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VV

Nuestro Llamado

HOMBRES COMO CABEZAS DE FAMILIA Asumir la plena responsabilidad sobre mi vida, la de mi esposa y la de mis hijos. Amarlos, protegerlos, servirlos y enseñarles la Palabra de Dios como líder espiritual de mi hogar. Ser Fiel a mi esposa, amarla y honrarla, a dar mi vida por ella como Cristo la dio por mí. Bendecir a mis hijos y enseñarles a amar a Dios con todo su corazón, con toda su mente y con todas sus fuerzas. Instruirlos para que honren a las autoridades y vivan responsablemente. Debo Enfrentar el mal, luchar por la justicia y amar la misericordia. Orar por los demás y tratarlos con amabilidad, respeto y compasión. Trabajar con diligencia y proveer las necesidades de mi familia. Perdonar a los que me hagan mal y reconciliarme con quienes yo haya defraudado. Aprender de mis errores, arrepentirme de mis pecados y andar e integridad, como un hombre responsable ante Dios. Honrar a Dios, ser fiel a SU iglesia, obedecer Su Palabra y hacer Su voluntad. Esforzarme valientemente con la fortaleza que Dios provee para cumplir con este llamado por el resto de mi vida y para Su gloria.

VV

Nuestro Llamado MUJERES LA AYUDA IDÓNEA

Aceptar ante Dios esta etapa de mi vida y aprovecharla al máximo, sin prisa ni evasiones, y vivirla con un espíritu de contentamiento. Defender el modelo divino para la mujer frente a una cultura pos-feminista, enseñárselo a mis hijas y fomentar el apoyo de mis hijos. Aceptar y Celebrar mi singularidad; además de valorar y alentar los rasgos distintivos que admiro en los demás. Vivir como una mujer responsable ante Dios y comprometida fielmente a Su Palabra. Dar lo Mejor de mí, de mi tiempo y de mis talentos al rol primordial que el Señor me ha confiado en esta etapa de mi vida. Ser rápida para escuchar y lenta para hablar, mostrar interés por las preocupaciones de los demás y considerarlos superiores a mí misma. Perdonar a los que me hagan mal y reconciliarme con quienes yo haya defraudado. No Tolerar influencias impías ni en mí ni en mi hogar, por más justificables que parezcan, sino practicar una vida de pureza. Buscar la justicia, amar la misericordia y ser compasiva. Ser fiel a mi esposo y honrarlo con mi conducta y mi conversación, para glorificar el nombre del Señor, ser su compañera adecuada que lo ayude a alcanzar el potencial que Dios le dio. Ensenar a mis hijos a amar a Dios con todo su corazón, con toda su mente y con todas sus fuerzas, e instruirlos para que respeten la autoridad y sean responsables. Cultivar un hogar tranquilo donde se perciba la presencia de Dios no solo mediante actos de amor y servicio, sino también a través de mi actitud afable y agradecida. Tomar las decisiones de hoy teniendo en mente el impacto futuro y considerar mis decisiones actuales a la luz de las generaciones venideras. Esforzarme valientemente con la fortaleza que Dios me dé para cumplir con este llamado durante el resto de mi vida, para la gloria de Dios.