El Papel Del Arquitecto en La Sociedad

EL PAPEL DEL ARQUITECTO EN LA SOCIEDAD Arq. MIGUEL ROMERO SOTELO Unión Internacional de Arquitectos - U.I.A.  La form

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EL PAPEL DEL ARQUITECTO EN LA SOCIEDAD Arq. MIGUEL ROMERO SOTELO Unión Internacional de Arquitectos - U.I.A.



La formación del Arquitecto…

Si pensamos en los grandes cambios socioeconómicos, políticos, culturales, psíquicos, etc., que sufre nuestra civilización, y en los hechos anormales tales como el antinatural y desenfrenado crecimiento demográfico con un nuevo tipo del hombre desequilibrado, materialista y egocéntrico, que por su vacío interno deja su pueblo natal, donde se aburre para buscar su imaginada felicidad en las grandes ciudades, destruyendo con este movimiento la estructura, forma y tamaño de éstas, y convirtiéndolas en unas caóticas, feas, e inhumanas aglomeraciones donde es imposible llevar una vida digna y noble, uno se dará cuenta de la gran importancia de este fenómeno y de la gran responsabilidad que recae en los hombres que, por su profesión, tienen que resolver tal problema, el cual, por su complejidad nunca experimentada, exige hombres con un conocimiento muchísimo más completo que el que nuestras Universidades y Escuelas Superiores de Arquitectura se puede dar. Esta es la razón de la insistencia sobre este tema por parte de la Unión Internacional de Arquitectos - U.I.A., en sus últimos Congresos, con elaboración de nuevos programas de estudios más completos para la formación de nuevos arquitectos, inculcando en ellos unas inquietudes de perfeccionamiento, ante todo como hombres, ya que nuestro problema es primordialmente humano y para resolverlo es necesario conocer al hombre y sus justas necesidades, cuestión esencialmente filosófica, que le ayudará a encontrar el recto camino hacia su perfección y obtener por intuición la respuesta. Estas inquietudes que paralelamente a sus estudios profesionales (durante cinco o seis años que dura la enseñanza en las Universidades y Escuelas Superiores de Arquitectura), reciben los alumnos, es la garantía de que mucho de ellos considerarán sus títulos no como la culminación de sus estudios, sino como un documento necesario para el ingreso de su verdadera formación profesional, que realizarán a lo largo de sus vidas. Aunque ellos, para seguir el paso del progreso de la ciencia y de la tecnología, asistirán a todo tipo de cursos de postgraduados y estudiarán también para conseguir el doctorado, pronto descubrirán que todo este conocimiento no es suficiente y sólo es un instrumento y un medio para poder expresar y realizar la verdadera idea que la arquitectura significa, que por su naturaleza y carácter es una profesión sagrada, y que sólo un hombre cuyas actividades creativas estén guiados por el Amor puede cumplir.

Currículo:

Tomando en consideración la anormal y desenfrenada expansión demográfica que significa de aumentar de la población mundial en los próximos 40 años con 3,000 millones, llegando en el año 2050 a 9,600 millones, la fiebre de migraciones desde el campo hacia las grandes ciudades del hombre contemporáneo, ¿Qué puede acertar con la solución ideadle los nuevos asentamientos humanos que la especial naturaleza del hombre exige?, ¿Cómo podemos en estas circunstancias salvar nuestras ciudades históricas, sus bellezas, con sus tamaños de escala humana y los valores culturales que poseen?, y ¿Cómo distribuir y dirigir esta gran masa en unos asentamientos humanos en tan corto espacio de tiempo, para que éstos cumplan los requisitos no sólo técnicos, sino también humanos, que nuestra naturaleza psicosomática exige?. ¿Qué es lo que vamos a sacrificar en esta encrucijada, el hombre, al que con nuestras soluciones superficiales y cómodas estamos actualmente olvidando, o tomaremos sus justas necesidades como nuestra medida, para nuestras actividades y buscaremos soluciones ideales a toda costa, esperando con ello llevar felicidad y alegría de vivir a nuestros hijos? Estas son las preguntas a las que un arquitecto, si quiere cumplir con su deber ejerciendo su profesión tiene que enfrentarse y tener la preparación y capacidad para resolverlas. 

El impacto visual en la sociedad…

El arquitecto es un profesional que no solo trabaja por lucro o presta un servicio para su cliente sino para la sociedad. El proyecto del arquitecto, a diferencia de otras profesiones es el que más cambio puede producir en la sociedad o en una comunidad determinada. Los proyectos de arquitectura a menudo están relacionados con el progreso, la cultura, la evolución y el paso del tiempo. El cliente de un arquitecto pocas veces hace un uso privado y único de una construcción que no afecte también a quienes rodea. Un edificio de viviendas, un edificio de oficinas, un estacionamiento, un puente, una represa hidroeléctrica siempre impactan de diversas maneras en su entorno. El primer impacto es visual, que puede ser positivo o negativo, de cualquier forma, generará preguntas, cuestionamientos, discusiones en el entorno local. El entorno es testigo de la construcción de un espacio y a menudo se siente dueño o propietario del mismo ya que afecta su cotidianeidad de manera sobresaliente. Esta apropiación que hace el entorno de la construcción debe ser un aspecto importante a tener en cuenta para el arquitecto, ya que este no solo diseña un bien tangible de uso privado sino un proyecto completo de impacto social que implica aspectos positivos, negativos de amplio alcance.

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El reconocimiento del entorno como factor influyente en los proyectos es un aspecto que es tenido en cuenta cada vez más en la arquitectura moderna. De estas demandas del entorno surge también la Responsabilidad Social del Arquitecto, a fin de limitar el impacto contra el medio ambiente de una obra. El arquitecto debe tener en cuenta que muchas

veces las leyes fueron hechas para cubrir algunas demandas sociales, y en países subdesarrollados o con conflictos políticos a veces la burocracia impide que surjan nuevas leyes que cubran los reclamos de la sociedad. Es entonces cuando a veces se realizan manifestaciones, protestas o un sinnúmero de quejas frente a una obra que cumple con la ley. Tener en cuenta estos reclamos es un paso importante a la vez que dialogar con los afectados o los medios de comunicación sobre el proyecto para transmitir los beneficios del mismo. Es por esto que el arquitecto de hoy debe contar con una serie de habilidades llamadas “blandas” como la comunicación, oralidad, facilidad para las relaciones interpersonales o capacidad de negociación. La sociedad le demanda hoy al arquitecto que sus proyectos no sólo beneficien a su cliente sino de alguna forma directa o indirecta a la sociedad en general. Los individuos de la sociedad actual están cada vez más informados de sus derechos, de la responsabilidad de las empresas frente al medio ambiente y de que son capaces de moldear su propio entorno mediante la presión a políticos y con la ayuda de los medios de comunicación. Las tendencias o los proyectos arquitectónicos exitosos en este sentido, proyectos abrazados, admirados y valorados por la sociedad, deben ser un modelo a analizar para todos los arquitectos antes de iniciar un nuevo emprendimiento 

Finalmente…, el aporte del arquitecto en la sociedad

Un buen arquitecto debe ser una persona capaz de comprender e interpretar las necesidades reales de aquel para el que trabaja. Solo así podrá dar una respuesta solvente a estas necesidades. Saber escuchar y entender al cliente es la base de nuestro trabajo; algunos sabrán exactamente lo que quieren y otros no lo tendrán tan claro, es ahí donde la labor de un arquitecto es sumamente importante. A la hora de construir espacios para la vida, el arquitecto es el profesional más calificado para diagnosticar e identificar aquello que es necesario y, apoyado en su solvencia técnica, conseguir que se materialice. No hay que buscar demasiado para encontrar viviendas que han sido levantadas sin la participación de un arquitecto, así que en la práctica (dejando al margen el aspecto legal) no es imprescindible, esa es la realidad. Ahora bien, un buen arquitecto siempre aportará cosas insustituibles; la capacidad para anticipar problemas, la capacidad para aportar soluciones técnicas y sobre todo la capacidad para entender qué es necesario y cómo conseguirlo. No toda la sociedad lo valora y debemos esforzarnos en revertir esta situación. Un cliente satisfecho es la mejor publicidad que puede tener cualquier servicio, el hecho de que en la actualidad existan infinidad de clientes insatisfechos es la muestra palpable de lo mal que se han hecho las cosas. Al final, lo cierto es que el prestigio de nuestra profesión está en nuestras manos. La mayoría de la gente no sabe dónde empieza y acaba nuestro trabajo. Ni siquiera

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nosotros mismos, al terminar la carrera, lo sabíamos. La labor de un arquitecto en la construcción de un edificio parte de comprender qué se espera de ese edificio, qué necesidades ha de resolver y a partir de ahí, en una labor de diseño, resolverlas. Posteriormente el arquitecto tiene la misión de coordinar el proceso de materialización de ese diseño, la construcción del edificio. El arquitecto es el profesional más preparado para guiar todo este camino, aportando seguridad y soluciones al cliente y anticipando y resolviendo cualquier imprevisto. La misión de un arquitecto no es solo trazar unos planos y redactar una documentación para cumplir un trámite administrativo (algo que también forma parte de nuestro trabajo), el arquitecto es el enlace entre las aspiraciones del cliente y los medios para alcanzarlas.

Currículo:

Contratar a un arquitecto siempre supone un coste, pero, por otro lado, un buen arquitecto siempre será capaz de optimizar los recursos de los que disponga el cliente, suponiendo, en definitiva, un ahorro. El arquitecto debe implicarse y ser una tutela en todos los factores económicos relativos a la obra. El gusto del arquitecto no se enfrenta con el de la sociedad, más bien se trata de un tema de coherencia. La concepción moderna de la arquitectura es más una forma de pensar y actuar que una serie de preceptos o cánones estéticos, caer en eso es un error muy grave que desembocará en el divorcio entre el arquitecto y la sociedad. Bajo cualquier tipo de condicionante un buen arquitecto debe ser capaz de hacer arquitectura moderna. Finalmente, en nuestra opinión, alguna mala imagen que se tiene de los arquitectos algunos sectores de la sociedad responde, principalmente, al trabajo ineficiente e irresponsable por parte de algunos. Hoy en día, no se entiende que nuestra labor se reduzca al despacho, la sociedad demanda a los arquitectos una implicación mucho mayor en la obra, una solvencia mucho mayor a la hora de tratar aspectos económicos de la construcción, dicho de una forma radical, la sociedad demanda barro en nuestras botas, presencia, decisión. Nuestro enfoque profesional debe crecer y, para ello, debe hacerlo también nuestra formación.

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