El Fin Justifica Los Medios

Qué significa El fin justifica los medios: El fin justifica los medios es una frase atribuida erróneamente al escritor y

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Qué significa El fin justifica los medios: El fin justifica los medios es una frase atribuida erróneamente al escritor y personaje relevante de la Italia renacentista, Nicolás Maquiavelo. La misma expresa que cuando el objetivo o la causa son importantes, cualquier medio utilizado para lograrlo es válido. Habitualmente, muchos han atribuido esta frase como postulado a Nicolás Maquiavelo incluido en su obra “El Príncipe”, escrita en el año 1513 y publicada en 1532 en la que el autor defiende la imposición de cualquier teoría o plan político por parte del gobernante para permanecer en el poder ante cualquier incidencia. En consideración a lo anterior, lo más parecido a esta frase se encuentra en la obra “El Príncipe”, en el capítulo XVIII: “(…) en las acciones de los hombres, y particularmente de los príncipes, donde no hay apelación posible, se atiende a los resultados. Trate, pues, un príncipe de vencer y conservar el Estado, que los medios siempre serán honorables y loados por todos; porque el vulgo se deja engañar por las apariencias y por el éxito; y en el mundo sólo hay vulgo, ya que las minorías no cuentan sino cuando las mayorías no tienen donde apoyarse (…)” Así, el postulado “el fin justifica a los medios” no aparece textualmente en las palabras de Maquiavelo pero se atribuye como conclusión a la idea dada por el escritor en sus narraciones. Sin embargo, existen historiadores que atribuyen la frase al teólogo alemán Hermmann Busenbaum, extraída del libro en latín “Medulla theologiae moralis”, bajo la frase: “Cum finis est licitus, etiam media sunt licita”, que traducido al español es “Cuando el fin es lícito, también lo son los medios”. Según otras teorías, indican que Napoleón Bonaparte, en el libro de “El Príncipe”, anotó una frase con un significado parecido “Triunfad siempre, no importa cómo, y siempre tendréis razón” que lleva al individuo a la misma conclusión. Vea también El príncipe de Nicolás Maquiavelo.

Explicación de la frase “El fin justifica los medios” El fin justifica los medios es una frase que señala al individuo dispuesto a realizar cualquier cosa que desea para conseguir o cumplir un objetivo. Dicha frase en un principio se aplicaba únicamente en el ámbito de la política, o los negocios, pero actualmente aborda a otros contextos de la vida del individuo. Esta frase se emplea para evadir cualquier acto o vía que son contrarias a la ética y buenas costumbres pero que acarrean un fin presumiblemente bueno. Con esta frase el individuo coloca en un segundo plano la moral y la ética, y justifica todos sus medios engañosos siempre que le permita alcanzar un fin determinado.

En conclusión, según esta frase y su supuesto autor los actos de los hombres deben de ser juzgado por los resultados, por lo que si al final el individuo logra sus objetivos, los medios deben de ser aceptados. Sin embargo, según el famoso escritor inglés Aldous Huxley los fines no pueden justificar los medios, porque los medios usados determinan la naturaleza del fin que es alcanzado. Por último y para una mejor comprensión, citaré un ejemplo de una persona que considera que el fin justifica los medios. En una empresa, dos grandes directivos deben de presentar cada uno un interesante proyecto para aumentar las ventas y reconocimientos de los productos y/o servicios presentados por la empresa, y ser premiados con el aumento de sueldo y puesto de trabajo. Ambos querían impresionar al jefe, pero especialmente aquel que tiene una familia para sustentar y el deseo de brindarle una mejor vida a sus hijos. En el día de la presentación de proyecto, el candidato A llega más temprano a la oficina con el objetivo de destruir el proyecto del candidato B, imposibilitándolo a asistir al evento de hoy. En virtud de lo anterior, se puede concluir que el fin justifica los medios, ya que el candidato A buscaba dar una mejor vida a su familia, por lo que era necesario impresionar con su proyecto para lograr aumento de sueldo, sin importar los daños ocasionados al su colega. https://www.significados.com/el-fin-justifica-los-medios/

Seguramente, todos hemos escuchado alguna vez la frase "el fin justifica los medios". Asimismo, es probable que hayamos oído el adjetivo maquiavélico para calificar y comentar algo fruto de una astucia perjudicial e inmoral. Es absolutamente necesario recordar que esta calificación deriva del apellido del filósofo, músico, poeta y dramaturgo italiano, Nicolás Maquiavelo, fundador de la ciencia política moderna y a quien se le atribuye también el origen de la frase que mencionamos antes. Pero veamos qué hay detrás de todo esto.

Maquiavelo, un político del pragmatismo La verdad es que para muchos, aún no está lo suficientemente justificada esa asociación entre Maquiavelo y “el mal”. Para muchos de sus lectores y analistas de su obra, la máxima

que se le atribuye a Maquiavelo, “el fin justifica los medios”, no es más que una burda simplificación de su pensamiento y filosofía, y de su admirado El príncipe. Pero un análisis más detenido de esta obra revela que el filósofo propugnaba el pragmatismo por sobre la crueldad. Además, cuando Maquiavelo se refiere al sistema político, parece dejar claro un nivel más que aceptable de justicia con respecto al mismo, donde el poder se debe ganar, no heredar.

¿Quiso decir "el fin justifica los medios"? Es posible que la forma en que Maquiavelo desarrolla el contenido del El Príncipe, haya sido la causa de su posterior fama malévola. Durante su desarrollo, el escritor se centra en las formas efectivas de obtener y mantener el poder, y lograr el control, en detrimento de la naturaleza del gobernante ideal o la forma de gobierno. Maquiavelo promulgó la idea de que el gobernante debía usar todos los métodos necesarios para conseguir el objetivo máximo de bienestar del pueblo y el estado. Para ello, el mismo debía establecer los límites que considerase aceptables para mantener el control. Para esto, el énfasis de la obra de Maquiavelo siempre estuvo en el pragmatismo y el realismo como base de todo sistema político. Para que estos dos valores sean posibles, en muchas ocasiones había que resignar los ideales.

¿Quién fue Maquiavelo? El polémico intelectual italiano nació en Florencia, en 1469, y formó parte de la convulsa y a la vez resplandeciente Italia Renacentista. Cuando Maquiavelo ingresó por sus propios medios a la política a la edad de 25 años, Florencia se declaró República, basada en la expulsión de la monarquía de la familia Médici. Dentro de la política, Maquiavelo desempeñó funciones diplomáticas y militares, con la suficiente pericia como para tener una presencia de peso en las Cortes reales de Francia, Aragón, y en el mismísimo papado romano. Cuando los Médici fueron restaurados al poder, Maquiavelo fue víctima de la cárcel y la tortura por dirigir la milicia florentina desde 1503 a 1506. Cuando fue puesto en libertad, se instaló en las afueras de Florencia y continuó escribiendo hasta su muerte en 1527. Ahora que conoces un poco más de este personaje que pasó a la historia como el fundador de la ciencia política moderna, ¿crees que esta fama de Maquiavelo está justificada? ¿Estás de acuerdo con su teoría de la gestión política? https://www.vix.com/es/btg/curiosidades/5574/por-que-se-atribuye-la-frase-el-fin-justificalos-medios-a-maquiavelo

El fin justifica los medios es una frase hecha existente en varios idiomas modernos y que tiene aplicación en la política, los negocios o en cuestiones éticas. Significa que cuando el objetivo final es importante, cualquier medio para lograrlo es válido.1 La frase es atribuida al filósofo político italiano Nicolás Maquiavelo.

¿El fin justifica los medios?

La teoría del bien superior, sostiene que los recursos, las posesiones, e incluso las personas, pueden ser sacrificados en aras de lograr un bien mayor. Esta teoría encaja perfectamente con la máxima de Nicolás Maquiavelo, que dice fin justifica los medios, es decir una persona debe separar sus valores morales y principios éticos, para lograr las metas que se plantee en su vida. Estos conceptos son aplicados por las grandes empresas también en Colombia, su nombre legal son Sociedades Anónimas, según la normatividad Colombiana las ventajas de una Sociedad Anónima son: La empresa se mantiene aún después de la muerte de alguno de sus socios. Las acciones pueden adquirirse por transferencia o herencia. La responsabilidad de los socios está limitada a sus aportaciones. Se pueden transmitir las acciones mediante su venta. Los acreedores tienen derecho sobre los activos de la corporación, no sobre los bienes de los accionistas. El dinero que los accionistas arriesgan al invertir en una Sociedad Anónima se limita al valor de su inversión. Los socios pueden ser anónimos

Los accionistas no tienen responsabilidad personal por las deudas o daños a terceros La vida de la Sociedad es por tiempo indefinido. Una sociedad anónima es una persona jurídica con experiencia ilimitada. Y si a esto les añadimos que según su actividad económica, en Colombia hay exoneración de impuestos, estamos ante una de las figuras similares a las Corporaciones Norteamericanas citadas en el video; en este país la Sociedades Anónimas se les reconoce como a una persona jurídica con derechos y se comportan también como psicópatas, aplicando principios como el fin justifica los medios y la teoría del bien superior. El sistema de desarrollo liberal que existe en Colombia y en muchos países del mundo, es un sistema capitalista que defiende la empresa privada, la acumulación de riqueza y la propiedad privada, por tanto en este país la empresa privada es la que maneja los hilos del poder. En el campo económico el sistema liberal con la empresa privada especialmente las SA, marcan las tendencias del mercado y los precios de los productos, sin importar la situación económica del país ellos no pueden perder dinero y venden a precios altísimos si consideramos el costo de producción. En el campo político, el liberalismo y las SA, se han infiltrado en los partidos políticos y a su vez han influido con sus recursos a financiar campañas presenciales que favorezcan sus interesas; como el lograr exoneraciones de impuestos y preferencias de mercados. Las grandes empresas en Colombia, son empresas tiranas, siguiendo el protocolo del desarrollo liberal, a los empleados les paga poco y se les da escasos beneficios, comparado con la utilidad que generan estas empresas, pueden despedir a sus trabajadores cuando quieran por que no ofrecen vínculos laborales extensos, no les importa los sentimientos de los trabajadores solo las ganancias, por lo tanto aplican la teoría de Maquiavelo con lo que se demuestra que estas empresas no tiene moral. El tema religioso es un tema aparte, el sistema liberal se aparta de la religión y con ellos no se mete; en razón a que una de las bases de los principios liberales es la libertad de culto y creencias religiosas de cada individuo de la sociedad, sin embargo puedo resaltar dos posiciones de la religión:. La primera, es que indirectamente el liberalismo y la empresa privada se han valido de la religión para convencer a los pueblos que siendo pobres llegaran al reino de Dios, la biblia indica que el reino de los cielos es para los pobres y con esto buscan que pocos quieran ser ricos, además sirve para que todos quieran ser humildes y que agachen la cabeza cuando los pisoteen las personas con poder.

La segunda posición es que las religiones han visto en el liberalismo la oportunidad de lucrarse económicamente a costa de sus feligreses y seguidores. Hoy en día una iglesia es un buen negocio, con cantos y oraciones les sacan el dinero a las personas, el diezmo obligatorio para que te vaya bien en la vida, pero no para los pobres sino para el pastor de la iglesia. Sin quererlo están aplicando la teoría del bien superior Desafortunadamente no podemos pelear con el monstruo del capitalismo mundial, que respalda teorías liberales que buscan someter a los pueblos, obtener riqueza y mantenerse en el poder. Solo nos queda tratar de vivir en este sistema económico y buscar la forma de ser felices, dando lo mejor de nosotros mismos cada día. http://eticaorlandob.blogspot.com.co/2016/05/modulo-2-el-fin-justifica-los-medios.html Me refiero al divorcio entre la ética y la política, proclamado por Maquiavelo en su obra El Príncipe (léase gobernante, pero es aplicable, en su medida, a toda autoridad, director, jefe y altos ejecutivos) escrita entre los años 1512 y 1513. Recordemos los hechos. Por siglos, desde la Antigüedad hasta la Edad Media, los gobernantes se inspiraban, para gobernar a sus pueblos, en La Política de Platón y Aristóteles, cuya alma y puntal era la ética. Para ambos filósofos la vida política era inconcebible sin ética, entendiendo por tal la búsqueda del Bien Común, con rectitud y honestidad, tanto de parte del gobernante como de los gobernados. Todo venía relativamente bien hasta que apareció en el escenario de la Historia un hombre de mediana estatura, enjuto, de ojos vivos, agudo pensador y astuto político, nacido en Florencia, Italia, el 3 de mayo de 1469, y bautizado con el nombre de su padre, Niccoló Machiavelli. La Signoría lo nombró secretario, luego canciller y finalmente magistrado, cargos que desempeñó con astucia y habilidad, hasta que cayó en desgracia, cuando fue acusado de conspiración, lo cual le valió la cárcel y las torturas. Recuperada su libertad, el año 1512 se retiró a una finquita que poseía en Casciano, 15 kilómetros al sur de Florencia. Allí rumia sus experiencias y las confía al papel. Allí es donde escribe su obra más funesta, El Príncipe, la que desde el siglo XVI más éxito les ha dado a políticos y gobernantes; y a los pueblos ha sometido al imperio de la corrupción.

El Príncipe, sin llegar a ser una teoría de Estado, convierte en teoría y cartilla de bolsillo de muchos gobernantes lo que ya se practicaba en las cortes de entonces: el pragmatismo político, que, expresado al alcance de nosotros, los legos en politología, no es otra cosa que la ley de los hechos, inspirados en las ambiciones y pasiones de los políticos, por encima de los deberes éticos.

Valga una muestra: Un gobernante que en todo quiere hacer profesión de ser bueno, cuando de hecho está rodeado de gentes que no lo son no puede menos de caminar hacia su ruina. Es, pues, necesario que el gobernante que desee mantenerse en el poder, aprenda a poder no ser bueno, y a servirse o no, de esta facultad según las circunstancian se lo exijan. Que tal esa! Esteban Molist Pol, traductor en 1958 de la edición española resume acertadamente en el prólogo el contexto histórico y la convicción que inspiró a Maquiavelo al escribir su obra El Príncipe, en la cual se establece como principio la famosa razón de Estado , que todo lo justifica. Gracias a las circunstancias de su tiempo, estaba autorizado a pensar que en la constitución, desarrollo y preservación de los Estados modernos cuentan ciertos factores que operan como fuerzas inmanentes y necesarias del proceso político.

Y justamente, el advertir que las conexiones causales se dan en la esfera de la política según una legalidad propia, permitió a Maquiavelo profesar la convicción de que, a la problemática del Estado conviene una estimación no comprometida con las normas que constituyen el orden moral o con las exigencias de la conciencia religiosa. Divorcia a la política de la ética.

Para Maquiavelo la política es la lucha por el poder. Una vez en el poder, lo que decide es la astucia del gobernante para manejar los hechos, olvidándose de los principios éticos. Del único que no se puede olvidar el gobernante, y que por cierto, no es ético sino práctico e inmoral, y que constituye la fuente principal de corrupción de los políticos, es aquel según el cual en la vida política el fin justifica los medios.

Que no es otra cosa que su oportunismo político, el cual lo llevó a suponer son palabras suyas que si, a la fundación y conservación del Estado, la necesidad le impone el empleo de la astucia, el fraude, la mentira, la violación de los acuerdos solemnemente pactados, la violencia y hasta el crimen, el gobernante no debe vacilar en recurrir a tales medios, seguro de que el buen fin logrado los justificará.

Como bien anota Cassirer: Lo que ya existía de facto, con El Príncipe de Maquiavelo adquiere existencia de iure Toda esta doctrina convierte, en cierto modo, a Maquiavelo en el padre del Estado moderno, gracias al hecho de deslindar al Estado de sus vínculos con la ética y la religión.

Ya es hora de preguntarnos: el parecido de lo que está sucediendo en Colombia con las pautas trazadas en El Príncipe de Maquiavelo será mera coincidencia? Lo dejo a su juicio. Pero, si es fundado, a dónde iremos a parar?

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-346694

Pregunta: "¿El fin justifica los medios?" Respuesta: La respuesta a esta pregunta, depende de lo que el fin o la meta sea, y de qué medios sean usados para alcanzarlos. Si las metas son buenas y nobles, y los medios que utilizamos para alcanzarlas también son buenos y nobles, entonces sí, el fin justifica los medios. Pero eso no es a lo que la mayoría de la gente se refiere cuando usa esa expresión. La mayoría la usa como una excusa para alcanzar sus metas a través de cualquier medio que se necesite, sin importar cuán inmoral, ilegal o desagradable puedan llegar a ser esos medios. Lo que generalmente significa esa expresión, es algo como "No importa cómo consigas lo que quieres, en tango lo obtengas." "El fin justifica los medios," usualmente implica hacer algo malo para alcanzar un fin positivo y justificar la maldad al señalar un buen resultado. Un ejemplo sería mentir en un

currículo vitae, para conseguir un buen empleo, y justificar la mentira diciendo que un mayor ingreso le permitirá al mentiroso proveer más adecuadamente para su familia. Otro podría ser, justificar el aborto de un bebé para salvar la vida de la madre. Mentir y quitar la vida a un inocente, son igualmente inmorales, pero el proveer para la familia de uno y salvar la vida de una mujer, es moralmente correcto. ¿Entonces, dónde está la línea divisoria? El dilema del fin/medios, es un escenario popular en las discusiones sobre ética. Usualmente, la pregunta es algo como: "Si tú pudieras salvar al mundo, asesinando a alguien, ¿lo harías? Si la respuesta es "sí", entonces el resultado moralmente correcto, justifica el uso de un medio inmoral para lograrlo. Pero hay tres diferentes aspectos a considerar en tal situación: la moralidad de la acción, la moralidad del resultado, y la moralidad de la persona que ejecuta la acción. En esta situación, la acción (asesinato) es claramente inmoral, así como lo es el asesino. Pero salvar al mundo es un resultado bueno y moral. ¿O lo es? ¿Qué clase de mundo es salvado si se les permite a los asesinos decidir cuándo y si un asesinato es justificado y luego queda libre? ¿O el asesino enfrenta el castigo por su crimen en el mundo que él ha salvado? ¿Y el mundo que fue salvado es justificado al quitarle la vida a aquel que los acaba de salvar? Desde la perspectiva bíblica, desde luego, lo que falta en esta discusión es el carácter de Dios, la ley de Dios, y la providencia de Dios. Porque sabemos que Dios es bueno, santo, justo, misericordioso y recto, y aquellos que llevan Su nombre deben reflejar Su carácter (1 Pedro 1:15-16). Asesinar, mentir, robar, y todas las formas de comportamiento pecaminoso, son la expresión de la naturaleza de pecado del hombre, no de la naturaleza de Dios. Para los cristianos cuya naturaleza ha sido transformada por Cristo (2 Corintios 5:17), no hay justificación para un comportamiento inmoral, sin importar el motivo o el resultado para ello. De este Dios santo y perfecto, recibimos una ley que refleja Sus atributos (Salmo 19:7; Romanos 7:12). Los Diez Mandamientos dejan en claro, que asesinar, adulterar, robar, mentir y codiciar es algo inaceptable a los ojos de Dios, y Él no hace una "cláusula de excepción" para la motivación o la racionalización. Nótese que Él no dice, "No asesinarás, a menos que haciéndolo salves una vida." Esto es llamado "ética situacional," y no hay lugar para ello en la ley de Dios. Así que, está claro,

que desde la perspectiva de Dios, no hay fin que justifique los medios que quebranten Su ley. Además, en la discusión de la ética del fin/medios, está ausente un entendimiento de la providencia de Dios. Dios no simplemente creó el mundo, lo pobló con gente, y luego los dejó para que se las arreglaran por sí solos sin la supervisión de Él. En vez de ello, Dios tiene un plan y un propósito para la humanidad, el cual Él ha llevado a cabo a través de los siglos. Cada decisión hecha por cada persona en la historia, ha sido aplicada sobrenaturalmente a ese plan. Él declara esta verdad inequívoca: "que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: "Mi plan permanecerá y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave y de tierra lejana al hombre de mi plan. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo llevaré a cabo." (Isaías 46:10-11). Dios está íntimamente involucrado y en control sobre toda Su creación. Más aún, Él declara que hace que todas las cosas ayuden a bien, para aquellos que lo aman y son llamados conforme a Su propósito (Romanos 8:28). Un cristiano que miente en un currículo o aborta a un bebé estaría violentando la ley de Dios y negando Su habilidad para proveer para una familia y preservar la vida de la madre, si Él así lo dispone.

Aquellos que no conocen a Dios, pueden verse obligados a justificar sus medios para un fin, pero los que afirman ser hijos de Dios, no tienen razón en absoluto, para quebrantar alguno de Sus mandamientos, negando su soberano propósito, o trayendo oprobio a Su Nombre.

https://www.gotquestions.org/Espanol/fin-justifica-medios.html El fin justifica los medios Aunque Maquiavelo nunca lo dijo, se le atribuye la frase "el fin justifica los medios", ya que resume muchas de sus ideas.[1] Es habitual escuchar decir que ‘el fin justifica los medios’ cuando alguien ha conseguido algo por algún método no del todo ético, pero que el hecho de realizarlo de aquel modo ha valido la pena por el resultado conseguido (aplicándose sobre todo en el terreno de la política y los negocios especulativos). Muchos son los que han atribuido, erróneamente, esta frase al escritor, y relevante personaje de la Italia renacentista, Nicolás Maquiavelo, quien defendió a través de su obra literaria la manera más amoral y déspota de hacer política. Incluso existen fuentes que indican que fue el propio Napoleón Bonaparte quien la dijo tras la lectura de ‘El Príncipe’, escrito por Maquiavelo. En realidad, la famosa cita fue extraída del texto en latín “Medulla theologiae moralis” (1645) y cuyo autor es el teólogo alemán Hermmann Busenbaum.

La frase que se encuentra en dicho texto, dice literalmente: Cum finis est licitus, etiam media sunt licita (Cuando el fin es lícito, también lo son los medios)[2] La idea Es cierto, el fin siempre justifica los medios en el sentido que cada meta (o fin) necesita de ciertos procedimientos, de ciertas jugadas para ser alcanzada. Si quiero capturar el rey del oponente sobre el juego de ajedrez voy a tener que hacer una serie de movimientos que me van a llevar (en el mejor de los casos) a esa situación. Si mi fin es saber historia, tengo que estudiar historia. El fin, pide un cierto camino, requiere de ciertos medios. Al mismo tiempo que un fin demanda ciertos medios, excluye todos los otros. Si yo quiero capturar al rey del oponente, no voy a poner mi propio rey en una posición en que sé pertinentemente que voy a perder el juego antes de haberme acercado siquiera al suyo. Si quiero saber de historia, el camino que queda excluido naturalmente es el que no me lleva a este fin, esto es : no estudiar. Que absurdo sería decir “mi meta es saber historia, y para eso me dedico exclusivamente a evitar todo lo que pueda parecerse a aprender historia”. Los fines requieren pues siempre ciertos medios, a la vez que descartan ciertos otros.

La sospecha Ahí donde la frasecita esa provoca sospechas, es cuando pensamos en un escenario más complejo: tengo un fin que considero bueno, como por ejemplo llevarle chocolates a mi tía que está hospitalizada porque se quebró un pierna. Pero el único medio que tengo a disposición para alcanzar ese fin, es malo: tengo que robar los chocolates porque no tengo dinero. ¿Acaso ese fin deseable justifica el hecho de que yo robe? Delicada pregunta. Es delicada porque en realidad en esa situación hay dos metas, dos fines que están en competición. Una meta es llevarle los chocolates a la tía, la otra es de cumplir con esa regla moral de “no robar”. La meta que sea más valiosa, es decir, aquella que yo quiera alcanzar prioritariamente es la que va a determinar la clase de medios que voy a emplear. Si vale más para mí la acción de llevar los chocolates, voy a poner la regla moral en segundo plano. Si vale más el cumplir con la regla moral, no voy a llevarle chocolates a mi tía hasta que tenga los medios económicos de hacerlo. La meta cambia, los medios cambian.

Maquiavelo: que medios y que fines Este año tengo una clase de historia moderna y hemos estado revisando un poco el famoso tratado de Nicolás Maquiavelo que llamamos el Príncipe (1513). Ahí es donde encontramos el origen de aquella carga negativa que tiene el adjetivo maquiavélico porque este librito es un compendio de técnicas o métodos para que un gobernante conserve su poder, y los métodos no son muy “católicos” que digamos. Ahí Maquiavelo pone repetidamente la moral en segundo plano, diciendo que el lícito engañar, lícito ser hipócrita, lícito ser cruel mientras esto permita a un príncipe mantener su poderío. http://www.buenastareas.com/ensayos/El-Fin-Justifica-Los-Medios/54758712.html Segundo ¿Será que el fin verdaderamente justifica los medios? La felicidad “es un estado mental de satisfacción y alegría que se produce en una persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada; tal estado propicia paz interior creando un enfoque del medio positivo y que al mismo tiempo estimula a conquistar nuevas metas”. Para Aristóteles la felicidad puede ser subjetiva (estar contento) u objetiva (llevar una vida buena) que para el ser humano se complementan para alcanzar una felicidad completa. La felicidad completa para el ser humano, es una búsqueda insaciable que es incentivada por la necesidad de

satisfacción de sus metas y objetivos, que lo motivan a llegar a ella por diferentes medios, dado que para cada persona la concepción de felicidad no es la misma, pues para algunos esta se encuentra en la plenitud espiritual y para otros en los placeres de la vida. En medio del afán por alcanzar la tan anhelada felicidad, los jóvenes de hoy en día se vale de diferentes medios siendo este un camino hacia un fin concreto; para Nicolás Maquiavelo en su máxima “El fin justifica los medios” la cual indica en este caso que cualquier método que se utilice para ser felices está bien sin importar lo que sea, pero si se pone en tela de juicio este argumento ¿en realidad estaría bien matar a alguien por alcanzar la felicidad?, si se observa desde el punto de vista de Maquiavelo este medio (asesinar a alguien) encima de alguien e incluso privarla de su derecho más preciado que es la vida, se estaría cometiendo un acto de barbarie lo cual va en contra de los designios de la sociedad . Lastimosamente, muchas personas en la actualidad han tomado este pensamiento para sí como un modus operandi en la larga carrera por la felicidad, y en algunas ocasiones los jóvenes adoptan posturas inadecuadas frente a cómo conseguir lo que desean, no obstante estas...

http://www.buenastareas.com/ensayos/El-Fin-Justifica-Los-Medios/39256150.html