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• Julio César Rochín

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EL INSTRUMENTO VOCAL. El aparato vocal se divide en tres partes:   

Aparato respiratorio. Aparato de fonación. Aparato resonador.

Es de vital importancia conocer el funcionamiento de las partes del aparato vocal. Por supuesto no necesitamos que nos expliquen cómo respirar o cómo hablar para poder hacerlo, pues es algo que viene de manera natural en nosotros. Sin embargo no siempre respiramos bien y por ende no hablamos correctamente. Para empezar el estudio del canto es menester aprender y visualizar cómo se ponen en marcha los aparatos involucrados en la emisión de la voz. APARATO RESPIRATORIO. Es donde se almacena y circula el aire. Lo integran: la nariz, la tráquea, los pulmones y el diafragma. Cuando se inspira, los músculos de las costillas se contraen levantando y extendiendo las costillas (éstas se separan) y el diafragma se contrae y desciende. Al suceder esto, el volumen de la caja torácica aumenta conjuntamente con el volumen de los pulmones, y se dispone de un mayor espacio. Como el volumen de los pulmones asciende, la presión del aire que se encuentra en éstos disminuye. Producto de la diferencia de presiones (ahora mayor en el exterior) el aire penetra rápidamente por las vías respiratorias hasta el interior de los pulmones. Esta entrada de aire es la inspiración. El aire entra por la nariz y la boca y las superficies húmedas del interior de la nariz y la boca lo humedecen y la sangre caliente que recorren estas superficies lo calientan. Detrás de la nariz y la boca (faringe) existen dos tubos, uno es el esófago que lleva directo al estómago y el otro es la tráquea que dirige el aire hacia los pulmones. En la exhalación o espiración, los músculos que controlan el movimiento de las costillas y del diafragma se relajan y éste vuelve a su posición normal al igual que la caja torácica y las costillas. Este movimiento ascendente hace que aire salga de los pulmones. APARATO DE FONACIÓN.

Es donde el aire se transforma en sonido al pasar entre las cuerdas vocales y está constituido por la laringe y las cuerdas vocales. El aparato fonador es parte del aparato respiratorio y se pone en función durante la exhalación, a la salida del aire. Es decir, la columna de aire (impulsada por el diafragma) circula de regreso a través de la laringe donde se encuentran las cuerdas vocales y al contacto con ellas vibran produciendo sonido. Las cuerdas vocales son repliegues o labios membranosos y son cuatro. Dos son llamadas falsas (superiores) y las otras dos son llamadas verdaderas (inferiores). Las cuatro cuerdas tienen la función de proteger a los pulmones de cualquier objeto extraño que pudiera entrar en ellos, pero son las cuerdas inferiores las que producen sonido al paso del aire. Cuanto más separadas estén las cuerdas vocales más grave será el sonido, pero cuanto más juntas estén más agudo será, ya que el aire pasa por un hueco más pequeño. Lo mismo con su forma: cuanto más cortas y gruesas sean las cuerdas vocales, la voz será más grave, y cuanto más largas y angostas, la voz será más aguda. Claro está que los hombres tienen las cuerdas vocales cortas y gruesas, mientras que las mujeres las tienen largas y finas. En realidad el aparato fonador no existe como tal, es un resultado del funcionamiento de los aparatos respiratorio y digestivo. La principal función de la laringe es la de proteger a los pulmones del paso de cualquier cuerpo extraño, sin embargo es allí donde se encuentran las cuerdas vocales, que se abren o se cierran ejerciendo así una acción protectora y que naturalmente producen sonido al paso del aire y que necesita ser amplificado por medio de los resonadores. El hombre con su inteligencia logró flexionar ese sonido y crear la voz hablada. APARATO RESONADOR. Es donde la voz, el sonido, adquiere su amplitud y su timbre. Son las cuerdas vocales las que producen el sonido. Sin embargo éste es casi insignificante por sí sólo, necesita una caja de resonancia para obtener mayor sonoridad. Realmente el esqueleto entero forma parte de dicha resonancia, pero los resonadores más importantes se encuentran en los huesos de la cabeza: paladar óseo, senos maxilares, senos esfenoidales, senos frontales, cavum y faringe. Y en las notas graves, los huesos del pecho aportan gran riqueza a la resonancia. En la exhalación o espiración se busca principalmente que el aire llegue a estos resonadores de manera adecuada para que el sonido adquiera un volumen adecuado y una sonoridad agradable, amplia,

natural y relajada sin tensar los músculos de la garganta y así evitar la fatiga y la ronquera. Al utilizar los resonadores la voz adquiere un color y un brillo agradable al oído y la afinación se hace más fácil.