El Evangelio Segun Mateo - John a. Broadus

COMENTARIO EXPOSITIVO SOBRE EL NUEVO TESTAMENTO TOMO 1 EL EVANGELIO SEGUN MATEO Por John A. Broadus D. D., LL. D. Tra

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COMENTARIO EXPOSITIVO SOBRE EL

NUEVO TESTAMENTO TOMO 1

EL EVANGELIO SEGUN MATEO Por

John A. Broadus D. D., LL. D. Traducción por

Sarah A. Hale

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Primera edición: 1959 Segunda edición: 1968 Clasiflquese: Comentarios C.B.P. Art. No. 03006-P 03007-R

3M 568'

INTRODUCCION GENERAL AL

NUEVO TESTAMENTO Por Alvah Hoyey, D. T., LL. D.

1. EL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO. Para los propósitos de esta introducción no es necesario refe_rir la historia de la palabra "canon," ni aun dar una lista de las significaciones que tiene eh la literatura antigua. En su aplicación al Nuevo TestaJllento, significa "la colección de libros que constituyen la regla original escrita de la fe cristiana" ("Westcott). Si hay algún modelo de fe y práctica religiosas reconocido por los cristianos de todo nombre como autoritativo, es esta colección de libros que, según se supone, fueron escritos por los discípulos inmediatos de Cristo y sus asociados. Es cierto que no todos los cristianos están de acuerdo en reconocer estos libros como la úwica ;'cgla autorativa de fe y práctica en materia de religión, pero todos el'ltán de acuerdo en aceptarlos como una regla original y autoritativa, aun 'cuando, como suponen algunos, sus enseñ,anzas tengan que ser suplementadas por la tradición eclesiástica. Es cierto, también, que no todos los cristianos están de acuerdo en cuanto a la inspiración plena y la autoridad final de estos libros, pero todos les conceden muy alta autoridad como los únicos documentos originales de la religión cristiana ahora existentes. Es también cierto que no todos los cristianos están de acuerdo en la interpretación de estos libros, ni en sus teorías acerca de qué personas son idóneas para interpretarlos, pero todos admiten la alta importancia de su enseñanza, debidamente comprobada. l. COMO FUE ESTABIJECIDO EL CANON DEL NUEVO

TESTAMENTO? Al tratar de responder esta pregunta se hallará que los caminos de Dios no son como nuestros caminos; porque' la humana sabiduría, sin duda, habría opinado que lo más conveniente para evitar dudas o errorel! posibles en el porvenir hubiera sido encargar la clausura del Canon al último de los apóstoles. Si Juan, que pasó en Efeso su vejez, hubiera

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INTRODUCCION GENERAL

insertado en su último libro una lista de los escrItos inspirados de sus contemporáneos, con un bosquejo de su contenido de modo que fuese fácil indentificarlos; si hubiera declarado que el número de tales escritos estaba ya completo; si hubiera añadido a esta declaración alguna amones· tación contra cualquiera adición al número o a la enseñanza deestQs libros o cualquiera sustracción de ellos (como la que se halla en Rev. 22: 18, 19), - esto, se pensaría, hubiera fijado el Canon del Nuevo Testamento fuera de toda posiblidad de duda o debate, y seguramente habría sido el curso natural que la humana sabiduría hubiera tomado. en tale!' circunstancias. Pero podría esto haber sido una equivacación después de todo, dando a los Cristianos fundamentos menos estables de confianza que los que ahora tienen. ¿No los habría conducido a pasar por alto toda otra evidencia, y a depender exclusivamente del testimonio de este apóstol? ¿No habría despertado en las mentes dispuestas a la crítica sospechas de cálculos o temores humanos haciéndolas demandar pruebas imposibles de que Juan mismo escribiera el libro que contenía la lista descrita, o al menos el párrafo en que se hallaba dicha lista? ¿ N o habría provocado la afirmación de que semejante procedimiento era sin paralelo y no reclamado por las circunstancias de los cristianos de aquel tiempo, puesto que debieron de haber sabido quiénes eran los escritores de los Evangelios y Epístolas que habían recibido? Estas críticas y otras semejantes hubieran sido in· evitables si se hubiera seguido ei curso indicado, aún cuando fuese el más seguro y el mejor posible a los ojos de la humana sabiduría. Pero no se hizo tal. El Espíritu de Dios, quien es más sabio que los hombres, y quien presidiÓ la obra de los apóstoles, eligió otra manera de establecer el Canon, otra manera de dar a conocer a los Cristianos los docnmentos autoritativos de su religión como distintos de otros libros que se referían a ella. Y la manera escogida por el Espíritu fue perfectamente obvia y natural: usó la prudencia y piedad de las iglesias en la ejecución de esta obra, entregándoles a ellas los escritos de los hombres reconocidos per maestros inspirados de la verdad cristiana, siendo moralmente seguro que la prudencia y piedad de las iglesias no dejaría de preservar estos escritos como cosas sagradas, y entregarlos, juntamente con los nombres de sus autores, -a las generaciones subsecuentes como exposiciones autoritativas de su religión. Si por ejemplo, las iglesias de Filipos y Corinto recibieron de Pablo cartas llenas del espíritu de amor, sabiduría, y autoridad - cartas q.ue alababan sus virtudes, reprendían sus pecados, corregían sus errores, aclaraban sus perplejidades, disipaban sus dudas, y animaban sus esperanzas - no dejarían dB preservar estas cartas con extremado cuidado, o legarlas como tesoros preciosos a sus sucesores en la iglesia. Aunque tendrían mucho gusto de que fuese:n leidas y copiadas por discípulos de Cristo de otras iglesias,. es lo más probable que insistieran en retenerlas en su propio poder. Y puesto que las cartas dirigidas a una sola iglesia eran pocas en número (rara vez o nunca más de dos), nunca habría el menor peligro de una equivocación en cuanto a los autores de ellas.

INTRODUCCION

GE~ERAñ

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Así, por un procedimiento natural, bajo el control del buen sentido y rectas emociones, casi todos los escritos de "apóstoles" ,y ''hombres apostólicos" (Tertuliano) serían guardados como distintos de los escritos de los que no podían declarar la voluntad de Oristo con igual autori· dad. Por ejemplo, la Epístola de Pablo a los Oorintios nunca ni por un momento sería colocada en el mismo nivel con la que recibieron un tercio de siglo después, de la iglesia de Roma, y que fue escrita por Clemente, Obispo de esa iglesia. Aun cuando ésta fuese leída a veces en la iglesia de Corinto, o copiada en el mismo manuscrito junto con aquélla, no habría peligro alguno de confusión, ya que si miramos sencillamente el contenido general de las dos Epístolas. de Pablo a "la iglesia de Dios que está en Oorinto," y el de la primera epístola de Olemente a la misma iglesia, se verá que es manifiestamente absurdo atribuirlas todas al mismo autor, o atribuir las epístolas canónicas a Clemente y las eclesiásticas a Pablo. Además de esto, aquéllas dan a entender que son del apóstol, JIlientras ésta da a entender que es de la iglesia de Roma. Puede haber habido casos en que la posibilidad de equivocarse tomando un el)crito no apostólico por apostólico fuese menos increíble que en el que acaba de mencionarse, pero no hubo ningunos, según se cree, en que semejante equivocación pueda considerarse como probable. Y, a pesar de las dudas y negaciones modernas, es evidente, por una variedad de circunstancias, que los cristianos primitivos fueron bastante cautos acerca de las fuentes de sus conocimientos. Es evidente, por ejemplo, por las cuatro grandes Epístolas de Pablo (esto es, Romanos, Primera y Segunda de Oorintios, y Gálatas), que son aceptadas como genuinas por la critica más atrevida, que se tenia confianza especial, y realmente absoluta en las enseñanzas de los que fneron reconocidos como apóstoles (lOor. 12 :28, 29; 2 Coro 11:5; 12,:11, 12; Gál. 2 :7-9; Efe. 2 :20; 4 :11). Eran mirados como quienes tenían derecho de hablar con autoridad sobre todas las materias relacionadas con la persona y la obra de Cristo o el deber de sus discípulos. Naturalmente, pues, sus escritos serían conservados y escndriñado!;! con el mayor respeto. Es también evidente, por ciertas insinuaciones en el Nuevo Testamento, y por el lenguaje de los Padres Cristianos, que la enseñanza de los compañeros de los apóstoles tales como Marcos y Lucas, fue aceptada juntamente con la de ellos ya porque se suponía que su doctrina había sido recibida directamente de los apóstoles, y aprobada plenamente por ellos, o porque, además de su intimidad con los apóstoles, se creía que tenían un don especial de inspiración que los hacía aptos para su obra. Si, pues, como la historia parece demostrarlo, la formación del Canon del Nuevo Testamento fue encomendada a la prudencia y la piedad de - las iglesias primitivas, varias cosas que, puede decirse, caracterizaron el proceso actual de su formación aparecen como naturales, si no inevita· bIes. Algunas de ellas pueden mencionarse en este lugar. l. La razón principal para admitir un Libro en el Canon fue la ca· lidad de su Al1.tor. -Si los libros sagrados del Nuevo Pacto hubieran sido escogidos por el apóstol Juan, los nombres y las relaéiones de sus es·,

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IXTRODUCCION GENERAL

critores podrían haber ,;ido asunto de ninguna importancia vital para nadie. Iluminado por el Espíritu, este apóstol podría haber discernido el oro puro de la verdad sin mezcla de error en escritos anónimos, y estos escritos, estampados con su aprobación, habrían sido recibidos por las iglesias sin mucho deseo o esfuerzo por indagar quiénes eran sus autores. El gran nombre de Juan habría sido suficiente por algún tiempo para satisfacer la razón y mitigar la curiosidad. Pero si los libros habían de ser declarados autoritativos e incluidos en el Cmion por el juicio común de iglesias compuesta¡,; de hombres no inspirados, sería para ellos prceiso que tuviesen confianza en sus autores como homhres comisionados por el Señor para declarar su verdad, y que para ello habían sido asistidos, por el Espiritu Santo. Esta par('ce haher Rido la razón principal, si no la única, por la cual los libros del Nuevo Testamento fueron aceptados por las iglesias. de prefercncia a todos los demás, como declaraciOlH's mJténticas de 11CC1l0S, doctrina y deber. 2. La Fonnamón del Canon f'ue un Proceso Lento pero Seguro.-I~a­ ra entender esto, el lector' tiene que figurarse el estado de la,; iglesias cuando el último de los apó,;tolcs murió en Efeso. Ese e,;tado no ('ra tal que sugiriera la necesidad de coleccionar de una vez los documentos autoritativos del Cristianismo en un solo volumen. ¿Habíale,; ,Juan alguna vez ordenado que coleceionaran esto,; documentos? l. N o estaban haciendo su obra respectiva, cada nno en la forma distinta y esfera apropiada, en que la habían estado haciendo, algunas de ellas por un ~'a lnrg"o período? Mientras vivió el apóstol no les había faltado instrucción autoritativa, y ahora, no obstante que él haMa dormido ya, vivían aun miIchos que habían oído de 'sus labios mil veces, el .evangelio y' que habían quizá tenido amistad personal con él: ¿. podrían éstos olvidarse jamás de su. doctrina o manera de vidr? Además de esto, todos estaban familiarizados, como puede presumirse, con uno o más de los Evangelios Sinópticos, así como con el de Juan, y con algunas de las .epístolas - cada uno escrito en pergamino separado, cómodos para usarse y no tan costosos que fuera imposible adquirirlos. ¿, K o ~eguía siendo esta la forma mejor en que podían conservarse y circular'! Ademá,; de esto, las epístolas en casi todos los casos fueron escritas a cristianos de una provincia o iglrsia particular, o a un santo individual, y por lo mi,;modeben de haber sido adaptadas esp.f'cialmente a las lIeceRidades espirituales de aquellos a quienes fueron dirigidas: l. serían igualmente importantes para otros '? ¿ N o seguiría siendo aun lo 'máR prudente hacer circular, por lo regular, libros especiales donde se necesitaran más, unos en una provincia y otros en otra, así como los apóstolps lo~ hahían enviado originalmente,unos a 1l11a provincia v otros a otra '! Tale~ pueden haber sido las reflexiones de homhres piadoso,; hacia fines del primer siglo, si es que alguna vez pensaron en el asunto de un Canon del Nuevo Testamento. Pero esto e,; muy dudo,;o; porque los peligro;; del tiempo, y el hecho de r¡ne ellos mismos 110 tenían dudaR ningunas ell cuanto al origen de 1m; ('~("l'i1o;; ('rh;tianoK ;1('('Jltndo~, puedrn haber hnpedido que el pensamiento de formar un ('alioli del Xuevo Testamento

INTRODUCCION GENERAL

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cruzara su mente. Y en el transcurso de los 'años, ya rojos de sangre o blancos de paz, y en incesante lucha con el paganismo y el error, es claro que no podía haber mucha oportunidad de reunirse en consejo hasta el reinado de Constantino. Es probable que entonces, por vez primera pudo recibir debida consideración la cuestión de hacer una colección completa de las Sagradas Escrituras del Nuevo Pacto. Y entonces sí recibió tal atención. Entonces las pretensiones de ciertos escritos que no habían sido recibidos como sagrados en todas partes del mundo cristiano fueron examinados, y la colección completa de los libros que deben e'stimarse como canónicos fue determinada a satisfacción de las iglesias. 3. Oolecciones Parciales prccedim'on a la Colección Plena JJ F,inal. Era inevitable que así sucediese. Considérense, en primer lugar, las iglesias gentiles fundadas por Pablo. l. N o es cierto que éstas sentirían interés especial en las Epístolas escritas por él, tanto por haber sido su padre espiritual, como porque, en lo que escribió, se refería a su educación y condiciones peculiarse? Y juntamente con sus Epístolas segllramente anhelarían poseer los cuatro Evangelios y los HechoS" de los Apóstoles - los primeros, porque tendrían vivos deseos de conocer todo lo que podía saberse de la vida terrenal de su Señor; y el último, porque naturálmentequerrían rastrear las huellas de Pablo al traer éste el Evangelio a los gentiles. A éstos podrían añadirse en muchas de las Iglesias algunos otros libros; por ejemplo, la Primera Epístola de Pedro y la Primera de Juan. Pero no es necesario suponer que estos escritos estuviesen todos ~ncuadernados en un solo volumen manuscrito, aun cuando se creyesen de autoridad igual y suprema.(i) Considérense también las versiones primitivas de libros incluidos ahora en el Nuevo Testamento. Al hacer semejante versión es probable que el traductor incluyera todos los libros que él juzgaba inspirados y autoritativos, especialmente si el juicio del traductor iba de acuerdo con el de las iglesias entre las cuales vivía. Conforme a esta opinión es razonable deducir de una versión primitiva siriaca, el Peshito, cuáles eran los li(¡ros aceptados como canónicos por las iglesias asiáticas de ese tiemp(l. y de una versión latina primitiva, hecha en el Africa Septentrional, cuáles eran los libros recibidos entonces como canónicos por las iglesias de aquella provincia, y tal vez, de un catálogo como el que fue descubierto por Muratori, cuáles eran los libros considerados canónicos por las iglesias de Italia cuando éste fue escrito. Sin embargo tiene que admitirse que semejantes versiones o catálogos no incluyeron todos los libros que estaban apoyados por buenas, evidencias, Quizás admitieran solamente los que eran aceptados entonces por toda!i las iglesias en la región donde 1. ,Dice S. P. Tregelles: "En el reinado de Trajano-esto es, casi inmediatamente después de la muerte de San Juan, el último evangelista y el último apóstol superviviente-los cuatro Evangelios fueron coll;:ccionados, y circularon en un volumen; y como un solo volumen fue,ron usados en la primera parte del segundo ,siglo por las iglesias en general. Las Ep!stolas de San Pablo circularon también en la misma edad en una forma unida: Puede haber habido en liso otra colección que omitía algunas de ellas, pero esta cuestión, as! como si la Epistola a los 'Hebreos pertenecia a este volumen unido, no necesita discutirse aqu1. En cuanto a la Imayor parte de los otros libros del Nuevo Testamento, se usaban como libros separados." (Introduction to the Holy Scriptures, por Horne, vol. iv .. pág. 25.)

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INTRODUOOION GENERAL

se hizo la versión o catálogo. Y puesto que algunos de los libros eran mejor conocidos en una provincia que en otra, estas versiones y catálogos no eran precisamente semejantes. Aun 4ilS posible que algunos libros fuesen omitidos de las versiones, por suponerse que eran de menor importancia práctica. El Peshito omite la Segunda Epístola de Pedro. la S~gunda y la Tercera Epístolas de .J uan, la Epístola de Judas, y el Apocalipsis, pero incluye todos los otros libros que son comúnmente recibidos, sin añadir ningún otro (Westcott). Fue hecha probablemente en la primera mitad del segundo siglo (Id. pág. 211). La versión latina primitiva omitió la EpistoIa de Santiago y la Segunda Epístola de Pedro; quizá también al prindpio, la Epístola a los Hebreos, aunque ésta fue pronto añadida. Después de una indagación crítica, Westcott deduce que la más antigua versión l.atina fue hecha antes de 170 D. O., aunque no puede determinarse cuánto tiempo antes. Es también su opinión que el llamado "Fragmento de Muratori" no pudo haber sido escrito mucho después de 170 D. de J. C., y que reconocía como canónicos los mismos libros que se insertaron en la versión del Africa Septentrional. 4. Algunos de los Libros !uet'on admitidos en el Canon bajo Evidencitt más Plena que Otros. - Esto resulta de lo que se ha dicho ya. Si las

Escrituras cristianas circularon por un tiempo considerable en porcíones conforme a la conveniencia de compradores y lectores, algunas de ellas deben de haber sido esparcidas mucho más extensamente y más generalmente conocidas que otras. Las cartas meramente personales, como la Segunda y Tercera Epistolas de Juan y la Epístola de Pablo a Filemón, serían conocidas de pocos comparativamente, a menos, quizás, que las Epístolas de Pablo hayan sido temprano reunidas en un solo volumen y circularan así entre las iglesias gentiles. En este caso la Epístola a Filemón podriá ser conocida generalmente como obra de Pablo y enumerada con sus otras cartas, aunque fuese citada infrecuentemente. La misma circunstancia también explicaría la más reducida circulación de las Epístolas Pastorales a Timoteo y Tit(), aunque éstas serian buscadas por los ministros por una razón especial, la instrucción que dan respecto a las cualidades y deberes de 108 pastores. Del mismo modo un libro como la Epístola a los Hebreos sería usado principalmente por iglesias compuestas de conversos judíos, por haber sido escrito espeeialmente para su bien. AU',n más: el entusiasmo local o temporario por cierta doctrina podría conducir a un uso más extenso y diligente del libro en que se suponía que era enseñada que el que se haCÍ'a de otros libros no menos interesantes hoy día, mientras que una aversión local o tempora,ria por ciertas doctrinas podría conducir primero al descuido, y luego a la ignorancia, de los libros que se suponía las enseñaban. Este fue probablemente el caso con respecto a la doctrina del quiliasmo afectando el uso o descuido del Apoca. lipsis_ Por estos motivos es claro que la evidencia a favor de la canonicidad de ciertos libros del Nueyo Testamento parecería menos compul~oria en el cuarto siglo que la evidencia de la canonicidad de otros. Una tra-

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dición uniforme y universal recomendaria UDa gran ,parte de estas Escrituras a la confia.pza de todo investigador sine~ro, pero otras partes serian apoyadas solamente por el testimonio de ciertos distritos y períodos. De este examen general del proceso por el cual el Canon del Nuevo Testamen:to fue establecido en la iglesia primith-a es propio ahora volver a la consideración de la cuestión.¿POR QUE DEBE ACEPTARSE COMO FIDEpIGNOESTE CANON DEL NUEVO TESTAMEN-TO? La razón primer:\ y más obvia es nuestra confianza en el buen 'sen'tido y la piedad de los que unieron sus voces en su adopción. Pero si su reputación de inteligencia y candor fuera menos de lo que es, hay dos circunstancias a su favor: no era probable, después de todo, que el asunto que tenia que resolverse encendiera luchas de partidos, y la evidencia en que tenia que basarse la decisión era mucho más abundante de lo que es 'actualmente ; porque, como lo prueban claramente los escritos de Eusebio,' una gran parte te al Xuevo Testampnto resulta indireeto pn VPZ de (lil'P!'ÍO, (' illlplieado ('n vez de expreso; porque no apelan formallll(>lItp a lo¡..; lihl'o¡,,; ¡..;ag"ra~OR de 10R anrianoR-lo que fue dicho por AndrÍ'R. o por Pedro. o por Ff'lipe. o por' Tomás o Santiago, o por ,Tuan () 11ateo. u otro cualqniera de los discípllloR del Señor, -y lo que dicen AriRtion o el preshítero .Tnan. diRrÍpnloR del Reñor. Porque no me parecía que podría sacar tanto provecho del contenido de lihros como de las derlararioneR de la voz viva y permanente." :So hay motivo bueno para creer que Papias, COn el término "lihros,"

INTRODUCCION (}ENERAL

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como se usa aquí, se refería a los "Oráculos del Señor," para cuya interpretación fue escrita su obra, o en verdad, a ningunos otros escritos apos· tólicos. Es mucho más probable que pensaba en libros, ya numerosos, que estaban llenos de especulaciones gnósticas acerca del sentido de la Escritura. "Papias juzgó justamente," observa el Obispo Lightfoot, "que cualquier declaración doctrinal de Andrés o Pedro o Juan, o cualquier anécdota del Salvador sancionada directamente por la autoridad de ellos, sería de mucho más valor para elucidar su texto que las interpre" taciones caprichosas que hallaba en los libros que circulaban." (Cont. Review, 1875, pág. 290). . Según Eusebio, Papias "ha usado testimonios de la anterior Epístola de Juan, y de la de Pedro también." De otra fuente sabemos que SORtuvo "la inspiración divina" del Apocalipsis, y Eusebio lo representa como diciendo "que habría un cierto milenario después de la resurrección, y que habría un reinado corporal de Cristo en esta misma tierra; laA cualeA cosas parece haber imaginado como si fueran autorizadas por las narraciones apostólicas." Probablemente sus ideas acerca del milenario se basaron en lo que suponía ser la significación del lenguaje de Cristo en el capitulo veintiqIatro de Mateo, en con€xión con el bien conocido pasaje acerca de "los mil años" en el capitulo veihte de la Revelación. Por "la an~erior Epístola' de Juan" Eusebio significaba sin duda su Primera Epístola; porque testifica en un capítulo previo que "además del Evangelio de Juan, su Primera Epístola es reconocida sin disputa. tanto por los del día de hoy como también por los antiguos. Las otras dos Epístolas, sin embargo, son disputadas. (R. E. iii. 24). Eusebio también, conforme a su plan, cita de Papias ciertas tradiciones, con respecto al origen de dos de los evangelios, que ese escritor había recibido de los ancianos Aristión y Juan. Dice: "AAí fue que ~Iateo compuso los Oráculos en el idioma hebreo, y cada uno los interpretaba como podía." Es obvio que esta declaración se refiere a un período que había ya pasado cuando Papias escribió sus "Exposiciones," y no hay razón para suponer que los "Oráculos" compuestos por Mateo fuesen conocidos de Papias en su forma hebrea. Su conocimiento de su existencia en aquella forma se derivó de ·'los ancianos." Tampoco hay buena razón para. creer que la palabra "Oráculos" no se usaba con referencia a escritos históricos así como a 10.8 didácticos, siendo, de hecho, tan comprensiva como la palabra "Evangelio." Poca duda puede haber acerca de la razón que hizo a Eusebio copiar esta declaración, la cual creyó que se refería al primer diseño y forma orginal del e;vangeÍio canónico de Mateo. Por lo tanto, los Oráculos aramaicos deben haber sido substituidos por el "Eyangelio" griego antes del fin del primer siglo; y es difícil creer que contení,an algo esencialmente distinto de lo que se halla en ese Evangelio. También Eusebio cita de Papias el siguiente informe de ~Iarco¡;;: "1' ,Juan el Anciano dijo también esto: Marcos, habiendo llegado a ser el intérprete de Pedro, escribió con exactitud todo lo que éste recordó, sin narrar en orden, no obstante, lo que fue hecho o dicho por Cristo. Por-

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IKTRODUUUION GENERAL

que él no oyó al Señal' ni le siguió; pero despuél:l, como dije, (oyó y siguió) a Pedro, quien adaptó I:lUS instrucciones a las necesida'des (de sus oyentel:l), pero no tuvo el designio de dar una narración continuada de los Oráculos (o discurl:los) del Sefiol'. De modo que Marcos no se equivocó al escribir las cosas como él las recordaba; porque puso cuidado en no omitir nada de lo que oía ni escribir declaración alguna falsa." Según esta tradición, recibida por Papias de contempol'úneos de los apóstoles, la obra de Marcos a que se refiere aquí fue una cuidadosa na· rración memoriter de lo que Pedro relataba en su predicación de las palabras y hechos de Cristo. y como Pedro adaptaba su predicación a las necesidades de sus oyentes, no, podía, por la naturaleza del caso, producir una narración completa y cronológica de la vida de Cristo. ¡. Tenemos razón, pues, en suponer que la obra de Marcos, a que se hace referencia en este extracto, sea el segundo de nuestros cuatro Evangelios? (1) Este eivangelio es el más breve de los cuatro. No da genealogía, ninguna historia del nacimiento de Juan el Bautista ni de Jesús el Cristo, ningún bosquejo de los discursos más largos del Sefior, y ninguna na· nación de muchas de sus parábolas. Es pues, ciertamente una narración muy incompleta de las palabras y obras del Señor, y hasta ese punto está de acuerdo con la tradición dada por Papias. (2) Este .• evangelio, lo mismo que el Primero y el Tercero, parece descuidar en mnchos easos, el orden cronológieo de los acontecimientos, al menos en comparación con el Evangelio de Juan, Esta afirmación no es desacorde con la conclusión del Dr. Sanday, que, "en cuanto hay orden en los Evangelios Sinópticos, el tipo normal de .ese orden ha de hallarse precisamente en San Marcos; de quien Papias alega que escribió)lo en orden" (Los Evangelios en el Segundo Siglo, pág. 149). Porque es natural asumir, con el DI'. Lightfoot, que la norma de comparación, para los ancianos de Asia ~lenor ('n el segundo siglo fue el Evangelio de .Juan. (3) Evidentemente Eusebio suponía que el Evangelio de Marcos, según él lo conocía, era el aludido en la narración que Papias recibió de "los ancianos," y es bastante seguro asunlir que Eusebio entendía la verdadera pertinencia de esa narración. En todo caso sus opiniones merecen la más respetuosa consideración. (4) Si "el anciano" realmente describió el origen de un "Ur-~farcus," este hecho debe inferirse del contenido de los E\'angelios Sinópticos, y no de ninguna tradición conocida del segundo siglo, Pero la prueba qlW se alega en favor de la existencia de semejante documento no 1l0S parece sa tisfactori a, Es muy de sentirse que la obra de Papias se haya perdido, porque vivió y trabajó durante 1m período oel cual pocos escritos cristianos han sido conservados. Pero no todos han perecido, y ahora consideraremos algunos qlie Re han conservado . •Ju8tino jlfártir nació en Flavia Neápolis, antes Siclwm, cr¡,ca del fin del primer Riglo. Parece haher tenido algún conocimiento de los Cristianos, y especialmente de su fortaleza hajo la persecución, aun antes de su propia conversión, que se verificó cuando tenía (proha hlenH'nte vrinticinco o treinta años de edad. Habiendo Rido adicto a eRtlldios filORÓ-

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ficos antes de convertirse, continuó usando la capa del filósofo después de ese acontecimiento, y se inclinaba a mirar la religión cristiana como una especie de filosofía divina. Pero exhibió gran celo y firmeza ell defen~a de la nueva fe, y por su trato con Cristianos en distintas partes del Imperio llegó a conocer bien su credo, culto, y manera de vivir. Puede, de consiguiente, presumirse que conoció' bien los libros de los cuales derivaban sus conocimientos del minÍllÍerio público de Cristo. Pero en las dos Apologías de Justillo, ~. en su Diúlogo ('on el judío Trifón, no tuvo ocasión de referirse de una manera formal a parte alg-tllla del Nuevo Testamento como poseyendo autoridad divina, porque ni lo~ emperadores romanos ni los judíos incrédulos tendrían ren'ren("ia e~­ pecial por los nombres de Pedro, Juan o Pablo. Los hechos de la "ida de Cristo como cumplimiento de las predicciones del Antiguo 'l'estallll'lIto. juntamente con el carácter moral y el culto religioso de los (Tistiallo~ tendrían mucha más probabilidad de influir en la mente de los g-ohel'nantes romanos y de los judíos hostiles que llinguna apelación definida a los escritos de los apóstoles. Por lo tanto, si se halla que la nal"l'a!'iím hecha por .Justino Uúrtir de los sucetlOS y dichos en el ministerio 11(' .Jesucristo va de acuerdo substancialmente COll la que se l Nuevo Testamento. Y no dl'b" perdrrse de vista que conoeía personalmellte a Policarpo y HnH ('onipafí('ro~, los diseípulos del apóstol .Juan en Asia Menor; que fu(' eoutemporálwo de Ju~tino Mártir, Taeülllo, Anthenúgoras y T('ófilo de Antioqu.ía por Hila parte, y de BasílideH, Mar~unda y Tercera de Juan, y Sra desechada )101' mucho tiemJlo en el Africa SeJltentrional. ~- en el Ocddente. Se halla en el Peshito, p{'epción mÍls pronto y sin \'aeilación en el Oriente se debi6 Jlrohahleme>ntea la circun!ltanda de que 1011 ('riRtianos hehl'('IIS a quienes fue ellvillda primero vÍl'ínn en Egipto ~' cto ('10\ (It, Jo alto. (JIU' 1!(,1o\('il'lUh' (1t'1 Padre dc ]:l!o\ luces" (Com. in Epis. ad Rom., ix. J. "Eu!o\\'hio di('\" qm' dI' hecho había algunos qlH' la tl'nían por ('Hpuria. ~' 1)1H' hahía earcnda d,' testimonio primitivo a favor de ella: pero (,1 milo\mo la eita ("omo :1\1010\1(,· lica" (Chm·tl'riK). Atanu!lio. jO\"l'll eontempor{LllI'O dI' EIl!whio, la a('l'ptú como inspirada y ("anúllica (Atll. Opp .. tomo p. ::8). Lus ohjel"Íolw!o\ a la carta quc se dprinlll de flueolltenido 110 !o\on dI' importatl(·ia. ~' 11:11'('('(' 110 habl'r hUl'Jlalo\ raZOll('!o\ para dudar I)IW laK iglelo\ialo\ y KU'" nHl(,KtroK fnl'l'OIl

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guiados por evidencia suficiente al asignar a esta Epístola un lugar en el Canon de la Escritura. (4) La Epístola de Judas dice que fue escrita por "el'hermano de J acobo," quien por lo tanto debe de haber sido bien conocido de los ic'ristianos. Se cree generalmente que este J acobo era "el hermano 'del Señor, mencionado en Gál. 1 :19, autor de la Epístola mencionada arriba, y por muchos años Obispo de la iglesia de J erusalem. El Canon Muratorio -enumera la Epístola de Judas entre los libros sagrados del Nuevo Testamento. Estaba también en la antigua versión latina, aunque no en la siril}ca. Clemente de Alejandría apela a ella tanto en los Pa'ÍdagOg08 como en los Stromatei8 (Paid., iii. 44; Stro., iiL 11); además de esto; las Adumbratione8 latinas halladas en las ediciones de Clemente, contienen notas escritas por él sobre esta Epístola, aSl como sobre la Primera Epístola de Pédro y las dos primeras Epístolas de Juan (West· cott págs. 310, 311). Orígenes está de acuerdo con Clemente en el uso de Judas como parte del Nuevo Testamento (Com. in Mat., t. 10, ch. 17, y otras). Tertuliano habla del apóstol Judas como .dando testimonio a Enoc o el libro de Enoc (De Cultu femin, i. 3). Eusebio, aunque la coloca cún los libros disputados, dice que las Epístolas Católicas incluyendo Judas, se usaban públicamente con las demás en la mayor parte de las iglesias (R. E., ii, ch. 23). Es considerada como autoritativa y canónica por Atanasio, pC)r el Concilio de Laodicea (cerca de 364 D. de C. -'- Charteris), y por Cirilode Jerusalem (Cateches., iv. 36, sq.). (5 y 6) Es difícil ver por qué la segunda. y la tercera de Juan fueron llamadas "católicas" o "generales", porque son manifiestamente cartas

breves a individuos, de no más interés a las iglesias que la carta a Filemón, y de mucho menos significación general que las Epístolas a Timoteo y Tito. Charteris dice que "en una 'fecha temprana se suponía que eran generales, suponiéndose que la 'señora elegida' y 'Gayo' denotaban la iglesia cristiana." Pero el hecho de que son cartas breves y personales explica por qué fueron tfln poco conocidas de la mayor p~rte de los cristianos primitivos. El escritor se designa asimismo como {(el anclano') - título que puede naturalmente haber sido aplicado con reverencia especial al apóstol Juan durante los últimos años de su vida en Asia Menor, y que por lo tanto habría sido suficientemente explícito y al mismo tiempo modesto en labios suyos. Ireneo habla de la ((Primera Epístola de Juan" (Euseb., H. E., v. 8), mostrando así que conocía más dI' una,y también cita un pasaje de su Segunda Epístola (v. 11), declarando que era un "dicho de Juan el discípulo del Señor" (B., i. 16, 3). Clpmente de Alejandría cita las palabras de 1 Juan 5 :16 diciendo que se encontrahan en su "Epístola más grande," insinuando así que sabía de una más corta (Strom.) ii. Ch. 15, 66}. Orígenes dice de Juan, el que se recostó en el seno de Jesús, que "también ha dejado una Epístola que consiste de muy pocos renglones; quizás, también, una segunda y una terrera, puesto que no todos dicen que éstas son genuinas, pero las dos juntas no contienen cien renglones" (Euseb. R. E., vi. 25). Dionisio de Alejandría menciona que "una ¡iregunda y una tercera Epístola atribuidas a Juan,

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circulan," y lo dice de una inanera que da a entender que las acepta: como obras del apóstol (Euseb. H. E.,'vii. 25). Estas Epístolas menores parecen ser reconocidas (una de ellas con seguridad y probablemente las dos) en' el Fragmento de Muratorio, y las dos estaban también en la más priinitiva .ersión latina. . (7) La evidencia histórica de lagenuinidad de !aSegunda Epístola dePedro es menos concluyente que la de ningún otro libro del Nuevo Testamento. Si es genuina, su circulación, debe de haberse limitado por un tiempo comparativamente . largo, a un .reducido número de iglesias. El pasaje más antiguo que se basa maIiifiestamente en ella: parece hallarse en la llamada 'Segunda Epístola del Clemente romano (cap. 16 ;t!.) que, sin embargo, según se entiende' ahora, es una homilía de la mitad del segundo siglo. No obstante, parece haber remini~cencias de la· Epístola en Justino Mártir, en el Pastor de Hermas; y tal vez en algunas de las Ellístolas de Ignacio, que fueron eScritas'. tan temprano, al menos, co~ mo 150 D. de C. Lo mismo puede decirse de Melitón de Sardis (Charteris, pág. 314), de Teófilo de Antioquia(Ad Autol.¡ü.9,13),'y de Ireneo (iv, 36, 4; v. 23, 2; Y v. 28, 3). Se dice que Clemente de Alejandría escribió exposiciones cortas de todas las Escrituras, no pasando por alto las que son disputadas - esto es, Judas y .las otras Epístolas Católicas (Eusb., H. E., vi. 14). Y es seguramente improbable que Clemente hub~e­ ra escrito ni aun cortas exposiciones de un libro que no podía calificar, en algún sentido propio de las palabras, como Santa Escritura. Orígenes parece haber ~ado la Epístola como obra genuina de Pedro, aunque dice que era disputada en su día (Euseb., H. E., vi. 25),. Eusebio, hablando como historiadoJ;, Ja enumera como uno de los libros disputados (H" E., iii. 3, 25)., pero Atanasio (De S. Trin., Dial. i; Contra Ariano Orat. i.), Cirilo de Jerusalem (Cateches., iv.,.p. 36, sq.), Gregorio de Nazianzo (Carm., 33, v. 31), Epifanio (Her., ií,. t. 2, h. 66; iii. t. 1, h. 76),y Gerónimo (De vil' D., ch. i.;también Ep. ad Hedib. Qu~st.,n.), la reciben como obra del apóstol inspirado. . . Así paulatinamente, y no, sin indagaciones cuidadosas, los varios libros dudosos tomaron SlJ lugar en el canon con otros libros reconocidos por todas las iglesias desde el primer siglo. Fue comprobado a satisfacción de hombres inteligentes, mediante evidencia que debe de haberse derivado de las iglesias d~)llde estos libros fueron' primero conocidos, 'que fuerOJi escritos por apóstoles .0 conipañeros de apóstoles, y fueron, de consiguiente, declaraciones auténticas de los hechos y doctrinas originales de la: l'eligión cristiana. . Entre tanto, otros libros con los cuales muchos Cristianos estaban pal'ticularmentecomplacidos, fueron asociados más o menos con éstos, y de vez en cuando eran leídos en ciertas reuniones públicas de algunas de las iglesias. La Primera Epístola de Clemente a los Corintios, la llama:da Epístola de Bernabé, y el Pastor de Hermas son quizás los más importan~ tes de éstos. Pero parece que núnca fueron considerados de igual autoridad cOn la Escritura apostólica e inspirada, y todos ellos. fu,erQn en debido tiempo asignados sin vacilación a su propio lugar fuera del Canon.

INTRODUCCION GENERAL

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n. EL ORDEN DE LOS LIBROS EN EL CANON Este no ha sido siempre el mismo. Según el arreglo actual la parte histórica tiene el primer lugar, la parte doctrinal el segundo, y la profética el tercero. Contra este orden general parece no haber objeción válida. La vida y obra de Jesu-Cristo son el fundamento lógico y el punto de partida del cristianismo; por lo tanto las narraciones evangélicas deben preceder a todo lo demás en el Canon cristiano. Pero el trabajo primitivo de los apóstoles - hasta que el evangelio quedó plantado firmemente tanto entre judíos como entre griegos estuvo inseparablemente relacionado con la predicación de Jesús· y con los principios de la religión cristiana; de consiguiente, por consenso común, la historia. de los Hechos de los Apóstoles es introducida después de los e:vangelios. Con igual propiedad las ppístolas, que exponen las doctrinas del Cristianismo para la edificación de los creyentes, instruyendo,amonestando, y animando a los discípulos del Señor Jesús en su conflito c9n el mal, siguen a los libros históricos, aunque no es· tan obvio lo que se gana pasando por alto la cronología en el arreglo de las Epístolas de Pablo o colocando las Epístolas. Católicas después de las de Pablo. Y por lo que toca al A_poealipsis, toma el lugar de un libro final, en parte por ¡';u relación al futuro, y pn parte a causa del tiempo en que se supone que fue escrito - esto el', cerca del fin- del primer siglo, y después de que casi todos los otros libros del Nuevo Testamento, si no todos ellos, habían sido dado¡.; a las iglesias. Este es el orden natural:· no obstante esto, en algunos de los manuscrit08, a¡.;Í como también en la edición complutense del Nuevo Testamento (1514), las Epístolas de Pablo preceden a los Hechos. En un manuscrito se dice que el ordpn PS ('omo ¡.;igue: los Hechos, las Epístolas Paulinas, la¡.; Epístolas Católicas, los Evangelios. En otro el Apocalipsis es colocado entre los Hechos y las Epístolas Católicas. Además de éstos, unos cuantos ejemplos son mencionados por Serivener (Introd. a la Crit. del X. T., pág. 67) en los que las tres grandes divisiones del Nuevo Testamento no están en su orden natural. Pero estos casos SOn estrictamente excepcionales. El orden general es el siguente: los Evangelios, los Hechos, las Epístolas Católicas, las Epístolas Paulinas, el Apocalipsis. Pero cuando volvemos la atención de este orden general al arreglo de los libros bajo la primera y segunda divisiones, se ve cierta variedad. Los cuatro Evangelios no siempre fle suceden el uno al otro en el orden a que estamos acostumbrados-esto es, ~Iateo, Marcos, Lucas y ,Tuan. En el Códice Bezae están así: Mateo, Juan, Lucas. 31arcos; y éste, según Scrivener (pág. 66), es el propio orden occidental que se halla en las copias de la Antigua (versión) Latina d, e, f, y en la versión Gótica." Puede haber sido adoptado con el propósito de dar cierta precedencia a los pyangelios escritos por apóstoles. En este arreglo es fácil ver pOI' qué Mateo fue coloeado antes de Juan, pues se creía que había sido escrito mucho mú¡; temprano y sin duda se juzgaba que era un vfnculo me-

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INTRODUCCION GENERAL

jor entre la antigua economía y la nueva. Peró es difícil imaginar por qué Lucas fue colocado antes de Marcos. Si se hubiera invertido este orden podl-íamos haber conjeturado que las referencias de Lucas a la relaciÓn de Cristo con toda la humanidad, y la conexión delévangelio con los Hechos, escritos por Lucas,habían determinado el arreglo; pero para el orden actual parece imposible dar razón alguna. En la versión Siriacu Curetoniana la sucesión es Mateo, Marcos, Juan, Lucas; y éste es, por cierto, preferible al orden "Occidental", aunque es tal vez menos satisfactorio que ~l que termina con el Evangelio' de .Juan.. Porque tanto el cáracter doctrinal como el tiempo en que fue escrito, son motivos válidos para dar el último lugar entre los Evangelios al de Juan, así como el contenido de la Revelación de .Juan y el tiempo en que fue escrita son motivos válidos para asignarle el último lugar en el Nuevo Testamento. Respecto a la parte segunda o Doctrinal del Nuevo Testamento, compuesta de Epístolas a los Cristianos en general, a iglesias especiales y a ciertos individuos, las variaciones principales han sido (1) En el lugar asignado a las Epístolas Católicas. Estas eran por lo regular puestas antes de las Epístolas Paulinas en los manuscritos griegos, pero en unos cuantos casos, como se declara arriba, fueron puestas después de ellas. No sabemos de nada decisivo a favor ni de un orden ni del otro. (2) En el lugar asignado a la Epístola a los Hebreos. Esta con frecuencia. fue colocada después de las elpístolas indisputables de Pablo, en parte porque se sentía alguna incertidumbre con respecto a su origen, y en parte porque era una especie de e'pistola general, y podía, por lo mismo. colocarse con las de Santiago, Pedro, Juan y .Judas. Pero fue a veces colocada en '11wdio de las Epístolas de Pablo, y antes de las personales, a causa de su grande importancia doctrinal y su destino algo general. Los motivos para asignarle el lugar indicado primero no parecen ser inferiores a los que se tuvieron para darle este otro, y por esto podemos estar satisfechos con el lugar que esta Epístola tiene en el Textus Receptus y la VersióIi Común. . ¿Pero no se ganaría algo arreglando las Epístolas de Pablo cronológieamente, comenzando con la Primera a los Tesalonicenses y acabando con la, Segunda de Timoteo? Debe darse una respuesta af~rmativa a esta pregunta; pues estas cartas arregladas cronológicamente se relacionarían con más naturalidad que como están ahora, con la historia de la vida misionera de Pablo según' se relata en los Hechos-interpretándose mutuamente las cartas y la. historia y obteniéndose así una idea más clara del progreso y los conflictos de la nueva religión que la que puede' derivarse fácilmente de ellas ahora. Además de ,esto, las ¡epístolas paulinas arregladas así, servirían como una biografía espiritual del apóstol. La diferencia de tono entre sus primeras y sus últimas Epístolas podría ser observada tanto por el l~ctor ordinario como por el erudito. Se percibiría que las cartas a los Tesalonicenses, los Corintios, los Gálatas, los Romanos, que fueron compuestas antes de su primer encarcelamiento en Roma y cuando extendía su ohra misionera e~ toda dirección posible, se diferencían de una manera perfectamente natural de las car-

INTRODUCCION GENERAL

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tas a los Filipenses, los Colosenses, los Efesios, y Filemón, que fueron escritas dwrante su primer' encarcelamiento en Roma, y después de su prisión de dos años en Cesarea, mientras las cartas a Timoteo y Tito se hallarían en armonía con un periodo aun posterior de su vida. Sin sentirnos seguros en cuanto a la manera de su producción estamos bastante inclinados a relacio~~ la Epístola a los Hebreos con la mente de Pablo como su fuente primaria, y a asignarla al período de su encarcelamiento en Cesarea y ªoma (59-63 D. de J. C.) . Si las Epístolas Católicas retienen su lugar actual entre los escritos de Pablo y el libro de la Revelación, podría haber alguna ligera ventaja en colocar las tres Epístolas de Juan despué.~ de la Epístola de Judas-así: Santiago, Pedro, Judas, Juan. y si la crítica bíblica pudiera con certeza demostrar que Judas fue escrita antes que la Segunda de Pedro, podría ser aun mejor el orden: Santiago, Judas, Pedro, Juan; porque entonces las iWístolas realmente generales de Santiago, Judas y Pedro seguirían a la Epístola general ~ los Hebreos, el orden de sucesión estaría de acuer· do con la verdadera relación entre .Judas y la Segunda de Pedro, y las Epístolas. y el Apocalipsis de Juan estarían juntos como un grupo final. Pero los eruditos bíblicos no están de ninguna manera seguros de que Ju· das fuera escrita antes de la Segunda de Pedro, y por esto su situación propia queda al presente en duda. HI.

EL TEXTO GRIEGO DEL :NUEVO TESTAMENTO. Cualquier comentario que sea digno de llamarse así tiene que tomar en cuenta el texto griego del Nuevo Testamento. Puede exponer en su ma· yor parte una versión corriente de ese texto, pero nunca podrá hacer esto en una manera segura y satisfactoria sin compararla con el original griego. Pero aquel original, según salió de las manos de los apóstoles y sus compañeros, ya no existe. ¿ Cómo, pues, podemos determinar con la mayor exactitud posible lo que era? Si todos los autógrafos han perecido, ¿ cómo hemos de averiguar lo que contenían? (1) Mediante manuscritos de una edad temprana, o copias de manuscritos que fueron hechos en una edad temprana. Unos cuantos de estos manuscritos, notables por su antigüedad e importancia son escritos con letras mayúsculas, y por esto' son llamados unciales. No es increíble que algunos de los autógrafos inspirados estuviesen en las manos de los que prepararon los más antiguos manuscritos existentes; sin embar~o. no hay evidencia de esto, y es poco probable. Una gran mayoría de los manuscritos conocidos están escritos con letras pequeñas unidas unas con otras, y por esto son llamados cursÍ1lOs. (2) Por las 1:ersione,~ de una edad temprana. Solamente las que se hicieron durante los primeros tres siglos valen mucho para estableepl' ,p} texto original; y de las versiones tempranas las más literaleA son las más útiles en este respecto. Una traducción libre y parafrástiea, por más fiel e idiomáticamente que pueda expresar el sentido del original, es de poca utilidad para revelar el t('xto inspirado.

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INTRODUCCION GENERAL

(3) Por las Oitas hechas por los escritores primitivos. Estas citas se düerenclan en valor para la critica textual según el siglo en que cada escritor vivió, el grado de exactitud con que citaba pasajes de la Escri· tura, y el idioma que empleó. Citas del Testamento griego por escritores griegos, como Orígenes, Atanasio, Hipólito, Cirilo, serían con frecuencia decisivas en la· determinación del texto según se hallaba en los manuscritos usados por ellos, mientras que las citas en latín por Tertuliano, Cipriano o Agustín serían menos decisivas en su evidencia .. (4) De las Ediciones Críticas del Nuevo Testamento basadas en un (>xamen cuidadoso de las fuentes precedentes. Si todos los mejores edi· tores están de acuerdo con respecto a un pasaje especial, hay mucha razón para creer que sea genuino. Si tienen. diferente opinión, es de presumirse que hay motivos de d!lda, y de todos modos un comentador se ve compelido a escudriñar bien las fuentes de evidencia. Entre los editores, Lachmann, Tische:i:tdorf, Tregelles, Westcott y Hort, merecen aten· ción especial. Volviendo a la consideración de los manuscritos, puede observarse que todas las copias griegas del Nuevo Testamento están escritas con letras unciales (o mayúsculas). Esta forma prevaleció· como hasta el siglo dé· cimo. Pero en el siglp nueve o diez comenzaron a usarse las letras cursivas, y con varias ligaduras y contracciones, continuaron empleándose hasta la introducción de ]a imprenta. Por razón de su edad, por lo tanto, los manuscritos uneiales, son, por lo regular, de valor pre-eminente; pero ¿hay algunas señales por las cuales los manuscritos más primitivos de esta clase puedan distinguirse de los posteriores? Según Scrivener, "las personas que' han tenido mucha experiencia en el estudio de manm;¡rritos pueden distinguir uno de otro con respecto a su estilo y carácter; de' modo que el período exacto en que cada uno fue escrito puede determinarse dentro de ciertos limites inapreciables" (pág. 28). y después de Reñalar tan críticamente como le fue posible, por medio de facsímileR y notas verbales, los canibios. que se efectuarón en varias letras unciales del alfabeto, resume los resultados en dos proposiciones: "Primero, que los unciales rectos o cuadrados son más antiguos que los que son angostos. oblongos, o inclinados. En segundo lugar, que mientras más sencillo y menOR elaborado es el estilo de la escritura, más remota es su fecha probable" (pág. 38). No puede haber dudas razonables acerca de estas proposiciones, pero los cambios de siglo en siglo deben ser notados con una exactitud especial, y nadie, sino los expertos, pue'dehablar con entera confianza con respecto a ellos. Afortunadamente, sin embargo, el número de peritos en este ramo de erudición no parece disminuir, sino que más bien aumenta. Además de esto, los más antiguos manuscritos del Xuem TeRtamellto están escritos en vitela-esto es, hablando estrictamente. en piel delgada de terneros pequeños: o sebre pergamino-esto es, piel de ovejas o cabras. En efecto, dice Scrivener que los más antiguos están "casi invariablemente escritos en la vitela más delgada y blanca que podía conseguirse, mientras los manuscritos de edades posteriores son por lo regular

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pergaminos gruesos, desteñidos, y de textura tosca. Sin embargo el pa· piro era un material más barato, usado muy generalmente en lugar de vitela o pergamino, en el tiempo en que las Escrituras del Nuevo Testa· mento fueron escritas, -y "su carácter frágil y quebradizo" puede tal vez explicar el hecho de que no exista ningún manuscrito original de ningún libro del Nuevo Testamento. En cuanto a su forma los manuscritos comúnmente se parecen a libros impresos. Sólo unos cuantos son folios, hay más en octavo, pero la mayor parte son en cuarto, cuya altura excede un poco a su anchura. Muchas copias tienen dos columnas griegas por página, pero el Códice Va· ticano tiene tres, y el Códice Sinaítico tiene cuatro. En los manuscritos primitivos unciales no hay espacio entre las distintas palabras: el lector tiene que separar en palabras la sucesión de letras al pasar la vista a lo la.,rgo del renglón uniforme. Pero "los manuscritos Sinaítico y Vaticano tienen uno que otro punto al nivel de la parte superior de las letras, y de vez en cuando una interrupción en la línea continuada de unciales, con o sin el punto, para denotar una pausa en eL sentido" (Scrivener). Las abreviaturas son algo frecuentes, pero rara yez ocasionan ambigüedad, puesto que casi nunca se usan a menos que las palabras sean familiares-v.g. Ths. en lugar de Theós, xs por xúrios, Is por Iesous, Xs por Xristós, Pnaa por Pneuma. J~os siguientes manuscritos tienen que ser mencionados con frecuencia en el Comentario, por lo que hay qué describirlos brevemente: (1) El OÓdice Sinaítico (o ~ ) está actualmente en San Petersburgo y es propiedad del emperador ruso (1886). "Está hechode las pieles más finas de gamuzas, y sus hojas son tan grandes que un solo animal daría solo dos" (Cod. Fred. Aug. Proleg., seco L). "Consiste de 345Y2 hojas de piel, 14711:? de las cuales contienen todo el Nuevo Testamento, la Epístola de Bernablo, y un fragmento del Pastor de Hermas. Cada página contiene cuatro columnas, con 48 renglones en cada columna." Se supone que fue escrito como a mediados del siglo cuarto-esto es, cerca de 350 D. deJo C. En 1862 el Emperador de Rusia publicó un~ edición facsímile de tres cientos ejemplares, editada por Tischendorf, quien descúbrió el' manuscrito en el Convento, de Santa Catarina, al pie del Monte Sinaí, en 1844. (2) El Oódice Alejandrino (o A) se halla en el Museo Británico. Está escrito en vitela con letras unciales. Cada página tiene dos columnas con cincuenta renglones cada una. El cuarto volumen, de 134 hojas, contiene la mayor parte del Nuevo Testamento, también la Primera Epístola de Clemente de Roma, una pequeña parte de la ,llamaba Segunda Epístola, y tres hermosos himnos cristianos. Falta el Evang,elio de Mateo desde el principio hasta 25:6; el de Juan desde 6 :50 hasta 8 :52 (dos hojas); y la Segunda a Corintios, desde 4 :13 hasta 12:6 (tres hojas). Todos los otros libros del Nuevo Testamento se hallan íntégros. I~as Epístolas Católicas siguen a los Hechos, y las Epístolas Pastorales a la Epístola a los Hebreos. Este manuscrito se atribuye, por buenas razones, al principio, o a más tardar, a mediados del siglo quinto, 400-450 D. de C. Se cree que haya sido lleyado de Alejandría a Constantinopla por el patriar-

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INTRODUCCION GENERAL

ca Cirilo Lucas, quien lo envió a Carlos l. de Inglaterra, por conducto del embajador inglés, Sir Thomas Roe, cerca de 1628. (3) El Oódice Vaticano (o B) está en la Biblioteca del Vaticano en Roma. Todos los que han examinado este Códice alaban altamente la vitela fina y delgada, la quirografía clara y elegante del primer copiante, y la sencillez de todo el estilo de la obra" (Scrivener). El Nuevo Testamento llena 142 hojas (de las 759 en que está toda la Biblia). Cada una de las tres columnas de cada página tiene 42 renglones, con 16 o 18 letras por renglón-siendo las letras algo más pequeñas que las del Códice A, y mucho más pequeñas que las del Códice~No hay intervalos en· tre las palabras, y ningunas mayúsculas aumentadas a prima man'U al principio de los períodos. Contiene el Nuevo Testamento completo hasta Hebreos 9 :14 por el copiante original, mientras el resto de Hebreos, las cuatro Epístolas Pastorales y el Apocalipsis, fueron añadidos, según se dice, en el siglo quince de un manuscrito que pertenecía al Cardenal Bes' sarion. Por el consenso general de los Críticos este manuscrito se atrio buyea mediados del siglo cuarto, 35,0 D. de J. C., Un llamado facsímIl dé# ha sido publicado por la curia .r:omana. (4) EZ Oódice Efraemi (o C) está en la Biblioteca Real de París. Es un palimpsesto (1) y contiene fragmentos de todas partes del Nuevo Testa· mento sobre 145 hojas, pero montando por todo a menos de las dos terceras partes del volumen. Como 37 capítulos de los ~vangelios, 10 de los He· chos, 42 de las Epistolas, y 8 del Apocalipsis han perecido. Está escrito sobre vitela, muy buena, pero no tan fina como la del CÓdice.A y algunos otros. No tiene sino una columna por página con 40 a 46 renglones por columna. I~as letras son un poco más grandes y más elaboradas que las de A o B. I~~ escritura es continuada, pero con un solo punto para puntuación, y éste punto comúnmente, aunq~e no siempre, colocado a nivel de la extremidad superior de la letra precedente. Este manwscrito pertenece al sigló quínto (cerca de 450 D; de' J. C.), Y es de "primera. 1m":

portancía" hasta donde alcanz!j.. (5) El Oódice Bezae (o D de los Evangelios y Hechos) está en la Bibliotecade Cambridge (Inglaterra), a cuya Universidad fue presentado por Teodoro Beza en 1581. Es un manuscrito sobre .vitela, aunque el material no es tan fino como el de ~ A, o B. El texto griego escrito a la izquierda de cada página va acompañado por una versión latina a la derecha-siendo lo~ renglones tan opuestos y paralelos como es posible. IJas letras son del mismo tamaño que las del Códice C. Tanto Davidson como Scrivener dicen de este manuscrito que "su singularmente corrompido texto en conexión con su grande antigüedad, es un problema curioso que no puede resolverse fácilmente." "El mejor juirio de la edad de este manuscrito parece ser el que lo asigna al siglo sexto."· "Tomando en consideración las particularidades de este MS., puede decirse que su evidencia cuando e,~tá· ,~o10, especialmente en adicionf's, es casi de n,ingún (1) Esto es, C6dice Rescrito, habiéndose parcialmente borrado el escpito original, para escribir sobre él un segundo tratado ..

INTRODUCCION GENERAL

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valor en cuanto al texto genuino, pero del mayor valor cuando es corroborada por otra autoridad muy antigua" (Tregelles). (6) El Oódice Regius (o L) está en la Biblioteca Real de París. Consiste de 257 hojas de: vitela gruet>a, con dos columnas de 25 renglones en cada página, y contiene la mayor parte de los cuatro Evangelios. Fue publicado por Tischendorf en su Monumenta Sacra Inedita, 1846. Escrito en el siglo octavo o noveno, es muy semejante en su texto al Códice B, a las citas de Orígenes, y las lecturas marginales de la Siriaca Philoxe;niana (616 D. de J. C.), y por esto es muy apreciado por los mejores criti.; coso Las siguientes observaciones de Westcott merecen atención: (1) "Que B merece el primer lugar como autoridad, (2) que N y D tienen mucho en común yun texto de mucha antigüedad, perteneciente al fin del segundo siglo; (3) que las lecturas características de C y L indican cuidadosa revisión gramatical; (4) que en los Evangelios A da un texto revisado que es la base ·del texto alejandrino posterior; (5) que las lecturas características de B; de N D y de C L, tienen tod!ls más o menos, apoyo en la edad ante-nicena;. y (6) que muy pocas lecturas en los evangelios no apoyadas por N, o B, o D, pueden resistir la critica." Más de mil y quinientos manuscritos cursivos de todo el Nuevo Testamento o de partes de él se sabe que existen-todos ellos escritos desde 900D. deJo C. Pero sólo unos ~uantos de este gran númerQ han sido bien "cotejados". Algunos de éstos merecen menciona,rse en este lugar: 1. El Oódice Basiliensis es un manuscrito iluminado que se halla en Basilea, atribuido al siglo décimo. Ha sido cotejado por Wetstein, C. L. Roth, y. Tregelles. "En los .evangelios el texto es muy notable, adhiriéndose mllY de cerca a los unciales B L, Y otros de esa clase." (Scrivener). 13. El 06dice Regio 50 del siglo duodécimo es considerado (juntamente con 124, y 346) como un traslado de un manuscrito cuyo texto era substancialmente el mismo que el del uncial D_ 33. El 06dice Regio 14 es un infolio del siglo duodécimo, que contiene todo el Nuevo Testamento COn excepción del ApOCálipsis. .El texto es de mucho valor, asemejándose a los Códice B, D, L más que al de ningún otro cursivo. "Después de Larroque, Wetstein, Griesbach, Begtrup, y Scholz, fue muy laboriosamente cotejado por Tregelles en 1850." (Scrivener). 157. El 06dice Urbino-Vaticano del siglo duodécimo, declarado por Birch, el manuscrito más importante del Nuevo Testamento en el Vaticano, después de B. Entre lo!,! cursivos sigue en valor al Códice 33, 205 Y 209, que pertenecen a la Biblioteca de San Marcos, Venecia, que Bnrgon supone que son copi.as del mismo arquetipo, tienen un texto muy s\>mejante al de B,. al menos en los .evangelios. Son asignados respectivamente a los siglos décimo quinto y duodécimo. Para un informe más detali:.>do de los manuscritos del Nuevo Testamento referimos al lector al cuarto volumen de la Introd'twción al Estudio Orítico . ..• de las Sagradas Escrituras, nueva edidón (186G), siendo este volumen escrito por S.

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INTRODUCCION GENERAL

P. Tregellcs; a la Introducc'ión a la O¡-Uica del Nuevo Testamento, segunda edición por Scrivener; a La Historia- de los Ma'1l patrísticas como guía al texto original del Nuevo Testamento. Porque hay lugares, aunque son pocos, donde los Padres apelan a ,los códices de su propio tiempo como diciendo así ~- así, o donde distinguen entre los códices, diciend() que muchos de ellos tienen una lección particular, y dando a entender que otros no la tienen. Hay lugares tambi"ll donde muestran, por exposición o por argumento. cual debe de haber sido la lección aceptada por ellos, aunque para nosotros sea dudosa. Especialmente valiosos en este respecto son los comentarios de los escritores griegos; y no decimos demasiado al afirmar que las obras de Orígpnes y de algunos otros pueden estudiarse provecho!lamente con el propósito de determinar el texto original del :Xuevo Testamento. Xo obstante esto, mientraR que los escritos de 101'1 Padres cristianos no ha,an sido redactados con

>dvi.

IXTRODUCCIOX GENERAL

cuidado particular, y con el uso de los más antiguos manuscritos que se han conservado, debe tenerse la mayor cautela al hacer apelaciones a ellos. A la luz de estos hechos con respecto a las fuentes de evidencia en cuanto al origen del texto del Nuevo Testamento, es manifiesto que se exige a los intérpretes que decidan por sí mismos lo que aquella evidencia re· quiere, al menos en los casos en qué los críticos editores no están de acuerdo; y los escritores de este comentario a veces han hecho esto. Se observará, sin embargo, que han procedido en este asunto con grande cautela, rara vez favoreciendo un cambio del texto del cual fue hecha la Versión común a menos que ese crimbio haya sido adoptado por algunos de los mejores editores y exigido por evidencia primitiva y grave. En otras palabras, han trabajado diligentemente para descubrir la pura pa· labra de Dios como 'fue entregada a los '(Tistianos primitivos por hombres inspirados, y con no menos diligencia, para determinar la significación precisa de aquella palabra, y expresar dicha significación de la manera más clara posible a la mente del lector. Con estas observaciones esta Introducción podría concluirse. Pero puede ser que HO hagamos mal en añadir unas cuantas palabras de explicación. (1) Serán preparadas introduccion~s especiales a los distintos libros del Nuevo Testamento por los escritOJ.:es sobre esos libros-siendo la presente Introducción de carácter general, aplicable al Nuevo Testamento como colección de escritos sagrados, pero sin propo· nerse dar toda la evidencia a favor de los autores y de la autoridad de l{)s libros particulares. (2) El que esto escribe no es responsable sino por la elección de los escritores que preparan este Comentario, y por el ca· rácter general del mismo Comentario, pero no por los detalles de la interpretación en pasajes particulares. Sin embargo, en unos cuantos ca· sos ha insertado breves notas calzándolas con sus propias iniciales (A. H.) . (3) Como puede deducirse de nuestra Introducción General, se ha dado debida atención por los escritores de este Comentario a los resultados de la moderna erudición bíblica en cuanto a la autenticidad, el texto original y la verdadera significación de las Escrituras del Nllevo Testamento. (4) Sin embargo, los resultados del estudio cuidadoso y crío tico son presentados de la manera más clara posible. Rara vez se introducen palabras griegas; en efecto, no se hace nunca a menos que se crea necesario para justificar la interpretación dada; y cuando se in· troducen se traducen cuidadosamente-siendo distintamente el objeto de los escritores el hacer que el Comentario sea útil a todos los que desellll conocer la palabra de Dios. Por esto con frecuencia se insiste en este Comentario en las aplicaciones prácticas de la verdad divina. ALVAH HOVEY. Xewton Centre, ,Julio 5, 1881.

A la cara memoria de GESSNER

HARRISO~,

lI. D.,

Por lIucbos Años Pr(lfesor de Idiomas Antiguos en la Universidad de Virginia. A vuestros pies aprendí a amar el griego, y mi amor a la Biblia fue nutrido por vuestra devota piedad. Si estuvierais aun entre nosotrm~, bondadosamente daríais la bienvenida al fruto de estudio que abora sólo puedo colocar sobre vuestro sepulcro; y gustosamente aceptaríais cualquiera ayuda que pueda prestar para el mejor entendimiento de la bendi· ta palabra de Dios, el tesoro de nuestro cristianismo común cuyos consuelos y esperanzas os sostuvieron en la vida ~. I'n la muerte, y os arompafiaron basta lo invisible y eterno. Xomen multis clarum et venerabill', ~Iihi adhuc magíster atque put!'r. .J. A. B.

PREFACIO Este Comentario fUI' ('!'('rito l'n prinll'l' lu~al' para per!'onas que 110 saben griego. Pero hemos ]lIIe!'10 en notas al~unas matprias interesantps a los eruditos, con respecto a la Gramática Oril'ga ~. especialmente a la erítica del texto. Estas no embnrnznrán al lector general pues ¡;e hallan del todo separadas e impresas con letra más chica. La base de la obra es, por supuesto. mi estudio personal del griego, mantenido por los muchos afios que he pa¡;ado como Profesor de Interpre· tación del Nuevo Testamento, y renovado para esta tarea con la a~'uda de léxicos, gramática¡;, y concordancias. .Jamás he buscado interpretacio· nes llllevas solo por el gusto de hacerlo, )lera creo haber arrojado alguua luz nueva sobre muchos puntos. . Al mismo tiempo, he buscado ayuda I'n las Yersiones antigua!' ~. los "Pa· dres" cristianos, así como en los muchos comentarios moderuo¡;. IJas Yersiones primitivas que se emplearon de continuo fueron la Pe¡;hita Si· l'iaca. la Menfita (Capta), la Antigua Latina en varias formas. la .Vul· gata Latinayla Gótica. (1). Los Padres que me han sido mas útiles han sido Orígene¡;, Gerónimo, y Crisóstomo, juntamente con los fieles discípulos de ('ste, Teofilacto. Eutimio y Agustin. Por supuesto que han sido examinados otros mu· chos sobre pnsajes o cuestiones especiales; y sobre dos o tres pa¡;ajes se ha hecho alguna contribución a la hi¡;toria de la interprptnción. ~Iateriales ahundantes de ilustradón han sido derivados de lo¡; pscritos judaicos. Por lo que toca a .10sefo y Filón, los lihro¡; apócrifos ;.' apoca· lípticos y la )lishna (principalmente en el latín de Surenhusio). los he )citado comúnmente sólo después de hacer un examen per¡;onal del texto. Por el Talmud de .1 erm;alem. he usado la traducción al francés por Schwab hasta donde se ha dado a luz. El Talmud de Babilonia. 108 TargumR. )lidrashim. etc" ¡;on citados de segunda mano de los extracto!'! dados por Lightfoot. Schorttgen. Wet!'!trin. Gill y oÍl·O¡;. illl'lnyendo especialmente las obra!'! recientes de Wnn¡;che y Eclrr!'!lH'im. lo!'! cuaIr!'! han hecho mnchas adicioTIP!'! y rorreccione!'! Yalio!'!a!'!. Se e!'!¡wra flue las frecuentes referencia!'! a .J oRefo inducirún a algnno¡; a familiari· (1) Pa,ra el Antiguo Latln, además de las coleccione. de Sabatier )' Bianchlnl me . ha Interesado el texto mixto de Mateo redactado por Wordsworth. En unión con el texto común impreso de la Vulgata latina, he usado el texto revisado de Tlschendor! de la Vulgata, ·Es hien sabido que el Peshito, por lo que toca a la ex~gesl9, es una ·versión deleitosa, El articulo del Obispo Lightfoot en la "IntroducC'ión a la Critica del Texto" de Schrivener (ediciones segunda y tercerR) ha demostrRdo la grande Importancia de las versiones egipeias con respeeto nI texto. Puedo te"stifiear que, aun. que no se tenga más que escaso conocimiento del idioma cóptlco, se hallará la versión memfltica también muyíltil en la eXégesis, y el Idioma muy C'urloso e Interesante. El gótico puede aprenderse fácilmente por los que saben el inglés )' el alemán, y muy fácilmente si saben el Anglo-sajón,

PREFACIO

li.

zurse con Hl1H eH('l'itos, deseuidados desgraeiadamente por muchos en la actualidad. Las referencias a la Apócrifa del Antiguo Testamento no dan a entender que esos escritos sean en sentido alguno, parte de la Biblia, y sólo se emplean, como otras obras judaicas, para mostrar opiniones o costumbres judaicas, o para ilustrar ciertos usos de lenguaje. Muehas de las citas ilustrativas de las obras clásicas latinas y griegas han sido tomadas de Wetstein, y otras han sido tomadas de otros libros. El comentario procura presentar sólo los resultados de todos estos estudios, y siempre, según se espera, en una forma inteligible para el lector. Por lo que toca a los comentadores modernos estoy, por supuesto más agradecido a Meyer que a ningún otro. El estudio que he hecho de sus obras durante toda mi vida y mi temprana adopción de métodos de exposición léxico-gramaticales semejantes a los suyos hace difícil determinar lo que haya sido originalmente sacado de sus escritos; lo hemos confesado de una manera especial siempre que ha habido obligación consciente, y agregamos este reconocimiento general. También hace mucho que he encontrado que los comentarios del Obispo Ellicott me proporcjonarol1 una disciplina altamente ventajosa en la interpretación gramatical, así como los del Obispo Lightfoot en la interpretación histórica y las varias obl'as del Canónigo Westcott me han sido muy útiles. Con excepción dp1\:[eypr y alexander en la preparación de esta obra, he examinado por lo ]'pgnlar versiones, Padres, y comentarios más modernos ·en su orden crOllOlógieo. Así es que antes de examinar escritores recientes, por lo regula]' había ya reconocido el mismo terreno que éstos. El resultado tenía ql1r Rer naturalmente coincidencias frecuerites de opinión, y a veces semejanzas curiosas de expresión. Siempre que una expresión u ohservación han sido derivadas de obras antiguas o recientes, se ha hecho recOllOcimiellto expreso de ello. Los escritos de Calvino, Maldonato, Bengel, Keim, 'Veiss, Lutteroth, Plumptre, Morison, y Edersheim, con mucha frecuencia me han sido útiles, lo mismo que otros que no puedo mentar particularmente>. En cuanto al material que es común a Mateo y los otros Evallge>lios, no hemos adoptado ninguna teoría. Los que sostienen que Mateo y Lucas fueron hasados sobre Marcos, o cosa por el estilo, pueden hacer que esta opinión parezca plausible con ejemplos escogidos al efecto. Pero si se' observan cuidadosamente, por ejemplo, los esfuerzos de Keim para demostrar a eada paso' que l\Iarcos ha sacado de Mateo, y los de ,Veiss para probar que l\Iateo basó su evangelio sobre el de Marcos, apenas puede lUlO dejar de percibir que las dos hipótesis dejan de demostrarse, no obstante el hecho de que Keim y 'Veis~ son hombres de rara habilidad, altísima erudición, curiosa ingeniosidad y libertad sin vacilaciones en manipular los matel·iales. 'l'ampoco han aventajado mucho las publicaciones recientes de E. A. Ahhott y Rushbrook a la obra semejante de Ewald. Con respeeto a las contradicciones aparentes, o "discrepancias;" entre Mateo y los otros (',nlllgelios, he ofrecido las explicaciones que me parecieron razonables, sin alentar una solicitud nerviosa por expliearlo todo, considerando qne llllef'tra información es limitada, ~' los puntos de desemejanza son taJes cuales eran de esperarse en distintas relaciones del mis-

lii.

PREFACIO

mo acontecimiento o discurso, sin dejar de ser cada uno de ellos enteramente correcto. En todos los casos de incertidumbre acerca del teKto griego que pudieran afectar la traducción· o interpretación me he propuesto presentar la lección preferible con confianza variable según la evidencia; y en todos los que son de interés considerable se ha presentado la evidencia dé un modo más o menos completo en notas. Además de las personas versadas en la crítica textual otros lectores que tengan curiosidad con respecto al asunto examinarán probablemente estas notas; y poI' esto he procurado presentar la evidencia interna, esto es, las probabilidades intrínsecas con respecto a lo que escribió el autor, y las probabilidades transcripcionales con respecto a los cambios que verosímilmente hayan sido hechos sin mala intención por estudiantes o copiantes, en términos tales que pudiesen ser inteligibles al lector general. Como es, por lo regular más fácil presentar probabilidades transcripcionales, que infrhisecas, puede parecer que haya dado una importancia relativa más grande a aquéllas que lo que pensaba. En muchos casos la nota una discusión bastante completa (1). Debe tenerse en cuenta que el lector podrá juzgar más sanamente de semejantes cuestiones al paso que adquiera experiencia.~ La solicitud y aun alarma, que algunos sienten tocante a la crítica textual deben tenerse por infundadas. En vez de hacer vacilar la; fe en la Escritura, estas investigaciones esforzarán últimamente la fe. Cuando haya pasado el disgusto causado por tener que abandonar una expresión familiar empieza uno casi invariablemente a ver que el verdadero texto es el mejor. Se sabe ya que las enseñanzas generales del Nuevo Testamento con respecto aJa doctrina y el deber son establecidas independientemente de todos los pasajes que contienen lecciones dudosas. ¿Por qué ha de parecernos extraño que fuese difícil a veces determinar el verdadero texto? Se sabe bien que exista incertidumbre semejante en cuanto a la traducción e interpretación de algunos pasajes. Esto no despierta ninguna alarma ni ansiedad; y tampoco debemos inquietarnos por una que otra incertidumbre con respecto al texto. Además de esto el peligro de preocupación subjetiva al juzgar del texto no es más grande que en la interpretación y traducción. Las referencias a otras. partes de la· Biblia son el resultado de indagaciones cuidadosas, y el ministro o maestro de escuela dominical que desee (1) Las contribuciones generales a la critica del texto hechas por Westcott y Hort son del más alto valor, y la mayor parte de sus juicios Sobre pasajes particulares me parecen correctos. Pero én alguRos casos me he sentido precisado a disentir, y dar las razones tan plena y fuertemente como me lo permiten el carácter y los lfmites de esta obra. Esto ocasiona cierta actitud polemfstica hacia escritores a quienes me siento profundamente adeudado y cordialmente agradecldo.- Puede ser bien manifestar de una manera general que me parece que Westcott y Hort tienen bastante razón en suponer que hubiera un tipo de texto griego "Siriaco" y otro "Occidental'·; pero su supuesto tipo "Neutro" no es de ni~guna manera desligado del "Alejandrino." y aunque han rehabilitado noblemente la evidencia interna, edificando su sistema orlginalmen~e sobre esa base parecen errar en algunos juicios particulares, siguiendo un pequeno grupo. de documentos e:r;t oposici6n a evidencia interna que otros no pueden menos que juzgar c!>mo decisiva.-Donde he manifestado la evidencia documental se ha to~ado d.e Tischendorf, coI! algunas adiciones de Westcott y Hort, y unas cuan~ tas de mI propIa lectura. EspeCIalmente, he añadido, donde me pareda deseable las lecciones del Códice Rossanensia ( ~) nuevamente descubierto. . ,

PREFACIO

¡iii.

estudiar cuidadosamente algún pasaje especial encontrará provechoso con~ sultar todas las que se dan. Los comentarios se usan principalmente, no eomolectura continuada, sino en el estudio de textos o párrafos particulares. Por lo mismo es muy conveniente hacer referencias a otras partes de la obra, en que una palabra o frase pueda hallarse especialmente explicada, o una materia semejante más ampliamente discutida. Se dan descripciones de lugares y bosquejos de historia personal en bien de los numerosos lectores que no tengan un diccionario de la Biblia, y porque otros, que no se molestarían para buscar el libro de referencia, tal vez leerán el breve informe dado aquí. Estos artículos son arreglados con la mira especial de ilustrar los evangelios. Los materiales de descripción se han sacado dé muchas partes, notablemente de "Biblical Research" de Robinson, y "TheLand and the Book," de Thomson, y también de las exploraciones recientes de las Sociedades Ingleses y Americanas, particularmente como son representadas en los escritos de Warren, Wilson, Conder y de Merrill. Por supuesto mi propia visita a Palestina me ha ayudo en el uso de estos materiales; se dan extractos de mi diario en algunas partes donde parecía ser interesante la materIa, y no se ha encontrado en otras partes. Las citas del Antiguo Testamento necesitan atención especial, porque son muy numerosas en este Evangelio, y algunas de ellas presentan serias dificultades. La forma de la cita se ha comparado cuidadosamente con la que tiene en el hebreo y en la Versión de los Setenta, manifestándose las diferencias de lenguaje y en lo posible, dándose razón de ellas; la significación ha sido examinada más cuidadosamente aun, a fin de ver hasta· dónde es posible percibir la base para afirmar una relación profética. Me he afando en estos pasajes, y en todas partes, por no afirmar cosa alguna como segura, cuando es solamente probable, y por reconocer francamente todas las dificultades. La frase "Homilética v Práctica" se me hizo familiar cuando traducía y redactaba la porció'iJ. así designada de Lange (Erdmann) sobre 1 y 2 de Samuel. Hay ventajas en dar observaciones homiléticas y prácticas sobre todo el párrafo,en vez de hacerlo sobre versículos sucesivos. Sin embal'go no se puede hacer una distinción exacta, y se encontrarán discusiones generales y observaciones prácticas en conexión con las explicaciones. Además de notas separadas de verdad, y sugestiones de deber y consolación, he dado con frecuencia bajo esta división planes de pensamiento, esperando que serían más interesantes y harían una impresión más duradera, que observaciones separadas. Cuando tales planes llegan a ser bosquejos de sermones puederi sugerir a los ministros lo practicable de construir, por métodos semejantes, mejores sermones propios. 1.os extractos agregados han sido limitados rigurosamente a pasajes breves y meduloRos de los Padres griegos y latinos, de Lutero y Calvino, de Jeremías Taylor, el Obispo Hall, y Mateo Henry, juntamente COn algunos de otros escritores, particularmente sobre los capítulos 5-7. Al principio se hicieron hastantes extractos de las excelentes obras homiléticas de D. Thomas, José Parker, y el Obispo Ryle; pero como el libro iba resultando

liv.

PRBFACIO

demasiado grande para su designio, y com.o estas obras son comunes y no costosas, me pareció mejor, en la revisión final, omitir la mayor parte de lo que habia sido sacado ,de estos libros. Los extractos han sido a veces condensados o ligeramente alterados. Este comentario no profesa ser no denominacional. Asuntos sobre los cuales nuestros cuerpos religiosos tienen distintas opiniones han sido discutidos con completa franqueza, pero también, según se espera, con verdadero respeto y consideración cristiana. Después de todo, no hay más que unos cuantos pasajes en el evangelio con respecto a los cuales hay desacuerdo serio entre las denomináciones evangélicas. Mientras preparaba estas exposiciones me he acordado de continuo de la mejor clase de maestros de escuela dominical. Me ha sido interesante observar, en la última revisión, con cuanta frecuencia mis párrafos están de acuerdo con las Lecciones Internacionales sobre este Evangelio, que se estudiarán desde ,Tulio dé 1887 hasta Julio de 1888. El maestro que dispone de poco tiempo encontrará fácil practicar, con respecto a las discusiones largas, lo que una alta autoridad literaria ha llamado "judicious skipping" (pasar por alto juiciosamente) ; porque, como las porciones explicadas están impresas con letra gruesa, el ojo pasará con rapidez de una palabra o frase a otra. Algunos maestros derivarán instrucciones útiles y prácticas para sus discípulos de los párrafos intitulados "Homilética y Práctica". Hace más de veinte años que emprendimos esta obra, activándola bastante en distintos· períodos, y por varios años con aplicación raramente interrumpida. Porciones considerables han sido escritas y vueltas a escribir dos· o tres· veces. Me he afanado por hacer un comentario claro, sano y útil, y me alegraré y estaré muy agradecido a Dios si resulta aceptable y provechoso. a los lectores serios de la Biblia. Louisville, Noviembre de 1886.

J. A. Broadus.

Por varias razones no se ha preparado ninguna Introducción a Mateo. IJas opiniones del autor tocante al origen y la autoridad de este Evangelio serían sustancialmente las mismas presentadas en "La Introducción al Nuevo Testamento" de Salmon; "La Introducción General" de Hovey; las obras de Westcott y Charteris sobre. "El Canon del Nuevo Testamento," etc. "Al fin del volumen se hallará un índice de los escritores citados, con explicaciones de nombres abreviados, y algunos informes elementales en cuanto a los autores y sus libros; y un segundo Indice de términos y ma· terias, personas y lugares, acerca de los cuales se dan informes generales en el comentario sobre los pasajes indicados.

En esta traducción se emplean la Antigua Versión de Cipriano de Valer.a,comunmente llamada la ''Versión de l[adrid," y la Versión Modernu_

COMENTARIO SOBRE

EL EVANGELIO SEGUN

MATEO

EL

EVANGELIO SEGUN MATEO CAPITULO 1. LIBRO de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo dé' Abraham.

I

G~neal?~¡a de Jesu-Cristo, DavId, hIJO de AbrR.ham.

hijo

de

1 O. n:1('jluit"nt«H CQnl0 en el ver. 18.

LA GENEALOGIA DE cho que se ha supuesto que la palabra inglesa "gospel" fue derivada de godTítulo Tradicional. Antes de media- spell, palabra del idioma anglo-sajón, dos del siglo segundo, encontramos el que significa historia buena, buena nuenombre Evangelio ya aplicado a las na- va, siendo así una traducción literal del rraciones de la vida de nuestro Salva- griego. Pero, etimologistas recientes cadoro Dice Justino Mártir: "Los apósto- si han probado, por la comparación de les, en las memorias hechas por ellos, idiomas relacionados, que se deriva de que son llamadas Evangelios." La pala- "God" y "spell," y que significa, por bra griega que se traduce así, que sig- lo tanto, una narración de Dios, y por nifica "un buen mensaje," "buena nue- lo tanto la historia de Cristo. va,", "noticias alegres," se halla algunas Mateo empieza su evangelio con la veces en Mateo y Marcos (v. g. Mat. 4: genealogía de nuestro Señor. Propo23; 26:13; Mar. 8:35; 16:15) donde de- niéndose probar, especialmente a los nota, en general, la buena nueva del judíos, que Jesús de Nazaret es el Mereinado áe Cristo, y de la salvación por sías, demuestra al mero principio que él; y sU aplicación subsiguiente anues- Jesús es descendiente de David, como tras cuatro narraciones de la vida y las había sido predicho acerca del Mesías. enseñanzas de Cristo fue natural y apro- A fin de establecer este hecho conforme piada. Las mejores autoridades primi- a la ley judaica, tenía que demostrarse tivas para el texto dan el título en la que el padre legal de Jesús era descenforma sencilla, Evangelio según Mateo, diente de David, como lo hace esta geteniendo unas de ellas sólo "Según Ma.. nealogía; y para dar al argumento más teo," siendo la palabra "Evangelio" so- peso, continúa hasta probar que descenbreentendida, aunque no expresada. De- dió de Abraham, el padre de la raza cir "San Mateo," práctica que muchas judaica, a cuya "simiente" la promesa personas retienen de la usanza roma- fue hecha (Gén. 17:7; Gál. 3:16). Lunista, es inútil, cuando no impropio. cas, que no escribió especialmente para Nadie piensa que sea irreverente men- los judíos, sino para todos, da la getar a Moisés o Isaías sin semejante pre- nealogía a alguna distancia del princifijo. La expresión peculiar tradicional, pio de su libro (Luc. 3 :23), y la ras"según Mateo," da a entender que el trea hasta Adam, el padre de todos los evangelio ha sido narrado por distintas hombres. (En cuanto a las discrepanpersonas, y que ésta es la manera en cias aparentes entre Mateo y Lucas, que Mateo lo ha presentado. Hace mu- véase lo dicho más adelante sobre Cap. Cap. 1:1-17.

JESUCRISTO.

2

MATEO

5: 17). Marcos, en su breve narración, no da genealogía, sino sencillamente empieza describiendo a J esu-Cristo como "el Hijo de Dios" (Mar. 1:1). Juan, deseando corregir errores ya comunes cuando escribió, con respecto tanto a la naturaleza humana como a la divina de nuestro Señor, empieza con su pre-existencia eterna como el Verbo, su divinid.ad y su oficio como Creador, y luego declara su encarnación, demostrando que no solamente en apariencia, sino en realidad, era hombre (Juim 1 :1-5, 14). Esta comparación nos hace ver claramente que el primer párrafo de Mateo, en verdad, la frase introductoria, da la clave de su tratado, que es de principio a fin, un ,~vangelio para los judíos. Algunos han supuesto que el evangelista adoptó esta genealogía en su totalidad de algún registro público o privado que existía entre los judíos. No hay nada derogatorio en esta idea, y el documento así adoptado, tendría para nosotros la sanción de la inspiración' en cuanto a su corrección; pero parece más natural pensar que Mateo formara la lista por sí mismo, sacándola de los registros del Antiguo Testamento y de los judaicos. Algunas de sus particularidades, v.g. la mención incidental de ciertas mujeres (véase más abajo), se explican mejor como introducidas por él con un designio especial. El que los judíos todavía en el primer siglo, poseyeran registros genealógicos, al menos de familias importantes, se comprueba por varios hechos. Así Pablo afirmó sin reserva que era de la tribu de Benjamín (Rom. 11:1; Fil. 3:5). Josefo ("Vida" S.l) da su propia descendencia sacerdotal y real por varias generaciones, y añade: "Presento la descendencia de nuestra familia como la he encontrado asentada en

Cap.

r

las tablas públicas, y para los que procuran denigrarnos deseo mucha felici; dad." Esta evidencia incuestionable le hacía sentirse perfectamente seguro. En el libro contra Apión describe el cuidado que tenían los sacerdotes residentes, en Egipto, Babilonia y otros países extran.j;eros, de enviar a J erusalem declaraciones propiamente certificadas con respecto a los casamientos y nacimientos en sus familias; y afirma que después de cualquiera guerra grande, tal como la que había habido recientemente, los sacerdotes sobrevivientes preparaban copias nuevas de los registros vIeJos. La historia relatada por Julio Africano (Euseb. "Hist" I. 7,13) de que Herodes quemó las genealogías de los judíos, a fin de impedir que su propia inferioridad fuese manifiesta, es incompatible con éstas y todas las demás declaraciones sobre el asunto, y seguramente no puede ser cierta en toda su extensión. Se nos dice que el Rabí Hillel, contemporáneo de Jesús, prob,j con las tablas genealógicas de Jerusalem que era descendiente de David. (Bereshith Rabba," f. 98, citado por Godet, "Com. sobre Lucas," 3 :23). Se narra también que Domiciano (D. C. 81-96) mandó que todos los descendientes de David fuesen muertos, y ciertos herejes denunciaron como tales a los descendientes de Judas, un hermano del Salvador, los cuales, habiendo sido llamados a la presencia del emperador, con,· fesaron que descendían de David, pero manifestaron que vivían del cultivo de sus pequeñas propiedades, y, móstraron sus manos endurecidas por el trabajo, (por lo cual vemos, como dice Weiss. que la familia de Jesús era todavía pobre), de modo que el emperador los despidió como personas incapaces de suscitar revoluciones. (Hegesippo en Euseb. "Hist." iii :19,20). Por otra parte todo esto ha cambiado en la actuali-

Cap.I

MATEO

I

3

2 Abraham engendró a Isaac: e Isaac 2 Abraham engendró a Isaac; e Isaac engendró a Jacob: y Jacob engendró a engendró a Jacob; y Jacob engendró a Judas y a sus hermanos: Judá y a sus hermanos;

dad. Los registros judaicos han perecido ya hace mucho, y ningún judío podría probar que es descendiente de David. Si se levantara alguno que pretendiera ser el Mesías, como todavia lo esperan algunos judíos, no podría presentar ·ninguna evidencia como ésta con que Mateo empieza su tratado. 1. Las primeras. palabras significan: o Libro de la generación, esto es, libro de descendencia, genealogía con referencia sólo a vs. 2-17 (Comp. Gén. 5:1; 11 :27), o Libro sobre el nacimiento, refiriéndose a toda la narración del nacimiento de Jesús en Cap_ 1 y 2. (Comp. el uso del mismo término en v. 18, traducido allí nacimiento). Cuál de esta~ dos significaciones de la frase deberíamos éscoger es dudoso, y de ninguna importancia. La opinión de algunos de que "libro de la generación" denota aquí una historia general (como es el caso tal vez en Gén. 25:19; 37:2), casI sin vacilación debería desecharse. Jesús, idéntico con Josué (véase sobre v. 21), es el nombre privado o personal del Señor; Cristo es su nombre oficial, traducción al griego de la palabra hebraica "Mesías," que significa "ungido." (Comp_ 1 Sam. 24:6,10; Sal. 2:2; 105:15; Isa. 45:1; Dan. 9:25,26; Juan 1:20,25,41; 4:25,29; Hech_ 4:26). Se halla en los evangelios como nombre propio sólo aquí y en los versículos 16 y 18, y probablemente en cap. 16 :21 (comp. tl¡lmbién v. 16, y 27:17; Mar. 1: 1; Juan 1:17; 17:3). En todas partes de los evangelios, con excepción de é·stas, denota el Mesías prometido o el ungido, a veces sin referencia de ninguna clase a Jesús, pero por lo regular aplicado a él por afirmación o inferencia. Cuando no es nombre propio co-

munmente tiene el artículo, "el Cristo," el cual frecuentemente se omite en la Versión Inglesa Común (véase sobre 2: 4). Si Jesús era o no el Mesías fue durante su ministerio cuestión discutible, y los Evangelistas, en su historia de él, no dan por sentado que ya hubiese sido resuelta_ Pero después de su ascensión naturalmente los apóstoles lo tratarían como cosa admitida, y por lo tanto "Cristo" o Jesu-Cristo," se usan con mucha frecuencia en los Hechos y Epístolas como nombre propio. De la misma manera Mateo, Marcos y Juan, escribiendo sus levangelios, emplean la misma ya familiar expresión en la introducción, aunque en el cuerpo de su na" rración hablan conforme al estado de la cuestión cuando sucedieron los acontecimientos_ En 16:21 podemos ver una razón especial, como se indica allí. y de la misma manera Jesús mismo en Juan 17 :3, orando en presencia de sus discípulos al fin de su ministerio, habla como dando por sentado que es el Mesías; así también en Mar_ 9 :41, "porque sois de Cristo," anticipa la convicción futura de sus seguidores. Hijo de Abraham, puede ser en aposición con "David" o con "Jesu-Cristo," siendo el griego ambiguo, como el Inglés. Pero cualquier sentido envuelve lo que expresaría el otro, y así los dos quieren decir la misma cosa: en Jesús fueron cumplidas las profecías de que el Mesías había de descender de David y de Abraham. 2_ De entre los hijos de Jacob,Judas, es mentado por ser aquel de quien David y Jesús descendieron; pero sus hermanos son mentados también por el Evangelista, tal vez sencillamente porque era común hablar de los doce patriarcas y

4

MATEO

Cap. 1

3 y .Tudá engendró de Tamar a Farés 3 Y .Tudas engendró de Thamar a Phares y a Zara: y Phares engendró a Esrom: y y a Zara; y Farés engendró a Esrom; y Esronl engendró a Aram: Esrom engendró a Ararn; 4 y Aram engendró a Aminadab; y Ami4 y Aram engendró a .e..minadab: y Aminadab engendró a Naassón: y Naassón en_ nadab engendró a Naasón; y NaaSón· engendró a Salmón; gendró a Salmón:

las doce tribus en conjunto (Hech. 7 :8, 9); o, puede ser que se hiciera con el propósito de reco~dar a sus lectores que todas las demás tribus eran de la misma alcurnia que Judas, por lo que tenían todas parte en el Mesías. Muchos de los nombres .en esta lista son, en la Versión Inglesa Común, más o menos diferentes en forma de los nombres correspondientes en nuestra versión del Antiguo Testamento, y en todas partes del Nuevo Testamento la misma cosa sucede con frecuencia. Los escritores del Nuevo Testamento em· plearon comúnmente la forma del nombre que ya era familiar a sus lectores tanto judíos como gentiles, quienes estaban acostumbrados a leer, no el hebreo original del Antiguo Testamento -porque el hebreo puro se usaba poco entonces en la conversación, (habiéndolo casi sustituido el aramaico) -sino la traducción griega llamada de los Setepta. Los autores de esa traducción con frecuencia dejaron de expresar en el griego los nombres hebraicos tan exactamente como podrían haberlo hecho. Además de esto, el idioma griego es en algunos respectos menos idóneo, para expresar palabras hebraicas que el inglés, particularmente con respecto a la . letra h, que abunda en los nombres hebraicos, y que el griego no puede representar de manera alguna excepto al principio de una palabra, o en las combinaciones ch, th, ph. Por esto Noah fue escrito Noé (24:37); Korak fue escrito Coré (Judas 11), y Elisha llegó a ser Eliseus (Luc. 4: 27). Por esto se ve que los nombres en nuestra versión del Nuevo Testamen-

to no sólo han sufrido un cambio doble, presentándonos la forma inglesa de la forma griega común de las palabras hebraicas-sino que la diferencia es aumentada por el hecho de que en nuestra versión del Antiguo Testamento, traducida directamente del hebreo, tenemos' el nombre con frecuencia expresado con más exactitud de lo que podría hacerse en griego. Los escritores del Nuevo Testamento dieron a sus ¡petores la forma de los nombres con que todos se habían familiarizado por la lectura de la versión de los Setenta; de modo que tenían la misma forma en los dos Testamentos. Y este resultado sería asegurado para los lectores ingleses, si en el Nuevo Testamento pusiéramos con letras inglesas no la forma griega del nombre dado aHí, sino la forma hebraica como se halla en el Antiguo Testamento. Entonces el lector de nuestra versión, como el lector en los días de los apóstoles encontraría el nombre en la misma forma en todas partes de la Biblia y así comprendería que es el mismo nombre. Habría unas pocas excepciones; como, por ej emplo, apenas sería propio escribir el nombre de nuestro Salvador Josué, aunque aquí recordaríamos así mucho más vivamente el origen y las asociaciones del nombre; y probablemente sería mejor retener la forma griega, Judas, para el discípulo traidor, y emplear Judá para designar al patriarca y otros. Pero generalmente hablando, las formas hebraicas pueden emplearse en el Nuevo Testamento sin dificultad o impropiedad. 3-5. Los comentadores siempre han notado que mientras esta genealogía\ según la costumbre, da solamente 103

MATEO 5 Y Salmón engendró de Rachab a Booz, y Booz engendró de Ruth a Obed: y Obed eng'endró a J essé: 6 y Jess,é engendró al rey David: y el

5

5 y Salmón engendró de Rahab a Booz; y Booz eng'endró de Rut a Obed; y Obed engendró a Isai; 6 e Isai engendró al rey David. y Da"id ell~'endró a Salomón d~ aque-

rey. David engendró 'a Salomón de fa que fué mujer de Unas: . lla que había sido mujer de Urías;

7 Y Salomón engendró a Roboam: y .. y Salomón engendró a Roboa111: y Roboam engendró a Abia: y Abra engen- Roboam engendró a Abias; y Abias eng'endró a Asa: dró a Asa; 8 y Asa engendró a Josaphat: y Josa8 y Asa, engendró a Josafat; y Josafat phat engendró a Joram: y Joraul engen- engendró a Joranl; y .Toranl eng"endró a dró a Ozias: ozras; 9 y Ozias eng'endró a Joatam: y Joatam 9 y Ozfas engendró a Joatalll: y .Toaengendró a Acaz: y Acaz engendró a Ezc- tan! engendró a ..:\.caz; y Acaz engendró qufas:

a Ezequfas;

10 y Ezequié.s engendró a l\Ianasés: y lIIanasés engendró a Amón: y Amón engendró a Josias:

10 ~- Ezequias eng'endró a )Ianasés: y ::\Ianasés eng"endr6 a A1116n; y .Alnón en~'endró a .J oslas;

O, A~"l.ll.

nombres de los hombres, hace mención incidental de cuatro mujeres-Tamar, Rahab, Rut, y la mujer de Urías-de las cuales tres fueron contaminadas con pecado vergonzoso, y la otra fue por nacimiento pagana. Parece qUe esto se hizo sencillamente porque cada una de Jas cuatro llegó a ser madre en la línea mesiánica de una manera irregular y extraordinaria, así como al mentar una larga lista de nombres es muy probablE: qU(;! se mencione alguna cosa poco común acel'ca' de este o aquel individuo. La 'significación mística que encuentran algunos en la introducción de estos nombres no puede ser aceptada por un jui-' cio sobrio; y la idea (Lange) de que Tamal', por ejemplo, obró realmente impulsada por una fe fanática, "resuelta a toda' costa a llegar a ser una de las madres de lli raza escogida de Dios," es especialmente extravagante.-:-La introducción tanto de Phares como de Zara, aunque sólo una persona se da en las otras partes de la lista, es probablemente debida al hecho de que se ha mentado su madre Tamal' (comp. 1 Cró. 2:4), que dió a luz a los dos al mismo tiempo.-No hay motivo suficiente para' dudar de que la Rahab mentada aquí sea la mujer famosa, de Jericó; ni de que había tenido la vocación ver-

gonzosa comúnmente supuesta.-En vista del tiempo transcurrido entre Salmón y David es probable que algunos nombres hayan sido omitidos (como también en Rut 4:21 sig., y 1 Cró. 2:11), tal vez entre Obed e Isaí; pero esto no es seguro pues la cronología de aquel" período es dudosa, y en algunos casos es posible que los padres hayan sido ya grandes cuando nacieron los niños. 6. David el reyeS designado así, probablemente por ser el primero de esta línea que alcanzó tal dignidad, y 1Ii persona a quien fue hecha la promesa de un descendiente que habría de reinar para siempre. En la segunda frase de este versículo, "el rey" en el texto 'común es una mera adición tomada de la primera frase, y que se omite en varios de los mejores documentos primi-' tivos. 8. Entre Joram y Ozías se omiten tres nombres, Ochozías, Joás, y' Amasías (2 Rey. 8 :24; 1 Crónicas 3:11; 2 Crónicas 22:1,11; 24:27). Esto se hizo probablemente para asegurar la simetría, haciendo que el número de nOlllbres en cada división fuese catorce (véase sobre v. 17); y estas per80nas pudieron'ser naturalmente escogidas para la omisión por ser descendientes inmediatos ,de Acab y Jezabel.

Cap.l

MATEO

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11 Y Josías engendró a Jechonías y a

sus hermanos.

11 y

Josías eng'endró a

Jeconias y

a

en la transmigración de sus hermanos, al tienlpo de la deporta-

Babilonia, 12 y después de la transmigración de Bablionia, Jechonias engendró a Salathiel: y Salathiel engendró a Zorobabel: 13 y Zorobabel engendró a Abiud: y Abiud engendró a Eliachim: y Eliachim engendró a Azor:

ción a Babilonia. 12 y después de la deportación a Babilonia, Jeconias engendró a Salatiel; y Salatiel engendró a Zorobabel; 13 y Zorobabel engendró a Abiud; y Abiud eng'endró a Eliaquim; y Eliaquim engendró a Azor;

11, 12. Aquí también se ha omitido un nombre, el de Joacim, el cual fue hijo de Josías, y padre de Joachín o Jechonías (2 Rey. 23:34; 24:6). Así como en el v. 8, podemos suponer que un nombre haya sido, de propósito, omitido por el Evangelista, y que esta persona haya sido escogida, porque durante su reinádo sucedieron los acontecimientos que tuvieron por resultado la cautividad. Por lo que toca a la otra dificultad en que algunos han insistido, de que, aunque leemos aquí de JoconÍas y SUs hermanos, en 1 eró. 3: 16, no se menciona sino un hermano,basta recordar el hecho familiar de que las listas genealógicas ,como aquélla omiten con frecuencia algunos de los hijos, mentando solamente los que pertenecían a la sucesión, o los que por alguna razón especial importaba que fuesen incluidos; y es así fácil que se haya sabido de otros hermanos por genelilogías que existían en el tiempo de Mateo, a quienes el compilador de las Crónicas no tuvo ocasión de incluir en su lista.-La expresión, en la transmi. gración de Babilonia-o la deportación, Ver. Mod., no debe, por supuesto enter~derse como denotando una coincidencia exacta de los dos acontecimientos, sino que debe entenderse de una manera más general, lo cual es natural en semejantes casos. J osías murió algunos años. antes de la depor'tación a Babilonia (2 Cró. 36). Este gran suceso fue realmente una deportación forzada, pero el e,vangelista em-

plea el término más suave "transmigración," o "cambio," que se empleaba con frecuencia en la traducción griega familia},' del Antiguo Testamento, y que sería menos penoso a los lectores judaicos para quienes especialmente escribía. (1)-Haciendo a Zorobabel hijo de Salathiel, el evangelista está de acuerdo con Esdras, 3:2; 5:2; Neh. 12:1: Hag. 1:1; 2:2; pero 1 Cró. 3 :19 le hace hijo de Pedaía,hermano de Salathiel. Las explicaciones de esta discrepancia que se han propuesto son apenas satis· factorias. No es sorprendente que hubiera algunas diferencias en estas listas de nombres que, por nuestra información imperfecta somos ahora incapaces de explicar. Una solicitud nerviosa por explicarla a toda costa, no es necesaria ni conveniente. 13. Los nueVe nombres desde Abiud a Jacob (v. 15) no son mencionados en otra parte, puesto que pertenecen al período subsiguiente al fin de la historia del Antiguo Testamento, el periodo "interbíblico." Sin duda fueron tomados de alguna genealogia pública Q privada de modo que los lectores ju(1) El ~!:enitiyo Bnhulollos psperifica ésta CO·lllO la deportación a Babilonia. dtsting'uiéndola asf de otras deportaciones. Este es el \"alor propio del g'enitivo, C0l1l0 el caso g'enérico o espeC'ificatiyo. La deportación-Babilónica. por lo que toca a la fornla de la expresión puede significar la deportación de Babilonia, la deportación a Babilonia, o la deportación desde Babilonia; pero los bif'n conocidos hechos históricos no dejan dudas acerca de la verdadera significación. Yéanse senlejantes usos del geniti\"o en 4:15; 10:5; Juan 7:35; 10:7.

Cap. 1

MATEO

14 Y Azor engendró a Sadoc: y Sadoc engendró a Achinl: y Achilll eng'endró a Eliud: 15 y Eliud engendró a Eleazar: y El1azar engendró a ::\Iathán: y ~Iathán engendró a Jacob: 16 y Jacob engendró a José, nlarido de .Marra, de la cual nació J es(¡s, el eual es llalnado el Cristo. 17 De manera que todas las generaciones desde Abrahanl hasta David son catorce generaciones: y desde David hasta la transmigración de Babilonia, catorce generaciones: y desde la transrnigración de Babilonia hasta Cristo, catorce generac10nf's.

da.icos del evangelista los recibieran sin contradicción. Siendo apenas proporcionado el número de nombres al tiempo que abarcan, han pensado algunos que aquí también han sido omitidos algunos nombres, como en los vs. 8,11. .16. El evangelista no representa a José y Jesús como padre e hijo; sino que del todo abandona la fraseología de la genealogía, a fin de indicar la particularidad del nacimiento del Salvadoro Por ser el nombre Jesús (esto es, Josué, véase sobre v. 21), común entre los judíos (comp. 4:11; Hech. 13:6), la persona aquí designada es descrita como Jesús, el cual es llamado el Cristo, (así en 27 :17,22 y comp. "Simón, que es llamado Pedro," en 4:18; 10:2). 17. TRES DIVISIONES DE CATORCE. Esta larga lista de nombres parece haber sido dividida en tres grupos de catorce cada uno en parte para ayudar a la memoria, y en parte para indicar los tres grandes períodos de la historia, a saber: de Abraham, el padre de la nación, a "David el rey" (véase sobre v. 6), de David a la destrucción de la monarquía en la deportación a Babilonia, y de este acontecimiento a la venida del Mesías. Estos tres períodos son distintos en muchas cosas; entre otras en la forma de gobierno, que fué en los períodos sucesivos una Teocracia, una Monarquía, y una Jerarquía,

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14 Y Azor engendró a Sadoc; y Sadoc eng"endr6 a Aquinl; y Aquinl engendró a Eliud: 15 y Rliud eng"endró a Eleazar; y Eliazar engendró a ::\Iatán; y l\Iatán engendró a Jacoh: 16 y .Jacoh eng'€'ndró a José, nlarido de

::.\Iaría, de la cual nació Jesús, que es llalnado el Cristo. lí DE:' rnanera que todas las generaciones desde Ahrahanl hasta DaYid, son catorce generaciones: y desde David hasta la de-' })ortaeió~ a Babilonia, catorce generaciones; y desde la deportación a Babilonia hasta Cri~to, catoree generaciones.

-o gobierno por los sacerdotes, siendo ésta la forma por rasi todo el tiempo de5pués de la vuelta de la cautividad. Encontrando qUe los nombres desde Abraham a David llegan a catorce, el evangelista omite algunos en el segundo período (véase sobre v~. 8 y 11), Y tal vez en el tercero también (véase sobre v. 13), a fin de que cada uno de tostos períodos tenga el mismo número que el primero. Sucedió que este fuera dos veces el número sagrado siete, de modo que la lista entera de nombre3 queda dividida en tres grupos de dos sietes cada uno. Semejantemente dice un escritor rabínico: "Desde Abraham a Salomón hay quince generaciones, y entonces la luna estaba llena; desde Salomón hasta Sede cías hay también quince generaciones, y entonces la luna estaba en eclipse, y los ojos de Sedecías fueron sacados." La omisión de algunos nombres no presenta ninguna dificultI'. 1, hallándose ocasionalmente también en las listas del Antiguo Testamento. "Era práctica común de los judíos distribuir las genealogías en divisiones, cada una de las cuales contenía algún número favorito o místico, y para lograrlo o se repetían generaciones o se omitían. Así en Filón las generaciones de Adam a Moisés están divididas en dos décadas (grupos de diez), y una hebdómada (grupo de siete), por la repetición de Abraham. Pero en un poema

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MATEO

samaritano la mismísima serie está dividida en sólo dos décadas, por la omisión de seis de los nombres menos importantes." (Dic. de Smith, Art. "Gene:dogía de Jesús.") Se nos dice que los Arabes en la: actualidad abrevian sus genealogías de la misma manera, dando la descendencia por unos pocos nombres prominentes. Así en verdad lo hacen los ingleses con frecuencia también, y todos los demás pueblos; siendo el objeto en semejantes casos, no el de presentar una lista completa de los antepasados, sino sencillamente el de establecer la descendencia de cierta línea. Donde se hacen semejantes omisiones en las genealogías bíblicas, se retiene el término usual "engendró" (o como en Lucas, "hijo de") el cual, en ese caso, no debe entenderse literalmente, sino como denotando la descendencia en general, un sentido muy común en el lenguaje de la Escritura, y común en todas partes del Oriente, tanto en tiempos antiguos como en los modernos. (Comp. v. 1). Las tres catorcenas de Mateo han sido sacadas de distintas maneras por los expositores. Parece mejor o contar desde Abraham a David, desde David a Josías, y desde Jechonías a Jesús, o desde Abraham a David, desde Salomón a Jechonías, como representante del tiempo de la transmigración, y desde Jechonías a Jesús. El hecho de que cualquiera de estas maneras de contar (yen verdad una o dos máS') puede defenderse plausiblemente, concurre con la omisión de algunos nombres para demostrar que el evangelista no esperaba que esta división fuese tomada como literalmente exacta, sino que fuese entendida de cierta manera general, con fines de la naturaleza de los arriba sugeridos. LAS GENEALOGIAS DE MATEO Y LUCAS. Hay una discrepancia obvia

Cap. 1

entre las dos genealogías, (comp. Luc. 3 :22 ss.), que siempre ha llamado mucho la atención; y para su explicación se han propuesto varias teorías. La mayor parte de los eruditos en la actualidad se dividen entre dos de éstas, y cualquiera de las dos tiene suficiente probabilidad para echar abajo toda ob- . jeción a la credibilidad de los Evangelistas con motivo de la discrepancia. Las dos genealogías divergen después de David, siguiendo la de Mateo por Salomón, y la de Lucas (que está escrita en el orden opuesto), por N atán y no están de acuerdo después, sino quizá en el caso de Salathiel y Zorobabel, por ocurrir juntos estos dos nombres en las dos listas. 1. Una explicación supone que Mateo da la genealogía de José, el padre reputado y legal de Jesús, mientras que Lucas realmente da la de María, substituyendo sencillamente el nombre de ella con el de su marido, por ser contra la costumbre que el nombre de una mujer apareciera en una genealogía, puesto que siempre se ponía el de su marido en lugar del de ella. Esto es una mera suposición, por cierto, pero es perfectamente posible y razonable, y tiene la gran ventaja de demostrar que Jesús no sólo era descendiente legal de David, por su padre reputado, sino también realmente por su madre. Además de esto hay buenas razones para creer (Luc. 1 :32; Hech. 2 :30; Rom. 1:3; 2 Tim. 2:8), que la misma María era des- . cendiente de David, como lo sostienen Justino Mártir (1), Ireneo, Tertuliano y otros Padres. El hecho de que Elisabet, esposa de un sacerdote era "pa-· (1) Si sencillamente suponemos que Justino adoptara esta teorfa de las genealogías; e3to es, que Lucas da la. de Maria, desaparecerá el conflicto, entre sus declaraciones sobre este asunto y nuestros Evangelios, ~obre el cual este autor de "Religión Sobrenatural" insiste tanto.

Cap. 1

MATEO

rienta," de María, (Luc. 1 :36, el término denota parentesco, pero sin indicar su grado), no prueba que María no era de la tribu de Judá, puesto que a veces s'e casaban personas de distintas tribus; en verdad, la primera Elisabet de que sabemos, la esposa de Aarón, parece haber sido de la tribu de Judá (Exo. 6:23; Núm. 2:3). Esta teoría estaría de acuerdo con las características especiales y el designio manifiesto de los dos evangelios. Mateo, por escribir especialmente para los judíos, da la descendencia legal de Jesús de David, por José, por ser la regla general de los Rabinos que "la descendencia solamente por el lado del padre ha de llamarse descendencia; la descendencia por la madre no es llamad" descendencia." Lucas, que escribió sin referencia especial a los judíos, sino para la circulación general, da la verdadera descendencia de David. De la misma manera Mateo mienta la aparición de ángeles a José; Lucas menciona su aparición a María. Esta explicación es adoptada sustancialmente por Lutero, Lightfoot, Bengel, Olshausen, Ebrard, Wieseler, Bleek (en parte), Lange, Robinson, Alexander, Godet, Weiss. Andrews vacila. 2. La mayor parte de los Padres, y muchos escritores recientes (como Winer y Meyer), opinan que los dos Evangelios dan la genealogía de José, y luegO procuran de varias maneras quitar la discrepancia, o la pasan por alto como irreconciliable. La mejor explicación sobre esta opinión es la que se 'ofreció recientemente por Lord Hervey, a saber: la hipótesis de que Mateo da la línea de sucesión al trono, y que, faltando la línea directa, José llegó a ser el heredero próximo; pero que Lucas da la genealogía privada de José, como descendiente de David por una

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línea más joven, que en este punto suplía la falta en la rama principal, proveyendo el heredero para el trono. Esta teoría es defendida hábilmente en el volumen de Lord Hervey sobre las genealogías, y su artículo en el Dic. de Smith "Genealogía de J esu-Cristo," y es ah9ra muy popular con los escritores ingleses, como Mill, Alford, Wordsworth, Ellicott, Westcott, Fairbairn, Farrar. Es del todo posible, y cuando se presenta con sus detalles tiene varios puntos notables; sin embargo se cree que la primera explicación es, en algunos respectos, preferible. Nos importa poco demostrar cual de ellas sea la mejor, y no estamoS' bajo ninguna obligación de probar que una u otra de ellas sea indudablemente correcta; porque no estamos tratando de establecer por las genealogías la credibilidad del Evangelio de Mateo. Cuando el objeto es sencillamente refutar una objeción a aquella credibilidad, basada sobre una discrepancia aparente entre dos declaraciones, basta presentar cualquier explicación hipotética de la dificultad que sea posible. Si la explicación es del todo razonable y probable, tanto mejor. Si hay dos, o varias explicaciones posibles, éstas se refuerzan mutuamente para quitar el motivo de la objeción, y no es necesario escoger entre ellas. Los nombres Salathiel y Zorobabel en las genealogías, no es necesario suponer que representen las mismas personas. Hay varios ejemplos en las listas del Antiguo Testamento de semejanza extraordinaria entre varios nombres que son incuestionable mente distintos. HOMILETICA y PRACTICA Además del valor de esta genealogía para los judíos y para nosotros, por mostrar que Jesús era descendiente de David, como se había predicho que sería el Mesías,-la lista de nombres apa-

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MATEO Jesucristo fué 11 ~ gmpero

Cap. 1

18. Y el nacimiento de la gen .. raci6n de Jesu-Crlsto, asl: Que siendo ~Jar!a su madre despo- fué de .. sta manera: Que estando ~Iarla sada con José, antes que se juntasen, se ~u madre desposada co.n JOS~t antes de halló haber concebido del Esplrltu Santo: unirse ellos. fué hallada que estaba en cinta por obra del Espírltú Santo.

1 Alg-ul1:ls autoridades diL"t'Il, el .... 1 ('rINto.

rentemente sin interés podría sugerir muchos pensamientos a una mente familiarizada con el Antiguo Testamentoo Durante todo este largo período, se desarrollaban los arreglos providenciales en preparación para la venida de la "simiente" prometida a Abraham. Cada individuo en esta genealogía-los malos tanto como los piadosos, aun la mujer de carácter impuro-fue un vínculo en la cadena de las providencias. Al través de todos los siglos turbulentos, en medio de todos los cambios nacionales, ya reinando en esplendor, ya destronada y en cautividad, o reducida luego a la insignificancia bajo la dominación de los sumos sacerdotes o de Herodes, la línea escogida fue preservada; hasta que entre la población rllda de una villa obscura hallamos al carpintero trabajador y la pobre doncella, escogidos para criar la simiente de Abraham, al hijo de David.

judíos eran tan propensos, y que es tan común entre el género humano en general. Cris.: "Nos enseña también en esto a no ocultar nunca el rostro por la maldad de nuestros antepasados, sino a buscar una sola cosa, que es la virtud." V. 7. Hombres malos ligados con los buenos, 1) como descendientes de los buenos, 2) como antepasados de los buenos. V. 11. La transmigración a Babilonia como un paso en la preparación para el Mesías. V. 17. Los tres grandes períodos de la historia judaica antes de Cristo, como preparatorios de varias maneras, para su venida y su obra. 18-25. JESUS NACIDO MADRE VIRGEN.

DE

UNA

Habiendo presentado la genealogía de Jesús, el escritor inspirado empieza la narración propiamente dicha con asuntos pertenecientes al nacimiento y la infancia de Jesús (1:18 a 2:23). El pasaje que vamos a considerar ahora, tiene por designio mostrar que nació de una madre virgen. Mateo no hace mención de la anunciación a María, ni del nacimiento del precursor (Luc. 1), sino que empieza con el tiempo en que se hizo manifiesto que María estaba en cinta, lo cual sería poco después de su vuelta de la visita a Elisabet (Luc. 1 :56). 18. y e1 nacimiento (1) de Jesu-Cristo fué así. Ya se ha intimado (v. 16)

V. 1. Cristo, como 1) hijo de Abraham (Gál. 3:16), 2) hijo de David. Los judíos son la única raza del género humano que pueden rastrear su origen en la historia auténtica hasta un solo antepasado. V. 2. La historia del Antiguo Testamento, 1) una historia de la Providencia, 2) una historia de la Redención; cada una de las cuales halla su apogeo y consumación en Cristo. Vs. 3-5. La soberanía y condescendencia divinas en hacer que el Salvador naciera de un linaje que contenía personas tan indignas de tal honor, y que reflejaban (1) El texto correcto del griego es tan poco crédito sobre sus descendiengenelilfs, 'origen' y asf nacimiento, más tes. Y una reprensión para aquel ex- bien que gennesis, derivada probablemente de egennethe .. n yero 16. Algunas cesivo orgullo de alcurnia, a qUe lo~ versiones y Padres nlUY prinlitivos omiten

pap.I

MATEO

que no era, en la manera ordinaria, hijo de José; y este punto es ahora distintamente declarado. María su madre. Es indudablemente Ulía provisión sabia que sepamos tan poco acerca de lit historia personal de "María la madre de Jesús" (Hech. 1 :14). Las tradiciones con respé~to a ella, tan apreciadas por los romlmistas no tienen valor ninguno. Probablemente era (véase sobre 1: 17) descendiente de David. No sabemos

nada de SUS padres, ni de ninguno::; her-, manos; hay una alusión a una hermana (Juan 19:25),· la cuales por algunos, identificada con "María, mujer de Cleofas," mentada en seguida, y quien, si hemos de aceptar tal suposición, debe de haber tenido el mismo nombre (véase sobre 13:55). Se nos dice que Elisabet era su parienta (Luc. 1:36), de modo que Jesús y su precursor eran parientes remotos. Parece que el hogar de su niñez estaba en Nazaret, y probablemente estaba acostumbrada a la pobreza y el trabajo. En cuanto a su carácter estamos algo mejor informados. En la narración de Lucas nos es presentada como una doncella muy piadosa, lista para creer lo que Dios le reveló (Luc. 1 :38,45), y deseosa de que se quitaran todas las dificultades que estorbaban su fe (Luc. 1 :34); como regocijándose humildemente en el, alto privilegio que le fue asegurado por la promesa divina (Lue. 1 :46-55), y meaquí 4Jesús', dando sencillamente, ¡el nacimiento del Cristo,' y esto es adoptado por Tre., W. R., y McClellan. La cuestión es muy interesante, por los principios que envuelve, para los estudiantes crrticas del texto (véanse Treg., Tisch., Schriv., W. R.); pero no parece permisible dejar la lección de todos los manuscritos griegos y la mayor parte de las versiones. La diferencia práctica no es muy importante (véase sobre ver. 1). En la segunda cláusula omites e gar del texto común griego, dejando el sencillo genitivo absoluto. Mateo con mucha frecuencia emplea esta construcción, (Weiss).

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ditando por los años que siguieron ·en las cosas . que ocurrieron en conexión con su hijo (Luc. 2 :19).. La familiaridad con la Escritura manifestada en su canción de agradecimiento (Luc. 1 :46 ss.), demuestra con cuanto afecto había acostumbrado estudiar la palabra de Dios. Por supuesto María no era perfecta, pero SU carácter era digno de su alta posición providencial, y mereece nuestra admiración y gratitud. Sobre todas las "madres de los sabios y buenos," podemos llamarla "bienaventurada" (Luc. 1 :48), y honrarla. El extremo completamente antibíblico, absurdo y blasfemo a qUe los romanistas han llegado en su veneración de María no debe empujarnos a nosotros al extremo opuesto. El nombre "María" es el mismo, que Miriam, que se halla escrito con frecuencia Mariam en el griego, especialmente cuando se aplica a la madre de nuestro Señor (v.g., v. 20). Su significado original de rebeldía era muy propio para la hermana de Moisés. Acerca de José también se sabe poco. Aunque miembro de la antigua familia real, parece haber sido muy pobre, y haber seguido la humilde vocación de trabajador en madera, siendo probablemente lo que nosotros llamamos carpintero (comp. sobre 13:55). Se afirma aquí que era hombre justo, y pronto veremos que atendía fielmente a su precioso encargo (cap. 2); pero además de esto las Escrituras no nos dan ninguna información (comp. al fin del cap. 2). Desposada, Parece haber sido costumbre entre los judíos que una doncella desposada se quedara todavía por algún tiempo en la casa de su padre, antes de consumarse el matrimonio; y antes que se juntasen, probablemente se refiere a su venir a vivir en la mis-

12 y

MATEO

19 Y José su marido, como era justo no quisiese infamar la, quiso dejarla

Cap, 1

19 Entonces José su marido, siendo hombre justo, y no queriendo exponerla

secretamente. a la ignominia pública, se propuso re20 y pensando él en esto, ne aqu( el án- pudiarla secretamente.

gel del Senar le aparece en suefios, dicien20 Pero mientras él pensaba en esto, do: José, hijq de David, no temas de re- he aqu(, un ángel del Señor le apareció cibir a María tu mujer; porque lo que en en sueños, diciendo: José, hijo de Da vid, ella es engendrado, del Esp(ritu Santo no tengas recelo en recibir a J\larfa tu es. mujer; p'orque lo que en ella es engendrado, del Esp(ritu Santo es.

ma casa, aunque puede entenderse en el otro sentido, que es' obvio (comp. 1 COI'. 7:5). Se halló, no indica esfuerzos para ocultarlo, sino meramente afirma que entonces llegó a saberse. La expresión es consecuente con la opinión de que ella misma descubrió entonces el hecho, y luego, por información dada de alguna manera propia, llegó a saberlo José. La narración es caracterizada por gran delicadeza. Un poco de reflexión sugerirá motivos porque se hiciera de antemano una revelación divina a María, y a José solamente después de Ya manifiesto el hecho. Un curso distinto con respecto a cualquiera de los dos habría causado más embarazo e inquietud. Haber concebido del Espíritu Santo, ("por obra del Espíritu Santo," señalando al Espíritu Santo como origen o causa de su condición), no debe entenderse esto como parte del descubrimiento, sino que es un hecho agregado por el narrador.-En circunstancias ordinarias, la condición de María habría sido prueba de un crimen que, por la ley de Moisés, era castigado con la muerte por apedreamiento (Lev. 20 :10). Una mujer desposada era tratada en este respecto como si estuviera ya casada .(Deut. 22 :23ss.). 19. Desde el tiempo de los desposorios el hombre y la mujer estaban legalmente unidos, de modo que eran designados como marido y mujer (v. 20; Deut. 22 :24), y por esto la deshonesti. dad en uno u otra era adulterio. Un hombre no piadoso habría ardido en ira.

y procurado castigar tan severamente CO)110 le fuese posible. J osé, como era justo, (comp. 1 Sam. 24:18), no se inclinó a la severidad extrema, sino que estaba dispuesto a repudiarla secretamente. (Así Bleek, Grimm, Cremer). O puede entenderse así: José, siendo justo (y por lo tanto sintiendo que bajo semejantes circunstancias no podía tomarla por esposa), y sin embargo no queriendo expon€rla públicamente (1), se inclinaba a seguir un camino medio, y repudiarla privadamente. (Así Meyer, Weiss, Morison.) Se ha afirmado con frecuencia (así Crisóstomo, Grotius) que la palabra griega traducida "justo" puede significar "bueno, bondadoso," pero no se ha demostrado que tenga ese significado en ninguna parte del Nuevo Testamento, y el significado común da un buen sentido en cualquiera de las interpretaciones citadas arriba. Parecería que la ley (Deut. 22 :23ss.), no se interpretaba como exigiendo al marido que acusara á su mujer como adúltera, y así José no violaría la ley evitando el método extremo, para sólo repudiarla, y aun haciendo esto sin manifestar su motivo en la "cárta de divorcio" (5 :31). Edersheim demuestra que semejante método estaba de acuerdo con la costumbre y la opinión rabínica. 20. El ángel, más propiamente un ángel, aunque el griego podría enten(1) Los

más

tempranos

MSS.

dicen

deignlatisni, "hacerla espectáculo,' el tex-

to griego cOlnún paradeigrnn..tisai, 'hacerla un ejemplo.' Es algo dif(ci! decidir cuál sea la lección correcta, pero la diferencia' en la significación no es importante.

Cap. 1 21 Y

MATEO parirá

un

hijo,

y

llamarás

su

I

13

21, Y dará a luz un hijoj JI le lla'marás

nombre JESUS, parque él salvará. a sU' ¡¡ue-' Jesús; ,pOrque' él 'salvará a su pueblo de

blo de sus pecados.

sus pecados.

derse como determinado por agregarse Por lo que toca 1\ los ángeles véase sobre 18 :10. Comunicaciones divinas por medio de sueños son mencionadas por Mateo en 1 :20; 2 :12,13,19; 27 :19; y se hace referencia a ellas en Hech. 2 :17; pero en ninguna otra parte del Nuevo Testamento. Edersheim muestra que los judíos daban grande importancia a los sueños. En conexión con los sueños que realmente daban indicios divinos había probablemente algo por lo que podían distinguirse de los sueños ordinarios. José es llamado ,hijo de David, y de esa manera algo preparado para la declaración extraordinaria que estaba para hacérsele. Probablemente sabía que la suya era una Tama principal de la familia real (véase sobre v. 17). Maria tu mujer, por ser, con frecuencia, llamada mujer la desposada (Deut. 22 :24). Así con respecto a "José su marido," en v. 19. Del' Espíritu Santo. En conformidad con esto en v. 21 no dice, "te parirá un hijo" como fué dicho a Zacarías (Luc. 1 :13).

7 :45; Heb. 4:8). En su aplicación a nuestro Señor hay por supuesto cierta modificación de la idea comunicada por el nombre, pero el pensamiento princi~ pal es el mismo, esto es, rescate, salvación, y esto de parte de Jehová.. Como Josué, quien condujo a Israel a la tierra prometida, Jesús había de ser el call1iillo y gobernador de su pueblo, "el autor de la salud de ellos" (Heb. 2 :10) , baj o cuya dirección serían librados de todo peligro y llevados en seguridad al reposo qu~ queda para el pueblo de Dios (Heb. 4 :9). Como el sumo sacerdote J osué, quien estuvo asociado con Zorobabel en la vuelta de los judíos de la tie~ra de su cautividad (Esd. 2:2; Zac. 3:1 ss.), J·esús habia de ser el sumo sacerdote de su pueblo.' Así representaba a la vez tanto a los gobernadores civiles como a los religiosos de su nación, siendo a la vez Rey y Sacerdote. Comp. "Será sacerdote en su solio," dicho de Josué en Zac. 6:13 (1). Se había dicho también a María que el niño debía ser llamado Jesús, pero no le fue revelado el motivo dado aquí. Porque él salvará o "es el que ha de salvar." Es bastante claro que la palabra "él" es enfática en el griego, él mismo, él y no otro (2). La palabra traducida "salvará" significa en primer lu-

el Señor.

21. Jesú. 'es el mismo nombre que Josué, una contracción de Jehoshua (Núm. 13 :16; 1 Cró. 7 :27), y significa en el hebreo "Jehová es ayudador," o "Ayuda de Jehová." En los libros más modernos (v. g. Neh. 7:7,8; 8:17; Esd. 2 :2, etc.), a veces toma la forma Jeshua, (Jeshuah) y los traductores griegos del Antiguo Testamento lo expresaron (comp. sobre el ver. 2) con Jesús. En los libros judaicos subsecuentes al cristianismo es cori frecuencia J eshu. El 'nombre Josué se encuentra en todas partes de la traducción de los Setenta en esta forma, Jesús, y también en los dos pasajes del Nuevo Testamento en que Se hace mención de Josué (Hech.

(1) Otras 'personas llamadas Josué o Jesús, se hallan' en 1 Sam. 6:-14, 18; 2 Rey. 23:8; I,uc. 3 :29; Col. 4:11; Ecclcs. Prólogo y 50:27 Josefo, "An." vI. 6,6; xi. 7, 1 xII, 5, 1 xv. 3, 1. Véanse también Bar-Jesús. 'Hech. 13.:6. Jas6n, en Hech. 17:5; Rom. 16:21 es el mismo nombre alterado a una forma que suena mejor en el griego, asf como los Judlos entre nosotros frecuentemente dan a sus nombres una forma más inglesa. (2) Winer, Fritzsche, Meyer, y otros, opinan que autn .. en el Nom. es siempre entático. Pero el Nuevo ,Testamento tiene alg'unos ejemplos en que no pued", sin gran violencia entenderse asr, y parece que somos compelidos a admitir que es

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MATEO

Cap. 1

22 Todo esto acontepió para que se cum22 y todo esto ha sucedido para que pliese lo que fué dicho por el Señor, por se cumpla lo que fué dicho por el Señor, el profeta que dijo: por medio del prfeta diciendo;

gar "conservar," y en segundo lugar "librar," y frecuentemente da las dos ideas al mismo tiempo. Se aplica a los peligros físicos (8:25), a la muerte (24: 22 ;27 :40,42), a la enfermedad (9 :21, 22; Santo 5 :15), y al pecado y sus consecuencias, lo cual es el uso común. De sus pecados, tanto de las consecuencias como del dominio, tanto del castigo como del poder de sus pecados. El Mesías no vino, como los judíos suponían comúnmente que lo haría, sÍJ;nplemente para salvar a su pueblo del dominio de los extranjeros; era para algo más profundo y más sublime, para salvarlos de sus pecados. Y no vino para salvarlos en sus pecados, sino de sus pecados. Su pueblo para José significaría naturalmente Israel. Pued~ ser que se quisiera denotar al Israe,l espiritual, incluyendo algunos de la nación, aunque no todos (Rom. 9:6,27,31; 11:7), y algunos gentiles (Rom. 9:25,26,30). O puede ser que el ángel quisiera designar sencillamente al pueblo de Israel, esto es, los verdaderamente piadosos entre ellos, no pensando excluir a los gentiles de ser salvos por Jesús, pero limitando la idea por lo pronto a los ju'díos. De la misma manera el ángel anuncia a los pastores "buenas nuevas de gran gozo que será a todo el pueblo" (Luc. 2 :10). Eclesiástico 46:1 dice de Jesús (Joshua), "el fué grande según su nombre, máximo en salvar a los escogidos de Dios," lo cual demuestra que la significación del nombre sería fácilmente comprendida, y la conexión en Eclesiástico limita claramente la aplicación ocasionahnente nada más que énfasis. Se usa libremente as! go moderno (Mullach), y hay parte semejan te de' ipse en el terior.

un 'el' sin en el grieun uso en laUn pos-

del término "escogidos" a Israel. Comp. la limitación del ministerio de nuestro Señor, y la limitación temporaria del ministerio de los doce, a "las ovejas perdidas de la casa de Israel" (15 :24; 10:5,6). La misma cuestión que se levanta aquí se presenta también en Hech. 5 :31 (V. M.), "a fin de dar arrepentimiento a Israel, y remisión de pecados." 22. Todo esto aconteció, etc. La declaración y la cita en vs. 22s. han sido tomadas por algunos expositores (Cris., Alexander) como parte de las palabras del ángel. Ellos lo traducen. "y todo esto ha sucedido (1) para que se cumpla," etc. y el lenguaje, por lo que a él toca, admite esa interpretación. En 26 :56, la misma forma de expresión se refiere comúnmente al que dice lo que precede, y no al Evangelista (comp. Mar. 14 :49); en 21 :4, la conexión admite cualquiera de estas opiniones (véase la nota allí). En el presente caso, sin embargo, tendríamos que suponer que el ángel se anticipara cuando dice: "Todo esto ha sucedido," porque la mayor parte de los acontecimientos a que se refiere eran todavía futuros; y en 21 :4, ninguna parte del acontecimiento mentado se ha verificado cuando el Salvador habla. Mateo no tiene en otra parte, fuera de estos tres pasajes la expresión exacta, "todo esto ha sucedido para que" etc., pero repara eliel cumplimiento intencional de profecías con mucha más frecuencia que los otros Evangelistas, de (1) La palabra traducida 'ha sucedido' significa propiamente 'vino a ser' 'aconteció,' etc., y esta significación es muy importante para la exposi.ción exacta de mn,,: chas pasajes en el Nuevo Testamento. El estudiante debe fijarse en esta palabra, y no contentarse con traducirla descuidadamente.

Cap. 1

MATEO

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de algunos expositores, exigida 'por unos pocos pasajes en qué es difícil para nosotros ver que existe la relación estricta de predicción y cumplimiento. Pero se encontrará que semejantes pasajes todos admiten una explicación, al menos posible, consecuente con la idea de un verdadero cumplimiento (véase sobre 2 :15,18), y no tenemos derecho de tomar esta palabra ni ninguna otra en un sentido ajeno a su origen y uso, a menos que se encuentren pasajes en que no sea posible que tengan su significación usual. La estricta aplicación de esta regla de interpretación es, en este caso, muy importante, puesto que la cuestión envuelta afecta seriamente la relación profética entre el Antiguo Testamento y el Nuevo. Pero debemos fijarnos en dos cosas. (1) Los escritores del Nuevo Testamento a veces citan expresiones del Antiguo Testamento como aplicables a los hechos o verdades del evangelio, sin decir que son profecías (v.g., Rom. 10: 18), y en algunos casos es dudoso cómo desean que se entienda la cita. (2) Es a menudo innecesario, y a veces imposible, suponer que el mismo profeta tenía en su mente lo que el escritor del Nuevo Testamento llama un cumplimiento de su predicción. Algunas predicciones fueron aun involuntarias, como la de Caifás (Juan 11:50). Muchas profecías recibieron cumplimientos que el profeta parece no haber esperado. Pero así como la providencia de Dios muchas veces efectuaba el cumplimiento aunque los actores humanos no ~e fijaban en las predicciones que cumplían o aun las ignoraban (v.g. Juan 19:24), así el Espíritu de Dios con frecuencia se proponía cumplimientos de que el profeta no tenía idea, pero que son da(1) El modismo peculiar del griego y hace que sea propio traducir 'para que dos a conocer por el Evangelista. se cumpla~' o ·para que' se cumpliera,' se- es de acuerdo con el desarrollo genegún la conex16n.

modo que es· del todo natural referir esta declaración a él; lo cual,' después de todo, parece decididamente mejor. Mirando los sucesos como pasados, Mateo los asocia con el tiempo en que está escribiendo, y así, con mucha naturalidad, dice: "Todo esto ha acontecido, para qUe se cumpla," etc. (1). Cumpliese es la traducción de una palabra griega que significa "hacer lleno," "llenar." Se usa con frecuencia en el Nuevo Testamento, tanto literalmente, como llenar un valle, un bote, etc., como figuradamente, como. llenar de gozo, ciencias, etc. En un sentido derivado significa "ejecutar plenamente," "cumplir," aplicándose a trabajo o deber, y a predicciones, como aquí. Este último y muy importante uso, el de cumplir (una predicción), se halla frecuentemente en Mateo (1:22; 2:15,17,23; 4:14; 8:17; 12:17; 13:35; 21:4; 26:54, 56; 27:9), yen Juan (12:38; 13:18; 15: 25; 17:12; 18:9,32; 19:24,36); varias veces en Lucas (1 :20; 4 :21; 21 :22; 24: 44), y en Hechos (1:16; 3:18; 13:27); una vez en Marcos (14 :49) y en Santiago (2:23). Un examen de estos pasajes demostraría que en general no admitirán sino el sentido estricto de cumplir, dando a entender una verdadera predicción, y que ningunos de ellos exigen la significación muy distinta dada al término por algunos expositores, a saber, que, aunque no había una verdadera predicción, el acontecimiento del Nuevo Testamento hizo al.evangelista recordar el pasaje del Antiguo Testamento, o que se parecía tanto al suceso del Antiguo Testamento que autorizaba la aplicación a él del mismo lenguaje. Esta desviación de la etimología y uso regular de la palabra es, en la opinión

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23 He aqu{ la virgen concebirá y parirá 23 ¡He un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, y dará a que declarado'" es: Con nosotros Dios. manuel; Dios asajes tan notables como éstos que acaban de citarse de los Salmos."

Cap. II

MATEO

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2 Diciendo: ¿Dónde está el Rey de 2 diciendo: ¿Dón,de está el rey d~ los Judfos, que ha nacido? porque su ~strella J~dfos que ha nacIdo? porqu~ en Qnen!e hemos visto en el Oriente y venImos a VImos su estrella, y henl0s venIdo para trIadorarle, butarle homenaje, 1 La palabra griega denota un acto de reverencia, ora al hOlnbre (véase 18:26), ora a Dios (véase 4:10).

junción de octubre o noviembre, cualquiera de las cuales, a ciertas horas habría estado en dirección de Bethlehem. Pero la palabra griega es aster, "estrella," y no astron, que se aplica a u~ grupo de estrellas. Los dos planetas no podrían haber "parecido una sola estrella," pues un reciente astrónomo inglés demuestra (Dic. de Smith) qUe nunca han estado más cercanas la una a la otra que un grado, que es como doble del diámetro aparente de la luna. Unos sostienen que "estrella" debe tomarse aquí en un sentido general denotando un grupo; pero la distinción entre las dos palabras griegas es uniformente observada. Se objeta también a esta teoría que otros datos sobre el tiempo del nacimiento de Cristo lo colocarían al menos dos añoS! más tarde que A. U, C., 747, aunque la inferencia de esos datos no es indubitable. Edersheim se inclina a favorecer esta teoría, y aduce por vez primera un pasaje de Un Midrash menor acerca del Mesías, al efecto que dos años antes de su venida "la estrella resplandecerá en el Oriente, y ésta es la estrella del Mesías." Pero estos tratados rabínicos menores son de ,fecha dudosa, y habría razón para sospechar que la declaración referida fuera imitada de Mateo. (2) Algunas "estrellas variables" (véase cualquiera obra reciente sobre astronomía) varían tanto que a veces se hacen inv,isibles y después vuelven a aparecer; y se ha supuesto (Lutteroth) que semejante estrella variable fue vista por los magos.-Cualquiera de estas teorías es, en si misma, posible, y una explicación razonable y natural

sería obviamente mejor que la introducción innecesaria de lo milagroso. Pero es extremadamente difícil reconciliar estas teorías con el lenguaje del v. 9, "la estrella .... iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre donde estaba el niño." Si un cuerpo celestial se considera como avanzando delante de ellos 'desde J erusalem, estaría igualmente adelante cuando llegaron a Bethlehem, y en ningún sentido parado sobre aquel lugar. Entendiendo el lenguaje de Mateo conforme a su sentido obvio, tenemos que desechar las explicaciones referidas arriba, y considerar la· aparición como milagrosa; las conjeturas con respecto a su naturaleza serán entonces de ningún provecho. Lo sobrenatural es fácilmente admitido aquí, por haber tantos milagros en conexión con el nacimiento del Salvador, y la visita de los magos fue un evento de grande importancia moral, digna de ser la ocasión de un milagro. ¿Por qué la llamaron su estrella'! Según la hipótesis (1) supondríamos algún motivo astrológico, como hemos intimado arriba. De otro modo no podemos explicarlo. Algunos hipotéticamente la relacionan con la profecía de Balaam de una estrella que había de salir de Jacob (Núm. 24 :17), la cual todos los Targumes refieren al Mesías, (1) El luJ:.":tr flt" :tlltou, 'su' no indica necesarianlente énfasis, la estrella que lo anuncia a él y. no otro (l\ieyer, Weiss), porqu(' estos pronombres genitivos son con frt'cuencia colocados delante de sus substantivos, sin énfasis, cuando precede ;:¡ 19'una palabra fuerte sobre la cual pueden apoyarse siendo el asunto determinado por el nlero gusto en cuanto a la sucesión armoniosa de palabras (Véase "'inpr, pág'. 193),

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MATEO

Cap. II

oyendo esto el rey Herodes, se 3 Cuando el rey Herodes oyó esto, turturbó, y toda Jerusalem con él. bóse, y toda Jerusalem con él. 4 Y convocados todos los prfncipes de los 4 Y convocando a .todos los jefes de 108 sacerdotes, y los escribas del pueblo, les sacerdotes y a los escribas del pueblo, preguntó dónde habla de nacer el Cristo. les preguntó dónde habla de nacer el Cristo. Z y

y que según esta hipótesis se supone haber originado una tradición oriental. Otros la relacionan con el hecho, atestiguado por Josefo, Suetonio y Tácito como un siglo después de la visita de los magos, de que por mucho tiempo había sido creído en todas partes del Oriente que .personas nacidas en Judea conquistarían el poder supremo (Jos. "Guerra," vi. 6,4; Suet. "Vesp." 4; Tac. "Hist." v. 13); pero no hay en esos escritores nada acerca de una estrella, y Suetonio y Tácito parecen haber copiado de Josefo. En el Oriente podría significar aquí "en su salida;" pero el v. 9 no deja duda. Adorarle. Rendirle homenaje es con mucha más probabilidad la traducción correcta aquí (significando la palabra griega cualquiera de las dos cosas), pues no hay razón de creer que consideraban al recién nacido rey como en algún sentido divino, aunque parece que esperaban que su reinado tendría influencia en otras naciones. 3. Herodes se turbó por la idea de tener un rival (véase sobre v. 1); y aunque muchos dependientes de Herodes participarían realmente de sus sentimientos, por tener interés en la permanencia de su gobierno, al mismo tiempo todo el pueblo. se turbaría por temor de nuevas tiranías y crueldades, efecto de su celos. 4. Como la pregunta que tenía que hacer era religioso-política, el rey reunió a todos los principales estudiantes de la ley para que se la contestaran. Los príncipes de los sacerdotes y los escribas podría significar el Sanedrín,

comQ en 20 :18. estando omitidos aquí

los ancianos, como en 27 :1. se omiten los escribas. Pero la palabra todos, con la frase -adicional del pueblo, hace más natural entender que era una asamblea general de enseñadores, inclusive muchos escribas que no eran miembros del Sanedrín. Esto estaría de acuerdo con la idea de grande intranquilidad de parte suya; comp. el curso semejante seguido por Nabucodonosor y Belsasar (Dan. 2:2; 5 :7). Los "príncipes de los sacerdotes" comprendían el sumo sacerdote de ese tiempo, cualesquiera personas que hubieran previamente ocupado ese oficio (pues Herodes y los romanos hacían cambios con frecuencia), y probablemente también las cabezas de las 24 órdenes de sacerdotes (Luc. 1:8), pues el lenguaje de Josefa ("Ant." xx. 8,8; "Guerra," iv. 3,9) da a entender que el número de "sumos sacerdotes" era considerable. El término "escribas" (que en el Antiguo Testamento significa secretarios militares) ya por algunos fliglos había denotado a los que sobreveían el trabajo de copiar las Escrituras, lo cual el sentimiento judaico exigía que se hiciera con el cuidado más escrupuloso. Su familiaridad minuciosa con el texto de la Escritura naturalmente haría que fuesen consultados tocante a su sentido; y en el tiempo Be nuestro Señor eran considerados como expositores alltorizados de la ley (por esto llamados "intérpretes de la ley" 22 :35), y además de responder a preguntas de individuos acerca de cuestiones de verdad y deber, muchos de ellos daban instrucción pública sobre tales materias, (siendo llamados por esto, '''doctores''-o enseñadores-de la

Cap. II

MATEO

5 Y ellos le dijeron: En Bethlehem de 5 Y ellos le dijeron: En Bet-Iehem de .Judea.; porque asl está escrito por el pro- Judea; porque ast está escrito por el profeta: feta: ·6 y tú, Bethlehem, de tierra de Judá, 6 y tú, Bet-Iehem, en tierra de Judá, no eres 'muy pequeña entre los prlncipes no e_res de, ninguna manera el más pequede Jud{t; porque de ti saldrá un guiador, ño entre los principes qe Judá;, que apacentará a mi pueblo Israel. porque de ti salará el Caudillo ,!ue pastoreará a mi pueblo Israel.

ley," Luc. 5 :17), especialmente en las escuelas que se hallaban en los atriO\!l del templo. . Sus instrucciones y de~isiones prácticas eran en· este tiempo rara vez el resultado de su propio raciocinio, sino que consistían de dichos de maestros de otro tiempo trasmitidos de mano en mano, o de decisiones tradicionales de tribunales de tiempos pasados (comp. sobre 7 :29). Los escribas que se dedicaban a enseñar pertenecían al número de personas que se llamaban ,rabíes.· Con todo, poseían muy grande influencia y distinción, y algunos de ellos estaban unidos con los príncipes de los sacerdotes y los ancianos para formar el Sanedrín (véase sobre 26:57,59). Llenos como lo estaban, de ambición y vanidad, se expusieron a la severa censura de nuestro Señor, que da un vivo bosquejo de ellos en Luc. 20 :46. Algunos de los escribas eran saduceos; pero la mayor parte eran farisws; y por esto con frecuencia vemos que los "escribas y fariseos" se mencionan juntos puesto que la política y las faltas especiales que caracterizaban a los escribas eran comunes también a todo el resto del gran partido farisaico. Criato, literalmente, el Cristo. 1:1 artículo debería de todos modos retenerse en el inglés, Es propio usar en la traducción la palabra ~riega "Cristo ;" pero con frecuencia podemos apreciar mejor la impresión que semejantes expresiones produjeron en los oyentes judaicos originales, sustituyendo "el Mesías" (Que se haga la prueba, por ejemplo, en 22 :42; 24 ;5,23; Mar. 12:

35; Luc. 24:26,46; Juan 7:27,31,41,42; Hech. 17:3; 18 :28). En cuanto al significado de "Cristo," véase sobre 1:1. Había de nacer, esto es, conforme a los profetas, o cualquier' otro medio de saberlo; dónde está el lugar señalado como el del nacimiento del Mesías. (1).

S, 6. Pudieron responder sin vacilar, en Bethlehem de Judea, porque así (con este intento, esto es, que el Mesías ha de nacer allí) está escrito (ha sido escrito, y queda ahora escrito, consta) por el profeta, esto es Miq. 5: 2. La aplicación de esta predicción al nacimiento del Mesías en Bcthlehem es obvia y generalmente admitida, y era familiar en el tiempo de naestro Señor (Lightfoot, Wetstein, Wunsche, Edersheim). Se cita aquí con algunos cambios de fraseología que pueden explicarse fácilmente. Miqueas, como sucede con frecuencia en la poesía, emplea un nombre antiguo-Beth-lehem Ephrata (Gén. 48:7; véase sobre v. 1); Mateo toma la forma común en el Antiguo Testamento, Bethlehem-Judá (Rut. 1: 1, etc.), aunque no la forma puramente griega Judea, como en vs. 1,5; y prefija "tierra" como cuando decimos, "Richmond, Estado de Virginia" (Alexander). Miqueas dice: "Demasiado pequeña para estar entre lo!! miles de Judá, (sin embargo) de ti saldrá," etc., (Ver. Mod.), dando a entender que es un lugar pequeño e insignificante (véase sobre v. 1), apenas digno de ser enumerado entre las poblaciones de Judá(]) :\0 "S probable 'Iue :)[ateo procurara más que la mera verledad al usar dos pala)Jras por 'nacido,' \"f:'r. 1, 4 2.

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MATEO

Cap.

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Entonce" Herodes, hahlendo llamado 7 Entonc'es Hf>rodf's, llanlando en ~e("re­ to a los ma¡ntt>ndll"> d~ ~llo" dlll- a los mag'o!-O en se(·r~to. a \"t"rIKu6 de ellos J,n'ntemente pI tlt-tllPO d~l aparpctmlento eon IHlrtkuht"ridad el tienl]lO 'en que apade la ~strplla; rec'll"> la p"trella, (I) 8 y enviándolo" a R .. thlehplll. dIjo: An8 Y pn\'lúndolos a R .. t-Iehem, dIjo: ¡Id, dad allft, y prt'~:untad ('on diliKf'ncla por y a\'t"ri~fuad t'xa('taI1H~nte lo que haya acerel niño; y d .. spué" que 1.. hallarpis, hac~d­ ,'a d .. 1 nIño; )' ('uano le hallareIs, hacédIne10 Sabf'T. para qUt· .ro tamhil'n vaya y lnelo saber, de ,nodo que yo tanlhi~n yaya .\" 1.. trihutt> hOI11t"naje. le adore. 1 O. pi tIPII'.'O de la PNtrt"lIn flUP RI.nrf't"16

sin embargo de él saldría, {'te.; pero la mente de Mateo toma en consideración la importancia moral de Bethlehem como derivada de- este mismo hecho, y así lo escribe, "no eres de ninguna manera el más pequeño entre los departamentos de Judá, porque de ti saldrá," Ver. Mod. "Miles" era una designación antigua de las grandes familias en que las tribus estaban subdivididas (Juec. 6:15, Ver. Mod., nota; 1 Sam. 10:19; 23 ;23), y fue aplicada por Miqueas a una población como la residencia de semejante familia; pero Mateo emplea el término más familiar, "gobernadores" (Ver. Mod., nota), o "príncipes," queriendo decir los que, por nacimiento, estaban a la cabeza de las grandes familias, y por esto podrían representarlas a ellas o el lugar de su residencia (o puede ser que el texto hebraico de Mateo tuviera una palabra un 'poco distinta que significaba "príncipes" o "gobernadores") Apacentará. Miqueas dice "será Señor en Israel," pero Mateo emplea la palabra específica apacentará, pastoreará a mi pueblo, que incluye el gobernar, proteger, y alimentar-una forma de expresión aplicada a reyes tanto en la Escritura como en las obras clásicas, y empleada repetidas veces en las profecías mesiánicas. Las otras diferencias ligeras no necesitan explicación. Así parece que los cambios en la fraseología hechos por Mateo al citar el pasaje no introducen ninguna idea extraña al original. sino sÓlo expresan más claramente su verda-

dera significación; y la misma cosa puede decirse con verdad de otras muchas citas en el Nuevo Testamento tomadas del Antiguo. Era común entre los judíos de ese tiempo citar interpretando (véase Edersh., cap. ~). Vemos en Juan 7 :42 que los judíos entendían este pasaje como mesiánico; y de la misma manera el Targum (Toy) lo traduce, "De ti saldrá ante mí el Mesías." 7. Entonce. es palabra de transición favorita de Mateo (2 :16; 3 :13; 4 :r, etc.). En .ecreto. En público sin duda Herodes afectó poco interés; además de esto, si se llegaba a saber que indagaba, las personas interesadas podrían alarmarse y escapar. El tiempo del aparecimiento de 'la e.trella. Esto daría alguna indicación con respecto a la edad del niño. Por esto entendió de ello. diligentemente, o, "averiguó de ellos con exactitud," Ver. Mod.-procuró informarse bien sobre ese punto. "Diligentemente" fue tomada de la Vulgata Latina. Es probable que luego que llegaron los Magos les preguntó por qué creían que la estrella significaba que había nacido un rey de los judíos. Y ahora, habiendo averiguarlo el lugar y la edad, hace lo posible por informarse con respecto a la persona. Andad allá, y preguntad con di~igencia, o indagad con exactitud, siendo la expresión en el v. 8 más plena y fuerte que la del v. 7. Trata del negocio como de cosa de grande importancia, y es hombre que nunca perdona esfuerzo para conseguir su fin.

Cap. II

MATEO

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9 Y ellos,\ habiendo o!do al rey, se fueron: y he aqu! la estrella que hablan visto en el Olriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre donde E'staba el niño. 10 y vista la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. 11 y entrando en la casa, vieron al niño con su madre Maria, y postrán salvaje. portándose con ira no re-

(renada y anlargura hacia todos: y la causa fora ~u C'reenia de que era odiado. y que la n~u·~6n se complacia en sus desgracias,"

Juan acerca de la venida del Mesías (Véase sobre 3:2) (2). 17, 18. Entoncell fué cumplido. Así en 27 :9. En todas las demás partes Mateo dice, "para que se cumpliese." En estos dos casos probablemente sentía una repugnancia instintiva, en que podemos simpatizar, para asociar directamente el propósito divino con un acto enormemente malvado. Dice en estos casos, como en los demás, que el evento "cumplió" una predicción; pero evita el decir, lo que es cierto en un sentido justo, pero que parecería necesitar una explicación, que el evento se verificase providencialmente con ese propósito. Por-o por medio de, siguiendo el texto correcto. (3) Para el significado de la preposición comp. sobre 1 :22. La cita es de Jer. 31 :15. (2) El escritor latino; Macrobio, un oficial bajo el emperador cristiano Teodosio (siglo quinto), entre varios dichos chistosos del primer Augusto, da el siguiente: "Oyendo que entre los niños de menos de dos años de edad, a quienes Herodes, Rey de los Judios, mandó matar, su propio hijo habia sido muertQ, Augusto dijo, "Mejor ser el cochino de Herodes que su hijo:" (En el griego, que era hablado habitual e mente por Augusto, HMejor ser hyn dé Herodes que su hyion.") La tradición aso" dSl\l por Lidell y Scott (ed. sexta y

Cap.

nI

séptima) como ejemplos del sentido primario 'sumergir en o debajo de agua,' y comparadas con las frases 'empapado con vino,' 'sumergido en deudas,' siendo semejantes expresiones figuradas en los dos idiomas. En los pasajes citados por Robinson, nada más puede pretenderse sino que en aquellos casos la inmersión habría sido incómoda o difícil, y por lo tanto le parecía improbable. Pero la consideración debida a los escrúpulos y costumbres conocidas de los judíos hace que la inmersión sea no solo posible en semejantes casos, sino bastante natural-y estos pasajes se explican así por una multitud de escritores alemanes e ingl~ses que por cierto no son preocupados a favor de la inmersión, porque practican el rociamiento, por la autoridad de la iglesia, o por juzgarlo cosa de poca importancia. Al argumento de Cremer que el Talmud a veces emplea taba!, 'sumergir,' con referencia a purificaciones en que el Antiguo Testamento mandaba 'rociar' (rachatz), y que así taba! y baptizo parecen haber sido empleados como términos generales para denotar el lavamiento religioso, sea cual fuera el modo de efectuarlo, basta replicar que los judíos habían llegado a ser tan extremadamente escrupulosos que con frecuencia empleaban la forma más completa de purificación (tabal) en casos en que sólo la menos completa (rachatz) se exigía, deseando estar así perfectamente seguros de no haber dejado de quitar partícula alguna de impureza. Así se ve ya en Sirach 31 (34:30) (Ver. Ing. Ecclus. 34:25), 'El que se sumerge a causa de un cuerpo muerto, y vuelve a tocarlo, ¿qué provecho recibiría de su baño?' (Comp. Lev. 22:4-6), en Judit 12:7, y Mar. 7:4; y así en la inmersión de prosélitos en un período más moderno (véase abajo). Esta explic",ción es al menos tan probable en sí misma co-

Oap.I1I

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mola teoría de Cremer, y está de acueFdo con la bien conocida escrupulosidad de los judíos.-Parece así que en ningunas de las maneras mencionadas se encuentra autoridad para dar a baptizo la significación de derramar, rociar, o lavar religiosamente u otra cualquiera que no sea su propio y bien conocido sentido. El argumento que sostiene que por haber el bautismo sugerido (Juan 3 :25) una disputa acerca de la ,purificaClOn, cualquiera for,ma de purificación es bautismo, es como si del hecho de que un caso de fiebre amarilla hubiera conducido a una disputa acerca de las enfermedades miasmáticas, se dedujera que toda forma de enfermedades miasmáticas fuese fiebre amarilla. Dale ("Classic Baptism," "Judaic Baptism," "Johannic Baptism," "Christic and Patrlstic Baptism," cuatro volúmenes separados), define el hautismo como significando 'intuspose,' (i.e., 'meter dentro,' comp. Liddell y Scott), "mergir,' 'inmergir,' y luego por un procedimiento novelesco e ingenioso, pero puramente fantástico e irrazonable lo contradice todo y llega, a la conclusión de que la inmersión no es de ninguna manera bautismo. Se ha hecho algún esfuerzo para construir algún argumento con respecto a baptizo de la palabra empleada en el Nuevo Testamento siriaco; pero estas varias teorías no añaden fuerza ninguna a los esfuerzos de los 1exicógrafos mentados arriba, para justificar alguna desviación del sentido claro y reconocido de esta palabra griega. Antes se opinaba muy generalmente (véase especialmente Lightfoot), y todavía es mantenido por algunos, que el bautismo de Juan era una imitación de lo que se llama el bautismo de prosélitos judaico. La semejl¡.nza entre los dos es sohi.mente parcial; porque Maimónides (siglo doce) dice que la ceremonia

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consistía en que la persona, estando de pie en el agua, se sumergía a sí misma, siendo así una purificación propia. Indagaciones recientes demuestran que no hay motivo de creer que esta práctica judaica de un tiempo más moderno haya existido, como un rito distintamente iniciatorio, en el tiempo de nuestro Señor. No sólo no existe alusión a semejante rito en el Antiguo Testamento ni en el Nuevo, o en .los libros Apócrifos, sino que no hay ninguna en Filón o Josefo, aunque cada uno de estos escritores tiene varios pasajes en que parece casi imposible que hubiera dejado de hacer mención del rito si hubiera existido en, su tiempo, ni ninguna en los Padres cristi;;mos primitivos, algunos de los cuales escudriñan toda página del Antiguo Testamento para encontrar ritos o expresiones que tengan alguna, aunque fuese la más fantástica, semejanza al bautismo. No se mienta en la Mishna (cerca de 200 D. de' J. C.), ní hay referen'CÍa clara a él en nillg_ún otro de los escritos judaicos pertenecientes a los primeros siglos después de Cristo, encontrándose la primera referencia distinta a él en el Talmuc;l babnónico (Gemara), escrito en el siglo quinto el origen del rito entre los judíos se explica fácilmente. Cuando un prosélito (véase sobre 23 :!Q)era recibido (antes de la destrucción del templo), era circuncidado, y luego, antes de ejecutar su primer acto como judío, esto es, ofrecer un sacrificio, tenía que purificarse; pero esta purificación no era distintamente iniciatoria (peculiar a los prosélitos), porque el niño judaico también tiene que ser purificado después de la circuncisión, que por sí hacía que fuese inmunda la persona, por esto se ejecutaban tres actos al admitir un, prosélitola circuncisión (la cual realmente le hacía judío), la purificación consiguiente (que, como la tenemos descrita por

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Maimónides, era una inmersión), y luego el sacrificio en que oficiaba públicamente como judío. Después de la destrucción del templo se hizo imposible el sacrificio, y entonces la purificación llegó a ser el acto final, y en el caso de las mujeres, el único acto que se verificaba; y por esto naturalmente atrajo más la atención, y para el siglo quinto había venido a ser considerada como distinta de todas las demás purificaciones, y como de muy grande importancia, igual, si no superior a la de 11\ circuncisión. Esta opinión quita toda su fuerza al argumento, por lo 'demás plausible de que el llamado bautismo de prosélitos debe de haber sido antiguo puesto que los judíos nunca lo habrían adoptado de los odiados cristianos; porque· vemos que no fue adoptado de ninguna manera, sino que era sencillamente una de sus propias purificaciones, que por la fuerza de las circunstancias, llegó a ser, en el transcurso de algunos siglos después de la destrucción del templo, considerado como un rito peculiar e .iniciatario. y si escritores judaicos más modernos afirman no solo qUe era antiguo, sino que tuvo su origen ~n el monte Sinaí, recuérdese que tienen la misma pretensión con respecto a toda usanza que existe entre ellos, por más incuestionablemente moderno que sea su origen; y además de esto, hemos visto que la esencia de esta práctica era antigua, aunque después asumió su carácter e importancia peculiares. (1) No hay pues motivo para suponer que

el bautismo de Juan fuese una mera modificación de un rito existente. Nuestro Señor dió a entender distintamente (21:25) que el bautismo de Juan era "del cielo." El precursor mismo testificó que Dios le "envió" a "bautizar en agua" (Juan 1:33). Kohler: "Así es que el bautismo -de Juan es un rito altamente significativo e impresivo, que en su sublime sencillez lleva el sello distinto de un mandato divino." En el Jordán. La expresión traducida así suministra una prueba fuerte, aunque no por sí misma absoluta de que el acto de bautizar fuera efectuado dentro de los límites de la corriente. Esta es la significación natural y regular de la frase, y tiene qUe aceptarse siempre a menos que haya algo en la CQnexión que lo prohiba. Pero la preposición en se emplea en algunas' conexiones tIue no ocurren en el inglés: como por ejemplo, no podemos decir, 'una ciudad se hallaba en el mar Euxino,-in the Euxine sea," "una emboscada fue colocada en un río,-in a river,~' pero el griego tiene estas expresiones, significando que el mar o el río eran en un sentido general la localidad en qUe la ciudad o emboscada fueron situadas, aunque no en el sentido estricto que seda indicado por nuestro 'in,' puesto que semejante sentido no es, en esos ejemplos, posible, por lo naturaleza del caso. Así en inglés decimos, the man is in the mountain,' 'el hom:' bre está en el monte,''' queriendo decir, no la tierra que lo compone, sino

(1) La explicación de su origen se dló primero por Schneckenburger, cuya excelente obrita "¿Que Edad tiene el Bautismo Judaico de Prosélitos?" (1828) no se ha traducido del alemán. La discusión más completa y satisfactoria del asunto es por Toy en Baptist Quarterly, 1872, pág'. 301. Véanse también, entre muchos escritores, Gil!, "Works" Vol. II. pags. 760-799, y Leyrer y Delitzsch en Herzog. Los escritores principales por lo regular están

e acuerdo con Schneckenburger, por ejemplo Winer, Meyer, Ewald, Bleek, Cremer, Keim, Keil, Godet; por otra parte, Edresh. (Apen. XII.) afirma que "antes de Cristo, el bautismo de prosélitos se, acostumbraba"; pero no da ni evidencia ni argumentos para otra cosa sino la 'purificación mencionada arriba antes de los sacrificios, lo que se da por sentado. Schurer también aboga por la I)'llsma opinión, pero no presenta nada nuevo.

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el monte en un sentido más general. Ahora bien, si el acto de bautizar era uno que no podía efectuarse, en el río en el sentido estricto, podríamos entender que 'en el Jordan,' significaba sólo en aquella localidad general (Comp. Mar. 4 :1, '~n la mar'). Pero mientras no se demostrara que el significado del término bautizar es incompatible con la idea de que se verificase estrictamente en el río, i.e., en el agua, estamos obligados a entender la preposición en su sentido propig y ordinario. Aun los que mantienen que 'baptizo' se emplea a veces con cierta latitud, generalmente confiesan que su sentido regular y usual es uno que no prohibe la idea de que podría verificarse en el agua, sino que está del todo de acuerdo con ella. Vemos pues que el uso natural y casi uniforme de 'en' concurre con el significado establecido del verbo, y refuerza el argumento con que aquel significado es establecido (Comp. 'en agua' v. 11). (1) La palabra Jordán, que va acompañada siempre del articulo en el hebreo y el griego, significa 'el que desciende,' y fue nombrado así por su descenso rápido en un valle o .hendedura larga y profunda. El más alto de sus tres manantiales principales en los declives del Hermón tiene mil setecientos pies sobre el nivel del, Mediterráneo, el primer lago que forma, llamado el Huleh, tiene su superficíe solamente a ciento y veinte pies

sobre el Mediterráneo; el segundo, que es el lago de Galilea, se halla a seis cientos y ochenta pies bajo dicho nivel, y el tercer lago, que es el :.$'lr Muerto a mil doscientos noventa y dos pies bajo el nivel del Mediterráneo, además de tener él mismo como tres cientos pies de profundidad. La hendedura o valle varía en anchura, al sur del lago de Galilea, de dos a seis millas, y más cerca del mar Muerto llega a tener catorce millas de anchura (Conder). Torciéndose de un lado a otro de este valle largo y angosto está otro valle profundo (de cuarenta a ciento cincuenta pies más de profundidad), y de centenares de yardas de anchura; y dentro de éste el cauce verdadero del río se hunde más todavía. 'La distancia en línea recta desde su fuente más alta hasta el extremo meridional del mar Muerto es como ciento y sesenta millas, o excluyendo el mar Muerto, como ciento y cincuenta millas. Pero es tan extremadamente tortuoso que Lynch calcula que tendrá cerca de dos cientas millas entre el lago de Galilea y su desembocadura (aunque la distancia en línea recta no es sino sesenta y cinco millas), y aunque es menos tortuoso más hacia el norte, toda su longitud debe de ser al menos dos cientas y setenta y cinco millas, no incluyendo el mar Muerto. La anchura y profundidad varían en diferentes estaciones, estando crecido en 'febrero y marzo por

(1) La palabra 'rlo' (como en :\Iar. 1:5) se da aqul por B,Nc. ::11. iva. El tiempo es el pretérito imperfecto, 'andaba Jesús rodeando,' seguía haciéndolo. Los trabajos de Cristo eran incesantes. Toda Galilea, (comp. sobre v. 12) es también una expresión fuerte .... Galilea era un distrito pequeño, de como setenta millas d~ largo por cuarenta en la parte más ancha; pero Josefa declara que tenía doscientas ~. cuatro ciudades y villas ("Vida," cap. 55, Whiston dice erróneamente, doscientas y cuarenta), y en otra parte ("Guerra,' , 3 :3,2) dice, "las ciudades son numerosas, y la multitud de villas están en todas partes llenas de hombres, debid o a la fecundidad del suelo, de modo que la más pequeila de ellas contiene como quince mil habitantes." Esta es ~bviamente una exageración o declaración descuidada, puesto que debe de

antig·uH.s tienen,

~I.

haber habido, naturalmente, muchas villas más pequeñas. Pero 'Josefo tenía medios de saber, habiendo sido general de ejército en Galilea en 66 D. de J. C., Casi todo el pueblo vivía en ciudades o villas, y (omitiendo los qUe no vivían en ellas) según estas dos declaraciones de Josefa, había en Galilea, treinta y cinco años (una generación) después del ministerio de nuestro Señor, más de tres millones de habitantes; un cálculo que es sostenido por algunos otros hechos. Se nombran pocas de las ciudades en los evangelios; pero Josefa, cuyas operaciones militares, le obligan a referirse a ellas, mienta bastantes. De todos modos había más de dos cientas ciudades Y algunas villas, y aunque no debemos dar demasiado énfasis a la frase 'toda Galilea,' vemos que este rodeo por nuestro Seilor fue uno de mucho trabajo, y que requería mucho tiempo, puesto que para visitar solamente la mitad de las poblaciones a razón de una cada día, se habrían gastado más de tres meses. Estos cálculos aritméticos no deben, sin emb¡¡rgo, usarse, si no es para ayudarnos a formar un concepto general de los trabajos de amor hechos por nuestro Seilor mientras 'anduvo haciend0 bienes, y sanando a todos los oprimidos del diablo' (Hech. 10 :33). Nótense también las expresiones que siguen: 't;, da enfermedad,' 'toda la Siria,' 'todos los que tenían mal.' Los evangelios nos dan sólo unos pocos ejemplos de los milagros y discursos del ministerio de nuestro Seilor; y es muy importante meditar en estas declaraciones generales y dilatar la imaginación sobre esta grande extensión de obra benéfica. Día

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tras día, semana tras semana, va de poblacióna población, enseñando y sanando. Habló en muchísimas sinagogas; sanó centenares y tal vez millares de personas; sintiendo la fatiga como cualquiera otro ser humano, (Juan 4: 6; Mat. 8:24; Mar. 6:31), sigue trabajando. Enseñando. La c,onstante aplicación de 'enseñar' y 'maestro , a nuestro Señor nos recuerda que el evangelio promete instruir e ilustrar a los hom-

Cap. IV

te tiempo posterior. En el N. T. no encontramos pruebas de una organi:tación completa y jurisdicción regular, pero se mientan 'príncipes' o 'ancianos' y un 'asistente' (Luc. 4:20); también se i1abla de expulsión (Juan 9 :22; 12 :42; 16:2), con respecto a la cual basta entender que prohibían a la persona acudir a sus reuniones, lo cual haría que fuera evitado en la sociedad. Los ejemplos en Luc. 4:21 ~' Hech. 13:15 mue8tran como nuestro Señor y SUs apósbres, en su ignorancia de las cosas es- , . valerse del culto y de la pirituales, dando imfol'mación en cuan- ; toles pochan . , hechos de la palabra de D'lOS e lectura de la Escntura. dice que to a Los . Filón .. . la lectura y las explIcaCIOnes mInUCIOinstrucción en sus principios. sas de la Escritura se prolongaban hasSinagogas. Estas fueron de mucha ta mucho después del medio día. Se utilidad a Jesús, y después a sus apóstenían reuniones en las sinagogas los toles por darles congregaciones ya resábados y los días de fiesta; si las teunidas en un lugar quieto que no sunían también los días segundo y quinto gería nada sino la adoración. La pade la semana, como en un período poslabra griega que trasladamos (sunago- terior, no podemos determinarlo (véage) significa una colección de objetos se Luc. 18:12). Tampoco sabemos si o personas, y en la Septuaginta se usa podría convocarse a reuniones extraorcon frecuencia para designar la con- dinarias en otros días, como cuando gregación o asamblea de Israel (comp. Jesús llegaba a una poblacion y deseasobre 16:18), en el N. T. sólo para de- ba ser oído; y sabemos bien que nuessignar la asamblea local de los Judíos tro Señor ha):¡laba en donde quiera que en un lugar especial para adorar, o pa- el pueblo podía reunirse para oír sin ra designar el lugar en qUe se reunían. distracciones, tanto al aire libre coLa práctica de tener semejantes asam- mo en una sinagoga. Predicando, probleas se originó probablemente duran- clamando (Kerusso), véase sobre v. 17. te el cautiverio en Babilonia, cuando el Evangelio, ('la buena nueva") véase nopueblo estaba privado del privilegio de ta introductoria a 1:1. El evangelio del adorar en el templo; y habiéndola en- reino es la buena nueva de aquel reino contrado agradable y útil, la continua- (o reinado) del Mesías que estaba para ron después. En el tiempo de Cristo establecerse (véase sobre 3:2 y 6:10). Se habla de las sinagogas de una mane- Los profetas habían asociado ideas de ra que da a entender que las había en gozo con la venida del reinado del Metoda población, no sólo en Palestina, sías; y ahora Jesús proclama 'la buena sino en donde quiera que había muchers nueva' de qUe está cercano. V éase un Judíos. Después de la destrucción de ejemplo interesante de su predicación Jerusalem, en 70 D. de J. e:, las sinago- en este pedodo en Luc. 4 :18. Sanando. gas recibieron un desarrollo más completo Había dos grandes departamentos en su en organización y culto, y no debe olvi- obra pública-dar a conocer la verdad darse que las descripciones de ellas da- y aliviar milagrosamente las miserias das en los libros judaicos (véanse Dic- de los hombres. Era Maestro y Sanacionarios de la Biblia) se refieren a es- loe .... Toda enfermedad, toda clase de

CaP. IV

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24 Y corrla su fama por toda la Siria; y le trajeron todos los que ten!an mal:

los .tóriíádos- .de diversas enfetme.d8.des _y

tormentos, y los endemoniados, y lunáticos, y paralItico s, y los sanó.

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24 Y s1,1 fama se. extendió por toda la Siria; y tra!anle todos 'los que estaban enfermos, atacados por diversas enfermedades y tormentos, .y los endemoniados, y los lunáticos, y. los paralIticos; y él los sanaba.

más exactamente es, llegó· a la Siria. Siria, Heb. 'Aram' (de donde se deriva 'aramaico'como nombre de. un idioma) era un término de extensión variable, que denotaba en general el país al oriente del Mediterráneo, entre Asia Menor y Arabia. En el tiempo de los reyes de 'Israel significa ·el reino del cual Damasco era la capital. Durante el período de los Macabeos es el reino grie~ go de los Seleucos, con Antioquía por su capital. En el tiemp.o de Cristo es una provincia romana de, la misma extensión, que desde el ángulo noreste del Mediterráneo se extendía hacia el Eufrates, y hacia el sur hasta incluir Fenicia y Damasco. Después de destronado Arquelao en 6. D. de J.C., Judea y Samaria llegaron a ser una provincia romana, bajo el gobierno del pl'ocónsu:l de Antioquía, (véase Luc. 2:2). Pero Galilea y los otros distritos gobernados por Herodes Antipas y Felipe (véase sobre 2: 22), eran todavía independientes del pro cónsul, y IltOi una parte. de Siria. Así entendemos qUe· Mateo quería decir que la nueva de los milagros de sanidad de Jesús pasó los límites de Galilea, y se difundió lej os en los distritos al norte. No debe entenderse que el lenguaje .da a entender que su fama llegó a Antioquía. Marcos (1:28) dice, 'por toda la pl10vincia alrededor de Galilea'; comp. Luc. 4 :14. Todos los que tenían mal, todos los que estaban en un estado malo; es una frase general que incluye todas las clases mentadas después. Tormentos, O 'torturas,' :enfermedades que causan doJor agudo-; es un téflnino específico, añadido al término general 'enfermedades.' A éstos se agregan ade24. Su fama, la nueva. PQr toda la más tres términos especiales, denotando Siria es expresión demasiado fuerte- afecciones que eran severas y frecuen-

enfermedad, como se ve en v. 4. Dolencia-esta palabra se diferencia de la otra. Parece denotar las enfermedades que producen debilidad en lugar de pa~ decimiento positivo. Las mismas dos palabras griegas con la significación de 'enfermedad' y 'debilidad,' se emplean juntas en 9:35 y.10:1. Los milagros de Jesús no pueden de ninguna manera separarse de su historia o sus enseñanzas, ni· pueden desecharse sin hacer cargos a su carácter, ni sin declarar también que las Epístolas de Pablo, así como' 10s~lvangelios y Hechos sean tan completamente indignos de' confianza, que no se pueda recibir nada absolutamente sobre su autoridad. Y aun más, pues si niega uno la posibilidad de los milagros, si es lógico negará la posibilidad de la creación. Si creemos que Dios causó' que. estas fuerzas físicas existiesen, y obrasen conforme a las leyes que la ciencia moderna se ocupa tan noblemente en o'bservar, ¿dónde está la dificultad en creer (por testimonio propto) que la influencia espiritual de Dios haya modificado a veces la acción de, estas fuerzas, sin violar su naturaleza? Si las hizo puede hacer esto. Si alguna vez hubo ocasión conveniente para milagros fue cuando Dios ·"envió a su Hij!o unigénito al mundo." Ni pueden imaginarse milagros más nobles y dignos que los qUe, se narran del Fund¡¡,dor del cristianismo. Las enseñanzas, espirituales, el carácter perfecto y los nobles milagros de Cristo, todos se sostienen mutuamente, y juntos forman el fundamento de nuestra fe y esperanza.

10~8____~______~______M __A__T__E_O __________________ c_ap~._IV_ 25 y le siguieron muchas gentes de l. 25 Y le seguJan gTandes turbas de genGalilea y de Decápolls y de Jerusalem y te, de Galilea, Decápolis,. Jerusalem, Judea, de Judea y de la otra parte del Jordán. y de más allá del Jordán.

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tes, y en sí mismas muy extraordinarias. Los endemoniados (véase sobre 8 :28). Lunáticos, epilépticos. El término griego, como la palabra latina que trasladamos a nuestro idioma ;-se deriva de la palabra que significa luna, pero se aplicaba no a la locura como nosotros usamos el término latino corresp,ondiente (lunáticos), sino a la epilepsia, que, según suponían los antiguos, se empeoraba con ciertas fases de la lup.a. El escritor sagrado emplea el término familiar, justamente como habla de la salida del sol,etc., sin que por eso se haga responsable de la idea que le dió origen. Esta epilepsia podría tener o no conexión con los demonios (véase. sobre 17 :15sig.). 'l paralíticos. La palabra griega paralulis significa una relajación, esto es, de los músculos o nervios (comp. sobre 8:6), y denota en la Escritura todo lo que queremos dar a entender con la parálisis. 25. Muchas gentes, más bien, turbas. La palabra griega (ochloo) significa no simplemente una multitud (que es plethos, empleada con frecuencia por Lucas, y a veces por Marc'os y Juan, no por Mateo), sino una muchedumbre o reunión confusa. Debe recordarse esta significación, porque tales eran sin duda los tropeles de gente qUe comúnmente seguían a Jesús, y que ~on mentados con tanta frecuencia en los Evangehos; pero no debe creerSe que la palabra tenga este sentido en todo caso, porque apenas puede entenderse así en Hech. 1 :15. Las multitudes que así siguieron a Jesús no eran en realidad sus discípulos. Venían y se iban, permanecían un tiempo largo o corto, para ver sus milagros y oír ·sus enseñanzas; a veces muchos se iban, y luego volvían para ver otra maravilla. De

modo que debemos fijarnos en que' seguir no quiere decir siempre la misma cosa. Galilea. Véase sobre v. 12. La palabra. de se emplea en el original sólo delante de Galilea, agrupando así todas las demás localidades con ella. Decápol'. significa un distrito que contiene diez ciu dades (comp. Trípolis, Pentápolis), y aquí designa una región de una extensión algo indefinida situada en su mayor parte al sureste del liago de Galilea, pero. incluyendo Scythópolis (Bethshean) en la ribera occidental del valle del Jordán. Después de que los 'r'omanos se apoderaron de Palestina (empezando 63 D. de J. C.), concedieron. a estas diez ciudade~ privilegios especiales. Los escritores antiguos no están de acuerdo en cuanto a qué ciudades formaban este número, pues Plinio incluye a Damasco, la cual pareCe ser excluida por J osefo;' tal vez los romanos hicieran cambios. Una de ellas era Gadara, véase sobre 8 :28. La población de estas dos ciudades era en gran' parte gentil, y después de la muerte de Herodes el Grande no fuel10n gobernadas por ninguno de sus hijos, sino que pertenecieron a la provincia romana de Siria. Jerusalem, véase sobre 21:10; Judea, sobre 2:1; de la otra parte del Jordán (Perea), sobre 19 :1..:.Aunque Jesús se había retirado de Jlldea a Galilea muchos vinieron de allá a seguirle aquí (comp. sobre 15: 1). HOMILETiCA y PRACTICA V. 12. Crisóstomo: "¿Por qué se marcha ~ Vuelve a instruirnos a que no encontremos las tentaciones, sino que demos lugar y nos retiremos," V. 13. Henry: "Dios es justo cuando quita e! .evangelio y los medios de gracia de los que los menosprecian. Cristo no se quedará mucho t,iempo donde no le dan

Cap. IV la bienvenida."

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Capernaum. 1) Grandemente favorecida 'como la residencia de Jesús. 2) Severamente probada por sus milagros y enseñanzas. 3) Del todo arruinada :por haberlo desechado (11: 23). V. 15. El campo más destituido a veces se mostrará más fructífero. V. 16. Tinieblas y luz. 1) Las densas tinieblas de pecado, ignorancia e incredulidad. 2) La aurora de un evangelio presente. 3) El resplandor del medio día alcanzado por seguir la senda de los ,justos (Prov. 4:18). Starke (en Lange) : "Muchos viven en lá plena luz del evangelio como si se sentaran todavía en la sombra' de muerte." V. 17. La predicación de' Jesús. 1) Su ma'teria. 2) Su espíritu. 3) Sus efectos. Todos ,los mensajeros de Dios han llamado a los hombres al arrepentimiento; e.g., los profetas ('volveos') Juan el Bautista, Jesús mismo, los apóstoles después de su ascensión (Hech. 2 :38; 3: 19; 20:21). "Henry: "La doctrina del arrepentimiento es una doctrina proPÜt del evangelio. No solamente el severo Bautista, quien era mirado como un hombre melancólico y austero, sino el suave y gracioso Jesús, cuya vida distilaba como el panal, predicaron el arrepentimiento; porque es un privilegio indecible que se permita el arrepentimiento. V. 19. Pescadores de' hombres. 1) Obreros humildes, pel'O una obra subJime. 2) Exige tacto, perseverancia, paciencia para soportar repetidos fracasos. 3) El que nos llama a hacerlo promete que nuestro trabajo no será en vano. (Cuidado con las fantasías extravagantes rle ciertos Padres, qUe comparan a los cristianos a pescados, etc., lo cual algunos escritores modernos citan inconvenientemente). Starke (en Lange): "Que no se figure ninguno que por sí solo pueda tener éxito; aun Cris-

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to escogió ayudantes." V. 21. Dos pares de hermanos. Cristo santifica y usa los afectos naturales. V. 21sig. 1) Vió. 2) Llamó. 3) Le siguieron. Calvino: Esto muestra (1) la energía de la voz de Cristo, (2) La docilidad y pronta obediencia de los discípulos, V. 22. Nosotros también debemos estar prontos, si es neces'ario, para dejar los negocio!' y parientes, por seguir a Jesús (comp. Luc. 9 :57-62). No poderlllos seguir en sus huellas literales; muchos hicieron esto con poco o ningún provecho; pero por fe e imagi'nación cariñosa podemos verle ,manifestado (Juan 14 :21-23); e imitándole y obedeciéndole le seguiremos en el mejor sentido. V. 23. 'En las sinagogas de ellos.' Puede ser propio predicar la verdad donde ,otros predican mucho error. Jesús, un Maestro y un Sanador; y las relaciones entre estas funciones. El pecado fue la causa primera de la enfermedad, y pecados especiales son con frecuencia la causa de enfermedades particulares. Los milagros de sanidades aliviaron la miseria humana, y al mismo tiempo atestiguaron la autoridad divina de las enseñanzas. Henry: "Lo que oímos de Cristo de boca de otros debe alentarnos a venir a él." Chrys.: "Si tenemos alguna enfermedad corporal, lo hacemos y proyectamos todo para aliviarnos de 10' que nos duele; pero cuando nuestra alma está indispuesta, dilatamos· y vacilamos." V. 25. Está bien si multitudes vienen a oír al predicador: entonces debe poner mucho cuidado (5:1) para enseñarles' la verdad que necesitan (5:7); pero puede suceder que admiren sus enseñanzas como nuevas y extraordinarias (7 :28), y no obstante,. POCüs de ellos lleguen a ser cristianos;: y a veces puede ser que la culpa sea del todo de ellos.

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Cap.. V

CAPITULO V.

chos? Habría sido poco natural que no hubiera hecho 10 q,ue se practica libremente por'todoslos maestros itinerantes, y que, aparte de toda cuestión en cuanIntroducción General al Sermón del to los recursos del predicador, es demanMonte. dado realmente por la semejanza en la El discurso en Caps. 5-7 es bien cono- condición y necesidades de distintas. concido con el nombre tradicional de El gregaciones. Y tenemos evidencias Sermón na"t'nturados los 1l1isericordiosos' ·porqu~ ellos alean7.nr:'tn nllst'ricordia. porque l"llos aleanzarún luiseric.·ordla. • S Bienaventurados los Jluro~ dt' ('ora ... 8 Bienaventurados 108 dl> linlpio ~.'oraz(>n: porqUf> ellos \·t"'\r~"ul a Dios. 1 zún; porque ellos \,er¡'lll a Dios. ~) Bie-nayenturados los p1 reino de los cielos.

ta no se parece en nada a la palabra randa. a veces los qlle consideraban cotraducida 'cumplir' en v. 17, pero es mo los más pequeños con las letras más Semejante dis\ véaSe sobre 1 :22). Ni la parte má8 tinción era natural con respecto a los pequeña de la ley perecerá hasta que ritos externos, así como Juan 7:37 todas las cosas, (esto es, todas las co- llama el día último el día 'grande' de sas contenidas en ella) sean hechas. Las la Fiesta de los Tabernáculos. y auncosas predichas en la ley tienep tod3s que hacían distinciones no autorizadas que suceder, toda la substancia simbo- y artificiales aun entre los deberes molizada por alguna ceremonia o tipo tie- rales, sin embargo el Salvador sí recone que verificar su existencia; las leyes noce aquí que algunos mandamientos civiles del ~stado judaico, después ·de son mcnos importantes que otros, al durar mientras éste. dure deben seguir mismo tiempo que declara expresamensirviendo como el germen y base de mu- te que no dejan de ser importantes. Así chas leyes cristianas; los preé·eptos mo- en 23 :23 (véase la nota alIi) . decfara rales (éticos) deben obedecerse por ca- que los deberes éticos son 'más graves' da generación nueva. Hasta que todo que el deber de diezmar yerbas. y así esto se haya verificado no s,erá anula- enseñare a los hombres. Somos culpada la menor partícula de la ley. bles si hacemos mal, pero somos mi~ 19. De manera que. Como todo que- culpables si por añadidura enseñamos da en su vigor· no disminuido, es un a otros a hacer mal. Llamado. No sópecado violar, o enseñar a otros a vio- lo serán tales, sino que serán llamados lar, uno de· sus menores mandamientos. así, i.e., declarados, reconocidos como Infringiere. Una palabra compuesta de tales (comp. sobre 5:9). Muy pequeño la que se emplea aquí es traducida en .... grande, tendrá el lugar más bajo, el v .. 17 'abrogar.' Esta palabra signi- o un lugar alto, en el reino de Cristo, fica 'soltar,' y aplicada a nuestra acción en cuanto a dignidades y privilegio:, con respecto a una ley, significaría sol- (comp. 11:11; 18:1,5). tar la obligación de una ley, esto es, 20. Porque. Esta frase da una prue-. o brando en contrá de ella, lo cual llaba de la declaración anterior. Podéis mamos quebrantar la ley. En el v. 17 ver fácilmente que el que quebrantare quería decir soltar o derrumbar enseuno de estos mandamientos muy pequeñando; pero aquí se expresa separadaños tendrá un lugar bajo en el reino mente la idea de enseñar, y se menciona mesiánico, porque sin una justicia que como si correspondiera ('así') a la de sobrepuje la (1) de los faris-eos y ·sasoltar (comp. Juan 1 :23; 10 :35). Uno de estos mandamiento.. muy pequeños .. _d_u_ce_o_s,__n_o__te_n_d_r_é_is__n_i_n_g_ú_n__l_u_g_a_1' Los Judíos tenían la costumbre decla" (1) LitE'rnlnlt'nte 'excediere lo~ e5;('riha~ sificar los distintos mandamientos como y Farist'os', pt'ro ésta .:-s t'\'idt'ntenH~'nte una ('xpresi,')n condensada }101' 'ex('edtE're grandes y pequeños (22:36), compa- la -dt. los.' F.. y .F,'

la que se traduce 'acontezca' en 24 :6, pequeñas del alfabeto.

l

1.34

MATE()

21 Olstels que fué dicho a los antiguos: No ,matarás; mas cualquiera que matare, será culpado de juicio:

en él (com. 18:4). O. digo, véa.Se sobr.e v: 18. Justicia. No imputada, sino justicia personal, como en vs. 6,10; y tendrá que sobrepujar a la de los escribas y ,'f:ariseos por lo que, toca tanto a su grado como a su clase, tendrá que ser más espiritual y libre (San. 1: 25), y una justicia más completa, como lo vemos ilustrado con extensión en el resto del capítulo. Los jUdíos opina~ ban que los ilscribas y tariseos eran eminentemente justos, y sin duda creían que no era obligatorio para la gente común qUe fuese tan buena como lo eran ellos; tanto más sorprendente debe de haber sido este dicho de Jesús. En cuanto a los escribas, véase sobre 2: 4; en cuanto a los fariseos, véase sobre 3 :7. No entraréis en el reino de 106 cielos es una frase empleada con frecuencia por nuestro Señor (e.g., 7: 21; 18:3; 19:23 comp. 'entrar en la vida,' 18:8; 'entra en el gozo de tu Señor,' 25 :31), significando hacerse súbditos del reinado mesiánico, y participar de todos sus beneficios. 21. Nuestro Señor procede ahora (véase Anal. al principio del cap.) a ilustrar las declaraciones generales de vs. 17-20, citando como ejemplos algu· nos mandamientos de' la ley, con la in'terpretación que los maestros judíos acostumbraban dar de ellos, y declarando en cada caso que él exigía una moralidad aun más estricta, más íntima y espiritual, que no meramente condenaba los errores predominantes, sino que observaba más plenamente el espíritu de los mandamientos mismos que la ley había hecho. Esto era completar la ley (v. 17), dándole una aplicación más ,profunda y más espiritual. La revelación dada por medio de Moisés y los profetas, aunque perfectamente adap-

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21 Habéis oldo que fué dicho a los antiguos: No matarás; )( aquel que matare quedará expuesto al JUIcio.

tada a' sus objetos, era en algunos respectos rudimentaria, y ahora el Hijo de Dios (Heb. 1 :2) desarrollaría el todo haciéndola 60mpleta. Todo 10 qce él ,enseña tocante a los deberes morales estaba realmente implicado en la ley, pero él 10 extrajo, dando una exhibición más distinta y completa de sus requisitos. El primer ejemplo de los seis presentados así, es la ley del homicidio (v. 21-26). Oísteis, especialmente al escuchar la lectura de la ley en las sinagogas, con los comentarios y explicaciones hechos por los maestros de otras generaciones, los cuales, como transmitidos _por la tradición, se repetían allí en conexión con la lectura (comp. Juan 12:34; Rom. 2 :13). Que fue dicho a los antiguos. Naturalmente cada generación mira sus propios tiempos como modernos, considerando las generaciones ya pasadas siglos ha, como "los antiguos." (1) Quiere decir naturalmente qUe 'fue dicho' por Moisés al dar la ley (Ex. 20 :13; Deut. 5 :17), pero pueden incluirse también ios antiguos maestros en sus interpretaciones; y dándOSe aquí una adición tradicional, parece necesario pensar que fueron incluidos. Algunas de estas mo(1) ,La traducci6n 'dicho por' no está. en ninguna versl6n Inglesa antes de K. J .. que aqul, (como con fr~ue'ncla,) sigue a Beza Quien da 'por' y la' defiende por extenso en una nota. Muchos comentadores suponen Que esta traduccl6n se orlgln6 con Beza, y Tholuck dice Que se halla primero en la Pérsica (F"oUg'eota); puede ser conveniente, pues, manifestar la traducci6n Que se da en las principales coplas Antiguas Latinas como están impresas por Babatle" y Bianchlnl. Ab nntlqolR se da aqul en a, b, c; nlltlquls en d, f, ff, Ambr. En ver. 33, ab nntlqulB. en a, c~ oDtlqul. en b, f, ff, gl, h, Cyp., HIl., Aug, Esta nlitlqul", (que es también el texto de la Vulgata) es ambigua como el griego, y asl es'la ,Slrlaca Pesh. ,La G6t1ca da '" los antiguos,' y In. C6ptlca lo Que sin duda alguna equIvale a lo mismo.

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Cap. V se

22 Mas yo .os digo, que cualquiera que

enojare locamente

con

su hermano,

será culpado del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano, Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere, Fatuo, será culpado del infierno del fuego.

dificaciones tradicionales (véase otra en v. 43) habían descendido por varios siglds, y así podía decirse que fueron dichas a los antiguos. Y nuestro Señor toma sus ejemplos de la ley como se oía y entendía habitualmente en su día. La adición tradicional en este caso, mas cualquiera que matare, será culpado del juicio, tenía probablemente el designio de señalar el tribunal propio para indicar el castigo apropiado. Se entiende generalmente que 'el juicio' significaba un tribunal judío local establecido en . toda población importante, en conformidad con el mandamiento en Deut. 16: 18 (2 Crón. 19:5). Josefo dice que consistía de siete personas, aunque los rabinos dicen que consistía de veintitrés. Castigaba los crímenes capitales con la espada. 22. Mas yo Os digo. 'Yo' es aquí expresada separadamente en el griego, y por esto es enfático, contrastando sus enseñanzas un la ley y las interpreta· ciont>s tradicionales. El mismo contraste se ve en todo ejemplo de la serie. "Les enseñaba como quien tiene autoridad" (7;28). Que cualquiera, literalmente, todo aquel que-se enojare locamente con su hermano. La expresión es algo distinta de la del versículo que precede, y de las dos cláusulas de este versículo que siguen, traducidas 'cualquiera,' y fija la atención en la idea de qUe la declaración se aplica a todo individuo. El término 'hermano' se adopta probablemente de la usanza judía familiar de dar ese nombre los unos a los otros, (e.g., en TohÍas pero parece que se usaba en un sentido más amplio, como aplicado a cualquier semejante, justamente como en Luc. 10:20,

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22 Mas yo os digo, que todo aquel que se aira sin causa contra su herInano, quedará expuesto al juicio; y el que dijere: a su hermano: ¡Imbécil! !l,uedará expu~s­

to al concilio; 'Sr el que le diJere: ¡Insensato!

quedará expuesto al fuego del infierno.

se corrige la restricción judaica de 'vecino.' , El hecho de qUe todos los hombres son hermanos aumenta la culpabilidad de la ira condenada por nuestro Señor. Locamente ('sin razón,' Ver. Mod., nota) se omite del texto (1) por las autoridades más antigu:ls, y por la mayor parte. de los críticos recientes. Fue introducida probablemente por estudiantes y copiantes que opinaban que la condenación de la ira era demasiado severa. Pero a veces es necesario y legítimo matar; sin embargo el mandamiento no dice, No m~tarás sin razón . Es dado por sentado que la excepción ha de hacerse en los dos casos. Raca es una palabra aramaica, qUe probablemente significa 'sin juicio.' Davidson y Noys la traducen 'imbécil.' Parece haber sido una expresión común de desprecio entre los judíos, pues se usa con frecuencia así en el Talmud. Fatuo; Muchos creen que esta palabra se emplea aquí, como en Sal. 14 :1, y otros pasajes del Antiguo Testamento, para denotar a un hombre malo-lo cual haría que ésta fuera un reproche más grande que¡'lraca~;j Pero no hay necesidad de introducir esa idea aquí; la misma palabra se usa en su sentido común, e11 este di~curso (7 :26). "Fatuo" (o insensato) es una expresión de desprecio en todos los idiomas, "haciendo patente que el orgullo de la inteligencia (1) Omitida por B ~ y V~rias cursivas, y por las versiones vulgata y etiópica, y declarado expresamente por varios de los Padres que falta "en las co'pias más exactas," o en "las más antiguas de las copias." Se halla en Antigua Latina Siriaca, y Cóptica, y por lo tanto es una adición muy temprana, quizá de la mitad del siglo segundo. Tyndale, siguiendo la edición tercera de Eraslno. no tiene· tal palabra. Cranmer la introdujo unos cuantos años más tarde (1539). Stephens la da en 1550.

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es una paSlOn universal." La palabra traducida concejo,. significa aquí, como lo hace comúnmente el N.T., el gran Senado y Tribunal de la nación, el cual los judíos llamaban, valiéndose de 'una palabra griega, el Sanhedrín (véase sobre 26 :59); ante este tribunal más alto Jesús fue juzgado. Infierno del fuego, literalmente, la Gehenna del fuego. Gehenna se deriva de dos palabras hebreas, Gei Hinnom, que significan 'valle de Hinnom' o 'valle de lamentación' (en 2 Rey. 23 :10, 'valle de los hijos de Hinnom' o 'valle de los hijos de lamentación'). Este nombre se aplicaba al valle al sur de Jerusalem, inmediato a ella, dedicado por uno de los últimos reyes al culto del ídolo Moloc. (2 Cró. 28:3; 33:6; Jer. 7:31). Mucha obscuridad envuelve todavía el carácter y culto de este· horrendo ídolo. Eran quemados niños como sacrificios a él (Sal. 106:38; Jer. 7:31); pero no se sabe si eran quemados vivos o si eran muertos primero, pareciendo darse a entender esto en Eze. 16 :20; 23 :37. Algunos escritores rabínicos modernos dicen que Moloc estaba hecho de bronce y era calentado desde .abajo, y. en sus brazos extendidos el niño era colocado y quemado hasta que moría; mientras se tocaban tambores para que no se oyeran sus gritos, por temor de que se despertara la compasión del padre-y de aquí, dicen, se originó el nombre Tophet (Jer. 7:31,32) aplicado a un lugar en este valle, por significar tambor la palabra hebrea Toph. . Pero es muy· probable que esta historia se derivara de una .práctica semejante entre los cartagineses, como se relata por algunos de los historiadores griegos 'más modernos -añadiéndose la idea improbable del tambor, con el único objeto de dar razón del nombre Tophet. Pero, ya se ejecutara de esta manera o no, el quemar niños como sacrificio a Molocprohibido en Lev. 18:21; 20:2s.-era

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una abominación horrenda; y cuando Josías la abolió, se resolvió contaminar el valle de Hinnom (o lamentación) que había sido la escena de ello, haciéndolo el receptáculo de los cadáveres de los criminales y otras' inmundicias de la ciudad (2 Rey. 23 :10); y esta práctica continuó hasta el tiempo de nuestro Señor. Kimchi, un eminente erudito judío del siglo trece, dice en su Comentario sobre los Salmos qUe mantenían fuegos de continuo en Gehinnom para consumir las inmundicias y cadáveres--una declaración que explica la frase 'Gehenna de fuego.' Por estas asociaciones repulsivas, era natural que Gehenna fuese empleada entre los judíos como un nombl'e de los tormentos futuros; siendo usada así en v. 29.. 30; 10 :28; 23 :15, 33; Mar. 9:43,45; Luc. 12:5; San. 3:6; y 'Gehenna de fuego' en 18:9; Mar. 9 :47. La idea de fuego se asocia naturalmente y con frecuencia al tormento futuro (comp. sobre 25:41), y en este caso puede creerse que fue sugerida por los fuegos de sacrificio en el culto de Moloc, si se opina que la declaración de Kimchi sea demasiado moderna para ser fidedigna. 'Echado a Gehenna,' v. 29, etc., era una frase sugerida naturalmente por la práctica ~e echar cadáveres al valle, El griego aquí es literalmente 'expuesto al fuego de Gehenna,' i.e., en peligro de ser echado en él. Otra palabra 'Hades que se traduce con frecuencia 'infierno,' será explicada en las notas sobre 11 :23. Se ha supuesto comúnmente que nues· tro Señor se proponía hacer un climax al hablar de los tres castigos--muerte por la espada, como infligida por 'el juicio'; muerte por apedreamiento, por. la condenación del Sanh\edrín; y. 'la Gehenna de fuego.' En cuanto a éste algunos se han figurado una alusión a algún castigo peculiarmente ignominioso infligjdo en el valle de Hinnom, al paso que otros entienden que se re-

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feria al castigo del infierno, conforme al uso general del término Gehenna en el N.T. Pero es muy difícil, en verdad es imposible descubrir algún climax correspondiente en las tres ofensas, especialmente demostrar que el llamar a alguno 'fatuo' sea inmensamente peor que llamarle "raca" ('imbécil'), tanto peor como la diferencia entre ser apedreado y sufrir la perdición eterna. (1) Estas dificultades se evitan "desechando del todo la idea de un climax, y explicando las tres cláusulas como substancialmente equivalentes, aunque son expresiones formalmente desemejantes de la misma idea, esto es, que la ley de Dios prohibe no solamente el asesinato, sino también la ira maligna, y su manifestación oral" (Alexander). Nuestro Señor está demostrando que exige una moralidad más íntima y espiritual que la que acostumbraban ellos; y dice que no sólo es crimen el asesinato, y merecedor del severo castigo que los tribunales locales solían infligir, sino que la ira también es crimen, y debe castigarse (comp. 1 Juan 3:15); y que el uso de palabras despreciativas es una ofensa que merece ser castigada por el tribunal más alto, merecedora aun de la perdición eterna. Edersh. representa a los sabios en el Talmud cOmO declarando que el dar un apodo oprobioso, o avergonzar a otro públicamente era una de las cosas' que merecían la Gehenna. Por supuesto todo esto presupone que la ira y las expresiones despreciativas sean inexcusables y acompañadas de sentimientos malignos. Un hombre puede ser justificable en enojarse contra otro bajo ciertas circunstancias; así como, (1.) Algunos ImagInan Que mor ... 'fatuo', aunque palabra familIar grIega, es aQul realmente una palabra hebrea hloreh que sIgnifIca 'rebelde' u 'obstinado." (Véanse Tholuck. Alford, Stanley) Pero en tal caso ¿no se habrla dado aqul en la forma aramalea, moro, como· rakn t Además de esto, esta palabra no tiene mucha mAs fuerza que 'fatuo', y no dIsmInuIrla materIalmente l/l· dlrtcultad.

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bajo ciertas circunstancias puede ser justificado en matar a otro. En Mar. 3:5 se dice que Jesús los miró alrededor "con enojo, condoleciéndose de la ceguedad de su corazón" (comp. Juan 2 :15) ; y los apóstoles nos dicen: "Airaos y no pequéis" (Efe. 4 :26), y "todo hombre sea .... tardío para airarse" (San. 1:19). Sin embargo, aunque la indignación contra el mal cbxar no sea necesariamente pecaminosa, es muy dada a llegar a serlo, y debemos cuidar mucho de no permitirlo, El enojo es especialmente dado a hacerse pecaminoso si no se reprime sin dilación, y de aquí el mandato, "No se ponga el sol sobre vuestro enojo" (Efe, 4 :26). Comp. Aristóteles: "El que se aira por lo que debe airarse, y también cómo debe airarse y cuándo y por el tiempo que debe airarse, es alabado."-Y así es con respecto a usar expresiones despreciativas. Nuestro Señor llama a los escribas y fariseos 'Insensatos' en 23:17, y emplea términos equivalentes en Luc. 12: 20; 24:25, uno de los cuales es aplicado por Pablo a los gálatas (Gál. 3 :1, 3); y la palabra traducida 'vano' en Santo 2 :20 es literalmente 'vacío,' y corresponde exactamente a Raca. Jesús usó términos aun más oprobiosos, 'diablo y Satanás' (16:23; Juan 6:70). Se sigue que el uso de semejantes términos no es esencial y necesariamente malo pero es muy propenso a originarse en sentimientos malos o a conducir a ellos, y puede así constituir un gran pecado; y por lo tanto debe evitarse habitualmente, y practicado solamente donde con seguridad se merece y hará bien. Por otra parte debemos acordarnos de que podría uno evitar escrupulosamente el uso de los términos especiales 'insensato' e 'imbécil,' y no obstante violar con frecuencia el espíritu de las enseñanzas de nuestro Señor.-Por supuesto si semejantes expresiones de enojo son pecaminosas, cuanto más. pecaminosa es

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23 Por tanto, si u"ajenos tu presente al

altar, y alU te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 Deja aH! tu present~ delante del al-

tar, y vete, vuelve primero en Rrnistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente.

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23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y alll te acuerdas que tu hermano tif>ne algo contra ti. 24 deja all! tu ofrenda delante del altar. y vé, reconclllate primero con tu hermano, y entonces ven, y presenta tu ofr~nda.

toda clase de maldición, c'o,sa mala en plo (véase sobre 21:12). Y allí te acorsí misma, y cosa que los hombres a ve- dare., allí mientras estás ocupado con ces procuran excusar alegando que no el acto más solemne del culto judaico. podían dominar su ira-esto es, que las Hermano, véase sobre v. 22. Algo conpalabras inicuas deben excusarse por- tra ti. Sin duda ·la expresión fue hecha que proceden de un sentimiento muy general de propósito, a fin de que ininicuo. cluyera todos los casos, aun los más 23. Habiendo declarado así que según insignificantes; no dice, 'tiene ene missus enseñanzas el principio de la ley tad contra ti,' 'está enojado contigo,' contra el asesinato se aplica al enojo sino 'tiene algo contra 'ti' (comp. Mar. yal insulto (comp. 1 Juan 3:15), añade 11:25). Los hombres están más disel mandato de reconciliarnos con aquél puestos a acordarse de que tienen algo con quien estemos en discordia. Esto contra su hermano, que él tiene algo debe hacerse de una vez, aunque sea contra ellos. El lenguaje implica que necesario interrumpir un sacrificio - (v. en el caso supuesto la persona a quien 23s.); y debe hacerse mientras está uno se dirige es el mismo ofensor. Pero el en camino con el adversario para el espíritu del precepto se aplica tan bien tribunal (v. 25). Nótese en que aquí, a casos en que sabemos que no hemos (vs. 23-26), se usa el singular aunque hecho ningún mal. ¿Hemos de tener se había empleado el plural antes, y voluntad de ser reconciliados solamente vuelve a emplearse después. Así to- si se nos acercan, o estamos bajo oblima un caso individual, como si escogie- gación a ir y procurar nosotros mismos ra a una sola persona para dirigirse a una reconcilación? No debe uno sacriella y así da más énfasis al precepto, . ficar su dignidad, pero tampoco debe justamente como obran a veces todos descuidarse de su deber. los oradores públicos, especialmente los 24. Deja allí. No resuelves merapredicadores. Otro cambio semejante mente que irás a reconciliarte luego que al singular puede verse en vs. 29,36,39, hayas ofrecido el presente. Es compay comp. sobre 6 :5. rativamente fácil resolvernos a hacer Por tanto, presentando el mandato co- un deber desagradable -antes de mucho; mo una inferencia de lo que precede, o el punto es que debe hacerse de una un resultado de ello. Puesto que la pro- vez. Deja allí tu presente delante del hibición que acaba de hacerse se extien- altar y vete, vuelve primero en amisde no meramente a actos exteriores, si- tad con tu hermano-, y entonces ven y no a palabras y sentimientos de enojo ofrece tu presente. "Es evidente que y desprecio, se sigue que debe uno pro- esto no se sugiere como un caso que curar la reconciliación. Trajeres-o, tenga probabilidad de suceder en la viestás ofreciendo. Este es el uso regu- da real, ni aun como -una regla formal lar del término, como en v. 24. Pre- que debe observarse, si sucediera, sino sen te, un término general, incluyendo que más bien es una fuerte afirmación toda clase de ofrendas. Al altar, esto ee que sería propio obrar así, si no hues, el altar en el atrio interior del tem- biera otro medio de efectuar el fin

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25 ConcHiate con tu adversario presto, entretanto que estás con él en el camino; porque no acontezca que el adversario te entregue al juez, y el juez. te entregue al alguacil, y seas echado en prisión. 26 De cierto te digo, que no saldrás de alli, hasta que pagues el último cuadrante_

25 Ponte de acuerdo con tú adversario presto, mientras,estás con él en el camino; n'o sea que el adversario te entregue al juez, y el juez te "entregue al alguacil, y seas echado en la cácel. 26 De cierto t!' digo que no saldrás de alli, hasta que. hayas pagado el último maravedL

exigido" (comp. sobre v. 29). Dios deseaba que su pueblo obrara con misericordia, antes bien que ofrecer sacrificia. Los actos de culto son muy importantes, pero aun un acto de culto podría aplazarse a fin de que volvamos a entrar en relaciones amistosas con uno que tiene queja contra nosotros. Es una completa .equiv01cación entender que este precepto indique que hay conveniencia especial en proc~rar la reconciliación antes de tomar la Cena del Señor, con la inferencia práctica que se hace con frecuencia, de que no se hace mal en diferir la re·conciliación hasta que se acerque aquella solenmidad. Porque (1) la referencia se hace al culto del templo, y el principio se aplicaría tan verdaderamente a cualquier otro, acto de devoción pública o privada como a la Cena del Señor. y (2) el punto aquí no es, que aunque dilatáramos en buscar la reconciliación en otros tiempos, debemos estar seguros de procurarla al ocuparnos en el culto solemne; sino que tan grande es la importancia de reconciliarnos de una vez, después de qUe la ofensa se comete o se' recuerda, que aunque se acuerde uno de la existencia de semejante dificultad personal justamente cuando está ocupado en sus devociones, haría bien en suspender el servicio más solemne a fin de ir inmediatamente a reconciliarse. Con tanta más razón es nuestro deber procurar la reconciliación en otros tiempos. Sin embargo, es natural por supuesto que hubiera más probabilidad de pensar en la necesidad de perdonar y se,r reconciliados cuando tomamos parte en el culto, solemne, y así dice nuestro Señor en otra parte (Mar. 11:

25, Ver. Mod.): 'y siempre que estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno.' No es que estamos bajo obligaciones más fuertes de perdonar entonces que en estas ocasiones, sino que estamos más propensos a a~ordarnos y sentir la obligación de hacerlo. 25., 26. Para la conexión véase sobre v.23. Concíliate'. Literalmente es 'ten buena intención para con'-lo que sugiere que debemos procurar la buena voluntad mostrando buena voluntad. Presto, no pasado algún tiempo, algún día, si~o presto. La ira es mala, y las dificultades deben arreglarse de una vez. El adversario, en el caso sUpUE',Sto aquí, es un acreedo!l', como se ve en v. 26. Entre tanto que estás con él en el camino, esto es, en Gamino para ver al

juez. Conforme a la ley romana, el acreedor llevaba al acusado consigo delante del' juez; el procesado podía arreglar el asunto baj o· cualesquiera términos mientras estaban en el camino, pero después de llegar al tribunal tendría que arreglarse conforme a la ley. Y el juez te entregue (1) al alguacil; se omiten el proceso y la convicción, como cosas qUe naturalmente se entienden. Cuadrante representa una pequeña moneda romana de cobre, igual en valor a como las dos décimas partes de un centavo y así de dos tantos el valor .del maravedí (Mar. 12 :42), qUe tiene Lucas en el otro ejemplo' donde nuestro Señor empleó esta figura (Luc. 12 :59). El Talmud se refiere a un consejo semejante como proverbial: "Hay quienes (í) 'Te entregue', después de juez, falta en algunas de las autoridades más primitivas y es evidentemente una adición hecha naturalmente por copiantes o estudiantes.

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dicen mientras estés en el camino con tu adversario, sé obediente."~La mayor parte de los comentadores entienden este . lenguaje de nuestro Señor como teniendo, referencia alegórica a la necesidad de ser reconciliado con Dios, por temor de que nos eche en la prisión perpetua de la perdición. Los romanistas lo toman como un texto para probar la e·xistencia qel purgato,rio; y iJ.!gunos Universalistas lo .citan para probar la restauración final (esto es, cuando la deuda haya sido pagado); pero toda la conexión (véase sobre v. 23) parece exigir claramente que lo entendamos en el sentido sencillo y natural. Podríamos decir que el pasaje suministra una buena ilustración de la verdad aludida, peral no hay indicación suficiente de que nuestro Señor queriá enseñar esa verdad. Por cierto el deber de ajustar las dificultades personales, para lo cual se· dan después direcciones espeCíficas (18:15), es de tan grande importancia que haremos bien en contentarnos con el pensamiento de que es cuanto enseña nuestro Señor aquí.

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lo con¡.pleta." Eutym:· "La ley prohibe los frutos del pecado, Cristo prohibió también los. principios. Porque el asesinato es up. fruto de pecado; pero la raíz del pecado es el enojo. Y a me·nos que sea .quitada la raíz no dejará de dar fruto algún día." Dykes: "Para el estadista filsófico, y el reformador religioso de cada generación, la mejor recomendación de lo nuevo será siempre que víene, no para d~struir lo viejo, sino, para cumplirlo; para entender su espíritu, realizar su propósito, llevar adelante su obra, y hacer que todo cambio sea un desarrollo en un poder más sublime." Renl'Y: "que no toman los piadosos, ni esperen los profanos, que el cristianismo haya de 'destruir la ley" (v. 19). Todos deb~n obrar y enseñar.. 1) El que' profesa ser . maes-" tro debe ser también obrador. ·2) El UJ,ás humilde cristiano particular no debe contentarse co,n obrar, sino que también debe enseñar. Chris.: "Porque con' este motivo él mismo ha puesto el obrar antes qUe el enseñar;· para dar a entender que así puede uno .mejor pre· pararse para enseñar."-Mandamientos HOMILETlCA y PRACTICA muy pequeños. 1) Los Preceptos inoraVs. 17, 18. El Antiguo Testamento les son de más importancia .que las ce1) Sus enseñanzas son todavía instruc- remonias (comp. 7:12; 15:11). 2) tivas, sean históricas, preceptivas, cere- Unas ceremonias son más importantes· moniales, o proféticas. 2) Sus precep- que otras. 3) Todo cuanto Dios ha tos son todavía obligatorios,eon las mandado es importante. P. Aboth: adaptaciones necesarias para. una eco- "Fíjate en un precepto ligero tanto conomía espiritual; y sus requisitos mo- mo en uno que es grave, porque no sabes rales hechos más estrictos y espÍritua- el galardón asignado a los preceptos" les por el N. T. Calvino: "Esfuerza mu- (comp. Efe. 6:2s. con Deut. 22:7). cho la fe en el evang:elio el saber que Henry: "Es peligroso, tanto en la docno es otra cosa sino el complemento trina como en la' práctica, ·invalidar el de la ley."-EI A .. T. y el N. T. son más pequeño de los mandamientos de necesarios el uno, al otro como partes Dios; ya contrayendo su extensión, ya de un fado; Cuando los hombres em- debilitando su obligación."-A veces dipiezan a menospreciar el A. T. acaban c·en los hombres, refiriéndose a· un punpor tener semejantes opiniones del N. to u a otro, ."éstá es una materia de muy T.'Í'eófilo: "Lo que la ley b o s q u e j Ó,i po.ca importancia, después de todo." PeCristo pintó completamente. El pintor ro ¿es un mandamiento de la palabra de no destruye el bosquejo, sino más bien Dios? Entonces tened cuidado de no

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menospreciarlo (v. 20). Los elScribas dar apodos~ e.g., racionalista, hereje, inY' f',ariseos llevaban exteriormente una fiel; o santurrón, perseguidor, sectario, vida sin tacha, por más corrompidos qUe egoísta; o flariseo, hipócrita, jesuíta. fueran interiormente. Debemos tener En todos estos casos debemospregunmejores principios y motivos que los que tamos, ¿el epíteto se aplica al otro con tenían éllos, pero seguramente no debe- justicia? y ¿ lo aplicamos con un buen mos ser inferiores a ellos en la conducta fin y en espíritu recto? De otro moexterior. ¿Será posible que el amor y do pecamos. Jesús llamó a alguno·s inla gratitud para con nuestro Salvador sensatos, hipócritas, serpientes, diablo, dejen d:e' hacer que los .éiristianos pon- Satanás, sabiendo que merecían semegamos menos "solicitud en practicar las jante epíteto, y que resultaría bien de buenas obras" (Tit. 3 :8, Ver. Mod.) aplicárselo. que aquellos Judíos por ostentación y V. 23. El alto deber de procurar la justicia propia? Si nos contentamos con reconciliación; de pensar no -meramen" obrar· de otro modo ¿tenemos razón te si tienes algo contra otro, sino espede estar seguros de que hemos entra- cialmente si el .otro tiene algo contra do en el reino del Mesías, de que so- ti. Procurar la reconciijación es un mos el pueblo. de Cristo? Nuestra jus- deber más alto que el más solemne acto ticia debe incluir no sólo actos exterio- de culto. La vida es más importante res, sino también sentimientos (véanse que los actos exteriores de culto, y una los ejemplos que nuestro Señor procede vida sana hará que el culto sea más / a dar). aceptable y prov'echoso. Sin embargo, V. 21. Henry: "La leyera antigua, no dice, Ve y reconcíliate en lugar de pero no ·ariti~uada."-Matar. 1) Cuan- ofrecer tu presente, sino entonces vén do es legítimo, y no, pecado.' 2) Cuan-'y ofrece tu presente. Culto sin cari~ do es pecaminoso hasta cierto grado. 3) dad, caridad sin culto, culto y caridad; Cuando es pecad~, y de los más gran- ama a Dios y a tu vecino. Griffith: des posibles.-El mal de llevar armas "Con frecuencia se hace tanto perjuiocultas.-El duelo (v. 22). La ira. 1) cio a la armonía social por medio de Aun cuando sea justa, siempre tiende una determinadón 'o'I'guIlosa de no cona hacerse pecaminosa. 2) A veces es fesar que hemos obrado mal, o no dar tan pecaminosa en carácter y en gra- una satisfacción demasiado fácil y hudo que se asemeja en culpabilidad al milde, como por hacer r.ealmente mal." asesinato. 3) El desprecil) de otros, Stier: "Reconcíliate, perdona o consique es una forma menos fuerte de la gue el perdón, haz al menos lo mejor ira, es con frecuencia altamente peca- CIue· puedas, para que nada sea puesto minoso.-Talmud: Siempre que se eno- contra ii por el gran Juez" (Rom. 12: ja un hombre, si es sabio, la sabidu.ría 18). "Si se puede hacer, cuanto está lo deja; si es profeta, el don profético en vosotros, tened paz con todos los lo deja." Henry: "La ira es pecámino- hombres." Si no es posible, cuida de sao 1) Cuando no se ha dado justa pro- que no sea tuya la culpa (v. 25). Grifvocación; 2) Cuando no se dirige a nin- fith: "Hay aquí un caso nuev,o. El prigún fin bueno; 3) Cuando excede los mer requisito (v. 23s.) es que se ofrezlímites debidos" (v. 21). Los tres gran- ca espontáneamente la satisfacción, andes departamentos del pecado: acciones tes de que se demande. El segundo es, pecaminosas, palabras pecamin8sas, sen- que se conceda la satisfacción de buetimientos pecaminosos.-El pécado de I na gana, cuando se demande."-Esfuér-

M 4.'rE O

si OI.Bteis .que fué

27 Habéis oidID que. fué' dicho 80.108 de antiguo tiempo: No cometer;\s adulterio.' 28 Mas. yo' 08 digo, que todo aquel que '28 Mas yo os digo, que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adul- mira a una mujer con el fin de codiciarla, ya. cometiO adulterio con ella en su 'coterO con ella en BU corazOn. razOno . dicho; No adulterarás:

zate para resolver las dificultades personales en privado sin. esperar la intervención de uD, proceso legal (1 Coro 6:6-8). Semejantemente es mejor resolver las dificultades sin· llevarlas ante la iglesia (18 :15) .-Es triste ver cuántas dificultades. se suscitan entre los hombres, y auJ?· entre loos discípulos de Cristo, y con cuánta frecuencia los dos partidos son orgullósos y obstinados, .en vez de obrar como él manda aquí solemnemente. Cristiano, detente un momento y .piensa. ¿Hay alguien con quien no estás de acuerdo? Luego, deja de leer en este renglón, y. con'sidera, con oración, si no puedes hacer algo para efectuar una reconciliación. Haz un esfuerzo, aunque lo hayas procurado antes en vano', un esfuerzo h()nrado y serio, en el temor de Dios; y. entonces vuelve a leer, en un espíritu humilde y dulce, estas palabras de nuestro Salvador. 27-32. LA LEY CON RESPECTO AL ADULTERIO Y AL DIVORCIO. Con este segundo ejemplo (véase V. 21) nuestro Señor sigue ilustrando y aplicanqo la afirmación de vs. 17-20, que no se propone ,relajar los requi.sitos de la ley, sino que exige Una moralidad aun' .más estricta y espiritufLl. 27. Oísteis que ·fue dicho (véase sobre ". 21). Por - 8 - los antiguos es aquí una adición espuria del v. 21. (1) Puede notarse (Steir) que se observa (1) Falta en la mayor parte de las auto"ridades primitivas, y es manifiestamente una adiciOn por via de asimilaciOn al ver. .21, etc. Su presencia en algunos de los cOdi!;es antiguos Latinos, en 'la Vulgata y en la Antigua-Siriaca, muestra que la adiciOn se hizo temprano, hacia la mitad del siglo segundo, como otras muchas corrupciones del texto.

cierta, variedad en la introducción de esta serie de ejemplos; la completa frase del ver. 21 es' abreviada en el ver. 27, y aun más en el ver. 31; y luego en el ver. '33. vuelve a usarse la frase completa, para ser de nuevo abreviada en los verso 38 y 43. No adulterarás (Ex. 25: 14; Deut. 5 :18). Esta prohibición de una especie particular de incontinencia, puede considerarse como incluyendo, como otros de los diez mandamientos,-la prohibición de la incontinencia en general. No se dice. que añadieran algo a este mandamiento agregándole enseñanza;; tradicionales,' como se hacía en el caso anterior (v. 21) ;.pel"l() sabemos que los maestr()s judíos se mostraban inclinad()s a limitar el mandamiento al adulterio de hecho. Jesús lo extiende de modo que prohibe los deseos CO!lTespondientes. El así 'cumple' o 'completa' la ley (v. 17). 28. Para codiciarla, 'i. e., a fin de codiciarla, mirándola con el objeto de estimular un deseo impuro y deleitarse en él. Las palabras 'con el ,o,bjeto de,' expresan propiamente la fuerza de la frase griega, la misma que. se Usa en 6:1; ·13 :30; 23 :5. La palabra griega traducida aquí 'codiciar' significa 'desear' en general, y se emplea en un buen sentid() en 13:17; Luc. 22:15,y en algunos otros pasaJes. Con más. frecuencia tiene un. sentido malo, como en Mar. 4 :19 etc., denotando deseos malos en general (siendo coh tanta frecuencia malos los deseos humanos). El sentido específico de deseo sexual se halla (en el N.T.) solamente aquí y en Róm. '1 :24, aunque por supuesto se incluye, juntamente con otros deseos, en la may()ll" parte de los casos donde tie-

Cap. V

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29 Por tanto, si tu -ojo derec11.ll te fuere \ ocasión de caer, SáCa ...10, y éC11.alo. de ti: que mejor te es que se pierda uno de ·tus miembros, que no que todo tu .cuerpo sea echado al infierno. .

ne un sentido malo.

Ya adulteró con su importancia' general. Te fuere oca.ión de caer, O de tropezar, o de 'pecar.'

La distinción entre las. enseñanzas de nuestro Señor, y' las que estaban acostumbrados a oír, es esencialménte la misma que en v. 21 y sigo Jesús condena no meramente el acto exterior de pecado, sino también el nutrir los deseos pecaminosos. Stier: "El que experimenta en la primera mirada este deseo, y entonces, en lugar de volverse y retirarse del pecado (2 Pedo 2 :14), mira por segunda vez ,con intento impuro, y con el _prop~ito. de retener y aumentar el impulso, comete el pecado." Com(} en 1 Juan 3 :15, 'Cualquiera que aborrec,e a su hermano, es homicida,' así dice aquí que cualquiera que alienta su deseo con una mirada es adúltero ( comp. Job 31 :1. Prov. 6 :25; 2 Sam. 11 :2,4 y 2 Pedo 2: 14) ,'ojos llenos de adulterio.' Los escritores griegos, roman(}s y judíos tienen también muchos dichos con respecto a lo pecaminoso que es una mirada lasciva. 29. El vigoroso dominio propio que se necesita para evitar· el pecado que acaba de prohibirse, sugiere la idea de que todas nuestras propensiones deben ser reprimidas, y que la más grande abnegación posible sería mejor que padecer en el infiel"no, lo cual tiene qué ser el galardón de cUl:nplir los deseos carnales. Esto corresponde a la aplicación hecha en el V. 23, y aquí también se dirige a un individuo, 'tú.' Tu ojo derecho, literalmente es, tu ojo, el derecho; aun un ojo, aun el me30r ojo, debe en semejante caso, ser sacrificado (comp. Ex. 29:20; 1 Sam. 11: 2} Zac. 11: 17) . Sin duda se seij.ala el 'ojo' por ser sugerido por .el pensamiento que precede (v. 28), y también por ella en su corazón.

29 Si pues, tu ojo derec11.o te fuere ocasión. de caer, sácal0, y échalo de ti; porque te es provechoso que ,se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado en el infierno.

La palabra griega se halla ·en la Septuaginta, y con frecuencia en el N.T., aunque no se halia en los escritos profanos griegos, y envuelve dificultades tales que justifica una explicación detallada. (1) El sustantivo (skandalon), de que este verbo se deriva, denota en primer lugar el palo de una red o trampa quíe, pisad.o· por un animal, deja caer la trampa; y como derivado, cualquier cosa contra la cual se choca, ya sea tropiezo, como en Lev. 19 :14: 'delante del ciego no pongas. tropiezo,' o menos comúnmente, un obstáculo puesto para impedir el progreso de ..lguno, como en el libro apócrifo de Judit (5: 1) Se dice que los :israelitas habían puesto muros en las cumbres de las montañas, y 'obstáculos' en los llanos, para resistir el avance de los invasores. De estos sentidos derivados se sacan varills usos figurados tocante a objetos morales y religiosos: (a) Un tropiezo, que hace a uno caer' en pecado (Mat. 13: 41; 18:7; Luc. 17:1; Rom. 14:13; 1 Juan 2:10; Apoc. 2:14). (b) Un obstáculo que tiende a Impedir el progreso, una ocasión de incredulidad (Rom. 9: 32; 16·:17; 1Cor. 1:23; 1 Pedo 2:8;. (c) Un objeto contra el cual se estrella uno lastimándose de modo que se disgusta con él, una "ofensa" (Mat. 16:23; Gál. 5:11). En algunos casos dos de estos sentidos pued:en unirse, como el segundo y el tercero en 1 Coro 1 :23 (En Rom. 11 :9, la referencia no es, probablemente, a un tl'o·piezo, sino al sentido primario de palo de trampa como medio de destrucción). (2) De semejante manera el verbo (skandalizo) se usa figuradamente en tres sentidos

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30 Y si tu mano derecha te fuere oca-/ s\ón de caer; córtala, y échala de ti: Que mejor te es que se pierda uno de tus mlembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al iufierno. , .

30 Y s\ tu manó derecha te fueré ocasión de " córtala, Y. écllala de jr; porque tI! es provechoso que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo se vaya al Infierno. .

correspondientes: (a) Hacer que tropiece y caiga uno, hacer que peque (Mat. 5 :29; 18 :6-9; Luc. 17:2; Rom. 14:21; 1 Coro 8:13;2 Coro 11:29). (b) Impedir el progreso dé uno, hacerle pararse, hacer. que uno desconfíe y rechace o abandone (Mat. 11:6; 13 :~1, 57; 15:12; 24:10; 26:31,33; Juan 16: 1). (c) Dar pena o disgusto, 'ofender, en el sentido moderno de la palabra (Mat. 17:27; Juan 6:61). AqUÍ también, como en el caso del substantiv{), pueden encontrarse a veces dos o tres sentidos combinados (1). DEl modo que la. idea es, si tu ojo derecho te hace pecar. Es obvio que el propósito es enseñar una lección general suponiendo un caso extremo, un método muy característico de las enseñanzas de nuestro Señor (comp. vs. 24,39). No presenta esto como un caso actual o c·omo uno que tiene probabilidád de suceder; pero "si sucediere, si la única alternativa. presentada a un hombre fuera la transgresión habitual o la pérdida de uno de sus miembros más valiosos, entonces debe escoger la mutilación antes que una vida de pecado; y ese escogimiento incluye todos los casos menores, como el todo intros' ,perdonamos a todos los'que ·,n9l;J·'deben', que significa no simplemEm~e¿l . l1erd,ón presente, sino el perdón .. habHuaJ, . como se . ve por las palabras :'a todos los, que;' El términó d.il Lucas 'porque" p~e'ce1;ia indicar que el perdonar nosotros' es el motivo pa-

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ra ser perdonados; pero quiere decir más bien que no hay de parte nuestra espíritu implacable que constitUYa un obstáculo para que seamos perdonados (comp. 5:7; Luc. 23:34; 1 Tim. 1:3), Y la hermosa ilustración en la parábola de 18 :21-35. La base evangélica del perdón-la propiciación e intercesión de Cristo-no se ,expresa aquí, por supuesto. Los discípulos no podrían haber entendido ninguna referencia' a ella hasta después de la muerte., resurrección Y ascensión de Cristo. Los griegos Y .romanos admiraban los ,ejemplos notables de perdón, pero no intentaron [y{culcarlo, ni esperarlo. Un sabio judío, de. como 200 A. de J. C. (Ec1es. 28 :2), insistía en que los hombres deMeran perdonar si esperaban ser perdonados: "Perdona a tu prójimO' que te dañó; Y entonces rogando tú te serán remitidos los pecados" (comp. Ec1es. 28:1-5). Pero es el cristianismo el que ha hecho de esto una cosa actual y esperada. Ecce Hamo,: "El perdón de la¡¡ injurias, que era considerado en el mundo antiguo como .una gran virtud, pero casi imposible, parece a los modernos en los casos ordinarios un sencillo, deber .... Una virtud nUeva ha sido introducida en la vida humana. No sólo ha sido inculcada, sino que. ha llegado a contarse tan completamente en el número de las virtudes reconocidas e indispensables, que todo .el mundo, hasta cierto punto, la practica, y los que no la practican incurran ·en el odio Y la pérdida de carácter. A los demás grandes cambios obrados en las mentes de los hombres por Cristo, ha de añadirse ahora éste, el más notable y benéfico" si no el más grande de todos (comp. sobre 5 :38s.). Pero, como muchos términos que expresan deber cristiano, la palabra perdonar ha llegado a usarse con frecuencia en un sentido atenuado, Y muchas mentes ansiosas son desviadas por su ambigüedad. Si perdonar

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13 Y no nos metas en tentación, mas libranos del maL P.orque tuyo es el .~eino, I,;,lé~.oder, y la glorIa, por todos los s,glos.

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Ilíbranos 13 y no nos dejes caer en tentación mas del mal. Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, para siempre. Amén.

porque el perdón de los pecados no basta; necesitamos también ser guardados de pecar en lo futuro. Los Padres latinos, Tertuliano y Cipriano, dicen que significa, 'No· permitas que seamos metidos,' y Agustín dice que muchos oran así, y que así se leen muchas copias (latinas) ; pero que en el griego nunca ha encontrado sino: 'No nos pongas.' Este es el téxto. y la significación indudable del griego, y la diferencia es importante. Los hombres se meten (o se ponen) en tentación los unos a los otros ofreciéndose alicientes para hacer el mal; pero el pensamiento aquí es que Dios ordene las cosas en su providencia de modo que nos ponga en circunstancias difíciles, que probarían nuestros principios y caracteres. Esta acción providencial no nos compele a hacer mal, porque semejantes condiciones vienen a ser para nosotros ocasión de pecado ·solamente cuando nuestros propios deseos malos nos impelen a ello (San. 1 :13-15). Las mismas condiciones aprontadas de una manera propia no harían otra cosa sino manifestar y esforzar la piedad de uno, como cuando "probó Dios a Abrah¡1m (Gén. 22:1, Ver. Mod.), o permitió que Satanás probara la paciencia y fidelidad de Job. Así es que no hay contradicción entre esta petición y el precepto (San. 1 :2, Ver. Mod.), "Tenedlo por ocasión de todo gozo, cuando cayereis en diversas tentaciones." Puede uno ser probado (véase sobre 4:1 la explicación de 'tentar'), con buen propósito o con malo. En el sentido malo, Dios "no tienta a nadie" (San. 1:13). El creyente humilde, desconfiado de sí por ser consciente de las tendencias hacia el peca13. Y no nos metas-o, traigas-en do que quedan en él, y de su debilidad tentación. Aquí también tenemos 'y', para refrenarlas, ruega a Dios que no

significa meramente no "enemistarse" (Ecles. 28 :7), abstenerse de la venganza (Rom. 12 :19), entonces en ese sentido deberíamos perdonara todo malhechor, aunque no se arrepie:r;¡ta, y aun siga siendo nuestro enemigo. Pero éste no es el uso de perdonar que se halla en la Escritura; y en el sentidO' pleno del término no es nuestro deber, ni es propio, perdonar al que nos ha perjudicado hasta que confiese el mal, haciéndolo con sinceridad tan incuestionable y cambio tan genuino de sentimiento y propósito, que demuestre merecer ser restaurado a nuestra confianza y respeto. Así dice nuestro Señor (Luc. 17:3, Ver. Mod.), "Si pecare contra ti tu hermano, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale." Aquí de nuevo el ejemplo de nuestro Padre c·elestial ilustra el mandamiento que nos ha dado. Hace que su sol salga sobre malos y buenos (comp. sobre 5:45), pero no perdona a los hombres, restaurándolos a su confianza y afecto hasta que se arrepienten genuinamente. En cuanto a juzgar de la sinceridad de los que profesan el arrepentimiento, nuestro Señor inculcó gran paciencia y caridad. Si se repite un perjuicio por segunda o tercera vez estamos dispuestos a perder toda paciencia y rehusar volver a Perdonar; pero él dijo, "Aun cuando siete veces al día pecare contra ti, y siete veces volviere a ti, diciendo: j Me arrepiento! le perdonarás" (Luc. 17 :4, Ver. Mod.). Y en Mateo 18 :~ls., lo hace "setenta veces siete"-no por cierto comO un límite exacto, sino como un mandato general y muy fuerte de longanimidad y juicio caritativo de la fragilidad humana.

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14 Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdona rá talnbién a vosotros vuestro Padre celestial. 15 Mas si no perdonareis a los hombres sus ofensas) tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

14 Porque si perdon:-'tis a los hombres sus ofensas, os perdonar:t también a YOSOtras vuestro Padre C'elf'stial: 15. pero si no perdon'Íis él los hombr"'~ sus ofensas, yuestro Padre tampoco os perdonará yuestras ofensas.

le traiga en tentación (comp. 26:41; 1 Coro 7:5; Gál. 5:7). No obstante, cuando place a Dios, no obstante su oración y esfuerzo, traerle a tentación, debe regocijarse (San. 1 :2-), porque cuando se soporta en las fuerzas del Señor, la victoria es segura (1 Coro 10:13), pues desarrollará el carácter cristiano, resultado así en bendición (San. 1 :3s.), y porque le asegurará un premio eterno (5:12; San. 1:12; Rom. 8:18). De la misma manera nuestro Señor ordenó a sus ·apóstoles que evitaran la persecu.ción (10 :23), aunque les dijo que se regocijaran al &er perseguidos (5":1012). Mas líbranos del mal, o, del malo. Esta no es realmente una petición distinta de la que precede, sino que desarrolla más y manifiesta separadamente alg.o incluido en ella. Al omitirse," pues, en la segunda ocasión (Luc. 11:4), no se perdió ningún pensamiento principal de la .oración (Comp. arriba sobre V. 10). La frase griega traducida 'el malo' es aquí ambigua, como en 5 :37, y -puede igualmente significar mal. La misma expresión es sin duda masculina, y quiere decir Satanás en 13 :19,38; Efe. 6:16; 1 Juan 2:13,14; 3:12; 5:19 (comp. V. 18); es claramente neutra, significando 1.0 malo en abstracto, en Luc. 6 :45; Rom. 12:9; 1 Tes. 5 :22 (y varios ejemplos del plural neutro, 'cosas malas'); y la significación es dudosa en Mat. 5:37,39; 6:13; Juan 17:15; 2 Tes. 3 :3. Los que se oponen con tanta vehemencia a traducir la palabra aquí por "el malo" lo hacen por lo regular por sentimiento y hábito, y a veces por su escepticismo en cuant.o a la verdadera personalidad de Satanás. Pero el NUevo Testamento asocia familiarmente el mal c.on el malo, como su pers.onificación

principal y su más poderoso director (eg., Hech. 5:3; Juan 13:27; 8:44). Es por 10 tanto, del todo imposible escaparse de la idea, si creemos a las Escrituras. N o puede nunca determinarse con certidumbre si la frasé es masculina o neutra en este pasaje y en Juan 17 :15. Pero como es claro que se usa con más fn~cuencia en m2sculino, y corno hay cierta tendencia en el Nuevo Testamento a hablar más bien de personas malas y acciones malas que del mal considerado en abstracto, viene a ser muy probable que el sentido sea masculino en cfida uno de estos pasajes interesantes. Por lo que toca a la significación substancial es la misma en uno y otro caso, como ya lo observó Calvino,"y realmente cada uno incluye al otro. La alabanza en esta oración ("Porque tuyo es el reino" etc.) es, sin duda alguna, espuria, (1) Y los revisores han hecho bien en omitirla. Puede ser que con sentimiento prescindamos de estas palabras familiares y agradables, pero seguramente es de más importancia saber lo que realmente contiene y significa la Biblia, que apegarnos a algo que no sea realmente de la Biblia, meramente porque nos gusta o porque tiene ciertas asociaciones preciosas. 14. El hecho de que este asunto, a exclusión de todos los demás de la oración, vuelve a considerarse por segunda vez, y a amplificarse presentándolo tanconsta en los lI!SS. Unciales. ,D, G, ni en cinco cursivos, y en otros muchos cursivos hay señales en el texto o notas en el nJargen que dan a entender que es dudosa; no consta tanlpoco en varia oS copias del Antig-uo Latln, ni en la Yulg-ata. ni en la ::\Iemfftica. Especialmente I10table es el testimonio de los Padrt..I'.

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(1) No

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to afirmativa como negativamente, debe impresionarnos hondamente .con la importanCia de perdonar si deseamos ser perdonados (comp. 18:21-35; Mar, 11: 25; Luc. 17:3). Porque introduce lo que sigue como una confirmación del v. 12. Ofensas, más literalmente transgresiones, interpreta la palabra 'deudas' del v. 12; de aquí viene la práctica de substituir esta palabra al repetir la oración. HOMILETICA .y PRACTICA V. 5. Orígenes: "Los hipócritas que usan máscara de piedad, son actores en su propio teatro, las sinagogas y los cantones de las 'calles." Henry: "Los que no quieran obrar como lo hacen los hipócritas en sus maneras y acciones, no deben ser como los hipócritas en su mente y carácter. Así como es motivo de terror para los hipócritas, es' un consuelo para los cristianos, que Dios ve en secreto."-Podría haber ostentación en un lugar mucho menos público que la sinagoga 1) la calle, y podría haber oración humilde en otra parte que no Asi Tertuliano, en su interpretación de esta oración, llama la frase "Mas líbranos del mal" la conclusión; y ni uno solo de los Padre!? latinos que comenta la oración tiene la doxología, exceptuando el Comentario Anónimo. Así los comentadores griegos, con excepción de Crisóstomo y sus discípulos. Cirilo de Jerusalenl, concluyendo su exposición, dice. "B, 'Del malo'. Y el demonio que se opone es nlalo. de (luien rogamos ser librados. Luego, ·después de completada la oración, se dice 'Amén', sellando asi el contenido de la oración." Gregorio de Nisa: "Del ,In aJo, quien en este nlundo posee el poder, del cual podemos s.er librado por la gracia de Cristo, porque a él sea el poder y' la g'loria, juntamente con el Padre y el Espiritu Santo, ahora y para siempre jamás, Amén" concluyendo estas palabras la exposición de Oregorio de la oración ente:ra, Esta y varias conclusiones semejantes de los Padres muestran el origen de nuestra familiar doxología, que fue la costumbre de concluir la oración con alguna fQrnla de doxolog'ía, Y varias versionés primitivas parecen exhibir esta doxología en su proceso de fornlación gradual. Asi la Antigua Siriaca tiene: "Por" que' tUYo es el reino y la gloria para siempre janlás." La Thebaica da otra fornla independiente: "Porque tuya es la fuer-

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sea un aposento privado. Estos lugares no hacen más que ilustrar un principio que ha de' aplicarse según las circunstancias: Es pues, una equivocaclOn suponer qile nuestro Señor prohibe la oración iJidividua.l si no es en lugar solitario. El publicano de la parábola oró públicamente, y en voz alta, con manifestaciones extraordinarias de pesar, en el atrio del templo, atrayendo la atención desdeñosa del fariseo, y sin duda de otros; sin embargo su oración fue aceptable. Jesús mismo a veces hacía oración privada en presencia de sus discípulos (Luc. 11 :1). No obstante esto, es mejor la soledad literal cuando se pueda lograr, y nuestro Señor con frecuencia la buscaba al aire libre, al amanecer o en la noche. La soledad es favorable al examen propio, y a la comunión particular con el Padre. Landor: "La soledad es la antecámara de Dios." Young: "Oh perdido en la razón, perdido entre los pensamientos sublimes, Perdido entre los vuelos más altos del alma, za y el poder para sienlpre jamás." La "Enseñanza de los Doce Ap6stole~," caps. 8, 9, 10, "Porque tuyo es el poder y la gloria para sie.mpre," una vez con esta oración, y también con otras dO!il oraeiODf!'M propuestas alH para la EucarisUa. Y una copia de la Antigua Latina: "Porque tuyo es el poder para siempre jalnás," Así podenlos explicar _conlO la doxología lleg-ó a introducirse aquí, si no exisUa, originalmente; mientras que si hubiera estado originalmente presente, seria imposible darnos cuenta de su omisión, puesto que es hermosamente apropia,da, y no podria ser de manera alguna desagradable ni R, herejes ni a -ortodoxos. Ahora bien recordando rru..e falta en yarios de los lnanuscritos griegos nl:-1S prinlitivosy las versiones más antiguas, que no hay mención de ella en _un _número de- exposiciones detalladas patrísticas ·de la oración, y que la vemos creciendo ante nuestros ojos en las versiones más tenlpranas que la contienen' (quizás sugerida por! Cró,. 29:11), v no podemos tener duda alguna de r¡u'e la doxologfa es espuria. Sin duda -s-egui~ rá us¡'tndosf> en las litundas como otras doxolog-ías antig'uas (p. ej" ','Gloria sea -"al Padre, y al Hijo, y al Esp[ritu Santo; ptc,") pero no es parte de la Escritura. Xi fll~ introducida en el Lihro de Oración C'on,(tn h:u.:;ta el tielllpo de Carlos 11.

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; Quién piense que la soledad es estar solo!" Una ventaja de oral' en la soledad es que entonces no necesitamos vacilar en hablar en voz alta, lo cual ayuda mucho para refrenar toda divagación y lograr una SQlemnidad y emoción más profundas. La regularidad en la oración privada es indispensable al logro de un grado alto de piedad. Hacemos bien €n levantar el corazón a Dios aun por un momento cada vez que sintamos la inclinación o la necesidad de hacerlo; pero en horas fijas debemos orar, aun cuando no sintamos inclinación para ello. Así podemos combinar las ventajas· de la regularidad y el impulso.j Cuán rico es el galardón del culto privado y regular! Calma el espíritu perturbado, ·le.. esfuerza para toda prueba, y aumenta todo placer. Es extraño y triste que quien haya conocido cuán bendito es este privilegio se permita descuidarlo. Chrys.: "No hagamos pues, nuestra oración con los ademanes del cuerpo ·ni con lo recio de la voz, sino con el anh€lo de la mente: ni con ruido, ni clamor, ni ostentación, perturbando así a los que están cerca de nosOtros, sino con toda modestia, y con contrición en la mente, y con lágrimas inv i s i b 1 e s." Teófilo: "Qué pues, ,¿no he de orar en la iglesia? Sí por cierto, pero con un propósito recto, y sin ostentación, porque no es el lugar lo qUe importa, sino la manera y el objetivo. Muchos en verdad, cuando oran en secr€to, lo hacen para agradar a los hombres." Euthym.: "Si deseas espectadores, tienes, en lugar de todos los demás, a Dios mismo." La"nge: "Las oraciones breves que como exclamaciones se envían al cielo en pocas palabras, y que pueden hacerse aun cuando estamos ocupados en nuestros quehaceres diarios, son con mucho las mejores y más ricas" (Mat. 15:35). Henry: "La oración secreta ha de hacerse en el retiro, a fin

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de que no seamos observados, y así podamos evitar la ostentación; no perturbados, y así podamos evitar la distracción; no oídos, y así podamos usar de más libertad." V. 7. Cipriano: "Dios no oye la voz, sino el corazón." Calvino: "En la verdadera oración la lengua no corre más aprisa que el corazón; la gracia de Dios no se alcanza por pronunciar palabras vanas, sino que el corazón piadoso envía sus afectos como saetas que penetran hasta el cielo." Seguir repitiendo el mi~mo pensamiento en términos sinónimos es una falta de la misma clase que las vanas repeticiones, aunque sea menos grosera. Gill: "La omnisciencia de Dios es un argumento considerable para la oración, y un gran estímulo para hacerla; nos conoce personalmente de antemano, y también nuestras necesidades; y como tiene poder para ayudarnos, tenemos razón de creer que lo hará." V. 9. Cirilo: "Cristo nos manda que oremos brevemente, porque sabe que nuestras mentes con facilidad se entregan a pensamientos ociosos, especialmente al tiempo de la oración." Lange: "Un rey que redacta personalmente la petición que ha de presentársele debe seguramente de sentir gran placer en concederla" (Isjl. 65 :24; Juan 16 :23). Beda: "Una oración dulcificada con el nombre de Padre me infunde la confianza de obtener todo lo que pido." Maldonato: "El mismo nombre de Padre ora por nosotros; porque eS propio de Un padre proveer cosas para sus hijos." Euthym.: "El que vive mal y no obstante llama a Dios Padre, miente tanto contra Dios como contra sí mismo." Crisóstomo: "Debemos, pues, orar directamente, y levantar en alas nuestra mente y exaltarla sobre la tierra y fijarla en los cielos; porque nos manda decir, 'Padre nuestro 'que estás en los

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cielos.''' Williams: "La primera invocación presenta la filiación, 'Padre nuestro.' La relación fraternal, 'Padre nuestro,' y el hogar Padre nuestro que estás en los cielos.''' Griffith: "Oramos por el honor, el dominio y el servicio de nuestro Padre; y en seguida por nuestra conservación, perdón y protección." Teófilo: "Porque así como Dim¡ es blasfemado por causa de mí, así también por causa de mí es santificado, esto es, glorificado como santo."-Si deseamos y oramos que el nombre de Dios sea santifi~ado, no debemos nosotros hablar sin reverencia, ni de él ni de ninguna cosa que sea sagrada por su conexión con él (comp. sobre 5 :33-37); y si los actos hablan más alto que las palabras, es aun de mayor importancia evitar actos que profanen lo que él haya santificado. ¿No contaminan y blasfeman el nombre de Dios los que le hacen oraciones o cantan sus alabanzas siendo ellos mismos groseramente malos, y sin abrigar ningún propósito de volver de sus malos caminos? Ninguna iglesia emplearía a un borracho notorio, o un adúltero, o un infiel declarado para leer la Biblia en el culto público, simplemente

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implorar que el Anticristo caiga y que perezcan todos los ídolos que están debajo del cielo. Es profesar simpatía con todo lo que alivia y eleva y libra al hombre; y suplicar que sea quitado todo lo que le corrompe y envilece, y que le vende, en alma y cuerpo, al servicio del maligno .... Si conociéramos bien las necesidades de nuestros semejantes, y las más verdaderas y profundas de nuestras propias almas, el tema de las oraciones de cada hora acerca de nuestros actos, planes y caridades sería, 'Venga tu reino.''' Milton: "Sal de tus aP9sentos reales, oh Príncipe de los reyes de la tierra. Ponte las vestiduras visibles de tu majestad imperial, toma el cetro de poderío sin límites que tu Padre todopoderoso te ha legado; porque ya te llama la voz de tu esposa, y todas las criaturas suspiran por ser renovadas." Crisóstomo: "Nos ha mandado a cada uno de nosotros los que oramos, que tomemos sobre nosotros el cuidado de todo el mundo. Porque no dijo de ninguna manera, 'Sea hecha tu voluntad en mí,' o 'en nosotros,' sino en todas partes de la tierra; a fin de que todo error sea destruido, y la verdad implantada, por ser buen lector; ¿por qué pues, han y toda maldad echada fuera, y vuelva de emplear a semejante hombre para la virtud, y no haya ya diferencia en cantar las alabanzas de Dios por ser un buen vocalista? Weiss: "El .temor de este respecto entre el cielo y la tierra." Séneca: "Que tengan gusto los homDios es la fuente de toda la vida reli- bres en todo lo que agrada a Dios. No giosa, y la condición antecedente de to- procures que sucedan las cosas como do lo que se pide en el progreso de es- tú deseas; sino desea que sucedan .las ta oración." cosas como en realidad suceden." PiV. 10. Stanford: "¡Ha de venir! El tágoras: "Demostramos tener ciencia y reinado del Padre vendrá seguramente buen sentido no oponiéndonos a la dia su debido tiempo, porque ningún po- vina Providencia, ni inquietándonos por der logrará jamás frustrar su propósito ella."-Esta petición significa no merao hacer falsa su palabra." Williams: mente resignación a la voluntad de Dios "Orar por el reino de Cristo es orar por cuando nos sea penosa (Mat. 26 :42; la conversión de las pecadores, la edifi- Hech. 21 :14); sino que oramos que sea cación y santificación de los iUscípulos. hecha la voluntad de Dios, y por lo Es pedir la evangelización de los genti- tanto debemos esforzarnos porque se les y la restauración de los judíos. Es haga lo qUe creemos su voluntad."

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V. 11. Boardman: "Esto nos enseña: (1) La dependencia de Dios-danos; (2) La modestia en pedir-pan; (3) La fe-hoy; (4) La hermandad-nos, nuestro." Ruskin : "No hay palabras suficientemente severas para narrar los males que han sobrevenido al mundo por usar los hombres esta petición sin pensai', rogando a Dios impíamente que les diera lo que están resueltos a 1'0bar .... Porque el hombre que no esté haciendo día tras día trabajo que pague su alimento, debe de estar robándolo." V. 12. Incurrimos en deudas para con Dios por pecados de omisión tan realmente como lo hacemos por pecados de comisión (comp. 25 :42). y así como todo comerciante sabio lleva cuenta distinta de tod~s sus deúdas pecuniarias, nosotros debemos pensar en nuestras deudas morales." Boardman: "Esta es la manera en que nuestro Padre celestial nos perdona, por amor a su Hijo, nuestras deudas. Nosotros, mortales finitos y pecaminosos, contrajimos la deuda en la moneda de la tierra; el Hijo de Dios pagó la deuda, por decirlo así, en h moneda del cielo. Teófil: "Porque Dios me toma como un modelo, y lo que yo hago a otro, él me lo hace a mí." Eutimio: "Nos hace dueños del perdón de nuestros pecados." Boardman: "Aquí tenemos a un hombre que ha sido perjudicado mucho por otro; le dice, 'yo te perdono, pero no puedo olvidarlo." Entra en su aposento y ora: 'j Padre, perdóname como yo le he perdonado a él! Díme que me perdonas, pero no te olvides de mis ofensas! No las borres del libro de tu memoria. Haz conmigo como yo he hecho con él!' ¡COn cuánta frecuencia esta oración, si se Qfrece sinceramente, se vuelve en maldición." Séneca: "Que perdone fácilmente quien necesite el perdón." V. 13. Teófilo: "Los hombres somos

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débiles; por esto no debemos meternos en las tentaciones; pero si hemos caído en ellas debemos rogar que no seamos tragados." Hacemos muy mal cuando exponemos a los criados u otros dependientes a la tentación, dándolos negligentemente oportunidad de defraudarnos, o dejando de pagarles lo que realmente necesitan para su mantenimiento, o mostrándoles sólo los aspectos más desagradables de nuestra vida como cristianos. infundiéndoles así la inclinación a pensar mal del cristianismo. Lange: "Tú que tientas a otros a pecar, qUe te expones a ti mismo inútilmente a la tentación, o que en las tentaciones peleas, pero no con la armadura de Dios, ¿por qué te burlas de Dios orando, 'No nos metas en tentación?' (1 Pedo 5:6; Efe. 6:11). Orígenes: "Oremos que cuando nos hieran los dardos encendidos del Maligno seamos encendidos: y no son encendidos los que con el escudo de la fe apagan todos los dardos encendidos que arroja contra ellos" (Efe. 6:16). Ruskin: "Supongamos que en primer lugar estuviéramos enteramente seguros de haber orado sinceramente la 'Oración contra la tentación, y que estuviésemos agradecidos por rehusársenos algo que deseábamos, si realmente Dios veía que nos conduciría al mal ¿no podríamos confiar después en que inclinaría a nuestros corazones a seguir el camino en que deberían ir?" Boardman: "Bien puede esta petición tomar su lugar' como la conclusión de la Oración que se ha dado como modelo. El mal de que pide ser librado es la suma de toda miseria de parte del hombre: el alivio que demanda es la suma de toda el amor de parte de Dios." (1) El Señor nos enseñó a oral': I. Que Dios sea glorificado. 1. Que su nombre (1) rnyth sohrp (.} Padrf" l'\"uf'stro. reJl,UhlfC'éldo por .TanH"s Pott, Ne,v York, con-

tl('Jlfl una ('olp('!"i(1Il jnnl'-~nsa de rostro austero: porque "l1os df'llIudal1 su rostro, df' modo que 16

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s"an vistos lJOI' los homhrf>s ayunando.

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"t'Tdad os di,c:o: Ya tienen su ,.ntlardón. ] 7 ~ras t(l, ('uando ayunes, lln~~;e tu ('aht'za y laya tu rostro,

lar devoción. Dice el Talmud de Babilonia, "Si alguno ennegrece su rostro (frase común en los escritos judaicos para expresar el ayuno) por cauSa de la ley de este mundo, Dios hará que brille en el mundo venidero." De cierto 0& digo, véase sobre 5 :18. Ya tienen, más literalmente, 'tienen su pago completo' (véase sobre v. 2). En vez de para parecer etc.. , (la traducción más literal), 'para que sean vistos de los hombres' es preferida, porque la primera podría sugerir una mera apariencia, lo cual no se quiere dar a entender aquí (así en v. 18). 17. El Salvador exige a su discípulo que se vista en el día en que ayuna exactamente de la misma manera que en otros días. Lejos de exhibir un acto voluntario de devoción, debía .aun proponerse ocultarlo. Pero se equivocan groseramente los que suponen que enseña el disimulo. No podemos recordar con demasiada frecuencia la distinción entre la decepción y el encubrimiento. Unge tu cabeza. Esta era costumbre establecida entre los Judíos desde un período temprano (Rut 3:3; 2 Sam. 12: 20; Sal. 23:5; 104:15; 133:2; Ecl. 9: 8; Mat. 26:7; Luc. 7 :46). Cuando tenían gran pesar omitían esto, como en 2 Sam. 14:2; Dan. 10 :3, y el Talmud manda hacer esto al tiempo de ayunar. En un pasaje, sin embargo, leemos de un hombre que "lloraba en casa, pero cuando salía en público, se bañaba, se ungía, comía, y bebía. Pero ¿por qué no hacía esto abiertamente? Dios respondió, Aunque él mismo no manifestaba la cosa, sin embargo yo la maní· festaré."

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18 Para no parecer a los hombres que 1 18 de modo que no seas visto por los ayunas, sino a tu Padre que está en secre- hombr. es ayunando, sino por tu Padre que to: y tu Padre que ve en secreto, te re- está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo compensará en público. . secreto, te recompensará.

18. Mas tú, es el cambio. que hace con tanta frecuencia del plural al singular (comp. vs. 2,6, y véase sobre 5 :23). Esto demuestra que se refiere aquí a un caso de ayuno privado o individual, como en v. 6 se refiere a la oración privada. En cuanto a las distintas ·frases en v. 18, véase sobre frases semejantes en vs. 4 y 6.

Por lo que toca a .la conveniencia de ayunar ahora los cristianos vemos que Jesllshabla c,Omo si diera por sentado que sus discípulos ayunarían. Podría decirse que esto sucedió en la primera parte de su ministerio cuando las cosas estaban. en un estado .de transición. Pero en 9:15 también da por sentado que sus discípulos ayunarían después de haberlos· dejá.do. Obsérvese, sin embargo, que está hablando de ayunos voluntarios, y no hay indicios en. el Nuevo Testamento de que señalara algún tiempo ~special para ayunar. En verdad el único ayuno mandado en la ley de Moisés era el del día de ia Expiación (Lev. 16 :2!'¡-34) ; todos los detnás ayunos mencionados en el A. T., sean nacionales o individuales, eran voluntarios. En 9 :15 el Salvador enseña claramente que el ayuno 'es propio solamente cuando la condición de uno lo hace natural. En tiempo de gozo elayuno no sería natural, y no podría expresar un sentimiento genuino. Pero· los que están en grande aflicción naturalmente se abstienen de comer. Todo sentimiento se hace más profundo al manifestarse de una manera natural; y así un sentimiento sincero, aunque menos fuerte, de pesar, como por ejemplo por el pecado, puede ser intensificado por la abstinencia de comida. Esto puede también ayudarnos por un tiempo a fijar la atención en el culto

y la meditación devota. Pero el ayuno no es en sí mismo una acción meritoria, sino que es propio solamente cuando es hatural bajo las circunstancias, y útil en las maneras que se han indieado .. Siempre que esta utilidad pudiera ser contrarrestada por un perjuicio a la salud, el inhabilitar a uno para los deberes activos, u otros males graves, el ayuno no debe practicarse. La observancia de ayunos nacionales parece así dejarse también a discreción y sujeta a las mismas condiciones. Por lo que toca a los ayunos señalados por alguna autoridad 'eclesiástica por tiempos regulares de la semana o del año, no puede pretenderse ninguná autoridad bíblica para el mandato, y semejantes ayunos periódicos son muy dados a degenerar en formalismo (comp. Isa. 58 :3ss.), o a fomentar excesos en otras ocasiones ("Mardi Gras," etc.), o a creerse in~estidos de un mérito imaginario, opuesto al espíritu del evangelio. La mortificación de la carne qUe se aduce a veces como un beneficio resultante del ayuno regular, "puede lograrse mejor por la temperancia habitual que por la abstinencia ocasional" (comp. sobre 4:2 y sobre 9 :15). Pero muchos cristianos de los primeros siglos teníán un concepto exagerado de- la importancia de los ayunos (siendo éste uno de los muchos elementos del judaísmo que introdujeron en el cristianismo), y así la palabra ayuno fue introducida en varios .manuscritos y versiones en Mar. 9 :29; Mat. 17: 21; (todo el versículo es espurio); Hech. 10 :30; 1 Coro 7:5 (véanse estos pasajes en la Ver. Mod.). La palabra es parte del texto genuino en Mat. 9 :15; Luc. 2 :37; Hech. 13 :2s.; 14 :23. HOMILETICA y PRACTICA Ayuno. I. ¿Cuándo? (1) ocasio-

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19 No os hagáis tesoros en la tierra, \ i9 No (JI¡ alleguéis para vosotros tesoros donde la polilla y el orln corrompe, y don- sobre la tierra. donde la polilla y el orln de ladrones minan y hurtan; los consumen, y donde los ladrones los mi-

nan y hurtan:

nes públicas si realmente sentimos pesar y realmente deseamos hacerlo más profundo. (2) En ocasiones privadas si es natural en nuestra situación providencial (9 :15), y si ha de ser provechoso. (3) En uno y otro caso solamente hasta donde sea eompatible con la salud y el desempeño propio de los deberes actuales. 11. ¿ Cómo? (1) Sin la menor ostentación (vs. 1,16). (2) Con un deseo sincero de tener comunión con Dios y alcanzar provecho espiritual (v. 18).-La hip·ocresía. 1. Métodos. (1) Observancias religiosas -e.g., dando limosnas, ayunos, oraciones. (2) Profesiones religiosas. 11. Galardones. (1) La gloria de los hombres (v. 2), y aun ésta por lo regular muy parcial y muy transitoria. (2) Ningún galardón de Dios (v. 1). (3) Ni aun la aprobación de la conciencia propia. (4) Castigo agravado en la eternidad (Mar. 12 :40). Comp. en general Cap. 23. Crisóstomo: "Y por cuanto en la materia de dar limosnas .... después de decir, 'Poned cuidado de no hacerlo delante de los hombres,' añadió, 'para ser estimados de ellos;' sin embargo en la materia de ayunos y oraciones, no puso semejante limitaoión; ¿Por qué fue así? Porque es imposible que las limosnas sean del todo ocultas, p'ero para la oración y el ayuno sí es posible." Vinet: "El ayuno no tiene valor ninguno salvo conforme a las disposiciones que lo acompañen; es bueno en la proporción en que no sólo el cuerpo, sino el corazón, ayune." 19-34. DEVOCION SINCERA A DIOS, EN OPOSICION A LOS PROPOSITOS Y AFANES MUNDANOS. Habiendo enseñado que las buenas 0-

bras deben hacerse en atención no a la aprobación humana, ni a los galardones de este siglo, sino a los de Dios (vs. 118), nuestro Señor pasa ahora al asunto relacionado de inculcar, en general la devoción exclusiva y entera a Dios, contrastándola con los propósitos y ansiedadas mundanas (vs. 19-34). (Véase Análisis al principio del Cap .. 5). Esta sección del discurso g·eneral se divide naturalmente en cuatro partes, esto es, vs. 19-21; vs. 22s.; v. 24; vs. 2534. Podemos descubrir entre éstas una conexión interna aunque no formal. Los dichos son gnómicos en EU forma, y por esto no podía esperarse sino una conexión interna. 19-21. Empieza con el pensamiento de que, puesto que el corazón del creyente debiera estar en el cielo (lo cual aquí se da por sentado), y como el corazón estará donde está el tesoro, deberíamos hacernos tesoros en el cielo, no en la tierra; y para esto nos anima contrastando los tesoros de la tierra con los del cielo como respectivamente perecederos e imperecederos. La misma idea se presenta en Luc. 12 :33s., como fue usada en otra ocasión distinta. Los Judíos del siglo de nuestro Salvador eran en su mayor parte un pueblo comercial, y poseían generalmente hablando, las mismas características que tienen en la actualidad, y entre ellas un amor extraordinario al dinero. Lo qUe se dice aquí era pues especialmente apropiado a ellos, pero se aplica plenamente a los hombres de todos los siglos. También se entiende naturalmente como aplicable a todos los demás objetos que anhelan y buscan los hombres; en general debemos pensar en las cosas celestiales y afanarnos por obtenerlas más

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·20 Mas heceos tesoros en el cielo, donde nI polilla ni orín corrompe, y donde la-

drones no minan ni hurtan: 21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, allf estará vuestro corazón.

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20 sino antes, aUegad para vosotros tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orfn consumen, y donde ladrones no minan, ni hurtan: 21 por.que en donde estuviere vuestro tesoro, all! estara también vuestro corazón. ~

bien que las cosas mundanas (comp. bién Rev. 14 :13. No nos hacemos meCol. 3 :ls.), porque el corazón se fijará recedores de estos premios celestiales por medio de las obras buenas, puesto en lo que pro~curemos poseer. No os hagáis tesoros-literalmente, que son el don de la gracia divina; pero No os atesoréis tesoros. Repugna al Dios tiene a bien conectarlos con nuesidioma inglés la repetición inmediata de tros actos de bondad para con otros, y la misma palabra, y por esto nuestras nuestra d·evoción a él, y proporcionarlos versiones populares lo expresan de otro con éstos. modo. Jesús no desea prohibir absolutamente la acumulación de riquezas: E~ una particularidad del estilo hebreo, que se ve con frecuencia en la Escritura, hacer una afirmación absoluta (especialmente una prohibición), con el designio de que se entienda relativamente: Véanse otros ejemplos en Luc. 14 :12; Juan 4 :21; 1 Pedo 3 :3s. Esto hace que la expreSlOn sea más notable .e impresiva, como las frases hiperbólicas, etc., y semejantes declaraciones no tenían una significación literal y absoluta, ni se esperaba que se entendieran aSÍ, como no se entienden así las expresiones hiperbólicas. Puede abusarse de este principio de iiIterpretación como sucede con todos los demás; pero tiene que aplicarse en pasajes como éste. El v. 20 es lo opuesto del v. 19, amplificado para hacerlo más impresivo (comp .. v.15, y véase sobre 5 :30). Los hombres se hacen tesoros en el cielo por su justicia en general, tanto en hacer como en sufrir por Cristo (5:12,46; 6:6; 2 Coro 4: 17); y entre otras cosas, por medio de un uso recto de las posesiones terrenales, como le fue propuesto al joven rico (19 :21), y como se enseña en Luc. 12: 33, y en la parábola del mayordomo injusto (Luc. 16:1). Recuérdese también el vaso de agua fría (10:42), los premios en el juicio (25 :40), y el pasaje extraordinario en 1 Tim. 6:17-19; tam-

Polilla, orín. Los vestidos de los Judíos, como los de otras naciones orientales, rara vez cambiaban de moda; y por lo tanto una gran acumulación de vestidos, tal vez en parte heredados formaba con frecuencia una parte importante de las posesiones (Gén. 45:22; 2 Rey. 5:5; Job 27:16). Estos estaban expuestos a ser destruidos por la polilla. El término traducido 'orín' significa 'roer,' y así el desgaste de cualquiera manera. Puede entenderse aqui en el sentido general de todo lo que consume o destruye los bienes; o en el sentido especial de orín, justamente como decimos que el orín come. Compárese San. 5 :2s., en que, como en otros varios pasajes, Santiago parece referirse al Sermón del Monte. La palabra traducida corrompe-en la Ver. Mod. consumen -es literalmente 'hacer desaparecer,' y en el v. 16 se traduce desfigurar. 'Corrompe' no expresa correctamente la idea. Ladrones. En cuanto a la otra palabra que a veces se traduce 'ladrón,' pero más propiamente 'robador,' véase sobre 27 :38. Minan. Se refiere sin duda a las casas de adobe (comp. Job 24: 16). "Muchas de las casas en México son construidas de adobes, y en el ataque sobre Monterrey (1846), las tropas llegaron al centro de la ciudad minando de vez en cuando las paredes de los patios y casas." A veces se objeta que los

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22 La lámpara del cuerpo es el ojo: asf Z2 La lumbrera del cuerpo "es el ojo; que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuer-, si, Pll_es, ,tu ojo -fuere,' s.enciUo, todo. tu po será luminoso. cuerpo estará lleno de l~z; ' . ' -

metales preciosos no se enmohecen. Pero pueden ser robados. El corazón es representado en la Escritura, no conforme .a nuestra mira moderna, como el sitio de los afectos solamente, sino como el sitio de todos los poderes del al" ma, la inteligencia, las sensibilidades, y la voluntad. La Biblia nunca se refiere a la cabeza como el sitio de la inteligencia. Muchos pasajes de la Escritura no se entienden popularmente porqUe no se toma en cuenta esta usanza. La, conexión en el caso presente nos hace pensar que la referencia sea especialmente a los afectos, pero no exclusivamente. Los pensamientos, lo mismo que los afectos están donde está el tesoro (comp. Col. 3 :2) ; y es al poder de conocer la verdad a lo que se refieren los dos versículos siguientes. Vuestro-tu --'-dos veces en v. 21. El singular representa el correcto texto griego, que fue cambiado a 'vuestro' por copiantes que se fijaron en los plurales del v. 19s., y no se acordaron de los impresivos cambios al singular que Se hacen con tanta frecuencia en este discurso (comp. vs. 2,6,17; y véase sobre 5:23). 225. Este pasaje es, en algunos respectos, obscuro, y ha dado mucho trabajo a los comentadores; pero recordando la conexión, y fijándose cuidadosamente en la significación exacta de los términos, puede resolverse la dificultad. Compárese Luc. 11 :34-36, que es casi el mismo pasaje pronunciado en distinta ocasión. La lámpara. La palabra es la misma que en 5 :15, y denota cualquiera luz portátil. El ojo es la lámpara del cuerpo, porque es la parte que da luz al cuerpo, por medio de la cual el cuerpo ve. La palabra sincero O 'sencillo' (Ver. Mod.) representa el ojo como dando una sola imagen de un objeto,

en contraste con un oJo que ve' el objeto' duplicado, que ,presenta imágenes obscuras, temblorosas, que s'e,suceden unas a otras de modo que' el objeto no' se ve claramente. Este último se desctibe por un término más general como 'un ojo 'malo,'expresan'do comúnmente 'la palabra g,riegamal moral ,(y la'frase se emplea así en 20:15 ; Mar. 7:22), pero se halla a veces en el otro sentido, que es realmente l¡t significadó~primaria, como en las fráses 'comid¡¡.' mala,' 'salud mala,' 'mal de ojos,' todas empleadas por Platón. Algunos' expositores entendieron que denotaba aquí milI moral, y por esto algunos la tradujeron ('maligno'). Muchos expositores sacan la conclusión de que 'sencillo' debe significar aquí un ojo sano y hueno en general, en contraste con uno malo y enfermo, que no ve bien. Pero no hav razón en la usanza griega para semejante interpretación de la palabra, y las versiones latinas la 'traducen, simple x, la Peshito da el mismo sentido,y la versión" de Memphis adopta 'la; Palabra griega. No es de desearse abandonar el sentido específico de esta palabra, que conviene precisamente a toda la conexión, y en contraste con el cual el término general 'malo' naturalmente tomara una aplicación correspondiente. El ojo sincero o 'sencillo' forma una sol¡¡. imagen de su objeto, y no la mezcla con las imágenes de otros objetos; el ojo 'malo' forma distintas imágenes de la' misma cosa, o mezcla distintos objetos en su visión confusa. Así es que el ojo sencillo realmente ve; y el ojo malo p'rácticamente no ve. Si el oj,o es sencillo todo el cuerpo será 'luminoso,' completamente iluminado; pero si el ojo es maÍo, todo el cuerpo será tenebroso, completamente obscuro. La lumbre que hay en ti, la lámpara de la mente, o co-

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23 Mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso: Así que, si 'la lumbre que en ti hay son tinieblas, ¿cuántas serán las mismas tinieblas? 24 Ninguno puede servir a dos señores: porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir a Dios y a Mammón.

23 mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso: si, pues, la luz que en ti hay son tinieblas, aquellas tinieblas j cuán grandes serán! 24 Ning'uno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o será adicto al uno y despreciará al otro. No podéis ftervir a Dios y a Dinero.

mo la llama Platon, "el ojo del alma," sería nuestro poder interior de percibir la verdad y el deber-lo que comúnmente llamamos la razón. y la conciencia; e incluiría tanto la luz .natural que éstas dan, como s~· capitcidad para recibir la luz de la revelación. Así dic-e Filón, (citando a Artistóteles) : "Porqu-e lo que es la inteligencia en el alma, eso es el ojo en el cu-erpo." O podríamos acordarnos del término 'corazón' del v 21, quereprksentaría la mente, y querría decir la misma cosa. ¿Por qué será que el bu-en ojo de la ilustración se describe específic.amente como un ojo sencillo?' La razón se halla en verdad general de qu-e se trata en toda la conexión, esto es, la conveniencia y necesidad de -exclusiva. atención para con Dios. Justamente antes se nos ens-eña que debemos hacernos tesoros celestiales en v-ez de temporal-es, a fin de que nuestro corazón esté en el cielo, y no en la tierra. Luego después, se nos dice que no podemos ser a la v-ez siervos de Dios y de Mammón, sino que debemos servir a Dios solamente; que no d-ebemos acongojarnos por las necesidades temporales, sino que debemos buscar su reino y la justicia que él exige, y confiar en su providencia para la provisión d-e lo necesario en el orden temporal. y así es en el pasaje presente. Si el 'corazón' (v. 21) y "el ojo de la mente," la razón y la conciencia están fijos en parte en Dios y -en parte en Mammón, a veces en las cosas celestiales y a veces en las cosas temporales, se parecerán alojo malo, que mezcla imágenes de distintos objetos, de modo que realmente no vemos nada. Epicteto ex-

preSa un pensami-ento semejante por m-edio de una imagen semejante: "Si te afanas por alcanzar la excelencia moral, y no obstante al mismo tiempo te esfuerzas para alcanzar -el poder y las riquezas, con toda probabilidad dejarás de obtener estas cosas por tener tu ojo fijo en aquéllas también; y es muy cierto que dejarás de alcanzar aquéllas." El pensamiento g-eneral es, pues, el dE' la razón y la conciencia obscurecidas, cegadas-como sucede cuando se heredan faltas, o se recibe mala educación o por excesos corporales, a la codicia, la ambición u otras pasion-es fuertespero tiene aquí una referencia especial a una. razón y conciencia divididas en propósito, y por lo mismo obscurecidas. El corazón debe dirigirse con una mirada exclusiva y firme hacia Dios, no distrayéndose con propósitos y ansiedades mundanas; de otro modo nunca tendremos una percepción clara de la verdad y del deber. ¿Cuántas serán las mismas tinieblas? O senciiIamente 'las tinieblas.' 'Mismas' se ha introducido en imitación del latín; en ese idioma no hay artículo, y a veces se da demasiado énfasis al sentido por la introducción de otras palabras en su lugar. En el pasaje semejante (Luc. 11:34-36), el lado brillante de la ilustración se hace prominente al fin; pero aquí tenemos el lado obscuro. 24. En este versículo se ve una ilustración más amplia y muy distinta de la misma gran verdad, esto es, el deber y la necesidad de la devoción exclusiva a Dios. Véase un pasaje semejante en Luc. 16 :13, que corresponde a distinta ocasión. Ninguno puede servir a dos

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señores. TO'da dificultad y cavilación acerca de esta declaración, por haber circunstancias en que una persona podría servir a dos amos se desvanece fijándose en que la palabra traducida 'servir' significa 'ser el esclavo,' una relación que implica necesariamente la idea de un solo dueño, y demanda servicio exclusivo. Es verdad que un esclavo podría pertenecer a dos amos que fueran socios, pero aquí eS obvio que los dos son del todo opuestos el uno al otro. Para entender los distintos términos traducidos 'servir' y 'siervo' véase sobre 8 :9; y para entender las distintas palabras traducidas 'maestro,' véase sobre 8 :19. Las palabras qUe siguen no 'son fautológicas, y se han explicado así: "porque odiará a A y amará a B, o (por lo contrario) se llegará a A y menosprp.ciará a B." ;El cambio de los verbos en la segunda cláusula (en lugar de decir sencillamente, "amará a A y odiará a B.") parece indicar que aunque no sienta ningún odio positivo contra el uno ni contra el otro, se adherirá a uno, y ~escuidará, desatenderá, menospreciará al otro. Nuestro Señor no se contenta con dar la ilustración, dejándola para qUe se entienda como se pueda, sino que la aplica claramente a la materia de que se trata. No podéis servir a Dios y ... Marnmón. La palabra Mammón es aramaica y significa riquezas. Aquí es personificada, en contTaste con Dios como uno de los dos señares; pero no hay evidencias suficientes de que Mammón fuera, como afirman algunos, realmente adorado como una deidad siriaca. (1) Milton perso-

nificó a Mammón como personaje en las huestes de Satanás. El Salvador no enseña qUe los ricos no pueden ser piadosos. Se deleitaba en su amistad con la pequeña familia en Betania, que a juzgar por las circunstancias era rica (comp. sobre 26: 6), y alabó a Zaqueo" el cual dió la mitad (no el todo) de sus bienes a los pobres. Pero ha declarado que es una imposibilidad ser siervos (esclavos) al mismo tiempo de Dios y de Mammón. Sin embargo, esto es lo que los hombres están procurando de continuo hacer, y los cristianos se ven muy tentados a seguir el mismo camino. Los israelitas del tiempo de Ellías no desecharon a Jehová abiertamente, sino que procuraron adorarlo a la vez que a Baal; y el profeta exige (l Rey. 18:21) que resuelvan cual de los dos es Dios, para seguirle a él ~olamente-que sean una cosa decididamente, o la otra (comp. otro ejemplo notable en 2 Rey. 17 :2441). Así debemos escoger si hemos de ser siervos de Dios o siervos de las Riquezas; no podemos ser las dos cosas. Sean cuales fueren los esfuerzos que hagamos para obtener las riquezas deben subordinarse enteramente al servicio de Dios, y, en verdad, ser una parte de ese servicio; él solo debe ser Señor. Porteo: "Cada cual tiene su pasión dominante. La del cristiano debe ser el amor a su Hacedor y Redentor." Obsérvese cuidadosamente que el principio presentado aquí se aplica no meramente a los que tengan grandes posesiones, sino a todos. Los pobres también son tentados a hacer de las riquezas un se-

(1) El deletreo propio de la palabra griega¡ como se halla en casi todos los l\fSS. nos dada manlón; pero ya es tarde para alterRr la forma inglesa. Es muy probable que la etimolog'ía sea como se da por lo regular, del hebreo anlan, significando lo que apoya. sostiene, y la cosa de que se depende, en que se confia. (Véanse Grimm, Bleek, Tholuck, Achelis.) Hay probablemente una alusión a esto en el texto común de l\Iar. 10:24, liLas que con-

fian en las riQuezas"; y puede ser que las palabra::s fuesen omitidas en algunos de los documentos (seguidos por Tisch. y W H.) por la misma razón de que esta alusión 110 se entendía, y las palabras no se hallaban en los pasajes paralelos, Mat. 19 :23 y Luc. 18:24. La distinta etimologia de Gesenius (Meyer, Keil) es mucho menos probahle aunqúe da la misma significación f'sto es riquezas.

Cap. VI

MATEO

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25 Por tanto os digo: No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?

25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, sobre lo que habéis de comer, o lo que habéis de beber; ni tampoco por vuestro cuerpo, sobre lo que habéis de vestir. ¿La vida no es -más que el alimento, y el cuerpo que .el vestido?

ñor y un ídolo (Col. 3:5), y a veces pecan así tanto como los ricos. Se han dado tres motivos (vs. 1924) por qué deberíamos dedicarnos exclusivamente a Dios. (1) Las cosas del mundo son tan perecederas. (2) Si nuestra mente se dirige aÍ mismo tiempo hacia las cosas terrenales y las celestiales, nuestro concepto llega a ser distraído, confuso, obscuro. (3) Es imposible ser siervos de Dios y siervos de Mammón.

propia y necesaria. La ansiedad roedora acerca de las necesidades de la vida, en lugar de confiar en Dios, revela el mismo sentimiento mundano que se ve en el esclavo de Mammón. La fe en Dios prevendría todas estas ansiedades mundanas. Así se insta a los c'ristianos hebreos que habían sido despojados de sus posesiones (Heb. 10 :34), a librarse del amor al dinero ya que Dios ha prometido no desamparar ni dejar a su pueblo (Heb. 13 :5s.). El alimento.y el vestido son las necesidades más apremiantes de nuestra condición terrenal; .y si no debemos sentir ansiedad por éstos, mucho menos debemos afanarnos por otras cosas. No os congojéis-o, no seáis ansiosos-por vuestra vida. El verbo grieg,o usado en todas partes de este pasaje se halla también en Luc. 12:22-26; Mat. 10:19; Lue. 10: 41; 1 Coro 7:32; Fil. 2:20 y 4:6, y en otros pocos pasajes; y el substantivo correspondiente en 13 :22; 2 Coro 11 :28 "la solicitud (ansiedad) que tengo por todas las iglesias," (1 Pedo 5:7), "echando sobre él todo vuestro cuidado--afán, ansiedad- puesto que él cuida de vosotros" (Ecles. 3 0:24 ). "Porque a muchos mató la tristeza-o la ansiedad." Estos pasajes muestran que la palabra a veces e:y>resa un sentimiento legítimo de interés intenso, que se dirige hacia objetos propios, reducido a límites debidos, y estimula esfuerzos para cumplir el deber; y que este sentimiento se haCe malo cuando no se dirige a objetos propios-o cuando excede a la acción, y así roe como ácido el alma-especialmente cuando es un sentimiento que tiene origen en la falta de confianza en Dios, siendo ésta la idea de la conexión presente. Nuestro Señor no

25-34. Aquí se contrasta el deber de la devoción entera y exclusiva a Dios (véase sobre v. 1 y v. 19) con los afanes mundanos, demostrándose que éstos son innecesarios como inútiles e inconvenientes; que tienen su origen en la falta de fe, y aumentan los males de la vida; y se añade que, siguiendo el otro camino, alcanzaremos, sin ansiedad, los mismos objetos de que se trata. El párrafo se halla en Luc. 12 :22-31, con variaciones ligeras según se repitió en ocasión posterior a los discípulos en presencia de un nuevo auditorio. Este pasaje "es una de las bellezas de la Escritura. Aunque no tuviera otra recomendación más que su felicidad de ilustración y sus gracias de composición, merecería nuestra ardiente admiración; y en verdad ha recibido el tributo de admiración de hombres que no buscaban sino las bellezas literarias. Pero tiene cualidades más excelentes que éstas; habla a la inteligencia, y al corazón, sobre temas de importancia universal y profunda."-Juan Harria. 25. Por tanto, es es, a causa de la verdad que ha estado inculcando (en vs. 19-24, pero con referencia especial a v. 24), la devoción entera a Dios es

194

MATEO

26 ~1irad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfoItes: y

Cap. VI

26 Mirad las aves del cielo, cómo ellas no siembran, ni siegan, ni recogen· en

vuestro Padre celestial las alimenta: ¿no graneros; y vuestro ,Padiementa: ¿no valéis vosotros sois vosotros mucho mejores q1J.e ellas? 27- Mas ¿quién de vosotros podrá, congo- ellas? 27 ¿Y quién de vosotros, jándose, añadir a su estatura un codo? se afane, podrá añadir un

celestial las alimucho más que

por mucho que codo a lo largo

de su· vida?

quiere decir, por supuesto, que no hemos de ejercer ninguna premeditación ni hacer ningún esfuerzo. La confianZa en Dios no significa de ninguria manera que falten éstos. Agustín se refiere a Ios de una secta de su tiempo que se llamaban Euchites, u Hombres de oración, porque no hacían más que orar por todo lo que deseaban, sin trabajar para obtenerlo. Esta crasa tontería ha sido reproducida por algunas personas bien intencionadas en la generación presente. La primera consideración por la cual Jesús procura refrenar la ansiedad que acaba de prohibir es un argumento de lo mayor a lo menor (v. 25). Si Dios nos ha dado lo mayor, esto es, la vida, el cuerpo, ¿es probable que nos niegue lo menor, esto es, el alimento y el vestido? Vida es la palabra que con frecuencia denota 'el alma' pero ,en otros muchos casos, como aquí, significa sencillamente el principio vital o animador (comp. sobre 16:25), que necesita ser sostenido con alimento. (1)

en el discurso general en Luc. 12 :24, el término específico 'cuervos.' Como sembrar, segar y allegar en alfolíes son los tres procedimientos principales de la agricultura; se afirma aquí enfáticamente que las aves no hacen ninguna parte del trabajo que tienen que ejecutar los hombres a fin de obtener su aliment tarde dando muchas amonestaciones semejantes en las Epístolas Pastorales; como también lo hacen Pedro y Juan en sus Epístolas. Hay pocas cosas que den tanta pena al enseñador de la verdad como saber que otros se ocuparán en enseñar a las mismas personas errores ruinosos. Con vestido. de ovejas, significa, por supuesto, vestidos .como ovejas, pareciendo ovejas, como en la fábula de Esopo del lobo vestido de oveja. La idea de algunos de que quiere decir vestidos en ropa de lana, semejante a un estilo supuesto de vestido usado por los profetas, carece de fundamento, y es casi ridícula. Rapaces, que arrebatan todo para devorarlo (Juan 10 :12). Henry: "Todo hipócrita es cabra con vestido de oveja, pero el profeta falso es un lobo revestido de oveja; no sólo no es oveja, sino el peor enemigo que tienen las ovejas, y que no viene sino para arrebatar y devorar, para esparcir las ovejas, echarlas de la presencia de Dios y separarlas unas de otras haciénd·olas andar en sendas torcidas. " 16-20. Nuestro Señor muestra aquí cómo pueden ser reconocidos estos doctores falsos, esto es, por sus frutos. Conoceréis es en el griego palabra compuesta que significa reconocer, o conocer plenamente. Es aquí no un mandamiento, sino solamente una declara-

Cap. VII

MATEO

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17 As!, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol maleado lleva malos frutos. 18 No puede el buen árbol llevar malos frutos, ni el árbol maleado llevar frutos buenos. 19 Todo árbol que no lleva buen fruto, córtase y échase en el fuego. 20 As! que, por sus frutos los conoce-

réis.

17 As! todo árbol bueno lleva buenos frutos; pero el árbol malo lleva malos frutos. 18 No puede el árbol bueno llevar malos frutos, n! el árbol malo llevar buenos frutos. 19 Todo árbol que no lleva buen fruto es cortado y echado en el fuego, 20 As! que por sus frutos los conoceréis.

clono ¿ Cógense uvas, etc. El griego introduce la pregunta con una partícula que implica enfáticamente que la respuesta ha de ser negativa. Santiago (2:12) emplea la misma figura, acordándose probablemente de este pasaje; porque, como ya hemos observado, con frecuencia se refiere al Sermón del Monte. Así (v. 17), i.e., como no se coge una clase de frutos de otra cIase de árbol, así es cierto también que los frutos son buenos o malos según el árbol sea sano o enfermizo. Aquí como en el v. 18, el original es plural, 'malos frutos,' 'frutos buenos'; en v. 19 es singular-siendo variaciones sólo para dar variedad. Maleado es literalmente, carcomido, podrido, y luego malsano en general-árbol en condición mala, de modo que su savia está enfermiza y no puede producir buen fruto. V. 17 manifiesta el hecho actual de la naturaleza; V. 18 declara que no puede ser de otro modo, por la constitución de las cosas; V. 19 afirma que los hombres están acostumbrados a obrar en conformidad con el hecho; V. 20 es una repetición de lo que se dijo en V. 16, hecha por énfasis, y presentada como una conclusión de lo que se ha dicho en vs. 16-19. Con V. 18 compárese 12 :33, donde es empleada la misma figura por nuestro Señor en otra conexión; con v. 19 compárense las palabras de Juan el Bautista en 3 :10, que muchos de los que estaban presentes probablemente le habían oído decir. Córtase (v. 19) es literalmente, es quitado cortándolo, i.e., de su lugar 1m la huerta. Se observa comúnmente que

los hombres cortan y queman los árboles que no producen buen fruto. Se ha discutido mucho si los 'frutos por los cuales hemos de juzgar, representan la vida o las enseñanzas de los maestros aludidos. Esta última opinión era generalmente aceptada hasta Bengel, y el pasaje se usaba libremente como autoridad para castigar a los herejes. Cumparando toda la conexión, especialmente las frases, 'hiciera la voluntad' (v. 21), 'obradores de maldad' (v. 23), 'las hace' (v. 24), vemos que se hace la aplicación aquí a sus obras, su vida. Por otra parte, en el bosquejo que hace Lucas del discurso (Luc. 6: 43), la aplicación especial es a la idea de que como un buen árbol produce buen fruto, etc., a8í un buen hombre enseñará cosas buenas, y éstas tendrán un buen efecto sobre sus discípulos, y un hombre malo hará lo contrario; y la aplicación es semejante cuando nuestro Señor vuelve a usar la figura (12:33). ¿No puede ser que aquí indicara una aplicación tanto a su vida como al carácter como al efecto de sus enseñanzas; y que el bosquejo incompleto de Mateo dé prominencia a la una, y el de Lucas a las otras? (Paréce haber varios casos semejantes en los dos informes de este discurso). En ambos respectos los falsos profetas pretenderían ser miembros de la grey; haciendo gran alarde tanto de vida santa como de enseñanzas sanas. Pero ¿es santa su vida? ¿son sanas sus enseñanzas? ¿y hacen a sus discípulos más sabios y mejores? Estas pruebas mostrarán lo que sean interior y realmen-

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Cap. VII

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21 No todo el que me din IOR ('lelo!'!.

t.e. Gerónimo: "Porque conviene a los siervos de Dios tanto que sus obras sean aprobadas por sus enseñanzas, como sus enseñanzas por sus obras." No quiere decir que cada caso de enseñanza mala será seguido por alguna práctica mala; su mala conducta en general mostrará que son hombres malos, y por lo mismo maestros peligrosos. Cuando algunos maestros de herejías perniciosas sean hombres de conducta escrupulosa y de carácter agradable y aun muy piadosos, esto puede por lo regular atribuirse a su educación religiosa y la's costumbres de su juventud, o a la atmósfera religiosa que respiran, o a una verdadera piedad que no puede ser destruida por sus teorías, por más dañosas que ~an a otros. 21. La prueba de los falsos profetas, sus frutos (vs. 16,20), conduce naturalmente al pensamiento a fin de que los discípulos del verdadero profeta, del mismo Señor, serán conocidos, no por sus profesiones de devoción a él, sino por sus frutos, el hacer la voluntad del Padre. Que esto es la verdad en lo general se muestra de una manera notable por la declaración (vs. 22s.) de que aun muchos que han profetizado y obrado milagros en su nombre, serán desechados al fin por no haber sido nunca su pueblo. Entonces es mucho más posible y probable qUe tal sea el caso de los que han dado menos evidencias de haber sido realmente sus discípulos. Así ~ ve que este pasaje (vs. 21-23) es sugerido naturalmente por la amonestación precedente contra los falsos profetas, pero que es ampliada para convertirla en admonición solemne para todos en cuanto al peligro de engañarse a sí mismos; y esto, por su par-

I ¡Señor! 21 No todo aquel que entrará en el reino sino el qU(~

qu~ ~·~t:'l ton

Ille dice: ¡Señor! de los cielos; ha("e la yoluntad de mi Padre

los ('it>los.

te, conducirá naturalmente a la conclusión en vs. 24-27. No todo, sino solamente algunos de ellos, sólo los que hagan la voluntad de Dios (comp. Luc. 9 :56,61). Señor, Señor, expresando la repetición el anhelo de los que se dirigen a él, que podría ~r por supuesto, o verdadero o fingido. Se halla la misma expresión en v. 22; 25:11; y compárese "Maestro, Maestro" en Luc. 8 :24. Para la significación de 'Señor' véase sobre 8:19. Da la idea de amo legítimo, gobernador, soberano. Si llamamos a Jesús 'Señor,' y no hacemos lo que él dice (Luc. 6 :46), o lo que es lo mismo, no hacemos la voluntad de Dios, es una inconsecuencia flagrantefingir que sea nuestro Amo, y sin embargo, no obedecerle. Entrará en el rei. no de los cielos, véa~ sobre 5 :20. El reino de los cielos se entiende aquí COIl referencia a su consumación, sus premios eternos y gloriosos (véase sobre 3 :2). El que hiciere la voluntad de mi Padre. Esta es la primera vez en el ministerio en Galilea que Jesús habla de Dios como su Padre. Se halla previamente sólo en Luc. 2 :49; Juan 2: 16. Comp. en. cuanto a 'vida,' en v. 14. 'Voluntad' es aquí especialmente lo que exige Dios; y 'hacer' la voluntad de Dios es obedecer sus mandamientos. Así es también en 12:50 y 21:31. En 6 :10, la idea eS muy distinta, pues es, literalmente, 'Se verifique tu voluntad (deseo).' En 1 Coro 12:3, Ver. Mod., Pablo declara que "nadie, hablando por el Espíritu Santo, dice: Jesús es anatema; y ninguno puede decir: ¡Jesús es el Señor! sino por el Espíritu Santo." Evidentemente supone que la declaración sea sincera, pero el Salvador ~e refiere aquí a personas que lo dicen

Cap. VII

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22 Muchos me dirán en aquel dla: Señor, 22 Muchos me dirán en aquel dla: ¡Señor! Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y ¡Señor! ¿no profetizamos en tu nombre, en tu nombre lanzamos demonios, y en y en tu nombre, echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchas obras tu nombre hicimos muchos ¡milagros? 23 y entonces les protestaré: Nunca os poderosa.s? 23 y entonces' yo les protestaré:, ¡Nunconocí; apartaos de mí, obradores de malca os conocí! ¡apartaos de mí, obradores dad. de la iniquidad!

sin sentirlo. Distinta de ambos easos mo, solamente una parte del oficio del es la confesión futura y universal de profeta; era el maestro religioso insFil. 2 :11. pirado y autorizado del pueblo con res22, 23. Para la conexión véase sobre pecto a cosas pasadas, presentes o fuv. 21, al principio. En aquel día, el día turas. 'La palabra griega prophetes que bien conocido, a que se refiere con fre- hemos adoptado se explica ahora como cuencia, y que es familiar a las mentes significando no uno que predice ,sino de todos. Es una frase empleada a me- como uno que proclam;a, qUe, habla por nudo por los profetas del A. T. para Dios, uno que habla abiertamente, un designar el tiempo del Mesías en gene- intérprete (de la Deidad) ,; así es que ral; usada en el N. T. tiene referencia corresponde bien a la palabra hebraica. especialmente a la consumación del rei- Profetizar en el N. T., es siempre hano del Mesías (comp. sobre 6:10), y blar por inspiración divina, aunque no así denota el día del juicio (véanse Luc. siempre acerca del futuro. Es un error 10 :12; 2 Tes. 1 :10; 2 Tim. 1 :12,18; decir que a veces significa meramente Aun en 1 COl'. 14 :lss. el 4:8; Apoc. 16:14). Nuestro Señor em- enseñar. pieza aquí a educar a sus oyentes para apóstol no está contrastando el don de que tengan aquel concepto, así como hablar en lenguas con el de enseñar orde la misma manera intima tan tem- dinariamente, sino con el de enseñar prano que ha, de ser él el Juez, idea por inspiración en el lenguaje común. expresada más plenamente en Juan 5: En el pasaje presente es evidente que 22, 27; Mat. 25 :31s. En todas partes se considera que el profetizar es una En-o por tu del discurso se da por sentado que es COsa extraordinaria. el Mesías, aunque no se declara expre- nombre, es el caso sencillo de instrusamente, y por lo tanto no es extraño mento (mal llamado el dativo) sin preque diera a entender que ha de ser el posición. (1) 'Tu' es enfático en el oriJuez final. Semejante es la expresión ginal. Fue por medio de su nombre Señor, Señor, que se le dirige; porque de él que obraron estas maravillas, y ésta no puede ser aquí la mera forma esto Se repite tres veces; seguramende cortesía (8:6; Hech. 16:30), pues- te, pues, él no los desecharía (comp. to que nadie podría figurarse que sería Hech. 3:16; 19:13); se ve en el últisalvo tan sólo por hablar cortesmente mo caso que el nombre de Jesús era a a Jesús. Aquí tenemos un rasgo de la veces realmente invocado. En cuanto 'autoridad' con que se dirigía a sus al uso bíblico de la palabra 'nombre' oyentes (v. 24): ¿No profetizamos. La véase sobre 28 :19; por lo que hace al palabra hebrea qUe traducimos 'profeta' significa uno que habla bajo influencia divina, por poder divino, siendo así embajador de Dios a los hombres, revelador e intérprete de su voluntad. Predecir las cosas futuras era, por lo mis-

(1) Esta construcción no se halla en otra parte con esta palabra en el ~,. 1'. (Mar. 9:

.38 tiene una preposición en el texto' correcto), y parece haber sido tomado de Jer. 27 :15. La Gótica pone cuidado en expre-

sarla aquí como el griego, sin preposición,

la cual emplea siempre donde lo hace el griego. El latin ha insertado 'in'.

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MATEO

echar fuera demonios, véase sobre 8: 28. Milagros, poderosas obras. Sería mejor traducir esta palabra (poderes) uniformemente por 'milagros.' Protestaré, véase sobre 10 :32. Estaban protestando que habían sido sus discípulos, y él, por el contrario, protestará-declarará abierta y claramente-que nunca lo fueron realmente. Nunca os conocí. La palabra traducida 'nunca' es muy fuerte, en ningún tiempo, casi equivalente a "nunca jamás." 'Conocí,' i.e., por míos, por mi pueblo. Así es en 25 :12 donde el esposo dice a las vírgenes fatuas, 'De cierto os digo, que no es conozco;' Juan 10:13, Ver. Mod. 'Conozco mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí'; Gál. 4 :9, Ver. Mod., 'Habéis conocido a Dios, o más bien habéis sido conocidos por Dios'; 1 Coro 8 :3, Ver. Mod., 'Si alguno ama a Dios, este tal es conocido de él'; Amós 3 :2, 'A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra.' Aquí, como de continuo en la Escritura, se habla de Dios en lenguaje derivado de loshombres. Un hombre conoce a algunas perSOllas y no conoce a otras; y sólo las primeras pueden gozar de los privilegios que correspondel'l. a su amistad. Supongamos que un príncipe haya vivido e,n una provincia distante, peIJO que ahora asciende al trono. Varias personas vienen de esa provincia, declarando haber sido sus conocidos, y esperando gozar de las ventajas de una roesidencia en la corte. Pero entre ellos hay algunos a quienes niega, diciéndoles, "Nunca os conocí." Puede ser que insistan en varias cosas para demostrar que son sus conocidos, y que le hicieron servicios importantes; pero replica, "Nunca, en ningún tiempo, os cono cí-,----dejadme." Tal es la clase de figura implicada aquí en el lenguaje del Salvador (comp. 25:31,41; 2 Tim. 2: 19). En ninguno de todos los pasajes citados arriba, ni en ninguna otra par-

Cap. VII

te hay apoyo para la noción arbitraria y tantas veces repetida, derivada de los Padres, que 'conocer' aquí lleva la idea adicional de aprobación o consideración. La Biblia no hace más que hablar de Dios conforme a la manera de los hombres y usar el término para denotar conocimiento, juntamente con todos sus placeres y ventajas. Apartaos de mí, comp. 25 :41; Luc. 13 :27. Obradores de maldad, se cita de Sal. 6 :8. La palabra griega significa transgresión de la ley, y la misma frase se halla en 1 Juan 3 :4. Sea cual fuere el lenguaje de estos hombres, sus hechos eran malos, no hicieron la voluntad de Dios (v. 21), no dieron buenos frutos (v. 18), no obraron la justicia que exigía (5 :20; 6 :33). YJ esús no sólo no los conoce ahora, nunca los conoció, ni aun mientras obraban milagros en su nombre. Algunos traducen, 'Por nunca haberos conocido, apartaos de mí', etc. El griego puede traducirse- aSÍ, pero es menos natural, y no concuerda tan bien con la conexión y el tono general del pasaje. No debe sorprendernos que hombres a quienes Jesús 'nunca conoció' no obstante esto profesaran ser obradores de milagros. En algunos casos, sin duda, la pretensión carecía de fundamento. Pero Baalam fue por un tiempo verdaderamente inspirado como profeta, aunque, era muy malo, y murió en su iniquidad. No hay que dudar que Judas obrara milagros, así como sus compañeros, cuando fueron enviados a predicar y sanar (10 :4-8). Comp. también el caso supuesto en 1 Coro 13 :2. Es apenas probable que la persona mencionada en Lue. 9 :49 (Mar. 9 :38s.) fuera re'almente cristiana, aunque ayudaba a la causa del Salvador. Pero abajo, en 17:19, el fracaso de los discípulos cuando procuraron obrar un milagro se atribuye a su 'poca fe'; y los hijos de Sceva fracasaron (Hech. 9: 14), no por falta de poder en el nom-

Cap. VII

MATEO

2. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las. hace, le compararé a un hombre prudente, que edificO su casa sobre la pefia:

Ipalabras

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24~ Por tanto todo aquel que oye estas

~, y las h8ce, será semejante a uno hombre prudente, que edificó BU casa sobre la roca.

br"6 que invocaron, sino por ser ellos mismos personas indignas. Vemos, pues, que a veces se permitió a hombres malos obrar milagros (comp. también los magos de Egipto, ~ Exo. 7 :12,22), pero que algunos demandaban grande fe,. y aun una preparación especial por medio de la oración (Mar. 9 :29). Estos hechos no quitan el poder de los milagros como evidencia (Juan 3 :2). Los milagros, el carácter de los que· los obraban, y la naturaleza de sus enseñanzas -todas esta!! cosas contribuyeron para confirmarse la una a la otra. Pero si algunos hombres, pudieron hablar por inspiración y obrar milagros sin ser verdaderamente piadosos ¡cuán grande es el peligro que sea uno predicador ferviente y aceptable sin ser cristiano! MuCHOS cG'nsideran que e,l éxito es una atestación divina a su favor y a favor .c¡le su obm; pero iw es una prueba segura (comp. 1 Coro 9 :27); ni prueba con certeza lo opuesto una aparente falta de éxito. No podemos dudar que la predicaci6n de, Judas. tuviera algunos resulta~os buenos, así como sucede a veces ahora el!. el caso de hombres que después muestran que nunca han sido realmente· cristianos. Obsérvese que las personas descritas en este pasaje cOntinúan engañándose a sí mismas aun en el otro mundo, y en el día del Juicio. Así es en 25 :44.

tratarán como fue tratado Ezequiel (Eze. 33 :31s.). Estaa palabras, las del Sermón del Monte, pero, por supuesto, lo mismo es cierto de sus otros dichos (comp. Luc. 6:47). Y laahace, comp. 'hicie,re la voluntad' en V. 21, 'obradores de iniquidad' en V. 23, y 'frutos' en V. 16. Santiago se refiere a este pasaje en su Epístola (1:22-25). La Mishna: "Aprender no es la cosa principal, ~ sino practicar." Le compararé, etc., o será comparado. (1) N o quiere decir, como algunos lo .explican, qUe lo será en el Día del Juicio, sino que será semejante en carácter (como en 6:8), o que así será comparado en la enseñanza de Jesús, y en la estimación de los que aprenden su enseñanza; comp. Luc. 6:47, 'os enseñaré a quien es semejante'; comp. también Mat. 11 :16; Mar. 4 :36; Luc. 13 :18; Lam. 2 :13 . S ......e la pea.. En un país de piedras calizas como es la Galilea, basta sólo cavar un poco para encontrar una capa de roca sólida. Es muy común en aquella región ahora cavar hasta encontrar la roca y fundar la casa sobre ella. Comp. la expresión en el bosquejo que da Lucas del discurso, 'cavó -y ahondó, y puso el fundamento sobre la peña' (Luc. 6:48); comp. también Efe. 3: 18, 'arraigados y fundados en amor.' Es ocioso decir que 'la roca' aquí signi-

Z4. Tenemos ahora (vs. 24-27), en forma de ilación de lo que se ha dicho, una conclusión general de todo el discurso. Puesto que las profesiones no valdrán nada a menos que haga uno la voluntad de Dios (vs. 21-23). Cualquierapues, que oye. estas palabras y las hace será un hombre prudente, y cualquiera que descuida el hacerlas será insensato. Jesús~ sabe qUe muchos le

(1) En ve; de 'será semejado', B N z. una docena o más de cursivas, la Vulgata, Sahidic,. Armeniana, y algunos Padres. Las antiguas copias Latinas y las dos versiones egipcias están divididas. Todas las versiones siriacas están de acuerdo con C. L. y los otros unciales, la mayor parte de las cursivas, y algunos Padres en apoyar 'le compararé'. Es mucho más probable que ésta fuera c3Jmblada a la otra para igualarla con ver. 26, y no que se hiciese lo contrario para igualarla con 11 :16 y Luc. 6 :47. Así la evidencia Interna se opone aquí de nuevo 11. la autoridad de B. ~ y otros.

222

MATEO

a5 y descendl6 lluvia, y vinieron rlos, y soplaron vientos, y cpmbatleron aquella casa; y no cay6:' porque estaba fundada sobre la peña. 26 y cualquiera que me oye estas' palabras, y no las hace, le compararé a' un: , hombre Insensato, que edlflc6su casa so'bre la arena: 27 y descendi6 lluvia, y vinieron rlos, y soplaron vientos, e hicieron fmpetu aquella casa: y cay6, y fué grande su

,m

ruina.

fica Cristo, porque en otras partes es llamado a menudo roca. La figura de una roca no tiene que significar siem. pre la misma cosa. Es obvio qUe el pensamiento aquí eS que basa uno su salvación sobre un buen fundamento obedeciendo y no meramente profesando; no oyendo solamente las enseñanzas del Salvador sino practicándolas en el carácter y la vida. Obsérvese que este pasaje es realmente una parábola (comp. sobre 13 :10). 25. En los versículos 24-27 la estructura simétrica de las sentencias y la correspondencia exacta entre las dos comparaciones dan una dignidad solemne e impnesiva a esta conclusión extraordinaria. Muchos escritores hacen la distinción de que la lluvia afecta el techo, los ríos el fundamento, y los vientos los lados de la casa; pero no es que se dé a entender que éstos efectúen asaltos distintos sobre ella, ya que el poder del techó para resistir la lluvia no dependería de la solidez del fundamento. Debemos entender que ésta 'es sencillamente una descripción detallada del derribo. La lluvia descendió, y (como consecuencia de ello) VInIerOn ríos (torrentes montañosos, precipitándose por las barrancas, y aumentando de volumen hasta llegar al sitio de la casa), y éstos circundaron el edificio, y habrían quitado la tierra de debajo de sus fundamentos, si éstos hubieran descansado principalmente en la superficie suelta de la tierra, y entonces los vientos la habrían derribado; pero esta casa no cayó, porque esta-'

Cap. V.II

25 y cay6 la lluvia, y vinieron rlos, y soplaron vleQtos, y dieron con fmpetu contra aquella casa" y no cay6; ,porque estaba fundada sobre la roca. ' 26 Mas todo aquel que oye estas palabras mlas, y no las hace, será 'seDlejiLntéia un hombre insensato que edlflc6"su casa sobre la arena: 27 y cay6 la lluvia, y vinieron, rlos, y soplaron vientos, y dieron con Impetu contra aquella casa, y cay6; y fué grande la ruina de ella.

ba fundada sobre una roca. Combatieron, es literalmente 'cayeron sobre' o 'cayeron contra, como cuando se arroja algo ~petuosamente contra alguna cosa. (1) Fundada, o cimentada. Algunos elementos de' la ilustración empleada aquí por nuestro Señor pueden encontrarse en' Prov. 12:7 j Isa. 28 :16 s.; Eze. '13 :10-16. ;!6, 27. Aquí corresponde la 'fraseología exactamente a la de los vs. 24, 25', exceptuando hic:derón ,ímpetu, que significa literalmente hirieron, siendo una mera variación d'e la expresión sin diferencia substancial. La arena se refiere a la superficie, suelta del terreno o tal vez a la a.rena depositada en alguna' parte de una hondonada montañosa, que parece ser llana y firme, pero que está expuesta a ser llevada por el próximo torrente. Grande. Quitado el cimiento toda la casa caería con gran estruendo en completa ruina. Esta hermosa ilustración hac,e su propia impresión: el que oye las palabras de Cristo y lás hace, está seguro contra todas las influencias malas del mundo, seguro para siempre; el que simplemente las oye, y no las hace, está condenado a no alcanzar la salvación, y a sufrir una destrucción total. Encontrar alguna significación espiritual en cada detalle, como "la lluvia de tentación," "los ríos de persecución," "el viento de doctrinas diversas y extrañas," es pura obra de la fantasía. La Mishna, Aboth, tiene una ilustración 1. Comp. la misma palabra griega en Mar. 3:11.

Cap. VII

MATEO

28 Y fué que, como Jesús acabó estas palabras, las gentes se admiraban de su doctrina:

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28 Y sucedió que cuando Jesús hubo acabado de decir estas palabras, lag mulUtudes quedaron asombratias de su enseñan'?A:

algo semejante: "Un hombre que. tiene obras buenas, y estudia mucho la ley ¿a qué es semejante? A un hombre que edifica con piedras abajo y después con ladrillos; y aunque muchas aguas vengan y se estanquen a su lado, no pueden quitarlas de su lugar. Pero un hombre que no tiene obras buenas, y estudia la ley, ¿a qué es semejante? A un hombre que construye primero con ladrillos, y después con piedras; y aunque pocas aguas vengan, inmediatamente los derriban." y también: "Un hombre que es más rico en erudición que en obras buenas es semejante a un árbol que tiene muchas ramas y pocas raíces--el primer viento lo derriba; pero un hombre cuyas acciones son más grandes que su erudición es semejante a un árbol con pocas ramas y muchas raíces--todos los vientos del mundo pueden arrojarse contra él, pero lio pueden quitarlo de su lugar." En cada siglo existe el triste peligro de que los hombres oigan predicar a los siervos de Cristo, y lean ellos mismos en su palabra escrita, pero se detengan allí, sin obrar en conformidad con lo que leen u oyen. Así como el Padre Nuestro se usa con frecuencia como "vana repetición," aunque tuvo por designio corregir este vicio, así esta ilustración finales a menudo muy admirada por personas que oyen y no hacen. Cada uno de nosotros debe hacerse esta pregunta importantísima, ¿Estoy obed.eciendo los dichos del Señor? Colton: "Los hombres contenderán por la religión, escribirán en su defensa; morirán por ella; todo, menOS-vivir por ella." 28. Observaciones qUe hace el Evangelista cbn respecto a los efectos de este gran discurso. Estas palabras, es-

to es, todo el discurso, como en V8. 2426. Las gentes se admiraban. Podemos suponer que al fin del discurso se oyeron expresiones de admiración entre las gentes que habían guardado silencio hasta entonces. St'ier: "Las palabras de admiración que se dejaron oír a la conclusión nos transmiten un triste ejemplo de aquel oír y no hacer, de que el Señor los amonestó al fin del discurso." En Mar. 1 :22;. Luc. 4 :32; y en Mat. 22 :33 y 13 :54 tenemos la misma expresión usada con referencia al efecto de las enseñatw;as de nuestro Señor en otras ocasiones. De su doctrina-o enseñanza. La palabra 'doctrina' es una traducción correcta aquí, pero como se usa en la actualidad sugiere comúnmente la cosa que se enseña, y no también el acto o la manera de enseñar. (1) Es claro que las dos ideas están presentes aquí como se ve por el motivo de admiración mencionado en el versículo que sigue. Bengel: "Se admiraría uno de que en este discurso Cristo no hablara más claramente acer~a de su propia persona. Pero (1) ha expresado tan excelentemente la misma enseñanza, que por ella juzgarían de la excelencia del maestro. (2) Su persona ya era bastante manifiesta. (3) En el discurso mismo intima suficientemente quién es, esto es, que es 'el que ha de venir' de Dios, el Juez de "todos" (1) Humphrey dice que la Revised Versian ha procurado traducir ditlnehe uniformemente con 'enseñanza' y dhlll.Mkalin con 'doctrina.' Esta es por lo regular una distinción propia, pero la Rev. ·Ver. no ha podidO llevarla a cabo, porque en Rom. 16 :17 y' 1 Tlm. 4 :13 las traducciones son trocadas; y en efecto la distinción no es absoluta ni entre las dos palabras griegas ni entre las dos inglesas. En esta pasaje 'enseñanza' es mucho mejor, porque incluye tanto la manera como la materia, tanto la substancia como el tono, y sin duda las dos cosas contribuyeron a la admiración.

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Cap.

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29 Porque les ensefiaba como quien tlene·/ 29 porque les ensefiaba como quien tleautoridad, y no como los escribas. ne autoridad, y no a. la. manera. de los escribas de ellos.

(5:11,17; 22; 7:21s.). Enaeñaba. El tiempo imperfecto del griego no indica enseñar habitualmente,. sino sencillamente lo describe como ocupado en enseñar. Autoridad, es la significación propia de la palabra. En algunos Casos la autoridad lleva consigo el poder necesario; pero el término no significa directamente poder. Encontraremos la misma palabra en 8:9; 9 :6;8; 10:1; 21 :23,24,27; 28 :18. Loa eacriba.. Su. Escribas es el texto correcto; y la expresión se pareCe, a 'Escribas del pueblo' en 2 :4. Los escribas (véase sobre 2 :4) tenían por oficio simplemente manifestar, explicar y aplicar las enseñanzas del Antiguo Testamento, juntamente con las decisiones de los tribunales judaicos, y los dichos de los maestros famosos de las generaciones pasadas tr~nsmitidos por tradición. Puesto que hacía varios siglos que no había aparecido ningún profeta, era muy propio que limitaran' sus ideas religiosas a la autoridad del A. T.; pero en adición a ésta se sujetaban a maestros de tiempos pasados, y en vez de formar sus propias opiniones con respecto a la significación de la Escritura, siempre citaban algún trabí de generaciones anteriores. Todo esto se ve claramente en el Talmud; V.g. "R. Eliezar se jactaba de qUe, nunca había dicho nada que no había oído de su maestro." Así fue que los escribas no podían hablar como animados por la convicción de la verdad aprendida, no podían hablar con la dignidad y fuerza del que tiene conocimiento seguro y personal. Nuestro Salvador habló como no tendría derecho para hacerlo ningún otro maestro, como poseyendo él mismo 'autoridad' para declarar, bajo su propia responsabilidad, lo que era verdadero y recto. Aun los profetas comúnmente prefija-

ron a sus declaraciones, "Así dice Jehová"; pero las palabras de Jesús son, "De cierto os digo," (véase sobre 5 :18, 22). y con suma calma afirma el tremendo hech~ de que el destino futuro de los· h{)mbres dependerá de su relación con él (v. 23), y de que hagan las palabras de él (v. 24). Siendo su modo de enseñar tan distinto del que es propio de hombres no inspirados y aun del de los profetas, el contraste debe de haber sido más notable al compararlo con la enseñanza que las multitudes estaban acostumbradas a oír de 'sus escribas.' Se hallan muchas personas en la actualidad que enseñan exactamente como lo hacían los escribas, no meramente citando las Escrituras como autoridad final con respecto a toda la verdad religiosa-que es lo ·que deberían hacer-sino citando los "Padres," o algún gran maestro o concilio convocado en los últimos tres o cuatro siglos, como autoridad para la interpretación correcta y la aplicación justa de la Escritura. Conviene a la sabiduría así como a la modestia, dar no poca importancia a las opiniones de los hombres cuyo ingenio, erudición y piedad los han hecho ilustres; pero si alguno no tiene la costumbre de examinar la Biblia por sí mismo, y formar su propio juicio sobre su significación y sus enseñanzas, con todos sus conocimientos tendrán poco poder vital para conmover las almas de los hombres. HOMILETICA y PRACTICA V. 13. El camino ancho: 1) Los hombres están en él sin hallarlo ni entrar en él; 2) Lo siguen sin dificultad ni esfuerzo; 3) Van muy acompañados; 4) Pero los lleva a la perdición. Lutero: "¿ Qué es lo que hace tan angosto el camino? Nada sino el mundo.

MATEO la carne y el diablo." Schaff: "Contrastes: La puerta estrecha y la puerta ancha; el camino angosto y el camino ancho ; el árbol bueno y el árbol malo, con su fruto; decir y hacer; activos en el nombre de Cristo, pero obrando iniquidad; la peña y la arena; en pie en la tempestad, y cayendo en la tempestad; enseñando con autoridad, y enseñando cO'mo lO'S escribas." Crisóstomo: "El camino es angosto y la puerta estrecha, pero no es así la ciudad. Por lo tanto nO' debe unO' esperar el descanso aquí, ni esperar nada penoso allí." Stier: "El camino angostO' para la vida es bastante ancho para los que andan en él cuidadosamente y de continuo. Este es el consuelo contenidO' aun en este dicho severO'. ¿ Qué más se necesita sino un caminO' en que yo tenga lugar, y una puerta que me permita entrar?' Dykes: "En mediO' de las variedades sin número que se hallan en el caminO' ancho de esta vida; hay una sO'la señal por la cual podemos. recO'nO'cer a todO'S los viajeros: toman la senda que les parece derecha" (comp. Prov. 14:12). Henry: "Ningún hO'mbre en su seso, elegiría ir al cada1so por ser nano y agradable el cam.ino que conduce a él, ni rehusaría la oferta de un palacio y un trono, por ser el caminO' áspero y sucio; sin embargO' son culpables de semejantes absurdO's en lo que toca a sus almas." Calvino: "¿De donde viene que los hombres se arrojan porfiadamente y a sabiendas a la ruina sintiéndose seguros, a menos que sea por pensat que nO' están pereciendo si perecen en una grande multitud?" Stier: "El mundo tonto, en verdad ama lo· ancho, lo ampliO' y lO' numeroso." Thomas: "El hombre seguirá las multitudes así cO'mo la marea sigue la luna. La fuerza social del número siempre se ha .opuesto a la santidad en el mundo." Dykes: "La mayoría 'de nuestros vecinos balita para producir una

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opmlon pública cO'ntra la cual es difícil cO'ntender. Entre las multitudes qúe no asumen ningún aislamiento O' peculiaridad cristiana, hay tantos a quienes PO'r otros motivO's, tiene uno que amar y venerar, que es difícil estar siempre seguros de que tenemos razón, y de que ningunO' de ellos la tiene .... Para las naturalezas sensitivas que tienen amplias simpatías humanas, hay cO'·ntinuo dolor en estar prO'fundamente fuera de armonía con la mayoría de sus semejantes .... El aislamiento del verdadero cristiano es, en nuestrO' siglo, un aislamiento más bien interiO'r que exterior." -AlgunO's tendrán gusto en ilustrar los dos caminos con la historia bien conocida de la elección de Hércules. Vs. 15-20. Dos métodos de probar un maestro religioso. 1) Por el efecto de sus enseñanzas en su propio carácter y vida; 2) Por el efecto de sus enseñanzas en los que las reciben. San Bernardo: "Los fals·O's maestros son ovejas en cuanto a su vestido, zorras en la astucia, lobos en crueldad." Cri.óatomo: "No nos inquietemos al ver aun ahora muchO's herejes y hipócritas. No, porque Cristo, lo predijo también desde el principio. Dykes: "CuandO' se descubre que la senda por donde nos conduce es muy estrecha y pendiente, pronto se ,empieza a decir o imaginar que se puede alcanzar la vida con menos dificultad. El evangelio original del Rey sufre alguna modificación. Maestros que· prO'fesan enseñar todavía en el nombre de Jesús, señalan a los hombres una senda que se parece mucho al camino angosto y parece conducir al mismo lugar; pero no es tan angosto - y no conduce realmente a la vida." Draseke: "El deseO' de parecer bueno: 11 su naturaleza; 2) su origen; 3) su carácter moral; 4) sus peligros inevitables. Vs. 21-23. Perdidos, no obstante:

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1) Profesiones ostentosas; 2) Grandes ventajas; 3) Notables hechos; 4) Engañarse con persistencia.-Puede uno tener (1) mucho conocimiento exterior de Jesús, (2) mucha actividad exterior, aparentemente en su servicio, (3) sin embargo, no tener ninguna relación interior con él, y (4) ser al fin ignominiosamente desechado. Cri.ó.tomo: "Sería mejor soportar mil relámpagos que ver aquel rostro apacible volverse de nosotros, y aquel .ojo pacífico. negándose a mirarnos." V. 22. Como Bíb.: "El espíritu de la amonestación se extiende mucho más allá de los casos extraordinarios que se mencionan y se aplica a todos los que en todos los siglos, sean maestros u oyentes, profesan nominalmente la doctrina cristiana, sin tener santidad de vida (vs. 21-27). Thomas: "Cuatro clases de religión: (1) la religión de profesión, V. 21. (2) La religión de mérito, V. 22. (3) La religión de oír, V. 26. (4) La religión de hacer, v. 24. Vs. 24-27. El maestro de religión tendrá por lo regular dos grandes motivos de pesar: que haya tantos que no quieren oírle de ninguna manera, y que tantos que le oyen, y tal vez le admiran, no practiquen (comp. Eze. 33: 31,s.). Parker:" (1) Todos los hombres están edificando. (2) Todos los edificadores pueden escoger su fundamento. (3) Todos los fundamentos se· rán probados. (4) Un solo fundamentl) permanecerá." Dykes: "Toda la corriente y movimiento de este largo discurso nos ha llevado adelante a un'! conclusión muy importante y práctica que, después de todo sólo es cristiano el que hace lo que Cristo le manda" (v. 27). ¡Escuchad el gran estruendo en todas las edades y en todas las naciones, de los edificios religiosos que han caído por carecer de fundamento! Reflexiones: "Esta es la conclusión del

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Sermón del Monte, y nos deja con una impresión de miedo; empezó Con bendiciones, pero su fin es rudo y severo." Vs. 28s. Las enseñanzas morales de Jesús, 1) Se nos recomiendan como conteniendo la más alta sabiduría humana-que sobrepuja a los sabios antiguos y los filósofos modernos; 2) Se nos presentan con autoridad sobrehumana-la de aquel que es el Hijo, de Dios (v. 21), y que será nuestro juez (v. 22); 3) Están incorporadas en un verdadero carácter-el carácter sin igual del Maestro mismo; 4) Traen consigo la oferta de ayuda para que las pongamos en práctica-la del Espíritu Santo (Luc. 11 :13) .-Rasgos distintivos del ministerio de Cristo. (1) Los que no pueden imitarse-su originalidad, sus milagros, su autoridad. (2) Los que no deben imitarse-lo positivo, lo seguro, la presentación de sí mismo. (3) Los que deben imitarse-su naturalidad, variedad, catolicidad, espiritualidad, ternura, fidelidad, piedad. En nuestro, estudio devoto de este gran discurso no debemos pensar demasiado de su adaptación especial a los Judíos, sino que debemos leerlo como dirigido a nosotros mismos. Figúrate que estás en medio de la muchedumbre escuchando, y que de vez en cuando su ojo benigno te mira a ti. Oyele cuando te dice quienes son los felices bajo su reinado, y cuán grande, si e;res uno de los suyos, es tu responsabilidad como sal de la tierra y luz del mundo. Escúchale cuando explica cuán espiritual y rigurosa es la moralidad que te exige en todas tus relaciones y deberes; mandando que tus obras de justicia no sean hechas con ostentación, sino con relación suprema a Dios, y que, sirviendo a Dios y confiando· en su cuidado no necesitas congojarte por las cosas de esta vida. Escucha atentamente y con humildad mientras repren-

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Cap. VIII

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CAPITULO VIII 1 Y como descendió del monte, le se-' 1. y habiendo Jesús descendido de la guían muchas gentes. ' ,DlDntafía., grandes multitudes le seguían. 2 y he aqu[ un leproso vino; y le abora2 y he aqu[ que viniendo un leproso, ba, diciendo: Señor, si quisieres puedes prosternóse ante él, diciendo: ¡Señor, si limpIarme. quieres, puedes limpiarme! l

de la inclinación a juzgar severamente, mientras anima a la oración, mientras presenta urgentemente el peligro de que dejes de salvarte, y mirándote fijamente al rostro declara que' no debes solamente oír estas palabras suyas, sino hacerlas. Y en seguida vuélvete y vete pensativo con la "Regla Aurea" escondida en el corazón, y resonando en tu oído su promeSa bondadosa, "Pedid y se oS dará." Cap. 8:1-17. UN GRUPO DE MILAGROS. En cap. 8 :1-9 :34, encontramos un grupo de milagros extraordinarios. Habiendo concluido su bosquejo del sermón del Monte, el evangelista vuelV'e al estado de las cosas descritas antes de la introducción a esto (4 :23-25). Nuestro Señor hacía un viaje en derredor de Galilea, seguido de "muchas gentes", (4 :25); en alguna ocasión, durante el viaje, movido por la presencia de semejantes multitudes (5:1), subió al monte, y dirigió a los discípulos y a ellos un largo discurso (cap. 5-7), designado a manifestar la naturaleza del reinado mesiánico, y corregir muchos errores con respecto a él. Cuando hubo concluido éste y descendió, "muchas gentes" 16 siguieron. Y habiendo dado, ya este, gran ejemplo de la enseñanza de nuestro Señor, el evangelista procede (8 :1-9 :34) a agrupar algunos ejemplos notables de sus milagros, que demuestran que si enseñaba como uno que tenía autoridad (7:29), obraba también de la misma manera; y que arrojan luz sobre la naturaleza de su obra como Mesías. En conexión

con estos milagros, Mateo también re'lata (9 :9-17) su propio llamamiento para seguir a Jesús. Al comparar entre sí los Evangelios de Marcos y Lucas, encontramos varíos de estos milagros, y los dichos que los acompanaban, introducidos en conexiones tales que muestran que no sucedieron precisamente en el o,rden en que se mencionan aquí. Parece que algunos de ellos se verificaron antes de la predicación del Sermón del Monte, pero en este viaje alrededor de Galilea (véase sobre,' 5:1) ; y otro~ en distintas ocasiones subsiguientes en el curso de las labores de nuestro Señor en Galilea. Se agrupan en Mateo sin respeto especial al orden cronológico, pero de modo que promuevan el designio especial de su argumento histórico. Después de estos ejemplos de la enseñanza de nuestro Señor (caps. 5-7), y de sus milagros (caps. 8,9), encontraremos (cap. 10), un relato de cómo envió a los Doce, para qUe ellos también enseñaran y obraran milagros (véase sobre 9:35). Los primeros tres milagros agrupados aquÍ tratan de la curación de enfermedades muy graves--la lepra, la parálisis, y una fiebre severa. 1. 2-4. Curación de Un leproso; dada también con algunos pormenores adicionales en Mar. 1 :40-45; Luc. 5 :12-16. 2. y he aquí. Esta expresión no hace ne,cesaria la suposición de que el incidente ocurriera justamente después de la conclusión del Sermón deI Monte. Por la conexión en Marcos y Lucas parece muy probable, aunque, no seguro, que sucediera antes de la predicación

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de aquel discurso. En cuanto al lugar Lucas nos dice, era 'una ciudad' i.e. de Galilea. Un leproso vino. La horrible enfermedad de la lepra parece haber sido muy común entre los Egipcios e Israelitas. E"l clima de Egipto era propio para agravar la enfermedad, y puede ser que los Israelitas adquirieran allí cierta tendencia constitucional a ella, como lo suponen Etrabón y Tácito. Varias cuestiones acerCa de la lepra quedan aun sin solución. La palabra griega lepra, de que la nuestra fue tomada, se derivó de lepi., 'escama,' significando una enfermedad escamosa. Entre las muchas variedades de lepra que parecen haber existido en tiempos antiguos, lo mismo que en los modernos, la de la Biblia parece no haber sido la elefantiasis, o lepra de granos, que se' ve con frecue,ricia en la actualidad en Palestina, sino "la lepra blanca."- Empezaba con una escama o hinchazón puequeña, y el pelo en el lugar se volvía blanco. Esta se -extendía y dejaba vm- la carne viva. En lo!'! casos graves, grandes porciones, y a veces todo el cuerpo, se volvía blanco como la greda; las uñas, y a veces el pelo se caían, y en algunos casos los sentidos se entorpecían, y pus muy repugnante aparecía en el pelo y salía de las narices. Pero. no es seguro que todos estos síntomas pertenecieran a la lepra de la Biblia. Sí parece casi seguro que, aunque era hereditaria, a menudo por varias gene,raciones, no era enfermedad contagiosa, al menos en los casos ordinarios. La ley de Moisés la trataba como, una forma extrema de inmundicia ceremonial. Cuando la enfermedad se extendía por toda la persona, el paciente era declarado limpio (Lev. 13: 12-17), y podía asociarse libremente con otros; lo cual parece prueba concluyente' de que no era contagiosa. Las leyes que eXlglan que el leproso se guardara distante de otros, clamara "Inmundo,

Cap. VIII

inmundo," etc., simplemente daban a entender que el que tocaba a un lepro-, so contraía inmundicia ceremonial, como si hubiera tocado a un muert(), o a una persona que tuviera flujo (Lev. 15 :5). Todas estas cosas tenían por objeto enseñar simbólicamente la terrible contaminación del pecado, y la ne'cesidad de la purificación; y ningún símbolo podía ser más impresivo que una enfermedad tan espantosa. Las purificaciones acostumbradas cuando un leproso se restauraba (Lev.14) eran muy semejantes a las prescritas para otras clases de grande contaminación ceremonial. La lepra no podía curarse con ningunos remedios que se conocían, pero a veces desaparecía en el curso del tiempo, en el individuo o en sus descendientes. Lo adoraba. Comp. sobre 2 :2. No puede signüicar que lo adoraba como se adora a Dios; sino solamente que le saludó con profunda reverencia. Lucas (5 :12) dice que "postrándose sobre' el rostro, le rogó." El tiempo imperfecto de Mateo lo pinta como haciendo este acto de reverencia. De la misma manera, Señor, la palabra usada en la Septuaginta para Jehová, que en las epístolas se refiere a Jesús, y parece allí reco,nocer su divinidad, se usaba también en el griego (y se usa todavía) como, una forma común de dirigirse a un hombre. El grado exacto de respeto que expresa en algún caso dado debe deducirse de la conexión (véase sobre v. 19). Si quisieres, puedes limpiarme. Llamaba a la curación un limpiamiento, porque la enfermedad tenía la apariencia de una contaminación, y hacía que fuese uno inmundo ceremonialmente. No dijo, "Si puedes," como el padre desesperado (Mar. 9 :22) ; su única duda era con respecto a la voluntad del Señor (comp. abajo 9 :28). Su lenguaje expresa lo que se siente con f.recuencia por personas que piden ben-

Cap. VIII

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3 Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. y luego su lepra fué limpiada. 4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; mas ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que mandó MoIsés, para testimonio a ellos.

3 y extendiendo la mano, le tocó, diciendo: ¡Quiero: sé limpio! y al Instante su lepra fué limpiada. 4 y le dijo Jestis: Mira, no lo digas a nadie, sino vé, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que mandó Moisés, para que les conste.

qué esta prohibición? En parte, tal vez (como piensan algunos) para que el hombre se apresurara a llegar a Jerusalem y que los sace·rdotes le declararan sano antes de que oyeran hablar del milagro, puesto que, de stro modo, podrían, por celos de Jesús, fingir que la curación no era real y completa. Pero prohibiciones semejantes se hallan en 9:30; 12:16; 16:20; 17:9, etc., y debe de haber habido alguna razón general. Había peligro de que el pueblo se excitara en gran manera, al oír de sus milagros, con la idea de que estaba para establecer un espléndido reino terrenal, conforme a sus nociones erróneas de la obra del Mesías (Juan 6: 14s.), y así provocara la hostilidad de los jefes judíos y de los romanos que estaban en autoridad, estorbando con ello su libertad para enseñar. Vemos en Mar. 1 :45 y Luc. 5 :15 que dejando de obedecer esta prohibición el leproso limpiado causó realmente una interrupción seria de las labores de nuestro Señor. El caso excepcional de Mar. 5 :19; Luc. 8 :39, prueba la regla. En ese caso Jesús manda especialmente a un hombre que publique lo qUe se ha hecho por él; pero en esa región (al .sude,ste del lago) no había peligro de grande excitació'\1 popular a favor de hacerle rey, sino al contrario un sentimiento muy desfavorable con respect a el, el cual deseaba corregir. En un período posterior encontramos a nuestro Señor haciendo una serie de viajes distantes, con el mismo propósito de evitar la excitación popular a la vez' que por otros motivos (véase sobre 14:13, y comp. sobre 4:12). Tam¿Por bién vemos en 12:16-21, que su modo

diciones espirituales; sin embargo, en cuanto a éstas no de·beríamos tener alguna, ni del poder del Salvador ni de su voluntad. 3. Extendiendo Je.ú. .u mano. Las circunstancias se describen detallada y minuciosamente, conforme al estilo hebraico (comp. sobre 5:2). La palabra 'Jesús' no aparece en varios de los primeros manuscritos y versiones más antiguos y es claro que fue añadida en otros para corregir una aparente obscuridad. Así es el caso también en vs. 5,7. Le tocó. Esto debe de haber asombrado a los que lo vieron, porqul! parecía estar contrayendo inmundicia ceremonial; pero Jesús, tocándole, no contrajo inmundicia, sino impartió limpiamiento. Quiero: sé limpio. "Un eco pronto a la fe madura del leproso. Su propio dicho co.ntenía las palabras de la respuesta deseada." Todo otro obrador de milagros en el Antiguo Testamento y en el Nuevo, de continuo atribuye el poder y la gloria a otro; sólo Jesús usa expresiones tales como, 'quiero: sé limpio,' 'Te mando, sal de él,' 'Te digo, levántate' (comp. sobre 5: 22). Se ha discutido mucho la cuestión de si todos los que recibieron la salud del cuerpo por medio de Jesús, recibieron también bendiciones espirituales. Parece claro que en muchos casos no las recibieron; en otros, naturalmente las circunstancias nos hacen pensar que' la fe· en su poder para obrar milagros fue acompañada también por fe en su poder para perdonar pecados (comp. sobre 9:2). Si tal fue el caso con el leproso mencionado aquí, no tenemos modo de saberlo. 4. Mira, no lo digas a nadie.

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5 y entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole,

quieto y nada ostentoso fue predicho. Muéstrate, con énfasis sobre el pronombre 'te' como se ve por su posición en el griego (comp. Mar. 1 :44); un mero informe no convencería a un sacerdote-tenía que mostrarse a sí misPara testimonio a ellos. Esto mo. está conectado, no con mandó Moisés, sino con lo que precede. ~Ellos' no puede referirse a los. sacerdotes, porque éstos tenían que declarar que el. hombre estaba sano antes de que pudiera ofrecer el presente. Debe de referirse al pueblo en general, como es sugerido por 'no lo digas a nadie,' e implicado en toda la conexión. Semejantes usos de 'ellos' para denotar a personas o cosas indicadas en la conexión, son comunes en el griego del N. T., y en verdad en la usanza familiar de todos los idiomas. El sacrificio hecho después del examen acostumbrado por el sacerdote (Lev. 14), sería un testimonio al pueblo de que el leproso había sanado completamente, y por lo mismo de que el milagro era verdadero; tal vez que-ría decir también que les sería un testimonio de que Jesús observaba la ley de Moisés, de menospreciar la cual ya habían empezado a acusarle (comp. 'para testimonio' en 10: 18; 24:14, Ver. Mod.). Para observaciones generales sobre los milagros, véase sobre 4 :24. II. 5-13. Curación del Siervo del Centurión; descrita también en Luc. 7:

1-10. El lenguaje de Luc. 7:1 demuestra que esto sucedió poco después del Sermón del Monte. Entrando en Capernaum, donde residía ahora. Véase sobre 4 :13. Un centurión. Este era el título de uno de los oficiales de la legión romana, que mandaba cien hombres, pero tenía un pues-I to de más responsabilidad e importancia

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5 Y cuando hubo entrado en CapernaUlTI, vino a él un centurión rog·ándole,

que el capitán entre nosotros. No puede determinarse si este centurión servía a Herodes Antipas, Tetrarca de Galilea (véase sobre 2 :20), que sin duda tenía fuerzas organizadas conforme al estilo romano, y a veces mandadas por oficiales romanos, o si pertenecía a alguna guatnición romana de Capernaum, como las qUe los romanos mantenían con frecuencia en distritos nominalmente independientes. Era pagano, pero amador de los judíos, lo cual había demostrado edificando la sinagoga en 1ue adoraban en ese tiempo (Luc. 7: 5) ; y que era probablemente la grande sinagoga cuyos fundamentos se ven ahora en Tel Hum. (véase sobre 4 :13). Había numerosos casos de paganos inteligentes y juiciosos, los cuales, llegando a tener contacto con los judíos, sintieron la superioridad de su religión; v.g. Cornelio (Hech. 10:1). Este centurión de Capernaum habia sabido probablemente de la curación del hijo del noble (Juan 4:46s.), que se verificó algún tiempo antes, y esto, con otros informes acerca de Jesús, le había hecho creer que podía sanar a su siervo. Vino a él. Lucas (7 :3s.) dice que envió a los ancianos de los judíos y después a unos amigos. Mateo omite estos detalles, representando al centurión como haciendo personalmente lo que hizo por medio de otros. De la misma manera Marcos (10:35) representa a Santiago y Juan como presentando a Jesús su petición ambiciosa, sin hacer mención de su madre, la cual, conforme declara Mateo (20 :20) vino con ellos y presentó la petición en su lugar. En Juan 3 :22, vemos que Jesús 'bautizaba'; en Juan 4 :ls, esto se explica como significando que sus discípulos bautizaban. Así en Juan 19 :1, se dice que 'tomó Pilato a Jesús, y le azotó,'

Cal>. VIII

MATE0

6 Y diciendo: Señor, mi mozo yace en casa paraUti('o, graVenlente atormentado. 7 y Jesús le dijo: Yo iré, y le sanaré.

lo cual no hizo, por supuesto, con sus propias manos, sino por medio de sus empleados. Comp. también 14 :10 con Mar. 6:27; y véase sobre 14:19, Semejantes formas de afirmación son comunes entre nosotros, tanto en la literatura como en el lenguaje de la vida común; y hay una máxima familiar legal, Qui facit por aHum, facit per se: el que hace una cosa por medio de otro, lo hace él mismO'. 6. Señor (véase sobre v. 2), sencillamente una forma muy respetuosa de dirigirse a otro. Mi mozo ('mi siervo,' Sdo") es en el griego claramente definido, y puede significar, o el único siervo qUe poseía, o el único que tenia consigo en Capernaum, o el que entonces ocupaba sus pensamientos. 'Siervo' (pais) es en este caso literalmente 'muchacho,' cuyo término se usaba para designar a un siervo de cualquiera edad, entre los hebreos, griegos y romanos, así como se empleaba también para designar un esclavo en los Estados Unidos. (1 ) (Véase también sobre 12 :18).

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6 y diciendo: Señor, mi criado está postr'-ldo pn casa, paralftico, gravemente atornlentado. 7 y Jesús le dijo: Yo iré, y le sanaré.

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Lucas (7 :2) tiene el término doulo5, 'esclavo,' que se emplea también por Mateo en v. 9. Lucas dice (7:2), 'al cual tenía él en estima.' J osefo nos dice qUe los soldados romanos eran· seguidos por muchos siervos, que "en tiempo de paz practicaban de continuo los ejercicios belicosos de sus ;;Irnos, y en guerra participaban de sus peligros." Así el oficial "confederado" y el esclavo que.le acompañab;;l en la tienda de campaña, con frecuencia arriesgaban la vida el uno por el otro, mientras sus otros esclavos en casa cuidaban de la manera más fiel, por lo regular, de su esposa y sus hijos. Mi mozo (muchacho) yace en casa paralítico (véase sobre 4 :24). Gravemente atormentado, O 'sufriendo terriblemente.' Algunas enfermedades que se llamaban entonces parálisis producían agudos dolores, Comp. el case en 1 Mac. 9 :55s. Lucas añade que estaba 'a punto de morir' (Ver. Mod). 7-9. Yo iré, con algo de énfasis so-

término parece haber significado (1) En el N. T. siete distintas palabras este g-riegas son traducidas sIervo o criado, siempre esclavos; 14:2 puede compararse como sig'ue: (1) Dlnkonos., un criado o do- con 18 :3. (6) DonIos, siempre significa méstico, como el que sirve a la mesa (Juan esclavo, aunque se usa con frecuencia fi2:5, 9), y a veces un sirviente en general; guradamente, como 'esclavos de Dios,' 'estraducida 'siervo', 'los que servfan,'- 'asis- clavos de Jesu-Cristo.' Se emplea en 1 Coro tentes' y 'servidor' en 22:13; 23:11; ('mi- 12:13; Gál. 3:28; Efe. 6:8; Col. 3:11; Rev. nister,' en inglés por ser 'ministro' origi- 6:15; 13:16; 19:18. (7) MINthios y MiMthonalmente una palabra latina de significa- tos, un asalariado, jornalero. Se emplea ción correspondiente) en 20:26, y con fre- en Mar. 1:20; Luc. 15:17, 19; Juan 10:12s. cuencia en las Ep!stolas. Esta palabra la Este naturalmente serta un ho.mbre libre. hemos adoptada como dilu-'oJ'o, justamente La palabra inglesa "servant" (siervo)' viené COlno hemos tomado obislto de elJiskoltOS. de 'la palabra latina serVllS, que Significa (2) Thernpon, un criado, asistente, usado esclavo, lo mismo que dou)os. Pero ha en Reb. 3 :5, comp. texto común de Mat. llegado a tener en ing'lés un uso mucho 24 :45. (3) HllpereteM, un remero, ,mari- más amplio, pues denota esclavos o asisnero, y en g'eneral un brazo, uri inferior, tentes asalariados. 'Esclavo' se deriva del agente, asistente, oficial inferior+ etc.; nombre de la raza eslava, de la cual mutraducido 'criados,' 'alguac.iles' en 26 :58 y chos fueron reducidos a la servidumbre en 5 :25: Estos tres términos podr!an apli- en el sudeste de Europa tan temprano carse a un esclayo o a un hombre libre. como el siglo octavo. El fuerte disgusto (4) Oikete .. , criado de casa (Oikos, casa), que se siente hacia la esclavitud en la doméstico; usada en Luc. 16 :13; 1 Pedo 2: actualidad ha asociado ideas degradantes 18 etc. Estos podr!an ser esclavos o li- con este término, de modo que apenas pobres pero usualmente eran esclavos. (5) driamos emplearlo ahora para di signar los PItIR, niño niña, y también criado, como USOR figurados de doulos; aunque el devoto se explica arriba; traducido as( se emplea lVfcCheyne escribe a un amigo que /les dulen verso 6, 8, 12, también en 12 :18; 14:2 y ce pensar que somos esclavos de Cristo." en 2 :16; 17 :18; 21 :15. Aplicado a criados

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MATEO

8 y respondió el centurión, y dijo: Señor, no soy digno de qué entres debajo de nli techado; mas solamente di la palabra, y mi mozo sanará. 9 Porque también yo soy hombre bajo de potestad, y tengo bajo de mi soldados: y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo

h~~

.

10 Y oyendo Jesús se maravilló, y ¿¡ijo a los que le segulan: De cierto os digo,

que ni aun en Israel he hallado fe tanta.

Cap. VIII

8 Mas el centurión respondiendo, dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techado: pero di solamente una palabra, y mi criado quedaré. sano: ~ porque aun yo. siendo hombre Subalterno, tengo soldados sujetos a mi; y digo a éste: VI', y va; y al otro: ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y 10 hace. 10 y oyéndolo Jesús, se maravilló; y dijo a los Que le segulan: En verdad os digo, Que ni aun en Israel he hallado fe tan grande.

bre 'ego.' Al comunicársele al centurión esta proposición, manifestó su humildad y fe, Un efecto semejante fue producido en la mujer siro-fenisa por una negación (15:26). No soy digno. (1) Puede ser que quería decir que no era digno en atención a la ley levítica, que el entrar en su casa contaminaría a un judío; pero la expresiÓn adicional y más fuerte en Luc, 7: 7 no deja duda de qUe también pensaba humildemente de su propia in· dignidad moral. Solamente dí la pala. bra. Así el hijo del noble había sido sanado allí en Capernaun, con una palabra estando el Señor distante (Juan 4 :50), El centurión procede a ilustrar el poder de una palabra de mando, re· firiéndose a su propia experiencia co· mo oficial y amo. Porque también yo IOy hombre (2) bajo de potestad .... y digo, etc. Es claro que 'bajo de autoridad' se opone a 'tengo bajo de mí soldados.' Es un oficial subo,rdinado, acostumbrado tanto a obedecer como a ser obedecido, y es seguro que de la misma manera una palabra de mando de Jesús sanará la enfermedad. Se supone una especie de personificación de la enfermedad, como, en Luc. 4: 39, 'riñó a la fiebre.' Pero ¿qué fuerza tiene aquí 'también'? Evidentemente

el centurión quería decir que su caso era como el de Jesús, con respecto a la palabra de mando. Algunos piensan que creía que Jesús estaba bajo de autoridad divina, al mismo tiempo que tenía poder sobre las enfermedades. O puede ser que 'también' se refiera a la parte última de la declaración: porque yo también soy un oficial subordinado, y mi palabra de mando se obedece. A mi siervo, esclavo (véase sobre v. 6). No podemos decir si designaba al siervo que estaba enfermo, o al siervo a quien se dirigía en un caso dado.

(1) Para este uso no-final de la part!cula' griega que sigue, véase sobre 5:29. Comp. la construcción clásica con 'digno' (esto es, el infinitivo) en 1 Coro 15:9. (2) El margen de la Rev. Ver. sigue aqui a W H. ¡mencionando que algunas autoridades antiguas (B N y algunas otras) insertan 'puesto'. Pero esto es evidentemente una Interpolación de Luc. 7:8.

v por esto no deber!;;' haberse mencionado. S! es genuina aqu! ¿qué motivo puede sugerirse para su omisión en casi todos los documentos? Hacen mal en seguir B y N contra la más clara evidencia interna, especialmente cuando con evidencia Interna se conlenzó toda la argumentaci6n por la cual W H. han establecido la gran excelencia general de su texto.

10. Maravilló, se admiró. Aqu\ se admiró de la fe.; en o,tra ocasión (Mar. 6 :6) de la falta de ella. No debemos especular acerca de su admiración, ni atenuar la declaración procurando explicarla. Jesús se maravilló como hombre, aunque como Dios nada podría parecerle maravilloso. Es la misma dificultad que encontramos en otros hechos como el trecer él en sabiduría, y no saber el día ni la hora. De cierto 01 digo, véase sobre 5 :18. Que ni aun en Israel he hallado fe tanta. Un caso semejante de grande fe de parte de un pagano se halla en 15 :22. Estamos seguro,s de que una persona de tan her-

Cap. VilI

MATEO

] 1 Y 08 digo que vendrán muchos del Oriente y del Occidente, y se sentarán con Abraham, e Isaac, y Jacob en el reino de 108 cielos.

mosa humildad y tanta fe en el poder de Jesús para obrar milagros, debe haber poseído, o llegaria pronto a poseer, fe en su poder para perdonar pecados también (comp. sobre v. 3). Lo que nuestro Señor encomienda con tanto énfasis no es su humildad, sino aquella fe que es la raíz de todo lo espiritual (comp. 16:28; Luc. 18:8). Obsérvese que no expresa sorpresa de encontrar tan grande fe en un soldado. No hay autoridad en la Escritura para la idea de que la piedad es incompatible con la vida de soldado. 11. y OB di.o (véase sobre 6:18). Vuelve a repetir la afirmación solemne de la sentencia anterior, porque estaba para decir algo que los judíos se resistirfan a creer, y que era de la más alta importancia. Del Oriente "1 del Occide.te (comp. Isa. 46:6) desde las partes más remotas de la tierra en toda dirección, de las naciones gentiles más remQtas. Aquí se tiene ya una intimación de qu.eel cristianismo habria de extenderse a todas las naciones. Y se B••tará., literalmente Be recli.ará. (véase Ver. Mod. nota), i.e. en la mesa. La costumbre de los persas, que !le extendi6 a los griegos y r,omanos, había sido adoptada también por los Judíos, esto es, la de reclinarse sobre un diván o cama mientras comían. El diván era colocado al lado de la mesa, y sobre él la persona se reclinaba, apoyándose sobre el codo izquierdo, de modo que podía tomar la comida con la mano derecha, mientras los pies se extendían oblicuamente fuera del diván. Así podían lavarse los pies mientras se reclinaba uno (Luc. 7 :38; Juan 13 :4s.) ; un hombre podía recostar su cabeza sobre el pecho de la persona que estaba tras él (Juan 18:28,26; 1:18; Luc.16:

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11 Y yo os digo, que muchos vendrán del Oriente, y del Occidente, y se sen-· tarán a la mesa con Abraham ·e Isaac y Jacob, en el reino de los cielos:

23). Este modo sibarítico de comer no había sido la usanza de sus antepasados (véanse Gén. 27:19; Jue. 19:6; 1 Sam. 20 :24s.) donde el hebreo da a entender que estaban sentados y el profeta Amós (6:4,7), lo reprende como parece de la voluptuosidad del pueblo, que se extendían sobre lechos en sus banquetes. Pero al tiempo de nuestro Señor había llegado a ser la costumbre universal, al menos en todas las comidas formales, y obrar de o,tro modo habria parecido singular. En donde quiera que en el N. T. se usa, con referencia a comer, '~E'ntarse,' 'sentarse a la mesa,' etc., el griego tiene siempre la misma palabra que denota 'reclinarse'; y es de lamentarse que no se haya traducido así. Coa Abraham e laaac "1 Jacob. Los judíos opinaban que su descenso de estos patriarcas les aseguraba la participación con ellos en las bendiciones del reir,ado mesiánico; y se ve en los escritos rabínicos que banquetes espléndidos donde comerían junto con los patriarcas, formaban parte de su concepto de la felicidad mesiánica. Aquf, como' en otras muchas ocasiones nuestro Salvador se adaptó a los modos comunes de expresión. Véase la misma figura en Luc. 14:16; 16 :23, las parábolas que tratan de banquetes, y en Apoc. 19 :9. Era especialmente apropiada en el presente caso; los judíos no querían de ninguna manera comer con los gentiles; sin embar go, se declara aquí que muchos gentiles de todas partes, Be reclinarían en la mesa con los grandes patriarcas, mientras los judíos mismos serian echados fuera. Esto habia sido predicho por los profetas, pero Israel estaba demasiado ciego ahora para verlo. Dice el Talmud: "En el mundo venidero os pre-

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MATEO

Cap.

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12 mas lo" hijos del reino serán echa12 Mas los hijos del reino Herán f'chados a las tinieblas de afuera: alll será el lloro dos a las tinieblas de afuera; a11l será el llanto)" pi ("rullr de dientes. y el erujir de dientes. 13 Entonces dijo .Jf'RQS al centurión: 13 Entonces JesQs dijo al centurión: Ve, y conlO creíste, te sea hecho. Y su mozo Véte, y s~gQr, crefste, sea hecho contigo. y su criado quedó sano en aquella misma fué sano en el mismo momento. 14 y vino JesQ. a casa de Pedro, y viO hora. 14 y \"Inlendo JesOs a casa de Pedro, a su sueg"ra echada en cama, y ('O n fiebre. viO a la suegra de "ste echada en cama, y con fiebre.

pararé una grande mesa, que verán los de afuera. Así es en 22 :13; 2 Pedo 2: 'gentiles y tendrán vergüenza." Lu- 17. Allí lerá el lloro y el crujir de diencas no da este dicho de Nuestro Señor tel, mientras dentro está el festín y el con respecto al centurión, pero en 13: canto de los bienaventurados. ¿Por qué 39 da la misma figura corno introdu- se dice 'el lloro.'? Probablemente esta cida en o.casión distinta. En cuanto. idea corno característica del castigo de a la frase reino de 101 cielol, véase So.- la Gehena, era familiar a lo.S oyentes bre 3 :2. Aquí tiene que referirse al de nuestro Señor. La misma expreestado. futuro. sión Se halla seis veces en Mateo (véan12. Mao 101 hijol del reino. Por un se 13:42,50; 22:13; 24:51; 25:30), y en mo.dismo. hebraico. una variedad de ideas Luc. 13 :28; siempre con el artículo, y de relación íntima o de cercana cone- siempre asociado con la idea del castigo. xión se expresa por el uso de 'hijo'; futuro. Bengel entiende qUe quiere deV.g. en el A. T. 'Hijos de Belial' (mal- cir el lloro por eminencia, y añade, "En dad), corno. si fueran nacido.s de mal- esta vida el pesar no. es aun pesar." dad. Así es con 'hijo.S de desobedien13. Ve, dicho aquí con bondad y para cia' (Efe. 2:2). En 'hijo.S de ira' (Efe. animarle; pero de un modo muy dis2:3), 'hijo.S de maldición' (2 Pedo 2: tinto en 4:10. Te lea hecho, más li14), tenemo.s una expresión muy fuer- teralmente, así te suceda, término que te de la idea de que estas perso.nas son se explica en 6:10. Grande era su fe, por su misma naturaleza o.bjetos de ira, y así sería la bendición. Con frecuende maldición. 'Los hijos de este siglo' cia (aunque no siempre) nuestro Señor (Luc. 16:8) so.n del todo dedicado.s a exigía fe antes de hacer sus milagros este siglo., co.mo. si fuera co.n una de- de sanidad, cuando se trataba de una voción filial (véanse también sobre 9: persona capaz de ejercerla. Pero es 15; 11 :19; 13 :38; 23 :15, y comp. 1 del todo impropio. considerar la curaMac. 4:2). 'Lo.S hijos de la resurrección corno efecto de la imaginación, ción' (Luc. 20:36) son los que partiexcitada por una fe crédula, co.mo sucipan de ella. y así 'lo.S hijo.S del reino.' cede en algunas curacio.nes aparentes aquí so.n las personas co.nsideradas coen la actualidad, Po.rque en este caso, rno. co.n derecho a sus privilegios co.n mo.y otros vario.s, no fue el paciente quien tiVo. de su nacimiento.. Nuestro Seño.r creyó, sino. otra persona-y a veces una dice a lo.S judío.s que extranjeros al reiperso.na que estaba lejos (15 :28; Juan no vendrían a participar de sus privi4 :53). Además de esto nuestro Seño.r legios, y sus pro.pios hijos serían echaobró milagros en lo.S muertos, y en la dos fuera. A la. tinieblas de afuera. naturaleza inanimada, do.nde semejanLa figura se deriva de una habitación te· explicación no cabría. brillantemente iluminada en una noche III. 14-17. Curación de la Suegra de de festín. Las perso.nas expulsadas de la casa se encontrarían en las tinieblas Pedro, y de otros mucho.s. Por las na-

cap. VIII

MATEO

15 y tocó su mano, y la fiebre la dejó: y ella se levantó, y les serv!a. 16 y como fué ya tarde, trajeron a él muchos endemoniados; y echó los demonios con la palabra, y sanó a todos los enfermos.·

rraciones paralelas en Mar. 1 :29-34; Luc. 4 :38-41, parece que esto sucedió antes de la predicación del Sermón del Monte, y en día de sábado, después de salir de la sinagoga en Capernaum. Mateo agrupa estos milagros con poco cuidado en cuanto al tiempo y lugar (Véase sobre v. 1). Casa de Pedro, en Capernaum, véase Mar. 1 :21,29. Andrés vivía con su hermano, y Santiago y Juan acompañaron a Jesús en una visita a ellos. Pedro y Andrés eran naturales de Betsaida (Juan 1:44), pero se habían cambiado a Capernaum (VéaSe la descripción de la ciudad sobre 4: 13). Parece extraño que los rlomanistas puedan insistir tanto en el celibato del clero, siendo que Pedro mismo, de quien se figuran que el Papa eS sucesor, era casado, y no sólo en este tiempo, sino mucho tiempo después, cuando estaba en medio de sus labores apostólicas; y 'los otros apóstoles' lo eran también, con excepción de Pablo (1 Coro 9:5). Con fiebre. Las fiebres palúdicas son comunes por los pantanos cerca de la desembocadura del Jordán. 15. Parece por Mar. 1 :30, y Luc. 4: 38, que la familia le rogó que la sanara. y tocó su mano. Nuestro Señor varias veces obró milagros sin tocar, y aun a distancia, como cuando sanó al esclavo del centurión en los versÍCulos anteriores. Pero por lo regular ejecutaba algún acto, tal como tocar la persona, tomar su mano, etc., que demostrara a todos que él era la causa de la curación milagrosa. Y les servía. El verbo se explica sobre 4 :11, y el texto griego denota que el acto era continuado. El servicio consistiría en darles comida y mostrarles cualesquiera otras atencio-

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15 Y tocóle la mano; y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y.les serv!a. 16 y cuando era la tarde, le trajeron muchos endemoniados; y echó filera 108 demonios 'con una palabra; y sanó a todos los que tenran algú.n mal:

nes-una manera natural eh una mujer para expresar su gratitud en su casa. Gerónimo: "Ministró aquella mano que había sido tocada y sanada." Una fiebre severa (Luc.4:38) siempre deja muy débil a la persona; pero tan completa fue la curación milagrosa, .que desde luego estuvo lista para el trabajo activo. W ordsworth: "En el caso de los milagros de Cristo, sucedía con las enfermedades como con la mar. Después de la tempestad hay una marejada antes de que venga la calma. Pero Cristo redujo la furia de la mar a una calma perfecta por medio de una palabra, así como redujo la furia de la fiebre a perfecta sanidad." 16. Este milagro se hizo notorio, y profundizó la impresión producida por la expulsión del espíritu inmundo aquel mismo día en la sinagoga (Mar. 1 :2128). De modo que todo el pueblo anhelaba traer a sus amigos endemoniados o enfermos en busca de semejante alivio milagroso. Pero los judíos eran demasiado escrupulosos para hacer esto en sábado. Como fue ya tarde (comp. 14:15). Lucas lo dice aun más claramente, 'poniéndose el sol.' El día judaico se contaba de puesta a puesta der sol; de modo que vinieron al momento en que, terminó el sábado. Mateo no dice nada para explicar por qué esperaron hasta la tarde; sencillamente refiere algunos milagros sin dar todas las circunstancias de ellos. No debe inferirse, que Jesús mismo participara de estos escrúpulos acerca de sanar en sábado, cosa que acababa de hacer (Marcos y Lucas), e hizo repetidas veces después. Muchos endemoniados, véase. sobre v. 28 y 4 :24. El evangelis-

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17 Para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta Isalas. que dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y Jlev6 nuestras dolencias.

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ta ya ha mencionado en general (4 :24) que Jesús sanó a todos los endemoniados que le fueron traídos durante este viaje por Galilea. Con la palabra, lo mismo que había con 'la palabra' sanado al escIavü del centurión (v. 8). A todos los enfermos, una expresión que abraza toda clase de enfermedades, como en 4 :24. "El sol que se había puesto sobre una muchedumbre de miserables se levantó la mañana siguiente sobre una ciudad de que la enfermedad había huído." Los milagros de nuestro Señor fueron muy numerosos. Los descritos particularmente por los 'evangelistas 1'10 son sino ejemplos, y se nos dice de paso repetidas veces, que sanó a muchísimas personas y de muchas enfermedades. Con sólo leer las declaraciones en 4 :24; 9 :35; 11 :4s.; 12 :15; 14: 35; 15 :30; 19:2 se tendrá una idea mucho más grande de la extensión de su labor benéfica en este respecto. 17. Para que se cumpliese. Esto significa naturalmente que los acontecimientos en cuestión habían sido realmente predichos en la profecía citada, y se habían verificado por un arreglo de la Providencia a fin de que la predicción fuese cumplida (véase sobre 1: 22). Es sólo Mateo quien se refiere aquí al cumplimiento de una predicción, y ésta es la sexta profecía que cita como cumplida en Jesús (C.omp. 1 :23; 2:5,15,23; 4:14). El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias. La cita es de Isa. 53 :4. Todo el pasaje en Isaías (52 :13-53 :12) se refiere indudablemente a los sufrimientos de Cristo por los hombres como su substituto (Comp. 1 Pedo 2 :24). Así es difícil percibir el motivo por qué el evangelista aplicara esta profecía al

Cap.

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17 de modo que se cumpliera lo que fué d!,!ho por medio del profeta Isalas, que dIJo: El mislllo tOlmó nuestras enfermedades, y cargó con nuestras dolencias.

hecho de que nuestro Señor sanó enfermedades. El original de Isaías significa literalmente 'Nuestras enfermedades tomó, y nuestras dolencias llevó,' con poco énfasis cada vez en 'nuestras' y 'él,' y la palabra 'dolencias' incluye tanto penas corporales comó mentales. En cuanto a las palabras, Mateo ha seguido exactamente el hebreo (la hipótesis de que haya seguido una versión aramaica oral se cree que no tiene fundamento adecuado), descuidando la Septuaginta que las traduce aquí, "Lleva nuestros pecados, y sufre pena por nosotros." Pero ¿qué quiere decir? Cristo tomó sobre sí, quitándolo de nosotros, el pecado y todas las aflicciones producidas por el pecado. Estasaflicciones eran castigos divinamente señalados por el pecado, y podemos suponer que si no fuera por la ,obra propiciatoria de Cristo, la justicia de Dios no las habría permitido cesar. Para los creyentes en Cristo, las enfermedades y varios padecimientos mentales existen todavía, pero ya no como castigos, sino para disciplinarlos para su bien. Lo que sufrió nuestr,o Salvador -en su vida de humillación y su muerte de agonía, no fue, como dice el profeta que lo creerían los hombres, el castigo de mal obrar de su parte, sino el tomar sobre sí nuestro pecado, y toda nuestra miseria consecuente. Por supuesto que no sufrió los precisos e idénticos padecimientos, temporales y eternos, que nosotros habríamos sufrido de otro modo; pero lo que sufrió en nuestro lugar justificó el que fuésemos aliviados, hasta cierto punto aun en esta vida, y completamente en la eternidad, de todas las consecuencias de nuestros pecados. El quitar el Señor las enfermedades corporales fue

Cap. VIII

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así no sólo un símbolo, sino, en algunos respectos, una parte de su remisión del pecado. El asunto puede mirarse también como lo hace Plumptre: "El mismo 'tomó' y 'llevó' los padecimientos que quitó. Sufrió con aquellos a quienes vió sufrir. El poder de sanar estaba unido íntimamente con la intensidad de su simpatía, y así fue seguido (como son seguidas obras análogas de amor, en los que son más semejantes a Cristo en su vida), de. cansancio físico, Lo que se relata por San Marcos y San Lucas de que buscara nuestro Señor un refugio solitario al amanecer el. día siguiente, está del todo en armonía con la -opinión así sugerida." HOMILETICA y PRACTICA V. 2s. Esto sugiere por analogia la necesidad y los medios de la sanidad espiritual. Cuatro preguntas acerca de nuestra salvación: 1) ¿ Tiene Jesús poder para salvar? 2) ¿Tiene voluntad para salvar? 3) ¿ Tenemos necesidad de la salvación? 4) ¿Deseamos ser salvos? Sólo la última pregunta es realmente dudosa, yeso depende de nosotros. V. 4. No hagas grandes profes10nes de lo que Cristo ha hecho en favor tuyo, sfno pruébalo obrando en conformidad con la ley de Dios. Schaff observa que es posible pensar demasiado en los milagros-"una especie de materialismo, así como lo es la negación de la posibilidad de semejantes milagros." V. 5s. El centurión. 1) su dádiva munificente al pueblo de Dios (Luc. 7: 5) . 2) Su bondad afectuosa para con un criado (v. 6; Luc. 7:2). 3) Su opinión humilde de sí mismo (v. 8). 4) Su grande fe en Jesús (vs. 8,10). 5) La respuesta exacta e inmediata a su petición (v. 13).-Los tres centuriones creyentes. 1) Este centurión en Capernaum. 2) El centurión que dirigió la crucifixión (27 :54). 3) El centurión

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Cornelio (Hech. 10:1).-Un soldado profundamente piadoso. Hall: "Aun el oficio sangriento de la guerra dió discípulos dignos a Cristo.."-Bondad hacia un criado. Hall: "Al haber estado el amo enfermo, el criado más fiel .no podría haber hecho más. El que no tenga voluntad de servir a veces a sus siervos, es indigno de ser bien servido. Ideas de inferioridad no deberían engendrar en nosotros un descuido de servicios caritativos. Debemos tratar a nuestros siervos aquí en la tierra como recordando que tenemos nosotros un Señor en el cielo/'-V. 7. La fe se desarrolló: 1) Negando todo lo que se pidió (15 :24); 2) Ofreciendo más de lo que se pidió; 3) Concediendo exactamente lo que se pidió.-V. 8. El centurión no habló con humildad fingida. Sentía profundamente que era indigno de, la presencia y compañía del Gran Maestro. Pero los ancianos judíos opinaban que era dign.o (Luc. 7:4). Los que más merecen el respeto de otros, es probable que tengan la opinión más humilde de sí mísmos; no por ignorar alguna excelencia que hayan logrado, sino por estar más acostumbrados a meditaren sus propias faltas, y más absortos en el deseo de corregirlas. Un hombre puede ser consciente de sus poderes y adquisiciones, puede regocijarse por sus hazañas, puede tener gusto en que los hombres le alaben, y al mismo tiempo ser verdaderamente humilde, y lleno de gratitud hacia aquel que le ha dado todo. Esto es difícil para la flaqueza humana, pero con tanto más celo y oración debe buscarse. "¿ Qué es la primera cosa en la religión? La humildad. y qué es la segunda cosa en la religión? La humildad. Y ¿ qué es la tercera cosa en la religión? La humildad.'" -Hall: "Otro hombre, al haber llevado el uniforme del centurión, habría pensado bien de sí mismo; capitán, hombre de aptitud y mando, fundador de una

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MATEO

Cap.

vm

18Y viendo Jesús muchas gentes alre-I 18 Viendo entonces Jesús grandes muldedor de sI, mandó pasar a la otra parte tUudes al rededor de él, mandó pasar a la

del lago.

opuestIL orilla del. lago.

sinagoga, patrón de la religión; sin embargo pasa por alt0 todas estas cosas, y mirando la dignidad divina de Cristo y su propia debilidad, dice, 'No soy digno.' Confesándose indigno de cualquiera favor, mostró ser digno de todos." Edersheim: "Aquí tenemos a uno que estaba en el estado descrito en las primeras cláusulas de, las Bienaventuranzas, y a quien pertenecía la promesa de las segundas cláusulas; porque Cristo es el vínculo que une a las dos." Crisóstomo: "Por tenerse por indigno, aun de recibir a Cristo en su casa, llegó a ser digno tanto de un reino, como de· alcanzar aquellas cosas buenas gozadas por Abraham."-V. 9. Obedecer y mandar. Hall: "¡ Ojalá qUe pudiera ser un siervo semejante para con mi Señor celestial! Pero ¡ ay de mí! Todos sus mandamientos dicen, 'Haz esto,' y no lo hago. Dice, 'Apártate del mundo,' pero yo corro tras el mundo; dice, 'Ven a mí,' y yo huyo de él. ¡Ay de mí! esto no es servicio, sino enemistad."-V. 10. Jesús admirado: 1) De, la grande fe de un pagano; 2) de la incredulidad de sus conciudadanos (Mar. 6:6). Los paganos creyentes con frecuencia avergüenzan a los que han sido criados en tierras cristianas. V. 10. ¿Qué podemos hacer por Jesús, que ha hecho tanto por nosotros? No podemos ahora servirle mostrándole atenciones personales, pero 1) Podemos traer a otros para que sean sus discípulos (Juan 1 :41); 2) Podemos ministrar a sus hermanos que sufren (25:40); 3) En general, podemos mostrar nuestro amor guardando sus mandamientos, (Juan 14:15).-V. 17. Steinmeyer: "Así como una parábola muestra con razones terrenales el reflejo de una verdad más sublime, a fin de servir como me-

dio de explicar ésta, así un milagro que alivia una pena terrenal es el símbolo de la ayuda asequible para 'una necesidad más profunda. Nuestro Señor sana al paralítico; per,o las primeras palabras¡ de la narración señalan muy expresamente las regiones más sublimes. Da vista a aquél que nació ciego; pero, las palabras finales de la historiaexc1uyen el pensamiento de un mero acto de compasión."

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18-9:1. SOSIEGA LA TEMPESTAD, Y SANA A LOS ENDEMONIADOS. A los milagros que ya Se han aducido (véase sobre v. 1). Mateo ahora añade dos que son muy extraordinarios. Es evidente por Mar. 4 :35s., que, se verificaron después de la narración de las parábolas en cap. 13, y aparentemente en la tarde del mismo día en que esas parábolas fueron predicadas. Mateo está dando un grupo de milagros eI:! los caps. 8 y 9. 18. Muchas gentes, literalmente muchas multitudes, como en 4 :25; 8 :1, etc. A la otra parte, i.e. del lago de Galilea, literalmente, hasta el más allá. La región al oeste del lago y la parte meridional del Jordán era llamada común,mente por los .judíos 'La Perea,' Le., 'La Región más allá', véase sobre 4:25 y 19:1. No podemos suponer que quería librarse de molestia o incomodidad personal. La excitación fanática del pueblo aumentaba demasiado (Cap. 12: 13 y comp. sobre 8:4); había menos oportunidad de hacer verdadero bien por sus enseñanzas al llegar a ser tan grande la multitud que se producía confusión y disturbios; y en general, era su plan difundir sus labores por todas partes del país. La frase de Marcos ( 4 : 35), 'cuando fue tarde' (comp. Mat. 8:

Cap. Vil!

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19 Y llegándose uno de los escrlbás, le dijo: lolaestro, te segulrl'i adonde quiera que fueres. 20 y Jesús le dice: jLas zorras tienen fu~~eSy Jesús le dijo: Las zorraa tlener. cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el f'!uevas, y las aves del cielo, nidos; mas Hijo del hombre no tiene donde recueste el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza! BU cabeza.

19 Y llegándose un escriba, le dijo: Maestro, te segulré.a donde quiera que

16), podría incluir las horas antes de la puesta del sol (véase sobre 14:15). No es pues seguro, aunque' sí posible, que el viaje tempestuoso, ocurriera en la noche. 19. Mientras se preparaban para cruzar el lago ocurrió la conversación narrada en ·vs. 19-22. Marcos no hace mención de ella. Lucas (9 :57s.) narra una conversación semejante como si sucediera en un período mucho más tarde, en el viaje final desde Galilea a Jerusalem, seis meses antes de la crucifixión (Véase sobre 19:1). Tal vez nuestro Señor repitiera estos dichos, como lo hacía con frecuencia (véase la Introducción al cap. 5). O puede suponerse que Mateo o Lucas hayan traspuesto est03 dichos de otro tiempo, ya que ni el uno ni el otro da alguna expresión distinta de la conexión. y llegándose un escri· ba; intimando tal vez que, aunque la mayor parte de los discípulos de Jesús eran particulares y de condición humilde aquí estaba 'mo de los maestros, un rabí. Pero en muchos idiomas el numeral uno llegó "al fin a usarse como artículo indefinido, como le dicen los gramáticos; y puede ser que debiéramos entenderlo así aquí, y en 19:16; 21:19. Hay una cuestión semejante c·on respecto a algunos usos de la palabra hebrea que significa 'uno.' En cuanto a los escribas, véase sobre 2 :4. A donde quiera que fueres, (comp. Apoc. 14:4), no meramente ahora al otro lado del lago, sino siempre y a donde quiera. Este escriba era ya, en un sentido amplio y general, un discípulo de Jesús-como es insinuado por 'otro' en v. 21-pero deseaba ser uno de sus discípulos constantes. Maestro. De la misma manera los

misioneros entre los paganos son llamados siempre "Maestros." 20. Nidos. Las aves qUe vuelan libremente por el cielo tienen un lugar donde pueden pasar la noche. No tiene donde recueste su cabeza, i.e., no tiene casa u hogar. No indica tanto la extremada póbreza o malestar como el hecho de que su vida era la de uno que andaba de acá para allá. Tenía amigos en cuyas casas le daban siempre la bienvenida, y con frecuencia la hospitalidad de otros le era ofrecida. Pero viajando a menudo por todas partes del país, así como ahora estaba para cruzar el lago a una región ruda e inhospitalaria, su vida estaba llena de pruebas y abnegación, y si el escriba se proponía seguirle a donde quiera que fuera, debía resolverse a seguir a uno que andaba sin hogar, y a soportar muchas privaciones. Eutimio supone qUe el escriba creía que se recio bía mucho dinero por los milagros de curación, aunque sabemos, por lo que Jesús dijo a los Doce que éstos habían de ha~erse gratis, (10:8). Es más probable que el escriba pensaba en un reinado mesiánico temporal, con el que el Maestro estaba de alguna manera relacionado, y que daría a sus súbditos poder y riquezas. Vemos en este incidente cuánto cuidado ponía nuestro Salvador en advertir a los hombres de antemano lo que habían de esperar al entrar en su servicio (comp. Luc. 14 :2833). y aunque no es en la actualidad el deber. de todos sus discípulos pas~r su vida en trabajos que los lleven de acá para allá, es todavía el deber de cada uno negarse a sí mismo, tomar su cruz, y en el sentido más alto, seguir a Jesús. No se nos dice si el escriba se

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Cap. VIII

21 Y otro de BUS dlsclpulos le dijo: se-¡ 21 y otro de los disc(pulos le dijo: Señor fior, dame licencia para que vaya prl- dame licencia que vaya primero, y entierre mero, y entierre a mi padre. a mi padre.

resolvió, no obstante la amonestación que había recibido, a seguir al Maestro; quisiera uno creer que lo hizo, y estamos inclinados a inferir por el silencio del evangelista que así fue, puesto que en otras ocasiones (v.g., 19 :22; Juan 6 :66) la deserción de varios discípulos aparentes es narrada distintamente; y también por estar asociado este incidente con la persona que se menciona en seguida. Los expositores tal vez han mostrado severidad al dar por sentado que los motivos del escriba eran mercenarios, y que volvió atrás desde luego. Estaba demasiado confiado, y el bondadoso Maestro lo amonestó que lo pensara bien. El Hijo del hombre. Sin duda esta expresión tan extraordinaria se originó en Dan. 7 :13, "Estaba mirando en visiones de la noche, y he aquí que sobre las nubes del cielo venía Uno parecido a un hijo de hombre," Ver. Mod., pasaje que los escritores están de acuerdo en referir al Mesías. El llamado "Libro de Enoc" con frecuencia menciona al Mesías venidero como el Hijo de hom e breo Sabemos por Juan 12 :34 que los judíos entendían que esta frase designaba al Mesías y por Luc. 22 :69s. sabemos que vieron poca diferencia entre llamarle el Hij,o del hombre y el Hijo de Dios. El uso frecuente de la frase por el Señor (la empleó más de setenta veces) constituyó una afirmación muchas veces repetida de que era el Mesías (v.g., 24 :30; 26 :64) ; tenía por objeto también, probablemente, dar prominencia al gran hecho de que era genuina y completamente hombre, un hecho que los creyentes en su divinidad a veces dejan de apreciar. La frase nunca se aplica a él por otro que no fuese él mismo, sino en Hech. 7 :56, y tal vez

en Apoc. 1 :13; 14 :14. Puesto qUe la frase hebrea sugería originalmente la flaqueza y debilidad humanas (como en Sal. 8:4; 146:3), puede ser que pareciera por esto menos apropiada al Redentor ya exaltado y glorificado. Los muchos esfuerzos para explicar la frase 'Hijo del hombre' de alguna otra manera que denotando al Mesías, han sido bien presentados y brevemente refutados en el Comentario de Meyer. 21. y otro de SUI dilcípulol. Tanto éste como el escriba deben haber sido discípulos solamente en el sentido más amplio del término (véase sobre 5:1). Dice una tradición que éste, el segundo hombre, era el apóstol Felipe. Pero no tenemos modo de resolver la cuestión. Luc. 9 :59 dice que el hombre fue llamado por nuestro Señor a seguirle, y que replicó haciendo la petición de que se le permitiera ir primero a sepultar a su padre; Mateo no hace mención de semejante llamamiento. La petición del hombre se relacionaba con un asunto que los jm:líos consideraban de grande importancia. Así en Tob. 6 :15, Tobías teme morir y causar la muerte de su:: padres, y dice, "no tienen otro hijo quien los sepulte." Es natural suponer que el padre de este hombre ya estaba muerto, y era costumbre sepultar a los mUertos muy pronto; pero era también costumbre guardar treinta días de luto especial, y no podemos saber si el hombre pensaba incluir ese tiempo. La petición algo semejante hecha por Eliseo a Elías no fue negada (1 Rey. 19 :20) ; y bien podría creerse justificado el hombre que pedía permiso para ir primero a su casa. Sin embargo a un sumo sacerdote o un Nazareo se les exigía que evitasen el cadáver aun de su padre o de su madre (Lev. 21:11; Núm. 6 :6s.) ;

cap. VIII

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22 y Jesús le dijo: Slgueme; deja que los muertos entierren a sus muertos. ,23 y entrando él en el barco, sus disclpulos le sig'uieron,

y dice uno de los comentadores judíos de tiempos posteriQres que "cuando hay conflicto entre el estudio de la ley y la necesidad de sepultar a los muertos, el cuidado de los muertos tiene la precedencia; pero si hay un número suficiente de' personas presentes, el estudiante no ha de dejar la ley." 22. Deja que los mu'ertos entierren, como si dijera, ~¡:eja el cuidado de enterrar sus muertos, a ~os que son muertos. El griego es más fuerte que 'Deja que los muertos entierren.' Esto no puede significar 'deja que los muertos se sepultelilos unos a los otros,' Le., Deja que se queden sin sepultar, porque ésa sería una explicación forzada y una idea indigna de nuestro Señor. Debem.os entender que se refería a los muertos espiritualmente y a los muertos literalmente, como en Apoc. 3:1 (comp. Juan 11:25s.). Tal juego de palabras es natural y agradable a la mente oriental, y muchos ejemplos semejantes se hallan a menudo en la Escritura, incluyendo muchos pasajes donde no puede c,onservarse en las traducciones (comp. sobre 16:25). La idea a'quí es qUe había suficientes de los que estaban espiritualmente muertos para hacer todos los oficios demandados por el afecto para con los muertos, y así los discípulos de Cristo estaban libres para dedicarse a su propio trabajo que era mucho más alto (comp. 10:37). En la narración de Luc.(9 :60) tenemos la adición, 'y tú ve, y anuncia el reino de Dios.' No se sigue que Jesús exigiera a todos sus discípulos, bajo todas circunstancias, que descuidasen la sepultura de sus muertos, a fin de trabajar exclusivamente di~ ,fundiendo el evangelio; así como no extiende a todo el mundo el mandato dado al joven principe de que vendiera todo

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22 y Jesús le dice: Slgueme; y deja que los muertos sepulten a sus muertos. 23 y entrando él en una barca, sus disclpulos le siguieron,

lo que tenía y diera a los pobres (19: 21). Pero fácilmente podemos c.oOncebir circunstancias en la actualidad en que sería propioO rehusa~ obedecer las sugestioOnes más fuertes del efectoO natural, a fin de cumplir nuestro deber para con Jesús; lo mismo que un soldado puede ver a su hermano caer a su lado en el combate, y sin embargo, no puede detenerse para cuidarle, sino que tiene que seguir corriendo adelante. A SUB (propios) muertos. En Gén. 23 :4,6 se hallan las expresiones 'Mi muertoO,' 'tu muerto,' y expresiones semejantes son comunes ahora. Así es que Jesús quiere decir que loOS muertos en semejante caso no SoOn tuyos, sino que pertenecen a los muertos espiritualmente, y deben ser sepultados por ellos. Aquí, como en v. 20 no se nos dice si el hombre siguió a Jesús inmediatamente, pero parece probable que sí lo hiciera. Lucas (9 :60) añade un tercer caso. 23. Milagro de Sosegar la Tempestad (vs. 23-27). CoOmp. Mar. 4:36s,; Luc. 8 :22s. En el barco, (1) probablemente un barco idóneo para pescar, y sin velas (véase sobre 4:21). Es llamado 'el barco' probablemente PoOr ser el que se preparó en respuesta a su orden de que cruzasen el lago (v. 18); tal vez era un barco que tenían para su uso regular. Sus discípulos le siguieron, algunos en el mismo barcoO, y oOtros en otroOs barcos mentados PoOr Marcos (4:36). Estos pequeños barcoOs de pesca eran muy numerosos en el lago (Juan 6 :23s.). Es más natural entender que el término ~1) Algunos documentos primitivos omiten aquí el articulo griego, dejando la expresión equivalente a "en el barco'; y as! W H, y Rev. Ver. pero aquellos documentos han Imitado pJ'obablemente Luc. 8:22, y es más probable que deberla retenerse el articulo.

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24 Y he aquí fué hecho en la mar un gran lllovimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dornlía. 25 y llegándose sus discípulos, le despertaron diciendo: Seiíor, sálvanos, que perecemos.

24 Y he aquí que se .Levantó una gran tempestad en la nlar, de manera que la barca se cubría con las ondas; mas él dormía. 25 y lleg'ándose les diS!lípulos le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!

'discípulos' incluye no solamente a los Doce, (quienes-como lo sabemos por el orden de Marcos y Lucas-habían sido escogidos antes de este tiempo), sino otros que podían llamarse discípulos en el sentido más general del término (véase sobre 5:1). 24. y he aquí, una expresión muy usada en Mateo para llamar la atención a lo que sigue como maravilloso. Mo· vimiento. El original denota un sacudimiento o choque, y por lo regular se aplica a un terremoto, tanto por los escritores clásicos como en el N. T. (v. g., 24:7; 27:54; 28:2), pero aquí se usa para describir una gran tempestad, capaz de sacudir las casas de los hombres y hacer que la misma tierra temblara. Luc. 8 :23 nos dice aun más claramente, 'sobrevino una tempestad de viento en el lago,' esto es, procedente de las barrancas en los lados, como sucede con frecuencia (véase la descripción del lago sobre 4 :18). BartleU presenció un suceso exactamente igual: "Todo el díll; no había habido ni un soplo de aire, el calor había sido como el de un horno; pero ahora una brisa fresca que bajó de la meseta, arrojándose por las barrancas que descienden hasta el lago, empezó a inquietar su plácido sueño. Al caer la noche la brisa se convirtió en violento temporal, el lago se cubrió de espuma, y grandes olas blancas azotaban orgullosamente las ásperas ormas; su suave murmullo anterior se ha con" vertido en estruendo terrible y lúgubre rugir del viento furioso y las aguas agitadas. Allá lejos se divisaba un barquito que luchaba con las olas, y luego se perdía de vista en medio de las olas y la bruma." Como el lago está muy

debajo del nivel del Mediterráneo, con frecuencia el aire se calienta mucho y asciende con rapidez; y en el vacío se arroja el aire fresco de las mesas orientales y occidentales. Mas él dormía, indicando el griego algo de énfasis sobre 'él,' i.e., 'él por su parte, dormía.' Marcos, que con tanta frecuencia da vivos detalles, agrega 'sobre un cabezal,' esto es, el que tenían en el barco, como parte del lecho en la popa en que estaba acostado. El cuadro es interesante: Jesús durmiendo apoyada la cabeza en el cabezal, mientras rugía la tempestad, el barco era arrojado de acá para allá, y las olas lo henchían-dormía sosegada y profundamente. El orden de Marcos y Lucas indica qUe esto sucedió la tarde que siguió a la acusación blasfema del cap. 12, y el gran grupo de parábolas del capítulo 13. Después de un día de tanto esfuerzo mental el Salvador estaría naturalmente agotado. Es probable también qUe fuera de noche. Véase sobre v. 18. 25. Y llegándose. 'Sus discipulos' fue una adicióri innecesaria de los copiantes, lo mismo que 'nos'; debe leerse Sal. va, Señor, que perecemos. Marcos (4: 38) tiene literalmente 'Maestro' (di. daskalos); Luc. (8:24) tiene 'Maestro, Maestro,' (epistates), véase sobre v~ 19. Con freeuencia se hace evidente qUe los evangelistas no se han propuesto dar las palabras exactas que se usaron (véase sobre 3 :17). El peligro debe de ha, ber sido realmente muy grande, porque estos hombres acostumbrados a la mar, muchos de ellos desde su juventud, y familiarizados con todos los cambios de aquel lago, no se habrían asustado por una mera sombra de peligro."

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26 y él les dIce: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, lévantándose, reprendió a los vientos y' a la mar, y fué grande bonanza. 27 y los hombres se maravillaron, diciendo: ~Qué hombre eséstn: H~ aqu{ un homhre comilón, y bebedor de vino, amigo dp puhlicano8 y de peeadores. ::\la~ la sahidurla es justifl~ada por sus hijos.

tración. Porque, presenta esto como prueba de la declaración previa. El caso de esta generación sí se parece al de los niños, porque tratan a Juan y Jesús exactamente como los compañeros de los niños los trataban a ellos. Vino J'uari, que ni comía ni bebía, esto es, como lo hacen otros hombres (Luc. 7 :33, 'ni comía pan ni bebía vino'); no participando con los hombres en generar de sus modos de vivir, sino viviendo separado y templadamente (comp. sobre 3:4).· Demonio tiene. Véase sobre 8 :28,31. Como diría uno ahora, está loco. Es natural que semejante expresión se hiciera común (Juan 7 :20; 8 :48), puesto que las posesiones demoníacas se hallaban a menudo en unión con afecciones cerebrales, ya como causa de ellas, o ya porque debido a ellas las personas llegan a ser más propensas a ser así poseídas. Los endemoniados a veces se retiraban -a lugares salvajes y se sostenían con el alimento que podían conseguir allí (8 :28); el pueblo comparaba con éstos a Juan. Aunque quisieron alegrarse por algún tiempo en su luz como "lámpara que ardía y res- plandecia", (Juan 5:35, Ver. Mod.) ahora desechaban su testimonio en favor de Jesús y burlándose de su manera de vivir, decian, "tiene demonio." Por otra parte J esus vivía entre los hombres comiendo y bebiendo como ellos lo hacían. Estaba acostumbrado a tomar vino, como era común, casi universalaquellos vinos débiles y puros que abundaban en el país, y que, tomados con moderación, y mezclados con una porción doble de agua, conforme a la costumbre, eran tan estimulantes como nuestro te o café. Iba a las casas de fariseos y publicanos, de los que guardaban escrupulosamente la ley y de los

Cap.

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l!I Vino el Hijo del hombre, que come y .hpbe, y dl(","n: ¡He aqu! un hombre comIlón y bebedor dp ,'ino, amigo de puhlle'anos y de pecador,""! Y sin embarro IR; .sahidurla es vindicada ]lor parte de sus hIJOS.

transgresores públicos de ella, y participaoa de su comida y bebida acostumbrada. E inmediatamente clamaron, He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino. La palabra griega traducida 'hombre' aquí expresa en semejantes conexiones cierto desprecio, como usamos a veces 'un individuo.' Amigo de publicanos y de pecadores. El énfasis' no está sobre 'amigo', sino, como el orden del griego 10 indica, separadamente sobre 'publica~os' y 'pecadores.' Porque comía comida agradable como lo hacen otros, y sin ninguna abstinencia especial, le llamaron comilón. Porque a veces tomaba vino, como lo hacían otros, era bebedor de vino-uno que tomaba habitualmente y mucho. Porque trataba a hombres malos con cortesía y bondad, ansiosamente procurando hacerles bien, él mismo era malo (comp. Luc. 15:1,2, y véase arriba sobre 9:11). Así hablaban. Juan no era bastante parecido a los otros--era un loco. Jesús era demasiado semejante a los otros. Nada les agradaba. El Hijo del hombre, véase sobre 8 :20. Publicanos y pecadores, comp. sobre 5 :46. ¿ Cuál, pues, ha de ser el consuelo de los maestros de religión que ven que, ya obren de un modo o de otro, los hombres culparán su conducta y desecharán su mensaje? Lo que daba consuelo a Jesús. Mas la sabiduría es justificada por Ids hij,ol. 'Obras' es claramente el texto correcto aquí, e 'hijos' en Luc. 7 :35. Aunque el pueblo en general desechaba la verdadera sabiduría, ésta era justificada, probaba su rectitud, tanto en la manera como Juan vivía y enseñaba como en la de Jesús, por sus obras-Ios e~ctos generales de la verdadera sabiduría en los que la reciben y

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la practican, y particularmente por las obras milagrosas que probaban que Jesús era el' Mesías (vs. 2,4s.). No hay pues, ninguna diferencia' substancial entre 'justificada por sus obras', como influyendo en los que la reciben, y 'justificada por todos sus, hijos' (Luc. 7:35), (1) .reconocida y apreciada Eor todos los que tengan espíritu semejante al de ella, todos los que son verd~deramente sabios (comp. la expresión 'ju'stificaron a Dios', usada un pdco antes, en Luc. 7 :29). Las peculiaridades de Juan y de Jesús eran en cada caso oportunas y efectivas, produciendo obras que los verdaderamente sabios deben reconocer como efectos legítimos de la sabiduría. El modo de vivir de Juan era apropiado para las reprensiones y amonestaciones severas que vino a proclamar (véase sobre 3 :4) ; pero Jesús se mezcló libremente entre los hombres, conformándose de una manera agradable a su modo de vivir, como representando especialmente las bondadosas invitaciones y gozoSas nuevas del evangelio. Los dos métodos fuero¡{ culpados por los más del pueblo, pero los dos fueron justificados por sus efectos, y los dos eran de Dios. Y así sucede con respecto a las particularidades de temperamento, maneras de vivir, y métodos de trabajar de parte de los maestros religiosos en la actualidad. Toda especie de predicador será tildado por el mundo impío; pero todo predicador verdaderamente devoto y sabio será justificado por los efectos de su ministerio.

CIClO es necesaric para la salud corporal, mental, y espiritual se aplica aun en el caso de la ociosidad involuntaria. Vs. 2-6. ¿Es divino el cristianismo? 1) Razones para preguntar lo: (a) El cristianismo, como poder en el mundo, tiene que dar razón de sí. (b) Nuestra pro pía necesidad. (c) La neceoodad de otros. 2) Evidencias. (a) .Los efec c tos del cristianismo son benéficos para el cuerpo y el alma. (b) Corresponden a las predicciones del A. T. con respecto a su carácter y resultados. 3) Ocasiones de tropiezo. (a) Progreso lento del cristiapismo en el mundo. (b) Sus beneficios más sublimes no son vistos ni temporales, sino espirituales y eternos. (e) Muchos obreros fieles parecen no tener éxito y son abandonados a padecimientos (como Juan). Bienaventurado al que sigue indagando, aprecia sabiamente las evidencias convincentes, y vence todos los obstáculos. Comp. Pedro (16:16s.), Marta (Juan 11:27), Tomás (Juan 20:28s.). V. 6. Tropezando en Jesús. Calvino: "Todo hombre' se amontona tropiezos', por su perversa ansiedad, por guardarse lejos de Cristo." Plumptre: "¡ Con cuánta ternura corrigió nuestro Señor la impaciencia implicada en la pregunta de Juan. Se necesitaba una reprensión, pero le fue dada en forma de una bienaventuranza que todavía tenía el privilegio. de reclamar y hacer suya propia."

(1) Es 'obras' en B. (primera mano) ~ 124, lIIemfftica, Peshito, y Siria ca Harcleana, la Etiópiea. y alg'unos códices armenianos; y J erónilno y Anlhrosio dicen que es asf en alg'unas copias. Pues bien, t?sta podria fácilmente cambiarse a 'hijos' para confornlarla con Lucas. El proceso de transcripción para asemejar pasajes paralelos, Que se exhibe con tanta frecuencia, se revela nUls aquí por el hecho de Que ::tlg'unos cursivos insertan 'todos' de

Lucas, y que sólo ~ en Lucas cambia 'hijos' a 'obras'. Podríamos imag'inar que apo, 'desdE" sus hijos, se veía extraño, y qUQ 'obras' fuera sugerida por v~r. 2, y por la apelación en ver. 4s" vero ésta sería una explicación insuficiente, aunque tan buena. COlTIO cualquiera de las otras que g.e han sugerido. El canlbio aquí a 'hijos' es una de las muchas alteraciones "occidentales", pues se halla en D., AntIgua Siriaea, y Antigua ;Latina.

Vs. 7-9. Henry: "Los que ministran en la palabra serán llamados a dar cuenta de cuáles hayan sido sus intenciones, HOMILETICA y PRACTICA y cuáles sus provechos. Pensamos que V. 2s. La ley severa de que el ejer- una vez' acabado el sermón, Se acabó el

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20 Entonces comenzó a reconvenir al 20 Entonces comenzó a r.econvenlr a las ciudades en las cuales ·hablan .SidOh. ec las ciudades en que hablan sido hechos los chas muy muchas de su maravillas, por- más de sus milagros, porque no se haque no se hablan arrepentido, dtlliendlJ: blan arrepentido, diciendo-:

cuidado; no es así, sino que entonces empieza el cuidado más grande." V. 11. Juan el Bautista. 1) La dignidad e importancia de su obra como precursor. 2) Su relación tradicional al reino de los cielos. 3) En qué respecto es más favorecido que Juan el c¡ristiano más humilde de la actualidad. Vs. 11-15. Juan el Bautista. 1) Vino como el clímax de la profecía y el nuevo Elías. 2) Más que profeta, y no sobrepujado por ningún ser humano, v. 9, 11. 3) Perteneció al reinado mesiánico, pero no gozó de sus más altos privilegios (v. 11). 4) Despertó aquel gran avivamiento en que nació el cristianismo, v. 12. V. 14. Comparación entre Juan y Elías. 1) En las circunstancias exteriores y en su modo de vivir. 2) En temperamento y espíritu. 3) En cuanto a su obra. (a) Males por corregir; (b) oposición encontrada; (c) bien hecho. V. 16. Los que desechan el cristianismo son sin.excusa; porque canta alegremente y también tristemente; presenta un lado brillante para atraer, y un lado oscuro para amonesta~; exhorta al arrepentimiento y da la bienvenida a la fe; ofrece el cielo, y amonesta contra el infierno-no obstante siguen culpándolo. V. 18. Vemos a menudo que se manifiesta el mismo espíritu en la actualidad. Si un ministro u otro cristiano es grave y serio, el pueblo se queja luego de que parece mal humorado e insípido; si es alegre, dicen, "Es demasiado jovial." Si cuida de sus negocios, le acusan de ser mundano, da amor demasiado el dinero; si perniite que lo roben, antes que parecer fijarse demasiado en los intereses pecuniarios, dicen con compasión despectiva, "Es buen hombre, muy bueno-pero sabe poco de negocios-tiene poco sentido

común." Y triste es decir que muchos se olvidan del todo del valor intrínseco de las verdades enunciadas, tratándolas con respeto o descuido, según les gusten o no los hábitos ·ymodales del predicador. Henry: "Al ver los ministros fieles que sus labores a veces tienen poco éxito pueden derivar un poco de consuelo del hecho de que no es cosa nueva que los mejores predicadores y la mejor predicación del mundo dejen a veces de alcanzar el fin deseado." El cristianismo y la vida social. 1) En algunos respectos el cristianismo se opone a las costumbres sociales. 2) En otros respectos se conforma a las costumbres sociales. 3) En ambos casos a menudo se le juzga mal y se le desecha. 4) En todos los caElOS se justifica por sus frutos. 20-30. RECONVIENE A. LAS CIUDADES IMPENITENTES, Y CONVIDA A LOS TRABAJADOS Y CARGADOS. El resto del discurso dado por Mateo como ocasionado por el mensaje de Juan el Bautista (11:2), consiste de dos divisiones principales. Vs. 20-24 se dan también por Lucas (10:12-15) como dichos con referencia a la misión de los Setenta (comp. Mat. 10:15).~En cuanto a vs. 25-30, véase sobre v. 25. Con mucho aplomo algunos comentadores recientes dan por sentado que Mateo ha colocado mal un pasaje que realmente pertenece al lugar en que Lucas lo coloca. Pero es perfectamente natural que un maestro religioso, yendo de lugar en lugar, repitiera ipensamíentos favoritos (comp. al principio del cap. 5). El presente pasaj e es tan apropiadamente colocado en Mateo como lo es en Lucas. V. 20. Entonces, naturalmente significaría desde luego o poco después de lo que precede, pero a veces se

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21 ¡Ay de ti, Corazfn! ¡Ay de ti, Bethsaida! porque si en Tiro y en Sidón fueran hechas las maravillas que han sido hechas en vosotras, en otro tiempo se hubieran arrepentido en saco y en ceniza.

21 ¡Ay de ti, Coraz!n! ¡ay de ti, Bethsaida! porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sllio hechos en vosotras, ya há mucho que se hubieran arrepentido en cilicio y cení ... za.

usa de una manera muy general (véase sobre 2 :13). Lo mismo sucede en el caso de la expresión más fuerte en el v. 25, 'en aquel tiempo' (comp. sobre 12 :1). Es fácil aquí descubrir una coneXlOn anterior. El pensamiento de la conducta injustificable del pueblo para con Juan y él mismo (vs. 16-19) le sugeriría naturalmente el hecho semejante de que aun las ciudades en que ocurrieron la mayor parte de sus milagros, aun no se arrepentían (vs. 20-24). Comenzó será tal vez sólo un toque de la minuciosidad de descripción que es notable en el estilo hebreo (comp. sobre 5 :2). Así es probablemente en 16: 22; pero en otros casos podemos ver que 'empezar' añade algo al sentido; como en 11:7; 16:21; 24:49; 26:22,37, 74. A reconvenir, traducido 'vituperar' en 5 :11 y 'zaherir' en 27 :44. Este término fuerte, y el lenguaje de los versículos siguientes, muestran que sentíano solamente pesar compasivo, sino también indignación. No era meramente locura de niños,-como podrían algunos pensarlo por el v. 16,-era cosa mala y vergonzosa que se portaran así. Stier: "Aunque el Hijo del hombre exhibe mucha bondad mostrándose como amigo de los publicanos y pecadores (11 :19), puede también insistir en el arrepentimiento, y amonestar a los impenitentes con el juicio, tan severamente como lo hacía Juan mismo; y aun más vigorosa y severamente que él por ser él mismo el Juez." En las cuales ha-

traordinarios milagros, era el de convencer a los hombres de su misión divina, y así inducirlos a arrepentirse, a fin de que llegaran a ser súbditos del reinado mesiánico. Si no se arrepentían, habrían visto en vano sus milagros, sí y aun con más grave culpa, de modo que serían más culpables que los paganos más malos. Bengel: "El que oye el N. T. o es mucho más feliz (v. 11), o mucho más desdichado que los hombres que vivieron antes de la venida de Cristo." 'Muy muchas de sus maravillas' puede significar sólo la mayoría de las que ocurrieron en esa parte del país. No nos relata la ,historia ningunos milagros obrados"Bn Corazín ni en Betsaida, aunque leemos de muchos en Capernaum (véase sobre v. 23). La gran mayoría de los milagros quedó sin registrar si no es mediante alguna expresión general tal como ésta (comp. sobre 4:21; 8:16, y véase Juan 20 :30). El que Mateo y Lucas anotaran este dicho aunque no habían descrito ningunos milagros como obrados en Betsaida o Corazín, es realmente una prueba de que las palabras son genuinas, porque no habrían sido introducidas -en una narración preexistente sin indagar si algunos milagros habían sido atribuidos a esos lugares. 21. Ejemplos de la reconvenClOn. ¡Ay de ti! Véase sobre 23 :13ss. Corazín, no mencionada en ninguna otra parte del N. T. con excepción del pasaje semejante en Luc. 10 :13. Eusebio y Gerónimo nos dicen que en su tiempo estaba abandonada, y que distaba dos millas romanas de Capernaum. Si se coloca ésta en Tel Hum, como es hoy la opinión casi universal (véase sobre 4: 13), entonces hay poca duda de que Corazín sea las vastas ruinas llamadas

bían sido hechas muy muchas de sus maravillas, o milagro-. (véase sobre 12:

38), literalmente poderes, u obras de poder. Pero debe traducirse 'milagros,' en los vs. 20,21,23. Arrepentido, véase sobre 3 :2. El objeto principal de nuestro Señor, al obrar sus numerosos y ex-

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MAT'E O

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Cap . .Jril

22 Por tanto ·os digo, 1(I!e a Tiro y a 22 Pero os digo qUII Iferá más llevadera Sidón será más tolerableelea,stiglij en el I¡¡,. ~..p.e .Tiro. y Sidón en el dla del dla del juicio, que a vosotras. JUiciO', que ... de VO'lIOtra8.

Kerazeh, que se hallan entre los cerros a dos millas de Tel Hum; y el nombre árabe sería la forma singlllar correspondiente a Corazín como el plural aramaico. BeUaida significa probablemente 'casa de pesca,' qUe indica que se originó como estación de pesca. Parece que había dos lugares de ese nombre sobre el Lago de Galilea o cerca de él. La. bien-conocida Betsaida Julias, cerca de la cual fueron alimentados los cinco mil, estaba sobre el lado noreste del lago; o más bien sobre la ribera Oriental del Río Jordán, alguna distancia de su desembocadura (véase sobre 18 :13). La Betsaida mencionada aquí y con más frecuencia en otras partes, el lugar nativo de Andrés .Y Pedro y de Felipe (Juan 1:44; 12:21), estaba en la tierra de Genesaret (Mar. 6:45-53), al lado noroeste del lago (véase sobre 14: 34) . La cuestión de su sitio exacto depende de cuál haya sido la extensión de la tierra de Genesaret, y puede ser que nunca sea resuelta. Pero hay ahora poca duda de que había dos poblaciones de este nombre en distintos lados del lago o del río-cosa muy natural en un lago que tanto abundaba en peces, y en distritos que estaban rara vez bajo el mismo gobierno. Obsérvese que en Juan 12 :21 se dice, 'Betsaida de Galilea,' pareciendo indicar claramente que había otra Betsaida de la cual era preciso distinguirla. Antes de que Reland sugiriera esta idea' las alusiones a Betsaida eran una cuestión perpleja, y sin duda dieron origen a muchas acusaciones de "discrep·ancias" irreconciliables entre los levangelios. Tiro y Sidón fueron escogidas sin duda por estar cerca, porque por mucho tiempo, habían sido famosas por la magnificencia y maldad que con tanta frecuencia caracteriza los centros' de comercio, y porque estaban asociadas ín-

timamente CJ)n el culto' de Baal que había hecho tanto mal en Israel. La maldad de ellos había sido .denunciada frecuentemente por los profetas, J oel, Amós, lsaías, J el"emias, y partiéulal"mente la de Tiro por Ezequiel, caps. 26-28. Arrepentido en RCO ,yen ceni· za, como el pueblo de Nínive realmente lo hizo por la predicación de Jonás (Jonás 3:55.). El saco mencionado con tanta frecuencia en la Escritura era tejidO' toscamente del pelo corto de camellos, ganado, etc., y se usaba como expresión de gran pesar-a veces. en lugar de los vestidos ordin..arios (Jonás 3 :6), pero con más frecuencia debajo de ellos, junto a la piel (2 Rey 6 :30) y ceñido flojamente al rededor del talle (2 Sam. 3:31; Joel 1:8). A veces lo extendían y se sentaban sobre él (Isa. 58 :5), o se acostaban sobre él en la noche (1 Rey. 21 :27). (En cuanto a los vestidos toscos de pelo, semejantes. al saco, usados por Elías, y alguJ).os otros profetas, véase sobre 3:4). En ocasiones de luto extrao"rdinario fre-' cuente mente añadían cenizas, qUe a veces se echaban sobre la cabeza (2 Sam. 12 :19; Lam. 2 :10), y en otras ocasiones el doliente se sentaba en las cenizas (Jonás 3:6), se acostaba en ellas (Est. 4:3), y aun se revolcaba en ellas (Jer. 6:26; Miq. 1:10). Por esto dice Job (42 :6), "Me aborrllzco, y me arrepiento en polvo y en ceniza," y Daniel oró largamente (9:3), "en ayuno, y cilicio, y ceniza" (comp. arriba sobre 3:16). Debe observarse qUe éstas y otras varias maneras de manifestar pesar entre los Israelitas (tales como rompiendo los vestidos, arrancando el pelo,' etc.) no eran exigidas de Dios, sino que eran naturales al' carácter apasionado oriental, y se practican todavía en las naciones orientales. 22. Por tanto os digo. Las palabras

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23 Y tO, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta los infiernos serás abajada: porque si en los de 80doma fueran hechas las maravillas que han sido hechas en ti, hubieran quedado hasta el dla de hoy.

23 ¡Tú también. oh Capernaum. que has sido elevada hasta el cielo, hasta la perdición serás abatida! porque si en 80doma hubiesen sido hechos los milagros que han sido hechos en t~. hubiera permanecido hasta el dla de hoy.

traducidas 'por tanto' parecen envolver alguna idea como ésta: "Es verdad que Tiro y Sidón no tuvieron la oportunidad de ver estos milagros, y así vosotros podéis consideraros como particularmente favorecidos; pero será más tolerable para ellos en el día del juicio que para vosotros; por lo tanto no os ufanéis de vuestro privilegio, sino temblad por vuestra responsabilidad y culpa." Las palabras Tiro y Sidón son colocadas en el griego de un modo que las hace enfáticas. El 'ay' pronunciado contra Corazín y Betsaida parece combinar las ideas de calamidades· temporales para las ciudades, y castigo futuro para los individuo.s, como en 3 :10-12; pero el v. 22 parece mostrar que la última idea prevalece. Día del juicio. Esta frase aparece en Mateo 10 :15; 11 :22,24; 12: 36; 2 Pedo 2:9; 3:7; 1 Juan 4:17, y comp. Hech. 17:31; Judas 6. Se llama también el día de Dios, del Señor, de Cristo, el último día, el día de la ira, aquel día (7 :22; 1 Tes: 5:4), y sencillamente el día (Heb. 10:25), también el juicio (12:41s.). El q~e aquí predice las decisiones del día de juicio él mismo será al Rey y Júez (7 :22; 25: 34). Sin duda esta declaración de Jesús asombró a los j'udíos que acostumbraban creerse seguros para la eternidad, por ser descendientes de Abraham, y miraban con desprecio a todos los gentiles. y a nosotros en general se nos enseña aquí la gran verdad de que la suerte de los hombres en el mundo venidero tendrá grados proporcionados a sus ventajas en este mundo (comp. sobre 12: 41; 23:13, y examínese Luc. 12:47s.). Esta verdad arroja algunos rayos de luz sobre la cuestión tan lúgubre y os-

cura de la suerte de los paganos. Los hombres serán juzgados y castigados conforme a sus oportunidades de saber la verdad y el deber. Los paganos no serán condenados por desechar a Jesús si no han tenido oportunidad de saber acerca de él; sino solamente por desatender a su propia conciencia (Rom. 2:14-16), la luz de la naturaleza exterior (Rom. 1:20s.), y cualesquiera ideas religiosas verdaderas que de alguna manera les hayan llegado. Por otra parte, los que conocen a Jesús, y viven rodeados de influencias cristianas, y sin embargo no quieren arrepentirse, incurren en una culpabilidad y un castigo indeciblemente agravados. Pero la expresión 'más tolerable,' o más llevadero, más fácil de aguantarse, es general e indefinida, y no autoriza ningún esfuerzo para determinar grados exactos de castigo. 23s. La misma cosa se dice y en términos aun más fuertes, de Capernaum, que era ciudad más próspera que Corazín y Betsaida, y más favorecida con la residencia milagrosa y enseñanzas del Salvador. Capernaum, véase sobre 4: 13. Se han descrito como verificados en Capernaum numerosos milagros (además de la alusión en Luc. 4 :23) ; el hijo del noble (Juan 4 :46-54); el endemoniado en la sinagoga (Mar. 1 :23-28); la suegra de Pedro; y se mencionan una multitud de otras sanidades (8 :14-17); el paralítico llevado de cuatro (9 :2-8) ; la hija de Jairo y la mujer que tenía un flujo de sangre, juntamente con los dos ciegos y el endemoniado mudo (9: 18-33) y el siervo del centurión (8 :513). Que eres levantada hasta el cielo, mejor '¿ Serás levantada hasta el cielo?

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Cap. XI

descenderás hasta el Hades.' (1) En la .des, que etimológicamente significa 'la pregunta se emplea una partícula grie- (tien'a) no vista,' 'el (mundo) invisiga que implica que la respuesta tiene ble,' en conformidad con su uso clásique ser negativa. Capernaum, que ya co, y con el de la palabra hebrea Sheol, era próspera, alentaba, como Babilonia, se emplea en la Septuaginta y en el N .. (Isa. 14 :13) esperanzas arrogantes de T., para d.enotar el receptáculo de los prosperidad sin límites en el futuro. espíritus de los muertos, sin hacer rePero su esperanza era ilusoria. El re- ferencia a las diferencias de condición sultado, como en el caso de Babilonia entre los buenos y los malos. Se conce(Isa. 14 :15), sería, al contrario, la des- bía como muy debajo de la tierra, y por trucción total, como castigo del abuso esto' la frase 'hasta el Sheol (Hades) de los privilegios. Las expresiones con- serás abajada' fue contrastada con 'eres trastadas 'levantada hasta el cielo' y levantada hasta el cielo' (comp; Job 'hasta el Hades serás abajada, pare- 11:8; Sal. 139:8; Amós 9:2; Rom. 10 :6, cen indicar la prosperidad temporal y 7). Algunos se han propuesto traducirla destrucción temporal de la ciudad co- lo 'el bajo mundo', y esta expresión, mo lo hacen en el pasaje de Isaías de aunque no es adecuada, es tal vez la meque se derivan las figuras. Esta destruc- jor traducción qUe en nuestro idioma ción podría haber sido obviada. Ca- puede hacerse. Con la palabra 'infierpernaum podría haber continuado exis- no' se traducían antes Sheol y Hades, tiendo y prosperando si hubiera escu- porque originalmente significaba un chado las enseñanzas del Maestro, el (lugar) oculto o escondido. Pero ha obrador de milagros, arrepintiéndose, llegado a asociarse tan exclusivamente como lo habría hecho aun la inicua So- con la idea de tormento que la Verdoma. Puede ser que no podamos deci- sión Revisada la emplea solamente padir si el v. 23 indicaba además de la ra traducir Gehenna (véase sobre 5 :22), y usa Hades siempre que ese término destruccion temporal de la ciudad, el castigo futuro de los individuos; pero ocurre en el N. T. De semejante manera la palabra hebrea Sheol, que equieste pensamiento se expresa clarament.e en el v. 24. vale substancialmente a Hades, se emplea en la Versión Moderna en muchos Los infierno·s. La palabra griega Ha- pasajes del A. T., y debía haberse usa(1) '¿Serás exaltada hasta el cielo?' es el texto de B ~ e D L (que representan todos los tres tipos de texto pre-siriacos) y la mayor parte de las versiones primiti~ vas. Podrla fácilmente cambiarse por una pequeña alteraci6n de. dos pal'abras griegas, a 'que fui~te elevada'; y siendo aquélla una expresión inesperada, es probable que ésta fuese preferida por los copiantes ordinarios, aunque realmente la interrogaci6n abrupta y sorprendente es muy propia del Gran Maestro. Asl tanto la probabilidad intrhiseca como la transcripción concuerdan con los documentos prinCipales en apoyar el texto anterior. El caso es substancialmente el mismo en Luc. 10:15.-Si la segunda cláusula debe ser 'te bajarás' o 'serás abajada' es cuesti6n dificil. La evidencia exterior por aquélla comprende s6lo los documentos "occidentales" y B. En Lucas 10:15, tiene s6lo una parte del acostumbrado grupo "occidental" con B. El Testamento Revisado deduce que este texto es correcto en Mateo e incorrecto en Lucas, lo cual explicarla el fen6meno hasJ

ta aqul manifestado; mientras W H., como de costumbre, siguen a B, dando 'te bajarás,' en ambos pasajes. Pero la figura es evidentemente sacada de Isa. 14 :13-15 (véanse W H. o Apéndice) 'te bajarás' sin variaci6n conocida. Es pues una suposici6n muy natural que loo documentos "occidentales/' que hacen tantos cambios arbitrarios, hayan alterado el texto de Mateo y algunos de ellos el de Lucas, para concordarlo con la Sept., una especie de alteraci6n muy común. Esta opini6n seria sin duda aceptada por todos, si no fuera por el apoyo de B. Pero W H. admiten que B tiene algunas expresiones meramente "occidentales". en las Epístolas de Pablo, y se cree que la evidencia interior muestra que lo mismo puede decirse acerca de los Evangelios. Si esto es asf, la expresi6n 'te bajarás' deberla desecharse probablemente tanto en Mateo como en Lucas, como una alteraci6n "occidental". La evidencia interior no es. en este caso, clara ni por un lado ni por el otro.

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24 Por tanto os digo, que· a la tierra de 24 Pero os digo que será más lIevalos de So doma será mas tolerabl.e el_cas- dera la conde~ .de la tierra de Sodoma tigo en el d[a del juicio, que a tI. en el d[a del JUICIO, que la de ti.

do sin falta en todas partes, en vez de retener a veces 'sepulcro' e 'infierno,' que no dan la idea justa. Had€s se €mplea en algunos pasajes del N. T. donde la conexión no sugiere la idea ni de felicidad ni de miseria--es s€ncillamente la mansión de los finados (Hech. 2: 27,31; Apoc. 1:18); un pasaje dice 'en Hades, estando en los tormentos' (Luc. 16 :23). Se empl€a también en 16 :18 (véase abajo), en 1 COI'. 15:55 (texto griego común, pero en el texto correcto es 'muerte' en las dos cláusulas); y en Apoc. 6:8; 20 :13s. En 2 P€d. 2 :4, se usa otra palabra griega, derivada d€ Tártarus, y significando, como Gehenna, el lugar de tormentos. 24. Sodoma era un ejemplo más conspicuo aun que Tiro y Sidón, de iniquidad y castigo. Todo el mundo sabe cómo fue destruida repentina y completamente. Sus abominaciones indescriptibles y su terrible juicio siempre han hecho a los hombres estremecers€ con horror siempre que ha sido mencionada. Sin embargo Sodoma se habría arrepentido, y habría subsistido por mil años hasta el día de nu€stro Señor si hubiera visto su pueblo los milagros que se verificaban en Capernaum (comp. Eze. 16: 48). ¿ Será esto una mera hipérbole como el precepto qU€ manda volver la otra mejilla, o ir dos millas con el alguacil? Apenas podemos sentirnos autorizados para decirlo. Si pues alguno pregunta por qué el mensajero Jehová, que S€ quedó con Abraham, no fue con los dos ángeles a Sodoma para obrar milagros, enseñar el arrepentimiento, y salvarla de la destrucción, pod€mos responder una de dos cosas. (1) Podemos responder, como lo hace Pablo en Rom. 9 :1830, que Dios es soberano, haciendo lo que le place, y siempr€ obrando con justicia. (2) Podemos observar que el plan divino exigía que la' manifestación

permanente del Hijo de. Dios s€ verificara sólo entre los judíos, y solamente cuando "hubiera venido el cumplimiento del tiempo" (Gál. 4:4), y est€ plan divino, sea que lo comprendamos o no, era sin duda el mejor para toda la humanidad, y para el gobierno moral del universo. Cuando ll€gó el tiempo, muchos de los judíos habían sido endurecidos por €l descuido de previas influencias divinas, de modo que eran más tardíos para creer en Cristo, a pesar de todos sus grandes milagros, que lo habrían sido las malas ciudades paganas (comp. Juan 1:11-13). La tierra de los de Sodoma, el distrito que pertenecía a la ciudad, y no simplemente la ciudad misma (comp. 4:15; Hech. 7:11). Os digo . ... que a ti. En v. 22, cada cláu'sula tiene el plural, que por lo mismo tien€ que referirse al pueblo de las dos ciudades; por lo tanto, el plural al principio de esta sentencia se refiere probablemente al pueblo de Cap€rnaum, y no a los oyentes en general del discurso. Si suponemos que el discurso fue dicho en Cap€rnaum, o en el llano de Genesaret-Io cual es probabl€, aunque el punto no puede precisarse-entonces los oyentes eran en su mayor parte habitant€s de aquellas tres ciudades, y eso daría cuenta de la ambigüedad de la expresión. 'Ti' se refiere por supuesto a Capernaum, pero con refer€ncia al destino eterno de sus habitantes como individuos. Para 'más tolerable' y 'el día del juicio' véase sobre 5 :22. Steir: "No se nos relata ninguna €nemistad ni persecución a que se vi€ra expuesto en Capernaum; pero la recepción desatenta de su palabra y sus obras era aun peor, y más condenable que lo habría sido ninguna erupción de malicia; atestiguaba aquella indifer€ncia ociosa, muerta, apática, por la cual ya nada podía hacerse."

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25 En aquel tiempo, respondiendo 25 En aquel tienlpo, Jesús respondiensús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo do, dijo: iGraci.a.s te . dOY." oh padr.e, Señor y de la tierra, que hayas escondido estas del cielo -y de la tierra, porque has esconcosas de los sabios y de los entendidos, dido estas cosas a los sabios entendidos, y y las hayas revelado a. los niños. las has reveiado a los niños.

r

255. La división restante del discurso dado por Mateo como ocasionado par el mensaje de Juan (comp. sobre v, 2 y v. 20)), esto es,vs. 25-30, consiste de dos porciones distintas. Vs. 25c27 constan también en Lucas (10:21s.), como dichos luego después de la vuelta de los Setenta: vs. 28-30 se hallan solamente en Mateo, pero tienen conexión íntima con el fin del v. 27.

En aquel tiempo, (1) 'en esa ocasión' (1) (comp. 12:1; 14:1). Esta expresión corresponde a 'entonces' en .el v. 20, y lo relaciona todo con el mensaje de Juan el Bautista (11:2). Nuestro Señor ha estado hablando. del desechamiento injustificable y determinado tanto de Juan como de sí mismo de parte de los judíos (vs. 16-19), y de la impenitencia aun de las ciudades en que se verificaron· los más de sus milagros (vs. 20-24). Sin embargo estos jUdíos, especialmente los maestros de religión y otros hombres principales, eran sabios e inteligentes y conocían bien muchos aspectos de la verdad religiosa. Parecía extraño que· dejaran de comprender y apreciar las enseñanzas de Cristo, que fueron entendidas y recibidas por los humildes y comparativamente ignorantes. Este es el punto a que se dirigp ahora. N o sólo se somete a este estado de cosas, sino que reconoce la conveniencia de ella y da gracias por ello. Respondiendo. Por un modismo peculiar del hebreo esta palabra se USa a (1) La palabra k:tiro!4 no se traduc:e propiamen te- por 'tienlpo', porque denota el tielnpo exacto, el tiempo fijo, el tiempo apropiado, ocasión, oportunidad, sazón. La. COUl1TIOn Versión la traduce 'aeasoil' (sazón) en varios lugares, incluyendo 21: 41; 24 :45; Lue. 13:1 (donde la frase es semejante a esta de Mateo); Hech. 1:7; 24: 25; Gál. 6:9; y 'opportunity' (oportunidad) en Gál. 6:10; Heb. 11:15. Deberla traducirse 'sazón" en o~rOH n1uC'hos, inCluyendo 12:1; 13:30; 14:1; 21:34, y'oI'ortunidad' en

menudo en las Escrituras sin que haya ninguna pregunta previa, ni aun cosa alguna dicha por otro. Sin embargo, probablemente en todos los casos, se puede descubrir en la conexión anterior algo a que las palabras son en algún sentido una contestación (comp. 17:4; 26:63; 28:5). Respondiendo a las tristes verdades que acaban de anunciarse (vs. 16-19, vs. 20-24); Jesús manifiesta los pensamientos consoladores que siguen. Te alabo. La palabra significa dar gracias, y por lo tanto alabar (Rom. 14:9). La idea parece ser, "Reconozco plenamente la justicia de lo que has dispuesto, me regocijo p~r ello (consúltese Luc. 10 :21), y te alabo por ello. Padre. Encontramos palabras dirigidas directamente a su Padre en Juan 11:41; 12:28; Luc.23:34. Las Palabras que se añaden, Señor del cielo y de la tierra, son impresivamente oportunas. Es el. Soberano del universo quien hace esto; ¿quién vacilará en confesar que Ío que hace está bien hecho? Nuestro Señor nos da un ej emplo aquí de emplear eh la oración los nombres de Dios, y frases descriptivas de él, qUe sean aproniadas al asunto especial de la oración,6 de cada parte particular de ella-cosa claramente propia e importante, pero cosa que con frecuencia se descuida. Que hayas escondido estas cosas, esto es, las cosas enseñadas por Jesús, como por ejemplo, las enseñanzas en este discurso. De los varios. como Efe. 5:16; Col. 4 :5, 'redinliendo la oportunidad'. Pero hay algunoR casos e11 que ni saz.ón ni oportunidad, ni ningún otro término conviene a la conexión, y tenemos que perder el color particular de la palabra grie.e:a y contentarnos con traducirla 'tiempo', como en 8 :2fl; 16:::: (espurio); sin eluharg;o en cada caso la palabra griega tient' su propia significación distinta, aunqup no podenlos expre~arla.

Gap. XI

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26 As! Padre, pues qU.e así agradó en ·tus ojos. 27 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.

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26 sr, Padre, gracias te doy, porque as! pareció b'i en a tu vista, 27 Todas las cosas me .han sido entregadas por mi Padre'; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoce nadie, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo le quisiere reyelar,

sabios y de los entendidos. La expre- de descubrir el valor de las enseñanzas SlOn es g.eneral, pero se aplica aquí de Cristo, no es culpa de su inteligenespecialmente a los escribas y f:ariseos, cia, sino de esta falta de espíritu huy otros maestros de religión (comp. milde. Pablo dice, 'no mucho's sabios sesobre 11 :16). La referencia es, por g'ún la carne' (1 Coro 1 :26); siempre cierto, a la sabiduría e inteligencia mal ha habido algunos. Obsérvese que Je. aplicadas, pervátidas por el orgullo y sús alaba al Padre tanto por ocultar divorciadas del espíritu humilde. A los estas cosas de una clase, como por reniños, literalmente infantes, los qUe no velarlas 'a la otra. Podemos decir que saben hablar' (comp. Rom, 2:20). Esto lo último es el asunto principal por el por cierto no designa sencillamente a cual da gracias, sin embargo, lo primero los Apóstoles, como se figuran algunos, es aquí la ocasión inmediata de. introdusino los discípulos de J e'sús en general. cir el asunto. Meyer dice con ra.zón Los que no· eran sabios o inteligentes, qUe las dos proposiciones motivan las pel'O tenían sencillez y humilde docili- gracias y alabanzas por' ser los dqs la" dad, entendieron y 'se deleitaron en las . dos de una gran verdad. Así es en Rom. enseñanzas de Jesús (comp. Sal, 19: 6:17, que frecuentemente se compara 7; 116:6; Juan 7:48s.; "¡ Coro 1:26s.). con este pasaje. Con ,frecuencia vemos en la actualidad Nuestro S,eñor 'no hace ningunas exel mismo estado de las cosas. Hom- plicaciones del trato soberano de Dios bres inteligentes y pensadores frecuen- con los homb~es. Agrega sencillamentemente no notan la belleza sencilla y la te, Así, Padre,.- (1), pues que así agradó perfecta conveniencia del plan de la sal- a tus ojos (comp.' Efe. 1 :5,9; Fil. 2: vación, que es bastante claro para los 13). 'Sí, Padre, (te doy gracias y te que son consciente y confesadamente dé- alabo) porque así pareció bueno a tu biles, y que gozosamente aceptan las en-' vista.' Nótese qu'e ésta no es, como se señanzas del Señor sin cavilaciones ni e,ita con frecuencia, una expresión de dificultades. El evangelio es tan inten- mera resignaclOn. Nuestro Señor con. samente práctico que puede desde lue- fiesa la conveniencia de lo dispuesto go ser entendido solamente por perso- por el ·Padre soberano, y le alaba por nas que tienen voluntad de recibirlo, y ello. Lo que agrada a Dios debiera aserá conocido perfectamente sólo en la gradarnos a nosotros. proporción en que sea verdaderamente 27. Habiéndose referido al hecho amado. En esto, como en otras cosas, de que no los sabios y entendidos, sino vemos la adaptación del evangelio a la humanidad. No todos los hombres pue- los niños, entienden sus enseñanzas, Jeden llegar a ser sabios e inteligentes, sús ahora se presenta como Maestro; pero todos pueden, por la gracia de Dios, hacerse niños (comp. 1 Coro 3:18). Los cristianos más útiles serán los "sabios y entendidos," y al mismo tiempo 'niños'-intelectuales y cultos todo ·10 posible, pero como niños en espíritu. y cuando los sabios e inteligentes dejan

(1) Aqu! el nominati\'o grieg'o ('on el a¡-tlculo dirigiéndose a una ¡)ersona, y equivale al vocativo en yero 25. Esta era una construcción usada en ('onversación familiar en el grieg'o, vista con frpcuencía en Aristófanes y los Diálog'os de Platón; y de eonsil~;uiente aparp('t' ('on frecneRcia en el g'riego bíhlil'o, que descansa sobre una hase fanliliar; e:jemnlos hnportantes son Juan 20:2S: Heh. 1:8.

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Cap. XI

28 Venid a mí todos los que estáis tra- \ 28 ¡Venid a .mí todos los que estáis canbajados y cargados; que yo os haré des- sa10s y agobIados, y yo os daré descancansar. so.

declarando que sólo él puede dar a conocer verdaderamente al Padre (v. 27), y convidando a todos a que vengan a ~prender de él (vs. 28-30). Todas las cosas me son entregadas de mi Padre. En algún tiempo pasado, no mencionado, digamos que cuando entró en su misión terrenal-o tal vez cuando el pacto de redención fue formado en la eternidad (comp. sobre 3 :17)-todas las cosas le fueron entregadas, esto es, todo lo que pertenece a la instrucción de los hombres en la verdad religiosa (comp. Juan 16:15). Es otro hecho distinto el que toda la autoridad en el cielo y en la tierra le fue dada como Rey Medianero (3:18; 1 Coro 15:24s.). Jesús es el Maestro autorizado en la ciencia de Dios. Nadie conoció. El verbo está unido con una preposición para hacerlo significar 'conoció plenamente' como en 7 :16; Lucas en el pasaje semejante (10 :22) tiene el verbo sencillo 'conoce.' Por una parte nadie conoce a:I Hijo real y plenamente excepto el Padre, de modo que no deben considerarle como un maestro meramente humano y ordinario, y no debe extrañarnos que los sabios entendidos de la tierra, por su estudio orgullosamente especulativo y meramente teórico, no lleguen a comprender y apreciar sus enseñanzas (comp. 'revelar' aquí y en el v. 25). Por otra parte, nadie conoció al Padre, con aquel verdadero conocimiento que es la vida eterna (Juan 17:3), sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar. Toda su sabiduría e inteligencia no les bastará para alcanzar el verdadero conocimiento del Padre, a menos que el Hijo tenga voluntad en revelársele. A él, pues, vengan todos (comp. Juan 8:19; 10:15; 14:9; 16:15). Keim: "Este mundo exclusivo del Padre y del Hijo se abre al mundo inferior, a los hombres, sólo por su pro-

pio albedrío, porque tiene voluntad de abrirse y admitir en su compañía a quienes quiere." Gerónimo: "Es una cosa conocer por igualdad de naturaleza, y otra por la condescendencia de aquel que revela." En otra ocasión también (Luc. 10:22) añade a su alabanza por haber el Padre escondido estas cosas, etc., la misma declaración que Se halla aquí. 'Todas las cosas me son entregadas,' etc.; lo cual demuestra que las dos ideas están muy estrechamente relacionadas. El Hijo aprueba la voluntad del Padre en cuanto a esconder y revelar, y el Padre le ha autorizado para revelar o no, conforme a su voluntad. Meyer dice que esta declaración "lleva el sello de conciencia sobrehumana." Sólo aquí y en Luc. 10 :22 y en Mar. 13 :32 y tal vez en Mat. 24 :30 contienen los primeros tres 'evangelios la expresión 'el Hijo.' Se ha observado con frecuencia que todo este pasaje (va. 25-30) se parece al Evangelio de Juan, y nos recuerda aquel gran conjunto de dichos semejantes de Jesús contenidos solo en el cuarto evangelio. La constitución mental y espiritual de Juan le hizo peculiarmente idóneo para ser el medio de comunicarnos esos discursos, como puede verse por el empleo que hace en sus epístolas de un estilo que tanto se asemeja a ellos. Pero pasajes como éste demuestran que esa clase de ideas y expresiones no era extraña a los otros evangelios, y que el Jesús del .cuarto evangelio no es esencialmente distinto del Jesús de los otros tres. 28-30. Se nos presenta como el Gran Maestro, el único que puede dar el conocimiento verdadero y salvador de Dios (v. 27), cuyas enseñanzas, aunque escondidas de los sabios y entendidos, son reveladas a los niños (v. 25). Aunque desechado por muchos (vs. 20-24), y

cap.

MATEO

XI

29 Llevad ,mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para

vuestras almas.

aun calumniado y burlado (vs. 16-19). no obstante se presenta en la plenitud de su sabiduría, y la dulzura de su amor, y convida a todos los trabajados y cargados a venir a él, para llevar el yugo fácil de su instrucción, para que así hallen descanso para sus almas. N ótese que la invitación sigue inmediatamente después de la afirmación de que nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquél a quien el Hijo lo quisiere revelar. En su mente no había contradicción entre la gracia soberana que elige a los que han de ser salvos, y las invitaciones libres del evangelio. Venid a mí, literalmente, acá a mí, siendo la palabra en el original un adverbio muy usado "en invitaciones animadas (comp.

4:19;

19~1;

21:38; 22:4; 25:34; 28:

6). Expresa un interés vivo de parte del que habla, y los convida a venir de una vez y cordialmente. 'Mí' no es enfática, como se ve en el original; la idea es, Yo solo pu~do dar el conocimiento del Padre; venid a mí, y recibid mi instrucción. Todos, juntamente con toda la conexión, sugiere un auditorio general; y si hemos de entender que todo lo que sigue a 11:2 es un solo discurso, sabemos que le oían 'multitudes' (11: 7). Todos los que estáis trabajados y cargad;'s. 'Trabajados' denota esfuerzos activos para desempeñar deberes difíciles y penosos, y 'cargados' denota el padecimiento pasivo. (1) Los maestros judíos de la época prometían descanso bajo la condición de observar minuciosamente, no sólo todas las ceremonias de la ley escrita, sino también todas" las tradiciones de los ancianos. Pedro declaró (Hech. 15:10) que esto era un (1) La yersión de Ginebra tiene 'todos los que estáis cansados y cargados' (en lugar de 'que trabajáis y estáis cargados' de Tyndale); la traducción de la yersi6n de Ginebra es C0111Ún aun en conversaciones y escritos religiosos, habiendo sido

I

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29 ¡Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí; porque soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso

para vuestras almas!

"yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar." Y Jesús dijo de los ,escribas y fariseos (23 :4), "Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover." Nuestro Señor no quiere excluir a ninguno del privilegio de venir a él, a ninguno que no esté trabajado y cargado; pero nadie querrá aprender de él si no desea el conocimiento salvador de Dios, o si está satisfecho con el conocimiento que ya posee, y dirige su invitación a los que, por la naturaleza del caso, estarán con toda probabiliElad, dispuestos a aceptarla. La tendencia más natural de quien ha llegado a ser penosamente consciente de sus pecados, es buscar el favor de Dios por sus propios hechos y padecimientos. Que yo os haré descansar. El original hace 'yo' enfático; él haría lo que los escribas y otros rabíes no hacían. La gran diferencia entre Jesús y otros maestros religiosos es que él puede dar poder para ser y hacer lo que exige; hallamos descanso no sencillamente por la superioridad de sus preceptos, sino en la ayuda prestada por su gracia. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí. Entre los j'lldíos cuando un discípulo se sometía a la instrucción de cierto maestro se decía a veces que había tomado su yugo. Comp. Sirac (Ecc!. 51 :25), donde dice la Sabiduría, 'Abrí mi boca y dije: Compradla sin plata para vosotros, y someted vuestro cuello al yugo, y reciba vuestra alma la enseñanza: pues muy cerca está para hallarla. Ved con vuestros ojos que pen)ctunda por (,1 UHO tradicional, ayudarlo sin duda por un hÍlnno una de cuyas estrofas c0l11ienza. "COlne ye ""(>:try. hC'a"y l:1yce, Catecismo de Doctrinas Bíblicas). A fin de hacer esto, parece que el día fue cambiado por los apóstoles del séptimo al primero de la semana, por ser éste el día en que Cristo se levantó. (Juan 20:19,26; Hech. 20:7; 1 Coro 16: 2; Apoc. 1 :10). Esta nueva significación del día, y el cambio de él no afectó la obligación perpetua de santificar el s·ábado. Pero el cristianismo, por ser de carácter espiritual, no da ningunos preceptos especiales con respecto al modo de observar el día, y nos deja que cumplamos el deber de santificarlo según métodos que una conciencia iluminada puede juzgar más de acuerdo con su significado y su designio general.Comp. abajo, "Homilética y Práctica." n. 9-13. SANANDO LA MANO SECA EN SABADO, comp. Mar. 5 :1-5; Luc. 6 :6-10. y partiéndose de allí, vino a la sinagoga de ellos. Sería más natural inferir, si no tuviéramos más que la narración de Mateo, que este incidente se verifició en el mismo sáhado que el que precede. Pero Luc. 6:6 dice, 'en otro Sábado'; y no hay nada en la declaración de Mateo que esté en conflicto con esto.

La conexión en Mar. 3:7 parece mostrar que el lugar estaba en Galilea,. pero no puede determinarse más exactamente. 'La sinagoga de ellos' quiere decir la sinagoga del pueblo de aquella ciudad (comp. sobre 11:1). En cuanto a las sinagogas, véase sobre 4 :23. Uno que tenía: una mano seca, Lucas añade (6:6) que era su mano derecha. No podemos determinar la naturaleza exacta de la afección que hizo que su mano se secara. Jerónimo menciona que el llamado "Evangelio" de los Nazarenos le llamaba albañil-lo cual, aunque no era más qUe una tradición, nos haría ver la importancia de su mano derecha. y le preguntaron. Lucas dice que eran los escribas y fariseos. El y Marcos no hacen más que manifestar que le acechaban si en sábado lo sanaría; Mateo no los contradice, pero añade sencillamente que le preguntaron si era lícito. Por acusarle, probablemente ante 'el juicio', el tribunal local (véase sobre 5 :21). Los escritos judaicos de tiempos posteriores discuten mucho la propiedad de sanar en Sábado. Todos estaban de acuerdo en que debía hacersp, cuando había peligro de muerte, pero había mucha diferencia de opinión con respecto a cuáles enfermedad os podían considerarse como peligrosas a la vida. El Talmud da muchísimas reglas para distintos casos, con muchas distinciones ridículas; por ejemplo, "El que tiene mal de garganta no debe gargarizar con aceite; pero puede tragar aceite (como alimento), y si se sana así, está bien." Un rabí enseñó que podría uno tomar una hebida purgante, si la tomaba por placer, pero no debe tomarla como remedio. La ley no había dicho nada acerca de sanar enfermedades en Sábado,

336

MATEO

Cap.~

11. y él les dijo: ¿ Qué hombre habrá de vosotros. que tenga una oveja, y si cayere ésta en una fosa en sábado, no lI' eche mano, y la levante? 12 Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Asl que, licito es en los Sábados hacer bien. 13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendlO, y fué restituida sana co,mo la otra.

11 Mai él les dijo: ¿ Qué hombre Ilabrá de vosotros, que tenga una sola oveja, el cual sI ésta cayere en un J:¡oyo en dla de sábado, no le echará mano y la sacará? 12 Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? asl que es licito hacer bien en dla. de sábado. . 13 Entonces dijo al hombre: ¡Extiende tu mano! y 'él la extendlO; y le fué restitlÚda sana como la otra.

pero muchos rabíes opinaban que era "trabajo" (Exo. 31 :14). 11¡s. No apela, como en el caso anterior, a la historia, la ley y los profetas, sino al proceder del pueblo mismo en otros casos" Este argumento se da aquí por Mateo solamente, pero argumentos semejantes se dan por Lucas (13 :15; 14:5) , como usados después en otras ocasiones. Marcos menciona (3:3) que J esús dij o al hombre que se levantara en medio" probablemente para que los circunstantes pudieran' mirarle con compasión, y así apreciar debidamente la conveniencia de sanarlo. Despertar un sentimiento es a veces el mejor remedio de las preocupaciones injustificables. Una oveja no sería gran pérdida, y sin embargo, su dueño la sacaría de una fosa en Sábado. En el Talmud algunos rabíes sostuvieron que cuando una bestia caía en una fosa bastaba darle de comer; otros decían que debía meterse alguna cosa debajo para qUe se acostase en ella, y si por medio de esto lograba salir, estaba bien; otros decían, sácala con el propósito de matarla, aunque después cambies de propósito y la conserves viva. A semejantes evasivas necias: fueron empujados los hombres por sus esfuerzos para convertir la moralidad en un mero sistema de reglas. Jesús apela al sentido común, preguntando si alguno que estaba presente dejaría, en semejante caso, de proteger sus bienes. Eder:sheim: "No podría existir duda, de todo modos, de que aun siendo la ley (tradicional) en el tiempo de Cristo, tan es-

tricta como 10 era en el Talmud, un hombre habría encontrado alguna excusa para poder recobrar su oveja." La antigua ley religiosa romana permitía qUE en los días sagrados un buey fuese sa-· cado de un hoyo. Más vale un hombre que una oveja, véase un argumento semejante en 6:26, y en 10:29-31. Así que, introduce una inferencia general de lo que precede. Lícito es, se permite. En los Sábados hacer bien. En Marcos y Lucas dice esto como pregunta, '¿Es lícito hacer bien en Sábado. o hacer mal?' intimando que aplazando la cura del hombre se le infligiría un perjuicio. N o le respondieron, y miró 'alrededor con enojo, condoliéndose de la ceguedad de su corazón' (Mar. 3:5). No podían replicar a sus argumentos, ni negar que tenía razón, y sin embargo, no querían renunciar a su oposición fiera. Por esto los miró· con indignación mezclada con pesar. 13. y fue restituida en el acto de extenderla. Sana, enteramente buena. Aun de su propio punto de vista los fariseos deben de haber juzgado difícil decir que esto era quebrantar el Sábado, porque Jesús no se valió de ningún remedio, no ejecutó ninguna acción, sino sencillamente habló una palabra, y el hombre simplemente extendió Su mano. Habían esperado hallar un buen motivo para acusar a Jesús, y viéndose reducidos al silencio por su argumento· y desconcertados por su acción, estaban más enojados que nunca, 'se lleparon de rabia' (Luc.6:11).

cap.

XII

MATEO

337

14 Y salidos los Fariseos, consultaron 14 Mas saliendo los fariseos, entraron en consejo contra él, de cómo podrlan contra él para destruirle. 15 Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de destruirle. 15 Pero Jesús lo supo, y se apartó al!!: y le siguieron muchas gentes, y sade allí; y le segúlan grandes multitudes, naba a todos. y él sanó a. todós los enfermos: 16 y él les encarg.aba eficazmente que 16 y les mandó rigurosamente que no no le descubriesen: le pusiesen de manifiesto: 17 Para que se cumpliese lo que estaba 17 de modo que se cumpliera lo dicho dicho pOr el profeta !salas, que dijo: por medio del profeta Isafas, que dijo:

14-21. CONSPIRACION PARA DESTRUIR A JESUS, y SU RETIRO. En cuanto a la conspiración comp. Mar. 3:6; Luc. 6:11; el retiro consiguiente es descrito por Marcos (3: 7-12) con la plenitud de detalles que le caracteriza. Consultaron contra él. Marcos nos dice que los fariseos indujeron a tomar parte en esta consuIta a los berodianos, que eran sus propios enemigos (Comp. sobre 22:16). Si -recordamos qUe esto sucedió antes del Sermón del Monte (véase sobre v. 1 y v. 15), y probablemente casi dos años antes de la crucifixión observaremos que la enemistad de los judíos principales ya había crecido mucho. Su tentativa para matarle en Jerusalem y por la misma acusación de profanar el Siibado (Juan 5:16-18), ocurrió probablemente un poco antes de la tentativa en Galilea (véase sobre v. 1). Los dos movimientospueden haberse originado independientemente, o puede ser que al~ gunos emisarios fuesen enviados desde Jerusalem, como lo hicieron un año después (15 :1) . Su razón fingida para procurar su muerte era que violaba el ~ábado, y así la ley le condenaba a muerte (Exo. 31:14; 25:2); parece que la verdadera razón eran los celos que sentían por su creciente crédito entre el pueblo, y el temor de que esto debilitara su propia influencia. Qué reproche para la naturaleza humana ver a hombres sostener que era un pecado mortal sanar enfermedades en 's·ábado, y no obstante, conspirar vilmente en el mismo día sagrádo para destruir al inocente Maestro y Sanador. 15-17. Llegando a saber que tal era

su intención, nuestro Señor se retiró de aquella comarca, y cuando multitudes se reunieron en su derredor en el nuevo sitio junto al lago de Galilea, los sanó a todos, y les encargó que no le descubriesen (v. 16); en cuyo proceder de parte suya el e;vangelista señala el cumplimento de otra profecía (vs. 17-21). Ya en 4:121e hemos visto retirarse de algún lugar para evitar la persecución; y habrá otros ejemplos semejantes en adelante (14:13; 15:21; 16:5). Alexanaer: "El retiro delante de sus enemigos fue motivado, no por el temor, sino por aquella sabia discreción gue empleaba de continuo en el uso de los medios necesarios para promover el gran fin que vino para realizar. Puesto que entraba en el plan divino que su grande obra propiciatoria fuese precedida por un ministerio profético de algunos años de duración, el designio del cual era enseñar al pueblo la naturaleza de su reino, preparar el camino para su establecimiento, y educar a los hombres por quienes había de ser organizado., no era parte pequeña de su obra refrenar y regular el progreso de los acontecimíentos, para no precipitar la consumación, sino asegurar y completar el procedimiento preparatorio indispensa;ble." La hora no había llegado todavía en que el Hijo del Hombre había de ser entregado en manos de pecadores (26 :45). Nunca se abstuvo de obrar por saber que despertaría oposición; sencillamente transfirió sus labores benéficas, a otra escena, así como mandó a los discípulos que hiciesen (10:23). Y IC! siguieron muchas gentes, o mejor, 'muchos'. y sanaba a

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MATEO

18 He aqui mi siervo, al cual he escogido: mi A_mado, en el cual se agrada mi alma:ppndré mi espiritu sobre él, y a los Gentiles anunciará juicio. 19 No contenderá, ni voceará: ni nadie oirá en las calles su voz.

todos. Es otra manifestación y comprensiva de su grande obra (comp. sobre 4: 23; 8 :16; 9 :35). En este período, como parece por una comparación de 12:' 15 con Mar. 3:7-12, y Luc. 6:11-20; fue predicado el Sermón del Monte. Ya hemos visto (sobre 4:12, y 8:1), que en toda esta parte de su e'vangelio, Mateo no se cuida del orden del tiempo, agrupa sus materiales conforme a la relación de los asuntos, como lo hacen con frecuencia los historiadores. Y él los encargaba efi. cazmente, dando a entender la palabra griega que lo hizo amenazando con disgustarse si lo desobedecían. En cuanto a las razones generales Porque por lo regular prohibió a los que habían sido sanados que hablaran de ello, véase sobre 8 :4. Una razón adicional y especial se da aquí, esto' es, para que se cumplie ., se lo que estaba dicho' por el profe,ta IsaÍas. Con respecto a estas, frases,

comp. sobre 1 :22, y 4 :14. Fue, el designio divino al enseñar así quietamente y sin ostentación, que esta profecía fuese cumplida. La conexión, pues, mira especialmente a aquella parte de la profecía contenida en vs. 19s, pero el e~an­ gelista cita una porción más grande, porque el resto también fue cumplido en Jesús. Los judíos esperaban que el Mesías fuera un gran conquistador, cuyas hazañas belicosas atraerían la atención universal; y como el carácter y el proceder de Jesús eran muy contrarios' a todo esto, era importante, para' el propósito de Mateo de convencer a los Judíos que era el Mesías, mostrar que su acción en este respecto estaba de acuerdo con una predicción mesiánica-tanto

Cap. JIlI

18

He aqui mi Siervo, a quien he escogido, mi Amado, en quien se complace mi alma: pondré mi Espiritu sobre él, y manifestará juicio a las naciones 19 No contenderá, ni gritará, ni nadie oirá su voz en las cales;

más cuanto q.ue la traducción de los Setenta comúnmente usada había interpolado el pasaje de tal manera que apartaba la ateneión de su verdadera aplicación mesiánica (véase sobre 18). Esta cita, de Isa. 42 :1-4 es hecha por Mateo solamente, siendo la séptima profecía que mienta, como cumplida en Jesús (comp. sobre 8:17) además de las dos que se refieren a Juan el Bautista (3:3;11 :10). Es muy característico de los dos primeros '¡)'Vangelios que mientras solo Mateo cita la profecía, Marcos da detalles más copiosos del retiro y de las curaciones. 18-21. Esta interesante cita es en parte de la Septuaginta, pero con algunas alteraciones para hacerla de acuerdo con el hebreo, o para sacar más claramente la aplicación mesiánica. Isa. 42: 1-4 puede traducirse literalmente del hebreo como sigue: "He aquí mi siervo, a quien sustentaré; mi escogido en quien se complace mi alma. Pongo mi Espíritu sobre él; traerá justicia a los 'gentiles. No voceará, no alzará (su voz), ni hará oír su voz afuera. No quebrará una caña cascada, ni apagará el pábilo que está para extinguirse. Sacará el juicio según la verdad. N o se oscurecerá (como el pábilo, esto es, hacerse débil) ni se quebrará (como la caña, esto es, no se quebrantará, ni se desalentará), hasta que establezca juicio en la tierra; y las cosas lejanas esperarán su ley (o 'instrucción')." Ahora comp. Mateo. He aquí mi Siervo. El 'siervo de J ehová,' en Isa. cap. 42 :19, es en primer lugar, Israel. Pero aquí, como en Ose. 11 :1, y en otras partes hay una relación típica entre Israel y el Mesías (comp.

Cap. XII

MATEO

20 La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, H;asta que saque a victoria el juicio. 21 y en su non1bre esperarán los Genr

tlles.

arriba sobre 2 :15); y el 'siervo de J ehova' significa también Mesías. Algunas de las expresiones de Isaías se refieren igualmente bien a Israel y el Mesías; en otras, como en Isa. 52 :13, yel cap. 53, la referencia a Israel parece perderse de vista" y no se presenta a nuestra vista nada sino el Mesías (comp. sobre el principio del cap. 24). Los traductores de la Septuaginta, entendiendo que Isa. 42:1 se refería al Israel, introdujeron el nombre, "Jacob,-mi siervo . . . . Israel mi escogido." La palabra griega traducida 'siervo' en ::Mateo y l~ Septuaginta, es pais (véase sobre 8 :6), que puede por sí misma significar o 'hijo' o 'siervo'; pero el hebre') aquí y en otras partes en Isaías es ebed que sin ambigüedad significa 'siervo.' De la misma manera se resuelve la cuestión en cuanto a Hech. 3:13, 26; 4:27, 30, por la referencia clara a esta parte de Isaías. Al cual he escogido, donde ,el hebreo tiene 'sustentaré.' Puede ser que Mateo usara de propósito el térmic no 'he escogido' tomándolo de Isa. 43 :10; 44 :1, para mostrar mejor la referencia mesiánica en el término 'siervo del Señor.' Era por cierto lícito que un escritor inspirado expresara más claramente en su cita una idea que realmente estaba presente en el lenguaje del pro-' feta (comp. sobre 2:6). Dios sustentará a este siervo suyo, por haberle escogido para efectuar una obra importante. Así es en cuanto a mi amado, en vez del' hebreo 'mi escogido.' La 'expresión 'en el cual se agrada mi alma' nos recuerda las pala'bras dichas del cielo en el bautismo y la transfiguración, las cuales aludían a este pasaje de Isaías (Véase arriba sobre 3 :17). Pondré mi Espíritu sobre él, esto es, en un grado especial y

I

3.39

20 no quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo (l.ue humea, hasta que saque a victoria el juicio: 21 y en su nombre esperarán las na-

ciones.

notable (comp. Isa. 61:1; Luc. 4:18; Juan 3 :34, y véase arriba sobre 3 :16). Ya los Gentiles anunciará juicio. 'Anunciará' o 'declarará' (como en Heb. 2:12). interpreta el término general del hebreo. 'Juicio' traduce exactamente la palabra hebrea. Podría haberse entendido como significando justicia y rectitud en general (23 :23; Luc. 11 :42). Pero es mejor tomarla en la profecía y 'aquí como denotando todo el cuerpo de lo que declara Dios ser justo y recto. (comp. Isa. 51 :4). Conten'derá, "disputará,' podría haber sido escogida por Mateo para contrastar a Jesús con los escribas" qUe disputaban y cuestionaban de continuo; tal vez también (Plumptre) para contrastarle con "profetas falsos y jefes de revolución, tal como había sido Judas de Galilea." En las calles, hace más distinta la frase hebrea; no hablaría en lugares públicos con el propósito de atraer la atención (comp. 6: 5) . Si en la ocasión mencionada en Juan 7:37, Jesús 'se ponía en pie y clamaba' en el atrio del templo, no fue por ostentación, sino para el bien de los que le oyeran. La caña cascada no quebrará, quebrar completamente. y el pábilo que h~mea. La meeha de la lámpara era por lo regular una tira de lino; cuando había poco aceite daba poca luz y humeaba: En lugar de ser un áspero conquistador y monarca, el Mesías sería suave ,y bondadoso; a las personas encorvadas por el peso de consciente indignidad, débiles como próximos a la extinción espiritual, no las oprimiría ni las destruiría, sino que las consolaría y las esforzaría, Hasta que saque a victoria el juicio. La profecía se cita en una forma condensada. El juego sobre las palabras en el hebreo. No se oscu-

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Cap. Xli

recerá (como el pábilo), ni se quebrará (como la caña), no podría hacerse plenamente inteligible en una traducción sin circunlocuciones cansadas, y no siendo esa cláusula importante para el cumplimiento presente de la profecía, Mateo la omite. Luego· combina hasta cierto punto las dos cláusulas breves, 'sacará el juicio según la verdad' (esto es, verazmente, completamente, de modo que se sepa toda la verdad acerca de ello), y 'hasta que establezca juicio en la tierra' en cada una dec'uyas cláusulas el término principal es 'juicio,' esto es, las demandas justas de Dios. El resultado es esta expresión, 'hasta que saque a victoria el juicio,' esto es, victoriosamente, que incluye las dos ideas de ser plenamente manifestado y plenamente estaMecido. Así el evangelista evita la complicación, y comprende el todo en una sol~ expresión. 'Saque' es literalmente eche fuera, y la palabra se explica sobre 9 :38; y su idea de acción forzada se adapta al término victoria que sigue. El Mesías vencerá todos los obstáculos y toda la oposición, y proclamará y establecerá victoriosamente la palabra de Dios. Y en su nombre e¡.perarán (1) los Ge'ntiles (comp. Ro;¡n. 15:12). Aquí el evangelista sigue a la Septuaginta, que era suficientemente exacta para su propósito (comp. sobre 3:3); que aun expresa más claramente que el hebreo una idea especialmente apropiada al evangelio, y que el hebreo realmente contenía. La palabra hebrea traducida 'islas' 'costas' se usa con frecuencia para

designar tierras lejanas en general (Isa. 41:1,5; 49:1; 51:5), de modo que 'naciones' o 'gentiles (véase sobre 4 :15), en tal caso equivale a lo mismo. El hebreo 'esperarán su ley' significaba esperarán confiadamente su instrucción (Isa. 1:10; Prov .. 1:8; 4:2; 7:2). La Septuaginta substituyó 'nombre' y Mateo lo retuvo, puesto qUe esperar en su nombre quería decir casi lo mismo que 'esperarán su instrucción,' denotando las dos expresiones la dependencia de él. Alexander: "Así como la primera parte de la profecía fue citada como una introdución, así .esta úrtima parte fue añadida para completar toda la cita. Al mismo tiempo estas expresiones suplementarias, aunqUe no son lo que el autor quería especialmente citar, sirven al propósito incidental pero importante de sugerir, en el lenguaje de un profeta, la extensión de la misión del Mesías y la conversión final de los glentiles." Cuando Mateo se separa tanto del hebreo como de la Septuaginta es seguramente tan fácil referir los cambios al mismo évangelista inspirado como a una versión aramaica oral hipotética usada en la sinagoga.-Con esta descripción profética del Mesías, comp. lo que Jesús dijo de sí mismo en 11 :29. i Cuán distinta era la carrera quieta de su vida de la violencia turbulenta de aquellos pretendidos Mesías, que frecuentemente trajeron sobre la nación confusión y aflicción!

(1) Hay una conexión íntima entre las ideas de esperar y confiar, aunque son realmente muy distinitas, y las palabras son con frecuencia confundidas en el lenguaje popular, Tyndale, Cranmer, la GInebra y la del King James (no Wyc., ni comúnmente la de Rheims) parecen haber pensado que 'esperar' fuera frecuentemente una traducción inadecuada de la palabra griega correspondiente, de modo que comúnmente la traducen 'confiar' y aun 'creer' en 1 Coro 15:19 y 1 Tim. 4:10. El substantivo todos regularmente la tra-

ducen 'esperanza', excepto 'confianza eh 2 Coro 3:12, y en Heb. 10:15, donde la Common Versión tiene 'fe'. aunque todas las demás tienen 'esperanza'. La frase popular "profesión de fe" se funda quizás sobre esta traducción errónea de Heb. 10: 23. De semejante manera 1 Pedo 3:15 se eita con frecuencia 'razón de la fe que hay en vosotros/ aunque realmente es 'esperanza,' o cosa selmejante. ExamInense especialmente Luc. 24:21; Juan 5:45; 1 Tim. 6:17; Heb. 10:23; 1 F'ed. 3:5.

HOMILETICA y PRACTICA. En el mundo cristiano en la actuali-

Cap. XII

MATEO

dad podemos encontrar dos extremos con respecto a la observancia del Día de Descanso, así como en cuanto a otras muchas cosas. Algunos obran como si estuviesen vigentes todavía los mandamientos mosaicos acerca de la manera de observar el sábado, y por esto son excesivamente estrictos e indiscretamente escrupulosos. Otros se figuran que cuando cesó de ser obligatoria la ley civil y ceremonial, la guarda del aía de descanso cesó también de serlo, y así llegan a tener ideas muy liberales acerca de la abstinencia de empleos ordinarios en ese día. Una clase se inclina a condenar todo placer en ese día, en casa o fuera de ella; otra clase corre el peligro de hacerlo un día de ociosidad y fiesta. Algunos no hacen distinción entre el sábado de los judíos y el día de d.escanso de los cristianos; otros, insistiendo en que el Día del Señor es del todo distinto del s'áhado judaico, se olvidan de que es, no obstante, lo mismo qUe el sábado original, solamente con una significación adicional y un cambio en el día de la semana. Es un día "santificado" por mandato divino-distinguido de otros días y señalado para usos sagrados; un día de descanso de los trabajos ordinarios, corporales y mentales, para el culto y otros empleos distintamentereligiosos. En un siglo en que la lectura ocupa una parte tan grande en la vida civilizada, parecería por cierto importante abstenerse en el Día del Señor de lecturas seculares, especialmente en vista del hecho de que ,tenemos un caudal tan rico de literatura religiosa. Para determinar hasta dónde debemos negarnos el ejercicio, la sociedad, manjares, y otras cosas semejantes, debemos tomar &n cuenta tanto los propósitos del día, como nuestra salud corporal, mental, y espiritual, y también las influencias de nuestro ejemplo. Por lo que toca a los niños, es extremadamente

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importante proveerles empleo interesante y apropiado, y comida agradable, a fin de que no sea para ellos el día cansado y desgradable. En general debe recordarse qUe la mayor parte de nosotros somos dados a ser demasiado laxos más bien que demasiado estrictos, y que gravitamos mucho más hacia la indulgencia que hacia la abnegación. V. 2. Henry: "No es cosa nueva que las acciones más inofensivas e inocentes de los dicípulos de Cristo sean mal habladas y tachadas como ilícitas, especialmente por los que son celosos por sus propias invenciones e imposiciones."V. 5. Henry:"La ignorancia de la significación de la Escritura es especialmente vergonzosa en los que 'se encargan de enseñar a otros." V. 8. Cristo es Señor del s'ábado, y el sábado cristiano es el. Día del Señor. Apoc. 1 :10. Vs. 1-8. Los elementos ceremoniales y morales de la piedad cristiana. 1). Lo ceremonial debe ceder' a lo necesario, (v. 3). 2) La adoración es superior a todo lo sagrado de lugar o tiempo, v. 5s., comp. Juan 4 :21. 3) El juicio bondadoso y justo de otros es más aceptable a Dios que las observancias ceremoniales, v. 8.-Vs. 9-14. Disputadores desconcertados. 1) Procuran entrampar al Maestro con una pregunta, v. 10. 2) No pueden replicar a su argumento, v. 11s, comp. Mat. 3 :6. 3) No pueden culpar su acción, v. 13. 4) Por lo tanto conspiran para matarlo.-V. 13. Godet: "Como todo llamamiento dirigido a la fe, este mandato contenía una promesa de la fuerza necesaria para obedecerlo, con tal que hubiera voluntad de obedecerlo. Debía hacer el esfuerzo, dependiendo de la palabra de Jesús, y el poder divino acompañaría al esfuerzo." Teofilacto: "Muchos ahora también tienen sus mentes secas-esto es, no se compadecen ni comunican: pero en oyen-

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Cap.

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22 Entonces le fué traído un endemo22 Enton'ces fué traldo a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó; de tal niado, que era ciego y mudo; y le san6. n1anera, que el ciego y mudo hablaba Y de tal manera que el mudo hablaba y vela. 23 .y todo el pueblo estaba fuera de vela. , 23 Y todas las gentes estaban atónitas, si, y decla: ¿No es éste el Hijo de David? ydecfan: ¿Será éste aquel Hijo de David?

do la palabra del evangelio, extienden las manos para dar."~V. 15. Teofilacto: "El arrojarse al peligro no es agradable a Dios." V. 19. El carácter quieto y suave atribuido aquí al Mesías por el profeta, corresponde a lo que jesús dijo de sí mismo, esto es, que era manso y humilde y dispuesto a dar descanso, 11 :29.-Vs. 18-20. Un retrato profético del Salvador. 1) Un siervo de Dios escogido y amado, v. 18. 2) Investido especialmente con" el Espíritu de Dios, v. 18. 3) Quieto eII enseñar, y compasivo de los tímidos y afligidos, vs. 19s. 4) Destinado a ser victorioso en la proclamación de la justicia de Dios, y atrayendo las naciones a sí mismo, vs. 18, 20, 21. 22-37. LA BLASFEMIA CONTRA EL ESPIRITU. Durante estas labores en Galilea de las cuales el evangelista acaba de hacer un relato (vs. 15s), ocurrieron los acontecimientos narrados en el resto del cap. 12, seguidos de otros sucesos en el mismo día (Véase sobre 13:1). Estas cosas sucedieron bastante tiempo después de los dos :sábados mencionados en los vs. 1-13. Entre aquel tiempo y éste fue predicado el Sermón del Monte (Véase sobre v.15, y comp. Marcosi!:19J. Fijándose en la unidaddematel'ia más bien que en el orden cronológico, Mateo narra seguidamente estos varios ejemplos de oposición a Jesús. Nuestra sección presente trata de la acusación blasfema; los otros casos de oposición seguirán. Luc. 11 :14-23 describe una acusación blasfema semejante, que pertenece probablemente al ministerio en Judea y Perea, durante los seis meses antes de la crucifixión.

Entonces, no necesariamente en el mismo día en que sucedieron las cosas que preceden, sino en el mis~o período (véase sobre 3 :13; 11 :20); aquí significa el mismo tiempo en qUe se ocupaba en las labores del v. 158. .un end;'moniado; ciego y mudo, véase sobre 8 :28, donde se ha observado que varias afecciones corpórales se asociabán' frecuentemente con las posesiones demoníacas, ya como causa o ya como efecto. De tal manera, etc. que el mundo hablaba y veía es el texto correcto (1) Y todas las gentes, la misma palabra que en 5:1 y en otras muchas partes. Jesús estaba en una casa, y la' multitud era tan grande que él y sus discípulos n()podían ni aun comer pan (Mar. 3 :20).¿ SerÁ éste aquel Hijo de David? refiriéndose al Mesías, véase sobre 9 :27. El griego tiene una partícula intenogativa q\le da a entender uniformente que se espera una respuesta negativa, cómo en 7: 16 ; 11 :23. El milagro sugirió a las gentes la idea de que Jesús podría ser el Mesías; pero pensarían que seguramente no podía ser, puesto que no se presenta ni o,bra como lo hará el ,Mesías, esto, es, como un poderoso conquistaQor y monarca espléndido. Obsé}'v&~ 'que el milagro les sugirió la posibilidad de que fuese el Mesías; y en el v. 38, algunos de los fariseos expresan su deseo de ver una 'señal' 'de él, ya que había sid.o in' (1) Asl ~ B. D .. Antiguó Latln (algunas coplas).. ~ntig'uo Siria ca, lIIemph; Eth. Esto fue facllmente cambiado a "el hombre ciego y mudo,' conlO se ve en la mayor parte de los dOCU111entos, b 'el hombre mudo y ciego,' ('OJno está 'en muchos documentos: mientras el Antiguo LaUn (la mayor ¡larte de las copias) y la Vulgata Latina omiten los dos términos y dicen sencillamente 'de modo que ha'bl6 y vió.' Estas variaciones son JnstruC'tivas para el estudiante.

Cap. XII

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24 Mas los Fariseos, oyéndolo, d.eclan:·j ·24 Pero los fariseos oyéndolo, declan: Este no echa fuera los demonios, sino por Est,!l nO echa fuera los demonios sino en Beelzebub, prlnclpe de los demonl.os. 1Uijo~ con Beelzebub, principe de los demOniOS.

. -

timado (v. 28) que fuese~l~~ías. (1), aunque puede ser que no valga la Así vemos que los judíos síespet.'aban pena ahora procurar camhiar el uso poqUe el Mesías obrase milagr~s,· a:~fique pular. El nombre. se derivó probableMaimónides (del siglo XII) afirma que Simeón y Ana habían dicho; ¿ Cómo podría haber ella dudado de que era el Mesías, y que habría de sentarse sobre el trono de su padre David? ¿Cedería meramente a la' influencia de los 'hermanos', o iría con ellos, como prefieren creerlo muchos, no por simpatía con sus miras y propó-

sitos, sino interponerse entre Jesús y la violencia de ellos? Algunos suponen que se cuidaban solamente de su salud, sabiendo que estaba tan rodeado de gente que no tenía oportunidad de tomar a1ime~to, y no obstante seguía hablando con solemne vehemencia y celo consumidor; pero esto apenas habría bastado para que lo' prendieran (Mar., 3: 21). La respuesta de nuestro Señor parece indicar que ella, tanto como los hermanos, estaban entrometiéndose de una manera injustificable en su obra. En una ocasión anterior había tenido que reprenderla suavemente por hacer lo mismo (Juan 2:4). Tal vez María a veces llegó a sentirse perpleja, como parece que Juan Bautista lo había estado (véase sobre 11 :2), por ser el proceder de su Hijo tan completamente distinto de lo que ella, lo mismo que los demás judíos, esperaban del Mesías; y en tal estado mental bien pudo ser más fácilmente persuadida por los 'hermanos' a acompañarlos, sin participar plenamente ni de su opinión ni de su designio. La persona qUe lo dijo a Jesús pensaba naturalmente que consideraría las demandas de su madre y sus hermanos como preferentes, y desde luego saldría, o haría que fuesen admitidos. Pero él sabía que sus hermanos no lo comprendían y entendía qUe su motivo al presente no era amistoso. Parece que continuó su discurso, y sólo cuando lo hubo acabado y se dispersó la multitud, salió y ha-

(1) Falta en (primera mano), B L T, cuatro cursivos. la Sirlaca Antigua, y dos copias del Latln Antiguo. Hay motivos obvios para suponer que haya sido Insertado aqu! de la declaración equivalente que ocurre sin variación en Mar. 3:32; I.uc. 8:20. No pOdemos hallar razón para

que se omitiera si estaba presente originalmente, a no ser ofensa posible por la repetición de las mismas palabras. como en ver. 46; pero eso es una particularidad del estilo hebreo, demasiado común en la Biblia para provocar omisión crltlca. Se omite en Weiss y W H.

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bló con ellos. (Comp. sobre 13:1). Sea como fuera, aprovechó la ocasión para hacer una declaración muy conmovedora de amor para con sus discípulos-para con todos los que hacen la voluntad de su Padre que está en el cielo. Dirigió sus palabras especialmente a la persona que le habló (v. 48); pero también a todos los presentes en general (Mar. 3:34; Luc. 3:21). Y extendiendo su mano hacia sus discípulos (comp. Mar. 3: 34), incluyendo la palabra aquí probablemente a otros discípulos junto con los Doce (véase sobre 5 :1). Elle (literalmente El) es mi hermano, con énfasis sobre 'er, como en 1 :21. Y hermana. Nuestro Señor tenía 'hermanas' en el mismo sentido en que tenía 'hermanos', probablemente en sentido más natural (véase sobre 13 :56). Obsérvese que no dice hermano, o hermana, o madre (1 Tim. 5:2), sino que cada persona es al mismo tiempo 'hermano y hermana y madre,' tan amada como todos éstos. Algo semejante dice Andrómaca a su marido, "Héctor, tú eres mi padre, y mi venerada madre, y mi hermano, y mi hermoso esposo." (Lucas 8 :21) no hace más que dar el sentimiento general en la forma más breve. y así, sin duda, muchos de los discursos de nuestro Señor, que de necesidad nos son narrados muy brevemente, estuvieron, en la predicación actual de ellos, llenos de interrogaciones directas y repiticiones impresivas tales como las que tenemos aquí y en Marcos.

HOMILETlCA y PRACTICA V. 38. Con frecuencia los hombres demandan más evidencia del cristianismo, cuando tienen ya abundancia de ella, por su determinación de no creer. Hay una probación moral en creer o desechar el evangelio. (1. Coro 1 :1825). Henry: "Fueron concedidas señalas a los que las deseaban para la con-

Cap. XIi

firmación de su fe, como a Abraham y Gedeón; pero fueron negadas a los que las demandaban para excusar su incl'edulidad."-V.39. Los judíos de la generación de nuestro Señor. 1). Malos y olvidados de Dios, V. 39.). Demandando más evidencias en medio de todas sus enseñanzas y milagros, y viendo su propia presencia impresiva, V. 38. 3). Empeorados desde el primer efecto temporal de su ministerio, V. 45. 4). En camino para cometer el pecado de crucificar a su Mesías y para sufrir la calamidad y destrucción nacionales. 5). Destinados a ser avergonzados en el juicio en presencia de los gentiles a quienes menospreciaban, V. 41.-V. 39s: Jonás y Jesús. 1). Jonás un gran profeta, y Jesús más que J onás. 2). La señal de J onás, y la señal de la resurrección de Jesús. 3). La predicación de J onás, y la predicación de Jesús. 4) . El efecto de la una y de la otra. V.42. Henry: "La Reina de Seba. 1). N o tenía invitación par'a visitar a Salomón, ni promesa de bienvenida; pero nosotros somos invitados a venir a Cristo, a sentarnos a sus pies y oír sus palabras. 2). Salomón no era más que hombre sabio; pero Cristo' es la misma sabiduría. 3). La reina tenía que' vencer muchas dificultades-dejando su país a subordinado~un viaje cansado y lleno de peligros; nosotros no tenemos semejantes dificultades. 4). No podía estar segura de que Salomón sería igual a su fama; pero nosotros no tenemos semejante incertidumbre al venir a Cristo. 5). Ellil vino desde los fines de la tierra; pero nosotros tenemos a Cristo entre nosotros, y su palabra nos está cercana. 6). Parece que la sabiduría que buscaba no era otra cosa sino la filosofía y la política; pero la sabiduría que Cristo tiene que dar es sabiduría para la salvación."

cap. XIII

MATEO

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CAPITULO XIII 1 Y aquel dla, saliendo Jesús de casa,

se sentó junto a la mar.

Vs. 43-45. Siempre que una nación o un individuo p1"ocuran nformarse, los malos principios y hábitos que son desechados deben reemplazarse vigorosa y permanentemente por principios y hábitos buenos, pues si no el mal volverá y será peor que antes. V. 48. Jesús y su madre. 1). Educado por ella, Luc. 2 :40. 2). Sujeto a ella, Luc. 2:51. 3). La reprende suavemente-a) Luc. 2:49; b) Juan 2:4; c) Mat. 12 :48. 4). Cuidando d~ ella, Juan 19 :26s. 5). Ama a todos los verdaderos cristianos aun más de lo que la amaba a ella, v. 50. Edersheim: "Porque ¿No había entrado acaso en parentesco humano solamente con el motivo de fundar el más alto parentesco espiritual? Así es que no fue que Cristo apreciara en menos a su madre, sino no confundía los medios con el fin, ni tampoco renunció al espíritu por la letra de la ley de amor." Bengel: No menosprecia a la madre, sino que considera primero al Padre." Crisóstomo: "Si ella no tiene ventaja por ser su madre, sino por su piedad será difícil que ningún otro sea salvo en virtud de su parentesco. Porque no hay sino una sola nobleza, la de hacer la voluntad de Dios. Esta clase de nacimiento noble es mejor que el otro, y más real." EL PRIMER GRAN GRUPO DE PARABO LAS Cap. 13:1.23.~LA PARABOLA DEL SEMBRADOR. La parábola del sembrador, y según parece todas las del cap. 13, fueron narradas el mismo día (v. 1) del discurso ocasionado por la blasfemia contra el Espíritu Santo (véase sobre 12 :22,38). Jesús salió de la casa en que se había

I

1 Aquel mismo dla, saliendo Jesús de

la casa, se sentó a la ribera del lnar.

hecho la acusación blasfema, y se sentó al lado del lago de Galilea, y allí dijo las parábolas de los vs. 1-35, esto es, la del Sembrador, la de la Cizaña, la del Grano de Mostaza, y la de la Levadura. Luego, dejando a las gentes y entrado en la casa (v. 36), añadió las parábolas del Tesoro Escondido, la Perla Preciosa, y de la Red (vs. 36-53). En la tarde de ese mismo día cruzó el lago hasta el distrito de Gadara, calmando la tempestad en el camino, y allí sanó a los dos endemoniados-sucesos que Mateo, gradas a su manera de agrupar su ·material según los asuntos, ha introducido en una parte anterior de su escrito (8: 18-9:1). i Qué día tan ocupado! pues empezó y acabó con milagros y estuvo lleno de discursos notables. Y nuestro Señor sentía plenamente toda la fatiga y postración que semejantes labores deben de producir. Aprovechando toda oportunidad de hacer bien a los hombres, animado con un celo consumidor, anhelando con piedad indecible la salvación de los que perecían, oprimido por respol).sabilidades tales cual ningún otro ha sentido jamás, y acosado por las acusaciones más injustas e insultantes, siguió trabajando por todo el día, y en la tarde estaba tan cansado que dormía profundamente sobre el cojín en medio de la agitación de las olas y el rugir de la tempestad. Otro ejemplo de un día muy ocupado se señala en 14 :33; un tercer fue el día de la Pasión; y sin duda hubo otros muchos, pues sólo ocasionalmentenos dan las narraciones breves de los evangelistas una vista completa de su ocupación por todo un día. Con esta sección comp. Mar. 4 :1-25; Luc. 8 :4-18. h. De casa, véase 12 :46, y comp. Mar.

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se alleg-nron a ~l muc-hns g'f!nteR; y entrándose {.] f'n ~1 harl'o, se st>nt(}, y ~

y

toda la gente ('Mtaha n la rlbE"ra.

3 y lps habl6 mUI'has ('ORa" por paráholas, diciendo: He "qul el que Kernbrada sa1l6 a sembrar.

3 :l!O. Se .entó, la postura usual de un maestro judío al dar instrucción (colllP. 5:1). Junto a la mar, al lago de Galilea (véase sobre 4:18). Mucha. gente., la misma expresión de 4 :2.5; 12: 15, y en otras muchas partes. Estas gentes 1-0 rodeaban de tal -manera que sentado 110 podía ser visto, ni podía él mismo ver bien a aquellos a quienes se dirigía. Habiendo entrado en el bote. que probablemente estaba fijo con un cable o sujetado con un ancla, a distancia de algunos pies de la orilla, y permaneciendo todas las gentes paradas sobre la orilla pendiente y arenósa, estaba en una situación muy a propósito' para hablar. El barco, una barca o un bote. (1) El punto exacto en la margen del lago no puede determinarse, pero era probablemente en el iJano de Genesaret. 3. y le. habló mucha. co.a. por paráLa naturaleza, el designio, y la interpretación propia de las parábolas de nuestro Señor es asunto de grande importancia. 1. La palabra griega que hemos adoptado en la formlj. parábola significa una comparación, dando literalmente la idea de colocar cosas lado a lado, de modo que su semejanza sea percibida. Una palabra hebrea correspondiente ,(m..hal) se emplea en el A. T. para denotar (1) una comparación ilustrativa (Eze. 17:2; 24:3); (2) un dicho sentencioso o apotegma, que con frecuencia envuelve una comparación (Prov. bola..

(1) Es probablemente más acertado seguir el texto, 'en un barco', más bien que el texto común griego que deberla haberse traducido 'en el barco.' Fero el arU('uI. pudo haberse omitido por correctores alejandrinos (B e z, y algunos cursivos), porque no se ha hecho mencl6n reciente-

Cap. XlII

2 Y se allegaron a él grandes multi_ tudes; por lo cual, entrando en una barca, se sentó; y toda la gente estaba de pie sobre la playa. 3 y lt'N hah¡() 111u('hns ('OMaS en pnrúbolas, dlclt'lldo: He a«ul. un Ht'inbrador sall6 a st'lnbrar.

1 :1,6; 26:7,9; Ecle. 12:9); (3) un dicho corriente y muy repetido de esta clase, un prove¡'bio (1 Sam. 10 :12; 24: 13; Eze. 12:22; 18:2,3, etc.); (4) cualquiera expresión muy elaborada arreglada en cláusulas paralelas como una comparación, según era común en la poesia hebraica (Núm. 23:7, 18; Job 27:1; 29:1; Isa. 4:4; Miq. 2:4; Heb. 2:6); (5) un dicho obscuro y profundo (Sal. 49:4; 78 :2), puesto que las comparaciones agudas a veces exigen mucha reflexión para percibir su plena significación. Era natural que los escritores del N. T. emplearan la palabra' griega con una latitud de aplicación algo semejante. Por lo tanto la encontramos denotando (a) una comparación ilustrativa sin forma de narración (15:15; 24:32; Mar. 3:23; Luc. 5 :36; 6 :39); (b)' una comparación ilustrativa en forma de narración, siendo éste su uso común en los primeros tres evangelios y ha ocasionado la restricción popular del término a las ilustraciones narrativas de nuestro Señor; (c) una ilustración narrativa qUe no envuelve una comparación, como la del Rico Insensato, el Fariseo y el Publicano, el Buen Samaritano, el Rico y Lázaro; (d) un proverbio (Luc. 4 :23), y en correspondencia con esto enc!'utramos que en Juan 10:6 otra palabra, que estrictamente denota un proverbio, se aplica a una comparación ilustrativa; (e) un dicho profundo o de otra manera obscuro (véase sobre 13 :35, y ~omp. Ecles. 38: 33; 39 :2s.); (f) un símbolo o imagen no mente de un barS como el hijo de José, "y esa il!ltp.esión fue slkbiamente permitida, porq~ la idea del origen celestial de Jesús no podría ser útil silla a

Cap. XIII:

108 creyentes" (Olsllau8eR). La pala· bra traducida 'carpintero' significá en general artífice, pero comúnmente denota un trabajador en madera. Marcos (6 :3) dice, '¿ No es éste el carpintero?' que da a entender que Jesús mismo había trabajado en el oficio de su padre putativo. Justino Mártir, que se crió en Samaria, afirma en sus Diálogos con Trifón el Judío (cap. 88), escritos como 150 A. D., que Jesús hacía arados y yugos-t'radición que muy bien puede ser verdad. Trabajando como mecánico no debemos dejar de ver que nos puso un ejemplo. Miembro de una familia pobre, no comió el pan de la ociosidad, sino, que no obstante la grande obra qUe tenía delante, y que ya debía. de haber empezado a oprimir su mente y su corazón, se dedicó a un trabajo honrado. Los jrudíos tenían la costumbre sabia de enseñar a sus hijO'!! ale gún oficio, y aun los ricos lo hacían; por esto Pablo aprendió a .hacer ti'mdas, y más tarde vió que el oficio le era extremadamente útil. Sin duda el Salvador trabajaba con diligencia, siendo así un m(}delo para los mecánicos que les enseña a no hacer descuidadamente su trabajo, ni dejar de cumplir co-n sus promesas. Y no hay duda de que todo el día conservaba. un espíritu tan devoto que hacía de estos trabajos humildes parte de su vida de piedad. y sus hermanos .... y sus hermanas: Parece imposible determinar con certeza si hemos de entender que éstos eran hermanos en el sentido estricto, o medio-hermanos, o nada más parientes cercanos. Cada una de estas opiniones ha sido sostenida calurosamente desde los primeros. siglos de la elra cristiana. Las tres teorías han 'sido bien descritas por Schaff como la teo,ría de hermallos, sostenida por los Jfrotest_tes, la teoría "(IIntl\'o slnA'ular de multitud") y )lOr'JUl' ·,..I;rand(AM nlultitud(·tII:' han sido Int.·nl'ionadas en el ver. :W. J'~ste texto nlanifi('stanlt'nte altt.·rado, es dado

llor B, que t:UlllJit. . n olllite 'porque,' en el ,'ero 27 y 'va' en l!l ver. 32-tres erroreK in(·uestionn·ltlt.·:-: 11lUY ('t.'rc·anos uno a otro. De la .Illisma !llanera t:l texto eorrecto toS, '1" multitud' ~n \'H, ~¡;, pero 'las multitudes' ('n t·l ,',·r. :Hi, y se hizo mu('ha ('onfu:-:I(,n en laR t.·opias.

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Cap. XV

36 Y tOJnando los ~iete llant's y lo~ Ileees. hadendo gTa"las. partió y dló a sus dlscipulo.; y los dlsclpulo. a la lI"ente. 37 y cOJnieron todos y S~ hartaron: y alzaron lo que sobró de los pedazos, siete espuertas llenas. 38 y eran los que habran cOlnido, cuatro mil hombre., sin las mujeres y los niños. 39 Entonces, despedidas las ~entes, suhió en el barco: y \'ino n l0" términos de lIfag-darú.

36 Y tomando los sl .. te panes y 109 peces, dió gracias. y los qu"hró. y dló a los dlsclpulo., y los disclpul08, al pueblo. .37 y comieron todos, y se saciaron: yalzaron de los pedazos que sobraron siete canaRtos llenos. 38 y los que hablan comido eran cuatro mil hombres, sin contar mujeres y niños. 30 y despedidas las g'entes, entr6 en la harca, )' vino n los C'onflnes de ::Ilagdala.

señando separadamente la misma lección. Esto muestra concluyentemente que eventos notablemente semejantes ocurrieron en la historia de nuestro Señor, cosa que debe recordarse con referencia a las dos visitas a Nazaret, los dos casos de limpiamiento del templo, las dos mujeres que ungieron a Jesús, 'la parábola de las minas y la de los talentos, etc., casos en los que ambos acontecimientos o discurso& son narrados solamente por distintos evangelistas; y algunos expositores Se apresuran a deducir que son narraciones variantes y contradictorias del mismo asunto. Si el alimentar a los cinco mil con cinco panes hubiera sido narrado por un evangelio solamente, y el caso de los cuatro mil alimentados con siete panes, solamente por otro u otros dos, se habría afirmado c{)n toda confianza que éstos eran el mismo milagro. No seamos armonizadores nerviosos, ni tampoco ansiosos de suponer que es imposible armonizar. Vale la pena observar cuán naturales son los puntos de conformidad, y cuán notables son algunas de las diferencias. Era natural que el sitio fuese en ambos casos el campo silvestre, donde no podía obtenerse suficiente comida por los medios ordinarios; que la clase de comida multiplicada fuese la que era común en las riberas del lago; que Jesús bendijese o diese gracias antes de quebrar el pan, conforme a la costumbre, y distribuyese el alimento con la ayuda de los discípulos, CoSa de conveniencia y propiedad obvias. Por otra parte, el lugar preciso

en el campo silvestre es distinto en los dos casos; ahora en el verano caluroso no se hace mención de que se reclinaran sobre la yerba verde, como lo mencionan Mateo, Marcos, y Juan todos en el primer caso:cuando era primavera; la cantidad de alimento es aquí mayor que antes, aunque el número de personas es más corto; aquí el pueblo se ha quedado tres días; en el otro caso solamente un día. Hay también una diferencia pequeña pero muy notable en cuanto a las palabras que indican las vasijas en que recogieron los pedazos. Esta es kophinos en-todos los cuatro evangelios en el primer milagro, y spuris (o Sphuris)en los dos evangelios que relatan el segundo milagro. No sabemos la diferencia precisa entre las dos palabras, pero la observancia cuidadosa de la distinción en todas partes, muestra de una manera clara cuán completamente distintos fueron los dos milagros. Orígenes y Crisóstomo suponen qu.e el apuri. era algo grande, y esto parece confirmado por el hecho de que fue usado para bajar a Pablo del muro de Damasco (Hech. 9: 25), y parece que el kophinol haya sido una pequeña canasta para comida, como las que los judíos llevaban en sus viajes (véase sobre 14 ;20). Puede ser qUe los discípulos tuvieran ahora estos cestos grandes (o espuertas) porque habían hecho un viaje largo. La cosa extraña acerca de este segundo milagro es el hecho de que los apóstoles no hicieran mención (v. 33) del primer caso de dar de comer milagrosamen-

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CAPITULO XVI. 1 Y llegándose los Fariseos y los Sadu- r 1 y llegándose los fariseos y los saduceos para tentarle, le pédlan que les mos- ceos, le pidieron, tent~ndole, que 1es mostrase señal del cielo. trase alguna señal procedente del cielo.

te que se había, vertlicado sólo un corto tiempo antes. Muchos críticos han pensado que esto absolutamente no tiene explicación, y con este motivo han negado la realidad del segundo milagro, no obstante que se afirma explicitamente y repetidas veces. Pero acordémonos de qUe Nuestro Señor había reprendido severamente a las gentes que en la prime-o ra ocasión participaron de la comida por seguirle el día siguiente con la esperanza de ser alimentados de nuevo (Juan 6 : 26), y se había disgustado mucho por la determinación popular, producida por eSe milagro, de hacerle rey. Y aun más, habíase dado prisa para enviar a los discípulos a otra parte, no queriéndolo ellos, como es probable, porque simpatizaban con el propósito popular (Véase sobre 14 :22). En' este estado de cosas, los discípulos naturalmente dudarían que quisiera repetir un milagro que había sido acompañado antes con resultados tan poco deseables, y de todos modos se sentirían poco dispuestos a sugerir la idea de que lo hiciera. (Comp. Mar. 9.: .32, "tenían miedo de preguntarle.") Pero luego que insinúa semejante propósito, preguntando cuántos panes tienen, no manifiestan ninguna sorpresa ni duda, sino que se apresuran a poner por obra los detalles. Despedidas las ..entes, véase sobre 14: 22s. Subió en el barco, véase sobre 4: 21. El barco que acostumbraban usar podría haber sido traído de Capernaum mientras permanecían aquí en el lado sudeste. A los términos de Magdala, O de Magadan (l). Este es incuestionable-

mente, el texto correcto, aunque pronto fue cambiado a Magdala; nombre familiar, que se asociaba fácÚmente con María Magdalena. El sitio de MagadáIi es desconocido, como lo es también el de Dalmanuta (Mar. 8 :10). Parece que estaban al lado occidental del lago, pues se llegaba a ellos por barco desde el otro lado, y especialmente porque desde ellas la compañía pasó al lado noreste (16:5; Mar. 8:13). Cap. 16:1. Lo que sigue sucedió en alguna parte del lado occidental del lago. Los Fariseos y los Saduceos. Aquí como en 3 :7, no hay sino un solO' artículo (literalmente, los Fariseos y Saduceos,) presentando a los ;Saduceos como acompañando a los .f~riseos, y como tal vez de menos importancia; así es también en 16 :6,l1s. Los saduceos aparecen solamente tres veces en la historia del evangelio; (1) viendo el bautistno de Juan, 3 :7, (2) tentando a Jesús aquí, (3) tentándole, no al mismo tiempo que ios :f1ariseos, sino separadamente, en 22: 23 (Mar. 12 :18; Luc. 20 :27), y no, se mencionan en ninguna otra parte de los ,elvangelios. Sólo unas pocas semanas antes, y a distancia de no más qua. algunas millas de este lugar, Jesús había censurado severamente a los f¡ariseos como hipócritas y violadores de la' palabra de Dios, (15 :6,7) caracterizándolos como guías ciegos del pueblo, indignos de atención. Sin embargo la hostilidad indicada aquí no fue originada por esa censura, pues ya le habían acu· sado de estar en liga con Beelzebub (12:

(1) ~agadán se J:>,,:lla en B, D, laSiria-¡ ca AntIgua: y la SlrlaCa de Jerusale~, la I,atlna AntIgua (la mayor!a de las coplas), y la Vulgata:, y en Jerónimo y Augustin.

La razón de cambiarlo por Magdala es obvia, pero no podemos imaginar ninguna razón de cambio en sentido opuesto, a un nombre desconocido. As! Herod. 11 159

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MATEO

2 Mas él respondiendo, les dijo: Cuando es la tarde del dI a, decIs: Sereno; porque el cielo tiene arreboles.

24). Algunos críticos piensan qUe es increíble que 'saduceos hayan venido con flariseos. Pero se unieron temporalmente por su hostilidad común en contra de Jesús. Comp. Herodes y Pílato, Luc. 23 :12, y Sal. 2 :2. Para tentarle, para probarle (comp. sobre 4:1,7), con la esperanZa de que no saliera bien, y no pudiera mostrar la señal; Comp: 19 :3.; 22 :18, 35. Los e>scribas y :t1ariseos le habían pedido una señal en 12 :38, y fueron rehusados. Ahora los fariseos y s;aduceos hacen una demanda semejante especificando una 'señal del cielo' (así también Mar. 8 :11), y reciben exactamente la misma negativa que antes (12 :39). Puede ser que pensaran en señales como cuando Moisés dió el pan del cielo, (Sal. 78:23; Juan 6:30s.), Josué hizo qUe el sol y la luna se detuvieran, Samuel trajo truenos yaguas en el tiempo de la siega, Elías repetidas veces llamó fuego del cielo, y por la palabra de Isaías la sombra volvió atrás en el reloj de Achaz; comp. Joel 2:30s. Orígenes conjetura qUe opinaban que las señales en la tierra eran obradas por

¡

Ca.p.

XVI

2 Pero él respondiendo, les dijo: A la cal'la de la tarde decfs: Hará buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.

Beelzebúb (12 :24). Probablemente algunos de los judíos realmente esperaban que hubiese' señales celestiales de la venida del Mesías; pero la súplica presente fue hecha con mala intención. Jesús prometió grandes señales del cielo en conexión con su segunda venida (24: 29s. Luc. 21:11,25; comp. Apoc. 15:1), y predijo que los falsos Cristos mostrarían grandes señales (24 :24). 2, 3. Este pasaje (con excepción de, las primeras palabras, Mas él respondiendo, les dijo), seguramente no es parte de Mateo., Falta en algunos de los documentos más primitivos (manuscritos, versiones y Padres); (1) no puede imaginarse ninguna razón por qué se omitiera, y fácilmente puede haber sido introducido de Luc. 12':54-56, donde la expresión final que es también la principal, es substancialmente la misma, y la diferencia consiste ,sencillamente en usar distintas señales del tiempo. Se citan de escritores griegos y romanos éstas y otras varias señales del tiempo, y estas señales son verdaderas en Inglaterra y en nuestro propio país, siendo expresa-

(comp. Raw"1inson, "Grandes Imperios./' res, y después se alejan de éllos en un TU. 48 n.) cambia Megiddo en Magdolón, bareo "al otro lado" al lado noreste); una forma g"riega natural de Magdala. Por ¿ C61110 puedan estas expresiones convenir significar 'torre' esta palabra fácihllente a lugares que quedan de doce a veinte mivendrÍa a ser el nombre de una población llas al sur del lago? El Canónigo Cook ar(Ex. 14 :2; Jos. 15 :37; 19 :38) comp. lIiagda- guye ("Com, Bih.", seg'uido por Edersh,) la, la capital actual de Abisinia. Hay a- que Da1'luanutha 110 estaba en Gal., por hora un lugar llamado lIIejdel (consistien- que los fariseos salieron (Mar, 8:11) para do de unas cuantas chozas), en la orilla delnandar una señal, esto es, fuera de su occidental del 1,ago de Galilea, donde pro- distrito (Gal.) a otro distri to, Pero sig'ni'bablemente vivía Mar!a. El hebreo Mig- fica más propiamente fuera de su pobladol, ararnaico Mag'dala, arabe Megdel (g, ción o distrito para encontrarle cuando suave) son fornlas exactamente caracterís- él se acercaba, COlUp. 25:1; 26:55; Luc. ticas de los tres idiomas, Magdalán, halla- 8:35; 15:28; Juan 18:4. Nada se sahe acerca da en C., Mempb., etc. parece haber sido de la declaración de Eus, y Jerónimo una alteración fntermedia "alejandrina", ("Onom." con refereneia pr'ecisa a este y ~Iagdala, la alte~ación siriaca. En ·mar. pasaje) de que "existe ahora el distrito de (8:10) Dalrnanutha, en muchos documen- Magadene cerca de Gerasa." tos, e8 calnbiada a Magadan, y en unos (1) Falta en ~ B,V,X,r, y una docena cuantos a Magdala. Caspari quisiera in- de cursivos, en la Siriaca Antigua l\ien1p., dentificar Magadán y Dalmanutha C'on un códice, y la Armeniana. Orfgenes, el un Wady y población muy ahajo en el va- gran critico, en su comentario sobre Malle del Jordán, Pero en los dos evangelios teo, comienza la rel;lpuesta de Jesús con la com.pañfa vino en un barco a estos luga- nuestro ver. 4, no haciendo alusión