El Perfil Del Emprendedor

El perfil del emprendedor Con el “emprendedor” comienza el camino para la formación de una empresa, pues el significado

Views 246 Downloads 0 File size 33KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

El perfil del emprendedor Con el “emprendedor” comienza el camino para la formación de una empresa, pues el significado de la propia palabra nos dice que por emprendedor se entiende aquella persona que lleva a cabo una acción, obra o negocio, en base a un sueño o ideal, y que además tiene la capacidad de detectar e identificar una oportunidad de negocio y organizar los recursos necesarios para ponerla en marcha. No existe un prototipo de emprendedor. A uno le debe gustar lo que uno hace, debe tener pasión por lo que hace. Se debe tener iniciativa y reconocer la iniciativa de los demás. Un emprendedor debe estar dispuesto a arriesgar más y recibir menos hoy, con la esperanza de arriesgar menos y recibir más mañana. El emprendedor es capaz de enfrentar eficazmente los desafíos que presenta el cambio constante, así como satisfacer a los clientes por sobre lo que la competencia ofrece, y promover un enriquecimiento del que todos ganan. Un emprendedor tiene un sentido de compromiso y responsabilidad social y el cambio es parte de su naturaleza; busca adelantarse al tiempo y tiene interés en agregarle valor a lo ya existente, mejorar e innovar continuamente. No sólo tiene ideas brillantes, sino que requiere ponerlas en práctica; no sólo las señala, sino que se compromete con ellas. Una persona con espíritu emprendedor siempre ve retos donde los demás ven obstáculos. Durante años, muchas instituciones prestigiosas han realizado numerosos estudios a emprendedores exitosos, todo esto con el fin de encontrar características similares entre todos ellos, y así detectar a las personas que en un futuro serán personas exitosas en el ámbito de los negocios, todos estos estudios han llegado a la conclusión de que éstos tienen las siguientes características comunes. TIENEN CURIOSIDAD E INICIATIVA Los emprendedores son personas curiosas y con iniciativa. Se interesan por todo y son capaces de identificar las necesidades y oportunidades de mejora de su entorno, proponiendo soluciones imaginativas. Tienen las “antenas” puestas y no dejan que las cosas les sorprendan, sino que van a por ellas. CREATIVIDAD Y VISIÓN DE FUTURO Un emprendedor tiene creatividad o, al menos, capacidad para dar soluciones nuevas a problemas viejos, o, incluso, para plantear nuevos problemas. Se trata de romper con lo establecido y conocido, para buscar nuevas maneras de hacer las cosas. Además, el emprendedor normalmente tiene la capacidad de visualizar el futuro exitoso de su idea a largo plazo, y transmitirla a su entorno con el objetivo de implicarles en el proyecto y facilitar su realización. TIENEN AUTOESTIMA Es el reconocimiento en sí mismo de los valores, conocimientos, emociones y aptitudes que tiene, lo que le da el poder, la confianza y la tranquilidad para actuar y enfrentar desafíos. La persona emprendedora tiene que tener confianza absoluta en su proyecto y

en que está preparada para sacarlo adelante. Para que el primer reto no te mande a la lona has de tener autoestima, apoyarte en tus habilidades y capacidades y no olvidar que el secreto del éxito está en el esfuerzo sostenido. El emprendedor tendrá que tomar decisiones importantes y lo tiene que hacer decidido y sin miedo, aunque dichas decisiones puedan no ser las correctas o el resultado no sea el esperado. PENSAMIENTO POSITIVO Bueno, todo empieza con una actitud positiva: no pensar que algo sucederá es el primer paso. Los pensamientos negativos, simplemente no tienen cabida. Un emprendedor siempre ve el vaso medio lleno, y cree que no existe ninguna circunstancia lo suficientemente poderosa que lo detenga para cumplir su meta. TIENEN PERSISTENCIA La confianza y el optimismo son inútiles si el emprendedor no persevera hasta conseguir su objetivo. Ha de estar motivado y no tirar nunca la toalla, buscando soluciones alternativas y creativas ante los problemas, avanzando siempre hacia su meta sin darse por vencido. La determinación y el coraje son cualidades fundamentales en la persona emprendedora, porque va a tener que enfrentarse a retrasos, dificultades o imprevistos que le pueden llevar al desengaño y al fracaso. Es normal que no todo salga bien a la primera, pero es necesario saber afrontar los obstáculos que se pueden interponer en el camino y perseverar. La mayoría de los beneficios del negocio de un emprendedor se obtendrán a costa de horas no laborales. Un emprendedor tiene que estar dispuesto a trabajar duro durante una temporada más bien larga que corta. ORGANIZACIÓN Hay que ser ordenado para hacer buen uso de su tiempo. Para lo cual es necesario organizarse, ya esto permite utilizar el tiempo de una manera más eficaz. CAPACIDAD DE APRENDIZAJE Y ADAPTACIÓN AL CAMBIO El emprendedor se caracteriza por la capacidad para adaptarse a condiciones muy diversas, encontrarse a gusto en ambientes muy diferentes y tratar con personas de características distintas a las suyas propias, así como por tolerar los cambios frecuentes en su entorno y una dosis elevada de estrés. Esto tiene que ver con que el emprendedor no actúa aislado: el desarrollo de su proyecto, su puesta en marcha y su crecimiento y éxito van a depender de las relaciones que establezca en diferentes ámbitos, por lo que conviene que tenga facilidad para las relaciones personales, para la comunicación y para la negociación. CAPACIDAD DE LIDERAZGO La mayor parte de los emprendedores han nacido con madera de líder, y tienen no solo la capacidad, sino también la inquietud por asumir la responsabilidad de liderar un equipo para llegar al objetivo planteado.

El emprendedor deberá liderar su empresa, guiar hacia el éxito a sus colaboradores e involucrarlos al máximo en su idea empresarial y proyecto, crear un sentimiento de pertenecer a un grupo, hacer un equipo en que todos luchen por un mismo objetivo, formando una “familia laboral” y cargarse siempre la empresa a sus espaldas en los momentos difíciles y sobre todo a un inicio del proyecto, además tendrá que dar a su empresa un ambiente lo más competitivo posible para que sobreviva en las cada vez más duras condiciones del mercado Un emprendedor tiene que ser capaz, no sólo de saber cuándo y cómo reclutar un buen equipo, sino que tiene que saber delegar y aprovechar el potencial de cada uno de sus jugadores. Y no se trata sólo de hacer equipo con empleados, colaboradores o socios, sino también con proveedores de servicios y productos. Hay que saber motivar a la gente. DOTES DE COMUNICACIÓN Y NEGOCIACIÓN El emprendedor de éxito ha de ser capaz de expresar deseos y necesidades y vender sus ideas a sus socios, clientes y proveedores. Si no te sabes vender, mal asunto. Ahora bien, no se trata tanto de ser buen comercial como de saber transmitir tu idea y la visión de la empresa a futuro. Los emprendedores tienen una gran capacidad para conseguir y tratar información relevante para sus intereses, establecen relaciones de colaboración con facilidad y están acostumbrados a negociar para conseguir alcanzar sus objetivos. Precios, contratos de servicio, alianzas, captaciones de capital… un emprendedor se enfrenta constantemente a la necesidad de negociar con clientes, proveedores o socios potenciales, así como con personas de la propia organización: colaboradores, superiores o subordinados. Esta capacidad de comunicación y negociación está directamente relacionada con la confianza del emprendedor en su proyecto. El emprendedor tiene que estar dispuesto a defender sus opiniones, sus posiciones, sus intereses. SABEN CORRER RIESGOS Y TOMAR DECISIONES Los emprendedores toman sus decisiones por sí solos, lo que no quiere decir que, por prudencia, y para contrastar opiniones, no pregunten a otras personas antes de tomar una decisión, pero cuando la adoptan se hacen plenamente responsables de ella. Frecuentemente están motivados por un espíritu de independencia la cual los lleva a creer que el éxito depende de su esfuerzo y trabajo duro, no de suerte. La capacidad de asumir riesgos es una prueba de fuego que separa a los verdaderos emprendedores de las personas creativas o de los que son sólo intraemprendedores. Si de verdad eres un emprendedor, tienes que demostrar que dedicas todas tus energías al proyecto, que estás dispuesto a trabajar un montón, y que asumes riesgos personales y de relaciones. El miedo a arriesgar una inversión económica está más generalizado entre los emprendedores, que deben asumir que durante un tiempo pueden no tener beneficios, y esto es un riesgo que hay que asumir. En la medida en que el emprendedor sea capaz de poner unos límites a ese miedo… menos miedo tendrá, y, a la larga, en el caso de que su aventura empresarial no funcione, menor frustración sentirá.

Además de estas cualidades, un emprendedor ha de tener conocimientos de los siguientes ámbitos: - Gestión financiera. Como conocer tu punto de equilibrio. - Contabilidad. Nociones básicas para gestionar tu circulante. - Estudio de mercados. Con la intención de conocer qué es lo que debes saber de tu entorno para atinar con tu producto o tu servicio. - Publicidad, promoción y relaciones públicas. Saber cómo funcionan estas herramientas para saber trasladarles exactamente qué, cuándo y cómo quieres que se comunique tu empresa con los consumidores. También para conocer técnicas de merchandising. - Calidad de servicio a los clientes. Atención al cliente. - Fiscalidad. Conocer el marco legal por si tendrás que tener cintura más adelante. No se trata de ser un experto, sino de saber en qué entorno te vas a mover. Cuando hables con tu asesor financiero, además, deberías entender todos los conceptos de los que te habla. - Gestión de recursos humanos. No se trata de que seas un gran consultor de recursos humanos, sino de que sepas perfectamente del tipo de capital humano del que te quieres rodear, y en este sentido el entusiasmo y la pasión suelen ser un elemento a tener en cuenta para incorporar gente en tu proyecto.