El Hombre Que Dios Usa

MIDWESTERN BAPTIST THEOLOGICAL SEMINARY El HOMBRE QUE DIOS USA REPORTE PRESENTDO EN CUMPLIMIENTO PARCIAL DEL CURSO DR

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MIDWESTERN BAPTIST THEOLOGICAL SEMINARY

El HOMBRE QUE DIOS USA

REPORTE PRESENTDO EN CUMPLIMIENTO PARCIAL DEL CURSO DR 30070 LIDERAZGO EFICAZ

POR JORGE MELÉNDEZ

KANSAS CITY, MISSOURI JUNIO 2016 El Hombre que Dios usa Reporte de Lectura

Hernry Blackaby y Tom Blackby. The Man God Uses. Nashville, Tennesses: Holman&Broadman, 1999. Los autores establece que el fin de este libro es que el lector se involucre con el estudio de los pasajes bíblicos estudiados en este y que se considere lo que significa ser un hombre piadoso. La importancia del carácter santo del hombre que Dios usa. Los autores establecen desde un comienzo la importancia del tema de la santidad cotidiana del líder. Para estar al día es necesario que el siervo de Dios se haga chequeos regulares sobre el estado de su corazón; es importante revisar la santidad, la pureza de corazón, la fidelidad, la obediencia y el servicio. Establecer como la primera prioridad además de la Santidad, seguir a Dios, como se expresa en 2 Cró. 11.16, “…que habían resuelto en su corazón buscar al Señor ...” Esto significa hacer de Dios la prioridad número uno, o mejor dicho, el centro de todo nuestro universo, en el cual giran todas las actividades del creyente. No cabe duda que esta fue la actitud de David que fue elegido por Dios porque tenía un corazón “conforme al corazón de Dios, en el griego es kata ten kardia mou, que hará toda mi voluntad. No una parte, sino toda. Este es el testimonio de Dios, la opinión de Dios sobre el estado de nuestro corazón-carácter importa, es vital. De nuevo leer estas palabras hace que el lector se alinee con las expectativas de Dios, a este es el hombre que Dios usa. El pasado de nuestras vidas es el taller que Dios usa para prepáranos para Su ministerio. El énfasis aquí es que cuando Dios llama a Su siervo él lo prepara capacitándolo para una obra sobrenatural. Para ello Dios lo escoge y hace planes para su vida, luego Dios le llama y le invita a unirse con él en su misión para tocar o ministrar a las personas en sus necesidades. Pero, allí no termina todo la meta es que el siervo de Dios se preparado o forjado por Dios para sea un vaso que pueda hacer su voluntad. Esto establece el servicio del hombre que Dios usa,

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redundancia para enfatizar, que Dios solo usa a quien hace su voluntad. Cristo es el ejemplo paradigmático del hombre que Dios usa. Dos puntos resaltan los autores sobre nuestro Señor como modelo, 1) Dios actúa entre los hombre para traerles a una relación con él, 2) el creyente debe mantener una relación vital con su Padre celestial, como lo hizo el Señor Jesucristo. Experiencia bajo las condiciones de Dios. Una aspecto que se enfatiza en el libro es que la relación de Dios y el creyentes, se expresa en su amor obrando en nosotros. Una advertencia práctica sobre este punto es que no se debe traer la verdad de Dios al nivel de la experiencia. Al revés, el creyente debe elevar su experiencia al nivel de la descripción de Cristo como se revela en la Biblia. Dios establece a qué hombre Él usará, pero al mismo tiempo en la Biblia vemos que hay ciertas personas que no son usadas por Dios porque ellas misma se limitan, limitando a Dios (6063). Dios no usa a personas piensan que saben. Una advertencia; “Dios nos sigue, es él quien da la dirección. Saúl no siguió la orden de Dios y por eso quedó descalificado como rey. Otro tipo de personas que Dios no usarán son aquellos que “limitan a Dios”. La familia y las cosas de este mundo son importantes, pero no pueden ser la prioridad única. Si hacemos ajustes a nuestra vida Dios nos usará. Hay hombres que tienen un “corazón dividido”, luchan entre dos lealtades. Los creyentes experimentan a Dios cuando le obedecen. Este es un axioma bíblico, no basta con saber, hay que actuar en obediencia, para experimentar el poder de Dios. Hay que hacer la diferencia entre entender y hacer. Las cosas no funcionan automáticamente con tener un sensación existencial en la lectura de un texto. Hay que hacer ajustes y ser obedientes a lo que Dios dice. La Escritura es no es un concepto, explican los autores, “la Escritura es una persona (Jn. 11:1, 14). Cuando leemos la Escritura, no estamos en contacto con un concepto, sino “cara a cara” con Dios.

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Orar para que Dios muestre lo que Él considere lo que es mejor para nuestras vidas y necesidades. Este punto gira en el relato de Marcos 2:9-11, sobre cuatro hombres que llevaron a un paralítico para que Cristo le sanara (90-91). Pero Cristo tenía otra cosa en mente, el perdón de sus pecados. De nuevo los hermanos Blackaby nos sorprenden y nos ayudan a ver la importancia de la oración, para que como líderes tengamos en cuenta la revelación de la voluntad de Dios para nuestras vidas personales y ministeriales. El tema de dar cuentas como latinos. No es común que nuestra cultura latina tome en serio el dar cuentas. No hay duda que somos una cultura que respeta las jerarquías, sobre todos a los abuelos. Los líderes Hispanos necesitamos cultivar el tema de dar cuentas. Es necesario como lo expresan los autores que se entienda que el hombre que Dios usa debe estar consciente de que el Reino de Dios tiene un sistema de chequeos y balances. Dios nos hace responsables de los compromisos que le hemos hecho. Dios ha establecido que seremos evaluados (será revelado –farenothenia- lo que motivo nuestro servicio) y por esa razón hay que disponernos a agradarle (2 Co. 5:9-10). A la verdad que éste es un asunto crítico. Muchos hacemos cosas buenas, pero nadie ve nuestros motivos. Que Dios nos ayude a que nuestra única motivación emane de nuestra única prioridad de someternos a su voluntad, esto es, ser conformes a su corazón. La Evangelización no es una programa (150). Los líderes que toman en serio la gran comisión son usados no solamente para que sus iglesia crezcan numéricamente, lo que le importa a Dios es la salvación de los hombres. Los programas y métodos de alcance son importantes, pero la escancia de la evangelización cosiste en comprender, que la evangelización es el resultado de una relación con Cristo, sana y vibrante. No evangelizamos no por falta de conocimiento, sino por la falta de una relación existencial-situacional (hoy y en toda situación) práctica con Cristo como Señor. Que Dios nos ¡ayude!

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El libro es escrito de una manera sencilla. Como es costumbre los autores hacen un análisis del texto bíblico de cual sacan las enseñanzas-principios sobre el liderazgo. No consultan con las ciencias de la socio-psicología, ni proveen datos estadísticos. El fin de todo es aprender lo que dice Dios. Es un libro que pueden ser estudiado por líderes, y miembros de la iglesia. Un libro base para el proceso de discipulado-mentoreado y la formación de líderes. ¡Un gran libro!,

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