite a partir del cual el perro va a experimentar miedo y utilizar estrategias de supervivencia y maniobras extremas de defensa : recurrirá a agresiones explosivas o violentas o intentará hacerse el muerto ; en presencia de un congénere, el atacado puede utilizar una postura de sumisión.

Entre la distancia crítica y la distancia de seguridad, el perro puede elegir entre numerosas estrategias.

Distancia de seguridad

Distancia crítica

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Diferentes tipos de agresión de defensa y de protección En el origen de las agresiones de defensa, encontramos las situaciones siguientes : ! la intrusión en la distancia de seguridad del perro mientras éste se desplaza (agresión de distanciamiento) ; ! la intrusión en la distancia de seguridad del perro (o del grupo exclusivo) y/o en sus sitios de descanso (agresión territorial) ; ! la intrusión en la distancia de seguridad de la perra que protege a su camada (agresión maternal) ; ! la injerencia de un individuo con el que el perro está correctamente socializado : perro o humano (agresión por irritación) ; ! la intrusión en la distancia individual (distancia crítica) por parte de un individuo (considerado) no peligroso, con signos de temor (pero no de miedo) (agresión por irritación) ; ! la manipulación dolorosa (o su anticipación) y, por asociación, la persona o el animal que se asocia a ese dolor (que lo ocasiona, que está presente cuando se siente, etc.) (agresión por irritación) ; ! la intrusión en la distancia individual (distancia crítica) por parte de un individuo (considerado) peligroso en una situación sin salida y acompañada de signos de miedo (agresión por miedo) ; ! la presencia de un predador (o de un individuo con el que el perro no está correctamente socializado y que, a sus ojos, constituye un peligro potencialmente mortal). He clasificado estas formas de agresión por orden creciente de intensidad.

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Continuidad de las agresiones de defensa y de protección Separar la agresión por dolor de la agresión territorial y de la agresión por miedo es una idea didáctica. Existe una continuidad entre todas las agresiones de defensa. Cuanto mayor es el acercamiento a la distancia crítica, y cuanto más peligroso se considera al intruso (el agresor potencial), mayor es el miedo y más violenta es la agresión. La secuencia agresiva se modifica así de la siguiente forma : ! la fase de amenaza es cada vez menos estructurada y se compone en mayor medida de signos de miedo ; ! la fase de ataque pierde control y se hace cada vez más violenta, para asegurar la supervivencia ; ! la fase de finalización (que existe en tanto que el individuo se mantiene a la distancia de seguridad) es si es posible- sustituida por la huida (salida de socorro) ; ! la fase refractaria desaparece cuando el animal intenta asegurar su supervivencia ; en ese momento, puede recurrir a agresiones repetidas.

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La agresión de distanciamiento

Un ejemplo Oscar es un pastor alemán macho. Se socializó muy bien en su edad joven ; acudió a clases cuando era cachorro y después siguió un curso de obediencia. Pero a la edad de 9 meses, todo cambió. Oscar empezó a ladrar a la gente en la calle, aunque no a todo el mundo. Al principio, eran las personas con bolsas y las personas con capuchas o paraguas. Ladraba, adoptaba posturas altas, erizaba el pelo del lomo y miraba fijamente a las personas. Un día, se abalanzó y su dueño tuvo dificultades para retenerlo con la correa. Más tarde, comenzó a amenazar a todo el mundo. Un día, tirando de la correa, la rompió ; Oscar se abalanzó sobre una persona y le mordió en el brazo. Análisis Para intentar identificar la agresión de distanciamiento, estudiaremos sus diferentes elementos. Contextos La agresión se manifiesta contra humanos o perros que no pertenecen al grupo familiar (o al grupo de individuos con el que el perro se encuentra regularmente desde la infancia). Se expresa a veces frente a humanos con características inhabituales, aunque rara vez es posible para el observador prever qué personas serán agredidas. Las agresiones se generalizan rápidamente.

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Individuo (psychels) La agresión de distanciamiento parece estar asociada a la visión del mundo por parte del perro. Bajo la influencia de la genética y del entorno, esta visión del mundo sufre un proceso de desocialización en el paso de la pubertad a la edad adulta. El factor genético es importante, ya que se constata que del 25 al 50 % de la camada, así como algunos ascendientes y descendientes sufren el mismo problema. Es como si el perro se sintiera amenazado por individuos que penetran en su distancia de seguridad. Esta visión del mundo del perro podría representarse en una gráfica. El círculo grande representaría el mundo del perro, el círculo pequeño de la parte superior, la familiamanada. En blanco, estarían representados los elementos apaciguantes y reconfortantes ; las áreas oscuras representarían los elementos peligrosos, de los cuales el perro debe desconfiar. De izquierda a derecha, los gráficos representan visiones del mundo cada vez más “negras” ; el perro parece desconfiar cada vez más del mundo, y finalmente sólo confía en su círculo de íntimos. Si nos encontramos en el gráfico de la derecha, debemos saber que es imposible volver al de la izquierda, sea cual sea el tratamiento ; sin embargo, es posible volver a un nivel intermedio. El perro que manifiesta agresión de distanciamiento es hipervigilante fuera de su hábitat ; examina atentamente a los intrusos, de los cuales desconfía.

Representación gráfica de la visión del mundo del perro

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Postura y mímica El perro manifiesta emociones de temor aunque el individuo al que agrede se mantenga en el límite de su distancia de seguridad. Por lo tanto, la postura es una mezcla de posturas altas y bajas, con erizamiento del pelo del dorso (cresta), ladridos y la mirada fija en el intruso. La postura se vuelve rápidamente alta porque el perro, gracias a sus amenazas y/o ataques, consigue mantener al individuo a la distancia de seguridad (consecuencias favorables de esta agresión). Secuencia La amenaza se compone de ladridos y de movimientos de carga (generalmente impedidos por la correa retenida con dificultad por el propietario). Cuando el perro puede manifestarla, el ataque es una carga destinada a hacer que el intruso se aleje. El ataque se suspende cuando el intruso se mantiene a la distancia de seguridad. Ésta puede variar de algunos a más de cien metros. El periodo refractario sólo existe si el intruso se mantiene a la distancia de seguridad. Si se mantiene próximo, el perro puede agredir de forma repetida. Consecuencias La agresión de distanciamiento conlleva varias consecuencias favorables para el perro : ! el intruso se mantiene a la distancia de seguridad, por lo tanto el comportamiento de agresión es recompensado y se amplificará en el futuro ; ! el intruso amenazado dirige su mirada al perro que amenaza, provocándole a su vez, lo que confirma al perro en su desconfianza ; ! generalmente, el propietario se vuelve hipervigilante y tira de la correa cuando cree que el perro va a agredir a

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alguien ; al hacer esto, incita al perro a desconfiar de la persona. Al cabo de algunos meses, estas consecuencias hacen que la agresión de distanciamiento evolucione hacia una hiperagresión secundaria. Manejo – Patología La agresión de distanciamiento es un síntoma de fobias sociales. El perro presenta un temor o un miedo patológico es decir, una fobia- ante el contacto social con ciertas personas o ciertos perros. Corregir a estos perros mediante tirones con la correa, castigos o posturas forzadas de sumisión no tiene efecto a largo plazo. El perro coge miedo a su guía y deja de expresar sus comportamientos en su presencia, pero no será menos desconfiado por ello y su visión del mundo no cambiará. El perro debe someterse a un proceso de resocialización y hay que enseñarle nuevos comportamientos que estarán en competición con la única cosa que sabe hacer, es decir, agredir. En la práctica, ¿qué podría aconsejar a los propietarios de Oscar ? Yo propondría un contracondicionamiento (ver el capítulo Tratar la agresión : las terapias comportamentales). En primer lugar, hay que detener el comportamiento de agresión lo antes posible, distrayendo al perro o castigándolo. Después, hay que proponer inmediatamente al perro que se concentre en su amo, que le mire. Cuando se ha obtenido el contacto ocular, hay que recompensar, por ejemplo con clic, producido por un clícker (asociado anteriormente a una recompensa especial, generalmente de tipo alimentario). A continuación, se puede proseguir directamente pidiendo al perro que se siente y hay que recompensarle inmediatamente (refuerzo positivo con una recompensa extraordinaria, más motivante que el estímulo que incita al perro a la agresión).

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Este procedimiento debe repetirse numerosas veces, entre 500 y 1000, para crear un nuevo condicionamiento, un nuevo reflejo, que estará en competición con la agresión de distanciamiento. En ese momento, el perro tendrá dos opciones de comportamiento. La elección entre una u otra exige un esfuerzo de razonamiento, que requiere tiempo. Este tiempo puede ser aprovechado por el educador para orientar al perro hacia una elección que es más interesante para la sociedad y para el propio perro, a saber, una conducta controlada y más sociable. La utilización de medicamentos reguladores favorece este aprendizaje y acorta la duración del tratamiento.

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La agresión territorial

Dos ejemplos Jack es un Jack Russel macho de 3 años. Cuando un humano o un perro se acerca a la verja del jardín, Jack ladra y ataca. Como no puede morder al intruso, muerde el enrejado que rodea el jardín. Cuando está dentro de casa, muerde y araña la ventana por la que ve pasar a la gente. Pero cuando alguien entra en la casa, él es el primero en darle la bienvenida. Sin embargo, cuando ese alguien se va, no duda en hundir sus colmillos en la pernera del pantalón… o en la pantorrilla. Jo es un cocker de 3 años. Cuando alguien llama a la puerta, se excita, se abalanza hacia la puerta y luego salta hacia su propietaria para morderla. Ella lo rechaza con dificultad. Hay que decir que es una señora de edad, que va en silla de ruedas y no oye bien. Necesita a Jo, el cocker, para que la avise cuando alguien llama. Análisis El perro no tiene un territorio individual ; sin embargo, tiene zonas de descanso y de aislamiento que puede defender. La manada posee un territorio que se identifica mediante agresiones territoriales y aullidos (en el lobo y en algunas razas de perros, como las nórdicas). Contextos La agresión se desencadena ante una intrusión -de un perro o de un humano- en los límites del territorio o en la proximidad de los lugares de residencia del perro.

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Rápidamente, el perro asocia los límites de la propiedad con sus distancias de seguridad. Es como si los setos, puertas y ventanas constituyeran una barrera tras la cual el perro estuviese protegido y pudiese expresar un gran coraje ante los intrusos potenciales. Si se abren la barrera o la puerta, o si se crea alguna brecha en esta empalizada, la distancia de seguridad parece desaparecer ; el perro podrá perder toda su arrogancia y mostrar su coraje, su temeridad o su temor para enfrentarse al intruso o al desconocido. Individuo (psychels) ¿Quién defiende el territorio en la manada ? Entre los perros salvajes, la tarea recae en aquéllos que se encuentran en la periferia del grupo, es decir, los adolescentes y los adultos jóvenes marginados. Son ellos quienes dan la alarma. A continuación, si es necesario, el grupo se organiza e intervienen los miembros dominantes. En nuestras familias, cualquier perro puede expresar defensa territorial. En general, encontramos las situaciones siguientes : ! el perro dominante, seguro de sí mismo, controlará las entradas y las salidas ; sus agresiones territoriales son muy controladas, poco exuberantes ; ! el perro juguetón, con tendencia hiperactiva, presentará una defensa territorial confiada, alternada con tentativas de juego con los desconocidos una vez que éstos han sido aceptados en el hábitat ; ! el perro dominado también podrá defender su territorio, pero se callará a la menor orden de sus dueños ; ! el perro ansioso, impulsivo y desconfiado hacia los desconocidos presentará una defensa territorial bastante demostrativa. Este perro mostrará también bastante a menudo una agresión de distanciamiento y agresión por irritación y por miedo ; ! el perro ansioso pero poco impulsivo también podrá defender su territorio, pero evitará el contacto con los

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intrusos cuando éstos hayan franqueado la barrera protectora. La agresión territorial aparece normalmente entre la pubertad y la edad adulta. Puede aparecer antes, por irritación de un perro defensivo o por ansiedad. Cualquier perro puede defender el territorio del grupo. El análisis del conjunto de la secuencia, incluyendo el comportamiento del perro cuando el intruso ha entrado en el hábitat, permitirá eventualmente efectuar un diagnóstico de los estados emocionales y de la situación jerárquica del perro. Postura y mímica La postura variará según el nivel de confianza en sí mismo del perro. generalmente, mientras el intruso se sitúa más allá de las distancias de seguridad, más allá de los límites de la propiedad, el perro mantiene una postura alta. Después de la entrada del intruso, vemos el coraje real del perro, o al menos su capacidad para enfrentarse a un intruso que ha franqueado la distancia de seguridad. El perro tendrá entonces la elección entre un ataque, una huida, posturas apaciguadoras, inmovilidad, etc. Secuencia En la fase de amenaza, de intimidación, el perro residente se acerca al intruso ladrando, con el pelo erizado, la cola y las orejas erguidas y en una postura alta. Se detiene a algunos metros, mira al intruso y gruñe. Si el intruso hace frente, el residente, según la descripción de P. Pageat, araña el suelo con las patas traseras, a veces con las cuatro patas, y marca con orina la zona que ha arañado. Continúa haciendo frente y gruñendo. Si el intruso no se va, el residente repite esta última acción varias veces. Si el intruso continúa sin irse o atraviesa los límites del perímetro del territorio, el perro residente pasa al ataque.

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En la fase de ataque, el residente carga contra el intruso, que generalmente retrocede algunos metros. En la fase de parada, el perro residente -y ganador- ladra con la cabeza alta y el cuello extendido, y agita la cola que mantiene erguida. Una vez cumplido este protocolo, los dos individuos pueden entrar en contacto a condición de que el intruso perro o humano- se acerque con una posición baja, un recorrido sinuoso y actitudes de apaciguamiento y de sumisión. Esta secuencia compleja puede limitarse a ladridos de intimidación, a una carga con o sin mordedura y a una fase de parada, que puede parecerse a la de amenaza hasta el punto de confundirlas. En efecto, es raro que dentro de un piso el perro arañe el suelo y marque con orina en estas circunstancias. ¿Qué observamos en un perro que vive en un piso ? Cuando el perro está detrás de la puerta al entrar un visitante (intruso), la secuencia de amenaza puede estar limitada a una postura alta, con la cola erguida y moviéndose (sacudiéndose) lentamente de lado a lado y la mirada fija. El ataque se produce rápidamente tras la entrada del visitante y se acompaña de una mordida controlada. El visitante grita, se da la vuelta, se repliega, y el propietario interviene para apartar al perro. La fase refractaria no aparece más que en ausencia del intruso o cuando éste está más allá de la distancia de seguridad, más allá del perímetro del territorio. Consecuencias La función de la agresión territorial parece ser la de mantener al intruso a la distancia de seguridad. Si este fin se consigue, ello implica una recompensa para el perro. Por lo tanto -debido al condicionamiento operante- el perro ataca cada vez más rápido, saltándose la fase de intimidación o asociando al ataque una intimidación silenciosa. El perro pasa a la acción, es decir, comienza a morder inmediatamente.

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Manejo La defensa territorial es un comportamiento normal, muchas veces deseado por los propietarios, que cuentan así con una alarma en caso de intrusión. Como hemos visto, que el perro de la alarma no quiere decir que vaya a actuar como un buen guardián. Existen perros muy ladradores de día que por la noche no ladran y dejan entrar a los ladrones escondiéndose bajo una cama. Corregir mediante castigos, forzando al perro a una postura de sumisión (tumbado boca arriba, agarrado por el cuello) no tiene efecto a largo plazo. El perro empezará a desconfiar de su educador y dejará de expresar sus comportamientos en su presencia. Pero no por ello se hará menos desconfiado hacia los intrusos y su visión del mundo no cambiará. Si se desea modificar la agresión territorial, hay que someter al perro a un proceso de resocialización y enseñarle nuevos comportamientos que entrarán en competición con su disposición a atacar a los intrusos. La agresión contra el cartero El cartero se acerca a la casa ; el perro ladra. El cartero deja el correo ; el perro ladra cada vez más. El cartero se aleja ; el perro se calma. De hecho, la agresión del perro está recompensada. porque la amenaza y la carga tienen como finalidad que el cartero salga del perímetro defendido, lo que desde luego es el caso. Por lo tanto, la agresión aumentará en intensidad y en frecuencia. Si el cartero se encuentra ante un perro y atraviesa el límite prohibido, el perro morderá. La mordedura es con toda seguridad eficaz (y, por lo tanto, recompensada), y en lo sucesivo aumentará en intensidad y frecuencia. Desafortunadamente, esta situación es muy frecuente. ¿Qué hacer para reducir la agresión de perros que atacan al cartero ? Sería ideal que éste dé sistemáticamente una galleta u otra recompensa al perro que le agrede, para

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ganárselo. Pero eso no es todo lo que se puede hacer. El propietario debe intervenir y proponer un contracondicionamiento. El propietario puede interrumpir el ataque mediante una orden (si el perro obedece) o mediante un estímulo disruptivo (por ejemplo, collar de chorro de aire comprimido) y dar una orden de llamada y después de sentado, que será recompensada calurosamente. Tras unas decenas (o centenas) de repeticiones, el perro podría dudar entre la agresión al cartero y la recompensa junto a su propietario, y la situación podría inclinarse a favor de un comportamiento interesante en lugar de a uno molesto.

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La agresión maternal

Un ejemplo Queen es una westy de 6 años. No es su primera camada. Tiene cuatro cachorros magníficos, de 6 días. Queen está con sus cachorros en una esquina del salón, que ella ha preparado. Cuando he ido a filmarla, Queen me ha mirado fijamente, luego ha saltado de su cuna, se ha abalanzado contra mí y me ha mordido la pernera del pantalón, y ha vuelto con sus cachorros, mirándome fijamente y gruñendo sordamente. Análisis La agresión maternal es una agresión de defensa de moderada a violenta. Su objetivo es repeler a cualquiera que podría hacer daño a los cachorros, sin poner por ello a la madre en peligro de resultar herida, lo que comprometería la continuación de la lactancia. En presencia de un congénere o de un humano conocido, el ataque es moderado. Ante un predador, es directo y violento. Contextos La perra lactante protege a su camada contra el intruso. Esta agresión tiene puntos en común con la agresión territorial y la agresión de distanciamiento. La perra defiende el lugar en que se ha aislado con sus crías. Como generalmente este lugar no tiene salida, la agresión puede ser violenta y englobar componentes de miedo. La agresión maternal está favorecida por la presencia de los cachorros y la proximidad del lugar del parto o de

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descanso de la camada, pero también cuando no hay ningún cachorro, por la presencia de sustitutos, de objetos de reemplazo, en caso de pseudolactación (“embarazo psicológico”). Individuo (psychels) La bajada de la leche (y los cambios hormonales que la provocan), la percepción de los cachorros (o de sus sustitutos), son situaciones que favorecen la agresión. Se produce una modificación del organismo, que cambia toda la cadena de elementos psicobiológicos hasta repercutir en los comportamientos. La agresión maternal, de defensa de los cachorros, es un comportamiento altruista. Esto debe hacer reflexionar al científico. En una concepción darwinista de la selección natural de los individuos mejor adaptados, el comportamiento altruista plantea algunas cuestiones. Hay que recurrir a la sociobiología para darse cuenta de que la madre que defiende a sus crías -en edad de sobrevivir solos o en grupocontra un predador permite sobrevivir a un número mayor de sus genes. Incluso si muere en la lucha, es probable que algunos cachorros sobrevivan para perpetuar su genética. Esta estimación de costes y beneficios de un comportamiento es totalmente artificial. La Naturaleza no recurre a ello ; selecciona a los individuos más aptos y parece haber elegido especies altruistas. El verdadero porqué aún se nos escapa. Postura y mímica La postura de la perra es baja -y permanece silenciosamientras el intruso se mantiene a la distancia de seguridad. Cuando el individuo está cerca de la zona marcada por la distancia crítica -y la distancia crítica ha aumentado debido a la lactación- la perra carga con la postura más eficaz, es decir, sin crecerse ni agacharse. Cuando el intruso se mantiene a distancia, la perra se crece, fija la mirada y gruñe.

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Secuencia En la fase de amenaza, la perra permanece tumbada junto a sus cachorros y gruñe mirando al intruso. Esta breve intimidación va seguida de una carga acompañada de múltiples mordeduras, a veces violentas, hasta que el intruso se aleja. En ese momento, la perra vuelve a su cama, mueve la cola mirando a sus cachorros y comienza a lamerlos. El lamido de la fase de detención es apaciguador para la perra y los cachorros. No hay ritual de apaciguamiento expresado hacia el intruso. Consecuencias El perro, en nuestros hogares, no tiene predadores. Las agresiones maternales son siempre eficaces. Sin embargo, al estar bajo la influencia de hormonas y de la presencia de los cachorros, se atenúan cuando desaparecen éstos. También, desde hace generaciones, las perras de cría se seleccionan en función de un nivel de agresión maternal muy bajo y pasajero. Manejo La agresión maternal es un comportamiento normal. Puede aparecer más fácilmente en perras cuyo estatus jerárquico está mal definido, más bien dominantes, que tendrán tendencia a raptar un cachorro de otra perra o el bebé de su propietaria e impedir el acceso a éste. En este caso, debe revisarse y corregirse el conjunto de la jerarquía (ver Dehasse J., Mon chien est-il dominant ? Le Jour, éditeur). Es conveniente respetar a la perra y a su camada. Si la agresión de la perra-madre interfiere con el proceso de socialización primaria de los cachorros (entre la edad de 3 y 14 semanas), hay que separarla a ratos de la camada, para poder dejar que los cachorros sean manipulados por personas, niños, etc. Por otra parte, para evitar el aprendizaje por imitación, y evitar por lo tanto que los cachorros

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aprendan a desconfiar de las persona, se separará a la madre cuando haya visitas. Durante la lactación, se evitará cualquier medicamento clásico que pueda eliminarse con la leche e influir en el desarrollo de los cachorros. Si es necesario, se recurrirá a tratamientos alternativos como la homeopatía. Se preferirán las terapias de habituación y de desensibilización. En caso de necesidad, se utilizarán técnicas mecánicas de control : sujeción con correa, bozal. ¿Qué hacer en caso de una patología grave, que necesite un tratamiento alopático ? Si el uso de un psicotropo que se elimine por la leche es indispensable, hay que destetar a los cachorros lo antes posible, administrarles leche maternizada y confiarlos eventualmente a una perra nodriza o a un macho buen educador. La agresión maternal aparece también con sustitutos de los cachorros (juguetes) en la pseudocyesis (lactación de pseudogestación). Excepcionalmente, esta agresión aparece en las mismas circunstancias pero sin que el observador pueda descubrir sustitutos de los cachorros. Será necesario tener cuidado de no hacer un tratamiento sólo sintomático. En efecto, este comportamiento agresivo puede acompañarse de cambios de humor, bien con un estado de excitación, con hipervigilancia, hiperactividad e insomnio o bien con depresión. La lactación, la agresión y el cambio de humor pueden tratarse médicamente.

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La agresión por irritación

Un ejemplo Max es un perro pastor de Beauce (beauceron) de 4 años. Habitualmente, es un perro encantador. Pero un día, tenía una herida en la región glútea. Cuando le toqué el lomo, Max se volvió y me mordió el brazo. Fue más un pellizco que una verdadera mordedura. Después, Max gruñía cada vez que le miraba los cuartos traseros. Algunas semanas después, era imposible acercarse a su parte posterior. Análisis La agresión por irritación es una agresión de defensa bastante moderada. Por ello, permite al perro expresarse claramente, sin demasiada impulsividad, mediante una secuencia explícita. Contextos La agresión por irritación es bastante compleja, probablemente porque es una mezcolanza de toda una serie de situaciones de defensa. Propuesta por Moyer (1968) y retomada por Heymer (1977), la mayoría de los etólogos modernos no la aceptan, especialmente los sociobiólogos, que prefieren separar la noción de agresión inducida por la aversión (‘aversion-induced’) de la de agresión por frustración (Barrows, 2001). Establece una referencia semántica a una motivación interna, la irritación, que nunca se ha definido. Y su descripción (a continuación) hace referencia a contextos y a motivaciones sensoriales, lo que aumenta aún más el grado de confusión de esta terminología.

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La agresión por irritación, en la clasificación de Moyer (1968), retomada también por P. Pageat (1995), se desencadena por : ! el ataque por un individuo con el que el perro está correctamente socializado : perro o humano ; ! la intrusión en la distancia individual (distancia crítica) por parte de un individuo (considerado) inofensivo, con signos de temor (pero no de miedo) o de irritabilidad. Puede citarse el ejemplo de contactos táctiles repetidos, tales como caricias o cosquillas cuando el perro ha efectuado una petición de cese del contacto (poniendo rígido su cuerpo) ; ! el dolor (o la anticipación del dolor) o el acercamiento de un individuo que inflige dolor, ya sea el dolor de un castigo o el de una enfermedad como un absceso dental, una otitis, una infección cutánea o una artrosis, lo que explica que la agresión por irritación pueda presentarse más fácilmente en perros viejos ; ! las privaciones, tales como el hambre o la sed, cuando el animal es irritable y la comida o la bebida, inaccesibles ; ! las frustraciones, tales como la visión de un juguete o de un alimento que resultan inaccesibles ; ! las alteraciones sensoriales, tales como la disminución de la visión (atrofia progresiva de la retina) o de la audición (sordera). La reducción de la visión por un flequillo de pelo es una causa frecuente de agresión por irritación, sobre todo frente a niños a los que les atrae un perro con aspecto de oso de peluche. Cualquier persona puede encontrarse ante esta situación en algún momento. Individuo (psychels) La agresión por irritación es la agresión típica del perro irritable, nervioso, descontento, exasperado, maltratado, contrariado, acosado, etc. El humor irritable o la emoción de

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irritación y de cólera pueden deberse a numerosos factores externos, como las manipulaciones, pero también a factores internos, como la privación de bienestar (hambre, sed, deseo de juego no satisfecho, deseo sexual no satisfecho…) o a un humor depresivo o ansioso. La agresión por irritación está favorecida por las hormonas sexuales. Es decir, que puede aumentar en la pubertad y en los periodos de celo en la perra, así como en el macho que percibe las feromonas de las hembras en celo. Postura y mímica Según el estatuto jerárquico del perro con relación a su víctima, e perro adoptará una postura globalmente alta (dominante) o baja (dominado). Esta postura es un híbrido entre el nivel de autoafirmación o de seguridad en sí mismo y el de temor al contacto. Así pues, hay una mezcla de posturas e incluso el perro dominante presentará elementos bajos en una postura globalmente alta, como las orejas caídas, la cola baja, o la parte trasera del cuerpo baja mientras que la parte delantera está erguida. El perro dominado estará acostado, con las patas flexionadas y el cuerpo inclinado hacia un lado ; emitirá un gruñido sordo, poco audible ; las orejas estarán caídas, los ojos inyectados y la mirada será huidiza. Secuencia Las secuencias comportamentales varían en función de dos parámetros : ! el nivel de anticipación del contacto ; ! el nivel jerárquico del perro. Si el perro sufre una manipulación que le contraría o le causa dolor por parte de un familiar o de un individuo perteneciente a una especie de impregnación (al que nos referiremos aquí como agresor), la fase de amenaza se acorta o no existe, la fase de ataque se limita a una mordedura parcialmente controlada y la fase de parada sólo se expresa

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cuando el agresor se aleja. A veces es difícil diferenciar esta agresión defensiva, calificada como irritación, de la agresión por miedo, más violenta, menos controlada, y que responde también a una intrusión en la distancia crítica. Las secuencias siguientes, tal como las describe P. Pageat, son sólo válidas cuando el perro puede anticipar la manipulación o la frustración. El perro presenta a menudo una dilatación de las pupilas, lo que da a su mirada un reflejo extraño, y los ojos enrojecidos o fluorescentes ; una mirada calificada como “de loco”. En la fase de amenaza, la cabeza está retrasada, las orejas plegadas, el pelo erizado y los labios retraídos. El perro gruñe. La fase de ataque sigue inmediatamente -o acompaña- a la de intimidación : la cabeza se proyecta hacia delante y la mordida es breve, repetida, con la punta de los dientes ; las heridas causadas son mínimas, salvo en el caso de regiones frágiles (cara de un niño). La agresión se detiene totalmente si el adversario se aleja. Como en todas las agresiones de defensa, no hay ritual de apaciguamiento del adversario. El perro se apacigua cuando recupera su bienestar. Si el adversario se queda en la proximidad, encontramos una nueva fase de amenaza y, si es necesario, un nuevo ataque, hasta que el adversario se aleje. Después, el perro se queda en su lugar si ha ganado el conflicto o aprovecha la ruptura de contacto debida a la mordida para alejarse, en busca de un área de aislamiento más tranquila. El perro se aleja lentamente, a la vez que gruñe. El dominante presenta una postura alta, el dominado, una postura baja, con el cuerpo hacia el suelo ; huye con el dorso arqueado y la cola entre las patas, hacia un rincón en el que busca refugio. Existe otra situación, que no depende del estatus jerárquico, y en la cual la agresión es redirigida. Imaginemos

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un perro agresivo con sus congéneres, que desea atacarlos en la calle y es retenido con la correa por su propietario. Si la tracción de la correa se ejerce a tirones, puede inducir dolor o frustración y el perro puede volverse y morder a la persona que se encuentra más cerca de él, generalmente su guía. En este momento, la mordida no va precedida de una fase de amenaza ; puede ser única o repetida. Es mal controlada y causa hematomas (moretones). En todos los casos, el periodo refractario existe sólo si el perro recupera su tranquilidad y no hay ninguna amenaza de contacto. Consecuencias Cuando las consecuencias son positivas para el perro, es decir, cuando obtiene la tranquilidad buscada, el recurso a este tipo de agresión se hace más frecuente. Cuando la persona agredida tiene un estatus dominante con respecto al perro y corrige a éste, el perro puede someterse y aquietarse o proponer una agresión por miedo, más violenta. Manejo En ocasiones la agresión por irritación es debida a una enfermedad dolorosa que necesita cuidados. La persona que cura al perro es generalmente aquélla a la que el perro tolera -o quiere- más. Esta persona puede ser la víctima de la agresión y el vínculo de apego puede modificarse completamente. El perro presenta un doble vínculo, de amor y de rechazo. Anticipa los contactos de la persona con ansiedad y amenaza incluso antes de que le toque o se le acerque. Es lo que P. Pageat llama el “síndrome de agresividad reaccional de los estados álgicos”, es decir, el trastorno del perro agresivo en las patologías dolorosas (ver Trastorno ansioso inducido por el dolor). Puesto que se trata de un condicionamiento clásico (emocional y álgico), la terapia comportamental apropiada es el contracondicionamiento

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(ver capítulo sobre la terapia). Es conveniente, una vez que la enfermedad dolorosa se ha curado o con un buen tratamiento antiálgico, asociar la persona (estímulo desencadenante de la agresión condicionada) con una situación sistemáticamente positiva, como un juego o una comida apetecible. En muchos casos de agresión por irritación, la medicación hará el grueso de la labor terapéutica. En efecto, la agresión por irritación es generalmente un síntoma de un cuadro clínico de ansiedad, de trastorno del humor, y la mejoría del síntoma pasa por el tratamiento del trastorno subyacente.

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La agresión por miedo

Un ejemplo Rox es un teckel castaño de pelo largo. Está hospitalizado en una jaula porque ha ingerido un cuerpo extraño y se encuentra bajo vigilancia médica. Rox tiene dolor. El asistente veterinario, que debe sacarlo de la jaula, se acerca, abre la jaula, tiende la mano, y sufre una violenta mordedura en la muñeca. El perro desprende de repente un olor desagradable : se ha orinado y defecado. Mira fijamente al asistente con los ojos desorbitados. Análisis Se dice a menudo que los perros “muerden por miedo”. Existe aquí una gran confusión. En etología, la agresión por miedo describe una situación excepcional : la de un perro que tiene miedo, que está arrinconado, no puede huir y se defiende contra una amenaza con una energía multiplicada, sin ningún control de sí mismo, por su supervivencia. Esta ausencia de control hace de la agresión por miedo una agresión muy peligrosa que causa heridas considerables. Cuando he dicho que se trata de una situación excepcional, hay que señalar también que el 40 % de los perros con miedo pueden morder. Por otra parte, pueden alternar huida y agresión, dependiendo de las circunstancias. Contextos Los contextos y circunstancias de la agresión por miedo son, desde luego, los del miedo, es decir, un ataque o la

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anticipación de un ataque por un individuo que atraviesa la distancia crítica, en una situación sin salida o que el perro considera sin salida. En efecto, un perro criado en una jaula, por ejemplo, no ha aprendido a huir ; la huida puede no estar en su bagaje estratégico, que se limita a la inmovilidad y a la agresión. Un perro que adopta una postura de apaciguamiento o de sumisión y a pasar de ello recibe un castigo (injustificado) puede recurrir a la agresión por irritación o por miedo. Un perro que agrede por irritación y es castigado violentamente puede mostrar una agresión por miedo. Todas las situaciones de autodefensa pueden llevar a la agresión por miedo cuando el perro se encuentra en una situación sin salida. Incluso un conflicto entre el perro y el propietario (por un sillón, por ejemplo) puede evolucionar a una agresión por miedo si el propietario pone a su animal en una situación sin salida. El contexto, las circunstancias que han desencadenado el miedo, pueden en gran medida automatizar la agresión por condicionamiento clásico. Éste es un proceso de condicionamiento de las emociones y actos involuntarios, como el miedo, por ejemplo, que surgirá de forma refleja en presencia de las mismas situaciones. Se observan muy a menudo automatismos de miedo y de agresión de autodefensa en perros que van al veterinario. Estos perros pueden ser encantadores en cualquier circunstancia, excepto en la consulta veterinaria. Individuo (psychels) Cualquier perro, cualquier individuo, puede sentir esa emoción particular que es el miedo. En ese momento, las conductas habituales de ese individuo dejan de funcionar ; recurre a estrategias (inconscientes) extremas, a actuaciones de supervivencia. Un individuo (perro o humano) que sufre trastornos hormonales (por ejemplo, hipotiroidismo), de humor ansioso, de inestabilidad de humor, de fobias, etc. tiene mayor tendencia a recurrir a la agresión por miedo.

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Postura y mímica La postura de miedo es una postura baja. Las mímicas son las del miedo, con dilatación de las pupilas, ojos fijos (ojos negros bordeados de blanco), signos neurovegetativos como la transpiración, eliminaciones emocionales y vaciado de las glándulas anales. Secuencia La agresión por miedo no presenta fases organizadas bien definidas. El perro emite mensajes de miedo, expresados por una postura baja, señales emocionales (pupilas dilatadas, orejas replegadas, cola entre las patas, temblores, eliminaciones involuntarias, vaciado de las glándulas anales, jadeo, salivación). Emite también amenazas como gruñidos muy sordos, retracción de los belfos y colmillos descubiertos. A veces, la postura baja y agachada se sustituye por una postura de pie, aparentemente alta, pero también con los signos emocionales del miedo. Cuando la distancia crítica es atravesada, el perro ataca con una energía desesperada ; las mordeduras carecen por completo de control y causan heridas graves, con daños considerables. No existe fase de parada ni ritual de apaciguamiento. Después de la mordedura, el perro huye o se echa, para atacar de nuevo ante la menor intrusión en su zona de aislamiento. Consecuencias El perro pelea por su supervivencia. Las agresiones por miedo son generalmente eficaces. Sin embargo, no por ello sufren un condicionamiento operante. En efecto, el miedo se acompaña de manifestaciones emocionales y cognitivas extremas, y podemos preguntarnos qué conserva el perro en la memoria de toda la situación.

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Manejo La agresión por miedo es una situación normal. Cualquier individuo, hombre o humano, puede encontrarse un día en una situación sin salida y recurrir a una agresión por miedo. El cálculo de la peligrosidad es muy importante. Sin embargo, el acontecimiento puede clasificarse como un accidente y no como un hábito. Debe señalarse que la agresión por miedo es un componente frecuente de la ansiedad. En tal caso, hay que tratar la ansiedad para reducir la peligrosidad.

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La agresión redirigida

Dos ejemplos Loulou es un perro cruzado, de tipo fox, de 5 años. Su dueña es de edad avanzada, discapacitada y no oye bien. Va en silla de ruedas. Cuando alguien llama a la puerta, Loulou ladra, muy excitado. Después de ladrar violentamente a la puerta, salta a las rodillas de su dueña e intenta morderle la garganta. Rex es un doberman macho de 3 años. Es un perro fuerte al que le gusta jalear a otros perros. Cuando ve a un perro, ladra, gruñe y se precipita para agredirlo. Si su dueña lo retiene con un tirón seco de la correa, Rex se vuelve y le muerde el brazo. Análisis La agresión redirigida no es una agresión típica, ofensiva o defensiva. Se basa en un tipo de agresión cualquiera y se acompaña de una excitación considerable. Su particularidad es que no se orienta hacia el desencadenante de la agresión (generalmente inaccesible), sino hacia otro sujeto más cercano y accesible. Contextos La agresión redirigida se basa en la asociación de varios contextos : 1. el estado de excitación del perro, que aumenta su motivación para agredir ; 2. la inaccesibilidad del sujeto que ha desencadenado la respuesta agresiva ;

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3. la accesibilidad de un sujeto neutro o que interfiere con su libertad de acceder al sujeto desencadenante. Si el perro se excita con el timbre de la puerta de entrada, es decir, por la presencia de un visitante, su motivación para la defensa territorial puede aumentar. Si el visitante permanece siempre detrás de la puerta y es inaccesible, el perro puede buscar una víctima para expresar su agresividad. La víctima es generalmente un sujeto (un humano, un perro u otro animal) que tiene la mala suerte de estar dentro de la distancia de seguridad. El perro prefiere agredir a un sujeto que se mueve o que interfiere con sus comportamientos más que a un sujeto inmóvil. Para el perro, una tracción de la correa, gestos con los brazos, una mirada fija, una intervención vocal. pueden ser considerados como interferencias dignas de una agresión redirigida. ¿Cuáles son los tipos de agresiones con los que la agresión redirigida se asocia con más frecuencia ? ! la agresión por irritación ! la agresión territorial ! la agresión competitiva Individuo (psychels) La agresión redirigida se observa particularmente en perros excitables e impulsivos : ! excitable : el perro es vigilante y reactivo, preparado para responder a cualquier solicitación de juego o de agresión ; pierde rápidamente el control de sus movimientos y de la mordida ; sus juegos degeneran en mordisqueos ; sus agresiones se degradan en hiperagresiones ; el perro excitable no se apacigua rápidamente ; su excitación dura mucho ; ! impulsivo : el perro impulsivo reacciona antes de tiempo, como si no reflexionase ; su reacción es refleja, automática, rápida ; su ataque es poco previsible y poco controlado ; su excitación puede desaparecer bruscamente.

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Estos perros padecen un problema de la reactividad y del autocontrol. Es frecuente encontrar en este grupo perros hiperactivos. Postura y mímica No existen una postura y una mímica específicas de la agresión redirigida. El perro adopta las posturas y mímicas del tipo de agresión de base. Después, debido a la rapidez del ataque, el perro no tiene tiempo de adoptar nuevas posturas : ataca directamente. Secuencia El ataque es directo, sin amenaza. Cuando el perro se da cuenta de que ha mordido a un amigo (su dueño, por ejemplo), puede parar el ataque, retomar el control de la mordida y adoptar posturas de apaciguamiento. Generalmente, el perro se apacigua al morder, es decir que su nivel de excitación regresa a un umbral que le permite producir de nuevo reacciones adaptadas. En ese momento, su comportamiento me hace pensar que ha “olvidado” que ha mordido y el porqué del ataque redirigido. Si la persona mordida se enfada o llora, el perro adopta posturas complementarias adecuadas, es decir, una postura de apaciguamiento en presencia de un individuo encolerizado, o una postura grata (atenta) si el sujeto mordido está angustiado. Consecuencias Cuando el perro lleva a cabo una agresión redirigida, expresa sus emociones, las saca de su sistema y se apacigua. La agresión redirigida es de tipo reflejo, impulsivo, y es poco sensible a los efectos de las recompensas o los castigos. Aunque se castigase al perro, si el sujeto mordido le mordiese a su vez, le diera una sonora bofetada o lo tumbase contra el suelo boca abajo o boca arriba, ello no cambiaría en nada la mordida refleja.

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Si presentase una fase de ataque más lenta que la de un ataque reflejo con mordida de tipo automático, podría someterse a una modificación por consecuencias negativas, punitivas. Manejo La agresión redirigida pertenece a la clase de agresiones automáticas. Se observa en perros que sufren una personalidad explosiva o impulsiva. Lo que debe tratarse es el trastorno general de la personalidad, más que el acto agresivo en sí mismo. Los trastornos de la personalidad se curan más fácilmente con medicaciones que con terapias comportamentales. No obstante, todas las técnicas que aumenten el control de sí mismo del sujeto serán favorables. ¿Qué haría yo para resolver el problema de los perros mencionados en el ejemplo de este capítulo ? Loulou, que agrede a su dueña discapacitada debe recibir una medicación anti-impulsiva. Su dueña tendrá en todo momento un pequeño paraguas plegable, de apertura automática, sobre sus rodillas o al alcance de la mano. Si alguien llama a la puerta, podrá abrir el paraguas delante de Loulou si él va a agredirla. Cuando el perro esté sorprendido, podrá ordenarle que se siente y, a continuación, recompensarle Rex, el doberman que muerde a su dueña cuando ésta le impide agredir a otro perro tirando de la correa, también recibirá una medicación anti-impulsiva, y la presencia de otros perros será anticipada por la propietaria, que podrá entonces modelar el comportamiento de Rex mediante contracondicionamiento.

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Las agresiones ofensivas

Los diferentes tipos de agresión ofensiva En las agresiones ofensivas, es decir, aquéllas en las que el perro se dirige hacia el individuo agredido, se distinguen los comportamientos siguientes : ! acoso con mordisqueos y empujones en cachorros o perros jóvenes hiperactivos. ! competición con un congénere por recursos o privilegios. ! competición con un humano por recursos o privilegios. ! provocación de un congénere en duelo. ! provocación de un humano en duelo. ! frustración, por ausencia, imposibilidad de acceso o retraso de un acontecimiento positivo esperado. ! predación, caza (con o sin ingestión de la presa). ! persecución de un objeto en movimiento, de una persona que corre, una bicicleta, un coche, etc. ! procedimiento automatizado y frecuente al ataque inmediato, debido a un condicionamiento operante. ! recurso al ataque automático en caso de patología somática.

Agresión ofensiva y control de la mordedura En las agresiones ofensivas, pueden presentarse dos tipos de situación, dependiendo de si hay presencia o ausencia del control de la mordida.

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En una manada, los perros cooperan para cazar. Las heridas y la invalidez de uno de los miembros del grupo pueden tener repercusiones fatales para todo el grupo. En un grupo, no deberían producirse heridas invalidantes. Fuera del grupo, la regla es completamente diferente. Un miembro de otro grupo puede ser herido. Una presa será atacada y muerta para comerla. Sin embargo, dentro del grupo, el control de la mordida no siempre está asegurado. Tal es el caso : ! de los perros hiperactivos ! de los perros disocializados (delincuentes) ! de los efectos del condicionamiento operante ! de los efectos de la intervención de los propietarios, que impiden la resolución de conflictos

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La agresión competitiva entre perros

Un ejemplo “Max y Fred son dos golden retrievers. Generalmente, se llevan bien. Max fue el primero. Fred llegó más tarde. Todo fue bien hasta que Fred cumplió nueve meses. Entonces se produjeron los primeros conflictos. Luego otros, cuando Fred tenía un año y medio. Después, la situación se estabilizó. Pero al cabo de algunos meses, después de que Max estuvo enfermo, los perros han vuelto a pelearse otra vez. No lo hacen nunca cuando están solos. Incluso duermen juntos y juegan en el jardín. Pero, cuando Fred ladra a alguien que pasa, Max le mordisquea en el cuello. Nada grave. Sin embargo, cada cuatro semanas, las peleas empiezan, cuando mi mujer tiene… la regla. Y entonces, basta con que ella entre en la habitación en la que están para que comiencen a pelearse.” Análisis La agresión competitiva es un comportamiento normal en el perro. Se expresa : ! en caso de competición por un privilegio, por un recurso que es insuficiente : agresión competitiva ; ! para hacer valer o para replantear su estatus -en presencia de recursos suficientes : agresión jerárquica. Contextos La competición se ejerce por : ! el acceso a un alimento o su obtención,

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! ! ! !

el dominio de un espacio, el control de un compañero social, la alianza, el control de un compañero sexual, el acoplamiento, el manejo de los cachorros. la maternidad (en las perras).

La jerarquización -la agresión jerárquica- se ejerce sin razón aparente o aprovechamiento de un recurso y se manifiesta como una provocación al otro. Individuo (psychels) Las motivaciones ejercen una influencia importante en las agresiones de competición. En efecto, en el periodo de celo (estro), la motivación sexual predomina sobre la motivación alimentaria y las competiciones se ejercerán entre perros dominantes para poder cubrir a la hembra ; los perros dominados pueden entonces comer a su antojo, sin preocuparse de los privilegios de acceso al alimento. Fuera de este periodo, los dominados serán reprendidos de forma teatral sin no respetan el turno de espera. En un mismo orden de ideas, cada perro, en función del conjunto de sus elementos psicobiológicos del momento, tendrá una prioridad en sus motivaciones. El individuo evoluciona en el transcurso del tiempo, y particularmente durante el crecimiento. Como ha demos trado P. Pageat, alrededor de la edad de 4 meses se produce un primer pico de agresividad. Da lugar a una estabilización del grupo social, con establecimiento de los privilegios de acceso a la comida. Un segundo brote de agresividad aparece en la pubertad (de los 5 a los 9 meses) y persiste algunos meses. Durante este periodo, el adolescente es inestable y se opone frecuentemente a los adultos. Por último, un tercer pico de agresividad se produce al llegar a la edad adulta (12 a 24 meses) y se termina con la estabilización de la jerarquía. La siguiente tabla, permite catalogar algunos privilegios de cada uno de los perros de un grupo social.

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Evolución de la agresión competitiva durante el crecimiento El eje vertical describe la intensidad de la agresión competitiva. El eje horizontal indica el transcurso del La siguiente tabla, permite catalogar algunos privilegios de cada uno de los perros de un grupo social. Prerrogativas Comer el primero, cuando quiere, a su antojo, en presencia de espectadores Dormir donde quiere, en el dormitorio, en los sofás, en el medio de una habitación. Controlar los pasos entre las habitaciones y el desplazamiento de las personas, colocándose en el camino o en un lugar que permite ver todos los desplazamientos. Impedir a los individuos (humanos o perros) entrar o salir del grupo o de la habitación. Acceder a la sexualidad delante de todos. No obedecer las órdenes no seguidas de una gratificación. Decidir cuándo salir de paseo, a donde y durante cuanto tiempo. Decidir cuando desea jugar e imponer el juego (el tipo de juego y su duración) a los demás. Total

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A

B

C

D

crecimiento, desde el nacimiento hasta la edad adulta. Como observó P. Pageat, la curva de trazo continuo muestra la evolución normal y esperada en un perro de familia. La línea de trazo discontinuo muestra la evolución de un perro que ha ganado estatus y victorias en la pubertad y en la edad adulta. La curva punteada describe la evolución de un perro que ha ganado victorias en cada brote de agresividad.

Evolución del índice de agresividad en el curso del desarrollo (adaptado de P. Pageat)

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Postura y mímica Las posturas y las mímicas van a depender del estatus social de cada de perro y de su aplomo (autoconfianza y audacia) en el momento. El dominante tendrá una postura alta, el dominado, una postura baja. Aparte de estas posturas claras, algunos perros intentan adoptar posturas altas, superiores a su rango ; es teatro, una tentativa de manipular la información. Y, desde luego, los dominantes no se dejan engañar y desempeñan su papel teatral, aceptando el conflicto y restableciendo el estatus a base de mordiscos. En las mímicas faciales, encontramos : ! retracción de los belfos y fruncimiento de la nariz, dejando mostrar los dientes, sobre todo los incisivos superiores ; el significado es “voy a agredir”, ! fauces abiertas, con fruncimiento de la nariz que deja enseñar los dientes (incisivos y caninos), la postura significa “voy a morder”. Secuencia La intimidación (amenaza) consiste en gruñidos, erizamiento del pelo (cuello), cuerpo rígido y mirada fija en los ojos. En el ataque se aplican diferentes grados de mordedura, desde asir con las fauces sin apretar, el pellizco breve, la mordedura controlada y sostenida o el cierre de los dientes en el aire (movimiento de intención), hasta la mordedura fuerte y con tracción. Esta última es necesaria para hacer caer al adversario. La agresión competitiva se detiene en el momento en que uno de los adversarios adopta una postura baja, emite un ritual de apaciguamiento o de sumisión, mientras que el vencedor adopta una postura alta. La postura más baja es la posición de sumisión, inmóvil, tumbado boca arriba o de lado, con las cuatro patas flexionadas en el aire y el cuello extendido. La inmovilidad es indispensable. Esta postura ritualizada debe detener la agresión del vencedor. El dominante posa una o las dos patas delanteras sobre la cruz

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de su adversario, lame la zona mordida, lame o mordisquea la parte superior de la cabeza o toma el hocico del adversario sumiso en sus fauces. Mise en gueule o mouthing El hocico del sumiso (izquierda) queda introducido en las fauces del dominante (derecha)

La agresión puede detenerse en la fase de intimidación. Es lo que sucede más frecuentemente. Si el ataque y la mordida son necesarios, el control de la mordida dependerá de la diferencia de estatus entre los dos individuos y de la impulsividad del perro mordedor. Cuanto más dominante es el mordedor y dominado el adversario, más controlada será la mordida ; es una simple reprimenda. Pero si los adversarios son de estatus igual o indeterminado, la mordida tendrá como objetivo hacer presa en la piel del adversario y empujarlo con un movimiento del cuerpo para hacerlo caer. El que cae pierde generalmente el combate. Por ello, la mordida consiste en hacer presa de forma fuerte y sostenida. El perro vencido, sometido, tiene derecho a no reconocer esta situación de pérdida de estatus y a alejarse gruñendo en lugar de tumbarse inmóvil. El perro perdedor perseguido

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por su adversario puede recurrir a una agresión de defensa. El perro sometido y mordido de nuevo por el dominante puede recurrir a una agresión por miedo, una agresión que será violenta. Tras el final del conflicto, el dominante se exhibe con una postura alta, orgullosa. Se muestra a todos los miembros del grupo. Puede montar al vencido, ponerle la pata en el hombro y lamerle las heridas de mordedura. El dominante es el que se acerca con una postura alta al dominado para decirle que el conflicto ha terminado. Consecuencias El éxito en un combate no significa la victoria de la guerra ni la obtención del título de dominante. El éxito significa solamente que el perro vencedor ha ganado temporalmente el acceso privilegiado al recurso. Hace falta más de un combate ganado y, sobre todo, la obtención y la defensa de privilegios, así como el reconocimiento de éstos por los demás para obtener el estatus de dominante. El éxito de una estrategia y de una técnica de combate asegura su repetición. Generalmente, el proceso de condicionamiento operante ejerce sus efectos reduciendo la fase de amenaza, intensificando la fase de ataque y reduciendo los rituales de apaciguamiento. En tanto que la agresión sea adaptada a las circunstancias, que no cause heridas invalidantes al adversario y se detenga al menor signo de sumisión del perdedor, ésta es aceptable. Cuando hay heridas invalidantes y pérdida de la inhibición de mordedura ante los signos de sumisión del adversario, nos encontramos frente a una hiperagresión secundaria (patológica). ¿Más ruido que daño ? Una agresión competitiva no debería degenerar nunca en heridas graves. Es una coreografía en la que los dos adversarios forman un dúo, y sus posturas son complementarias. Si sus estatus no están claramente defini-

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dos, cada uno de los perros puede intentar fanfarronear, hincharse y crecerse para parecer más imponente, jugar a atemorizar al otro ; cada uno de los adversarios puede creerse superior. Y el ataque permite decidir quién tenía razón y quién no. Sí, pero, ¿los adversarios son del mismo tamaño ? Si no lo son, entonces pueden producirse heridas serias. La creación de centenares de razas que varían entre 1 y 100 kilos hace que las probabilidades no sean iguales para todos. Todo iría bien si el perro tuviese una noción de su tamaño, una conciencia de sí mismo, que le permitiese calcular la masa y la potencia de su adversario, así como las suyas, para prever el resultado del combate. Pero parece que el perro no es capaz de ello. Es un fallo en sus capacidades cognitivas, en su inteligencia. El perro se fía más de las mímicas y las posturas de su adversario que de su tamaño. Y un perro pequeño e impulsivo no tiene inconveniente en atacar a un mastín. Un perro cuyo peso sea la mitad del de su adversario puede sufrir heridas graves. Cuando el peso equivale a la quinta parte del que tiene el adversario, puede producirse la muerte. Pero si los adversarios son de peso similar, no deberían producirse heridas graves. Si hay heridas, debe pensarse en una patología comportamental subyacente. Manejo Un perro dominante debería recurrir a la agresión sólo cuando no dispone de otra solución, por ejemplo, cuando : ! sus privilegios son sistemáticamente puestos en cuestión ! sus posturas dominantes son insuficientes para someter al adversario desafiante ! el perro está ansioso porque debe mantenerse continuamente vigilante para preservar su estatus

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Pero el problema es que no todos los perros son modelos de equilibrio emocional y psíquico. Debemos tener en cuenta ! al perro impulsivo y presto a atacar en cualquier circunstancia ; ! al perro desafiante, hiperactivo o delincuente, que no respeta el procedimiento ni las reglas ; ! al dominante ansioso o depresivo, que no regula totalmente sus comportamientos. Debido a esto, existen diferentes niveles de diagnóstico : al diagnóstico de la jerarquía se asocia el diagnostico de una hipotética patología comportamental o emocional de cada perro.

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La agresión competitiva entre perros y humanos

Un ejemplo Jim es un Labrador macho de 3 años. “Adquirimos un Labrador, nos explica esta señora, porque nos habían dicho que eran de muy buen carácter. Bien, entonces Jim es la excepción que confirma la regla. No es que no sea bueno ; es bueno cuando quiere. Es bueno cuando desea caricias, pero gruñe si queremos acariciarlo cuando está en su cesto. Nunca ha mordido. Per sí ha marcado. A veces, me coge el brazo con el hocico, me arrastra hasta la cocina y no me suelta hasta que le doy una galleta. No gruñe cuando come, salvo cuando tiene una de esas orejas de cerdo resecadas. En ese caso, se pone a comer en el pasillo entre la cocina y el comedor y no deja pasar a nadie. Es muy sencillo, ya no le damos orejas de cerdo ni huesos. Roba la ropa, bueno…, la ropa interior, la mía. Es molesto, porque corre al jardín, y cuando me estoy vistiendo por la mañana, no voy a salir corriendo detrás de él. Además, cuando queremos reñirle, retrae los labios. En un sentido, gracias a esto, he aprendido a ser más ordenada…” Análisis ¿El perro socializado e impregnado con los humanos se comporta ante ellos como lo haría en presencia de otros perros ? En aras de la simplicidad didáctica, responderíamos afirmativamente. Pero sabemos en nuestro interior que eso no es totalmente así. El perro sólo tiene a su disposición su

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bagaje comportamental, aumentado con los préstamos tomados del lenguaje humano y adaptaciones personales. Por otra parte, el hombre no es un perro. No responderá ni como un perro dominante, ni como uno desafiante, ni como un dominado. El hombre no tiene sus armas en la boca o, al menos éstas son mínimas. Puede poseer armas (palo, correa, látigo) que actúan a distancia. Generalmente, rehusa el combate cuerpo a cuerpo. Rara vez muerde al perro (lo que en parte es una pena, porque ello es muy útil antes de la edad de 3 meses, aunque puede ser peligroso más tarde). No respeta la inhibición de la agresión ligada a la sumisión del adversario y continúa maltratando al perro sumiso (que sigue gruñendo) hasta que se calle. El hombre es un ser frágil. Cuando se le muerde, sangra, y pierde todo el dominio de sí mismo. Abandona la lucha sin rituales de apaciguamiento o de sumisión. No se echa en el suelo, ni se inmoviliza. Y a pesar de que ha perdido, continúa amenazando. Contextos La competición se ejerce por : ! el acceso a un alimento, ! el dominio de un espacio, ! el control de un compañero social, ! el control de un compañero sexual potencial, ! el manejo de recién nacidos (en las perras), Igual que como ocurre en los perros, la agresión se lleva a cabo en dos situaciones : ! competición por un recurso insuficiente : agresión competitiva ; ! verificación del estatus jerárquico (en presencia de recursos suficientes) :

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Individuo (psychels) Las indicaciones y el cuadro de privilegios especificados para las competiciones entre perros son válidos también para las competiciones entre perros y humanos. Para más información sobre la jerarquía, puede consultarse Mon chien est-il dominant ? Postura y mímica Las posturas son compatibles con lo que se ha dicho anteriormente. Las posturas humanas son más complejas de analizar : ! postura afirmativa : erguido, mirada fija sobre el dorso del perro, cara lisa, músculos relajados, gestos tranquilos y controlados, paso seguro, emoción neutra ; ! postura agresiva : inclinado hacia adelante, mirada fija en los ojos del perro, ceño fruncido y dientes descubiertos o boca abierta, músculos tensos, gestos bruscos, marcha rígida, emoción de cólera ; ! postura sumisa : inclinado hacia atrás, mirada desviada, cara lisa con los ojos abiertos, cuello hundido entre los hombros, espalda arqueada, gestos suaves, marcha incierta, emoción de temor o de duda. El perro debe llegar a descodificar este lenguaje. Para él no es evidente. Secuencia La secuencia es comparables a la que se produce en agresiones entre perros. Cuando el perro vencedor posa una o las dos patas anteriores en la rodilla o el pecho de la persona, lame la zona mordida, lame o mordisquea el pelo o las orejas, la persona cree que el perro se arrepiente de sus culpas. Acaricia al perro y acepta así su sumisión personal, pero es una mala perdedora. Está en desafío permanente : reconoce privilegios

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a su perro y luego, de forma repetida, los pone en cuestión. Esto puede ser considerado por el perro como un acoso. Cuando el perro es vencido, tiene derecho a no apreciar esta situación de pérdida de estatus e inmovilizarse y gruñir. Si el propietario continúa regañándole, o tocándole, el vencido puede emitir una agresión por miedo, extremadamente violenta. El perro vencido puede también alejarse gruñendo en vez de tumbarse inmóvil. Perseguirlo puede entrañar por su parte una agresión de defensa. El control de la mordida en el perro puede ser insuficiente debido a la fragilidad de la piel humana, sobre la que deja marcas importantes o incluso desgarros. Un aprendizaje correcto permite al perro controlar cuando agarra con el hocico para marcar, sin dejar señales. Consecuencias Ante un humano que maneja mal la comunicación ritualizada de las competiciones jerárquicas, el condicionamiento operante actúa para reducir la amenaza, reforzar el ataque en frecuencia e intensidad y reducir los rituales de apaciguamiento. Se llega bastante fácilmente a la hiperagresión secundaria. ¿Más ruido que daño ? Una agresión competitiva no debería degenerar nunca en heridas serias. Entre dos perros, es una coreografía. Pero los humanos no pueden bailar como perros. Y la coreografía termina en heridas. El se humano no tiene la potencia atlética de un perro. A igual masa, los adversarios no tienen igual fuerza. Como hemos visto en el cálculo de peligrosidad, considero que un humano sólo puede luchar en igualdad de condiciones con un perro que no haga más que la cuarta o quinta parte de su masa. Desde este punto de vista, la moda de los perros gigantes es una locura. Afortunadamente, el hombre cuenta con el poder del pensamiento, el de la creencia, que le hace

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prejuzgar que él puede dominar a su perro, y se lo hace creer realmente a su perro. Manejo Los perros dominantes y los dominados pueden recurrir a la agresión competitiva por los recursos en cantidad limitada. Dar la comida o un hueso suculento a un perro y reprenderle antes de que se sacie puede ocasionar una agresión competitiva, incluso por parte de un perro dominado. En cambio, el perro dominante no debería recurrir a la agresión más que cuando no hay otra solución a su disposición, por ejemplo, cuando : ! las posturas y los comportamientos dominantes son insuficientes para obtener un recurso ; ! el perro está ansioso porque se ve obligado a estar continuamente vigilante para preservar su estatus o porque los propietarios emiten mensajes ambivalentes o contradictorios. Las situaciones plantean problemas graves cuando : ! durante el paseo, el perro impide a la gente acercarse a su dueña (y, recíprocamente, la perra a su dueño) ; ! la perra es dominante y rapta el bebé recién nacido de su dueña ; ! el perro, macho o hembra, impide las entradas, las salidas de la casa y los desplazamientos por la casa a sus propietarios ; ! el perro se alía (pareja) con uno de los propietarios en contra del otro ; ! el perro, aparte de sus comportamientos de agresión, marca con orina dentro de casa ; ! el perro provoca a sus propietarios con comportamientos de agresión ; ! el perro no inhibe sus agresiones jerárquicas en presencia de individuos impúberes (niños) o sumisos ; ! etc.

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Estos problemas deben resolverse mediante un análisis de los psychels del perro y un estudio del funcionamiento de la familia-manada. He dedicado un libro entero al manejo del perro dominante. El lector puede consultarlo si desea más información : Mon chien est-il dominant ? (Le Jour, éditeur).

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La agresión de posesión

Un ejemplo Hooligan es un teckel de pelo duro de 3 años. Le encanta robar los trapos de cocina y llevárselos a su cesto. Nadie puede reprenderle. Gruñe y retrae los belfos, y hay que dejarle tranquilo. También entra en el cuarto de baño y hurta la ropa del cesto de la ropa sucia. Resulta bastante incómodo cuando llena el jardín de ropa interior. Análisis La agresión de posesión se observa en perros que defienden un objeto o un sujeto del que se han apropiado. La escuela francesa de medicina comportamental clasifica este comportamiento dentro de la agresión jerárquica, mientras que la escuela norteamericana habla de agresión de posesión. Manifiestamente, en algunos perros, el deseo de posesión no se asocia a la búsqueda de un estatus dominante. Contextos El perro acarrea un objeto o un alimento, o se coloca delante de un objeto, un alimento, una persona, otro perro, un gato o cualquier otro animal, e impide el acceso al objeto o al individuo. A veces, el perro provoca la reacción de sus dueños yendo hacia ellos y enseñándoles el objeto. En ocasiones, sólo se muestra agresivo cuando los propietarios quieren recuperar el objeto. ¿Cuál es la motivación del perro ? Si el perro busca apropiarse de un objeto o asociarse a un congénere o a un humano, se habla de agresión

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competitiva o jerárquica. En el caso de la agresión de posesión, defiende un objeto que es suyo o del que se ha apropiado. Después de la observación de cientos de perros, propongo las hipótesis siguientes como origen de la agresión de posesión : ! verificación del estatus jerárquico por provocación de los dueños ; ! demanda de juego, como juego de persecución o tirar de una cuerda ; ! investigación de feromonas (en ropas o ropa interior), con lamido y mordisqueo de los tejidos ; ! compulsión, el perro busca sin cesar objetos para guardarlos o transportarlos ; ! compulsión, el perro acapara todos los juguetes y los amontona en su cesto o en un escondrijo ; ! defensa de un compañero social del que el perro se ha apropiado, contra el conjunto o contra los otros miembros de la familia ; ! defensa de un compañero sexual (en su imaginación) contra el conjunto ; ! defensa de un niño contra los padres, que no pueden acercarse ; ! defensa de un alimento, de un hueso o de regurgitaciones (propias o de otro perro) ; ! defensa de un objeto cualquiera durante un episodio “hiper” (patología unipolar, el perro alterna un humor normal con un humor hiperactivo-agresivo, calificado de maníaco o hipomaníaco en psiquiatría humana) ; ! oposición a la retirada del collar (que el propietario no puede entonces quitar). Existen probablemente muchas otras circunstancias que desencadenan o favorecen el mismo tipo de comportamiento.

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Individuo (psychels) El perro presenta generalmente una preferencia por un objeto o una tendencia compulsiva a buscar dicho objeto, a codiciarlo en cuanto lo ve y a guardarlo cuando se apodera de él. Postura y mímica En la agresión de posesión, el perro presenta bien una postura de provocación, que es equivalente a una agresión competitiva, o bien una agresión de defensa, que es comparable a una agresión por irritación. Según su estatus jerárquico, la posición será alta (dominante), baja (dominado) o ambivalente (desafiante). Las mímicas de amenaza son muy claras, y comparables a las de la agresión competitiva. Secuencia El comportamiento presenta las cuatro secuencias típicas, comparables a las de la agresión competitiva. Consecuencias Generalmente, el perro consigue llevarse el objeto o defenderlo, o defender el acceso al sujeto (humano o animal) del que se ha apropiado. Por lo tanto, obtiene una recompensa y su actividad de hurto o de defensa se intensifica con el éxito y con el tiempo. A la larga, el perro ataca directamente : se tratará entonces de una hiperagresión secundaria. Manejo La forma más sencilla de manejar el hurto de objetos es colocarlos en un lugar seguro, haciendo inaccesibles los objetos codiciados. Pero a veces el perro cambia de objetos. Llega un momento en que los propietarios no pueden esconderlo todo. Cuando el perro defiende a una persona, se propone a los dueños aliarse contra el perro, colocarse juntos, cogidos del

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brazo ante el perro, como si se tratase de un problema de jerarquía. Si el perro parece sufrir una compulsión comportamental o un problema de variación del humor, conviene tratarlo ante todo mediante medicaciones. En todos los casos, se analizará la jerarquía de la familiamanada y, si es necesario, se reestructurará.

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La agresión entre perros fuera del grupo

Un ejemplo Scott es un scottish macho de 4 años. Le encanta pasear. Y sobre todo le gusta abalanzarse hacia los otros perros machos. Los reconoce de lejos. Entonces adopta una postura alta, se pavonea, se hace el macho. Los dos perros se colocan cabeza contra trasero y se olisquean la parte posterior, luego las orejas, y gruñen un poco. Scott da la espalda a su congénere y levanta la pata contra un arbusto. El otro hace lo mismo por encima. Scott vuelve y comienza de nuevo. Generalmente, la cosa se termina aquí. A veces, Scott pone una pata en el cuello de su congénere y en ocasiones monta a perros más pequeños que él, aunque son difíciles de encontrar. Con las hembras, se estira y baja la cabeza, con la parte trasera elevada, proponiendo juego. A los cachorros los olisquea durante unos instantes y luego se aleja. Análisis ¿Por qué los perros tienen que hacerse el macho con sus congéneres, medirse con sus semejantes ? ¿Qué interés hay si estos individuos no viven en el mismo grupo social, no comparten los mismos recursos ni buscan privilegios jerárquicos ? Cuando dos humanos se encuentran en el bosque o en el monte y se saludan, no se preguntan si son presidentes de una empresa, mozo de cuadra o camionero. Se diría que los perros sí tienen necesidad de comunicarse su identidad y su papel social. Y como las posturas y las secuencias son

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comparables a las que vemos en un grupo social, estamos autorizados a pensar que los perros que se encuentran fuera de su casa buscan establecer una posición jerárquica, cada uno con respecto al otro. Es como si dos perros no pudieran coexistir en el mismo espacio sin delimitar sus papeles jerárquicos. Esto parece lógico cuando los perros están llamados a pasar un tiempo juntos, a jugar juntos, a compartir los recursos de espacio con otros. Pero, ¿cuál puede ser la finalidad de este comportamiento cuando el perro pasa de un congénere a otro, se identifica y, sin tardar, pasa al siguiente ? Esta agresión entre machos o entre hembras debe diferenciarse de las agresiones de distanciamiento y de las agresiones territoriales, que pueden expresarse ante otros perros. Contextos Las circunstancias que favorecen estas agresiones son los encuentros entre perros fuera del territorio de la familiamanada. Estas agresiones pueden ser : ! competitivas : cuando hay un motivo de competición, como un trozo de madera para jugar,… ! jerárquicas (o, mejor, jerarquizantes) : para situarse, identificarse, uno con respecto al otro. Individuo (psychels) Una de las motivaciones principales para la agresión entre perros del mismo sexo, particularmente entre machos, es la sexualidad. Parece aumentar por las hormonas sexuales. Es verdad que el perro domesticado, al contrario que sus parientes salvajes, ha perdido la ciclicidad de la sexualidad. Al estar bien nutrido y no tener que luchar por su supervivencia, puede expresar su sexualidad todo el año y, desde luego, más si hay perras en celo. Pero este tipo de conflicto se convierte rápidamente en un placer o en un hábito y pierde toda conexión con las hormonas sexuales.

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Postura y mímica Son comparables a las descritas en la agresión competitiva entre perros. Secuencia Son comparables a las descritas en la agresión competitiva entre perros. Consecuencias La agresión entre perros -entre machos o entre hembrassufre los efectos del condicionamiento operante, a saber, un aumento de la frecuencia y de la intensidad de los ataques, una reducción de la fase de amenaza y una reducción de los rituales de apaciguamiento que dan fin al conflicto. Además, hay una pérdida de control de la mordida y de la inhibición de morder al adversario cuando está en postura de sumisión. Por último, la agresión tiene tendencia a generalizarse a perros del otro sexo e incluso a perros juveniles o cachorros. Se trata entonces de hiperagresión secundaria. La intervención de los propietarios no carece de defectos. Todos los perros se pelean ; está en su naturaleza. Pero pocos propietarios aceptan que su perro se pelee. Impiden el conflicto, lo evitan, lo detienen, intervienen. El perro puede pensar que su dueño se alía con él y redobla su coraje. O bien, un conflicto que no termina con posturas ritualizadas de dominancia y de sumisión es un conflicto… ganado. Bajo la influencia de sus nuevas hormonas, mal reguladas, muchos cachorros adolescentes adoptan posturas asertivas ante otros perros, los amenazan, los atacan y acaban por dar con un perro más grande que ellos, que los volteará como a una tortilla. Es un episodio indispensable en el aprendizaje de la vida en sociedad de los perros. Pero es también un momento dramático para los dueños, que imaginan a su amigo perro dañado, herido o muerto por un enorme perro agresivo (a menudo negro, por otra parte, según su relato). Intervienen, con gran riesgo de sí mismos, y facilitan así el

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desarrollo agresivo de su propio perro. Defendido por un dueño y protector, el perro “piensa” que no corre ningún peligro en sus posteriores encuentros y no se inhibe de importunar y amenazar (impunemente desde entonces) a los otros perros. Los propietarios no tienen toda la responsabilidad de la evolución de una agresión intraespecífica normal hacia una hiperagresión secundaria. El perro puede hacer este aprendizaje espontáneamente y solo. Si un perro bien socializado con su especie sufre un ataque del que sale traumatizado (física o psicológicamente, o ambas cosas), puede sensibilizarse hacia el perro que le ha atacado y generaliza este aprendizaje a todos los perros que se le parecen y, progresivamente, a todos los perros. Puede desarrollar comportamientos anticipados como una agresión de distanciamiento, indicadores de su fobia social intraespecífica. La agresión de defensa, anticipada, es un síntoma de su trastorno comportamental. No hablaremos ya entonces de agresión (típica) entre perros, sino de agresión de defensa de tipo distanciamiento, irritación, miedo o incluso de hiperagresión secundaria limitada a los congéneres. Manejo Los conflictos entre perros, cualquiera que sea el lugar en el que se desarrollen, son de algún modo el pan nuestro de cada día del mundo canino. Morder y pelearse son parte de la vida de los perros. Es su manera de discutir. Como el perro tiene que ser educado, ser un buen ciudadano y respetar a sus vecinos, estas peleas se refrenan. El perro ya no tiene ese derecho. ¿A qué tiene ya derecho ? ¿A mirar a su amo beatíficamente ? ¿A concentrarse en su dueño, sin ver nada de sus semejantes ? Dejemos que los perros se socialicen, se peleen y resuelvan sus fanfarronadas por ellos mismos. Son como caballeros medievales que necesitan justas y torneos. La agresión entre perros es problemática cuando : 140

! !

los perros son de un peso muy distinto, cuando uno de los adversarios pesa más que el doble del otro ; la agresión ha perdido sus reglas de conducta y evoluciona hacia la hiperagresión.

Véase a este respecto el manejo de la hiperagresión.

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La predación

Un ejemplo “Mi border collie ha matado tres de mis gatos. Tengo nueve gatos en casa. Cuando llegó, el perro ya era adulto. Al principio, todo fue bien con los gatos de la casa. Después, seis semanas más tarde, encontré un gato muerto. El perro tenía sangre en el hocico. No pasó nada más durante un mes y entonces, encontré otro gato muerto cerca de la gatera. El tercero lo encontré en la gatera. Los persigue cuando está en el jardín, pero los gatos pueden huir. En la casa, no toca a los gatos. Se queda echado, como inmóvil, y les sigue con la mirada sin cesar. Al principio, los husmeaba, los seguía, pero intervinimos, nos enfadamos y el dejó de hacerlo…” Análisis El perro es un predador ; puede cazar… todo lo que se come. Si no tiene hambre, puede cazar lo que se mueve y no se identifica como una especie amiga. Una presa es el individuo -en movimiento- con el que el perro no se ha impregnado ni socializado adecuadamente. Este aspecto es muy importante, porque permite realizar una prevención mediante la socialización del cachorro antes de la edad de tres meses con una serie de tipos de individuos, tales como niños de diferentes edades, gatos, aves de corral, etc. Contextos Los contextos que desencadenan la secuencia de los comportamientos de caza -desde el acecho hasta el ataqueson extremadamente variables y a veces poco previsibles. El

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desencadenante externo es un individuo en movimiento. Si no está en movimiento, el perro tendrá tendencia a pellizcarlo, mordisquearlo, para hacer que se mueva. Cuando se mueve, el perro puede perseguirlo y mordisquearlo de nuevo. Cuando se mueve de forma errática, no coordinada, se convierte en una verdadera presa. Puede haber una especialización en un tipo de presa que al perro le gusta cazar. Por ejemplo, algunos perros sólo cazan gatos y otros, aves de corral. Individuo (psychels) La genética interviene sin duda. Si el cachorro pertenece a una línea de caza, tendrá más probabilidades (riesgo) de cazar. Esta motivación interna y la socialización se oponen en un juego en el que el vencedor no puede conocerse de antemano. Un braco de línea de caza puede haberse socializado con gatos por cohabitación desde la edad de 7 semanas, ¿le impedirá esto obsesionarse con un gato hasta el punto de pasar horas acechando sus desplazamientos por la casa o perseguirlo aullando en el jardín ? La genética interviene en otro aspecto. Algunos perros grandes cazan perros pequeños, los atrapan por la piel del cuello y los sacuden como harían si se tratase de un gato o una rata. En el caso de estos perros, podemos preguntarnos si la impregnación con el perro -con la especie- se ha producido correctamente y si el perro reconoce bien a todos los perros como sus semejantes. Me parece que en algunos casos, no reconocen a los perros pequeños como perros sino como presas. Esto es lo que denota el comportamiento de agresión con sacudidas. El hambre tiene también un papel activador. Pero este papel está minimizado en nuestras sociedades evolucionadas, en las que casi todos los perros pueden comer hasta saciarse. Incluso el llenado del estómago sólo reduce parcialmente la reactividad a los desencadenantes de la caza. Por otra parte, no debemos olvidar que el perro caza para cazar y no para

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comer. El movimiento de la presa es un desencadenante suficiente para cazar. El efecto del grupo es importante. Si uno de los perros sigue a una presa, los otros perros van a imitarle y, con la ayuda del contagio emocional, van a entrar en competición y a intentar compartir la presa (viva). Postura y mímica No hay postura ni mímica de agresión. La cara está lisa, el perro está inmerso en la emoción de la caza, que no tiene nada que ver con otras formas de agresión. Secuencia Existen dos secuencias características, dependiendo del tamaño de la presa. Las presas de pequeño tamaño son atacadas mediante saltos, con las patas juntas ; la cola está erguida, vertical, las orejas erguidas y el pelo del dorso erizado. Son necesarios varios saltos para inmovilizar -noquear- a la presa. Ésta es tomada entre los dientes y sacudida hasta la rotura de la columna vertebral. Las presas de gran tamaño se cazan en grupo. Se trata de una empresa altamente organizada entre los miembros de la manada. Un perro aislado puede aventurarse a atacar a una presa grande, pero sus posibilidades de éxito son limitadas. Cuando un grupo de perros ataca a una presa, hay una competición entre los perros y un mayor estímulo. El ataque es siempre más violento. Los perros dan muerte a la presa, se llama encarnar, todos están atacando y arrancando trozos de carne al mismo tiempo. Cuando la presa es de pequeño tamaño, es literalmente descuartizada viva. En los ataques -predaciones- a humanos, se observan diferentes mordeduras : mordeduras en las piernas, con intentos de rotura de tendones para impedir la huida ; mordeduras en el cuello, sin duda para desgarrar los grandes vasos y debilitar a la presa ; mordeduras en la nuca y

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arrancamiento de colgajos de cuero cabelludo (en la presa viva). Consecuencias Cuanto más fructuosa es la caza, más recompensa obtiene el perro. Las consecuencias para el perro son por lo tanto las de un refuerzo positivo. Las consecuencias pueden ser fatales para la presa. La peligrosidad es máxima. Manejo Es muy difícil reducir los comportamientos de caza. Es fácil favorecerlos, enseñar al perro a cazar mejor. Impedirle cazar es complejo. Y, sin embargo, es una petición frecuente por parte de los propietarios de perros que cazan aves de corral, gatos, perros pequeños o… humanos. Todos los años se produce un número de accidentes en los que un perro (o un grupo de perros) ha infligido heridas graves o incluso mortales a personas, generalmente niños o ancianos. En el caso de los niños, se reconocen dos tipos de secuencias : 1. el perro intenta saltar con las patas juntas sobre el niño, el cochecito…, o mordisquearle las manos o los brazos, que se agitan sin protección y al alcance del hocico, como lo haría una presa de pequeño tamaño, cuya nuca el perro atraparía entre sus fauces para sacudirla y romperle las vértebras ; 2. en grupo, los perros pueden también atacar a humanos cuyos gestos son bruscos o debilitados -y los niños son presas fáciles para las manadas de perros vagabundos. Como no disponemos de ningún tratamiento para esta forma de agresión, es necesario, cuando se diagnostica, obligar a la separación total del niño y el perro.

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Una de las únicas maneras de reducir los comportamientos de caza consiste en provocar una confrontación verdaderamente traumatizante para el perro en presencia de la presa. Decir “no”, golpear, sacudir a un perro por la piel del cuello… carece realmente de efecto a largo plazo. Una experiencia traumatizante sería, por ejemplo, un castigo brutal e intenso desde la primera tentativa de caza y en cada tentativa posterior. Sin embargo, el perro no debe asociar la experiencia traumatizante con su educador, sino más bien con la presa.

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La agresión de persecución

Un ejemplo Julie es una bóxer a la que le encanta correr por el bosque y a campo a través. Pero tiene la mala costumbre de perseguir a las personas que hacen jogging y a las bicis, que parecen mostrar el mismo entusiasmo por explorar la naturaleza. Un día, Julie mordió en el pantalón a un hombre que practicaba jogging y se lo desgarró. El hombre insultó a su propietaria. Desde entonces, Julie ha paseado siempre con correa y su libertad se ha visto limitada. Análisis Al parecer, la agresión de persecución no es más que una agresión de caza sin muerte de la presa. El perro corre tras un objeto o una persona en movimiento e intenta morderlo. La diferencia deriva de la socialización : el perro está socializado con el objeto -el sujeto- al que persigue, mientras que éste no es el caso en la predación. Contextos Los contextos que desencadenan la secuencia de comportamiento de persecución son extremadamente variados, pero en general previsibles : el perro se especializa en perseguir estímulos específicos tales como personas que corren, bicis, etc. El desencadenante externo es cualquier cosa en movimiento ; esa cosa puede ser una persona : jogger, ciclista, monopatín, patinador, patinete, moto, coche, segadora de césped, etc.

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Un caso particular el la agresión de persecución del perro pastor o perro boyero. El trabajo de agrupar al ganado deriva del comportamiento de caza. Se pueden observar posturas bajas típicas, el cuerpo alargado paralelo al suelo, y progresando lentamente hacia la víctima, seguido de una carrera rápida y un mordisco controlado en las partes distales de las extremidades posteriores. El can -debería pero no llega siempre- a controlar sus mordisqueos a las patas de las vacas, ovejas o… a los humanos. Puede, por lo tanto morder a personas que corren, ya sean propietarios u otras personas que encuentra en el paseo. Generalmente, se acerca a morder por detrás, es decir, dará una vuelta para atacar a la víctima por la espalda, mordiéndole en las piernas. Individuo (psychels) ¿Interviene la genética ? Hoy por hoy, no es posible responder a esta pregunta. Parece incluso que existen familias de perros perseguidores. ¿Se trata de un aprendizaje por imitación o es que la motivación está asociada a un comportamiento de caza ? Ambas respuestas son posibles. El habituamiento a los diferentes estímulos móviles (bicis, patines, etc.) a una edad temprana (periodo de socialización) reduce este comportamiento de persecución. Si el propietario (u otro ser de apego) practica el jogging o monta en bici, el comportamiento de persecución generalmente se reduce pero no siempre. Postura y mímica No hay postura ni mímica de agresión. La cara está relajada, el perro se divierte, lo que no tienen nada que ver con otras formas de agresión. El comportamiento puede evolucionar hacia posturas altas, que indican que el perro está seguro de sí mismo, convencido de poder hacer huir a su víctima.

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Secuencia La secuencia es comparable a la caza de una presa de gran tamaño : acecho, persecución y finalmente, si es posible, mordedura en las piernas. Las persecuciones en grupo son siempre más violentas, debido a la competición entre individuos. Consecuencias Las consecuencias son de tipo refuerzo positivo para el perro. El comportamiento rara vez es castigado por la víctima, que tendría que detenerse y castigar físicamente al animal. Las víctimas parecen sentir demasiado respeto hacia los perros que les atacan y no los castigan, pero, en cambio, se enfrentan más fácilmente con los dueños. A veces, cuando el perro ataca los neumáticos de un coche, las consecuencias pueden ser dramáticas. Aparte del riesgo de atropello, he conocido casos de perros cuyos dientes se han incrustado en la goma de los neumáticos y que han sido arrastrados por el asfalto, con fracturas múltiples e irreparables de las mandíbulas. Manejo Como he comentado anteriormente, una de las formas de reducir los comportamientos de caza consiste en provocar una experiencia realmente traumática para el perro en presencia de su víctima tipo. Decir “no”, pegar, sacudir al perro por la piel del cuello… carecen absolutamente de efecto a largo plazo. Una forma más elegante de reducir los comportamientos de persecución es el contracondicionamiento, es decir, enseñar al perro un comportamiento alternativo, otra opción comportamental. Cuando el perro está a distancia, sin correa, se debe poder interrumpir la persecución. Para ello, se puede recurrir a artilugios tales como un collar pulverizador de aire comprimido, accionado mediante un mando a distancia. El perro se sorprende y se

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detiene durante un instante : es el momento de llamarle y de recompensarle de forma entusiasta. Ésta es la estrategia que se propuso para Julie, la bóxer de este ejemplo. Después del contracondicionamiento, realizado con constancia por su dueña, Julie volvió a ser libre. Ahora, cuando ve a una persona corriendo o montando en bici, busca a su dueña, corre hasta ella y se sienta.

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La hiperagresión

Un ejemplo “Mi perra pastora belga siempre ha sido nerviosa y un poco agresiva. Pero hasta ahora se podían prever sus agresiones. Gruñía, erizaba el pelo y retraía los belfos. Entonces, evitábamos tocarla. Pero desde hace poco, podría decirse que pasa directamente al ataque. Ya no marca ; ahora muerde. Mire mis manos, las heridas son de hace una semana ¿ve qué agujeros ? Estoy empezando a tenerle miedo ¡ Imagine que muerde a un niño ! Y mi hija va a tener un niño dentro de unas semanas… Cuando vuelva a trabajar, nosotros cuidaremos al bebé. Pero quiero a mi perra. ¿Que puedo hacer ?” Análisis A lo largo del análisis de los diferentes tipos de agresión, he señalado que éstas pueden evolucionar hacia una hiperagresión secundaria. Existe otra forma de hiperagresión denominada primaria. Ésta presenta de forma inmediata, sin evolución, signos graves de ataque, mordedura incontrolada y aberraciones en la secuencia. Existe también una tercera forma de hiperagresión, que es la que ha sido enseñada al perro por su adiestrador ; esta forma de agresión por mandato será tratada en un capítulo posterior. Contextos Son posibles todos los contextos.

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Individuo (psychels) La hiperagresión primaria traduce una grave perturbación en el funcionamiento del individuo. Hay que pensar en enfermedades orgánicas (tumores cerebrales, trastornos endocrinos) o en patologías del comportamiento como una personalidad explosiva, un estado disociativo (tipo de esquizofrenia), etc. La hiperagresión secundaria indica una pérdida de las capacidades de adaptación, una regresión del nivel de inteligencia al estado de reflejo comportamental. Esto no significa que estos perros sean menos inteligentes en general, sino que, en el contexto preciso de la agresión, regresan marcadamente hasta el punto de reaccionar de forma impulsiva, sin reflexionar y sin adaptar su comportamiento a la realidad de la situación. La pérdida de las capacidades de adaptación de este comportamiento implican una condición patológica. Postura y mímica En la hiperagresión primaria, no existe una postura característica. En la hiperagresión secundaria, las posturas son altas. A fuerza de ganar conflictos -o de no perderlos-, el perro aumenta su confianza y la postura se hace alta. Secuencia La hiperagresión primaria y la hiperagresión secundaria presentan una secuencia aberrante (sin lógica) y no funcional. No existe fase de inicio propiamente dicha. Existen varios casos posibles : ! el perro ataca sin intimidación, el ataque es directo e imprevisible ; ! la intimidación es simultánea al ataque ; ! la intimidación es posterior al ataque. La fase de ataque es directa, violenta y sin control del mordisco. Esta fase puede repetirse varias veces antes de que el perro se calme, de que su nivel de excitación se reduzca.

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Tampoco hay fase de parada característica ; el perro continua mordiendo repetidamente hasta que el adversario se aleja. No hay parada ! en caso de sumisión del adversario ; ! en caso de competición con un individuo del otro sexo ; ! en caso de conflicto con un cachorro o con un perro impúber. Mientras que un perro normal se detendría en estas circunstancias. Cuando el perro detiene el ataque, no existe ritual de apaciguamiento ni ritual de dominancia por su parte. No existe periodo refractario. El perro puede volver a atacar en cualquier momento. El ataque no lo apacigua, no reduce su motivación para atacar de nuevo. Consecuencias La hiperagresión no responde a la recompensa ni al castigo, se vuelve automática. Se desencadena igual que si se apretase un botón. El problema es que es imposible de detener. Puesto que no responde al castigo, no se puede reducir. Sin embargo, la hiperagresión puede atenuarse mediante un tratamiento con medicamentos. Manejo Antes de todo, debe efectuarse un cálculo de la peligrosidad y una estimación de las capacidades del sistema familiar en el que vive el perro para tratar a este animal. No debe dudarse en aplicar la eutanasia si es necesario. Si no se elige esta solución, a menudo es necesario recurrir a un tratamiento médico o a desarmar al animal. Esto consiste en limar los colmillos. En el ejemplo propuesto, al principio del capítulo, recomendaría inmediatamente una medicación y una terapia ; si no es suficiente, recurriría al desarme. Por último, ante la llegada del niño, si el perro continúa siendo inestable

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e imprevisible, mantendría separados al perro y al niño. Si el animal representa un riesgo para los propietarios y los tratamientos no reducen dicho riesgo, recomendaría la eutanasia del perro.

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La agresión por mandato

Un ejemplo Cierto día, me invitaron a un debate televisado en calidad de especialista en comportamiento canino. Entre los invitados había también un guarda jurado, propietario de un perro adiestrado por un profesional. Nos enseñaron un vídeo de las proezas del animal. El perro era puesto en una situación de juego de rol : un delincuente atacaba a una joven a la salida de unos almacenes. El guardia ordenaba a su perro que atacase y éste lo hacía sin tardar, mientras movía la cola. El malhechor tenía un arma en la mano derecha. El perro atacó a la mano izquierda. Pero el malhechor conocía su papel y levantó las dos manos en alto, vencido por el perro. El guarda llamó entonces al perro, que continuaba mordiendo. Hicieron falta tres órdenes para que el perro dejase de morder. Durante el debate televisado, no hice, por cortesía, ningún comentario. Conozco perros profesionales que hacen un excelente trabajo. También conozco a otros muchos que no han adquirido los elementos de sociabilidad, de control y de discriminación indispensables para realizar su trabajo y que utilizan en su provecho lo que han aprendido en su adiestramiento. Muerden, y muerden fuerte, ante el menor conflicto. Análisis No estoy a favor del aprendizaje de mordida para perros aficionados. En mi opinión, es un trabajo que se debería

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reservar a los profesionales. Dicho esto, explicaré el motivo en el análisis de este comportamiento de agresión. Contextos El perro debería atacar por mandato. Se constata, sin embargo, que el perro ataca sin mandato, en circunstancias de la vida cotidiana. El perro debería diferenciar amigo y enemigo. Para ello, el perro debería estar hipersocializado para que quiera a todo el mundo sin desconfiar, y debería después sufrir un condicionamiento distintivo hacia gestos característicos de individuos específicos. Este tipo de aprendizaje es excepcionalmente raro y he observado que el perro está generalmente mal socializado. Sus capacidades de discriminación (y su inteligencia) son deficientes. Así, aunque sean claros en el campo de entrenamiento, los desencadenantes de la agresión pueden ser mucho menos precisos en la vida cotidiana. Individuo (psychels) El perro profesional debe ante todo ser un perro equilibrado, sano de cuerpo y espíritu, altamente inteligente, estable en sus humores y sus emociones, capaces de reflexión pero también de rapidez de acción. Se constata que la mayoría de los perros profesionales adiestrados para morder son inestables e impulsivos y que la mordida se les inculca por condicionamiento, lo que mecaniza la agresión y la hace evolucionar hacia una hiperagresión secundaria, una patología del comportamiento como ya sabemos. Postura y mímica Las posturas son posturas altas. En ocasiones, se observan posturas de juego, ya que el perro experimenta un gran placer lúdico cuando muerde.

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Secuencia El perro debe responder a las órdenes de su entrenador. Como la agresión adquirida -por mandato- no responde a una necesidad biológica y es aprendida por condicionamiento operante, la secuencia es la de una hiperagresión : no hay fase de amenaza, ni parada espontánea, ni fase refractaria ; el ataque es directo, ante el mandato, con una mordida fuerte en una parte corporal específica, según la orden. En el caso de aprendizaje de mordida a la orden, se facilita la intensidad de la mordida desde una edad muy temprana, todo lo contrario que la educación de los progenitores y la de los propietarios que tiende a aumentar el control de la mordida. Cuando este perro tenga que morder, por ejemplo para defenderse, la mordida puede ser fuerte y, sobre todo, no adaptada a las circunstancias. Consecuencias Con un perro equilibrado, que haya aprendido su oficio con verdaderos profesionales (o aficionados competentes), el ataque por mandato es un auténtico medio de defensa para la sociedad. Con un perro de equilibrio precario, mal socializado, que haya aprendido a morder mediante un empirismo educativo chapucero, se ha fabricado una máquina peligrosa. Manejo Puesto que he tenido que ocuparme a menudo de trastornos de comportamiento consecutivos al adiestramiento para morder por mandato, no recomiendo este tipo de adiestramiento para los perros de familia. En cuanto a perros de deporte o profesionales que utilizan en su provecho los “beneficios” de su aprendizaje, trato sus problemas como hiperagresiones secundarias, lo que en realidad son.

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Genética de la agresión

La genética interviene de forma muy importante en el desarrollo de comportamientos agresivos, por intermedio de la excitabilidad, la impulsividad, la reactividad, el control de la mordida, así como de la visión del mundo que tiene el perro. Por ejemplo, muchos perros viven una socialización correcta y cambian completamente entre la adolescencia y la edad adulta para parecerse más a uno u otro de sus progenitores. Expresan muy a menudo la agresión de distanciamiento y la agresión territorial, que son dos tipos de agresividad con la misma predisposición. También es el caso de los comportamientos de caza. Los genetistas nos dicen que podrían, en algunos años (disponiendo del presupuesto suficiente), descodificar los genes responsables de las predisposiciones agresivas. Se trata de la cinología del futuro, que permitirá seleccionar a los progenitores basándose en pruebas genéticas fáciles de realizar. Dicho esto, debo precisar que no hay un gen de la agresión, ni siquiera un gen para cada tipo de agresión. Por el contrario, existen numerosos genes, sin duda cientos de ellos, que intervienen sobre las motivaciones de los comportamientos agresivos. ¿Predisposición racial ? Es evidente función de su mayor número el momento,

que ciertas razas están predispuestas, en historia y de su utilización, a presentar un de individuos agresivos. Sin embargo, hasta ningún ensayo científico ha podido

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demostrarlo. Para ello, habría que elegir al azar, dentro de cada raza, una muestra representativa de unos cien individuos, que se someterían a una prueba de agresividad validada científicamente. Este procedimiento tendría que repetirse país por país, porque las razas son diferentes de un país a otro. El procedimiento debería repetirse cada cinco años, puesto que la raza tiende a modificarse según la moda del momento. Los estándares raciales especifican el comportamiento ideal del perro de raza, pero esto rara vez se respeta, en aras del estándar físico. Y, por el momento, no ha podido establecerse ninguna correlación entre el tipo físico (el fenotipo) y el comportamiento. Actualmente, cualquier consideración antirracial es arbitraria y tiene resonancias racistas. Selección de los progenitores ¿Qué influencia relativa tienen la genética y el ambiente en el desarrollo de los comportamientos agresivos ? Nadie tiene la repuesta. Pero puede adelantarse una cifra de entre el 30 y más del 50 % como media. Esta cifra indica la heredabilidad de los comportamientos, es decir, la parte de la genética en la expresión de un comportamiento en una población. La cifra es más que suficiente para realizar una selección del carácter no agresivo y no impulsivo (y no ansioso) del perro de familia. Los perros de utilidad profesional deberían proceder de criaderos especializados en los que se busque un equilibrio armonioso entre las capacidades de socialización y las habilidades combativas, para obtener buenos soldados capaces de dominar sus armas. El menor reparo en la selección de los progenitores conlleva descendientes que no están compensados por una selección natural implacable (que excluye del grupo a los perros que no pueden comunicar ni manejar su agresividad). Se llega a desarrollar individuos patológicos. Del mismo modo, pueden seleccionarse familias o líneas hiperagresivas ; esto ya se ha hecho para crear perros de 162

pelea. Al cabo de algunas generaciones de consanguinidad, dentro de estas líneas, se desarrollan “clones” que tienen todos más o menos el mismo comportamiento patológico. La selección de un cachorro debería basarse, en parte, en el análisis del comportamiento de sus padres. Si uno u otro (o ambos) es agresivo, he constatado clínicamente que existe un riesgo del 25 al 50 % de que el cachorro se convierta en un adulto agresivo. Genética y tratamiento El hecho de que un comportamiento posea un determinismo genético no significa que no se pueda modificar. Es particularmente el caso de los tratamientos farmacológicos. Sin embargo, cuanto más anclado está el problema en la genética y en la estructura del ordenador cerebral, más prolongado será el tratamiento.

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Agresión y desarrollo

¿Posee el entorno donde crece el cachorro alguna influencia sobre el desarrollo de comportamientos de agresión ? La cuestión es interesante ya que si la respuesta es afirmativa, se pueden elaborar técnicas de prevención. Dado que el periodo de ontogénesis es fundamental, para la identificación con la especie (impregnación), para la adquisición de los rituales de comunicación intraespecífica y del control sobre sí mismo, para la determinación de las especies amigas (socialización) y establecimiento de los referenciales de homeostasis (habituación), y debido a que estos diferentes factores influyen en las emociones y las cogniciones, entonces se producirá una repercusión necesaria sobre los comportamientos de agresión. Identificación con la especie El cachorro, que nace sin saber a que especie pertenece, tiene la oportunidad de aprender que es un perro entre el nacimiento y las 14 semanas. Mediante el contacto con otros perros, se impregna e identifica con su especie canina. Este aprendizaje tiende a ser muy individual y específico, es decir, que el contacto con cualquier tipo de perro o raza, le permite adquirir la noción simbólica de la especie “perro” y así prevenir los comportamientos de predación dentro de la misma especie. Este aprendizaje no es ni mucho menos perfecto, ya que se pueden constatar comportamientos de predación de perros de gran talla sobre perros de raza pequeña. Por lo tanto, se puede formular la hipótesis de que

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hay factores genéticos subyacentes la cual, sin embargo, estará por verificar. En todo caso, el perfeccionamiento de la identificación con la especie, no se obtiene dentro de este aprendizaje pudiendo ser mejorado mediante la impregnación del cachorro a diferentes morfologías caninas, ya sea en el seno del crecimiento mismo, o bien muy rápidamente en el transcurso de las clases de cachorros. Otro aprendizaje fundamental que permite orientar los Decúbito dorsal del cachorro cuando es estimulado en su región perineal para la eliminación refleja.

comportamientos sociales, lúdicos y sexuales adultos, en el cual el cachorro debe asimilar la manera de comunicar claramente con sus semejantes, es la adquisición de los rituales sobre los cuales (no voy a repasar en detalle). Un punto esencial para reducir la agresión en el seno del grupo social dentro de una especie predadora (que posee todas las armas para matar sus semejantes), es la adquisición de la inhibición de la agresión, es decir el control de sí mismo y de los comportamientos de normalización de la agresión hacia terceros, es decir : los comportamientos de

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apaciguamiento y de sumisión. Aunque todos los perros del mundo, a priori, hablen el mismo lenguaje corporal, no por ello ese idioma tiene que ser innato. La primera interacción donde se observa una posición de decúbito supino es la posición de eliminación del recién nacido, cuando es estimulado en la zona perineal por el lamido de la madre. Esta posición es utilizada dentro del ritual de sumisión. Cuando observamos a las madres con sus cachorros, o a los perros adultos durante las clases de cachorros, es fácil darse rápidamente cuenta que existen interacciones educativas en las cuales el adulto controla las actividades del cachorro, quien aprende a parar al adulto gracias a la suspensión de su movimiento o tumbándose, estirándose y revolviéndose. Interacción educativa de la madre con uno de sus cachorros

La ausencia de estas interacciones educativas facilita las patologías de ausencia de control tales como la hiperactividad, así como patologías de la comunicación, como la disocialización.

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Determinación de especies amigas (socialización) Contrariamente a la impregnación intraespecífica, que es especie-específica (específica de la especie), la impregnación o socialización intraespecífica es infraepecífica, a saber, no se generaliza a una especie amiga. Incluso con el ser humano, con el cual el perro parece poder establecer una doble impregnación, no se produce una generalización a toda la humanidad como especie a partir de la socialización con algunos tipos humanos. Es como si cada tipo humano perteneciera a una especie diferente : blanco, negro, asiático, viejo, joven, hombre mujer, bípedo, bebé yendo a gatas, etc. Esto es lo que se deduce a partir de la observación de comportamientos de predación de perros sobre ciertos tipos humanos, cuando, en cambio, resultan socializados con referencia a otros tipos de humanos. Si en este libro se ha formulado la hipótesis de que el perro se comporta hacia los humanos como con sus congéneres, encontraremos ahora una nueva excepción a esa proposición : el perro se puede comportar como un predador con ciertos humanos aunque haya habido una socialización parcial hacia ellos. Parece pues que, cuanto más interacciones haya tenido el cachorro con diferentes tipos humanos, más competente se vuelve a la hora de reconocer a la especie humana en su totalidad. Esta adquisición simbólica necesita, ella también, competencias cognitivas que se hallan, parcialmente, bajo la influencia genética. Entonces, será conveniente para la especie humana, eliminar del “pool” reproductor a aquellos perros que resultan actuar como predadores de humanos. En cambio, sería interesante seleccionar a aquellos perros que generalizan fácilmente la socialización con el ser humano a partir de experiencias limitadas en edad joven. Si insisto en la especie humana, es por motivos de seguridad pública. El mismo razonamiento puede aplicarse a

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la socialización de otras especies domésticas, como los gatos. Ellos pagan un alto tributo causa de los comportamientos predadores de los canes. Lo mismo dígase de los conejos, las aves de corral, etc. Ante individuos hacia los cuales el perro no está socializado, se pueden observar una serie de comportamientos de agresión : ! Predación : en presencia de una presa de pequeña talla o, en grupo, en presencia de una presa de gran talla, pudiendo ésta ser un gato, una gallina, o un niño o un anciano, etc. ! Agresión de persecución : persecución de objetos o sujetos en movimiento. ! Agresión anti-predación : frente a un adversario de gran talla o (cognitivamente) juzgado como peligroso, el perro puede realizar los comportamientos de agresión de distanciamiento, por irritación, por miedo, etc., tanto más violentos cuanto más peligroso es juzgado el adversario. Establecimiento de los referenciales de homeostasis El referencial de homeostasis es la apostilla, el umbral de estimulación (tasa de decibelios, nivel de movimiento, etc.) que el perro ha establecido como límite (inferior o superior) tolerable para mantener su equilibrio emocional, su homeostasis. Si el perro vive su crecimiento en un medio pobre en estímulos sensoriales, los umbrales de referencia que podrá establecer serán bajos. El problema aparece cuando el perro es insertado, ya con una edad superior, en un medio más estimulante, más rico. En este momento de su vida, los referenciales no corresponderán con la realidad de su medio actual. Desde que el nivel de estimulación medioambiental sobrepasa (en cantidad o calidad) lo que el perro se espera – que está fijado por sus referenciales- el animal está siendo sobre-estimulado, y por lo tanto, estresado. Lo que deno-

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mino estrés es una reacción del organismo, una tentativa de adaptación en presencia de un sufrimiento cognitivo y emocional. Ello acarrea modificaciones a corto y a largo plazo dentro de la neuroquímica, a saber dentro de todos los psychels. Un perro en estado de estrés produce emociones (temor, miedo, ansiedad, irritabilidad, etc.) que facilitan las reacciones comportamentales de autodefensa y por lo tanto, por qué no, los comportamientos de agresión. La pubertad La pubertad es un periodo de revuelo hormonal, de metamorfosis corporal y comportamental, de cambios de humor y de inducción de nuevas comunicaciones. Es un periodo sensible. El perro adquiere un rol dentro del grupo social y tiende a distanciarse de los extraños. Esto resulta en : ! Dentro del grupo : un desapego a la madre, un apego al grupo, una jerarquización obligatoria y unos conflictos. ! Fuera del grupo : una defensa del grupo y de su territorio. La pubertad es, pues, un nuevo periodo sensible en : ! Desapego ! Jerarquización ! Desocialización ! Territorialización Como ya se ha visto en el capítulo sobre la agresión de distanciamiento, la visión del mundo de un perro se puede modificar de manera considerable. Mi impresión es que algunos genes se expresan de forma tardía, entre la pubertad y la edad adulta. Cuando, la personalidad del perro va cambiando, se contemplan aumentos de agresiones ofensivas hacia individuos, perros o humanos, que no pertenecen al grupo social, protagonizadas por perros anteriormente no agresivos en el seno de dichos contextos. 170

Efectos dentro del grupo Es muy probable –dejémoslo como una hipótesis- que la producción hormonal y de feromonas sea parcialmente responsable de los cambios del humor en el perro macho adolescente, del aumento de las agresiones competitivas, de los acosos agresivos hacia otros miembros del grupo, a pesar de cosechar repetidas derrotas. Los perros adultos que se confrontan con los adolescentes, son igualmente menos tolerantes ; las patas en la cruz, las montas, etc., son tomadas ya muy seriamente y castigadas severamente. El proceso dura desde varias semanas a varios meses y mengua generalmente por acumulación de derrotas del adolescente. ¿Percibe el perro adolescente una castración psíquica ? Esto no es cierto, pero aún así, sus comportamientos se regulan y todo el sistema social se apacigua. Por lo contrario, si el perro adolescente gana sus conflictos, la normalización del individuo y del sistema no aparecen. Sea como sea, el proceso se reanuda o recrudece en la edad adulta. Todas estas peripecias hacen partida del proceso de jerarquización, es decir de la adopción de un rol social jerarquizado. Para más información os remito a mi libro Mon chien est-il dominant ? Efectos fuera del grupo El apego al grupo, la participación a las actividades comunes y la adopción de un rol social dentro de la jerarquía, conllevan un distanciamiento cara al exterior. Ahora el perro adolescente inicia a diferenciar entre los miembros del grupo y los otros. Los miembros del grupo son los individuos con los cuales se comunica claramente mediante rituales personales. Para los otros habrá otros rituales. La comunicación con ellos es ambigua. La fiereza es rigurosa. En el periodo puberal, el cachorro se integra dentro de su grupo, participa en las actividades sociales y desconfía de los extraños. Cada uno de estos elementos interviene en el desarrollo de la defensa del grupo y del territorio. Los

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ladridos en presencia de un intruso aparecen espontáneamente o por imitación de adultos. La secuencia de la agresión territorial se activa. Por otra parte, el periodo puberal es un periodo sensible, de hecho es un periodo de sensibilización, de impregnación negativa y de reserva frente a lo desconocido. Las experiencias negativas o traumáticas se imprimen fácilmente. Algunos perros se vuelven desafiantes frente a situaciones o a personas que no encuentran a menudo en su entorno. Estas sensibilizaciones pueden conducir a fobias : fobias sociales, y fobias a las informaciones que manan del entorno. Es el periodo de desarrollo o aumento de la agresión de distanciamiento. Discusión y conclusiones La ontogénesis tiene enormes influencias sobre el desarrollo de los comportamientos agresivos. La cinética de la evolución permite a veces vislumbrar un diagnóstico y de elaborar un pronóstico. ! Principio precoz e intensificación progresivo : pensar en una personalidad impulsiva, explosiva, en un problema de hiperactividad, una disocialización, etc. ! Agresión dentro del medio familiar en el inicio del periodo puberal, y evolución por oleadas : pensar en un problema de jerarquía. ! Agresión (de distanciamiento, intraespecífica, territorial, etc.) fuera del medio familiar, con principio brusco entre la pubertad y la edad adulta : pensar en un origen genético de expresión tardía. Sea lo que fuere el origen de la agresión, es importante tener en mente que raramente desaparece espontáneamente, pues tiene tendencia a agravarse con el tiempo, a evolucionar hacia la hiperagresión secundaria.

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Diagnosticar la agresión

Llegado a este punto en la lectura, el lector debe ser capaz de determinar el tipo de agresión en la mayoría de los casos a los que se enfrente. Este capítulo pretende ir más lejos. Intentemos una vez más sustituir el complejo por elementos simples. Existen varios niveles de diagnóstico y de evaluación : 1. ¿el comportamiento de agresión es adaptado (normal) o patológico ? 2. ¿el perro que presenta el comportamiento de agresión es adaptado (normal) o patológico ? 3. ¿el grupo en el que el perro presenta el comportamiento de agresión es adaptado (normal) o patológico ? 4. ¿puede evaluarse la peligrosidad del perro en el grupo social ? 5. ¿puede evaluarse la peligrosidad del perro para la sociedad ? 6. ¿puede considerarse un diagnóstico nosográfico ? Adaptación o patología del comportamiento de agresión Se trata de todo el trabajo de análisis de los contextos, de la secuencia, del control de la mordida y de las consecuencias del comportamiento de agresión. No volveremos sobre este tema.

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Adaptación o patología del perro que presenta un comportamiento de agresión El análisis de los elementos psicobiológico, o psychels, es lo que permitirá al veterinario comportamentalista o al experto (etólogo, por ejemplo) determinar si el animal sufre una enfermedad orgánica, comportamental o de otro tipo. El nivel funcional del perro puede evaluarse mediante escalas. Véase anexo. Adaptación o patología del grupo en el que el perro presenta un comportamiento de agresión El experto que debe emitir un veredicto -como lo haría un juez- sobre la agresividad de un perro no puede, evidentemente, considerar que dicho perro vive por sí mismo en un mundo sin humanos. El objetivo consiste en determinar hasta qué punto el perro representa un riesgo en un entorno particular y hasta qué punto ese entorno es coresponsable del problema. Las relaciones sociales y la organización jerárquica del grupo se analizan para determinar : ! el respeto a las reglas, ! la obtención de privilegios, ! la concordancia de la comunicación en el seno del grupo, ! la congruencia de la comunicación en cada individuo del grupo, es decir la adecuación entre los mensajes emitidos y las emociones expresadas por el lenguaje corporal (ausencia o presencia de dobles mensajes contrarios). Estos diferentes parámetros podrían favorecer la aparición o el aumento de la frecuencia y la intensidad de comportamientos de agresión.

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Evaluación de la peligrosidad del perro en el interior del grupo social Antes de iniciar un tratamiento. debe hacerse una estimación de la peligrosidad del perro. Véase el capítulo correspondiente. Evaluación de la peligrosidad del perro para la sociedad No existen una fórmula ni un método de cálculo, ni una receta mágica. Es necesario combinar todas las capacidades, realizar todos los diagnósticos y componerlos con arreglo a la ética personal y a las leyes vigentes, para establecer una evaluación que siempre será subjetiva.

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Diagnóstico nosográfico

El diagnóstico nosográfico, es decir, la clasificación o etiquetaje de un problema o de un animal, presenta varias ventajas. Facilita la comunicación entre expertos. En ciertos casos, facilita el tratamiento, que es automatizado (lo que no es nunca la mejor estrategia). Y facilita el trabajo de investigación clínica. Esta etapa, sin embargo, no es esencial para el manejo clínico de un perro agresivo. El manejo se basa más bien en la evaluación de los signos del animal y del sistema en el que vive. La puesta de etiquetas de una afección forma parte de la estrategia terapéutica y las palabras que se utilizarán para designar a la afección, tendrán una resonancia diferente para el cliente y para el experto. Afirmar un diagnóstico confiere al profesional una aureola de experto. Sabe de qué habla. Usar una palabra particular, como ansiedad, sociopatía, disocialización, etc., originará una representación para el experto, pero ¿qué sentido le dará el cliente ? Si no conoce la palabra, puede sentirse excluido de la ciencia del experto ; si la conoce, puede darle un sentido diferente al del experto. El diagnóstico es entonces una fuente de mala comunicación y puede causar la ruptura de la relación terapéutica adquirida en el curso de la investigación semiológica. Existen diferentes modelos nosográficos. En los países francófonos, el más difundido es el de P. Pageat. Tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre éstos, se cuenta particularmente el de utilizar ciertas palabras con un sentido diferente al de la psicología popular y al de la psiquiatría humana, que considero a veces poco operativo.

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Los modelos nosográficos tienen una gran parte de arbitrariedad y de convención, incluso aunque se basen en el análisis estadístico de una nube de síntomas. En una nube se ve lo que se quiere ver. Y concentrarse en la nube facilita el olvido de los puntos (síntomas) que están en la periferia o fuera de la nube. Así pues, una entidad nosográfica es una imagen, un cuadro, didáctico y separado de la realidad. Sabiendo esto, la entidad nosográfica es digna de interés. Queda clasificar las diferentes entidades nosográficas de una forma didáctica. La clasificación del Manual Estadístico y Diagnóstico de Trastornos Mentales (DSM) de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) tiene sus ventajas, aunque haya sido desarrollada para la psiquiatría humana. La clasificación de P. Pageat presenta similitudes a la de la APA. Clases nosográficas Mi clasificación es la siguiente : ! Trastornos asociados al desarrollo ! Trastornos ansiosos ! Trastornos del humor ! Trastornos repetitivos ! Trastornos disociativos ! Trastornos comportamentales asociados a una condición médica ! Trastornos asociados a la utilización de sustancias ! Trastornos falsos, artificiales o fingidos ! Trastornos de la organización social ! Trastornos de la organización territorial ! Trastornos cognitivos ! Trastornos sexuales no clasificados en otra parte ! Trastornos del comportamiento alimentario no clasificados en otra parte ! Trastornos del sueño no clasificados en otra parte ! Trastornos de la personalidad ! Otros trastornos

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En varias de estas clases, se incluyen trastornos en los que el perro presenta conductas agresivas. No describiré cada trastorno que presenta signos de agresión. Remito al lector a los autores de estas descripciones, especialmente a P. Pageat. Me propongo : ! mencionar estos trastornos y los tipos de agresión que pueden observarse en los criterios diagnósticos ; ! aportar un repertorio de los signos y de los trastornos a los cuales uno debe pensar. Lista de trastornos y síntomas agresivos asociados : Trastornos asociados al desarrollo Síndrome de hipersensibilidad-hiperactividad (HSHA) ! ausencia de control de la mordida ! agresión por irritación Trastorno de hiperactividad ! agresión por irritación ! hiperactividad, hiperexcitabilidad, agresión en la hiperexcitabilidad Síndrome de privación sensorial ! agresiones de autodefensa, particularmente distanciamiento, irritación y miedo. Trastornos ansiosos Ansiedad generalizada, fobia social, ansiedad de desritualización, etc. El conjunto de agresiones de defensa, particularmente : ! agresión de distanciamiento ! agresión por irritación ! agresión por miedo ! agresión territorial

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Trastornos del humor Depresión crónica, síndrome de hiperapego del adulto !

agresión por irritación

Trastornos unipolares y bipolares (también llamados trastornos distímicos por P, Pageat). ! ! !

agresión de distanciamiento agresión por irritación agresión por miedo

Trastorno de descontrol episódico o síndrome de “rabia” intermitente, o, según P. Pageat, distimia del cocker spaniel : ! ! ! !

agresión de posesión agresión de distanciamiento agresión por irritación agresión por miedo

Trastornos disociativos ! agresión de predación ! agresión por irritación ! agresión de posesión ! hiperagresión (primaria) Trastornos comportamentales asociados a una condición médica Síndrome de agresividad reaccional de los estados álgicos ! agresión por irritación que evoluciona hacia ! hiperagresión Eidolias alucinatorias por distrofia de los fotorreceptores ! agresión de predación

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Trastornos asociados a la utilización de sustancias Eidolias alucinatorias ! agresión de predación ! agresión por irritación Utilización de sustancias como las fenotiazinas, las butirofenonas, las benzamidas sustituidas, las benzodiazepinas y otras sustancias a dosis desinhibidoras : ! agresiones competitivas ! agresiones por irritación ! agresiones de posesión ! agresión de persecución ! hiperagresión Utilización de sustancias como las fenotiazinas, las butirofenonas, las benzamidas sustituidas, las benzodiazepinas y otras sustancias a dosis sedantes y confusionales : ! agresiones por irritación ! agresiones por miedo Trastornos de la organización social Trastorno del ajuste a la organización jerárquica, también llamado “sociopatía” por P. Pageat ; tanto en los grupos hombres-perros como en los perros-perros. ! agresión competitiva ! agresión por irritación ! agresión territorial Trastornos cognitivos Hiperagresividad del perro viejo ! hiperagresión (primaria) ! desaparición de la inhibición de la agresión por la sumisión o inmadurez del adversario

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Síndrome confusional del perro viejo y depresión de involución ! agresiones de autodefensa Trastornos de la personalidad Personalidad disocial, o disocialización (según P. Pageat) : ! agresión por irritación ! agresión competitiva ! hiperagresión ! desaparición de la inhibición de la agresión por la sumisión o inmadurez del adversario Personalidad explosiva ! hiperagresión Personalidad impulsiva ! agresión por irritación

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Repertorio de síntomas agresivos y de trastornos asociados Esta lista no tiene otra pretensión que la de dar indicaciones sobre los trastornos en los que debe pensarse en caso de observación de una conducta agresiva.

Agresión, Peligrosidad

Agresión, defensiva Agresión, diagnóstico diferencial con una enfermedad orgánica/somática

Agresión, Distanciamiento Agresión : ausencia de inhibición en presencia de un adversario inmaduro, apaciguador o sumiso

Personalidad Disocial, Personalidad Explosiva, Personalidad Impulsiva, Trastorno Disociativo, Agresión de Predación, Trastorno Unipolar Miedo, Ansiedad, Fobia, Fobia Social,… Tumor cerebral, corticosteroides, epilepsia, fucosidosis (English Springer Spaniel), meningoencefalitis granulomatosa (MEG), hidrocefalia, hipotiroidismo, intoxicación por plomo, lisencefalia, parasitosis, infección protozoaria (neosporosis, toxoplasmosis), lupus eritematoso Fobia Social Personalidad Disocial

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Agresión : perdida de inhibición en presencia de un adversario inmaduro, apaciguador o sumiso

Hiperagresividad del perro viejo

Agresión : entre hembras Agresión : entre machos Agresión, Miedo Agresión, Alimento

Normal, Trastorno de la jerarquía

Agresión, alimento, postura agachada sobre la comida Agresión, alimento, postura alta Agresión, alimento, si se acerca alguien (cualquier postura) Agresión, alimento, cuando se acerca el propietario (en postura alta) Agresión, hiperagresión, primaria Agresión, hiperagresión, secundaria Agresión, irritación (manipulación, dolor,…)

Normal, Trastorno de la jerarquía Normal, Ansiedad, Miedo,… Normal, Trastorno de la jerarquía, Trastornos de las conductas alimentarias Ansiedad, miedo, hambre, sumisión Dominante, trastorno de la jerarquía, personalidad disocial Normal, miedo, ansiedad, personalidad disocial, trastorno de las conductas alimentarias, hambre Dominante, trastorno de la jerarquía Lesión cerebral, disendocrina, personalidad disocial… Todo trastorno acompañado de agresión Normal, ansiedad, HSHA, t. de hiperactividad, personalidad disocial trastorno de la jerarquía,…

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Agresión, maternal con Normal los cachorros Agresión, maternal, Disendocrinia, HSHA, t. de pseudocyesis hiperactividad, personalidad disocial trastorno de la jerarquía (hembra) Agresión, ofensiva Personalidad disocial trastorno de la jerarquía, fobia social, personalidad disociativa, descontrol episódico, agresión de predación Agresión, posesión Normal, descontrol episódico Agresión, predación Agresión de predación, síndrome de privación,… Agresión, persecución : Normal, síndrome de privación, joggers, bicis, personalidad impulsiva, HSHA, motos, coches,… t. de hiperactividad,… Agresión, lugar de Normal, ansiedad, depresión, reposo trastorno de la jerarquía… Agresión, sexual Hipersexualidad, trastorno de la jerarquía Agresión, social : Trastorno de la jerarquía, proximidad o personalidad disocial alianza con personas/perros Agresión, territorial Normal, fobia social, trastorno de la jerarquía… Impulsividad, dificultad HSHA, t. de hiperactividad, de atención al personalidad impulsiva entorno personalidad explosiva

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Impulsividad, incapaz de HSHA, t. de controlar la excitación, se hiperactividad, hiperexcita, lo que conduce a personalidad impulsiva agresiones no controladas o personalidad explosiva estereotipias Humor, excitable, hiper HSHA, t. de hiperactividad, personalidad impulsiva personalidad explosiva trastorno unipolar, trastorno bipolar Postural comunicación, postura Normal (titubeo), ambivalente Pubertad, Trastorno de la jerarquía, Ansiedad de desritualización Postural, comunicación, postura Normal (apaciguamiento) baja Postural comunicación, postura Normal (asertividad) alta Postural, comunicación, postura Normal (asertividad), alta, cuando es castigado dominante, trastorno de la jerarquía, personalidad disocial,… Reactividad, hiperreactividad HSHA, t. de (ver impulsividad) : hiperactividad, reacciona a la menor personalidad impulsiva estimulación personalidad explosiva

Breve descripción de algunos trastornos mayores Se presentan a continuación los criterios diagnósticos de algunos trastornos mayores, en particular, los trastornos observados con mayor frecuencia. Las descripciones no son copias de los originales ; han sido adaptadas.

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Trastorno de Hipersensibilidad-Hiperactividad Esta descripción está adaptada de P. Pageat. Criterios diagnósticos A. Trastorno de cachorros de más de 8 semanas, de perros en edad juvenil o de adultos jóvenes (el trastorno debe haberse iniciado antes de la edad de 4 meses), caracterizado por signos objetivos y obligatorios la mayor parte del tiempo, casi todos los días : 1. Ausencia de control de la mordida o de los movimientos (por ejemplo, jugando, los mordiscos son dolorosos ; se lanza sobre los otros y los voltea). 2. Incapacidad para detener un comportamiento después de la unidad operante, reaparición de la unidad de inicio como si no hubiera periodo refractario (por ejemplo, se mueve mucho, generalmente de forma rápida, parece incapaz de parar de jugar, incluso cuando sus compañeros están agotados). 3. Hipervigilancia y ausencia de acostumbramiento (por ejemplo, esto conduce a dificultades en la educación). 4. Ausencia de saciedad alimentaria (hiperfagia, se abalanza sobre el comedero y engulle la comida en pocos segundos). 5. Reducción de la duración del sueño (por ejemplo, menos de 8 horas al día), sin alteración del ciclo de sueño (sin embargo, mala observación de los periodos de sueños). B. Los comportamientos modificados no son consecuencia de una falta de atención por parte de los propietarios (trastorno por déficit de atención de los propietarios) ni de una falta de ejercicio o de educación. C. Los comportamientos modificados no son consecuencia fisiológica directa de un problema médico general, ni son mejor descritos por otro problema de comportamiento, ni tampoco son los efectos directos de una sustancia.

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D. Los comportamientos modificados interfieren significativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. E. Especificar el tipo : ! Nivel 1 : síntomas 1 a 3 ! Nivel 2 : síntomas 1 a 5 Observaciones Hay que señalar que el criterio 1, ausencia de control de la mordida, es obligatorio según Pageat. Ahora bien, muchos perros hiperactivos tiene un control parcial o intermitente, o incluso total, de la mordida, salvo en los periodos de excitación. Este criterio no permite, por lo tanto, diagnosticar una HSHA, aunque los psicotropos y los tratamientos eficaces son totalmente similares. Trastorno de Hiperactividad Está adaptado del TH con déficit de la atención del DSMIV R. La adaptación siguiente se aplica a los perros jóvenes (y gatos, con algunas adaptaciones). Criterios de diagnóstico : A. Trastorno de perros (gatos) jóvenes, que se inicia antes de los 4 meses, caracterizado por signos objetivos de nerviosismo e hiperactividad la mayor parte del tiempo, casi todos los días : ! A menudo intenta moverse o escapar si se le obliga a permanecer en un sitio determinado ! Corre a menudo, salta y trepa, de modo excesivo, en situaciones en las que es inapropiado ! A menudo tiene dificultades para jugar tranquilo y de forma controlada ! Siempre está “listo para la acción”, ! Vocaliza a menudo y en exceso (gemidos, ladridos, aullidos…) B. Signos objetivos de impulsividad la mayor parte del tiempo, casi todos los días :

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Reacciona a menudo ante el menor estímulo, incluso antes de haber podido adecuar la respuesta a la situación (p. ej., vocaliza al menor ruido) ! A menudo tiene dificultades para esperar su turno (p. ej., se precipita sobre el comedero antes de que esté colocado en el suelo) ! Interrumpe a menudo a los demás o impone su presencia (p. ej., irrumpe en los juegos de los otros) ! A menudo parece incapaz de controlar su excitación, se sobreexcita, lo que conduce a agresiones no controladas o a estereotipias C. Signos objetivos de falta de atención y distracción la mayor parte del tiempo, casi todos los días : ! A menudo tiene dificultades para mantener la atención en la exploración y las actividades (p. ej., exploración rápida, precipitada y superficial de los objetos de una habitación desconocida, y vuelve a explorar los mismos objetos) ! A menudo, no parece escuchar cuando se le habla o se le llama ! A menudo, no sigue las instrucciones y no es capaz de cumplir órdenes sencillas en el aprendizaje educativo (sin que haya errores de técnica) ! Se distrae a menudo por estímulos externos ! A menudo parece no habituarse (déficit del aprendizaje por acostumbramiento) y olvidar los conocimientos adquiridos o el entorno que acaba de explorar (actúa como si se comportase ante estímulos nuevos) D. Los comportamientos modificados no son consecuencia fisiológica directa de una falta de atención a los propietarios (Trastorno del déficit de atención a los propietarios), ni de una falta de ejercicio o de educación. E. Los comportamientos modificados no son consecuencia fisiológica directa de un problema médico general, ni son mejor descritos por otro problema de comportamiento, ni tampoco son los efectos directos de una sustancia. !

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F. Los comportamientos modificados interfieren significativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. G. Especificar el tipo : ! TH tipo combinado o mixto ! TH tipo inatento predominante ! TH tipo hiperactivo-impulsivo predominante ! TH tipo impulsivo predominante ! TH en remisión parcial ! TH sensible a las pruebas y al metilfenidato o a la dextroanfetamina Observaciones Hay que señalar la gran imprecisión de los síntomas, lo que implica una aplicación a veces excesiva de este diagnóstico. Fobia Social La fobia social se caracteriza por reacciones de miedo específicas ante una interacción social, sin alteración de las demás interacciones sociales. Criterios de diagnóstico : A. Miedo marcado y persistente a alguna interacción social o a una exposición a individuos con los que el animal no está familiarizado (perros, personas…). B. La exposición a la interacción fobógena provoca un comportamiento de miedo inmediato, que puede adoptar diferente formas, tales como sideración (inhibición), aferramiento a las figuras de apego, vocalización de estrés, intentos frenéticos de escapar, agresión de distanciamiento, agresión por miedo, o actividades de sustitución. C. El miedo es excesivo y no adecuado al peligro del estímulo (de la interacción). D. La situación fóbica se evita o bien se soporta con un estrés intenso.

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E. Los comportamientos fóbicos interfieren significativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. F. Estos comportamientos no pueden explicarse mejor por otro trastorno, tal como una fobia simple o múltiple, etc. G. Especificar el tipo : ! Tipo intraespecífico : hacia individuos de la misma especie. ! Tipo interespecífico : hacia clases específicas de individuos tales como niños, mujeres, hombres, personas de edad, etc. ! Tipo interespecífico : hacia clases específicas de otras especies con las que el animal está socializado. ! Tipo generalizado : el miedo incluye la mayor parte de las situaciones sociales con la clase de individuo específica. Trastorno de Ansiedad Generalizada Criterios de diagnóstico : A. Comportamientos de miedo o análogos al miedo, o anticipaciones temerosas, frecuentes y excesivos, no desencadenados por estímulos objetivos específicos y repetitivos. B. Presencia de varios de los síntomas siguientes : ! Comportamientos de autodefensa como la sideración (inhibición), evitación, huida, agresión de distanciamiento o agresión por irritación o por miedo. ! Signos de estrés tales como pegarse (aferrarse) a una figura de apego (como el propietario), vocalizaciones de estrés ! Hiperreactividad neurovegetativa aumentada ! Hipervigilancia, por ejemplo, mirar continuamente en torno suyo, saltar sin motivo, etc. ! Anticipación y otras modificaciones emocionales y cognitivas tales como prudencia excesiva, timidez… C. Actividades sustitutorias, tales como lamerse el pelaje, deambular, comer, beber, etc. Los comportamientos fóbicos

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interfieren significativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. D. Estos comportamientos no pueden explicarse mejor por otro trastorno, tal como una fobia simple o múltiple, etc. E. Los comportamientos modificados no son la consecuencia fisiológica directa de un problema médico general (p. ej., hipo o hipertiroidismo), y no pueden explicarse mejor por otro trastorno comportamental ni son debidos a los efectos directos de una sustancia (p. ej., una medicación). Observaciones En este diagnóstico se puede incluir lo que Pageat describe como ansiedad intermitente y ansiedad permanente. Este trastorno se denomina generalizado porque, en psicología y en psiquiatría humana, se considera una ansiedad normal, que puede describirse como una anticipación temerosa con miedos y preocupaciones del futuro. Trastorno de Ansiedad de Desritualización Este trastorno, descrito por Pageat (1998), se observa cuando el animal pierde sus rituales sociales de apaciguamiento, por ejemplo cuando es desplazado del grupo social. Criterios de diagnóstico A. Presencia de síntomas evidentes y objetivos de miedo ansiedad como los especificados en el Trastorno de Ansiedad Generalizada. B. Los síntomas aparecen cuando el animal se ha enfrentado a un cambio de sus rituales de apaciguamiento, particularmente debido a una modificación de su grupo social (desplazamiento de un grupo social a otro, adopción en una perrera…). C. Los comportamientos fóbicos interfieren significativamente con la rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales y son típicos de un aislamiento (o de una evitación) social :

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el animal no inicia la interacción social ! el animal intenta permanecer solo, manteniéndose a distancia de los demás individuos D. Presencia de varios (dos) de los síntomas siguientes : ! agresión de distanciamiento, por irritación o por miedo si alguien se le acerca o le toca ! estereotipias realizadas a partir de comportamientos de apaciguamiento o de sustitución ! dermatitis por lamido ! signos neurovegetativos si alguien se le acerca o le toca ! señales de comunicación ambivalentes E. Estos comportamientos no se explican mejor por otro trastorno, como una fobia específica simple o múltiple, etc. F. Los comportamientos modificados no son la consecuencia fisiológica directa de un problema médico general (p. ej., hipo o hipertiroidismo), y no pueden explicarse mejor por otro trastorno comportamental ni son debidos a los efectos directos de una sustancia (p. ej., una medicación). !

Trastorno Ansioso inducido por Dolor Criterios de diagnóstico A. los comportamientos modificados son consecuencia directa de un dolor o una enfermedad dolorosa con o sin manipulación del paciente. B. Existen simpatías marcadas y objetivos de ansiedad, desencadenados por la presencia de personas que se encontraban junto al perro cuando sufrió un acceso doloroso, o cuando se sometió a un tratamiento o manipulación dolorosos, por ejemplo, uno o varios de los signos siguientes : ! Reacciones de evitación o de fuga ! Agresión de autodefensa que puede llegar a hiperagresión ! Comportamientos ansiosos (como los especificados en Trastorno de Ansiedad Generalizada), con anticipación del acercamiento o el contacto C. Especificar :

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La afección o la enfermedad que causa el dolor ! Si el trastorno es espontáneo o secundario a manipulaciones y tratamientos ! Si el trastorno se acompaña de inhibición o de agresión de autodefensa D. Los comportamientos fóbicos interfieren significativamente con la rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. E. Los comportamientos modificados no son la consecuencia fisiológica directa de un problema médico general ni son debidos a los efectos directos de una sustancia (como una medicación, p. ej., con antiinflamatorios o analgésicos) y no pueden explicarse mejor por otro trastorno comportamental. !

Episodio Unipolar Hiper Este trastorno está basado en el trastorno unipolar de tipo I (DSM), en el episodio maníaco (DSM) y en la distimia unipolar (Pageat). Criterios de diagnóstico A. Un periodo claro de humor anormal “hiper”, expansivo o irritable, que dura al menos algunos días. B. Este trastorno se caracteriza por signos objetivos la mayor parte del día, casi todos los días durante al menos una semana : ! Hiposomnia (reducción de la necesidad de dormir) ! Agitación psicomotriz ! Hipervigilancia ! Hiperexcitabilidad, ‘listo para la acción”, hiperreactividad, reacciona fácilmente ante el menor estímulo ! Distracciones C. Pueden existir signos accesorios, tales como : ! Agresión de distanciamiento o por irritación desencadenados por el menor estímulo ! Comportamientos repetitivos, estereotipados, o incluso estereotipias.

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Disminución de las respuestas de obediencia, o repuestas aleatorias, a órdenes bien conocidas ! Periodos de inmovilidad o fijación ocular de más de 10 segundos ! El inicio de la fase hiper (productiva) puede acompañarse de midriasis D. Los comportamientos fóbicos interfieren significativamente con la rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. E. Los comportamientos modificados no son la consecuencia fisiológica directa de un problema médico general ni son debidos a los efectos directos de una sustancia (como una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro trastorno comportamental. F. Especificar el tipo : ! Tipo de desencadenamiento, como una pseudociesis ! Patrón estacional, como un desencadenamiento primaveral ! Presencia o ausencia de recuperación entre los episodios “hiper” ! Presencia o ausencia de trastorno análogo al trastorno de hiperactividad o a un trastorno de la personalidad. ! Otro tipo. !

Descontrol Episódico o Trastorno Furioso Intermitente Este trastorno se ha descrito como trastorno furioso (rage disorder) del cocker spaniel o del springer spaniel en la literatura anglosajona, o con el nombre de distimia del cocker spaniel (Pageat, 1998), que lo asimila a un trastorno unipolar “hiper”, o también con el nombre de descontrol episódico. Clasifico este trastorno de forma separada debido al aspecto explosivo de los episodios agresivos y a la versatilidad y la inestabilidad del humor ; el animal es capaz de cambiar rápidamente de un compañero bien educado a un estado furioso, como un cambio de tipo “Dr Jekyll y Mr Hyde”.(Pageat 1998)

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Criterios de diagnóstico A. Episodio claro de un humor anormalmente irritable y agresivo que dura sólo de algunas horas a algunos días. B. El trastorno se caracteriza por varios de los signos objetivos siguientes : ! Agitación psicomotriz ! Hipervigilancia ! Hiperexcitabilidad, listo para actuar, hiperreactividad, reacciona fácilmente a cualquier estímulo ! Agresión de posesión : el perro se adueña de un objeto y ataca a cualquiera que se acerque o que lo mire ! Agresión de autodefensa y de distanciamiento cuando se le mira o alguien se le acerca o le toca C. Pueden existir signos accesorios durante el episodio de crisis, tales como : ! Comportamientos repetitivos, estereotipados, o incluso estereotipias. ! Disminución de las respuestas de obediencia, o repuestas aleatorias, a órdenes bien conocidas ! Periodos de inmovilidad o fijación ocular de más de 10 segundos ! El inicio de la fase hiper (productiva) puede acompañarse de midriasis D. Los comportamientos fóbicos interfieren significativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. E. Los comportamientos modificados no son la consecuencia fisiológica directa de un problema médico general (como una epilepsia del lóbulo temporal) ni son debidos a los efectos directos de una sustancia (como una medicación desinhibidora, por ejemplo) y no pueden explicarse mejor por otro trastorno comportamental.

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Síndrome Disociativo La primera descripción de este trastorno se debe a P. Pageat. Presenta varias similitudes con la esquizofrenia humana. Criterios de diagnóstico A. Este trastorno, que aparece entre la pubertad y la edad de 5 años, se caracteriza por una alteración progresiva de los comportamientos adaptativos y un aumento de los comportamientos patológicos. B. El trastorno se caracteriza por síntomas objetivos, en varias ocasiones cada día y casi todos los días, de : ! Disminución progresiva de la receptividad al entorno ! Alucinaciones con temas constantes (repetitivas) ! Estereotipias durante las fases de alucinación ! Fases de hebetismo con actividades somestésicas ! Personalidad evitadora o impulsiva premórbida ! Signos accesorios : ! Dilatación uni o bilateral de los ventrículos cerebrales. C. Los comportamientos patológicos interfieren significativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. D. Los comportamientos modificados no son la consecuencia fisiológica directa de un problema médico general ni son debidos a los efectos directos de una sustancia (como una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro trastorno comportamental. Observaciones Este trastorno es raro. No debe confundirse con un trastorno unipolar o un descontrol episódico. Las estereotipias que presenta no deben confundirse con las de otras afecciones, ansiosas o de otro tipo. Trastorno del ajuste a la organización jerárquica La mejor descripción de este trastorno es la realizada por P. Pageat (1995-1998) con el nombre de ‘sociopatía’, probablemente con el significado de “patología del sistema

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social” y absolutamente sin relación con el significado habitual en psiquiatría humana y en psicología popular de “personalidad antisocial”. Este trastorno también se incluye, de forma bastante parcial e imprecisa, en la denominación de “agresión de dominancia”. En realidad, se trata de un trastorno de ajuste, de adaptación ; el perro es incapaz de adaptarse a la organización social que se le impone. Criterios de diagnóstico A. Accesos frecuentes y excesivos a privilegios dominantes, tales como acceso o control del acceso a la comida o al lugar de alimentación, a un espacio privilegiado (para descansar, dormir…), a las atenciones, interacciones y alianzas (coaliciones) sociales, a los divertimentos sociales e individuales, a los contactos sexuales, al parentesco, etc. B. Expresión (exhibición, display) frecuente y/o excesiva de (al menos 3) posturas dominantes (como posturas altas) y/o comportamientos dominantes (marcar con orina o heces en presencia de otro y/o en lugares visibles, montar a otro…) y exhibición infrecuente de posturas y comportamientos de apaciguamiento y sumisión. C. Los comportamientos interfieren significativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. D. Los comportamientos modificados no son la consecuencia fisiológica directa de un problema médico general ni son debidos a los efectos directos de una sustancia (como una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro trastorno comportamental como un trastorno de ansiedad generalizada, un trastorno de hiperactividad, un trastorno del humor, etc. E. Especificar el tipo : ! Tipo agresivo : exhibición frecuente y/o excesiva de agresión competitiva (jerárquica) o de agresión por irritación y/o territorial. ! Tipo hiperagresivo : exhibición frecuente y/o excesiva de hiperagresión secundaria, definida como (1) evolucionada a partir de una agresión adaptativa, (2)

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con reducción o pérdida de la fase de amenaza y aumento de la fase de ataque, (3) con ausencia de control de la mordida, (4) con generalización de los comportamientos agresivos en la realización de interacciones, (5) con una tendencia de la secuencia agresiva a transformarse en repetitiva y análoga a un reflejo. Tipo agresión maternal : exhibición frecuente y/o excesiva de agresión maternal en presencia de sustitutos análogos a cachorros, secuestro (de cachorros o niños) con agresión dirigida hacia la madre. Precisar si el inicio se produce en fase de pseudociesis. Tipo búsqueda de atención : exhibición frecuente y/o excesiva de comportamientos de búsqueda de atención, incluso a veces mediante comportamientos fingidos. Tipo destructivo : exhibición frecuente y/o excesiva de comportamientos de destrucción de muebles o de objetos que rodean a las salidas por las que el perro ve salir a los miembros del grupo social. Precisar si en una familia humana (interespecífica) o en un grupo de perros (intraespecífica). Precisar si el perro sufre otro trastorno como un Trastorno de Ansiedad Generalizada, etc.

Personalidad Disocial Este trastorno fue descrito por primera vez por P. Pageat (1995-1998) con el nombre de disocialización primaria. Prefiero considerarlo como un trastorno de la personalidad. Criterios de diagnóstico A. Patrón infiltrante (invasivo) de incapacidad de comunicar con rituales sociales de apaciguamiento y de sumisión, en perros de más de 3 meses de edad, indicado por varios de los síntomas siguientes : ! ausencia de posturas de apaciguamiento y de sumisión ! ausencia de jerarquización alimentaria

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irritabilidad y agresividad, con concomitancia de la amenaza y del ataque en las secuencias de agresión competitiva y por irritación. ! mordeduras no controladas ! reacciones impulsivas B. La aparición del trastorno de personalidad disocial no se produce sólo en el curso de otra afección, tal como un episodio unipolar “hiper”. C. Los comportamientos interfieren significativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. D. Los comportamientos modificados no son la consecuencia fisiológica directa de un problema médico general ni son debidos a los efectos directos de una sustancia (como una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro trastorno comportamental como un trastorno de ajuste a la organización jerárquica, un trastorno unipolar “hiper”, etc. !

Personalidad Explosiva Este trastorno está adaptado del DSM, con modificaciones importantes. Se caracteriza por la intensidad de las respuestas comportamentales del animal. Criterios de diagnóstico A. Este trastorno se caracteriza por signos objetivos de pérdida de control de sí mismo, varias veces al día, casi todos los días : ! Impulsos agresivos inadecuados que conducen a ataques o a destrucciones intensos o difíciles de controlar (p. ej., manifestaciones frecuentes de mal humor, peleas físicas recurrentes) ! A menudo es incapaz de controlar su excitación, se hiperexcita y se vuelve agresivo o realiza estereotipias (como deambulación rápida, torneo, persecución de la cola, etc.)

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B. El grado de agresividad expresado durante los episodios no guarda en absoluto proporción con cualquier factor de estrés psicológico desencadenante. C. Los comportamientos interfieren significativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. D. Los comportamientos modificados no son la consecuencia fisiológica directa de un problema médico general ni son debidos a los efectos directos de una sustancia (como una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro trastorno comportamental como una personalidad disocial, un HSHA, un trastorno de hiperactividad, un trastorno unipolar “hiper”, etc. Personalidad Impulsiva Este trastorno se caracteriza por las respuestas comportamentales del animal. Criterios de diagnóstico A. Este trastorno se caracteriza por signos objetivos de impulsividad, varias veces al día, casi todos los días : ! Muestra a menudo impulsos agresivos inadecuados que conducen a ataques poco previsibles, sin fase de amenaza o con una fase de amenaza mínima, y mordeduras poco controladas. ! A menudo reacciona ante el menor estímulo, incluso antes de ser capaz de adecuar la respuesta a la situación (p. ej., ladra automáticamente ante el menor ruido, etc.) ! A menudo tiene dificultades para esperar su turno (p. ej., se lanza hacia el comedero antes de que esté en el suelo) ! Interrumpe o invade las actividades de otros (p. ej., se inmiscuye en los juegos) ! A menudo es incapaz de controlar su excitación, se hiperexcita, y se vuelve agresivo o realiza estereotipias (como deambulación rápida, torneo, persecución de la cola, etc.)

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B. La rapidez de la respuesta (agresiva) expresada durante los episodios no guarda en absoluto proporción con cualquier factor estresante desencadenante. C. Los comportamientos interfieren significativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades sociales. D. Los comportamientos modificados no son la consecuencia fisiológica directa de un problema médico general ni son debidos a los efectos directos de una sustancia (como una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro trastorno comportamental como una personalidad disocial, un HSHA, un trastorno de hiperactividad, un trastorno unipolar “hiper”, etc.

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Tratar la agresión

No se trata el comportamiento de agresión en sí, sino al perro que presenta uno o varios comportamientos de agresión y que vive en un entorno determinado. El tratamiento no va encaminado a suprimir todo el riesgo para la sociedad, sino a prevenirlo, a reducirlo hasta un nivel en el que sea manejable y aceptable. Debe recordarse que los únicos perros que no muerden nunca son los de peluche. La decisión de tratar Para la simplicidad de nuestro propósito, haremos como si el sistema y el terapeuta hubieran decidido tratar de común acuerdo. En efecto, en ciertos casos, el experto considera que no puede cargar con la responsabilidad profesional y legal de tratar un perro agresivo. Se trata de su honor y de su respeto a la ética. En ciertos casos, la decisión de no tratar es obligada por el respeto a las leyes de protección de la población y especialmente a las leyes de protección de los niños contra el maltrato (pasivo o activo). El respeto a las leyes está por delante del deseo de tratar. ¿Cómo tratar ? Mi enfoque es muy pragmático y se basa en los criterios siguientes : ! la urgencia de reducir el peligro para los propietarios y cualquier persona que entre en contacto con el perro ;

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la facilitación de la recuperación de las capacidades de adaptación en el perro, gracias a la ayuda de medicamentos ; el mantenimiento o la recuperación del bienestar del perro (reducir la ansiedad) mediante medicamentos, si es necesario ; la supresión de pseudosoluciones espontáneas que agravan el problema ; el apoyo a soluciones espontáneas que mejoran la solución del problema ; la evaluación del tiempo -la duración- que el sistema se da para mejorar la situación.

Todos estos criterios hacen que la estrategia de tratamiento varíe de un perro a otro y de una familia a otra. Estrategias terapéuticas Es terapéutico lo que permite devolver la adaptación al animal y a su sistema. Las opciones terapéuticas pueden dividirse en diferentes grupos : ! la etología, en cuanto a la necesidad de respetar los límites de la naturaleza animal, es decir, su organización social, sus necesidades de actividad y sus formas de comunicar, incluidos sus comportamientos agresivos adaptados. ! la utilización de medicamentos psicotropos (ver capítulo siguiente). ! la terapia cognitiva : los cambios que actúan sobre la forma en la que el perro se representa la situación conflictual. ! la terapia sistémica : los cambios que inducen una modificación del sistema social, de su organización. ! la terapia comportamental : los cambios que actúan sobre las causas y las consecuencias de un comportamiento.

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las técnicas mecánicas : pequeñas acciones o trucos que permiten reducir la agresividad, con o sin virtudes terapéuticas. la recolocación : un perro agresivo en un sistema social no es obligatoriamente agresivo en otro grupo. la eutanasia : ¿por qué no, en caso de que la peligrosidad sea demasiado importante para que el sistema social pueda asumirla ?

Analicemos brevemente estos principios. Una estrategia terapéutica se basará en la elección de uno o de una combinación de estos métodos. Como la tendencia humana es resistir al cambio personal, el sistema terapéutico -constituido por la familia, el o los perros, y el o los veterinarios que se ocupan de la resolución del problemaeligen habitualmente combinaciones que no necesitan demasiada participación personal por parte del dueño. En el curso del desarrollo del tratamiento, después de las primeras mejoras, los propietarios piden muy a menudo más inversión personal. El respeto a la etología Tres cuartas partes de este libro se dedican a la etología, al análisis de los comportamientos de agresión, con el fin de precisar cuando son adaptados y cuando no (patología). La etología es una ciencia de análisis, no una terapia. Sin embargo, nos describe las necesidades de actividad de los perros que hemos acogido y modificado por selección artificial desde hace quince mil años. La genética moderna no ha creado aún perros vivos que sean… tan inactivos como los de peluche. Los perros se mueven, y pueden morder. Y lo peor que le puede pasar a un perro es : ! no hacer nada ! tener que estar solo, ! no tener una estructura jerárquica clara. A esto es, sin embargo, a lo que están condenados muchos de nuestros perros. 205

Si un perro es agresivo y causa molestias a su familia de adopción, el problema no se va a resolver haciéndole correr más (excepto en caso de hiperactividad), pero esto tampoco va a hacerle daño. E incluso puede ser muy positivo si el sistema deja por un momento de vivir en oposición para vivir en colaboración. Reduciendo los conflictos mediante otras estrategias y aumentando las actividades de grupo, las actividades de juego orientadas al mismo objetivo, las actividades deportivas como el agility no pueden sino devolver la cohesión y el reconocimiento a la comunidad familiar. La terapia cognitiva La terapia cognitiva actúa por intermedio de lo que el perro comprende de una situación conflictual, sin actuar directamente sobre los desencadenantes ni sobre las consecuencias (terapia comportamental). Pero toda terapia cognitiva contiene inevitablemente elementos de terapia comportamental. Cuando la solución aumenta el problema En varias ocasiones, he propuesto situaciones en las que la solución espontánea de los propietarios tienen el riesgo de agravar el problema de agresividad. Es el caso de perros con agresividad por irritación, con postura baja, que se interpreta como una agresión jerárquica (postura alta) y se castiga hasta una sumisión extrema. Hasta el riesgo de originar una agresión por miedo explosivo. En ese momento, la base de la terapia consiste en reencuadrar, reinterpretar la situación, para permitir nuevas adaptaciones de los propietarios. Para conseguirlo, es necesario dejar de confundir agresión y dominancia. Rechazar la agresión No deseo que el propietario agreda a su perro, porque el perro respondería sin duda a esta agresión con una agresión

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más violenta (simetría) y porque no es -salvo excepcionesun método eficaz. Pido al propietario que no se haga agredir. No permito que el propietario se enfade porque la ira es un signo de debilidad y no de dominancia o autoridad. Quiero que el propietario no tenga miedo de su perro, lo que es difícil, porque cuando éste viene a ver a un veterinario comportamentalista, ya ha cedido a ese sentimiento. El propietario puede rechazar la agresión. ¿Cómo ? Reproduciendo la “ruptura de contacto” que algunos perros utilizan entre ellos : un perro puede rechazar dejarse llevar a un conflicto por otro perro. ¿Qué hace ese perro ? Desvía la cabeza y el cuerpo, mira en otra dirección, mantiene la cara relajada (esconde sus armas), mantiene una actitud de seguridad en sí mismo (postura alta), niega que haya una comunicación agresiva de su congénere. Veamos un ejemplo de un perro que presenta una agresión jerárquica ante su propietario. El perro propone un guión de teatro. El perro : “Voy a levantar la pata y mi dueño se va a enfadar. Luego voy a gruñir y él va a huir”. El propietario : “Mi perro ha levantado la pata contra el sofá, estoy enfadado, voy a gritarle y a amenazarle con el periódico…”. En este teatro, el guión lo escribe el perro y el dueño interpreta su papel, siguiendo perfectamente los deseos del perro. El propietario no está obligado a seguir el guión escrito por el perro. Puede escribir su propia obra. El propietario : “Mi perro ha levantado la pata, lo cual me irrita, pero eso es lo que él busca. Rechazo el conflicto, No voy a mirar hacia él, voy a mirar hacia la ventana como si no hubiera visto su comportamiento provocativo. El perro se irá sin pasar al nivel de agresión, sin gruñir y sin morder. Cuando se vaya, limpiaré. De este modo, su comportamiento se limita a una comunicación de estatus social y no a una agresión, que podría acabar en mordeduras”. El propietario mantiene una actitud neutra y rechaza entrar en la proposición de conflicto, aunque tampoco lo

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gana. Sin embargo, sí gana en el plano cognitivo y emocional, y aprende a manejar las interacciones en caso de agresión : por lo tanto, gana en múltiples planos. Para los lectores que aprecien la teorización, se trata de una simple aplicación de la teoría de juegos, donde : ! la suma es cero ! la suma es diferente de cero Cuando un conflicto es jerárquico, se acaba con un ganador y un vencido. La suma es cero. Existen numerosos conflictos que inducen una proposición agresiva para el perro y no son jerárquicos para el dueño, aunque el piense que está a punto de perder su estatus. El propietario piensa – y es una idea falsa- que si no gana el conflicto, está perdiendo su prestigio social, su estatus jerárquico. Mi proposición es la de cambiar la regla “suma cero” por “no suma cero”. Las situaciones descritas aquí abajo y las siguientes son algunos ejemplos. Desactivar las agresiones Rechazar la agresión es una cosa, pero el propietario puede ir más lejos. Si deseo que el propietario resista las agresiones de su perro, oponiéndose a ellas, contrariándolas, pero sin entrar sin embargo en un conflicto armado, propongo descebar las agresiones. En la misma situación de conflicto jerárquico presentada antes, el propietario podría escribir el guión siguiente : El propietario : “Mi perro ha levantado la pata, lo cual me irrita, pero eso es lo que él busca. Rechazo el conflicto. Me voy a reír y eso va a sorprenderle. Me voy a poner a jugar, sin mirarle. Si se une a mí para jugar, habré ganado y él habrá perdido. Si no juega, yo no habré perdido porque no he entrado en el conflicto. En los dos casos, gano yo”. Esto es lo que yo entiendo por desactivar las agresiones. Es responder al deseo de conflicto del perro con una alternativa sorprendente -extravagante y divertida- para romper la simetría de las agresiones del perro y del dueño,

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que terminan, ya lo sabemos, con el fracaso frecuente del dueño y contribuyen a afirmar al perro -cada vez un poco más- en su papel de vencedor, de dominante. Técnicas de autoafirmación La autoafirmación (asertividad) se ha definido en las páginas anteriores. Recuerdo aquí que se trata de una afirmación de los propios deseos, apetencias y opiniones sin agredir a otros, sin expresión de sentimientos de cólera o de temor, sin mostrar las armas (manteniendo la cara relajada), sin enseñar los dientes. Perros y humanos pueden afirmarse sin agredir. Este capítulo trata de la resolución de conflictos por asertividad del educador. Para que el propietario, el educador, se afirme, es necesario que : ! se imagine, se represente, resolviendo diplomáticamente un conflicto con el perro ; ! crea en sus capacidades frente al perro ; ! adopte espontáneamente una postura alta ; ! teatralice sus expresiones ; haga un reality show frente al perro ; ! no esté enfadado en absoluto ; ! no agreda al perro ni enseñe sus armas ; ! gane las pequeñas etapas progresivas. El objetivo consiste en decir al perro, por ejemplo : “¡eh, comunico mi derecho a… !, de forma que el perro lo acepte sin sentirse agredido. Propongo al lector un juego de rol (tomado de Mon chien est-il dominant ? y basado en la mirada dominante dirigida hacia la región dorsolumbar del perro, según P. Pageat) : ! disponer de un cuarto de hora de tiempo libre ; ! sentarse cómodamente en un sillón ; ! atraer la atención del perro, pero sin hacerle venir (por ejemplo, golpear con las manos, pero no enseñar la galleta) ;

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mirar el dorso, el lomo o la nuca del perro, pero nunca mirarlo directamente a los ojos ; mantener la mirada en dirección al perro -no debe ser fija ni rígida, y se puede parpadear- hasta que el perro desvíe la mirada o se aleje.

Es un conflicto con resolución diplomática. Y usted lo ha resuelto afirmando su certeza y sin amenazar (sin mirar a los ojos, sin movimientos, sin enfadarse). Repitiendo este ejercicio, usted se sentirá cada vez más seguro frente a su perro. Si teme una reacción agresiva del perro, coloque una barrera física o ate al perro previamente Para terminar este capítulo sobre la autoafirmación, no olvidemos que el perro también tiene derecho a afirmarse y a comunicar sus emociones, motivaciones y derechos. Si el perro está acostado y desea un momento de aislamiento, el hecho de acercarse a él desencadenará una comunicación asertiva por su parte, tal como una rigidez corporal o un gruñido, sin enseñar los dientes. Este gruñido es asertivo y no agresivo. El perro tiene derecho a que se respete su deseo de aislamiento y usted debe respetarlo. Lo contrario sería considerado como una intrusión y, por lo tanto, como una agresión. La intervención sistémica La intervención sistémica modifica (sin descomponer) el funcionamiento del sistema familiar en el que vive un perro agresivo. El experto intenta determinar los cambios menores que tendrán efectos mayores. El objetivo no es metamorfosear la familia, sino simplemente adaptarla el mínimo suficiente para reducir los comportamientos molestos. Existen diferentes formas de intervención sistémica. La más simple, la más accesible en medicina comportamental veterinaria, es la reestructuración de la jerarquía en un grupo. Pueden aplicarse otras terapias por parte de especialistas, psicólogos o psiquiatras formados para este tipo de intervención. 210

En el caso de una agresión jerárquica que concierna a una persona sola y a su perro (un grupo de dos individuos), puede ser suficiente la supresión de las prerrogativas. Cuando el grupo es de más de dos individuos, interviene la noción de alianzas y coaliciones, que confieren una estructura al sistema. Estas técnicas se describen en Mon chien est-il dominant ? La terapia comportamental Las intervenciones comportamentales actúan sobre los desencadenantes de un comportamiento y las consecuencias que produce ese comportamiento. Trabajo sobre el estímulo desencadenante El estímulo (contexto, circunstancias) desencadenante puede manejarse de varias formas : ! manejo de la presencia o ausencia del estímulo desencadenante ; ! modificación de la intensidad y la duración del estímulo desencadenante. El contexto de una agresión varía en función del tipo de agresión. ¿Qué hacer si un perro es agresivo cuando se le va a acariciar en su lugar de descanso ? Basta con no ir a acariciarle, de dejar de molestarle. El estímulo de “ir hacia el perro, molestarle, tocarle” se suprime o modifica y el comportamiento agresivo se evita. ¿Qué hacer si el perro es agresivo cuando se le acaricia ? Es más preciso determinar primero al cabo de cuánto tiempo se desencadena la reacción agresiva y acariciar al perro menos tiempo del necesario para desencadenar la agresión. Progresivamente, se puede acariciar al perro durante tiempos cada vez más largos para acostumbrarlo. Si se sabe que el perro reacciona cuando se le acaricia el dorso o las patas y no si se le acaricia el pecho o la cabeza, se

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empieza acariciándole esas partes no sensibles, y luego se progresa hacia las partes sensibles para acostumbrarlo. ¿Qué hacer si el perro es agresivo en el momento de la comida de los dueños y quiere robar de los platos ? La mayoría de los propietarios ponen al perro en otro sitio mientras comen, lo que reduce el problema pero no resuelve la dinámica de la comunicación. Es preferible que el perro vea comer a sus dueños, atado, si es necesario, a una distancia corta para que no les moleste. Trabajo sobre las consecuencias Como hemos visto en un capítulo anterior, las consecuencias de un comportamiento pueden ser positivas, negativas o neutras. ! El perro tiene tendencia a repetir los comportamientos seguidos de consecuencias positivas (recompensa), a evitar los comportamientos seguidos de consecuencias negativas (castigo) y a abandonar los comportamientos seguidos de consecuencias neutras (extinción). Todas estas técnicas se desarrollan en Mon chien est bien élevé y en L’éducation du chien (Le Jour Éditeur). No las desarrollaré aquí. Son comparables para la educación, la reeducación y la terapia. No olvidaremos, sin embargo, que el castigo, como técnica única, necesita ser repetitivo y que nunca ha servido para enseñar a nadie nuevos modos de comportamiento. No genera equilibrio ni adaptación. Además, el castigo de un perro agresivo puede ser peligroso. Hemos visto que el perro puede reaccionar de forma simétrica y amplificar sus agresiones. Por lo tanto, se debe ser prudente en la utilización del castigo. Veamos algunos ejemplos. ¿Qué hacer si el perro es agresivo cuando se le acaricia ? Se puede acariciar al pero durante 1 segundo y luego recompensarle. Si el perro es agresivo (gruñe, amenaza), no recibe recompensa. Si se deja hacer, se le recompensa con

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una galleta, un trozo de embutido, un juguete, etc. Cuando responde 10 veces de forma positiva, sin agresión, se dobla el tiempo de caricias. Y así sucesivamente. Se pasará de 1 a 2 segundos, de 2 a 4 segundos, de 4 a 8 segundos, de 8 a 15 segundos (no es el doble, pero es más fácil para continuar la progresión), luego a 30 segundos, a 1 minuto, etc. En el caso de un perro que emprende una agresión jerárquica gruñendo desde un sillón del que se ha adueñado, bastará con no prestarle la atención que espera o salir de la habitación ; es muy importante, en caso de una agresión, no fijar la vista en el perro, no marcar ninguna parada, hacer como si no se hubiera visto ni oído nada. El comportamiento desaparecerá puesto que no va seguido de consecuencias positivas. Pero antes de desaparecer, puede intensificarse durante una semana. En el caso de un perro que corre a morderle las pantorrillas cuando usted sale de casa, usted tiene derecho a darle un cachete. La mayoría de los perros nunca son corregidos físicamente, mientras que en un grupo de perros, estos no dudan en morderse unos a otros. El correctivo debe aplicarse en el momento, ser suficiente para detener momentáneamente el comportamiento y, sobre todo, no ir acompañado de ira. Es una regla fundamental de la corrección (castigo) educativa : no debe ir acompañada de emoción violenta como la ira, para no inducir reacciones de miedo en el perro ni amplificar la agresión. Trabajo sobre los desencadenantes y las consecuencias Se puede trabajar al mismo tiempo sobre el estímulo desencadenante, el comportamiento del perro y las consecuencias del comportamiento. Se trata del contracondicionamiento. Consiste en enseñar al perro un comportamiento que entre en competición con el que él produce espontáneamente en presencia del estímulo. Es una técnica muy interesante porque enseña al perro nuevos comportamientos y lo convierte en más inteligente. Además, el perro

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duda entre dos posibilidades, lo que requiere tiempo (en microsegundos) y da al cerebro el tiempo para producir una respuesta más adaptada. Un ejemplo facilitará su comprensión. ¿Qué hacer si el perro es agresivo en el momento de la comida de sus dueños e intenta robar de los platos ? Hay que enseñarle el sentado, luego el sentado a distancia y luego el sentado-quieto. Una vez que se ha establecido este aprendizaje, se puede dibujar un círculo alrededor de la mesa y pedir al perro que se siente fuera de ese círculo cuando los propietarios estén comiendo. Si entra en el círculo, se le corrige inmediatamente o bien todos se levantan y avanzan hacia él para que salga del círculo. Si el perro es muy agresivo, deberá reducirse primero su peligrosidad mediante medicación. Si el perro agrede a los transeúntes (perros o humanos) en la calle, por agresión de distanciamiento, una técnica interesante será pedir al perro un “sentado” y que mire al educador, y recompensar este “sentado” con un premio extraordinario (por ejemplo, un alimento que le guste mucho). ! El “sentado” debe ordenarse en cuanto el perro muestre signos de tensión ; cuando ataca, es demasiado tarde. ! El perro debe mirar al educador, a los ojos o al menos, al principio, en su dirección. ! La recompensa debe darse cuando el perro se sienta ; al principio, se dará inmediatamente ; tras una centena de repeticiones, el dueño dejará pasar unos segundos antes de recompensar. ! La recompensa debe estar a la altura de la dificultad de la tarea a cumplir : si el perro está obnubilado por su deseo de agredir a los transeúntes, la recompensa debe ser más interesante que éstos. ! Este ejercicio debe realizarse al menos 1000 veces. Este ejercicio permite : ! focalizar el perro hacia el dueño y no hacia los transeúntes ;

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forzar al perro a una postura controlada (sentado), en lugar de dejarle adoptar la postura de pie, preparado para atacar ; activar una química de la digestión (colinérgica), que se opone a la química de la excitación (adrenérgica).

Si es necesario, para aumentar la motivación de la recompensa alimentaria, se lleva al perro en ayunas. Son precisas muchas repeticiones para obtener nuevos hábitos. La cifra de mil es indicativa ; puede ser inferior si el problema es reciente, y superior si las agresiones se han producido durante varios años. Esta técnica, se puede asociar al “clicker training” el “clic” del clicker se asocia a un alimento apetecible de manera repetitiva. Una vez el condicionamiento queda asociado, el clic deviene un refuerzo positivo simbólico. Desde ese momento, el comportamiento del perro puede ser comandado a distancia : el perro es “clicado” cuando ha producido la acción requerida (a cierta distancia de su educador), tan pronto llegue donde está su instructor, recibirá una recompensa (alimentaria). Técnicas mecánicas Son trucos que permiten reducir la agresividad, con o sin virtudes terapéuticas. Tienen efectos terapéuticos cuando aportan al animal o al sistema más capacidades de adaptación. Si un propietario se siente más seguro poniendo un bozal a su perro agresivo, todo su lenguaje corporal se modifica a consecuencia de su apaciguamiento ; estará mas seguro de sí mismo, más asertivo. Aquí, la técnica mecánica facilita una terapia cognitiva. Cuando se habla de técnicas mecánicas, se piensa ante todo en bozales, coreas, cadenas, collares, cierres, etc. En el caso de una señora de edad en silla de ruedas, atacada por su perro cada vez que suena el timbre de la puerta, utilicé un paraguas que había que abrir cuando el perro quería agredir a su dueña. El perro, perplejo, se 215

quedaba echado, dando ocasión a su dueña de decirle “echado” y recompensarle. En el proceso educativo, se condicionó al perro a sentarse inmediatamente al ordenárselo. El bozal (de tipo reja) es interesante no solamente por reducir la peligrosidad del can, sino también por forzar al perro, en parte desarmado, a adaptarse (y por lo tanto a aprender) nuevos modos de comunicación. Un perro agresivo con sus congéneres, puede de esa manera aprender a utilizar posturas de apaciguamiento, de sumisión o de juego con otros perros (previamente seleccionados como perros jugadores). Las técnicas quirúrgicas como el desarmado del perro por limado de los colmillos (con tratamiento del canal dental), etc. forman parte del arsenal de técnicas de limitación mecánica de la peligrosidad. Recuerdo a una joven madre que acababa de tener un niño. Era médico y su experiencia le hacía recordar mordeduras graves e imaginar a su niño desfigurado. La proposición de desarmado del perro modificó su actitud ; se liberó de su preocupación ; volvió a encontrar la esperanza de que el niño y el perro pudieran convivir (bajo vigilancia). Hizo que un veterinario ortodoncista desarmara al perro ; después, realizó también una desensibilización del perro hacia los niños. El arreglo fue casi perfecto ; no se produjo ningún incidente. Y el perro respondió inmejorablemente, sin que el desarmado alterase en absoluto su bienestar. Estas técnicas deben considerarse en los casos en que se pone en cuestión la supervivencia del animal en su ecosistema. La recolocación Un perro agresivo en un sistema no es obligatoriamente agresivo en otro grupo. Si la agresión depende de su estatus jerárquico, de su estatus dominante, está asociada a un sistema social concreto. La dominancia es relativa, no absoluta. Por el contrario, en el curso de ciertas enferme216

dades comportamentales, la conducta agresiva no depende del estatus. Es el caso, por ejemplo, de la ansiedad, la depresión, la hiperactividad, la delincuencia (la incapacidad de comunicar con las reglas sociales) y la hiperagresividad, por citar sólo algunas. Si el perro no padece ninguna enfermedad comportamental, la recolocación puede tener mucho éxito. Asimismo, en el caso de agresiones de defensa, puede ser beneficioso otro entorno menos estresante. En ese caso, igualmente, la recolocación puede salvar a un perro. La recolocación del perro es una terapia si permite un nuevo equilibrio del perro en su nuevo sistema social y de la familia en ausencia del perro. Las esperanzas que ofrece una recolocación para el equilibrio de un sistema o la supervivencia del perro no son argumentos suficientes para abandonar al perro en una sociedad protectora de animales. La eutanasia La eutanasia es una terapia cuando permite un equilibrio del ecosistema, es decir, de la familia o, desde otro enfoque, de la sociedad. Para ser una terapia, debe cumplir diversas condiciones. Si el propietario tiene una relación superficial con un animal-objeto, sería conveniente que no vuelva a tener un animal de compañía en el futuro, ya que se encontraría en situaciones similares de forma repetitiva. En cambio, frente a un propietario muy unido a su perro, la desculpabilización facilitará el proceso de duelo y de posible establecimiento de una nueva relación. La eutanasia debe considerarse cuando la peligrosidad es excesiva con respecto a la capacidad del sistema social para manejarla.

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La utilización de psicotropos

La utilización de medicamentos Aconsejo el recurso a medicamentos psicotropos para atenuar los comportamientos agresivos. El buen uso de medicamentos ¿Para qué utilizar un medicamento ? Como todo comportamiento, el comportamiento agresivo está asociado a transmisiones químicas entre neuronas de una red específica. La forma más fácil y la más estética de modificar el comportamiento es actuar sobre esta red de neuronas. Los medicamentos permiten hacerlo con una cierta precisión. Esta justificado utilizar un medicamento cuando el perro es : ! ansioso (dominante y ansioso), ! hiperagresivo, ! hipersexual (agresivo e hipersexuado) ! otros estados patológicos. Pero, ¿es verdaderamente necesario cuando el perro es normal y presenta comportamientos de agresión reaccional normales en presencia de un sistema que, desde su punto de vista, no funciona correctamente ? La respuesta es sí cuando el cálculo de la peligrosidad indica un riesgo real para los miembros de la familia, niños, personas de edad o discapacitadas… También es útil prescribir un psicotropo al perro agresivo cuando el propietario está en un estado emocional (miedo, ira) que le impide iniciar una terapia ; la mejoría es más

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rápida y anima a que se comprometa en el proceso terapéutico. La elección de un medicamento eficaz No pueden utilizarse medicamentos que tengan un poder desinhibidor potencial, es decir, que pueden, a pequeñas dosis generalmente, o a dosis demasiado fuertes, tener un efecto inverso, contrario, y aumentar la agresión. Debe desconfiarse del diazepam, la acepromacina, la clorpromacina, las butirofenonas, los barbitúricos y productos similares. Los medicamentos sedantes reducen la capacidad de aprendizaje, por lo que son poco recomendables. La elección de un medicamento no es definitiva. Está asociada a la estrategia del tratamiento. Ahora bien, esta estrategia no es rígida, evoluciona con el curso del tratamiento, la demanda y las necesidades. La estrategia se adapta en el curso del tratamiento y con ella, la medicación puede variar en dosis o en naturaleza. Limitaciones Me limitaré en esta obra al tratamiento de casos simples, habituales y frecuentes (manejables por el veterinario generalista) y dejaré los casos complejos y los de los perros agresivos de gran tamaño para los especialistas. Si el lector desea más información sobre el tema del manejo de perros grandes agresivos, puede consultar el libro de P. Pageat (en los capítulos sobre psicotropos, tratamientos hormonales y hospitalización de perros agresivos de gran talla). Modelos de prescripción Existen varios modelos disponibles para la prescripción de psicotropos : ! elección del psicotropo por sus efectos sobre la neurotransmisión y la neuromodulación (neuroquímica, neurofisiología). ! elección del psicotropo por los síntomas (semiología).

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elección del psicotropo por los trastornos (nosografía).

He elegido la prescripción basada en la semiología. En efecto, los modelos de prescripción por la neurofisiología me parecen demasiado complejos y al mismo tiempo insuficientes, puesto que justifican la elección basándose sólo en unos cuantos de las decenas de neurotransmisores, neuromoduladores y neurohormonas y, generalmente, en el primer elemento de una larga cadena de reacciones. Un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (SSRI), (en inglés serotonin-selective reuptake inhibitor) como la fluoxetina o la fluvoxamina, aumenta la serotonina en la brecha sináptica ; sin embargo, cada uno de estos psicotropos actúa igualmente sobre otros receptores serotoninérgicos, originando efectos diferentes sobre la transmisión dopaminérgica. La acción final de estas dos moléculas es divergente. Propongo al lector un análisis de la descripción de los efectos de una y otra molécula en la descripción de los psicotropos. Podéis ver que los SSRI hacen mucho más que inhibir la recaptación de serotonina. Este ejemplo no significa que los modelos neurofisiológicos no sean interesantes, muy al contrario. Sin embargo, encuentro que su uso es limitado a partir de un cierto nivel de experiencia y prefiero la eficacia de un modelo de prescripción polisintomático. Número limitado de psicotropos utilizados en la práctica habitual Aunque existen decenas de psicotropos disponibles, con una acción directa o indirecta sobre los comportamientos agresivos, el número de los que realmente prescriben los especialistas es bastante limitado. Por lo tanto, las claves de la prescripción se ven facilitadas. ¿Cuáles son estos psicotropos ? !

Alprazolam

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Amitriptilina Carbamazepina (+ Ciproterona) Clomipramina Clonidina Fluoxetina Fluvoxamina Pipamperona (en asociación) Propranolol Risperidona Selegilina

De este conjunto, sólo media docena representan el 80 % de las prescripciones realizadas por los veterinarios comportamentalistas de la escuela francesa. Las tres más usadas son la carbamazepina, la fluvoxamina, y la fluoxetina ; después vienen la selegilina, la clomipramina y la ciproterona (en asociación con la carbamazepina). Éstos son diferentes psicotropos agrupados por familias : ! ! ! ! ! !

SSRI : fluoxetina fluvoxamina Regulador del humor, anticonvulsivante : carbamazepina, selegilina Tricíclico : clomipramina, amitriptilina Neuroléptico : pipamperona, siempre en asociación con la clomipramina o la fluvoxamina Hormona : ciproterona (acetato) en asociación con la carbamazepina Otros psicotropos : clonidina, propranolol, alprazolam, risperidona

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Descripción de los psicotropos Las siguientes descripciones son muy sucintas. Alprazolam Clase : triazolodiazepina, análogo de las benzodiazepinas. Modo de acción : potencia el GABA Efectos : reduce los ataques de pánico, la agresión defensiva ; analgésico. Efectos secundarios : hiperexcitación, agresión por des inhibición (pequeñas dosis), efecto hipnótico (dosis elevadas) depresión, eneuresis, ataxia. Precauciones : trastornos hepáticos, renales, hipoproteinemia, obesidad. Efectos acumulativos (repetición de dosis). Dosificación : 0,1-1 mg/kg en 2 a 4 tomas Plazo de eficacia : algunos minutos. Amitriptilina Clase : antidepresivo tricíclico (relacionado químicamente con las fenotiazinas). Modo de acción : inhibidor no selectivo de la recaptación de la noradrenalina y de la serotonina, anticolinérgico, alfa-1adrenérgico, antihistamínico H1 y H2. Efectos : ansiedad, comportamientos repetitivos, analgésico. Efectos secundarios : boca seca, estreñimiento, retención urinaria, taquicardia, arritmia. Precauciones : retención urinaria, arritmia cardíaca, hiperplasia de próstata, glaucoma, convulsiones : interfiere con una suplementación tiroidea. Dosis : 2-6 mg/kg en dos tomas Plazo de eficacia : algunas horas en los comportamientos “hiper”, 3 a 6 semanas en la ansiedad.

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Carbamazepina Clase : anticonvulsivante (derivado de la imipramina) Modo de acción : la carbamazepina y su metabolito activo, la carbamazepina-epoxina, potencian el GABA y los receptores alfa-adrenérgicos, regulan el ARN mensajero de la proteína CD151 (sin duda, importante en la regulación del humor) Efectos : estabilizador del humor, reducción ligera de la agresividad y de la hiperactividad, neuralgia del nervio trigémino. Efectos secundarios : hepatotóxico, agranulocitosis, anemia aplásica, hiponatremia (efecto antidiurético, intoxicación por agua), ovarios poliquísticos y androgenia (en la mujer), teratógeno, hipotiroidismo. Efectos de sobredosis : sedación, confusión, ataxia. Combinaciones posibles : ciproterona (recomendada por P. Pageat). Precauciones : trastornos hepáticos ; la carbamazepina activa la enzima P450, que aumenta el clearance (o índice de depuración renal) en un gran número de fármacos. La carbamazepinemia aumenta con el antibiótico eritromicina, la cimetidina, los IMAO y el valproato. Dosis : 20-40 mg/kg en 2 tomas (forma galénica de larga duración de acción). Plazo de eficacia : algunos días en los comportamientos “hiper”, 3 a 6 semanas en la ansiedad, 3 a 6 meses para la regulación del humor. Clomipramina Clase : antidepresivo tricíclico (relacionado químicamente con las fenotiazinas). Modo de acción : inhibidor no selectivo de la recaptación de serotonina y de noradrenalina, anticolinérgico, alfa-1adrenérgico, antihistamínico H1 y H2. Efectos : ansiedad (de separación), comportamientos repetitivos, granuloma por lamido, analgésico.

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Efectos secundarios : boca seca, estreñimiento, retención urinaria, taquicardia, arritmia. Combinaciones posibles : pipamperona Precauciones : retención urinaria, arritmia cardíaca, hiperplasia de próstata, glaucoma, convulsiones, interfiere con la suplementación tiroidea. Dosis : 2-4 (a veces 6) mg/kg en dos tomas. Plazo de eficacia : algunas horas en los comportamientos “hiper”, 3 a 6 semanas en la ansiedad. Clonidina Clase : alfa-2-agonista Modo de acción : alfa-2-agonista, efecto sedante vía NO (óxido nítrico) Indicaciones : fobia, granuloma por lamido, trastorno pánico (taquicardia). Efectos secundarios : bradicardia Precauciones : trastornos cardíacos Dosis : 0,15-0,25 mg/kg en 2 tomas (forma galénica de larga duración de acción) Plazo de eficacia : algunos minutos para el trastorno pánico, 3 a 6 semanas para el granuloma por lamido. Ciproterona (acetato) Clase : antiandrógeno con efectos progestogénicos y antigonadotropos. Modo de acción : Indicaciones : efectos antiandrogénicos, débil efecto calmante y antiagresivo central no específico. Efectos secundarios : hiperfagia, reducción (reversible) del volumen testicular, hepatotoxicidad, aumento de peso. Combinaciones posibles : carbamazepina especialmente, cualquier psicotropo en general. Dosis : 5 mg/kg en 2 tomas, durante dos semanas, después reducir la dosis a la mitad. Plazo de eficacia : algunos días en los comportamientos sexuales “hiper”.

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Fluoxetina Clase : inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (SSRI). Modo de acción : SSRI, agonista 5HT1a, antagonista 5HT2c y 5HT3, antagonista nicotínico, GABA-a agonista por estimulación de la ALLO (3-hidroxi-5-pregnano-20-ona), activador (sin duda secundario) dopaminérgico y noradrenérgico. Indicaciones : agresiones ofensivas, defensivas, particularmente agresiones sociales, hiperactividad, comportamientos repetitivos, trastorno de pánico, hiperfagia, disforia (en humanos). Efectos secundarios : insomnio, alucinaciones (en humanos), inapetencia, pérdida de peso y nerviosismo. Combinaciones posibles : clonidina Precauciones : anorexia, temblores musculares Dosis : 1-4 mg/kg en 1 toma. Plazo de eficacia : algunos días en los comportamientos “hiper”, 3 a 6 semanas para la ansiedad. Fluvoxamina Clase : inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (SSRI) Modo de acción : SSRI, agonista 5HT2a, GABA-a agonista por estimulación de la ALLO (3-hidroxi-5-pregnano-20ona), agonista (primario o secundario) de D1 y D2, IMAO-b. Indicaciones : agresiones ofensivas, defensivas, particularmente agresiones sociales, hiperactividad, comportamientos repetitivos, trastorno de pánico, hiperfagia. Efectos secundarios : sedación. Combinaciones posibles : pipamperona. Precauciones : trastornos hepáticos. Dosis : 2-8 mg/kg en 2 tomas Plazo de eficacia : algunos días en los comportamientos “hiper”, 3 a 6 semanas para la ansiedad.

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Pipamperona (en asociación) Clase : butirofenona (neuroléptico). Modo de acción : antagonista dopaminérgico y serotoninérgico. Indicaciones : agresión, exceso de vocalización, destrucciones. Efectos secundarios : desinhibición y facilitación de conductas agresivas e hiperagresivas a dosis bajas, confusión y agresión de defensa a dosis altas ; efectos tóxicos : ataxia, temblores musculares, incoordinación (síntomas extrapiramidales). Combinaciones posibles : clomipramina, fluvoxamina. Precauciones : la sensibilidad es individual ; para evitar los efectos de una subdosificación, asociar con otro psicotropo serotoninérgico. Dosis : 20 mg/m2 en asociación. Plazo de eficacia : algunas horas en los comportamientos “hiper”. Propranolol Clase : betabloqueante. Modo de acción : antagonista beta 1 y 2 Indicaciones : reducción ligera de las agresiones, trastorno de pánico (con taquicardia). Efectos secundarios : bradicardia, hipotensión. Combinaciones posibles : Precauciones : cardiopatía, asma, diabetes. Dosis : 1-10 mg/kg en 2 tomas (forma galénica de larga duración de acción). Plazo de eficacia : algunas horas en los comportamientos “hiper”, 3 a 6 semanas para la agresividad. Risperidona Clase : neuroléptico atípico, derivado de las butirofenonas. Modo de acción : antagonista de la dopamina y serotonina, antagonista 5HT2a.

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Indicaciones : agresión social, trastornos repetitivos, alucinaciones, trastorno disociativo, estereotipias (torneo). Efectos secundarios : desinhibición y agresión a dosis bajas. Combinaciones posibles : Precauciones : no se conocen Dosis : 0,5-1 mg/m2 en 1 toma. Plazo de eficacia : algunas horas en los comportamientos “hiper”, 3 a 6 semanas para la agresividad, los trastornos repetitivos y las estereotipias. Selegilina Clase : IMAO-b Modo de acción : inhibidor de la monoamino-oxidasa de tipo B, inhibidor de la recaptación de noradrenalina y dopamina. Indicaciones : todos los trastornos del humor y de las emociones, y signos comportamentales y actividades neurovegetativas derivados (micción-defecación emocional, etc.), convulsiones, trastornos cognitivos (perro viejo), hiperactividad, comportamientos repetitivos, estereotipias. Efectos secundarios : raros. Combinaciones posibles : no recomendadas, sobre todo con serotoninérgicos, aunque la experiencia clínica me ha demostrado que la selegilina puede asociarse con la fluvoxamina o la carbamazepina. Precauciones : no tiene. Dosis : 0,5 mg/kg en 1 toma. Plazo de eficacia : 3 a 6 semanas para los trastornos de las emociones y del humor.

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Lógica de prescripción Si se desea utilizar un modelo de prescripción sintomático, siempre que se seleccionen al menos varios síntomas característicos del paciente en función de la estrategia de prescripción, puede resultar práctico el uso del siguiente repertorio. En este repertorio, se abreviarán los psicotropos como sigue : Alprazolam : alpr, Amitriptilina : amit, Carbamazepina : carb, Clomipramina : clom, Clonidina : clon, Ciproterona : cypr, Fluoxetina : flxt, Fluvoxamina : flvx, Pipamperona : pipa, Propranolol : prop, Risperidona : risp, Selegilina : selg. Repertorio de algunos síntomas : Todos los psicotropos citados están indicados para estados “hiper”, a saber, agresividad, producción de molestias tales como vocalizaciones y destrucción, hipervigilancia, hiperactividad, etc. El breve repertorio que sigue propone algunos síntomas accesorios -limitado a los psicotropos indicados con más frecuencia- para individualizar una prescripción. Actividad, repetitividad, estereotipia Clom, flxt, flvx, pipa, risp, selg Agresión, defensiva Clom, flxt, flvx, selg Agresión, dolor (por) Alpr, amit Agresión, jerárquica Carb, flxt, flvx aria Flxt, flvx Agresión, hiperagresión 1 Agresión, ofensiva Carb, flxt, flvx Agresión, sexual Cypr Alimentaria, hiperfagia Flxt Alimentaria, hipofagia Alpr, cypr, pipa, selg Alimentaria, pica, coprofagia Flxt, flvx Alucinaciones, alucinosis Flvx, pipa, risp Ansiedad Alpr, carb, clom, flxt,

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Apego : hiperapego Atención, defecto (de) Bebida : polidipsia Bebida : polaquidipsia Cognición, degradación (de la) Control, falta de Digestivo : dispepsia, bostezos, diarrea, cólico Disociado, estado Estereotipia Eliminaciones, emocionales Episódico, pérdida de control Lamido, autolamido, excesivo (autotraumático) Lamido, olores, orines Lamido, suelo u objetos Marcaje urinario, excesivo, de origen sexual Marcaje urinario, excesivo, de origen social Obesidad Miedos, fobias, simples o complejas

flvx, selg Clom, flxt, flvx, selg Flxt, flvx, selg Carb Carb Selg Flxt, flvx, selg Clom, selg Risp, selg Risp, selg Clom, selg Selg Clom, clon, flxt, flvx, risp, selg Cypr Flvx, selg Cypr Flxt, flvx

Clom, flxt, flvx, selg Alpr, carb, clom, clon, prop, selg Sexual comportamiento exacerbado Cypr, flvx Sexual, masturbación exhibida Cypr, flxt, flvx Sueño, hiposomnia Clom, flvx, selg Taquicardia Prop unipolar, trastorno Carb, selg

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Dosis de los psicotropos A continuación se muestran las dosis diarias aconsejadas de psicotropos. Es conveniente individualizar las dosis, ya que cada perro puede reaccionar de forma muy diferente e individual. Alprazolam Amitriptilina Carbamazepina Clomipramina Clonidina Ciproterona Fluoxetina Fluvoxamina Pipamperona (en asociación) Propranolol Risperidona Selegilina

0,1-1 mg/kg/día en 2 a 4 dosis 2- 6 mg/kg/día en 2 dosis 20-40 mg/kg/día en 2 dosis (forma larga duración) 1-4 mg/kg/día en 2 dosis 0,15-0,25 mg/kg en 2 dosis 5 mg/kg/día en 2 dosis, reducir la dosis pasada 1 semana 1-4 mg/kg/día en 1 dosis 2-8 mg/kg/día en 2 dosis 20 mg/m2/día en asociación con un tricíclico o un SSRI 1-10 mg/kg/día en 2 dosis (forma larga duración) 0,5-1 mg/m2/día en 1 dosis 0,5 mg/kg/día en 1 dosis por la mañana o mediodía

Consejos generales de prescripción Cada veterinario tiene sus hábitos de prescripción, dependiendo de aquello que le haya dado resultado. Esta costumbre está ligada a la infralógica individual. Hay pocos estudios científicos sobre el tema. Por ejemplo, yo prescribo siempre dosis crecientes de fluvoxamina debido a sus efectos sedantes potenciales. Pero otros prescriben de entrada una dosis de 4 mg/kg, sin ningún problema. La regla que propongo es utilizar la dosis mínima eficaz, es decir, comenzar con la dosis mínima recomendada y

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después aumentar la dosis cada 5 días hasta la obtención del efecto terapéutico deseado. Esto sólo es válido para las medicaciones que poseen efectos directos, pero no por las medicaciones reguladoras como la selegilina y la carbamazepina, que se dan a dosis fijas. Si utiliza este método, recuerde prevenir al cliente sobre la modificación posterior de la dosis. Como excepción a esta regla, el acetato de ciproterona se da a dosis decrecientes. En caso de fin de tratamiento, es conveniente prever (y prevenir al cliente) un periodo de reducción progresiva de una a dos semanas por cada mes de tratamiento. La dosis se disminuye de forma aritmética, a saber, 1/Xª por semana para X semanas (por ejemplo, ¼ de la dosis por semana para 4 semanas). No hay reducción progresiva para la selegilina. En caso de interrupción sin reducción progresiva, existe el riesgo de un efecto de rebote, es decir, un aumento espectacular de los comportamientos o problemas. Algunos psicotropos tienen repercusiones sobre la función hepática, renal o hematopoyética. Se recomienda vigilar los parámetros sanguíneos de forma regular. Limitaciones y duraciones del tratamiento con psicotropos Cada comportamiento está asociado a una cadena de neurotransmisión. Modificando la neurotransmisión, se modifican los comportamientos. Este procedimiento es muy estético, pero también muy superficial. Teóricamente, al suspender la medicación, el animal retoma sus comportamientos programados genética y estructuralmente si no se le han enseñado nuevas estrategias de acción. En la práctica, éste no es siempre el caso, dado que existen diferentes medios de aprendizaje que son eficaces sin una terapia específica, como por ejemplo la habituación. Diría que empíricamente hay tres duraciones de acción con efectos diferentes :

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De 0 a 3 semanas : acción directa, poco reguladora con recidiva inmediata al interrumpir la medicación en ausencia de una terapia comportamental. De 3 semanas a 3-6 meses : acción reguladora con estabilización de los efectos, recidiva o recaída posibles al cabo de algunos días o semanas de suspender la medicación. Más de 6 meses : acción sobre la transcripción génica y sobre la estructura de las redes nerviosas ; recaídas posibles por trastornos de base genética o estructural.

La duración del tratamiento ha de ser tanto más larga cuanto más profunda sea la afectación patológica : ! Afección del humor : tratamiento largo, más de 6 meses ! Afección de las emociones, de la cognición, de la percepción : tratamiento de 6 meses por término medio ! Afección limitada a los comportamientos y las actividades neurovegetativas : tratamiento de 3 a 6 meses. Si los propietarios no realizan una terapia comportamental, el tratamiento medicamentoso será prolongado. Mi recomendación, siempre empírica, es continuar el tratamiento un mes después de la estabilización y la mejoría, y a continuación iniciar una reducción progresiva o cambiar de medicación o considerar una asociación de medicamentos. Mono y politerapia El ideal terapéutico consiste en restablecer la salud, es decir, las capacidades de adaptación, del paciente y del sistema en el que está inmerso. Para ello, la primera regla que debe respetarse es no perjudicar al paciente ni al sistema. La segunda regla es ser eficaz de forma rápida. El ideal científico consiste en poder controlar exactamente el efecto de las prescripciones de medicamentos y terapias. 233

Por lo tanto, sería preferible prescribir terapia y medicamento de forma separada, para poder evaluar una y otro. A menudo, el ideal científico no respeta el ideal terapéutico. Para mejorar rápidamente -y no olvidemos que hablamos de perros agresivos y de un peligro para la familia o para la seguridad pública- se asocian generalmente medicación y terapia. En esta línea de ideas, también es posible asociar diferentes psicotropos. No lo recomiendo, salvo para la pipamperona, que no administraría nunca sola debido a los riesgos de facilitación agresiva asociados a las dosis bajas y a la individualidad de la respuesta de cada perro. La asociación de dos psicotropos puede conllevar diferentes problemas poco previsibles : el desplazamiento de una molécula de su lugar de acción o de su unión con una proteína de unión, una modificación de la biotransformación, inhibiciones o inducciones enzimáticas, interacciones farmacodinámicas, etc. En resumen, la estrategia debe ir encaminada a garantizar el ideal terapéutico, respetando siempre al máximo posible el ideal científico. Utilización de feromonas La investigación actual en el campo de la comunicación química ha permitido proponer nuevos tratamientos : la feromonoterapia. P. Pageat ha analizado y sintetizado la DAP (Dog Appeasing Pheromone, feromona de apaciguamiento canina) y no se excluye que sean sintetizadas nuevas feromonas caninas, particularmente las feromonas de acción jerárquica. Actualmente, la DAP puede utilizarse en casos de agresión en el seno del entorno familiar, ya se trate de agresiones entre perros o entre perro y humanos. Teóricamente, todas las agresiones de autodefensa deberían poder mejorar.

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Medicamentos que deben evitarse Conviene evitar los medicamentos y sustancias químicas que puedan aumentar la agresividad. Pueden clasificarse en tres categorías : 1. reducen las inhibiciones sociales y los autocontroles ; 2. aumentan la vigilancia, la sensibilidad, la reactividad y la actividad ; 3. causan confusión (mental) y reducen la regulación comportamental. Sustancias que reducen las inhibiciones sociales y los autocontroles : ! Alcohol, cannabis, etc. ! Benzodiazepinas, tales como el diazepam ; menor efecto desinhibidor con el alprazolam. ! Neurolépticos a bajas dosis, por ejemplo, las fenotiazinas tales como la acepromazina, las butirofenonas tales como la pipamperona, las benzamidas sustituidas tales como el sulpirido, los antieméticos dopaminérgicos tales como la metoclopramida, etc. ! Ciertos antidepresivos tricíclicos tales como la clomipramina a pequeñas dosis, o ciertos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina a pequeñas dosis, tales como la fluoxetina, la sertralina, la paroxetina, el citalopram, etc. ! Barbitúricos a pequeñas dosis, tales como el fenobarbital. Sustancias que aumentan la vigilancia, la sensibilidad, la reactividad y la actividad : ! Ciertos antidepresivos cuadricíclicos adrenérgicos, tales como la mianserina. ! Ciertos antidepresivos tricíclicos adrenérgicos, tales como la amitriptilina, etc. ! Ansiolíticos atípicos adrenérgicos como la buspirona. ! Hormonas tales como los andrógenos, los estrógenos, las hormonas tiroideas, etc.

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Sustancias que causan confusión (mental) y reducen la regulación comportamental : ! Neurolépticos a dosis elevadas (sedantes). ! Sustancias con acción anticolinérgica, sobre todo en perros viejos, tales como la clomipramina. ! Barbitúricos a dosis altas. Automedicación Este párrafo está destinado a los lectores que no son veterinarios o médicos. Es muy tentador administrar medicamentos uno mismo. Las recomendaciones de este capítulo permitirían hacerlo. Los debates en los foros de comportamiento permiten también intercambiar “recetas”. Sin embargo, hay que resistir a esa tentación. La prescripción de un medicamento debe tener en cuenta no sólo al animal (y a todos sus psychels, incluyendo todo el aspecto somático), sino además al sistema en el que vive el animal, sistema en el que también usted vive y del que le es imposible obtener un punto de vista objetivo. Por ética y por compromiso con la objetividad, debe evitarse tratar a los seres cercanos, incluidos… los propios animales.

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Prevenir la agresión

Existen tres niveles de prevención : 1. primario : antes de una agresión o de un accidente 2. secundario : después de una agresión pero antes de un accidente 3. terciario : después de un accidente, para evitar recidivas y complicaciones Prevención primaria ¿Qué hacer para evitar cualquier agresión ? Hay muchos puntos sobre los que se puede actuar. ! La genética del perro : selección de progenitores no agresivos ; esterilización de perros agresivos para evitar su reproducción. ! La socialización del perro : hipersocialización del cachorro por contacto con gran número de tipos humanos, múltiples razas de perros y otros animales, para favorecer una visión confiada del mundo y reducir los comportamientos de caza. Mantenimiento de esta socialización durante toda la vida. ! El respeto de la etología y de la ecología : respetar los mecanismos de jerarquización en la familia-manada, dejar que los perros resuelvan sus problemas mediante posturas y rituales complementarios (dominante y sumiso), dejar que el perro coma sin interferencias, etc. ! Escuela de cachorros : socialización y aprendizaje de los rituales de comunicación en una escuela de juegos reservada a cachorros de 8 semanas a más de 4 meses.

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Educación del perro : trabajo día a día para permitir que el perro se desarrolle en la armonía del hogar ; ver L’éducation du chien y Mon chien est bien élevé. El adiestramiento de obediencia del perro : trabajo cotidiano en el domicilio o regularmente en grupo para enseñar obediencia al perro e inculcar a los dueños la noción de autoridad, es decir, ser capaz de hacerse obedecer por el perro sin recurrir a la fuerza (o a la violencia). Adiestramiento profesional : para perros destinados a un trabajo social o policial. Seguimiento médico general del perro : fundamental para prevenir cualquier influencia de una afección del organismo sobre el humor, las emociones y los comportamientos. Educación de los niños : los niños (objeto importante de agresiones) son la generación futura ; es esencial educarlos para prevenir agresiones directas y para hacer de ellos futuros padres conscientes. Educación de la población adulta : un punto esencial en el que intervienen los medios de comunicación, folletos en centros veterinarios y médicos, etc. El programa propietario responsable : un programa propuesto en diferentes países, basado en la responsabilidad moral y el saber vivir como buen ciudadano. La formación de los veterinarios : importancia de la formación en ciencias y medicina del comportamiento. La formación de los veterinarios comportamentalistas : mayor necesidad de especialistas para responder a una mayor demanda de bienestar relacional en la familia-manada. La formación de otros profesionales no veterinarios : los educadores y expertos deben poder descubrir los comportamientos agresivos problemáticos y patológicos.

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Prevención secundaria ¿Qué hacer para evitar una mordedura grave si el perro ya ha amenazado o marcado ? Añadir a la prevención primaria : ! un tratamiento de los problemas de agresividad. Ver capítulo correspondiente. ! verificar que se cuenta con la cobertura adecuada de un seguro de “responsabilidad canina”. ! información y formación de los médicos sobre la evaluación de la peligrosidad del perro (de familia), sobre la actuación clínica (cuidados) y administrativa (declaración, evaluación de la incapacidad temporal). ! información a la víctima, por parte del médico, el veterinario, el educador, etc. sobre la evaluación de la peligrosidad, las actuaciones administrativas (declaración), la forma de manejar el perro (tratamientos, centros especializados). Esperar a que ocurra el accidente es una mala política. Es necesario realizar un diagnóstico ante la menor amenaza e iniciar directamente un proceso de manejo (prevención mecánica con bozal, cierres…) o de modificación (tratamientos). Prevención terciaria Cuando un perro ha mordido gravemente, ¿qué hacer para evitar el desarrollo de la hiperagresión y para proteger a la familia y a la sociedad ? Añadir a la prevención primaria y secundaria : ! decisiones políticas (legislación) en materia de sanidad y seguridad públicas.

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Los tests predictivos de agresividad

Sería interesante poder realizar un test a un cachorro y prever si será o no agresivo y morderá en la edad adulta. Esto permitiría elegir sin equivocarse un perro de familia no agresivo o un perro de guardia, de deporte (de ring) o de intervención (policial) con mordida. Existen varias pruebas disponibles, que se realizan en : ! cachorros, ! perros adultos. Pruebas realizadas en cachorros Las pruebas realizadas en cachorros no son predictivas. Ninguno de estos ensayos resiste a la prueba del tiempo y el perro adulto se diferencia significativamente de las previsiones efectuadas cuando se realizó la prueba a la edad de 7 semanas o de 3 meses. Es lógico y existen varias razones para ello. La agresividad no es una entidad monolítica. Hemos visto que la agresividad está compuesta por varias unidades psicobiológicas, llamadas psychels. Los propios actos motores se componen también de diferentes secuencias y se clasifican en diferentes tipos de agresión. Es imposible prever a largo plazo cuál será el estado de salud de un organismo, sus reacciones emocionales, su inteligencia (cognición), sus actos de agresión, etc. El entorno, las interacciones con los dueños, el estatus jerárquico, etc. tienen un efecto muy importante en el transcurso del tiempo. El comportamiento es un ejemplo ideal de la ley del caos.

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La ley del caos es la imprevisibilidad de un sistema sometido a efectos deterministas. Es decir que incluso si se conociese la personalidad del perro a la edad de 7 semanas y todas las influencias que va a experimentar a lo largo de su vida, nos sería imposible prever su comportamiento en un plazo de unos días o unas semanas. En cambio, se puede prever casi con certeza que los comportamientos del perro tendrán una cierta tendencia, por ejemplo, a la impulsividad o a la hiperactividad. En teoría del caos, se dice que estarán centrados en torno a un atrayente. El nivel reaccional general del perro, sus tendencias de personalidad, su atrayente, es por lo tanto mucho más previsible. Para identificar este atrayente en un perro, podemos interesarnos en el comportamiento : ! del cachorro ; ! de sus progenitores, de aquéllos que tienen una genética en común con él. Análisis de la personalidad del cachorro Se puede observar al cachorro en medio de sus hermanos y padres, o aislarlo y testarlo, por ejemplo forzándole a adoptar ciertas posturas. Sólo serán significativas las reacciones comportamentales que el cachorro adopte de forma sistemática. Si el perro se muestra alternativamente calmado y agresivo, no se puede extraer ninguna conclusión. En cambio, el cachorro que es sistemáticamente agresivo, reactivo, impulsivo, intolerante a la inmovilización y que rechaza ser manipulado, mantenido contra el suelo boca abajo o boca arriba, conservará la misma personalidad durante toda su vida. Un perro tranquilo y que acepta la manipulación puede volverse agresivo con el tiempo, o continuar siendo tranquilo y tolerante. Refiero al lector al gráfico del capítulo sobre la agresión competitiva, donde puede visualizar la evolución agresiva de diferentes perros en el curso del crecimiento.

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Análisis de la personalidad de los progenitores La agresividad depende de numerosos genes. El gen es el elemento del código genético que codifica una proteína. Un gen tiene numerosos efectos comportamentales y un comportamiento está sometido a la influencia de numerosos genes. Si los ascendientes del perro que se prueba son agresivos, éste tiene una cierta probabilidad de volverse agresivo. Esta probabilidad es máxima si los dos padres son agresivos y mínima si ni los padres ni los abuelos son agresivos. Por ejemplo, esta probabilidad disminuirá según la escala siguiente : ! dos padres y cuatro abuelos agresivos ! un padre y cuatro abuelos agresivos ! un padre y dos abuelos (por parte del padre no agresivo) agresivos ! un padre y un abuelo (por parte del padre no agresivo) ! un padre agresivo (y ningún abuelo agresivo) ! ningún padre ni abuelo agresivos Pruebas realizadas en perros adultos Los tests de agresión sobre perros adultos son poco numerosos. Algunas pruebas están validadas científicamente, es decir, están estandarizadas, son repetibles, sus resultados son fiables y no dependen de la persona que realiza la prueba y se correlacionan con la historia del perro. ! La validez es la concordancia entre la realidad biohistórica del animal y el resultado de la prueba. Es decir que la prueba evalúa correctamente aquello que está destinado a probar, a saber en este caso, la agresividad del perro. ! La fiabilidad es la concordancia de los resultados de la prueba realizada por diferentes personas y en diferentes momentos. ! La estandarización se aplica sobre la ejecución, la observación, la interpretación y la evaluación.

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Una prueba de este tipo es la de W. Netto y D. Planta (1997). Su validez está ligada a 43 subtests. La duración de esta prueba es equivalente a la de una consulta de comportamiento con un veterinario especialista y, en mi opinión, sus conclusiones no son superiores a las de un experto. Sin embargo, Doreen Planta ha puesto a punto un nuevo test más rápido y que necesita menos tecnicismo y material : el MAG test, que comprende 16 subtests. Actualmente, sea el que fuere el valor de la prueba para la selección de los progenitores, ello no ayuda al comportamentalista a tratar al animal con más eficacia.

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Cuando un niño llega…!

“Doctor, voy a tener un niño dentro de un mes, y mi perro mordió a una visita el otro día. Tengo miedo por mi hijo…” “Doctor, estoy embarazada de cinco meses ; mi perro me ha gruñido…” “Doctor, voy a adoptar a una niña de un año, dentro de dos meses…” Comportamiento del perro durante el embarazo En muchos casos, el perro parece enterado del embarazo de su dueña. Incluso, a veces, es el primero en enterarse, y su comportamiento se modifica. Podría ser que esta comunicación se base en vías olfativas, por olores (feromonas). El perro parece a veces irritable, a veces excitable, a veces alterado sexualmente. Su irritabilidad se manifiesta ante todo el mundo, incluida la mujer embarazada. Prever el comportamiento del perro ante un nacimiento ¿Qué es un bebé para un perro ? Hay varias respuestas : ! una “cosa” que pertenece a la pareja dominante (normal) ; ! un intruso en la vida, una perturbación de las rutinas (ansiedad) ; ! un competidor por la atención de los propietarios (normal) ;

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el culpable de una pérdida de privilegios, que hay que eliminar (dominante) ; un cachorrito de la manada para apropiarse de él (perra dominante) ; un animalito para cazar (cazador, no socializado) ; una cosa desconocida que debe evitarse (fóbico, ansioso) ; etc.

Para poder prever -ejercicio peligroso- el comportamiento del perro en una situación desconocida, como un nacimiento, hay que apreciar diferentes situaciones : ! El estatus jerárquico del perro en la familia ! El perro y sus elementos psicobiológicos ! Las reacciones del perro frente a niños de diferentes edades ! El nivel de atención que se concede al perro Estatus jerárquico del perro Para analizar el estatus del perro en la familia, remito al lector al capítulo dedicado a la agresión competitiva y jerárquica y a mi libro Mon chien est-il dominant ? Debe recordarse que, en una manada de perros, el macho dominante es el único que tiene el privilegio de ser padre. Podría considerar que el niño que acaba de llegar le pertenece e impedir a todos los demás que se acerquen a él. El perro y sus elementos psicobiológicos Deben analizarse todos los psychels del perro para determinar si es equilibrado y sano o si padece una enfermedad que podría repercutir sobre sus relaciones sociales, sus capacidades de adaptación a una nueva situación y su estabilidad de humor y, por lo tanto, sobre la previsibilidad de sus comportamientos. En el análisis de los psychels, se presta especial atención a los comportamientos agresivos y destructivos, cualquier cosa

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que sea hacia la que vayan dirigidos, incluidos los animales pequeños y los muñecos de peluche. Reacciones del perro ante los niños Intento determinar las reacciones ansiosas o agresivas (o predadoras) del perro en presencia de niños de diferentes categorías de edad : desde el nacimiento hasta los 6 meses, desde los 6 meses hasta los 12-18 meses, desde 1,5 años hasta 3 años y desde 3 años hasta 6 años. Para un perro, cada una de estas categorías podría ser considerada como una “especie” diferente. Las reacciones del perro frente a bebés o a niños de edades diferentes pueden cambiar. Debe analizarse la menor reacción de temor, de huida, de evitación, de agresión, de juego no controlado, etc., así como las posturas, secuencias, etc. de cada comportamiento. El nivel de atención concedido al perro Me refiero aquí al nivel de atención general, a las caricias, a la dedicación de tiempo… La llegada de un niño requiere casi todo el tiempo de los padres ; no queda tiempo para el perro. Para atenuar la impresión de ruptura o de desapego hacia el perro, propongo reducir progresivamente el nivel de atención durante los últimos meses de embarazo, para llegar a casi nada de tiempo, a la llegada del bebe. Igualmente, una vez que el niño está en casa, propongo mostrarse indiferente al perro cuando el bebé no está en la habitación (cuando está en su dormitorio, en su cuna) y prodigar atenciones al perro cuando el niño está en la misma habitación. ¿Por qué ? El objetivo es que el perro asocie el niño a un extra de atenciones y no a una reducción de afecto. Prever el comportamiento del niño No soy pediatra ni psicólogo infantil. He dividido a los niños en categorías, según lo que conozco de su desarrollo psicomotor y según las observaciones clínicas. Cualquier

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niño puede ser objeto de una agresión ofensiva (y de comportamientos de caza) ; ésta es más rara que la agresión defensiva. Analicemos el riesgo de una agresión defensiva según la edad del niño : ! del nacimiento a los 6 meses : el niño no tiene capacidad motriz voluntaria hacia el animal ; está poco sujeto a la agresión defensiva de un perro ; ! de 6 meses a 12 -18 meses : el niño anda a gatas, se mueve en un andador, y después anda de pie ; se desplaza activamente hacia el perro ; está sujeto a reacciones de defensa del animal ; ! de 18 meses – 2 años y medio – 3 años : el niño entra en la edad del “no”, es decir, la autonomía de decisión ; prueba a sus padres y se opone a sus consejos ; es el momento en que se prohibe al niño tocar a perro y, mientras mira a los padres directamente a los ojos, agarra el pelo del perro, le mete los dedos en los ojos, las orejas o el ano ; el niño está en el máximo de riesgo. ! de 3 a 6 años : el riesgo disminuye notablemente porque el niño, sobre todo si vive con un perro, comprende mejor su lenguaje y lo respeta ; además, el niño va a la escuela y no permanece junto al perro. Perro y niño juntos Existe una regla absoluta, sea cual sea el perro : No debe dejarse a un niño de menos de tres años y a un perro juntos sin vigilancia. Es decir, no se deja al niño para ir a atender el teléfono a otra habitación o para abrir la puerta de la calle… Se lleva al niño o al perro pero nunca se les deja juntos sin vigilancia. Igualmente, no se deja que el niño juegue en el suelo al lado del perro mientras se está viendo la televisión o leyendo, sin vigilar a los dos compañeros. La velocidad de acción y de aceleración de un perro es tal que se tiene poco tiempo para intervenir cuando se está vigilando. Más de un padre ha encontrado ha su hijo sangrando sin haber visto ni

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oído nada hasta el momento de los lloros del niño ; y estos padres son incapaces de describir lo que ha sucedido. El regreso de la maternidad A menudo se aconseja llevar los pañales y las ropas sucias a la casa para que el perro se acostumbre al olor del niño antes de que éste llegue. Es una buena idea. Sin embargo, no es recomendable dar estos objetos al perro para que juegue con ellos, los lama, los rompa… Las ropas y pañales del niño son partes del niño, llevan su olor y deben ser intocables. El objetivo de este aprendizaje no es indicar al perro que puede lamer y comer al niño, sino acostumbrarle a su olor y a respetarlo. Los riesgos Sin querer atemorizar a nadie, pero para aumentar la prevención de riesgos de mordiscos a niños, hay que citar algunas cifras. Un estudio ha estado dirigido en el 2001 por el profesor Kahn, en la Bélgica francófona en los servicios de urgencias de las grandes ciudades, y en él el profesor se interesó por las edades de los chicos de menos de 16 años. Otra encuesta ha sido dirigida por el veterinario Rudy De Meester en la Bélgica neerlandófona sobre 5.095 niños de la 3ª primaria (8 años). Algunas cifras Algunas cifras del estudio del profesor Kahn : ! los mordiscos de perro representan el 0,24 % de casos presentados en los servicios de urgencia, aproximadamente 3,7 veces menos que los accidentes de tráfico y 3,3 veces menos que las quemaduras. ! El 65 % de niños son mordidos en el hogar (en su casa o la del perro, más de 8 casos sobre 10) y el 35 % son mordidos en la vía pública (7 casos sobre 10 en la calle)

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Los chicos son más a menudo mordidos que las chicas, sobretodo en edad joven : sobre los 6 años, el ratio es de 1,63 por encima es de 1,23. En el hogar, el 93,8 % de los casos, el niño conocía al perro y el 84,6 % el perro pertenecía a la familia. En el hogar, el niño jugaba con el perro (34 %), o cerca del perro (11 %), cuando se aproximó al perro que estaba comiendo (14 %), cuando entraba en una habitación ocupada por el perro (12 %), al sorprenderlo mientras dormía (7 %), queriéndolo acariciar (6 %), cuando le quitó un juguete (2 %). Dentro del 14 % de los casos, no existía razón objecionable. Los niños que molestan al perro en el momento de su comida o cuando duerme, son más jóvenes (tienen una media de 4 años) y los que son mordidos durante las actividades de juego (8,5 años). Las regiones anatómicas mordidas con más frecuencia son : la cara y la cabeza (46 %) y los antebrazos (28 %). Los mordiscos a la cara y cabeza ocurrieron por perros que comían en un 78 % y 67 % por perros que jugaban. Cuanto más joven es el niño, el riesgo de ser mordido en la cara y cabeza es mayor : 80 % en menores de 4 años, 64 % de 4 a 8 años, 16 % entre 8 y 12 años y el 11 % entre 12 y 15 años. Dentro del 75 % de casos, los mordiscos son únicos, un 25 % son múltiples. Los mordiscos múltiples son más frecuentes en el hogar que en lugares públicos y cuando el niño juega con el perro (29 %) El 8 % de los mordiscos requieren cirugía plástica. El 84 % de niños han seguido una revisión solo médica y el 2 % también psicológica. El veterinario ha sido consultado… solo en un 28 % de casos (más frecuente, es decir dentro del 50 % de los casos de mordiscos a la cara), y 6 perros fueron eutanasiados.

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Niño mordido en la cara

Algunas cifras del estudio del Dr. Rudy De Meester : ! 4,9 % de niños de 8 años son mordidos por un perro. ! 25 % de mordiscos son causados por el perro de la familia, 49 % por un perro conocido del niño (o de su familia) y 26 % por un perro desconocido ! 9 % de niños son enviados al servicio de urgencia del hospital. ! Una recidiva de mordiscos dentro del mismo año se encuentra en una mediana del 16 % de casos, 29 % de casos por el perro de la casa, 16 % de casos por un perro conocido y 5 % de casos por un perro desconocido. Discusión y prevención Un niño (de 8 años) sobre veinte es mordido por un perro. Si el proceso se repite cada año, se puede calcular que más del 50 % de niños serán mordidos por un perro entre el nacimiento y la edad de 20 años, a veces en más de una ocasión, y algunos severamente. Con este mismo caso hipotético, habrá un niño por cada 10 que pasará por el servicio de urgencias de un hospital por mordedura de perro.

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La mayoría de casos ocurren cuando el niño se encuentra solo con el perro. La prevención es simple : no dejar solos a niños y perros sin vigilancia. Situaciones de riesgo son aquellas donde los movimientos del niño en dirección al perro invaden su espacio, las zonas de seguridad cuando él duerme o está comiendo. Aquí aún, la prevención es fácil : se le enseña al niño a llamar al perro para que acuda y no se le deja ir hacia el perro. Numerosos accidentes ocurren durante el juego con el perro, hay que guardar en mente que los perros pierden una parte de su control motor por excitación. La mayoría de perros que muerden en el hogar son mayores que los niños a los que muerden, lo que nos lleva a pensar que el perro se adquirió antes del nacimiento del niño. Es necesario advertir a los futuros padres que preventivamente se dejen aconsejar por un veterinario especialista en comportamiento, a fin de realizar una mejor prevención de accidentes. Como un 16 % de los niños son mordidos por segunda vez durante el año, es por lo tanto urgente, ejecutar una prevención secundaria, consultar un veterinario especialista en comportamiento y tratar al animal. Solamente 2 % de los niños han consultado un psicólogo. Esta cifra es dramática, denota la poca conciencia de los padres por las consecuencias psicológicas de un mordisco. Éstas no deben ser minimizadas. Muchos niños sufren problemas psicológicos post-traumáticos y deberían obtener un seguimiento psicológico.

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Referencias De Meester R., H. Laevens et alii. Dog aggression : an inquiry on the frequency of dog bites towards children in Flanders. Proceedings of the 8th ESVCE Meeting on Veterinary Behavioural Medicine, Granada 2nd of October. 2002. Kahn A., Bauche P. et alii. Children victims of dog bites treated in emergency departments ; a prospective study. Soumis à publication. 2002.

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Las responsabilidades

Es legalmente responsable del perro y de sus comportamientos su propietario, su guardián, su “responsable”, es decir, la persona a cargo de la cual está el perro. Los expertos contraen responsabilidades contractuales, es decir que dependen del contrato realizado entre el propietario y ellos mismos. Este contrato rara vez es escrito ; la ley estipula una obligación de medios, es decir que el experto debe aplicar los medios más adecuados para responder a las necesidades. Debe también adoptar el máximo de seguridad en estos medios. Esto significa que ningún experto puede garantizar que un perro no morderá. El contrato de tratamiento de un perro agresivo se basa en una mayor previsibilidad de las agresiones, una normalización de la secuencia, un control aumentado de la mordedura, una reducción de la frecuencia y de la intensidad de las agresiones, una reducción de la peligrosidad. Sin reducir el efecto de la responsabilidad, pero para disminuir la presión económica que un riesgo de mordedura supone para una familia, propongo a todos asegurar el riesgo con una compañía de seguros adecuada. Las competencias requeridas Para manejar los comportamientos y los problemas de agresión son necesarias ciertas competencias. El perro debe tener la capacidad de controlar sus comportamientos y de adaptarlos correctamente a las circunstancias. Su genética, su

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socialización, su educación y el entorno contribuyen a favorecer o a perturbar este proceso. El objetivo de los tratamientos es devolver al perro capacidades de adaptación. El sistema en el que vive el perro agresivo, su familia, deben poder manejar estos comportamientos. Pienso particularmente en los niños, en las personas mayores, en las personas discapacitadas y en las personas que tienen miedo del perro. Este criterio se tiene en cuenta en el análisis de la peligrosidad. El experto que se hace cargo de un perro agresivo, en la educación o en la terapia, debe poseer la competencia profesional requerida. Compromete su responsabilidad profesional y moral. Los tratamientos y las terapias deben adecuarse a cada perro agresivo, y no los perros a las terapias. Utilizar las mismas terapias sin individualizarlas para cada perro y su sistema de vida es una violación de la ética profesional. Por último, la sociedad debe ser competente para disponer barreras de protección contra las agresiones, para juzgar y para legislar. Para ser eficaz en el ámbito de la salud pública, la ley debería dirigirse preferentemente al perro más mordedor, es decir, al perro de familia. Las leyes relativas a la seguridad pública deberían aplicarse a las agresiones en la vía pública y a las agresiones por perros de malhechores.

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Anexo 1 – Ayuda a las víctimas

La víctima de una agresión o su entorno próximo sufren un estado de angustia aguda. No es fácil reflexionar y realizar los actos adecuados a las circunstancias. Algunos consejos en caso de mordedura de perro son los siguientes : ¿Qué es lo primero que hay que hacer ? 1. Cuando se ha sufrido una mordedura grave : ! ponerse en un lugar seguro (aislarse del perro) ; ! ocuparse de las propias heridas, realizar un vendaje compresivo y, si es necesario, aplicar un torniquete ; ! telefonear al servicio de ambulancias o acudir rápidamente al servicio de urgencias de un hospital ; ! contactar con la línea telefónica de ayuda de emergencia de su área, si existe. 2. En caso de mordedura moderada : ! ponerse en un lugar seguro (aislarse del perro) ; ! ocuparse de las propias heridas, realizar un vendaje compresivo en caso de hemorragia ; ! contactar con el médico y seguir escrupulosamente sus prescripciones (toda mordedura puede tener consecuencias graves : infección, necrosis, tétanos…). Una vez resuelta la urgencia y con los cuidados médicos aplicados, ¿qué debe hacerse con relación al perro ? 1. Si el perro mordedor no pertenece a la familia :

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! ! !

presentar una declaración ante los servicios de policía ; presentar una declaración al seguro de salud y al seguro de hospitalización (si es necesario) ; informar al propietario del perro (si se conoce) ; verificar si el perro está vacunado contra la rabia (en zonas infectadas).

2. Si el perro agresor (incluso en caso de simple amenaza) pertenece a la familia : ! verificar si el perro está vacunado contra la rabia (en zonas infectadas) ; ! contactar con el veterinario y solicitar un diagnóstico físico y comportamental ; ! si es necesario, solicitar la referencia a un veterinario comportamentalista y concertar una cita, para comprender la dinámica de la relación entre el perro, la víctima y los otros miembros de la familia ; ! iniciar un protocolo educativo o terapéutico para prevenir un nuevo incidente o reducir los riesgos de accidente (de mordedura) ; ! en caso de mordedura eventual, contactar con el médico para conocer el procedimiento de los cuidados y el tratamiento local de la lesión. Toda amenaza debe considerarse como una agresión, hasta la evaluación por parte de una persona competente. Toda agresión debe evaluarse para comprender sus dinámicas, sus causas y sus consecuencias y poder evitar los accidentes. Toda mordedura debe curarse inmediatamente. No hay que esperar, ni siquiera unas horas. Debe evitarse el riesgo de una infección, una cicatrización difícil, cicatrices residuales, anquilosis por lesiones tendinosas, pérdida de sensibilidad o motricidad por afectación de nervios, etc. Solicite ayuda. No se enfrente solo o sola a las agresiones de perros.

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Anexo 2 – Colaboración con el médico

¿Qué consejos puedo dar a los médicos de familia de las personas mordidas ? ! cálculo de peligrosidad : ver tabla. ! ¿que recomendar a la víctima y su familia ? El lector puede referirse al anexo 1. ! ¿qué declaraciones debe -puede- hacer ? Este tercer punto depende de las leyes vigentes en su país. Si piensa que un niño está en riesgo de maltrato pasivo o activo por mordedura o debido a la peligrosidad de un perro, debe sin duda hacer una declaración a la policía, al juez de menores o a una asociación de ayuda a los niños (SOS niños,…), dado que ese riesgo anula el secreto médico y que, en el caso contrario, existiría la posibilidad de “no asistencia a persona en peligro”. En algunos países, si usted es médico o médico de urgencias, debe utilizar un código informático especial para “mordedura de perro”. Si sospecha la responsabilidad del perro de la familia y desea obtener una información precisa, evite toda culpabilización o responsabilización (de los allegados) de la víctima. El momento ideal para recabar datos es en la sala de espera del servicio de urgencias o en la sala de consulta del médico.

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Éstas son algunas preguntas estándar : ¿Podría darme información sobre… : el perro Las circunstancias de la agresión Los comportamientos del perro El mordisco

Raza :……………………… Peso :…… Sexo :………. Vacunación contra la rabia : si/no ¿Cómo ha ocurrido ? ¿Qué hacía el perro en el momento de la agresión ? ¿Qué hacía la víctima ? ¿Quién se ha acercado primero ? ¿El perro ha gruñido, enseñado los dientes ? ¿Se ha puesto rígido ? ¿Tenía una postura alta o baja (agachado) ? ¿Ha consistido en pequeños mordiscos repetidos o en una presa fuerte y sostenida ?

Etc. A partir de estas preguntas, se puede rellenar una evaluación (un formulario) de peligrosidad. Para más información, el lector puede remitirse al capítulo El cálculo de la peligrosidad.

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Árbol de decisión Ejemplo de árbol de decisiones para médicos.

Mordisco de perro

Accidente Doméstico

Accidente símple o serio

por su propio perro

no por su propio perro

Ataque sobre la via pública

Maltrato

Llamar al 061

Víctima = niño

Intervención de la policía

declaración obligatoria a la policía o al juez

Servicio de urgencias

Documentos a entregar al patiente

Certificado médico

Compañías aseguradoras Policía Etc.

ficha de información ministerial

Control Veterinario del perro Salud & comportamiento

Control y seguimiento psicológico del niño (si trauma)

Contactar Compañias de seguros Policía Etc

Salud (niño) Riesgos infecciosos & handicap

Cirugía estética (niño)

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Anexo 3 – Escala de evaluación

Escala de evaluación global de funcionamiento (EGF). Esta escala es la propuesta en el manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales de la asociación psiquiátrica americana (DSM-IV). Esta Biblia de la nosografía psiquiátrica humana contiene una descripción ateórica de los trastornos psiquiátricos, es decir, que al DSM no plantea ninguna hipótesis de la causalidad o de la patogénesis, ni ofrece ninguna sugerencia para el tratamiento. En mi libro Mon jeune chien a des problèmes, he preconizado adaptar al perro la escala de evaluación presentada en el DSM. Esta es la escala en cuestión y, en la parte derecha, se muestran algunos ejemplos. Signos en el humano 81 Síntomas ausentes o a mínimos, buen 90 funcionamiento, buenas iniciativas, sin más problemas que las pequeñas preocupa-ciones de la vida cotidiana.

71 Síntomas transitorios, a reacciones previsibles por

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Signos en el perro agresivo Pequeños gruñidos de asertividad, mímica de amenaza con retracción de los belfos, muestra de los dientes, en caso de conflicto por un hueso, por manipulación, por molestias en el lugar de descanso, etc. Posturas comprensibles. Secuencia de agresión limitada a la fase de amenaza. etc. Algunos días al mes malhumorado, o más

80 factores de estrés, invalidez ligera del funcionamiento social o profesional. 61 Algunos síntomas leves o a pequeñas dificultades o 70 incapa-cidad en la comunicación social o en la actividad profesional.

51 Síntomas de intensidad a media o incapacidad 60 media en el funcionamiento social o profesional.

41 Síntomas o incapacidad a importantes. 50

31 Síntomas o invalidez a mayores. 40

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irritable al anochecer, pero sólo con amenazas visibles y por lo tanto manejables. etc. Desconfianza hacia los extraños y ladridos de distanciamiento en la calle, hacia personas de aspecto extraño. Impulsividad en la reacción agresiva, pero con control de los ataques y de la mordida. etc. Ataques de pánico una o dos veces al mes. Reacciones de evitación y/o de agresión controlada frente a ciertas personas o ciertos perros. etc Agresión de controlada a fuerte, que obliga al propietario a mantener al perro bajo control (correa, bozal). etc. Comunicación gravemente alterada (perro delincuente). Recurso frecuente a agresiones, con pérdida de control (mordeduras más fuertes). Agresión sistemática contra una categoría de individuos (perros o humanos). etc.

21 Síntomas o a incapacidad 30 graves. Alucinaciones. Depresión aguda grave con deterioro físico. 11 Peligrosidad a marcada. 20 Síndrome disociativo. Incapacidad total para comunicarse con perros y humanos. Depresión aguda grave con riesgo de mortalidad. 1 à Hiperagresividad 10 sistematizada.

Agresión importante y mal controlada contra quién sea, excepto algunos familiares. Alucinaciones. Movimientos repetitivos (estereotipias) durante dos horas al día. Agresión violenta e imprevisible. Perro delincuente (disocializado) hiperagresivo. Hiperagresiones primaria y secundaria asociadas a contextos y circunstancias frecuentes, o que se vuelven imprevisibles.

Perro hiperagresivo en todas las circunstancias.

Notas : Profesional : perro de trabajo, de policía, de búsqueda, etc. Esta escala se realiza el día cero -día de la consulta, día de la lectura de este capítulo- y permite seguir la evolución del perro, tanto si mejora como si empeora : ! en el curso del tratamiento ; ! en el curso de la evolución de su problema, si es que no recibe un tratamiento. Los veterinarios comportamentalistas disponen también de escalas cuantitativas de evaluación emocional o agresiva del perro, elaboradas por P. Pageat, que serán de auténtica ayuda para el seguimiento del tratamiento.

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Anexo 4 – Cómo comportarse en presencia de un perro agresivo

¿Cómo hay que comportarse en presencia de un perro amenazante y, sobre todo, en caso de ataque ? Puesto que a igual peso corporal, el perro es más fuerte y más rápido que el hombre, es difícil dominarlo físicamente. Mi opinión es que es más importante sobrevivir y salir indemne que ganar el conflicto a toda costa. La primera regla es válida frente a cualquier perro, agresivo o no. Esta regla consiste en : ! No avanzar hacia un perro. Es mejor no avanzar hacia un perro e imponerse a él ; es preferible llamarle para que venga hacia uno. De esta forma, se evita toda agresión defensiva. Si el perro no quiere venir -y está en su derecho- comunica su desacuerdo ante vuestra proposición. Mis recomendaciones ante la presencia de un perro agresivo (con libertad de movimientos) son : ! Quedarse de pie. El perro tiene tendencia a respetar más al ser humano que está en posición de pie que al que está tumbado o agachado. ! Quedarse inmóvil. El perro rara vez agrede sin motivo. Incluso en un estado de sobreexcitación, agrede poco a una persona inmóvil. En cambio, ataca más fácilmente a una persona que se mueve, sobre todo si los gestos son bruscos o caóticos.

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En posición de pie, mantener los brazos pegados al cuerpo. Si se está de pie, inmóvil, es preferible mantener los brazos pegados al cuerpo, y no alzarlos. ! En posición agachada o tumbada, proteger la nuca. Si nos hemos caído y el perro nos ataca, es preferible inclinar la cabeza sobre el pecho, cruzar las manos detrás de la nuca y colocar los codos delante de la cara. Esta posición protege frente a las mordeduras mortales en el cuello. ! No mirar al perro de frente. Ante un perro amenazador, es mejor mirarlo de lado. La mirada de frente es amenazante, la mirada de lado, apaciguadora. ! En caso de ataque, dar patadas en el vientre. Si la inmovilidad no evita el ataque del perro, tenemos derecho a defendernos. Lo mejor es dar patadas en el vientre del perro. Cuando el perro se sorprende y se detiene, hay que buscar un lugar para ponerse a salvo. Si es necesario, se puede trepar a un árbol, pedir auxilio, unirse a otras personas, encerrarse en otra habitación, etc. Si el perro agresivo ha de ser manipulado, es mejor ponerle un bozal y un collar estrangulador con correa. Así, una persona puede controlar a un perro que pese la mitad que ella. No hay que dudar en estrangular al perro para que se calme por falta de oxígeno. La posición ideal es sujetar muy en corto la correa, acabalgarse sobre el perro para inmovilizarlo entre las rodillas, y tirar de la correa hacia arriba para estrangularlo. Cuando el perro se calma, hay que aflojar el collar para que pueda respirar. Debe permanecerse atento, preparado para tirar de nuevo de la correa. Esta manipulación puede durar varios minutos y es muy dura tanto para el manipulador como para el perro. Si el perro agresivo que debe ser manipulado está libre, si está sin bozal, collar ni correa, es preferible solicitar la ayuda de un experto o llamar a la policía. !

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Anexo 5 – El perro peligroso y la ley

Me ha parecido interesante pedir a los expertos sus comentarios con respecto a las leyes que gobiernan la peligrosidad del perro en sus respectivas naciones. Me he limitado el discurso a los países francófonos y en esta traducción española también he insertado la parte que concierne a España. Bélgica Autor : Rudy De Meester Doctor en medicina veterinaria Traducción del holandés : Pascale Tant (9.04.2002) A fecha de hoy (marzo 2002) Bélgica no dispone de ninguna legislación particular concerniente a la agresividad canina. Aunque un cierto número de propuestas de ley hayan sido elaboradas, ninguna de ellas ha sido discutida en el Parlamento. Bélgica es un estado federal que delega importantes competencias a sus comunidades. No obstante, materias como la seguridad pública, justicia y bienestar de los animales, están encomendadas a la competencia federal. Las normas pertinentes son integradas en el Código Civil, Código Penal, Ley sobre el ejercicio de las funciones policiales, Ley Comunal, así como en la Ley sobre protección y bienestar animal. Por otra parte, existen varios reglamentos de policía local.

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Código Civil El artículo 1385 del código civil proclama lo siguiente : “El propietario de un animal o quien se sirve de él, en el tiempo en que éste está sometido a dicho uso, es responsable del daño que el animal haya causado, ya sea que el animal estuviera bao su control o que se hubiera perdido o escapado.” Esto indica que es suficiente que el animal sea el causante del daño para activar el dictado de esta norma en contra de su propietario o guardián. De ahí que no se precise que el animal aya cometido el acto. Pero, el nexo causal entre el animal y el daño bien puede ser interrumpido cuando el animal, entre otras eventualidades, no ha actuado de manera anormal e imprevisible, y el daño es el resultado de un error de la víctima, en el cual caso el posible error del propietario o del guardián como causa del daño, desaparece. El hecho de que la víctima sea o no (co) responsable de la causa del siniestro y, en caso afirmativo, en qué medida, es una apreciación confiada a la interpretación del juez. Existen numerosos precedentes judiciales en los cuales los jueces se convencieron de que la víctima había cometido un evidente error, y que los consecuentes perjuicios eran de imputar a su acción. Errores de esta clase han sido reconocidos, por ejemplo, en los siguientes casos : # Un propietario se cae al tratar de separar a su caniche de un labrador en ocasión de una pelea entre los dos animales. # Una persona que se entromete en una pelea entre perros para separar a los combatientes, comete un error que debe considerarse como única causa de los daños padecidos. # Un representante que penetra en un domicilio en búsqueda de los propietarios y es mordido por el perro ahí afincado. # Una persona que accede a una vivienda sin haber sido invitada.

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# #

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Una persona que acaricia a un perro desconocido en la calle. Un niño de siete años que se sube en la espalda de un pastor alemán, comete un error grave. En este caso, la reacción del perro que muerde, no se puede considerar anormal. Dos San Bernardos están de guardia en una finca cerrada. Un niño de once años abre la puerta, los perros se escapan y le muerden gravemente. El niño era conocedor de que no debía acercarse a los perros, pero lo hizo a pesar de todo. El propietario de los animales fue absuelto.

Por otra parte, en los casos que siguen, no se ha llegado a reconocer ningún error en la actuación de la víctima : # Un niño de seis años que trata de impedir el acceso a un teckel, normalmente dulce y dócil, que le muerde repentinamente. # Un niño que, para acariciar a un perro que había llamado su atención, se introduce en el jardín del vecino y es mordido. # Un empleado que, a fin de repartir el correo, desliza su mano en el buzón y es mordido. # No comete ningún error el empleado de la compañía de aguas que llama a la puerta para anotar los números del contador y es mordido. El error se debe imputar al jefe del propietario el cual, al dejar a un perro peligroso suelto en la propiedad, debería haber cerrado la puerta con llave o haber custodiado al animal en un recinto adecuado. La desvinculación de la responsabilidad puede ser conseguida si el propietario logra abastecer la prueba de que se trató claramente de un caso de fuerza mayor. En principio, la responsabilidad reposa en el jefe del propietario, excepto cuando se pueda probar que en el

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momento del accidente otro sujeto de derecho se estaba ocupando del animal. Así, un transportador puede ser considerado también como guardián. Análogamente, un veterinario, un educador canino, un terapeuta del comportamiento que estén trabajando con un perro, pueden considerarse como guardianes. En definitiva, el propietario puede liberarse de la responsabilidad si puede demostrar claramente que un tercero ha cometido el error que ha causado el daño, al provocar el comportamiento del animal sin que este propietario pudiera hacer nada. Código Penal A una mirada detenida, es posible vislumbrar que el Código Penal prevé numerosas posibilidades de perseguir a aquellos cuyos perros hayan causado un daño a una persona u otro animal, provocándoles la muerte o heridas graves. En la práctica, estas provisiones son empleadas raramente, aunque su utilidad se pueda probar en base prácticamente diaria, volviendo así totalmente superflua la exigencia de una legislación específica y más estricta. Para empezar, en el Código Penal se hallan unos artículos en los que se mencionan las infracciones y las penas relativas para la violencia hacia las personas. Éstos se sitúan en el Libro II – Título VIII, bajo la definición de CRÍMENES Y DELITOS CONTRA LAS PERSONAS. CAPÍTULO I – DEL HOMICIDIO Y DE LAS LESIONES CORPORALES VOLUNTARIAS. Art. 392, 392bis SECCIÓN I – DEL ASESINATO Y DE SUS DIFERENTES ESPECIES. Art 393-397 SECCIÓN II – DEL HOMICIDIO VOLUNTARIO NO CALIFICADO COMO ASESINATO Y DE LAS LESIONES CORPORALES VOLUNTARIAS. Art. 398401, 401bis, 402-405, 405bis, 405ter, 406-410.

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CAPÍTULO II – DEL HOMICIDIO Y DE LAS LESIONES CORPORALES INVOLUNTARIAS. Art. 418-420, 420bis, 421-422. DE ALGUNAS OMISIONES CULPABLES. Art. 422bis, 422ter. El Título IX, sección VI retoma una serie de artículos relativos a la matanza de animales de terceros. Los artículos 538, 540 y 541 pueden aplicarse a quienes emplean a sus perros para matar a otros animales, ya sea que esto tome lugar o no, en la propiedad del dueño de los animales. Así pues, el Art. 541 tipifica claramente a : “Aquel que haya matado, sin necesidad, a un animal doméstico… o le haya causado una lesión grave, en un lugar…” ; Y añade : “Se aplicarán las mismas penas si los hechos han sido cometidos con brutalidad en perjuicio de un animal doméstico o mantenido en cautividad en los lugares en donde los animales son tenidos, o bien en perjuicio de un animal doméstico durante el desempeño del servicio al cual está destinado, y en un lugar donde su amo tendría el derecho de hallarse.” En la sección VII, el artículo 543 establece que los hechos anteriormente descritos cometidos contra un funcionario público, ya sea durante el ejercicio de sus funciones o por la noche, agravan la pena. El hecho de azuzar a un perro para que ataque a un perro-policía o de guarda, así como las heridas que se les causaran, recaen bajo las previsiones de este artículo. En el título X se recogen los diferentes tipos de infracciones y relativas sanciones. El artículo 556 establece que : “serán asimismo castigados con la multa (2) aquellos que dejen merodear… o animales nocivos o feroces. (3) Aquellos que exciten o no controlen a sus perros en el caso de que ataquen o persigan a los transeúntes, incluso si de ello no resulte ningún daño.”. En el párrafo (5) el artículo sanciona a : “aquellos que… hubieran matado cruelmente o

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herido de gravedad a un animal doméstico en perjuicio ajeno…”. El artículo 559 determina las sanciones infligidas a “aquellos que hubiesen causado la muerte o heridas graves a animales… a causa de su merodeo… o a animales nocivos o feroces…”. Finalmente, el artículo 559 determina las sanciones conminadas para “quienes hubieran matado voluntariamente y sin necesidad o causado heridas graves a un animal doméstico… salvo que el hecho se hubiese producido en un lugar del cual el amo del animal o el culpable fueran propietarios o arrendatarios…”. En otras palabras, este precepto se refiere a la vía pública La Ley de protección y bienestar animal del 14 de agosto de 1986. La Ley sobre la protección y el bienestar de los animales se funda en la conveniencia de los mismos. Por consiguiente, la Ley incorpora una serie de artículos relativos a la cría y tenencia de animales. Esta norma atiende al interés de los animales. La relación con el control del comportamiento agresivo en los perros debe, por lo tanto, ser considerada también desde este punto de vista. a. Combates de perros y adiestramiento. Art. 1 : “Nadie puede dedicarse intencionalmente a actos no previstos por la presente Ley cuyo objetivo sea el de dar muerte inútilmente a un animal o causarle inútilmente una mutilación, lesión o sufrimientos.”. Art. 35.2 : “... será castigado… quien… organice peleas de animales… y participe con sus animales, o como espectador…” Art. 36 : “será castigado… quien… (1) excite la ferocidad de un animal adiestrándolo contra otro animal ; (9) emplee un animal a fines de adiestramiento… en la medida en la que

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sea evidente que de dicho empleo impropio resultan dolores, sufrimientos o lesiones evitables”. b. Identificación y censo En obsequio al dictado de la Ley de protección y bienestar animal, existe en Bélgica una obligación de identificar y censar a todos los perros nacidos después del 1 de septiembre de 1998 (A.R. 17.11. 1994, modificado el 19.08.1998). La identificación es igualmente obligatoria cuando se trate del cambio de propietario de un perro nacido anteriormente a dicha fecha. Los datos de la identidad del perro y de la persona responsable son insertados en un registro central que puede ser consultado por cualquier persona y en cualquier momento. Aunque la finalidad inicial del legislador consistía en la reducción del número de animales perdidos o abandonados, se ha notado prontamente que la base de datos resultante de la identificación ofrecía también grandes posibilidades en el control de la problemática de las agresiones caninas. El 21 de octubre de 1998, el entonces ministro de Agricultura decidía introducir la obligación de identificación, censo e inscripción municipal para los perros pertenecientes a 13 razas, a las que se atribuyen ciertas características agresivas, prescindiendo de su edad. Aunque esta norma haya sido sucesivamente anulada por el Consejo de Estado (decreto 80.521 del 3 de mayo de 1999), todos los perros pertenecientes a dichas razas deben, en teoría, ser identificados y censados. En la exposición de los motivos de la norma se menciona literalmente la necesidad de “tomar las medidas para la responsabilización de los propietarios de determinados perros que disponen de un potencial de peligrosidad o que han mostrado signos de agresividad.”. Nótese que, curiosamente, en la versión holandesa de esta ley no se habla de “determinados perros”, sino de “determinadas razas de perros”.

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c. Cría, comercio y refugios La norma que concierne a estos aspectos es el artículo 5, junto con sus reglamentos de ejecución. Éstos prevén las normas mínimas a las que los establecimientos deben conformarse. En el contexto de estas cláusulas, actualmente se otorga poca consideración a la prevención de las agresiones. 19 de agosto de 1998.- Real Decreto concerniente la modificación del real decreto de 17 de febrero de 1997 relativo a las condiciones de aprobación para los criaderos de perros y gatos, los refugios, pensiones y establecimientos comerciales para animales, así como sobre las condiciones de comercialización de los animales. Publicación : 1998-08-28 (Ed.1) El futuro Un grupo de trabajo del Consejo para el Bienestar de los animales se ocupa actualmente de adaptar las condiciones de explotación de los criaderos, establecimientos comerciales y refugios para perros, con atención preponderante en la prevención de los problemas comportamentales. El objetivo de las autoridades es abordar de este modo la problemática de las agresiones, mediante una legislación que no esté vinculada a las razas. Un plan de seguridad en cuyo marco se prevé un apartado relativo a las agresiones realizadas en la vía pública por medio de perros fue propuesto en el año 2000 por el actual ministro de Justicia. En este contexto se prevé la posibilidad de establecer. áreas de contacto en las municipalidades, donde se puedan declarar y hacer un seguimiento acerca de los actos (potencialmente) peligrosos realizados por perros. (La posibilidad está prevista en este contexto, se trata de crear áreas de contacto en las municipalidades donde hechos (potencialmente) peligrosos actuados por perros se pueden señalar y establecer un seguimiento.). El desarrollo de dicha posibilidad está siendo actualmente examinado por un grupo

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de trabajo interministerial que combina a los ministerios del Interior y al ministerio competente en materia de bienestar de los animales. Se está buscando una definición correcta de perros peligrosos y potencialmente peligrosos a fin de poder implantar una mayor seguridad jurídica. Como se ha mencionado, actualmente están al examen del Senado belga tres proyectos de ley que atañen al problema de las agresiones caninas. Dos de ellos implican un acercamiento preventivo vinculado con la raza, mientras que el tercero se funda principalmente en la introducción de una categoría de sanciones destinadas a aquellos propietarios cuyos perros hayan herido o matado a personas. Al estado actual es imposible pronunciarse acerca del ulterior desarrollo de dichas proposiciones. La Ley sobre el ejercicio de las funciones de policía Según esta Ley, la policía posee todas las competencias para (hacer) alejar de la vía pública a perros peligrosos o para hacerlos eutanasiar en el marco de la seguridad pública. Art. 24 : “Los servicios de policía toman todas las medidas de seguridad necesarias con atención a los animales peligrosos o abandonados para poner fin a su divagación”. Art. 30 : “Los objetos y los animales que representan un peligro para la vida y la integridad física de las personas y la seguridad de los bienes, pueden, en los lugares abiertos al público, ser sustraídos de la libre disposición del propietario, poseedor o tenedor, por un funcionario de policía para exigencias de tranquilidad pública y para el tiempo necesario al mantenimiento de la tranquilidad pública…” En este caso se trata de un decomiso administrativo que puede durar al máximo seis meses, precisando, sin embargo, que : “... salvo que necesidades imperativas de seguridad pública justifiquen la destrucción inmediata.”.

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Legislación local. Por otra parte, un gran número de municipios posee reglamentos de policía municipal que prohiben la tenencia de perros de determinadas razas o la somete a ciertas condiciones. En algunos ayuntamientos, unos reglamentos municipales imponen el uso del bozal para los perros que excedan un dado límite de peso o la obligación de llevarlos con correa. Cuando se indaga en qué periodo estas reglamentaciones han sido elaboradas, se vislumbra que generalmente son el efecto de un accidente alrededor del cual la prensa ha creado cierta inquietud o del acercarse de las elecciones locales. Una encuesta realizada por la VDWE y el GERC (1998) quiso averiguar en qué medida esa legislación había sido aplicada. El resultado fue que en la práctica, no había sido nunca aplicada de ninguna manera. A raíz de una conversación del autor de este trabajo con unos ediles se desprendió que el reglamento municipal había sido promulgado únicamente para ser empleado en la eventualidad de accidentes. La inspiración ha sido captada por la legislación sobre los municipios fronterizos. Existe el riesgo de que, en el marco de la creación de zonas inter-policiales, cuya función es la armonización de los reglamentos de policía entre los ayuntamientos participantes, la cantidad de los municipios que se decantan por la legislación vinculada con las razas, aumente rápidamente. Una encuesta realizada en marzo de 2002 por la sección de Protección y Bienestar Animal del Ministerio de Agricultura sobre 298 municipios belgas ha dado los siguientes resultados :

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Número Legislación Prohibición de específica de cría munici(vinculada a pios la raza) sí 176 74

no

122

224

Obligación Obligación de llevar a de llevar los perros bozal con correa 245 57 (vinculados con la raza) 53 241 (7 vinculados con la raza)

España Autor : Marc E. Boillat de Corgemont, Doctor en antropología criminal. Licenciado en Derecho por la Universidad de Génova y de Edimburgo. Jurista y consultor de Derecho comparado en protección y bienestar animal. España también ha seguido el ejemplo de otros países promulgando una ley nacional de disciplina de animales peligrosos. Señaladamente, el título de la norma en cuestión es : “LEY 50/1999, DE 23 DE DICIEMBRE, SOBRE EL RÉGIMEN JURÍDICO DE LA TENENCIA DE ANIMALES POTENCIALMENTE PELIGROSOS”. Aunque esta norma concierna a los animales potencialmente peligrosos en general, su finalidad precipua es la disciplina de la tenencia de determinados cánidos. Los antecedentes de la Ley deben ser vistos, una vez más, en la polémica alarmista creada por los mass-media ordinarios alrededor y a raíz de una serie de ataques de perros entre los años 97 y 99, algunos de los cuales con desenlace fatal. En

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aquel tiempo los datos acerca de los ataques caninos eran pocos y fragmentarios, además de ser manipulados finalísticamente por los medios. No debe sorprender, pues, que la consecuencia del sensacionalismo suscitado entre la población fue una respuesta apresurada del Estado, que asumió la forma de una ley. Cabe evidenciar, sin embargo, que la Ley 50/99 no fue – o al menos esto es lo que se creía – el típico instrumento normativo visto hasta entonces y generalmente juzgado como desacertado por los expertos. No fue una ley del tipo “Dangerous Dogs Act 1991” ni parecida a la ley francesa del 6 de enero de 1999 sobre animales peligrosos. La ley española fue el resultado de limitadas consultaciones con el entorno especializado. No sólo ; el legislador aceptó – aunque más tarde desvirtuó – determinadas sugerencias relativamente a los puntos clave de la norma (ej., los requisitos fundamentales para la legítima tenencia de perros potencialmente peligrosos). No obstante, la parte más innovadora de la Ley 50/99 con respecto a los antecedentes británico y francés, así como al anteproyecto italiano, radicaba en reconocer explícitamente que el problema de las agresiones caninas no debía enmarcarse en un contexto racial, sino que se consideró que “...la peligrosidad canina depende tanto de factores ambientales como de factores genéticos, de la selección que se haga de ciertos individuos, independientemente de la raza o del mestizaje, y también de que sean específicamente seleccionados y adiestrados para el ataque, la pelea y para inferir daños a terceros.” Esta admisión de la multifactorialidad de las agresiones caninas, así como del rechazo de la criticada técnica de la lista de razas, sorprendió a los observadores y situó al legislador español en un inusitado terreno progresista. La norma consta de 13 artículos, repartidos en tres capítulos, que van desde la definición de animal potencialmente peligroso, hasta el régimen de las licencias, del adiestra-

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miento o de las esterilizaciones. Cierran los preceptos, los preceptos del capítulo III (infracciones y sanciones). El artículo 2 de la Ley (“definición”) establece cuáles son los animales a considerarse potencialmente peligrosos, a saber : todos los de la fauna salvaje utilizados como animales domésticos o de compañía, así como los mismos animales domésticos o de compañía, y en especial modo los pertenecientes a la especie canina, que tengan la capacidad de causar la muerte o lesiones a las personas o a otros animales o daño a las cosas. Para los perros se hace hincapié en su tamaño y potencia de la mandíbula. Ahora bien, este precepto demuestra la positiva voluntad del legislador encaminada a alejarse del método “racial” ya adoptado por franceses y británicos, pero la misma definición delata también cierta inmadurez. De hecho, al tipificar como potencialmente peligrosos a los perros que por “carácter agresivo, tamaño o potencia de la mandíbula” tengan la “capacidad” de infligir serios daños, la Ley por un lado rehusa el método de la lista, al tiempo que se abstiene de estigmatizar a priori a ningún animal en concreto. Sin embargo, lo que desvirtúa las buenas intenciones es la falta de un criterio objetivo que relacione dicha potencialidad con un parámetro fijo. Por ejemplo, habla de la capacidad de causar la muerte a personas, pero no dice de qué clase de personas se trata. Causar la muerte de un anciano de frágil salud o de un niño precisa una potencialidad menor de la que se exige para dar muerte a un adulto de sana y robusta constitución. Análogamente, al hablar de las lesiones, la Ley se olvida establecer la gradación de las mismas, pues no se puede juzgar de la misma manera la causa de una lesión leve o de una grave. En cuanto a la inclusión de la “capacidad de causar daños a las cosas”, la Ley nació como respuesta a la inquietud social consecuencia de agresiones a personas, por lo que la inclusión de los “daños a las cosas” parece cuanto menos desacertada y ajena a la ratio legis. En cuanto a las licencias necesarias para la legítima tenencia de estos animales, se debe señalar que la norma

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española no prohibe ningún perro, sino que solamente regula y somete su tenencia a condiciones de seguridad cuya función es la prevención de los accidentes. El artículo 3 de la Ley se encarga de establecer los requisitos para la obtención de la licencia : ser mayor de edad/no haber sido condenado por una serie de delitos (homicidio, lesiones, torturas, delitos sexuales, contra la libertad o contra la salud pública, asociación con banda armada, narcotráfico) ni haber reportado sanciones por infracciones en materia de tenencia de animales potencialmente peligrosos/haber obtenido un certificado de aptitud psicológica/haber contratado una póliza de seguro. Estos requisitos evidencian la intención del legislador de prevenir los accidentes, aunque se hayan mezclado los casos de empleo criminal de los perros con los accidentes, fuente de mera responsabilidad civil. Efectivamente, al delincuente que emplea a perros en la comisión de sus fechorías, poco le importará la obligación de censar al animal o de dotarlo de seguro de responsabilidad civil. El primer requisito es bastante típico, aunque una edad de 18 años no es garantía de madurez y talante reflexivo, especialmente en el tipo de jóvenes que propenden por adquirir símbolos de estatus y fuerza física. El segundo requisito resulta cuanto menos extraño por su formulación. Es auspicioso que los sujetos conflictivos con antecedentes no lleguen a poseer determinados animales, pero quizás hubiera sido más racional prohibir la adquisición de estos animales a quienes tuviesen antecedentes por delitos y faltas violentas, pues es difícil vislumbrar un nexo directo entre el empleo peligroso de perros y los delitos contra la moralidad sexual o las torturas al no precisar, este tipo de delitos, el auxilio de un perro. El tercer requisito, miraba a averiguar el equilibrio psicológico del futuro amo del animal, y visto que muchos ejemplares acababan bajo la tenencia de peligrosos sujetos conflictivos, esta condición trataba de garantizar cierta prudencia en la selección de propietarios y poseedores.

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El requisito relativo a la obligación de seguro de responsabilidad civil, es sin duda de aplaudir. El artículo 4 de la Ley prevé una serie de condiciones adicionales para los comercios, así como disciplina la importación, cesión o venta de los animales. La obligación de identificación (a realizarse por microchip) es reglamentada por el art. 5. El art. 6 trata del deber de inscripción de los animales en el nuevo Registro creado por la Ley, que otorga al titular de la licencia 15 días para proceder a la inscripción de su perro en el “Registro de Animales Potencialmente Peligrosos”. El artículo 7 disciplina el adiestramiento y la obtención del certificado de “capacitación”. Los adiestradores deberán satisfacer al menos las siguientes condiciones : # Antecedentes y experiencia acreditada # Finalidad de la tenencia de los animales # Instalaciones y alojamientos adecuados # Capacitación y titulaciones # Ser mayor de edad y no estar incapacitado # Falta de antecedentes penales (ver requisitos ex art. 3) # Certificado de aptitud psicológica # Compromiso de cumplimiento de normas de manejo y de comunicación de datos. Esta norma prohibe el adiestramiento dirigido exclusivamente a acrecentar y reforzar la agresividad para peleas y ataques. El art. 8, trata de la esterilización de los animales, que puede ser voluntaria u obligatoria. De la operación se debe dar constancia en la hoja de registro del animal. Los otros artículos son corolarios de los mencionados (transporte, excepciones, clubes de razas, exposiciones) y no revisten particular interés para los fines de este trabajo. El artículo 13 trata de las infracciones y respectivas sanciones. La Ley crea tres tipos de diferentes infracciones de naturaleza administrativa que se dividen en leves, graves y muy graves. Todas las infracciones que no son graves o muy

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graves tendrán carácter de “leves”. Como ejemplo de infracción grave se puede mencionar el dejar suelto a un animal potencialmente peligroso o no identificarlo. Ejemplos de infracción muy grave serán el abandono de uno de estos animales, la tenencia sin licencia o el adiestramiento con fines contrarios a la ley. Las sanciones van desde 150,25 euros hasta un máximo de 15.025,30 euros. Se debe enfatizar que la disposición adicional primera impone la obligación de cadena (o correa de menos de 2 metros y no extensible) y bozal para circular en público con estos animales. No se entiende bien el porqué de los dos medios restrictivos juntos, cuando la obligación alternativa hubiera satisfecho plenamente la necesidad de control del animal. REAL DECRETO 287/2002, DE DESARROLLO DE LA LEY 50/99 La ley 50/99 ha sido completada por un decreto con la función de individuar a los animales objeto de la disciplina. A fin de poner una “cara” a estos animales, el decreto 287 ha creado un catálogo de razas. Sin embargo, no satisfecho con este regreso al pasado, el legislador ha añadido otros y nuevos criterios discriminados. Así que las finalidades del decreto habrían quedado fijadas en : 1. determinar los animales potencialmente peligrosos ; 2. establecer los requisitos mínimos para la obtención de la licencia (hasta la entrada en vigor del decreto no se sabía dónde obtener los certificados de aptitud) ; 3. fijar las medidas mínimas de seguridad.

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1. La determinación de los animales potencialmente peligrosos se apoya en un método tripartido : A. Una lista (Anexo 1) B. Una serie de características (Anexo 2) C. La posesión de un carácter marcadamente agresivo o haber protagonizado agresiones a personas u otros animales. A- La lista de razas. El Anexo 1 al decreto menciona las siguientes razas : Pittbull terrier ; Staffordshire bull terrier ; American Staffordshire terrier ; Rottweiler ; Dogo argentino ; Fila brazileiro ; Tosa inu ; Akita inu. Debe notarse que esta lista no incluye a ningún perro español, incluidos, por lo contrario en los catálogos de otras naciones. Esta singularidad constituye un misterio de las negociaciones políticas que nadie ha logrado nunca dilucidar. B- Las características (Anexo 2). Se consideran también como “potencialmente peligrosos” los perros que presentan todas o la mayoría de las siguientes características : ! Fuerte musculatura, aspecto poderoso, robusto, configuración atlética, agilidad, vigor y resistencia. ! Marcado carácter y gran valor ! Pelo corto ! Perímetro torácico comprendido entre 60 y 80 cm., altura a la cruz entre 50 y 70 cm., y peso superior a 20 kg. ! Cabeza voluminosa, cuboide, robusta, con cráneo ancho y grande y mejillas musculosas y abombadas. Mandíbulas grandes y fuertes, boca robusta, ancha y profunda. ! Cuello ancho, musculoso y corto ! Pecho macizo, ancho, grande, profundo, costillas arqueadas y lomo musculado y corto.

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Extremidades anteriores paralelas, rectas y robustas y extremidades posteriores muy musculosas, con patas relativamente largas formando un ángulo moderado.

Aquí es donde el legislador español ha lucido su confusión sin ambigüedad. Este apartado no sólo está repleto de errores, sino que se prodiga en emplear calificativos sin sentido, extremadamente relativos y volátiles. Por ejemplo, en tan sólo 8 puntos se menciona el adjetivo “robusto” cuatro veces, “ancho” tres, y “grande” cuatro. Además, se emplean términos evaluativos antropocéntricos, tales como las descripciones contenidas en los primeros dos puntos (“aspecto poderoso,.. configuración atlética,.. agilidad, vigor y resistencia” o “marcado carácter y gran valor”). El decreto 287/2002 denuncia una premura descomunal en su redacción por dos razones irrefutables : a) el legislador no consultó a ningún experto del sector veterinario y b) resulta patente que recurrió a la adopción casi total del decreto francés del 27 de abril de 1999. Las diferencias radican en que los seis puntos del decreto francés trataban de dar una apariencia de objetividad, mientras que en el decreto español destaca la presencia de apartados marcadamente subjetivos (valor, carácter, vigor, etc.) a los que se añaden los requisitos absorbidos del decreto francés, con la añadidura de unos errores macroscópicos autóctonos tales como los requisitos de las “costillas arqueadas”, “extremidades paralelas” o el “ángulo moderado”. C- Historial agresivo Este requisito, parece ser el más razonable de los tres, siempre y cuando esclarezcan los límites del concepto de “agresividad”.

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2. Los requisitos mínimos para la obtención de la licencia. Estos requisitos han variado algo con respecto al planteamiento inicial de la ley 50/99. En efecto, mientras que con atención al requisito del certificado de aptitud psicológica (artículo 3.c) la Ley ésta se había centrado en un test psicotécnico para los potenciales adquirientes de estos animales, el decreto ahora exige “la capacidad física y aptitud psicológica para la tenencia de animales potencialmente peligrosos” (art. 3.d decreto 287/2002). El certificado de “capacitación física” deberá averiguar cosas como la capacidad visual, auditiva, el sistema locomotor, el neurológico, la ausencia de dificultades perceptivo-motoras o de toma de decisiones. En cambio el certificado de aptitud psicológica deberá averiguar la ausencia de trastornos mentales o de dificultades psíquicas de evaluación, percepción y toma de decisiones, y problemas de personalidad. No se entiende porque el legislador no haya previsto la incapacidad o incapacitación del solicitante como obstáculos a la obtención de la licencia, análogamente a lo que la misma ley 50/99 prevé con referencia a los adiestradores (art. 7.4.e ; ver supra). El seguro de responsabilidad civil por daños a terceros deberá tener una cobertura no inferior a 120.000 euros. 3. Fijación de las medidas mínimas de seguridad (artículo 8) El decreto establece que la tenencia de los animales reglamentados deberá responder a criterios de seguridad. Por ello se prevé que quien conduce el animal deberá llevar consigo la licencia ex artículo 3, deberá conducir al perro con cadena o correa no extensible de menos de 2 m. de longitud y bozal, y se admite solamente un perro por persona. Es interesante notar el requisito exigido para la tenencia de estos animales en fincas, chalets, parcelas, casas de campo, etc : los animales deberán estar atados, salvo el caso

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de encerrarlos en un “habitáculo” apto a proteger las personas y animales que se acerquen (art 8.4). Este requisito debe juzgarse como una infracción a los principios básicos de protección animal, por dar vida a una auténtica crueldad. Conclusiones Los conceptos erróneos que salpican a la Ley 50/99 pero, sobre todo, el Real Decreto 287/2202 son los de siempre, vistos y trillados en este tipo de legislación : la confusión entre las nociones de peligrosidad, peligrosidad potencial y agresividad, así como entre delitos, negligencias y accidentes involuntarios y fortuitos. La intervención del legislador ha sido, se puede sin duda afirmar, desacertada. Los motivos son varios, aunque el más evidente estriba en haber legislado bajo la presión mediática sin considerar los hechos. Por ejemplo, en España el tabaco mata anualmente a 46.000 personas (47 % : la segunda más elevada de Europa) y los accidentes de tráfico a 6.000. Si se considera que las agresiones caninas fatales no llegan a totalizar ni 5 casos anuales (todavía no existen datos epidemiológicos), resultará extraña la vehemencia con la que el legislador se ha determinado a resolver el problema “perros peligrosos”. Se debe concluir que no sólo este tipo de legislación es inútil y sospechosa de por sí (por ejemplo, las razas de canes peligrosos no coinciden nunca en la apreciación de los diferentes legisladores), sino que la normativa española con énfasis específico en el Real Decreto 287, cosecha únicamente críticas por sus titánicos errores. Cabe recordar que en España cada Comunidad Autónoma es competente para promulgar su propia legislación de animales peligrosos. En Cataluña la norma que de esto se ocupa es la ley 10/1999, recientemente integrada por su reglamento, de aplicación en junio de 2002.

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La impugnación Las múltiple equivocaciones que caracterizan al decreto 287/2002, han fundado los motivos de un recurso contencioso administrativo por parte del Colegio de Veterinarios de Barcelona. El colectivo veterinario ha impugnado el decreto ante la Sala del ContenciosoAdministrativo de la Audiencia Nacional en la base de varias argumentaciones. El decreto afirma ser el resultado de la actividad consultiva con los colegios y consejos veterinarios. Esto no responde a la verdad, siendo que las mencionadas órdenes profesionales no han sido interpeladas en absoluto en la elaboración de la norma. Además, la norma es totalmente falta de rigor técnico al no poderse establecer científicamente la peligrosidad de un animal únicamente por su pertenencia a una raza determinada. Lo mismo dígase por los animales caracterizados en el Anexo 2. La impugnación estima también una infracción del principio de jerarquía normativa. El método adoptado por el decreto 287/2002 (lista de 8 razas caninas reglamentadas) no coincide con el espíritu de la Ley 50/99, puesto que ésta rehusa la atribución de peligrosidad a razas determinadas apriorísticamente. Los criterios empleados por el decreto a fin de individuar a los animales potencialmente peligrosos (la lista y las características de los Anexos 1 y 2) vulneran, pues, el principio de jerarquía normativa, siendo que la Ley estatal es superior al Reglamento. Además, el decreto vulnera también la ley autonómica 10/1999, de rango superior en Cataluña, cuyo objeto es la reglamentación de la tenencia de perros considerados potencialmente peligrosos en esta Comunidad Autónoma. En efecto, la ley catalana concreta detalladamente a estos animales en su artículo 1, definiéndolos como : ! perros que han protagonizado episodios agresivos hacia personas u otros animales ! perros adiestrados para la defensa o ataque

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perros que pertenecen a una de las siguientes 11 razas o a sus cruces : Bullmastiff, Doberman, Mastín napolitano, Presa canario, Dogo de Burdeos, Rottweiler, Dogo argentino, Fila brazileiro, Tosa japonés, Pittbull, American Staffordshire terrier. Estas razas son diferentes de las establecidas por el decreto estatal 287/2002, el cual, pues, no sólo incorpora nuevas razas, sino que deja fuera a otras. !

Referencias : ! R. Butcher, R. De Meester, M. Radford, “Dangerous Dogs – Are we getting it right ?”, The European Journal of Companion Animal Practice ! Ley 50/1999 de 23 de diciembre, sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos ! Real Decreto 287/2002, de 22 de marzo de desarrollo de la Ley 50/99 ! Ley Catalana 10/1999 sobre la tenencia de perros considerados potencialmente peligrosos ! M. Boillat, Estudio realizado para el Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona sobre los errores materiales presentes en el Real Decreto 287/2002 ! M. Boillat, en Academia de Ciencias Veterinarias de Cataluña : “Mesa redonda sobre perros potencialmente peligrosos” (19-06-2002) Francia : La legislación sobre perros peligrosos. Autor : Christian DIAZ, Doctor en Veterinaria, comportamentalista cualificado por las “Ecoles Vétérinaires” y jurista. La actual legislación francesa sobre “perros peligrosos” reposa esencialmente en la ley del 6 enero 1999. Aunque anteriormente ya existieran disposiciones eficaces (señaladamente, contenidas en el Nuevo Código Penal), éstas no habían sido debidamente aplicadas. Es verdad que, 290

contrariamente a lo afirmado por los promotores de la mencionada ley, los accidentes graves eran raros. Entre 1989 y 1998 se observó que quince personas habían fallecido a causa de ataques de perros, la mayoría de ellos protagonizados por ejemplares de raza “pastor alemán”. Desde luego, se trató de quince muertes de más, pero la resultante cifra de menos de dos fallecimientos al año, debe ser puesta en relación con otras causas mortales, las cuales no llegan a desatar la reacción de los poderes públicos, a pesar de los millares de víctimas que causan. Bajo la presión de los medios que propulsaron el “fenómeno pit-bull”, los poderes públicos encargaron varios informes, de entre los cuales destacan sobre todo el informe “Michaux”, sobre los perros en la ciudad, y el informe “Sarre”, que se sitúa en el origen de las principales disposiciones del apartado “perros peligrosos” contenido en la ley del 6 de enero de 1999. Desdichadamente, en la redacción de su informe, el Sr. Georges Sarre no se tomó la molestia de consultar a ningún veterinario comportamentalista (una calificación que las “Ecoles Vétérinaires Françaises” otorgan ya desde 1998). ¿Se debe a tal carencia el hecho de que el mismo informe, que tenía que proveer la base del proyecto de ley, está adornado de numerosas “guindillas” que solamente harían sonreír, de no ser por sus dramáticas consecuencias ? Así pues, allí aprendemos que “el pastor alemán es un perro inofensivo”, que aquella raza canina es “tierna”, etcétera. A continuación trataremos de abordar el apartado de los “perros peligrosos”, el cual, lo reiteramos, constituye solamente una parte de la ley de 6 enero 1999, norma que disciplina actualmente la cría y la protección de los animales de compañía. Analizaremos también la noción de responsabilidad de aquellas personas que jurídicamente deben considerarse como a cargo de un perro agresivo.

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I- La Ley 6 de enero de 1999 1. Refuerzo de los poderes de los alcaldes Actualmente los alcaldes constituyen la piedra angular de la construcción erigida a partir del 6 de enero de 1999. Desde dicha fecha poseen poderes más amplios. Anteriormente, ya les competía la toma de las medidas necesarias relativamente a los animales errantes, pero ahora dicha tarea ha sido ampliada hasta incluir la protección de los animales, así como de las personas. Por lo tanto, cuando un alcalde estima que un animal representa un peligro – el término “animal” no precisa la especie, por lo que se puede inferir que incluya evidentemente a los perros, pero también a cualquier especie susceptible de concretar un peligro – deberá advertir al propietario, invitándole a tomar las medidas necesarias para hacer cesar el estado de peligro. La Ley no ha previsto ninguna medida en particular, dejando la especificación para la discrecionalidad del alcalde en función de las circunstancias concretas. En la eventualidad de incumplimiento de las medidas prescritas, el alcalde tiene el poder de ordenar el ingreso del animal en una perrera. Si al vencimiento de un término de acogida de ocho días laborables el propietario o el poseedor del animal no ha presentado las garantías acerca del cumplimiento de las medidas señaladas, el alcalde, tras haber consultado un veterinario facultado por la Dirección de los Servicios Veterinarios, autoriza al director de la perrera a proceder a la eutanasia del animal o a su entrega a un refugio para eventual adopción. Se debe notar que, aunque el aviso del veterinario sea necesario, éste no es nunca vinculante para el alcalde. En el caso de grave e inmediato peligro para las personas o los animales domésticos, el alcalde o en su falta el prefecto, sin necesidad de previas formalidades, puede disponer el ingreso del animal en un lugar adecuado. El mismo, puede hacer proceder sin retraso a la eutanasia del animal tras haber

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escuchado el aviso de un veterinario que, de no emitirse dentro de 48 horas, se reputará conforme. Estas medidas pueden concernir a cualquier animal que el alcalde estime como peligroso ; no se refieren solamente a los perros, y se aplican sin distinción a los animales de especies no domésticas. 2. Perros peligrosos : definición legal El informe Sarre insinuaba imprudentemente que la agresividad de un perro – ergo su peligrosidad – dependía esencialmente de la genética, afirmación sobre la cual los especialistas en comportamiento – que no fueron consultados – disienten y que, al día de hoy, los genetistas no han podido confirmar. Desde el genotipo al fenotipo el paso a sido breve, y los perros “susceptibles de ser peligrosos” han sido clasificados en categorías estrictamente morfológicas (decreto de 27 de abril de 1999). Dado que “la agresividad ha sido determinada genéticamente con atención a la apariencia”, se ha pretendido que los perros de raza, objeto de selección, no se debían poner, a pesar de todo, en el mismo “saco” que los perros que, aunque de la misma apariencia, no aparecen en un libro genealógico (con la excepción del Rottweiler y canes asimilados, sin que resulte ninguna explicación para esta diferencia) Por consiguiente, los “perros peligrosos” han sido clasificados en dos categorías : # la primera categoría, que define a los “perros de ataque” ; # la segunda categoría, que define a los “perros de defensa”. Los perros previstos en el decreto, ya sean que pertenezcan a la primera o a la segunda categoría, son molosos del tipo mastín, caracterizados por cuerpos macizos y compactos, osamenta fuerte y cuello sólido.

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Los perros pertenecientes a la primera categoría Dentro de la primera categoría se incluyen : # Los perros asimilables por características morfológicas a los perros de raza Staffordshire Terrier (una raza inexistente), así como a los de raza American Staffordshire Terrier, sin que resulten inscritos en un libro genealógico reconocido por el ministerio de agricultura y pesca. Estos dos tipos de perros pueden comúnmente definirse como “pit-bulls”. # Los perros asimilables por características morfológicas a los perros de raza “mastiff” sin resultar inscritos en un libro genealógico reconocido por el ministerio de agricultura y pesca. Estos perros pueden definirse comúnmente como “boerbulls”. # Los perros asimilables por características morfológicas a los perros de raza Tosa sin resultar inscritos en un libro genealógico reconocido por el ministerio de agricultura y pesca. Así pues, el legislador ha considerado que los perros de la primera categoría se asemejan a unos perros de raza, con la diferencia de no estar inscritos en un libro genealógico oficial. El decreto del 27 abril 1999 detalla las mencionadas características morfológicas. Por consiguiente, el “pit-bull” presenta un fuerte parecido con la siguiente definición : # pequeño dogo de color variable con un perímetro torácico de aproximadamente entre 60 cm (correspondiente al tipo de aproximadamente 18 quilos de peso) y 80 cm (correspondiente al tipo de 40 quilos de peso) La altura a la cruz puede oscilar entre 35 y 50 cm. # perro musculoso de pelo corto # aspecto poderoso # parte delantera maciza comparada con la parte trasera que es relativamente ligera # el stop o parada no es muy marcado (…)

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#

mandíbulas fuertes con los músculos de las mejillas abombados

Asimismo, el decreto precisa las características morfológicas de los perros comúnmente definidos como “boerbulls”, así como de aquellos morfológicamente equiparables a los perros de raza Tosa. Destaca enseguida que esas descripciones pueden comprender numerosos cruces. Por ejemplo el cruce de un beagle con un bóxer o de un bóxer con un labrador puede fácilmente corresponder a la descripción morfológica de un pit-bull, quedando clasificado como perro de primera categoría, con todas las limitaciones que de ello derivan. Efectivamente, dichos perros son los destinatarios de medidas muy restrictivas, siempre y cuando no moren en áreas conflictivas, lugares donde proliferan. Examinaremos dichas obligaciones más adelante. Los perros pertenecientes a la segunda categoría Estos animales son definidos indiferentemente como “perros de defensa”. Aquí se hallarán American Staffordshire Terrier, “Staffordshire Terrier” y Tosa inscritos en un libro genealógico. Con respecto al Staffordshire Terrier, se pensaba que se tratara del English Staffordshire Bull Terrier hasta que los poderes públicos, bajo presión por parte de las autoridades británicas, declararon que esta raza no está contemplada por la Ley. El legislador había, pues, clasificado como perros peligrosos a los miembros de una raza que no existe. Dentro de la segunda categoría aparecen también los Rottweilers de raza, pero también – cosa que no deja de sorprender, tenida por buena la “lógica de los redactores de los textos” – los animales que pueden ser equiparados morfológicamente a los Rottweilers. En definitiva, mientras que los perros de tipo mastiff (definidos como boerbulls) son clasificados dentro de la

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primera categoría, los animales de raza mastiff no aparecen, ni siquiera en la segunda categoría, pese a que presenten las mismas características morfológicas. 3. Reglamentación aplicable a los perros peligrosos El incumplimiento de las medidas obligatorias es castigado mediante condenas extremamente severas, que pueden llegar hasta 15.545 euros de multa y seis meses de prisión. Poseer esos perros está vedado para los menores, las personas bajo tutela y aquellas que hayan sido condenadas penalmente por delitos que conllevan la mención en el registro de los antecedentes penales. (boletín nº2). Estos perros deben estar identificados, vacunados contra la rabia y beneficiarse de una póliza de seguro de responsabilidad civil específica. Sobre este último punto, se debe mencionar que algunas aseguradoras simplemente han rechazado la cobertura para estos animales, otras han impuesto un suplemento de cuota y otras más aceptan sin recargo de primas solamente a los perros de la segunda categoría. Cabe notar que estos contratos son paradójicamente muy interesantes para las compañías de seguros, ya que los perros en regla con la ley son responsables de muy pocos accidentes. Una vez conseguido el certificado que da fe de la realizada identificación y la contratación del seguro, los propietarios de dichos perros deberán prestar una declaración en el municipio donde tienen su residencia. El propietario deberá presentar la prueba que ateste la realizada declaración cada vez que así sea requerido por la autoridad. Los perros en cuestión no pueden circular por la vía pública excepto bajo la condición de ir atados con correa y llevar bozal. Mientras los perros de la segunda categoría pueden acceder a los lugares públicos, así como a las partes comunes de los inmuebles, estos lugares están vedados para los perros de la primera categoría.

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Un arrendador puede prohibir la tenencia de perros de la primera categoría en las viviendas que alquile en ocasión de nuevos contratos o de renovación de alquiler, una condición ésta considerada como no introducida en el caso de otros animales de compañía por ser contraria a la ley de 9 de julio de 1970 (Ley que permite a los locatarios tener un animal de compañía en el piso bajo la condición de que éste no cause molestias : ley “Thome-Patenôtre”). El legislador ha tomado medidas adicionales con el declarado fin de lograr la desaparición de los perros de la primera categoría. Éstas son : # La prohibición de la cesión e importación de dichos perros ; # A partir de julio de 1999, todos los perros pertenecientes a la primera categoría deberán estar esterilizados quirúrgica e irreversiblemente, además de tener que darse constancia de la intervención en un certificado veterinario. A este propósito, para las perras se admiten los métodos de la ovarioectomía, ovario-histerectomía e histerectomía (sin eliminación de los ovarios), mientras para los machos se prevén la castración y la vasectomía. Después de la fecha mencionada, no podrá nacer en territorio francés ningún cachorro perteneciente a la primera categoría : ya se sabe qué sucederá. Es patente que, a raíz de las escasas esterilizaciones efectuadas y de la proliferación de los pitbulls en las zonas de “sin-ley”, estos perros siguen teniendo posibilidades de reproducción. No obstante, algunos perros de la primera categoría pueden nacer de manera legal, sin que por ello se haya producido una infracción a los textos normativos. # Se trata, en primer lugar, de los cruces que dan lugar a ejemplares que corresponden morfológicamente a los animales de la primera categoría sin que los progenitores pertenezcan a esa categoría. Un cruce de bóxer con otra raza de pelo corto, tal como un beagle,

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un labrador y – evidentemente – un American Staffordshire terrier inscrito en el LOF (Livre des origines français) y, por consiguiente, exento de la obligación de esterilización, podrá coincidir perfectamente con la definición de perro de tipo pitbull. # Lo mismo vale para los jóvenes nacidos de dos American Staffordshire terriers inscritos en el LOF, confirmados o no. Efectivamente, incluso sin que haya sido confirmado, un perro inscrito en el LOF será considerado como perteneciente a aquélla raza, y por tanto se sustraerá a la esterilización. Un cachorro que sea el producto de dos “amstaff” inscritos en el LOF, aun no confirmados, una vez adulto será considerado como pit-bull si respondiera – como es probable – a los criterios morfológicos del decreto de 27 de abril de 1999. La genética es una ciencia maravillosa que permite obtener un “perro de ataque” al cruzar dos “perros de defensa”. En teoría, la cesión de estos perros está prohibida, pero el dueño de la madre puede conservarlos todos si cumple con las obligaciones legales. Por otra parte, si cede los cachorros a la edad de dos meses, los mismos no corresponderán – por lo menos, no aún – a las definiciones del decreto. En efecto, otra de las dificultades en la aplicación del decreto del 27 abril 99 reside en que sus criterios morfológicos no pueden más que concernir a los animales adultos. ¿Cómo se puede establecer la pertenencia a la primera categoría de un cachorro de dos meses del cual se desconocen los ascendentes ? Los veterinarios pueden solamente certificar sobre aquello que están seguros, y no se les podría reprochar omitir la inscripción de la mención “cruce”, eventualmente completada por la raza de los progenitores, si es conocida (por ejemplo, si la madre es de raza bóxer), en los papeles identificativos del cachorro. Por lo contrario, el hecho de inscribir la definición “cruce de bóxer” en la tarjeta de identificación de un cachorro de

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dos meses bajo la presión más o menos amistosa de los amos que desean sustraerse de tal guisa a la ley, no evitará que el mismo cachorro sea catalogado, más tarde, como perro de primera categoría si acaba por presentar una marcada semejanza con un animal de tipo pit-bull. Ese expediente, pues, no procura ninguna protección en lo tocante al alcance de los preceptos normativos. 4. Reglamentación del adiestramiento a morder Habiendo considerado que el adiestramiento para morder podía constituir un peligro, pero admitiendo que dicho riesgo estaba suficientemente controlado con respecto a los animales de raza, ya de por sí seleccionados con referencia a sus orientaciones, el legislador ha disciplinado este aspecto del adiestramiento. Por consiguiente, este adiestramiento queda sometido a una autorización dentro del marco de las actividades de selección, encomendadas a personas que sean titulares de un “certificado de capacidad para el adiestramiento al mordisco”. A esta fecha, ya no es posible adiestrar para morder a un perro que no sea de raza en el libre desarrollo de actividades de ocio. Desde luego, el adiestramiento para morder queda permitido para los perros de trabajo (vigilancia, protección, traslado de valores, policía, gendarmería, aduanas, servicios de socorro.) II- Responsabilidad 1. Responsabilidad de los veterinarios El secreto profesional En varias ocasiones, diferentes albéitares han sido requeridos, fuera de todo procedimiento judicial, para que comunicaran sus ficheros a las fuerzas de policía (nacional, municipal o gendarmería) Esta práctica concreta una instigación a que el veterinario viole el secreto profesional en un caso que no está previsto por la ley (ver infra). Nada justificaría una comunicación en tal sentido, y el profesional

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que en tales supuestos aceptara revelar la identidad de aquellos de entre sus clientes que poseen un perro de la primera categoría, sería culpable de una violación del secreto profesional. Asimismo, el nuevo código penal (art. 434.1) desestima los pleitos por omisión de denuncia de delitos en contra de personas obligadas a mantener el secreto profesional, cada vez que la ley confíe la posibilidad de derogar dicha obligación a la apreciación y conciencia del mismo profesional. ¿Debería el profesional denunciar a aquel de sus clientes que posee un perro de primera categoría o, más generalmente, un perro peligroso ? Recordamos que la noción de secreto profesional se halla delineada en el nuevo código penal. Éste, en vigor desde 1994, no proporciona una lista de oficios tenidos al secreto profesional, sino que impone la prohibición de divulgar un secreto a “toda persona que sea depositaria del mismo, ya sea a causa de su estatus o por su profesión” (art 226.13) Resulta por lo tanto evidente que los veterinarios están obligados por el secreto profesional, cosa confirmada por otra parte por nuestro Código Deontológico. La violación del secreto profesional constituye una infracción penal que puede ser sancionada mediante la pena de prisión de hasta a un año y una multa de 15.545 euros. Además de contingencias típicamente veterinarias (ej., enfermedades legalmente consideradas como contagiosas que exigen una declaración), la ley prevé tres casos más en los que autoriza la revocación del secreto profesional : 1. a fin de revelar sevicias o privaciones realizadas en contra de menores o de personas incapaces de defenderse ; 2. en el caso de transmisión al Procurador de la República (Fiscalía), de acuerdo con la víctima, de elementos aptos a hacer presumir la existencia de sevicias sexuales ; 3. en el caso de testimonio a favor de una persona injustamente detenida (…).

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En estos tres casos, la ruptura del secreto profesional es posible, aunque no sea obligatoria, siendo dejada a la apreciación del profesional de acuerdo con su propia conciencia. Como se ve, los casos en los que el veterinario sea tenido a contravenir el secreto profesional son limitados. Sin embargo, las cosas no son tan sencillas, puesto que la ley ha previsto un sistema de control “a posteriori” amparado en la conminatoria establecida por la “omisión de asistencia a personas en peligro”. El código penal dice que “ante malos tratos a niños o a personas vulnerables, permanece en vigor el derecho a guardar silencio, pero sin perjuicio de tener que responder según el derecho común en el caso de que descendiera menoscabo para la persona vulnerable”. A la luz de lo que precede, si nada impone la comunicación de los datos de las personas que poseen perros de la primera categoría a la autoridad judicial, es evidente que el secreto profesional no incapacitaría al profesional para que tomara las medidas del caso, por ejemplo recurriendo a los poderes del alcalde, cuando un perro presentase un comportamiento predatorio sobre los niños, sea cual sea su raza o tipo, o que pertenezca o no a una de las dos categorías de perros peligrosos establecidas por la ley del 6 de enero de 1999. Según mi apreciación, un comportamentalista que se decante por un diagnóstico de comportamiento predatorio hacia niños (un caso este afortunadamente bastante raro) en el caso de un perro que convive en una familia con un bebé, debe absolutamente actuar para proteger al niño, aun cuando esto estuviera en contra de la opinión de los padres. Lo mismo se debe decir en la eventualidad de una persona mayor y particularmente vulnerable que sea susceptible de ser víctima de un perro peligroso que vive con la familia. Acaso ¿no es esta responsabilidad moral tan importante como la responsabilidad civil o penal ?

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La obligación de tratamiento ¿Debe un veterinario negarse a curar un perro de la primera categoría ? Fuera de los casos previstos, tales como la negativa a abonar los honorarios o las injurias graves (…) un veterinario debe acudir a todo animal en peligro. Por otra parte, como se ha visto, los veterinarios no pertenecen a las personas obligadas a hacer respetar la ley del 6 enero 1999, limitándose su cometido únicamente a un deber de información. Por consiguiente, sería muy difícil justificar la negativa de tratamiento en la sola base de la pertenencia del perro a la primera categoría de la ley, incluyéndose en el concepto de tratamiento también a las consultas de comportamiento. El deber de información Hace unos años que la jurisprudencia en temas médicos ha introducido la noción de información como una obligación de resultado. Ninguna duda, pues, de que una tal obligación concierna también a la profesión veterinaria. El deber de información atañe en particular al estado del enfermo y a su previsible evolución. Es importante entregar al propietario, o en su falta al encargado del animal, una información clara, fidedigna e inteligible que formará la base de un consentimiento o de una negativa coherentes. Si bien lo ideal sería la redacción de un escrito firmado por las partes, la prueba del cumplimiento de dicho deber puede ser abastecida por cualquier medio, especialmente por presunciones. Por consiguiente, se podría seguramente suponer que los propietarios de un perro agresivo tenían un mínimo de conciencia de la peligrosidad de su animal, si esta característica fue lo que dio pábulo a la consulta con un comportamentalista.

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2. Responsabilidad de los propietarios o de los encargados ; noción de custodia jurídica. Como hemos visto, los poseedores de perros de la primera y segunda categoría caen bajo responsabilidad penal cuando violan las disposiciones legales que les conciernen. No obstante, y de una manera más general, ¿cuál es la responsabilidad de los encargados de animales susceptibles de ser peligrosos ? La responsabilidad por el hecho de un animal radica en el artículo 1385 del Código Civil : “El propietario de un animal o quien se sirve de ello y durante el tiempo que está en su uso, es responsable de los daños causados por dicho animal, tanto que se halle bajo su custodia como que se haya extraviado o escapado”. Esta noción de responsabilidad, fundada en un número muy exiguo de textos, es el resultado de una construcción esencialmente jurisprudencial. Según la jurisprudencia, responsable es quien tiene la custodia jurídica del animal, definiéndose ésta en la base de los poderes de dirección, control y uso. Se trata de una presunción de responsabilidad muy grave que pesa sobre el guardián, y de la cual no podrá exonerarse salvo proporcionando la prueba de una fuerza mayor o caso fortuito, de la intervención de terceros o de la participación de la víctima en el evento. Por ejemplo, la mera ausencia de culpa del guardián no será suficiente para eximirle de responsabilidad. Como regla general, el encargado del animal – es decir, la persona responsable – coincidirá con el propietario. Pese a esto, existen casos particulares en los que la custodia jurídica se transfiere a quien tiene el uso del perro, a saber : la persona responsable de la pensión canina, el educador o adiestrador y, por supuesto, el veterinario. Así que, el veterinario será responsable de los daños causados por el animal presente en la consulta, incluso cuando el propietario esté presente. Sin embargo, sería absurdo extender esta responsabilidad a los daños causados

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fuera de los locales de la consulta veterinaria por un animal agresivo bajo tratamiento, pues la naturaleza de esta relación no es apta a transferir la custodia jurídica, siempre y cuando se respeten los datos adquiridos por la ciencia. En efecto, si el tratamiento es manifiestamente capaz de agravar el peligro, el veterinario podrá ser perseguido por faltar a un general deber de seguridad, así como lo podría ser por haber faltado a la obligación de información anteriormente descrita. Cabe recordar que si el deber de tratar es una obligación de medios, los deberes de seguridad y de información son obligaciones de resultado. No será de más insistir en la necesidad de que los veterinarios dispongan de un sólido seguro de responsabilidad civil, aunque, por sorprendente que parezca, esto no sea todavía obligatorio. Conclusiones Como hemos podido ver, las disposiciones represivas nacidas con la ley del 6 enero 1999, desafortunadamente no son de naturaleza apta a limitar realmente el peligro – del todo relativo – representado por los perros. La experiencia británica nos hubiera podido servir de lección. Parece que las intenciones no sean las oportunas ; efectivamente, incluso mediatizándolas, las agresiones de pit-bulls son raras (se ha citado la cifra de 400 sobre 100.000 mordiscos, o sea, un 0,4 %), mucho más raras que los mordiscos de “perros de familia”, de canes parecidos a los labradores o a los pastores alemanes, es decir, de razas consideradas como “inofensivas”. Un estudio canadiense sobre 1237 informes, afortunadamente sin desenlaces letales, ha mostrado que en dos tercios de los casos la víctima había sido mordida por un perro de la familia o de parientes, y que un tercio de ellas estaban comprendidas en la franja de edad de entre cinco y nueve años. Las razas más frecuentemente

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incriminadas son : pastor alemán, cocker, rottweiler y golden retriever. Un estudio holandés, asimismo, ha confirmado la predominancia de los incidentes por mordiscos de perros próximo a la víctima. Aquí las razas más representativas han resultado ser : rottweiler, golden retriever y labrador retriever. Se notará que, con excepción del rottweiler, los perros responsables de las agresiones son animales que pertenecen a razas consideradas como no peligrosas, léase “inofensivas”, por el legislador. Sería auspicioso que los veterinarios comportamentalistas fueran consultados en temas tales como éste a fin de que la apreciación de la peligrosidad de un perro no se fundara únicamente en criterios morfológicos, resultado de concepciones erróneas, sino en la base de criterios comportamentales objetivos, no constituyendo la morfología, y en particular el tipo, más que un factor agravante. Asimismo, esto permitiría activarse más eficaz y precozmente en el terreno de la profilaxis, puesto que los mordiscos a niños por perros de familia representan un problema objetivo más serio que el fenómeno pit-bull, artificialmente inflado por los medios de comunicación. Christian DIAZ. Enero 2002

Quebec : Los aspectos jurídicos de la agresividad canina en Quebec. Autor : Frédéric Silvestre, abogado Saint-Hyacinthe, Quebec, Canadá. Abogado especializado en derecho animal. Presidente del Grupo de Concertación sobre la Prevención de la Agresividad Canina en Quebec. Más allá de los innegables beneficios que manan de la presencia de los perros en la sociedad, se debe comprender que esta relación privilegiada conlleva a veces unos riesgos

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inherentes, de entre los cuales uno de los más importantes es la agresividad canina. En Quebec, este aspecto no está muy considerado por el legislador. En efecto, aparte de las normas del código penal federal canadiense (que prohiben los actos crueles hacia los animales), no hay más que dos fuentes adecuadas de normalización de la problemática, es decir, el Código Civil de Quebec relativo a la noción de responsabilidad por el hecho de los animales, y los reglamentos municipales. Analicemos estos dos aspectos separadamente. La responsabilidad resultante del hecho de animales ¿Qué dice la ley ? El artículo 1466 del Código Civil quebequés establece una presunción de responsabilidad que grava pesadamente sobre los propietarios o los encargados de un animal. Esta presunción de responsabilidad con respecto a los daños que un animal causara, es significativamente importante puesto que solamente la prueba del caso fortuito, fuerza mayor, culpa de la víctima o de un tercero, permiten que el propietario o quien usa el animal sean exonerados de dicha responsabilidad. De hecho, incluso la prueba de la total ausencia de culpa o de que se hayan empleado todos los medios necesarios para custodiar adecuadamente al animal ¡no son suficientes para liberarse de la responsabilidad ! En suma, se atribuye al propietario o a quien utiliza el animal, un grado más elevado de responsabilidad con respecto a los actos que podría cometer su perro, que el que se exige relativamente a los actos que podrían cometer esas mismas personas (así que, cuando se atribuye una culpa a una persona, esta última puede eximirse de toda responsabilidad demostrando que una persona diligente y razonable hubiera actuado de la misma manera que ella) Se entiende, pues, la importancia que reviste para el poseedor de un perro o para quien trabaja en el ámbito

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canino, comprender las sutilezas de la responsabilidad que le incumbe. Esta realidad implica que la única manera para premunirse eficazmente, consiste en contratar una póliza de seguro que cubra dichas eventualidades. Salvo alguna rara excepción, la gran mayoría de las compañías incluye a esta clase de eventos en los seguros de hogar. Cabe notar, sin embargo, que los inquilinos no son muy propensos a contratar tales pólizas, exponiéndose en ocasiones sin saberlo, a riesgos económicos conspicuos en cuanto sus queridas mascotas actúen de manera inapropiada. Noción de custodia. El legislador quebequés prevé, en primer lugar, la responsabilidad del propietario de un animal en dos circunstancias, es decir, cuando éste tiene la custodia del animal o cuando el animal ya no se halle bajo su control. El propietario tiene la obligación de controlar todos los actos de los animales de los que tiene posesión. Debe tomar las medidas para asegurarse de que no se les escapen y, además, seguirá siendo responsable en el caso de que confíe el animal a una persona que sabe ser inexperta, o si facilita la custodia de sus animales a un empleado, o en cuanto confíe el animal del cual conoce la peligrosidad a alguien que ignora esta característica. Finalmente, el propietario será responsable si no toma las precauciones adecuadas para proteger la colectividad de un animal que él sabe ser peligroso. Esto concreta el caso específico de quien tiene un perro peligroso en su domicilio. En esta eventualidad, la aposición de letreros que anuncian la presencia del animal no sería suficiente para franquear la responsabilidad del propietario. En una sentencia controvertida (Haineault c. Poirier, [1978] C.S. 1135) se decidió que el encargado de una estación de servicio en donde se hallaba un perro peligroso era responsable por un 33 % de los daños causados a una persona, si bien ésta hubiera penetrado en

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los locales sin permiso y a pesar de los letreros que avisaban de la presencia del perro.

Quienes se sirven de los animales, tales como los usuarios y sus guardianes, se consideran también rigurosamente responsables de los hechos cometidos por ellos. Según la ley, se deben considerar como guardianes o usuarios, las personas que tienen el animal temporáneamente a razón de su profesión, como podrían ser los veterinarios y los adiestradores. Naturaleza de la presunción de responsabilidad y sus eximentes De acuerdo con lo dicho, el propietario o el guardián de un animal se presumen responsables de los daños causados por éste. Esto exonera la víctima de probar que intervino una culpa por parte del guardián o del propietario en la causa de los hechos. Para liberarse de esta presunción, el guardián o el propietario del animal deberán demostrar que tales hechos se produjeron a raíz de una culpa de la víctima o de una tercera persona o a causa de fuerza mayor. Analicemos estos tres medios de exoneración de responsabilidad. La culpa de la misma víctima puede eliminar la responsabilidad del guardián o del propietario o mitigarla cuando contribuyó a la intensidad del daño padecido. Así, se puede considerar la acción de la víctima como concurrente cuando ésta no hubiese observado la elemental prudencia al provocar a animales, cuyas reacciones son a menudo imprevisibles, inquietándoles voluntariamente o al no tomar las precauciones razonables requeridas por la situación. En muchos casos, por ejemplo, si la víctima fuera un intruso o si hubiera sido advertida del peligro, los tribunales tienden frecuentemente a decantarse por un concurso de culpabilidad que reparta la responsabilidad, la cual varía según el grado de temeridad ostentado por la víctima, así como por la naturaleza de las precauciones tomadas a fin de evitar accidentes por el propietario o guardián.

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Otra causa de exención es la fuerza mayor o el caso fortuito, situaciones éstas que exigen la difícil prueba de un evento externo a la voluntad humana, imprevisible y totalmente irresistible (por ejemplo, un huracán, un apagón eléctrico o un incendio forestal, etc.) Finalmente, el propietario o guardián demandado puede tratar de liberarse de toda responsabilidad invocando el hecho de terceros, a saber, la actuación de una tercera persona que constituye la causa de las acciones perjudiciales del animal. Por ejemplo, ha sido decidido que el propietario de un perro no es responsable del acto desacertado del animal si no se debe a una naturaleza revoltosa o a un mal adiestramiento del animal, sino que el hecho ha sido causado por el un tercero que había perseguido y agobiado al animal, el cual, en su tentativa de huida, había causado la ruptura de unos cristales (Gamache c. Grondin [1938] 76 C.S. 257). La regulación municipal en Quebec. A diferencia de otras regiones o naciones, el legislador de Quebec ha optado por delegar su función en materia de control de la agresividad canina. Tanto en virtud del Código municipal como de la Ley sobre Metrópolis y Ciudades, es competencia de los municipios promulgar las normas que disciplinan el ámbito canino. Un inventario exhaustivo de las regulaciones en vigor en los diferentes municipios quebequeses, permite constatar que en Quebec coexisten tres diversas corrientes de legislación municipal. Un primer plano de regulación ha sido el efecto del asesoramiento proveído por los organismos profesionales, que ha permitido desarrollar un cuadro normativo en el cual se trata de minimizar los riesgos inherentes a los perros (medidas de contención, número de animales, licencias, medidas a adoptarse en el caso de mordeduras, etc.), sin por otra parte caer en el intervencionismo arbitrario con respecto a determinadas razas caninas. Reglamentos de estas características se hallan en numerosos municipios, tales como la ciudad de Quebec y de Saint-Hyacinthe.

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Al otro lado existen numerosos ayuntamientos que han propendido por una actitud de prohibición simplista de determinadas razas de perros, sin profundizar acerca de la prevención de la agresividad canina. Y finalmente, hay varios ayuntamientos pequeños que aún no han tomado cartas en el asunto anunciando una casi ausencia de normas en la materia. Ni que decir tiene que el escribiente no puede más que criticar vigorosamente tal laxitud en la normalización de una materia tan importante. Es, pues, necesario trazar un breve retrato de esta problemática. Para iniciar, se impone una primera reflexión. En un contexto de monotonía general, en donde los ciudadanos se hallan a la merced de las vicisitudes de la vida y del albedrío gubernamental, ¿qué hay más fácil que condenar prestamente a una raza perruna, exponiéndola al suplicio y juzgándola sin posibilidad de apelación por ser la odiosa y única fuente de mordeduras en perjuicio de nuestra bella población quebequesa ? Se trata de una actitud tosca, parecida a la de la Inquisición, cuando se quemaba en la hoguera primero, y luego, a veces, ex post facto, se preguntaba. No obstante, tras bastantes años hay acuerdo generalizado : hay que regular para minimizar la ocurrencia de mordeduras caninas, pero siempre y cuando eso se realice de una manera unificadora e inteligente. En efecto, un reglamento no tiene por qué ser el fruto de un acercamiento hostil e intempestivo o funcionar como medio para tranquilizar a los ciudadanos exacerbados por angustias a menudo poco objetivas, mediante un culpable anunciado. Esta clase de actitud es siempre algo inquietante por ser el síntoma de una intolerancia embrional, incompatible con el ideal democrático. Sea como sea, ahora el daño ya parece estar hecho, esa semilla de arbitrariedad ha sido sembrada, de una manera que muchos municipios en Quebec a menudo no logran resistirse a la tan fácil tentación de prohibir simplemente una raza canina, y de lavarse seguidamente las manos. Sin embargo, al actuar como Poncio Pilatus, hacen exactamente

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el contrario de lo que quisieran, es decir, proteger la comunidad. A este propósito, y pese a las noticias sensacionalistas que propagan a viva voz que perros de tipo pit-bull acostumbran a desfigurar a niños indefensos e inocentes o se dan a todo tipo de atrocidades parecidas, no hace falta precisar que esos canes no representan de ninguna manera el problema, sino sólo una faceta. A priori, el aspecto patibulario del pit-bull parece jugar un papel decididamente perjudicial al suscitar muy poca simpatía por parte de la población. Por consiguiente, creer que la pura y simple prohibición de una raza canina pueda proteger la comunidad, es un espejismo de los más perniciosos, que pervierte el auténtico propósito de proteger de verdad a la sociedad. La desaparición de los pitbulls no cambiará nada, y proporcionará un falso sentido de seguridad en la gente, la cual albergaría la idea de que ya no existe peligro a la hora de mimar a todos los canes del mundo siempre y cuando su raza no estuviese condenada. ¡Esto es aún más peligroso ! No obstante, más allá de las reflexiones de este género, se debe vislumbrar un acercamiento constructivo y estimulador. Efectivamente, ¿qué podemos hacer para sensibilizar coherentemente a la población y a los administradores acerca de la necesidad de regular adecuadamente y minimizar lo que todo el mundo ve como necesario, a saber, los casos de mordeduras caninas ? Aquí, en total humildad y sin querer apreciar todos los aspectos del problema en un texto tan breve, parece sin embargo brotar alguna indicación. Antes de todo, existe la necesidad de ponderar estadísticamente la dimensión real del problema, a fin de colocarlo dentro de su correcta perspectiva y evitar una exuberancia en el plano de las prohibiciones normativas. Secundariamente, es importante evitar que cada municipio tenga que realizar un trabajo deliberativo a veces laborioso. Esto facilitaría la tarea a los administradores, garantizando la presencia de un tejido normativo coherente entre los municipios. Lo dicho presentaría la doble ventaja de permitir

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a la gente conocer la normativa relativamente al conjunto de los municipios con un mínimo de certeza y, sobre todo, prevenir el caso en que, a la hora de emprender un largo viaje en coche por el territorio nacional con el perro, uno tenga que enfrentarse a una treintena de reglamentos municipales diferentes que podrían resultar en decenas de infracciones… Una intervención de este tipo exige la concienciación de la gente comprometida, en todo pueblo o ciudad de Quebec. En el marco de esta perspectiva, y para que sea posible auxiliar a los municipios en el ejercicio de su ponderación, es imperativo facilitar asimismo la tarea de la gente, proporcionando un reglamento-tipo que sea generalmente satisfactorio, tales como las ordenanzas de las ciudades de SaintHyacinthe y de Quebec o como los modelos de reglamento de la Academia de medicina veterinaria. De todos modos, cualquier reglamentación en este ámbito debería acoger las siguientes premisas : # No se trata de prohibir una raza en particular, sino de controlar objetivamente los riesgos para la población. # Ante situaciones de riesgo, se deberían prever medidas individualizadas de control. Así, en los lugares públicos, en el transporte público o en las relaciones de vecindario, se debería prever unas pautas particulares de contención para cada situación. En dependencia del caso, dichas medidas de prevención podrían oscilar desde la prohibición de la presencia de perros en determinados lugares (solución que deberían excluirse en cuanto un perro llevado con bozal y correa no puede en absoluto ser dañino, sea cual sea el lugar en que se encuentre), a la obligación de bozal, de correa, de un medio de identificación, de instalación de vallas, etcétera. # Un aspecto importante en este acercamiento consiste en el fomento de la prevención y de la educación de la colectividad. No sólo una reglamentación de este tipo debería patrocinar la esterilización a fin de evitar la

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superpoblación canina, sino que debería garantizar que los propietarios alimenten adecuadamente a sus animales y les doten de cobijos apropiados (de acuerdo con el espíritu de las disposiciones – todavía no entradas en vigor – de la Ley quebequesa de protección animal) Asimismo, podría ofrecerse a los propietarios la oportunidad de beneficiarse de reglas menos estrictas cada vez que prueben ante la administración municipal el carácter no peligroso de sus animales mediante el informe de un etólogo y/o de un veterinario. En el caso de que se hayan producido mordeduras significativas por parte de un perro, se debería evitar normas que previesen la inmediata supresión del animal sin más. Al contrario, salvo excepciones se debería recomendar el examen del animal por parte de un especialista (permitiendo la posibilidad de un contra-peritaje, y de un arbitraje en la eventualidad de desacuerdo), así como de la contención cerrada (permanentemente en espacio vallado) en la eventualidad de que el animal hubiera sido calificado como agresivo.

Es asimismo importante abastecer los argumentos para que los interesados en la temática puedan combatir toda reglamentación municipal que no se ajuste a los preceptos descritos. En el plano estrictamente jurídico existen algunos elementos de los que se debería estar al corriente. Para empezar, en el caso Madronéro c. Ville de Lachine, del 28 febrero de 1990, el Tribunal Superior decidió mantener la validez de una ordenanza que prácticamente prohibía a cualquiera tener cualquier perro que se pareciese, de lejos o de cerca, a un pit-bull. Sin embargo, cabe notar que esta sentencia no examinaba todos los argumentos que se hubiesen podido esgrimir en la impugnación de una tal ordenanza. Con todo el respeto, la legitimidad de la decisión podría cuanto menos cuestionarse, especialmente al proveer

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la prueba de que, aunque la ordenanza en cuestión pudiera ser a grosso modo válida (sin por otra parte estar moralmente justificada), no debería ser aplicada tan a ciegas, marcadamente prohibiendo unas cosas consideradas como nocivas cuando no tienen nada de pernicioso en sí, como demuestra el hecho de que los veterinarios pueden tratar a animales de estas razas. Por consiguiente, en el caso Anctil c. Cour municipale de la Pocatière [1973] C.S. 239, el juez Gendron sostuvo que : “La primera característica de un peligro es de producir serios inconvenientes. Una corporación municipal excede sus poderes en cuanto legisle acerca de materias no incluidas en sus competencias delegadas, o decrete arbitrariamente la prohibición de algo como peligroso cuando, de hecho, la cosa no tiene nada de peligroso en sí.” Por lo tanto, dado que los municipios podrían prohibir una raza canina solamente cuando ésta represente un peligro, cabe cuestionar la aplicación de una ordenanza que prohibe pura y simplemente la presencia de determinados animales en su territorio, pese a que las medidas de contención hubieran podido ser extremas. Para parodiar la situación se podría imaginar la prohibición de la presencia de un pit-bull desdentado, con las extremidades amputadas, castrado y en coma en una clínica veterinaria. ¿Acaso se podría considerar que, provisto de bozal, tal animal dejaría de representar un peligro ? Poner este tipo de pregunta es abastecer la respuesta. Como ulterior argumento de naturaleza jurídica, se debe notar que el caso Madronero no ha enarbolado, en este suceso, la aplicación de las Cartas quebequesas y canadienses de los derechos y libertades. Esto hace en modo que la sentencia del Tribunal Superior no posea aquél carácter inflexible que se le podría atribuir. Así pues, y lejos de querer sintetizar la totalidad de los parámetros sobre derechos y libertades, cabe notar que los derechos podrían ser invocados, especialmente por un veterinario o

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por el propietario de un perro prohibido, en lo que se refiere a la libertad de la persona, a su seguridad y derecho a gozar pacíficamente de sus bienes, al carácter inviolable del domicilio, al derecho a la seguridad y a una relación zooterapéutica, etcétera. A esta clase de argumentaciones, por otra parte, se ha recurrido con cierto éxito ante los tribunales de Quebec en otros ámbitos relacionados con el mundo animal. Me Frédéric Sylvestre, febrero de 2002.

Suiza Oficina federal ; Sector de Comunicación, Dra Colette Pillonel, Veterinaria Comportamentalista Diplomada ENVF, 01.05.02 [htpp ://www.bvet.admin.ch/Grands sujets du moments/autres sujets/Chiens/Situation Suisse] Los datos Suiza es una confederación de 26 cantones y semicantones con una población de 7 millones de habitantes y 4 idiomas oficiales. La población canina es de 390.000 ejemplares (Effems, en nota 4). Un estudio publicado en 1998 enumera 192 accidentes debidos a mordiscos de perros o excoriaciones que exigieron ser atendidos por el médico de cabecera5. Estudio sobre los accidentes por mordeduras de perros. Para mejor atajar el problema y contener la cuestión acerca de la incidencia de los accidentes por mordiscos de perros, de la tipicidad de los perros mordedores y de las situaciones de riesgo, un estudio ha sido iniciado por un grupo4 de trabajo privado (Groupe de Travail Chiens Dangereux, GTCD/Arbeitsgruppe Gefährliche Hunde, AGGH, rama de la Association Vétérinaire Suisse pour la

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Médecine du Comportement, AVSMC). Esta investigación permite individuar en particular los grupos de riesgo (niños y propietarios de perros), así como las situaciones de riesgo (las interacciones con el can) Los resultados de dicho estudio se harán públicos en septiembre de 2002. El manejo del problema Los accidentes por mordedura de perro, mientras afectan a la seguridad pública, son materia de competencia cantonal y no de la Confederación. Sin embargo, estos sucesos son de considerar como un problema cuya génesis es multifactorial. La problemática de los perros peligrosos, considerada bajo todos sus aspectos, depende de una copiosa legislación, tanto cantonal como federal y también municipal. Varios elementos son apreciados como factores clave, cada uno de ellos conectado con una legislación específica. Esmero particular debe concederse a la revisión de dichas normativas, a fin de poderlas adecuar a la situación actual, abarcando todos los planos. Además, dichos factores pueden constituir el objetivo de instituciones no gubernamentales (aquí los más importantes) Una explicación sobre las diferentes legislaciones puede hallarse en los capítulos « Législations fédérales » y « Législations cantonales » y los diferentes artículos pueden leerse en : htpp ://www.bvet.admin.ch/protection des animaux/législation. Los medios de intervención Las intervenciones consisten tanto en la prevención como en la represión. Una importancia particular debe darse a la prevención. Una represión orientada hacia el perro problemático es patrocinada en el plano de los cantones. Las legislaciones El problema de los perros peligrosos analizado bajo todos los aspectos, depende de numerosas normas federales, cantonales y municipales. Los diferentes aspectos son

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expuestos a continuación, en el capítulo relativo a la legislación. En cuanto a los accidentes por mordeduras, éstos conciernen a la seguridad pública que es materia de competencia cantonal y no federal.

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Tabla de la repartición de las actividades y competencias en Suiza Factor clave El perro

Objeto

Legislación

Competencia Organizaciones no gubernamentales

Tenencia

Ley/ordenanza de protección animal Ley sobre los perros Reglamento sobre los perros Ley/ordenanza sobre epizootias Ley o reglamento sobre los perros Ley o reglamento sobre los perros

Confederación PSA (Protección Suiza de los Animales)

Ley/ordenanza de protección animal

Confederación PSA, SCS

Identificación, Censo

Potencialmente peligrosos, peligrosos, mordedores El criador

Cría

Cantones Cantones, Municipios Confederación PSA, SVS (Sociedad de los Veterinarios Cantones Suizos), SCS (Sociedad Canina Suiza) Cantones

Factor clave

Objeto

Legislación

Competencias

Organizaciones no gubernamentales

El criador El Poseedor

Genética

Proyecto de modificación de la ley de protección animal Código de las obligaciones Ley o reglamento sobre perros

Confederación

PSA, SCS, SVS

Código penal

Confederación Cantones Confederación Cantones Cantones

La víctima

Control del perro Conocimientos cynológicos Lesiones físicas por negligencia Lesiones corporales intencionales Conocimientos, actitud

Código penal Ley o reglamento sobre perros

Confederación Cantones

SVC

La acción de la Confederación La situación suiza permite el establecimiento de numerosas leyes relativamente a los perros, las cuales pueden divergir considerablemente entre los varios cantones. Este aspecto, positivo en cuanto permite a los cantones adaptar sus leyes a condiciones peculiares (por ejemplo, un cantón metropolitano con respecto a uno rural), puede demostrarse poco profícuo en contextos emotivos tal como lo es la temática de los accidentes por agresiones caninas. Por tal razón, la Oficina Veterinaria Federal ha sido encargada por el Consejo Federal de crear un grupo de trabajo a fin de elaborar unas recomendaciones destinadas para el legislador cantonal. Estas indicaciones representan las directrices aconsejadas por el grupo de trabajo de la Confederación que, no obstante, deja un margen de maniobra suficiente para los cantones. Dichas indicaciones incluyen un comentario con los argumentos en los que se fundan (6) A continuación se reproduce el contenido. Recomendación del Grupo de Trabajo “Legislación sobre perros peligrosos” de la Oficina veterinaria federal. (Al 21 de diciembre de 2000, extraído de las Recomendaciones a los cantones, 21.12.2000 [http://www.bvet.admin. ch/tierschutz/f/berichte_publikationen/heimtiere/kampfhunde/ rechtlich. html]

A. Notas preliminares a. Las siguientes recomendaciones ponen de manifiesto qué medidas pueden ser tomadas dentro del ámbito de la legislación cantonal con el fin de proteger a las personas. b. Vista la desigualdad estructural de la legislación cantonal, el grupo de trabajo ha renunciado a la posibilidad de recurrir al modelo de la formulación de una ordenanza c. El grupo de trabajo desaconseja :

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- exigir autorizaciones para la tenencia de los perros en general - establecer una obligación general de llevar a los perros con bozal en determinados lugares. d. Las reflexiones del grupo de trabajo se hallan resumidas en el comentario anexo. e. La Confederación preparará los proyectos : - de Ley sobre epizootias, relativamente al tema del registro uniforme de los perros y protección de los datos - de Ley de protección animal, con respecto a las restricciones relativas a la cría de perros y la obligación de autorización para la actividad profesional de cría y comercio de perros. El grupo de trabajo considera que estos temas deban ser tratados con prioridad. f. Análogamente, la Confederación apoyará las investigaciones pertinentes a este tema y tomará parte en las medidas preventivas más importantes, así como en la información y formación. B. Directrices recomendadas para su incorporación en las legislaciones cantonales o municipales. Directriz Recomendada 1. Los propietarios deben tener a sus perros bajo constante control. 2. En los casos de sospecha, los poseedores están obligados a proporcionar a las autoridades las informaciones relativas al origen de los perros que se hallan o se hallaban en su posesión. 3. Los municipios pueden determinar zonas prohibidas para los perros y zonas

Notas Corolario del contenido del art. 56 del código de las obligaciones. Permite identificar a los criadores y comerciantes que abastecen perros peligrosos así como tomar las medidas pertinentes hacia ellos Tener en debida cuenta y de manera justa las necesidades de la población y de los

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libres, así como zonas en las perros. Pese a esto, obligar a cuales se impone la llevar a los perros con correa obligación de la correa. puede favorecer comportamientos agresivos. 4. La autorización cantonal Cuando se cometen infraces necesaria para los cria- ciones en el plano de los dores y comerciantes criaderos y comercios, se profesionales de perros. produce un efecto expansivo. La obligación de la autorización permite reforzar los medios de control a disposición de la autoridad. 5. Los cantones regulan las El punto de contacto debe, competencias y crean un en primer lugar, recoger los punto de contacto a dispo- informes relativos a comporsición de los poseedores de tamientos de perros que perros, de las víctimas suponen un peligro, particupotenciales y de los órganos larmente tras un accidente de ejecutivos. agresión, y asegurar el seguimiento de los casos según un esquema determinado (“flow chart”). 6. Las autoridades compe- Conocimientos particulares y tentes examinan, a través de especializados son necesarios especialistas, los perros cuyo para la evaluación de comportamiento representan aquellos perros cuyo un problema, y toman las comportamiento constituye medidas del caso según su un problema. gravedad : disposiciones para la seguridad pública, como la Se precisarán las medidas ya obligación de bozal ; previstas por los artículos de La puesta del perro en otro los reglamentos de policía. hogar ; Deberán prescribirse según La puesta bajo observación las circunstancias y tras el del animal, o la asignación a estudio de los casos partiuna terapia comportamental ; culares.

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La obligación de asistir a un curso ; La obligación de contratar un seguro de responsabilidad civil ; La prohibición de tener un perro, si el responsable es incapaz de garantizar la seguridad ; Medidas contra el vendedor o el criador ; La supresión del perro.

La prohibición de tenencia puede ser indicada cuando una persona tiene habitualmente perros agresivos o si normalmente permite que éstos merodeen. Los cursos prescritos deben ser reconocidos oficialmente

Los costes son a cargo de los poseedores. 7. Prever disposiciones Determinar unas normas penales relativamente a las generales de policía con normas establecidas en el respecto a la seguridad cantón. pública. C. Indicaciones generales para las autoridades cantonales 8. Obligación de póliza de seguro de responsabilidad civil para los poseedores de perros.

9. Obligación de declarar los accidentes por mordedura de perros.

10. Las instalaciones para animales deberán observar el comportamiento de los perros ofrecidos y comunicar

No impide los accidentes por mordeduras pero contribuye a una reducción de los perjuicios económicos. Un sistema bonus-malus puede ejercer un efecto preventivo. Se debe tener en cuenta el secreto profesional. Se recomienda codificar los accidentes por mordiscos caninos a través de las estadísticas clínicas. Los perros de instalaciones pueden resultar problemáticos porque frecuentemente su anterior historial no es

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esta información a todo conocido. potencial adquiriente. Las observaciones e informaciones sobre el origen del perro y su potencial adquiriente serán registradas de manera estandarizada. 11. Impuesto sobre los perros a destinarse en parte a fines determinados (información, financiación de la formación) ; reducción del impuesto tras presentación de la prueba de participación a un curso. 12. Promover las clases de cachorros y los cursos de educación para perros.

13. Informar a los grupos de riesgo y la población en general acerca de : signos de comportamiento agresivo en el perro ; conducta a seguir en caso de agresión ; prevención de los ataques. 14. Impulsar una formación uniforme y conforme a la Ordenanza sobre protección de los animales relativamente a los perros de defensa empleados en deportes.

La regulación es delegada a los municipios.

Permiten prevenir los errores en la educación y de reconocer rápidamente los comportamientos agresivos. Se precisa un control de calidad sobre los cursos. A este propósito es necesaria una coordinación entre las organizaciones caninas, de protección animal, así como de las oficinas federales. Se debe asimismo ofrecer ayuda a las personas que muestran un marcado miedo a los perros. Diferenciación con respecto a los perros al servicio de la policía, guardias fronterizas y ejército.

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Las leyes federales El Código de las obligaciones (CO, derecho civil) Art. 56 CO : Responsabilidad del poseedor de animales §1. En el caso de daños causados por un animal, la persona que lo tiene es responsable si no prueba que lo ha tenido y controlado con la total atención exigida por las circunstancias o que la diligencia empleada no habría impedido la producción del daño. El deber de vigilancia al cual todo propietario de perro está sometido, debe articularse con el artículo 56 CO. Solamente el estricto respeto del deber de vigilancia evita el procedimiento de responsabilidad civil en contra del poseedor al amparo del art. 56 CO si su perro es causa de un daño o de un accidente. En otros términos, únicamente el respeto del deber de vigilancia provee la prueba de que el poseedor ha actuado con la atención adecuada a las circunstancias. Código Penal (CP derecho penal) En el plano penal, el animal se considera como el « medio empleado para cometer el delito », de manera que el poseedor será responsable de los delitos de lesiones personales, amenazas, etcétera de las cuales el animal sea el origen (art. 111 y siguientes CP) Los delitos perseguidos por querella de la víctima (lesiones corporales por negligencia) se diferencian de los delitos perseguidos de oficio (lesiones corporales intencionales). La ley y la ordenanza de protección animal (LPA, OPAn) No se debe olvidar que el objetivo de la ley de protección animal es la reglamentación de los comportamientos del hombre con atención a los animales, ¡ y no lo contrario ! En el contexto de los accidentes por mordeduras de perros, destacan, en primer lugar, las acciones del hombre cara al animal que hubieran podido provocar el

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comportamiento agresivo del perro, y que serían reprochables bajo el punto de vista de la protección animal. El texto en vigor a menudo resulta poco útil en la práctica (4), particularmente en lo que atañe a la tenencia y cría de perros. Actualmente existe al estudio un proyecto de revisión de la Ley cuya finalidad es el refuerzo o la especificación de la legislación en vigor. Este texto está en la fase de la consultación pública y próximamente formará la orden del día en el Parlamento (Proyecto de revisión de la Ley de protección animal, Oficina veterinaria federal, Berna). En particular, el proyecto contiene un artículo dedicado a las finalidades de la cría, así como otro sobre la formación de los educadores y adiestradores de animales. En los párrafos que siguen, se hace referencia tanto al texto vigente como al proyecto de ley. ! Tenencia La Ley de protección animal regula la tenencia de animales en general (art. 3 LPA) ; la Ordenanza disciplina la tenencia de perros (art. 31 OPAn) así como el trato que les es debido (art. 34 OPAn) ! Cría En la Ley en vigor no existe ningún texto relativo a la cría. Sin embargo, el proyecto de revisión de la Ley prevé un artículo relativo a la cría insertado dentro del marco de la regulación de la ingeniería genética, que se aplicará sin distinciones a los perros (art. 9 del Proyecto de revisión LPA) ; dicho artículo se propone prohibir la cría de animales con características determinadas, por ejemplo en el plan morfológico o comportamental. En cambio, no hay prescripciones particulares con respecto a la cría de los animales jóvenes, que podrían servir como base legislativa para establecer la obligación a socializar. Esto podría ser una laguna (2) ! Pensiones y criadores profesionales Las pensiones, refugios y criaderos profesionales son obligados a declararse en el plano cantonal (art. 34 OPAn)

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!

!

!

Dichas instalaciones deben garantizar que los animales están cuidados por cuidadores de animales debidamente formados (art. 11 OPAn) La noción “profesional” es ambigua y permite ocuparse solamente de los grandes criaderos. No obstante, la formación de los guardianes de animales hoy en día todavía no prevé más que pocas nociones de comportamiento y aún menos de prevención de los accidentes por mordeduras. Comercios de animales El comercio profesional de animales está supeditado a una autorización (art. 45 y 46 OPAn) Estas instalaciones deben garantir que los animales estén cuidados por unos guardianes debidamente formados (art. 11 OPAn) Análogamente al caso de los criaderos, la noción “profesional” es imprecisa y consiente en ocuparse solamente de los grandes comercios Combates de animales Las peleas de animales están explícitamente prohibidas por la Ley (art. 22 y 27 LPA) Formación de los educadores y adiestradores de animales El proyecto de revisión de la Ley de protección animal prevé reglamentar la formación de los educadores y adiestradores de animales (art. 6 del Proyecto de revisión LPA)

La ley y la ordenanza sobre epizootias (LFE, OFE). Identificación y registro La ley y la ordenanza sobre las epizootias regulan el control de los perros. Los cantones ejercen un control sobre los perros. Si existiera peligro de propagación de epizootias por perros, gatos y otros animales, el Consejo federal deberá ordenar las medidas preventivas adecuadas (art. 30 LFE) A partir del quinto mes, los perros deberán llevar una identificación de control oficial o estar identificados de otra manera que no engendre confusión (art. 11.2 !

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OFE) La finalidad de esta medida es la gestión de las epizootias, en especial modo de la rabia. El Consejo federal propone la siguiente modificación del artículo 30 LFE (comunicación al Parlamento de mayo de 2002) : “Los perros deben estar identificados y registrados en un banco de datos. El Consejo federal disciplina la identificación ; los Cantones regulan el registro”. Esta propuesta de modificación formará la orden del día en la sesión parlamentaria de otoño de 2002. El nuevo artículo no prevé un banco de datos central, sino que delega la responsabilidad a los cantones, teniendo en cuenta que existen ya unos bancos de datos, lo que es criticado por el Grupo de Trabajo sobre Perros Peligrosos7 Un banco de datos central y privado existe a pesar de todo ; se trata de ANIS, gestionado por la Protección Suiza de los Animales, la Sociedad de Veterinarios Suizos y la Sociedad Canina Suiza. La identificación y el registro de los perros permiten realizar encuestas en el caso de epizootias, de accidentes por mordiscos o cuando los perros se hayan fugado, perdido o hayan sido maltratados o abandonados. Diferentes opciones de identificación están siendo examinadas, por ejemplo, el microchip y el tatuaje. La responsabilidad de la identificación y de la declaración recae en el poseedor del perro. La declaración se realizará solamente una vez, a saber, en el momento de la identificación. Debe notarse que el método del tatuaje es considerado como doloroso por la Ley (art. 65 OPAn) y puede realizarse solamente con el animal bajo anestesia local o general. La legislación cantonal4 Atañen a los perros las leyes de 26 Cantones y semicantones. Como se ha dicho anteriormente, los cantones tienen competencia en lo tocante a la seguridad pública. En materia canina, algunos cantones han delegado su competencia en todo o en parte a los ayuntamientos. Como consecuencia a una agresión canina que provocó la muerte de un niño en Alemania en el año 2000 y a la alarma que se

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produjo en el colectivo, varios cantones han propendido por crear grupos de trabajos con la finalidad de revisar su legislación o reglamentación (por ejemplo, los cantones de Appenzell R.E., Berna, Ginebra, San Gall, Tesino, Vaud, Zurich) Cabe notar que la comparación de los textos legislativos cantonales entre ellos no es posible ya que el marco dentro del cual recae esta normativa en cada uno de ellos varía. Es más viable remarcar ciertas particularidades cantonales (aquí en orden alfabético ; no han sido citados todos los cantones que han tomado medidas en la problemática) Por consiguiente, entre los cantones se pueden vislumbrar diferencias de principio con referencia a : # Las competencias en la aplicación de las leyes y reglamentos sobre la definición dada a los “perros peligrosos” # La obligación de la declaración por parte del médico en el caso de mordeduras de perros La presencia o ausencia de una legislación específica relativa a los perros (“Ley de policía de perros” o “Ley sobre los perros”) Appenzell Rhodes-Extérieures, AR Este cantón posee una legislación sobre los perros. La correspondiente ordenanza ha sido modificada en el 2001 (29.05.2001) Los ayuntamientos tienen la competencia para evaluar la peligrosidad de un perro que ha constituido un problema, pudiendo tomar medidas en contra del perro y/o el propietario en la base de dicha evaluación (cursos de educación, colocación del animal en otro hogar, bozal, eutanasia, prohibición de tenencia, etc). No existen restricciones conectadas con una lista de razas de perros. Un grupo de trabajo ha elaborado un opúsculo que contiene las diferentes obligaciones de los propietarios de perros, pero también consejos útiles así como la lista de los puntos de asistencia en el caso de tener problemas con perros (Achtung Kampfhund ? Sicherheitsdirektion des

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Kantons Appenzell Ausserrhoden, Trogen, 2001). También se ha editado un aviso que se expone en las oficinas de los ayuntamientos y en las dependencias de la policía y que recoge el tema desarrollado por el opúsculo. Los responsables de los expedientes relativos a los perros en los ayuntamientos han sido formados específicamente para que puedan evaluar la situación cuando se presenta un problema afín de que tomen las medidas adecuadas (mediación, peritajes, sanciones, etc). Basilea Ciudad, BS El cantón dispone de una ley sobre los perros. Esta norma ha sido modificada en 2001 mediante la añadidura de un artículo sobre la tenencia de perros potencialmente peligrosos. La tenencia de estos animales está condicionada a la obtención de una licencia cantonal que se otorga tras la presentación de una solicitud escrita y motivada a la cual sigue un examen. El solicitante debe dar prueba de poseer suficientes conocimientos caninos, tener al menos 20 años, no haber sido condenado por delitos de violencia o en relación con la droga o la prostitución. Los cachorros deben ser identificados mediante microchip, tener un certificado de origen, y su cría debe responder a criterios de protección y bienestar animal. Deberá participar en clases de juego para cachorros así como cursos de educación junto con su propietario. Estas restricciones conectadas con los perros potencialmente peligrosos son más bien medidas preventivas que conciernen al poseedor, al criador y a la educación del perro. La definición de “perro potencialmente peligroso” es dada por la ordenanza relativa a esta ley. Establece una lista de razas que comprende igualmente a los cruces, que se consideran como asimilados. La lista puede ser aumentada tras aviso del Servicio Veterinario Cantonal. Actualmente comprende a : American Staffordshire Terrier, Bullterrier, Dobermann, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Pitbull Terrier, Rottweiler, Staffordshire Bullterrier.

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Las personas que poseían un perro incluido en esta lista en el momento de la entrada en vigor de la ley y ordenanza (aproximadamente 190 ejemplares) tuvieron que declararlo al Servicio Veterinario Cantonal y pasar un test junto con sus mascotas ; a partir de dicha prueba, una parte de los animales (30) y sus amos tuvieron que atender los cursos de educación, otros individuos han sido asignados el bozal (6) y dos ejemplares tuvieron que ser eutanasiados. Ginebra, GE Ginebra no tiene ley sobre los perros, sino de un reglamento. Un grupo de trabajo multidisciplinario está actualmente elaborando una ley bajo la égida de la Oficina Veterinaria Cantonal. Análogamente a Basilea Ciudad, Ginebra es un cantón fronterizo y metropolitano. Análogamente a Basilea Ciudad ha definido a los perros potencialmente peligrosos fundándose en una lista de 3 grupos de canes : 1. Perros de raza definida como de ataque en la base de la clasificación canina, es decir : “Amstaff, Boerbull, Cane Corso, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Mastiff, Mastín español, Mastín napolitano, Pitbull, Presa canario, Rottweiler, Tosa”. 2. Los perros adiestrados al ataque, salvo los de los servicios de seguridad (públicos y privados, tras examen) 3. Los perros con antecedentes ciertos Los perros de estos tres grupos deben ser llevados con correa en todo el territorio del cantón. La Oficina Veterinaria cantonal tiene un registro de dichos perros, en el cual los poseedores deben declararse. Igualmente deben ser declaradas : el nacimiento, venta, cesión, donación, pérdida, sustracción y muerte de los perros pertenecientes a uno de estos tres grupos. Los cachorros del grupo 1 y 2 pueden solamente proceder de criaderos afiliados a un club canino o

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a una protectora reconocidos. La adquisición de estos perros en el extranjero está sometida a una autorización. Los ayuntamientos, los cuerpos médicos y veterinarios deben denunciar los casos de mordeduras. En este caso, la Oficina Veterinaria cantonal evaluará la situación y, según el caso, pedirá un peritaje sobre la peligrosidad y tomará las medidas necesarias hacia el perro y/o su propietario. Adicionalmente, todos los perros deberán estar identificados mediante microchip a partir de enero de 2001. Los perros, así registrados, son incluidos en una base de datos privada ANIS (Animal Identity Service) gestionada por la Sociedad Canina Suiza (SCS), la Sociedad Veterinarios Suizos (SVS) y a la Protección Suiza de los Animales (PSA). Diferentes departamentos cantonales se encargan de la aplicación de este reglamento. Para los perros del grupo 1 y 2 se trata esencialmente de medidas de control. No obstante, es interesante notar que tanto el Boerbull como el Pitbull no son reconocidos por la Sociedad Canina Suiza, ni por la Federación Canina Internacional (FCI) El estatuto relativo a la cría de estos perros en territorio ginebrino, por consiguiente, no está claro. Neuchâtel, NE En este cantón existe, desde 1997, una ley que prevé la obligación de identificar (microchip o tatuaje) y censar a los perros en una base de datos cantonal. Una modificación de esta ley, en 2001, otorga la competencia a la Oficina Veterinaria cantonal, a la policía y a los ayuntamientos para que puedan intervenir inmediatamente en el caso de que una persona haya sido agredida por un perro. La Oficina Veterinaria cantonal es competente para solicitar los peritajes de los perros problemáticos, así como de proceder a eutanasia cuando las circunstancias lo exijan. Asimismo, a ella le compete decretar la interdicción relativamente a la tenencia de perros.

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La particularidad del cantón de Neuchâtel estriba en el deber de los médicos de declarar los casos de accidentes por mordeduras (sin nombrar la identidad del paciente) a la Oficina Veterinaria cantonal ; el objetivo de esta medida es de identificar al perro mordedor y de aconsejar a los propietarios, así como tomar las medidas relativas al perro y/o a los dueños. La introducción de esta medida es reciente (septiembre de 2001) y la Oficina Veterinaria aún no ha podido pronunciarse sobre su aplicación. Otra peculiaridad del cantón de Neuchâtel es la intención del Gran Consejo de promover la prevención de los accidentes, particularmente en las escuelas. Este proyecto se halla delineado en el trabajo de un veterinario comportamentalista. No existen restricciones relativas a una lista de razas caninas. San Gall, SG En el año 2000 un grupo de trabajo fue encargado por el Departamento de Justicia y Policía a fin de que evaluara la necesidad de una revisión de la legislación en vigor (1985), y avanzara propuestas. Un concepto de medidas fue sometido a consultación en 2001. Cabe notar que el grupo de trabajo ha propuesto explícitamente la introducción en la legislación de medidas preventivas : sesiones informativas sobre la tenencia de perros ; incentivos económicos para quienes participan en cursos de educación canina. Vaud, VD En el cantón de Vaud la tenencia de perros se funda en un reglamento. Un nuevo reglamento entró en vigor en abril de 2002, el cual ha instituido la obligación de identificación mediante microchip y el censo de todos los perros cuyos poseedores residan en el cantón. Los perros anteriormente identificados por tatuaje no están sometidos a la obligación

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de microchip, siempre y cuando el tatuaje sea claramente legible. Pese a esto, todos los perros de nueva adquisición deben llevar microchip. El censo de los perros identificados se realiza en un banco de datos central, el ANIS, así como en cada ayuntamiento. El censo en el ayuntamiento sirve a la función de recaudación del impuesto sobre los perros. El cantón Vaud ha instituido un grupo de trabajo encargado de elaborar una ley sobre la policía de los perros. Tesino, TI Como efecto de los sucesos del 2000 y de las recomendaciones de la Confederación, el cantón Tesino ha nombrado rápidamente un grupo de trabajo multidisciplinar encargado de evaluar la situación y proponer soluciones. Dicho grupo de trabajo ha sometido sus conclusiones al Consejo del Estado en octubre de 2001. No se trata solamente de mediadas concernientes a los perros peligrosos, sino de medidas generales relativas a la gestión de los canes en el cantón. Análogamente a otros cantones, también en Tesino el grupo de trabajo ha pedido medidas preventivas, y la implantación de la obligación de identificación para los perros. Zurich ZH Según la legislación de este cantón (1971), el control de los perros pertenece a los ayuntamientos. Bajo determinadas circunstancias, el veterinario oficial del distrito puede pedir la eutanasia de un animal cuando lo estime peligroso. El cantón Zurich también ha instituido un grupo de trabajo interdisciplinario bajo la égida de la Oficina Veterinaria cantonal para aclarar las lagunas de la vigente legislación. La Oficina Veterinaria cantonal se ha esmerado particularmente en formar a veterinarios y ayuntamientos en lo que atiene a la realización de sus respectivas tareas,

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permitiendo así un tratamiento uniforme, con seguimiento de los casos. Asimismo, ha sido entregada a los municipios una documentación que delinea las acciones a tomar en el caso de perros problemáticos. Panfletos destinados a quienes hayan experimentado problemas con los perros, así como a sus poseedores, también han sido anunciados mediante un aviso y distribuido en todas las oficinas municipales. Gracias al apoyo del grupo de trabajo se ha podido recoger datos relativos a las mordeduras caninas y a su demografía en el territorio cantonal. Desdichadamente, unos recortes presupuestarios realizados por el mismo Consejo del Estado que encargó el proyecto, han obligado a abandonarlo. Conclusión Suiza ha sido uno de los últimos países en “reaccionar” normativamente a los accidentes por mordeduras caninas. A pesar de esto, la Confederación ha apoyado económica y científicamente el estudio de dichos accidentes, iniciado privadamente por el “Grupo de Trabajo Perros Peligrosos”, y ha emitido unas recomendaciones (21-12-2000) Si el mensaje de la Confederación es claro en lo que concierne a las indicaciones (negación de las listas de razas, represión limitada al ejemplar problemático, actividad preventiva entre poseedores, criadores y víctimas), sus efectos en el plano cantonal queda limitado. Ciertos cantones muestran aún mucha reticencia a la hora de revisar sus leyes o reglamentos en este ámbito, así como en apoyar el acercamiento de la Confederación relativamente a la obligación de la identificación y censo ; 12 cantones se han pronunciado en contra del artículo relativo al proyecto de revisión de la ley de epizootias. No obstante, algunas Oficinas Veterinarias cantonales han actuado rápida y eficazmente, a pesar de sus limitadas competencias en lo atinente a las medidas de policía. Dos cantones confinantes con Francia y Alemania, naciones dotadas de leyes “raciales” en materia de perros, y

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por otra parte unos cantones metropolitanos, han definido a los perros peligrosos empleando, entre otros criterios, el sistema de la lista de razas. Un efecto interesante de este tipo de legislación se ha podido observar en Basilea : el aumento de perros (declarados) listados ha disminuido netamente ; sin embargo, el número de accidentes por mordeduras denunciadas a la Oficina tras la entrada en vigor de la nueva legislación ha decrecido con respecto al año 2000, y es comparable con los índices de los años 97, 98 y 99. Es interesante remarcar que, en la mayoría de las veces, esta problemática ha sido gestionada por los servicios veterinarios (federales y cantonales) en colaboración con otras oficinas. Los servicios veterinarios, encargados de la aplicación de la ley de protección animal y de epizootias, pueden hallarse en crisis ante situaciones en las cuales los perros son eutanasiados solamente porque sus propietarios son incapaces de gestionarlos o han cometidos graves errores en lo atinente a la tenencia o la educación de sus animales o han querido perros presentando una agresividad exacerbada. Así que, considérese el problema bajo un ángulo u otro, el ser humano sigue siendo el botón que hay apretar, ya que “..., incluso la aplicación de la mejor de entre las leyes, no mostrará más que una eficacia decepcionante si el poseedor del perro no toma conciencia del problema y no se siente responsable de lo que hace su perro” 6. Bibliografía 1. Groupe de Travail Chiens Dangereux, GTCD/AGGH, Chiens Dangereux ; des mesures ciblées et efficaces ; une prise de position avec propositions du Groupe de Travail Chiens Dangereux, 2001 (Secrétariat GTCD : Horisberger U., vétérinaire, Küssnacht a. R.) 2. Groupe de Travail Chiens Dangereux, GTCD/AGGH, Commentaires sur le projet de loi sur la protection des animaux,

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2002 (Secrétariat GTCD : Horisberger U., vétérinaire, Bergweg 2, Küssnacht a. R.) Groupe de Travail Chiens Dangereux, GTCD/AGGH, Commentaires sur le projet de loi sur les épizooties, 2002 (Secrétariat GTCD : Horisberger U., vétérinaire, Bergweg 2, Küssnacht a. R.) Horisberger U., Accidents par morsure de chien nécessitant une intervention médicale, Thèse de Médecine Vétérinaire pour l’obtention du doctorat, Université de Berne, Faculté de Médecine Vétérinaire : en curso. Matter H. C., The epidemiology of bite and scratch injuries by vertebrate animals in Switzerland, European Journal of Epidemiology, 14 : 483-490, 1998. Pillonel C. & Groupe de Travail Fédéral « Législation en matière de chiens dangereux », Argumentaire, 21.12.2000 [http://www.bvet.admin.ch/Grands sujets du moment/Chiens dangereux/situation légale. html].

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Resoluciones

He preferido el vocablo resolución a conclusión. Creo que la agresividad canina es algo demasiado frecuente como para ser tolerado. He analizado los múltiples factores responsables de esta inadmisible situación, tanto que sus víctimas sean niños como adultos mordidos o la sociedad. La sociedad ha elegido : “perro admitido”, “perro querido”, “perro miembro de la familia”. Y por ello paga unas consecuencias desmedidas. Todo el mundo tiene el derecho a tener un perro, esto es indiscutible. Todo el mundo tiene el derecho a saber cómo convivir con ese perro en el respeto tanto del can, así como de los humanos. Insisto, pues, sobre la prevención a través de la información y del conocimiento. Espero que esta guía constituya una gota más en la edificación de una mejor prevención de los accidentes por mordeduras, así como en la armonización de nuestra vida con los perros. Bruselas, 28 de mayo de 2002 Dr Joël Dehasse.

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Referencias

Además de veinte años de experiencia en comportamiento y de centenares o millares de artículos y libros que he leído, que han definido mi percepción del perro y de sus problemas comportamentales, reitero algunas conclusiones en las siguientes obras : American Psychiatric Association (1994). Diagnostic Criteria from DSM-IV. Washington. Dehasse J. (1998). L’éducation du chien. Le Jour Éditeur, Montréal, Québec. Dehasse J. (2000). Mon chien est bien élevé, Le Jour Éditeur, Montréal, Québec. Dehasse J. (2000). Mon jeune chien a des problèmes, Le Jour Éditeur, Montréal, Québec. Dehasse J. (2000). Mon chien est-il dominant ?, Le Jour Éditeur, Montréal, Québec. Eibl-Eibesfeldt I. (1984). Ethologie, biologie du comportement, Ophrys (Paris) Ed. scientif. Naturalia et Biologica. Heymer A. (1977). Vocabulaire éthologique, Presses Universitaires de France, Paris. Moles A. (1995) Les sciences de l’imprécis. Éditions du Seuil, Paris. Moyer K. E. (1968). Internal impulses to aggression. Trans. Of the New York Academy of Sciences, Ser. II 31, 104114. Netto WJ., Planta D. Behavioural testing for aggression in the domestic dog. Applied Animal Behaviour Science 52

341

(1997) 243-263. Pageat P. (1998). Pathologie du comportement du chien. Collection Médecine Vétérinaire, Editions Le Point Vétérinaire, Maisons-Alfort, France. Planta D. (2001) Testing Dogs for aggressive biting behaviour ; The MAG- test (sociable acceptable behaviour test) as an alternative for the Aggression test. ESVCE & CABTSG Meeting, Birmingham U.K. Wilson E. O. (1975, 2000). Sociobiology, the new synthesis. Belknap Press of Harvard University Press. Pido la venia a aquellos autores que he omitido. Esto se ha debido a la necesidad de evitar tener que escribir decenas de páginas de referencias suplementarias. Hoy en día las publicaciones científicas son tan referenciadas que los autores ya no se comprometen en su propia responsabilidad e inventiva. Los autores citan a otros autores que a su vez citan a otros, y la primera afirmación ya no se juzga sino que se toma como una verdad. Todo se ha dicho por lo menos una vez. La personalidad del trabajo es la creación de un modelo original, es decir inédito, pero también posible, útil y pragmático.

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Acerca del autor

Joël Dehasse es veterinario comportamentalista en Bruselas. Es diplomado por las Ecoles Nationales Vétérinaires Françaises (1998), y acreditado en intervenciones terapéuticas en el ámbito doméstico familiar, en instituciones y comunidades (Centre Chapelle-aux-Champs, Bruxelles). El trabajo del autor se desarrolla exclusivamente en la práctica especializada de la medicina comportamental en casos referidos. Joël Dehasse es : ! Fundador y presidente del Grupo de estudios e investigaciones sobre comportamiento de Bélgica (GERC) ! Fundador y presidente (1998-2002) de la European Society of Veterinary Clinical Ethology (ESVCE). ! Fundador y miembro del comité de organización del European College of Veterinary Behavioural Medicine and Applied Ethology (ECVBM & AE). Joël Dehasse asimismo es : ! Autor de célebres libros en el tema del comportamiento ! Co-fundador y editor de la revista científica on-line VetPsy ! Consultor y conferenciante internacional

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Tabla de contenidos

Prefacio .................................................................................... 7 Introducción............................................................................ 9 En la Consulta : « mi perro ha mordido »......................... 11 Sam ha mordido.......................................................................... 11 Zoé ha mordido .......................................................................... 12 Tex ha mordido........................................................................... 12

Definir la agresión ................................................................ 13

Una fórmula precisa ................................................................... 13 ¿Agresión o caza ?....................................................................... 17 ¿Un grupo social de perros y de humanos ? ........................... 17

El marco de reflexión .......................................................... 19

La medicina del comportamiento............................................. 19 El acercamiento : teórico o práctico ........................................ 20 Elaborar un modelo.................................................................... 21 Morder es indudablemente parte de la naturaleza del perro 22 Mi acercamiento.......................................................................... 22

La resolución de problemas ................................................ 23

El acercamiento práctico ........................................................... 23 Las diferentes etapas................................................................... 24

El cálculo de la peligrosidad................................................ 25 Una evaluación simplificada...................................................... 25 Evaluaciones en las ciencias del comportamiento........................25

Criterios ........................................................................................ 26 1. El peso y la masa...........................................................................27 2. Las categorías de personas a riesgo ............................................27 3. Agresión ofensiva o defensiva ....................................................28 4. Agresión previsible o imprevisible .............................................29 5. El control y la intensidad del mordisco .....................................30 6. El mordisco simple o múltiple....................................................31

El riesgo de peligrosidad para el hombre................................ 31

Una fórmula simple ..........................................................................31 Ejemplo..............................................................................................34

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Validación ..........................................................................................34

Cálculo prospectivo.................................................................... 35 Consejos para la decisión........................................................... 36 Conclusiones ............................................................................... 37

La secuencia del acto de agresión ...................................... 39

Las cuatro fases de un comportamiento ................................. 39 Las cuatro fases de una secuencia agresiva............................. 40 Integridad de la secuencia.......................................................... 41 El control del mordisco ............................................................. 42 Una tabla de recapitulación ....................................................... 43 Al finalizar un ataque ................................................................. 44 Agresiones adaptadas o patológicas......................................... 44 Secuencia de la agresión y control del mordisco. .................. 45

Las posturas de la agresión ................................................. 47

Los diferentes criterios en las posturas ................................... 47 La altura de la postura................................................................ 48 Mímicas ........................................................................................ 51 La mirada ..................................................................................... 53 Los movimientos intencionales y los rituales......................... 54 Actitudes y posturas ................................................................... 55

El individuo y sus componentes ........................................ 59 Los elementos psicobiológicos................................................. 59 La jerarquía de los psychels....................................................... 60 La neurotransmisión................................................................... 61

Contextos y circunstancias.................................................. 63

Varios factores............................................................................. 63 Descripción detallada ................................................................. 63 Un ejemplo .................................................................................. 64 Contextos y diagnóstico............................................................. 65 Condicionamiento clásico ......................................................... 66

Las consecuencias de la agresión ....................................... 69 La actuación de los actores........................................................ 69 Interacciones intensas ................................................................ 71 Las consecuencias a largo plazo en el perro........................... 72 Las consecuencias a largo plazo en la víctima........................ 73 Las consecuencias en los propietarios del animal cuando éstos no son las víctimas ........................................................ 75 Las consecuencias en el medio social externo ....................... 75 Las interpretaciones limitantes ................................................. 76

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Los tipos de agresión ........................................................... 77 Clasificación etológica ................................................................ 77 Clasificación por el sujeto agredido ......................................... 79

Las agresiones de defensa y de protección ...................... 81

Temor, miedo, distancia crítica y de seguridad ...................... 81 Diferentes tipos de agresión de defensa y de protección ..... 82 Diferentes tipos de agresión de defensa y de protección ..... 83 Continuidad de las agresiones de defensa y de protección .. 84

La agresión de distanciamiento .......................................... 85

Un ejemplo................................................................................... 85 Análisis.......................................................................................... 85 Contextos...........................................................................................85 Individuo (psychels)..........................................................................86 Postura y mímica...............................................................................87 Secuencia............................................................................................87 Consecuencias ...................................................................................87

Manejo – Patología ..................................................................... 88

La agresión territorial........................................................... 91 Dos ejemplos............................................................................... 91 Análisis.......................................................................................... 91

Contextos...........................................................................................91 Individuo (psychels)..........................................................................92 Postura y mímica...............................................................................93 Secuencia............................................................................................93 Consecuencias ...................................................................................94

Manejo .......................................................................................... 95 La agresión contra el cartero..................................................... 95

La agresión maternal ............................................................ 97

Un ejemplo................................................................................... 97 Análisis.......................................................................................... 97 Contextos...........................................................................................97 Individuo (psychels)..........................................................................98 Postura y mímica...............................................................................98 Secuencia............................................................................................99 Consecuencias ...................................................................................99

Manejo .......................................................................................... 99

La agresión por irritación .................................................. 101

Un ejemplo.................................................................................101 Análisis........................................................................................101 Contextos........................................................................................ 101 Individuo (psychels)....................................................................... 102 Postura y mímica............................................................................ 103

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Secuencia..........................................................................................103 Consecuencias .................................................................................105

Manejo........................................................................................ 105

La agresión por miedo....................................................... 107

Un ejemplo ................................................................................ 107 Análisis ....................................................................................... 107 Contextos.........................................................................................107 Individuo (psychels) .......................................................................108 Postura y mímica.............................................................................109 Secuencia..........................................................................................109 Consecuencias .................................................................................109

Manejo........................................................................................ 110

La agresión redirigida......................................................... 111

Dos ejemplos............................................................................. 111 Análisis ....................................................................................... 111 Contextos.........................................................................................111 Individuo (psychels) .......................................................................112 Postura y mímica.............................................................................113 Secuencia..........................................................................................113 Consecuencias .................................................................................113

Manejo........................................................................................ 114

Las agresiones ofensivas.................................................... 115 Los diferentes tipos de agresión ofensiva ............................. 115 Agresión ofensiva y control de la mordedura ...................... 115

La agresión competitiva entre perros .............................. 117

Un ejemplo ................................................................................ 117 Análisis ....................................................................................... 117 Contextos.........................................................................................117 Individuo (psychels) .......................................................................118 Evolución de la agresión competitiva durante el crecimiento ..119 Postura y mímica.............................................................................121 Secuencia..........................................................................................121 Consecuencias .................................................................................123

¿Más ruido que daño ? ............................................................. 123 Manejo........................................................................................ 124

La agresión competitiva entre perros y humanos.......... 127

Un ejemplo ................................................................................ 127 Análisis ....................................................................................... 127 Contextos.........................................................................................128 Individuo (psychels) .......................................................................129 Postura y mímica.............................................................................129 Secuencia..........................................................................................129

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Consecuencias ................................................................................ 130

¿Más ruido que daño ? .............................................................130 Manejo ........................................................................................131

La agresión de posesión .................................................... 133

Un ejemplo.................................................................................133 Análisis........................................................................................133 Contextos........................................................................................ 133 Individuo (psychels)....................................................................... 135 Postura y mímica............................................................................ 135 Secuencia......................................................................................... 135 Consecuencias ................................................................................ 135

Manejo ........................................................................................135

La agresión entre perros fuera del grupo ........................ 137

Un ejemplo.................................................................................137 Análisis........................................................................................137 Contextos........................................................................................ 138 Individuo (psychels)....................................................................... 138 Postura y mímica............................................................................ 139 Secuencia......................................................................................... 139

Consecuencias ...........................................................................139 Manejo ........................................................................................140

La predación........................................................................ 143

Un ejemplo.................................................................................143 Análisis........................................................................................143 Contextos........................................................................................ 143 Individuo (psychels)....................................................................... 144 Postura y mímica............................................................................ 145 Secuencia......................................................................................... 145 Consecuencias ................................................................................ 146

Manejo ........................................................................................146

La agresión de persecución ............................................... 149

Un ejemplo.................................................................................149 Análisis........................................................................................149 Contextos........................................................................................ 149 Individuo (psychels)....................................................................... 150 Postura y mímica............................................................................ 150 Secuencia......................................................................................... 151 Consecuencias ................................................................................ 151

Manejo ........................................................................................151

La hiperagresión ................................................................. 153 Un ejemplo.................................................................................153 Análisis........................................................................................153

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Contextos.........................................................................................153 Individuo (psychels) .......................................................................154 Postura y mímica.............................................................................154 Secuencia..........................................................................................154 Consecuencias .................................................................................155 Manejo..............................................................................................155

La agresión por mandato .................................................. 157 Un ejemplo ................................................................................ 157 Análisis ....................................................................................... 157 Contextos.........................................................................................158 Individuo (psychels) .......................................................................158 Postura y mímica.............................................................................158 Secuencia..........................................................................................159 Consecuencias .................................................................................159

Manejo........................................................................................ 159

Genética de la agresión...................................................... 161

¿Predisposición racial ? ............................................................ 161 Selección de los progenitores.................................................. 162 Genética y tratamiento............................................................. 163

Agresión y desarrollo......................................................... 165

Identificación con la especie ................................................... 165 Determinación de especies amigas (socialización) .............. 168 Establecimiento de los referenciales de homeostasis.......... 169 La pubertad................................................................................ 170 Efectos dentro del grupo...............................................................171 Efectos fuera del grupo..................................................................171

Discusión y conclusiones ........................................................ 172

Diagnosticar la agresión .................................................... 173 Adaptación o patología del comportamiento de agresión . 173 Adaptación o patología del perro que presenta un comportamiento de agresión............................................... 174 Adaptación o patología del grupo en el que el perro presenta un comportamiento de agresión ......................................... 174 Evaluación de la peligrosidad del perro en el interior del grupo social ............................................................................ 175 Evaluación de la peligrosidad del perro para la sociedad ... 175

Diagnóstico nosográfico ................................................... 177

Clases nosográficas................................................................... 178 Lista de trastornos y síntomas agresivos asociados :........... 179 Trastornos asociados al desarrollo ...............................................179 Trastornos ansiosos........................................................................179 Trastornos del humor ....................................................................180

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Trastornos disociativos ................................................................. 180 Trastornos comportamentales asociados a una condición médica180 Trastornos asociados a la utilización de sustancias ................... 181 Trastornos de la organización social ........................................... 181 Trastornos cognitivos.................................................................... 181 Trastornos de la personalidad ...................................................... 182

Repertorio de síntomas agresivos y de trastornos asociados183 Breve descripción de algunos trastornos mayores...............186 Trastorno de Hipersensibilidad-Hiperactividad......................... 187 Trastorno de Hiperactividad ........................................................ 188 Fobia Social..................................................................................... 190 Trastorno de Ansiedad Generalizada.......................................... 191 Trastorno de Ansiedad de Desritualización ............................... 192 Trastorno Ansioso inducido por Dolor...................................... 193 Episodio Unipolar Hiper .............................................................. 194 Descontrol Episódico o Trastorno Furioso Intermitente........ 195 Síndrome Disociativo.................................................................... 197 Trastorno del ajuste a la organización jerárquica....................... 197 Personalidad Disocial .................................................................... 199 Personalidad Explosiva ................................................................. 200 Personalidad Impulsiva ................................................................. 201

Tratar la agresión ................................................................ 203 La decisión de tratar .................................................................203 ¿Cómo tratar ? ................................................................................ 203

Estrategias terapéuticas ............................................................204 El respeto a la etología .............................................................205 La terapia cognitiva...................................................................206 Cuando la solución aumenta el problema................................... 206 Rechazar la agresión ...................................................................... 206 Desactivar las agresiones............................................................... 208 Técnicas de autoafirmación .......................................................... 209

La intervención sistémica ........................................................210 La terapia comportamental......................................................211 Trabajo sobre el estímulo desencadenante ................................. 211 Trabajo sobre las consecuencias .................................................. 212 Trabajo sobre los desencadenantes y las consecuencias........... 213

Técnicas mecánicas...................................................................215 La recolocación .........................................................................216 La eutanasia................................................................................217

La utilización de psicotropos............................................ 219

La utilización de medicamentos .............................................219 El buen uso de medicamentos ..................................................... 219 La elección de un medicamento eficaz........................................ 220

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Limitaciones ....................................................................................220 Modelos de prescripción................................................................220 Número limitado de psicotropos utilizados en la práctica habitual .........................................................................................221

Descripción de los psicotropos .............................................. 223

Alprazolam ......................................................................................223 Amitriptilina ....................................................................................223 Carbamazepina................................................................................224 Clomipramina..................................................................................224 Clonidina..........................................................................................225 Ciproterona (acetato)......................................................................225 Fluoxetina ........................................................................................226 Fluvoxamina ....................................................................................226 Pipamperona (en asociación) ........................................................227 Propranolol......................................................................................227 Risperidona......................................................................................227 Selegilina...........................................................................................228

Lógica de prescripción ............................................................. 229 Repertorio de algunos síntomas : .................................................229

Dosis de los psicotropos ......................................................... 231 Consejos generales de prescripción ....................................... 231 Limitaciones y duraciones del tratamiento con psicotropos232 Mono y politerapia.................................................................... 233 Utilización de feromonas......................................................... 234 Medicamentos que deben evitarse ......................................... 235 Automedicación ........................................................................ 236

Prevenir la agresión............................................................ 237 Prevención primaria ................................................................. 237 Prevención secundaria ............................................................. 239 Prevención terciaria .................................................................. 239

Los tests predictivos de agresividad ................................ 241

Pruebas realizadas en cachorros ............................................. 241 Análisis de la personalidad del cachorro ............................... 242 Análisis de la personalidad de los progenitores ................... 243 Pruebas realizadas en perros adultos ..................................... 243

Cuando un niño llega…! ................................................... 245 Comportamiento del perro durante el embarazo ................ 245 Prever el comportamiento del perro ante un nacimiento .. 245

Estatus jerárquico del perro ..........................................................246 El perro y sus elementos psicobiológicos....................................246 Reacciones del perro ante los niños .............................................247 El nivel de atención concedido al perro ......................................247

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Prever el comportamiento del niño .......................................247 Perro y niño juntos ...................................................................248 El regreso de la maternidad.....................................................249 Los riesgos .................................................................................249 Algunas cifras ................................................................................. 249 Discusión y prevención................................................................. 251 Referencias...................................................................................... 253

Las responsabilidades ........................................................ 255

Las competencias requeridas...................................................255

Anexo 1 – Ayuda a las víctimas........................................ 257 Anexo 2 – Colaboración con el médico.......................... 259 Árbol de decisión ......................................................................261

Anexo 3 – Escala de evaluación....................................... 263 Anexo 4 – Cómo comportarse en presencia de un perro agresivo............................................................................. 267 Anexo 5 – El perro peligroso y la ley .............................. 269 Bélgica.........................................................................................269 Código Civil.................................................................................... 270

España ........................................................................................279

1. La determinación de los animales potencialmente peligrosos se apoya en un método tripartido :............................................... 285 2. Los requisitos mínimos para la obtención de la licencia. ..... 287 3. Fijación de las medidas mínimas de seguridad (artículo 8) .. 287 Conclusiones................................................................................... 288 La impugnación.............................................................................. 289

Francia : La legislación sobre perros peligrosos...................290

I- La Ley 6 de enero de 1999........................................................ 292 II- Responsabilidad........................................................................ 299 El secreto profesional.................................................................... 299 La obligación de tratamiento........................................................ 302 El deber de información ............................................................... 302 Conclusiones................................................................................... 304

Quebec : Los aspectos jurídicos de la agresividad canina en Quebec. ...................................................................................305 La responsabilidad resultante del hecho de animales................ 306 ¿Qué dice la ley ?............................................................................ 306 Noción de custodia........................................................................ 307 Naturaleza de la presunción de responsabilidad y sus eximentes308 La regulación municipal en Quebec. ........................................... 309

Suiza ............................................................................................315 Los datos......................................................................................... 315 Estudio sobre los accidentes por mordeduras de perros.......... 315

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El manejo del problema.................................................................316 Los medios de intervención ..........................................................316 Las legislaciones ..............................................................................316 La acción de la Confederación......................................................320 Recomendación del Grupo de Trabajo “Legislación sobre perros peligrosos” de la Oficina veterinaria federal............................320 Las leyes federales...........................................................................325 La legislación cantonal4 ..................................................................328 Conclusión.......................................................................................335

Resoluciones ....................................................................... 339 Referencias .......................................................................... 341 Acerca del autor.................................................................. 343 Tabla de contenidos........................................................... 345

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